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Durante la narración, que está construida como un diario personal y escrita por el
propio Charlie, iremos observando el aumento de sus capacidades. Su ortografía y
manera de expresarse experimenta una mejoría paulatina cuanto más avanzamos
en la lectura, decreciendo hacia el final del libro, por acciones del guión principal.
Probablemente lo más excepcional del cuento sea la forma de contarlo,
extraordinariamente original, y sobrecogedoramente emotiva (aunque al mismo
tiempo manteniéndose en el terreno de la contención).
También es muy interesante el hecho de que sea uno de los pocos relatos de ciencia
ficción narrados desde el interior del alma de su protagonista. Asimov contaba en
una antología de los premios Hugo editada por él que, al entregarle el premio Hugo,
en lugar de ponerse a pensar en aquellos relatos de su propia cosecha que lo
hubieran merecido más, le preguntó en voz alta delante de la audiencia, en la más
completa sinceridad y admiración al escritor, Daniel Keyes, «¿Cómo lo has hecho?».
A lo cual el autor agarró de la chaqueta al Buen Doctor y le susurró: «Oye, Isaac,
cuando lo descubras me lo dices, ¿vale? De verdad que me encantaría repetirlo».
Daniel Keyes
Daniel Keyes nació el 9 de Agosto de 1927, en Brooklyn,
Nueva York; entró en la Fuerza Naval de los Estados Unidos
a los diecisiete años. Tras acabar su servicio en la marina,
volvió a sus estudios en la Universidad de Brooklyn, donde
recibió el título en Psicología.
Su primera novela, Flores para Algernon (1966), ha sido la más galardonada (Nébula
de novela en 1966). Ha sido traducida a gran cantidad de idiomas y es de obligado
estudio en multitud de escuelas y universidades en todo el mundo. Otras de sus
novelas son: The Touch (1968), donde relata la tragedia de un accidente radioactivo;
The Fifht Sally (1980), basada en los desarreglos de la personalidad de su
protagonista; y su trabajo más tardío, Until Death (1998).
Utilizó los pseudónimos de Kris Daniel y A.D. Locke, sobretodo cuando escribió para la
famosa EC Comics entre 1955 y 1958.