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ANÁLISIS DE LA TELEVISIÓN
Instrumentos, mét.odos y prácticas
de investigación
µ�
11 ;, M. Wolf - Los efectos sociales de los media
12.: M. T. Serafini -· Cómo se escribe
�,
I 3i G. Bettetini y F. Colombo - Las nuevas tecnologías de la
' comunicación �
14. V. Pisanty - Cómo se lee un cuento popular
15. M. Bertucelli - Qué es la pragmática
PAI Do- s
16. M. Gennari - La educación estética Barcelona
Buenos Ai�es
17. F. Casetti y F. di Chio - Análisis de la teievisión Méxica
218 ANÁLISIS DE LA TELEVISIÓN
Morley y Roger Silverstone.4 Ambos autores identifican tres bei-gan la recepción.5 Dichos escenarios locales fonnan parte
rasgos distintivos de las etnografías del consumo: de estructuras sociales más amplias (el macrocontexto), con
las cuales se relacionan. Ahora bien, hay que señalar que las
1. la atención al contexto; étnografías del consumo se mueven casi siempre a nivel de
2. el uso de instrumentos cualitativos de investigación; microcontextos y tienden a descuidar las referencias a los ma
3. el. uso de diferentes fuentes de datos (es decir, una activi crocontextos sociales. Además, el hogar ha sido el escenario
dad triangular). de la recepción en el que se .ha centrado casi exclusivamente
este tipo de investigación, pues, a pesar de la progresiva indi
Además de definir sintéticamente el enfoque etnográfi vidualización del consumo, la familia sigue siendo, de hecho,
co, las citadas características constituyen indicios que nos el contexto natural de la recepción televisiva.
permiten analizar con más detalle la potencialidad (y los lí Se han dado diferentes definiciones del hogar en cuanto
mites) derivados de la aplicación de este método al estudio «lugar de consumo». David Morley, por ejemplo, describe a
del consumo televisivo. Se trata de un método que cada vez la familia, al menos en sus primeros trabajos, como una es
se ha ido difundiendo más, a partir de los años ochenta, has tructura esencialmente jerárquica. El bread winner, es decir,
ta convertirse en uno de los campos de investigación más el cabeza de familia, constituye el centro de todas las rela
prometedores. ciones. Provee el sustento familiar, papel que le autoriza a
controlar las relaciones con el mundo exterior (en primer lu
gar, con el sistema económico y productivo, pero también
9.L Estudio de la audiencia en su contexto natural con las instituciones políticas, religiosas, etc.). Su cónyuge
y su sus hijos (si los tiene) están sometidos a sus decisiones
,La atención por el contexto es el primer elemento que y el margen de discusión y de negociación de que disponen
caracteriza al método etnográfico. Como ya hemos dicho, la
es más bien reducido.6
etnografía parte de la premisa de que toda interacción (y, por
De los trabajos de James Lull emerge una imagen de la
tanto, también el consumo televisivo) se desarrolla a partir
famila diferente. Lull entiende que el elemento que define a
de sus propias leyes, definidas en función de la conforma
la familia es su predisposición a comunicar (formar parte
ción espacial del escenario, de la duración de la interacción, del juego, confrontarse, intercambiar roles) de sus miem
del grado de disponibilidad y de la competencia interactiva bros. Desde esta perspectiva, Lull distingue dos tipos de fa
de sus miembros... Es decir, del contexto en el que se produ milia: las familias con una marcada predisposición al diálo
ce la interacción. Todo cambio del contexto, incluso míni go y con una distribución de roles más flexible (concept
mo, revierte en las interacciones, cuya forma modifica y cu oriented) y las familias cuyos componentes están menos
yos efectos altera. De todos modos, hay que explicar esta acostumbrados a comunicar entre sí y presentan una estruc
atención que se dedica al contexto. tura jerárquica más rígida (social oriented).1
Moores define el contexto como un conjunto de ·«micro En una reciente investigación etnogrMica, coordinada
escenarios cotidianos», es decir, de ambientes físicos (la casa)
por uno de los autores de este libro, se parte de una jdea de
y de relación (la familia, los amigos... ), que generalmente al- familia aún más compleja. En este caso la familia se confi-
ANÁLISIS DE LA TELEVISIÓN
ETNOGRAFÍAS DEL CONSUMO 223
222
gura, a la vez, como un sistema jerárquico, un cruce de redes las personas estudiadas, abiertamente en su papel de investi
de comunicación y de relaciones y, sobre todo, un lugar gador o encubierto bajo otros roles, para observar lo que su
donde se configuran diferentes marcos, es decir, diferentes cede e interrogar a las personas durante un largo período de
sistemas de expectativas y de conocimientos, en base a los tiempo». 10
cuales se interpreta la realidad circunstante y se actúa sobre La «observación participante» es la técnica que más se
ella (por ejemplo, si el padre se siente sobre todo «padre» utiliza en las investigaciones etnográficas y prevé la presen
usa la televisión para relacionar�e con sus hijos; si por el cia del investigador en el contexto de recepción, así como su
contrario se siente «espectador» la usa para sí mismo y reac implicación parcial en las actividades de relación que acom
ciona directamente tan sólo ante lo que se transmite). 8 pañan al consumo. El objetivo manifiesto de la observación
Es importante tener en cuenta que .-Un modo tan variable. es captar la:realidad «en directo», eliminando todas aquellas
de entender el contexto condiciona luego la interpretación y mediaciones que podrían contaminar los datos. Pero, en rea
la explicación del consumo. De hecho, las reglas que pare lidad, la presencia del observador en el contexto de análisis
cen gobernar y estructurar el contexto en cada circunstancia constituye un importante factor de mo.lestia que, como sos
se utilizan como referencias para dar sentido a los aconteci tienen algunos investigadores, inhibe a los individuos hasta
mientos y acciones observadas. Sólo por poner un ejemplo, el punto de comprometer irremediablemente la espontanei :
la importancia asignada a la configuración del núcleo y, es dad de su comportamiento y, por tanto, la significación de
pecialmente a las relaciones entre el cabeza de familia y su los datos recogidos.
cónyuge induce a Morley a teorizar sobre la existencia de El quid de la cuestión reside en determinar si la presen
dos tipologías de recepción, una que pertenecería al cabeza cia del observador modifica el comportamiento de los indi
de familia (llamada «visión masculina») y otra relativa a su viduos y en qué medida. Sin lugar a dudas, hay un margen
cónyuge (llamada «visión femenina»). de deformación que no se puede eliminar de los datos reco
gidos mediante observación, pero la etnografía también su
giere una serie de correcciones que permiten controlar la en
tidad de las alteraciones y, de ese modo, ofrecer garantías
9.2. Observación participante
sobre sus resultados.
y los otros tipos de insti"umentos
El manual del buen observador prevé, en primer lugar,
El segundo aspecto que caracteriza la etnografía del con los límites del período que dure la observación. En la etno
sumo es el uso de instrumentos cualitativos, sobre todo de la grafía del consumo televisivo, el tiempo de observación os
observación participante. 9 cila entre 3 y_ 7 días. 11 En general, se puede decir que cuanto
mayor sea él tiempo de permanencia en el grupo, tantas más
probabilidades habrá de que el observador no sea percibido
como una presencia extraña y de que se restablezcan las ha
9.2.1 Observación participante
bituales actividades de interacción. Por otro lado, prologar
«Se conoce como observación participante aquel método en exceso la observación produce consecuencias compara
que lleva al observador a participar en la vida cotidiana de bles a las de una observación demasiado rápida. En este
224 ANÁLISIS DE LA TELEVISIÓN ETNOGRAFÍAS DEL CONSUMO 225
caso, la presencia de un miembro nuevo propiamente dicho, Por último, hay que señalar que el éxito de la observa
agregado al grupo, se convierte en un factor molesto. ción depende, en buena parte, de la habilidad del i,nvestiga
La segunda observación se refiere al modo de presentar dor. No se trata de atenerse a determinadas reglas, ni de apli
se el observador y a las estrategias para acceder al hogar. car· esquemas definidos. Cada observación sigue su propio
El observador es una especie de adepto, un iniciado que ha camino y la capacidad del investigador reside en adaptarse a
de conquistar la confianza del grupo en el que quiere en las peculiaridades de cualquier situación.
trar. Por ello, la fase de ingreso es fundamental, pues du ""' · · : La i-écc:igida de datos se realiza mediante apuntes o, con
rante ese primer contacto el observador negocia los térmi más frecuencia, grabando las conversaciones o las interaccio
nos de su presencia y toma nota de la disposición de los nes estudiadas, además de contar con la memoria del obser
miembros del grupo a colaborar. Para facilitar esta fase, se vador. En el área de las etnografías del consumo televisivo, el
recurre a diferentes estrategias. Por ejemplo, el primer con uso de tecnologías de grabación en vídeo es, en realidad, algo
tacto' con la familia se suele realizar a través de un media muy poco difundido. Desde el momento en que la recogida
dor, es decir, de una persona que los miembros del grupo de datos se realiza en contextos «naturales» de recepción,
conocen y estiman (representantes de asociaciones, de cír como el espacio del hogar, realizar instalaciones para grabar
culos recreativos, exponentes de la escuela o de la parro resulta más bien difícil y puede modificar el escenario de la
quia, etc.) y el ingreso del observador en.el espacio del ho recepción y, por tanto, las formas de consumo. 13
gar se acompaña con un regalo (un ramo de flores, una La investigación de James Lull sobre los modos de re
buena compra, etc.). 12 cepción y los usos sociales del medio televisivo en el am
También es importante que el investigador mantenga los biente del hogar. constituye, probablemente, el ejemplo rn,ís
acuerdos establecidos en la fase de ingreso durante todo el emblemático de etnografía del consumo realizada mediante
curso de la observación, pues infringir las reglas fijadas du observación participante. 14
. rante el primer encuentro puede producir una reacción difre Entre 1987 y 1990, un equipo de investigación dirigido
chazo por parte de la familia, comprometiendo, de ese por Lull analizó el consumo televisivo de unos 300 núcleos
modo, los resultados de la observación. familiares residentes en Wisconsin y en California, pertene
Explicar los motivos de la investigación también requie cientes a diferentes clases sociales (obreros, agricultores,
re una cierta cautela, pero sobre este punto no hay acuerdo empleados ... ). La recogida de datos se realizó mediante ob
plenQ. Por un lado, hay quien sugiere que no se revelen los servación participante de la familia y de su recepción, du
objetivos reales de la investigación, de modo que se obten rante un período comprendido entre 3 y 7 días. 15 En dicho
ga una mayor garantía de la objetividad de los resultados. intervalo de tiempo, el observador recogía inforrnaciones
Por otro lado, están quienes consideran incorrecto ocultar sobre la familia, su historia, sus costumbres y tradiciones,
la finalidad de la investigación, sobre todo frente a la con sus rituales de comunicación, su tiempo y sus formas ele
fianza y la apertura que se solicita a la familia al comienzo. utilizar el medio televisivo. La observación iba acompaña
Una posible alternativa sería poner en claro los objetos de da de entrevistas en profundidad a los miembros de la fami
. la investigación, prolongando a la vez el tiempo de observa lia, con el fin de ahondar en los datos recogidos o garanti
. ción. zar su validez.
226 ANÁLISIS DE LA TELEVISIÓN ETNOGRAFÍAS DEL CONSUMO 227
ge. Ambos estilos de ver la televisión se distinguen en base 9.2.3. Historias vitales
a la percepción del consumo, al tipo de negociación que se
lleva a cabo, a su amplitud y su distribución en el tiempo, al Las historias vitales son entrevistas particulares, en las
tipo de producto elegido y a los discursos sociales que pro que se pide a un individuo que cuente su propia existencia. 1M
mueve. Se utilizan en el ámbito de las etnografías del consumo con
El estilo de vida masculino se caracteriza por una impli dif,e_rí entesfinalidades: determinar qué lugar ocupa la televi
cación emotiva intensa; su consumo es lúdico, atento y se siór en la vida del individuo, qué importancia se le asigna,
disfruta plenamente. No hay_ negociación, pues el cabeza de qué relación hay entre el consumo y otras actividades socia
familia detenta, en efecto, una indiscutible preferencia en la les (micro y macro) en las que el sujeto se encuentra impli
elección de los programas. El tiempo en que él ve la televi cado. Pero también se utilizan para determinar cómo han ido
sión comprende y se concentra, generalmente, en determi cambiando con el tiempo sus modos de ver la televisión y
nadas franjas horarias (preferentemente nocturnas). Sus comprobar si dichos cambios se relacionan, y de qué modo
géneros predilectos son la información, el deporte, la actua se relacionan, con transformaciones más amplias del con
lidad, etc., es decir, los llamados géneros de acontecimien texto social (familiar, laboral, etc.) donde se inserta el indi
tos, La televisión no suele constituir objeto de discusiones, viduo. En este sentido, los datos que facilitan las historias
excepto cuando emite noticias relacionadas con aconteci vitales son diferentes de los datos procedentes de la obser
mientos deportivos. vación participante y de las entrevistas en profundidad.
