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art. artículo
C. Código
C.C. Código Civil1
C.O.T. Código Orgánico de Tribunales
C. Co. Código de Comercio
C.P. Código Penal
C.P.C. Código de Procedimiento Civil
C.P.P. Código de Procedimiento Penal
C. del T. Código del Trabajo
D.F.L. Decreto con Fuerza de Ley
D.L. Decreto Ley
D.S. Decreto Supremo
F.M. Fallos del Mes
G.T. Gaceta de los Tribunales2
M.P. o M. de P. Memoria de Prueba (tesis de licenciado)
Nº Número
ob. cit. obra citada
pág. página
RDJ. Revista de Derecho y Jurisprudencia2
Rep. o Repertorio Repertorio de Legislación y Jurisprudencias Chilenas3
sec. Sección
sem. Semestre
sigte(s) Siguiente(s)
t. Tomo
vol. Volumen
tiende a los chilenos; un artículo mencionado sin expresar ley o Código, corres-
ponde a nuestro Código Civil.
2 La G.T. y RDJ. se han refundido actualmente en la “Revista de Derecho y
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PRÓLOGO
LASDE
ESTAFAS
LA PRIMERA EDICIÓN
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PRÓLOGO
A LA QUINTA EDICIÓN
Cada vez que se agota una nueva edición de este libro, me asalta la
tentación de transformarlo en una obra sobre sucesiones.
Pero finalmente termino por dejarla a un lado, fundamental-
mente por dos razones:
La primera, es un homenaje al profesor Somarriva, que tanto
influyó en el Derecho Civil chileno y, por cierto, con quien me
ligó una relación de afecto imborrable.
La segunda es que una obra jurídica que en Chile llegue a una
quinta edición, no puede abandonarse así no más.
De ahí que nuevamente estemos ofreciéndola conservando la
forma del libro, pero que en verdad es la edición en que más
modificaciones he tenido que hacer para ponerla a tono con la
legislación de hoy.
En efecto, se han tenido que incorporar las reformas de las
leyes Nos 18.802 y 19.335, amén de otras, como la Ley Nº 18.776,
del año 1989, que modificó el Código Orgánico de Tribunales,
pero que repercuten en el Libro III del Código Civil.
Entre éstas, las de la citada Ley Nº 19.335, que reformó el
régimen matrimonial, introduciendo en nuestra legislación el de
participación de gananciales.
Igualmente se estudian hoy en el Parlamento otras reformas
en materia de filiación que también tendrán una influencia enor-
me en materia sucesoria, además que el proyecto introduce tam-
bién algunas modificaciones en el Libro III del Código Civil; entre
ellas, suprimir la porción conyugal y transformar al cónyuge so-
breviviente en legitimario.
Pero si se espera a que se aprueben todas las reformas en
estudio o trámite, nunca se podría poner al día este libro que,
estamos convencidos, presta una gran utilidad a estudiantes y abo-
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PRÓLOGO A LA QUINTA EDICIÓN
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PRÓLOGO
A LA SÉPTIMA EDICIÓN
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PRÓLOGO A LA SÉPTIMA EDICIÓN
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CAPÍTULO I
GENERALIDADES
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DERECHO SUCESORIO
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GENERALIDADES
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DERECHO SUCESORIO
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GENERALIDADES
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DERECHO SUCESORIO
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GENERALIDADES
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CAPÍTULO II
DE LA SUCESIÓN POR CAUSA DE MUERTE
Sección primera
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DE LA SUCESIÓN POR CAUSA DE MUERTE
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DERECHO SUCESORIO
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DE LA SUCESIÓN POR CAUSA DE MUERTE
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DERECHO SUCESORIO
Sección segunda
LOS A SIGNATARIOS
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DE LA SUCESIÓN POR CAUSA DE MUERTE
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DERECHO SUCESORIO
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DE LA SUCESIÓN POR CAUSA DE MUERTE
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DERECHO SUCESORIO
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DE LA SUCESIÓN POR CAUSA DE MUERTE
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DERECHO SUCESORIO
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DE LA SUCESIÓN POR CAUSA DE MUERTE
Sección tercera
DE LA APERTURA DE LA SUCESIÓN
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DERECHO SUCESORIO
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DE LA SUCESIÓN POR CAUSA DE MUERTE
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DERECHO SUCESORIO
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DE LA SUCESIÓN POR CAUSA DE MUERTE
3 Por esta razón se ha resuelto que procede dar el exequátur a una testamen-
taria que concede una posesión efectiva en Estados Unidos, debiéndose cumplir
con lo dispuesto en el artículo 27 citado en el texto: “Revista de Derecho y
Jurisprudencia”, tomo 59, sec. 1ª, pág. 396.
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DERECHO SUCESORIO
Sección cuarta
DE LA DELACIÓN DE LAS ASIGNACIONES
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DE LA SUCESIÓN POR CAUSA DE MUERTE
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DERECHO SUCESORIO
Sección quinta
EL DERECHO DE TRANSMISIÓN
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DE LA SUCESIÓN POR CAUSA DE MUERTE
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DERECHO SUCESORIO
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DE LA SUCESIÓN POR CAUSA DE MUERTE
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DERECHO SUCESORIO
Sección sexta
IMPUESTO DE HERENCIAS Y DONACIONES
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DE LA SUCESIÓN POR CAUSA DE MUERTE
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DERECHO SUCESORIO
7 bis Véanse las anteriores ediciones de esta obra, tomo I, Nº 37, pág. 44.
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CAPÍTULO III
EL DERECHO REAL DE HERENCIA
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DERECHO SUCESORIO
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EL DERECHO REAL DE HERENCIA
tomo 56, sección 1ª, pág. 305, y Corte de Santiago, 19 de mayo de 2004. “La
Semana Jurídica” Nº 209, pág. 9.
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DERECHO SUCESORIO
Sección primera
LA SUCESIÓN POR CAUSA DE MUERTE
45. Por sucesión por causa de muerte el heredero adquiere ipso jure el
derecho real de herencia. Hemos ya hablado en el capítulo anterior
de la sucesión por causa de muerte como modo de adquirir; es
ella el modo normal de adquirir el derecho real de herencia; el
fallecimiento del causante da origen a la sucesión por causa de
muerte, mediante la cual el heredero adquiere el derecho real de
herencia.
Y en este caso la adquisición del derecho real de herencia se
produce ipso jure, por el solo fallecimiento del causante, sin que el
heredero tenga que llenar formalidades de ninguna especie. Sin
embargo, posteriormente, el heredero puede aceptar o rechazar el
derecho de herencia que ya adquirió, y tanto la aceptación como la
repudiación operan retroactivamente al momento en que es deferi-
da la herencia, o sea, al instante en que falleció el causante.
Cabe entonces preguntarse por qué razón el legislador esta-
blece la institución de la aceptación, siendo que el heredero ad-
quiere el derecho de herencia ipso jure desde el fallecimiento del
causante. Las razones son dos:
1º Que si bien el heredero adquiere la herencia ipso jure, es
principio universal que nadie puede adquirir derechos en contra
de su voluntad; si el heredero se niega a aceptar el derecho de
herencia, es como si nunca hubiera sido heredero;
2º Que la herencia no supone necesariamente un enriqueci-
miento para el heredero; antes bien, la sucesión puede encontrar-
se excesivamente gravada y llegar a comprometer la responsabilidad
del asignatario. Por esta razón, el legislador permite al heredero
repudiar la asignación.
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EL DERECHO REAL DE HERENCIA
Párrafo 1º
La posesión de la herencia
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DERECHO SUCESORIO
tículo 722, que nos dice que “la posesión de la herencia se adquie-
re”, y de relacionar este precepto con el artículo 717, en conformi-
dad al cual la posesión del sucesor comienza con él, salvo que
quiera añadir la posesión de su antecesor a la suya, caso en que se
la apropia con sus calidades y vicios. En este aspecto, nuestro
Código evolucionó con respecto al Código francés y también en
relación a los proyectos anteriores a su redacción definitiva. En el
Código Napoleónico es la misma posesión del causante la que se
continúa en el heredero. Lo mismo decía el proyecto de 1853,
cuyo artículo 869 (equivalente al actual 722) comenzaba diciendo
que la posesión se “transmite” al heredero desde el momento de
deferirse la herencia. El Código definitivo cambió de criterio y no
dice que la posesión se transmita, sino que se adquiere. Se com-
prende entonces que el legislador otorgue de pleno derecho esta
posesión al heredero, pues de no ser así existiría una laguna en
materia posesoria, ya que si la posesión del heredero es distinta de
la del causante y ésta termina con su fallecimiento, si no naciera
automáticamente la del heredero existiría un espacio de tiempo
en que no habría posesión.
