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Apunte: Teoría de Conjuntos

2014

Pablo Usabiaga

IMPORTANTE:
• Las notas a pie de página no están de adorno. Deben ser leídas (eventualmente, estudiadas) igual
que el resto del apunte. Si en este apunte se utilizan notas al pie, es porque ello facilita la exposición,
y de ninguna manera significa que puedan omitirse: las notas son tan importantes como cualquier
otra parte del texto.
• Este apunte puede ser complementado con la lectura de los pasajes seleccionados por la cátedra del
libro de Patrick Suppes Introducción a la lógica simbólica (lectura no obligatoria). Para facilitar la
lectura de dicho texto, en este apunte se mencionan, en las notas, algunas de las variantes
terminológicas y notacionales que se utilizan en la traducción disponible del libro de Suppes. En este
apunte utilizamos la terminología habitual en la Argentina.

¿QUÉ ES UN CONJUNTO?

Un conjunto es una colección de objetos (llamados elementos del conjunto). (1) Por ejemplo, los
colores primarios constituyen un conjunto, los dedos de mi mano constituyen un conjunto, los átomos
del universo constituyen un conjunto, los alumnos de Ciencias de la Administración matriculados en
2004, constituyen un conjunto. Rojo, amarillo y azul son los elementos del conjunto de los colores
primarios. Un sinónimo de conjunto es clase.
Los elementos de un conjunto se dice que pertenecen a éste.
Para comprender el concepto de conjunto, podemos recurrir a la siguiente analogía. Supongamos
que tenemos en el placard de nuestro dormitorio una caja de zapatos en la que guardamos una serie de
objetos. Por ejemplo, fotografías. Esa colección de fotos constituye un conjunto.
No es necesario que los elementos de un conjunto sean todos del mismo tipo: el conjunto puede
tratarse de una colección arbitraria de objetos. Por ejemplo, en otra caja de zapatos podemos tener
guardados una serie de objetos que podrían ser los siguientes: una foto de Maradona, un anillo, una
cadenita, un pañuelo con mocos de Sergio Denis que compramos en una subasta en Sotheby’s, un autito
de colección de nuestra infancia, tres libretitas, una agenda vieja y la perilla de la radio que se nos
rompió. Esa colección también constituye un conjunto, y esos objetos son sus elementos.
En ambos ejemplos, la caja misma sería, en nuestra analogía, el respectivo conjunto, y los objetos
que están adentro serían sus elementos. Atención: esto es una mera analogía. La caja no es,
técnicamente hablando, ningún conjunto: es meramente un objeto (una caja de zapatos). Y lo que está
adentro de cada caja son los elementos del respectivo conjunto. Como toda analogía, esta tiene sus
limitaciones. Por ejemplo, si reemplazo en la caja de zapatos un objeto por otro, o le agrego o le saco
alguno, la caja sigue siendo la misma. Pero si reemplazo en un conjunto un elemento por otro, o le
agrego o le saco un elemento, el resultado es un conjunto distinto del original. 2

1
Suppes y otros autores los llaman miembros del conjunto.
2
Debo esta observación al matemático Fernando Gómez.
Apunte: teoría de conjuntos - Parte I pág. 1 de 15
Algunos ejemplos

• El conjunto de los números naturales comprendidos entre 1 y 10 (ambos inclusive).


• El conjunto de los países de América del Sur.
• El conjunto de células del cuerpo de Alfredo Casero.
• El conjunto de los números naturales.
• El conjunto de los números reales comprendidos entre 0 y 1 (excluyendo ambos).
• El conjunto de los números reales comprendidos entre 0 y 1 (excluyendo el 1 e incluyendo el 0).
• El conjunto de alumnos regulares de la UNS.
• El conjunto de las figuras geométricas planas de menos de cinco lados.
• El conjunto formado por los siguientes objetos: Dalma Nerea Maradona, el icosaedro, Bob Esponja,
la esponja del baño de Tom Cruise, el caballo de Galtieri, (3) el cepillo de dientes del profesor de
esta materia, el hámster de la hija de la presidenta Cristina Fernández, el número 5, el perro de
Mauricio Macri, el rector de la UNS entre 1984 y 1985, y Carlitos Gardel.
• El conjunto de los alumnos inscriptos en Fundamentos de las Ciencias de la Administración en la
UNS en 2007.
Etc.

Los conjuntos pueden definirse por extensión (nombrando uno por uno todos sus elementos) o por
intensión (o comprensión). Todos los conjuntos recién señalados están definidos por intensión, excepto
el penúltimo, que está definido por extensión. La notación matemática correspondiente es la siguiente:
• Por intensión: {x|x es un color primario}
• Por extensión: {el color amarillo, el color rojo, el color azul}
Ambas definiciones corresponden al mismo conjunto: el mismo perro con distinto collar.
¿Qué ej ezo de x|x? Puej ezo, se lee así: “equis tal que equis”. Y lo que quiere decir es: tome usted
un elemento x cualquiera del universo del que esté hablando.(4) El conjunto en cuestión (denotado por la
expresión que empieza con la llave de abrir y termina con la de cerrar) está formado por todos esos
elementos x que tienen la propiedad de ... . En este ejemplo, la propiedad en cuestión, que va en el lugar
de los puntos suspensivos, es “ser un color primario”. Es decir, la expresión dice: todos los x tales que
(cada uno de esos) x es un color primario. Y como está encerrada entre llaves, se refiere al conjunto del
que todos esos x son elementos (y solamente ellos lo son).
Por supuesto, como se ve en los ejemplos, hay conjuntos finitos y los hay infinitos (es decir, con
un número finito o infinito de elementos, respectivamente). Como es evidente, solamente los primeros
pueden definirse por extensión, y además hay conjuntos finitos que resulta imposible, en la práctica,
definir por extensión, como el conjunto {x|x es una célula del cuerpo de Alfredo Casero}. Resulta obvia
la necesidad de recurrir en esos casos a definiciones por intensión. Aun así, a veces se hace una
“definición por extensión” un tanto trucha, como ésta:
N = {0, 1, 2, 3, 4, 5, ...}
en la que los puntos suspensivos significan algo así como “no te hagás el gil que vos sabés cómo sigue”.

