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Howard Becker

Los extraños*

Todos los grupos sociales crean reglas y, en ciertos momentos y en determinadas


circunstancias, intentan imponerlas. Las reglas sociales definen ciertas situaciones y los
tipos de comportamiento apropiados para las mismas, prescribiendo algunas actuaciones
como "correctas" y prohibiendo otras como "incorrectas". Cuando se impone una regla,
la persona de quien se cree que la haya quebrantado puede ser vista por los demás como
un tipo especial de individuo, alguien de quien no se puede esperar que viva de acuerdo
con las reglas acordadas por el resto del grupo. Se lo considera un marginal.
Pero la persona así catalogada como marginal puede tener una visión diferente del
asunto. Puede no aceptar la regla según la cual esta siendo juzgado, y considerar que
quienes lo juzgan no son ni competentes ni están legítimamente autorizados para
hacerlo. En consecuencia, surge aquí un segundo significado del: el transgresor puede
considerar que sus jueces son marginales. En las páginas siguientes trataré de esclarecer
la situación y el proceso señalados por este término ambiguo: las situaciones de ruptura
de reglas y de imposición de las mismas , y los procesos por los cuales ciertas personas
llegan a quebrantar las reglas y otros a imponerlas.
Conviene hacer algunas distinciones preliminares. Las reglas pueden ser de muchos
tipos. Pueden estar formalmente promulgadas como leyes, y en este caso puede usarse
la fuerza policial del Estado para imponerlas. En otros casos, representan acuerdos
informales, recientemente alcanzados o por el contrario, sancionados por los años y la
tradición; las reglas de este tipo son impuestas a través de diversas sanciones
informales.
De igual modo, tanto si una regla tiene la fuerza de ley o de tradición , como si es
simplemente el resultado del consenso general, puede haber un cuerpo especializado, tal
como la policía o el comité deontológico de una asociación profesional, cuya función
sea imponerla, por otra parte, la imposición de la regla puede ser de la incumbencia de
todos, o al menos, de todos los miembros del grupo para el cual se ha creado la regla.
Muchas reglas no se imponen y no son, salvo en el aspecto mas formal, el tipo de reglas
que nos interesan para este estudio. Un ejemplo de esto son las blue laws leyes que
permanecen en los estatutos, aunque no han sido impuestas desde hace cien años. (Es
importante recordar, sin embargo , que una regla no impuesta puede ser reactivada por
diversos motivos y retomar toda su fuerza original, tal como ha ocurrido recientemente
con las leyes que reglamentan la apertura de establecimientos comerciales los dias
domingos en Missouri). Las reglas informales pueden tambi{en morir por falta de
imposición. En este libro me dedicaré, principalmente, a lo que podemos llamar las
reglas verdaderamente operantes de los grupos, que son aquellas que se mantienen vivas
a través de los intentos de imponerlas.
Finalmente, el grado exacto en el cual uno se encuentra "marginado", en cualquiera de
los sentidos que ya he mencionado, varia de caso a caso. Ante la persona que viola las
leyes de tránsito o ante quien se emborracha en una fiesta, solemos pensar que al fin y al
cabo, no es muy diferente del resto de nosotros, y tratamos su infracción con tolerancia.
En cambio, consideramos al ladrón como a una persona mas diferente de nosotros y lo
castigamos severamente. Los crímenes tales como el asesinato, la violación o la
traición, nos llevan a sentir al transgresor como a un verdadero extraño.
De la misma manera no todos los transgresores piensan que han sido injustamente
juzgados. El infractor a las leyes de tránsito generalmente aprueba las mismas reglas
que ha quebrantado. Los alcohólicos son a menudo ambivalentes, sintiendo a veces que
quienes lo juzgan no los comprenden, y otras veces concordando con ellos en que el
beber en forma compulsiva es algo malo. En el otro extremo, algunos desviados (de los
cuales son buenos ejemplos los homosexuales y los adictos a las drogas) desarrollan
amplias ideologías que explican por qué ellos tienen razón y por qué aquellos que los
critican y castigan están equivocados.

