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UCI NEZAHUALCÒYOTL

LICENCIATURA EN EDUCACIÓN

MODALIDAD MIXTA

ASIGNATURA: SOCIOLOGIA DE LA EDUCACION

CUATRIMESTRE: 1

ALUMNA: MARÌA DEL ROCIO RAMIREZ CUEVAS

NUMERO CONTABLE: 1830075

FECHA: 21 DE JUNIO DE 2018.

GRUPO: NE-L-14271

NOMBRE DEL PROFESOR (A):


CARLOS ALBERTO RODRIGUEZ RODRIGUEZ
SOCIOLOGÌA
DE LA
EDUCACIÒN
INTRODUCCIÒN.
Existen innumerables y complejas situaciones que enfrenta hoy en día el estado mexicano y la
sociedad en lo relativo a un sistema educativo globalizado que nos obliga a realizar cambios
estructurales tendientes a formar un solo criterio educativo en aras de beneficiar a las sociedades
más poderosas de la faz de la tierra. La educación deja de ser un derecho y se convierte en un
instrumento perfecto de dominación de este mundo en donde es predominante la ley de la oferta
y la demanda, la explotación del hombre por el mismo hombre, llamada capitalismo.

Es indispensable como docentes conocer el papel que ha jugado la educación a lo largo de la


historia del ser humano, para comprender.

En la Teoría positivista, se busca uniformar a la sociedad para controlar y desarrollar los status
sociales. El estado quiere el control social a través de la educación, establece en su política que tipo
de sujeto quiere formar y decide lo que debe aprender el sujeto, lo estructura (esquemas mentales).

La teoría positivista se lleva de la mano con la teoría de la reproducción, en ésta última la


educación trabaja para el capitalismo, como un instrumento.

La corriente de pensamiento estructural funcionalista a partir de los años cincuenta interviene el


estado, igualdad de oportunidades, meritocracia, prepárate, estudia para que puedas ser alguien en
la vida. La sociedad establece normas para hacer hombres disciplinados, que trabajan para la clase
dominante. El alumno se educa, se forma y de acuerdo a la teoría de la reproducción, se reproduce
al hombre disciplinado.

El paradigma formativo, se crea mano de obra calificada, sujeto libre, pero disciplinado, sin
desarrollo de la conciencia moral. Libertad supuesta que no va más allá de la dominación por la
dependencia de la hegemonía, quien domina es la clase dominante. Con la educación la clase
dominante tiene garantizado el control. La educación legitima el orden social. La educación nos hace
creer que el sujeto más educado, más formado tendrá más estatus.
DESARROLLO.
La sociología adquiere su carácter científico en las figuras de Augusto Comte (1798-1857), llamado
padre de la sociología por ser el fundador de la teoría positivista así como el pensador que le da su
nombre, y de Emile Durkheim (1858-1917) alumno de Comte y continuarlo de filosofía positivista,
quien escribe “Las reglas del método sociológico”, donde caracteriza su objeto de estudio como
Hecho Social. Este último fundo tambien las bases del estudio sociológico del fenómeno educativo,
escribiendo un libro que resulta esencial para cualquier estudioso de la educación, titulado
Sociología de la educación.

Al analizar las relaciones o hechos sociales mediante la sociología nos lleva a pensar en la
complejidad estructural de los fenómenos humanos. Tal complejidad ha observado y dado
características especiales a diversos niveles de la estructura social histórica mente determinada. Por
tanto, con el tiempo se han creado categorías específicas para designar los estudios sobre
determinadas relaciones estructurales que con el tiempo se han complejizado; es como surge la
división de los estudios sociológicos precisamente marcada por la importancia o transcendencia de
tales elementos para el desarrollo o continuos históricos civilizatorios; divisiones como la sociología
política, sociología rural, del trabajo, clínica, del arte, jurídica o educativa se han desarrollado de
forma continua durante el siglo XX, por mencionar algunas de las más relevantes.

La vida social de los siglos posteriores al Renacimiento poseían un vínculo directo con la
Sociología, que necesariamente debía consolidar como un estudio metódico y formal de un objeto
de estudio de estudio cambiante, las relaciones sociales, condicionamientos derivados de su propia
naturaleza y estructura.