El estilo de visión femenino es, por el contrario, distra- En primer lugar, las historias vitales permiten abordar el
. ído y discontinuo. La recepción se superpone a otras acti fenómeno de modo diacrónico o «histórico», frente a una re
vidades y se vive como un tiempo «robado», que no es construcción del consumo muy detallada pero que no es ca
completamente lícito. También en este caso se produce una paz de distanciarse del presente. En segundo lugar explican,
cierta renuncia a favor de las decisiones del cabeza de fa a la vez, las dimensiones micro y mac1�0, supliendo lo que
milia. La visión está más diluida en el tiempo, pero, como hemos definido como un límite de muchas aplicaciones de
hemos dicho, se vive menos intensamente. Se eligen nor las etnografías del consumo. Finalmente, y como conse
malmente programas de ficción y la televisión se sitúa, ge cuencia de todo cuanto se ha dicho, enriquecen el enfoque
neralmente, en el centro de las discusiones sociales. etnográfico con una capacidad de previsión que no llegan a
Las hipótesis de Morley sobre las características del con conferirle ni la observación participante ni las entrevistas.
texto familiar (la estructura jerárquica rígida), así como la A pesar de las ventajas que se podrían derivar de un uso
peculiaridad de la muestra analizada, pesan en las conclu sistemático del enfoque biográfico en las etnografías del
siones de la investigación, porque, de todos modos, los re consumo, aún son pocas las investigaciones que utilizan his
sultados de ésta o de otras investigaciones etnográficas no se torias vitales.
pueden generalizar fácilmente. La investigación de Ann Gray sobre el uso del vídeo
constituye un ejemplo que se cita con frecuencia. 19 Gray
continúa el trabajo sobre el consumo televisivo en los hoga
res emprendido por Morley, intentando centrarse en la rela-
230 ANÁLISIS DE LA TELEVISIÓN ETNOGRAFÍAS DEL CONSUMO 231
ción entre las mujeres y la tecnología. Para ello utiliza una La adopción de diferentes técnicas de observación en el
muestra de 30 mujeres, de diferente origen social y residen estudio etnográfico del consumo televisivo deriva de la difi
tes en la región de Yorkshire. 20 Les pide que le cuenten su cultad de localizar en el contexto todas las informaciones re
vida y que Je expliquen su relación con las tecnologías que lativas al objeto de análisis. Además del problema que re
transmiten imágenes. De este modo, consigue recoger una presenta acceder a los lugares destinados a la recepción (lo
serie de infonnaciones relativas tanto a los diferentes usos que se pone de relieve sobre todo en las investigaciones so
del medio como al contexto de la recepción. Respecto a los bre el consumo familiar), se plantea el problema de identifi..:
elatos de la observación participante, las historias vitales car y localizar los elementos pertinentes y útiles a los fines
permiten saber no sólo cómo se configuran el consumo y el de la investigación,22 a partir de los diferentes elementos que
contexto, sino cómo los percibe y los c:Omprende concreta integran el contexto.
mente el sujeto de la recepción. Sin embargo, es preciso señalar que aunque se crea que la
Una investigación realizada por uno de los dos autores del utilización cruzada de diferentes enfoques representa la me
1 ibro, junto con Mariagrazia .Fanchi, sobre las mutaciones de jor solución a muchas cuestiones metodológicas y epistemo
las funciones sociales que producen los aparatos de comuni lógicas que condicionan la etnografía del consumo, aún hay
cación de masas, constituye otro ejemplo reciente de cómo se más bien pocas las investigaciones de campo que prevean un
utilizan las historias vitales en el estudio de los medios. 21 uso integrado de diferentes instrumentos de investigación. El
Comparando los relatos biográficos de dos generaciones (la trabajo de James Lull sobre los usos sociales de la televisión
primera representada por personas nacidas entre 1935 y 1940 constituye un ejemplo al que ya hemos tenido ocasión de re
y la segunda por personas nacidas entre 1975 y 1980), la in mitirnos. La investigación sobre el consumo televisivo y de
vestigación diseña el mapa de las funciones asignadas a los medios de las familias italianas, 23 realizada por uno de los au
medios en dos períodos cruciales de su historia: los años cin tores de este libro, constituye otro ejemplo reciente, y en cier
cuenta, caracterizados por el nacimiento de la televisión, y los to modo, más emblemático. Dicha investigación se basa en
años noventa, que marcan la llegada de los nuevos medios. una estructura metodológica bastante articulada, donde con
En este caso, además de hacer posible que se conozcan la vergen la observación participante de 32 familias residentes
percepción y las expectativas maduradas por los sujetos res en cuatro ciudades italianas (Milán, Rímini, Brindisi y Poz
pecto a los medios, el uso de las historias vitales permite sa zallo), las entrevistas en profundidad a los componentes de
ber cómo han ido cambiando los modos de recepción con el los hogares y los cuestionarios destinados a recoger informa
paso de los años y, por tanto, recuperar la dimensión históri ciones más estructuradas, relativas al perfil sociodemográfico
ca del consumo. de la familia y a su exposición general a los medios.
La lectura cruzada de las respuestas obtenidas por cada
uno de estos. instrumentos ha permitido, en primer lugar, rela
9.3. Utilización de diferentes instrumentos cionar los usos del medio televisivo con la historia de la fami
lia, sus experiencias de consumo precedentes, las relaciones
El último rasgo que caracteriza a la etnografía del consu entre sus miembros y su disponibilidad a comunicar. Ade
mo es la utilización integrada de diferentes instrumentos. más, ha permitido explicar la variabilidad del consumo tele-
ETNOGRAFÍAS DEL CONSUMO 233
232 ANÁLISIS DE LA TELEVISIÓN
12.1. Tres ideas básicas una ficción; si los concursos distribuyen premios muy gene
rosos, es probable que el sentido del dinero cambie; si los te-.
La primera idea es que un texto, incluido un programa lediarios insisten en la degradación ambiental, puede suce
televisivo, no es tan sólo una construcción lingüística, ca:::' der que este tema entre en la «agenda» de las cosas a las que
racterizadá por tina arquitectura y un funcionamiento inter cabe prestar atención, etc., y todo ello independientemente
nos, sino táínbien un evento que se produce en un tiempo y de la distancia real entre Estados Unidos e Italia, de la.efec
en un espacio determinados;/algo quéüéufrferi'algüña par-: Hvi ve�cta.d éiei pasado, de las posibilidades concretas de en
te, en algún momento, para alguieQ.; un acontecimiento qui: riquecerse, de los índices exactos de contaminación). En
zás minúsculo ( «te informo que... », «te garantizo que...», este sentido, los textos «dan forma» al contexto en la misma
«te prometo que ...»), pero que entra literalmente en nuestro medida en que dependen de dicho contexto.
mundo. La segunda idea qué distingue a esta área de investigp-
Este - carácter
- -----
de «evento
-- --�-- .. .... ·-·
» ..que posee. el texto tiene u:p.a
:.)
ción es que un texto, incluida una transmisión televisiva, JJO
encuentra en el marco histp-
..
doble cara. Por un lado, el texto es un di�positivo que guarde para sí, y luego �ntregue a su
·-·· . ,: . . '. .
riéo, -geográfico, cultural. y social que lo alberga las condi destinatari.o, un sentido .definido.y reaiizado.,,for el contra- .. ·- &rD(A�
cicmes de su propia existencia., El carácter productivo del p,=opuestá
ria; el texto facilita ririá' qlie rriariifiesia Jas inter¡- '' �
texto depende del contexto (por ejemplo, una transmisión te cienes de quien promueve la comunicación y que se ofrece a,
levisiva parece factible en la medida en que se adapte a los sednterpretado por el destinatario. Ei decir, el texto es el lu-
fonnatos comúnmente aceptados), su naturaleza (por ejem gar donde se confrontan todo lo que el emisor quiere decir,
plo, un documental se considera como tal si en el espacio so . lo que consigue expresar concretamente y lo que el destina
cial que lo alberga rige una distinción suficientemente neta tario comprende del mensaje. El significado del texto nace,
eritre ficción y no ficción) y su posibilidad de ser recibido pues, de la superposición de un «significado del hablante»,
(por ejemplo, una investigación confronta todo cuanto ase de un «significado intrínseco» (que cán frecuencia constitu
vera o muestra con lo que se dice y se conoce de lina deter ye una «gama» de significados que se pueden activar) y de
minada época; si desvela algo nuevo, lo hace en relación con un «significado del receptor» (lector o espectador).
lo que «generalmente» se ve o se dice y si saca a la luz algo En el proceso de interpretación se produce, princip�l
«demasiado» nuevo» se arriesga a no ser entendida). Por ;} mente, una especie de «careo» entre el texto y su destinata
otro lado, el te�to contribuye, a su vez, a definir el cuadro rio, cuya con(rontac:i<Sri. �ejeínboca en una verdadera nego�,
histórico, geográfico, social y cultural que lo alberga. Jodot ciiición' de sentido,' que comprende difere�tes' áspééfo:S del
· 10 que afirma y el modo en que lo hace reestructuran, al me? acto de recepción.
nos para la percepción común, la realidad' circundante?'(por En primer lugar, el destinatario negocia el sentido de una
ejemplo, si hay conexiones con Nueva York cuatro veces al transmisión telév'isiva� écfüfrontando tocio fo que ·se le propo- ,j
ne ·con lo que sabe, piensa y cree, en cuanto individuo-º ..
,C
pública, pero también puede llevarlo a atribuir al telediario Los textos de los medios, incluidos los programas tele
una voluntad de provocar escándalos inútilmente. visivos, se prestan a diferentes usos. Por ejemplo, ofrecen
En s'$gundo lugar, el destinatario de la comunicación te imágenes de la realidad que confirman, integran o corrigen
levisiva71egocia el s:entido de cuanto se le propone, bu¡¡can los mapas cognitivos de los individuos. Facilitan esquemas
do un punto intetinedid entre HH<posición» qüe le �signa ,el que explican los eventos cotidianos, casi siempre a partir
texto por e! _1110�0 ,e1vlue;se dirige a él y la «posición>� que\� del modo en que tratan los «casos públicos» (presentar la
atribuyeh ·1¡5s· procesós scicialés ei:i' los qué participa.º,Por política como un «conflicto de intereses» en vez de como
ejemplo, un telespectador se puede sentir «partícipe;> dé una un «conflicto de ideales» ayuda a entender qué ocurre en
transmisión cuando el conductor trate a la audiencia de una reunión de vecinos...). Facilitan repertorios de expre
modo confidencial, pero también se puede sentir «excluido» siones, símbolos, fÍguras retóricas, etc., que se pueden vol
de la misma si sus intereses o sus convicciones son diferen ver a utilizar en diferentes ocasiones, incluso en nuestras
tes de las expresadas por dicha transmisión. En este caso, es conversaciones cotidianas. Activan cuadros comunicativos
probable que intente «compensar» ambas cosas. que confirman o desmienten las jerarquías sociales recono
En tercer lugar, el Qestinatario negocia el sentido, tenien- cidas (el progresivo «tumo de palabra» de la «gente co
do en i::uérita tá:ttibtéñ 'fas ñlúnerosas interpretaciones que . mún» en las pantallas implica una percepción diferente del
circlllani en el es:paciól sociaf atribuido· al texto: de la ínter:, «derecho de intervención» de un individuo en cuestiones
pretación «autorizada>> por : la! crítica a la interprftación colectivas). Favorecen o bloquean las interacciones perso
<(é1ctn'rseJffda>;-pcfr el:tnedio (como en el caso de los espacios nales (un padre y un hijo pueden sentirse cerca viendo un
promocionales) o.de la interpretación «idiosincrásica» de un partido, mientras que la elección divergente de un progra
determinado espectador concreto a la interpretación «pasio ma puede acentuar el contraste familiar). Ofrecen sugeren
nal» de los fans, etc. Se trata de llegar a determinar no sólo cias para la acción (una noticia sobre las deficiencias de la
qué dice el texto, sino también qué sentido hay que darle.Y sanidad puede provocar reacciones en los usuarios de la Se-
se determina tanto en base a «saberes» individuales como a guridad Social)...