Párrafo 2º
La posesión efectiva. Generalidades
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EL DERECHO REAL DE HERENCIA
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Párrafo 3º
Posesiones efectivas otorgadas por la justicia
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“Revista”, tomo XLVIII, sección 1ª, pág. 473. El caso era el siguiente: se había
otorgado la posesión efectiva a dos hijos legítimos del causante, y después se
amplió a una hija también legítima, habida en otro matrimonio.
Inspirado en la misma doctrina, otro fallo, publicado en la “Revista”, tomo 59,
sec. 2ª, p. 73, permitió ampliar la posesión efectiva a favor de un heredero
testamentario, declarando que la inscripción sólo tiene por objeto permitir la
disposición de los bienes, y mientras no se disponga de ellos, está pendiente la
ejecución.
33 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomo L, sección 2ª, pág. 77; LIII,
sección 2ª, p. 25; Revista “Fallos del Mes”, Nº 268, pág. 11, que se refiere a un
interesante caso de doble inscripción de posesión efectiva.
34 Sin embargo, un fallo publicado en la “Revista de Derecho y Jurispruden-
cia”, tomo 65, sección 2ª, pág. 5, señala que la solicitud de revocación se rige por
el artículo 823 del Código de Procedimiento Civil, y no por el artículo 821, y que,
en consecuencia, no procedería hacer contencioso el asunto.
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Párrafo 4º
Posesiones efectivas ante el Registro Civil
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Párrafo 5º
Determinación y pago del impuesto de herencia
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a) Vehículos
De acuerdo con la letra g) del art. 46 bis.
“Los vehículos serán considerados por el valor de tasación vi-
gente a la fecha de delación de la herencia que determina el Servi-
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Párrafo 6º
Requisitos para que los asignatarios puedan disponer
de los bienes asignados
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68. Inscripciones que deben efectuar los herederos para quedar en si-
tuación de enajenar los inmuebles hereditarios. Las inscripciones que
ordena el artículo 688 son las de posesión efectiva y el testamento
en su caso, la inscripción especial de herencia y la adjudicación.
1º La posesión efectiva, y el testamento en su caso.
Como acabamos de estudiarlo, el auto de posesión efectiva
debe inscribirse en el Registro de Propiedades del Conservador de
Bienes Raíces del territorio en que se dictó la resolución, y tam-
bién en el territorio jurisdiccional en que están ubicados los mue-
bles. Si la sucesión es testamentaria, se inscribirá al mismo tiempo
el testamento. Mediante estas inscripciones se determina la perso-
na de los herederos del difunto.
En efecto, el Nº 1º actual del art. 688 exige para la disposición
de los bienes hereditarios:
“La inscripción del decreto judicial o la resolución administrati-
va que otorgue la posesión efectiva: el primero ante el Conservador
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señalada, también de la “Revista”, tomos XXIII, sección 1ª, pág. 129, y XXVIII,
sección 1ª, pág. 205, por vía de ejemplo.
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Stitchkin.
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Sección segunda
ADQUISICIÓN DEL DERECHO DE HERENCIA POR TRADICIÓN
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58 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomos II, sección 1ª, pág. 393; III,
sección 1ª, pág. 161; XXVI, sección 2ª, pág. 20; XXVII, sección 2ª, pág. 25; XXXVII,
sección 1ª, pág. 527; XLVII, sección 1ª, pág. 189; L, sección 1ª, pág. 90; “Gaceta
de los Tribunales” de 1895, sentencia Nº 3.276, pág. 314.
59 Ídem, tomo L, sección 1ª, pág. 90.
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sentencia publicada en la RDJ., t. 58, sec. 1ª, pág. 108, había declarado que el
marido no requería ni autorización judicial ni consentimiento de la mujer para
ceder sus derechos hereditarios. Don Ramón Mesa Barros, en su Manual de
Derecho Civil “Fuentes de las Obligaciones”, Nº 280, pág. 203, y José Ramón
Gutiérrez, en “Cesión de Derechos Hereditarios”, RDJ., t. VII, 1ª parte, pág. 7,
sostienen que la cesión de derechos hereditarios debe cumplir las formalidades
habilitantes. La tesis contraria la sustenta don Manuel Somarriva, como se hace
en el texto.
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EL DERECHO REAL DE HERENCIA
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EL DERECHO REAL DE HERENCIA
61 Las distintas reformas a estas disposiciones han originado una gran confu-
sión en el punto.
En efecto, podría sostenerse también la tesis que si la mujer actúa y efectúa
esta cesión sin autorización del marido, el acto sería válido porque en tal caso se
aplicaría el art. 137, inciso 1º del Código Civil que dice: “los actos y contratos de
la mujer casada en sociedad conyugal, sólo la obligan en los bienes que adminis-
tre en conformidad a los arts. 150, 166 y 167”.
En esa interpretación la forma en que actúa la mujer casada bajo el régimen
de sociedad conyugal sólo tendría importancia en cuanto a la responsabilidad
que podría tener la sociedad conyugal respecto de los actos que ejecute. Si no
actúa en cualquiera de las formas señaladas en el texto, sólo respondería en los
términos del art. 137, y en los demás casos comprometería igualmente a la
sociedad conyugal.
Parece evidente que aunque semejante tesis tiene asidero, es muy peligrosa
para el que contrate con la mujer, por lo que éste normalmente exigirá la
comparecencia del marido, o a lo menos, su autorización.
En una reforma que actualmente se tramita en el Parlamento, y que cambia
el sistema normal de matrimonio, se resuelve todo este problema en el sentido
de los patrimonios que terminan comprometidos. Cada uno de los cónyuges
puede actuar por la sociedad conyugal, comunidad, etc., pero administra sus
propios bienes y determinados actos requieren consentimiento mutuo.
Se hace imperativa una modificación de los preceptos señalados porque por
un lado son inaceptables las limitaciones que aún tiene la mujer casada bajo el
régimen de sociedad conyugal, y que todavía equivalen a una incapacidad relati-
va, aunque formalmente ésta se haya derogado, y por el otro, en la protección de
los terceros tampoco existe la suficiente claridad, máxime si se llegó al manifiesto
error jurídico de aplicar la nulidad absoluta, donde la sanción máxima en todo
caso podría haber sido la relativa.
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DERECHO SUCESORIO
y XXXVI, sección 1ª, pág. 289. Comentamos estos fallos al hablar de las conse-
cuencias del principio de que los herederos sean los continuadores de la persona
del difunto, entre las cuales figura ésta.
64 Sin embargo de la amplitud del principio de que el cesionario ocupa la
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EL DERECHO REAL DE HERENCIA
jurídica del adagio popular de que “hay que estar a las duras y a
las maduras”; como el cesionario se beneficia con el activo de la
herencia, también lo perjudica el pasivo de ella. La Corte Supre-
ma así lo ha declarado.65
Debemos tener presente, eso sí, que como el acreedor heredi-
tario o testamentario no ha sido parte en esta convención, el
profesor Somarriva creía que no le afecta el cambio de deudor.66
El artículo 1635 dispone expresamente que el cambio de deu-
dor no produce novación si el acreedor no expresa su voluntad de
dar por libre el primer deudor, caso en el cual nos encontramos
ante una delegación imperfecta. El señor Somarriva llegaba a la
conclusión de que el acreedor puede dirigir su acción a su arbi-
trio, ya sea en contra del cedente o del cesionario.
En efecto, como él no ha sido parte en la tradición de los
derechos hereditarios, para el acreedor el deudor sigue siendo el
cedente, pudiendo por tanto dirigirse en su contra. Claro que si el
cedente se ve obligado a pagar la deuda, puede repetir en contra
del cesionario, ya que le cedió a éste tanto el activo como el pasivo
de la herencia, en virtud de lo que dispone el artículo 1910. Pero
no hay inconveniente alguno para que el acreedor acepte el cam-
bio de deudor y se dirija directamente en contra del cesionario,
quien no tendrá derecho a repetir en contra del cedente, pues le
afecta en la forma que vimos el pasivo de la herencia.