La educación tiene una estrecha relación con la sociedad, y con las formas pedagógicas propias
de cada cultura cuya intima correspondencia con los sistemas sociales generales nos permiten
pensar a la educación como un perfeccionamiento personal, y al mismo tiempo colectivo.

Entonces si aceptamos que la educación es parte del desarrollo evolutivo de las sociedades
humanas (estructural, social o naturalmente hablado), parece no existir obstáculo alguno para
realizar de un modo sistemático un estudio sociológico de la misma.

La educación es un fenómeno eminentemente social, tanto por u origen como por sus funciones,
y presentar las dos características de los hechos sociales: la objetividad y el poder coercitivo. Es una
realidad social susceptible de observación y, por tanto, de tratamiento científico. (Acevedo,
Fernando, Sociología de la educación, p.17. 1994).

La aparición de la Sociología de la educación como ciencia puede considerarse como culminación


de un proceso natural de hechos. Puede ser definida según entiendo como el estudio científico de
los factores sociales que ocurren en las realizaciones e instituciones educativas (Brigido, Ana María,
Sociología de la educación, 2006), sin embargo, ¿interesa al educador el saber sociológico como
base científica para una mejor realización de su misión?

Si la educación, tanto en las sociedades primitivas como en las actuales, como se afirmó, es la
transmisión de modos de vida, pautas o modelos sociales de las generaciones adultas a las jóvenes,
dicha trasmisión se da de manera colectiva y se renueva conforme avanza el cambio social, dejando
una huella profunda en cada individuo. El carácter social de la educación estará determinado por el
hecho de que los seres humanos nacen y mueren, por tanto, todo hecho social se realiza a través
de mecanismos colectivos, generándose procesos, formas institucionales y leyes características de
la evolución o desarrollo humano.

Resaltaré que el campo de la sociología de la educación sería muy extensa si se entendiera por
educación todo proceso de interacción social dirigido a transmitir a ciertos grupos de individuos,
normas de acción o valores de orientación, definiciones cognitivas, afectivas o valorativas, usos y
costumbres en cada esfera de la vida asociada, hecho que nos haría comparar tal concepto con el
de socialización. De tal forma, y a diferencia del proceso socializador, el análisis de los sistemas
educativos se ha vuelto bastante arduo debido al enorme desarrollo cualitativo y cuantitativo de los
procesos formativos, con un ritmo más acelerado en el último siglo que acaba de concluir.

El gran desarrollo que ha tenido en nuestro siglo el estudio de los procesos educativos, tanto los
escolarizados como los informales, ha perfilado un espectro amplio de escuelas y corrientes
teóricas, donde las raíces clásicas del pensamiento social han sido decisivas. Es así que en la
educación como en el conjunto de las ciencias sociales, son principios fundamentales las líneas de
reflexión propuestas por grandes pensadores de lo social como Emile Durkheim, Karl Marx o Max
Weber. Tambien es cierto que la obra de esos autores solo una parte hace referencia al fenómeno
propiamente educativo, sin embargo sus propuestas interpretativas siguen teniendo una gran
influencia en la construcción de los esquemas filosóficos, teóricos-metodológicos que buscan
desentrañar los propósitos a fines sociales de la educación en el seno de nuestras sociedades.

El desarrollo que ha conocido la sociología de la educación a partir especialmente de los años


setentas sirve para mostrar cómo opera el trabajo intelectual en un campo especifico, es decir, para
analizar las interdependencias que existen entre uno modelos de análisis y otros, las permanencias
y las innovaciones. Me limitaré a subrayar dicho carácter dinámico partiendo de las características
de algunos de los modelos críticos más influyentes. En todos ellos se plantea la necesidad de
comprender no solo las funciones explicitas, sino tambien las funciones latentes que desempeña la
escuela, y en este sentido que los modelos críticos comparten el cuestionamiento de aquellas otras
teorías que ven en el sistema escolar una institución destinada fundamentalmente a favorecer, por
ejemplo, la movilidad social, la igualdad de oportunidades, la equidad en el proceso educativo y en
suma, una mayor justicia social.

Es, pues, la educación una especie de mecanismos de perpetuación que encontramos en todas
las culturas y con el que las sociedades consiguen la existencia continua que desean, aunque otras
veces ha podido tambien observarse como la formación proporcionada a algunas minorías (elites)
que tuvo la suficiente capacidad de persuasión a una nación o a una área determinada, podemos
suponer que no es uno solo el efecto de la educación en la sociedad.

