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Un incendio es un evento en extremo peligroso para la vida humana y que deja huella
irreparable para quienes han tenido el infortunio de experimentarlo. La violencia de un incendio
no sólo se manifiesta con la muerte, también se padece la inhalación del humo, el derrumbe de
las estructura, las explosiones; dando lugar a otros daños físicos como el desvanecimiento,
traumatismo y quemaduras graves con marcas permanentes.
Durante
1. Al escuchar la señal de alarma, suspender lo que se esté realizando.
2. Conservar la calma y tranquilizar a las personas que estén alrededor.
3. Ubicar el lugar del incendio y retirarse de la zona de riesgo.
4. Si hay humo, taparse la nariz y la boca con un pañuelo, de preferencia mojado y agacharse.
5. Dirigirse a las zonas externas de menor riesgo con los compañeros y las compañeras del
plantel (puntos de reunión). Recordar: ¡no corro!, ¡no grito! y ¡no empujo!
6. Solicitar vía telefónica el auxilio de la estación de bomberos más cercana.
7. Siga las instrucciones de los brigadistas del Comité de Salud y Seguridad Escolar.
Después
1. Mantenerse alejado del área de riesgo porque el fuego puede avivarse.
2. Evitar propagar rumores y tampoco hacer caso de ellos.
3. No interferir en las actividades de los bomberos y rescatistas.
4. Poner atención a las indicaciones de los bomberos, autoridades de Protección Civil y
brigadistas del Comité de Salud y Seguridad Escolar.
5. Solicitar a la aseguradora su intervención a fin de que se inicien los trabajos de limpieza, y
recabe la información pertinente, a fin de que se paguen los bienes muebles e inmuebles
dañados (libros, equipo, mobiliario o cualquier otro).
Recuerde, todos los bienes y equipo de la escuela están asegurados, por lo que es muy
importante que usted elabore las actas correspondientes, notifique a la aseguradora a sus
autoridades inmediatas y sustente adecuadamente el siniestro, a fin de recuperar los bienes
dañados.
RECOMENDACIONES
No abras las regaderas del baño u otras llaves de agua tratando de refrescarte, las altas
temperaturas que se producen en un incendio, harán entre otras cosas que el agua se vaporice
rápidamente desplazando el oxigeno.
1. Abre una ventana que dé a la calle y hazte notar, en pisos superiores puedes colocar en la
ventana una sábana blanca que es una señal internacional de socorro, también puedes gritar
2. No regreses al interior del inmueble por ningún objeto
Si la persona se encuentra corriendo, deténgala.
Apague el fuego de la víctima.
Cúbrala con una manta o algo similar, teniendo cuidado de no quemarse.
Hágala rodar por el piso, indíquele que gire sobre su propio cuerpo, protegiéndose la cara con
las manos.
El fuego también se puede apagar utilizando agua, arena o tierra. No lo haga con un extintor, su
contenido es altamente tóxico.
Si se ha incendiado el cabello cubra la cara de manera muy rápida para sofocar el fuego y retire
la manta inmediatamente para evitar la inhalación de gases tóxicos.
Una vez apagado el fuego, afloje y retire las ropas que no estén adheridas a las lesiones.
Tranquilice a la víctima y a sus familiares.
Valore el tipo de quemadura y su gravedad.
Retire cuidadosamente anillos, reloj, pulsera, cinturón o prendas ajustadas que compriman la
zona lesionada, antes que ésta se empiece a inflamar.
No retire nada que haya quedado adherido a la quemadura. No rompa las ampollas, para evitar
infección y mayor incomodidad.
Enfríe el área quemada durante varios minutos; aplique solución salina o agua fría sobre la
lesión.
No use hielo para enfriar la zona quemada, ni aplique pomadas o ungüentos porque éstas
pueden intervenir o demorar el tratamiento médico.
Cubra el área quemada con una compresa o aposito húmedo en solución salina normal y sujete
con venda floja para evitar infección. No aplique presión contra la quemadura.
Si se presenta en manos o pies, coloque gasa entre los dedos antes de colocar la venda.