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Sección tercera
ADQUISICIÓN DEL DERECHO DE HERENCIA POR PRESCRIPCIÓN
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DERECHO SUCESORIO
cambio, otro fallo muy reciente declaró que el plazo se contaba desde la fecha
del decreto que concedió la posesión efectiva. Revista “Fallos del Mes”, Nº 238,
pág. 237.
68 Ídem, tomo L, sección 2ª, pág. 70.
69 El artículo 1269 en su redacción primitiva contenía otra demostración
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CAPÍTULO IV
LOS ACERVOS
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LOS ACERVOS
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LOS ACERVOS
71 Por la misma razón carece de aplicación actual el artículo 960: “Los im-
puestos fiscales que gravan toda la masa, se extienden a las donaciones revoca-
bles que se confirman por la muerte. Los impuestos fiscales sobre ciertas cuotas o
legados se cargarán a los respectivos asignatarios”.
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CAPÍTULO V
INCAPACIDADES E INDIGNIDADES
PARA SUCEDER
103. Requisitos para suceder por causa de muerte. Estos requisitos de-
ben ser estudiados desde dos puntos de vista: objetivo y subjetivo.
Desde un punto de vista objetivo, son las calidades y circunstan-
cias que deben concurrir en las asignaciones por causa de muerte
mismas para ser válidas, y desde un punto de vista subjetivo, son
los que deben concurrir en el asignatario.
El asignatario debe reunir tres requisitos:
1º Debe ser capaz de suceder;
2º Debe ser digno de suceder;
3º En conformidad al artículo 1051, debe ser persona cierta y
determinada.
Para respetar el orden del Código, nos corresponde tratar la
capacidad y dignidad para suceder, requisitos que se aplican tanto a
la sucesión testamentaria como intestada. Al hablar de las asignacio-
nes testamentarias, nos ocuparemos de los restantes requisitos.72
Sección primera
CAPACIDAD PARA SUCEDER POR CAUSA DE MUERTE
104. Por regla general, todas las personas son capaces para suceder. Excep-
ciones. La capacidad para suceder es la aptitud de una persona para
recibir asignaciones por causa de muerte. El artículo 961 dispone que
“será capaz y digna de suceder toda persona a quien la ley no haya
declarado indigna o incapaz”. De modo que la regla general es la
capacidad para suceder por causa de muerte. Es, por lo demás, la
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INCAPACIDADES E INDIGNIDADES PARA SUCEDER
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Sección segunda
LAS INDIGNIDADES PARA S UCEDER
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INCAPACIDADES E INDIGNIDADES PARA SUCEDER
121. 10. Albacea removido por dolo. Fuera del Título I del Libro
III existen, como hemos dicho, algunas causales de indignidad.
Una de ellas es la que contempla el artículo 1300: el albacea re-
movido por dolo se hace indigno de tener parte alguna en la
herencia (ver Nº 691).
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INCAPACIDADES E INDIGNIDADES PARA SUCEDER
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otras personas con respecto a las cuales no les afecte igual vicio. Así,
los establecimientos que carecen de personalidad jurídica a nadie
pueden heredar; en cambio, el que por fuerza o dolo obtuvo una
disposición testamentaria, bien puede suceder a otra persona.
Sección tercera
DISPOSICIONES COMUNES A LAS INCAPACIDADES
E INDIGNIDADES
81 Ver Nº 114.
82 Véase al respecto la anterior edición de la presente obra, en su Nº 128,
pág. 119.
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INCAPACIDADES E INDIGNIDADES PARA SUCEDER
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SEGUNDA PARTE
LA SUCESIÓN INTESTADA
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CAPÍTULO I
EL DERECHO DE REPRESENTACIÓN
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DERECHO SUCESORIO
De modo que si, por ejemplo, fallece una persona sin dejar
descendencia, sobreviviéndole su padre y los abuelos maternos (la
madre había muerto con anterioridad), no se aplica el derecho de
representación, y el padre excluye totalmente de la herencia a los
abuelos maternos; éstos no concurren a la sucesión en representa-
ción de la madre, porque el derecho de representación recibe
aplicación sólo en la línea descendente, pero no en la ascendente.
144
EL DERECHO DE REPRESENTACIÓN
referencia al art. 243 por el art. 251, por el cambio de numeración de los precep-
tos respectivos efectuados por esa misma ley.
Sobre los peculios, véase René Abeliuk, La filiación y sus efectos, tomo I,
Nos 324 y siguientes, págs. 447 y sgtes.
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EL DERECHO DE REPRESENTACIÓN
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EL DERECHO DE REPRESENTACIÓN
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CAPÍTULO II
LOS HEREDEROS ABINTESTATO
Y SUS DERECHOS EN LA SUCESIÓN
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LOS HEREDEROS ABINTESTATO Y SUS DERECHOS EN LA SUCESIÓN
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DERECHO SUCESORIO
sión, pero que, a su vez, puede ser excluido por otro conjunto de
parientes.
Debemos advertir, antes de entrar al estudio de los órdenes de
sucesión, que esta materia es hoy muy diferente a lo que fue en el
Código primitivo. Las modificaciones tuvieron su origen primero
en la tantas veces citada Ley Nº 10.271, de 2 de abril de 1952, cuyo
objeto fue mejorar los derechos hereditarios de los hijos naturales
y del cónyuge sobreviviente, en desmedro de los que el Código
asignaba a los ascendientes y hermanos.
Pero la mayor modificación se ha producido como consecuen-
cia de la Ley de Filiación Nº 19.585, de 26 de octubre de 1998.85
Antes de su dictación se distinguían los órdenes de sucesión
regular, correspondientes a la herencia del difunto que era hijo
legítimo, de los órdenes de sucesión irregular, que procedían cuan-
do el causante no tenía esa calidad.
El Código sólo se preocupaba en el primitivo art. 983 del caso
en que el difunto era hijo natural y por ello el precepto está hoy
derogado por la Ley de Filiación. El Código Civil no reglamentaba
específicamente la sucesión del causante que había sido hijo sim-
plemente ilegítimo, pero ella se concluía aplicando las reglas ge-
nerales de la sucesión regular, adaptándolas a la situación especial
de esa filiación. Hoy ninguna de estas distinciones tiene lugar.
Pero también la Ley de Filiación mejoró los derechos del cón-
yuge sobreviviente, continuando así la línea de la Ley Nº 10.271,
que no hace sino recoger las tendencias actuales en la constitu-
ción de la familia.
Habitualmente se les da a estos órdenes de sucesión la denomi-
nación del heredero que los define y cuya ausencia nos hace pasar
al siguiente. Estas denominaciones de uso corriente han ido cam-
biando de acuerdo a la evolución histórica que hemos reseñado.
152
LOS HEREDEROS ABINTESTATO Y SUS DERECHOS EN LA SUCESIÓN
Sección primera
PRIMER ORDEN: DE LOS DESCENDIENTES
Párrafo 1º
Los descendientes
150. Enunciación. Decíamos que en primer lugar forman este orden
de sucesión los descendientes. Mientras haya un solo descendiente
que concurra a la herencia, no se pasa a los órdenes siguientes. De
modo que, en principio, y salvo ciertas excepciones, los descendien-
tes excluyen a todos los demás herederos abintestato de la sucesión.
El Código actualmente habla de “los hijos”. En el Código ori-
ginal se refería exclusivamente a los hijos legítimos, dejando afue-
ra a los llamados hijos naturales, y con mayor razón, por cierto, a
los simplemente ilegítimos.
Esta solución, que ya constituía un atraso a la época de dictar-
se el Código Civil, tardó casi cien años en corregirse, pues fue la
Ley Nº 10.271, de 2 de abril de 1952, la que permitió su concu-
rrencia en el primer orden de sucesión, pero con una doble limi-
tación: la porción del hijo natural era la mitad de la que
correspondía al hijo legítimo, pero además la porción de los hijos
naturales en conjunto no podía exceder de la cuarta parte de los
bienes a repartirse de acuerdo a las reglas de la sucesión intestada.
La disposición actual no hace distinción de ninguna especie
entre los hijos y, en consecuencia, se aplica a todos ellos, ya sea su
filiación matrimonial o no matrimonial.
