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Una parte importante del patrimonio arqueológico del distrito, vinculado por lo general estrechamente con los vestigios mencionados en el capítulo
anterior, comprenden las manifestaciones rupestres en la modalidad de pinturas y petroglifos.
En dos viajes al distrito (abril 2008 y octubre 2009), el autor pudo documentar fotográficamente un total de 17 sitios rupestres, cinco en la quebrada
angosta del río Achasiri, nueve en ambas márgenes del río Coasa (a partir de la confluencia de los ríos Achasiri y Coasa) y tres en la cuenca media
del río Esquena. No se ha podido localizar el sitio Qutikarka, mencionado por Tapia (1985), aunque se supone, por el nombre del sitio, que este se halla
cerca del complejo arqueológico o del pueblo de Cuticarca. Tampoco se encontró el sitio Tingore 3 en la margen izquierda del río Achasiri,
mencionado por Flores y Cáceda (2004).
En los cuadros 1-4 se proporciona un listado de los sitios inventariados hasta la fecha, con indicación de la altura sobre el nivel del mar, el año del
registro y el nombre del o de los investigadores que registraron el sitio. El mapa de la figura 3 muestra la distribución de los sitios en la cuenca del
río Coasa y las subcuencas de los ríos Achasiri, Cuticarca y Esquena. La imagen satelital (Google Earth) de la figura 4 da una idea de la topografía de
la región y muestra las tres concentraciones de sitios rupestres del distrito indicadas mediante óvalos blancos.
Cuadro 1: Sitios rupestres en la cuenca baja del río Achasiri
Altura
No. Nombre del sitio Registrado por / fecha
msnm
Musujchaca 1 Flores y Cáceda, 2004 (denominaron el sitio Tingore 1); Hostnig, abril
1 3860
(o Usuña o Tingore 1) 2008
2 Musujchaca 2 3850 Flores y Cáceda, 2004; Hostnig, abril 2008
3 Chillihua 1 3855 Hostnig, abril 2008, octubre 2009
Flores y Cáceda, 2004 (denominaron el sitio Tingore 2); Hostnig,
4 Chillihua 2 3783 abril 2008; Es probable que coincida con el sitio Lluskuna,
mencionado por Tapia (1985)
5 Kanoqa 3750 Hostnig, abril 2008, octubre 2009
Cuadro 2: Sitios rupestres en la cuenca media del río Coasa (tramo desde la desembocadura del río Achasiri hasta el sector Pampamayo)
Altura
No. Nombre del sitio Registrado por / fecha
msnm
Hostnig, abril 2008, octubre 2009; Tapia, 1985 (trabajo de campo
1 Roq’to Uno 1 3774
entre 1976-1977)
2 Roq’to Uno 2 3800 Hostnig, abril 2008
3 Roq’to Uno 3 3715? Hostnig, abril 2008
4 Ch’ullunqani 1 3698 Hostnig, abril 2008, octubre 2009
5 Ch’ullunqani 2 3700 Hostnig, octubre 2009
6 Pampamayo 3600 Hostnig, octubre 2009
7 K’ucho Uno 1 3648 Hostnig, octubre 2009
8 K’ucho Uno 2 3648 Hostnig, octubre 2009
9 K’ucho Uno 3 3648 Hostnig, octubre 2009
Cuadro 3: Sitios rupestres en la cuenca media del río Esquena
No. Nombre del sitio Altura msnm Registrado por / fecha
1 Juncuntira 3848 Hostnig, octubre 2009
2 Pukupata 1 y 2 3975 Hostnig, octubre 2009
3 Trankapunku 3614 Hostnig, octubre 2009
Cuadro 4: Sitio rupestre en la subcuenca del río Cuticarca
Tapia, 1985 (trabajo de campo entre 1976-1977, sitio no
1 Qutikarka s/d
localizado por el autor)
Fig. 3: Ubicación de los sitios rupestres de Coasa
Fig. 4: Los tres óvalos indican la localización de las áreas rupestres de Coasa
Los principales yacimientos de pinturas rupestres de Coasa se encuentran en la cuenca baja del río Achasiri y en la cuenca alta del río Coasa, desde
la confluencia del río Achasiri con el Coasa hasta una distancia de kilómetro y medio río abajo. Es muy probable que existan más sitios rupestres
siguiendo el Coasa hacia el piso ecológico de la ceja de selva, pero la exploración de la quebrada a partir del último sitio registrado en Pampamayo
demandaría varios días de caminata y de frecuentes bajadas y subidas desde el camino troncal a las zonas de difícil acceso en la ribera del río para
inspeccionar las rocas y las paredes en la base de los acantilados.