Administre un analgésico si es necesario para disminuir el dolor, teniendo en cuenta las
precauciones.
Administre abundantes líquidos por vía oral, en lo posible suero oral, siempre y cuando la víctima
esté consciente.
Si se presentan quemaduras en cara o cuello coloque una almohada o cojín debajo de los
hombros y controle signos vitales, cubra las quemaduras de la cara con gasa estéril o tela limpia
abriéndole agujeros para los ojos, nariz y boca.
Lleve a la víctima a un centro médico.
Rescate de víctimas
Si hay acumulación de gases haga los siguiente:
Abra la puerta colocándose de inmediato a una lado de ésta para evitar quemaduras o asfixia
por las llamas o gases provenientes del recinto.
Para entrar al recinto arrástrese o gatee (dependiendo de la altura del humo) por el piso,
cubriéndose previamente la boca y la nariz con un pañuelo húmedo y en lo posible lleve otro
para proteger a la víctima.
Saque la víctima arrastrándola para evitar mayor inhalación de humo y gases ya que éstos se
acumulan en la parte superior del recinto.
Colóquela en un lugar seguro.
Valore el estado y lesiones. Dé los primeros auxilios pertinentes.
TIPOS DE INCENDIOS
Se han clasificado los fuegos en cuatro tipos, de acuerdo con los materiales combustibles que
los alimentan. Estas clases de fuegos se denominan con las letras "a", "b", "c" y "d".
EXTINTOR
El tipo del matafuegos indica justamente eso: para qué tipo de fuegos será de utilidad. A
continuación, aprendamos más sobre las clases de capacidad de extinción que posee cada tipo
de matafuegos:
Los matafuegos convencionales, que hay en oficinas, residencias e instituciones, suelen ser de
categorías A, B, C. Estas letras designan lo siguiente:
Clase A: Sólidos - Extingue fuegos por combustibles sólidos, como papel, madera, tela, goma,
plástico, pasto seco, etc.
Se lo requiere en industrias que manipulen estos elementos (carpinterías, depósitos, oficinas,
hospitales, escuelas y demás), y puede ser acompañado con agua, agua pulverizada, con
espuma, acetato de Potasio tipo K, HCFC 123 con Halón, o polvo químico de baja presión (en
especial en viviendas y hospitales).
Clase B: Líquidos inflamables – Extingue fuegos iniciados por combustibles de tipo líquido, como
naftas, grasas, aceites, pinturas, ceras y demás.
Se lo utiliza mayormente en industrias productoras de estos elementos, en estaciones de
combustible y otras similares, y puede ser acompañado por Dióxido de Carbono, polvo químico
seco de baja presión ABC, agua con espuma AFFF, acetato de Potasio tipo K, y HCFC 123
Halón.
Clase C: Energía eléctrica – Extingue fuegos iniciados por materiales, equipos y/o instalaciones
eléctricas o electroaccionadas.
Se lo utiliza en cualquier tipo de industria, entidad o residencia. Puede ser acompañado de agua
pulverizada, Dióxido de Carbono, HCFC 123 con Halón, polvo químico seco ABC y Acetato de
potasio tipo K.
En industrias y establecimientos con requisitos más exigentes, los extintores pueden ser también
de tipo D y K, que son los siguientes:
Clase D: Metales – Extingue fuegos iniciados por metales pesados y no pesados, como
magnesio, titanio, potasio, sodio y otros. Sólo se lo acompaña con Polvo D en casos de
incendios por metales combustibles.
Clase K: Grasas – Extingue fuegos iniciados por sustancias grasas, y sólo se lo acompaña con
Acetato de Potasio tipo K en casos de incendios por grasas de cocción (cocinas, restaurantes y
otras instituciones y entidades afines)
http://web.minsal.cl/portal/url/item/cbb583883dbc1e79e0400101650
14f3c.pdf
Necesidad de hacer Prevención de Riesgos.
Hola estimados, dada la gran cantidad de correos enviados por
lectores y excelente aceptación de mis publicaciones, les traigo una
nueva, esta vez acerca del ¿por qué? de hacer Prevención de
Riesgos en nuestra organización.
Marco Regularotio.