Definiciones de la desviación

El marginal -aquel que se desvía de las reglas del grupo- ha sido objeto de muchas
especulaciones, teorías y estudios científicos. Lo que los legos quieren saber sobre los
desviados es ¿por qué lo hacen? ¿cómo podemos explicar sus transgresiones? ¿qué hay
en ellos que los lleva a hacer cosas prohibidas? La investigación científica ha tratado de
hallar respuesta a estas preguntas, pero al hacerlo ha aceptado la premisa, dada por el
sentido común de que hay algo intrínsecamente desviado (cualitativamente diferente) en
los actos que quebrantan (o parecen quebrantar) las reglas sociales. También ha
aceptado el supuesto (dado asimismo por el sentido común) de que el acto desviado
ocurre porque la persona que lo realiza presenta ciertas características que hacen
necesario o inevitable su acción. Los científicos no ponen habitualmente en tela de
juicio el rótulo "desviado" , cuando se lo aplica a ciertas acciones o personas en
particular, sino que lo toman como algo dado. Al hacerlo, están aceptando los valores
del grupo que actúa como juez.
Resulta fácilmente observable que diferentes grupos consideran diferentes cosas como
desviadas. Esto nos debiera poner sobre aviso con respecto a la posibilidad de que la
persona que juzga a un acto como desviado, el proceso por el cual se llega al juicio, y la
situación en la cual este juicio se realiza, puedan intervenir todos íntimamente en el
fenómeno de la desviación. En tanto que la concepción de la desviación dada por el
sentido común y las teorías científicas que comienzan por sus premisas presumen que
los actos que quebrantan reglas son intrínsecamente desviados y, en consecuencia, dan
por supuestas las situaciones y los procesos del juicio, pueden omitir una variable
importante. Si los científicos ignoran el carácter variable del proceso del juicio, pueden,
a consecuencia de esta omisión, limitar los tipos de teorías que se pueden desarrollar y
el grado de compresión que puede lograrse.
Nuestro primer problema es, entonces, construir una definición de la desviación. Pero
antes de hacerlo, consideremos algunas de las definiciones usadas actualmente por los
científicos, tratando de ver que es lo que se omite al tomarlos como punto de partida
para el estudio de los marginales.
La concepción mas simple de la desviación es esencialmente estadística, y define como
desviado a todo lo que se aleje demasiado del promedio. Cuando un estadístico analiza
los resultados de un experimento en agricultura, describe el tallo de maiz
excepcionalmente largo y el tallo excepcionalmente corto como desviaciones de la
media aritmética o promedio. De igual forma, uno puede describir cualquier cosa que
difiera de lo más común como desviación.
Desde este punto de vista, el ser zurdo o pelirrojo es una desviación, ya que la mayoría
de la gente es diestra y morena.
Al plantearla así, la concepción estadística parece ingenua, y aún trivial. Sin embargo,
simplifica el problema, al dejar de lado los numerosos problemas de valores que surgen
habitualmente en las discusiones sobre la naturaleza de la desviación. Al evaluar un caso
en particular, todo lo que tenemos que hacer es calcular la distancia que hay entre la
conducta a estudiar y la conducta promedio. Pero esta es una solución demasiado
simple. Si salimos a la caza de desviaciones con esta definición, volveremos con una
redada altamente heterogenea: gente demasiado gorda o demasiado flaca, asesinos,
pelirrojos, homosexuales e infractores a las leyes de tránsito. Esta mezcla contiene
algunos habitualmente considerados como desviados y otros que no han quebrantado
regla alguna. En resumen, la definición estadística de la desviación está demasiado
alejada de la preocupación por la transgresión de reglas que impulsa el estudio científico
de los marginales.
Un enfoque menos simple pero mucho mas comun, de la desviación, la identifica como
algo esencialmente patológico que revela la presencia de una enfermedad. Este enfoque
se apoya evidentemente, en una analogía medica. Cuando el organismo humano
funciona eficientemente y sin experimentar malestar alguno se dice que esta sano.
Cuando no funciona eficientemente es porque hay una enfermedad.
La funcion o el organo que se ha transtornado es calificada de patológica. Desde luego ,
el desacuerdo con respecto a lo que constituye el estado de salud de un organismo es
minimo. Pero la coincidencia es mucho menor cuando utilizamos la noción de patología
