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L EY DE LOS C AM B IOS
JORGE OTEIZA
EDICIÓN CRÍTICA DE LA OBRA DE JORGE OTEIZA 978-84-941212-1-0 Jorge Oteiza, a partir de su Propósito ex
1. POESÍA perimental (1957), intensificó sus análi-
2. QUOUSQUE TANDEM...! sis sobre la definición de una Ley de los
3. INTERPRETACIÓN ESTÉTICA DE LA ESTATUARIA cambios que regiría la creación artística y
MEGALÍTICA AMERICANA
Carta a los artistas de América. SOBRE EL ARTE sus fases de desarrollo así como su telos
conclusivo. Desde mediados de los años
JORGE OTEIZA
NUEVO EN LA POSTGUERRA
4. EJERCICIOS ESPIRITUALES EN UN TÚNEL treinta, a partir de sus lecturas de Hegel,
En busca y encuentro de nuestra identidad perdida
5. LEY DE LOS CAMBIOS
Croce, Torres García, Ortega y Spengler
fue elaborando una metafísica del arte y
de la función del artista que derivó en una
concepción genuina sobre la Estética,
como ciencia objetiva capaz de orientar
las leyes de la transformación y evolución
LEY DE LOS CAMB IOS del arte. A esa herramienta conceptual,
con una pretensión de alcance universal, la
EDICIÓN BILINGÜE
denominó Ley de los cambios de la expre-
sión. Los dos ensayos en los que expuso
una elaboración más específica sobre ese
postulado teórico fueron: Ideología y técni
ca para una ley de los cambios en el arte
(1964) y El arte como escuela política de
tomas de conciencia (1965). Se publicaron
primeramente en Ejercicios espirituales en
un túnel (1965-1983) y posteriormente fue-
ron compilados en esta obra, Ley de los
cambios, publicada en 1990, junto a una
carpeta gráfica en la que se estamparon
unos diagramas y una selección de textos.
En esta edición crítica se editan de nuevo
esos ensayos con un estudio introductorio
sobre la génesis de esa importante elabo-
ración teórica, surgida como un singular
esquema imaginario que justifica su pro-
ceso experimental y conclusivo, y también
sobre las paradojas y límites de la misma.
Colabora:
TRADUCTOR AL EUSKERA
Pello Zabaleta Kortaberria
Fundación Museo Jorge Oteiza Fundazio Museoa
9
otros textos y que el propio Oteiza no elaborara un prólogo específico como
era práctica habitual en él. En relación a ésta y a otras cuestiones, así como
en lo concerniente a la selección incompleta de los textos incluidos o a la
ausencia de otros, se ofrece en estas notas una aproximación que intenta
ser descriptiva y analítica al mismo tiempo. No obstante, este breve ensayo
no limita la posibilidad de otros análisis futuros que pudieran trazar nuevos
itinerarios de sentido para una comprensión más cabal y compleja sobre la
poliédrica aportación de Oteiza y, de modo específico, sobre su Ley de los
Cambios. Puede observarse que se da un llamativo contraste entre la prolija
producción crítica que aborda la obra o el pensamiento de Oteiza y la esca-
sa atención específica dedicada al análisis de esa Ley. Emerge, de nuevo,
una paradoja más en torno a sus especulaciones estéticas, y que él mismo
contribuiría a reforzar pues esbozó un índice para un libro sobre esa cues-
tión que no llegaría a completar. Como ya se ha mencionado, la publicación
de 1990 reeditó parcialmente dos textos que ya fueron incorporados en los
Ejercicios espirituales (1983). Con todo, en ese necesario programa de revi-
sión analítica, la propia Fundación Museo y la Cátedra de Oteiza ya vienen
realizando una actividad encomiable mediante las ediciones críticas de sus
obras y otros estudios e investigaciones.
Una cuestión relativa al sentido en que se utilizará la noción «estética». Re-
sulta habitual encontrarnos en numerosos ensayos teóricos con un uso impre-
ciso o indefinido de esa noción que puede designar bien un discurso filosófico,
una ciencia o teoría del arte, o bien un saber de la sensibilidad y del libre juego
de las facultades que procura una experiencia del arte en el sentido kantiano.
En el caso de Oteiza se emplea ese término en su primera acepción. Así lo re-
feriremos, salvo que advirtamos de otro uso en el contexto de la enunciación.
Para la edición se han consultado los libros de su biblioteca y los archivos
de la Fundación Museo Jorge Oteiza. De los libros de Oteiza que cuenten
con ediciones críticas, las referencias primarán esa fuente. A continuación se
incluye una lista de abreviaciones de las ediciones pertenecientes a publica-
ciones de Oteiza con el objeto de facilitar una lectura más rápida y ágil.
Agradezco a Borja González Riera, documentalista de la Fundación Museo
Jorge Oteiza, su generosa colaboración y ayuda sin la cual no hubiera sido posi-
ble elaborar estas notas para esta edición crítica; y a Gregorio Díaz Ereño, direc-
tor de la institución, por la confianza depositada en esta investigación. Mi agrade-
cimiento se extiende también a Fernando Migura, colega de la Facultad, por sus
certeras apreciaciones; y a Gema Larrañaga, por su encomiable colaboración.
10
ABREVIACIONES
11
LEY DE LOS CAMBIOS,
HISTORICIDAD Y CREACIÓN
Fernando Golvano
Fernando Golvano es profesor de Estética y Teoría de las artes en el Departamento
de Filosofía de los Valores y Antropología Social de la Universidad del País Vasco. Ha
investigado y publicado sobre las vanguardias artísticas de los años sesenta y setenta,
las poéticas/políticas de la memoria, las relaciones entre arte y democracia, y sobre
la filosofía de Cornelius Castoriadis. Es crítico de arte en las revistas Exitexpress y
Exitbook, y también comisario independiente de arte contemporáneo. Entre sus comi-
sariados cabe señalar: Vicente Ameztoy, Donostia, 2000; Constelación Gaur, Vitoria-
Gasteiz, 2004; Disidencias otras, Donostia, 2004; Anamnesis, Valencia, 2007; Oteiza:
memoria y apropiaciones, Pamplona, 2008; Laboratorios 70, Sala Rekalde, Bilbao,
2009; San Sebastián. De lo sagrado y lo profano, sala Kubo-Kutxa, Donostia, 2011;
y Amable Arias. Dar forma al caos y al azar, KM Kulturunea, Donostia, 2013.
1. UNA CONTRIBUCIÓN CONCEPTUAL SINGULAR
«No hay más que una estética de raíz metafísica. (...) Hoy frente a la proble-
mática del valor estético, he insistido desde mi pensamiento activo y autóno-
mo, objetivo, en la necesidad de precisar la finalidad espiritual, pero el servicio
15
del arte, precisamente para romper la directa traducción de la subjetividad al
integrarla en una ecuación total de la realidad existencial y fijar objetivamente
los problemas del valor» 4. [La cursiva es mía]
4. [AFMJO-6501].
5. Esa firme convicción estará en la base de su acendrado cientificismo, que se manifiesta en
el uso y abuso de nociones como, por ejemplo, estética objetiva, ecuación estética, fusión de for-
mas, Ley de los cambios de la expresión, ciencia del arte, etc. La estética sería elevada a categoría
de interciencia. Para un acercamiento a esta cuestión, véase Ignacio Sánchez Simón, Oteiza y los
nuevos paradigmas científicos, FMJO, Alzuza, 2012. También puede consultarse el ensayo de Elio
García, Arte y pensamiento científico, 2007. [Archivo de FMJO].
6. Oteiza, Interpretación Ec, 2007, p. 273.
7. [AFMJO-9906], p. 2.
16
arte como conocimiento, es decir, una ontología o metafísica del arte que le
servirá para curar la condición trágica de la existencia humana. Una genuina
imbricación entre arte, ciencia y religiosidad alborea ya en su primer ensayo
teórico al compás de su praxis artística: «Si hoy lo que se espera es un mundo
nuevo, este momento auroral debe estar contenido en el arte nuevo» 8. Profeta
de una estética nueva, como lo evoca César Francisco Macera en su novela
Siete días sin hablar (1948), afirmaría a finales de los años treinta poseer un
mensaje revolucionario llamado a crear un nuevo renacimiento en la plástica.
Devorado por las intuiciones de algo nuevo, buscaba una nueva teoría estéti-
ca que contribuyera al seguimiento de «un nuevo estado del espíritu». El arte
como «creador de muchos campos de influencia...» 9. También Calvo Serraller
ha insistido en el papel oracular que ejerció Oteiza: «porque Jorge Oteiza (...)
tuvo una vocación de profeta y empleó siempre la palabra ardiente del mista-
gogo. Hablaba o escribía al dictado de fulgurantes revelaciones» 10. Por otro
lado, diríase que también se manifiesta en el propósito oteiziano aquel anhelo
poético de Mallarmé, a saber: la búsqueda de una nueva sensibilidad para
conectar íntimamente la poesía o las artes con el universo, sacándolas del
sueño y del azar. Sabido es cómo se propone establecer una analogía entre
sus respectivas poéticas o teorías estéticas:
«No hay arte puro que se justifique. El arte es un medio y no un fin. Cuando
ha cumplido con su fin, se deja. Creo que Mallarmé pensaba también en esto
mismo: enriquecer la palabra hasta hacerla inútil, hasta que cumpla su fin, y
apartarla. El objetivo que ha de alcanzar el arte, es hacerse innecesario. El arte
como profecía termina cuando el hombre se cumple y reaparece» 11.
17
Oteiza estableció una implicación recíproca entre las dos modalidades
(práctica y teórica) de su acción que le llevaría a la conclusión de su inves-
tigación escultórica en los años 1958 y 1959. Todo su hacer creativo está
motivado por una perenne exigencia metafísica que le incitaría a buscar un
acuerdo entre vida y estética. Un ascendiente de esa implicación vitalista
lo encontraría en sus lecturas de Croce: se interesará por su Estética (en
Ejercicios83 rememora que la primera Estética que leyó fue la de Croce
con el prólogo de Unamuno 12) y por su historicismo humanista («la vida y
la realidad son historia y nada más que historia») 13. También le interesó su
concepción del arte como intuición expresada como síntesis a priori, y la Es-
tética, entendida como conocimiento crítico de una parte de esa experiencia
humana, común y universal, era presentada como parte de una Filosofía del
espíritu en la que se halla contenida toda la filosofía. Para Oteiza la unidad
del espíritu, y la unidad del mundo y de la vida en el espíritu, se da en el
arte y es visiblemente expresada en la ecuación molecular del ser estético 14.
La axiomatización de este ser estético sería posible mediante su Ontología
del arte y su LC, que resuelve «definitivamente la planificación objetiva del
conocer estético y descubre la verdadera situación interna, problemáticas,
tiempo, momento, dirección, para la misión experimental del artista» 15. Este
afán de exactitud, cómo olvidarlo, sería una constante de la praxis teórica
de Oteiza y de la dialéctica de su LC; pero no dejaría de ser una pretensión
unilateral, pues no tendría suficientemente en cuenta que el arte es lo otro
de razón, y que no hay creación de alteridad o de una significación nueva
sin resto. El hacer creativo de la imaginación moviliza factores que pueden
ser determinados y factores que no, en una imbricación misteriosa que se
resiste a una elucidación exclusivamente racional y al principio de identidad
y no contradicción.
Detengámonos en las siguientes líneas sobre esa ecuación, que será otra
de las aportaciones singulares de su teoría estética. Define ésta como ciencia
18
particular o incluso, mediante una torsión ontológica, llega también a postu-
larla como interciencia, a saber, como una Epistemología general que deviene
en una semántica general que relaciona de modo muy libre con los enfoques
de Croce, Bense o Korzybski. Concibe la estética como «la primera ciencia
espiritual de todas» 16. Se relaciona de este modo con el pensamiento de Vico,
quien, en Sciencia Nuova (1744), sostiene que hay un saber poético, una vera
narratio, que es anterior a la metafísica racional y filosófica 17. Tal saber poético
primigenio descubre una verdad ideal y eterna, a través de la intuición y del
mito como medios de conocimiento y de la imaginación.
«La estética como ciencia humana fundamental (que resumimos con nues-
tra ecuación ontológica y la lógica de nuestra ley de los cambios para el investi-
gador operacional) nos muestra en la conducta del artista lo inseparable de las
dos vías de razonamiento, el ontológico y el lógico, que en la cultura contem-
poránea se desarrollan críticamente por separado y tratando hoy de acercarse.
Y en verdad que la primera ciencia estructural ha sido la del artista vasco en la
prehistoria occidental de Europa. (...) No hay contradicción entre mi forma de
concebir el arte y la del artista prehistórico de Lascaux al Aziliense. (...) En mi
comprensión estética, ontología y lógica se identifican» 18.
19
resultados siempre distintos, puesto que la transformación de los factores no
se detiene jamás» 20. [La cursiva es mía].
20. «La investigación abstracta en la escultura actual» en RNA, nº 120, diciembre, 1951, p. 30.
21. Alöys Müller, Introducción a la filosofía, Espasa Calpe Argentina, Buenos Aires, 1940, pp.
30-33.
22. Mito de Dédalo y solución existencial en la estatua, 1951, p. 126.
23. Esta noción la tomará principalmente de Joaquín Torres García, Estructura, Ediciones
Alfar, Montevideo, 1935. El concepto de «estructura», que fue muy relevante para el artista uru-
guayo, «quiere decir, reconocimiento de que en el fondo de todo reside la unidad. Fuera de ese
concepto todo es fragmentario, sin base». (1935: 17)
20
cos. La trivalencia de este elemento, en combinación binaria con el espacio,
nos proporciona el concepto del espacio-tiempo como radical plástico del arte
(molécula plástica cerrada: E3T; molécula abierta en la cadena orgánica en
conjugación con la vida, en el ser estético:
E – T – E)
/
Vi 24:
Esta fórmula molecular será, para Oteiza, una ecuación existencial que
salve al artista de la Muerte, una peculiar teoría de la inmortalidad como ha
sido observada por otros análisis como el de Martínez Gorriarán (2011): «Lo
que propone es que una obra de arte es un fragmento de espacio E transfor-
mado en algo más (espacio + tiempo) por efecto de la intervención temporal
y deliberada de alguien (T-Vi). (...) Y eleva al sujeto creador a la altura de Dios.
(...) El arte es la fórmula de la inmortalidad, eso es lo que importa» 25. También
Francisco Calvo Serraller y Pedro Manterola se han referido al afán de inmor-
talidad explicitado por Oteiza en su acción estética desde la consciencia de
la naturaleza trágica del ser humano 26. Pero en los Ejercicios83 adapta esa
ecuación y dice colocarse entre los valores y la expresión, recuperando la
ontología de los cuatro seres de Müller, pero coloca entre paréntesis a los
valores (v):
«prescindo de ellos, para crear una ecuación molecular con el ser estético
(SE), ya que considero que SE tiene que ser lo que tienen en común todas las
obras de arte, lo que hace que ellas tengan metafísicamente la misma razón
particular, ontológicamente el mismo ser: SR + SI + SV + [v]= X = SE. Me doy
21
cuenta que he definido así el objeto de la Estética, como ciencia particular,
como ontología regional. Que (...) el supremo objeto metafísico del arte, entre
todas las limitaciones que trato por el arte de vencer, de transcender espiritual-
mente, de curar, es la Vida en la que llevo la muerte: es el sentimiento trágico
de mi existencia. Es el vector o fuerza motriz que provocará el choque de los
factores estéticos en el primer miembro de la ecuación, provocando su trans-
formación estética en la obra de arte» 27.
¿Cuándo y cómo sintió Oteiza la necesidad de definir una LC? Díaz Ereño
sostiene que fue a partir del Monumento al prisionero político desconocido
propuesto para un concurso en Londres en 1952:
22
formal. Sin embargo, en una carta a Pedro Manterola reconoce que fue en
el año 1958,
Lo ratifica en unas notas 31 para Txomin Badiola donde refiere que fue en
Irún, a finales de los años cincuenta, el contexto originario de su Ley. Parece
evidente que fue en esa época tras su Propósito experimental (1957) cuando
enuncia sus primeras definiciones y que se manifestarán tímidamente en el
Quousque tandem...! (1963). Informa que, últimamente, ha estado elaborán-
dola hasta completarla; y considera «fundamental para entender el momento
actual del arte, entender los distintos momentos que constituyen el proceso
entero en la formación de un lenguaje en el arte» 32. Sin embargo, hay intui-
ciones, modos de concebir la evolución de los estilos o tendencias en el arte,
que anticipan un impulso teorético que tendrá una diversidad de fuentes y
lecturas que se remontan a épocas pretéritas. Aunque la primera referencia
publicada la encontramos en el QT...! (1963) 33, cuando escribe que «hay una
ley de los cambios que dicta al artista el tiempo de su permanencia en el arte
y condiciona y resume su razonamiento» 34. En textos anteriores se esbozan
determinados enfoques sobre la evolución de las artes. Podemos encontrar
gérmenes de su LC en diversos textos breves y conferencias de los años
23
treinta y cuarenta. Por ejemplo, un primer antecedente se puede reconocer
en la conferencia sobre el Renacimiento vasco cuyo título fue «Actualidad de
la raza vasca en el movimiento artístico europeo. Posibilidad de una estética
científica. Del proceso dialéctico en la historia de la forma. Del arte social y
del destino de las nuevas generaciones» (Buenos Aires, 1935) 35. Una Ley de
progreso o de evolución de las formas que será un embrión de su LC la recoge
en la Carta... (1944):
35. Véase Muñoa (2006: 67), Binns (2006: 47) y en Martínez Gorriarán (2011: 76).
36. Carta... (1944), en Interpretación Ec, 2007, pp. 282-283.
24
5) de la claridad absoluta a la claridad relativa de los objetos. Mediante estas
categorías de carácter visual creyó descubrir una ley presente en toda trans-
formación: «Dar con esa ley: he aquí un problema de cardinal importancia:
para una historia científica del arte, el problema fundamental» 37. [La cursiva es
mía]. Oteiza también buscó esa ley de la transformación de la expresión y la
llamó LC. La evolución de la forma cerrada a la forma abierta será una de las
cuestiones formales propuestas por Wölfflin que más le interesaría a Oteiza
y que se adecuará a su propio proceso constructivo 38. De modo que ya en
Goya Mañana se divisa un enfoque diferenciado del referido al historiador
formalista, pero que le sirvió para avanzar en su propia formulación, y lo haría
adaptando el esquema binario de Wölfflin a otro ternario como se enuncia en
su LC. Oteiza cuestionó su tesis de que el cambio más importante en la his-
toria del arte fue al paso de la evolución de la imagen táctil a la imagen visual;
anotando que fue el paso de «ÉT a ET́» (siendo E el Espacio y T el tiempo) 39.
Es decir, que se pasó del dominio del Espacio al dominio del Tiempo en la
representación artística. Ya con el Propósito (1957) establecería su posición:
sus obras enuncian una dialéctica de Espacio y Tiempo, representando esa
interacción como E/T.
Tan decisiva o más, aunque no la cite y oculte así su verdadera influencia,
fue la lectura de las teorías de Torres García. Y sobre todo de su ensayo Es-
tructura (1935) que comprara en Buenos Aires en 1937. El artista uruguayo
consideraba que una ley cíclica rige la existencia humana y el arte, y que
consta de tres momentos o etapas: comienzo, apogeo y decadencia.
«Pues bien, aunque cada arte pasa, históricamente, por estos tres pe-
riodos, también tiene, en sí misma, estos tres aspectos. Quiero decir, que
37. Heinrich Wölfflin, Conceptos fundamentales de la historia del arte, Espasa Calpe, Madrid,
1945, p. 24.
38. En palabras de Oteiza: «Yo me inicié con Hegel y elegí las corrientes de pensamiento
nuevas en Estética con Wolfflin, Worringer y el Bauhaus, los artistas contemporáneos, estuve inte-
resado con el pensamiento lingüístico de Croce». [AFMJO-6050], 1973. Para un acercamiento más
pormenorizado del interés de Oteiza por ese historiador véase: [AFMJO-6811]: denomina «opera-
dores visuales» a los pares polares de aquel; en [AFMJO-5394, 4666, 8082, 10023 y 10051]: rela-
ciona su LC con su teoría. En [AFMJO-12304], escribe que «no hay diferencia entre acontecimiento
contemporáneo y acontecimiento tradicional en el arte (Wölfflin y yo)».
39. Wölfflin, Conceptos..., op. cit., p. 30.
25
cada arte, contiene esos tres aspectos o posibilidades de manifestación.
Porque, aún revistiendo un solo aspecto, virtualmente, contiene siempre a
los otros» 40.
26
Donde «lo arcaico» sería un turno preparatorio de lo geométrico y abstrac-
to en relación con las formas naturales; «lo clásico» refiere un equilibro de lo
abstracto con el contenido vital; y «lo barroco» se identificaría con una fase
descendente, en un nuevo vitalismo que abandona el presupuesto abstracto.
Por otro lado, en otros dominios de la acción política y moral también se re-
conocen afinidades entre el artista uruguayo y el vasco 44.
En la génesis de la LC hay otras cosmovisiones sobre la temporalidad his-
tórica o los sujetos del cambio histórico que pueden comentarse brevemente.
Por ejemplo, la teoría de las generaciones y su función que expuso en una
conferencia en la galería Studio (Bilbao, 1949) y que ha recordado Adelina
Moya:
44. Torres García en «Advertencia», publicada en el folleto Nueva Escuela de Arte del Uruguay,
Montevideo, 1946, escribe: «dicha escuela, es más bien una reacción contra el ambiente al que
pretende superar, no sólo para ponerse a sí mismo al unísono de las más jóvenes escuelas de
nuestro tiempo sino además tratando de hallar un arte propio que pueda responder al futuro ante
América». Añadiría que su principal objetivo era el de «contribuir al esfuerzo de América por encon-
trar su arte propio, que nosotros creemos que debe ser en un plano universal, único que puede
juntar o hermanar a tantos pueblos y razas. Así también nos acercaríamos a lo profundo de las
primitivas culturas de Indoamérica reintegrándonos a nuestra verdadera tradición». También Oteiza,
que, en los años 60, fue mentor de la renovación de la trama del arte moderno en su contexto y de
la recuperación de la Escuela vasca, muestra su plena sintonía con ese espíritu.
27
van trasformando la vida y que obligan a la trasformación del hombre y de su
más alta expresión espiritual que es el Arte» 45.
28
Esas lecturas de Ortega irán modulando una cosmovisión en Oteiza, aun-
que se irá distanciando de él en los años sesenta: en el ÍNDICE EPILOGAL del
QT...! 5ª edición, 1993: en la entrada «ORTEGA Y GASSET», afirma:
«No basta, pues, con la historia de los historiadores. Spengler cree descu-
brir la verdadera substancia, el verdadero ‘objeto’ histórico, en la ‘cultura’ 50.
La ‘cultura’, esto es, un cierto modo orgánico de pensar y sentir, según él, el
sujeto, el protagonista de todo proceso histórico. (...) Las ‘culturas’ tienen una
vida independiente de las razas que las llevan en sí. Son individuos biológicos
aparte. Las culturas son plantas –dice–. Y, como éstas, tiene su carrera vital
predeterminada. Atraviesan la juventud y la madurez para caer inexorablemente
en decrepitud» 51.
29
Spengler se plantea abordar numerosos problemas en su verdadera sig-
nificación, tratados «en sentido estrictamente morfológico» 52. Oteiza, que
también subraya esta frase, encontraría en ese enfoque morfológico una ins-
piración para su indagación experimental tanto en la escultura (el laboratorio
tiene una conexión evidente con ese enfoque), como en sus estudios sobre
lenguaje y poética.
Por otro lado, también podría relacionarse la LC con el modo de clasifica-
ción histórica de Croce, pues sostuvo la necesidad de una clasificación genéti-
ca y concreta de las obras en la Historia opuesta a las clasificaciones abstrac-
tas: «En la historia, cada obra de arte ocupa el lugar que le espera, ése y no
otro» 53. Diríase que Oteiza actualizaba esta preceptiva a partir de los primeros
años setenta, pues grafiaba en la superficie de cada escultura su posición en
el diagrama temporal de su ley de los cambios. Es en la historia donde
«se encuentra el vínculo de todas las obras de arte o de todas las intuicio-
nes, porque en la historia éstas aparecen orgánicamente conectadas como
etapas sucesivas y necesarias del desarrollo del espíritu, cada una, nota del
eterno poema que armoniza en sí cada uno de los demás poemas» 54.
30
El arte trascendental tenía una larga historia que se renueva en cada épo-
ca, pero siempre orientado a la salvación,
«Oteiza seguirá defendiendo estas ideas cuando en 1964 discrepe del críti-
co e historiador del arte Giulio Carlo Argan: el arquitecto italiano opinaba que el
arte contemporáneo estaba dando muestras de que se moría por incapacidad
de los artistas. El escultor sostenía que la incapacidad del artista y de la crítica
de arte eran culpables, no de que el arte contemporáneo muriera, sino de que
se estuviera prolongando sin sentido» 58.
31
3. LA LEY DE LOS CAMBIOS
59. «Una teoría científica como la presente no puede entenderse aislada de un propósito in-
tegral: la vía formal de desocupación espacial de la estatua que Oteiza finaliza en 1958-59 con
sus cajas y esferas vacías y abiertas y su racionalismo teórico en esta ‘LEY DE LOS CAMBIOS’ se
justifican recíprocamente y concluyen en el acontecimiento común de cerrar el ciclo de las últimas
vanguardias históricas, en este caso mediante un constructivismo sustractivo que deja al escultor
con las manos vacías, sin herramientas, en beneficio de un hombre ocupado en su plenitud político-
ética para la vida». (Daniel Txopitea en Jorge Oteiza, Ley de los cambios, Ediciones Tristan-Deche
arte contemporáneo, Zarautz, 1990, p. 7.)
32
afectados por las nuevas condiciones de lo histórico y social. Pilar Muñoa se
ha referido a esa decepción:
«El escultor se quejó durante mucho tiempo del escaso eco despertado
por su libro, e incluso decía que ni uno solo de sus amigos lo había leído, pero
eso no era cierto. (...) Sus expectativas no recibieron la respuesta esperada.