Recuérdese que una cosa es el conjunto y otra sus elementos. Los elementos no son el conjunto:
del mismo modo que los objetos que tenemos adentro de la caja de zapatos no son la caja de zapatos, un
conjunto es una cosa aparte de sus elementos. (5) Es cierto que todo conjunto es un objeto, como lo son

3
Un viejo chiste-adivinanza: ¿Cómo se llamaba el caballo de Galtieri? Respuesta: Leopoldo Fortunato. (Con perdón de los
caballos.) Es interesante señalar que la sangrienta dictadura argentina de 1976-83, acusó a la teoría de conjuntos (y con ella, a
los que la enseñaban) de ser una peligrosa arma ideológica de la “subversión marxista apátrida” que quería “reemplazar la
enseña patria por un sucio trapo rojo”.
4
Dicho universo se llama “universo de discurso” o “dominio de discurso” y comprende todos los objetos involucrados en el
tema del que se esté hablando, es decir, todos los objetos que pueden ser elementos de conjuntos. Como veremos más
adelante, se llama “conjunto universal” al conjunto cuyos elementos son todos los objetos del dominio de discurso.
5
Dependiendo de cómo se entienda la última frase, esto no siempre es del todo cierto. Pero ya volveremos sobre ello un poco
Apunte: teoría de conjuntos - Parte I pág. 2 de 15
sus elementos: se trata de un tipo de objeto abstracto (matemático), como lo son los números o las
figuras geométricas. Pero es un objeto, insistimos, aparte de sus elementos, con los que no debe
confundirse.
El penúltimo ejemplo muestra claramente que cualquier colección de objetos constituye un
conjunto. No importa de qué tipos de objetos se trate (aun cuando se mezclen alegremente objetos
materiales y concretos con objetos abstractos); no importa lo heterogénea u homogénea que sea la
colección. Lo que tal vez a alguno le haga acordarse del tango “Cambalache”:
Mezclao con Stavisky va Don Bosco y “La Mignón”,
Don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín...
Igual que en la vidriera irrespetuosa
de los cambalaches se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remaches
ves llorar la Biblia contra un calefón... (6)

Es habitual que los conjuntos se denoten o simbolicen mediante letras mayúsculas: “el conjunto A”, “el
conjunto B”, etc. Y que los elementos se denoten o simbolicen mediante letras minúsculas: a, b, c... . (7)

Notación
A = {a, d, z} ....... El conjunto A, cuyos elementos son a, d y z.
b ∈ A ................. b pertenece a A (o lo que es lo mismo, b es un elemento de A) (8)
t ∉A .................... t no pertenece a A (t no es un elemento de A)

DEFINICIÓN DE CONJUNTOS POR EXTENSIÓN E INTENSIÓN

Toda propiedad determina un conjunto: el conjunto de los objetos que poseen esa propiedad. Por
ejemplo, la propiedad de ser rojo determina el conjunto de todas las cosas rojas, la de ser un perro el
conjunto de los perros, la de ser bahiense el conjunto de los bahienses, la de ser un dedo de mi mano el
conjunto de los dedos de mi mano, etc.
Como ya señalamos antes, un conjunto puede ser definido por extensión (o denotación) o por
intensión (o connotación, o comprensión). La definición por extensión de un conjunto consiste en
nombrar todos los elementos del conjunto. En cambio, la definición por intensión de un conjunto
consiste en indicar la propiedad (o característica) que tienen en común todos los elementos de dicho
conjunto (y solamente ellos). Por ejemplo, “el conjunto de los colores primarios”, “el conjunto de los
planetas”.

Notación:
• Por intensión (o comprensión):
A = {x|x es un planeta del sistema solar}
(Se lee: x tal que x es un planeta del sistema solar Significa: todos los objetos x tales que cada
uno de esos x es un planeta del sistema solar.)
• Por extensión:
A = {Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno, Plutón}

Como también señalamos antes, las definiciones por intensión son fundamentales a la hora de

más adelante. Por ahora, separemos bien claramente el conjunto de sus elementos.
6
“Cambalache” (1934). Letra y música de Enrique Santos Discépolo.
7
Sin embargo, veremos más adelante que también se usan letras minúsculas para denotar conjuntos, eliminando la diferencia
notacional entre elementos y conjuntos.
8
Suppes: “b es un miembro de A”.

Apunte: teoría de conjuntos - Parte I pág. 3 de 15


definir conjuntos muy grandes, e ineludibles a la hora de definir conjuntos infinitos, como por ejemplo
el conjunto de los números naturales o el conjunto de los números reales comprendidos entre 1 y 0.

PRINCIPIO DE EXTENSIONALIDAD

Un conjunto queda definido por los elementos que pertenecen a él. Éste es el criterio de identidad de
conjuntos, denominado “principio de extensionalidad”:
Si A y B tienen los mismos elementos, entonces A = B, es decir, A y B son el mismo conjunto. (9)
Por así, decir, la lista de elementos de un conjunto constituye el “DNI” de ese conjunto.
IMPORTANTE: si en la definición por extensión un elemento aparece repetido, se trata del mismo
conjunto que aquél definido por extensión en el que ese elemento no aparece repetido. Y además, el
orden en que aparecen los elementos en la definición por extensión es irrelevante:
{a, b, c} = {c, a, b} = {a, b, a, c} (10)

RECORDAR: NO CONFUNDIR AL CONJUNTO CON SUS ELEMENTOS


Una cosa son los planetas, y otra el conjunto de los planetas. Si no se tiene cuidado, es fácil confundirse
una cosa con la otra. Sobre todo cuando, para abreviar, se dice por ejemplo “los planetas” en lugar de
“el conjunto de los planetas” para hablar del conjunto. No vamos a juzgar si esa forma de hablar es
incorrecta, pero como mínimo diremos que supone suficiente familiaridad con el tema como para estar
seguros de que no lleve a confusión a ninguno de los interlocutores.
Es muy importante no caer en esta confusión, porque los conjuntos y sus elementos son cosas
distintas que tienen propiedades distintas. Así, los planetas son objetos celestes, pero el conjunto de los
planetas no es un objeto celeste. Normalmente, lo que digamos del conjunto no es aplicable a sus
elementos y lo que digamos de sus elementos no es aplicable al conjunto. Confusiones de este tipo dan
lugar a razonamientos disparatados como el siguiente: “Los buenos artesanos son escasos, y Juan es un
buen artesano, así que Juan es escaso”.