La única condición es que ella esté determinada en la forma
establecida en los actuales arts. 183 y siguientes del Código.
En consecuencia, dentro de la expresión “hijos” quedan in-
cluidos:
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DERECHO SUCESORIO
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LOS HEREDEROS ABINTESTATO Y SUS DERECHOS EN LA SUCESIÓN
151. 1º. Hijos de filiación matrimonial. Estos son los hijos nacidos
durante el matrimonio de sus padres en los términos señalados en
los arts. 183 a 185.
Esta denominación corresponde a la que la antigua legislación
denominaba “hijos legítimos”.
Como hemos dicho, no obstante, los esfuerzos para eliminar
esta distinción entre los hijos, se impuso la tesis de mantener esta
categoría, aunque hoy sus diferencias son muy menores con respec-
to a las anteriores. Pero los efectos de la filiación son los mismos.
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DERECHO SUCESORIO
154. 4º. Situación de los hijos cuya filiación quedó determinada antes
de la vigencia de la Ley de Filiación. En general, de acuerdo a lo dis-
puesto en la Ley sobre Efecto Retroactivo de las Leyes del año 1861,
arts. 18 al 21, la sucesión se rige por la ley vigente al tiempo de su
delación. Lo reafirman para estos efectos los arts. 1º y 2º transitorios
de la Ley de Filiación, que después de dar las reglas que analizare-
mos a continuación, dispone que “los derechos hereditarios se re-
glarán por la ley vigente al tiempo de la apertura de la sucesión”.
La misma Ley sobre Efecto Retroactivo de las Leyes establece
que los efectos del estado civil, esto es, los derechos y obligaciones
anexos a él, se rigen por la ley posterior. Entre los efectos del
estado civil están, por cierto, los derechos hereditarios.
La filiación, una vez determinada, opera retroactivamente a la
época de la concepción. De acuerdo al art. 1º transitorio de la Ley
de Filiación, “todos los que posean el estado de hijo natural a la
fecha de entrada en vigencia de la presente ley, tendrán los dere-
chos que ésta establece”, para agregar en el inciso final, como se
ha dicho, que sus derechos sucesorios se regirán por la ley vigente
al tiempo de la apertura de la sucesión.
Dicho de otra manera, en las sucesiones abiertas después del
27 de octubre de 1999, los hijos naturales tendrán los derechos
hereditarios ya señalados, y las abiertas antes de esa fecha se conti-
núan rigiendo por el sistema que ya hemos referido del Código
Civil, con sus modificaciones anteriores a las nuevas Leyes de Filia-
ción y Adopción.
El art. 2º transitorio de la misma ley reglamenta la situación de
los que la antigua legislación llamaba “hijos ilegítimos”, y que hoy
día se describen como “personas que no tienen una filiación de-
terminada”. Estas personas pueden reclamarla conforme a las nor-
mas de la nueva ley, pero su derecho hereditario se regirá por la
ley vigente al tiempo de la apertura de la sucesión.
El art. 5º transitorio de la Ley de Filiación se refiere a los
plazos para las acciones de la filiación de estas personas y en su
inciso final dispone que sus efectos patrimoniales sólo regirán
para el futuro.
En síntesis, en general, según estos preceptos transitorios, la
nueva ley no altera la situación de las sucesiones abiertas antes de
su vigencia.
156
LOS HEREDEROS ABINTESTATO Y SUS DERECHOS EN LA SUCESIÓN
156. 6º. Situación de los hijos cuya filiación no está determinada. Los
hijos cuya filiación no está determinada equivalen a la anterior
denominación de “hijos ilegítimos”, suprimida en la actual legisla-
ción. Recordemos además que dentro de ellos todavía nuestra
legislación introducía una distinción entre los que habían obteni-
do un reconocimiento para el solo efecto de demandar alimentos
y los simplemente ilegítimos, sin reconocimiento alguno.
Todas estas distinciones han desaparecido, pero obviamente el
hijo cuya filiación no está determinada, no tiene derecho heredi-
tario alguno, por esa sola razón.
Párrafo 2º
El adoptado
157. Pauta. Al respecto también la situación hereditaria del adop-
tado se ha ido modificando al ritmo de los cambios de legislación.
Veremos sucesivamente los siguientes aspectos:
1º. La evolución de la adopción en la legislación chilena;
2º. Situación hereditaria de la adopción en la ley vigente, y
3º. Pactos para acogerse a los derechos de la nueva ley.
Nos referiremos a estos distintos aspectos en los números si-
guientes.
157
DERECHO SUCESORIO
158
LOS HEREDEROS ABINTESTATO Y SUS DERECHOS EN LA SUCESIÓN
159
DERECHO SUCESORIO
160
LOS HEREDEROS ABINTESTATO Y SUS DERECHOS EN LA SUCESIÓN
Párrafo 3º
El cónyuge sobreviviente
161
DERECHO SUCESORIO
162
LOS HEREDEROS ABINTESTATO Y SUS DERECHOS EN LA SUCESIÓN
163
DERECHO SUCESORIO
164
LOS HEREDEROS ABINTESTATO Y SUS DERECHOS EN LA SUCESIÓN
165
DERECHO SUCESORIO
87 Concordaba este precepto con el art. 1173 del Código, hoy derogado, el
cual disponía que si el cónyuge había dado lugar al divorcio por su culpa, perdía
el derecho a la porción conyugal. Hoy concuerda con la parte final del inc. final
del art. 1182 (ver Nº 448). De más está decir que este último precepto también
ha sido modificado por la Ley de Matrimonio Civil para adecuarlo a las nuevas
instituciones matrimoniales (véase al respecto las anteriores ediciones de este
libro, especialmente, la 6ª, tomo I, Nº 165, pág. 149).
166
LOS HEREDEROS ABINTESTATO Y SUS DERECHOS EN LA SUCESIÓN
167
DERECHO SUCESORIO
87 bisEl art. 174 del Código Civil ha quedado con un error, puesto que habla
del cónyuge divorciado, evidentemente refiriéndose al de la antigua Ley de Ma-
trimonio Civil. En efecto, le reconoce al cónyuge divorciado el derecho de ali-
mentos, en circunstancias que en el divorcio de acuerdo al art. 60 de la ley
actual, éste no da derecho a ellos. Esto es más grave aún porque los arts. 173 y
175 fueron modificados para adecuarlos a la actual legislación. Lo mismo deberá
hacerse con el art. 174.
168
LOS HEREDEROS ABINTESTATO Y SUS DERECHOS EN LA SUCESIÓN
169
DERECHO SUCESORIO
Sección segunda
SEGUNDO ORDEN: DE LOS ASCENDIENTES
Y EL CÓNYUGE SOBREVIVIENTE
170
LOS HEREDEROS ABINTESTATO Y SUS DERECHOS EN LA SUCESIÓN
171
DERECHO SUCESORIO
172
LOS HEREDEROS ABINTESTATO Y SUS DERECHOS EN LA SUCESIÓN
173
DERECHO SUCESORIO
174
LOS HEREDEROS ABINTESTATO Y SUS DERECHOS EN LA SUCESIÓN
175
DERECHO SUCESORIO
Sección tercera
TERCER ORDEN: DE LOS HERMANOS
177. Aplicación de este orden. Contempla el tercer orden de sucesión
el art. 990. Lo denominamos de los hermanos, por ser éstos los
que fijan el orden, pues mientras haya uno de ellos nos quedamos
en el tercer orden, y no se pasa a los siguientes.
Se aplica este orden a falta de descendientes, cónyuge sobrevi-
viente y ascendientes; por ello el art. 990 comienza diciendo: “si el
difunto no hubiese dejado descendientes, ni ascendientes, ni cón-
yuge”, etc. Habiendo descendientes, tiene lugar el primer orden, y
si hay ascendientes o cónyuge, nos quedamos en el segundo. A
falta de todos estos, se pasa al tercer orden.
En este tercer orden de sucesión concurren sólo los que le
dan su denominación.88
176
LOS HEREDEROS ABINTESTATO Y SUS DERECHOS EN LA SUCESIÓN
177
DERECHO SUCESORIO
Sección cuarta
CUARTO ORDEN: DE LOS COLATERALES
180. Reglas conforme a las cuales suceden los colaterales. Los colate-
rales concurren a la sucesión intestada del causante conforme al
art. 992, esto es:
1º. Los colaterales de grado más próximo excluyen a los de
grado más lejano.
