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CAPÍTULO IV.

ESTADO, GOBIERNO Y POLÍTICA EN EL RÉGIMEN


CONSERVADOR
Por Mirta Zaida Lobato.

PROFUNDIZAR LA ORGANIZACIÓN DEL ESTADO NACIONAL.

La “caída de Buenos Aires” en 1880, posibilitó la constitución de un poder centralizado que poseía un
aparato administrativo que abarcaba los siguientes aspectos:
1. Organización de un sistema de recursos.
Para sostener la organización del Estado las cuestiones impositivas y fiscales resultan cruciales. En
Argentina de fines del siglo XIX, los gravámenes al consumo eran pagados por toda la población, base
de los impuestos públicos. Fueron los impuestos indirectos (a las importaciones), que gravaban el
consumo sin tener en cuenta las diferencias de ingresos de la población.
El crecimiento del mercado consumidor producido por el aumento de la población, la construcción de
una red de transportes, eliminación de las barreras aduaneras internas, producción local de alimentos
baratos y los salarios percibidos por los trabajadores amplió la base impositiva y dio sustento al Estado.
Sin embargo, esos recursos no fueron suficientes y el endeudamiento mediante los préstamos externos
fue la otra fuente de ingreso.
Pero aunque en toda la etapa hubo mayor diversificación de la estructura tributaria, el costo del
progreso, la civilización y la modernización fue pagado por los sectores menos favorecidos por ese
proceso.
2. Una burocracia que garantice su funcionamiento.
La burocracia estatal estaba constituida por una compleja trama de jerarquías y los cargos eran cubiertos
por personas de formación cultural y de orígenes familiares diversos. La mayor parte del personal era
nativo y los más altos rangos se cubrían con egresados de las Universidades de Bs. As. y Córdoba
(abogados y médicos).
Relación estrato profesional-burocracia:
 Abogacía: actividad que brindaba al hombre prestigio, influencia política y riqueza. Fue el canal
para que los hijos de las clases sociales en ascenso se incorporaran al aparato estatal y que fueran
el grupo dominante dentro las figuras políticas.
 Medicina: habló desde las instituciones de control que evitaron las enfermedades morales.
Los cargos medios de la burocracia se cubrían con miembros de las clases menos acomodadas (hijos de
otros burócratas, de maestros, profesores).
El mantenimiento y expansión de las funciones dieron paso a una “carrera burocrática”, que fue el
camino para la incorporación de los nuevos grupos que se beneficiaron con la expansión de las
actividades productivas, el comercio y las finanzas.
3. Sistema escolar.
En 1884 se estableció la instrucción pública obligatoria hasta los 14 años y se creó el registro civil. La
impronta laica del gobierno fue foco de conflicto entre católicos y liberales entre 1880-1886, durante la
presidencia de Julio Roca.
4. Definición y conformación de un sistema de construcción y administración de los sistemas de
transportes y comunicaciones (ferrocarril, correos y puertos).
En esa época se establecieron los tribunales de Capital Federal y se organizó la Municipalidad de Bs.
As, regida a partir de 1882 por un Concejo Deliberante. También se organizó el sistema de correos
garantizando las comunicaciones privadas y comerciales.
5. Medidas tomadas por el Estado ante los conflictos sociales.
Se fue conformando en el interior del aparato estatal una élite política vinculada a la burocracia
administrativa (ejemplo: Departamentos de Higiene, Trabajo, Policía), que cumplía funciones represivas
(vigilar y castigar individuos de conductas desviadas: vagancia, mendigos, socialistas, anarquistas) y se
encargaba de la generalización de los valores de la clase dominante mediante el castigo y la corrección.

EL PARTIDO GEBERNANTE: UN ORDEN CON TURBULENCIAS.

El desafío de la época fue integrar el territorio y construir una identidad nacional sobre la base de un
gobierno ordenado y estable. Gobernar implicaba actos y procedimientos para construir las instituciones,
definir quiénes y con qué normas gobiernan y eligen a sus gobernantes, así como las esferas de acción y las
jurisdicciones de la nación y las provincias.
La Constitución de 1853 establecía la forma para gobernar y producir actos de gobierno y otorgaba
legitimidad a las acciones emanadas bajo su tutela. Pero el dilema era cómo se podían conciliar la
centralización y descentralización, la federación y la unidad; pues el presidente materializaba el poder
centralizado, pero no ejercía todo el poder porque si no sería una tiranía. Para ello se establecieron límites
temporales en la duración de los mandatos, se determinó la división de poderes y se distribuyeron las
actividades legislativas y judiciales en cámaras y tribunales donde el poder central y los provinciales se
encontraban representados.
Esto no implicaba una democracia abierta, pues el gobierno termino estando en manos de una
OLIGARQUÍA, o sea en manos de un grupo dominante que se consideraba superior (notables, eran la
opinión pública sana) y que eran políticos corruptos cuya capacidad de gobernar derivaba del poder y control
económico.
Al finalizar el siglo XX, el grupo oligárquico fue el que ocupó los cargos de gobierno más relevantes
ejerciendo una hegemonía cuyo sostén eran los acuerdos entre diferentes grupos notables, garantizados por
el fraude electoral y el control de los nombramientos de los gobernantes, tanto a nivel provincial como
nacional.

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