PERTENENCIA, INCLUSIÓN, CONJUNTO UNIVERSAL, COMPLEMENTO

Sean A , B conjuntos.

Pertenencia a un conjunto:
“ a ∈ A ” significa “ a es un elemento del conjunto A ” o “ a pertenece al conjunto A ”.

Subconjunto: “ A ⊆ B ” significa “ A está incluido en B ”, o “ A es un subconjunto de B ”.


Definición: A ⊆ B si y sólo si todos los elementos de A son también elementos de B .

9
Nota sobre el signo ‘=’ (igualdad). Tendemos a creer, por la (mala) educación escolar, que el signo ‘=’ se refiere al
resultado de un proceso: por ejemplo, que cuando escribimos ‘2 + 3 = 5’ estamos diciendo algo así como “el resultado de (el
proceso de) sumar 2 y 3 es 5”. Pues no. Mal. Lo que estamos diciendo cuando escribimos esa ecuación es “el número al que
se refiere la expresión que está a la izquierda del signo ‘=’ es el mismo que el número al que se refiere la expresión que está a
la derecha de dicho signo”. Por eso, es perfectamente correcto escribir “el presidente de EEUU en 2011 = Barack Obama” o
“París = la capital de Francia”. Mucho cuidado, pues, al interpretar toda expresión en la que aparezca el signo ‘=’.
10
Si al definir un conjunto por extensión repetimos la mención de algún elemento, como en {c, b, c, a}, en donde repetimos
la mención a c, estamos tal vez cometiendo una desprolijidad o una falta estética, pero no un error matemático. El caso es
similar a cuando recitamos una lista de memoria e involuntariamente repetimos algún nombre; por ejemplo, cuando un mozo
nos informa: “de postre hay flan, helado, postre vigilante, flan y budín de pan”. La repetición de “flan” es irrelevante: el
conjunto de postres disponibles en el restaurante sigue siendo el mismo, independientemente de que el mozo repita o no la
palabra “flan”. Por eso, {c, b, c, a} = {c, b, a}
Apunte: teoría de conjuntos - Parte I pág. 4 de 15
Ejemplo 1. A = {a, b, c, d } , B = {a, b, d , e, c, f } . En este caso se verifica que A ⊆ B . (Además, se
verifica que B⊆ 11
/ A ). ( )
Ejemplo 2. A = {a, b, c, d}, B = {a, b, e, c, f}. En este caso, A ⊆ / B . (También se verifica que B ⊆/ A ).
Ejemplo 3. A = {a, b, c, f , e} , B = {a, b, e, c, f } . En este caso, A ⊆ B , y también B ⊆ A .

Subconjunto propio: “ A ⊂ B ” significa “ A es un subconjunto propio de B ” o “ A está


estrictamente incluido en B ”. (12)
Definición: A ⊂ B si y sólo si todos los elementos de A son también elementos de B , pero no todos los
elementos de B son elementos de A .
Ejemplo 4. A = {a, b, c, d } , B = {a, b, d , e, c, f } . En este caso se verifica que A ⊂ B
Observación:
Todo conjunto es subconjunto de sí mismo, pero ninguno es subconjunto propio de sí mismo.
Compruebe usted mismo el porqué de esta afirmación.

Igualdad (identidad) de conjuntos e inclusión: Si se aplican las definiciones hasta ahora introducidas,
se podrá comprobar que A = B si y sólo si A ⊆ B y B ⊆ A . (Compruébelo.)
Nótese que esta afirmación es equivalente al principio de extensionalidad que hemos enunciado más
arriba (y por lo tanto se deduce de éste). Afirmar que A ⊆ B y B ⊆ A es afirmar que todos los elementos
de A son elementos de B y todos los elementos de B son elementos de A, y por tanto A y B tienen
exactamente los mismos elementos, y por tanto son (de acuerdo con el principio de extensionalidad) el
mismo conjunto. Si quisiéramos, podríamos definir la igualdad de conjuntos como la inclusión mutua
( A = B si y sólo si A ⊆ B y B ⊆ A ), y a partir de allí deducir el principio de extensionalidad.
Ejemplo 5. A = {a, b, c, f , e} , B = {a, b, e, c, f } .
En este caso, A ⊆ B , y también B ⊆ A , por lo tanto, A = B .
Está claro que se verifica el principio de extensionalidad: A y B tienen los mismos elementos; por lo
tanto, no son dos conjuntos: son el mismo conjunto.

Conjunto Universal (o Dominio de Discurso): En cada situación o problema que estemos


considerando suponemos que hay un conjunto que abarca a todos los demás, es decir, todos los demás
son subconjuntos de ese conjunto. Es el llamado conjunto universal, también denominado universo de
discurso o dominio de discurso. Lo simbolizamos así: “X”. (13)
Es fácil comprobar que todos los objetos que puedan ser elementos de cualquier conjunto
involucrado en la la situación o problema que estamos tratando son elementos de X. Dejamos al alumno
que haga la correspondiente demostración (solo hay que aplicar las definiciones).

Complemento de un conjunto: Sea X el conjunto universal, y sea A un subconjunto de X .


Definición: Llamamos complemento de A (denotado mediante Ac ) al conjunto de todos los elementos
que pertenecen a X y no pertenecen a A :
Ac = {x| x ∈ X y x ∉A} (14)

Ejemplo 6. Sea X = {a, b, c, d , e, f , g} y A = {a, b, e, f } . Entonces Ac = {c, d , g}

11
Por supuesto, A ⊆/ B significa “A no está incluido en B”, es decir, la negación de A ⊆ B .
12
Análogamente, ⊄ es la negación de ⊂ , de modo que A ⊄ B significa “A no es un subconjunto propio de B”.
13
Suppes utiliza la letra “V”.
14
Suppes utiliza la notación Ā en lugar de Ac ; la notación de Suppes es bastante común también en la Argentina.
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CONJUNTO VACÍO

Se llama conjunto vacío al conjunto que no tiene elementos. Lo simbolizamos con “ ∅ ” y también con
“{ }” (un par de llaves sin nada entre ellas). (15)

