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Las personas que se asocian, socios, con un objetivo en común, forman una sociedad.
Desde un punto de vista jurídico, dos o más personas personas pueden ser socios plasmando esa
relación a través de un contrato. El tipo de contrato que se establezca, determinará el grado de
responsabilidad de cada uno de los socios, así como sus obligaciones, derechos, atribuciones, etc.
Dependiendo de la forma societaria que los socios escojan, podemos decir, de manera básica, que
habría dos clases de participación en una empresa:
Participación paritaria: todos los socios son iguales y cuentan con los mismos derechos,
como en el caso de las cooperativas, donde cada socio tiene derecho a un voto en la toma
de decisiones.
Participación en base a la aportación de los socios: en las sociedades mercantiles cada socio
puede y tendrá una importancia diferente, ya que se valora por el capital aportado. Por
tanto, quién más invierte en la empresa, tendrá más poder de decisión y más voto en la
toma de decisiones.
I. Que haya dos socios como mínimo, y que cada uno de ellos suscriba una acción por lo
menos;
II. Que el capital social no sea menor de cincuenta millones de quetzales y que esté
íntegramente suscrito;
III. Que se exhiba en dinero en efectivo, cuando menos el veinte por ciento del valor de
cada acción pagadera en numerario, y
IV. Que se exhiba íntegramente el valor de cada acción que haya de pagarse, en todo o en
parte, con bienes distintos del numerario.
La sociedad anónima, necesita valerse de un órgano ejecutivo y representativo a la vez, que lleve a
cabo la gestión cotidiana de la sociedad y la represente en sus relaciones jurídicas con terceros.
La estructura del órgano de la administración de una sociedad constituye una de las menciones más
importantes de los estatutos de una sociedad anónima.
Generalmente los ordenamientos jurídicos permiten que cada sociedad pueda organizar su
administración de la forma que estime más conveniente, no imponiendo una estructura rígida.
De esta forma predeterminada al órgano administrativo y lo faculta para poder elegir la forma
alternativa más idónea para la administración de la sociedad.
Karla Suruy
Diego Zambrano
Pablo García
Mariela Monzón