Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
ANTOLOGIA
POETICA
2 Héctor David Gatica
Antología Poética 3
ANTOLOGIA
POETICA
MEMORIA DE LOS LLANOS
LOS DIAS DEL AMOR
HIMNOS FARISAICOS
PAIS DESVELADO
LOS DIAS INSOLITOS
CANTATA RIOJANA
LO QUE NO VA A QUEDAR
4 Héctor David Gatica
Dedicatoria:
A Noelia, mi esposa;
a mis hijos David Gabriel
Pablo Esteban
María Macarena
Fotografía de tapa:
Néstor Pantaleo
Diagramación:
Carlos Paigés
Antología Poética 5
BREVE BIOGRAFÍA
Héctor David Gatica nació en Villa Nidia, Dpto. San Martín, Prov. De
La Rioja, en 1935, hijo de Celso Gatica y Delia Durán. Fueron ocho her-
manos.
Cursó sus estudios primarios en la Esc. 112 de la misma localidad,
abandonando los mismos por prescripción médica (problemas de vi-
sión).
A los treinta años comenzó su carrera docente, como alumno libre en
La Rioja y regular en Mendoza, recibiéndose de maestro en 1968.
En la Universidad de La Rioja cursó primer año en Ciencias de la
Educación, debiendo abandonar su carrera universitaria por el golpe
militar.
Se desempeñó de maestro de Educación del Adulto en el Bº. San
Martín, Mendoza y en primaria, en la Esc. 112 de Villa Nidia y en la Esc.
177 de La Rioja.
Fue coordinador Provincial de la CREAR (Campaña de Reactivación
del Adulto) al frente de más de trescientos coordinadores de centros
educativos.
Director General de Cultura de la Prov. De La Rioja.
Miembro del Directorio de Radio y Televisión Riojana (RTR, Canal
9).
Asesor Cultural ad honorem del municipio capitalino.
Casado con Noelia Carrizo. Sus hijos: David Gabriel, Pablo Esteban
(Ambos escriben) y María Macarena.
6 Héctor David Gatica
PREMIOS - DISTINCIONES
BIBLIOGRAFIA
LIBROS PUBLICADOS
- MEMORIA DE LOS LLANOS. Poesía. Esta obra lleva doce ediciones
y ha sido traducida al italiano, inglés y francés (1961-63-64-65-67-83-92
(Feb.)-92 (Julio)-94-96-2000-2003.
- LOS DIAS INSOLITOS. Poesía. Faja de Honor de SADE. 1987. Tres
ediciones (1986, 1996, 2003).
- LOS DIAS DEL AMOR. Poesía. Cuatro ediciones (1988, 1995, 2003,
2006).
- HIMNOS FARISAICOS o EL CANTO DE LAS MANOS. Poesía. Tres
ediciones (1988, 1998, 2003).
- PAIS DESVELADO. Poesía. Tres ediciones (1988, 1998, 2003).
- LOS FUNDADORES DEL OLVIDO. Cuentos. Libro distinguido con
cuatro premios nacionales - “Roberto J. Payró», de Gente de Letras, Bs.
As.; Primer premio Fondo Nacional de las Artes, 1988; Faja de Honor de
SADE, 1990; Faja de Honor de la Asociación de Escritores Argentinos
(ADEA, 1994). Tres ediciones (1989, 1997, 2003).
- MAPA DE LA POESIA RIOJANA. Estudio de los cuatro siglos de las
letras riojanas, en 17 capítulos y 300 págs. (1989).
- DIARIOS DESDE VILLA NIDIA. Prosa (1990).
- EL LIBRO DE LOS POETAS JOVENES (1991).
- ESTE CANTO ES AMERICA. Ediciones Culturales Argentinas (ECA),
en dos tomos y un total de 840 páginas. Se trata de la poesía de América
presentada país por país, y en cuanto a la Argentina, región por región
y provincia por provincia. Y al final de la obra, la poesía de España
(1993).
- UNA VOZ PARA MI TIERRA. Prosa. Historial de las revistas “Albo-
8 Héctor David Gatica
REVISTAS
- ALBORADA. Cuarenta y cinco ediciones, durante once años: 1954-
1965.
- POESIA AMIGA. Revista internacional de poesía, cinco años, trece
ediciones. Con viajes por Uruguay, Chile, Paraguay, Bolivia y Perú,
visitando poetas y recogiendo su poesía para esta revista.
- JUNTOS EN LA CULTURA. Boletín cultural al permanecer al frente
de la Dirección General de Cultura de la Provincia de La Rioja.
- INTEGRACION CULTURAL. Trece ediciones. Se trata de una publi-
cación cultural que cubrió la provincia de La Rioja departamento por
departamento (1989-2000). El numero 12 de 265 págs. El numero 13, de
680 págs.
GRABACIONES
- CANTATA RIOJANA. EMI, ODEON, Bs. As. 1985. Y en disco com-
pacto, 1993. Con música de, Ramón Navarro. Presentada en numerosos
Antología Poética 9
RECITALES Y CONFERENCIAS
Acompañado por diversos artistas, más de doscientos recitales con
poesías de su autoría, de poetas riojanos, de otras provincias argentinas
y de poetas de otras naciones americanas.
Igualmente, charlas, conferencias, presentaciones de libros y asis-
tencia a numerosos congresos y encuentros de poetas.
DVD
- GATICA POR GATICA, de Martín Ptasik.
10 Héctor David Gatica
REDONDEANDO
Dejo anotado como dato curioso que Memoria de los Llanos, Los
Días de Amor e Himnos Farisaicos forman parte de los seis libros escri-
tos en Villa Nidia, siendo no común que un mismo autor escriba seis de
sus obras en un lugar rural tan pequeño y alejado de cuanto centro
poblado, más aún si se tiene en cuenta que ahí también tuvieron vida
tres revistas, una de ellas literaria de carácter internacional. Y varios
hechos más, no menores.
Otro dato como para sumar al anterior: En 2003, en mi diario, pág.