Es posible que a lo largo de su vida fuera del ‘arte’ siempre se haya dirigi-
do a un medio, el suyo, que no estaba preparado para recibir sus propues-
tas, o existía una desproporción entre su verdad y el medio en el que quería
incidir» 60.
33
Pero el reconocimiento de este fenómeno de alcance universal no obligaría
a la aceptación de la categoría del progreso como válida. No hay progreso
en el arte, sino antes bien lo que tiene validez permanente es el imperativo
de creación de formas nuevas, bajo el apremio de historias explícitas. Oteiza
mostró una tenaz voluntad de invención de un esquema imaginario y concep-
tual para dotar de coherencia a su investigación escultórica. Y le sirvió sobre
todo a él. Por todo ello, no encontramos ejemplos de otros artistas, ni siquiera
en el contexto vasco, que, a pesar de su adhesión a diversos postulados
oteizianos, produjeran para sus respectivos propósitos algún tipo de analogía
con esa célebre como intransferible LC para ellos, salvo en lo relativo a la
consciencia nueva que crearía sobre sus propios procesos de investigación.
La Ley de los cambios se manifiesta de múltiples maneras. Ya se ha señala-
do la alta estima que Oteiza 61 tenía por esa LC hasta tal punto de que la aplica
a todo. Nada parece quedarle ajena: la historia del arte, la experimentación
artística, la filosofía del lenguaje, el marxismo 62, el zen 63, la cibernética 64, el
análisis comparado entre la poética de Unamuno y la de Baroja 65, o su propia
elucidación comparativa con el hacer creativo de Unamuno 66, etc. En una de
61. Refiere Oteiza que desde el surrealismo hubiera sido otro y más reconocido, pero prefiere
la opción que tomó: «mi ecuación molecular, mi ley de los Cambios, etc., han podido ser más útil
para mi país». [AFMJO-6811] (Datación: probablemente sea de mediados de los ochenta). Véase
también la grabación audiovisual realizada por Jon Intxaustegi [AFMJO-AV 165-2].
62. En un cuaderno de notas escribe con una desmesurada autopercepción: «... he logrado para
el marxismo lo que los marxistas no han logrado: mi ontología del arte y mi ley de los cambios». (1973)
63. Sostiene en 1966 que la situación zen está en la segunda fase de su LC: anotado en Um-
berto Eco, Obra abierta, 1963, p. 187 [BPO-3344].
64. «Ley de los Cambios, una cibernética (me atrevería a llamar así), una autorregulación auto-
mática de los mecanismos de expresión para la conducta sensorial, una lógica...». [AFMJO-2418].
Oteiza al enunciar esta idea, infravalora el poder creador de la imaginación que no está determinado
por lógica alguna.
65. Véase Ejercicios, pp. 227-229.
66. Juan Arana sostiene en Oteiza y Unamuno: dos tragedias epigonales de la modernidad,
FMJO, Alzuza, 2012, p. 56, que hay quijotismo compartido entre Oteiza y Unamuno: «El estudio
que Oteiza hace de la obra de Unamuno, Vida de don Quijote y Sancho, donde descubre una fór-
mula creativa en Unamuno similar a su Ley de Los Cambios que desvela su adhesión al quijotismo
y subraya la importancia de la locura visionaria de ciertos sujetos históricos y literarios para crear
una nueva realidad». Incluso, en una deriva paroxística, Oteiza llegó –como ha observado Arana– a
«intentar probar la ley de los cambios con el Génesis (...) y si no funciona, intentar otro Génesis»,
tal y como dejara escrito en una copia de Canto adánico. Juan Arana Cobos, Oteiza y Unamuno...,
op. cit., p. 68.
34
las notas al margen de un libro de su biblioteca sentenció: «yo reúno todas las
posibilidades en [y dibuja el diagrama de su LC]» 67. Se refiere a todas las expre-
siones y lenguajes del arte. Consideraba que su Par móvil (1956) simbolizaba
la LC dado que «en su movimiento traza una sinusoide como hace la historia
del arte» 68. La preeminencia de un imaginario que sublima o mistifica la idea de
que en el arte y en la praxis vanguardista, reside toto caelo una estructura o
lógica racional, conlleva cierta unilateralidad problemática. Expresa una exage-
rada ambición sistémica, totalizadora, que ha contribuido a una consecuencia
paradójica: ha fascinado a muchos artistas al tiempo que no han podido o
querido aplicar tales presupuestos con la radicalidad y coherencia que exigía
Oteiza. La voluntad de sistema va asociada habitualmente a la de clausura, de
modo que un pensamiento se repliega en sus axiomas y conceptos, deseando
perdurar, como lo ejemplarizó en grado sumo Hegel. Romero, uno de los prin-
cipales divulgadores de la filosofía alemana en el contexto latinoamericano –y
que Oteiza siguió con cierta devoción– escribió que «los sistemas encarnan,
pues, cada uno a su tiempo, un optimismo, una confianza en la posesión del
saber pleno y total» 69 . Sabido es que el formidable artista vasco transpone esa
confianza a su LC.
La Ley de los cambios vendría a exponer un desmedido énfasis axiomati-
zador. Para Oteiza, la ontología del arte y la estética devendrían en una ciencia
apodíctica, que no admite contradicción. Ciertamente, dado que todo hacer
científico necesita su sistema de axiomas, se ve impelido a crear el suyo para
enfatizar su carácter científico e integrarlo en su LC. Los diagramas y cuadros
comparativos, cuyo sentido cabal es muy difícil de desentrañar, pues encor-
seta procesos complejos en representaciones demasiado rígidas, parecen
reafirmar esa voluntad cientificista. Hay algo de analogía con el pensamiento
hegeliano en cuanto intenta demostrar todo lo relativo al arte y a la historia
desde unas conclusiones que informan o validan todo el proceso: el axioma
deviene resultado, provocando cierta rigidez en el proceso y cierta obligación.
No obstante, esa especie de panlogismo estético expone cierta contradicción
67. VV.AA., Estructuralismo y marxismo, Ediciones Martínez Roca, Barcelona, 1969, p. 276.
68. Véase archivo sonoro [AFMJO-AV-165-2].
69. Francisco Romero, Filosofía contemporánea, Losada, Buenos Aires, 1941, p. 18.
35
con otro postulado con el que podemos simpatizar sin reparos: «el arte –deja-
rá escrito en un documento inédito– es una ciencia del misterio que escapa a
la revelación científica» 70. Pero primará su deseo de elucidación científica que
está presente desde sus inicios escultóricos. El descubrimiento de Einstein y
su Teoría de la relatividad le llegarán primeramente a través de sus lecturas de
Ortega y Gasset, quien escribirá:
«ya en vida sintió el cosquilleo del recelo y de la duda azarada que él susci-
taba en los profesores de filosofía, cuando nos dice que, por haber promiscua-
do literatura y ciencia, resultaba para los literatos un intruso en la literatura y un
intruso para los científicos en la ciencia».
36
Por ello, Oteiza marca al margen este párrafo y escribe «= yo» 75. Deseará
que la filosofía se transforme en un arte de la vida. Pero ese papel de forastero
en un dominio nuevo, y a pesar de que en varias ocasiones manifieste que
se ha adentrado en disciplinas del conocimiento «que no entiende bien» 76, lo
asumirá con pleno convencimiento. Por eso escribe: «Encuentro sorprenden-
te que no haya sido elaborada una ley que abarque el campo experimental del
arte, una ley que limite, que rija, que condicione este proceso de los cambios
en el artista» 77. Y tras esa afirmación que justifica su empresa teórica puede
enunciar, sin modestia y con un optimismo científico formidable, el objeto de
su investigación:
75. Marjorie Grene, El sentimiento trágico de la existencia, Aguilar, Madrid, 1961, p. 215.
76. QT!, 2007, p. 305.
77. LCambios90, p. 12.
78. Ibid., pp. 13-15.
79. Ibid., p. 13.
37
ximaría a un enfoque estructuralista 80 que enfatizaría en los años setenta. Un
hermoso axioma podríamos citar para adentrarnos en algunas consideracio-
nes sobre su LC y el estructuralismo: «La estructura íntima del idioma es una
poética», dejó escrito en QT...! Y en la misma obra se pregunta qué es una
obra de arte, y responde:
Sostienen Oteiza y Torres García que la forma está implicada por la estruc-
tura. Sabido es que para el primero, toda obra de arte responde a la misma
fórmula molecular: «es un modelo estructural ternario compuesto de un radi-
cal ácido, significante, abstracto o soporte binario, y de su contenido vital o
80. En el Propósito (1957, p. 7) define la creación escultórica «por un sistema lógico y creciente
de formas elementales, de matrices intrínsecamente espaciales, capaces de conjugación».
81. QT!, 1979, p. 79.
82. Joaquín Torres García, Estructura, Alfar, Montevideo, 1935, p. 17. En esa obra refiere que,
«no solamente no debemos condenar al simbolismo, sino que, por el contrario, debemos volver a
él, por ser, en el fondo, UNA VERDADERA ESTRUCTURA. Geometría y simbolismo, tendrían que
ser la manera natural de expresarse el artista». (p. 67).
83. Ibid., 1935, p. 78.
38
temático» 84. Reconocía que el estructuralismo guiaba su proceso experimen-
tal, pues operaba con unidades racionalmente definidas y familias de combi-
naciones para extraer modelos estructurales: «No me ha sido nada difícil de-
fender un modelo estético frente al modelo lingüístico, en discrepancia con los
lingüistas» 85. Cabe considerar algunos problemas de ese enfoque estructuralista
en las artes y cuyo objeto sería descubrir un principio unitario que relacione las
distintas morfologías. El interés por esa dimensión estructuralista de la estética,
está asociado al valor científico y objetivo con el quiere investir su indagación
teórica y escultórica. No obstante, la universalidad de su conclusión será relati-
va, pues, en la medida que la estética es no sólo una teoría sino una experiencia
que amalgama libre y misteriosamente la sensibilidad, la imaginación y el en-
tendimiento, no pueden elucidarse objetivamente ni sus modos de hacer ni sus
resultados. Por otro lado, el estructuralismo infravalora la dimensión temporal
diacrónica (la historia), fuente creadora, para enfatizar la estructura que se su-
pone inalterable y regular. La primera, crea; la segunda, desvela. Oteiza se sitúa
en esta encrucijada. Además, el carácter sistemático de tal estética objetiva
y estructuralista está conectado a un proyecto normativo y con pretensiones
absolutas, del que nada relativo al mismo puede quedar fuera. Lo fundamental
residiría en el sistema que la ley determina, limitándose así un hacer e imaginar
autónomos. La universalidad de la LC quedaría postulada cuando se dice que
«sirve para el ajuste y la comprobación del conjunto de las tendencias den el de-
sarrollo entero de un proceso estético en la historia» 86. Este afán epistemológico
se relaciona con la idea, enunciada por Rancière, de que: «toda disciplina tiende
a presentar como método de investigación lo que custodia las fronteras» 87. Hay
un enfoque monista que minusvalora las diferencias, asincronías y valores dis-
pares que acontecen en la historia, en la creación y en la experiencia estética.
«Ser estético (SE), ya que considero que SE tiene que ser lo que tienen en
común todas las obras de arte, lo que hace que ellas tengan metafísicamente
84. Jorge Oteiza (1969) «La destrucción de los lenguajes en Arte contemporáneo», en Oteiza,
Propósito experimental, Fundación Caja de Pensiones, Madrid, 1988, p. 254.
85. Véase el documento inédito [AFMJO-6050] (1973), p. 7.
86. LCambios90, p. 14
87. Jacques Rancière (2009), El tiempo de la igualdad. Diálogos sobre política y estética, Her-
der, Barcelona, 2011, p. 262.
39
la misma razón particular, ontológicamente el mismo ser (gráfico nº 3 ver infra
p. 25 de la LCambios). (...) Llamo a esta estética, Estética Objetiva, Estética es-
tructural: tratará de los problemas fundamentales, internos, de la consistencia,
estructuras, clasificación, y las diversas problemáticas del artista dentro de su
laboratorio experimental» 88.
88. LCambios90, p. 24.
40
serviría tanto al compromiso socio-político como a la «cura del sentimien-
to trágico» y sería, asimismo, apertura al camino de trascendencia. Oteiza
completa esta Estética general con otra «interciencia» situada en una Epis-
temología general y que toma la forma de la Semántica general de Alfred
Korzybski (1879-1950). La tesis central de la Semántica general, cuya obra
fundacional es Science and Sanity: An Introduction to Non-Aristotelian Sys-
tems and General Semantics (Korzybski (1933) 89, puede resumirse diciendo
que los seres humanos estamos limitados en nuestro conocimiento por la
estructura de nuestro sistema nervioso y de nuestras propias lenguas. Si bien
el lenguaje simbólico del artista y su universo de significaciones puede ser
objeto de la semiótica (entendida en sentido amplio) y así entrar en relación
con la lingüística; la Semántica general de Korzybski no se entiende como
una parte de la semiótica moderna tal como la concebirá Morris 90, orientada
fundamentalmente al estudio del significado lingüístico. A diferencia de esto,
la Semántica general de Korzybski trata de las significaciones en su conjunto.
Tras descartar llamarla «Humanología», Korzybski la definirá extensionalmente
como: una Matemático-físico-biología-fisiología-sico-sociología. En realidad,
nos encontramos ante una teoría general de las representaciones que, del
significado de las palabras, pasa al significado del propio pensamiento, a las
relaciones del hombre con su propio pensamiento y con el mundo; tal y como
ha sido valorado por Oteiza en su interés por esta semántica. La dimensión
terapéutica (evaluativa) de la Semántica general (desde 1938 existe un Insti-
tuto de Semántica general fundado por Korzybski) está orientada a combatir
los modos de representación inadecuados y para ello se apoya en la afirma-
ción de que la única relación entre el mundo verbal y el mundo objetivo es
exclusivamente estructural. Todo «conocimiento» es estructural. Entendida la
estructura como un complejo relacional u orden multi-dimensional. Los dos
89. A. Korzybski, Science and Sanity: an introduction to non-aristotelian systems and general
semantics, International Non-Aristotelian Library Publishing Company, New York, 1933. (Hay versión
castellana: Ciencia y sensatez: una introducción a los sistemas no-aristotélicos y a la semántica
general, Instituto de Semántica General, New Jersey).
90. Ch. S. Morris, Foundations of the Theory of Signs, International Encyclopedia of Unified
Science. Ed. Otto Neurath, vol 1. nº 2, Chicago University Pres, Chicago, 1938. (Hay traducción
castellana: Fundamentos de la teoría de los signos, Ediciones Paidós, Barcelona, 1985).
41
eslóganes siguientes de Science and Sanity condensan la idea central de la
Semántica general: «El mapa no es el territorio», «La palabra no es la cosa».
Cuando en Semántica general se habla de sistemas no-aristotélicos (No-A) se
refiere a sistemas con una ontología y lógica distinta, en varios sentidos, a la
propia de la tradición aristotélica 91.
El interés de Oteiza por Korzybski se justifica, entre otras razones, porque
sitúa a la Semántica no como una rama de la lingüística, sino al contrario, y
dado que la Semántica
91. En los sistemas no-aristotélicos, tal como los entiende Korzybski, no existen objetos sino
como correlatos de procesos neurofisiológicos y se renuncia a la lógica bivalente tradicional en la
evaluación veritativa de los enunciados y proposiciones en favor de una lógica n-valente (siendo n
infinito, esto es, con infinitos valores veritativos) que, a su vez, habrá de conjugarse con una mecá-
nica no-newtoniana (relativista y cuántica) y una geometría no-euclidiana. La Semántica general de
Korzybski ha ejercido influencia en propuestas (de cientificidad discutible o directamente pseudo-
científicas) como la Programación Neuro-lingüística (PNL) y, asimismo, en manuales de autoayuda
y de auto-superación; pero también en teorías científicamente más respetables como la Psicología
de la Gestalt. En esta teoría psicológica que nació como teoría de la percepción se distingue entre la
«situación psicológica» (experiencia vivida por el sujeto correspondiente a los procesos neuronales
de su cerebro) y la «situación de estímulos» (físicos o sociales). Consiguientemente, dos sujetos
pueden vivir experiencias distintas ante una misma situación de estímulos y, por tanto, su evalua-
ción (o valoración) de la misma puede ser asimismo dispar.
92. LCambios90, p. 29
93. Véase documento [AFMJO-9906:1]
94. No está datado, pero probablemente fuera escrito en el contexto de su ponencia de 1965.
42
por esta cuestión. Puede advertirse su énfasis en hacer de la LC «una herra-
mienta de análisis total». [La cursiva es mía]:
43
En este capítulo con mi ejemplo, resumo la Naturaleza del artista y los pro-
pósitos del arte
arte comprometido
proceso reductivo en PM elección de línea recta?
comunicación con la realidad ///...
LÓGICA DE LA COMPARACIÓN DE LOS ESTILOS
Con la ley de los cambios sí podemos comparar y estudiar una relación
comparada de los estilos históricos y de las tendencias, por analogía de la fase
en que se encuentran (como digo en mi nota Libro QT.) Por ejemplo cuando
decimos que Mondrian reacciona contra el Impresionismo, es porque estaba
situado en primera fase y él mismo buscaba lo que (...)»
44
blemático, dado que no puede soslayar la emergencia de una contradicción
entre su exigencia de determinación de alcance concreto y universal, por un
lado, y la naturaleza histórica y social de la creación artística, por el otro. En
este segundo ámbito se alteran las condiciones de creación de formas nue-
vas, y emergen determinaciones inéditas sobre las que se movilizarán el hacer
poiético y racional de cada artista. Moraza ha llamado la atención sobre cómo
la deriva de la Ecuación estética a la Ley de los cambios representa el paso de
un constructivismo psicosocial a un funcionalismo sociopolítico:
97. Juan Luis Moraza, «Proyecto como crisis», en VV.AA., Oteiza y la crisis de la modernidad,
1er Congreso Internacional Jorge Oteiza, FMJO, Alzuza, 2010, p. 63.
98. Véase esta referencia en el archivo [AFMJO-6814] y en el Anexo I, infra, pp. 54-55.
99. Véase Cat. Caixa88, p. 257.
45
Bettelheim, La dialéctica en Mao (1975) como accede a la variante maoísta de
la dialéctica marxista. En esas lecturas encontraremos el factor decisivo de su
nueva explicación de la LC relacionándola con Mao:
«Para Mao la dialéctica del movimiento real no se produce por ningún tipo
de síntesis (fusión de 2 en 1) sino por contradicciones (como en mi par dia-
léctico), y una contradicción principal sucede a otra, determinando desplaza-
mientos (...) Sin esta dialéctica de los cambios, sin esta lógica de los despla-
zamientos que concluye con la destrucción de todas las tendencias, éstas,
incompletamente experimentadas, sobrevivirían, eternizándose» 100.
Oteiza escribió El final del arte contemporáneo (1960), durante una estancia
en Lima, para el folleto de la exposición que se celebraría en 1960 en la sala
Neblí (Madrid), en la que varias piezas en piedra de 1958-59 acompañaban a
las esculturas de Basterretxea en su primera exposición. Aunque se trataba
de un texto breve, fue adquiriendo una gran relevancia dado que resumía las
razones por las que abandonaba la escultura:
«El arte contemporáneo ha terminado. Como todo lo que comienza verda-
deramente tiene verdaderamente un fin. Me refiero estéticamente. Como teoría
y experimentación. Desde una poética, como refería Valéry, continuará. Esto es,
como ejercicio romántico y popular, como prolongación secundaria, que ya es
esto el arte contemporáneo» 101.
100. [AFMJO-6814], p. 2.
101. Publicado en Fullaondo, Oteiza 1933-68, Nueva Forma, Alfaguara, Madrid, 1968, p. 44.
46
ámbito del urbanismo, el diseño y la arquitectura. Mostrará así cierta analogía
con la vanguardia neoplasticista holandesa, al tiempo que refleja un notable
sesgo hegeliano, como ha observado Marchán Fiz: «en primer lugar, en di-
rección hacia una disolución en la realidad de la vida; y, en segundo lugar, tal
disolución se desliza también por vías más estrictamente artísticas» 102. Y lo
hace en un momento en el que gozaba de un mayor reconocimiento como
escultor abstracto. En estos primeros años de la década de los sesenta, Otei-
za insistirá en ese telos que inexorablemente conduce a ese abandono del
arte. En el QT!63, escribirá: «Todo el arte contemporáneo está entrando en
una disciplina de silencios y eliminaciones, para desembocar en un nuevo
vacío» 103. La estética negativa que rige en la segunda fase de su LC conduce
a un lenguaje de silencio y al abandono de la expresión. Reitera esa proposi-
ción en la ponencia, publicada en Ejercicios83 y en LCambios90, para el 13º
congreso internacional de crítica de arte en Italia que se centra en la cuestión
de la muerte del arte: «el Arte contemporáneo ha muerto. El arte muere por-
que ha muerto siempre, porque tiene que morir» 104. Diecisiete años después
de haber escrito lo anterior se lamentaba de que, a pesar de haber concluido
experimentalmente el arte contemporáneo, «ahí siguen los artistas copiando
lo que ya han investigado otros antes (y no han entendido nada), ahí siguen
repitiendo, adornando» 105. En otras notas sobre esta cuestión y que explí-
citamente titulaba La destrucción de los lenguajes en Arte contemporáneo
(1969), insiste en que «El arte muere porque tiene que morir, para que nazca,
a través de la educación popular, de la educación estética en todos los niveles
de la educación la nueva sensibilidad en la comunidad» 106. El propio de Oteiza
102. Simón Marchán Fiz, «Una poética de la desocupación y del vacío. El transitar de Oteiza
a la arquitectura desde la escultura», en VV.AA., ¿Qué es la escultura moderna? Del objeto a la
arquitectura, Fundación Cultural Mapfre Vida, Madrid, 2003, pp. 219-220.
103. QT!63, p. 77.
104. LCambios90, p. 15.
105. Ejercicios84, p. 434.
106. Publicado en Cat. Caixa88, pp. 254-255. En ese horizonte de integración del arte en la
vida asociado a un proyecto comunitario, como habían movilizado algunas vanguardistas moder-
nas, Oteiza inscribiría su utopía del hombre nuevo, aunque modulada paradójicamente por ele-
mentos atávicos y míticos, como han observado I. Aguirre y C. Martínez Gorriarán en Estética de la
diferencia, Irún, Galería Altxerri-Editorial Alberdania, 1995, pp. 233 y ss, y 269 y ss
47
reconoció, de forma paradójica 107 su deuda con la filosofía del arte de Hegel y
con su idea de caducidad o final. Para el filósofo alemán,
«El arte ya no tiene el alto destino de que gozaba en otro tiempo. Se ha con-
vertido para nosotros en objeto de representación, y ya no tiene esa proximi-
dad, esa plenitud vital o esa realidad que tenía en la época de su florecimiento
entre los griegos. (...) El arte no suministra ya a nuestras necesidades espiri-
tuales la satisfacción que otros pueblos han buscado y encontrado. Nuestras
necesidades e intereses se han desplazado a la esfera de la representación y,
para satisfacerlos, debemos recurrir a la reflexión, a los pensamientos, a las
abstracciones y a las representaciones abstractas. Por ello, el arte no ocupa
ya, en lo que hay de verdaderamente vivo en la vida, el lugar que ocupaba en
el pasado, y su lugar ha sido llenado por las representaciones generales y las
reflexiones. (...) El arte mismo, tal y como es en nuestros días, está destinado a
ser un objeto de pensamientos» 108.
Les une a Oteiza y Hegel una voluntad del arte para desplegar las figu-
ras históricas del Espíritu hasta manifestar una identidad plena. Se trataría de
un despliegue en un sistema dialéctico que reabsorbe todo, acrecentando la
conciencia y traduciéndola en nueva sensibilidad. Ese despliegue temporal del
arte ha conocido, para Hegel, tres momentos: en el arte romántico la idea está
todavía supeditada al elemento sensible; en el arte clásico la idea encuentra en
el cuerpo del hombre su forma perfectamente adecuada; y, en el arte simbólico,
el ideal se repliega en sí mismo y opera una nueva fractura entre el ideal y sus
manifestaciones. El arte romántico y cristiano sería la tercera y última forma
de manifestación en su devenir histórico; pero el arte sería ya, en cuanto a
su suprema destinación, como una cosa del pasado, habiendo perdido lo que
tenía de auténticamente verdadero y vivo, para quedar relegado en la represen-
107. Véase su poema «Soy un hegeliano» en Poesía Ec, 2006, p. 637: «soy un hegeliano al
que HEGEL me tiene sin cuidado / me pasa igual con el marxismo / con todo me pasa igual / soy
existencialista y religioso / al que agnósticos y creyentes al que religiones / al que Unamuno me tiene
sin cuidado / ésta es mi dialéctica no solamente una forma de pensar / un método para comprobar
la realidad y que a mí me tiene sin cuidado / y que siendo una parte soy más que el todo y aunque
así no fuera / a mí me tiene sin cuidado / podía seguir enumerando pero enumerante / y lector y
enumerancia y todo / a mí me tiene sin cuidado».
108. G. W. F. Hegel (1835), Introducción a la estética, Península, Barcelona, 2001, pp. 35-37.
48
tación. Por su parte, Oteiza a través de su proceso conclusivo y su LC refiere
que le ha formado existencialmente y le asegura un nuevo recomienzo en esa
deriva autorreflexiva, paradigma para la acción del artista comprometido con
su sociedad y su tiempo. Y ese compromiso se sustantiviza en buena parte a
través de una mixtificación y sublimación de lo popular, idea muy presente en los
manifiestos de los grupos de la Escuela Vasca. Tanto en Hegel como en Oteiza
la temporalidad histórica se espacializa en una dialéctica de las sucesiones de
las formas o tendencias del arte, cuyo telos final quedaría determinado por esa
lógica. Comparte asimismo cierta fenomenología capaz de describir todas las
figuras subjetivas del espíritu manifestadas en esas tendencias. En el fondo de
esos esquemas progresistas de la historia diríase que emerge un mito escatoló-
gico, una promesa de salvación. Oteiza abandonó la práctica escultórica, pero
su acción poiética encontraría en la poesía y en la participación en proyectos
arquitectónicos una prolongación a su búsqueda de lo absoluto y de lo divino.