Así lo señala el inciso 1º del precepto en estudio, como una
consecuencia de que el derecho de representación no tiene lugar
en la línea colateral, sino en favor de la descendencia del herma-
no y no más allá. No opera, pues, en este orden, según lo dicho en
el número anterior.
Lo repite a mayor abundamiento el inciso final del art. 992:
“el colateral o los colaterales del grado más próximo excluirán
siempre a los otros”.
178
LOS HEREDEROS ABINTESTATO Y SUS DERECHOS EN LA SUCESIÓN
179
DERECHO SUCESORIO
Sección quinta
QUINTO ORDEN: EL FISCO
180
LOS HEREDEROS ABINTESTATO Y SUS DERECHOS EN LA SUCESIÓN
Sección sexta
LOS EXTRANJEROS Y LA SUCESIÓN INTESTADA
183. Los extranjeros tienen los mismos derechos que los chilenos en las suce-
siones abintestato abiertas en Chile. El Código Civil no hace diferencia
alguna entre los chilenos y extranjeros en materia de sucesión abin-
testato. Es lo que dispone el art. 997 al decir: “los extranjeros son
llamados a las sucesiones abintestato abiertas en Chile de la misma
manera y según las mismas reglas que los chilenos”.
El precepto citado no hace sino aplicar la regla general del
art. 57, según el cual el Código Civil no hace diferencia alguna
entre chilenos y extranjeros respecto de los derechos que se re-
glan en él, lo cual no dejó, por cierto, de ser una novedad a la
época de su dictación.
181
DERECHO SUCESORIO
182
LOS HEREDEROS ABINTESTATO Y SUS DERECHOS EN LA SUCESIÓN
pág. 499.
183
DERECHO SUCESORIO
184
LOS HEREDEROS ABINTESTATO Y SUS DERECHOS EN LA SUCESIÓN
95 Véase Sucesión Legal, Nº 112, págs. 119 y siguientes, única obra que analiza
185
DERECHO SUCESORIO
186
CAPÍTULO III
SUCESIÓN PARTE TESTADA
Y PARTE INTESTADA
190. 1º. Cómo se divide la herencia. El inciso primero del art. 996
dispone: “cuando en un mismo patrimonio se ha de suceder por
testamento y abintestato, se cumplirán las disposiciones testamen-
tarias, y el remanente se adjudicará a los herederos abintestato
según las reglas generales”.
Como se ve, la solución es muy simple; se aplica primero el
testamento, y en lo que reste rigen las reglas ya estudiadas sobre la
forma de dividir las herencias abintestato.
187
DERECHO SUCESORIO
188
SUCESIÓN PARTE TESTADA Y PARTE INTESTADA
189
DERECHO SUCESORIO
190
CAPÍTULO I
CONCEPTO DE TESTAMENTO
193. Concepto. Trata del testamento el Título III del Libro III del
Código, artículos 99 (que lo define) y siguientes.
El origen etimológico del término deriva de dos expresiones
latinas: “testatio mentis”, que quieren decir testimonio de la vo-
luntad, y en efecto, en el testamento se manifiesta la última volun-
tad del que lo otorga.
El artículo 999 consigna una definición de testamento que da
una idea muy adecuada de esta institución. Dice el precepto: “el
testamento es un acto más o menos solemne, en que una persona dispone
del todo o de una parte de sus bienes para que tenga pleno efecto después de
sus días, conservando la facultad de revocar las disposiciones contenidas
en él, mientras viva”.
Analizaremos detalladamente esta definición en los números
siguientes, pues ella contempla las características fundamentales
del testamento.
193
DERECHO SUCESORIO
194
CONCEPTO DE TESTAMENTO
195
DERECHO SUCESORIO
196
CONCEPTO DE TESTAMENTO
Título VI del Libro III, artículos 1212 y siguientes. Nos ocuparemos con más
detenimiento de esta institución, en consecuencia, en la parte sexta, capítulo I
de este estudio, números 536 y siguientes.
98 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomo 43, sección 1ª, pág. 44. Véase
197
DERECHO SUCESORIO
198
CONCEPTO DE TESTAMENTO
199
DERECHO SUCESORIO
200
CAPÍTULO II
REQUISITOS DEL TESTAMENTO
201
DERECHO SUCESORIO
Sección primera
CAPACIDAD PARA TESTAR
201. Por regla general todas las personas son capaces para testar. Excep-
ciones. En el derecho la regla general es la capacidad, y la excep-
ción la incapacidad. Así lo dice el artículo 1446 respecto de los
actos o contratos; el 1795 en la compraventa, y el 961 respecto de
la capacidad para suceder. Nada de extraño tiene entonces que
en el testamento se aplique el mismo principio y sean hábiles para
testar todos a quienes la ley no declara incapaces.
Así se desprende del artículo 1005, que en sus cinco numeran-
dos (reducidos a cuatro por la Ley Nº 7.612, de 21 de octubre de
1943), establece las diversas causales de incapacidad, para decir
en su inciso final: “las personas no comprendidas en esta enume-
ración son hábiles para testar”.
Y son incapaces para otorgar testamento:
1º El impúber;
2º El que actualmente no estuviere en su sano juicio;
3º El demente bajo interdicción, y
4º El que de palabra o por escrito no pudiere expresar su
voluntad.
En los números siguientes analizaremos estas causales de inca-
pacidad.
202
REQUISITOS DEL TESTAMENTO
203
DERECHO SUCESORIO
104 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomo XVIII, sección 1ª, pág. 145.
204
REQUISITOS DEL TESTAMENTO
Sección segunda
LA VOLUNTAD EXENTA DE VICIOS
207. Importancia fundamental de la voluntad en el testamento. La vo-
luntad, que recibe el nombre de consentimiento en los actos jurí-
dicos bilaterales o convenciones, es siempre requisito esencial y
fundamento de todo acto o contrato.
Pero hay ciertos casos en que ella adquiere un carácter relevan-
te; así ocurre en el matrimonio, donde el legislador rodea la mani-
festación del consentimiento de una serie de garantías, y también
en el testamento. En éste la voluntad libremente manifestada por el
testador es su base fundamental, sobre todo si se considera que el
testamento produce sus efectos una vez fallecido el causante, por lo
cual va a ser difícil determinar la exacta voluntad de éste. Por ello el
legislador rodea del máximo de precauciones la manifestación de
voluntad del testador, creando incapacidades e indignidades para
suceder para los que atentan contra ella, anulando determinadas
disposiciones testamentarias por temor de que en ellas la voluntad
del testador se haya visto influenciada por factores extraños, ro-
deando de solemnidades el otorgamiento del acto, etc.
Se oponen a la libre manifestación de la voluntad del testador
los vicios de la voluntad: fuerza, dolo y error.
205
DERECHO SUCESORIO
105 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomo VI, sección 1ª, pág. 493.
206
REQUISITOS DEL TESTAMENTO
212. Causal de indignidad para suceder del que por fuerza o dolo ha
obtenido una disposición testamentaria. El número cuarto del artículo 968
declara indigno para suceder, en la forma antes vista (Nº 116), al
que por fuerza o dolo obtuvo una disposición testamentaria.
207
CAPÍTULO III
CLASIFICACIÓN DEL TESTAMENTO
208
CLASIFICACIÓN DEL TESTAMENTO
Sección primera
D EL TESTAMENTO SOLEMNE OTORGADO EN CHILE
209
DERECHO SUCESORIO
pág. 281.
210
CLASIFICACIÓN DEL TESTAMENTO
219. Otros requisitos de los testigos: algunos de ellos deben saber leer y
escribir y tener cierto domicilio. Además de ser hábiles, los testigos
deben cumplir otros requisitos contemplados en el inciso final del
artículo 1012.
1º Dos testigos a lo menos deberán estar domiciliados en la
comuna o agrupación de comunas en que se otorga el testamento.
Este requisito se refería anteriormente al “departamento” en
que se otorgaba el testamento. Como esta división geográfica fue
suprimida, la Ley Nº 18.776, de 18 de enero de 1989, modificó el
artículo 1012, adaptándolo a la situación actual del territorio juris-
diccional de los notarios, que es igual al de los jueces de letras
(artículo 400 del C.O.T.).