• Acabamos de decir que es “EL conjunto que no tiene elementos”. No dijimos que “UN conjunto
vacío es UN conjunto que no tiene elementos”. La razón es que solamente existe UN ÚNICO
conjunto vacío. Es decir, si tenemos que “dos” conjuntos son vacíos, entonces no son dos
conjuntos, sino que son el mismo. Por eso, no hablamos de “un conjunto vacío”, sino de “el
conjunto vacío”: porque, igual que madre, hay uno solo. (Ejercicio: explique por qué hay un
único conjunto vacío. Sólo tiene que usar las definiciones.)
• El conjunto vacío es subconjunto de cualquier conjunto. (Ejercicio: explique por qué. Sólo tiene
que usar las definiciones). (16)

El conjunto ∅ es (lo dice su nombre) vacío, es decir, “no tiene nada adentro”, pero eso no quiere decir
que él mismo no sea nada. Una caja de zapatos vacía no es una nada: es algo, es una caja (generalmente
de cartón). Como decíamos más arriba: no hay que confundir a un conjunto con sus elementos. Los
elementos de ∅ son inexistentes, pero eso no quiere decir que ∅ sea inexistente. ¡Por supuesto que ∅
existe, claro que existe!
Oraciones como “todos los chanchos voladores son serpientes” son vacuamente verdaderas porque
tienen un sujeto vacuo: el sujeto de esas oraciones son LOS ELEMENTOS del conjunto vacío —
elementos inexistentes, por cierto. Sería un grave error creer que el sujeto de esas oraciones es el

15
Suppes lo simboliza con la letra griega Λ (lambda mayúscula).
16
Tal vez, al intentar aplicar las definiciones, el lector se quede desconcertado ante la cuestión (crucial para resolver el
ejercicio) de qué sentido tiene la afirmación “todos los elementos de ∅ son elementos de A”: si ∅ no tiene ningún elemento,
¿qué cuernos significa la frase “todos los elementos de ∅”? Para evitar la confusión y la ambigüedad, los matemáticos y los
lógicos se han puesto de acuerdo en cuanto a qué significa la palabra “todos”. (Se han puesto de acuerdo en cuanto a qué
significa esta palabra en matemática y en lógica, por supuesto; lo que signifique en español, lo dirán los hablantes de
español: los matemáticos y los lógicos no son unos mandamases que les anden diciendo a los demás cómo tienen que hablar.
Al César lo que es del César.) En matemática y en lógica, “todos son” significa “no hay ninguno que no sea”. Así, “todos
los pampeanos son argentinos” debe entenderse como “no hay ningún pampeano que no sea argentino”.
Esto nos permite salir del atolladero. “Todos los elementos del conjunto F son elementos del conjunto G” significa “no
hay ningún elemento del conjunto F que no sea elemento del conjunto G”. Lo que a su vez significa (aplicando la definición
c
de complemento): “no hay ningún elemento del conjunto F que sea elemento de G ”. Y en particular, “Todos los elementos
de ∅ son elementos de A” significa: “No hay ningún elemento de ∅ que sea elemento de A ”. O para decirlo todavía más
c

claro, significa: “En ∅ no hay ningún elemento que sea también elemento de A ”. Por supuesto, dado que en ∅ no hay
c

ningún elemento de ningún tipo (por definición), con más razón, en ∅ no hay ningún elemento que sea elemento de A . ¡Ni
c

que sea elemento de A , ni que no lo sea, porque en ∅ no hay nada de nada!


c

Cuando usamos la palabra “todos” de esta manera, es decir, refiriéndonos a un grupo de objetos que no existen (como
en la frase “todos los chanchos voladores fanáticos del rock and roll”), se dice que estamos ante un uso vacuo de dicha
palabra. Nótese una insólita consecuencia: cualquier oración cuyo sujeto sea un “todos” vacuo es verdadera. Por extraño
que parezca, debido a que no existen chanchos voladores (y mucho menos, que por añadidura sean fanáticos del r&r), la
oración “todos los chanchos voladores fanáticos del r&r son verdes” es verdadera, porque significa: “no hay ningún chancho
volador fanático del r&r que no sea verde”, cosa que es verdad: dado que no hay —no existen— chanchos voladores
fanáticos del r&r, mucho menos puede haber porcinos de esa calaña que además tengan la característica de no ser verdes (es
decir, que sean rojos o marrones o amarillos o azules o...). Es sencillo: si es verdad que no tengo caramelos, con más razón es
verdad no tengo caramelos que no sean de menta. Ni que sí sean de menta, ni que sean ácidos, ni que sean dulces...
Así como es verdadera la oración “todos los chanchos voladores fanáticos del r&r son verdes”, también son
verdaderas, por las mismas razones, y por raro que parezca, “todos los chanchos voladores fanáticos del r&r son de cualquier
color menos el verde”, “todos los chanchos voladores fanáticos del r&r son vacunos ovinos cruzados con equinos”, ¡e incluso
“todos los chanchos voladores fanáticos del r&r detestan el r&r”! Estas oraciones se dice que son vacuamente verdaderas.
Vacuamente, claro está, porque es como si no dijeran nada de nada: porque el sujeto de esas oraciones es vacío. Después de
todo, hablan acerca de cosas que no existen: ¡están hablando acerca de nada (chanchos voladores, elementos de ∅, números
mayores de 10 que son menores que 4)!
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conjunto vacío mismo. ¡Si así fuera, el sujeto no sería vacuo, sino que la oración hablaría acerca de algo
que existe: el conjunto vacío! Uno puede formular oraciones cuyo sujeto sea el conjunto vacío, y en este
apartado ya hemos formulado varias: esas oraciones no son vacuas, y pueden ser tanto verdaderas como
falsas (¡pero aunque sean verdaderas, no son vacuamente verdaderas!). Ejemplos: “El conjunto vacío no
tiene elementos” (VERDADERA); “El conjunto vacío tiene siete elementos” (FALSA).

¿UN CONJUNTO PUEDE PERTENECER A OTRO CONJUNTO?