Oteiza, que, sin duda, tenía voluntad y consciencia de genio, y por ello quería
vincularse a las fuerzas esenciales del mundo, escribió en la portadilla interna de
un libro de Geiger comprado en 1947 en Buenos Aires: «El artista victorioso=el
hombre absoluto» 109 Compartiría con Kierkegaard una salida del sistema hege-
liano y de su filosofía de la historia mediante la religiosidad que el arte proyecta
como metafísica existencial. Por eso, para ambos, el arte muere porque tiene
que morir para devenir en saber que integra lo estético y lo religioso.
49
Oteiza ha condensado una genuina labilidad entre lo estético y lo político,
recreando ese paradigma ilustrado y moderno que confía en la educación es-
tética y en el arte como una escuela política de toma de conciencia. Participó
en el cauce plural de las vanguardias modernas que han intentado dar forma
al caos de la existencia y del mundo, y sublimar la condición trágica mediante
el poder de salvación del arte. Una impronta plena de idealización metafísica
del mundo y de lo inefable fue trazando en su trayectoria mediante la Estéti-
ca, sabiendo, como observaría en sus lecturas de la filosofía antropológica de
Scheller, que el ser humano es a la vez un callejón sin salida y una salida 111. La
Ley de los cambios fue una tentativa teorética audaz para explicar su propia
práctica artística experimental y conclusiva. Y fue coherente con su vaciamien-
to de la expresión y su abandono de la escultura para desplegar una acción
poética, intelectual y política, que no le ayudaría a encontrar salidas en el labe-
rinto existencial sino, antes bien, a inventar otras galerías o itinerarios para sus
anhelos, conflictos y paradojas, o para su implicación con su contexto social e
histórico. El laberinto va con nosotros. Como ha observado Martínez Gorriarán,
111. Max Scheler, El saber y la cultura, Espasa Calpe, Buenos Aires, 1939, p. 32.
112. Carlos Martínez Gorriarán, Jorge Oteiza, hacedor de vacíos, Marcial Pons, Madrid, 2011,
p. 385.
113. Jean-Paul Sartre, Literatura y vida, Losada, Buenos Aires, 1966, p. 141.
50
posibilidad y de significación. Por ello su unidad, o coherencia, no dejan de ser
construidas en y por la historia. Y, es que conviene tener en cuenta que todo
proyecto histórico conlleva algo de aventura y azar, no pudiendo garantizarse
plenamente por ninguna estructura racional del mundo o del acontecer. Algo
similar sucede con los valores artísticos, que no pertenecen al dominio de lo
universal sino al de lo relativo, aunque haya obras que porten dimensiones
cuya significación pueda tener cierto valor universalista e intempestivo. ¿Cabría
aceptar una ley de los cambios de alcance universal? Sabemos que Oteiza lo
intentó, y que su LC está animada por ese empeño que se iniciaría a finales de
los años treinta 114. Más allá de reconocer algunas tendencias o poéticas que se
universalizan mediante la institución arte y las dinámicas de un mercado cre-
cientemente globalizado, diríase que lo sustantivo de cualquier acción creadora
y experimental reside en esa apertura a lo nuevo. La Ley de los cambios le per-
mitió trazar a Oteiza una explicación a posteriori de las intuiciones que habían
orientado su propósito experimental. Pero cuando quiso trascender su hallazgo
y darle un alcance científico y universal se dirigió a un callejón sin salida. Toma
las formas necesarias para su proyecto (existencial y experimental) como si fue-
ran ineluctables para toda la creación artística moderna y contemporánea. Por
esa razón critica a Mondrian y a Malévich no haber sabido ser más coherentes
con su respectivas investigaciones experimentales que les hubieran llevado a
la conclusión y al abandono del arte. Subyace en la posición de Oteiza la idea
de que el arte tiene un solo telos y un único nivel de articulación. Por ello es-
tablece una correspondencia entre su propósito experimental, corolario lógico
de su Ley de los cambios, y la función del arte: salvación existencial mediante
la superación del sentimiento trágico y preparar al artista para la acción vital,
moral y política. No hay progreso, ni ley deterministas que impongan un modo
de expresión y de cambio, pues lo sustantivo de las artes es su condición poié-
tica, creadora de formas y reglas nuevas que no se deducen necesariamente
de lo existente. Establece una transposición entre una lógica específica de su
propósito experimental y espiritual y una imaginaria lógica pura del acaecer del
arte. Mientras que la primera pertenece a lo histórico y efectivo, la segunda
se inscribiría en un ámbito ahistórico, trascendente y metafísico, quedando
51
exenta de las antinomias, contradicciones y paradojas que emergerían en lo
histórico-social. La autonomía de cualquier proceso creador parecería quedar
constreñida por las prescripciones emanadas de la LC válidas para todas las
condiciones de la práctica artística: Oteiza, tomando como modelo la concep-
ción hegeliana del concepto filosófico cuya verdad residiría en devenir lógi-
co, universal y concreto, establece una analogía para definir lo estético como
demostrable, concreto y universal. La Estética, como ciencia, imbricaría una
Estética objetiva (o estructural), una existencial (o valorativa) y otras especiales,
destinadas a un compromiso moral, político y religioso que procure aperturas
hacia la trascendencia y la sublimación del sentimiento trágico de la existencia.
Las nociones y apropiaciones teóricas que adaptó ab libitum, le permitieron
elaborar una teoría estética y una metafísica original, tramadas de configuracio-
nes heteróclitas. Creó un espacio semántico propio, irreductible a una teoría o
filosofía única, o a una historia del arte unificada. La metafísica –escribió Bense–
es una prosa artística que manifiesta ciertos caracteres esenciales del espíritu.
La de Oteiza también lo es, permitiéndole enunciar una identidad original. La
Ley de los cambios es una sorprendente creación de su imaginación crítica que
imbrica una voluntad cientificista y una prosa metafísica que explican su propia
trayectoria experimental. Pero, dado que también se inscribe en una historici-
dad ineludible inscrita en las formas del discurso, y entre éstas y el devenir he-
terogéneo o magmático de la creación en la historia, no puede dejar de mostrar
aporías o inadecuaciones en relación a otras poéticas, axiomas y modos de au-
tonomía. La rigidez historicista de su enfoque, o el afán de espacializar el tiempo
en su LC, fueron a veces cuestionados por el propio Oteiza. Escribió en QT! que
«No hay una teoría estética tradicional sino muchas, según el tiempo cultu-
ral y el lugar del hombre. El arte no se detiene jamás. Cada época crea su arte
y dentro de cada época, el artista puede entrar en desacuerdo y agregar un
propósito y proponer una solución personal» 115.
52
Anexo
PARENTESCO CON MAO*
* Este texto escrito en 1975 y publicado parcialmente en Cat Caixa88, cuenta con una tra-
ducción al francés, pero se desconoce que fuera publicado. El parentesco de su LC y la dialéctica
marxista lo descubrirá hacia 1973, en un contexto donde el prestigio del marxismo estaba en auge
y al que Oteiza no permanecería ajeno desde su heterodoxia. Véanse los documentos siguientes: Mi
acusación a los críticos de arte; Problemática de mi escultura con Alberto y Moore y con Dimitri Txa-
plin; Marxismo y estructuralismo y tecnología (1973) [AFMJO-6050] y Notas varias [AFMJO-3640].
Sobre el marxismo y el materialismo dialéctico escribió: «Y configurando un pensamiento a mi
modo dialéctico materialista. Mis conclusiones creo que desembocan en un terreno exactamente
el que había de haber atendido un Realismo socialista que ha andado siempre desorientado».
[AFMJO-6050]. Por otro lado, Oteiza conserva en su biblioteca dos libros de Mao: Citas del presi-
dente Mao Tse Tung, Ediciones en Lenguas Extranjeras, Pekín, 1966 (BPO-1811); y Cuatro tesis
filosóficas, Anagrama, 1974 [BPO-5167]. En relación al marxismo y la dialéctica maoísta del «uno
se divide en dos» y «dos se unen en el uno», Oteiza se interesó por los análisis de Charles Bettel-
heim y Rossana Rossanda, incluidos en El marxismo y la dialéctica en Mao, Anagrama, Barcelona,
1975 [BPO-4052]. A través de esa lectura, fue derivando su primera influencia hegeliana hacia la
filosofía dialéctica maoísta. No obstante, su apropiación de la misma fue muy libre, excéntrica y
coyuntural, pues mientras que para esa dialéctica las transformaciones de las relaciones de fuerza
entre las clases son las que, en el curso del tiempo, determinan desplazamientos que hacen su-
ceder una contradicción principal a otra; para Oteiza los desplazamientos que guían la conclusión
experimental de su LC vienen dados por el conflicto existencialista entre valores (Reales, Ideales y
Vitales) que definen su ecuación estética como medio para la curación del sentimiento trágico y la
emancipación espiritual del ser humano. Oteiza escribe en el texto de Bettelheim: «yo la 2ª fase para
destruir la 1ª. Las 2 se destruyen = 1 nueva (H)» (p. 39). Puede observarse que la elaboración de la
dialéctica maoísta y la LC oteiziana fueron contemporáneas (en los primeros años sesenta), aunque
en contextos muy diferentes. En otras notas inéditas, donde relaciona su LC y el marxismo, consi-
dera que su enfoque «de la realidad estética, no es una dialéctica de lo social aplicada al arte sino
una pura dialéctica del arte, el único camino, estamos seguros, de una metodología materialista».
[AFMJO-10758: 209]. En el anexo I se refiere a su libro Antropología estética vasca, que se trata
del subtítulo de Ejercicios Espirituales en un túnel en su primera edición de 1965. Por otro lado, el
último párrafo está relacionado con la experiencia de la Galería Barandiaran (Donostia, 1965-1967),
que fue un caso ejemplar y efímero de esa voluntad militante y pedagógica que postulaba Oteiza.
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LEY DE LOS CAMBIOS
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ALDAKETEN LEGEA
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ktibo konparatua proposatzen du arrazoiaren eta sentiberatasunaren emaitza
izango den arte sozial berriaren egitasmoa erdiesteko.
Baina ez gara hasiko hemen ulerkeratan luzatzen, testuak berak eskainiko
baitizkigu freskotasun eta atsegin handiagoz. Orobat Oteizaren bibliografia za-
balera eta beste idazle batzuek bere pertsonari eta lanari buruz era bikainean
heldu dioten gainerako lanetara bidaltzen dugu.
Azkenik, «ALDAKETE LEGEA» hau ikerketa eta gogoeta material aparte-
koa da bere nortasunaren bila dabilen sortzaile arretatsu eta kezkatuarentzat.
Daniel J. Txopitea
Zarautz, iraila 1990
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I D E O L O G I A E TA T E K N I K A A R T E R A K O A L D A K E T E N
L E G E B AT E TAT I K A B I AT U Z
IDEOLOGIA ETA TEKNIKA ARTERAKO ALDAKETEN LEGE BATETATIK ABIATUZ
(larritasun estetiko eta politikozko ondorioak gaurko artistarentzat)
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Zer da gizarteak artistarengandik espero duena, zer da artistok politikoki
konprometitzen gaituena? Arte joera batzuen ondoren, beste batzuk datoz.
Azkenak bizi dituztenek, badirudi aurrekoak ahaztu dituztela edo ez dituztela
ezagutu. Tradizio latinoan bere lanbidearen erdia bakarrik daukan artista mota
batekin ohitu gara, betirako artearen barruan (ohitura horregatik apika) dagoen
artista batekin. Orduan, badirudi arte bilakaerak era horretan jarraitu beharko
lukeela mugarik gabe, neurririk gabe. Artista historikoki konprometitzen duten
arrazoiak (badirudi) ez direla hura kontu ematera behartzeko bezain inportan-
teak eta larriak.
Harrigarria iruditzen zait artearen alorra hartuko duen lege bat landu ez
izana, artistarengan aldaketa hauen ibilbidea mugatu, zuzendu, baldintzatuko
duen lege bat, alegia. Halakorik balego, gogoeta-gaia une hauetan, nire ustez,
beste bat zatekeen. Duela zenbait urte (1958-59an) eskulturgile bezala amai
tzean, Arteko Aldaketen Lege honetan biltzen da nire ekarpen esperimentala.
Hura adierazi aurretik, hark laburbiltzen duen zerbait aipatu nahi nuke. Era
horretan, oso laburki, laburbiltzen dut, batzar honetako gaiarekin zuzenean
loturik dagoela iruditzen zaidan alderdi bat, ezin dudanez bertan esku hartu.
Vicente Aguilera Cerní, nire adiskide on eta ordezkari espainiarraren esku uz-
ten dut nire mintzaldiaren aurkezpena, eta bertan bildurik dauden kritiko eta
artistei nire agurra adieraztea. Aguilera Cerní gure adiskidea, gaiarekiko ideia
eta ekarpen berriez informaturik itzultzean, hemen hasten dudan txosten hau
amaitzeko asmoa dut, LARRITASUN ESTETIKO ETA POLITIKOZKO ONDO-
RIOAK GAURKO ARTISTARENTZAT bezala.
Artista, erantzukizunik badu, uneoro dago politikoki konprometitua. Baina
artistarentzat bi jokabide iraultzaile desberdin daude: aurretik, arte laborate-
giaren barruan, eta gero bizitzan. Artistaren laborategian sartzen da bizitza,
baina artistak amaitzen ez duen bitartean, artea ebatzi ezina da bizitzan, arte-
lanak ez du zentzurik gainerakoentzat. Artistak apaintzen ez badu behintzat,
baina soberan dago artista apaintzen duenean. Artelanak ez du hezten, tresna
esperimental bat da.
Zer ikertzen du esperimentatzen duen artistak? Kultur aro berri bakoi
tzerako, hari dagokion sentiberatasun existentzialeko mota berria lantzen da
artean. Artean sentiberatasun mota berri eragile hau diseinatzen da, senti-
beratasun estetiko bat da, hedadura erlijiosokoa da, transzenden tziarako,
existen tziaren zentzu osorako joera baitu sentimen honek, sentiberatasun
156
libre, existentzial eta politiko batean, portaerazko batean txertaturik gauza
tzen da. Inguratzen gaituenaren zentzua eta esanahia beti desestaliz jokatzen
du artistak, gure mugak eta gure beldurrak sendatuz, horiek osatzen baitute,
heriotzaren beldur metafisiko gorenaren aurrean, bizitzaren sentimen tragikoa
deitu ohi dugun deserosotasun existentziala. Artean sentimen tragikoa senda-
tu egiten da, sendatzeko ahalegina egiten da, gizakia Naturara itzuliz, haren
gainean (eta baita heriotzaren gainean ere) nagusitasun izpirituala duelarik. Gi-
zakiaren izaera ahula gizaki libre eta naturaleko izaki mota egin nahi du arteak.
Artistari sentiberatasun mota hau eman zaio gordailuan, azkar-azkar landu
eta gizarteari itzul diezaion. Artista ez dago artearen barruan betirako. Bada,
beraz, zerbait artistak artearen barruan gauzatu behar duena eta kanpoan
zertu behar duen zerbait. Eta bi egiteko horiek, egiazko zehaztasun teknikoaz
eta kontzientzia iraultzaile sakonaz.
Artista bere laborategian barneraturik, ideologia estetikoa du, zientzia es-
kualdetar batean zerbitzatzen du. Haren prestakuntzak eta teknikak zienti-
fikoak izan behar dute. Baldin Estetika bere kabuzko izatera iritsi ez bada, ar-
tista, ikerlaria, independentzia honetaz arituko da. Bizitzan iraultzaile izan nahi
duen gaurko artistak, artearen baitatik jardunez artearen baitarako prestakun
tza iraultzailerik gabe, artearen barneko kezkak ez ulertu ezta haiekin amaitu
ezin duena, artista politiko mota hibrido motakoa da, mota atzeratu, zalan
tzati, atzerakoi, kaltegabe motakoa, bere lanbidea erdizka duen gizon mota.
Artetik abiatuz, gizakiarentzat haren salbamen izpiritual osoaren arazoei
erantzunez, errealitate osoaren ezagutzarako zientzia zehatz baten gisan joka
tzen da. Joerak diren desestaltze sail esperimentalen bidez mailakatzen da
zehaztasun hau. Artistaren emaitzek (baldin baditu) barneko egiteko hone-
tan artelanen izaera objektiboa, hizkuntzaren barneko tinkotasun egiturazkoa
ezagutzen laguntzen dute. Ikerketa honetan, izate estetikoaren definizioa po-
sible da, ekuazio molekular eragile baten formulatze matematiko batera la-
burbilduz, une horretan artearen Ontologia bat azaltzen delarik eta ezagutze
estetikoaren planifikatze objektiboa behin betikoz erabakitzen du eta barneko
egiazko egoera azalarazten du, auziak, denbora, unea, norabidea, artistaren
egiteko esperimentalerako.
Alor esperimental honetan emaitzek helburu bertatiko eta guztiz garbia
dute: artista bera eta gizartea. Baina artistak berak era batera jasotzen du
mesede, eta gizarteak beste era batera. Hobeto esan: baldin artista bere era-
157
ra garaiz bere emaitzez jabetuko balitz, eta gizarteak une berean bere erara
jasoko balu emaitza hauen ezagutza, heziketa, biak, artista eta gizartea, pres-
taturik leudeke azken topaketarako bizitzan, artistaren, hizkeren helarazpenen
ulertze iraultzailerako askatasunean.
Barneko artista gaurko korronteetan barneko, arte baten funtsezko oina-
rririk gabe, erantzukizunik gabeko eta geldo, nerabe bat da ikastetxean erre-
pikatu eta zahartzen dena.
Aldaketen legean garbi azaltzen da hau guztia, hartan zehatz argitzen di-
ren eta han gehiegi ematen eta artistaren arreta era arriskutsuan atzeratzen
ari zitzaigun puntu askoren ondorio bezala. Txosten honek ezinbestean labur
izan behar duenez, artearen gaurko giroan garbi ez daudela diruditen puntu
hauetako bat edo beste aipatuz amaitzen dut.
Baina, nolakoa da Aldaketen Lege hau? Fase bikoa da. Lehen fasean
adierazpenaren hazkunde fisikoa planteatzen da hazten doan eskala batean
zerotik abiatuz, eta bigarren fasean adierazpenaren barneko esperimentatzea
osatzen da bere alderdi metafisiko eta hartzailean, adierazpena desmuntatuz
obra huts baten seinale bukatzailean itzali arte, non hasierako zeroa negatibo
bihurtu den. Teknika lehen fasean pilatzailea da, espazioa gero eta gehiago
hartzen duelarik. Bigarrenean, alderantziz jokatzen da, espazioaren teknika
deshartzaile, ezabatzaile, batekin.
Adierazpenarekiko esperientzia oro denborarekin espazioak dituen kon-
binaketen arazo sailean sartzen da. Kontaketa egituren esperientzia oro bi
talde zirkulatorio hauetako bati dagokio: Jarraitasun gabezia espazialean edo
espazialitate jarraian. Edota asmo esperimentala espazioan zamatzen da, es-
pazioa era geometrikoan arrazoituz, joera formalistetan bezala, espazialitate
etenetako probetan, edota asmo esperimentala zamatzen da denboran, joera
informaletan bezala, non probak diren jarraitasunezkoak espazioan proba irra-
zionaletan soilik edo denboraren geometria batekin arrazoituz.
Espazio bakar eta hutsa geratzen da espaziori buruzko arrazoitze esperi-
mentaletan adierazpena desmuntatu izanaren azken proba bezala. Eta den-
bora bakarrik eta hutsik geratzen da denborari buruzko arrazoitze esperimen-
taletan (dagoeneko gertatua beharko zukeen informalismoetan, baina ez dute
asmatu).
Aldaketen Legeak berak, joera baten trataera isolatuan portaera esperi-
mental baterako mailakaturiko eskala berak balio du ibilbide estetiko baten
158
garapen osoan historian joeren osotasuna doitzeko eta egiaztatzeko.Espe-
rimentu isolatu baten amaitzea markatzen duen seinale huts bera ikusi de-
zakegu geratzen dela seinale sagaratu gisan herri zenbaiten kultur tradizioan
artearen aldetik amaitu dutenean. Historiaurreko euskal tradizioan, harrespil
neolitiko txikia estatua hustu bezala. Grezian Partenona, arkitektura hustu be-
zala. Ekialdean, Kyotoko harrizko lorategia, paisaia hustu bezala. Velazque-
zen azken pintura hustua Meninetan, Berpizkundeko hondarretan. Eta hustu
batzuen aurrerapena Malevichen «Zuria zuriaren gainean» bezala, bat-batean
nahi gabekoak arte garaikidean. (Mallarméren Igitur ere amaitze logikoa zen
inpresionismoan eta ulertu gabe segitzen dugu oraindik).
1957an, nire obra Sâo Pauloko IV. Biurtekoan, nire ibilbide esperimentaleko
une bati zegokion, arrazionalismo konkretuaren barruan, non estatua adieraz-
pen bezala itzaltzen ari zitzaidan, ahalegintzen ari bainintzen izan ere, estatuak
hitz egin ez zezan, ahotsa altxa ez zezan.Banuen susmoa ezen hurbiltzen ari
nintzela izpiritualki premia bezala sentitzen nuen zerbaitetara. Nekaturik nen-
goen urte askotako lanarekin, galderak berrituz eta erantzunak jasoz, nire es-
tatuarekin itxirik, egiazko askatasunik gabe. Egoera honetan jarraitu nuen eta
egun batez, hurrengo urtean, konturatu nintzen nire estatuak espazio bakar
eta hustu batekin utzi ninduela. Jabetu nintzen (ez zen izan segituan), jabetu
nintzen ezen estatuarik gabe geratzen nintzela, baina bizitza estreinatzen nue-
la. Gertatu zitzaizkidan aldaketen norabidea aztertu nuen eta logika, zentzu
on, ekonomia modu bati erantzun ziotela konturatu nintzen, nire ikerketaren
ahaleginean. Nire ibilbidea beste ikerlarienekin erkatu nuen. Batzuengan hun-
kitu ninduen parekotasunak jarrera zientifiko eta esperimentalean. Gehienen-
gan izugarria iruditu zitzaidan anarkia, indar xahuketa eta seriotasun ororen
gabezia bera ere. Mondrian, ikerlari eredu niretzat eta, Kandiskyrekin batera,
gehien miresten dudana, azken aldian ahazturik neukan.Hura gogoratzean,
menderakaitza bere ikerketa ildoan, 25 urte geldirik pintura beraren aurrean,
era ortogonalean banaturik eta elkarrekiko eragin askotariko eta geometrikoak
isiltasuna geldiarazi edo hurbil nahi zuelarik, adierazpen bulka bezala, kontura-
tu nintzen ezen irtenbidea nik aurkitu nuena zela, denbora gabezia espazioe-
tako batetik isolatuz.
Aldaketak gidatzen zituen lege batekin ikerketa garaikidean, Mondrianek
ez zituen galduko hogeita bost urteak. Batzu-batzuek irabaziko nituen nik.
Denok ados egongo ginatekeen orain ezen funtsezko ikerketa amaitu dela.
159
Arte garaikidearen heriotzaz gerta litekeen arrisku bezala susmatzen da. Bai-
na arte garaikidea hilda dago. Artea hiltzen da, beti hil delako, beti hil behar
duelako, Artea bizi behar duen eta ez dakien batentzat delako, geure kasa
jaiotzera konprometiturik gauden bizitza baterako. Ikerketarako ezgaitasunak
artistarengan, artistikoki konprometitzen duen egiteko sozialetik desbideratu-
riko bere lanbideak luzatzen du arte garaikidearen jarduera itxuratia.
Atzeratu egiten da artista, bizitzarekin hitzordua dauka eta berandu iristen
da. Beti iritsi da berandu Mendebalean. Velazquezek berpizkundea amaitzen
du bizitza jada Barrokoan dagoenean. Inpresionismoa amaitzeko dagoenean,
amaitze esperimental honi traizio egiten dio Cézannek eta ikerketa artistiko
berri bat hasten da berriro hizkeran. Gaur ikerketa berri hau bukatu da. Arte
kritikak sumatzen du zerbait bukatzen ari dela, egonezin seinaleak ematen
ari da, baina arte kritika ez da bukatu. Baina, nola jakin ikerketa bat amaitu
dela? Nola finkatu artistak ikastetxea utzi eta bizitzara itzultzen den ordua? Al-
daketen Lege batean erantzuten zaio honi. Aldaketen Lege batek adierazpen
artistikoan, hizkera berriaren barneko ikerketa osoa hartzen du erdietsi diren
eta falta diren esperientziak beren lekuan adierazteko aukera ematen duen
eskema logiko batean. Joeren bilakaeran metodo bat, ordena bat zehatz segi
tzeko bide ematen du. Joera bakoitza bere garaian amai dadin bide ematen
du, artista ikerleari joera bakoitzaren barruan denbora aurreztuz eta artista ar-
tearen barruan irauteko denbora osoa eta erlatiboa finkatzeko aukera emanez.
Barneko zirkulu honetatik at, bere egiteko esperimentalean aldaketak gidatzen
dituen Legearen dinamikak berak artista bultzatzen duen bizitza dago. Orduan
(orain, artista bizitzan) da non sortzaile bezala dituen erantzukizun berriak bi
egiteko politikoki garbi eta berezietan banatzen diren.
Hauek dira bere egitekoak, bere hizkeraren barneko ikerketan hezitako
artistarentzat, eta hauek, bai, hauek bizitza guztirako dira.
Bat) Komunikatzeko bere ahalmen guztiak askaturik jartzea, bere lana-
ren helburuaren adierazpenaren edo adierazpenaren a txiki
tzearen premien
zerbi tzura. Bere tekniken nagusitasuna askatasunean, ez bakarrik berak
esperimentatzeko erabili duen hizkera berezitik abiatuz hitz egiteko, baizik
areago kontagintza baten egiturazko sistema hautatzeko eta hobekien balioko
dion hizkera artistikoan. Hizkera batean graduaturiko artistak edozein hizkera-
ren nagusigoa hartzen du. Aditzera emateko zinemako teknika masiboa edo
musika bere bezala hartzen ez duen eskulturgileak edo pintoreak oso gutxi
160
esan diezaguke eta kasik ezer ez da berak ulertu duena bere estatuan edo
bere pinturan.