colectivos. Desde esta perspectiva es oportuno hablar también de las ··
La conclusión de todo esto (que se añada y puntualiza la funciones de un texto, además de hablar de su significado ....
conclusión a la que habíamos llegado en el punto anterior) es Su capacidacd de prestarse a ser un «recurso social» lo con- ,..
que el texto no se puede escindir absolutamente de su contex vierte en un bbjeto capaz de saturar una necesidad, alcanzar
una meta, acercarse � un objetivo_. Su presencia se puede
un
to. No solo organiza su existencia en tomo a dicho contexto
(su aparición depende de un marco espacial, temporal, cultu percibir en .i-Madón coñ fin. . ..
ral y social, al que modifica a su vez), sino que define la rela Los significados y las funciones están muy conectados
ción entre el contexto y sus significados (a través de un proce entre sí. Si una persona se sirve de una telenovela para en
so colectivo de construcción de sentido).. tender qué consume a su hija o para relajarse después del
La t�rcéra idea �� tj'ge.., ,para ¡19,� _Sllj_etos sociales,. el texto trabajo, interpreta su contenido de un modo diferente que si
, ,... -···úy��iiri:,)?citl,1
eWrtoconstff s� , , . . debe
r ...-.... -, .- .· . . s..d,:iqúe i de
utilizar, además· ser la utiliza para charlar con una colega de la oficina o si la ve
ufü{propuest a que hay que interpretar. sólo mientras espera a que empiece el telediario.
298 ANÁLISIS DE LA TELEVISIÓN ESTUDIOS CULTURALES 299
En cualquier caso, tanto los significados -como las fun tro temas que, en nuestra opinión, representan los ejes de la
ciones están muy ligados a las circ'ímsiandas. Es rríás,- grá- < reflexión que hemos enunciado precedentemente:. la cons
cías a su «funcionalidad», un texto se conecta de modo aún; trucción social del sentido en los textos televisivos, la rela
. .
más sólido al marco donde se presenta y, a través de sus ción entre el discurso televisivo y las redes de los discursos
. múltiples usos, puede ser englobado literaiinente en la vida :. sociales, las funciones sociales de la televisión y, finalmen
cotidiana. Ujia vez más, llegamos a la conclusión de que el te, .ªel_ papet del medio televisivo en la construcción de la
lazo entre el texto y el contexto (que presenta una doble di identidad 'sócial.
rección) aparece no sólo como un dato de hecho, sino tam
bién como un elemento crucial.
Hemos sintetizado tres sugerencias teóricas: la necesidad 12�2. Televisión y construcción de sentido
de considerar el texto como un evento y, por tanto, de obser
var atentamente las condiciones y los efectos de su existen Hemos dicho que la necesidad de estudiar las relacione5c
cia; la necesidad de considerar el texto como una propuesta entre el texto televisivo y el contexto de debe a un cambip
y, por tanto, de acentuar las dinámicas de negociación de los experimentado ·en el modo. de considerar los textos de lo·s i
significados y, en general, los procesos sociales de construc me(iios. El motor de dicho cambio ha sido la idea de que
ción del sentido y, finalmente, la necesidad de considerar el c�da texto define sus significados en función de su c6niexto·j
texto como un recurso y, por tanto, de destacar sus funcio a través cte·1m proceso colectivo de construcción de sentido:
nes sociales y los diferentes modos a través de los que se in Dicho brevemente, el texto no entrega al destinatario UJ}.
tegra en la vida cotidiana. sentido definido y realizádo�·-:-sino-·que-te-·fadlita una pro:
Como hemos dicho, estas sugerencias nos parecen los puesta para que la interprete. El significado del texto nace, , .
tres grandes pilares sobre los que se apoya la última gran pues; de la cónfrontación entre dicho texto y su destinatario.;
área por donde nos vamos a mover. Se trata de un territorio úria confrontación que desemboca en. una negociación de '
diferente de los que hemos explorado hasta ahora, donde sentido propiamente dicha.,,
encontramos sobre todo reflexiones teóricas y modelos in En esa negociación, el destinatario tiene en cuenta, por
terpretativos, además de datos sobre investigaciones y ejem un lado, la posición que ·le asigna el texto (y que depende,
plos empíricos. Se trata de un territorio densamente pobla entre otras cosas, del modo en que el texto se dirige a él) y,
do, dado que en esta área converge gran parte de la tradición por otro lado, el destinatario se mueve a partir de la posición
académica de estudios sobre los medios (de la teoría crítica que se le asigna en el contexto social.
de Morin a los más recientes estudios culturales). Todo esto constituye la base del modelo de cadificn
La especificidad de esta área, unida a las numerosas ción/descodificación de Stuart Hall. 1 L;'tesis de Hall es que
aportaciones que se inscriben en ella, no nos permite tratarla la comunicación no tiene nada de natural. Hay que construir
de modo exhaustivo. Respetando las intenciones de este li los mensajes antes de enviarlos y tanto la construcción como
bro (que intenta ser un manual de métodos de análisis y de la interpretación de mensajes son operaciones activas y radi
investigaciones sobre televisión) nos ha parecido oportuno cadas en la sociedad. Por su parte la audiencia no es una
realizar· una selección. Por ello nos hemos centrado en cua- masa informe, sino un agregado de grupos sociales, ligados
300 ANÁLISIS DE LA TELEVISIÓN ESTUDIOS CULTURALES 301
de diferentes modos a la estructura social y a la cultura do vidad estf1:1cturada, que permite a las instituciones producto:..
minante, por lo que siempre cabe la posibilidad de que se _ ras de mensajes definir temas hacia los que dirigir su aten
produzcan malentendidos entre la producción y la recepción cióny también sus' prioridades, facilitando a los miembros
de los mensajes. Para limitar dichos malentendidos, los me de una cultura las �ategorías y los marcos de referencia :en
dios codifican los significados de sus textos de modo que la dónde actuar. Pero•al rechazar-la idea de que se produée'un
lihertad de la descodificación quede enmarcada dentro de efecto directo sobre el comportamiento, el modelo torna de
ciertos límites, es decir, de modo que los significados codifi la aj:,ói-fadón de «usos y gratificaciones» la idea de un e�.-_
cados correspondan a los descodificados. Ahora bien, de la pectacipr a,ctivo, qu� elabora su propio sentido a partir de los
relación que el lector instaura con dichos límites derivan tres símbolos y de los signos que transmiten los medios.º
!Jió.ffciime/; que se ipueden adoptar eri la descodificación, �s: En realidad, la tipología de la recepción que propone
decir, ti;es-·111odos qúe tiene la audiencia de acoger o modifi- .. Hall no se ha de interpretar como un esquema finito y ex
c:ár el sentido del texto. ,; haustivo, sino como un punto de partida para moverse por la
En :¡primer lugar -
tenemo�
: -·-·--�.,-.¡�- -,,-�·
l?- lectuxa doniinante, realizada
- ..· - ·._·_··· :· �- . . 'º_ :···-··.··.-.-:-··.- ,!.. : .-·.····'J:.
...,,':;·�;. ...:.;·., .�. . !�-·:.·-·
complejidad de los procesos de comunicación. De hecho, a
,por_ qti)ie,f!�:�. c-oi11ulgafi con el ;puntó de vista ideól6gico"deJ partir de la aplicación del modelo, surgen algunas preguntas
�é_!11'.f-sor,cuyasintericiones comdnicativas reconocen y asumen.- clave en tomo a las que se desarrolla el trabajo de Hall y de
A continuaeióri tenemos la lectura negor;iada, típica de,. sus colaboradores (Morley, Connell, Brunsdon, Hobson,
quien�s-�-� .P�ft�11,�cen a ra 1nisma clase sociocultural, de Willis).
é¡tii�11)1ájJroducidp,el_-menª.atei.Cl,lyas intenciones comuni- ¿Por qué elegimos sólo un número limitado de significa
' c,Í.tívas reconocen pero no con1parten. dos de entre todos los infinitamente posibles? ¿Por qué se
Pof último , teq.en1os la' le�tura de oposición, típica de leccionamos determinados significados en vez de otros?
quieú¿s sejc:léntJfi�m:i, ..GCJn 1117Jegmento social opuesto al<iel ¿Cómo consigue la televisión crear un conjunto de «signifi
/érrti�bt'd.iyas int�nciones torimnicátivas no; reconocen, por cados preferentes», es decir, un conjunto de interpretaciones
· 1o ·que1 crean significados alternativos, más b menos di_stor- preferentes a las que los espectadores tienden a adherirse?
slo11ados, dirigidos a agudizar la diferencia social. ¿Cómo influyen en los procesos de descodificación las ma
Así pues, según el modelo de Hall se puede identificar el crovariables estructurales (sexo, clase social, raza ...)?
contenido ideológico de cada mensaje, pues refleja su adhe La investigación de David Morley sobre Nationwide
sión al sistema ideológico preferente y se transmite a través constituye una de las investigaciones más significativas de
de los procesos de codificación. Por otra paite, la irreducti este ámbito. Se trata de un célebre programa emitido en )as
ble polisemia del texto y las peculiaridades.del receptor jus . cadenas inglesas, a partir del cual se intenta verificar, de
tifican, en cualquier caso, la posibilidad de que se realicen modo empírico, el modelo de codificación/descodificación
diferentes descodificaciones, más o menos coherentes con de Hall.2 En esa investigación se mostró un episodio de la
las intenciones comunicativas del emisor y, en caso extre serie Nationwide a 26 grupos diferentes de espectadores,
mo, incluso aberrantes. pidiéndoles que expresaran su opinión, primero mediante
Re�pécto a los teóric_qs d�� los ef�ct9s, !er;i est�- m_()d�lo_ preguntas relativamente abiertas y, después, a través de pre
cambia la idea de que la coi:nu'nica:ción de m�sas es una acti- guntas más dírectas. El objetivo era demostrar que los dife-
302 ANÁLISIS DE LA TELEVISIÓN ESTUDIOS CULTURALES 303
rentes modos de leer el programa se podían remitir a los tres comprende los textos de los medios. La hipótesis de la auto
tipos de lectura que planteaba Hall: dominante, negociada y ra es que el receptor interpreta el mens�tje «proces�ndolo» a
de oposición. En realidad, se trataba de una aplicación del través de sus esquemas mentales. El sentido del texto deriva,
modelo de Hall en clave microsociológica, es decir, a través pues, de la acción sinérgica de las informaciones que contie
de una metodología de investigación que remitía a los presu ne el propio texto y de toda una serie de factores como las
puestós etnográficos, aunque lo hiciera más bien de un �;,cperienci�s anteriores de recepción, el género, la clisposi
modo aproximado. En realidad la investigación fracasó en 'ci6n 'soti"ai'réspecto a las informaciones que contiene, etc.,
su intento de identificar las relaciones entre diferencias de que contribuyen a sedimentar los esquemas cognitivos que
lectura y determinaciones socioeconómicas, pero es impor el individuo activa en el proceso de recepción. Para entender
tante porque demuestra empíricamente que el texto es poli mejor la participación de todos estos múltiples factores en el
sémico y que su consumo constituye una compleja actividad acto de consumo, puede ser útil recurrir a un ejemplo que
social de negociación. propone la propia autora.
