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Casa

VIII
El Trauma, la Sombra y el Dolor
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Las Casas de Agua
1. No se pueden entender de forma racional.

2. Son escenarios donde la irracionalidad y estados “no


lógicos” mandan.

3. Representan el mundo emocional inconsciente de la


persona.

4. Son escenarios introvertidos de vulnerabilidad,


asociados al alma, a algo sagrado dentro nuestro
Espacios llenos de deseos, sensaciones, recuerdos,
miedos, dolores, rabias, etc.

Se vinculan al pasado, a recuerdos y experiencias


vividas.

En las Casas de Agua están los miedos, las necesidades


de protección y seguridad que condicionan y moldean
nuestra forma de actuar desde el inconsciente.

Estos nos condicionan sin que nos demos cuenta.


Las personas con una fuerte presencia de planetas
en estas casas suelen ser bastantes introvertidas.

Con una profunda necesidad de sentirse protegidas


y seguras. “Ir hacia adentro”.

Muy condicionadas por sus emociones, anhelos y


experiencias profundas del pasado, pueden
obsesionarse o verse atrapadas por ellos.

Viven en sus mundos emocionales y les cuesta “salir”


al mundo a moverse y actuar.

Suelen buscar vínculos más íntimos y profundos.


Saturno o Quirón en estas Casas

• Pueden producir una dificultad para conectarse y fluir con las


emociones.

• Tendencia a reprimir con mayor fuerza el inconsciente y a tener


miedo a desbordarse al sentir.

• Suelen tener una conexión más rígida y fría con sus


sentimientos y necesidades emocionales.

• Pueden evitar entrar en vínculos de mayor conexión emocional


con otro.

• O se sienten complicados a la hora de mirar hacia adentro de sí


mismas.
La Casa VIII
La Casa VIII
La temida y poderosa Casa VIII es un espacio de la vida donde
normalmente muchos evitan estar.

Es un área donde potentes, intensas, iracundas y desbordadas


emociones habitan.

Un espacio del inconsciente emocional donde el trauma y el dolor de


nuestra vida se almacena.

Una casa donde habitan nuestros personajes ocultos, quienes


surgieron a partir del dolor y la impotencia.

Listos para controlar, atacar y obtener todo aquello que deseamos y


que creemos que nos dará la tan ansiada seguridad emocional.
1- La cárcel de la sombra

Esta Casa representa el lugar donde encerramos todas


aquellas áreas de nuestro ser que fueron prohibidas y
reprimidas en nuestra infancia, por considerarlas
“malas”, destructivas, sexuales, etc.

En la medida que nuestro Saturno se iba activando,


fuimos “escondiendo” lo “inaceptable”.
Esos deseos y emociones prohibidas almacenadas, con el
paso del tiempo y al no poder ver la “luz” de nuestra
conciencia, fueron de a poco “pudriéndose”.

§El enojo infantil, por ejemplo, se pudo haber transformado


en resentimiento y luego en un odio profundo.

§Los deseos sexuales negados fueron convirtiéndose en


deseos sexuales destructivos, incluso pervertidos o
cargados de una necesidad de herir a otros o de ser
heridos.
Los personajes nuestros guardados en la Casa VIII suelen
aterrarnos y muchos prefieren negarlos y hacer como si no
existieran.

Creemos que solo nosotros tenemos esas partes “malas”.

Nos da terror de que los demás vean nuestra sombra, nos da


pánico que nos vayan a juzgar, criticar y rechazar.

No nos damos cuenta que todos tenemos una Casa VIII…


todos tenemos una sombra.

Dependiendo de la fuerza de nuestro Saturno personal en


nuestra carta natal, es la fuerza con la que reprimimos y
cuidamos que aquellas partes nuestras no salgan al mundo.
2- Escenario de intimidad total con otro

Es un área que solemos vivir con un otro, un espacio de


profunda intimidad emocional que surge en los vínculos
emocionales más cercanos y de mayor confianza.