para describir, analógicamente, los tipos de conducta que se consideran desviados, ya
que la gente no coincide con respecto a que es una conducta sana. Resulta difícil hallar
una definición que satisfaga a un grupo tan selecto y limitado como los psiquiatras, pero
es imposible encontrar una que la generalidad de la gente acepte en la misma forma en
que aceptan el criterio de salud para el organismo.
A veces la gente utiliza la analogía en una forma mas estricta, ya que consideran a la
desviación como un producto de la enfermedad mental. La conducta de un adicto a las
drogas o de un homosexual se considera un síntoma de enfermedad mental en la misma
forma en que las dificultades de cicatrización en un diabético se considera un síntoma
de su enfermedad. (...)
La metáfora médica limita nuestras posibilidades de visión tanto como la concepción
estadística. Acepta el juicio del profano de que algo es una desviación y, a traves de la
analogía, localiza su origen en el individuo, impidiéndonos asi ver que el juicio en si es
una parte esencial del fenómeno.
Algunos sociólogos tambien usan un modelo de la desviación basado esencialmente en
las nociones medicas de salud y enfermedad. Al observar a la sociedad -o a una parte de
la sociedad- se preguntan si se estan desarrollando unos procesos en la misma que
tienden a reducir su estabilidad, disminuyendo asi sus posibilidades de supervivencia, y
califican a estos procesos como desviaciones o como síntomas de desorganización
social. Estos sociólogos discriminan entre aquellas características de la sociedad que
promueven la estabilidad (y son, en consecuencia "funcionales") y aquellas otras que
desbaratan la estabilidad (y son, en consecuencia, "disfuncionales") . Este punto de vista
tiene la gran virtud de señalar las areas de posibles perturbaciones en una sociedad, de
las cuales la gente puede no haberse dado cuenta.
Pero resulta mucho mas difícil en la practica de lo que parece ser en la teoria,
especirficar que es funcional y que es disfuncional para una sociedad o grupo social. La
cuestión de cual es el propósito o meta (la función) de un grupo y, en consecuencia, que
cosas ayudaran o impediran el logro de este propósito, es muy a menudo de naturaleza
política. Las diversas facciones dentro del grupo disienten y maniobran para lograr la
aceptación de su propia definición de la función del grupo. La función del grupo u
organización disiente y maniobran para lograr la aceptación de su propia definición de
la función del grupo. La función del grupo u organización se decide, entonces , en la
contienda política, y no esa dada en la naturaleza misma de la organización. Si esto es
cierto, entonces también es cierto que los problemas de cuales reglas deben imponerse,
que conducta debe ser considerada desviada, y cuales personas deben calificarse
marginales, deben tambien considerarse cuestiones políticas. Al ignorar el aspecto
político del fenómeno, la concepción funcional de la desviación limita nuestra
comprensión del mismo.
Otro punto de vista sociológico es mas relativista. Identifica la desviación con la no
observancia de las reglas grupales. Una vez que hemos descripto las reglas que un grupo
impone a sus miembros , podemos decir con cierta precision si una persona las ha
violado o no y si es, en consecuencia, un desviado, desde este punto de vista.
Este punto de vista es el mas cercano al mio propio, pero no da la suficiente importancia
a las ambigüedades que surgen al decidir cuales reglas deben tomarse como patron para
medir y juzgar la desviada la conducta. Una sociedad tiene muchos grupos, cada cual
con su propio conjunto de reglas, y la gente pertenece a muchos grupos
simultáneamente. Una persona puede quebrantar las reglas de un grupo por el solo
hecho de acatar las reglas de otro grupo. ¿Es el, entonces, un desviado? ¿Quiénes
proponen esta definición pueden aducir que , mientras que la ambigüedad puede surgir
con respecto a las reglas propias de uno u otro grupo de la sociedad, existen ciertas
normas que son generalmente aceptadas por todos, en cuyo caso no surge la dificultad.
Esto es , desde luego, una cuestión de hechos reales, que debe resolverse por medio de
la investigación empírica. Personalmente, dudo que haya muchas areas de consenso y
pienso que es mas prudente utilizar una definición que nos permita tratar tanto las
situaciones ambiguas como las que no lo son.