L�t polisemia del texto y el carácter activo y negociaqle Supongamos que queremos analizar el comportamiento
de1a óterpretación también sirven de referencia de los estu de la recepción de dos mujeres de clase trabajadora, que tie
dios que adoptan el enfoque piscosocfolog1.co; es. decir, que nen un perfil sociodemográfico idéntico. Una de dichas mu
también incluyéñ en la dialéctica texto/contexto los proce-:, · jeres considera el medio como un instrumento de poder que
sofmentales del receptor. qesde esta perspectiva, ·el consu le permite compensar su falta de aportación al mantenimien
mo se presenta como un complemento del significado del to económico de la familia, mientras que la otra percibe el
texto, a través de la aplicación de determinados esquemas control del medio como una responsabilidad, que se suma a
cognitivos. las responsabilidades derivadas de la organización de la
. En su News as Social Resource,3 Klaus Jensen elabora la casa, y un elemento molesto en las dinámica familiar. Cada
noción de supertema precisamente para explicar el funcio una de �sas dos mujeres se acercará al texto y entended los
namiento de los esquemas cognitivos en el ámbito de la co- . mensajes del medio de diferente modo. Eso significa que,
m�nicación de masas. Jensen define los supertemas como además de la clase social y del género, en el acto de consu
«procedimientos interpretativos que utilizan los espectado mo también intervienen otras variables como, por ejemplo,
res para reconstruir los significados de la información tele la historia, las convicciones morales, políticas e ideológicas,
visiva». 4 En realidad, los supertemas sirven para ordenar las las disposiciones y los gustos y, en definitiva, el perfil psico
informaciones en base a ámbitos de conocimiento preexis lógico del individuo. Añadamos que, respecto a la teoría de
tentes y, en particular, sirven para valorar, seleccionar, com usos y gratificaciones, que pone de relieve los rasgos indivi
pletar y memorizar la propuesta del medio. Esto significa duales del espectador, Livingstone intenta restablecer la
que al sentido original de la propuesta televisiva se le agre compleja dialéctica que se instaura entre los factores indivi
gan siempre significados más generales, hasta que dicho duales y las coordenadas sociodemográficas.
sentido se reconstruye o incluso se distorsiona. Pero volvamos al modelo de Hall, para reflexionar sobre
En Making Sense of Television5 Sonia Livingstone tam sus ventajas y sus límites. El modelo tiene fundamentalmen
bién se centra en los modos en que el receptor percibe y te dos ventajas: entiende el texto como una estructura abier-
304 ANÁLISIS DE LA TELEVISIÓN ESTUDIOS CULTURALES 305
ta, polisémica, semánticamente flexible y susceptible de ser 12.3. Televisión y redes discursivas
interpretada de diferentes modos (todos igualmente legíti
mos) y considera la interpretación como algo activo y nego Hasta aquí hemos visto que, en la construcción social del -
ciable, donde entran en juego determinados elementos con sentido, espectador ocupa uria posición que l_e asignan, i("
el ó
textuales. la-vei/efte5':to\,el-cdnteiio sociócultutat Pcir �I contrario.
Los principales límites de este modelo parecen ser: la ahora veremos que el espectador también tiene que afrontar
homologación de fenómenos diferentes bajo la etiqueta co la red de textos que atraviesa todo el contexto social.
mún de descodificación; es decir, la comprensión/incom En la n�gociación del sentido, el destinatario también
prensión, por un lado, y la adhesión/desacuerdo ideológico debe tener en cuenta: que en el espacio social se cruzan y se
por otro lado; la definición vaga del concepto de lectura pr� suceden interpretaciones diferentes. s�·produc� �n coriflicto"
.ferente o dominante (¿se trata de una propiedad del texto o de lecturas que complica aún más «la lucha por el sentido» ·
es fruto de una descodificación activa?) y, finalmente, la que se mantiene en tomo a un texto.
presencia ele un cierto determinismo sociológico, que encon Las transmisiones televisivas también nos ofrecen ejem
tramos, por ejernplo, en la idea de que el hecho de pertene plos bastante ricos al respecto. De hecho, no es casual que
cer a diferentes categorías sociodemográficas (clase, raza o dichas transmisiones aparezcan acompañadas de una red de
censo) se relaciona directamente con los diferentes procesos discursos que las envuelven y las engloban: la publicidad de
ele lectura y sus resultados. los diarios, los espacios promocionales de la televisión, el
Sin embargo, más allá de sus límites, la propu�sta de comentario privado que se realiza durante la recepción, el
HaU tiene �l m�r!t ?'?-� SC>ITI���1."iª la aten�ióh��e-lodnv�str: hecho de volver a hablar de las transmisiones en la charla
g;adóhfa]a- é::omplejiclad del pi·ocbo de comunicación télevi- entre amigos, la recensión del crítico, la parodia que realiza
s'iva, aportando modificacim;esi decisivas al modelo domi- _ otra transmisión, la polémica que desencadena un líder de
nante ele la Conúnunication:Resea,:ch norteamericana. De opinión, etc. Cada programa va acompañado de discusiones,
hééh:ó, la producción y¡ Ia: recepción dejan de estudi�se por debates y comentarios (no siempre pertinentes respecto a lo
sé"pái"ado,. pües· e1 sebtido del• rriJnsaje.
nace "pr�d.sambt6 'de que·se ha visto), junto a los que se alinean miríadas de otras
la relación entre ambas. Además, la propuesta de Hall tiene actividades domésticas, que se cruzan, se superponen e in
el mérito de huir de la noción de texto en cuanto contenedor cluso se contaminan con dicho programa.
de significados constituidos previamente y unívocos, así Afrontar la propuesta de la televisión significa, pues, en
corno de aquella noción que lo define como algo completa trar en uná; red comunicativa y activada, prolongarla y ex�
mente abierto, susceptible de cualquier tipo de lectura. En tenderla. Hay t·
que afrontar resúmenes o. explicaciones, atri� ,-
definitiva, es verdad que el lector se implica en un trabajo buírselos a; alguien, situarse en cuanto• destinatarios de los
productivo, pero bajo determinadas condiciones derivadas mismos, compartirlos con otros individuos, superponerlos a
del propio texto, de las instituciones que lo producen o del otros -textos, repetirlos o discutirlos .. Enjeste sentido, la tele-; -
contexto social donde se sitúa. visión se pi;iede considerar alternativamente. como un, inter
lócüior comunicativo (algo que se escucha, se interpreta),
tiií.-inoto,� d� la comunicación (algo que, una vez conectado,
306 ANÁLISIS DE LA TELEVISIÓN ESTUDIOS CULTURALES )07
conecta a su vez otras interacciones) o un objeto de la pala. de modo activo, de las conversaciones que tienen lugar entre
bí·a-(algo sobre lo que se discute). ;:, los diferentes miembros de la familia. Con frecue119ia cons
El estudio de Dorothy Hobson, Women, Audiences and tituye un objeto de diálogo, establece un terreno común,
the Workplaces,6 realizado utilizando una metodología etno ofrece sugerencias para iniciar nuevas conversaciones, crea
gráfica y dedicado a analizar las modalidades y la frecuen una enciclopedia vívida y audiovisual y facilita ejemplos.
cia con que la televisión entra en las conversaciones que tie De ese modo, Lull desmiente aquellas teorías que sostienen
nen lugar en el trabajo, trata de todos estos aspectos. qrit;cóii frecuencia, la televisión sustituye, empobrece e im
Hobson parte de una muestra restringida, compuesta por pide el diálogo en familia. Por el contrario, la televisión su
empleadas, y analiza los itinerarios de sus conversaciones giere temas de discusión controvertidos, facilita explicacio
sobre los programas de ficción que ven (principalmente se nes sobre las actitudes de los diferentes miembros de la
riales). La investigación pone de relieve algunos rasgos re familia en relación con un tema determinado y, por último,
currentes de dichas conversaciones. Al hablar de los seria favorece la recíproca confrontación entre unos y otros.
les, las mujeres extienden la conversación a todo el conjunto En definitiva; en torno a la televisión se va tejiendo unª
de la serie (repaso de los capítulos anteriores e hipótesis so compleja red de discursos, hecha de dichos, de comentarios
bre los sucesivos); muestran su propio nivel de competencia y de diálogos que se originan a partir de fa televisii5r( fiti&s
y de participación emotiva; discuten acerca de qué hubieran la familia habla de la televisión y de sus programas y habl1,1
hecho de haberse encontrado en la misma situación que los a partir de la televisión y de todo lo que se refiere a la mis
personajes, incluso remitiéndose a situaciones análogas de ma. El punto clave es, pues, qüeisfü éntramádo dé discui:sos
la vida cotidiana; utilizan el evento representado en la tele contribuye, por ·un lado, a definir el significado. de los pro.:;
visión para hablar de eventos privados; llegan a construir gramas que se ven y, por otro lado, permite subrayar o vol-,.
una imagen social ligada directamente al tipo de programas ver a déñiiir ios roles familiares y sociales. . -
discutidos y a las diferentes modalidades de discusión. Es cierto que la investigación de Hóbson estudia los dis
Así pues, el conocimiento de la televisión y, en concreto, cursos sociales que se producen después (o prescindiendo
de algunos programas, entra en los discursos interpersonales del) consumo del texto, mientras que Lull explora los dis
y, por un lado, se utiliza como filtro para hablar de la propia cursos que se realizan durante el consumo del texto. Sin em
vida, mientras por otro determina una especie de «estigma» bargo, ambas investigaciones llegan a conclusiones análo
social a nivel de grupo de trabajo. En definitiva, Hobson de gas, es decir, muestran que la red discursiva en torno a la
tennina que los programas televisivos se utilizan para mejo televisión incide, por un lado, en la construcción del sentido
rar la comprensión de uno mismo y del mundo en que se textual y, por otra parte, activa procedimientos de construc
vive. ción del propio yo entre la comunidad de consumidores.
La idea de que la televisión es, a la vez,'im interlocutor A partir de aquí vamos a dar un salto ulterior respecto a
comunicativo, un motor de la comunicación y un objeto de nuestro punto de partida, pues podemos pasar de la cons
discurso también preside la investigación de James Lull, In trucción colectiva del sentido textual a la idea de lafuncio
side Family Viewing,1 realizada asimismo con instrumentos nalidad del texto en la vida cotidiana. Detrás de este pasaje
etnográficos. Lull considera que la televisión fonna parte, se percibe la idea de que el texto no es sólo una propuesta
)08 ANÁLISIS DE LA TELEVISIÓN
ESTUDIOS CULTURALES 309
que cabe interpretar, sino también un recurso que hay que identificar cuatro funciones como las más importantes: la
utilizar, y que el consumo de medios es un lugar donde la in fun,éión_de LCQUJar histodas, la fundón b�rda, 1� fuo�ión dé
terpretación y el uso se superponen y se dan la mano. Pase c�O:struir ritos y la función de construir modelos. 11 ,,
mos, pues, a hablar también de las funciones del texto, ade
nuís de tratar de sus significados.