Es un área que incluye a otra persona, pero dónde hay un


profunda necesidad de tener control y de dominar el
vínculo.

Ya no estamos en la Casa VII buscando armonía en la


relación.
En la Casa VIII siempre está presente el miedo a la muerte
a la destrucción, el vació y a la nada.

Hay una necesidad enorme de unirse y fusionarse a algo


más que la propia individualidad. Transcender al Yo.

Es por esto que esta es un área altamente sexual, pues


en el sexo está la fusión con el otro, que es una
trascendencia al vació de estar separado.
Expresa nuestros deseos sexuales más profundos, qué
mostramos y cómo nos comportamos desde lo sexual
en la intimida.

Esa información está representada por el signo en la


cúspide de la Casa VIII y los planetas que viven ahí.
Ejemplos:

• Sol o Leo en esta Casa, podemos brillar, mostrarnos


más extrovertidos y juguetones en ese espacio de
confianza e intimidad.
• Si está Urano o Acuario, nuestros gustos sexuales
pueden ser innovadores, liberales, sin prejuicios y con
ganas de experimentar.
• Si tenemos a Saturno o Capricornio, nuestros gustos
sexuales pueden ser más conservadores, restringidos y
podemos muchas veces comportarnos de forma más
recatada.
La sombra se muestra en la intimidad

Entre más confianza y apertura tenemos con nuestra


pareja, más de nuestra sombra le mostramos.

En la intimidad de la sexualidad es donde comienza a


surgir el espacio y la confianza para ir abriéndonos e ir
mostrando aquellas partes que muy pocos conocen.

Lo cual aumenta la sensación de conexión con el otro.


“Te amo tanto, que en un acto de confianza he decidido
mostrarme tal cual como soy; con mi necesidad de
control, celos, posesividad, flojera, manipulación y
rabia”.

La intimidad y confianza de la Casa VIII también se


vive con la familia.
3- Nuestras experiencias traumáticas
Este es un escenario emocional del inconsciente profundo,
donde guardamos y escondemos los recuerdos de las
experiencias más traumáticas y dolorosas que hemos
vivido.

Somos heridos en un lugar de alta vulnerabilidad y


confianza.

1- Algunas veces por abusos verbales o agresiones violentas


causadas por los miembros de nuestra familia en la infancia.

2- En otros casos, estos hechos fueron ejecutados por otras


personas que se aprovecharon de nosotros y nos hirieron de
pequeños. El sentirse “violado” o “violentado”.

Provocando daños en nuestra intimidad más profunda.


3- Traumas causados por experiencias
extremadamente dolorosas (de abandono, traiciones,
engaños, etc.) , que no necesariamente fueron
violentas, pero que si nos hicieron sentir
absolutamente impotentes y sin la capacidad para
modificar esas experiencias.

4- No sólo el trauma de la infancia se guarda acá, si no


de cualquier suceso en la vida que nos haya dañado o
marcado profundamente.
En los 3 casos la sensación de impotencia, de
no poder protegerse, de no poder detener la
situación fue lo que marcó el inconsciente.

Una sensación de “muerte” y aniquilación total.


Experiencias de Muerte de cercanos

La impotencia, el dolor de no tener control y las


heridas vividas van marcando a la persona.

Suele haber un tremendo miedo a la muerte.


En la Casa VIII habita una infinita necesidad
de sentirnos protegidos por el recuerdo del
trauma.

Muchos de nuestros miedos en las relaciones,


necesidad de control en los vínculos, fobias
irracionales y temores más profundos
surgen desde aquí.
Los planetas en la Casa VIII están marcados por
experiencias traumáticas.

Dependiendo del signo en la cúspide de esta casa y de


los planetas que encontremos aquí, podemos encontrar
pistas de la cantidad, tipo o potencia de las experiencias
traumáticas que vivimos.

