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11 Cualidades de 11

Grandes Líderes de la
Biblia.
ENERO 30, 2017
Para describir a un líder se han proclamado cientos de cualidades, desde el
carisma pasando por vivir los principios y convicciones. Brillante y determinado.
Ágil y visionario. Muchos tratan de establecer estándares para ellos, para
seguirlos e imitarlos. Es por ello que entraremos a sus profundidades, para
determinar cuáles son las características principales de grandes líderes de la
antigüedad bíblica. Hombres que demostraron su valía y su entrega por cumplir
con su llamado, de tal forma, que cada día se logre reproducir sus acciones y así
cumplir con la visión y propósito de Dios para su generación.

El liderazgo es complicado, pues más que un puesto, es un estilo de vida. Más


que un símbolo de autoridad, es un emblema de pasión. Así que, se listarán 11
características con las que nos podemos identificar y llegar a crecer como un
líder conforme al corazón de Dios.

1. Un líder es un estratega. (Nehemías)


Nehemías con su vida y su obra nos regala el compendio más maravilloso de
liderazgo. Un líder capaz. Un líder que no necesitó de nombramientos, jerarquías
y emolumentos para activarse. Un líder que no dejó nada al azar. Un gran
estratega. Alguien capaz de ver la destrucción y animar a un pueblo sumido en su
miseria económica, moral y mental a construir. Capaz de hacer más allá. Su
estrategia fue la siguiente:

a) Oyó las noticias, movió su corazón y buscó a Dios:


“Y me dijeron: El remanente, los que quedaron de la cautividad, allí en la provincia,
están en gran mal y afrenta, y el muro de Jerusalén derribado, y sus puertas quemadas
a fuego.Cuando oí estas palabras me senté y lloré, e hice duelo por algunos días,
y ayuné y oré delante del Dios de los cielos.” Nehemías 1:3-4. Un líder debe
entender que debe emocionarse y actuar. No vale de nada quejarse de lo que otros no
hacen, si está al alcance de nuestra mano hacer algo. Además, entendió que debía
buscar un aliado y no fue a un hombre, fue a Dios. Especificó su requerimiento en menos
de 250 palabras y pidió éxito, en lo que parecía, ya había decidido hacer.

b) Identificó las necesidades.


Nehemías no se dejó llevar por todas las necesidades. Enfocó su pensamiento haciendo
una visita nocturna a lo que debía prestar atención. Tomó el tiempo para visitar, tomar
decisiones y encauzar la motivación de los habitantes de su tierra.

“Entonces llegué a Jerusalén. Tres días después, me escabullí durante la noche,


llevando conmigo a unos cuantos hombres. No le había dicho a nadie acerca de los
planes que Dios había puesto en mi corazón para Jerusalén. No llevamos ningún animal
de carga, con excepción del burro en el que yo cabalgaba. Salí por la puerta del Valle
cuando ya había oscurecido y pasé por el pozo del Chacal hacia la puerta del
Estiércol para inspeccionar las murallas caídas y las puertas quemadas.”
Nehemías 2:11-13 NTV

c) Arengó al pueblo para motivar a trabajar… y lo logró.


Llamó a todos y los unió bajo un solo propósito. Todos habían visto la necesidad,
solo faltaba que se formará un equipo basado en un fin común.

“Les dije, pues: Vosotros veis el mal en que estamos, que Jerusalén está desierta, y sus
puertas consumidas por el fuego; venid, y edifiquemos el muro de Jerusalén, y no
estemos más en oprobio. Entonces les declaré cómo la mano de mi Dios había sido
buena sobre mí, y asimismo las palabras que el rey me había dicho. Y dijeron:
Levantémonos y edifiquemos. Así esforzaron sus manos para bien.” Nehemías
2:17-18 RVR1960.

d) Formó equipos pequeños homogéneos y con una misión específica.


La construcción del muro no fue al azar. No consistió en hacer que parecía una misión
imposible. Fragmentó la construcción. Formó equipos familiares y les instruyó y les
delegó la función de construir una parte del muro cerca de sus casas. Motivó a
permanecer alerta y pendientes. No dio más trabajo que aquel que podían realizar.
Mantuvo la alerta y los protegía. Cada quién hacia su trabajo de la mejor manera.

“ Salum hijo de Colhoze, gobernador de la región de Mizpa, restauró la puerta de la


Fuente; él la reedificó, la enmaderó y levantó sus puertas, sus cerraduras y sus
cerrojos, y el muro del estanque de Siloé hacia el huerto del rey, y hasta las gradas que
descienden de la ciudad de David.
Después de él restauró Nehemías hijo de Azbuc, gobernador de la mitad de la región de
Bet-sur, hasta delante de los sepulcros de David, y hasta el estanque labrado, y hasta la
casa de los Valientes.
Tras él restauraron los levitas; Rehum hijo de Bani, y junto a él restauró Hasabías,
gobernador de la mitad de la región de Keila, por su región.” Nehemías 3:15-17
RVR1960.

e) Enfrentó el desánimo.
Nehemías retomó la motivación del pueblo que había decaído luego de llegar a la
mitad del trabajo. El cansancio, la adversidad y la falta de recursos empiezan a
minar en el corazón y hacen que finalizar la obra se vea como algo complicado.
Nehemías logró tener una estrategia para evitar que el desánimo hiciera mella en
el trabajo. Formó una estrategia de seguridad donde todos se sintieran
protegidos, desarrolló una estrategia para unirse y no se quedará nadie sin
escuchar la llamada de emergencia. Fortaleció la unidad y emergió nuevamente
el ánimo del pueblo por terminar la construcción.