1536, con motivo de la aparición de mis Obras Completas dejé escrito:
«Los autores riojanos que han llegado a este logro son en Chilecito,
Joaquín V. González, Arturo Marasso y Lucía Carmona -González post
morten, por el Congreso de Nación, igual Marasso, por la Universidad
Antología Poética 11
Para cerrar este prefacio digamos que a cierta edad -en mi caso pasa-
do los setenta- uno sabe que por larga vida que le pudiera o no quedar,
esa supuesta larga o corta vida es siempre muy corta en realidad y en-
tonces, como que hay que ir «redondeando».
Me tocó más bien por audacia y porque quienes, acaso más capaces,
debían hacerlo y no lo hicieron, ocuparme de las letras de mi provincia
-extendido al país y al continente en Este Canto es América, 2 tomos-,
seis antologías más los 4 tomos de Integración Cultural Riojana, en total
11 tomos de 5000 págs. que vinieron a desembocar en el Nuevo Mapa de
la Poesía Riojana, que busca sintetizar la parte poética. Una manera de
ir, como decía, redondeando.
DOCE EDICIONES
MEMORIA DE LOS LLANOS
BREVE CONSIDERACION
Este libro fue creciendo tras sus distintas ediciones, nunca iguales
una a otra, corregidas y aumentadas, bajo las nominaciones de "El Can-
tor·", "Memoria de los Llanos" y "Hay Un Mundo".
Las correcciones han ido surgiendo de los recitales que fui dando
por el país, los cuales me permitieron vivirlo nuevamente y retocar lo
que encontraba perfectible.
Y no sólo en los auditorios de la ciudad; cuántas veces lo hice tam-
bién en los campos de Villa Nidia, para las sendas, los pastos, los mon-
tes; para los pájaros, el silencio, el viento, la soledad.
A partir de la presente, las anteriores nominaciones cesan para que-
dar solamente con la de MEMORIA DE LOS LLANOS.
Cuando hice la impresión de 1983 - gracias al premio obtenido con el
cuento "Las muertes de Pedro Berón" - estaba convencido de que ésa
sería la última entrega que en vida podría hacer de esta obra. Felizmente
me equivoqué.
Ni bien tuve entre mis manos la edición aquella, corrí hacia mi tierra
para ir entregando un libro en cada casa de los distintos puestos que
conforman Villa Nidia.
Se trataba de una deuda moral y debía saldarla; ellos eran los
inspiradores, los padres de MEMORIA DE LOS LLANOS, y así se los
dije aquella noche de 1990, cuando mi pueblo me regaló un cálido home-
naje, con la presencia de más de seiscientas personas reunidas bajo la
luna de octubre, llegadas del sur riojano, del norte puntano, de la ciudad
de La Rioja, Córdoba, Bs. As., etc.
Al fallecer Berna Miranda - quien figura en la poesía "Campero" - a
mí me dio mucha pena; mas fue grande mi emoción al enterarme que en
los últimos días de su postración, lo acompañó permanentemente en su
Antología Poética 17
lecho Memoria de los Llanos, que leía diariamente hasta quedar dormi-
do. Un hombre que apenas alcanzó tercer grado, que después en el resto
de su vida sabe Dios si sus empeños rurales de hombre bueno, le dieron
tiempo siquiera para leer una carta, enterarme que llegó al momento de
su muerte en compañía de mi libro, es el más grande homenaje y la mejor
crítica que pueda recibir.
Eso, y saber que hacheros, carreros, gente muy humilde en fin, leen
estas memorias y las reclaman si no las tienen, sobrepasa para mí cual-
quier ponderación. Y más aún, sintiendo que esto, trasladado a la ciu-
dad, es recibido de igual manera.
El escritor del interior permanece, muchas veces, con la mayoría de
sus obras inéditas, y es feliz si alcanza a publicar una vez tan si quiera,
alguna o algunas de ellas. Rara es la oportunidad en que se alcanza el
"lujo" de una reimpresión.
De manera que, ahora, después de aparecida la primera edición, 1961,
poder entregar como caso único en la historia de las letras riojanas - de
autor vivo - una obra editada por once veces - y más siendo poética - es
para mí todo un halago.
H. D. G.
1996
18 Héctor David Gatica
RECONOCIMIENTO
H. D. G.
Antología Poética 21
TESTIMONIOS
Gracias, Don Rioja, por sus generosas palabras al Canto del Viento. Don
Rioja, así llamo a los seres cuando se me aparecen como hombre-paisaje.
Claro, mi Tata los llamaba: Paisanos, y sabía decir: Paisano no es aquel
que nació en el mismo pago, sino el que sabe llevar su paisaje adentro.
Después, considerando las generales del asunto, explicaba que hay
muchísima gente nacida en el mismo pago de uno, pero que para nada
representa, ni ostenta ni honra la tierra de uno.
Bueno, ya algo sabía de usted por comentarios de algunos amigos.
Hizo bien arrimarme el poema suyo escrito para Leyes. Es un trabajo
pensado con el corazón, tierno, expresador de una linda firmeza inte-
rior.
Estoy seguro de que eso mismo, burilado con entendimiento poético,
le hubiera resultado quizás más breve, y algunos rumbos más definidos
como concepto o como símbolo, aún a costa de sacrificar detalles. Pero es
buen asunto así, como usted lo ha sentido y escrito. Y amén.
Me permito acercarle algo sobre la Guitarra, ya que ella es nuestro
confesionario de los crepúsculos a lo largo del tiempo.
En verdad, don Gatica, amo su país riojano, algo lo he caminado y
mucho lo he pensado. A menudo lo evoco porque me hace bien recordar-
lo, porque en algo se parece el destino de mi existencia, tan llena de
largos otoños y primaveras cortitas
Le acerco también los apuntes de «Aires indios», resumen de charlas
y glosas realizadas hace más de cuarenta años en Liceos y Colegios de
todas las provincias, mientras la mano interrogaba a la guitarra.
Alguna vez amigo, saludaremos a la luna en Cochangasta. Mientras
tanto, le digo hasta siempre, don Rioja. ATAHUALPA YUPANQUI.- Pa-
rís, julio de 1983.
24 Héctor David Gatica
PRIMERA PARTE
CANCION DE AGOSTO
(Al cumplirse las bodas de oro de la Escuela Nº 112 de Villa Nidia)
II
Era la escuela
en el país del puma y de la cabra:
Corral de Isaac, Bajo Hondo, Tello,
Nueva Esperanza, San Isidro, El Abra1.