La desviación y las respuestas de los otros

La concepción sociológica que acabo de analizar define la desviación como la


infracción de alguna regla previamente acordada. Continúa entonces preguntándose
quienes infringen las reglas e investigando los factores en sus personalidades y en las
situaciones de sus vidas que pudieran explicar sus infracciones , suponiendo así quienes
han quebrantado una regla constituyen una categoría homogénea , por haber cometido el
mismo acto desviado.
Pienso que semejante suposición ignora el hecho fundamental de la desviación: que es
creada por la sociedad. No estoy utilizando esta frase en el sentido en que habitualmente
se la entiende, es decir, que las causas de la desviación se encuentran en la situación
social del desviado o en "factores sociales" que impulsan su accion.
Lo que quiero decir, en cambio, es que los grupos sociales crean la desviación al hacer
las reglas cuya infracción constituye la desviación, y al aplicar dichas reglas a ciertas
personas en particular y calificarlas de marginales. Desde este punto de vista, la
desviación no es una cualidad del acto cometido por la persona sino una consecuencia
de la aplicación que los otros hacen de las reglas y las sanciones para un "ofensor". El
desviado es una persona a quien se ha podido aplicar con éxito dicha calificación, la
conducta desviada es la conducta asi llamada por la gente.
Ya que la desviación es, entre otras cosas, una consecuencia de las respuestas de los
otros a los actos de una persona, los estudiosos de la desviación no pueden presumir,
cuando estudian a aquella gente que ha sido calificada como desviada, que estan
tratando con una categoría homogénea. Es decir, no pueden presumir que esta gente ha
cometido realmente un acto desviado o quebrantado alguna regla, ya que el proceso de
calificación puede no ser infalible; alguna gente puede ser calificada como desviada sin
haber quebrantado realmente regla alguna. Mas aún , no pueden presumir que la
categoría de las personas calificadas como desviadas inducirá a todos quienes realmente
han quebrantado una regla, ya que muchos infractores pueden evitar ser descubiertos y ,
en consecuencia, no ser incluidos en la población de "desviados" a estudiar. En tanto
que la categoría carece de homogeneidad y no logra incluir todos los casos que
corresponden a la misma, uno no puede razonablemente esperar encontrar factores
comunes, de personalidad o de situación de vida, que expliquen la supuesta desviación.
¿Qué tienen en comun, entonces las personas que han sido calificadas de desviadas? Por
lo menos, comparten la calificación y la experiencia de ser considerados marginales.
Comenzaré mi análisis con esta semejanza basica y considerare la desviación como una
transacción que tiene lugar entre un grupo social y un individuo que es considerado por
dicho grupo como un transgresor a las reglas. Me dedicaré menos a las características
personales y sociales de los desviados que al proceso por el cual se llega a considerarlos
marginales y a sus reacciones ante este juicio.
(...)
El que un acto sea desviado depende, entonces, de cómo reaccionan las otras personas
frente al mismo. Uno puede cometer el incesto clánico y no sufrir nada mas que
murmuraciones, mientras nadie haga una acusación publica, pero sera llevado a la
muerte si la acusación se concreta. El problema central es que la reaccion de los demas
resulta impredecible. El solo hecho de que uno ha cometido una infraccion a una regla
no implica que los demas reaccionarán como si esto hubiera ocurrido. (A la inversa, el
solo hecho de que uno no ha violado una regla no significa que uno no pueda ser tratado
, en ciertas circunstancias, como si lo hubiera hecho).
El grado en el cual las otras personas reaccionarán frente a un acto dado, considerándolo
desviado, varía grandemente. Varias formas de esta desviación merecen ser destacadas.
En primer lugar, tenemos la variación a lo largo del tiempo. Una persona de quien se
cree que ha cometido un acto "desviado" puede recibir reacciones mucho mas tolerantes
en un momento dado que en otros. Un ejemplo claro de este fenómeno lo constituyen
las "campañas" de represión contra ciertos tipos de desviación. En diferentes momentos,
los encargados de la imposición de las reglas pueden decidir realizar un ataque masivo
contra un cierto tipo de desviación en particular, tal como, por ejemplo, el juego, la
adiccion a las drogas o la homosexualidad. Resulta evidentemente mucho mas peligroso
dedicarse a una de estas actividades durante el curso de una campaña represiva que en