Bi) Artista libroki zuzenduko zaion gizarteak hari ulertzeko bere sentibera-
tasuna hezia izan dezan premia batekin bat dator bigarren egiteko hau. Arte-
lanak ez du hezten, ez du helarazten heziketa estetikorik, edo hain astiro eta
gizarteko gutxiengo hain txikiaren gainean eragiten du, non onartu behar du-
gun ezen heziketa eraldatu gabe, hura estetikoki zabaldu gabe, heziketa azkar
eta eraginkor bat asmatu gabe, artistak apaintzera eta totelka jardutera kon-
denaturik segituko duela, artista kondenaturik, zenbat eta aurreratuago eta
herritik hurbilago, orduan eta gehiengoaren nahiaren kontrakoago. Eta behin
gogoeta honetara iritsirik, hara artista jada Arte garaikidearen errealitate poli-
tikoak eskaintzen dion erabaki politikoetan azkenaren ertzean: bera zuzeneko
jarduera politikora pasatzea. Artista berria gizaki politikoki berria da. Estetika
Objektiboa Artearen barruan kanpoan portaerarako metafisika, araudi, Este-
tika existentzial bilakatzen da. Ez baitaude bi estetika (ez dago zatiketarik),
existentzia osorako Estetika baino ez dago. Gizaki osoarentzat soilik dago as-
katasuna. Egiazko heldutasun estetikoa dago artistikoa jada arazo ez denean.
Egiazko heldutasun erlijiosoa dago erlijiosoa jada arazo ez denean. Egiazko
heldutasun politikoa dago politikoa jada arazo ez denean. Dena politiko de-
nean eta denetarako bertatiko irtenbide politikoa dagoenean.
Mies van der Rohek (duela ez asko) adierazi zuenean arkitekturako hurren-
go hamabost urteak arkitekto espainiarrenak izango zirela, nik nire liburuan
galdetu nuen ea Espainian ulertu zen zer esan nahi izan zuen. Ez zuten ulertu.
Arkitekturako hurrengo hamabost urteak, dagoeneko sartuta aurkitzen ga-
ren arte garaikideko hurrengo urteak mundu garaikidean pentsamenduaren
abangoardia sortzailean parte hartu ez duten arkitektoenak, artistenak, lu-
rraldeenak izango dira, egiazko sortzaileek funtsean ikerketa hau dagoeneko
amaitua dutelako. Egitekoa orain da antolatzea, planifikatzea, erdietsia hela-
raztea, heziketa eraldatzea eta eskola berriak irekitzea. Eta denak eskolara
joatea.
Herrien ordua da, jakitun egiteko eta esku hartzeko. Urteak dira jada zen-
baitek iragarri genituela herri arte berri baten etorrera eta haren ezaugarriak.
Herri arte hau da ez zereginik, ez goi-mailako prestakuntza egokirik ez duten
artista promozio berrien eskuetan eta administrazioan erori dena, anarkikoki
baina egiaz egina dagoen esperimentatze sakonerako. Gaztedi hau artearen
161
barruan aurkitzen da lanbide arduratsurik gabe, joandako joeretan osatu gabe
geratu denaren beharrezko berrikuspen mota batetik at, hain zuzen ere bere
garaian erdizka gauzaturiko presakako eta metodorik gabeko, aldaketen Le-
gerik gabeko lanagatik. Hauxe da jada 1835ean edo 1957an edo oraintxe ber-
tan (edo noiz?) herriaren talde-bihotzetik, sentiberatasun berritik erne beharko
zukeen herri artea, baldin lurraldeek herri arteari arretarik txikiena eskaini izan
baliote.
Oraindik, ordea, puska baterako anarkia edukiko dugu Arte garaikidean.
Hemen, bai, hemen ados nator guztiz Giulio Carlo Arganek gaurko gizarteari
artearen egitekoari buruz egin dion erruduntasun, kontrakotasun salaketare-
kin.
Baina, nola liteke gaur oraindik ez dugula lortu artistok inondiko lurralde
batean leku bat gure egituren ikerketa konparatu batean elkar gaitezen, ber-
berak izaki hizkera desberdinetan, Arte garaikidearen ikerketa zientifikorako
gune eragile bat? Horrela uler daiteke arte ezberdinen desoreka esperimental
tamalgarria, ulertezinezkoa. Aro izpiritualki desberdinak eta kontagintza alor
desberdinetan banatuak (poesia, estatua, zinema, pintura, musika, eleberria,
antzerkia, baleta) estetikoki berdinak direlarik.
Ponentzia bat izateko gehiegi luzatu naizela iruditzen zait, eta ia hasi ere ez
ditut hasi asmo nituen argibideak. Astia falta zait espazio laburrago eta eske-
ma gisan luzatu ahal izateko. Artearen barruan egon naizenean, arterako baino
ez dut astirik izan, apenas egin dudan erakusketarik eta ez dut inor ezagutzen
zuzenean. Orain libre naiz nire bizitzan eta askatasun honek konprometitzen
dit nire asti guztia gainerakoekin askatasunaren eta denboraren arazoekin.
Egin behar dudaneko epea betetzear dagoenean idazten dut. Egun gutxi ba-
rru beteko da epea artista garaikideen Espainia Libre erakusketarako Italiara
nire obra bidal dezadan, deia bihotzetik eskertzen du, onartu egin dut, baina
hau da ordua non nire obra ezin dudan bildu, ez baitut aurkitzen. Era batera
edo bestera egongo naizela espero dut. Bizitzan ere batzuetan Artean bezala
zaila gertatzen da garaiz iristea (Osteguna, Madril, irailaren 17a, 1964).
162
ARTEA JABETZE ESKOLA POLITIKO BEZALA
Zenbait alderdi, funtsezkoenak (10ren bat puntu) hausnartuko ditugu, eskema
oso xamur batzuk lagungarri erabiliz, arteko ibilbideetan adierazpenerako al-
daketen Legearen taula eraginkorra osatu arte.
Ikus dezagun nola elkartzen eta nola banatzen diren, Unibertsitatean nola dau-
den banaturik eta nola elkar edo beren artean komunika daitezkeen ikusteko.
Zientzia guziak, uste izatekoa da, Unibertsitatean ematen dira. Har ditzagun
zientziak, hauxe izango da Unibertsitatea. Koordenatu alor bat marra dezagun.
Sistema kartesiar ortogonala, irudikapen grafiko bezala (2. irudia), koordena-
tu zutunean, ordenatuan, natur zientziak jartzen, sailkatzen, pilatzen dira. Ze-
harkakoan, abzisan, izpirituko zientziak, klasikoki filosofiak, printzipioz, ordezka
tzen dituela. Hiruko alor hau ixten dugu eta barneko hipotenusen azpi-sailketen
bidez jakintza partikular bereziak edo eskualdeko ontologiak irudikatzen ditugu,
bere kasako bihurtzen direlarik beren helburu berezia zertzen duten heinean.
Ezagutza, Unibertsitatea, hemen barnean daude hiruko alorrean, gure eskura.
Kanpoan, harantzagoa, ezezaguna dena, Jainkoa, Heriotza, Absolutua, Trans-
zendentea bezalako nozioei dagozkien ideiak. Gure ezagutzaren alorra zabal
tzen da hipotenusa kanporantz sakatuz, zientzia partikular berriak gaineratuz.
Zientzia hauek beren artean nola komunikatzen diren galdetuko dugu. Bakoi
tzak sarrerako bi ate dituela ikusten dugu: natur zientzietara, ezagutzaren
teoria baten bidez, epistemologia baten bidez. Izpirituko zientzietara, filosofia
baten bidez. Zientzia bakoitzak dauka bere epistemologia (bere logika, bere
165
166
2. irudia. Zentauru metafisikoaren bi begiradak.
sarrera burutik) eta bere filosofia zientifikoa (bihotzetik). Baina, epistemolo-
gia bat zuzeneko harremanetan jartzen da gainerako bakoitzarekin, edo bada
ezagutza orokorraren teoria bat, epistemologia genetiko edo orokor bat, zien
tzia bakoitzarekin estudiatzean gainerako zientziak ulertzeko edo sentitzeko
aukera automatikoki emango ligukeena? Nire Quousque Tandem.-34an ukitu
dut puntu hau, ez dagokit niri ikerketa hau, ez nago prestaturik horretarako,
baina berriki semantikan egindako ikerketa batzuen joera logiko bat aipatuko
dut, Semantika orokor bat, alor honetarako egiazko interzientzia funtsezkoa
iruditzen zaidana eta nire Estetika orokorra alor izpiritualerako nik funtsezko
tzat jotzen dudan interzientziari legokiokeena.
ZIENTZIA ARTISTARENTZAT
Ikus dezagun une batez alor izpiritual honetan, zein harremanetan aurkitzen
dugun Estetika Filosofiarekiko, non dagoen Estetika, non aurkitzen den artista.
Zientzia guztiak berarengandik jaio direla irizten du Filosofiak. Baina filoso-
fiaren historia filosofoek egin dute. Mendebaleko historia Greziaz geroztik, filo-
sofiaz geroztik kontatzen da, baina aurretik lehen historia, lehen filosofia izan
da artean, historiaurrean gainerakoentzat, baina lehen historia artistarentzat
eta euskaldunon tzat. Pen
tsamenduaren eta pen tsamendu etikoaren lehen
erabilera bihurria artean gertatzen da, filosofian baino lehenago. Sokrates izan
zen, etikaren eduki bezala, helburu bezala, salbamen jakitea kokatzean, artis-
taren zerbitzua eta egitekoak, haren lehen kategoria eta handitasuna moztu
zituena, alboka diharduen mendebaleko motako artista hau, gizarteko atal ba-
ten mende, ezagutzaren alor bakar batean jarria sortuz. Ikusten badugu ere
historian inolako artistak ez duela utzi bere salbamen jakintza existentzialari,
bere jakite politikoaren konpromiso sortzaileari dagokion leku nagusia. Ez kon-
promiso sozial edo politiko bat argitzen edo zerbitzatzen duenaren zentzu her
tsian, baizik gure sentimen tragiko, muga, ziurtasun gabezia eta beldur oro
gure kontzientzian sendatzen duenaren neurri osoan.
Bada gizakiaren baitan transzendentzia premia edo nahi ezkutaezin bat,
bizitzan estetikoki artearen bidez erdiesten dena eta mota soilik erlijiosoko
irtenbideekin nahastu behar ez duguna. Filosofikoki osatzeko berreskura de-
zakegun unea da: zentauru metafisikoaren bi begiradak azaltzeko egin genuen
167
lehen eskema edo marrazkia, jakitearen hiruko alorrari dagokio. Koordena-
tuen erdiko zeroa bere ezagutzak bere bi begiradek inguratzen eta laburbil
tzen duen gizakiaren kokapenari dagokio. Beste aldetik transzendentzia iz-
piritualaren, -rakoaren arazoa (auzi metafisikoa, zientzia guztiek dute beren
metafisika, beren -rako transzendentea, gizakiarentzat, jakite antropologikoa,
ahurra, gizatiarra), beste aldetik arazo zientifikoa nola-rena, epistemologikoa,
jakite zientifiko, teknologiko, ganbila.
Harantzagoan, erlijiosoak Jainkoa kokatzen du. Eta estetikoak gauza bera
kokatzen du eta Absolutu, Transzendente deitzen du. Gure eskualdetik, bizi
tzatik, bi bidaia hauek kanporantz iraultzen ditugu. Itzuli eta heriotzaren beste
aldean, erlijiosoaren bidean gelditzeko. Itzuli eta errealitatean bertan sartzeko,
praktikoki, estetikoan. Baina bi bidaia hauen abentura arriskutsua da oso es-
kalarik gabea. Eta erlijiosoan ikusten dugu beti, Jainkoaren eta gizakiaren ar-
tean, tarteko euskarrizko zubi bat azaltzen dela (katolizismoan, Semea, Ama,
santuak, aingeruak, e.a.). Artean, puntu argitsuen galaxia bat bezala, Kantek
Absolutua dinamitatzearen ondorio diren aerolito artxipelagu bat, eta filosofiak
esaten digu artistei balioak direla eta balioaren eta haren adierazpenaren ar-
tean kokatzea dela gure egitekoa.
168
3. irudia. Balio estetikoen ekuazioa. Izakiak
169
zatuko direla balioak. Nire egintza sortzaile estetikoa eragiten duten -rako
guztietan gorena, artearen helburu metafisiko gorena, artearen bidez garai-
tu, izpiritualki transzenditu, sendatu nahi ditudan muga guztien artean Bizitza
da, han heriotza daramadalarik: nire existentziaren sentimen tragikoa da (s.t.).
Ekuazioaren lehen adarrean eragile estetikoen lehen talka ekarriko duen be-
ktorea edo indar eragilea da, bere eraldaketa estetikoa eraginez artelanean.
Ikertzen dut eragiketa, hura marrazten dut: IRen eta IIen arteko lehen talkan
bitariko izaki batzuk sortzen ditut, balio abstraktu (A) batzuk, erradikal azido
moduko bat, kimikoki, estetikoki, BIekin konbinatzean artelana ematen dida-
tenak, gatz moduko batzuk (hirutariko izaki batzuk, e.e.), haiekin balio este-
tikoa osatzen dudalarik. Izaki estetikoa (IE), artelan oro, gatz estatiko bihurtzen
da, espazialato bitalista bat. Beti galdetu izan diot nire buruari Estetika batez,
zientzia berezi bezala, non aurkitzen da? Hementxe daukagu, bere kasako,
IEaren ekuazio molekular gisan, Ontologia eragile gisan. Estetika hau Estetika
Objektibo deitzen du, egiturazko Estetika: oinarrizko, barneko, kontzientziako
arazoez jardungo du, egiturez, sailkapenaz, eta artistaren arazo desberdinez
bere laborategi esperimentalaren barruan. Ezin pausa naiteke orain hemen.
Eskema honetatik abiatuz ukitu behar ditugun arteko kontzeptuen berrikus-
keta kritiko osoaren adibide bezala bururatzen zait arteen sailkapenarena. Ar-
teen banaketa faltsu eta ohikoak, espazioaren eta denboraren arteetan, artista
era larrian trabatzen du, bere lanerako hiztegirik gabe aurkitzen baita, notazio
formarik gabe, bere ideien analisirik gabe eta adierazpenari eta haren legeei
buruzko nahikoa ideiarik gabe.
Ekuazio estetiko molekularraren oinarrizko eragileetako bakoitza bereizi
genezala bere espaziozko eta denborazko bere izaera bikoitzean. Adieraz-
pen oro molekularki espazio-denborazkoa da. Demagun denbora: IRetan
iraupen kronologikoarena da, eguzkiarena. Baldin IIak denbora gabeak ba-
dira, triangelu batek ez du denborarik, zero da haren denbora. BIetan, den-
bora bizitzakoa eta psikikoa da, pertsonala. Hiru denbora hauei laugarren bat
gaineratzen die bitariko izakiak. Hirutariko izakiaren denborarekin 5 denbora
dauzkagu jada. Denbora Bergsonengan, haren iraupen egiazkoa sumaketa
izpiritualaren, zirkulazioaren iraupen izpiritualari dagokio egitura azken eta
kontagintzazkoan. Bere egituragatik, helegite bat (jarraitasun espazialean edo
ezjarraitasunean) helarazten den moduaren izaeragatik kontagintza bat sortze
honetan, bi talde handitan, bi estilo polarretan banatu beharko genituzke ar-
170
telan guztiak, denak baitira, adierazpen bezala, espazialak eta denborazkoak
une berean, arte guztiak (baita musika ere, noski) bisualak baitira, denak (baita
estatua ere, noski) denborazkoak baitira. Baina, dena dela, ezin pausa naiteke
hemen. Estetika objektiboa da hau, barnekoa, eta ondorioei, portaeran, arte
laborategitik at, bizitzan dagokien Estetika existentzial, araugile, etiko edo po-
litiko batekin osatzen da. Bi estetika hauek ulertuko dituzue adierazpenerako
aldaketen Legearekiko lotura hertsian; irudi batean emango dizuet, hara iritsi
nahi baitut txosten honetan (Estetika orokorra, bi estetika hauek eta harrema-
nei, gainerako zientziei atxikiriko ikerketa estetikoari atxikiriko Estetikak izango
dira). Estetikaren bidez guri ezartzen zitzaizkigun zientziak baino ez dut aurkitu
(artearen filosofia, artearen psikologia, artearen soziologia, e.a.), orain Este-
tika orokor honetatik abiatuz egokiago mintzatuko gara filosofiaren estetikaz,
psikologiaren estetikaz, sozialaren estetikaz, e.a.). Estetika esatean Antropolo-
giaz dihardugu, Antropologia estetikoaz esango genukeen lehenago, jakintza
zientifiko eta partzialei buruz gizakiak dakienaz. Gaur Estetika antropologikoa
esango genuke, baina aski da Estetika esatea gizakiaren jakitearen gizalekuaz
bizitzan dihardugula ulertzeko (4. irudia).
Zer da Filosofia zientzia berezien eskeman? Uste dut aspaldi jada era-
tu zela beste zientzia berezi bat gehiago bezala. Marrazkian gainerako zien
tzia bereziei gaineratzen diegu. Eta Estetika ere gaineratzen dugu, jada bere
kabuzkotzat har dezakegula iruditzen zait.
Zientzia berezi bezala berdintasun egoera berean dauzkagu dagoeneko Fi-
losofia eta Estetika. Eskuartean daukaguna guk baino hobeto jakingo balute
bezala, arteari buruzko filosofoen gogoeten menpe beti nire burua ikusteak
aspertuta nindukan. Atseden hartzen dut eskema honetan haiek kokatzean.
Orain ez da artista filosofian sartzera doana, baina galde egin behar dut le-
hen hartzen zuen lekuaz eta orain libre geratzen denaz, filosofiaren -rako horri
buruz, Metafisikari buruz galdetzen dut. Jasotzen dut: Metafisika filosofiak libre
utzitako lekuan. Estetikaren sarbide ere bada hartaz. Niretzat zientzia berezien
eskema hau osatuta geratzen da, zurituta geratzen da, bertan uzten dut*. 1
* Mozteko eta laburtzeko era lehor hau (sarri konturatzen naiz probak zuzentzean) ez da
adierazteko dudan presa itxuraz arriskutsuagatik; nire ikerketa estetikoaren izaera oinarrizko, gra-
fiko eta amaitzaileagatik da. -Rako, giza helburuaren arazo metafisikoarekin artelanaren barneko
izaeran, gure arrazoitzearen bide ontologikoa azaltzen dugu zientifikoki. Tinkotasun ontologikoa
171
Abiatzen da Estetika -rako metafisiko batetik, salbameneko jakite existen
tzial bezala, errotiko jakite bezala, izpiritualtasun lehen eta transzendente be-
zala. Historiaurreko lehen artistarekin (eta geratuko den azkenarekin). Gizakia-
ren artera iriste izpirituala da. Nola, (nola fisikoa eta zientifikoa) arazo teknikoa
da, gure ezagutzaren teoriari dagokio, Laborategiari. Beraz, Estetika oroko-
rra zientzien alor izpiritual honetatik eratortzen dugu, haren oinarrizko zien
tzia bezala, haren Metafisika existentzial bezala. Estetika orokorra, oinarrizko
tartezientzia bezala eskaintzen dizuedana, zentzuzko lotura zientifiko bezala,
ezagutzen alde izpiritual honetatik, Unibertsitatean zuen heziketa sakonerako
behar duzuen kultur euskarri eta zabaltze bezala.
Beste tartezientzia, naturzientzien aldetik, Epistemologia orokor bati buruz
ari nintzela eskema eten nuen puntuan aurkituko duzue. Ni ez nago prestaturik
argitan jartzeko erabiliko dugun formula molekularrak, eragilea sortzailearen zerekin delakoak Iza-
te estetikoaren jasotze egiturazkoa argitzen digu. Estetikak, oinarrizko giza zientzia bezala, (gure
ekuazio ontologikoarekin eta aldaketen gure legearen logikarekin laburbiltzen duguna eragiketa-
ikerlariarentzat) artistaren portaeran erakusten dizkigu bi bideak, ontologikoa eta logikoa, ezin bana
daitezkeela arrazoitzean, kultura garaikidean bakoitza bere aldetik garatzen baitira kritikoki eta gaur
hurbiltzen saiatzen. Eta egiaz egiturazko lehen zientzia euskal artistarena izan dela Europako men-
debaleko historiaurrean. Eta artista orotan, mendebaleko tradizio honetan hizkera sortzaile beza-
la. idazketak eta pentsamenduak eragiketa bat bakarra osatzen dute, non estetikoki egiaren eta
zalantzaren, logikaren eta metafisikaren arteko kontraesana gainditzen den.
Ez dago kontraesanik artea ulertzeko nik dudan eraren eta mendebaleko historiaurreko artis-
tarenaren artean. Honek irudizko idazketa batekin, murruan espazioan (harri azildarretan sintesizko
formula piktografikoetara biltzeko) kateatzen dituen irudi multzoekin arrazoituz pentsatzen eta joka
tzen du; logika modernoaren estetiko dei dezakegun izaera bat da jada. Nire ulerkera estetikoan,
ontologia eta logika gauza bera dira. Logikan egitura izate bera da, hizkera sinbolikoaren egiturazko
bistaratzea. Ontologian, izatearen zientzia, hitz existentzial eraginkorra, Izate estetikoa existentziaren
baieztatzea da, haren osagarrien gainditze dialektikoa. Eragileen elkar-truke dialektiko honek arte-
lanaren egiturazko osaketan gure ekuazio molekularrean materialismo dialektikoaren mugak gaindi
tzen ditu. Gure materialismo dialektikoa errealismo metafisiko bat da: gizakia da Izate estetikoaren
objektibotasuna baieztatzen eta menderatzen duen elkar-truke dialektikoaren eragile higiarazlea da.
Metafisikoarekiko beldurrak errealismoaren arrazoitze logikoa beti mugatzen du munduarekiko artea-
ren ekintza batera, eragiketa sortzailearen egiazko logika haren bidez gizakia altxatzen dela denean,
ez mundu objektiboa, hauxe baita zentzudun bakarra. Nire ariketan liburu honekin esan nahi dudana
idazten dudanak pentsarazten didanari doitzen saiatzen naiz, horrela orain laburtzea neketsu gertatu
zaidan aurkitzen dudanean, askatzera bultzatzen dit, baina neure buruari eutsi egiten diot. Badut
susmoa ezen nahigabeko irekitze eta euste etengabeko hauekin ez dela hobetzen argitasunean es-
atera mugatzen nintzena, eta nekeak sortzen dizkiodala irakurleari. Baina zailtasun hauek axalekoak
dira bakarrik, espero baitut behartuko dutela (irakurle gaztea gure Herrian, hari zuzentzen bainatzaio
berariaz) bere eskema propioen ideagintzako ahalegin pertsonalera: bere ulertze kritiko, berrantola
tze eta zabaltze alor honetan bakarrik lortzen dute beren baliozkotasuna ariketa hauek.
172
173
4. irudia. Zientzia bereziak.
alor honetan zuei aholkurik emateko, baina berriki eratze Semantikoan (Kor-
zybski-ren Semantika orokorra) norabide berri bati buruz zerbait irakurri dut,
eragin bizia egin dit. Gai hau izan zitekeen alor zientifikoen ikuspegi integra
tzaile bat eman ziezazuekeena.
174
zuzenago uztartzen baita). Azkenik, Korzybskik erakartzen du hain juxtu bera
denagatik izendatzea: Matematiko-fisiko-biologiko-fisiologiko-psiko-sozilogikoa.
Luze samarra deitura, baina argi adierazten duena. Pozten naiz, halaber, estetika
sartu ez zuelako. Nirekiko daukat Semantika orokorra eta Estetika orokorra ikus-
pegi zientifiko eta gizatiar, batasundun, garaikidea Unibertsitatean zabaltzeko oi-
narrizko 2 alor handi bezala definitzen direla. Diziplina zientifiko guztiak behartzen
dira hemen topaketa gune honetan, zehatz eta osoki definitzera, gure eskura.
Ikus dezagun hemen, Semantika orokorrean, zientziak barruan daudela.
Estetika orokorrean kanpoan daude. Bi zirkuluen bidez irudikatzen ditugu,
hurbiltzen ditugu. Bai Semantika orokorrak, bai Estetika orokorrak, beste es-
pezialitateekin tratatzean, beren termino osagarria hartuko dute. Artistaren
topatzea hizkuntzalaritzarekin (bi agingailu bezala erabiltzen ditugu, biratuz,
bi zirkuluak) erraz zertzen dugu: Semantikatik abiatuz, Semantika estetiko bat
eta hizkuntzalaritza-Semantika bat. Artistarengandik abiatuz, hizkuntzalaritza-
estetika bat. Topatze, konbinaketa, Semantika eta Estetika aplikatu sailean
gaur gure herrian falta den eta zuei zuen ikasketak hautatzean interesgarri ger-
tatuko litzaizuekeen diziplina, espezialitate paleta aurkituko genuke. Niri iritziz,
2 gai hauek derrigorrezko izan beharko lukete edozein karreratan, eta haien
ikasketak, zuek Uniberistate-aurreko dei tzen duzuen prestaketa-ikasturtea
osatu beharko luke, zentzua emango lioke. Jabetzen naiz noski gisako ikaske-
tak eskatzeak behartzen duela adituek arratarik handienaz landu ditzatela, eta
fakultate bakoitzeko katedradunek beren prestaketa pertsonalaren froga edo
azterketa gisan har ditzaketela eta ez zenituzketela aldeko. (Oso labur, baina
zuen Unibertsitatean zientzia bereizien alderdia ukitu dugu puntu honetan eta
nola taldeka daitezkeen. Baldin zuen Unibertsitatea ez bada leku egokia be-
rezitasun zientifikoen gogoeta une berean panoramiko eta lineal honetarako,
gure Unibertsitatea bada, zuena gizaki zatikatuen heziketa ez osatu bat izango
da beti ere, ez indar zientifikorik ez balio moralik ez duena, garaiz laguntzeko,
munduaren ordu honetan, gure bizitzaren eta gure herriaren aldaketarako).
ALDAKETEN LEGEA
175
baldin adierazpenaren barneko biologia bategatik, artistaren komunikazioak
bere ondorioen emaitza batekin amaitzera behartuko duten aldaketa batzuen
menpean badaude edo, ondorio hauek abentura baten menpean badaude
jarraitasunean, non zuritu daitezkeen apeta, anarkia, edo artistaren borondate
berezia edo nahikoa ez dena.