§Si nos encontramos con Plutón, Quirón o Marte en esta


casa, es casi seguro que vivimos experiencias muy
traumáticas.
§El tipo de aspectos que tengan los planetas en la Casa
VIII también nos dan información
§El planeta que rige al signo en la cúspide de la Casa VIII
nos va a entregar información de traumas. Por ejemplo,
si está aspectado a Marte, Plutón o Quirón; o si se
encuentra en el signo de Escorpio.
¡Muy Importante!
En esta Casa también habitan nuestras experiencias
dolorosas o traumáticas que se produjeron cuando fuimos
nosotros los que causamos dolor o abusamos de otro.

§Recuerdos de experiencias sexuales a temprana edad que


muchas veces pudieron haber provocado heridas en
otros.

§Así como nuestras aspectos destructivos y violentos que


probablemente salieron y se desbordaron en distintas
ocasiones de nuestra vida.
Muchas veces nos disociamos y “desconectamos”
de las experiencias traumáticas dolorosas vividas
acá.

Pero de igual forma quedan guardadas dentro de


nosotros, modificando nuestro comportamiento y
confianza en la vida.
4- Un área cargada de resentimiento

Las vivencias traumáticas suelen estar acompañadas de


emociones de mucho resentimiento y traición. Pues el
“odiar” nos protege del terror, dolor e impotencia.

El Resentimiento, la Ira y el Odio dieron consistencia


física y potencia para soportar el dolor y la sensación de
falta de poder.

Todas estas emociones quedan guardadas y también


almacenadas en nuestra sombra. Y, por ende, se van
cargando y convirtiendo en emociones muy
destructivas, que se llenan de odio y de terror.
El inconsciente de la Casa VIII y los planetas
que estén acá están cargados de
resentimiento.

Entre más dolor hubo más resentimiento


guardado hay, como un Mecanismo de
Protección Psicológica.
5- El Resentimiento y Dolor que se
“absorve” o hereda de los padres o
familiares
Se hacen propias odios, resentimientos, traiciones y
abusos que vienen de la familia y del linaje.

Esas “heridas” infantiles y emociones absorvidas van a


marcar la forma de vivir la intimidad de adulto.

La Casa VIII nos muestra como los padres vivieron


su relación de intimidad y sexualidad.

Por ejemplo el miedo a ser traicionado o el


resentimiento que explota con la pareja, que es el
resentimiento del padre y/o madre a su pareja.
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6- El vivir y obtener las cosas mediante un otro

La Casa VIII es un escenario opuesto a la Casa II que


representa autonomía en la generación de recursos.

En cambio, la Casa VIII es un espacio que se refiere a los


recursos que obtenemos mediante un otro.

Es una Casa relacionada con las herencias y con lo que se


obtiene mediante las relaciones.
Si nos encontramos con planetas personales en ella
como el Sol, Luna, Marte o Venus, o planetas como
Júpiter o Plutón, lo que existe es la tendencia de
obtener recursos a partir de otras personas.

Por un lado está la capacidad de generar recursos a partir


de los recursos de los demás o de manejar los de otros.
Como por ejemplo asesores financieros, que toman el
dinero de los demás y lo multiplican.

O desde el generar recursos a partir de experiencias de


profundización, fusión y de ver en las profundidades del
otro.
Como por ejemplo la psicología, las terapias, el tarot o la
astrología.
Desde un extremo más “sombra”, negando la Casa II y
polarizandose en la VIII.

Tenemos personas que buscan la seguridad material a


partir de la pareja o, en casos más extremos, que
intentan obtener sus recursos aprovechándose de
otros, manipulando y “parasitando”.
Esta casa también representa los recursos compartidos con
otro, que se generan en conjunto en una relación. Lo que se
compra o adquiere junto con la pareja.

También habla de la capacidad que se tiene de compartir las


cosas personales con esta o con las personas de confianza.

La Casa II habla de lo mío, la Casa VIII habla de lo nuestro.