BURRO
Lento trote
que monta garrotazos por leguas en la nuca.
II
III
La cadena a la cincha
le atarán al regreso y por las sendas
yéndose con un tranco apaleado
dejará la pobreza de sus rastros
IV
CABALLO
Tiempos briosos
Leguas zainas que hallaron una forma
y un tropel y una vida es mi caballo.
¡Qué son todas las leguas de los llanos
si no un potro sediento y desbocado!
La vejez
Solo el tiempo te ha ganado la carrera
y has venido a pararte junto al rancho.
Te tirita en el lomo la amistad...
Ya no puedes serme útil. Te has cansado.
PERRO
SOMBRAS
ALAMBRADOR
Tenazas callosas
las manos de los Flores
tiranteando las cuerdas del potrero
hasta darle el sonido de una larga guitarra
con trastes de varillas, medias trabas
y recios rodrigones...
Un destino de músico y peón.
II
Tenazas callosas
las manos de los Flores
Antología Poética 35
Corazón de malezas
en mi vida cruzada por las ramas;
hombre y pájaro y flor
entre lo mío.
RIOJA ESCONDIDA
Rioja,
escondida en el pecho de la piedra famatina,
déjame que te explote con mis versos
para encontrar tu corazón minero.
Rioja,
blanco ajuar en los naranjos florecidos,
déjame descender a tus entrañas
que en el alba pulposa de los valles
quiero entrar a morir como semilla
por subir al perfume del azahar.
Rioja,
luna norte de aceite allá en Arauco,
déjame que te beba
el canto del arroyo
y me bañe en sus aguas aceitunas
hasta darme el color de los olivos.
Rioja,
canto tinto de un racimo cortado en Vichigasta,
déjame en los borrachos viñatales
ensayar la locura de los ebrios
y quitarle a la boca de las uvas
el beso enamorado de la tierra.
Rioja,
espinuda en los dedos de tu suelo quebrachero,
no me arrees esclavo a los asfaltos;
38 Héctor David Gatica
SEGUNDA PARTE
de 1961).
II
Pedro Berón
ALBORADA. Conjuntamen-
te con Omar N. Gatica. Cua-
renta y cinco ediciones, duran-
te once años (1954-1965).
AGUSTIN ALDECO
HACHERO
II
CARBONERO
II
III
Ha quemado en El Retamo
-como ocho mil hectáreas de quebracho-
en La Gloria, en San Pedro, en todas partes.
Antología Poética 51
CARRERO
II
III
A mitad de camino
vitrola a cuerda
tonada y vals
el amor de la niña de la aguada
entre sábanas de lienzo sueña huellas.
IV
CAMPERO
Hacia la madrugada
majadas de vigilias
cuidarán los pastores por los campos lejanos.
CHUCARO
Por último
bajo el rocío de los dedos de Alfonso el domador
todo vendrá a rendirse por las lonjas y el morral
que amansarán el miedo de las grupas.
58 Héctor David Gatica
GUITARRA
LA SEQUIA
trar trabajo.
Es un poco lúgubre la despedida que la revista Alborada hace al año
62; pero es que no puede ser de otra manera, llevando como llevamos el
dolor angustiante y silencioso de quienes nos rodean. (Alborada. Año VII.
Nº 35, Noviembre de 1962.)
II
LA LLUVIA
Larga sequía
que fue apurando un parto de callos en las manos
sacando agua del pozo
noque a noque
día a día
vuelta y silbido largo
roldana y soga.
¡Lluvia!
¡Luvia!
¡Lluvia!
Al fin llegó la lluvia a Villa Nidia...
LA VIEJA GUITARRA
(1981)
TERCERA PARTE
LA INFANCIA
"Y aunque estuviera usted en una cárcel cuyas
paredes no dejaran llegar a sus sentidos ninguno
de los rumores del mundo ¿no seguiría teniendo
siempre su infancia esa riqueza preciosa, regia,
el tesoro de los recuerdos?.
Este: Las basuras que con su escoba de jarilla juntaba nuestra herma-
na mayor, Nydia, barriendo patios y que nosotros levantábamos, rezon-
gando, en una carretilla.
A los cien metros, las risotadas de doña María Ibáñez y las tonadas
que cantaba Antonio Miranda, acompañándose con un tarro de lata y
una damajuana con vino para el cogollo.
Los trompos que nos hacía don Pedro Miranda antes de que lo apre-
tara el rancho en una noche de tormenta.
La calle larga por donde llegaban los parientes y por la cual se iba,
alguna vez, nuestro padre en el viejo Ford a la ciudad lejana y descono-
cida.
Años después, por donde salía cada atardecer acompañado por los
perros, una linterna y un lápiz, a cazar poemas -estos mismos que hoy
forman parte de "Memoria de los Llanos".
Los gritos de los teros y las lechuzas en las chacras.
Y la aradas y aquel maíz que de niño, con una bolsita sembradora,
tiraba en el surco.
Con todos estos datos, le será muy fácil ubicar y llegarse hasta la
Villa Nidia de mi infancia.
Ah, me olvidaba: No la busque en el mapa, los cartógrafos se olvida-
ron. Un pequeño descuido.
Si algún día alguien hace el mapa de la poesía, tal vez ahí consiga-
mos que le den un lugarcito a Villa Nidia.
Antología Poética 71
ESE MUNDO
Un mundo
y penetrar en ese espacio
que habita entre la raíz y más allá de las hojas
lindando con el fuego.
LA COSECHA
LOS TROMPOS
LA ABUELA
Lo más lejano en mí
no es aquella casa encantada de Santa Ana
si no el modo de sus trenzas
formadas de nacimientos y despedidas.
Un día vi a mi madre
viajar sin mí a Santa Ana
volver y acostarse.
76 Héctor David Gatica
CAZANDO
Años después
a mi hermano lo llevó su ingeniero a la ciudad,
ése que ya le apuntaba en los tobillos
y que le dio un rostro de dos pisos.
CAYETANO
Caneta
--Cayetano Pimpignano--
era alto
casi tan alto como el saludo de doña Berta
--aquella buena mujer que lo amparó en su casa--
con una espalda de espiga desgranada.
Se quedó en La Rioja
se quedó en la leña que acarreaba por las tardes
se quedó en el rancho de don Sinencio y doña Berta.