En el año 2009, el autor halló una tercera concentración de sitios rupestres, en la modalidad de petroglifos, al visitar el complejo arqueológico de
Wat’amarka guiado por pobladores de Esquena y acompañado por personal de la Municipalidad de Carabaya. En este segundo viaje a Coasa se logró
registrar un conjunto de petroglifos coloniales grabados sobre piedras en pleno camino de herradura, mientras que encima del pueblo de Esquena, el
guía local enseñó al autor dos planchas grandes de rocas con numerosos grabados en las superficies planas y casi horizontales. Estos grabados son
interesantes por su emplazamiento e iconografía pero requieren ser documentados a detalle mediante un método apropiado, puesto que las
fotografías no permiten visibilizar todos los surcos de los petroglifos que son muy superficiales. Otro sitio con petroglifos se encontró durante la
misma visita en la margen izquierda del río Esquena, entre el pueblo de Esquena y Wat’amarca.
A continuación se proporcionará una descripción sucinta de cada sitio para luego, en las conclusiones, sintetizar los principales resultados del
análisis.
Sitios rupestres de la subcuenca del río Achasiri
El río Achasiri tiene su origen en el nevado del mismo nombre (hoy día ya sin nieve perpetua) y vierte sus aguas, luego de un recorrido de 23 km de
oeste a este, en el río Coasa. En la parte alta de la cuenca, el río atraviesa un valle ancho de tipo glaciar hasta el poblado de Huarachani, donde
comienza a cerrarse. A partir del caserío Ayusuma adquiere el carácter de una quebrada encañonada hasta cerca de la capital distrital. Los sitios
rupestres descritos en lo sucesivo, se encuentran en el último trecho de la cuenca, entre 2,5 y 5 kilómetros, contados desde la unión con el río
Coasa.
Musujchaca 1 (o Usuña o Tingore 1)
Cruzando el puente cerca de Ayusuma a la margen derecha del río Achasiri, se llega al primer sitio rupestre en el sector llamado Musujchaca,
topónimo que significa “puente nuevo”. El sitio está ubicado a 3837 msnm, en la margen derecha de la carretera. El panel con las pinturas se
encuentra en la base de un farallón, directamente debajo de una fractura horizontal de la roca, a una distancia de aproximadamente 25 m del borde
de la carretera afirmada que sigue el curso del río (fig. 5).
El pequeño panel se compone de dos motivos: un cuadrado de 12 cm de lado, en cuyo interior se observa un diseño que consta de cuatro triángulos
(uno por lado) que apuntan hacia el centro del cuadrado. Uno de los triángulos lleva otro en el interior usando como base la misma línea que el
triángulo grande. A los costados de tres de los triángulos salen trazos cortos que otorgan mayor complejidad al diseño. Hacia la derecha de este
motivo, a una distancia de unos 40 cm, se encuentran tres líneas verticales ondulantes paralelas, dos de las cuales se juntan en la parte superior.
Corresponden a un motivo recurrente de Coasa que se repite en Kanoja y en los petroglifos de Trankapunku.
La pintura usada es el rojo oscuro que en el motivo cuadrado ha adquirido en algunas partes un tono violáceo, probablemente debido a la reacción
química del pigmento con el soporte rocoso.
Fig. 5: Vista panorámica con indicación del panel. Sitio Musujchaca 1
Flores y Cáceda (2004) reportaron en este sitio un segundo panel con la “representación de camélidos en acto de apareamiento en color rojo oscuro,
mientras que unos centímetros más abajo [existe] una silueta antropomorfa acechando a los animales.”
