No tendréis testigos El día del Gran Juzgado. Con el tiempo ajustado a la piel ajada, No tendréis testigos. El día que os señalaron.
Porque si el momento es dueño del atardecer,
no será el día, que se muere, será que es tarde ya. Ellos, que nos contarán, fabricantes del instante, guardianes de lo grande, ellos, que nos velarán, será que es tarde ya, no será el día, que se muere, si el sol maduro es viejo cuando atardece.