Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
org/2017/04/24/a-periferia-contra-o-estado/
24 de Abril del 2017
¿La periferia contra el estado? ¡Para escapar de las ciencias
tristes! Generemos otras posibilidades
"¿Por qué los pobres no creen más en nuestra promesa de salvación?". Es una pregunta que
resuena a través de las décadas.
La investigación dice mucho más sobre sí misma y sobre la "visión de mundo" que la
informa, de lo que hace por potencializar nuevas preguntas y entendimientos sobre los
procesos sociales en curso. Es curioso observar las lecturas que surgieron de los resultados
publicados. Por un lado, una izquierda que se presenta agotada, sin asumir una crisis de
paradigma constata que el territorio que pensaba como propio fue ocupado por el enemigo.
Por otro lado, aparece una derecha triunfalista, que celebró con materiales o editoriales en los
grandes periódicos los resultados de la investigación de la FPA, en lo que aparece para ellos
como capitulación del estatismo de horizonte socialista frente a un liberalismo que es el telón
de fondo de una sociedad abierta, del libre mercado, el mérito y la clausura del conflicto
ideológico en el campo social.
La investigación sirve a ambos propósitos. Sin embargo, otras posibles lecturas se abren en
las fisuras que permiten escapar de un mundo de binarismos, homogeneizaciones, y guerras
culturales ancladas en las disputas ideológicas del siglo 20. Estos lugares son los que
muestran que la historia no se acabó, aunque algunas formas de construcción política de
hecho ya no son posibles. Barrios organizados para luchar por vivienda y transporte,
respuestas políticas de la población que no necesariamente se alinean con procesos
electorales. Un tránsito sinuoso, de ondulaciones y curvas, muestra también la posibilidad de
otra ciencia y otra política, que no pretende completar el trabajo de la civilización o del
catequismo, y no asume como episteme las fronteras impermeables de un individuo-ciudadano,
de la sociedad organizada por el Estado, ni del mercado, del trabajo y de la propiedad privada
1
https://urucum.milharal.org/2017/04/24/a-periferia-contra-o-estado/
como únicos, permanentes y estables de organización.
Todo el debate generado en torno a la investigación, nos hizo pensar también que disputar lo
que "son" los pobres es una trampa que sólo puede ser deshabilitada por otras prácticas de
investigación, otros lugares de posicionamiento. Esta inquietud acerca del fondo en el que se
plantean las cuestiones nos parece un buen problema de partida: ¿qué modos de conocer
pueden contribuir a la creación y potenciación de proyectos colectivos de autonomía?
Lo que proponemos aquí es una investigación colectiva que sea demandada por los problemas
que surgen de un nuevo ciclo de resistencia, y que pueda contribuir así a desestabilizar la
separación jerarquizante de las formas de pensar y actuar en el mundo. Nuestra propuesta es
simple: una práctica de investigación que actúe por las demandas concretas de las resistencias
al modo de vida neoliberal. Es necesario también rechazar la crítica al "pensamiento
intelectual" que viene resonando entre nosotros mismos, luchadores y activistas. Para superar
esos impasses, nuestro desafío es aún mayor: afirmar que es de la lucha y de las creaciones
de nuevas formas de vida que pueden nacer reflexiones intelectuales creativas y potentes. De
la misma forma, afirmar que no hay potencia de pensamiento que no esté fuertemente
implicado en procesos colectivos de transformación. No hay pensamiento creador sin lucha,
como no hay lucha sin producción de conocimiento.
La dinámica de los cuestionarios puede ser muy cruel cuando se convierte en una inquisición
averiguadora de los valores de los pobres. Si la apuesta es en el mundo del discurso sobre la
realidad, no tengan duda, al menos en el mundo occidental, él siempre estará del lado de los
valores dominantes - de la periferia de São Paulo al Bronx. Una política renovada necesita
pensar otras formas de conocimiento sobre la realidad que no establezca tribunales, sino al
contrario, que se interese por los intersticios, por los escapes, que no niegue la dominación,
sino que pueda pensar a pesar de ella.