7- El protegerse y controlar desde atrás

Esta Casa es una curiosa mezcla entre necesidad de


protegernos y escondernos y, al mismo tiempo, de
controlar y manipular a los demás para que actúen
como queremos.

Ejemplo: Diferencia Sol en Casa X y Casa VIII

O Personas que salen al mundo, pero prefieren


mantenerse más bien “escondidas”, sin mostrarse tanto,
pero acumulando un gran poder y control.
Hay personas con el Sol, Luna, Marte, Venus, Júpiter o
Plutón en esta casa que prefieren no salir a vivir su vida.

Que se quedan en su hogar o familia, controlando,


gobernando y dirigiendo desde ahí.

Haciendo todo lo posible para tener el control de sus más


cercanos; que estos se muevan y actúen como ellos
desean.
8- La fuente de los deseos, del control y del
sufrimiento

Si la Casa II está asociada a las necesidades orgánicas


que tenemos. La Casa VIII está asociada a los deseos.

Los planetas en esta Casa tienen una gran capacidad


para generar deseos y de querer satisfacerlos.

Desde un Punto Evolutivo estos planetas vienen y


generan fuertes apegos, asi cómo tienen una
tremenda necesidad de control.
Estos deseos y apegos:

1- Muchos surgen desde los personajes que habitan en


nuestra sombra. Que buscan satisfacer anhelos
inconscientes que han sido guardados desde la infancia y
que no somos capaces de expresar de forma consciente.

2- Surgen por una necesidad de control y de obtener


aquello que creemos que nos va a proteger o dar la
ansiada seguridad.
TRAUMA Y DOLOR
POR
TRAICIONES IMPOTENCIA TERROR RESENTIMIENTO
ABUSOS TOTAL
ABANDONO

CONTROL OBSECIÓN SUFRIMIENTO


DESEOS

Los Deseos tienen un carácter de urgencia, desesperación y


obsesión, si no obtenemos esto nos “vamos a morir”.
Desde el próposito de la evolución personal,
los planetas en la Casa VIII o aspectados a
Plutón no obtendrán lo que desean, ni
podrán controlar todo lo que quieren.

Es por todo esto que esta Casa está cargada de


sufrimiento, pues el desear constantemente va
a ir acompañado del dolor y de la sensación
de impotencia por no poder obtener siempre
aquello que deseamos.
Todo esto genera una gran resistencia al fluir
natural de la vida.

No queremos aceptar que la vida muchas veces


nos va a decir que no.

Especialmente a los planetas en la Casa VIII, que


son “personajes” que justamente vienen a esta
vida a soltar el control y la necesidad de sentirse
en poder.
Los recuerdos emocionales guardados por las
experiencias traumáticas están “ebullendo” en nuestro
inconsciente.

§En algunas personas se activan de forma constante,


especialmente si se es plutoniano o se tienen
muchos planetas en la Casa VIII

§En otras se pueden activar en los vinculos con otros.

§O por tránsitos y progresiones, de Plutón o de Casa


VIII.
Los comportamientos de autoagresión o boicot

Si no se ha “sanado”, confrontado, liberado y


descargado las emociones producidas y guardadas en
las experiencias traumáticas; entonces va a haber una
tendencia inconsciente de sufrir e incluso de
boicotearse.
Nacen desde las agresiones que hemos vivido, y dado que
no han sido procesadas e integradas, volvemos a
repetirlas.

Ya sea con comportamientos inconscientes que tenemos


que nos hacen daño o sintiéndonos atraídos por personas
que también nos hacen daño.

Muchos de los celos, manipulaciones, necesidades de


control de la pareja, explosiones de violencia hacia el
otro vienen del “trauma” transmitido por uno o ambos
padres.

Muchas veces ese odio acumulado lo liberamos en contra


nuestra pareja, en la cual proyectamos esas experiencias
dolorosas del pasado.
9 – Lo esotérico y los objetos de poder

Esta casa también nos habla de la fascinación por los


temas esotéricos y místicos: el tarot, la astrología, la
magia, etc.