Las noches
las de aquel invierno
nos unieron el campo
y su alto y mi bajo se igualaron de andar juntos.
Tarde
muy tarde
prendíamos el fuego casi al fondo del campo;
su calor junto a las estrellas se me quedó en la manta.
Me hablaba de Buenos Aires
Antología Poética 79
de la televisión
de los subterráneos.
Todo alargaba mi nariz de pasto
y las llamas le pegaban en el rostro lejano
el rostro sin caricias de Caneta.
Cuando callábamos
atendíamos la noche
mirábamos el monte oscuro
los perros.
El cielo echaba helada sobre nuestras cabezas.
A deshoras volvíamos
él a sus lonas
yo a mis pensamientos.
Mi amigo Caneta
tan muchacho y tan alto.
Le quería la boina
o acaso la ceja izquierda.
¿Y Caneta?
--Cayetano Pimpignano--...
otros dijeron que no
que estaba vivo.
No sé.
Nunca más supe de su espalda sin pasado.
80 Héctor David Gatica
JUGANDO
LA PANCHA
LOS CABALLOS
DON DIEGO
Un verano el maíz
me vistió de madrugadas.
Aparecía el sol
y me golpeaba sobre los hombros.
Pero la comida era más sabrosa al mediodía
porque en mis pasos
se iba nutriendo de sudor el puchero.
Lo que antes quería por antojo
supe que era sed
que me empezaba a doler
en los azotes que le pegaba don Diego a su tabaco.
Antonio Miranda,
Sinencio Fernández,
Natividad Maldonado:
Duchos aradores
pacientes del cencerro, la mancera y el morral.
86 Héctor David Gatica
RETORNO
No sé porque
las calles me tiraron con motores y zapatos.
Tal vez porque yo venía de la espina.
LA CASA
Sentada en un sillón
en aquella galería del verano
mi hermana leía entre pilares.
Cada viento
el agua del molino subía a los duraznos
se enredaba en la parra.
Todo se nos secaba;
mas mi padre volvía sobre los mismos hoyos
Antología Poética 91
Ahora
si hay que dar algún nombre para el tiempo de entonces
Maldonado me llaman
Natividad Maldonado digo
arriero del aroma y el rocío
pocero y gran peón.
SOBREVIVIENTE
TU PAIS
ENTONCES
ORIGENES
El campo.
Las tres Marías.
El canto del molino que golpea las sombras.
El viento siempre.
Y también esta arena donde me he sentado.
ENCONTRADA
No te podía hallar
oculta como un ave entre la fronda.
Era tu amor
con todas esas formas.
CONTIGO
él tiene en su garganta
la misma canción de tu cintura
Llévate al menos
la mirada de Dios desde las aves.
Antología Poética 103
Aquí he venido
también a estudiar.
TU VINCHA
¿Dónde la ciudad?
Trasladaron la risa? El alba? La montaña?
Tal vez yo no exista. O será que me falta tu vincha.
106 Héctor David Gatica
UN PETALO PARA TI
EL COMPROMISO
-Villa Nidia-
LA BODA
Me ha levantado un templo
dijo el Señor.
DESDE UN SILBIDO
MEDIAS PALABRAS
De repente
cae una risa tuya en mi camisa
y un jinete de amor me sube hasta los hombros.
Y si lloras tu llanto
anula todo lo demás.
114 Héctor David Gatica
JUNTANDO CARACOLES
A lo sumo
te hacía mirar una estrella
contemplar un atardecer
o juntaba caracoles contigo.
SOLOS
-Papá,
cuando salió el sol
nosotros abrimos los ojos para llorar.
Y en cuanto a mí
los he abandonado desde el canto
ya no los nombro.
Estoy viviendo tan aturdidamente...
Y te encargas vos de volverme a la poesía
que es volver a la vida y al amor.
EL COLOR AMARILLO
-Papá,
¿qué color es ése de la biblioteca?
-Verde mar, hijo.
-A mí me gusta el amarillo y el azul.
-¿Por qué el amarillo?
-Porque es el color de la manteca.
-¿Y el azul?
Qué comida azul te gusta, hijo?
-Me gusta el azul porque es el color del cielo
de ese cielo
que vemos los dos por la ventana cuando juntos miramos las estrellas.
UN CUENTO
En fin
que una tarde un niño puede no viajar en un barco de papel
y que una noche un niño puede dormirse sin un cuento.
HIMNOS FARISAICOS
Ilustraciones de
Hugo Dante Albarracín
122 Héctor David Gatica
CARTA PROLOGO
Leí -mi querido amigo y colega Héctor David Gatica- sus vehementes
y dolorosos poemas. Tienen fuerza aún cuando estén siempre dentro de
esas situaciones extremas donde -precisamente- la fuerza suele restar
lirismo al poema. No importa eso demasiado si no se elude la emoción,
si ella está omnipresente como sucede en Himnos Farisaicos, su breve y
estremecido poemario. Lo abrazo como poeta, a pesar de que nuestros
caminos sean distintos y, a veces, hasta opuestos.
Le devuelvo sus originales y le doy las gracias por haberme permiti-
do penetrar en el conocimiento de un mundo desesperado pero, secreta-
mente, tierno y buscador de las claves misteriosas de lo humano y su
universo.
CANTO HUMANO
«El canto de las manos». Respetuosamente creo que sólo ese debería
ser el título, pero naturalmente esas son cosas personales (1). En 1960, el
poeta José Isacsan fundó el «neo-humanismo, un movimiento que ten-
día a la humanización del hombre y de sus actos en la tierra. Es cierto
que el mundo ha ido a contramano y, hoy, los hombres carecemos de
esos atributos primordiales. Pero la poesía era sede de estas cosas e
insiste pregonando su verdad;: quien quiera recogerla, que lo haga, es
Antología Poética 123
Antonio Aliberti
San Antonio de Padua 5-3-98
A manera de Introducción
H. D. G.
126 Héctor David Gatica
PRIMERA PARTE
Desde la Biblia hasta el Templo
Así pues, Salomón edificó la Casa y la acabó.
(III Reyes, 6. 14)
¡Oh!... ¡No!
Vosotros no sabéis.
¡Que muera el Amor, que es uno solo!