Una ciencia que se compromete con la epistemología de las clases dominantes no puede ser
otra cosa que un cuadro triste del pensamiento colonial y de la impotencia política, ora
pacificando las experiencias de los pobres en categorías extrañas como el "liberalismo
popular", ora culpando a los mismos pobres por no entender nunca los engranajes de su propia
dominación. Es también la expresión de un mundo intelectual que sólo consigue pensarse
como la vanguardia iluminada de la clase, distante, pedagógica, pero intacta en sus certezas.
Sin embargo, la vanguardia nunca está allí - si estuviera, sabría, por ejemplo, que el
llamamiento a la imagen del "emprendedurismo"2 es evocada entre varias capas de
experiencia: del pragmatismo de los "giros" cotidianos de quienes siempre fueron excluidos
del régimen asalariado (especialmente mujeres) hasta el deseo de poder trabajar sin un patrón.
Cuando la investigación identifica en el "emprendedurismo" un "liberalismo popular" deja fuera,
de una sola vez, toda una experiencia de clase forjada entre migraciones, industrialización y
desindustrialización, desempleados constantes, así como toda la dinámica pragmática de una
economía popular formada por peluquerías , Motoboys3, limpiadores de parabrisas,
vendedores ambulantes, las personas de los "servicios generales", la clase que vive del
cuidado4.
Para derrotar el modo de vida neoliberal, necesitamos volver a perseguir problemas complejos.
Ellos están por todos lados, son productos también de las propias prácticas de resistencia.
Sería un problema mucho más interesante, por ejemplo, pensar cómo es posible que esa
fracción de clase que la investigación identifica como "liberal" y "solidaria a sus empleadores"
sea también aquella que compone la base social de movimientos sociales como el MTST 7.
Pensar los problemas planteados por las experiencias de arreglos comunitarios en curso:
cocinas colectivas, prácticas de educación popular, producciones artísticas que vienen
construyendo nuevos lenguajes y dispositivos de "politización" más horizontales, las nuevas
experiencias de clínicas públicas de psicoanálisis, los colectivos de comunicación y de
comunicación y medios de comunicación periféricos. Es que las verdaderas cuestiones dan
trabajo (nacen del trabajo de toda construcción colectiva!) Y, en el fondo, necesitamos escoger
si vamos a pensar con la clase (la clase negra, mujer, joven, universitaria), sobre ella o contra
ella. Pensar, finalmente, cómo la clase es hecha y no dada.
La misma conclusión choca con una trampa conceptual: ¿cómo podría el liberalismo contra el
Estado? ¿No fue bajo el régimen neoliberal que se constituyeron enormes redes de represión
policial, desarrollo bélico, apropiación de los fondos públicos y expropiación del patrimonio
colectivo, espionaje de ciudadanos y de fantásticos aparatos de encarcelamiento y castigo? El
liberalismo, aunque contesta al "Estado grande", jamás actuó en el sentido de su abolición,
tampoco abogó por su disminución de garante del orden capitalista.
El liberalismo puede ser incluso interpretado como provocación y respuesta de los pobres,
frente al Estado de la izquierda que no ofrece salidas políticas viables, ni proyectos de sociedad
seductores, y menos aún el mercado, frente al que los pobres saben, sí, reivindicar el Estado
o , quien sabe, otro lugar más allá de la representación y burocratización de la vida.
El binomio Estado X Mercado presentado por la investigación pierde de vista uno de los
principales engranajes del modo de funcionamiento del neoliberalismo que, para avanzar,
precisa que el mercado y el Estado produzcan una coexistencia intrínseca: sea en las acciones
públicas orientadas por criterios de "productividad" o "eficacia "La gestión de resultados"; En
el papel creciente de las policías como garantías extra-legales de la propiedad privada, de la
especulación inmobiliaria y en la criminalización de los movimientos cuestionadores de la
orden de mercado.
