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Diálogo: Carmides o de la Templanza

Universidad Vasco de Quiroga * Seminario de Platón


Luis Alberto Navarrete Gutiérrez

DIÁLOGO CARMIDES O DE LA TEMPLANZA


“Cualquiera que haya sido la definición que de sabiduría hayamos inventado de común
acuerdo, ella nos ha hecho ver con desenfado estar desprovista de utilidad”

Tras colaborar con el ejército en Potidea, regresa Sócrates a la práctica del diálogo y la
discusión, como era costumbre. En esta ocasión luego de conversar con un grupo de personas
en la Palestra de Taureas, se encuentra con Carmides, un joven de mucha belleza y querido
por todos, a quien, bajo el pretexto de tener el remedio para los males de cabeza que le
aquejan, Sócrates le hace ir hacia él para entablar la discusión. Sócrates ofrece a su
interlocutor, el remedio de unas palabras mágicas que le serán de alivio para la cabeza, y con
esta del cuerpo entero, y con este del alma; “Estas palabras son los bellos discursos. Gracias a
estos bellos discursos la sabiduría toma raíz en las almas y una vez arraigada y viva, nada más
fácil que procurar la salud a la cabeza y a todo el cuerpo” El argumento del diálogo se centra
en torno de la sabiduría y su significado.

En una primera instancia Carmides la define como el obrar con mesura. Ante esta definición, el
filósofo de Atenas, bajo el supuesto de la belleza, responde que si la sabiduría es algo bello
también lo son la agilidad y la velocidad en el obrar, aplicándolo a un ejemplo con el cuerpo y
la educación. De donde se desprende que la sabiduría no puede radicar sólo en la mesura o
prudencia. Carmides intenta otra definición argumentando que la sabiduría es pudor, aquello
que ruboriza y hace a un hombre modesto Aquí entra otro supuesto que acompaña a la
belleza; la bondad, luego la sabiduría es una cosa buena, pero Sócrates replica que el pudor
puede ser tanto bueno como malo y la sabiduría es esencialmente buena. El alumno se
replantea aseverando que, entonces, la sabiduría consiste en hacer lo que nos corresponde,
mas el sabio no deja de serlo cuando realiza alguna acción diferente a la que se dedica; dicha
definición, aunque no lo dice explícitamente, heredada de Critias.
Critias, quien de aquí en adelante se convierte en el interlocutor de Sócrates, expresa que la
sabiduría es una ciencia; mas el filósofo lo va encauzando hasta hacerlo caer en el absurdo de
decir que es ciencia de sí misma y de las demás; ciencia de lo que se sabe y no de lo que no se
sabe. Y ante esto, Sócrates no encuentra la utilidad de la sabiduría tal como la define Critias.
Considera, pues, el filósofo, que a pesar de todo lo discutido no han llegado a la verdad.
Termina aconsejando a Carmides que examine cuidadosamente si posee la sabiduría para que
no tenga necesidad de palabras mágicas o bellos discursos. El dialogo concluye con una buena
ensalza, desde mis perspectiva, que relaciona la sabiduría con la humildad, ante esta, tanto
que el mismo Critias le hace ver a Carmides que su sabiduría radica en ese momento en
aceptar que no se posee y dejarse enseñar por los encantos de Sócrates para que este le
instruya con las palabras del Tracio.
Diálogo: Carmides o de la Templanza
Universidad Vasco de Quiroga * Seminario de Platón
Luis Alberto Navarrete Gutiérrez

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