Versículo de la Negación
Llueve frío
sobre el esqueleto deshojado de la humanidad.
Epístola a Dios
San Pablo
le debe el santo a la persecución de Saulo camino de Damasco.
Y yo siento
contemplando estas ciudades calientes de mi carne
que llevo vida a borbotones en la sangre
para llegar a Dios y sacudirlo.
Antología Poética 131
Y ahora
cómo ponerle aliento a tu mirada sin pulso,
darle a tu mujer una palabra tuya
y a tus hijos, contarles otra historia?
Antología Poética 135
Apocalipsis de la Amistad
Y recién entonces,
con los dedos machucados,
me haré presente en la PALABRA.
Antología Poética 139
Esta arena
que rompen nuestros pasos y los pasos de estas mulas
adivina un amanecer que ya la está nombrando
como si oliera en sus lechos permeables
el sostén a nivel que ha de formarla.
Estás limpia.
No me ensucias la camisa pegada a la siesta.
Estás limpia
como para entrar en el reino de los cielos.
¿No ves?
Si ya tu cuerpo va tomando altura.
Ahora, arena,
no caminas por los declives del sur
mojada de lunas.
Además
se te cayó el viento de los hombros.
Arena de la acequia
arena
te suena el corazón como una campana
llamándonos a orar.
142 Héctor David Gatica
SEGUNDA PARTE
La Casa
.
Compromiso Edificado
La Casa
Lo sé
con muchas horas
he pagado este instante;
sin todo ese tiempo reunido
no habría colocado una sola de mis yemas
en los picaportes del viento.
Desde hoy
¡cómo quiero a los ladrillos!
Para quererlos de esta forma
debí acariciarlos mañana tras mañana,
ladrillo por ladrillo.
Ahora ellos me devuelven el aprecio
permaneciendo a plomada
uno
sobre
otro
hasta reunir el calor de cuatro niños
que pueden incluso amar la noche
porque el padre techo
Les tapa ahora el frío
que llega con la luna en el canto de los gallos.
Antología Poética 145
146 Héctor David Gatica
Antología Poética 147
Ilustradores:
Luis Blanchard - Nicolás Bustos - Miguel Angel Guzmán
Nicandro Pavón Villarreal - Pedro Molina - Hugo Albarracín
Patricia Aballay - Jorge Ponce
148 Héctor David Gatica
DOLOR COLLA
SILENCIO QUECHUA
Desde entonces
- destronado el kipus
que reinaba en el Cuzco -
cada mañana cae fusilada en el Callao.
PAIS DESVELADO
Foto «Pais desvelado» (Premio NOA del poema ilustrado, VIII Salón
de poema ilustrado. Tucumán, 1970)
154 Héctor David Gatica
Con un basural
y unas gotas de sudor
se puede parir un pueblo.
Ahora
el basural es un pájaro
que está empollando el corazón de América.
TU GRITO
El gobierno a través del I.M.T.I. (Instituto del Minifundio y Tierras Indi-
visas), saneó títulos iniciando el ordenamiento legal de las viejas merce-
des indivisas y a la vez encaró los seculares pleitos productos del mini-
fundio. A tal fin el procedimiento empleado fue la creación de unidades
económicas rentables, metodología que si bien contribuyó a ordenar la
producción regional, aceleró el éxodo en la provicnia. La Merced de La
Hediondita por ejemplo, que albergaba a 140 familias quedó solo en
manos de 26 propietarios. Con el agravante que más de la mitad de los
reducidos nuevos propietarios, nunca antes había vivido en esa zona
rural. (1)
MUJER VIOLADA
Y ya de noche
sembrador de paisajes
con las manos perfumadas de tierra todavía
decidirás con los del surco
que al regador se lo provea de estrellas
que no se vaya en el viento el amor
que descanse la mujer encinta y tengo un hijo entero
decidirán en fin
que a la mañana muy temprano sacarán la azada
para abrirle los soles a la parra.
Pero ¡ay!
que están cerradas las compuertas de tus sueños
el agua se destroza en los canteros
162 Héctor David Gatica
Comprendo:
Hay esperas que crecen lentamente
en las acequias del corazón del hombre
todavía
y una especie de dolor arremangado
en las tobillos del país.
OLTA
Es así como nombro la piedra
para anunciar en lajas tu músculo
pájaros planos
picos, socavones y olorosas dinamitas
apilados en básculas mezquinas.
AMINGA
Es así como nombro el surco
para lavar mi voz en las vertientes del pueblo
donde los latifundios del verano
hacen malparir la tierra.
FAMATINA
Es así, como nombro a los ríos del deshielo
a las palas y a los brazos
que se ocupan de abrir canales a las nueces.
LLANOS RIOJANOS
Y es así como digo algarrobales
donde ha sido expropiada la guarida del puma
desalojados antiguos desvelos de puesteros
y parcelado el corazón perseguido del viento.
Antología Poética 165
Mientras tanto
el mineral
la piedra
la siembra
la tierra
el agua
aquí se han convocado
y en olla con porotos, maíz y ají
donde se mezclan el locro y tu silencio
los hijos del sudor
alimentan al sol de sur a norte
un enorme peón continental.
(América, 1975)
Querido David:
había una voz tatuando los bajos relieves del paisaje, había una mancha
de blanco en la tinta negra y vacía.
Y en el transcurrir del texto late la Poesía, el don de informar, escribir
versos o narrar desde el sitial de la solidaridad y la esperanza, la dolida
voz de un poeta entre comensales de la muerte, los amigos ausentes, los
difuntos.
Solitaria estirpe la tuya, querido David, esgrimiendo papeles entre
deudos, incendiarios y enmascarados. Solitaria estirpe de un poeta sos-
teniendo la esperanza, poesía en tiempo de asesinos.
Seguramente es el blanco, tu blanco auscultando la inocencia, el blanco
sobre el negro como impronta de los infinitos deseos de la vida sobre
una piedra detenida en el telón de sus teatros.
¿Pero qué me dice tu canto? ¿Qué me dice el poeta en su mirada? Me
dice que el canto de los días se impone al insólito enmascarado, y eclip-
sa las garras de sus bestias, lo deja a merced del desamor y la antipoesía.
Y me dice que el juicio será eterno.
Roberto Sánchez
Buenos Aires, setiembre 1985.
