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Retrospectiva

Claudio Biondino

Escena 6: El detective espera en la intersección señalada durante la última


comunicación. El informante lo ha guiado hasta una zona de fábricas abandonadas,
callejones angostos, y lámparas rotas a pedradas que nadie se ha preocupado por
reemplazar. La oscuridad de la noche se adueña del mundo a su alrededor. El detective
aferra su celular como si fuera un prisionero que trata de escaparse, hasta que recibe la
llamada que estaba esperando. Escucha atentamente los nombres de las calles que le
susurra el desconocido. Guarda el celular y desenfunda su arma mientras corre a toda
velocidad hacia un callejón cercano, pero llega tarde: la mujer que intentaba salvar ha
muerto.

Escena 5: La mujer recibe una puñalada en el cuello y cae al suelo casi al instante.
Muere ahogada en su propia sangre, tratando de gritar, sin voz, que alguien salve a su
bebé. El asesino escapa por el callejón.

Escena 4: La mujer abre los ojos con una mezcla de sorpresa y espanto cuando el
asesino la acorrala entre los restos de un auto oxidado y un contenedor de basura. Grita
de terror cuando vislumbra el brillo del puñal. El asesino levanta su arma, listo para
descargar el golpe. La mujer cierra los ojos llenos de lágrimas y se protege el vientre
con las manos.

Escena 3: El asesino se esconde y espera en el callejón. Sabe que su víctima pasará por
allí, y que no debe dudar un instante. La fuerza dentro de ella es poderosa, y si no actúa
rápido puede encontrar alguna manera de defenderse. Cuando aparece la mujer, siente
un profundo horror al ver lo avanzado de su embarazo.

Escena 2: El asesino sale a cumplir su misión. No quiere matar a una inocente, pero las
palabras que ha oído tantas veces, durante tanto tiempo, lo fortalecen: el niño no debe
nacer.
Escena 1: El asesino se arrodilla frente al altar y recibe la bendición del sacerdote. Llora
en silencio por la pesada carga que le han impuesto. El sacerdote lo consuela, apoya una
mano en su hombro, le recuerda que su acción será buena ante los ojos de Dios. Él será
perdonado, y la inocente, tras una breve agonía, vivirá eternamente en la gloria del
Señor. Pero el precio de la sangre debe pagarse primero: es necesario evitar, a toda
costa, la llegada al mundo del Hijo del Enemigo.

Meta-Escena: el Director, enojado con sus ayudantes por el retraso de la última llamada
al detective, decide que debe hacerlo todo por sí mismo para que las cosas salgan bien.
Se desplaza hasta la Escena 6 y adelanta la llamada un par de minutos, convirtiéndola
así en la Escena 5. La anterior Escena 5, que ahora ha pasado a ser la 6, muestra al
detective matando al asesino de un disparo y salvando, justo a tiempo, a la mujer. Al
Director no le gusta tener que hacer demasiados cambios retrospectivos: la trama del
espacio-tiempo es extremadamente sensible, y resulta muy costoso repararla si resulta
dañada. Pero la sangre del niño rebosa de nanobots especiales, más valiosos aún que la
trama misma, y no hay meta-tiempo ni presupuesto para preparar un reemplazante. El
Productor ya ha vendido los derechos de Apocalipsis, y el Director sabe muy bien que
jamás le perdonaría un retraso inesperado del estreno inter-neural.

Agosto 2011
Publicado en Axxón 242. Mayo 2013
http://axxon.com.ar/rev/2013/05/ficcion-breve-setenta-varios-autores-2/#2

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