2º Si el testamento se otorga ante tres testigos, uno por lo
menos deberá saber leer y escribir, y si se otorga ante cinco testi-
gos, dos por lo menos deberán cumplir este requisito.
Párrafo 1º
El testamento solemne abierto, público o nuncupativo
211
DERECHO SUCESORIO
212
CLASIFICACIÓN DEL TESTAMENTO
213
DERECHO SUCESORIO
108 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomo VI, sección 1ª, pág. 432.
214
CLASIFICACIÓN DEL TESTAMENTO
109 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomo II, sec. 2ª, pág. 72. En sen-
tencia publicada en la misma Revista, tomo LX, sec. 2ª, pág. 49, se ha resuelto
que no hay plazo para llevar a cabo la publicación, ya que sólo una vez efectuada
se discutirá la validez del testamento.
En otra sentencia, publicada en la Revista, tomo LXV, sec. 2ª, pág. 51, se
rechaza una demanda de nulidad fundada en que los testigos declararon distinto
en la publicación que en el otorgamiento del testamento.
Finalmente, se declaró válido el testamento otorgado ante juez de distrito, o
sea, ante funcionario incompetente, si concurrían 5 testigos: Revista, tomo LX,
sec. 2ª, pág. 2.
215
DERECHO SUCESORIO
110 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomo XLIII, sección 1ª, pág. 42.
216
CLASIFICACIÓN DEL TESTAMENTO
111 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomo LII, sección 1ª, pág. 160.
Por la misma razón se ha resuelto que no se invalida el testamento por el
hecho de no haber sido protocolizado en el plazo legal: Ídem, tomo LX, sec-
ción 2ª, pág. 49.
112 Se ha resuelto que es solemnidad del testamento que el notario certifique
que el testador se encuentra en su sano juicio, sin que ello signifique que si el
testamento es impugnado por demencia del testador, prime la certificación del
notario respecto a la prueba que se rinda, ni tampoco que el notario por esta
sola circunstancia tenga interés en el pleito: Ídem, tomo LXIII, sección 2ª, pág. 10.
217
DERECHO SUCESORIO
218
CLASIFICACIÓN DEL TESTAMENTO
219
DERECHO SUCESORIO
116 Por vía ejemplar: “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomos I, sección 1ª,
pág. 108; V, sección 1ª, pág. 120; XVI, sección 1ª, pág. 243, y IV, sección 1ª, pág. 144.
117 “Gaceta de los Tribunales” de 1924, sentencia Nº 114, pág. 532.
118 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomo 55, sección 1ª, pág. 144.
119 Ídem.
120 Ídem, tomos V, sección 2ª, pág. 34, y VI, sección 1ª, pág. 493.
220
CLASIFICACIÓN DEL TESTAMENTO
228. Por regla general, una persona puede otorgar a su elección testa-
mento abierto o cerrado. Excepciones. Queda al criterio del testador
otorgar testamento abierto o cerrado, pero esta libertad tiene al-
gunas limitaciones, pues hay ciertas personas que están obligadas
a otorgar testamento abierto, y otras que no pueden hacerlo, o
sea, deben otorgar testamento cerrado, como lo veremos en los
números siguientes.
221
DERECHO SUCESORIO
En el caso del testamento del ciego, debe hacerse una doble lectu-
ra de él:
a) La primera, por el funcionario público que interviene en
el acto, y
b) La segunda, por un testigo elegido al efecto por el testador.
3º En el testamento se dejará constancia expresa del cumpli-
miento de la solemnidad de la doble lectura.
La razón en estas precauciones tomadas por el legislador es el
deseo de éste, en vista del defecto de que adolece el testador, de
rodear su testamento de las mayores garantías posibles, a fin de
que sea la expresión exacta de su voluntad.
Párrafo 2º
Testamento solemne cerrado o secreto
222
CLASIFICACIÓN DEL TESTAMENTO
122 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomo XXVIII, sección 1ª, pág. 344.
223
DERECHO SUCESORIO
123 “Gaceta de los Tribunales” de 1901, tomo II, sentencia Nº 3.321, pág. 1473.
124 “Gaceta de los Tribunales” de 1886, sentencia Nº 811, pág. 457, y “Revista
de Derecho y Jurisprudencia”, tomo XXXIX, sección 1ª, pág. 449.
125 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomo XXXII, sección 1ª, pág. 275.
224
CLASIFICACIÓN DEL TESTAMENTO
127 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomo XXVIII, sección 1ª, pág. 171.
225
DERECHO SUCESORIO
128 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomo XXXIX, sección 1ª, pág. 449.
129 Ídem, tomo XLII, sección 2ª, pág. 33.
130 “Gaceta de los Tribunales” de 1898, tomo I, sentencia Nº 2.145, pág. 1799.
Véase la nota 124. Estos dos fallos sientan la doctrina de que en el testamento
cerrado no se puede firmar por el testador a ruego suyo.
226
CLASIFICACIÓN DEL TESTAMENTO
227
DERECHO SUCESORIO
228
CLASIFICACIÓN DEL TESTAMENTO
229
DERECHO SUCESORIO
Párrafo 3º
De la nulidad del testamento solemne
230
CLASIFICACIÓN DEL TESTAMENTO
140 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomo XLVIII, sección 2ª, pág. 86.
141 “Gaceta de los Tribunales” de 1863, sentencia Nº 1.033, pág. 385, y “Revis-
ta de Derecho y Jurisprudencia”, tomo XXVIII, sección 1ª, pág. 344.
142 Ídem, de 1889, tomo I, sentencia Nº 1.260, pág. 836.
143 Ídem, de 1859, sentencia Nº 1.388, pág. 798.
144 Ídem, de 1914, sentencia Nº 574, pág. 1579. Hoy sería nulo todo testa-
231
DERECHO SUCESORIO
232
CLASIFICACIÓN DEL TESTAMENTO
148 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomo LV, sección 2ª, pág. 43. Por la
misma razón se ha fallado que corresponde al demandante probar que sería here-
dero abintestato a falta del testamento impugnado, y que la nulidad sólo puede
declararse cuando el testador ya ha fallecido. Ídem, tomo LX, sección 2ª, pág. 2.
En relación con lo mismo, se ha resuelto que es legítimo contradictor en el
juicio de nulidad de un testamento que revoca a otro, un legatario establecido
en el testamento revocado. Ídem, tomo LXV, sección 2ª, pág. 53.
149 “Gaceta de los Tribunales” de 1905, tomo I, sentencia Nº 253, pág. 374, y
233
DERECHO SUCESORIO
150 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomo XLVIII, sección 2ª, pág. 86.
151 Ídem, tomos L, sección 1ª, pág. 347; sección 1ª, pág. 396; LV, sección 1ª,
pág. 144.
152 Los mismos fallos de las notas 150 y 151.
153 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomo XLVIII, sección 2ª, pág. 86.
234
CLASIFICACIÓN DEL TESTAMENTO
235
DERECHO SUCESORIO
158 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomo XLVIII, sección 2ª, pág. 86.
159 Ídem, tomo XXI, sección 1ª, pág. 419.
160 Ídem, tomo XXXVI, sección 1ª, pág. 286.
236
CLASIFICACIÓN DEL TESTAMENTO
Sección segunda
D EL TESTAMENTO SOLEMNE OTORGADO EN PAÍS EXTRANJERO
Párrafo 1º
237
DERECHO SUCESORIO
238
CLASIFICACIÓN DEL TESTAMENTO
Párrafo 2º
Testamento otorgado en país extranjero
en conformidad a la ley chilena
161 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomo XXV, sección 1ª, pág. 106.
239
DERECHO SUCESORIO
240
CLASIFICACIÓN DEL TESTAMENTO
241
DERECHO SUCESORIO
Sección tercera
DEL TESTAMENTO M ENOS S OLEMNE O PRIVILEGIADO
242
CLASIFICACIÓN DEL TESTAMENTO
243
DERECHO SUCESORIO
Párrafo 1º
Del testamento verbal
162 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomos XXXIX, sección 1ª, pág. 197,
244
CLASIFICACIÓN DEL TESTAMENTO
163 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomo XXXI, sección 1ª, pág. 218.
164 Ídem, tomo XXI, sección 1ª, pág. 288.
165 Ídem, tomo XXII, sección 1ª, pág. 1001.