Antología Poética 171
Al leer tu poema sobre la nieve que empezó a caer, también ella insó-
litamente el 4 de setiembre de 1976, sentí de nuevo la tremenda angustia
de ese día. Sentía el frío que la estufa y la cocina atemperaban y pensaba
en lo que estarían pasando nuestros amigos en el Penal.
Y muy hondamente me calaba el dolor de saber que a Eduardo lo
habían tomado un 16 de agosto cuando había hecho calor y estaría
totalmente desprotegido contra el frío. ¡Que ingenua! Para entonces mi
hijo ya no sentía ni frío ni calor. Ni tenía ilusiones, ni luchas, ni miedos..
ni horrores. (...) Amalia de Manghesi. Buenos Aires.
CAPITULO 0
BAJO TIERRA
H.D.G.
CAPITULO II
DE COMO UNO NO SABE CUANTAS
MUERTES LE QUEDAN DE VIDA
Es tarde ya
me voy a dormir y entre sueños
cuando alargue mi mano para apagar el receptor
quizás alcance a oír la última muerte del día.
Realmente
en este país
uno no sabe ya cuántas muertes le quedan de vida.
180 Héctor David Gatica
CAPITULO III
(1976)
LA NOCHE EN QUE ESE GOLPE
LLEGUE A MI PUERTA
Llegó
eso tan común en la América nuestra
llegó el golpe.
Ya no hay poder legislativo ni judicial
cinco partidos fueron proscriptos
quedan en disponibilidad los empleados públicos
deja de tener vigencia el Estatuto del Docente
los programas educativos serán revisados de manera que
respondan a la formación del ser nacional.
Brigadieres almirantes generales coroneles tenientes
comodoros
mayores capitanes sargentos cabos
adquieren en este acto capacidad para gobernar.
CAPITULO IV
QUE TRATA DEL ORÍN DE LA
LEY DE SEGURIDAD
CAPITULO VI
EN ESTE PAÍS LO ÚNICO QUE SE
PUEDE EDITAR ES EL MIEDO
El barba Burnichón
«no lo nombres que se te aparece»
recorredor empedernido de las ciudades argentinas
caminante de sus «burnichetas»
lo mataron lo dinamitaron
lo tiraron a un aljibe le volaron la casa.
En este país
lo único que se puede editar es el miedo
bajo el sello de las ametralladoras.
Antología Poética 185
CAPITULO VII
LOS GERANIOS DE LA URSULA
A Mario Aciar
eximio plástico riojano
le allanaron la casa revisándole hasta el hígado
no se salvó ni el diario íntimo de la más pequeña de las hijas
algo así como violar la inocencia del vuelo de un colibrí.
Lo llevaron preso
a él y a una estola que le regaló un sacerdote cuñado suyo.
CAPITULO VIII
TIENE DERECHO A ELEGIR:
¿CARIÑO O PAN?
CAPITULO XII
LOS LLEVARON A TODOS
CAPITULO XIV
SOLO SALGO DE VISITA
Sonreímos...
¡No!
No le preguntamos al gran novelista
adonde va
sólo sale de visita
... para siempre.
Antología Poética 191
CAPITULO XIX
POR ALGO HA DE SER
CAPITULO XX
EL DIA DEL ESCRITOR ENTRE CERROJOS
CAPITULO XXIV
LOS SEPULTARON EN EL SILENCIO
DE DIARIOS Y RADIOS
CAPITULO XXV
PREGUNTE EN LA MORGUE
CAPITULO XXVII
DESNUCADO ESTÁ DIOS
(Cantata Riojana)
desconsoladamente lloramos
no hay miedo que detenga ni oculte estas lágrimas
en especial las de los más humildes
los que ya no tienen nada que perder.
CAPITULO XXX
AHI NO LLEGA LA VOZ
POR EL TELEFONO
CAPITULO XXXIII
PAJAROS EN LIBERTAD
¡Miren allá!
Ahí van los pájaros
tirándole cantos y colores a la libertad!
200 Héctor David Gatica
CAPITULO XXXIV
LOS ALMUERZOS NUESTROS
DE CADA DIA
CAPITULO XXXVIII
ME ESTAN POR MATAR Y
NO TENGO A QUIEN CONTARSELO
CAPITULO XLVI
AQUEL CRISTO NEGRO QUE
AYER SACARON DE TU CELDA
CAPITULO XLVII
CONVERSANDO CON TU
AMIGO DAVID (1)
(1) Como a la cárcel no podían llegar cartas de amigos, inventé ésta para que
su esposa la escribiera como de ella y con letra suya.
Antología Poética 207
CAPITULO XLVIII
LOS ESPERO OCHO AÑOS
Su hijo Ariel Ferraro debió irse del país con toda su familia.
Ocho años estuvo esperando el regreso
que no es poco tiempo ya para un octogenario.
Prolongó su vida nada más que para verlos antes de morir.
CANTATA RIOJANA
CANTATA
RIOJANA
RAMON NAVARRO RAMON NAVARRO
HECTOR DAVID GATICA CHITO ZEBALLOS
PANCHO CABRAL
RIOJA TRIO
210 Héctor David Gatica
DATOS BREVES
En 1985 aparece el disco de la Cantata Riojana, y el 24 de Mayo del
mismo año se la estrena en el Teatro «Susex», con un lleno total, quedan-
do fuera, sin verla ni escucharla, numerosas personas.
Vienen después las giras, completando los 18 departamentos de la Pro-
vincia de La Rioja y 12 provincias más.
Asimismo participó del Festival Folclórico de Cosquín y se hizo presen-
te en los teatros más importantes de Bs. As.: Colón, Cervantes y San
Martín, totalizando más de cuarenta presentaciones.
En el año 2000 un grupo de artistas jóvenes la vuelve a rpresentar, esta
vez en el Teatro «Víctor María Cáceres», en la Plaza 25 de Mayo -más de
2000 personas- y en Chilecito, con mayor asistencia de público aún, en
lo que se denominó «Cantata Joven».
En el 2001 se edita «El libro de la Cantata Riojana» -parte de él extrae-
mos aquí-.