Un error muy común consiste en decir cosas tales como que el conjunto {a, b, c} “pertenece” al
conjunto {a, b, c, d, e}. Eso es un error, porque no pertenece a él, sino que está incluido en él: es un
subconjunto de él. Otro error consiste en decir cosas tales como que el elemento d “está incluido” en
{a, b, c, d, e} Eso es un error, porque al revés que en el caso anterior, no está incluido, sino que
pertenece a él. Inclusión es algo que se da entre dos conjuntos, y pertenencia es algo que se da entre
elementos y conjuntos. No deben confundirse ambos conceptos.
Lo dicho puede hacernos creer que un conjunto no puede pertenecer a otro conjunto (no puede ser
elemento de otro conjunto), sino que sólo puede estar incluido en otro conjunto (ser subconjunto de otro
conjunto). Sin embargo, esto no es así: nada impide formar conjuntos que tengan conjuntos como
elementos. Así, podemos tener un conjunto A = {C, D, G}, cuyos elementos C, D, G son a su vez
conjuntos. Por supuesto, eso no significa que C ni D ni G estén incluidos en A: son elementos de A, es
decir que pertenecen a A.
Después de todo, dijimos en el primer apartado que un conjunto es un objeto (un objeto abstracto,
pero objeto al fin). Y como cualquier objeto, puede llegar a formar parte de nuestro universo de
discurso.
Es por esta razón que a veces es mejor usar letras minúsculas indistintamente para denotar
conjuntos y elementos de conjuntos, ya que un conjunto puede ser elemento de otro conjunto: por lo
tanto, es conjunto, de modo si usáramos la regla de las mayúsculas y minúsculas, debería denotárselo
con una mayúscula, pero también es elemento, con lo que esa misma regla nos obligaría a denotarlo con
una minúscula. Para evitarnos ese problema, en casos así, usamos todas minúsculas, o bien dejamos de
considerar relevante la diferencia entre mayúsculas y minúsculas.
Esto significa (y aquí se ve por qué es importante disponer de un lenguaje técnico preciso) que hay
dos sentidos en los cuales un conjunto puede “estar adentro” de otro: un conjunto A puede estar
incluido en B, o puede ser un elemento de B. No hay que confundir una cosa con la otra. (17) Por esta

17
Por estrambótico que parezca, existen casos bizarros en los que un conjunto está a la vez incluido en otro y al mismo
tiempo pertenece a este otro. Ejemplo:
A = { {1, 3}, 1, 3, 7, m }
B = { 1, 3 }
En este caso, se verifica tanto que B ⊆ A como que B ∈ A.
Más estrambótico aún, un conjunto puede ser elemento de sí mismo:
C = {rojo, verde, Carlos Monzón, el conjunto C}
Aquí, no solamente C ⊆ C (como es ley); además, en este caso particular, ¡C ∈ C!
Pero la estramboticidad tiene sus límites. Piénsese en un rato en este conjunto:
D = {x|x ∉ D}
En este caso, si x es un elemento de D, por definición de “ser elemento de”, x ∈ D. Pero si pertenece a D, ¡no puede pertenecer a
D, dado que los elementos de D son, según la definición por intensión dada, los que no pertenecen a D! Este resultado
contradictorio, al igual que otros, como la paradoja de Russell, resulta inaceptable, y por lo tanto, debemos poner coto a las
pretensiones desmedidas de permitir que cualquier propiedad pueda tomarse como criterio de definición un conjunto (es decir,
como fundamento de que ese conjunto exista). Por ejemplo, como se ve aquí, está prohibido usar la propiedad “no pertenece a sí
mismo como elemento” para tratar de definir un conjunto.
Alguien podría estar tentado de creer que como el conjunto (aparentemente contradictorio) de los cuadrados triangulares
no es otra cosa que el conjunto vacío, lo mismo pasaría con D, que sería en realidad el conjunto vacío y por lo tanto no habría
ningún problema ni contradicción. Pero no es así. Si D fuera ∅ , entonces ningún objeto x pertenecería a D. Por lo que
aplicando la definición por intensión, ¡todos esos objetos pertenecerían a D! (ya que pertenecen a él los que no pertenecen a
Apunte: teoría de conjuntos - Parte I pág. 7 de 15
razón, no utilizamos frases de significado esquivo como “estar adentro de”, sino términos con un
significado preciso y claramente establecido, como “incluido” o “pertenece”. (Insistimos: es en
matemática que tienen ese significado preciso y claramente establecido, lo que no impide que estos
términos se usen sin demasiada precisión en el lenguaje ordinario, cosa que, por lo demás, no tiene nada
de malo.)
Es muy importante, pues, tener muy claro qué es la pertenencia y qué es la inclusión, ya que según
sea el caso, deberemos decir que x pertenece a y, o deberemos decir que x está incluido en y. Y ESTAS
SON DOS COSAS DISTINTAS.
A la derecha de la frase “pertenece a” (o del símbolo ∈) siempre encontraremos el nombre de un
conjunto, y a cada lado (izquierda y derecha) de la frase “está incluido en” (o del símbolo ⊆ , o ⊂ )
encontraremos siempre el nombre de un conjunto. Pero a la izquierda de la frase “pertenece a” (o del
símbolo ∈) encontraremos el nombre de cualquier objeto: ese objeto puede ser un lápiz, un número, un
animal, pero también (aunque no necesariamente, por supuesto) un conjunto:

∈ puede ser cualquier entidad. (Puede ser un conjunto, pero puede


no serlo. De hecho, lo más frecuente es que no sea un conjunto.)
⊆ (ó: ⊂ ) , y tienen que ser, sí o sí, conjuntos.

En otras palabras: dado que podemos formar conjuntos de cualesquiera cosas, también estamos
autorizados a formar conjuntos cuyos elementos sean conjuntos. O cuyos elementos sean la mitad
conjuntos y la otra mitad perros. O lo que queramos. En resumen, un conjunto sí puede pertenecer a
otro conjunto; pero atención, que ello no nos lleve a error y terminemos diciendo que un conjunto
pertenece a otro cuando lo que ocurre es que está incluido en otro —lo que es muy distinto.
• Ejemplo de conjunto cuyos elementos son conjuntos:
{ {1, 3}, ∅, {x, z, j}, {2, 4, 7, 9}}
• Ejemplo de conjunto que tiene como elementos tanto a conjuntos como a objetos que no son
conjuntos:
{ {1, 3}, París, Borges, {x|x es un perro salchicha}, el obelisco de Buenos Aires, el autor del
Quijote, el libro de las Mil y Una Noches, {Gardel, Sting}}
• Ejemplo de conjunto cuyos elementos no son conjuntos:
{Marte, Tierra, Venus}

Conjunto Potencia: Sea A un conjunto. Se llama conjunto potencia de A al conjunto cuyos


elementos son todos los subconjuntos de A. (También se lo llama, por obvias razones, conjunto de
partes de A.) Se simboliza así: P ( A) .
Definición: P ( A) es el conjunto de todos los subconjuntos de A.
En símbolos: P ( A) = {x|x ⊆ A}
El conjunto potencia es un ejemplo de conjunto cuyos elementos son a su vez conjuntos.

