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Desdoblamiento electoral

Desde la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos


Aires celebramos el debate por la reforma política que se ha abierto en el
seno de la Legislatura, de hecho hemos sido impulsores y partícipes activos
del mismo. En noviembre de 2017, pasadas las elecciones de ese año,
consideramos propicio iniciar un ciclo de “Conversaciones sobre la Reforma
Política” proponiéndoselo y organizándolo junto a la Presidencia de la
Cámara de Diputados de la Provincia. Ciclo que continuó en la ciudad de
Mar del Plata el 16 de marzo de 2018 en un encuentro que trató sobre
sistemas de votación, estado de situación de la ley de paridad y el
financiamiento de los partidos políticos y las campañas electorales. Luego
de estos encuentros, la Defensoría propuso un esquema de foros de debate
regionales, recorriendo la Provincia e involucrando a actores académicos,
políticos y de la sociedad civil. Pero ello no pudo continuar, por la falta de
voluntad política.
Ello hace que nos sorprenda la manera en la cual, entre
gallos y medianoche, fuera creada en el mes de enero de un año de
elecciones una Comisión Bicameral para tratar el desdoblamiento de las
elecciones bonaerenses de las nacionales.
Entendemos necesaria la ampliación del debate a
instituciones, organismos y a diversos sectores de la sociedad civil, a fin de
que las iniciativas gocen de sustento, consenso y legitimidad de origen;
porque es de la única manera mediante la cual se puede implementar
seriamente una política pública sostenible en el tiempo.
Es indispensable señalar que hay cuestiones que deben ser
tenidas en consideración al momento de debatir y lograr el fortalecimiento
del sistema democrático con la debida razonabilidad, sin caer en una mera
chicana electoralista en tiempos de campaña, donde queda claramente
evidenciada la intención de sacar una vil ventaja a la hora de los comicios.
El desdoblamiento de las elecciones no implica una efectiva
mejora en las condiciones en que la ciudadanía elige y/o es elegida;
proceder a la modificación de las reglas electorales que construyeron los
consensos políticos actuales en el propio año electoral, y faltando menos de
un semestre para las elecciones, constituye una verdadera lesión a la
legitimidad de las elecciones, alterando la seguridad jurídica a través de una
maniobra desprolija, extemporánea e infundada.
Creemos que para plantear transformaciones valiosas en las
formas y sistemas con que se llevarán adelante las elecciones, se debe
contar con una evaluación pormenorizada de cuáles serán los beneficios en
cuanto a la calidad institucional buscada con las mejoras, sea en términos
de eficiencia, eficacia, transparencia o cualquier otro atributo que se persiga;
a fin de evitar que el nuevo diseño del modo en que todos los habitantes de
la Provincia de Buenos Aires proceden a sufragar, quede bajo el cautiverio
de finalidades coyunturales, debiendo darse previamente un profundo y
amplio debate.
Máxime, teniendo en cuenta que las reformas electorales
llevadas adelante exitosamente en provincias como Santa Fe, Córdoba o
Salta se han dado en un marco de consenso elaborado con el tiempo de
debate y tratamiento suficiente como propusimos el año pasado desde esta
Defensoría.
La realidad actual por la cual atraviesa nuestro País y en
especial la Provincia de Buenos Aires, evidencia claramente, que no
estamos en condiciones de implementar un desdoblamiento de las
elecciones donde se eligen autoridades municipales y provinciales de las
nacionales; cuando a prima facie se estima que el Estado Provincial debería
destinar alrededor de 3.200 millones de pesos para llevar adelante las
elecciones provinciales y municipales en forma separada de los comicios
nacionales.
Este nuevo gasto que se proyecta sin lugar a dudas
afectaría otros que dejarán de efectuarse, ya que la ley de presupuesto para
el ejercicio 2019 ya ha sido aprobada, está vigente y estas erogaciones no
se encuentran contempladas; implementar este descabellado
desdoblamiento, significaría una desinversión en materia de Salud, Obras
Públicas, Educación y Seguridad aún más profunda por parte del gobierno
provincial.
Dentro del derecho electoral, el principio de seguridad
jurídica se proyecta con una particular intensidad, puesto que tratándose del
sistema que regula las vías democráticas de acceso al poder, garantizar la
certeza y la observancia de las reglas de juego es una condición inexorable
de la legitimidad de la autoridad de los gobernantes.
Es por ello que consideramos que el desdoblamiento de las
elecciones se muestra, en principio, como la exteriorización de una conducta
estatal carente de razonabilidad, que impacta en forma directa en la
obligación de cumplimiento progresivo del efectivo goce de los derechos de
los habitantes de la Provincia, ya que detrae recursos sin que ello reporte un
verdadero salto en la calidad institucional del sistema democrático.
Es necesario erradicar la idea de los ciudadanos como entes
aislados, encapsulados, ajenos a la trama de relaciones forjadas al interior
del Estado. Por el contrario, todo el electorado forma parte del tejido social,
son contribuyentes, abonan impuestos, resultan usuarios de servicios
esenciales básicos; por lo cual deberían ser partícipes directos de reformas
tan profundas.
No podemos avalar una maniobra mediante la cual el
gobierno pretende destinar fondos públicos a reformas que aparecen más
como estrategias electorales, de carácter meramente coyuntural, que
verdaderas reformas de fondo, desoyendo asimismo las obligaciones de
progresividad en las condiciones de acceso y goce de derechos
fundamentales, en un contexto de crecimiento sostenido de la pobreza.
La propuesta de desdoblamiento de las elecciones
municipales de las provinciales, resulta a todas luces inconstitucional si no
se realizan junto a las categorías legislativas, ya que el artículo 190 de la
Constitución de la Provincia de Buenos Aires no ofrece lugar a
interpretaciones cuando establece que los Intendentes y Concejales deben
ser elegidos “…en el mismo acto que se elijan los senadores y diputados
provinciales”. En este sentido, consideramos que la realización de
elecciones unificadas, tal como lo concibió el constituyente, permiten
armonizar las relaciones de poder entre el gobierno provincial y los
gobiernos locales.
Asimismo, las elecciones unificadas reducen costos de
logística electoral, porque al realizar los comicios el mismo día toda la
logística es una, el escrutinio es uno, y todos los costos son unificados
también. Nos resulta extraño que el Gobierno provincial quiere multiplicar
costos electorales en un contexto de ajuste económico y recesión.
En resumen, sostenemos que, en un contexto de profunda
crisis económica y social, la posibilidad de llevar adelante el desdoblamiento
de los comicios en el ámbito de la Provincia de Buenos Aires representa una
mera maniobra electoral que se exhibe como carente de razonabilidad,
inconstitucional y contrario a las obligaciones internacionales oportunamente
asumidas por el Estado argentino y también por la Provincia de Buenos
Aires.

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