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Juicios y amnistíaEditar

En abril de 1993, un grupo de oficiales militares peruanos liberaron


anónimamente un documento detallando los eventos en La Cantuta.
Su documento señalaba que el escuadrón de la muerte había
secuestrado, torturado y asesinado a las víctimas enterrándolas
rápidamente luego. Posteriormente, tal como se señaló durante una
investigación iniciada por el Congreso, las fuerzas armadas
exhumaron, incineraron, y volvieron a enterrar los cuerpos en otra
ubicación. Los "informantes" militares nombraron a los miembros
del Grupo Colina que participaron en el incidente, identificando al
jefe de las operaciones – Mayor Santiago Martin Rivas – y señalaron
que el grupo operaba bajo órdenes directas de Vladimiro
Montesinos, la cabeza del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) y
asesor del presidente Fujimori quien también tenía conocimiento de
estos acontecimientos.
El 6 de mayo, el General de División Rodolfo Robles Espinoza,
tercer oficial de mayor rango del ejército, denunció públicamente
varias violaciones a los derechos humanos cometidas por el SIN y
las fuerzas armadas, incluyendo la matanza de La Cantuta.
(Posteriormente fue dado de baja del ejército y fue víctima de
amenazas de muerte). Finalmente huyó del país logrando el asilo
político en Argentina.
En junio de 1993, Justo Arizapana Vicente, un reciclador que
trabajaba, y su amigo Guillermo Catacora, entregaron un plano al
congresista Roger Cáceres Velásquez y al periodista de Radio
Comas Juan Jara Berrospi.[3] Cáceres compartió luego el plano con
la revista Sí que lo publicó en julio de ese año. Una investigación en
el sitio indicado en el plano por el fiscal reveló
cuatro fosas clandestinas. Los análisis forenses llevados en los
restos, y en otro grupo de huesos encontrados en otro sitio, revelaron
que pertenecían a Muñoz Sánchez y a varios de los estudiantes, y
que al menos algunos de ellos mostraban signos de tortura y de
haber sido ejecutados mediante un disparo en la nuca.
Las autoridades militares iniciaron una investigación de las
matanzas en mayo de 1993. Adicionalmente, en diciembre de ese
año, un fiscal levantó cargos contra varios miembros del ejército. Un
conflicto de jurisdicción se motivó entre los fueros militar y civil. La
controversia se ventiló ante la Corte Suprema de la República la que,
el 3 de febrero de 1994, decidió que no era capaz de determinar qué
fuero debía aplicarse. Consecuentemente, la noche del 7 de febrero,
el Congreso aprobó una ley según la cual la Corte Suprema podía
decidir ese tipo de materias mediante la existencia de mayoría
simple, en vez del voto unánime que se exigía. En un voto de tres a
dos, la Sala Penal de la Corte Suprema decidió que el caso debía
ventilarse bajo la jurisdicción militar.
El 21 de febrero de 1994, el Consejo Supremo de Justicia Militar
sentenció a diez de los autores a sentencias de prisión entre 1 y 20
años.
Derogación de la Ley de AmnistíaEditar
La Ley de Amnistía fue abrogada al final del gobierno de Fujimori
en el 2000 y, el 21 de marzo del 2001, la Fiscal de la Nación, Nelly
Calderón, presentó cargos contra Fujimori acusándolo de ser uno de
los "coautores" de esta masacre y de la Masacre de Barrios Altos de
1991. Presentó evidencias de que Fujimori, actuando en conjunto
con Vladimiro Montesinos, ejerció control sobre el Grupo Colina.
Los cargos alegaban que el grupo no hubiera cometido crímenes de
esa magnitud sin las órdenes expresas de Fujimori o sin su
consentimiento, y que la formación y el funcionamiento del mismo
fue parte de una política integral contrasubversiva que implicó
sistemáticas violaciones a los Derechos Humanos.

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