Ejemplo 7. Sea A = {a, b, c} .


Entonces P ( A) = {∅, {a}, {b}, {c}, {a, b}, {a, c}, {b, c}, {a, b, c}} .

él). Es decir, ¡D sería a la vez el conjunto vacío y el conjunto universal! Absurdo; es imposible evitar la conclusión
contradictoria.
(Aclaración: no existen los “objetos contradictorios”: solamente los enunciados son contradictorios. Cuando dijimos
“conjunto contradictorio”, era meramente una forma abreviada de decir “presunto conjunto del cual suponer su existencia
desemboca en una contradicción”.)

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(El último subconjunto es el mismo A , que como ya sabemos, es subconjunto —si bien no propio— de
A; el primero es el conjunto vacío, que como sabemos, es subconjunto de todos los conjuntos.)

OPERACIONES CON CONJUNTOS

Unión de Conjuntos:
Sean A y B dos conjuntos. Entonces, A ∪ B (se lee “A unión B” o “la unión de A y B”) es el conjunto
que contiene todos los elementos de A y todos los elementos de B .

Ejemplo 8. Sean A = {a, b, g , k} y B = {h, c, a, g} . Entonces A ∪ B = {a, b, c, g , h, k} .

Algunas propiedades de la unión (trate de justificarlas):


• A∪ A = A
• A ∪ Ac = X
• Si A ⊆ B entonces A ∪ B = B
• A∪∅ = A.
• A ∪ B = B ∪ A (conmutatividad).
• A ∪ ( B ∪ C ) = ( A ∪ B ) ∪ C (asociatividad)

Intersección de Conjuntos:
Sean A y B dos conjuntos. Entonces, A ∩ B (se lee “A intersección B” ó “la intersección de A y B”)
es el conjunto que contiene todos los elementos que pertenecen tanto a A como a B .
Ejemplo 9. Sean A = {a, b, g , k} y B = {h, c, a, g} . Entonces A ∩ B = {a, g} .
Algunas propiedades de la intersección (trate de justificarlas):
• A∩ A = A
• A ∩ Ac = ∅
• Si A ⊆ B entonces A ∩ B = A
• A∩∅ = ∅ .
• A ∩ B = B ∩ A (conmutatividad).
• A ∩ ( B ∩ C ) = ( A ∩ B ) ∩ C (asociatividad).

Finalmente dos propiedades que relacionan la unión y la intersección:


• A ∪ ( B ∩ C ) = ( A ∪ B) ∩ ( A ∪ C )
• A ∩ ( B ∪ C ) = ( A ∩ B) ∪ ( A ∩ C )

Conjuntos disjuntos:
Dos conjuntos son disjuntos si no tienen ningún elemento en común, es decir, si su intersección es
vacía: A y B son disjuntos si y sólo si A ∩ B = ∅ .

Diferencia de Conjuntos:
Sean A y B dos conjuntos. Entonces, A – B (se lee “A menos B” es el conjunto que tiene como
elementos a todos los elementos de A que no pertenecen a B.

Ejemplo 10. Sean A = {a, b, g , k} y B = {h, c, a, g} . Entonces A – B = {b, k}


Intuitivamente, A – B es el resultado de “tachar” o “eliminar” en A a todos los elementos de A que sean
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también elementos de B.
Notar que el complemento de un conjunto A es lo mismo que X – A. Por esta razón, a veces se
denota al complemento de A como –A o como (además de, como ya hemos visto, Ac)

DIAGRAMAS DE EULER

Los conjuntos suelen representarse gráficamente mediante diagramas de Euler. (18) En éstos, cada
conjunto se representa mediante una línea curva cerrada (como un círculo o un óvalo) que encierra a sus
elementos. A veces el gráfico se limita a las líneas ovaladas, y no se grafican los elementos. Cuando sí
se los grafica, se los representa mediante letras, números, cruces, puntos, etc.
Se trata de una manera muy intuitiva de representar los conjuntos, las operaciones entre éstos, las
relaciones de inclusión, etc.

Ejemplos:

A = {a, b, c, d, e}

Inclusión

A ⊆ B (también A ⊂ B)

18
Atención: en la escuela primaria y secundaria a veces se llama, erróneamente, “diagramas de Venn” a los diagramas de
Euler que aquí exponemos. Ello es un error, ya que los de Venn son un tipo diferente de diagrama (que también se usan para
representar conjuntos, pero de un modo diferente).
Apunte: teoría de conjuntos - Parte I pág. 10 de 15
A∪B

La unión es la parte sombreada. Como es obvio, ocupa toda la superficie de ambos conjuntos. Hay
distintas posibilidades (estos son algunos ejemplos):

Ejercicio: piense cómo sería el diagrama de A ∪ Α

A∩B

La intersección es la parte sombreada, siendo A y B no disjuntos y ninguno de los dos incluido en el


otro.

Ejercicio: piense cómo sería el diagrama de A ∩ A, y el de A ∩ B cuando A ⊂ B, el de A ∩ B cuando


A y B son disjuntos.