Musujchaca 2
A corta distancia del primer sitio se encuentra, en la base del mismo farallón, otro panel con pinturas rupestres de color rojo oscuro de iconografía
distinta a la del sitio anterior, compuesto por dos motivos figurativos y dos abstractos (figs. 6 y 7a). En el lado izquierdo del panel vemos una figura
antropomorfa esquematizada con los brazos en alto, uno de ellos agarrando lo que pareciera ser una cuerda que sale del cuello de un cuadrúpedo
con aspecto de llama de tamaño mucho más grande que la figura antropomorfa. El animal está orientado hacia la izquierda del observador y
representado con cuatro extremidades, una oreja, cuello grueso y alargado, cuerpo rectangular y cola exageradamente gruesa. En el lado derecho
arriba se observa una estructura reticulada con un apéndice en la parte inferior y debajo de este motivo una línea zigzagueante, quizás la
representación de una serpiente. En la parte inferior del extremo izquierdo se observan manchas de pigmentos rojos, probablemente los restos de
una figura, hoy destruida (figs. 7a y 7b).
El color usado es el mismo que en el sitio anterior, pero sin el cambio de coloración que han sufrido parte de las pinturas de Musujchaca 1.
Fig. 12: Calco del conjunto de pinturas de color negro en el panel de Chillihua 1
Chillihua 2 (o Tingore 2)
Este sitio, ubicado en la orilla derecha del río y sólo accesible en época de sequía al vadear el río, lamentablemente fue vandalizado mediante pintas
políticas, siendo las más destructivas de los años ochenta (Flores y Cáceda 2004). El panel principal se encuentra directamente debajo del alero y fue
cubierto por las letras VOTA POR A. AGUILAR, pintadas con aceite quemado de automóvil. Debajo de las letras fue pintada una lampa de color rojo, el
símbolo político del Partido Acción Popular (figs. 13, 14a-14c). Hay pinturas aisladas y manchas de color rojo en otras partes del afloramiento rocoso,
pero igualmente cubiertas con lemas de índole política partidaria.
Fig. 23: Camino prehispánico que asciende por la vertiente izquierda del río Coasa
Roq’to Uno 1
Recorriendo unos 500 m desde el inicio del camino se llega al primer sitio con pinturas rupestres ubicadas sobre la pared vertical de un afloramiento
rocoso prominente en el lado izquierdo del camino. El sector lleva el nombre de Roq’to Uno y alberga tres de los ocho sitios rupestres hallados en la
margen izquierda del río Coasa. El farallón con las pinturas es de difícil acceso por lo que carecemos de medidas exactas del panel y de las figuras
representadas (fig. 24).
Fig. 39: Peña con pintura roja representando un personaje con hacha
(Foto: Rosa Ana Hostnig) La foto de la figura humana ha sido procesada
mediante el programa DStretch ImageJ, canal de color “yds”
Ch’ullunqani 1
A unos 800 m desde el inicio del camino precolombino se llega a la cuarta estación rupestre en la margen izquierda del río Coasa. El soporte de las
pinturas forma un afloramiento rocoso ubicado directamente encima del camino. En la parte céntrica, a unos 20 m de altura desde el camino, el
peñón tiene una repisa en fuerte declive hacia afuera (fig. 40). Los pintores prehispánicos se valieron de este balcón natural, quizás asegurados por
cuerdas desde lo alto de la peña, para realizar la obra pictórica.
Fig. 40: Vista panorámica del sitio Ch’ullunqani 1
Fig. 41b: Foto procesada mediante Programa DStretch ImageJ, canal de color “lds”
Fig. 57b: Foto procesada mediante programa DStretch ImageJ, canal de color “lab”
Fig. 57c: Calco en base a fig. 57b
En el panel de la pared lateral se ha logrado aislar un total de diez composiciones abstractas de tipo ornamental y seis motivos figurativos de color
rojo, entre antropomorfos y zoomorfos. Los animales representados son camélidos domesticados, posiblemente llamas, que aparecen con sogas en
el cuello y jaladas por hombres. Llama la atención el tamaño grande de la llama en la parte alta del panel en comparación con el hombre que la jala
con una soga. Las llamadas “composiciones abstractas” se diferencian por sus formas y tamaños, diseños interiores y colores usados. Entre los
diseños al interior de los motivos cerrados se distinguen el reticulado, ajedrezado y triángulo escalonado. En dos motivos (figs. 60 y 64) el diseño
interior de color naranja descansa sobre un fondo rojo. En el motivo de los triángulos escalonados, se alternan los colores rojo y naranja (fig. 58a-
58b).
Llama la atención el uso del color azul, sumamente raro en el arte rupestre de Carabaya, para contornear el motivo rectangular de la figura 59. El
color blanco fue empleado para pintar un compuesto por dos líneas rectas paralelas con triángulos equiláteros seriados, un diseños meándrico con
eje central y otro conformado por un trazo recto con apéndices laterales a manera de ganchos (figs. 61-62).
