CASO GRAÑA Y MONTERO II

Sesión 22

Apreciaciones sobre estrategias seguidas por la empresa desde el año 2011

A lo largo de todos los años en que Graña y Montero ha desarrollado sus operaciones la ha
caracterizado una férrea voluntad de convertirse
en una de las más grandes empresas nacionales e
internacionales; ésta misma voluntad es la que se
traduce en las estrategias que ha utilizado para
consolidar su crecimiento corporativo y que son
motivos de este análisis. A partir del año 2002,
habiendo superado una época de crisis, se forjó
una recuperación a través de la que hasta la
actualidad es una de sus mejores estrategias de
crecimiento: la Diversificación. En mi opinión, no hay otra empresa que ejemplifique mejor la
estrategia de diversificación que Graña y Montero, y no es sólo porque traslada su filosofía de
servicio a cada uno de los sectores en los que trabaja, que vale decir, está claramente definida en
sus valores institucionales, sino que ha sabido ser cauteloso, ir paso a paso, para lograr hacerse de
un espacio en otros mercados, porque nunca es o ha sido difícil diversificar un producto o servicio,
lo realmente complicado es mantenerlo a lo largo del tiempo sin perder el espacio ganado en
sector al que se está apuntando, aunque este se encuentre en otra nación.

Posteriormente, a partir del año 2011 se consolida otra de sus más importantes estrategias:
Mejoramiento de sus prácticas de Buen Gobierno Corporativo. A través de esta iniciativa se
pretende mejorar el desempeño integral del
holding Graña y Montero y además mejorar el
compromiso con sus grupos de interés,
principalmente, los accionistas. Ésta pretensión
se materializó en una serie de medidas,
estrategias y políticas que se implementaron
con el fin de seguir creando valor a quienes
mantienen puesta su confianza e inversiones
en la empresa. Si a ello, le agregamos la
política de responsabilidad social y compromiso con sus colaboradores, considero que el grupo
termina de cerrar un círculo virtuoso en el que existe un compromiso vigente y latente con sus
principales aliados (grupos de interés). En todo sentido, esta apuesta es a ganador, no solo porque
asegura la vigencia de las inversiones en el grupo sino porque es un buen indicador para futuros
inversionistas, cuyo capital contribuirá a continuar con el crecimiento y expansión de las
subsidiarias sino porque mejora la imagen de la empresa en cada uno de los sectores en los que
opera.