Dominio de discurso – Complemento

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CLASIFICACIONES
Dado un dominio de objetos, una clasificación es es resultado de separar esos objetos en distintos
grupos, llamados clases, sobre la base de algún criterio o regla. Así, por ejemplo, podemos clasificar a
los números enteros en naturales y negativos, o podemos clasificar a los países de América en
norteamericanos, centroamericanos y sudamericanos. Las carreteras se clasifican, en la Argentina, en
rutas nacionales, rutas provinciales y rutas municipales. Los países del mundo se pueden clasificar en
boreales (están totalmente al norte del ecuador: Francia), australes (están totalmente al sur de ecuador:
Argentina) y ecuatoriales (son atravesados por el ecuador: Brasil, Ecuador). También se pueden
clasificar en desarrollados, subdesarrollados y en vías de desarrollo.
Hemos mencionado una palabra importante a la hora de hacer clasificaciones: criterio (del
griego krínein, “juzgar”).Dado un dominio de objetos, podemos clasificarlo de más de una manera,
como vimos en el caso de las empresas: si atendemos al criterio de la propiedad de la empresa, las
dividimos en privadas, públicas y mixtas, pero si atendemos al criterio de su tamaño, las dividimos en
grandes empresas y pymes. Además, estas últimas se (sub) clasifican en microempresas (hasta 10
empleados), pequeñas empresas (de 11 a 49 empleados), y medianas empresas (50 a 249 empleados).
(Subclasificar es tomar una clase de una clasificación mayor, y aplicarle a dicha clase una nueva
clasificación.)
Clasificar no es otra cosa que dividir el dominio en clases. Esa división puede ser totalmente
arbitraria (por ejemplo si clasifico una docena de libros en cuatro grupos de tres, sin que me importe
cuáles son los libros de cada grupo), o bien obedecer a alguna característica que tienen en común
algunos objetos, lo que los distingue de los otros (como vimos en el caso de las empresas). Es dicha
característica lo que se llama criterio. Agreguemos otro ejemplo: podemos clasificar un grupo de
personas según el criterio del color del pelo (rubios, morochos o pelados), o el de la edad (mayores de
edad, menores de edad), o el de los estudios finalizados (ninguno, primario, secundario o universitario).
Siempre se trata del mismo grupo, pero al mismo grupo podemos clasificarlo de distintas maneras, de
acuerdo con distintos (respectivos) criterios.

Una manera rigurosa de definir qué es una clasificación consiste en:


a) identificar el conjunto A de objetos que se tomará como el dominio que se quiere clasificar;
b) considerar a cada clase como un subconjunto de dicho conjunto A, estableciendo algunas condiciones
que tienen que satisfacer dichos subconjuntos, y
c) considerar a la clasificación como el conjunto C de dichos subconjuntos (los cuales serán las clases
determinadas por dicha clasificación). Cada subconjunto de A elegido como clase será pues un elemento
de C (que es por tanto un conjunto de conjuntos, es decir un conjunto cuyos elementos son conjuntos).

De modo que clasificar es una operación que se realiza sobre un conjunto A, y el resultado de dicha
operación será un conjunto C: dicho conjunto C será pues una clasificación de A.

Definición
Dado un conjunto A, una clasificación de A es un conjunto C cuyos elementos son subconjuntos de A
(llamados clases), siendo C = {C1, ... , Cn}, 19 y que satisface las tres siguientes condiciones:
1. ∅ ∉ C
2. C1 ∪ C2 ∪ ... ∪ Cn = A 20
3. ∀Ci ∀Cj [(Ci ≠ Cj ∧ Ci ∈ C ∧ Cj ∈ C) → Ci ∩ Cj = ∅]

19
Atención: C1, C2, ..., Cn son los elementos del conjunto C. ¡NO SON SUBCONJUNTOS DE C! ¡No confundir! Son
subconjuntos del conjunto A, y elementos del conjunto C. El conjunto C, por supuesto, es un conjunto de conjuntos: un
conjunto cuyos elementos son conjuntos.
20
Alternativamente, esta condición podría expresarse diciendo que todos los elementos de A pertenecen a algún Ci que a su
vez pertenece a C.
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La condición (1) establece que en una clasificación, el conjunto vacío no es nunca una de sus
clases.
La condición (2) es el requisito exhaustividad: establece que no puede haber ningún elemento de
A que no pertenezca a ninguna una de las clases. Es decir, no pueden quedar objetos del dominio
“sueltos”, sin clasificar (lo que se aprecia claramente en la formulación alternativa que se ofrece en la
nota 11, que “dice” que todo elemento de A pertenece a alguna clase Ci de C). Al alumno le queda la
tarea demostrar que afirmar que ambar formulaciones de la condición (2) son equivalentes. Se
demuestra fácilmente por el absurdo.
La condición (3) es el requisito de no solapamiento: establece que todas las clases son disjuntas,
es decir, que no hay ningún elemento de A que esté en más de una clase a la vez.

En otras palabras, la condición 2 establece que todo elemento de A está en al menos una clase, y
la condición 3 establece que está en a lo sumo una clase. Podríamos juntar ambos requisitos en uno solo,
diciendo que en toda clasificación C de A, cada uno de los elementos de A está en una, y solamente en
una, clase.
La condición (2) evita cosas tales como que nos quede “suelto” un país americano que no sea ni
norteamericano, ni centroamericano ni sudamericano, y la condición (3) evita cosas tales como que un
número entero pueda ser clasificado a la vez como natural y negativo (o es una cosa, o es la otra, pero
no puede ser ambas cosas).

Ejemplo 1
Retomemos el ejemplo de los países americanos.
A = {x|x es un país americano}
C = {{x|x está en Centroamérica}, {x|x está en Sudamérica }, {x|x está en Norteamérica }}

Ejemplo 2
A = {x|x es un mes del calendario estándar}
C = {{x|x es un mes cuyo nombre en castellano contiene al menos una R}, {x|x es un mes cuyo nombre
en castellano no contiene ninguna R}}
Este criterio puede parecer una tontería; sin embargo, es el criterio que usan los jardineros
(aparentemente, de modo muy criterioso, para hacer un juego de palabras) para decidir el mejor
momento para plantar árboles en la Argentina: deben plantarse en los meses de la segunda clase, es
decir, los que no tienen R en sus nombres. Sea como sea, los criterios no tienen por qué ser perspicaces;
cualquier característica, por boba que sea, puede ser utilizada como criterio de clasificación.

Por supuesto, podemos expresar las clases de una clasificación por extensión, si lo deseamos. En
el caso del Ejemplo 2, ésta será:
C = {{enero, febrero, marzo, abril, septiembre, octubre, noviembre, diciembre}, {mayo, junio, julio,
agosto}}
Obviamente, se sigue tratando de la misma clasificación que antes, dado que se trata del mismo
conjunto C.

