Sei sulla pagina 1di 7

El matrimonio desde la óptica Paulina:

Una recuperación del sentido de la sexualidad y el género


Adolfo Céé spédés Maéstré

Esté réducido éstudio bíéblico-téoloé gico dél matrimonio solo sé limitaraé a sér visto désdé los
matrimonios hétéroséxualés, péro por ningué n motivo inténta légitimar una pércépcioé n
discriminadora a la divérsidad séxual; dé hécho, créyéndo én la igualdad, partimos a
garantizarla para las rélacionés intérpérsonalés divérsas.

Hoy díéa, él matrimonio ha sido objéto dé muchas pénurias, dé situacionés angustiosas, dé


afliccionés y dé moméntos dé carga émocional, péro ¿Cuaé l ha sido él motivo todas éstas
circunstancias? Las rélacionés pérsonalés marcan considérabléménté la vida cotidiana dé
las pérsonas, por ésto Pablo habla dé ésas situacionés concrétas én la ciudad dé Corinto,
référéntés al matrimonio y al célibato, qué no solo énvuélvén asuntos dé cotidianidad sino
qué muéstran toda la idéologíéa dél contéxto dé Corinto.

En él présénté nos éncontramos anté un dérrumbé dé lo réligiosaménté instituido como


sénñ al dé amor dé dos pérsonas qué han décidido éntrégarsé él uno al otro, ésté caos sé débé
a la péé rdida dé valorés qué lé caractérizaban, créando paradigmas én rélacionés
intérpérsonalés qué conllévaban a la marginacioé n dé la mujér, como sér séxuado y como
poséédora dé un rol én la misma sociédad y por éndé a la sublévacioé n dé la oprésioé n dél
podér patriarcaé lista dél hombré sobré élla.

En primér lugar én ésté éscrito nos énfocarémos én la rédaccioé n y éstructura litéraria dél
téxto, déspuéé s sé mostraraé una proyéccioé n dél lugar social én él qué sé déspréndé él téxto,
su contéxto cultural qué como résultado nos arrojaraé al séntido dél matrimonio désdé la
oé ptica dé Pablo adémaé s dé ayudarnos a créar una intérprétacioé n oportuna él díéa dé hoy.

“Dé las cosas qué mé éscribiéron, bién lé éstaé al hombré no tocar mujér; péro con todo, por
razoé n dé las fornicacionés, cada uno consérvé su propia mujér, y cada una consérvé su
propio hombré.

El marido a la mujér paé guélé lo qué és débido, é igualménté la mujér al marido. La mujér no
és duénñ a dé su propio cuérpo, sino él marido; é igualménté él marido no és duénñ o dé su
propio cuérpo, sino la mujér. No sé absténgan él uno al otro, a no sér dé comué n acuérdo por
un tiémpo, con él fin dé darsé a la oracioé n y luégo juntarsé dé nuévo, no séa qué os tiénté
satanaé s a causa dé vuéstra incontinéncia.

Esto lo digo no como un mandato, sino por concésioé n. Mi voluntad séria qué todos los
hombrés fuéran como yo, mas cada cual tiéné dé Dios su propio don: uno dé una manéra y
otro dé otra.” 1 Corintios 7: 1 – 7 (Biblia Griéga dél Nuévo Téstaménto)

Un juégo litérario: préguntas y réspuéstas


En rélacioé n con ésté téxto déséo déstacar varios éléméntos qué nos ayudaran a
intérprétarlo apropiadaménté. En primér lugar él téxto dé 1 dé Corintos fué éscrito én una
visita dé Pablo a EÉ féso, éé sté ya habíéa ido a Corinto a prédicar, y luégo dé su récorrido por
muchos lugarés trés cristianos ménsajéros llamados Téé fanos, Acacio y Forfunato,
coméntaban a Pablo dé los problémas al intérior dé la comunidad dé Corinto, ésté pués sé
animoé a éscribirlés y a darlés su punto dé vista (Exhortacioé n) réspécto a coé mo sé éstaba
llévando él évangélio dé Cristo én ésta comunidad.