Todos estos son objetos de poder, que nos abren a


realidades que van más allá de la concreto y objetivo
de la realidad.

Esta Casa es el primer escenario donde vemos que


existe una realidad “energética” poderosa e invisible a
los ojos.
Acá cambian las reglas de la realidad y nos abrimos al
mundo esotérico.
El objeto de poder como un medio para satisfacer
lo que deseamos.

Lo único que importa es nuestro deseo y no lo que


el otro desee.
10- Los planetas acá son “psicólogos” y detectives
naturales

Conectados con corrientes “subterraneas” de los


ambientes. Don que se desarrolla para sobrevivir en
ambientes familiares “peligrosos”.

También capacidad intuitiva muy fuerte para “leer” y ver al


otro. Saber “cuales” son sus temas, qué necesita y desea.

Pueden usarse para manipular y controlar al otro para


que actue como se desea.

O para empoderarlo, darle poder y ayudarlo a


transdormarlo.
11- Cómo actúan planetas en la VIII

Los planetas acá no tienden a mostrarse abiertamente


en el mundo, es decir, la persona en su día a día no
tiende a expresarlos.

Pudieron ser “personajes” que algún minuto


catalogamos u otros les pusieron la etiqueta de malos,
por lo tanto, fueron encerrados en la “cárcel sombra”
del inconsciente.

O algún traumado sufrido pudo haber negado su


expresión.
La persona va a tender a expresarlos cuando esté en
un espacio de intimidad y confianza con el otro.

O cuando la “cárcel queda abierta”, como por ejemplo


cuando se bebe alcohol y las barreras del yo bajan.
Ejemplos:

Con Marte acá, la persona no tiende a mostrarse


hacia afuera ni rabiosa, ni dominante, ni explosiva,
ni a salir actuar por sí misma por lo que quiere,
ni a poner límites en su vida diaria y ni con personas
fuera de su espacio de intimidad.

Marte prohibido de expresar de pequeña por ser


“malo”.

Pero si surge en la intimidad, queriendo


dominar, mandar e imponer su voluntad desde
lo sexual.
Venus en la Casa VIII, la persona no tiende a mostrar
abiertamente su Afrodita al mundo.
No expresa normalmente su parte sensual y seductora.

Ni en el mundo actúa buscando y “saliendo” por aquello


que le da placer o valora.

Pero en la intimidad con su pareja sí lo hace, exigiendo o


demandando que la valoren o que le den lo que quiere.

Controlando, dominando, demando, siendo celosa o


posesiva.

Se puede volver muy sexual y gozar profundamente en la


intimidad, pues es acá, en este espacio es donde habita y
se siente cómoda Venus.
Saturno en la Casa VIII, la persona puede no mostrarse
rígida, ni exigente, ni muy estructurada hacia afuera.

Pero en la intimidad de su pareja o en vínculos


profundos, pone muchas reglas y restricciones.

Tiene miedo a la intimidad profunda, por lo que pone


trabas para no abrirse del todo emocionalmente con el
otro.

Puede reprimirse profundamente desde lo sexual


o puede tener una sexualidad superficial, donde no abre
su ser al otro.

La persona rigidiza la conexión con su inconsciente


“sombra”, es decir, tiene un gran miedo y resistencia de
ver todos los “personajes sombra”, traumas, dolores y
resentimiento que habita en esta casa.
12- El Área de Muerte y Transformación
Esta Casa es clave en el proceso evolutivo personal, pues es el
área donde la personalidad se va transformando.

Este es un escenario donde aparecen las crisis profundas que


nos obligan a darnos cuenta de que no somos quienes
creíamos que éramos.

1- Integrando la Sombra: Esto ocurre en la medida en que vamos


rescatando las partes nuestras que fueron encerradas y
prohibidas; integrándolas de forma sana y con conciencia a
nuestra personalidad.