Si creamos espacios de escucha nuevos lenguajes pueden ser inventados (en vez de
quedarnos operando mediaciones que encajan el pensamiento de los demás en nuestro
mundo). Tal vez sea más que traducción, sino la pura invención de otro lenguaje común, por
eso, también creadora de otras comunidades políticas. Los regímenes de subjetivación que
nos constituyen son muy heterogéneos. Si deseamos crear nuevos entendimientos, capaces
de hacer proliferar la multiplicidad de lo real, tendremos que aceptar las indeterminaciones y
los trayectos experimentales. ¡Disputemos la imagen del laboratorio! En lugar de la habitación
limpia, pensemos en un laboratorio contaminado. Nuestra hipótesis es que podemos constituir
un nuevo laboratorio (que fabrica nuevos sujetos, nuevos objetos, nuevos mundos) junto a
aquellos que están produciendo nuevas formas de vida en común, actuando contra la
anulación de algo que es común y que se encuentra amenazado por las fuerzas en juego. Sin
embargo, este común no es necesariamente conocido o visible. Es lo que se produce entre
todos, y no para todos. Pero precisamente por eso, a menudo es imperceptible. Puede ser el
6
https://urucum.milharal.org/2017/04/24/a-periferia-contra-o-estado/
silencio de la noche, la calidad del aire que respiramos, el tiempo que tenemos para cuidar de
los próximos, nuestros trayectos en la ciudad y hasta el trabajo que tenemos (¡cómo es difícil
definir hoy los bordes del trabajo y del no trabajo! ).
¿Cómo sería la política de esa forma de conocer? Tal vez, ella también sea inventada
justamente allí donde se produce la vida más ordinaria. Nuestra hipótesis, es que esta forma
de conocer surge simultáneamente a la formación de nuevas comunidades políticas que,
además del régimen de la representación, producen la política de forma inmanente a la vida.
Si ella realiza en el presente su política, no es que ella sea prefigurativa de la forma política a
construirse en otras escalas. Su política es del orden de una singularidad. Es menor, situada,
parcial, incorporada, de la misma forma que el conocimiento que la produce.
Apostamos que en esta forma de conocer por medio de esta política del común, nuevas
individuaciones colectivas - de orden transindividual - pueden emerger. Por lo tanto, no hay
forma política que se cumpla. Y eso es lo más difícil en el momento actual. El mantenimiento
de los canales de enunciación, de prácticas cotidianas, de formas múltiples de pertenencia,
todos abiertos a la proliferación de otras formas de vida (más solidarias, más emancipatorias,
más autónomas, etc.) también demanda la capacidad de luchar contra todas las formas de
opresión, homogeneización, sujeción y explotación. Esta forma de conocer que deseamos
practicar con esa política, es siempre hecha a favor de algo y contra algo.
Exploramos la hipótesis de que un conocimiento activo puede ser producido a partir de los
ruidos con la experiencia, extrapolando los lugares de autoridad y ser el resultado de alianzas
y relaciones entre diferentes saberes situados y deseantes de un proyecto común. Ya no es
permitido (o legítimo) producir un saber sobre los "otros" de modo instrumental, reificado y no
solidario. Nuestra práctica de investigación se desea híbrida y ocurre en el medio, en el entre
investigación-lucha, su tercer margen. En cierto sentido, es una forma de conocer antigua,
pero que en el actual contexto adquiere nuevas configuraciones gracias a las metamorfosis en
los regímenes de poder y sus formas de saber: los antiguos centros de producción de verdades
7
https://urucum.milharal.org/2017/04/24/a-periferia-contra-o-estado/
y sus dispositivos, se multiplicaron y hay también nuevas concentraciones, haciendo emerger
nuevos campos de luchas.
Hacer mundos exige escucha, es entender con otros, exactamente lo que hay que hacer:
nuevas infraestructuras para la vida colectiva; espacios que posibiliten decisiones colectivas
sobre la vida común, pensar el compartir los cuidados, gestionar el problema del desempleo y
producir nuevas sustentabilidades, crear nuevas prácticas de co-formación que puedan
multiplicarse, redes de protección contra la violencia del estado, nuevos lenguajes y, de esa
forma, apuntar a otras formas de vida que no estén encerradas en el binarismo Estado X
Mercado. Pensar con otros - tomar en serio las diferencias, sus contradicciones, formas de
vida, prácticas de existencia. La clase siempre está por hacerse, no hay una substancia a ser
revelada.