Y en el 2005 se cumplen los veinte años de la aparición de esta cantata,
que coincidente con la remodelación del ahora denominado Nuevo Tea-
tro «Víctor María Cáceres», se presenta nuevamente a su público y como
aquella primera vez del 24 de Mayo de 1985, vuelve a llenarse la sala,
quedando numerosas personas sin conseguir entrada y estremeciéndo-
se, tambien nuevamente, hasta las lágrimas, y el fervoroso aplauso de
pie, siendo además trasmitida por Canal 9 a toda la provincia.
Antología Poética 211
GLOSARIO
por Ariel Ferraro
por las cosas que fielmente documenta, una clara apertura de esperan-
za.
Ramón Navarro y Héctor David Gatica, han plasmado una obra de qui-
lates, en donde nada sobra, pero tampoco nada falta. Su hermosura
tiene el peso específico de la obsidiana que fascina por la gravitación de
su sencillez cautivante.
Cada fragmento de esta Cantata Riojana, ha sido plasmado mediante
un enjundioso ajuste cardíaco y siguiendo un molde sencillo que tiene
como base, nuestras expresiones musicales más genuinas. Por ello mis-
mo, su consolidación parece salirse del molde tradicional y convertirse
sin más - y sin menos - en uno de nuestros cantares de gesta al que
podemos augurarle una auténtica y notable perdurabilidad.
Antología Poética 213
CANTO UNO
CANTO FUNDACIONAL DE LA RIOJA
Arranco el viento
para que siempre sea calmo
el valle del Yacampis y su gente.
Siembro al voleo
estos sesenta heroicos apellidos:
Ellos serán los nombres permanentes del pueblo.
Y te fundo
Ciudad de Todos los Azahares
y te concedo el mando
puesto de norte a sur
como esos cerros
con todo el poder
de los futuros naranjales
cuyo Alcalde Mayor
será el aroma.
Y te fundo
Ciudad de Todos los Azahares
cuyo Alcalde Mayor
será el aroma.
Será el aroma.
CANTO DOS
LA MALOCA
A quitarles la tierra;
ellos deben cultivar nuestros huertos.
- Señor encomendero
¿dónde están sus oídos?
- En el sumiso suelo
que vamos conquistando
y en esa gran montaña
que suena como plata.
- Señor encomendero
¿no oye ese gran clamor
que llega hasta La Quiaca?
Y no ve esas hogueras
que en las cumbres de la noche
llaman a rebelión?
¡Llaman a rebelión!
- El castigo es el bien
que ha de calmarlos
la muerte general
por todo el norte y cuyo.
Cacique Coronilla
prepara la insolencia de tus crenchas,
ya cuatro potros
216 Héctor David Gatica
Cacique Coronilla
por el valle de Antinaco
tu muerte va formando
la rosa de los vientos.
LA
ROSA DE LOS
VIENTOS
CANTO TRES
UN SANTO DE MADERA DE NARANJO
Se apacigua el alzamiento,
crece un santo de madera de naranjo
y un Niño Alcalde indio
la provee de Dios
a la ciudad del rey.
CANTO CUATRO
INVOCACION A LAS
DIVINIDADES DIAGUITAS
El veloz Yastay
hijo de la montaña
dios de las manadas y las aves del campo.
La tormentosa Huayrapuca
madre de los vientos; guiadora del Zonda.
Y el Pujllay
alborotador de jóvenes y viejos
divinidad de la alegría
que preside la chaya.
Antología Poética 219
CANTO CINCO
LAS MADRES ABORIGENES
Somos la montonera.
¡Somos la montonera!
220 Héctor David Gatica
CANTO SEIS
EL REPARTO DEL AGUA
Y es que gobernar
no es cosa para todos;
hay que tener
un apellido
un naranjal
y además estar de turno
y con el agua
y el manantial.
No puede gobernar
quien no consulte largas horas de riego
o quien no presente al bien del pueblo
feudos que lleguen hasta Los Nevados.
Para usted
don Manuel Vicente Bustos
habrá seis turnos; la vida no alcanza para más.
Su hermano Francisco
confórmese con tres riegos.
También hay que abrirles las compuertas
Antología Poética 221
CANTO SIETE
EL CANTO POPULAR
“Pobrecita mi provincia
lástima le estoy teniendo
al ver sus terrenos secos
y en otras partes lloviendo”.
222 Héctor David Gatica
Y en Vinchina
se aquerenció la copla:
CANTO OCHO
ODA A LOS CAUDILLOS
Don Facundo
si usted quiere
le cambiamos La Tablada por sus vientos federales.
__________
- __________
__________
- __________
¡Otro caudillo!
Ejército y proclama:
226 Héctor David Gatica
Es Felipe Varela
con voz de ley y afán americano.
CANTO NUEVE
VIDALA DEL EXODO
Los carros
antes guapos cobradores de huellas
dejan llanta y vara en las manos del herrero
para que rompa a golpes de martillo
la ilusión del carrero.
CANTO DIEZ
VIDALITA DE LOS CREADORES
Don Joaquín
«Mis Montañas»
le regalan un valle.
Si usted quiere
llámele... Samay Huasi.
Rosarito de Atiles
los delantales blancos de su Patria
le piden un jardín de amor.
Nombro Calíbar
y estoy llamando a un rastreador.
Vuelvo a decir Calíbar
y entonces los poetas más ilustres cantan
junto a pintores del mejor pincel.
y Las Padercitas.
Y te saludo finalmente
historia de aquí y de allá y de todo un continente
bastándome decir para tan poco
y para tanto
ésta es... “La Rioja Heroica”.
CANTO ONCE
SERENATA A LA
CIUDAD DE LOS AZAHARES
Y volvió la ciudad
a sus plazas tranquilas
hospedando el saludo
en los días apacibles
religiosa y profana.
Y levante la mano
el que en La Rioja su amor
no sintió perfumado
por la flor del azahar.
CANTO DOCE
CHAYA FINAL
Famatina es el nombre
de la nieve y el oro
y el Velasco la cumbre
de la piedra mayor.
De viñedo y nogal
el oeste.
De aceite el norte.
Al sur
dispara el viento
recorriendo los llanos
montando algarrobal y quebrachal;
ganado y pasto.
Talampaya,
el Ande
y los camélidos.
Este es el marco
de una historia
heroica y larga
que afianza su dolor.
__________
- __________
Un atropello más
nos regaló este siglo.