166 Ídem, tomo LV, sección 2ª, pág. 43.
245
DERECHO SUCESORIO
167 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomo XXII, sección 1ª, pág. 316.
246
CLASIFICACIÓN DEL TESTAMENTO
168 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomos XLII, sección 1ª, pág. 539,
247
DERECHO SUCESORIO
171 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomo LV, sección 2ª, pág. 43.
248
CLASIFICACIÓN DEL TESTAMENTO
172 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomos XXXII, sección 1ª, pág. 143,
249
DERECHO SUCESORIO
Párrafo 2º
El testamento militar
250
CLASIFICACIÓN DEL TESTAMENTO
251
DERECHO SUCESORIO
252
CLASIFICACIÓN DEL TESTAMENTO
253
DERECHO SUCESORIO
254
CLASIFICACIÓN DEL TESTAMENTO
Párrafo 3º
El testamento marítimo
255
DERECHO SUCESORIO
256
CLASIFICACIÓN DEL TESTAMENTO
257
DERECHO SUCESORIO
258
CLASIFICACIÓN DEL TESTAMENTO
259
CUARTA PARTE
261
CAPÍTULO I
REQUISITOS DE LAS DISPOSICIONES
TESTAMENTARIAS
Sección primera
CERTIDUMBRE Y DETERMINACIÓN DEL ASIGNATARIO
293. El asignatario debe ser persona cierta. Dice el inciso primero del
artículo 1056 en su primera parte que “todo asignatario deberá
ser una persona cierta y determinada, natural o jurídica”.
En cuanto a la certidumbre, el Código insiste en este concepto
en los artículos 962 y 963, según los cuales el asignatario para ser
263
DERECHO SUCESORIO
264
REQUISITOS DE LAS DISPOSICIONES TESTAMENTARIAS
265
DERECHO SUCESORIO
296. Asignaciones que se dejan para el alma del testador. Era muy
frecuente, antiguamente, que se dejase una asignación para el
alma del testador. En tal evento, el inciso cuarto del artículo 1056
dispone que lo dejado para el alma del testador, sin especificar de
otro modo su inversión, sigue la misma regla del número anterior.
Es decir, se asimila a las asignaciones hechas con un objeto de
beneficencia y el FONASA invertirá las asignaciones dejadas para el
alma del testador en fines de beneficencia y asistencia social.
176 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomo VII, sección 1ª, pág. 254.
266
REQUISITOS DE LAS DISPOSICIONES TESTAMENTARIAS
Sección segunda
REQUISITOS DE LAS ASIGNACIONES
299. Las asignaciones al igual que los asignatarios deben estar determina-
das o ser determinables. Excepción. En la sección anterior veíamos que
para la eficacia de una disposición testamentaria se requiere la
determinación de su sujeto. Pero para la validez de la asignación
debe existir además otra determinación, la del objeto de la asigna-
ción misma, de lo que se deja al asignatario. La primera es deter-
minación subjetiva; esta última es objetiva.
Es el artículo 1066 la disposición que contempla este requisito
al decir: “toda asignación deberá ser a título universal, o de especies
determinadas o que, por las indicaciones del testamento, puedan
claramente determinarse o de géneros y cantidades que igualmente
lo sean o puedan serlo. De otra manera, se tendrá por no escrita”.
El precepto no hace sino repetir la clasificación hecha por el
artículo 951 de las asignaciones en herencias (asignaciones a títu-
lo universal) y legados (asignaciones a título singular) y de éstos
en legados de especie o cuerpo cierto y de género.
Tratándose de una asignación a título universal o herencia,
basta la determinación del patrimonio del causante, puesto que el
heredero sucede en todo él o en una cuota suya.
En los legados, en cambio, se exige la determinación de la
asignación en sí misma, de los bienes que la forman. Esta determi-
nación, al igual que la individualización del asignatario, puede
suplirse por indicaciones claras del testamento que permitan pre-
cisar las especies, géneros o cantidades legadas.
En los legados de especie o cuerpo cierto la determinación
exigida es la máxima: la específica. Deberá entonces decir el testa-
dor: lego a Fulano mi inmueble tal ubicado en calle cual, tal
número y con los siguientes deslindes o tal inscripción en el Con-
servador, etc. En todo caso, la determinación puede suplirse por
indicaciones claras del testamento.
En los legados de género es menos estricta la individualización
de los bienes asignados, los cuales deben estar determinados ge-
néricamente o en cantidad, o cuando menos ser determinables en
virtud de que el testamento contenga indicios claros al respecto.
267
DERECHO SUCESORIO
177 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomo XXXV, sección 1ª, pág. 370.
268
REQUISITOS DE LAS DISPOSICIONES TESTAMENTARIAS
178 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomos III, sección 2ª, pág. 122,
y IV, sección 2ª, pág. 100. Hoy en día en vez de “legítimo” habría que hablar de
“hijo de filiación matrimonial”.
269
DERECHO SUCESORIO
304. Elección del asignatario por otra persona. Según el artículo 1004,
la facultad de testar es indelegable. Como habría en ello una dele-
gación de esta facultad, el artículo 1063 declara que “la elección de
un asignatario, sea de entre cierto número de personas, sea absolu-
tamente, no depende del puro arbitrio ajeno”.
También analizamos este precepto en la definición de testamen-
to, en relación con el carácter personalísimo de éste (ver Nº 196).
270
REQUISITOS DE LAS DISPOSICIONES TESTAMENTARIAS
271
DERECHO SUCESORIO
Sección tercera
INTERPRETACIÓN DEL T ESTAMENTO
272
REQUISITOS DE LAS DISPOSICIONES TESTAMENTARIAS
179 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomos XV, sección 1ª, pág. 316,
y XIX, sección 1ª, pág. 349.
180 Ídem, tomo IX, sección 1ª, pág. 101.
181 Ídem, tomos XLIX, sección 1ª, pág. 205, y LII, sección 1ª, pág. 42.
182 Ídem, tomos X, sección 1ª, págs. 171 y 217; XII, sección 1ª, pág. 185; XVI,
Este último fallo es el que declara que calificar una asignación de herencia o
de legado es cuestión de derecho.
184 Ídem.
185 Ídem, tomo LII, sección 1ª, pág. 79.
273
CAPÍTULO
DERECHO II
SUCESORIO
Sección primera
D E LAS ASIGNACIONES SUJETAS A MODALIDADES
274
CLASIFICACIÓN DE LAS ASIGNACIONES TESTAMENTARIAS
Párrafo 1º
Asignaciones condicionales
275
DERECHO SUCESORIO
276
CLASIFICACIÓN DE LAS ASIGNACIONES TESTAMENTARIAS
277
DERECHO SUCESORIO
278
CLASIFICACIÓN DE LAS ASIGNACIONES TESTAMENTARIAS
279
DERECHO SUCESORIO
186 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomo XII, sección 1ª, pág. 185.
280
CLASIFICACIÓN DE LAS ASIGNACIONES TESTAMENTARIAS
Párrafo 2º
Asignaciones testamentarias a día
281
DERECHO SUCESORIO
282
CLASIFICACIÓN DE LAS ASIGNACIONES TESTAMENTARIAS
326. Asignaciones desde tal día y hasta tal día. Las asignaciones a
día admiten otra clasificación en asignaciones desde tal día (dies
ad quo) y hasta tal día (dies ad quem), que corresponde a la
clasificación del plazo en suspensivo y extintivo y de la condición
en suspensiva y resolutoria.
Por ejemplo, la asignación es desde tal día, si el testador dice
que lega $ 1.000 a Pedro, quien llevará el legado un año después
283
DERECHO SUCESORIO
284
CLASIFICACIÓN DE LAS ASIGNACIONES TESTAMENTARIAS
328. Asignaciones desde un día que llega antes de la muerte del testa-
dor. Puede ocurrir, como en las condiciones, que en lo asignado
desde tal día, éste llegue antes de la muerte del testador. En este
caso, según el artículo 1082, la asignación se entenderá hecha
para después del fallecimiento del testador, y sólo se deberá desde
que se abra la sucesión.
329. Asignaciones hasta tal día. Las asignaciones hasta tal día o
dies ad quem también pueden ser de cuatro clases, a saber:
1º Asignaciones hasta tal día cierto y determinado.
285
DERECHO SUCESORIO
187 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomo IV, sección 1ª, pág. 53.