Cuántas veces hemos escuchado a pedagogos, psicólogos, sociólogos, antropólogos, filósofos,


políticos, docentes, líderes sindicales, padres de familia o simplemente a los estudiantes de
cualquier nivel educativo en nuestro país, hablar, opinar o tratar de definir ¿qué es la educación?
Algunos dicen que es un proceso complejo, otros que son políticas gubernamentales y que deben
actualizarse o reformarse, que si le corresponde a la familia, a la escuela, a la iglesia, al gobierno,
educar a los niños y jóvenes. Discusión que finalmente pareciera que nos conduce al mismo extremo
de donde partimos y que no hay una solución apropiada a la extensa y rica discusión que sobre el
tema surge en todo momento, incluso cómo lema de muchos políticos en tiempo de elecciones,
“…un tema demasiado serio para que lo abandonemos exclusivamente en manos de los políticos,
que no se ocuparán de él sino lo suponen de interés urgente para su provecho electoral…”. (Savater,
F.; 1997; p. 14).

Pero vayamos por partes, porque pareciera que muchos conceptos teóricos o epistemológicos, se
han quedado estancados en el tiempo a pesar que aseguramos que el mundo ha cambiado y que el
hombre ha tenido una evolución sustantiva en los últimos siglos; pero no se diga que en las últimas
décadas se ve un avance importante de la tecnología que no va acorde con la evolución o desarrollo
del pensamiento. Así por ejemplo, para algunos autores como Mander, nos dice que estamos ante
los elementos de un nuevo paradigma pro-tecnológico en el que “no cabe duda de que la revolución
científica que enunció una teoría mecanicista de la naturaleza y la humanidad modificó los puntos
de vista predominantes sobre la vida y fomentó la fascinación por la máquina y la dependencia de
la misma”. (Mander, J.; 1996; p. 43). Y continúa diciendo, que todo ello es “… un proceso de
aceleración que nos hace girar cada vez más de prisa y hace que nuestra vida parezca más
emocionante…”. (Mander, J.; 1996; p. 82)

Pero esta situación es únicamente en el ámbito de la tecnología, puesto que los preceptos
filosóficos y conocimientos que sustentan estas teorías, que siguen teniendo vigencia en la
actualidad, provienen desde la antigua Grecia, con Aristóteles, Platón, Pitágoras, Sócrates, por
mencionar sólo a algunos de ellos, y cuando entramos al asunto especial que hoy nos ocupa, o sea
la educación y más específicamente la Sociología de la Educación, nos remontamos a pensadores
de finales del siglo XVIII y del siglo XIX, cómo los que hasta la fecha le dan un sustento especial a
estos temas: Comte, Durkheim, Weber y Marx, por mencionar sólo a los más destacados.
Observamos cómo es que el asunto no queda ahí, estando en pleno siglo XXI, con más de una década
transcurrida, seguimos teniendo nuestro fundamento, del tipo que queramos, pedagógico,
filosófico, económico, social, epistemológico, etc., con las teorías, métodos, programas o políticas,
que se iniciaron y se pusieron en práctica, en nuestro país y en el mundo, durante el siglo XX, ¿es
qué acaso falta quien se atreva a innovar para transformar la educación y en especial a su producto,
o sea los estudiantes?

Que complicado se vuelve el asunto, pero quizás que fácil sea resolverlo, y esta situación sólo
tendría un sustento innovador en la posibilidad de realizar un cambio de paradigma sobre todo lo
que se ha escrito, reflexionado y aportado a la educación, y entonces cabría preguntar: ¿cuál es el
verdadero papel de la educación en nuestros tiempos?