En el extremo izquierdo del panel se ven los restos tenues de una figura humana con hacha y escudo, hoy casi irreconocible.
Fig. 58a: Motivo de tres triángulos escalonados Fig. 58b: Foto procesada mediante
invertidos con líneas de Programa DStretch ImageJ,
contorno rojo y anaranjado canal de color “lds”
Fig. 59b: Foto procesada mediante
Fig. 59a: Motivo cuadriculado de color anaranjado
Programa DStretch ImageJ,
con línea de contorno azul
canal de color “lds”
Fig. 60a: Motivo ajedrezado Fig. 60b: Foto procesada mediante Programa
de colores alternantes DStretch ImageJ, canal de color “lds”
Fig. 61: Motivo meándrico con eje central (der.) y dos Fig. 62: Motivo abstracto con eje central alargado y
líneas paralelas “dentadas”(izq.) apéndices laterales
Fig. 63a: Motivo cuadriculado con Fig. 63b: Foto procesada mediante programa
manchas de color naranja DStretch ImageJ , canal de color “ybk”
Fig. 65a: Camélido grande de cuello largo jalado por Fig. 65b: Foto procesada mediante programa
hombre de dimensiones pequeñas DStretch ImageJ, canal de color “crgb”
En el sitio K’uchu Uno 3 existen varias superposiciones de motivos de tradiciones diferentes lo que indica un re-uso del sitio en distintas épocas de la
ocupación humana de la zona. Hay superposición de figuras antropomorfas y zoomorfas esquematizadas de color rojo sobre manchas de color
naranja y la superposición de un motivo abstracto de color blanco sobre una porción del pie del camélido naturalista de tamaño grande en el lado
derecho del panel.
Los dos motivos coloniales aislados en forma de cruces (fig. 66) con pedestal no intervienen en el espacio de las pinturas precolombinas que se
encuentran en buen estado de conservación con excepción de algunas áreas exfoliadas y aquellas ubicadas en el extremo izquierdo del panel donde
las pinturas se han deteriorado por el escurrimiento de agua carbonatada que ha formado una película de color lechoso encima de ellas.
Fig. 83 Fig. 84
Trankapunku
A 3614 m de altura y a unos dos km de distancia del pueblo de Esquena río abajo, existe un pequeño panel con grabados en la pared rocosa que
flanquea el río en la margen izquierda (fig. 85). Los grabados consisten en dos líneas onduladas de unos 70 cm de largo que se juntan en la parte
superior y terminan cada uno en un círculo (fig. 86). El motivo tiene mucha semejanza con las líneas sinuosas pintadas encima del personaje con
hacha y escudo en el sitio Kanoja en la cuenca del río Achasiri y pertenece probablemente a la misma época.
Fig. 85: Los grabados de Fig. 86: Calco de
Trankapunku los grabados
Pukupata
Siguiendo unos pocos kilómetros por la carretera que sube en serpentín desde el pueblo de Esquena a las punas de la comunidad para dirigirse luego
al poblado de Saco, se llega a aproximadamente 100 m de altura encima de Esquena a una pequeña pampa surcada por un arroyo. En medio de la
pampa aflora una roca de superficie plana, a manera de una mesa (figs. 87 y 88). La cara plana de la roca está cubierta de grabados con surcos de
poca profundidad. Los motivos son abstractos, con la excepción de una serpiente de forma meándrica y cabeza triangular en un lado de la roca (figs.
89-90). Junto a este motivo aparecen dos cruces andinas. Abundan trazos quebrados y ondulantes que se interconectan y relacionan con círculos
cuyo interior ha sido desbastado. Los grabados fueron producidos mediante el picoteo superficial de la roca mediante un instrumento de percusión
(figs. 91-92).
El emplazamiento de la roca en medio de la pampa y cerca de varios corrales de camélidos, así como la posición plana de la cara superior de la roca
hace suponer que se trata de una mesa usada para fines rituales.
A una distancia de aproximadamente 100 m, a orillas del arroyo que atraviesa la pampa, hay otras dos rocas con grabados (sub-sitio 2), hechos con
la misma técnica (figs. 93-94). Representan líneas sinuosas y quebradas, espirales y una llama esquematizada con su cría, lactando (fig. 95a-95b).