“Nosotros, pues, trabajábamos en la obra; y la mitad de ellos tenían lanzas desde la


subida del alba hasta que salían las estrellas.
También dije entonces al pueblo: Cada uno con su criado permanezca dentro de
Jerusalén, y de noche sirvan de centinela y de día en la obra.
Y ni yo ni mis hermanos, ni mis jóvenes, ni la gente de guardia que me seguía, nos
quitamos nuestro vestido; cada uno se desnudaba solamente para bañarse.” Nehemías
4:21-23 RVR1960.

f) No dejó de trabajar.
Nehemías nunca fue negligente, ya que siempre estuvo atento al llamado y fiel al
propósito. Sus tareas como líder se mezclaron como parte de los equipos de
construcción, seguridad y de apoyo ante las enormes dificultades económicas que
enfrentan sus conciudadanos. Si hay una crítica incesante contra los líderes de la
actualidad es su lejanía, su falta de interacción y enormes beneficios por conducir una
institución, empresa u organización. Un verdadero líder como Nehemías renuncia a ello y
pone siempre por delante el trabajo duro y el esfuerzo.

g) Peleó contra la crítica, la adversidad y la intolerancia.


Nehemías nos da una cátedra de qué hacer cuándo se está bajo el fuego de la
crítica y las artimañas usadas por aquellos que desean que el líder falle en sus
labores.
En primer lugar, los adversarios tratarán de hacernos perder el enfoque a través
de reuniones sinsentido, pérdidas de tiempo, para detener la obra, sin embrago
Nehemías, no se desenfocó y les negó regalarles tiempo para perderlo.
Luego tratarán de intimidar con indirectas, chismes y habladurías que
trasciendan la moral y desafíen la moral del líder. Sin embrago, el líder no debe
prestar atención ni tratar de dar la versión oficial, simplemente debe continuar
con esfuerzo su valor y no prestar oído a ello.
Siguiente estratagema tratarán de valorar las motivaciones del líder, de tal
forma, que se cuestionarán las convicciones y las razones de las labores, así
internamente crear conflictos y divisiones por “el poder”. En estos casos el líder
es directo y con fundamento claro evita caer en esas provocaciones.
La siguiente tarea de los adversarios será amedrentar al líder y tratar de atentar
contra su integridad física. Esta es la última fase, en la que tratarán disipar la
visión. Sin embrago, el líder no debe prestarse a esos juegos y seguir adelante,
porque los resultados están al final del camino.
Así es como llegó el final, si el desánimo ataca a la mitad, al final del camino
aparecerán los adversarios con la misión de acabar con el buen ánimo. El líder
debe evitar caer en la derrota.

“Pero yo respondí: —¿Acaso debería una persona en mi posición huir del peligro?
¿Acaso debería alguien en mi posición entrar al templo para salvar su vida? ¡No
lo haré!” Nehemías 6:11 NTV

h) Contrapuso cualquier gratificación personal momentánea por su llamado.


Nehemías no usó la autoridad delegada para mejorar su posición económica, de hecho,
trató de jamás utilizar los recursos que el puesto que tenía como privilegio para su uso
personal. Su liderazgo tenía como propósito cambiar la vida y la seguridad del pueblo y
no cambiar su vida y su seguridad a costa del pueblo.
“Me dediqué a reconstruir el muro de la ciudad y no compré ninguna propiedad. Todos
mis ayudantes colaboraron en la reconstrucción. Además, yo les daba de comer a ciento
cincuenta judíos, incluidos sus jefes, sin contar a todos los de otras naciones vecinas
que también venían a mi mesa. Todos los días se preparaba por mi cuenta un buey,
seis de las mejores ovejas, y también aves; cada diez días se servía abundante
vino. Sin embargo, no cobraba lo que me correspondía como gobernador, porque
la gente ya sufría bastante.”

i) Vivió fiel a sus principios y se mantuvo fiel.


Nehemías jamás cambió su carácter. Se mantuvo fiel a Dios. Siempre en cada decisión
necesaria oraba, usaba las Escrituras como su norma de vida. En los 13 capítulos de la
historia se mantiene firme y ecuánime. Ni la adversidad, ni el éxito, ni sus tratos con
Altas autoridades lo cambiaron. Eso hace que un líder sea efectivo.

“En cambio, los gobernadores que estuvieron antes que yo, fueron una carga para el
pueblo, pues diariamente cobraban cuarenta monedas de plata para comida y vino.
Además, sus empleados oprimían al pueblo. Pero yo no lo hice así, por respeto a Dios.”
Nehemías 5:15

j) Veló por las necesidades de las personas.


Nehemías tuvo dos estrategias básicas, la primera se mantuvo fiel a Dios y la segunda, es
que realizó una gestión del talento humano, donde se mantuvo pendiente de su ánimo,
seguridad, estabilidad y desarrollo. Esto es parte integral de un líder con una estrategia
clara que lo lleva a cambiar y dejar un legado a las personas.

“En la reunión les dije:


—Estamos haciendo todo lo posible para rescatar a nuestros parientes judíos que han
tenido que venderse a extranjeros paganos, pero ahora son ustedes los que los someten
a esclavitud. ¿Cuántas veces tendremos que redimirlos?
Ellos no tenían nada que argumentar en su defensa. Entonces insistí:
—¡No está bien lo que ustedes hacen! ¿Acaso no deberían andar en el temor de nuestro
Dios para evitar que nos pongan en ridículo las naciones enemigas? Yo mismo, al igual
que mis hermanos y mis trabajadores, he estado prestando dinero y grano al pueblo,
pero ahora dejemos de cobrarles intereses.” Nehemías 5:10-12 NTV

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