La educación se ha sustentado históricamente, en una relación simple de alumno-docente-


escuela-padres de familia, pero precisamente por ser tan simple se convierte en compleja, porque
cuando se considera a la educación cómo un fenómeno social entonces la escena se matiza de
muchos actores que intervienen en él. Una forma de intentar definir a la educación se dio con
Durkheim, que expresó “la educación es la acción ejercida por las generaciones adultas sobre
aquellas que no han alcanzado el grado de madurez necesario para la vida social” (Durkheim, E.;
1999; p. 49)

La sociología es una disciplina joven. Surgió en los siglos XVIII A XIX cuando una gran cantidad de
cambios sociales y agitación despertaron muchos interrogantes acerca de las funciones de la
sociedad. Adam Smith fue fundador se la teoría de la elección racional, la cual sostiene que la gente,
en su toma de decisiones, escoge el curso de acción más ventajoso para ella. Jeremías Bentham
amplió este concepto que él mantenía que requiere de la intervención del gobierno para que la
sociedad funcione sin alteraciones y para permitirla mayor cantidad de gente posible se beneficie
de los recursos de la sociedad. Carlos Marx creía que el sistema económico de la sociedad dividía
todos los demás aspectos de la vida social y alimentaba los conflictos sociales permanentes. Emilio
Durkheim enfocó su punto de vista las fuerzas sociales que unen una sociedad, denominó este
fenómeno como solidaridad social, la solidaridad mecánica está basada en una estrecha
participación de valores, la solidaridad orgánica es una interdependencia basada en la división
completa del trabajo. Marx Weber introdujo a la sociología la conciencia, de la naturaleza subjetiva
de la vida social, y equilibró el énfasis igual sobre la política y la cultura. Para Weber la tendencia
fundamental en la era moderna estaba dirigida hacia la creciente racionalización de la acción social
y de las instituciones sociales.

George Mead y los interaccionistas, quienes subrayaban la lengua y la comunicación simbólica,


sostenía que la gente se dirige y responde a los demás dependiendo de cómo se interpretan la
situación social.

La Sociología de la Educación se basa en diversas razones para formar un conjunto (sociología –


educación), entre las cuales se encuentran que la vida del hombre, desde sus comienzos, es y no se
concibe fuera de la sociedad, la existencia de dos personas ya marcan los requisitos mínimos para
que haya sociedad. Y la sociología se encarga precisamente del estudio de la estructura,
funcionamiento y desarrollo de la sociedad.

La segunda razón estriba en que la epistemología de la sociología de la educación es


enormemente rica en su marco teórico y metodológico.

La tercera razón está dada en la cantidad enorme de categorías y definiciones que marcan los
estudios sociales relacionados con la pedagogía, a saber: la socialización (como contraparte de la
individualización), el colectivo escolar, el colectivo pedagógico, las relaciones sociales, la institución
escolar, la familia, la comunidad, el desempeño de roles, el código de género, entre muchos otros
que son imprescindibles en el momento de explicar, valorar o elaborar los fundamentos teóricos de
tales investigaciones.

En cuarto lugar se puede señalar que las circunstancias hacen a los hombres en la misma medida
que los hombres hacen a las circunstancias, por lo tanto se puede entender de modo cabal lo
cambiante y movible que resulta el complejo entramado de las relaciones sociales, así como la toma
de decisiones, las estructuras y relaciones de poder, los roles muchas veces cambiantes de los
alumnos en el aula, las de los propios profesores, entre otros aspectos que mueven y singularizan
tal naturaleza de investigaciones.

Por último, se hace alusión a la idea de que el proceso docente – educativo o de enseñanza –
aprendizaje debe contener la mayor cantidad de elementos de la vida cotidiana, es decir reproducir
y ensayar toda suerte de eventos sociales de la actividad cognitiva, afectivo y práctica en que puedan
estar inmiscuidos los alumnos, profesores, directivos, familiares y vecinos para de esta manera
cumplir con el principio sociológico, de que la educación ha de preparar al hombre para la vida,
entendida en todas las esferas en este se mueve y vive.

Desde la sociología de la educación existen 5 grandes paradigmas o enfoques: funcionalistas, los


marxistas, los Weberianos, los interpretativos

Enfoques Funcionalistas

Los funcionalistas sugieren que deberíamos empezar con un análisis lógico del concepto de
sociedad y preguntarnos qué ocurriría si una sociedad -grande o pequeña, simple o compleja- ha de
sobrevivir y desarrollarse. Obviamente, dicen, esta sociedad debe reclutar nuevos miembros a
medida que desaparecen las viejas generaciones. Debe alimentarlos y vestirlos. Debe existir un
lenguaje común y debe haber algún grado de acuerdo con respecto a los valores básicos entre los
miembros para evitar el conflicto abierto. Por tanto, si una sociedad ha de desarrollarse tiene que
resolver determinados problemas.