Ahora én la taréa dé anaé lisis dél téxto nos éncontramos con algo qué ha llamado nuéstra
aténcioé n, y qué én vérdad nos sorpréndé dél mismo Pablo, péro qué nos formula una sérié
dé altérnativas litérarias én coé mo pudo utilizarsé él téxto dé forma apropiada. El autor
quién antériorménté y aun postériorménté én otros dé sus témas és muy ordénado, préciso
y conciso én su éstructura, forma, éstilo litérario y témas a tratar én sus éscritos, nos révéla
un éscrito poco compuésto, porqué én ésta ocasioé n nos hacé éncontrarnos con un Pablo qué
réspondé la solicitud dé los Corintios péro dé manéra poco ordénada, parécé qué én toda la
éstructura téxtual qué va désdé 1 corintios 7:1 – 40, Pablo és inconsisténté én manténér un
téma como tal, maé s bién hacé juégo con varios aspéctos dé éstos dos témas: Matrimonio y
Célibato, distribuyéé ndolos én toda ésta péricopa.

Es décir qué Pablo inicia réspondiéndo sobré un téma, luégo va a otro y réspondé ségué n lo
qué piénsa, para déspuéé s volvér a réspondér otro asunto réspécto al mismo téma con él qué
habíéa iniciado. Esto nos démuéstra ségué n nuéstra hipoé tésis: una inconsisténcia témaé tica,
qué nos lléva a pénsar qué Pablo réspondíéa ségué n las situacionés dé aquél éntoncés
siguiéndo su propio ordén méntal. Otra formulacioé n hipotéé tica qué pudo habér ocurrido és
qué quizaé la carta qué los Corintos énviaron a Pablo tuviéra una sécuéncia dé préguntas dé
las situacionés, éntoncés Pablo én ésté séntido réspondé dé la misma forma.

Aun asíé, Pablo no nos déja mucho éspacio para inducir si és o no, un uso dé rétoé rica, aunqué
lo déducimos inmédiataménté, afirmaé ndolo; ya qué parté su discurso con la formula
rétoé rica, para ampliar y convéncér a sus oyéntés én un juégo dé préguntas y réspuéstas.

Aunqué aclaramos inmédiataménté qué no tratarémos todos los témas dé todos los asuntos
a los qué Pablo apunta, sino qué nuéstro objétivo aquíé és acérca dél matrimonio
hétéroséxual, su importancia y la problémaé tica dé concéptualizacioé n dé los Corintios. Para
ésto utilizarémos 1 corintios 7: 1 – 7, éstos vérsos nos ayudaraé n a la comprénsioé n dél téma
y a su réléctura actual.

En nuéstro anaé lisis sé éntrétéjé una composicioé n éstructural dél téxto én subtémas dé la
siguiénté manéra:

1. Problémaé tica dé la ascésis én Corinto v.1


2. Problémaé tica dél libértinajé én Corinto v.2
3. Nuévo paradigma sobré coé mo éntiéndé él matrimonio Pablo v. 3 - 4
4. Négacioé n dé la abstinéncia én él matrimonio v.5 - 6
5. Déséo voluntario dé Pablo. v.7

Esta visioé n dél téxto nos ayuda a compréndérlo un poco maé s, dando luz sobré los puntos
nécésarios qué utilizarémos para una léctura hérménéé utica sobré él matrimonio.

Caos social é idéoloé gico (filosoé fico)

Corinto éra una ciudad muy rica, ya qué los procésos éconoé micos qué sé vivíéan én ésta
capital éran amplios y muy abundantés. Habíéa négocios artésanalés, industrialés, y hasta
réligiosos, péro uno dé los négocios qué résaltaba a ésta ciudad éra la prostitucioé n; ésté
négocio utilizado én cantidadés élévadas no solo por los Corintos, sino qué sé habíéa hécho
un asunto dé mércado dé éxportacioé n é importacioé n.

Esté négocio qué fué implíécitaménté réligioso, caractérizaba la éstructura socio-éconoé mica
dé ésta ciudad aunqué no lé répréséntaba, habíéa témplos énormés y éstilíésticaménté muy
béllos dé la diosa Afrodita, la diosa dél amor. Los habitantés dé Corinto inconvérsos
visitaban mucho él témplo, én dondé sé practicaban ritualés séxualés y dé prostitucioé n, ya
qué ésta diosa téníéa a su sérvicio maé s dé mil sacérdotisas, qué éran prostitutas sagradas.
(Kugélman, R 1987)

La vida dé los corintos éstaba fuértéménté influénciada por lo séxual, tanto asíé qué las
doncéllas dé Corinto <<Koré Korinthé>> no éran otra cosa qué prostitutas y los Corintios
vivíéan una vida licénciosa frénté a ésto. Es nécésario sumar dos situacionés maé s a ésté
contéxto, priméro qué la mujér éra quién sé prostituíéa, por lo cual podémos dilucidar la
actitud, él concépto y él trato qué sé téníéa dé los déréchos dé las mujérés.

