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FACULTAD DE AGRONOMÍA
CURSO:
Introducción a la Agronomía
TEMA:
Orden Hymenoptera
DOCENTE:
Yony Callohuari
CICLO ACADÉMICO:
2017-I
INTEGRANTES:
4. CARACTERÍSTICAS DIAGNÓSTICAS
Su aspecto general es difícil describirlo; sin embargo, podemos decir que son
insectos de cuerpo robusto o alargado, en ocasiones cubierto de pelos; los hay
de diversos colores, variando hasta el verde o azul metálico; tamaño de pequeño
a medio (Coronado & Márquez, 1986).
Cabeza bien desarrollada con aparato bucal de tipo masticador con
adaptaciones para morder, lamer y chupar; las maxilas y el labio integran una
estructura en forma de lengua, especialmente en las abejas; ojos compuestos
y ocelos generalmente presentes; antena de diferentes formas: setácea,
filiforme, pectinada, acodada, pudiendo mostrar dimorfismo sexual en algunas
especies; el número de segmentos es de 12 en las hembras y 13 en los machos
de avispas y abejas, pero difiere en otros casos (Coronado & Márquez, 1986).
Hay dos pares de alas membranosas, venación algo compleja o simple y casi no
existe en especies pequeñas; el segundo par es más chico y se une al primero
para ayudar en el vuelo por medio de una hilera de ganchos que lleva en el
margen costal; en algunas especies, las alas están poco desarrolladas y otras
carecen de ellas (Coronado & Márquez, 1986).
Abdomen con 6 ó 7 segmentos visibles; frecuentemente el primero se fusiona
con el tórax y el segundo se alarga formando una cintura denominada pecíolo
(Coronado & Márquez, 1986).
Las hembras de las avispas portasierra tienen un ovopositor en forma de sierra
mientras que las de las parásitas lo tienen largo y fino. El ovopositor de las
hembras de abejas, hormigas y avispas sociales ha evolucionado hacia un
aguijón y los huevos salen de una abertura en su base (McGavin, 2000).
5. Biología y comportamiento
Avispas de la madera
Estas grandes avispas porta sierra con una púa de la punta del abdomen, son
pardo rojizas, negras y amarillas o purpura azulado metálico
Ciclo vital
Las hembras barrenan la madera de los arboles vivos o caídos para poner un
huevo cada vez e infectarlos con un hongo productor de roya. Las larvas se
alimentan del hongo y de la madera, pupan en un capullo de seda y madera
masticada
Distribución
Distribución
Las hembras suelen poner sus huevos en los de otros insectos sobre todo
lepidópteras, hemípteros, coleópteros y ortópteros.
Algunas especies se pegan al insecto huésped hasta que aova. Para evitar que
otra avispa ponga sus huevos en un huevo que ha parasitado. Las hembras lo
marcan con su olor. Al emerger, la larva devora al huésped y pupa dentro de él.
(Coronado & Márquez, 1986).
Distribución
Ponen los huevos en la plantas huésped, las larvas comen hojas y pupan en un
capullo
Distribución
Ponen sus huevos en tejidos vegetales. Las larvas comen bajo redes de seda o
en el follaje, solas o en grupo
Distribución
Ponen sus huevos en tejidos vegetales. Las larvas comen en grupo sobre el
follaje. Producen sustancias químicas como defensa
Distribución
Hemisferio sur salvo áfrica. Donde hay árboles huésped, sobre todo eucaliptos
Observación
Tenemos a las abejas nativas sin aguijón que son importantes polinizadoras.
Abeja de palo: conocida también como “bermejo”, “abeja real” o “abeja criolla”.
Su nombre científico es Melipona mimética.
Mide de 8.0 a 8.5 mm de tamaño, se diferencia de las demás abejas nativas
porque sus alas no sobrepasan la parte apical de su abdomen en estado de
reposo y por el color rojizo de su abdomen del cual se deriva su nombre vulgar
“bermejo”. Anida en el interior de tallos (troncos) de muchas especies forestales
en edad adulta y longeva como hualtacos, guayacanes, charanes, algarrobos,
ceibos t otras especies forestales. (Elizalde, Castillo, Rasmussen, 2007)
Entre las hormigas tenemos muchas variedades de las cuales deben ser
destacadas:
La coquis o curuhuinse (Atta spp.):
Esta especie se especializa en colectar hojas, que corta con sus mandíbulas y
transporta en trozos al nido. En una noche puede privar a un árbol de casi todas
sus hojas. Las hojas, una vez en el nido subterráneo, son masticadas y reducidas
a una masa, sobre la cual crece un hongo que sirve de alimento a las hormigas.
Sus nidos son amplias cámaras subterráneas de unos 5 a 6 m de diámetro, con
largos caminos de unos 10 cm de ancho que llevan al bosque. Estos caminos
son perfectamente limpios y pueden tener hasta varios centenares de metros. El
nido es una construcción muy compleja.
En la superficie del suelo se acumula la tierra excavada por las hormigas, en
forma de granos. De allí bajan, en dirección más o menos vertical, canales de
drenaje que conducen a una mayor profundidad y sirven para evacuar el agua y
evitar la inundación de la colonia.
Entre los 30 y 150 cm de la superficie se extiende la zona de las cámaras, que
contienen los jardines de hongos. Estas tienen la forma de cúpulas y en la masa
blanca y esponjosa de hongos, que las llenan, viven casi todas las hormigas.
Numerosos túneles tortuosos unen las cámaras y el nido.
Bajo las cámaras con hongos hay amplios túneles de abastecimiento de hasta
20 cm de ancho, y que comunican con los caminos de abastecimiento de la
superficie y algunos sirven para evacuar la basura (materia orgánica vieja y
cadáveres). (Brack, A. y Mendiola, C. ,2000)
7-. CONCLUSIONES:
Aprendimos que los himenópteras son uno de los mayores órdenes de
seres vivos y que además se encuentran presentes en prácticamente todos
los ecosistemas terrestres, jugando importantes papeles ecológicos en
muchos de ellos.
Este orden comprende a las hormigas, abejorros, abejas y avispas entre
otros.
Los himenópteras presentan como características principales, un ciclo
holometábolo (huevo-larva-pupa-adulto); en la cápsula cefálica se
diferencian ojos compuestos normalmente bien desarrollados y aparato
bucal estructuralmente masticador, aunque adaptado en algunos casos a
lamer y succionar. Las alas son membranosas, con tendencia a la reducción
de la venación; el primer par siempre es mayor que el segundo.
Los himenópteras son importantes en la agricultura gracias a que algunos
actúan como polinizadores, como las abejas, y otros como control biológico,
por ejemplo: la avispa parasitoide con su ovopositor.
8-Bibliografía
Toro, H., Chiappa, E., & Tobar, C. 2004. Biología de insectos. Ediciones
Universitarias de Valparaíso. Chile, 473 p.