12.4.1. Lafunción de construir historias
12.4. Funciones sociales La función de la televisión de construir historias está
muy ligada a las reflexiones sobre la naturaleza «oral» del
La capacidad de la. televisión de intervenir en la realidad discurso televisivo. 12 La televisión habla, cuenta, propone
y dé i1iodifcarlá:nósilfova á pteghii.Úl.ríÍos-pÓf 1a�(ftindéines',
i
historias que reflejan la costumbre de buscar emociones que
'sóciafe·s de los 111edioS,!"' tiene el espíritu humano. En este sentido, la televisión esti
El concepto de función ·remite a una. vasta tradición de mula la imaginación de los individuos, satisface su necesi
investigación, que encuentra su mayor expresión en el enfo dad de evasión y encama sus fantasías, realizándolas en his
que de usos y gratific"aciones. No es fácil definir la función. torias cercanas a su vida cotidiana. El mismo telediario
McQuail sostiene que el concepto de función es, por sí mis explica esta función, de modo aparentemente paradójico. Se
ma. una noción polivalente, que «puede significar, a la vez, presta más atención a las noticias que nos afectan (es decir,
finalidad. consecuencia, requisito o expectativa y que tiene que hablan de nuestro trabajo o de nuestra ciudad o de una
también otros significados, como uso». 8 Esta versatilidad realidad o un problema cercanos) no sólo por la exigencia
semántica, que por un lado deriva de los muchos estudios de estar informados, sino por el «placer» de oír historias que
que se han llevado a cabo sobre el concepto de función, tam ya se conocen o, en cualquier caso, que se pueden relacionar
bién constituye sin duda una fuente de ambigüedad y un con nuestra experiencia de la vida. 13
problema, sobre todo en la investigación.9 Por ejemplo, Ja
mes Lull realiza serias críticas al enfoque funcionalista, acu
sándolo de haber atribuido un peso excesivo al individuo, a 12.4.2. Lafunción barda
quien considera el único responsable del proceso de gratifi
cación, sin haber dedicado suficiente atención ni al medio La dimensión oral del discurso televisivo también nos
(reducido a un instrumento_del que se puede prescindir para lleva a identificar una segunda función social que desarrolla
obtener satisfacción), ni al contexto social (que se conside la televisión. Ya hemos dicho que la televisión propone dis
ra, a lo sumo, un elemento más entre los muchos que inter cursos que, a su vez, generan el espacio social mediante
vienen en la construcción de la personalidad del individuo, otros discurs"os. Esta idea induce a Fiske y a Hartley a consi
pero que no se trata de un factor crucial para definir los pro derar la televisión como un «bardo» contemporáneo». 14
cesos de consumo). 1 º Todas estas razones nos obligan a pen El «bardo» canta la gesta de una comunidad, registra sus
sar de nuevo en este concepto y a elaborar otras tipologías eventos y sus preocupaciones, por mínimas que sean, los
cte las' funciones. (En ·concretb- nos parece que se puedei;i. transforma en versos y los pone a disposición de todos. Es
310 ANÁLISIS DE LA TELEVISIÓN ESTUDIOS CULTURALES 311
decir, el bardo trabaja a partir de un patrimonio común y con llo de las rutinas en la vida cotidiana tienden a modularse. a
el objetivo de crearlo. p#tir' éí� ritrilo;/y' �áa�;ida(irríptiestas por la programación
J:.afunción barda de la televisión consiste, pues, en con televisiva. t
vertirse en mediád()ra. de lengllaj�s. e11 sit!iJt:t:$�� �pyl_Qe!}Jrq" . Tanto la reflexión teórica como la investigación han pues
de ra culfura, enremitir"ias.situaciones de la vida social a va-. to de relieve con insistencia lafunción de construir ritos del
Tóres y símbolos compartidos por los mfombros de la comu..:· medio televisivo. Por citar tan sólo algunas aportaciones,
nidad. 15 · pensemos en la investigación de Dayan y Katz sobre los
En este sentido, la televisión está profundamente radica «acontecimientos mediáticos», donde se describe la televi
da en la sociedad; en sus programas se percibe la voluntad sión como un instrumento capaz de crear citas colectivas que
de ilustrar acontecimientos que, de algún modo, pertenecen modifican los ritmos de la vida cotidiana. 16 La reflexión de
a cada uno de nosotros, de convertirlos en algo accesible Scannel, atribuye a la temporalidad de la programación la ca
para todos y, de ese modo, explicar y reforzar el patrimonio pacidad de crear un puente entre la dimensión privada y la
común. pública17 y los ejemplos etnográficos recogidos por Lull des
Una de las expresiones típicas de la función barda es la tacan el hecho de que la familia puede utilizar la recepción te
intertextualidad. La teiévisiónhábia dé'fos.perióoicos 'y'los levisiva para organizar o estructurar mejor las obligaciones
periódicos de la televisión; la t�levisión se inspira en el cine domésticas. 18
· y el cine en el mundo televisivo, etc., en un continuo cruce
de referencias.
12.4.4. Lafunción de construir modelos
12.4.3. Lafunción de construir ritos Cuanto hemos dicho hasta aquí revela una última fun
ción social de la televisión, que subyace a las funciones
La televisión está profundamente radicada en las dife identificadas hasta ahora.
rentes dinámicas sociales que se producen; se modela a par- Como hemos visto, la televisión no se limita a reflejar e}
tir de dichas dinámicas (construye historias que calcan los tiempo y el modo en que se realizan las diferentes interné�
acontecimientos de la vida cotidiana, se convierte en porta ciones, sino que las capta, las codifica de nuevo y las vuelve
voz de la cultura de la comunidad en la que se inserta) y, al a propórier como'iriodelos, restituyéndolas con un valor afla�
mismo tiempo, contribuye a definirlas (ofrece paradigmas dicto de «etiqueta» y de carácter canónico. �·
de referencia, orienta los discursos, crea una agenda cuyas Lafunción de construir modelos de la televisión se ejer
articulaciones reproducen fielmente los contenidos y la es ce, pues, mediante la construcción de representaciones sim
tructura jerárquica de cuanto se transmite). Pero todo ello no plificadas y canónicas de la realidad, de donde toma presta
es suficiente,. pues la intervención de la televisión en lo so dos valores, rituales, símbolos, fomrns de interacción,
cial se extiende también a la dimensión temporal. La televi- ,,., lugares y tiempos, para restituirlos después convertidos en
sión organiza su propio flujo discursivo �.parti{d�Javicla ,,. mod�los que cabe imitar.
cotidiana'},.paralefamente, los ritmos que marca el desarfo- �n este sentido, la televisión ya no es tan sólo un «espejo
312 ANI\LIS!S DE LA TELEVISIÓN ESTUDIOS CULTURALES 313
del niuúdó>>, sinq también u� ejemplo; un ¡ canon· de; cómo medios. De los estudios sobre los efectos a las más recienf
«es» �l mundo y de cóino hay que «estar» en ehnúndq�. tes teorías sobre la recepción, el tema de la_ i<;lentic;l_¡ic
Los análisis de Milly Buonanno sobre la función que de siempre h� constituido un nudo ptÓ'bÚ!mático y un campo
sempeñan los relatos de ficción, al proponer modelos socia de maniol;>ras donde experimentar la eficaciél,_ de las cate
les, confirman el hecho de que la televisión constrnye de gorías y la! solidez de los marcos teóricos.
forma esquemática representaciones del mundo que nos ro La amplitud del debate que ha ido surgiendo en torno a
dea y nos ofrece las claves de lectura necesarias para desci este tema no nos permite tratarlo de modo exhaustivo en
frarlo, así como el hecho de que estas «copias» de la reali este lugar. Por tanto, nos limitaremos a destacar algunos de
dad que la televisión construye y difunde modifican, a su sus puntos más significativos y a indicar las direcciones más
vez, la distribución de los contextos sociales de donde pro recientes que ha emprendido la investigación sobre el
vienen. mismo.
Mediante el análisis de los contenidos comunes de la fic
ción televisiva, Milly Buonanno 19 subraya el preponderante
saqueo de la realidad que dicha ficción lleva a cabo y desta 12.5.1. Del modelo esencia/isla al modelo antiesencialista
ca el hecho de que dicha apropiación se resuelve puntual
mente en una serie de transcripciones interpretativas que, Aunque el tema de la identidad constituya el eje de la re
además de alimentar el imaginario colectivo, se convierten flexión teórica desde hace tiempo, su complejidad impide
en verdaderos puntos de referencia de posibles lecturas her que el debate se considere concluido. Stuart Hall, que es uno
rnenéuticas de lo social. Así pues, el imaginario de la ficció.n de los autores más representativos de los estudios culturales
se confunde con lo real, convirtiéndose, en cierto modo, en ingleses, señala al menos dos razones según las cuales es in
una conciencia, en una ínterpretación que utiliza los mismos dispensable continuar reflexionado sobre este tema.20
instrumentos del lenguaje cotidiano para revelar sus dinámi La primera razón deriva del hecho de que, tradicional
cas latentes. mente, la identidad se ha tratado de forma inadecuada, sin
El conocimiento de la función de modelo que desarrolla la que haya habido realmente formulaciones teóricas alternati
televisión nos induce a preguntarnos por la influencia que vas. De hecho; las aportaciones más recientes no han sabido
ejerce los medios en general y, concretamente, por las conse superar completamente el llamado enfoque «natural» o «esen.:.
cuencias que la experiencia de la recepción produce en los es cialista», que entiende la identidad como una construcción
pectadores. El último tema del libro, que vamos a abordar a estable, dada por descontado de una vez por todas; una espe
continuación, se plantea a partir de esta problemática general. cie de código genético que cada persona lleva impreso en
su fuero in�emo y que, en el pasado, ha servido para justificar
incluso las más odiosas políticas de discriminación racial
12.5. Representación de la identidad. , y cultural. Autores como Zygmunt,Bauman21 o Lawrence
Grossberg22 también realizan este mismo tipo de crítica.
El debate sobre la identidad representa uno de los prin La segunda razón por la que no podemos dejar de hablar
cipales hilos conductores de las investigaciones sobre los de identidad es la importancia del tema a la hora de intentar
314 ANÁLISIS DE LA TELEVISIÓN ESTUDIOS CULTURALES 315
solucionar cuestiones sociales diferentes y fundamentales, bio de perspectiva sitúa en primer plano la cuestión de los ,
que van de la integración racial al problema de la globaliza medfos."' · -·· · ·
. ,
ción y del mantenimiento de las identidades locales, a la Desde los primeros estudios sobre.comunicación de ma-
cuestión de la diáspora, etc. sas ya se sabía que había algún tipo de relación entre los me
De acuerdo con la orientación general de este capítulo, dios y la formación de la identidad social. Las teorías de los
en las próximas páginas vamos a intentar reconstruir el esta efectos fuertes siempre han destacado el poder de los apara-
do actual del debate, repasando la aportación de algunas in tos' de comunicación de masas para intervenir en la persona
vestigaciones y centrándonos en el modo en que los medios lidad de quien los recibe y poder manipularla. Desde esta
intervienen en los procesos de formación de la identidad, así perspectiva, el análisis del papel que desempañan los medios
como en los recursos que ponen a nuestra disposición. en los procesos de construcción de identidad pasa a través de
la observación de las representaciones que transmiten. Los,,
sistemas de comunicación de masas intervienen, pues, en la
12.5.2. Medios y procesos de construcción de identidad personalidad de quien los recibe, proponiendo modelos a los
que los consumidores se tienden a adherir de un modo natu-
Superado el enfoque «esencialista», en la reflexión ª'c ral (éfado el poder de persuasión de los medios)�. . . ·t.
tual se ha ido abriendo camino una idea diferente de identi,. El pasaje de las teorías de los efectos fuertes a las teorías
dad, que ya no se entiende corrió una estructura estable, que, de la recepción no ha hecho que se abandonara este tema,
no,se puede modificar, algo dado de una vez para todas, sino como ya hemos señalado, sino más bien ha llevado a revisar
como el producto de las relaciones que cada persona esta-,. los términos en que se planteaba. Ya no es posible pensar.,
blecé éon IÓs Otros (C()11J>tr�S peJ:SQil�S,)J!_sttrjic_iones,_ sitµa que los medios intervienen en la identidad de los consumí-·:
ciones sociales, etc.). La identidad está estrechamente liga; dores simplemente en cuanto transmisores de representacio- ·'
da a las actividades sociales en las que er iridividuo· :se nes;pues la adhesión a los mensajes de los medios no es en , ·.
encuentra impliéado y, por tanto, hay que partir de ahí para. ábsohúo algo dado por descontado (pensemos en el modelo
comprender cómo se forma la personalidad de lc:is indivi- de-cóaificación/descodificación de Stuart Hall que hemos ··
duo-s y cómo se modefa su sodal
¡:ieifff y cultural. ,'' . des"cnto en la primera parte de este capítulo).