En la teoría funcionalista a los mecanismos de resolución de problemas se les denomina


instituciones. Ejemplos de estas instituciones son la familia, la cual ayuda a resolver el problema del
suministro de nuevos miembros; las instituciones económicas, que sirven para alimentar y vestir a
la población; las instituciones políticas, las cuales coordinan las actividades de los diferentes
sectores de la sociedad; las instituciones religiosas, las cuales contribuyen al mantenimiento de los
valores básicos; y la educación, la cual ayuda a resolver el problema de la formación de la juventud.
Durkheim y algunos funcionalistas establecen una analogía con el cuerpo humano. Del mismo modo
que en el cuerpo humano, en la sociedad cada parte o cada institución tiene una función (o
funciones) específica y las distintas partes de la sociedad son inter-dependientes. Por ejemplo, la
educación está conectada en modos diversos con las instituciones económicas, familiares, políticas
y religiosas. Las instituciones sociales son estructuras complejas. Sin embargo, los funcionalistas
reconocen que la analogía orgánica no puede llevarse demasiado lejos. En el organismo vivo las
células están programadas por naturaleza para desempeñar sus funciones. En la sociedad estos roles
están ocupados por personas que no están biológicamente programadas.

Si una institución ha de funcionar con eficacia, la gente ha de ser forzada o inducida a cumplir sus
roles. Es aquí donde los funcionalistas introducen los conceptos de cultura y de socialización, y
abandonan la analogía orgánica.

Enfoques Marxistas

Estos enfoques tienen en común el considerar que el sistema educativo es una institución que
favorece a las clases sociales privilegiadas, de modo que la escuela se convierte en una institución
que justifica las desigualdades previamente existentes. Aquí vamos a considerar las aportaciones de
Marx, las teorías de la reproducción social y las teorías de la resistencia.

Control de la escuela

Los modelos de descentralización escolar inglés y americano influyeron en Marx al referirse al


carácter estatal de la escuela. La enseñanza debe ser estatal en lo que se refiere a la fijación de unas
leyes generales y de la financiación. El resto de las competencias debe correr a cargo de los
municipios, los cuales establecerán unos mecanismos de representación democrática

Plantea la necesidad de que la escuela sea esquivamente neutra en los temas conflictivos hasta el
punto de excluir su enseñanza del ámbito escolar. De este modo proponía que ni la economía
política ni la religión deberían enseñarse en las escuelas. Aquí se está planteando una clara
diferenciación entre dos procesos de aprendizaje: el espacio institucional de la escuela tiene la
función de instruir y el espacio no institucional más difuso de la sociedad tiene la función de educar.
Marx era firme partidario de la enseñanza estatal. En primer lugar, es obvio que solamente el estado
cuenta con y contaba con los recursos necesarios para poner en pie un verdadero sistema escolar
para todos, como también lo es que solamente con un sistema estatal podía plantearse seriamente
el tema de la gratuidad.

En segundo lugar, la creación de escuelas por los obreros significaba precisamente la caída en el
espectro de la dispersión de fuerzas que tanto temía Marx. En tercer lugar, Marx era consciente de
que dejar la enseñanza a la iniciativa privada significaría dejarla en manos de quienes contasen con
los recursos necesarios para poner en pie las escuelas. Hay que recordar que la supresión de la
enseñanza privada, o al menos el establecimiento de la enseñanza pública, era una vieja
reivindicación fundamental y prioritaria en todo programa democrático.

Enfoques Weberianos

Los enfoques inspirados en Weber no han dado lugar a una amplia literatura sobre el tema de la
educación y cuando lo ha hecho se trata de una reflexión muy vinculada al ámbito de la producción,
de la profesionalización, etc. De hecho, lo que aquí veremos, aparte de una reflexión sobre Weber,
es la teoría del credencial ismo en sus versiones fuerte y débil. No obstante, la idea de Weber sobre
la burocracia ha tenido alguna proyección en el estudio de la escuela como organización racional-
burocrática (lo que ocurre en el estudio de Waller sobre los maestros).

