VIENE POR PARTE DE UNO MISMO

Rodrigo Ramírez Vásquez

En la Libertad, como en otras regiones del país hasta incluso en el resto del
mundo, el agua, el recurso más valioso en todas partes porque donde hay agua
abunda la vida. Es a base de este recurso con el cual podemos no solo consumir
sino también emplear para muchas otras actividades de nuestro día a día. Pero
¿Cómo es que este recurso se renueva en nuestra ciudad? ¿Cuál es la
responsabilidad social de las empresas locales por el manejo del agua? Y sobre
todo ¿Cuál es la preocupación por parte de las personas por cuidar este mismo?
Todo esto será tratado a través de este reportaje.
La llegada de la Responsabilidad Social en el Perú
Para comenzar con la enorme dimensión y peso de la responsabilidad social,
debemos remontarnos a la década de los 80, es a partir de esta década en
adelante donde el término Responsabilidad social es tomando en cuenta por
muchas empresas en Latinoamérica, llegando a Perú en 1996 con la institución
promotora Perú 2021, dando una nueva perspectiva al mundo empresarial y sus
impactos en la sociedad y medio ambiente.

Para ello, muchas empresas como instituciones tuvieron que recibir cátedra y
tener que adaptarse a los avasallantes cambios de la sociedad y su
preocupación por el medio ambiente y el Perú, como tal en la actualidad enfrenta
muchas secuelas del cambio climático y la constante preocupación por el
agotamiento del recurso hídrico.
Malas aguas

En el año 2017 y ante la preocupación por el tratamiento de los recursos hídricos

el expresidente Kuczinsky señalo que el 15% de las aguas residuales en el país
son tratadas y el otro 85% restante se revierte a los ríos, lagos e incluso el mar
que es nuestro patrimonio.

Cabe resaltar que en ese momento como en la actualidad, la Superintendencia

Nacional de Servicio de Saneamiento (SUNASS) señalaba que la cobertura de
tratamiento de aguas residuales en todo el país era muy limitada. De las 253
localidades atendidas por las EPS, el 35% no cuentan con infraestructura alguna
de tratamiento de aguas residuales.

En el Plan Nacional de Saneamiento se señala que el tratamiento de aguas

servidas de las EPS grandes (de 40 mil hasta 1 millón de conexiones) llega al
58%, mientras que en las EPS medianas (desde 15 mil hasta 40 mil conexiones)
y pequeñas (hasta 15 mil conexiones) tan solo es de 36% y 10%,
respectivamente. A nivel nacional, las PTAR tienen una capacidad de 29,6
metros cúbicos por segundo (m3/s).
Sabiendo todo eso, ¿dónde está la cobertura de La Libertad? Pues en el mismo,
aclara que en el Plan Nacional de Saneamiento 2017- 2021 señala una inversión
para el saneamiento del 20% de 8.000 millones de soles, de los cuales nuestra
región invierte una suma considerable de 448 millones de soles. Lo que es muy
diferente con el pasado, los errores de la EPS de la región y sus consecuencias
para la salud de las personas.
SEDALIB ¿Es una empresa responsable socialmente?
La empresa de SEDALIB, como empresa que se encarga del abastecimiento de
agua hacia los ciudadanos, también se encarga de el manejo de las aguas
residuales, las cuales al llevar una harta carga contaminante no pueden ser
vertidas al mar, por ello es por lo que previo a ser echadas al mar deben ser
tratados adecuadamente por ellos.

Cosa que ha sido muy cuestionada en el año 2015 por parte la Defensoría del
Pueblo y publicado en un informe el cual revelaba que los Colectores principales
de desagüe de Víctor Larco estaban en pésimo estado y que las aguas
residuales desembocaban en el balneario de Buenos Aires, cosa que no deja
bien parada a SEDALIB como empresa. Afectando no solo al medio ambiente,
sino también a la salud de las personas.

Eso no es todo, desde las zonas de Víctor Larco hasta llegar al Buenos Aires, el
agua que se dispone en cada hogar y se destina para cada familia de la zona no
es de la mejor calidad, puesto que esta misma llega con sarro y aun así se
consume o emplea por cada persona.

En paralelo, en caso de Ancash hace uso de los mismos recursos y los manda
sin tratar a través del rio para que este mismo sea atendido por el servicio de
agua potable, donde el agua fluye y termina en La Libertad, lo que da paso a la
empresa a operar con canales, vías y tuberías para tratar y distribuir el agua.

En lo que concierne a esta región aledaña a la Libertad y la distribución de agua,

tenemos en cuenta que el proyecto CHAVIMOCHIC que es un canal que conecta
las fuentes provenientes del río Santa y lleva agua hacia todos los sectores del
departamento y la hace apta para consumo humano.

Todo este proceso puede ser caracterizado por nada más ni nada menos que su
costo de producción inferior para luego pasárselo a SEDALIB y esta fija los
precios de acuerdo con el tratamiento y distribución del agua diferentes sectores
de la región.

Recordemos que esta es una empresa responsable socialmente y tal como lo

indica en sus objetivos institucionales, se debe de “asegurar la calidad de los
servicios” pero si entendemos que su servicio también implica el bienestar de los
clientes y la producción de un producto de calidad puede estar cometiendo
graves faltas. Lo que deja mucho que desear por parte de la empresa y sus
administrativos.
SEDALIB y su preocupación

El 2018, trajo nuevas expectativas sobre el desarrollo de las comunicaciones

hacia el cambio climático y, sobre todo darle un nuevo pie de interés por parte
del cuidado del agua y por ello la empresa realizó charlas a inicios de noviembre
ofrecidas a los futuros comunicadores.
Carlos Cerna Bazán, jefe de la oficina de comunicaciones y marketing de
SEDALIB, comentó que, si bien se tiene por entendido el compromiso de la
empresa con su impacto por la RS, el objetivo de la empresa se basa en educar
y sensibilizar a las personas en general, todo a partir del uso de la comunicación
y de los mismos comunicadores de hoy y el mañana.
Lo que significa para todo el pueblo liberteño una nueva oportunidad para
informarse y generar cierta conciencia del recurso más importante para la vida,
sobre todo porque todo esto comienza por el paso más importante, el de la
comunicación.
La responsabilidad viene de uno mismo
Yadira Ortecho, encargada del área de Responsabilidad Social de la Universidad
Privada Antenor Orrego, la cual también es ingeniera en Saneamiento, compartió
una visión por parte del consumidor liberteño con respecto al uso del agua y deja
a entender que no es lo mismo consumir una botella envasada que el agua que
proveen las empresas y venden por metro cúbico, estas salen más a cuenta y
como no le cuesta mucho pues al usuario no la cuida.
Esta cuestión recae no solo en los bolsillos de muchas de las personas de la
región, sino también en la moral de muchas personas porque este recurso
repercute en la vida y la formación de las nuevas generaciones; por lo que la
visión de generar responsabilidad social no solo desde las empresas sino
también desde las mismas personas es quizá la mejor manera en cómo podamos
tratar con el recurso hídrico, el H2O o agua.
Cuestión que deja a entender la cultura de consumo que tienen los liberteños,
no solo de nuestra región en sí, porque la responsabilidad recae en cada uno de
nosotros para poder preservar la piedra angular de nuestras futuras guerras y
nuestro abastecimiento.