Bada zerbait arte ibilbide guztietan sumatu dena: une batzuk non adierazpena
geometrikoki nabarmentzen den, bera formalizatuz, ondoren desgeometrizatze
bat jasateko, desformalizatze bat, konposaketaren egonkortze geometrikoaren
aurreko egoeraren desantolaketa bat. Ezkerretik eskuinerako lerro horizontal
batekin aldaketen denborazko igarotzea irudikatzen dugu. Gorakako kurba bat
marrazten dugu une batetik abiatuz horizontal honetan, hara jaitsiko delarik.
Aipatzen ditugun bi uneak aldi honetan idatzirik geratzen dira.
Adierazpena igotzen doa geometrizazio jarraituzko hazkunde batean (den-
bora mugimenduarekin berdintzen dena bizitza geldiarazian armairuetan geo-
metrikoki banaturiko presondegi espazial bezala) geldiarazte oreka klasikoak
erdiesteko eta kontrako mugimendu batera igarotzeko non denbora saiatzen
den espazioaren presondegitik askatzen, osaketa desformalizatzen delarik.
Barrokoa ezaugarritzen duten uneak dira eta haien azkenak, mendebaleko
ulerkera historiko tradiziozkoan, adierazpenaren galera artistikotzat jo ohi dira,
badirudi adierazpena desegingo dela, galdu egingo dela, amaituko dela, eten
egingo dela, eta eten ez dadin (artistak uste baitu adierazpen artistikoa ez
dela eten behar), artista berriro hasten da. Badirudi artistak adierazpenaren
muga metafisiko batekin egiten duela topo, ez duela (artista mendebaleko tra-
dizioan) igaro nahi ezta haren egiazko izaera jakitea ere nahi. Muga hau, murru
metafisiko hau ez da murrua, bigarren aldi baten hasiera baizik non aldaketek
segitzen duten oraingo honetan lehen aldikoaren alderantzizko ibilbide ba-
tean, non adierazpena iristen den, desegiten den, zero negatibo bateraino,
han amaituko delarik ibilbide guztia.
Muga honek, non adierazpenaren lehen aldi positiboa eta handituz doana,
joeraz aldatzen duen, gainbehera doanera eta negatibora, eta osatu eta le-
hena esperimentalki amai tzen duen, gure
tzat koka
tzen da inpresionismoa
176
5. irudia. Prozesu historikoen kiribila artean.
177
azaltzen den uneetan barrokoaren azken uneen ondoren. Atzerakako uneak
dira, non artista, artearen mendebaleko historian, hasierara itzultzen lehiatzen
den adierazpenaren zero positibotik, itzulerako mugimenduak gertatzen di-
ren unea da, neoklasizismoa, neoinpresionismoa, mendebaleko burubidearen
formalismo logikoaren espresionismo positibistak erromantizismo, inpresio-
nismo, naturalismo bezala bigarren aldian iragartzen diren aldaketen premia
honen izaera, askatasun subjektibo eta amaitzailean bizitzarako irteera jarraitu
baterantz desobjektibatze estetikoarekiko mugimendu mugagile bezala uler
tzen ez duenean.
Mendebaleko artearentzat ez dago adierazpenaren forma positiborik bai-
no, adierazpenaren funtzionamendu bitariko bat, gure aldaketen Lege derrigor
aldi bakarrekoaren 1. aldi honetan aldi bakar batean monofasikoki egokitzen
dena. Wollflinek, bere kontzeptuen zerrenda bipolarrarekin ezaugarritu ditu
klasizismoari eta barrokoari egokitzen zaizkionak aldi bakar batean, neokla-
sizismoek, berpizkundeek jarraituki errepikatzen dituztenak. Adierazpenaren
gure arrazoitze hirutarikoan, bipolaritatea ez da iraultzen adierazpenaren bi
kategoria positiboetara (denborazkoaren geldiaraztearen espazialismo geo-
metrikoa barrokoan), baizik adierazpenaren eta ez-adierazpenaren (edo adie-
razpen positiboaren edo negatiboaren edo adierazpen eta harmenaren) kon
tzeptuei dagokie.
Adierazpenaren hazkundea eta erortzea adierazi ditugu grafikoki eta nola
inpresionismoaren muga gainditzen den, bigarren aldi batekin topo egiteko,
non 1. aldian hazten doan adierazpena erasten den zero azken eta negatibo
bateraino, non ibilbidea osatzen eta amaitzen den, eta eteten den, mozten
den jarraitutasuna ekimen artistikoan. Posibilitate honetan, artistaren labora-
tegitik kanpora gainerakoen bizitzara joan behar duen zerbait landu du arteak.
Eskema hau osatzen dugu bizitzako alor hau zero negatiboaren ondoren ipi-
niz. Artearen historia ulertzeko bi kontzeptu desberdinekin egiten dugu topo,
adierazpenaren aldaketa esperimentalen bialdiko Lege baten eskema honen
gainean.
Kiribilaren, historiaren irudikatzeari buruz jarraitutasunean, Europan onar
tzen diren bilakaerak aparta ditzakegu. Ordenatzen ditugu, aldioro kontura
tzen gara laburragoak direla denboraz: - Milaka urte Historiaurre bezala har
tzen dugunean, 2.- ehunka urte, Grezia, 3.- Arte kristaua, 4.- Berpizkundea,
5.- Neoklasizismoa eta Erromantizismoa Inpresionismora arte 19.aren azke-
178
netan, Goyarekin ongi deskriba daitekeen aroa, eta 6.- Arte garaikidea, berriro
hasi zenetik 60 urtetara behar bezala jarraitzea eragozten dion zerbait gerta
tzen denaren sintoma nabarmenak erakusten dituena. Zirkulu batekin irudika
tzen dugu adierazpenaren mundua artean eta mendebaleko historiarako Wo-
llflinek klasizismo Klasiko eta klasizismo Barroko kontzeptu polarrekin soilik
ezaugarritzen ditu. Zirkulu hau bi ataletan banatzen dugu eta adierazpenari
molekularki izendatu diogun espazio-denborazko zehaztasunarekin jasotzen
dugu (6. irudia):
A Errealitatean, arte esperientzia baino lehen, arte guztiak nahas-
tuta daude, eta sentiberatasun sumatzaile ikus-entzunezkoak
ez ditu suma tzen ezta mendera tzen ere. Eder edo i tsusi,
atsegin edo desatsegin sentimen orokorrekin bakarrik eran
tzuten dugu Naturaren aurrean... Pentsa dezakegu E eta D
adierazpenaren egitura molekularraren eragile bezala aske sol-
te eta askatasunean daudela
B eta C Arte laborategia, handik igarotzen delarik errealitate guztia, ar-
tista desestal dezan
B aldi bakarra arte tradizio latinoan
f1 sarrerako muga artearen eta bizitzaren erdian
f2 muga inpresionista hazten doan adierazpenaren 1. aldiren eta
murrizten doan 2. aldiaren artean
f3 irteerako muga artearen eta bizitzaren erdian
0tik 45era naturalismoak eta neoklasizismoak, klasikoaurreko aroa
45etik 135era lantzea eta klasikoa (ÉT)
135 oreka klasikoa, geldiarazte gorena, denbora gabetasun gorena
eta tentsio laua
135etik 225ra barrokoaren lantzea (ET), planoaren haustura sakonean eta flo-
tazio printzipioa
179
6. irudia. Klasizismoen adierazpena.
180
225etik 270era barrokoaren izaera aldaketa, adierazpen molekularren desegi-
tea, sakontasunaren desegitea, planoaren biguntzea, izaera in-
presionista eta zeinu hiztun eta irtena isil eta hartzaile bihurtzea,
objektibotasunetik subjektibotasunera igarotzea
270 muga metafisiko edo inpresionista. Arte adierazpenaren eror
tze sentsazio mendebalekoa eta adierazpen klasikora itzultzea
berpizkunde, neoinpresionismo, neoklasizismoetan barna
C
270tik 360ra 2. aldia aldaketen gure Legean, tradizio latinoko artistak
mendera tzen ez duena, kontutan har tzen ez duena, haren
existentziaren, haren premiaren kontzientzia esperimentalik ez
duena. Han banatzen da adierazpena, itzali egiten da. Harmen
soila = Obra hutsa = 360 = õ
D errealitate, bizitza = A, baina artistaren esperientziaren ondo-
ren (Poetika post-esperimentala), poetika-2 poetika-1 xalo eta
pre-esperimentalari dagokionean edo Poetika A. Herri artea eta
izaera ausazkoa eta arteen nagusigoa errealitatearekin uztartu-
rik.
Aurrez aurre topo egingo dugu arte europarraren historia osoa era ordena-
tuan eta balioztatuz jasotzeko gai den lauki grafiko batekin.Aurrez aurre topo
egingo dugu arte historia desberdinak, espazioz eta denboraz urrunak, inoiz
edo behin homologoak, estetikoki antzeko diren artistez eta lanez osatuak
beren artean erlazionatzeko posibilitate honekin. Adierazpenaren eta artearen
joera adierazleen aldaketen logika batek irudikatzen duen eskala sailkatu bat
181
erabiliz (aldaketen oinarrizko Legea), aro desberdinak beren arte historiarekin
kokatuko ditugu.
Arte Garaikidearen bilakaerarekin abiatuko gara (A.G.).Gogoeta hau obje-
ktibotasunez abiaraziko dugu: euskaldunak gara, zer egiten du artista batek
gure herrialdeko errealitate izpiritualean?
Nik, 21 urte nituela, 1929an, guztiz artera emateko erabakia hartu nuen.
Gure herrian euskal Berpizkundeaz hitz egin ohi da, baina artearen aldetik ez
dago ezer edo kasik ezer: kultur atzerapena eta informazio gutxi munduan
artearen alorrean gertatzen denaz. Baina munduan Cézannengandik abiatu
den nazioarteko hedapena duen arte bat ari da lantzen; data hain zuzen da
1905a (Einsteinen erlatibitate mugatuaren teoria, errotiko aldaketak aurkikun
tzen izaera zientifikoan, arkitekturan funtzionalismoan eta istmoetan edo bata
bestearen segidan datozen arte joeretan ispilatzen direnak). Ulertzen dut gure
garaiko kultur konplexutasuna, ezagutza alor batzuek besteekin duten zeriku-
si hertsia, eragin-trukea, pentsamendu garaikidean gertatzen den guztiaren
informazio zailtasuna, artistak dituen mugak ikerketa honetarako, baina ahal
dudan bezain ernai egoten saiatzen naiz, arteko azken joeretan sartzen naiz
eta nire esperientzia pertsonala eta nire ideiak jasotzen ahalegintzen naiz.
1958-59an, 30 urtez erabat artera emana nengoela, topo egiten dut berdin
zero zen eskultura batekin, huts batekin, ezerez. Ez ezer gabe: hain zuen ere
Ezerezekin. Saiatzen naiz jarraitzen eta konturatzen naiz nik lantzen nuen ildo
esperimentala itxita zegoela, amaituta.
ESPERIENTZIA PERTSONALA
Azken urteetako nire egoera aztertzen dut. Adierazpena kentzen, hura itzal
tzen lan egin dudala konturatzen naiz. Nire azken amaia zen ondorio logikoa.
Aztertzen dut nire esperientziarekin erlazionaturik egon ziren beste artisten
esperientzia. Nire analisi erkatua zabaltzen dut arteko eta literaturako beste
hizkeretara. Konturatzen naiz adierazpenaren aberaste objektiboko garai luze
baten ondoren artelanaren isiltze orokor jarraitu bat etorri zela adierazpen ob-
jektu bezala. Baina artistak eta kritikoak gainditu nahi zen sortzailearen ahultze
edo neke bati egozten ziotela. Nik pertsonalki askatasun izpiritual sentimen
berri eta ezezagun bat sumatzen nuen, berriro bizitzan sentitzen nintzen, ar-
182
tetik graduatu bezala ordura arte artistaren alorreko ez bezala jotzen nituen
egitekoetan gainerakoekin batera parte hartzeko. Hain zuzen ere portaera
politikoari nagokio bizitzaren eta gizartearen eraberriketan, bereziki hezkun
tzako egituren eraldaketan. Arteari zor nion sentiberatasun berri baten jabe
sentitzen nintzen. Eta artistak (artearen egiteko sozial hau zuzen ulertzen nuela
iruditu zitzaidan) gainerakoei helarazi behar ziena. Baina artista, errealitatea-
ren eta bizitzaren gure ilun guztiak desbesterentzen joaten ahalegindu zelarik,
besterentzeetako azkenean, artearen alor propioarenean, eroria zen eta han-
dik ez irteten setatzen zen.
Nire pentsamendu estetikoak antolatuko nituela erabaki nuen, artista ga-
raikidearen bizitza barneko eta esperimentalaren alde onak eta txarrak aztertu.
Espazioaren hartze formalaren eta hustutze kontzeptuak kontrajartze adie-
razlean, artearen aro historiko baten bilakaera osoa hartzen zuten kontrako
zeinuko 2 alditako adierazpenaren aldaketen Lege orokor batean zertu zi
tzaizkidan zehazki. Lege hau beterik, artistak bere lan barneko, esperimentala,
betea zuen arte Laborategi barruan. Arteak, beraz, etena izan behar zuen, hil
egin behar zuen, bizitzarako giza sentiberatasun berri bat jaio zedin. Aldaketa
historiko bakoitzean, kultur ingurunearen aldaketa bakoitzean, arteak berriro
ekin beharko zuen, gizakiak bere errealitate berriarekiko, izpirituak inguruare-
kiko oreka berreskuratzea bilatu, sentiberatasun existentzial berri bat lantzeko,
bera babesteko, errealitate berria askatasunez sumatzeko eta hura mendera
tzeko gauza izango dena.
Aldaketen Lege honek eredu bezala edo analisi tresna eragile bezala balio
behar zidan arte bilakaeretarako historian. Europako aro historiko bakoitzari
legokioke, agerian edo ezkutuan, lortua edo lortu gabea, ibilbide oso hauetako
bat aldaketen Legean, une berean haren baliozkotasuna egiaztatua geratzen
zelarik. Aldaketen Lege honen barruan kokatuko ditugu historiako aro desber-
dinak, gure garaitik Europako Historiaurrera jaitsiz. Sei arte-aro dira zeinekin
finkatzen dugun gure gaurko eguna eta gure iragana hartzeko iritsi nahi ge-
nuen Lauki osoa, zentzu historikoarekin eta zehaztasun kritiko, erkatu, balora
tzailearekin. Ezin ahantz dezakegu euskaldun bezala, kultur tradizio bikoitz
baten azpian aurkitzen garela: latinoa, agerikoena eta Europako gainerako he-
rriena bera, eta gure geurea, euskalduna, ezkutuan, era nahasian, era ilunean,
baina zalantzarik gabe gordetzen duguna, gure hizkuntzaren ageriko adie-
razpenarekin, Europako Historiaurrearen azkenetatik, baina ez gainerakoen
183
ulerkera eskasegi eta soilik latinoaren arabera sinestarazi nahi zaigun bezain
urruna eta dezifra ezina. Ez ezagutze honen errua, interesgarria litzateke zuzen
interpretatzea gure ezkutuko arima ama europarra, eta hala eta guztiz ere ez
dugu ezer egin gure artean ikerketa hauek antolatzeko, ezta ere nazioarteko
mailarekin kanpoko ikerlariekin lehiatzeko.
Zuetako batzuk guztietan posibilitaterik onenetik abiatuz, ulerkera este-
tikotik abiatuz, auzi hauek ukitzen dituen nire liburua aipatu duzue, eta nik es-
pero nezakeen goraipamen handiena egin didazue eta ez nuen susmorik ere
inork egin ziezadakeenik edo nik merezi ere merezi nezakeenik. Hura irakur
tzeak tradizio latinoaren aurrean euskaldun bezala sentitzen zenuten kultur
gutxitasun konplexu bat kendu dizuela esan didazue. Biziki hunkitu nau zuen
aitorpen honek (nola eskertzen dizuedan). Nik ere banuen kultur gutxitasun
konplexu hori. Orain ikusiko duzue lauki orokor honek balioko digula pen
tsaera izpiritualeko bi mota, bi kultur arraza bereizteko; gurea, etikoa, his-
toriaurreko tradizioduna, zeinarekin pentsamendu garaikidea ari den lantzen
etorkizunaren aurrean, eta latinoa, mendebaleko tradizioduna, positibismo
logiko soilik arrazionalista batek mugatua. Eta jakingarria da pentsaera logiko
honek, bere notazio, idazkerarekin aurretiko bezala bere jatorrizko sustraia
gure azildarrean daukala. Gogoeta honetan osagarrietan aurkitzen gara, ezin
esan dezaket orain zehatz non.
Baina orain begizta dezagun arte bilakaera hauen laukia aldaketen Lege-
ko eskala bialdikoaren arabera antolaturik (40. orrialdea) Bi aldiak banatzen
dituen muga metafisikoa edo inpresionismoarena bertikalean jaisten da bi-
lakaera historiko guztiak bi ataletan banatuz. Topo egiten dugu A.C.rekin 6.
bilakaera edo historian, Historiaurrea 1. bezala hartuz. Behetik gora, laukia
osatuz: 2) Grezia, 3) Arte kristaua, 4) Berpizkundea, 5) Neoklasizismoa Inpre-
sionismora arte (18. eta 19. mendeak). Nire lehen kezka da jakitea ea bilakaera
hauetako bakoitzaren azkenean nire azken obraren izaera huts eta transzen-
dente, amaitzailearekin uztar dezakedan eta aldaketen bigarren alde honetan
adierazpenaren hustutze espazial, murriztailearen zeinu negatiboari dagokion
obraren bat aurkitu ahal dezakedan. 1959an, Aginan nago, harrespil eskualde
batean lanean, Velazquezen hirugarren mendeurrena: Las Meninasko pintura
hutsa pintura azken huts bezala ulertzen nuen Berpizkunderako. Bat-batean,
konturatzen naiz harrespila har dezakedala euskal Neolitikoko estatua hu
ts bezala, non historiaurreko artea betirako bukatzen den gure herrian. Hiru
184
azken hauei buruz dihardut Q.T. nire liburuan. Argitaratu berria dut, kontura
tzen naiz Partenona arkitektura huts bezala seinale amaitzaile mota honi da-
gokiola. Izan ere Partenona ez da gure harrespila biribilkiaren huts sagaratu
eta sinbolikoa baino, adierazpen figuratibo bezala ordea. Peripteroa, pilareen
barruti laukizuzena, harrizko zirkunferentzia batek marraturiko gure biribilki hu
tsari dagokio. Bere barnearen irudikatze sagaraturako tenplu bat eraikitzen
da, inolako egiteko praktikorik batere ez duena noski. Atenasko akropolian
Partenonaren sinboloa azaldu bezain laster, hiri greziarretako akropoli guztie-
tan partenon bat eraikitzen da. Gure lurralde neolitikoan gertatu den gauza
bera harrespilen biderkatzearekin.
Halaber hitz egiten dut nire liburuan harrizko lorategi hutsaz, paisaia huts
bezala, pareko seinale bezala ekialdeko tradizio estetikoan. Hitz egiten nuen
orobat tradizio kristauari buruz, espazio huts garaiari buruz, arkitektura erli-
jiosoko gotikoari pareko seinale bezala letorkiokeena.Bilakaera hauek azken
zertu gabe bakarra 19.eko azkena litzateke Inpresionismoarekin. Egiaz, al-
daketa hauen, bigarren aldi honen existentziaren esanahiari eta garrantziari
buruzko kontzientzia falta da, baina azken transzendente honetarako hurbil
tze hunkigarriko obrak eta asmoak pinturan, musikan, poesian, Monetengan,
Debussyrengan, Mallarméren Igiturean azaltzen zaizkigu. Amaitu berria dut
inpresionismoen izaerari buruzko ikerketa bat, ez naiz geldituko hemen ora-
in. Beharbada, txosten honen amaieran horretarako astirik geratzen bazaigu,
gogoetaren bat, Estetika aplikatuetako, inpresionismoaren ikerketari dagokien
alderdiren batzuk argitu ahal izango ditugu, aro historikoetako bakoitzean tra-
dizio latinoan. Orain adierazi behar dudana da ezen Greziaren ondoren eta
19. mendeko inpresionismora arte, arte historia era jarraituan gauzatzen dela
aldaketen lehen aldian, tradizio latinoa da, aldi bakarrekoa eta jarraitua. Velaz-
quezen egitandia beranduegi gertatzen da eta ez da inor enteratzen. Estetika
aplikatuetatik, metodikoki plantea ditzakegu kultur gertakariak, haien egoerak,
haien arazoak, eta antolaketa balioztatzaile batean haiek eskala gisan finkatu,
bilakaera bakoitzeko alor laukizuzen eta bialdikoan.
Europako artean, historiako aro bakoitza irudikatzeko erabiltzen dugun
alor laukizuzen honen ezagutzetik abiatuko gara. Inpresionismoen muga me-
tafisikoa bi ataletan banatzen du, aldi bakoitzeko bat. Hasierako zeroa beheko
erpinean ezkerretan jasotzen dugu.Lerrotan horizontalki, ezkerretik eskuinera
eta behetik gora, kirian-kirian, jasoko dugu bilakaera artisten arabera, obra
185
ALDAKETEN LEGEA ETA OSOKO PROZESU LAUKIA ARTEAN
186
edo joera edo belaunaldien arabera. Muga hau zeharkatzen da eta bilakaerak
aurrera egiten du laukizuzenaren eskuineko aldean, goiko aldean azken zerora
iritsi arte. Hau teoriaren aldetik. Lehen aldian adierazpena Espazioaren pilatze
formalistaren edo informalistaren bidez gertatzen da, bigarrenean ezabake-
taren bidez, espazioa hustuz. Lehen aldian, obra izaeraz espresionista da,
hiztuna, irtena. Obra beteta dago, tonalitatearen mundua da, haren egitura
derrigor itxia da betetzen doala, eta ikuslea aurrean geratzen da jite funtsean
pasiboz eta hartzailez. Aldatzen da obraren bezala obrarekiko harremanaren
izaera ikuslearen egintzaren bidez. Egitura doa hustuz, isilduz, irekiz, atonali-
tatearen mundua da, eta ikuslearen iriste eragilea obrara baimenduz. Aldi hau
inpresionista bezala zertzen duten ezaugarriak dira, subjektibotasunaren alde.
Pertsona kontzeptuaren, bere askatasunaren eta bizitzarako bere nagusigo
izpiritualaren kontzientziadun gizakiaren kontzeptuaren sorkuntzari dagokio
sinbolikoki azken zeroa. Azken zero honen eskuinetara, lerroa luzatzen dugu
bizitzari dagokion kanpoko aldeko barruti honekin lauki orokorra osatzen duen
barruti bertikal bat zertzeko. Barruti honetan arte esperimentazioko barneko
Laborategikoak jada ez diren arte joerak ari dira gauzatzen gaur, artistak ora-
indik hala uste badu ere. Barruti honetan bilakaera bakoitzeko herri arteari,
itzulerako joerei, berrikuste eta askatze ariketei dagozkien gertakariak jasoko
ditugu.
Ikus dezagun barruti laukizuzen honen erlazioa ezagu tzearen barrutia
irudikatzeko koordenatuen barruti triangeluar bezala marraztu ditugun lehen
eskemetako batekin, zeinaren erdigunea gizaki bezala zertu dugun (o = G).
Hiruki zuzenaren hipotenusaren beste aldean, biribilki txiki batekin, zero ba-
tekin adierazi dugu beste mundua, Jainkoa, Ezereza, Absolutua, Transzen-
dentea. Zatitzen dugu area laukizuzen bialdikoa abiapuntuko zerori kontrajarri
eta muga metafisikoa mozten duen diagonal batekin eta ulertzen dugu beste
mundu absolutu eta transzendentearen eta zero negatibo honen arteko ze-
rikusia, zero honek sentiberatasun libre, existentzial, estetikotik landu baten
kontzientzia transzendentea adierazten baitu termino erreal, gizatiarretan.
Artetik abiatuz kontzientzia hartze sail honen azken puntu honek artistak
tradizio latinoan erdietsi ezin duen azken desbesterentzea, artearena bera-
rena irudikatzen du. Estetikoki erabatekoa, transestetikoa, askea eta tran-
szenditua, existentzian librea den puntu bat da. Gizaki berri baten izaerari
buruzko espekulazio desberdinak ukitzen ditu kontzeptu honek. 0 honek,
187
sentiberatasunaren bilakaerako azken puntu honek T. de Chardinen omega
puntu erabatekoa dakarkigu gogora. Eta pentsatzen badugu joera bakoi
tzean aldaketen Legeari berari dagokion ibilbide bati jarraitzen zaiola, joera
bakoitzeko azken erlatiboek aldaketen Legean zehar omega puntu erlatibo
txiki sail bat marraztuko lukete (irudia). Baina gogoeta konparatu honetan
jarririk, gure Estetika honen izaera berean sakondu beharko genuke etorki-
zunaren aurrean. Har genezakeen tradizioan gure orainaren, eta harekin hau
tsiz, eta mundu egiaz berri eta liluragarri baten (hainbestekoa izango ez bada
ere) bertatiko etorkizuna (ez bada hainbeste ere). Estetika egiazko baten eta
estetika-fikzio baten artean.
Baina onartu ezin daitekeena da etorkizuneko arte baten arazoei estetika
zahar eta tradizional batekin heltzea. Ale honetatik, iruditzen zait aldaketen
logika batean oinarrituriko estetika hau beharrezkoa dela gure errealitate ho-
netarako, zeinetan jardun behar dugun une berean gure orainari eta gure etor-
kizunaren gainean gogoetatu eta espekulatu genezakeen orainari buruz. Ez
dago etorkizunerako prestakuntza hoberik gure oraina eguneratzea baino.
Esperimentu honen posibilitatea ere pentsatzen dut: Buru elektroniko ba-
ten memoria elikatzea edo memoria garbi bat sortzea, aldaketen Lege hone-
kin eta ikusi zer esaten digun, zer jartzen digun agerian iraganeko dokumentu
estetiko batetik abiatuz, kulturalki deskribatzen dizkigun gertakarien kurba
esperimentalak. Edo irtenbide estetiko bezala esaten diguna galdera edo
desesaltze sail baterako, logika artistiko «liluragarri» baterako etorkizunean.