Ejemplo 3
Retomemos el ejemplo de los números enteros. Utilicemos la notación habitual en matemática: Z.
Z = {x|x es un número entero}
Z es pues el dominio que queremos clasificar. Ahora, vamos a clasificar ese dominio (el conjunto de los
enteros) en naturales y negativos. Como es habitual, consideraremos (arbitrariamente) al cero como un
número natural.
C = { N, {x|x∈ N ∧ x · –1∈ N }– {0}}
Es decir: las dos clases son a) N, y b) el conjunto que se obtiene quitando al cero del conjunto de todos
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los números enteros x que multiplicados por –1 dan como resultado un número natural. (Si el alumno
hace las cuentas, verá que el conjunto referido en el inciso (b) es el conjunto de los números negativos.)
Aquí ya no podemos expresar las clases por extensión. Un alumno empezó a hacerlo en 2002 y
todavía está enumerando los elementos de la primera clase.

Queda como tarea para el lector comprobar que los tres ejemplos satisfacen todas las condiciones de las
clasificaciones. También le queda como tarea expresar las clases del Ejemplo 1 por extensión (y de paso
repasa así un poco sus conocimientos de geografía).

Clasificaciones borrosas o difusas (“fuzzy”)


A veces, el criterio con que contamos para clasificar un dominio es vago. Por ejemplo, si queremos
clasificar el conjunto de docentes de la UNS en dos clases: los altos y los petisos, nos surge la duda: a
Usabiaga, que no es ni alto ni petiso, ¿en cuál de los dos grupos lo ponemos? (El que diga en el de los
petisos, tiene un cero). Algún alumno perspicaz sugerirá: “agreguemos una tercera clase, la de los que
no son ni altos ni petisos”. Buena idea, pero... al profesor X, que para algunos es petiso y para otros
tiene una estatura “normal”, ¿en cuál de los grupos lo ponemos, en el de los petisos o en el de los ni-ni?
El problema, por supuesto, se debe a que puesto a que “alto” y “petiso” son términos vagos, también es
vago el término “ni alto ni petiso”, así que por mucho que agreguemos clases “intermedias”, no hay
manera de salir del atolladero: siempre van a aparecer casos dudosos.

La ciencia viene lidiando con este problema desde hace siglos. Una solución es metrizar, es decir,
asignar un parámetro numérico (en este caso, “estatura”), como 1,20 , 1,21, 1,22 ... hasta 2,30 metros,
digamos. Esto permite hacer clasificaciones precisas. El problema de los decimales intermedios, como
1,634, se soluciona así: clase 1 (hasta 1,30); clase 2 (más de 1,30 y hasta 1,31); clase 3 (más de 1,31 y
hasta 1,32). Incluso podemos hacer clasificaciones más, o menos, finas, según nuestra conveniencia: por
saltos de a 1 milímetro, o de a 10 centímetros, por ejemplo. Claro que otro problema que se presenta es
la precisión de nuestras herramientas de medición para obtener los datos... pero ese es otro problema, de
índole fáctica (no matemática) que dejamos para otro curso.

De todas maneras, a veces no hay manera de metrizar, o es imposible por razones prácticas, o a veces,
queremos usar un criterio vago, porque es según ese criterio que nos interesa realizar la clasificación.
Por ejemplo, pensemos en un problema que puede presentarse en la administración pública: el gobierno,
con un presupuesto restringido, debe decidir a qué empleados publicos le va a conceder aumento de
sueldo. Ahora bien, ¿conviene aumentarles a todos el mismo porcentaje? ¿O solamente a los que tienen
un sueldo demasiado bajo? Pero, ¿dónde está el límite entre demasiado bajo y no demasiado bajo?

Un ejemplo de imposible metrización lo constituye la clasificación de las ciencias (es decir, cómo se
clasifica la ciencia en general en disciplinas científicas individuales): las ciencias no tienen nada que
uno pueda medir para poder establecer la metrización. Las ciencias se clasifican en formales y fácticas, y
las fácticas en sociales y naturales. Esta subclasificación obedece al tipo de objeto que estudian. Está
claro que la química es una ciencia natural, que estudia las sustancias materiales y el modo en que
reaccionan entre sí. Y está claro que la sociología estudia fenómenos sociales, igual que la historia. La
biología estudia objetos naturales también: los seres vivientes. La psicología estudia la mente humana.
Ahora bien, la mente humana funciona del modo que funciona debido a fenómenos “humanos” y
sociales (por ejemplo, los estados anímicos son influidos por las interacciones sociales del sujeto que los
experimenta), pero también debido a fenómenos biológicos (fisiológicos y químicos): por ejemplo, la
depresión se explica, al menos en parte, como el resultado de un funcionamiento incorrecto de las
neuronas del cerebro (concretamente, no funciona correctamente el intercambio del neurotransmisor
llamado serotonina). Por lo tanto, algunos fenómenos psíquicos pueden catalogarse como naturales y
otros como sociales. ¿Cómo clasificar entonces a la psicología: entre las ciencias naturales o entre las
sociales? Para colmo, las disciplinas sociales deben tomar en cuenta las conductas, pero estas se

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explican mediane factores psíquicos. ¿Y si hay conductas que son motivadas por causas biológicas?

En estos casos, hablamos de clasificaciones borrosas o fuzzy, que son, precisamente, clasificaciones en
las que el criterio de clasificación es borroso o vago. La matematización de este concepto es compleja.
Por ejemplo, se puede asignar grados de pertenencia, que consisten en la probabilidad de que un objeto
pertenezca a una clase (y que se expresan, por tanto, mediante un número comprendido en el intervalo
[0-1], como toda expresión probabilística). Debido a esta complejidad, no abordaremos formalmente
este tema, pero sí dejamos establecido que es posible establecer “clasificaciones” que violan, hasta
cierto punto, la condición (3) de las antes citadas, ya que un objeto puede pertenecer, hasta cierto punto,
a una clase, y hasta cierto punto, a otra. Así, hasta cierto punto, la psicología pertenece a las ciencias
sociales, y hasta cierto punto, pertenece a las ciencias naturales. La clasificación de las ciencias es, al
menos en algunas de sus subclasificaciones, un ejemplo de clasificación borrosa.

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