Weber apenas se ocupa de modo explícito de la educación. Es, sobre todo, en su sociología de la
religión donde se ocupa de la educación, y ello sin apenas mencionarla. Como advertía Lerena,
únicamente el lector ingenuo puede pensar que Weber solo se ha adentrado de modo ocasional en
la educación. Aquí asistimos fundamentalmente a una sociología del poder, a una teoría de los
aparatos de coacción psíquica. La escuela, la familia y la iglesia, constituyen asociaciones de
dominación. Por dominación entiende "un estado de cosas por el cual una voluntad manifiesta
(mandato) del dominador o de los dominadores, influye sobre los actos de otros (del dominado o
de los dominados) de tal suerte que en un grado socialmente relevante estos actos tienen lugar
como si los dominados hubieran adoptado por sí mismos, y como máxima de su obrar, el contenido
del mandato".

Enfoques Interpretativos

Hasta ahora, por lo que hemos visto, la actividad cotidiana de los profesores y de los alumnos está
dominada, cuando no dictada, por elementos tales como la sociedad, las necesidades de la sociedad
(funcionalismo), la economía, el sistema de clases o la ideología (marxismo). Los enfoques macro
contemplan a los seres humanos como meros productos del proceso de socialización. La creatividad
de la gente queda ignorada y desaparece su libertad. Son precisamente estos aspectos los que
condujeron a un replanteamiento de la sociología que se tradujo en la aparición de las corrientes de
carácter interpretativo, en las cuales el nivel macro es sustituido por el análisis micro sociológico.

Los enfoques interpretativos pretenden estar más cerca de las realidades de la vida social. Uno
de los problemas a que tradicionalmente se ha enfrentado la sociología ha sido el de su supuesta
falta de cientificidad, supuesta ausencia que, especialmente en la producción funcionalista posterior
a la segunda guerra mundial, pretendió ser compensada por medio de la introducción de
procedimientos matemáticos, con lo que se ignoró la capacidad activa de los sujetos sociales.

Interaccionismo, fenomenología y etnometodología

A partir de estos elementos de consenso podemos encontrar diferentes corrientes


interpretativas de entre las que destacamos el interaccionismo, la fenomenología y la
etnometodología.

El interaccionismo contempla la relación del alumno con el profesor como una relación de
conflicto donde ambos actores persiguen distintos objetivos. Se centran en el análisis del proceso
de negociación para que la vida en la escuela sea posible. El interaccionismo simbólico proviene de
la obra de Herbert Blumer y sus colegas de la llamada Escuela de Chicago. Los interaccionistas
simbólicos consideran que el ser humano es básicamente distinto del resto de los animales.

Mientras que los animales actúan en respuesta a otros objetos y acontecimientos a partir del
instinto o del condicionamiento previo, los seres humanos adoptan una actitud o comportamiento
sobre los objetos a partir de los significados que estos objetos tienen para ellos. Los significados
surgen a través de la interacción social con los demás. Los significados son comprendidos como
productos sociales. La conducta humana no es causada de un modo determinado predefinido por
fuerzas internas. La conducta es causada por una interpretación reflexiva y derivada de la cultura de
los estímulos internos o externos presentes. Sin duda es G.H. Mead el sociólogo más destacado de
esta tendencia, entre otras cosas porque rompió con las nociones mecánicas y pasivas del yo y de
la conciencia. Para Mead tanto el yo como la conciencia son creaciones sociales de la vida cotidiana.
Mead estaba preocupado por analizar las pautas de interacción, los actos sociales que constituían
la base de la sociedad humana. La realidad no es una dato fijo sino que es cambiante a medida que
los actores crean nuevos roles y nuevos significados, definiendo su situación de diferentes maneras,
todas las cuales son reales para ellos.

La etnometodología se preocupa por descubrir los procedimientos que utilizan los actores para
hacer el mundo inteligible. La etnometodología es el estudio del cuerpo de conocimientos de
sentido común y de la gama de procedimientos y consideraciones por medio de los cuales los
miembros corrientes de la sociedad dan sentido a las circunstancias en las que se encuentran, hallan
el camino a seguir en esas circunstancias y actúan en consecuencia. Los etnometodólogos se centran
en la acción, acción a la que conciben en tanto implica y entraña un actor reflexivo. Critican algunas
teorías sociológicas, por ejemplo, el funcionalismo estructural y el marxismo estructural, que
consideran al actor como un "imbécil desprovisto de juicio". Se puede comprender en qué consiste
la etnometodología a partir de la definición de Garfinkel.