Desde un punto de vista metodológico, esto significa que
Nikolas Rose23 insiste en la necesidad de comenzar
analizando las interacciones sociales para comprender la permaneciendo en el terreno de las representaciones y del
génesis de la identidad y, al hablar de la «genealogía de la análisis textual no se puede determinar la apórtación efecti
subjetividad», pone el acento en los roles que desempeñan va de los medios a la formación de la identidad. De ahí deri
las actividades sociales, históricas y qultun1les en la forma va el cambio de perspectiva y el paso del análisis de los tex
cion de la identidad. Rose considera que, para estudi� la tos (y de sus representaciones) al análisis específico d�r
identidad de los individuos, no basta con someterlos a una consumo, entendido como un lugar privilegiado de cpns
anamnesis, por muy profunda que sea, sino que es indis: truc'éión de identidad. ,•
pensable conocer lOS"f>roceSOS )' las situaciones eiLqye di Por comodidad podemos organizar las aportaciones que
chós ºifiéliv1dt1os1íán ·estado y están· implicados. Es'.te_carn- se· sitúan en esta perspectiva en dos grupos. El primero se �-
""-
316 ANÁLISIS DE LA TELEVISIÓN ESTUDIOS CULTURALES 317
centra en el pap�td�[li)�Jriedü;>s en l_a construcción de la Las aportaciones que se sitúan en el segundo ámbito de F,::\
identidad inélivid��I; �ientras q�e el segundo �naliza Ias co reflexión: y que intentan explicar el papel de los medios en la · l.!:3}
1
nexione� e11tre los difefontes' medios y la formacióú de la· construcción de la identidad colectiva son, quizás, todavía
identidad colectiva. más numerosas que las aportaciones que analizan la relación
Al primer ámbito de reflexión pertenece, por ejemplo, la entre los medios y la identidad individual.
aportación de Sherry Turkle. 24 A partir de un método etno En ese segundo ámbito encontramos, por ejemplo, el es
gráfico (compuesto por entrevistas, análisis de textos y en tudio de Marie Gillespie. 25 En Televisión, Ethnicity and Cul
cuentros informales (pizza parties) con algunos jugadores tural Change, Gillespie expone los resultados de l O años de
de MUD, un juego de rol al que se puede acceder a través investigación sobre la comunidad punjab de Southall (un ba
de Internet y en el que los jugadores pueden asumir roles y nio popular londinense). La investigación intenta estudiar el
crearse identidades diferentes) Turkle identifica una serie de rol de los medios y, sobre todo de la televisión, en el proceso
nexos en:tre-los procesos sociales y los procesos virtuales de de construcdón de la identidad de los jóvenes de la comuni
construcción del propio yo. En paiticular, el análisis de algu dad. La i11:vestigación se centra, sobre todo, en la compleja
nos casos ejemplares le permite reconocer dos tipos diferen problemática de la interacción entre su cultura de origen y la
tes de comportamiento, al utilizar el juego en relación con la cultura que los alberga.
identidad del propio yo: el ·working through y el acting out. En la introducción la autora trata, de modo general, de las
El primero consiste en utilizar las potencialidades ofrecidas relaciones entre los medios y la construcción de identidad.
por el MUD para revisar y actuar sobre la propia identidad, Su reflexión parte de la constatación de la «naturalidad» del
por ejemplo, interviniendo en algunos puntos existenciales proceso de cambio que experimentan las culturas. La cultura
sin resolver. Éste es·e1 caso de July, una jugadora cuyas rela no es un entidad estable, sino que se concibe como un flujo,
ciones con su madre se inten-umpieron hace tiempo y que, sometido a continuas mutaciones bajo el estímulo o la in
en el MUD, asume el rol de una madre en conflicto con su fluencia de otras culturas. Con la llegada de los medios, el
hija. En el segundo modelo, el juego se convierte, por el contacto entre culturas diferentes y sus consiguientes proce
contrario, en el ámbito en el que el individuo puede construir sos de «hibridación» (hybridisation) y de «sincronización»
su propia identidad ideal, lo que uno mismo no es pero que (syncretisation) se ven incrementados. La comunicación de;
rría ser. Por ejemplo, éste es el caso de Stewart, un joven los medios prpduce el :efecto de comprimir y, en caso extre
universitario tímido y con escasas relaciones, quien, a través mo, anúlar fas distancias espacio-temporales y, de ese modo,
del juego, se presenta como un joven extrovertido y brillan facilita el cotjtacto entre individuos pertenecientes a comu�
te. Pero el caso de Stewart sugiere también otra cosa, pues, nidades y culturas incluso profundamente diversas. 26 Gi
través del juego Stewart entra en contacto con chicos y chi llespie insiste sobre todo en que los resultados de dicho en
c.is, algunos de los cuales puede conocer personalmente cuentro no s-on necesariamente los que preconizan quienes
después. MUD e Internet facilitan, pues, mucho más que un sostienen la globalización. No está claro que los _medios
espacio virtual donde expresarse libremente, pues se con homologuen costumbres, valores, estilos de vida, etc. El .
vierten en- un recurso que se puede utilizar para promover P�º��,�?, qMt,��, _P2�� �I!,,Qt�ESEtJS:: PWS}1g 111 ᧠cgnwl�jo Y
activiclacles sociales y modificar la propia identidad. deriva de una negociaciói{eri la c:fue·los <<rriátefiales sirnbó-"
318 ANÁLISIS DE LA TELEVISIÓN ESTUDIOS CULTURALES 319
licos» que ofrecen los medios se confrontan y se ensamblan 12.5.3. Los medios de comunicación como recursos sociales
d(if":ñio'do'original con la tradición cultural de Sus especta- �
dores. ,; Los medios facilitan, en primer lugar, determinados re7
Este proceso de confrontación y de integración ha sid_� cursos que podemos llamar ambientales¡;Como ya hemos
descrito de diferentes modos. Por ejemplo, Kevin Robins dicho, uno de los primeros efectos de la comunicación de
explica la reacción de la cultura inglesa ante la-presencia de masas consiste en reducir las distancias espacio-temporales
extranjeros (con frecuencia a través de comunidades exten entre el yo'Y, los otros (otros individuos, otras culturas, etc.),
sas y bien organizadas) como el producto de una tensión sin para incrementar, de este modo, el número y el tipo de rela
resolver entre «tradición» (representada sobre todo por la ciones que cada individuo es capaz de establecer, así corno
experiencia colonial y por el mito de la superioridad anglo los estímulos que puede recibir. Los nuevos medios también
sajona sobre las otras etnias) y «traducción» es decir, re contribuyen, de un modo aún más radical, · a transforma/y·
visión parcial de la historia, de los valores y de la cultura _reorganizar los ambientes sociales, es decir, los contextos y.
inglesa, como consecuencia de la aceptación de otras ex las situaciones de relación donde actúan los individuos,. La
presiones culturales. 27 Stuart Hall también describe los aportación de Joshua Meyrowitz constituye un buen ejem
efectos de la comunicación de masas en la formación de la plo de todo ello.30
identidad colectiva como un proceso de erosión de las iden Meyrowitz sostiene que los medios son capaces de poner _,/
a disposición de todo el mundo un flujo inagotablel de infor-:,
tidades culturales originales y de construcción de nuevas
identidades.28 James Lull identifica, a su vez, tres fases en maciones. Dicho flujo. determina� por üri fado; e. debilita-.
el mecanismo de sedimentación de la identidad colectiva: miento derlazo, antes tan estrecho, entre el «espacio físico» J
una fase de transculturalidad (transculturation), que corres y el «espacio social>> (poriejemplo, la educación de los niños -
ponde a la apertura y al reconocimiento de la existencia de ya no está vinculada exclusivamente al ámbito familiar o
culturas diferentes de la nuestra; una fase de hibridación académico, pues, hoy día, a través de la televisión, pueden
· (hybridization), que señala la compenetración y la integra adquirir una perspectiva del mundo externo que no esté fil
ción de la cultura de origen con otras expresiones cultu trada por las acciones tradicionales, sino que, con frecuen
rales, y una fase de indigenización (indigenization), que cia, incluso se contrapone a dichas acciones}. Por otro lado,
corresponde a una vuelta a la tradición (junto con las inte se produce una aceleración y una homogeneización· del
graciones y las revisiones experimentadas en la fase ante «tiempo social» (los procesos de socialización ya no at1:a- ,: .
rior) y la reconstrucción de la identidad cultural de la co viesá.n fases temporalmente definidas, ni existe una verdade-
munidad.29 ra diferenciación de las etapas en las que se produce la ma
Estas aportaciones y muc;has. otras __ (que no· hemos duración de los individuos, pues la frontera entre la infancia
podido mencionar por cuestiones' de espacio) sugieren y la adolescencia, entre la adolescencia y la madurez y entre
algunas consideraciones sobre la naturaleza de los recur la madurez y la vejez se difuminan y se confunden). La in- /
sos de los medios en los procesos de construcción de iden tervención de los medios electrónicos desarticula los proc�;-
tidad. sos tradicionales . de construcción de identidad, a través de
nuevas experiencias y de .rií.iévas foriI:ias''aé:·sociálizacior; al- �
-·
· ---
- -·-· - - - - -
J20 ANÁLISIS DE LA TELEVISIÓN ESTUDIOS CULTURALES 321
terando las fonnas (por ejemplo, aboliendo las clásicas dis dia los procesos de construcción del propio yo realizados
tinciones de género o de posición social), rompiendo la uni _por los participantes de un talk show. A partir del análisis de
fonnidad de los sistemas de conocimiento de los grupos, las declaraciones de personas comunes que habían apareci
ampliando la posibilidad de acceder a dichos sistemas, ate do en diferentes talk shows nacionales, la autora identifica
nuando la distancia entre quienes pertenecen a la comunidad un verdadero mecanismo de construcción del propio yo, que
y los de fuera, etc. pasa por incrementar la estima que los individuos tienen de
Adetnás de modificar el anibiente en el que se desarto sí mismos y por el cambio de su posición social. Así pues,
llañ los: procesos de constru,cción de identidad, los medios algunos individuos que presentan formas de desviación más
facilitan Un ámpliófepeitóiío de í·eciÍ-rsos soda/es. o menos graves (homosexualidad, incesto, SIDA) utilizan la
A los medios se les ha reconocido siempre la capacidad aparición en televisión como un medio para recuperarse y
de poner en marcha procesos de identificación que refuerzan volver a los cánones de la normalidad.
el sentido de identidad del individuo, es decir, su conciencia Se podría confeccionar una lista con toda una serie de in
de pertenecer a una determinada categoría social o comuni vestigaciones que tratan de las relaciones entre los medios y
dad. Pensemos en los estudios realizados en el ámbito de los de la identidad, aunque sea de modo implícito. Pero estos
Women's Studies, en 1:elación con el papel que desempeñan pocos ejemplos ya ilustran la complejidad de las conexiones
los medios a la hora de acentuar las diferencias de género o que ligan a los medios con los procesos de construcción del
en los estudios sobre la construcción de la identidad colecti propio yo, así como la riqueza y la variedad de recursos que
va. Este segundo ámbito de reflexión, menos conocido y sirt los medios ponen a disposición de los individuos para que
duda no tan rico como el primero, recoge algunas aportacio éstos construyan su propia identidad.
nes extremadamente interesantes, que van desde el estudio
sobre el consumo de medios en pequeñas comunidades,31 a
las investigaciones sobre el papel de los medios en la super
vivencia de las minorías étnicas32 o a las reflexiones sobre la
capacidad de crear cohesión a nivel nacional que tienen los
aparatos de comunicación de masas. 33 Pero los medios tam-
bién puede asumir otras funciones.
La investigación de Sherry Turkle, que ya hemos citado,
describe los medios como instrumentos y ocasiones para re
alizar una expresión más libre de uno mismo. 34 Los medios
representan una especie de gimnasio en donde uno se puede
entrenar para asumir otras identidades, vivir experiencias o
crear situaciones diferentes de las cotidianas.
Los medios pueden servir, además, para realizar una dis
tribución diferente de los individuos en la escala social. Este
fenómeno ha sido descrito por Patricia Priest, 35 quien estu-
354 ANÁLISIS DE LA TELEVISIÓN NOTAS 355
plica mejor unos que otros. Por el contrario, la variabilidad que se constru Ante esta dificultad nos dirigimos a la etnografía, un método de inves
ye a través de las actitudes posee, por el contrario, por sí misma un poder tigación que procede de la antropología, que se distingue principalmente
explicativo sobre una gama global de comportamientos superior al de las por la atención que le dedica al contexto, en cuanto requisiro a priori,
variable demográficas individuales y sólo ligeramente inferior al de las esencial para comprender cada situación y enmarcarla en un cuadro teóri
variables demográficas que se utilizan juntas. Obviamente, esto podría co global.
deberse al hecho de que las variables demográficas «explican», a su vez y 2. Morley y Silverstone definen los métodos etnográficos como enfo
en parte, la variable de actitud (V. Mortara, 1989, pág. 495). ques destinados a «analizar contextos de acción estructurados de forma
20. P. Valette-Florence, 1984, pág. 207. múltiple.y. destinados a producir ricas descripciones e interpretaciones de
21. L. Ricolfi, 1989; véase también P.Legrenzi, P. Salmaso, 1991. las vidas y de los valores de los individuos estudiados» (D. Morley, R. Sil
22. V éaseL. Ricolfi, 1989, págs. 445-478. verstone, 1991, págs. 149-150).
23. E. Deutsch, 1989, págs. 8-12. 3. En cierto modo se podría incluso decir que el objetivo de la etno
24. G. Siri, 1996. grafía es elaborar reglas locales, que sólo son válidas para cada situación
25. U sumier (comp.), págs. 271-295. de consumo específica. Hay que señalar que por regla no se entiende una
26. P. Valette-Florence, Rapacchi, 1990, págs. 485-511. ley invariable, sino una «lógica en el uso» del medio, temporal y que se
puede modificar.
