Zero Routine Flaring by 2030

Una operación muy común realizada por las empresas operadoras extractoras de petróleo es la
quema del gas asociado a crudo, ya sean por motivos de operacionales o de seguridad y
ambiente dado que este gas es nocivo para la salud de los seres vivos en general. Una
interrogante que siempre ha existido es ¿Por qué no se comercializa dicho gas asociado?
Múltiples respuestas se han dado, como la baja rentabilidad de pequeños volúmenes del
hidrocarburo gaseoso y falta de infraestructura para la compresión o envase; a esto se suman
los altos costos operativos para el tratamiento del gas dado que suele venir acompañado de
otros componentes como ácido sulfhídrico y dióxido de carbono, tornando aun más poco
atractivo el aprovechamiento de este recurso. Las operadoras han utilizado por mucho tiempo
al gas asociado para la generación de energía y para proyectos de levantamiento artificial con
gas sin embargo el excedente se quema para no ser liberado a la atmósfera lo que genera efectos
negativos al medio ambiente como es el caso de la depositación de hollín en los casquetes
polares, resultado de la combustión incompleta del gas. Este fenómeno produce que los
glaciares se cubran del material carbonoso y absorban más el calor generado por los rayos
solares haciendo que el hielo se derrita y aumente el nivel del mar a nivel mundial provocando
catástrofes y acelerando el calentamiento global. Mediante imágenes satelitales se ha
determinado que se quemaron alrededor de 141 billones de metros cúbicos de gas en el año de
2017, si bien este volumen es menor que en años anteriores no es lo suficiente para remediar
el daño ambiental. Por tal motivo se ha propuesto que se elimine esta práctica por pate de las
operadoras hasta el año 2030, Petroamazonas EP ya se ha suscrito a esta iniciativa, sin embargo,
para la eliminación total requeriría una inversión aproximada de 1 billón de dólares. Por lo tanto,
requiere de gran análisis económico la continuación de este proyecto y analizar si es más
conveniente la inversión en la remediación que en la exploración de nuevos campos y aumentar
la reservas del país, lo cual ayudaría en gran medida a la economía nacional.

A very common operation carried out by oil extraction operators is the burning of gas associated
with crude oil, whether for operational or safety and environmental reasons given that this gas
is harmful to the health of living beings in general. One question that has always existed is why
is not this associated gas sold? Multiple responses have been given, such as the low profitability
of small volumes of gaseous hydrocarbon and lack of infrastructure for compression or
packaging; this is compounded by the high operating costs for the treatment of gas as it is often
accompanied by other components such as hydrogen sulfide and carbon dioxide, rendering the
use of this resource even more unattractive. Operators have long used associated gas for power
generation and for artificial gas lift projects, however the surplus is burned so as not to be
released into the atmosphere, which generates negative effects on the environment, as is the
case with the deposition of soot in the polar ice caps, the result of incomplete combustion of
the gas. This phenomenon produces that the glaciers are covered with the carbonaceous
material and absorb more the heat generated by the solar rays causing the ice to melt and
increase the level of the sea worldwide, causing catastrophes and accelerating global warming.
Through satellite images it has been determined that around 141 trillion cubic meters of gas
were burned in the year of 2017, although this volume is lower than in previous years, it is not
enough to remedy the environmental damage. For this reason, it has been proposed that this
practice be eliminated by operators until the year 2030, Petroamazonas EP has already
subscribed to this initiative, however, for the total elimination would require an investment of
approximately 1 billion dollars. Therefore, the continuation of this project requires a great
economic analysis and analyze if investment in remediation is more convenient than in the
exploration of new fields and increase the country's reserves, which would greatly help the
national economy.