286
CLASIFICACIÓN DE LAS ASIGNACIONES TESTAMENTARIAS
188 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomo XLVII, sección 1ª, pág. 552.
287
DERECHO SUCESORIO
288
CLASIFICACIÓN DE LAS ASIGNACIONES TESTAMENTARIAS
189 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomo XIX, sección 1ª, pág. 433.
190 Ídem, tomo XLIII, sección 1ª, pág. 263.
191 Ídem, tomo XLIX, sección 2ª, pág. 429.
289
DERECHO SUCESORIO
Párrafo 3º
Asignaciones modales propiamente tales
290
CLASIFICACIÓN DE LAS ASIGNACIONES TESTAMENTARIAS
194 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomo LIII, sección 1ª, pág. 325.
291
DERECHO SUCESORIO
196 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomos VI, sección 1ª, pág. 481; XI,
sección 1ª, pág. 21; XII, sección 1ª, pág. 107, y LIII, sección 1ª, pág. 325.
292
CLASIFICACIÓN DE LAS ASIGNACIONES TESTAMENTARIAS
293
DERECHO SUCESORIO
197 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomo XV, sección 1ª, pág. 601.
294
CLASIFICACIÓN DE LAS ASIGNACIONES TESTAMENTARIAS
295
DERECHO SUCESORIO
Sección segunda
ASIGNACIONES A TÍTULO UNIVERSAL O HERENCIAS
296
CLASIFICACIÓN DE LAS ASIGNACIONES TESTAMENTARIAS
297
DERECHO SUCESORIO
198 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomo XXI, sección 1ª, pág. 228.
298
CLASIFICACIÓN DE LAS ASIGNACIONES TESTAMENTARIAS
199 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomos XXXVI, sección 1ª, pág. 289,
299
DERECHO SUCESORIO
pág. 203.
300
CLASIFICACIÓN DE LAS ASIGNACIONES TESTAMENTARIAS
301
DERECHO SUCESORIO
201 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomo XX, sección 1ª, pág. 211.
202 “Gaceta de los Tribunales” de 1928, sentencia Nº 111, pág. 709.
302
CLASIFICACIÓN DE LAS ASIGNACIONES TESTAMENTARIAS
303
DERECHO SUCESORIO
304
CLASIFICACIÓN DE LAS ASIGNACIONES TESTAMENTARIAS
A B C D
6 4 3 3
— — — —
12 12 12 12
A B C D
6 4 3 3
— — — —
16 16 16 16
305
DERECHO SUCESORIO
306
CLASIFICACIÓN DE LAS ASIGNACIONES TESTAMENTARIAS
Sección tercera
LAS ASIGNACIONES A T ÍTULO SINGULAR
307
DERECHO SUCESORIO
203 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomo XXII, sección 1ª, pág. 161.
308
CLASIFICACIÓN DE LAS ASIGNACIONES TESTAMENTARIAS
309
DERECHO SUCESORIO
205 Estas observaciones nos han sido formuladas por el profesor señor Fer-
nando Mujica.
206 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomos IV, sección 1ª, pág. 147,
310
CLASIFICACIÓN DE LAS ASIGNACIONES TESTAMENTARIAS
311
DERECHO SUCESORIO
207 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomo XXXIII, sección 1ª, pág. 219.
208 Ídem, tomo VI, sección 1ª, pág. 423.
209 Ídem, tomo II, sección 1ª, pág. 5.
312
CLASIFICACIÓN DE LAS ASIGNACIONES TESTAMENTARIAS
313
DERECHO SUCESORIO
314
CLASIFICACIÓN DE LAS ASIGNACIONES TESTAMENTARIAS
315
DERECHO SUCESORIO
316
CLASIFICACIÓN DE LAS ASIGNACIONES TESTAMENTARIAS
317
DERECHO SUCESORIO
210 Don José Clemente Fabres opina que, en este caso, el legatario puede ser
perseguido por la deuda hipotecaria o prendaria, pero una vez pagada podrá
repetir en contra de los herederos, basándose en que el artículo 1366 da este
derecho al legatario cuando el testador “no haya querido expresamente gravarlo”.
318
CLASIFICACIÓN DE LAS ASIGNACIONES TESTAMENTARIAS
319
DERECHO SUCESORIO
320
CLASIFICACIÓN DE LAS ASIGNACIONES TESTAMENTARIAS
321
DERECHO SUCESORIO
322
CLASIFICACIÓN DE LAS ASIGNACIONES TESTAMENTARIAS
323
DERECHO SUCESORIO
324
CLASIFICACIÓN DE LAS ASIGNACIONES TESTAMENTARIAS
213 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomo XXII, sección 1ª, pág. 161.
214 Ídem, tomo L, sección 1ª, pág. 169.
325
DERECHO SUCESORIO
326
CAPÍTULO III
DE LAS DONACIONES REVOCABLES
327
DERECHO SUCESORIO
328
DE LAS DONACIONES REVOCABLES
329
DERECHO SUCESORIO
330
DE LAS DONACIONES REVOCABLES
331
DERECHO SUCESORIO
332
DE LAS DONACIONES REVOCABLES
333
DERECHO SUCESORIO
334
CAPÍTULO IV
DERECHOS QUE CONCURREN
EN UNA SUCESIÓN
335
DERECHO SUCESORIO
Sección primera
EL DERECHO DE ACRECIMIENTO
336
DERECHOS QUE CONCURREN EN UNA SUCESIÓN
216 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomo LII, sección 1ª, pág. 42.
337
DERECHO SUCESORIO
ellos, que por falta de éste se junta a las porciones de otros, se dice
acrecer a ellas”.
En realidad, la expresión “objeto” está usada en este precepto
en el sentido de asignación, y si el legislador utilizó aquélla y no
ésta, fue por razones literarias, para no repetir las palabras. En
efecto, no quiso decir “destinada una misma asignación a dos o
más asignatarios”, etc.
Así lo ha reconocido la jurisprudencia.217
338
DERECHOS QUE CONCURREN EN UNA SUCESIÓN
339
DERECHO SUCESORIO
220 “Revista de Derecho y Jurisprudencia”, tomo XV, sección 1ª, pág. 350.
340
DERECHOS QUE CONCURREN EN UNA SUCESIÓN
341
DERECHO SUCESORIO
403. 5º Para que opere el acrecimiento debe faltar alguno de los asig-
natarios. Es necesario, para que haya lugar al acrecimiento, que al
fallecimiento del causante falte alguno de los asignatarios conjun-
tos, pues si al tiempo de abrirse la sucesión existen todos los
asignatarios conjuntos, no opera este derecho.
Es menester, entonces, que no concurra alguno de los asigna-
tarios conjuntos, pero el Código, al hablar del derecho de acreci-
miento, no se detuvo a decir cuándo se entiende faltar el asignatario
conjunto. Frente a este silencio del legislador, cabe aplicar por
analogía lo dispuesto por el artículo 1156 para la sustitución. Por
tanto, faltaría el asignatario conjunto en los siguientes casos, los
cuales, por lo demás, no constituyen sino una aplicación de las
reglas generales en esta materia:
1º Cuando el asignatario conjunto fallece antes que el testador;
2º Cuando el asignatario conjunto sea incapaz o indigno de
suceder;
3º Cuando el asignatario repudia la asignación, y
4º Cuando siendo asignatario condicional, en el caso de la
condición suspensiva, fallare la condición, es decir, no llegue a
cumplirse ésta.
En estos cuatro casos debemos entender que falta el asignata-
rio conjunto y hay derecho de acrecimiento.
342
DERECHOS QUE CONCURREN EN UNA SUCESIÓN
343
DERECHO SUCESORIO
344
DERECHOS QUE CONCURREN EN UNA SUCESIÓN
345
DERECHO SUCESORIO
346
DERECHOS QUE CONCURREN EN UNA SUCESIÓN
Sección segunda
LA SUSTITUCIÓN
347
DERECHO SUCESORIO
348
DERECHOS QUE CONCURREN EN UNA SUCESIÓN
349
DERECHO SUCESORIO
Sección tercera
CÓMO CONCURREN ESTOS DERECHOS EN LA SUCESIÓN
350
DERECHOS QUE CONCURREN EN UNA SUCESIÓN
351
DERECHO SUCESORIO
352