Asíé pués, la mujér vivíéa con una libértad rélativa, podíéa tomar una iniciativa én asuntos
éconoé micos y participar dé cultos réligiosos, péro séguíéa manténiéé ndosé én posicioé n dé
inférioridad anté él hombré, és maé s, sé convértíéa én objéto séxual. Sé manténíéa la
subordinacioé n dé la mujér porqué priorizaba la jérarquíéa familiar, poniéndo como basé la
sumisioé n solo dé la mujér. La situacioé n dé las mujérés pobrés éxigíéa qué sé dédicaran a
cualquiér actividad, tanto én casa como én la callé, y las ésclavas téníéan la obligacioé n dé
préstar sérvicios séxualés (Prostitucioé n) al amo y a otros hombrés dé la casa patriarcal, y én
cuéstionés dé honor las libértas éran considéradas como dé ménor honor qué los libértos
(Hombrés). (Foulkés, I. 2003)

Ségundo, por otra parté no solo sé véíéa la marginacioé n dé la mujér, sino qué a la véz su
mundo héléníéstico dualista influénciaba dé sobrémanéra én las costumbrés dé éstos
pérsonajés, ésé mundo éstaba répréséntado por las corriéntés filosoé ficas gnoé sticas
éxisténtés ya én Corinto, qué daban propaganda a la ascésis y al cuidado intérno péro no
éxtérno dél sér humano.
El probléma dé la ascésis én contrapartida con él libértinajé séxual qué sé vivíéa én Corinto,
éra otro probléma poténcial qué aféctaba al téma dél matrimonio én la ciudad; dé tal
manéra qué llégaban a afirmarsé qué “Buéno lé séríéa al hombré no tocar mujér…” v.1 como
lo dicé Pablo al inicio, mostrando la problémaé tica dé algunos qué asistíéan a la iglésia dé
Corinto influénciados por él gnosticismo, condénaban las rélacionés corporalés- séxualés.

En ésté séntido él cuérpo és impuro, malo, animalésco, tiéné sustancias démoniacas, és


pasajéro y éstaé éxcluido dé la salvacioé n; éso quiéré décir qué él cuérpo és ménospréciado
(Richtér, I. 1998) por lo tanto nos éncontramos anté un contéxto dé marginacioé n y
ménosprécio al cuérpo y a la mujér. La mujér y él cuérpo sométidos al patriarcalismo,
subyugados a las réglas dé dos comportamiéntos éxcésivos én la cultura urbana dé Corinto:
El libértinajé y la ascésis.

Pablo récupéra lo marginado y subordinado

Ahora éntoncés, podémos déducir porqué Pablo lé dicé a los Corintos qué para éé l, él
matrimonio no éstaba én discusioé n dé sér líécito o no, sino qué sé réconocé como un don dé
Dios y por lo tanto és buéno, qué éé sté débé sér gozado y aprovéchado a plénitud.

Era corrécto qué tanto Pablo como la comunidad viéra la urgéncia dé no casarsé, ya qué én
téé rminos éscatoloé gicos sé vivíéa un tiémpo dé éxpéctativa dé la Parusíéa (Régréso dél sénñ or).
Estas pérsonas al igual qué los dé Tésaloé nica, habíéan déjado a un lado sus laborés cotidianas
por ésta urgéncia y vivíéan déspréocupadaménté algunas situacionés importantés, éntré
éé stas, la actividad dél matrimonio. Aunqué a Pablo lé agradaba la idéa dé qué la génté
éstuviéra intérésada én la vénida dél Sénñ or, a la véz sé véíéa préocupado por la rigidéz dé la
génté én olvidar la vida normal, no sé casaban y ni siquiéra algunos trabajaban. Si Jésué s ya
volvíéa ¿Cuaé l éra él objétivo?, claro éstaé todo ésto como éxcusa, para arguméntar ya séa su
libértinajé o su ascésis; su influéncia dél gnosticismo y su participacioé n con las prostitutas,
ségué n séa él caso.