Garfinkel considera que los hechos sociales constituyen el fenómeno sociológico fundamental,
sin embargo, estos hechos difieren considerablemente de los de Durkheim. Para este último los
hechos sociales son externos y coercitivos para los individuos. Para Garfinkel los hechos existen a
nivel micro.

La etnometodología se ocupa de la organización de la vida cotidiana. Los hechos sociales son el


resultado del esfuerzo concertado de las personas en su vida cotidiana. El orden social se deriva, al
menos parcialmente, de la reflexividad (término que debe entenderse como el proceso en el que
estamos todos implicados para crear la realidad social mediante nuestros pensamientos y nuestras
acciones) de las personas. Es decir, los etnometodólogos rechazan la idea de que el orden se deriva
meramente de la conformidad a las normas. Es la conciencia del actor de sus opciones, así como su
capacidad de anticipar cómo van a reaccionar los otros a lo que ellos dicen y hacen, lo que dispone
el orden en el mundo cotidiano.

Como se puede apreciar la escuela deja de ser considerada como una caja negra. Los sociólogos
acuden a su interior para analizar qué procesos tienen lugar. El método de investigación más
utilizado es la observación participante. Al contrario que el cuantitativismo funcionalista considera
como no-real lo cuantificable. Rechaza, por considerarlos edificantes, los análisis macro
sociológicos.

En estas interpretaciones no se vincula la escuela con el resto de la sociedad. Los agentes


educativos interactúan, intercambian mensajes con independencia de lo que ocurra puertas afuera
de la escuela. Con ello lo que se hace es esquivar el problema de la confrontación con el statu quo.
CONCLUSIÒN.
Se puede concluir que la sociología nos permite entender el medio donde se desenvuelve y educa
el hombre (conducta social). La educación son todos los conocimientos que adquiere el hombre
partiendo de su entorno social particular. El hombre aprende de su entorno social y con la ayuda de
la escuela este aprendizaje será formal y no formal convirtiéndose el educador en un guía para la
adquisición de los conocimientos. Con esto queda claro que la escuela es uno de los principales
agentes socializadores para el hombre, ya que estas están inmersas y se rigen de acuerdo a su
ambiente social (gobierno, religión, cultura, etc.) y pasa a ser entonces el integrador del individuo a
su ambiente.

Es importante decir que el hombre hace a la sociedad y que la sociedad hace a su vez al hombre,
estableciéndose una relación mutua bilateral, ya que no puede existir una comunidad social sin la
intervención del hombre, y a medida que se va formando la sociedad, el hombre se irá instruyendo
para formar parte de ésta.

Hoy en día, especialmente en el caso de la reforma educativa española, la sociología no parece


estar desempeñando un papel clave, a pesar de que junto con la pedagogía, la psicología y la
epistemología constituye, sobre el papel, uno de los soportes de la educación. Sin embargo, el
profesorado demanda un análisis sociológico del entorno. No obstante, la sociología de la educación
no se ha revelado especialmente útil en el trabajo cotidiano del profesor. En general, la sociología
es crítica con la labor del profesor: le considera un agente del sistema, un "extraño sociológico", un
semi-profesional y otra serie de términos que despiertan escasa simpatía.

Es menester profundizar en el estudio de los elementos de la sociología a nivel de la educación


para así entender las diferentes realidades sociales y las relaciones de éstas con el proceso
educativo. Es conveniente crear mayor énfasis en el estudio de lo social en las carreras
universitarias, en especial en educación, así como darle importancia a los elementos de
investigación sobretodo cualitativa, para la comprensión de hechos sociales y para generar docentes
que estén incorporados en las comunidades donde llevan a cabo su desempeño profesional. Es
ilógico pensar que un docente conozca la realidad o historia de diferentes países o lugares foráneos
y no la propia realidad donde se desenvuelve, así como creer en que la elaboración de
planificaciones estratégicas sin considerarla realidad del entorno vaya a generar un cambio de
actitud y conciencia en sus estudiantes, así como un aprendizaje verdaderamente significativo.
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