4. D. Morley, R. Silverstone, 1991, pág. 54.
CAPÍTUL09 5. S. Moores, 1993, pág. 32.
6. D. Morley, 1986.
1. La adopción de técnicas de investigación etnográficas en el estu 7. J.Lull, 1990.
dio del consumo televisivo se remonta a la segunda mitad de los años 8. F. Casetti (comp.), 1995.
. ochenta y se inserta en un amplio proceso de renovación que comprende 9. El lazo entre el enfoque etnográfico y la observación participante
tanto los cuadros teóricos como las opciones metodológicas de la Com- es tan estrecho que, con frecuencia, ambos términos se identifican y se tra
. munication Research. Desde la perspectiva teórica, el estímulo proviene tan como si fueran sinónimos.
de las teorías de la recepción. En polémica con la perspectiva de los 10. H. S. Becker, B. Geer.
«efectos fuertes», que asigna al medio televisivo un lugar centrar en las 11. V éanse al respecto las notas metodológicas del final de los textos
actividades de recepción (la televisión decide el tiempo, el modo y los deLull (J.Lull, 1990) y de Casetti (F. Casetti [comp.], 1995).
efectos del consumo), las teorías de la recepción reivindican la capacidad 12. V éanse de nuevo las observaciones metodológicas de los textos
de la audiencia de establecer una relación activa, negociar con el medio deLull (J.Lull, 1990) y Casetti (F. Casetti [comp.], 1995).
televisivo y modificar los términos de dicha relación en función de las cir 13. Sobre las dificultades relativas a la utilización de tecnologías de
cunstancias que confluyan en cada caso. grabación en vídeo en el estudio del consumo televisivo, véase la nota me
Ello significa que el consumo televisivo asume formas y produce efec- todológica del final del texto de Lull y, sobre todo, su descripción de las
tos diferentes, en función de la naturaleza de los textos recibidos, de la técnicas de observación (J. Lull, 1990, págs. 176- 178).
14. Lull integra el trabajo de campo con una atenta reflexión sobre
1 identidad y la predisposición de los espectadores, de la situación espacial,
· · temporal y de las relaciones que constituyen la base del consumo, es decir, cuestiones metodológicas y epistemológicas de la investigación. Así pues,
.. en función de la naturaleza del contexto de recepción. Para entender el en Inside Family Viewing, el autor enuncia tres reglas fundamentales a las
·: consumo televisivo es indispensable, pues, introducirse en los diferentes que se ha de atener todo buen etnógrafo: 1) observar y anotar en sus míni
contextos donde se ve la televisión y observar directamente qué ocurre. El mos particulares los comportamientos y las acciones que se hayan de estu
carácter central que se atribuye al contexto de recepción abre nuevas pers diar; 2) realizar la observación en el contexto natural donde se lleven a
pectivas de investigación, respecto a las cuales resultan ineficaces los mé- cabo las acciones y se produzcan los hechos; 3) describir cuidadosameme
. todos de estudio tradicionales (sobre todo los enfoques cuantitativos). La los diferentes tipos de interaccion que se produzcan entre los distintos ele
' tendencia a generalizar que caracteriza buena parte de estas técnicas de in� mentos del contexto (J.Lull, 1990).
vestigación impide que se recupere el carácter específico de cada situación 15. Lull considera que el mejor período para estar con la familia son
, de consumo individual. siete días. En ese intervalo de tiempo se pueden identificar tres fases o «es-
356 ANÁLISIS DE LA TELEVISIÓN NOTAS 357
la<lios» de la investigación. La primera fase prevé la recogida de datos re y política de aquellos años, también se apagó el interés por las historias vi
lativos a la historia de la familia, a los itinerarios biográficos de cada uno tales. En los años ochenta se despertó de nuevo el interés por las investiga
de sus miembros y a las características del espacio del hogar. Esta fase se ciones biográficas, motivada en parte por la convicción de que era muy fá
lleva a cabo, generalmente, durante los primeros días que se pasan con cil utilizar dicho instrumento, debido en parte al nuevo carácter central que
la familia. A partir del tercer día, la atención del observador se centra en se otorgaba al individuo y al interés por el «sentido subjetivo» de la acción
las estrategias de interacción. Se observan los hábitos familiares, los hábi humana. Actualmente, el número de investigaciones que utilizan el enfo
tos comunicativos y los usos específicos de los medios. También se reco que biográfico ha disminuido mucho respecto a la recuperación ele la com
gen informaciones más detalladas y personales sobre el hogar. Lull consi plejidad metodológica y epistemológica de dicho instrumento que ha teni
dera que ésta es la fase más delicada y compleja, pues el investigador tiene do lugar. En concreto, el uso de historias vitales en la investigación sobre
que instituir una estrecha relación con la familia (por ejemplo, tiene que medios constituye una de las tendencias más recientes que aún cuenta hoy
participar en las actividades que se lleven a cabo), mientras observa de día con un número de aportaciones todavía exiguo.
modo objetivo y «externo» todo lo que acontece entre las paredes del ho 19. A. Gray, 1992.
gar. La tercera fase se inicia una vez que se tennina la observación y con 20. La muestra se construye utilizando la técnica de la «bola <le nie
siste en una serie de operaciones dirigidas a determinar la validez y la ve ve». Se trata de un modo de seleccionar la muestra típica del enfoque bio
racidad de los datos recogidos en los estadios precedentes (J. Lull, 1990, gráfico, que consiste en partir de un número mínimo de individuos, aña
págs. 178-180). diendo progresivamente otros nuevos, seleccionados con el fin de obtener
16. Naturalmente, hay otros ejemplos de investigaciones etnográficas un espectro de testimonios lo más representativo posible de la variedad del
que han utilizado la entrevista en profundidad. Por citar nada más que uno, fenómeno.
pensemos en la investigación realizada por Dorothy Hobson sobre las for 21. F. Casetti, M. Franchi, 1996.
JTÍas de recepción de las amas de casa de clase media. Se trata de un seg 22. Morley y Silverstone hablan de la dificultad de discernir los ele
mento de investigación insertado en un proyecto de estudio más amplio mentos útiles para comprender el consumo entre· de los numerosos aspec
sobre las jóvenes mujeres trabajadoras, promovido por el Binningham tos del contexto (D. Morley, R. Silverstone, 1991, pág. 155). De modo
Centre. Mediante una serie de entrevistas dirigidas a reconstruir las viven análogo, Moores describe el consumo televisivo como un fenómeno dis
cias y los modos en que las amas de casa utilizan la radio y la televisión, perso, difícil de identificar entre las numerosas actividades sociales que se
Hobson formula la hipótesis de que hay una estrecha relación entre el esta desarrollan en el hogar (S. Moores, 1993, pág. 2). Lindlof subraya la vaga
do <le aislamiento en que se encuentran las mujeres de la muestra, confina fisiología de las infonnaciones relativas al consumo televisivo (T. R. Lind
das entre los muros del hogar, y sus modalidades de recepción (D. Hob lof, R. P. Meyer, en T. R. Lindlof [comp.], 1987, pág. 25).
son, 1980). 23. F. Casetti (comp.), 1995.
17. D. Morley, 1986. 24. Al situar la televisión en el terreno de las relaciones se producen
18. Las historias vitales, constituyen el eje de una extensa y prestigio dos procesos diferentes, que se pueden definir como «consumo alienado»
sa tradición ele investigación. La suerte de las historias vitales, o del enfo y «consumo dináinico». En el primer caso, el control del medio funciona
que biográfico, como algunos prefieren denominar a éste método de inves como un «papel de tornasol» respecto a la estructura jerárquica y a las re
tigación, está ligada especialmente a la monumental obra de Thomas y laciones de la familia, y la propuesta televisiva se utiliza para replicar y re
Znaniecki, sobre la emigración polaca en Estados Unidos (C. Thomas, F. forzar la configuración del hogar. Por el contrario, en el segundo caso la
Znaniecki, 1918-1920). Pero el trampolín, propiamente dicho, del lanza televisión se presta a hacer que los equilibrios ya existentes dentro del nó
miento de este instrumento son las investigaciones de la Escuela de Chica cleo doméstico se vuelvan más dinámicos, produciendo nuevas situaciones
go sobre la desviación social, realizadas en los años veinte y treinta. Du en las relaciones. Entre las expresiones de consumo «alienado», la recep
rante los afias cuarenta y cincuenta, coincidiendo con la difusión del ción del telediario representa un ejemplo emblemático, por tratarse ele una
funcionalismo, el enfoque biográfico se estancó, pero volvió a estar en visión impuesta por los padres (sobre todo por el padre), que los hijos pa
auge en la década sucesiva, gracias sobre todo a la labor de algunos inte decen a veces, pero que nunca discuten. El telediario representa para el ca
lectuales de izquierdas, quienes vieron en las historias vitales el instru beza de familia una oportunidad de afirmar la solidez de su propia posi-
mento más adecuado para realizar el ideal de una historia y de una sociolo ción dentro del hogar y, al mismo tiempo, pone de manifiesto la fisonomía
gía construidas «desde abajo». Una vez que se agotó la tensión intelectual jerárquica de la familia. Por el contrario, el consumo dinámico se maní-
358 ANÁLISIS DE LA TELEVISIÓN NOTAS 359
fiesta, por ejemplo, en la constitución de roles vicarios, pues la presencia se remonta a los años veinte. Lo que se conoce como «teoría hipodé1111ica»,
de la televisión y la necesidad de mantener un control coherente del medio por ejemplo, que representa el primer intento sistemático de rcf!exión sobre
pueden inducir a algunos miembros de la familia a asumir determinados los aparatos de comunicación de masas y sobre sus efectos en el contexto so
roles de los otros. La autoridad paterna que se atribuye y asume el he1ma cial, utilizó mucho este método. Más tarde, el análisis de contenido fue utili
no mayor en ausencia de los padres, al imponer a sus hermanos menores zado por las teorías de los efectos limitados y de la persuasión. Esta última
lo que él quiere ver, constituye un caso típico de situación «vicaria». De ha aplicado técnicas de análisis de contenido para examinar la composición
modo paralelo a cuanto se observa en la dinámica de las relaciones, la in de los mensajes de los medios y valorar la diferente eficacia comunicativa de
tersección entre la familia y la televisión da lugar a dos diferentes estrate �c'áda'uhi·dé 'si.J's partes (pensemos en los efectos primacy y recem:y, dirigi
gias discursivas. La primera comprende a la familia ocupada hablando de dos a determinar si una argumentación colocada al inicio o al final de un
sí misma, con la televisión reducida a una simple presencia instrumental, mensaje posee un mayor poder persuasivo respecto a argumentaciones que
que apenas se tolera en algunos casos y que en otros se utiliza como estí se coloquen en otros lugares de dicho mensaje y en qué medida es mayor ese
mulo o recurso para alimentar o reavivar la conversación. La segunda es poder). Con la llegada de la teoría de usos y gratificaciones, la importancia
trategia invierte esa perspectiva y sitúa la televisión en primer plano, del análisis de contenido en los estudios de los medios se oscureció purcial
mientras que los lazos entre los miembros de la familia se sitúan en el fon mente, por la introducción de otras técnicas de investigación (por ejemplo,
do. La televisión se califica como una presencia externa; algo con lo que la entrevista), dirigidas a sondear no tanto las características del texto cuanto
nos podemos relacionar e incluso, en algunos casos, como un verdadero las motivaciones y actitudes ligados a la experiencia de la recepción. Por
interlocutor, un catalizador del interés y del flujo discursivo de los espec otra parte, en los años cincuenta comenzó a insinuarse una cierta descon
tadores. fianza respecto a las posibilidades de ese enfoque, incluso entre sus partida
Tanto en un caso como en otro, se pone de relieve que la televisión no rios. En un congreso realizado en 1955, el análisis de contenido fue objeto
«acalla» a la familia. Alrededor de la televisión se teje una fina malla de de numerosas críticas, acusado de ser excesivamente empírico y de presentar
discursos hecha de expresiones, comentarios, diálogos que, de diferentes un dispositivo textual demasiado complejo. Entre los años setenta y ochenta,
modos, se originan a partir de la televisión. La familia habla de la televi tras la est.ela de las nuevas teorías de los efectos fuertes y de la renovada
sión y de lo que transmite, y habla de sí misma y de lo que la televisión le atención hacia el texto, el análisis de contenido volvió a ocupar de nuevo un
permite evocar. Jugar central en el panorama de las investigaciones sobre los medios (la teo
25. M.Franchi, R. Perego, en F. Casetti (comp.), 1995, págs. 131-153. ría de la cultivación de Gerbner o los trabados del Glasgow Media Group so
26. F. Casetti, M. Franchi, 1996. bre la infonnación televisiva representan claros ejemplos). Hoy día, el análi
sis de contenido se utiliza ampliamente en algunas áreas de investigación
específicas, como, por ejemplo, en los estudios sobre la representación de la
CAPÍTULO 10 violencia en la televisión o en la observación de la comunicación política