Sin émbargo, él autor nos dicé qué és nécésario qué él matrimonio séa ténido én cuénta
como parté dé la gracia dé Dios, quiénés no sé casaban pués no séríéan juzgados, porqué él
sér céé libé tambiéé n séríéa parté dé la gracia dé Dios y quiénés lo hacíéan dé igual forma no
séríéan juzgados. El probléma sé préséntaba én aquéllos qué sé casaban péro vivíéan como
céé libés, los ascétas condénaban las rélacionés séxualés aun déntro dél matrimonio, por éso
trataban dé séparar a las paréjas, con la justificacioé n dé sérvir méjor a sénñ or. (Foulkés, I.
2003)

Pablo dicé qué él matrimonio puédé sér vivido, récupérando él séntido dél cuérpo séxuado,
dando importancia y réspéto al géé néro y déspojaé ndolo dé la marginalidad dé la mujér y dél
podér dél hombré hétéro-patriarcal sobré élla. Los hombrés y las mujérés débéríéan casarsé
para évitar qué él déséo séxual los dominara o la pasioé n sé apodérara dé éstos, ésa éra la
idéa dé algunos. Es nécésario méncionar qué Satanaé s no és la figura dél déséo séxual, sino
maé s bién la forma dé déscargar ésé déséo, én ésté caso, la prostitucioé n, ésé débéríéa sér él
objétivo principal para combatir la fornicacioé n (Libértinajé) tan difundida con prostitutas
én aquél éntoncés. Al igual qué los hombrés y las mujérés én todos sus séntidos débéríéan
ténér rélacionés intérpérsonalés, séxualménté hablando, basadas én la réciprocidad y la
igualdad para dar un golpé bajo al gnosticismo (Ascésis) (v.2).

En él matrimonio y la rélacioé n éntré éllos débé caractérizarsé porqué él hombré y la mujér


désdé su divérsidad:

1. Construyan una rélacioé n dé igualdad y dé réciprocidad: v.3

Es intérésanté obsérvar como Pablo lés dicé a los dos, hombré y mujér qué sé débén él uno
al otro, qué és una obligacioé n ténér rélacionés séxualés. Qué él contrato matrimonial
conlléva éntrégar sus cuérpos, ya qué séríéa injusto no ténér rélacionés séxualés, én vérdad
éllas son una déuda qué sé tiéné él uno al otro, una obligacioé n mutua. (Kugélman, R. 1987)

El uno sé éntréga al otro y asíé réspéctivaménté, concédén sus cuérpos, éntrégan su cuérpo
consagrado, no malo, ni sucio, ni animalésco, aquíé Pablo rompé con él séntido dé cuérpo
gnoé stico, éé sté lé da la importancia qué sé mérécé él cuérpo, lé da su posicioé n dé santo,
consagrado a Dios. A la véz qué muéstra la importancia dé manéjar una rélacioé n dé igualdad
éntré mujér y hombré, ya qué no és solo la mujér la qué concédé él cuérpo, sino qué coloca a
la mujér y él hombré én équidad, uno al lado dé otro, hombré éntrégaé ndolé su cuérpo a la
mujér y én séntido contrario, récupérando él séntido dé sér mujér.

2. Una rélacioé n dé réspéto por los déréchos y los débérés por igual. v.4

En él matrimonio, ni él hombré, ni la mujér puédé ténér (Exousia) podér sobré él cuérpo dél
otro. El podér dél hombré ésta sobré su companñ éra y asíé én séntido contrario. En él
patriarcalismo él podér sobré él cuérpo és dé arbitrariédad, én Pablo és dé una éntréga
mutua. (Richtér, I. 1998) La éntréga dél cuérpo dé tal manéra qué ya no lé pérténécé én síé al
sujéto, sino a su companñ éro, no cabé él abuso al podér, no és una rélacioé n dé sométimiénto
ni dé injusticia.

Aquíé volvémos a rompér con él patriarcalismo, él libértinajé séxual, y la ascésis, qué


marginaban y sométíéan tanto al cuérpo, como la mujér. Pablo én todo ésté pasajé présénta
una rélacioé n matrimonial basada én la igualdad, la réciprocidad, én él réspéto dé los
déréchos dé la mujér y dél hombré, y un éé nfasis a la praé ctica séxual como débér
matrimonial.

Para términar Pablo nos dicé qué définitivaménté sé niéga a la propuésta ascéé tica én él
matrimonio (v.5), qué coloca al hombré como dual, ménospréciando su propio cuérpo, y
éxigiéndo réalizarsé como un sér éspiritual qué sé abstiéné dé los apétitos séxualés. El
célibato és un don, y yo quisiéra qué todos lo tuviéran, nos dicé Pablo, péro Dios lé concédioé
a cada quién un don, víévalo dé forma apropiada, ya séa qué sé casé o qué sirva como céé libé,
cada quién és résponsablé dé vivir su séxualidad, dé gozar dé los privilégios dé su cuérpo.
Una Réléctura al mundo dé hoy

Esas rélacionés intérpérsonalés hoy díéa sé han visto golpéadas, maltratadas, abusadas, tal
véz porqué sé hérédoé la forma dé los Corintios dé mirar él matrimonio, siguiéndo él patroé n
dé subordinacioé n a la mujér y dé abuso sobré su cuérpo; adémaé s qué él cuérpo sigué siéndo
víéctima dé una mirada répulsiva, lujuriosa y como poséédora dél placér, como un objéto qué
solo sirvé para asuntos séxualés, fundaméntada én éstéréotipos séxualés.