cualquier otro momento. (En un estudio muy interesante sobre las noticias policiales en
los periódicos de Colorado, Davis encontró que la cantidad de crímenes publicados en
los mismos mostraba una muy escasa relación con los verdaderos cambios en la
cantidad de crímenes que ocurrian realmente en Colorado. Mas aun, la estimación que
la gente hacia sobre el incremento de la criminalidad en Colorado estaba asociada con el
incremento de las noticias policiales, pero no con un incremento en la cantidad de
crímenes.
El grado en el cual un acto sera tratado como desviado depende tambien de quien lo
comete y quien se ha sentido ofendido por el mismo. Las reglas tienden a ser aplicadas
mas a ciertas personas que a otras. Esto se ve muy claramente en los estudios sobre la
delincuencia juvenil. Los chicos de los barrios de clase media no llegan tan lejos en el
proceso legal, al ser detenidos, como los de los barrios bajos. Es menos probable que el
chico de clase media, cuando es detenido por la policia, sea llevado a la comisaria, que
se registre ... y es extremadamente improbable que se lo enjuicie ... Esta diferencia se
presenta incluso cuando la infracción original a la regla era la misma en ambos casos.
Del mismo modo, la ley se aplica en forma diferente a blancos y a negros. Es bien
sabido que un negro acusado de haber atacado a una mujer blanca tiene mas
posibilidades de ser castigado que un blanco que cometa la misma ofensa; es algo
apenas menos conocido que un negro que asesina a otro negro tiene muchas menos
posibilidades de ser castigado que un blanco que comete un asesinato. Este es, por
supuesto, uno de los puntos fundamentales del análisis del hecho por Sutherland del
"crimen de cuello blanco" (white collar crime) : los crímenes cometidos por las grandes
compañías son casi siempre procesados como casos civiles, pero el mismo crimen,
cometido por un individuo, es habitualmente una ofensa criminal.
Algunas reglas solo se imponen cuando traen aparejadas ciertas consecuencias. El caso
de las madres solteras es un ejemplo muy claro. Vincent señala que raras veces las
relaciones sexuales ilicitas determinan serios castigos o una censura social severa para
los transgresores. Sin embargo, si una mujer queda embarazada como resultado de estas
actividades, la reaccion de los otros sera probablemente rigurosa. (Los embarazos
ilícitos son tambien un interesante ejemplo de la imposición diferencial de las mismas
reglas para diferentes clases de personas. Vincent señala que los padres solteros escapan
a la severa censura sufrida por la madre).
¿Por qué repetimos estas observaciones tan comunes? Porque, vistas en conjunto ,
apoyan el planteo de que la desviación no es una simple cualidad presente en algunos
tipos de conducta y ausente en otros. Es, mas bien, el resultado de un proceso que
implica las reacciones de las otras personas frente a esta conducta. La misma conducta
puede ser una infracción a las reglas en un momento y no en otro; puede ser una
infracción al ser cometido por una persona, pero no cuando es otra persona quien lo
hace; algunas reglas pueden quebrantarse impunemente, otras no. En resumen, el hecho
de que un cierto acto sea desviado o no depende en parte de la naturaleza del acto (es
decir, de que si quebranta o no alguna regla) y en parte de lo que los demas hacen al
respecto. Algunas personas pueden objetar que esta es una mera discusión
terminológica; que, al fin y al cabo , uno puede definir los términos a su gusto y que, si
alguien quiere referirse al comportamiento de quien quebranta reglas como desviado,
sin referencia a loas reacciones de los otros, es libre de hacerlo. Esto es, desde luego,
cierto. Sin embargo, valdría la pena referirse a dicha conducta como comportamiento
transgresor y reservar el término desviado para quienes han sido denominados
desviados por algún sector de la sociedad. No insisto en que se generalice este uso de la
palabra, pero debe aclararse que , en tanto que un científico use la palabra "desviado"
para referirse a cualquier comportamiento transgresor y tome como objeto de estudio
solo aquellos que han sido denominados desviados, sera obstaculizado por las
diferencias entre estas dos categorías.

*Extracto de la obra publicada por la Editorial Tiempo contemporáneo. Buenos Aires,


1977. El concepto de "outsiders" -literalmente "los de afuera"-, tal como se lo define en
este capítulo, ha sido traducido alternativamente como "extraños" o "marginales". [N.
del T.]

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