(pensemos en los trabajos del Observatorio de Pavía en los períodos prcelec
1. Muchas de las críticas al análisis de contenido se dirigen precisa torales para garantizar la «paridad»).
mente al hecho de que este enfoque asuma de modo implícito un modelo 3. Los primeros análisis de contenido realizados por Lasswell intenta
comunicativo (el modelo semiótico de la teoría de la información) que no ban examinar el contexto simbólico de la comunicación, así como los
toma en consideración los procesos de codificación y descodificación rea efectos de dicho contexto en el comportamiento de los individuos (sobre
lizados por el emisor y el destinatario. La polémica contra el análisis de todo, en situaciones de propaganda de las relaciones políticas). El estudio
contenido pone de relieve las diferentes dimensiones del acto comunicati realizado durante el período comprendido entre las dos guerras es muy co
vo, presentes a nivel semántico y pragmático, E. Ros�ti (1970) realiza una nocido. Lasswell examinó los eslóganes acuñados durante la fiesta del 1
reflexión clásica sobre los límites y las potencialidades del análisis de con de mayo en la Unión Soviética, entre 1918 y 1943. Partía de la hipótesis de.
tenido aplicado a los textos audiovisuales. que en los textos de los eslóganes se podría localizar una serie de indica
2. Se trata de una idea un tanto simplificadora y que, ciertamente, no dores de la línea política seguida en el país año tras año. Para analizar los
potencia al texto; se puede justificar, al menos en parte, teniendo en cuenta textos, Lasswell aisló una serie de elementos, llamados «símbolos». Se
que el.análisis de contenido representa el enfoque textual más «antiguo». La trataba de conceptos (tém1inos individuales o breves locuciones) conside
utilización de análisis de contenido en el estudio de los textos de los medios rados especialmente relevantes respecto a los objetivos de la investigación.
362 ANÁLISIS DE LA TELEVISIÓN NOTAS 363
adopción de criterios expresivos peculiares, sino que más bien consiste en maciones relativas a los rituales, a las fórmulas recurrentes del texto, b) el
una transcripción simbólica y ejemplar del mundo. La televisión y el cine argumento, es decir, las informaciones relativas a los personajes, a la ac
ofrecen «modelos»; abstracciones que componen la variedad contingente de ción y al ambiente principal del texto y c) la trama, es decir, las informa
los eventos en cuadros importantes a nivel semántico y socialmente «fuer ciones relativas al desarrollo global del texto. A dichos conocimientos les
tes». Es decir que, por un lado, la televisión da forma a la experiencia social corresponden otros 3 tipos de competencia: a) el saber encuadrar, enten
y ofrece una descripción simbólica y, por tanto, universalmente válida, de la dido como la capacidad de clasificar un dato en un conjunto definido de
realidad y, por otro lado, atribuye a dicha descripción un significado axioló antemano, b) el saber unificar, entendido como la capacidad de identificar
gico; crea un «deber ser» que se alimenta de «mitos» y arquetipos, a partir el centro de un texto y hacer girar este último en torno a dicho centro y c)
de los que el individuo se ve «inducido» a modelar su propia existencia. el saber distribuir, es decir, la predisposición a segmentar un texto y cap
tar su hilo conductor y su desarrollo.
21. F. Casetti (comp.), 1988.
CAPÍTULO l l 22. N. Rizza (comp.), 1986.
23. O. Calabrese, S. Cavicchioli, l. Pezzini (1989) definen el progra
l . Sobre estos tipos de descomposición, véase con más detalle F. Ca ma contenedor en los siguientes términos: en los años ochenta, el llamado
setti, F. Di Chio, 199!. programa contenedor se fue afinnando como un tipo de programa concre
2. J. Fiske, J. Hartley, 1978; J. Fiske, J. Hartley, T. O'Sullivan, D. to, una especie de filiación del programa de variedades. Por el contrario,
Saunders, 1983. hoy día se ha convertido en una forma abstracta, común a todo tipo de pro
3. Fiske y Hartley se niueven aquí tras la estela de Barthes, quien ya grama; en una especie de modelo de la neotelevisión. La conversación, di
había identificado dos grandes niveles de la significación. Véase R. Bart rigida y controlada por el conductor, constituye su mecanismo específico.
hcs, 1964. Se trata de un marco que permite «coser» y homogeneizar géneros y len
4. F. Rositi, 1982. guajes muy diferentes entre sí; un marco cuyo verdadero protagonista es la
5 Véanse: V. P ropp, 1928; A. Greimas, 1970 y 1983. propia televisión, que de ese modo se exhibe mientras se hace.
6. Sobre este esquema, véase también F. Casetti, F. Di Chio, 1991. 24. R. Williams, 1975: «La organización característica y, por tanto, la
7. Se trata de un corpus de investigaciones de periodicidad anual re experiencia característica de todos los sistemas desarrollados de radiodifu
cogidas bajo el macrotítulo Lafiction italiana, l'Italia nellafiction, publi sión es la secuencia o flujo. El hecho de constituir un flujo programado es,
cada por VPT-Eri; véase también AA.VV., 1997. quizás, la característica que define a la radiodifusión como una tecnología
8. J. Ellis, 1982; U. Eco, 1984; O. Calabrese, 1987;A.. Costa, L. Qua- y como una fonna cultural a la vez [...] una "velada televisiva" ya ha sido
resima, 1983; P. Conrad, l 982; M. Eton, 1978-1979. planificada, de muchas formas, por quienes la controlan y también por los
9. O. Calabrese, U. Volli, 1996. espectadores, como un todo único» (págs. 139-144). Véase también G.
l O. C. Squadrone, 1996. Bettetini, 1987, págs. 45-59 y 1966, págs. 142-159.
l t. G. P. Caprettini, 1996. 25. Véanse O. Calabrese, 1987, pág. 94; J. P. Fargier, 1987; M. Ver-
12. R. Eugeni, 199!. net, 1990.
13. M. P. P ozzalo, 1992, pero véas.e también F. Casetti (comp.), 1988. 26. Véase A. Semprini, 1994, pero también G. P. Caprettini, 1996,
14. G.P. Caprettini, 1996. quien sostiene que el flujo libera a la televisión de las constricciones tex
15. J. P ral, N. Rizza, P. Violi, M. Wolf, 1984. tuales del cine y de la literatura y pone de relieve su verdadera naturaleza
16. O. Calabrese, 1987. de matriz radiofónica.
17. G. Bettetini (comp.) 1984. 27. E. _I<atz, T. Liebes, en P. Drummond, R. Paterson (comps.), 1988.
18. F. Casetti (comp.) 1988.
19. F. Casetti (comp.) 1984a. El análisis comprende un corpus de 10
series, de las que se han analizado 5 capítulos consecutivos. A cada una de CAPÍTULO 12
ellas se le ha aplicado una ficha de control, cuyo objeto es detenninar las
infonnaciones facilitadas y las operaciones que se inducen en el espectador. l . S. Hall, 1980.
20. Habría 3 tipos de conocimientos: a) el género, es decir, las infor- 2. D. Morley, 1980.
364 ANÁLISIS DE LA TELEVISIÓN NOTAS 3(,5
27. K. Robins, A. Torchi, 1993. resultado del test minuto a minuto también es positivo, pues el índice de
28. S. Hall, 1992. apreciación alcanza buenos niveles. Por el contrario, �l análisis sobre mo
29. J. Lull, 1995. tivaciones revela una actitud profundamente crítica por parte del público,
30. J. Meyrowilz, 1985. que censura la excesiva liberalidad del modo de ser de la protagonista.
31. Por ejemplo, la aportación de Wilson y Gutiérrez, que analiza y El segundo ejemplo procede de una investigación sobre el programa
compara las representaciones del cine, la televisión, la radio, la prensa y de variedades «Grande festa italiana», que emitió Rete 4 en horario de pri
los mensajes publicitarios de las cuatro principales minorías étnicas de Es-. me time. En este caso, se observa una discordancia entre las conclusiones
tados Unidos: hispanos, asiáticos, negros e indios americanos (C. C. Wil del análisis textual y las del test minuto a minuto (pues resulta que la es
son, F. Gutiérrez, 1995). tructura comunicativa del programa es deficiente a muchos niveles y que
32. S. H. Riggins, 1992. el índice de aceptación es bajo) respecto a la audiencia (que, por el contra
33: Pensemos en la investigación de Philip Schlesinger, que muestra rio, se sitúa muy por encima de la media del canal).
el modo en que los medios acentúan las diferencias entre posiciones políti 4. K.B. Jensen, en K. B. Jensen, N. W. Jankowski (comp.), 1991,
cas o culturales y entre naciones, hasta crear «en negativo» (a través del pág. 4.
distanciamiento de todo aquel que sea diferente) un sentido de pertenencia 5. T. Kuhn, 1970, págs. 182-184.
al grupo (P. Schlesinger, 1991); en el célebre análisis de Dayan y Katz so 6. Actualmente, los instrumentos distribuidos en los tres lados se uti
bre los aco11tecimientos mediáticos, es decir, en las citas de los medios que lizan todos, sin excepción, en el estudio de programas televisivos que ya se
consiguen captar la atención general y movilizar la participación colectiva, están emitiendo (análisis «pos»). En el análisis de los «programas piloto»
creando ocasiones de contacto y cohesión (D. Dayan, E.Katz, 1992) o en (análisis «pre») se utilizan, por el contrario, los instrumentos de los dos
el estudio de los nuevos archivos electrónicos que ofrecen un material ina primeros lados exclusivamente, pues resulta demasiado caro someter pro
gotable a: los procesos de construcción de identidad y permiten a los indi gramas completos a muestras estadísticamente representativas y, por tanto,
viduos reconocerse en un pasado común (F. Casetti, F. Colombo, 1983; G. bastante numerosas.
Grossi [comp.], 1994). Naturalmente, los análisis realizados a priori presentan un margen de
34. S. Turkle, 1996. incertidumbre mucho mayor respecto a los análisis a posteriori, dado que
35. P. Priest, 1996, págs.68-83. trabajan sobre programas que todavía se encuentran en vías de definición.
Es evidente que, con frecuencia, el producto acabado dista bastante del
producto «semielaborado» que se le suele propone al público durante los
APÉNDICE test preventivos.
7. K. B..Jensen, en K. B. Jensen, N. W. Jankowski (comp.), 1991,
1. El contenido del apéndice se presentó, aunque estructurado de otro págs.139-140.
modo, en un seminario de Esomar, dedicado al tema «Qualitative Rese 8. N.K. Denzin, 1970.
arch: A Critical Review of Methods and Applications» (Roma, 14-16 de
febrero de 1993). Dicha intervención se publicó, sucesivamente, en las ac
tas del seminario (véase F. di Chio, «Integration of Research Tools in the
Field of Television Analysis»).
2. P. G.Lazarsfeld, 1940, págs. 55-93.
3. Puede ser útil remitirse a dos ejemplos concretos, en los que el uso
integrado de instrumentos ha producido resultados divergentes.
El primero se refiere a una serie de ficción (Combinazioni amorose),
de tipo sofisticado y erótico, que narra la historia de una mujer, directiva
del sector publicitario, que busca casa (a lo largo de la historia, la mujer
entabla una relación amorosa con uno de los personajes). El análisis del
texto produte resultados óptimos: el lenguaje es refinado, la estructura na
rrativa está bien organizada, la estructura del programa está equilibrada. El
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