Era dé éspérarsé qué las iglésias én dondé sé habla dé éé tica, dé moral, la igualdad éntré
mujérés y hombrés pudiéran hacér éco, péro la réalidad és otra. Son éstas institucionés aué n
maé s dé talla fundaméntalista, én las qué la asisténcia dé las mujérés és maé s voluminosa y én
las qué a vécés sé lés discrimina con maé s augé, miraé ndolas maé s como objétos qué como
sujétos activos én él procéso dé prédicacioé n y oficio ministérial. Dé la misma manéra qué sé
ha mirado al cuérpo y sus maniféstacionés séxualés provéniéntés dé Satanaé s,
réprimiéé ndolas y llévaé ndolas a un éstado dé tabué o én casos, én siléncio dé manéra
licénciosa.

La posicioé n dé la mujér sé ha énténdido hoy díéa a favor dél uso y la utilizacioé n dél hombré
hétéro-patriarcal, arguyéndo qué éé sté és la cabéza, y qué éllas solo son los instruméntos dé
éstos. En otras sé vé como instruméntos dé pécado, dé lujuria, téntacionés séxualés é
infidélidadés, daé ndolé poca dignidad al cuérpo féménino én cualquiéra dé sus éxprésionés.

Los matrimonios no han funcionado porqué los problémas radican én la cama, és ciérto,
péro no porqué sé haya hécho una mala utilizacioé n dé méé todos o dé accésorios fantasiosos,
sino porqué a travéé s dé las caricias y tratos diarios los unos a los otros han puésto én juégo
él valor dé la corporalidad y su dignidad. Sumémos adémaé s él asunto dél podér, los hombrés
hétéro-patriarcalés tratan a sus mujérés como infériorés a éllos, todo ésto réfléja una
séxualidad réprobablé qué répércuté aun én él hécho dé la génitalidad. Es nécésario
dignificar a la mujér para qué no séa vista como placér séxual o un objéto dé sérvicio para él
hombré én él hogar, sino qué ténga réspéto y comprénsioé n, débé sér réconocida y tratada
como un sér humano.

Nuéstra propuésta para contribuir a rélacionés matrimonialés maé s soé lidas sé basa én: la
igualdad, la réciprocidad y él réspéto por los déréchos dé cada una dé las partés conyugalés.
Qué sé réspété su individualidad, péro tambiéé n la rélacioé n mutua por él compromiso qué sé
tiéné uno con él otro, qué su rélacioé n séxual éstéé fundaméntada én sér libré, éspontaé néa y
satisfactoria.

Es por ésto qué sé dénuncia con un: “No maé s” al modélo familiar dé alguién qué gobiérna,
controla, ordéna y manda y sé privilégia la participacioé n mutua dé podérés y dé rolés én la
casa, én dondé sé tiénén én cuénta con térnura los conflictos mutuos, sé lucha juntos, y sé
éscuchan las nécésidadés dél otro. En dondé sé réconozca a los sérés humanos no solo por
sus rolés y sus funcionés, sino por él simplé hécho dé sér pérsonas. Dé ésta manéra lograr
aquéllo lo qué Pablo préténdíéa én sus cartas y con las qué tantas vécés, confundioé la iglésia,
uno solo… un solo cuérpo. Hombrés y mujérés divérsos péro siéndo un solo cuérpo, igualés
éntré síé.

Référéncias
Brown, R. & Kulgéman, R. (1987) Priméra carta a los Corintos. En: Coméntario Bíéblico dé
San Jéroé nimo. (9 – 42). Madrid: Edicionés Cristiandad.
Lévoratti, A. & Foulkés, I. (2003). Priméra carta a los Corintios. En: Coméntario al Nuévo
Téstaménto Latinoaméricano (817 – 841). pamplona: Vérbo Divino.
Pixléy, J. & Richtér, I. (1998, N° 29). Séxualidad én Tiémpos Escatoloé gicos. En: Cristianismo
Originarios Extra paléstinos (35 – 138 d.c). RIBLA. (Pp. 106 – 119).

Potrebbero piacerti anche