Pablo Hermann Ruiz

3ro de Filosofia Tratamientos contra la Depresión:

Santo Tomas
Gérmenes de Psicología en Santo Tomas de Aquino

Una de las cosas más impactantes que rodean los escritos de Tomas de Aquino es con la lucidez que se
acerco a la naturaleza humana en sus tratados. Con una libertad intelectual envidiable para su época
logro estudiar a profundidad a la humanidad en sí, desmembrando el mismo “Psique” del hombre con
una claridad tal que podemos llegar decir sin temor a equivocarnos que en él existen claros indicios de
una psicología primigenia en el estricto sentido actual de esa concepción.

Definitivamente que el titulo “Doctor Humanitatis” que Juan Pablo II le confiere al Aquinante no fue sino
por su meritos en el estudio del alma humana. Esto lo podemos comprobar fácilmente dando una breve
revisión de los títulos de las cuestiones tratadas en la Prima Secundae de su Suma Teológica.

“Cualquier psicología digna de este nombre debe fundarse sobre un adecuado conocimiento de la
naturaleza humana del sujeto concreto que quiere ayudar y conocer (…)No se podrá conocer nunca al
hombre concreto sin entender la inteligencia, la voluntad, el alma humana, sus potencias sensitivas, en
resumen, el verdadero ser y funcionamiento “profundo” –la verdadera psicología profunda- de la
persona humana.” (Andereggen, 2005)

Ahora bien, una vez que tenemos certeza de la validez de los argumentos de Tomas con respecto a la
naturaleza humana, ¿en qué podemos pedirle que nos ilumine a través de sus estudios?.

En la actualidad uno de los problemas que afectan al hombre definitivamente es la depresión. La persona en la
actualidad tiene que enfrentarse a estándares sociales demasiado altos definidos por cánones deshumanizados que
enfrentan al hombre a un estrés desmedido y a situaciones a veces demasiado complejas o incluso absurdas.

Como fruto directo de lo anterior aparece la depresión trastorno emocional que se presenta como un estado
de abatimiento e infelicidad.

Los puntos que trata el Doctor Angélico con respecto al hombre como creatura son tan variados y
profundos que incluso, adelantándose a la época, trata el tema de la depresión y su posible curación.

Desde la cuestión 35 a la 39 hace un breve estudio del dolor y la tristeza; concretamente en la cuestión
38 nos presenta “los remedios contra la tristeza o dolor”
A través de remedios (o tratamientos en términos más técnicos) el Aquinante nos presenta: el deleite, el
llanto, el consuelo de los amigos, el sueño y los baños y la contemplación de la verdad como posibles
soluciones.

El deleite nos lo presenta como en “movimientos apetitivos lo que el reposo es a la fatiga”; al llanto nos
lo presenta como expresión de la tristeza “cuando [lo nocivo] se manifiesta al exterior, entonces la
atención del alma en cierto modo se desparrama sobre las cosas exteriores, y así disminuye el dolor
interior” además de “operaciones que convienen al hombre entristecido o con dolor, y, por tanto, se le
hacen deleitables”; El que siente “tristeza por el hecho de que sus amigos se contristan con él, entiende
que le aman, lo cual es deleitable”; el sueño y los baños los presenta como ayuda al “movimiento vital del
cuerpo” que es contrario a la tristeza y que además son deleitables y por el ultimo el que considera el
“mayor deleite de todos” la contemplación de la verdad

Si todo lo anterior lo vemos a través de la psicología contemporánea podremos darnos cuenta de cómo
Tomas ya presentaba psicoterapias concretas con las cuales un hombre podría enfrentarse a la tristeza

La expresión de las emociones como medio de descanso, la participación de terceros en el proceso de

duelo o de dolor, en las relaciones interpersonales como medio eficaz de la lucha contra el dolor, el
descanso corporal y las terapias de relajación. En resumen podríamos decir que todo lo que de deleite al
hombre podría ayudarle a combatir la tristeza, sin embargo Tomas da un paso más allá y propone la
contemplación de la verdad como el mayor de todos los deleites, como la mejor de todas las
herramientas posibles para luchar contra el dolor. La Verdad en Tomas es Dios mismo, la contemplación
de Dios pues sería el medio más eficaz para ayudar al hombre abatido por la depresión.