Begira dezagun ibilbideko une bakoitza aldaketen legeko eskalarekin duen
kidetasunaren arabera irudikatu eta zertu ahal izateaz aparte ere (zenbaki
positiboekin lehen aldian eta zenbaki beraiekin baina negatiboekin bigarre-
nean (aski litzateke zenbaki bat artista baten obra bat edo haren bilakaeraren
une bat kritikoki zertzeko), zehaztasun algebraikoz balioztatu ahal izango li
tzatekeela.
Notazio zeinu bezala: hasiera egoerarako, zeroa. Amaitzailerako, zero ne-
gatiboa (-0), zeroa zeinu negatiboaren azpian. Muga metafisikoa (m.m.) edo
inpresionista (m.i.) adierazteko zeroa lerro zuzen batek edo i maiuskula ba-
tek zeharkatua (Ø) urrezko zenbakia irudikatzeko erabili ohi den fi letra (Ø)
gogoratzen diguna, eta hain zuzen ere, m.m. hau bilakatzen da gure aldake-
ten Legeko urrezko zenbakia, are ikusten dugu grafikoki bi aldien banaketa
puntuari dagokiola. Azpimarra dezagun prozesu bateko hasierako zeroa (o),
188
7. irudia. Kontzientzia estetikotik abiatuz.
189
hau egiazko kontzientziarekin planteatua izan denean, Cézannekin A.C.ri da-
gokionean gertatzen den bezala. Garrantzirik handienekoa da hau, tradizio
latinoan izan ere prozesu batetik hurrengora igarotzea klasizismora itzultze
sotilen bidez gertatzen da kasik konturatu ere gabe. Neoinpresionismo bera
(eta horretan ari da Cézanne), eta Inpresionismoa luzatu nahi duena, ez da in-
presionismoa bera eta jasan behar zuen bilakaeraren logika batere ez ulertzea
baino. Neoinpresionistek apetaz botatzen diote esku espazialismo klasizistari.
Bereziki Seurat, inpresionistetan gazteen eta gutxien informatua (aipatu dudan
nire saiakeran mintzatzen naiz zehazki auzi honi buruz) da gainerako lagu-
nak desbideratzen dituena, eta hauen artean aurkitzen da Cézanne bera ere.
Horregatik lekuren batean aurpegiratu diot Cézannei inpresionismoari traizio
egin izana. Baina Cézanne da, halere, arte prozesu garaikidearen hastapenak
teorikoki eta formalki adierazten dituena. Bestalde, artista batek prozesu berri
baten hasiera planteatzera iristeko duen kontzientziak (Cézannen kasua, eta
baita Goyarena ere bere lehen aro iraultzaile bezala bere tapizekin natura-
lismora irekitzen saiatzean, klasizismo bete-betean) aurreko artearen egoera
zalantzarik gabe amaitzailea idorotzera garamatza.
BI ARRAZA ESTETIKOAK
Marraztu dugu, begien aurrean daukagu (8. irudia) azken Lauki sinoptiko
hau. Prozesu historikoen azken amaiko uneak jasotzera gindoazen, tradi-
zioari hutsaren sinbolo sagaratua kontzientzia estetiko azken bezala helarazi
eta artistaren ekimen esperimentala eteten dutenak, herri artistari leku ema-
nez. Jaso dezagun une hau, historiaurreko arterako euskal neolitikoko ha-
rrespila. Greziarako, Partonena. Maila historiko honetarako, alboan jasotzen
dugu Kyotoko Lorategi hutsa, ekialdeko tradiziokoa. Eta puntuz osaturiko
lerro batekin geroago gogoetatzeko, muga bat, non uztartu behar dugun arte
grekoaren abiapuntu den mitologia eta historiaurreko pentsamenduaren eki-
menetik erator daitekeen mitologia artean. Arte garaikiderako, gure estatua
hutsaz baliatzen gara anotazio honetarako, pertsonalki une hauek bizitzen
ari garenez, Laborategiaren eta bizitzaren, barne ikerketaren eta herri erabi-
leraren arteko mugetan ugaltzen den arte ekoizpen baten desbideraketekin
ilundu aurretik.
190
GURE ARRAZA IZPIRITUALA
Ziurrenera irudi hau anotazioz beteko dugu. Lehenbizi A.C.n izugarriko ekimen
sortzaile agerikoa sumatuko dugu bigarren aldian, nabarmen aldi bakarreko
diren estilo latinoen tradizioaren aldean, hauetan ekimen bialdikoa urria bai-
ta eta oharkabean pasatzen baita. Prozesu garaikidea uztartzen dugu azken
prozesuarekin historiaurreko euskal neolitikoan, non arte ekimena eteten den,
arte ekimenaren emaitza bezala, gizakiaren lehen diseinu historikoa, gure tra-
dizioaren sakonean ulertze estetikoaren bidez ezagun dezakeguna hain zu-
zen azaltzean. Aipatu dugu gure humanismo tradizionalaren eta darionaren
artean, kultura garaikidean lantzen den humanismo existentzialistaren artean.
Nire liburuan erabili dut auzi hau. Berriki Etienne Salaberry apezak idatzi du
liburuxka bat harriduraz ahomentatuz ezen bilakaera izan duen Teillard de
Chardinen gizakiaren izaera etiko eta gizatiarra hertsiki loturik dagoela gure
euskal tradiziokoarekin. Artearen lantze amaitzaile, bi aldikoak zertzen du ar-
nasketa izpiritualeko giza mota bat. «Euskal arimak beste era batera arnasten
du» adierazten zuen A. Donostiak tradizio latinoko arimatik bereiziz. Guk eus-
kaldunok garrantzi bakarra eta gehiegizkoa gure sudurraren edo gure kaske-
zurraren neurriari eman diogu, antropologia fisiko baten arraza desberdinta-
sunei, alegia, adimen hazpegiak ezertarako kontutan hartzen ez dituen irizpide
taxonomikoei. Eta azpimarratu nahi dut gure pentsaera dela hain zuzen arraza
izpiritual bezala zertu gaitzakeena arrazakeria izpiritual latinoaren aldean. Lauki
hau begiztatuz konturatzen gara pentsaera mota desberdin bi daudela: lati-
noa, Greziaren ondoren (3, 4, eta 5 prozesuak) arraza izpiritual aldi bakarre-
ko eta jarraia. Eta euskalduna, latinoaurrekoa, historiaurreko tradizioan, arte
garaikidekoarekin, arraza izpiritual bialdiko eta etenkaria (etenkaria hitzarekin
esan nahi dut artearen xedea, salbameneko jakintza politikoa, erdietsia, eten
egiten dela) (hauxe zen nik sentitzen nuen gutxiagotasun konplexu aizuna gure
tradizioan tradizio latinoko arte ekimen jarraia ez sumatzean).
Erraz ulertuko dugu kidetasun izpiritual bat gurekin bigarren aldian aur-
kituko ditugun tradizio latinoko artista haiekin. Eta gure arnasketa izpirituala
normaltzeko ahalegina, oraingo une hauetan, arte garaikidea ulertzera zuzen-
duko dugun ahaleginean dagoela. Lehen aldiz arte prozesuen historia latinoan
euskaldunok topo egiten dugu gurearen antzeko den arte ikerketaren mundu
batekin: tradizio latinoarekin mozten du, harekin saia gaitezke gure izaera argi
191
192
8. irudia. Bi arraza estetikoak.
tzen eta gureak bezala inondiko beste herri europar batek ekar ezin duen indar
tradizional batekin era eraginkorrean esku har dezakegu.
Orain artekoan gure mundu izpirituala ulertua izan ez denez gero, ez due-
nez aukera unibertsalik izan azaltzeko, ezta guk ere ez dugunez egin ezer hura
ulertzeko eta hura ahulduz eta gure artean era larrian galduz joan garenez,
onartu behar duzue nire tema hura bereizten eta hura aitortzen. Mendeba-
leko artearen mundu tonikoaren kontra, atonalitatearen gure mundua. (Ato-
nalismoa, Espainiako abangoardiako gaurko musikagileek, ezin aipa ditzaket
gureak duela 60 urte gelditu baitziren, atonalitatea Europako musikan plantea
tzen zenean -Schönberg, «Pierrot Lunaire», 1912- ulertu ez dutena eta ulerta-
razi izan ezin diedana. Pos-serialismo batean aurkitzen direla uste dute, seria-
lismoaren ez ulertze bat baino ez denean, neoinpresionismoak inpresionismoa
ulertu ez zuen bezala, neoespazialismo bat baino ez izaki. Ez dira konturatzen
bi serialismo egon egon behar dutela, bata lehen aldian eta bestea bigarren
aldia, bata objektibotasun espazialistan, jarraitasun gabezian, eta bestea ja-
rraitasun denborazko eta subjektiboan. Baina bidetik urruntzen ari naiz Acteon
nire filmean izandako porrotaren oroitzapen oso hurbilarekin, ezin egin ahal
izan baitut zinema espainiarreko musikarien eta jende gizagajoen erabateko
desfaseagatik, atzerapenagatik, ezgauza baitira erabat arazoak ulertzeko gure
aldaketen bigarren aldian.
Mendebaleko egunezko, sortzean (eguzkiaren jaikitzea), mundu ortogra-
fiko, silabiko, azentuduna, argi eta itzalezko munduaren aurrean (itzal baino
argizkoa gehiago klasizismoak, argi gutxiagokoak barrokoak), mundu zuzena
bertikalarena, horizontalaren gurearen aurrean, sartaldeko mundu bat izaki,
amaitzen dena, gizaki osoa bizitzan ipintzen duena. Mendebaleko sartaldea,
Mendebalekoa baino mundu mendebalagoa, eguerdiraino soilik iritsi dena, gi-
zaki erdira, adierazpenaren erdira.
Mendebaleko munduaren aurrean, eguzkizkoa, fisikoa, lanbidezkoa, ob-
jektiboa eta soinu tsua, gurea arrea, barnekoa eta gauekoa, en tzunezkoa,
subjektiboa, metafisikoa eta isila, huts bizitzeko egokia, abentura poetiko eta
transzendentearena, pertsonan barrukotasunaren aurkikuntzarekin. (Gure ne-
gua, gure arraza metafisikoa neguan ari naiz izpiritualki izendatzen. Liburu hau
neguari opatu diogu).
Mendebaleko munduaren aurrean, ortografikoa, ortodoxoa, logosaren,
ezkerreko eskua menderatzeko legea eskuineko eskuan duen mundu orto-
193
logikoa, gurea pertsonarena, pathosarena, sagaratuarena, tradizio estetiko
osoa ezkerreko eskuan duena eskuina libre uzteko. Hori zen nire liburuan es-
aten nuena, euskaldunok bihotza eskuinean dugula. Zabaldu egiten dira, in-
tuizioak iristen zaizkigu, argibideak igotzen zaizkigu gogoeta honetan bigarren
aldira sartzen garenean.Heterodoxiaren gure mundua, heresian igotzen dena,
osatzen dena, irteten dena. (Ni heterodoxoa izan nintzen Bauhausen aurrean,
hala azaldu nintzen atzera begira egindako haren erakusketa handian Sâo
Pauloko Biurterkoan, 1957an, eta azaldu nintzen Bauhauseko tradizio biziko
bakar bezala. Adierazia nuen hasiera bertatik bideratu zuten okerra, estetikoki
oinarrizko kolore bezala zertzean fisika optikoko oinarrizko 3 koloreak (oker
fisikoa, naturalista, mendebaleko artearena), gorria, urdina eta horia zertzean,
nik gerora oinarrizko kolore espazial bezala proposatu nuen arrearen ordez,
esperimentatzeko zuria eta beltza (eguna eta gaua) tartekatuz (arrea, kolore
hutsa, oinarrizkoa inpresionismo orotan, oinarrizkoa gure pentsaera tradizio-
nalean). Hiru kolore hauek, oinarrizkoak gure aldaketen bigarren aldian, eta
geroago Kandinskyk ez-kolore bezala ezaugarritu zituenak hain zuzen. (Kolo-
rearekin erdietsiko nuen arrea Acteonen, soinuarekin isiltasuna, bakarraldiare-
kin kontzientzia).
Osa dezagun azken eskema hau errealitate garaikidean gure kultur egoera-
ri dagozkien arazo guztien ikerketa eratsu baterako prestaturik uzteko.
194
gizatiarra, gaurko eraikuntza estetiko bezala, jartzen den balio zientifiko
eta teknologikoekin integratzeko posibilitatean, ezagutzen osoko egoeraren
ikuspegi izpiritualago eta gizatiarrago berri batean errealitatean.
Horrela da nola izaera berria komunean, ezagutza guztiak (pentsamendu
zientifikoa eta pentsamendu literarioa, Fisika eta Metafisika, teknologiak eta
humanitateak) koordinatzeko eta pentsamendu gizatiarrera laburbiltzeko gau-
za den izendatzaile komuna izaeraz estetikoa den.
ESTETIKA APLIKATUAK
Aldaketen Lege arautzailea arte prozesuekin giltzatzen dituen Lauki (9. iru-
dia) honen eskuinera Estetika aplikatuen kartarekin marrazten zaigun sare edo
laukiteria honetatik abiatuz aztertuko ditugu gure arte historiaren eta gaine-
rakoenaren une bakoitza eta alderdi bakoitza, zientifikoki posible diren ikuspe-
gi guztietatik. Grafikoki irudikatzen dugu gure Estetika aplikatuetatik ikertzen
ditugun puntuen egokitasuna Semantika aplikatuen ikerketarekin, topaketa
bateratuko eremu osagarri batean, puntu koordenatuzko barruti batean. Pen
tsamendu fisikoa pentsamendu estetiko, semantiko-estetiko, logiko-estetiko,
logiko-psikologikoarekin bat egite posiblearen froga-lekua da, alor armonikoa
esanahiaren, hizkeren mundu errealaren egiturazko osaketarako.
Alor estetikoa zabalera esperimentalekoa non nik aurkitzen dudan kultur
gertakarien gertakari estetikoen irudikatze biologikoa osa dezakegula. Ikus-
pegi honetan non era antolatuan arte ikerketako eskualde desberdinak har
tzen ditugun, niri bereziki atsedengarri gertatzen zait ikerketetarako leku ego-
kia irudikatzea gestalt-theorie-ren (formaren, egituraren teoria, itxuratzearen
psikologia) pentsamenduarenak bezala, era gogaikarrian, tematsuan, artistari
lagun egin nahi baitio haren pentsamendu guztietan, estetikoki beste arazorik
ez bagenu bezala. Objektu adierazlearen eta komunikazioaren subjektuaren,
adierazlearen eta adieraziaren, esanahiaren eta hartzailearen arteko zerikusi
estetikoa gestaltismoaren ardura psikologikorako, niretzat egiazko zentzua du
muga inpresionistaz geroztik, adierazpenaren aldaketen Legearen 2. aldian,
egitura adierazlea jada lasaiturik eta irekita, ikuslea irits dadin eta era era-
ginkorrean esku har dezan prestaturik dagoenean. Esan nahi dut, Estetika
aplikatu batetik, Estetika psikologiko batetik, Semantika psikologikoarekin edo
195
9. irudiaT&opatzeen barrutia.
196
egiturazko Semantika batekin topo egitean, dago lekua non jasoko genukeen
ikerketa mota hau. Eta gauza bera pentsatzen dut filosofia edo Matematika,
edo Soziologia eta Ekonomia artistaren ideietan tartean sartzeari buruz. Este-
tika aplikatuetan bada leku egokirik ikerketa hauetarako (Estetika filosofikoa,
Estetika matematikoa, Estetika soziala eta ekonomikoa, marxista, e.a.).
Ohar hauek datozkit burura, behin behinean Estetika aplikatuen zerren-
da bat hastera goazelako, une hauetan, euskaldun bezala, ukitu behar di-
tugun arazo zenbaiten interesen arabera. Gure kultur ingurune atzeratuan,
gure Unibertsitatea eta gure ikerketak zientifikoki antolatzeko askatasunik eta
baliabiderik gabe, gure izpiritu eta kultur ondare aparteko eta guztiz aberatsa
gure iraganean lurperaturik dago oraindik, ukitu ezinezko, ezezagun eta alfe-
rrikako gure etorkizunerako. Gauza bera errepikatuz segitzen dugu, gure his-
toriako edo gure hizkuntzako 3 edo 4 arazori buruzko uste nekatu berak, gure
adituek zabaldu ezin dituztenak gure lurraldean dirudienez lekurik izan behar
ez duen zientzia baten horizonte murriztu eta abarkadunean. Zuek kanpora
atera izan behar duzue prestatzeko eta intelektualki itxaropen bakarra zarete,
baldin besterik badugu onez hauta ditzakegunen artean. Baina irakasten ari
zaizkizuen lanbidea aztertu behar duzue eta ez etsi.
Begien aurrean daukagun irudi orokor honetan 4 gai hauen eztabaidan
legozkiekeen lekuak zehaztu genitzake, eta baita puntu ezberdinak zeinetan
zabalduko litzatekeen haien horizonte zientifiko, analogiko eta kritikoa. Gure
ikerketetarako gure artean ezkutuan irauten duten beste puntu asko agertu
dira begien aurrean irudi honetatik, non egiaztatu ahal izango duzuen ea zuen
unibertsital prestakuntzak zuen espezialitatetik aukera ematen dizuen kontu-
tan hartzeko eta irtenbidea ematen saiatzeko.
197
Harri mugikorra 1956
Harria 22 x 21 zm.
199
Esferaren desokupatzea 1947
Burdina 40x 45 zm.
201
Esferaren desokupatzea 1957
Burdina 40 x 45 x 55 zm.
203
Esferaren desokupatzearen aldagarri arrautzakara 1958
Burdina 36 x 27 x 26 zm.
205
Eraikuntza irekia 1957
Burdina 36 x 45 x 29 zm.
207
Kaxa hutsa 1958
Burdina 46 x 46 x 46 zm.
209
Hutsak sailean 1958
Burdina 48 x120 x 40 zm.
211
Odiseo deituriko gudari armatu baten erretratua 1975
Burdina 44 x 54 x 48 zm.
213
BIOGRAFIA
215
1936 Antzerki politiko esperimentalaren sorrera, Santiago de Chile.
Harremanak Frente Popular-ekin, Santiago de Chile.
1937 Buenos Airesera itzultzen da. Espainiara itzultzeko asmoa.
1938 Itziar Carreñorekin ezkontzen da, Ameriketara iristean ezagutu zuen.
1940 Irudi etzanen sorta egiten du piramide etzanaren formatik abiatuz. Hutsuneak
irekitzea.
1941 Zeraminako Eskola Nazionaleko irakasle, Buenos Aires.
1942 Colombiako gobernuak kontraturik zeramikaren irakaskuntza ofiziala antola
tzeko.
1944 Bere «Amerikako artistei gutuna. Arte berriari buruz gerraostean» argitaratzen
du, «Revista de Universidad de Popayán» aldizkarian (muralismo mexikarra
kritikatzen du, «Estetika Objektibo» baten premia, espazioaren, denboraren eta
neurriaren zabaltze funtzionala).
1946 Bi hitzaldi eskaintzen ditu Bogotán Goyaren jaiotzaren bigarren mendeurrenaren
kariaz: «Esanahi espazialia El Grecotik Goya eta
Picassoraino» eta «Artearen eta herri estiloen arteko parekotasuna (pintura, Go-
yatik Picassora, eta tauromakia, Romerotik Manoletera».
«Zuloagaren handitasuna eta miseria» argitaratzen du «America» aldizkarian.
1947 «Estetika Objektiboa eta estatuaria megalitiko amerikarrari buruzko ikerketa»
txostena aurkezten du Quitoko Kultur etxean.
Trujilloko Unibertsitateko Ingeniari Eskolan kimika zeramikoko kurtso bat ema-
ten du, Peru.
«Arte Berriaren Jatorria», arkeologia eta arte garaikideari buruzko hitzaldi sorta
eskaintzen du.
Trujilloko Unibertsitateko Ikerketa Zientifikoetako Ohorezko Bazkide izendatua da.
Limako Unibertsitateko udako kurtsoetan hitzaldi bat eskaintzen du: «Lurrezko
koloreen teknika bat bilumen zuriaren gainean Cuzcoko eltzegileentzat».
Hitzaldiak ANEAn, Asociaciòn Nacional de Escritores y Artistas.
Pintore, eskulturgile eta arkitektoen esperimentaziorako «Espacio» taldearen
sorrera.
Moore-ren obraren eragina, hutsunearen izaera estatuarako ikertzen du.
Buenos Airesera itzultzen da.
Saiakera aldi berekoari buruz Hipolito Irigoyenen monumenturako eskultura le-
hiaketarako.
Hiru euskarrien gaineko eskultura.
«Txostena nire eskulturari buruz» argitaratzen du «Cabalgata» aldizkarian, Bue-
nos Aires.
216
1948 Espainiara itzultzen da.
1949 Bilbon bizi da, Iturribide kalean
Lehen Saria Felipe IVren monumenturako lehiaketa nazionalean.
Eskola Hispanoamerikarraren proiektua Madrilen (egin gabe).
Portzelana zeramikako lantegi bateko zuzendaritza teknikoa Bilbon.
Erakusketa «Salón de los Once» (Dau al Set, Miró, e.a.), Biosca Galeria, Madril.
1950 Arantzazuko basilikarako estatuaria osoa egiteko esleitzea lehiaketa bidez.
Erakusketa «Cuatro Escultores Abstractos» (Ferrant, Ferreira, Serra eta Oteiza).
Galerías Laietanas, Barzelona; Galería Studio, Bilbo; eta Galería Buchholz, Madril.
Bilboko Arte eta Lanbide eskola hartzea artista gazteekin, ondoren kanpora-
tuak. «Euskal Eskola» deitura erabiltzeari ekiten zaio.
1951 Ohorezko diploma Milango IX. Hirurtekoan, «Ensayo sobre lo simultaneo» eskul-
turagatik.
«Eskultura garaikideari buruzko txostena», Santanderko Unibertsitateko Arteko
Nazioarteko ikastaroan.
1952 «Estatuaria Megalitiko amerikarraren ulertze estetikoa» argitara
tzen du, Ad.
C.H., Madril.
«Eskultura Dinamikoa» hitzaldia, Santanderko Unibertsitateko Arteko Nazioar-
teko ikastaroan.
Estetika Konparatuen Institutuko Proiektua
Madrilerako.
Talde erakusketa Madrilen, Galería Xagra.
Arantzazun bere lehen estudio iraunkorra montatzen du.
«Renovación de la estructura en el arte actual» argitaratzen du «Revista de
Lekaroz»en Arantzazuko Basilikarako bere joera abstraktuari buruz sortutako
uzkurkerien aurrean.
Nazioarteko Lehiaketa «Presoner Politiko ezezagunari Monumentua»rako Lon-
dresen (Espainiar bakarra hautatua).
1953 «Exposición de Arte Fantástico», Galería Clan, Madril.
Lehiaketa Nazionala San Isidroren irudia egiteko, Madril.
1954 Arantzazuko Basilikako lanak debekatzen dira, Apostoluen eskulturak errepi-
dean utzita geratzen direlarik.
«Androkanto eta segi (Apostoluen harrien baleta errepidean)» argitaratzen du.
Arkitekturako Lehen Sari Nazionala Santiobidean, Oiza eta Romanirekin batera,
Kapera proiektu batengatik.
Aita Dominikarren elizako absiderako eskultura (Fisac-en eraikuntza, Viena Ar-
kitektura Erlijiosoko Lehiaketan saritua).
217
1955 Erakusketa «Arte Abstracto», Galería Fernando Fe, Madril.
Lana erliebetan Tarragonako Lanbide Unibertsitaterako.
Argi moduluak eta poliedroak irekitzea diskoaren bidez harrian zuzenean tra-
tatuz.
1956 Ereintza artifizialeko Institutuko fatxadarako erliebea Madrilen.
Juan Huarte industria-gizonaren laguntzarekin bere estudioa eraikitzen ari ziren
Madrilgo Ministerio Berrien eraikuntzan kokatzen du.
Eskulturgile lanean garai trinkoena eta sortzaileena. Bere sorta esperimentalak
egiten ditu «Asmo Esperimentala» betikoz zertzen duen bitartean.
1957 Sâo Pauloko IV. Biurtekoa Brasilen. Eskulturako Nazioarteko Saria jasotzen du.
Morandik eta Ben Nicholsonek jasoko zituzten beste bi sariak.
29 eskultura aurkezten ditu 10 familiatan antolaturik.
Harremana eta ondoren haustura Equipo 57rekin.
Artista desberdinekin esku hartzen du arteen integratze taldetan.
Pabiloi Espainiarraren muntaia Bruselasko Nazioarteko Azokarako (lehiaketa
nazionala Corrales eta Molezúnekin taldean).
«Asmo Esperimentala 56-57» bere katalogoa argitaratzen du. Testu hau aipa-
tuz, 1983ko apirilaren 20an, Santiago Amónek «Década de los 50 y los 60 en
España» gaiaz Bilboko Arte Fakultatean eskainitako hitzaldi batean:
(...) antologietan azaltzeko duin den manifestu bakarra Jorge Oteizak sinatuko
du 1956 eta 1957 artean Sâo Pauloko Biurtekoan aurkezteko (...) ohikoa ez
den buruargitasuna du. Haserako esaldia irakurriko dizuet bakarrik, handik gau-
za sail bat ateratzen dudalako nik. Titulutzat du Estatua espazioaren hustu
tze eraginkor bezala batasun formal arinen fusio bidez. Oteizak dio: «Entseiatu
nuen energiaren askatze mota hau hain zuzen Estatuan, batasun formal arinen
fusio bidez, hau da, dinamikoak eta irekiak, eta ez masa baten, solido edo
ordena hartzaile baten hustutze fisikoa, masa hautsiz, baizik espazio librearen
neutraltasuna hautsiz Estatuaren mesedetan, espazio baten mesedetan Esta-
tuak libratu behar dion baldintzapean, baina beti oinarrizko formen, matriz berez
espazial, bateratzeko gai direnen sistema logiko eta hazten doanaren bidez.