2- Confrontando y liberando las emociones guardadas por


experiencias traumáticas. Soltar aquello que nos magnetiza,
nos obseciona y nos “controla” a nivel inconsciente.
Los planetas que están en esta casa son los principales
personajes que vienen a vivir un profundo proceso de
transformación. Soltando apegos o controladon con más
fuerza.

Van a ir muriendo y renaciendo, manifestando su energía


en otros estados de conciencia.

El sentido está en ir soltar sus apegos y la necesidad de


control, aprendiendo a darse por ellos mismos aquello
que desean. Ello los irá transformando y cambiando.

Aprenderán a dejar de estar tan escondidos y, de a


poco, podrán salir más al mundo.
Resistencias

1. A ver y aceptar deseos dentro de uno, porque van


contra quien creo ser o lo que considero aceptable
y bueno.

2. A soltar la identificación con quien se cree que es.

3. A soltar el control y sentir la impotencia.

4. A sentir el dolor interno.


La transformación desde la Pareja

Al estar en un estado de intimidad profunda con el otro,


“donde yo me muestro tal como soy y tú te muestras tal
como eres, con lo bueno y lo feo. Donde no soporto cosas
de ti y tú no soportas cosas de mí”.

§ Vemos cosas en el otro que nos molestan y que deseamos


cambiar.
§ El otro hace de espejo. Nos muestra partes nuestras que no
soportamos y que negamos.
§ Se activan patrones de vinculos que vienen de la familia y de
la propia historia.
§ Surgen nuestras ganas de control, de manipular y dominar al
otro.
§ El soltar el control nos transforma.
13- La evolución de esta Casa

Se produce cuando hacemos un proceso de muerte y


transformación personal.

Esto implica bajar a las profundidades de nuestro


inconsciente e ir a confrontar nuestros propios demonios.

1. Así como las experiencias traumáticas y dolorosas que


hemos vivido. Proceso de sanación profundo, de lo
que no queremos recordar.

2. Ya sean nuestras partes sombras prohibidas y que


no queremos reconocer como propias.
El reconocer a nuestros personajes sombra nos permite
reconectarnos y reconocer las necesidades originales que
fueron prohibidas y reprimidas dentro nuestro.

Examinar nuestros aspectos ocultos, con todo su deseo,


resentimiento, celos, envidia, etc. es clave.

Reconocer las ganas de control total y de intolerancia.

De como tendemos a manipular a otros para que hagan lo


que queremos.

Es clave darnos cuenta que entre más comportamientos


humanos tendamos a rechazar, criticar y no tolerar, más
partes negadas dentro de nosotros seguro están
prohibidas también.
Llevarlos a la luz de la conciencia y aprender a
expresarlos de forma más honesta, abierta y menos
violenta.

Por ejemplo:
• Podemos darnos permiso para vivir una vida sexual
que sea más honesta y acorde con quienes somos.
• O atrevernos a salir al mundo a luchar realmente por
lo que queremos.
• O darnos permiso de manifestar y expresar nuestra
rabia, de manera de aprender a poner límites a
quienes sentimos que nos hacen daño.
Entre más podamos aceptar esas partes “malas” y
mirarlas con compasión, entendiendo por qué se
volvieron así, más tolerante seremos con los demás.

Liberarnos de la culpa.

La Casa VIII nos invita a dejar de jugar al juego de


ser o bueno o malos.
1. A
2. a
3. Usar los “recursos esotéricos” para la evolución
del ser.

4. El espiritualizar el sexo, el aprender a conectarse


y fusionarse con otro, de manera de alcanzar
mayores niveles de conciencia.

5. Usar los dones para entender y conocer al otro, ya


no para manipular, ni lograr que este haga lo que
se desea, sino para empoderar y dar
herramientas de autoconocimiento, de manera
de que el otro se transforme.

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