Ni flechas ni alaridos,
tampoco lanzas ni caballos:
Por eso
el que nos mandaron esta vez
ordena a las noches
allanar y encarcelar a “la ciudad de los naranjos”.
Y los otros
los porfiados en quedarse
o los lerdos en huir
- sea docente, religioso o político,
obrero o artista -
pagan su pecado
con ocho años sin sol
o con la muerte.
Y en Chamical
y en Punta de los Llanos
¡desnucado está Dios!
__________
- __________
Y una esperanza
por así decir.
No traicionemos el pasado:
Fue de lucha;
mas también fue de amor.
234 Héctor David Gatica
He aquí el vino:
Bebamos, que lo dan nuestros lagares.
Y he aquí el canto. Nuestro canto.
Cantemos:
Este es el rostro
de una historia
heroica y larga
que afianza su dolor.
Rostro de un pueblo
de muchos pueblos
que en toda América
levantan su canción.
TEATRO COLON
Antología Poética 235
LO QUE NO VA A QUEDAR
LO QUE NO
VA A QUEDAR
El libro de las seis jornadas
1960-2007
(Inédito)
236 Héctor David Gatica
EL VIAJE
con el título «Versos de mis diecisiete años», los tomos eran el original y
una copia y su única lectora, mi madre.
El derrumbe vino porque un supervisor de enseñanza primaria -de
amplia cultura como el historiador Nicolás Rivera, el poeta Armando
Romero Chavez- pasó por Villa Nidia ya no recuerdo si en sulky o a
caballo, hablándome del conceptismo de Quevedo, del culteranismo de
Góngora y dejándome como regalo un pequeño libro. El nombre del
supervisor, Hugo Plaza; del libro: «El Romancero Gitano» de Federico
García Lorca. ¡Vaya regalo!
A causa de la lectura de este libro sufro una fuerte crisis al descubrir
que mis pretendidas poesías no eran tales y busqué rehacerme en un
memorable viaje por Cuyo y La Rioja, de mucho atrevimiento para mí si
se tiene en cuenta que casi nunca salía de la zona rural donde vivía,
lugar de obrajes poblados de hacheros, hacedores de carbón, conducto-
res de carros, criadores de cabras, arrieros, alambradores, poceros y
puesteros, viaje éste que habría de inspirarme la creación de la revista
literaria «Poesía Amiga» -segunda revista porque la primera había sido
«Alborada», creada con mis hermanos y gente de la zona-, la cual me
permitió comunicarme con América y Europa, recibiendo en canje nu-
merosos libros y alrededor de cien revistas de arte y letras que, cuántas
veces, me llegaban a lomo de caballo, y viajar después por América para
dedicarle un número especialmente a la poesía de cada país visitado.
Así pues, con mis pobres lecturas y habiendo pasado los 20 años,
llego a Mendoza en búsqueda de un listado de lectura universal que me
sacara del analfabetismo.
Tras visitar a Enrique Ramponi -consagrado en el 35 con «Piedra
Infinita»- me llego hasta la casa de Alfonso Sola González -quién con
Graciela Maturo dirigían la revista «Azor»-, padre de seis hermosas
criaturas, confeccionándome un listado de autores, que habría de seguir
enriqueciendo consultando a otros poetas mendocinos, sanjuaninos y
riojanos. Años después Sola González se suicidó.
Me llegué también hasta el kiosco de revistas y libros de Víctor Hugo
Cúneo, quien me vendió una codiciada antología del creacionismo de
Vicente Huidobro. En 1969, plaza Independencia, Cúneo se roció con
238 Héctor David Gatica
Viajar es bueno
viaja el río fertilizando tierras a su alrededor
viaja el mar y su movimiento
evita la podredumbre de las aguas
viajan las nubes y a su paso
van tirando vida sobre los continentes
el viento viaja
desparramando nubes, semillas
vivificando el ambiente
viaja el hombre oxigenando su espíritu
ante la pantalla grande del paisaje
cambiante, cautivante
estoy viajando
música y distancia
acompañado de un libro de Baudelaire
estas «flores del mal»
han despertado en mi memoria
cosas algo extrañas de mi ayer
Antología Poética 239
me aconsejaba
«no cantes a la rosa
haz la rosa
no cantes a la lluvia
has llover»
y yo iba y hablaba de la hacienda sedienta
con el ganadero Alfredo Leyes
de las cabras matadas poe el león de acuerdo a
cálculos del puestero Manuel Flores
de los zorros entrampados y el buen precio de cueros
de iguanas y lampalaguas según el cazador Horacio Guardia
comentábamos del suicidio con el peruano José María Arguedes,
con Hemingway, Jack London, Césare Pavese
«Palabras no. Un gesto».
daba mi último adiós a Miguel Hernández
solicitándome desde su prisión
«despedidme del sol y los trigales».
cantaba himnos a la vida al aire libre
con Rabindranath Tagore
y abría surcos a la siembra con el arador Natividad Maldonado
me perdía en los milenios de la poesía china
«es que sólo tú has visto bajo la Gran Muralla
amontonarse los esqueletos de los muertos?»
y para la época de los ventarrones en los llanos
me transportaba a ese otro gran páramo
«-Voy para allá. Ya voy.
Dio un golpe seco contra la tierra y se fue desmoronando
como si fuera un montón de piedras»
me sentía alucinado ante «El lobo estepario»
o bien me iba a visitar a Don Luis Fernández el carbonero
solo en la soledad del campo
quemando su risa en las troneras de los hornos
leía tres veces «El viejo y el mar»
tres «La isla del tesoro»
242 Héctor David Gatica
INDICE
244 Héctor David Gatica
Antología Poética 245
ÍNDICE GENERAL
DEDICATORIA ................................................................................... 4
REDONDEANDO ............................................................................. 10
LA VEJEZ ........................................................................................ 31
SOMBRAS ...................................................................................... 32
ALAMBRADOR ................................................................................ 33
HOMBRE Y PAJARO Y FLOR ......................................................... 35
RIOJA ESCONDIDA ........................................................................ 37
JUAN FACUNDO QUIROGA ........................................................... 38
HIMNOS FARISAICOS
PAIS DESVELADO
CANTATA RIOJANA
LO QUE NO VA A QUEDAR