Eta pertsonen harremanen artean gerta daitezkeen arrazoi zentzugabeengatik,
sekula esan ez dudan zerbait esatera noa: Oteizaren testu hau da Tratatuaren
oinarria, Martin Heideggerek irakurri badu edo ez badu, ez dakit; baina testu
hau ondo irakurriz gero, ARTEA ETA ESPAZIOA titulupean Martin Heidegger
batek argitaratu zuen saiakera apartekoaren oinarria (...) eta beste euskaldun
ospetsu batek, Eduardo Chillidak apaindua».
1958 Nestor Basterretxearen ondoan finkatzen du bere egoitza Irunen.
Aita Donostiari monumentua Agiñan, Lesaka.
218
«Adierazpenerako Aldaketen Legea»ren zertzea. Bere ondorio esperimentalak
hasten ditu.
Erakusketa: Washintongo Gres Gallery (1928an, Brancusik eta bere Oisseau
dans l’espace-k izan zuten arazo bera errepikatzen da mugan).
1959 Erakusketa «Blanco y Negro», Galería Darro, Madril, Nazioarteko saria erdietsi
zuten artistei omenaldia: Oteiza, Chillida, Tàpies.
Saria «Monumentalidad e integración de escultura con arquitectura y sobre la
ciudad» Nazioarteko Lehiaketan, Puig arkitektoarekin, Montevideo, Uruguay.
Eskulturgile ekimena uzten du.
1960 Erakusketa Basterretxearekin, Galería Nebli, Madril eta Galería Illescas, Bilbo.
Hitzaldiak César Vallejori buruz, Lima, Perú.
Hitzaldiak Montevideoko Arkitekturako Eskolan, Uruguay.
Erakusketa «Pintura eta eskultura berria Espainian» New Yorkeko Museum of
Modern Art-ek antolatua (ibiltaria Estatu Batietan eta Kanadan barna)
«Arte garaikidearen azkena, eskultura uzteko ditudan arrazoiak» argitaratzen du.
1961 «Primera exposición de arte actual» San Telmo Museoa, Donostia.
«Estética de Acteón» obrarako lehen lanak, kontakizungintzarako zineman.
Juan Huartek «X Films» sortzen du Oteizak zinemarako bere asmoak gara ditzan.
1963 Bere «Quousque tandem...! Euskal arimaren ulertze saioa», Auñamendi, Donostia.
Ikerketa Estetiko konparatuetako Nazioarteko Institutuko egitasmoa, Donibane
Lohitzunerako, Malraux-kin (ezezkoa aurrekontuetan murrizketak egiten dire-
lako, bonba atomikoa egin behar dela eta).
1964 Arantzazuko estatuen inguruko eztabaida hasten da berriro.
«Artistaren garrantzia euskal herriaren bizitzan» hitzaldia eskaintzen du Ger-
nikan.
«Ideologia eta teknika Aldaketen lege baterako Artean» ponentzia bidaltzen du
Italian egiten den Arte Kritikaren Nazioarteko XIII. Batzarrera.
Arganekin harremanak ditu Estetika Konparatuen Institutu bat sortze posibleari
buruz.
1965 «Artea kontzientzia hartzeen Eskola Politiko bezala», hitzaldia euskal uniber
tsitarioen aurrean Bartzelonan.
Haur Unibertsitate pilotu saiakera Elorrion
Euskal arteko Unibertsitate Laborategiak, Kursaalek azpitan.
Euskal Antropologia Estetikoko museoa Gasteizen.
«Arte Galeria ekoizle bezala» planteaketa, Donostia.
Harremanak Urbeltzekin dantzari buruz, Arestirekin antzerkiari buruz eta Arzekin
musikari buruz, «Ezdokamairu» taldea sortuz.
219
Larrialdiko Funts Ekonomikoa sortzeko proiektua Euskal arte kulturarako.
Eduardo Chillidaren omenaldiko hitzaldia
1966 Informazioko Ministerioak ez du baimenik ematen «Gogo Jardunak Tunelean»
liburua argitaratzeko.
Euskal Eskolako taldeen sorrera.
GAUR taldearen erakusketa, Galeria Barandiaran, Donostia.
GAUR eta EMEN taldeen erakusketa Bilboko museoan.
GAUR, EMEN eta ORAIN taldeen erakusketa Gasteizko Museoan.
1967 Oteiza, Chillida, Palazuelo, Millares, Oiza, Fernandez Alba eta Fullaondoren
erakusketa HISAren aretoetan, Madril.
1968 Aran tzazuko lanak hasten dira berriro. Garai horretan artisten tzat eta
intelektualentzat manifestu bat prestatzen ari zen, eta Oteizarekin hitz egin nahi
zuen Txabi Etxebarrieta ETAko buruzagiaren heriotzaren irudi lausoak erabaki
tzen du Pietatearen irudia murruaren goialdean Seme hila oinetan duela.
«Arrautzaren Estetika» argitaratzen du Oteiza, 1933-1968 liburuan.
1969 Debako eskolaren sorrera.
Foruen Plazaren urbanizatzean esku hartzen du Errenterian.
Xenpelarren omenezko eskulturaren egitasmoa.
Arantzazuko obra amaitzen da.
1970 Lehen saria Madrilen Kolonen Plaza urbanizatzeko Lehiaketan (taldean egina),
ez da gauzatu.
1972 Oteizak berriro ekiten dio osatu gabe geratu zitzaion eskultore lanari. «Klarionen
Laborategia» garatzen du, zenbait familia esperimental osatzen ditu eta mode-
loetako batzuk azken materialera aldatzen ditu.
1973 Arantzazuko saileko bozeto batzuk funditzen dira Madrilen.
Erakusketa: «Bost eskulturgile euskaldunak», Galeria Skira, Madril.
1974 Erakusketa Txantxangorri galerian, Hondarribia.
1975 Madril Beatriz Eraikuntzarako eskultura egitea esleitzen da, lehiaketa hertsi
bidez.
Erakusketa, «Eskulturgile handien eskultura t xikiak», Granada.
Erakusketa «Gaurko eskultura Euskal Herrian», Hondarribia.
1976 Veneziako Biurtekoan esku hartzen du.
«Eskulturgile nafarrari gutuna» argitaratzen du, Iruñea.
Erakusketa: «Omenaldia Calder-i», Galeria Skira, Madril.
1977 Odiseo bere eskultura ipintzen da Gipuzkoako Aurrezki Kutxan, Donostia.
220
1978 Pelay Orozcoren «Oteiza, su vida, su obra, su pensamiento, su palabra» argitara
tzen da.
Bilboko Artederretako Fakultatea hartzea, hango zuzendaritza aldatzea eta eus-
kal artistak irakasle gisan esku hartzea lortzen da.
1980 «Sonemática y mitos» argitaratzen du ERE aldizkarian.
«Euskal Arteko Ministerio Autonomo Baterako» organigrama argitaratzen du
DEIA egunkarian.
1983 Gogojardunak tunelean argitaratzen du, Ed. Hordago, Donostia.
1984 «Euzkadi» saria jasotzen du.
1985 Artederren Domiña jasotzen du, Kulturako Ministerioa.
Teomaquias o luchas con Dios poema sailari ematen dio hasiera.
Hilerri egitasmoa Ametzagañan, Donostia.
1986 Erakusketa: «Qu’est-ce que la sculpture moderne?, 1900-1970», Musée d’Art
Moderne, Centre Georges Pompidou, Paris.
1987 Erakusketa «Cinco sigles de arte español. El siglo de Picasso», Musée d’Art
Moderne de la Ville de Paris, Espainiako Kulturako Ministerioak antolatua.
1988 Erakusketa antologikoa: «JORGE OTEIZA PROPOSITO EXPERIMENTAL»Caja
de Pensiones Fundazioak antolatua, Caja de Pensiones Fundazioko Aretoa,
Madril; Bilboko Artederretako Museoa: Centre Cultural de la Fundación Caixa
de Pensions, Bartzelona.
Arteetako saria, Principe de Asturias, 1988.
Veneziako Nazioarteko XLIII. Biurtekoa.
221
liburuan eskaintzen diren 8 eskulturen
egoera ALDAKETEN LEGEAN
aldi aldi
ganbila ahurra
naturan
bizitzan
demagun sortzaile baten aldia bere belaunaldian 30 urtekoa dela, 15 prestaerarako eta 15 ongi
jakitea estilo historikoki
oso bat 90 urtetara laburbil dezakegu 30 urteko 3 belaunaldi bateratuz
hara ARTE GARAIKIDEAN
30 CÉZANNEn belaunalditik abiatu
30 PICASSOrekin guneko prozesu bezala
30 KONSTRUKZIONISMO bukatzailearekin
naturan
bizitzan
1 Cézanne
Fernando Golvano
227
1. La primera vez que Oteiza se refiere a la Ley de los cambios es en el QT!63, pp.
36, 72-74 y en el ÍNDICE EPILOGAL: Estética objetiva y estética existencial. Avan-
za una primera formulación que será desarrollada en los dos textos que publicaría
posteriormente en Ejercicios espirituales (1965-1983). Sorprende que en LCam-
bios90 no se hubieran incluido otros textos de Oteiza, elaborados con posterio-
ridad a los compilados, y que se refieren a cuestiones directamente relacionadas
con su Ley de los Cambios. Por ejemplo, su texto «Parentesco con Mao» (1975)
aborda la relación entre su teoría con la dialéctica marxista y especialmente con la
variante maoísta: «Es la fórmula que vemos se concretaba en mi ley de los cam-
bios, revelando parentesco, visible correspondencia de razonamiento y conclusio-
nes de mi dialéctica en arte con la dialéctica de Mao» [AFMJO-6814]. Este texto
fue traducido al francés [AFMO-5495], pero en el archivo no se encuentra ninguna
referencia que confirme que hubiera sido publicado. Sin embargo, un resumen
amplio de este texto fue publicado en Cat. Caixa88, p. 257.
2. En 1964, el congreso organizado por la Asociación Internacional de Críticos de
Arte (AICA) se celebró en Venecia durante los días 12, 13 y 14 de septiembre de
1964, y tuvo como tema la muerte del arte. El texto original mecanografiado de
la ponencia [AFMJO-3206], fue compilado en los Ejercicios65, pero al ser cen-
surada aquella edición, tuvo que esperar a ser publicada en 1983, véase las pp.
163-169. Sería Fullaondo, quien publicara por vez primera ese texto en Oteiza
1933-1968, Nueva Forma-Alfaguara, Madrid, 1968, pp. 39-42. También se editó
en Cat. Caixa88, pp. 240-242, y en VV. AA., Arte y artistas vascos en los años 60
/ Euskal artea eta artistak 60ko hamarkadan, KM Kulturunea, GFA/DFG, Donostia,
1995, pp. 528-531. En el archivo se conservaba una versión en italiano de esa
ponencia [AFMJO-15761]. Para conocer los avatares de la participación de Otei-
za mediante esa ponencia véase Ejercicios83, pp. 163-169 y la carta a Aguilera
Cerní [AFMJO-7478], publicada en esa obra, pp. 161-163.
3. Esa conferencia en Barcelona fue organizada por estudiantes vascos que, con el
apoyo de Oteiza, intentaron formar un Frente Universitario Vasco. Véanse las no-
tas 151-153 de Ejercicios2011 Ec. No se encuentra en el archivo el texto original
mecanografiado de la conferencia, pero en cambio se conservan varias grabacio-
nes incompletas. Oteiza reelaboró la conferencia y la publicó en Ejercicios83 y, de
manera incompleta, en Cat. Caixa88, pp. 243-247.
229
4. Daniel Txopitea (Ermua, 1950-Zarautz, 1997), pintor y amigo de Oteiza. Begoña
Cendoya, viuda de Txopitea y albacea de su legado, conserva una carta de Oteiza
en la que le autoriza a editar la carpeta gráfica con los diagramas de su Ley de los
cambios y a coordinar la edición.
5. Sobre la edición de este libro y el encartado posterior de los gráficos, ver nota 81.
6. Demóstenes (Atenas, 364 a.C.-Calauria, 322 a.C.): elocuente orador y político
griego.
7. En una notas de 1973 Oteiza vuelve a acusar a la crítica de arte por su incapaci-
dad para el análisis de la obra de arte y del artista [AFMJO-6050]. En Ejercicios83,
p. 162, se lamenta de que la crítica no se haya interesado por su QT!63 y escribe:
«Mi libro es más importante que todas mis exposiciones juntas». También en
sus notas Relación arte-otras ciencias [AFMJO-6684] demanda respuestas a los
críticos sobre esa cuestión. En relación al contexto de la mediación crítica en Eus-
kadi, el crítico y profesor de la Facultad de Bellas Artes, Xabier Saénz de Gorbea
organizó varias presentaciones de LCambios90 y algunos coloquios. En el año
1994 escribió el texto «Ley de los cambios del Arte Contemporáneo» (Catálogo
de la exposición de las Colecciones del CAPC-FRAC, KM Kulturunea, Donostia-
San Sebastián, marzo-abril, 1994) en el que intentó aplicar la teoría oteiziana a la
situación contemporánea.
8. En esta valoración progresiva del devenir del arte y de sus tendencias se manifies-
ta su deuda con el enfoque hegeliano.
9. Sobre el sentido de ese postulado, que lo había anticipado en QT!63, p. 88, ca-
bría decir que Oteiza lo entiende no tanto en un sentido restringido a los efectos
inmediatos de carácter cognitivo y didáctico, sino que lo relaciona con la orienta-
ción moral y emancipatoria de Schiller en Cartas sobre la educación estética del
hombre [BPO-3050], donde sostiene que «la necesidad más apremiante de la
época es, pues, la educación de la sensibilidad». Por otro lado, se interesará por
Meumann quien, además de su ensayo Sistema de estética (1947) [BPO-1880],
que Oteiza leería en Buenos Aires, también escribió Introducción a la estética
actual (1946), donde reclamaba la necesidad de una educación y una guía para
el niño. Estas ideas las expondría con mayor desarrollo en una Introducción a la
pedagogía experimental (1911).
10. La idea del arte como desocultación es de raigambre heideggeriana, como ha
observado Calvo Serraller en Ejercicios2011 Ec, p. 43; y también Félix Duque en
la Introducción al ensayo de Heidegger, Observaciones relativas al arte –la plásti-
ca– el espacio. El arte y el espacio, Cátedra Jorge Oteiza, UPNA, 2003.
11. Ese anhelo de exactitud que reclama Oteiza y que está en la base de su acendra-
do cientificismo, tiene un paralelismo con el de Oswald Spengler, en cuya obra La
decadencia de Occidente insiste mucho sobre la íntima correlación entre la Ma-
temática y la Arquitectura, bosquejando un original paralelismo entre la evolución
230
de la arquitectura europea y la de las ciencias exactas, como ha observado Ghyka
en Estética de las proporciones, 1953, p. 239 [BPO-392].
12. Quiere decir «aislado».
13. Esta asociación entre el vacío del crómlech neolítico de la prehistoria vasca y el
Partenón –y otros referentes como el jardín de piedras de Kyoto– resulta bastante
forzada, pues más allá del reconocimiento del vacío espacial como nexo, la signi-
ficación específica de cada uno de ellos es de índole dispar y remite a contextos
sociales e históricos muy diferentes. El Partenón, templo dórico del s. V a.C.
emplazado en la Acrópolis, lo mandó construir Pericles como agradecimiento
a los dioses, y se destinó a la diosa Atenea, protectora de Atenas. Con el paso
del tiempo fue destinado a otros usos. En QT! Ec véase nota 237, p. 695. Oteiza
en Ejercicios83, p. 115, lo interpreta como «señal conclusiva y vacía, sagrada».
Véase p. 38 de LCambios90.
14. El jardín de piedras de Kyoto y otros similares son monumentos vinculados a los
templos del Budismo Zen que han suscitado interpretaciones diversas, siendo la
más común la que lo asocia con una indagación sobre el vacío. Los más impor-
tantes son del s. XV. Oteiza vuelve a referirse a este monumento en p. 38.
15. Oteiza pudo relacionar ese vacío de Las Meninas a través de varias obras de
Ortega y Gasset, como Papeles sobre Velázquez y Goya, Revista de Occidente,
1950 y Estética de la razón vital, Ediciones la Reja, Buenos Aires, 1956 [BPO-
1972], donde dice que «Demos un salto hasta 1600, época en que comienza
la pintura de hueco. La filosofía está en poder de Descartes. ¿Cuál es para él la
realidad cósmica? Las substancias plurales e independientes se esfuman. Pasa a
primer plano metafísico una única substancia-substancia vacía, especie de hueco
metafísico que ahora va a tener un mágico poder creador. Lo real para Descartes
es el espacio, como para Velázquez el hueco» (p. 111).
16. Oteiza reiterará su interés por Malévich (Kiev, 1879-Leningrado, 1935), que ya en
el Propósito (1957) lo designaba como «el único fundamento vivo de las nuevas
realidades», identificándose con la finalidad metafísica del arte. Oteiza denominó
plano o «unidad Malévich» a una de las formas estructurales de su investigación
experimental. Para Manterola, en Una interpretación, Fundación Museo Jorge
Oteiza, Alzuza, 2006 p. 22, «este pequeño plano ‘ligero, inestable, dinámico
y flotante’, descentra, multiplica y confunde, con su prodigiosa movilidad, los
puntos de fuga que dan forma al espacio y destruye las ligaduras que intentan
ordenarlo reduciéndolo a una red de direcciones; y ello para procurar, mediante
la total aniquilación del mundo (‘fuera de la realidad temporal’), la salida del
laberinto; el doble desenlace del escultor y la escultura en un cuerpo espacial,
en una nueva escultura, definitiva, vacía, libre y sagrada». Oteiza en una nota
escribe: «siente esta misma noche oscura de su alma y en su Cuadrado blanco
sobre blanco reacciona en vacío crómlech» [AFMJO-9972]. Sobre Malévich y el
231
«furor iconoclasta» véase Echeverría, «Arte e idolatría. La finalidad del arte en la
obra de Oteiza», en VV.AA., Oteiza y la crisis de la modernidad, 2010, p. 267.
17. Véase, supra, nota 11, p. 17. La importancia que concede a este autor es muy alta
y lo relaciona en múltiples referencias. Stéphane Mallarmé (1842-1898), poeta y
escritor francés. En 1887 publica Igitur o la locura de Elbehnon [BPO-3122, BPO-
5939, BPO-5729]. Oteiza en su Ley de los cambios lo posiciona, junto a Monet
y Debussy en el límite final del Impresionismo. En el documento [AFMJO-3642]
(1965), Oteiza sostiene que «el Igitur es así poesía-acción y no ya en el campo
expresivo del poema-objeto en la fase de los cambios, sino en 2ª fase, como
subjetividad-acción». En este mismo escrito se encuentra también una analogía
entre el Igitur y su Propósito (1957): «en el Igitur se han vaciado las palabras, des-
pojando a la materia poética de su riqueza espacial y corporal, para trasladarla
a su estructura exterior y temporal». Igitur como puerta al vacío y a la vida y que
prefigura el Golpe de dados (1965) [AFMJO-5170]: «Me refiero al impresionismo
final, a la puerta que los impresionistas raramente encuentran, a la puerta que
Mallarmé intuye en el Igitur (que ya la tiene en el Igitur), pero que no sabe que la
tiene y es por esto que en el viejo edificio de la poesía que él quiere abandonar,
golpea en los tabiques y hasta en el tabique menos tabique del poeta (¿quién iba
a sospechar que al otro lado del tabique de la página estuviera el vacío en el que
el poeta verdadero busca siempre respirar con la vida?) de Golpe de dados que
ya anunciaba en el Igitur y que en el Igitur ya está vencido (el azar) puesto que
ya el azar es el propio poeta, el misterio del poeta con toda la vida (la poesía) en
libertad». Le dedica una de sus obras conclusivas, Homenaje a Mallarmé (1958),
y que será ulteriormente el modelo para una variante que llamará Odiseo (1975).
También lo cita en varios poemas: «Yo soy Acteón», «La peluquería del ser» (ver
Poesía Ec, pp. 293-295 y p, 479). En la biblioteca de Oteiza pueden encontrarse
las obras siguientes: Un golpe de dados jamás abolirá el azar [BPO-5978], Anto-
logía [BPO-5491], Obras completas [BPO-1804] y Cuentos indios [BPO-5503].
18. Piet Mondrian (1872-1944), artista y ensayista holandés, fue uno de los pioneros del
Neoplasticismo, que derivaría de la vida y que orientaría la experimentación pictórica
hacia la plástica pura. Para el logro de ese objetivo sostuvo la necesidad de reducir
las formas naturales a los elementos constantes de la forma y el color natural o pri-
mario. Oteiza lo elogia en el Propósito (1957) como uno de sus modelos, y también
en «El final del arte contemporáneo» (1960) refiere su afinidad con Mondrian al postu-
lar la colaboración entre el artista y el arquitecto «para hacer del espacio interior de la
arquitectura, construcción espiritual sin obra de arte». Sin embargo, en ese segundo
texto, escrito pocos años después, lo cuestiona: «El destino de Mondrian no es
apertura nueva del espacio sino verja independiente que no abre ni cierra nada».
19. Vasily Kandinsky (1886-1944). Este artista ruso fue uno de los pioneros del arte
abstracto y del que Oteiza dejaría escrito que «fijó los principios espirituales del
arte actual» (QT!63, p. 168). En su biblioteca se encuentran, entre otros, los si-
232
guientes ensayos del artista ruso: De lo espiritual en el arte y la pintura en parti-
cular, 1957 [BPO-453], Cursos de la Bauhaus, 1983 [BPO-3485], y Punto y línea
frente al plano: contribución al análisis de los elementos pictóricos, 1959 [BPO-
4677]. La teoría de los tres no-colores (negro, gris y blanco) que desarrolló este
artista fue aplicada por Oteiza en la indagación sobre el muro (véase, Propósito,
1957) y en la segunda fase de la LC (véase, supra, p. 106).
20. Esta tentativa por la espacialización del tiempo está relacionada con la concep-
ción hegeliana del orden dialéctico de las sucesiones temporales.
21. Desde 1960 y con su texto «El final del arte contemporáneo» Oteiza insistirá en
esta idea que enuncia también en el QT!63, p. 77, en Ejercicios84, pp. 167 y 434,
y en LCambios 90, p.15. También en «La destrucción de los lenguajes en Arte
contemporáneo» (1969), publicado Cat. Caixa88, p. 255, escribe que «el arte
muere porque tiene que morir, para que nazca, a través de la educación popular,
de la educación estética en todos los niveles de la educación la nueva sensibili-
dad en la comunidad». Sobre esta cuestión véase Prólogo, pp. 46-49.
22. Para otras referencias al hombre nuevo y el proyecto utópico en Oteiza véase el
documento La poesía diurna de V.H. Vicente Huidobro, [AFMJO-19655].
23. Ludwig Mies van der Rohe (Aquisgrán, 1886-Chicago, 1969) fue uno de los pio-
neros de la arquitectura moderna. Oteiza tuvo conocimiento de su obra en sus
visitas al estudio de Aizpurua y Labayen en Donostia a finales de los años veinte
y principios de los treinta. Oteiza comenta sobre Mies van der Rohe en «Hombre
histórico», QT! Ec., p. 361.
24. Giulio Carlo Argan (Turín, 1909-Roma, 1992), fue un destacado historiador y crí-
tico de arte italiano con el que tuvo relación Oteiza y al que propuso fundar el
Instituto de Investigaciones Estéticas Comparadas. Polemizó con él en relación
a la muerte del arte. Hay una carta de Oteiza a Argan y Dasi, 29 de julio de 1964
[AFMJO-749]. Oteiza conserva en su biblioteca: Walter Gropius y la Bauhaus
[BPO-4594], Salvación y caída del arte moderno [BPO-5507], Henry Moore [BPO-
11683], El concepto del espacio arquitectónico desde el Barroco a nuestros días
[BPO-5157] y El arte moderno 1770-1970, 2 vol. [BPO-5692 y BPO-5693].
25. Véase la nota 544 de Ejercicios2011 Ec: Oteiza elabora unas notas a esta ponen-
cia, con la intención de publicar un libro en Mondadori [AFMJO-8304].
26. Este texto fue publicado en una versión más amplia en Ejercicios83, pp. 44-145.
Su primera redacción fue para un conferencia en Barcelona destinada a estudian-
tes vascos. No se conserva el mecanoescrito original. Sobre esa cuestión véase,
Ejercicios83, pp. 196-197 y las notas críticas números 150-152 de Ejercicios2011
Ec, p. 1064.
27. Oteiza expone una primera clasificación de las ciencias en su Carta a los artistas
de América (1944). Véase Interpretación Ec, p. 273. En el Apéndice a la estética
[AFMJO-10758] refiere una crítica, no exenta de unilateralidad, a la clasificación de
las artes postulada por algunos filósofos: «La filosofía, por no haber analizado el
233
fondo material común a todos los lenguajes artísticos, no ha concretado la mate-
ria de cada arte y de aquí su arbitrariedad al clasificarlas». Enumera la posición de
varios filósofos (Nietzsche, Spengler, Dilthey, García Morente, Francisco Romero,
Eugenio Pucciarelli).
28. Véase QT!63, apartado 34, donde reclama una interciencia similar a la practicada
por el grupo de Piaget (Ginebra, 1896-1980), en Ginebra.
29. Al definir la Estética como interciencia ambiciona avalar sus tesis ontológicas y
epistemológicas. Como ha observado Sánchez Simón (2012: 18-19), «en este
aspecto, Oteiza no fue el primero; este patrón se observa en otros autores. De
hecho, se dio con cierta profusión a finales del siglo XIX principios del XX en auto-
res como Henri Bergson y Oswald Spengler que a Oteiza no le fueron ajenos». En
relación a la estética como ciencia y la Ley de los cambios véase Wittgenstein y
estética, p. 1 [AFMJO-9910]: «La naturaleza del saber estético es un discurrir dis-
tinto del de otras ciencias. Es una ciencia (la estética) con su propia lógica. Tiene
su propio objeto (el ser estético) y de la ecuación molecular ontológica en que se
plantea como diseño, en que se nos ha ocurrido plantear, la relación ontológica
es que se encuentra el ser estético con los otros seres que la teoría de los objetos
establece, se deriva un sistema de notación y las operaciones fundamentales que
en el artista producen los resultados de su creación, la evolución de sus cambios
y la detención en un momento determinado de su propio quehacer».