Parte de los grabados están cubiertos por líquenes que están invadiendo la superficie de las rocas.
La ausencia de motivos post-colombinos (jinetes, caballos, cruces) sugiere el origen prehispánico de los grabados.
Fig. 87: Vista panorámica de Pukupata con los dos sub-sitios de petroglifos
SALCEDO
EL INKA
Las representaciones rupestres se encuentran ubicadas en la rinconada de salcedo en la parte sur-este en el cerro “llusca-lluscani”,”khala khala”,
en el distrito de Salcedo, provincia y departamento de Puno aproximadamente a 4Km de la ciudad de puno. Se encuentra en la parte inferior o
base del cerro y establece un abrigo de 30mt de largo y con una altura variable de 7 m de alto aproximadamente.
Los primeros agrupamientos humanos nómades que se hicieron presentes en el valle de salcedo, fueron recolectores y cazadores que bajaron de
las alturas de Mazocrus y Toquepala, dejando así rastros de los primeros habitantes primitivos del altiplano puneño hace mas de 10,000 años de
antigüedad.
Dejaron gran evidencia cultural que nos muestra como era la vida de aquellos pobladores nómades y el grado de desarrollo al cual llegaron,
reflejado en las muestras que dejaron y que hasta ahora se mantienen como vestigios de lo que fue la vida en el altiplano.
EL SAPO
a) Mamíferos, ovinos, vacunos, porcinos, camélidos (llamas y alpacas), cuyes, vizcachas y ratones.
b) Aves domésticas, gallinas, patos, perdices, cernícalos, águila, leque leque, pájaro carpintero.
c) Reptiles, culebras y lagartos.
d) Insectos, moscas, mosquitos, mariposas, saltamontes, libélulas, abejas, hormigas, abreojos, arañas, cucarachas, escarabajos.
En épocas incipientes, aparece el hombre puneño y comienza con las primeras producciones de inteligencia humana para la satisfacción de sus
necesidades primarias.
PINTURA RUPESTRE
Hace unos 8000 a 10000 a.C. se asentaron los primeros pobladores de esta zona, dejando huellas de arte rupestre de tipo esgrafiado (bajo
relieve).
La expresión artística lo han dejado en 10 cuadrados en bajo relieve los que están a una altura de 1.50m a 2m. Sobre el nivel del terreno en
dimensiones variadas que van desde 0.20 a 0.70 cm. de ancho por 0.30 a1.20 m de alto; dentro y alrededor de estos recuadros están las figuras
esgrafiadas de bajo relieve en dimensiones que varían de 2 a 15 cm.
LA TORTUGA
Existen figuras sueltas de animales inversos como: Auquénidos, venados (tarucas), zorros (atoj, lari, camaque) o perros (alko, ano) como también
el ñandú americano (suris). Estas figuras debieron servir para hacer el ritual mágico- religioso (consiste en rellenar o taponear las figuras con
sangre o grasa y tierras de colores o ceniza).
EL LAGARTO
Las figuras compuestas que esgrafiaron en estas paredes son: hombres o mujeres tomados de las manos en números de 3 a 6 lo que nos puede
indicar la participación comunal de una danza de ritual mágico – religioso o chaco (casería andina).
Cabe indicar que este arte rupestre es una manifestación del neolítico superior de la técnica del esgrafiado y pulimento del los recuadros y de las
figuras, el hombre por esa época todavía no se había vuelto sedentario como tampoco avía desarrollado la domesticación de animales y el cultivo
de planta, era un recolector de alimentos mediante la caza , la recolección de frutas y raíces tal vez pescador por la cercanía del lago y la
presencia de un rió que pudo haber existido, un pantanal con arborización frondosa, creando ecosistema abundante, por lo que la estadía de estos
grupos debió ser concurrida y permanente.
Estas pinturas rupestres tienen un inmenso valor ya que se constituyen como una muestra importante de nuestros antepasados, donde ellos
plasmaron sus modos de vida.
No cuenta con una buena conservación y un mantenimiento, los dibujos casi están desapareciendo, producto de los factores geoclimaticos y la
negligencia de los propios habitantes del lugar que dejaron algunas grafías de pintura como rubricas, recuerdos, entre otros; ni siquiera el INC se
preocupa en su conservación y mantenimiento de los mismos.
PINTURAS RUPESTRES