30. Sócrates (470 a.C.-399 a.C.): filósofo griego que desarrolló las primeras cues-
tiones sobre la razón práctica. Cuestionó el relativismo de los sofistas mediante
la definición de imperativos morales. Utilizaba la exétasis, un modo de diálogo
interrogativo, para desvelar el falso o presunto saber de los demás.
31. Ortega en Estética de la razón vital, 1956, p.112, se refiere al «centauro imagi-
nario», como un «objeto ideal». Resulta plausible que Oteiza se inspirara en esa
lectura y en la de Spengler (1983: 179): «Acaso esos viquingos terrestres, esos
primeros jinetes –hombres nacidos y educados entre caballos, hombres cuya im-
presión terrorífica se refleja en las leyendas de los centauros (Oteiza escribe al
margen ‘Vascos’)– llegaron a establecerse a la ventura hacia 1600 en las llanuras
del Norte, trayendo el idioma y las divinidades de la caballería india. ¿Acaso tra-
jeron también el ideal ario de las clases, de la raza y de la conducta en la vida?
Según lo que hemos dicho antes sobre la raza, esto explicaría el ideal racial de las
comarcas de lengua aria, sin necesidad de admitir las ‘emigraciones’ de un ‘pue-
blo primitivo’. No de otro modo fundaron los caballeros cruzados sus ciudades
en el Oriente, justamente en el mismo sitio en que 2500 años antes los héroes de
los nombres militanni». En la nota 34 de los Ejercicios2011 Ec, p. 1043, se hace
referencia a la imagen del «centauro ontológico» para designar la doble naturaleza
del ser humano. También Calvo Serraller, en el prólogo de esta edición crítica
(2011: 19-20) hace referencia a la cuestión del centauro metafísico en relación al
descubrimiento que hacen las vanguardias históricas del arte primitivo.
234
32. Véase Ejercicios2011 Ec, nota 206, p. 1091. En Ejercicios83 [BPO-5845], nota ma-
nuscrita al margen: «en la historia mística es el héroe entre el H |hombre] y Dios».
33. Véase Prólogo, supra, pp. 18-21. La primera formulación de esta ecuación se en-
cuentra en su artículo «La investigación abstracta en la escultura actual» en Revista
Nacional de Arquitectura, nº 120, diciembre, 1951, p. 30: «Lo abstracto en la fórmula
molecular estética. Si designamos con A el mundo sensible de las formas naturales,
con B el mundo de las ideas espaciales y del mundo geométrico, y con C el mundo
de lo humano y vital, tenemos los tres mundos ontológicos, los tres factores que
integran la obra de arte en cualquier época y lugar. La ecuación A+B+C = Ser es-
tético, es la fórmula de la consistencia del arte, de su estructura molecular. Formula
invariable de la creación artística y de resultados siempre distintos, puesto que la
transformación de los factores no se detiene jamás». (Los subrayados son míos).
Esta fórmula molecular será, para Oteiza, una ecuación existencial que salve al artista
de la Muerte. Esta teoría es una adaptación de la ontología de los seres expuesta en
Müller (1940: 30-33), la relaciona con un principio plástico (11072); pero está también
asociada a una metafísica del arte. La LC y esta ecuación son valoradas por Oteiza
como sus dos aportaciones teóricas más importantes (véase, supra, nota 3, p. 15).
Esa ecuación la relaciona con la teoría de los objetos (4666). En unas notas sobre
Croce, en Valéry renuncia a la interpretación estética (1965) [AFMJO-3642] dice: «La
unidad del espíritu y la unidad del mundo y de la vida en el espíritu, se da en el arte y
es visiblemente expresada en la ecuación molecular del SE». A través de ella define
el SE (Ser Estético). En Megalítica realiza una primera formulación que es la misma
que plantea en Ejercicios: SE=SR+SI+SV. Véase capítulo IV. «Conceptos fundamen-
tales para el ser estético», Interpretación Ec, pp 125-139.
34. Aloys Müller (1879-1952). Introducción a la filosofía, Revista de Occidente. Ma-
drid, 1931. Pertenece a la colección «Manuales de Filosofía», vol. IV. Reeditada
en 1932 y posteriormente publicada por Espasa Calpe [BPO-602]. Esta obra en
su segunda edición de 1940 es leída por Oteiza y será una de las fuentes de re-
ferencia que utiliza Oteiza para definir su teoría u ontología de los valores. Véase
Prólogo, pp. 19-20.
35. En esta edición de LCambios90 se ha suprimido la formula «SR + SI + SV + [V?]
= X = SE». En la nota 210, p. 1071, de Ejercicios2011 Ec, López Bahut expone la
siguiente interpretación: «Oteiza en la fórmula añade un elemento que no define,
la X que iguala al SE. Podemos interpretar, por la forma de trazar este signo, que
no se trata de una X sino de dos medias circunferencias enfrentadas y por lo
tanto, una cóncava y otra convexa: lo cóncavo (trascendencia espiritual, saber
antropológico) y lo convexo (saber científico, tecnológico)».
36. Oteiza en Ejercicios83, incorpora un diagrama sobre el Ser Estético (gráfico nº 3)
a continuación de esa frase; y en LCambios90 lo pasa a la p. 25. Véase también
la nota 212 de Ejercicios2011 Ec, p. 1071, donde se da cuenta de la ecuación
que incorporó en su primera obra presentada al IX Certamen de Artistas Noveles,
235
celebrado en San Sebastián en 1931, premio que obtuvo con su obra Adán y Eva,
Tangente S=E/A, ver Cat. Guggenheim, p. 108.
37. Sobre esta cuestión, véase Prólogo, pp. 38-40. En su ensayo Mito de Dédalo y
solución existencial de la estatua (1951) anticipa ese enfoque sobre el Ser Estéti-
co como una sal estética. Y sobre la Estética objetiva y el poeta Pablo de Rokha
puede consultarse el documento [AFMJO-7852], texto elegiaco de 1945.
38. Henri Bergson (París, 1859-1941) escritor y filósofo. A Oteiza le interesó su fi-
losofía del tiempo y su noción de duración como tiempo de la experiencia. La
«duración real» del tiempo vital se revela en la vida interior. Otras reflexiones sobre
la filosofía del tiempo en Bergson y en Heidegger se encuentra en Presencia de
Pablo de Rokha [AFMJO-10006], donde distingue entre tiempo ideal, absoluto y
tiempo fenomenológico. En relación a la concepción del tiempo en Heidegger:
Tipos de tiempo [AFMJO-10008] y Tratamiento del tiempo en el arte contempo-
ráneo [AFMJO-10011], donde aborda además la crisis del cine y las relaciones
entre las artes. En su biblioteca se encuentra, entre otros, los siguientes libros de
Bergson: Materia y memoria: ensayo sobre la relación del cuerpo con el espíritu
(1943) [BPO-114], La evolución creadora (1942) [BPO-4132], El pensamiento y lo
moviente (1976), y La energía espiritual (1982) [BPO-1084].
39. Oteiza tuvo intención de escribir un libro sobre Antropología estética, véase las
notas Antropología estética (1966) [AFMJO-9949] y [AFMJO-9730].
40. Véase nota 216 de Ejercicios2011 Ec: «En Ejercicios83 [BPO-5845], nota manus-
crita a pie de página: ‘para Eugenio Trías, Azcue... y demás zorroafos’». Véanse
asimismo la nota 27, supra, p. 234.
41. Valorar este postulado requiere de una indagación específica que excede el pro-
pósito de estas notas. No obstante, cabría señalar que el giro ontológico de la
Estética, tal y como lo concibe Oteiza, estaría más en sintonía con la fenome-
nología existencialista de Scheller que con la de Heidegger. Véase nota 217 de
Ejercicios2011 Ec: «En Ejercicios83 [BPO-5845], nota manuscrita al margen de
este párrafo: ‘Buena intuición para explicar –una explicación más– mis relaciones
con el último Heidegger’».
42. Esta nota, que contiene observaciones de cierto relieve, no estaba en la edición
de Ejercicios65.
43. En Ejercicios83 [BPO-5474], nota manuscrita al margen: «vasco».
44. Sobre esta cuestión véase Prólogo, p. 45-46 y 53. En el documento Mi acu-
sación a los críticos de arte... (1973) [AFMJO-6050], escribe: «En mi juventud
nuestro comportamiento comunista se fundaba en unos pocos textos marxistas,
suficientes. No me interesaron nada las opiniones, gusto burgués y reacciona-
rio del marxismo, sobre el arte. Yo me inicié con Hegel y elegí las corrientes de
pensamiento nuevas en Estética con Wolfflin, Worringer y el Bauhaus, los artistas
contemporáneos, estuve interesado con el pensamiento lingüístico de Croce. Me
situé críticamente ante el material y la información que iba adquiriendo, y me puse
236
personalmente a plantearme una independencia de la Estética como ciencia obje-
tiva: Ontología del arte y fórmula molecular del Ser estético. Fui avanzando luego
en una biología del espacio y en un comportamiento sociológico, Ley de los cam-
bios, conclusión experimental, conclusión ética. Y configurando un pensamiento
a mi modo dialéctico materialista. Mis conclusiones creo que desembocan en un
terreno exactamente el que había de haber atendido un Realismo socialista que
ha andado siempre desorientado». También en las notas Parentesco con Mao,
así como en Apéndice a la Estética [AFMJO-6814], se refiere a la relación entre
la LC y su materialismo marxista. Y en [AFMJO-10758], p. 209, considera que
su enfoque «de la realidad estética, no es una dialéctica de lo social aplicada al
arte sino una pura dialéctica del arte, el único camino, estamos seguros, de una
metodología materialista».
45. Véase nota 223 de Ejercicios2011 Ec: «En Ejercicios83 [BPO-5848], dos notas
manuscritas al final de este párrafo: ‘encuentro relación con el grupo Tel Quel con
el que no estoy de acuerdo’ y ‘referencia a esta nota al hablar luego de estructu-
ralismo’». Tel Quel es el título de una revista francesa creada en 1960 y además
fue el nombre de un colectivo de escritores, siendo el más conocido Philippe So-
llers, que abanderaron la experimentación literaria desde una poética formalista y
estructuralista en los años sesenta y setenta.
46. Alfred Korzybski (Varsovia, 1879-Sharon, 1950) Psicólogo y lingüista estadouni-
dense de origen polaco. Es considerado como el creador de la llamada «semán-
tica general», tal como la expone en su obra fundamental Ciencia y salud. Intro-
ducción a los sistemas no-aristotélicos y a la semántica general (1933). Oteiza
completa su Estética general con otra ‘interciencia’ situada en una Epistemología
general y que toma la forma de la Semántica general de Korzybski. Para un aná-
lisis mas desarrollado, véase Prólogo, pp. 40-42. Oteiza también se refiere a este
autor en el documento Reflexión a favor del Pop-art (1966) [AFMJO-5420]. Pare-
ce que el acceso a las teorías de ese autor lo hizo a través de Pierre Guiraud y su
obra La semántica (1960) [BPO-4474]; y de Gabriel Veraldi, que escribió «¿Qué es
la Semántica general?» en la revista Planeta, nº 7, septiembre-octubre, Editorial
Sudamericana, Buenos Aires, 1965. Véase [AFMJO-22357].
47. Oteiza se refiere por vez primera a la Ley de los Cambios en el Q!63. Véase Prólo-
go, nota 1, p. 229. Los primeros esbozos de esa ley los presentó en conferencias
y escritos desde 1961, véase S. Álvarez, Jorge Oteiza, razón y pasión, 2003, pp.
74-75.
48. Por ‘geométricamente’ quiere designar una representación visual cada vez más
sintética y abstracta.
49. Heinrich Wölfflin (1864-1945), historiador del arte y sobresaliente representante de
la corriente formalista. Sus análisis sobre la evolución del Renacimiento al Barroco,
como grandes paradigmas definidos por rasgos estilísticos universales, tuvieron un
eco muy notable. Véase el prólogo, pp. 24-25. En la biblioteca de Oteiza se encuen-
237
tra su libro Conceptos fundamentales de la historia del arte [BPO-833], publicado en
1915. Otras referencias documentales que están en su archivo son: [AFMJO-6811],
donde denomina como «operadores visuales» a los pares polares de Wölfflin; en
[AFMJO-5394] (1965), [AFMJO-4666] y [AFMJO-8192], relaciona su LC y la teoría
de aquel. También en otras notas [AFMJO-8082] se refiere a esa cuestión. Oteiza
se compara con Wölfflin: «No hay diferencia entre acontecimiento contemporáneo
y acontecimiento tradicional en el arte (Wölfflin y yo)» [AFMJO-12304].
50. Establece una periodicidad del arte contemporáneo muy amplia, pues sitúa su
origen hacia 1905. En los estudios actuales sobre el arte contemporáneo hay una
posición mayoritaria que lo reconoce en las rupturas de los años sesenta. En esos
años hay una reconfiguración de los postulados de las vanguardias modernas de
principios del siglo XX y un nexo común, bajo otra forma, de la vinculación entre
arte y vida. Oteiza pertenece paradójicamente a las dos tradiciones: la moderna y
la de los sesenta.
51. Para la cuestión de la dimensión lógica de la creación artística, véase Prólogo, pp.
35-37, 44 y 51.
52. Su noción de «Receptividad pura» es en realidad una metáfora, pues no puede
existir esa noción en la historia y en la vida, dado que siempre está sometida a los
seres realmente existentes.
53. La complejidad de la historia del arte, dado que integra múltiples historias he-
terogéneas y asincronías diversas, al ser formalizada bajo un solo principio de
determinación y valoración (en este caso la Ley de los cambios) conduce a repre-
sentaciones y diagramas cuyas analogías resultan demasiado reduccionistas.
54. Oteiza valora a Cézanne (1839-1906) como el protovanguardista más destacado
y como el punto de partida del arte contemporáneo. Véase diagrama de la LCam-
bios90, p. 40, y su artículo «Renovación de la estructura en el arte actual», 1952.
Una de sus piezas la titulará Homenaje a Cézanne (1949) y también le dedica un
poema titulado «Cézanne». Véase Poesía Ec, pp. 511-515.
55. Véase nota 235 de Ejercicios2011 Ec: En Ejercicios83 [BPO-5848], nota manus-
crita al margen: «la logicidad o matematicidad de la ley me anticipa pensamiento
estético».
56. El enfoque historicista de resonancia hegeliana de la LC vuelve a manifestarse con
claridad en este enunciado.
57. Se refiere a QT!63.
58. Oteiza emplea esa noción de manera ambigua. La noción de «raza cultural» pare-
ce tomarla de Ortega y Gasset, quien, en El tema de nuestro tiempo. Revista de
Occidente, Madrid, 1928, p. 21, la emplea en un sentido conectado a su concep-
ción de las generaciones: Identifica a las mismas mediante una serie de caracte-
res típicos que les prestan su fisonomía común. «Cada generación representa una
cierta actitud vital, desde la cual se siente la existencia de una manera determina-
da. Si tomamos en su conjunto la evolución de una raza [parece identificarla con
238
la noción de ‘pueblo’ sin connotaciones racistas], cada una de sus generaciones
se nos presenta como un momento de su vitalidad, como una pulsación de una
potencia orgánica. Y cada pulsación tiene una fisonomía peculiar, única».
59. Quiere decir «como».
60. En Ejercicios65 no está este párrafo que se inicia con «Y es curioso (...)».
61. Zona del norte de Navarra y fronteriza con Gipuzkoa, donde ubicaría el Homenaje
al Padre Donosti. En una nota manuscrita corrigió la fecha, datando la visita en
1958. La experiencia de este enclave y la fascinación que le provoca son determi-
nantes para entender el giro mítico y nacionalista que se reconocerá en las ideas
de Oteiza como ha sido observado, entre otros, por Jon Echeverria en «Arte e
idolatría. La finalidad del arte en la obra de Oteiza», en VV. AA., Oteiza y la crisis
de la modernidad, FMJO, 2010, pp. 249-250.
62. Véase supra nota 13.
63. Claude Oscar Monet (1840-1926), pintor francés y destacada figura del Impresio-
nismo. Véase la nota 244 de Ejercicios2011 Ec.
64. Claude Achille Debussy (1862-1918), compositor francés asociado al impresio-
nismo musical. En sus obras las notas ganan una autonomía nueva respecto al
sintagma o frase sonora.
65. Véase supra nota 17.
66. Esta idea resulta problemática, dado que no hay un cero del comienzo sino un
magma de acontecimientos, ideas y significaciones imaginarias que se imbrican
bajo el apremio de historias y enfoques diversos.
67. Véase nota 248 de Ejercicios2011 Ec: informa López Bahut que en Ejercicios83
[BPO-5848], en una nota manuscrita a pie de página, escribe: «Es la conclusión
del arte objetual. Y ya ni el arte conceptual tiene más objeto que como traspaso
pedagógico de la nueva sensibilidad audiovisual a los educadores». Sigue «el
prop [propósito] actual = una F [forma] de concluir tomada del Art Nouveau, una
F de concluir del impresionismo sin saber que concluía».
68. Lo mismo podría decirse del cero final, dado que no hay un corte o conclusión
de carácter absoluto, deviene in media res en otra posibilidad de significación.
En el documento Estética existencial [AFMJO-9906] sostiene que «La evolución
última en la novela y el arte de investigación revela que la desaparición de la ex-
presión en el sentido que he dado a mi conclusión igual a cero en escultura se va
a producir rápidamente. La conciencia de esta nada final es lo que aún no se ha
precisado en su naturaleza exactamente. Hay pues todavía algunas diferencias
de concepto. Se considera que el final de la expresión es el final de un arte an-
terior que ha de ser destruido para recomenzar un arte original. Esto es un error.
Pues el arte que acaba no es un arte anterior sino el arte actual, el que ya fue
recomenzado. El error básico está en que nuestra posición estética con la que
estamos considerando esta revolución es una posición pasada y tradicional. Se
cree que un arte nuevo necesita una nueva teoría de la expresión. Se cree que
239
quedarnos sin arte, sin expresión, sin lenguaje, equivale a un suicidio. Este es el
error gravísimo. La naturaleza de esta nada final es la que es preciso esclarecer.
Se cree que renunciar a hablar es renunciar a pensar, pero es renunciar a pensar
el artista para el contemplador. La misión del artista nuevo es quedarse sin traba-
jo, sin lenguaje. Esto es que ha de traspasarlo, que el que ha de pensar ahora es
el contemplador. (...) Al final del arte que ya nada contesta, equivale una nada que
todo lo pregunta. Es el artista el que se va a traspasar al contemplador» (p. 5).
69. El paso a la vida es relativo, pues nunca ha dejado de estar en la vida. Oteiza
en la LC traza un movimiento de sublimación del arte a la vida para aprehender
estéticamente lo trascendente y lo absoluto, y cuya figura, en última instancia,
designaría a Dios. Entonces esta ley y ontología racional toma la forma de una
especie de teología racional. En Estética y metafísica [AFMJO-6501] se refiere a
Hegel, Kant, Croce y Bergson, y escribe: «Yo: entrar en el dominio de la Realidad
absoluta, por desocupación del mundo físico y sensible. Al dominio de Dios, a lo
absoluto y suprasensible, a la revelación de la realidad absoluta, por una dialéc-
tica de la eliminación hasta la trascendencia». En la clandestina revista Hitz, nº 1,
1968, en «Arte y literatura», firmado bajo el seudónimo de Joaquín, se critica por
vez primera la pretensión de Oteiza de apropiarse, de modo inadecuado, de la
dialéctica hegeliana.
70. Lo que subyace a este cuadro comparativo es la ley o estructura de la evolución
histórica del arte. Diríase que Oteiza hipostasia algunos fenómenos, como por
ejemplo, cuando establece una analogía entre esa ley y el número de oro (ver p.
41). Como ha observado López Bahut, en su nota 247 de Ejercicios2011 Ec: «en
este esquema así como en otros gráficos de Ejercicios, p. 84. Oteiza dibuja en rojo
la parte convexa y en azul la cóncava, en referencia a las dos series del Modulor de
Le Corbusier». En varias grabaciones audiovisuales Oteiza se refiere a la relación
entre ese Modulor y la génesis de su LC: véase [AFMJO-AV 53 y AV 18-2].
71. Pierre Teilhard de Chardin [1881-1955), filósofo francés, paleontólogo y jesuita.
Define la «Ley de complejidad-conciencia» según la cual los seres evolucionan
hacia niveles mas complejos, tanto física como espiritualmente. El Punto Omega
es el punto más alto de la evolución científica y religiosa. Comparte con Oteiza
la aspiración finalista de las fases de cada nivel experimental desde una fenome-
nología que quiere anticipar con urgencia esa evolución, para así poder explicar
la génesis desde el momento conclusivo o final. En la biblioteca de Oteiza se en-
cuentran dos de sus obras: Le milieu divin: essai de la vie intérieure [BPO-2289] y
Himno del universo [BPO-5596].
72. De nuevo el afán de exactitud lo toma como referente de las ciencias exactas.
En el archivo audiovisual [AFMJO-AV 20] afirma que con su LC se propone situar
«casi matemáticamente» cada obra o fase en esa evolución.
73. La utilización de la noción de «raza» para esta cuestión presenta aspectos proble-
máticos, dado que parece presuponer que a una comunidad, pueblo o nación le
240
corresponderían una serie de características físicas o culturales singulares que de-
terminaría las diferencias y las posibilidades de las mismas, y que podría emplear-
se a veces para justificar posiciones de superioridad étnica o moral. En el caso de
Oteiza, la sublimación de la idea de raza va unida a la mistificación de los orígenes
que promueven las ideologías nacionalistas, y que asumiría en su giro intelectual
realizado con posterioridad a su Propósito (1957). En relación a la metafísica otei-
ziana del origen resulta muy clarividente su explicación en Ejercicios84: «Nunca he
estado conforme con la alusión, la misma siempre, al misterio de nuestro pasado
mítico, religioso, cultural, lingüístico. Creo haber dado, finalmente, en este libro
con una situación existencial concreta de nuestra Prehistoria como para sorpren-
der el momento fundacional, o uno de sus secretos momentos cardinales, de
autoconciencia y arranque original en nuestra cultura». Se sabe, sin embargo, que
ese misterio no se desvela plenamente. La ansiedad por el origen, por el venero
mitificado se manifiesta aquí con toda rotundidad. Como ya se ha mencionado en
la nota 58, supra, p. 238, su noción de «raza cultural» está muy emparentada con
la de Ortega. Una impugnación temprana a la utilización abusiva y acrítica de esa
noción de raza es realizada por Joaquín en la revista clandestina Hitz, Donostia,
1968, p. 15.
74. Etienne Salaberry (1903-1981), escritor y sacerdote. Fue profesor de Filosofía
en el Seminario Menor de Ustaritz. Sus escritos los firmaba bajo el seudónimo
«So Egilea», publicando en las revistas vascas Herria, Eusko-Gogoa, Gure Herria,
Jakin y Gernika. En 1979 fue nombrado miembro honorario de Euskaltzaindia
(Academia de la Lengua Vasca) y publicó su primer libro titulado Ene Sinestea.
Póstumamente vio la luz el segundo Benat adiskidea, Agur (1981).
75. Esa cita pertenece a la conferencia titulada «La canción vasca» en el V Congreso
de Estudios Vascos, celebrado en Bergara en 1930, sobre temas de arte popular
vasco, en Eusko Ikaskuntza, San Sebastián, 1934, pp. 118-131.
76. Esa polaridad es indemostrable. Precisamente la emergencia de la música expe-
rimental a finales de los años sesenta en el contexto vasco, tendría como figuras
sobresalientes a Luis de Pablo y a José Luis Isasa, demostrando que las nuevas
prácticas artísticas sonoras no son patrimonio exclusivo de ningún ámbito geo-
gráfico o cultural.
77. Acteón, fue un filme de ficción que intentó realizar Oteiza con la producción de
X-Films (fundada por Juan Huarte) y el apoyo técnico del director Jorge Grau.
Pero, finalmente, quedó fuera del proyecto inicial, siendo éste desvirtuado y con-
cluido por Grau en 1965. De nuevo Oteiza («Yo soy Acteón», escribió) vio tras-
mutando su carácter en destino y viceversa en su enésima tentativa fallida. Para
un análisis exhaustivo sobre los avatares asociados a ese proyecto y la tentativa
de aplicar la LC a la creación fílmica, véase el ensayo de Santos Zunzunegui en
Oteiza y el cine. Escenario de Acteón. Estética de Acteón, FMJO, 2011.
78. Véase, supra, nota 19.
241
79. Esta empresa teorética y totalizante conlleva aspectos problemáticos y se relacio-
na con la ambición hegeliana destinada a racionalizar exhaustivamente lo real.
80. Este texto en su versión original, publicada en Ejercicios83, se prolonga de las
pp. 93 a la 145. Se desconocen las razones que motivaron su supresión en
LCambios90.
81. Estos gráficos fueron editados por Pamiela, y se incorporaron a la edición de la
Ley de los cambios realizada por TRISTAN-DECHE ARTE CONTEMPORÁNEO.
El libro, ya con los gráficos encartados, se presentó con una carpeta gráfica que
también fue editada por TRISTAN-DECHE ARTE CONTEMPORÁNEO. El acto de
presentación fue en Iruña el 23 de febrero de 1991. La carpeta fue concebida
como un libro de artista, estampado mediante la técnica de aguafuerte en los
talleres Barbará (Barcelona), y tuvo una edición de 45 ejemplares numerados.
Se grabaron los diagramas y una selección de textos. La edición del libro y de la
carpeta fueron coordinadas por Daniel Txopitea y autorizadas por Jorge Oteiza.
La siguiente nota manuscrita pertenece al archivo de Txopitea.
242
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Alzuza.
249
INDICE ONOMÁSTICO*
*
Números en negrita: facsímil Ley de los cambios.
Números en redonda: texto introductorio y aparato crítico
251
Labayen, Joaquín, 233 Rancière, Jacques, 22, 39
Larrañaga, Gema, 10 Rodchenko, Alexandre, 242
Le Corbusier (Charles Édouard Jeanneret), 240 Rokha, Pablo de, 236
Lizasoain, Joaquín, 21 Romero, Francisco, 35, 234
López Bahut, Emma, 17, 235, 239, 240 Rossanda, Rossana, 53
Lutero, Martín, 100 Rubio, Antonio, 21
252