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TESIS
QUE PARA OBTENER EL GRADO DE MAESTRO EN
TECNOLOGÍA AVANZADA
PRESENTA:
DIRECTOR DE TESIS:
ALTAMIRA, TAMAULIPAS
A la memoria del
Dr. Orzo Sánchez Montante.
A dos grandes mujeres de mi vida,
mi madre y mi novia, por su
dedicación, paciencia y amor.
Al Dr. David Alberto Rivas Camargo, quien rescató este proyecto en una etapa
muy difícil y con su brillante dirección logró encaminar estos resultados para
que concluyeran satisfactoriamente.
Para la realización de esta investigación se tomaron los datos superficiales del viento
a 10 m de altura registrados por la estación meteorológica de Altamira por presentar
una serie de datos más completa en comparación con otras estaciones. Por otra
parte, se utilizó un producto satelital (BMWF-CERSAT) el cual provee datos de
componentes zonal y meridional del viento con una resolución de 25 km (2004-2009),
siendo validado con cuatro estaciones de la región oriental de Cuba. Luego de la
comparación estadística entre las observaciones y el producto satelital, se determinó
el campo de viento promedio de la zona de estudio. Se modeló el campo de viento a
50 m de altura con el paquete computacional WAsP (Wind Atlas Analysis and
Application Program) y a partir de esto se determinó la densidad de potencia media.
Estos resultados permitieron establecer una comparación con los resultados previos
obtenidos por otros autores.
Entre los principales resultados se encontró que es posible estimar campos de viento
de una zona determinada a partir de los datos del producto satelital, siempre y
cuando se tenga en cuenta que en las zonas costeras como promedio puede
sobrestimarse la intensidad del viento en 1 m/s, aumentando esta sobrestimación
tierra adentro en 2 m/s. A partir del mapa obtenido con el WAsP, el potencial eólico
de la mitad sur del estado de Tamaulipas se clasifica como pobre (200-300 W/m2),
llegando a ser marginal en algunas áreas muy cerca de la costa. Sólo en la mitad
norte del Estado se clasifica al potencial como moderado (400-500 W/m2),
observándose un buen potencial en la zona lagunar.
ABSTRACT
To carry out this research surface wind data at 10 m height were taken, recorded by
the meteorological station of Altamira since it presents a more complete data set.
Moreover, we used a satellite product (BMWF-CERSAT) which provides data of zonal
and meridional components of wind with a resolution of 25 km (2004-2009), being
validated with four seasons of eastern Cuba. After a statistical comparison between
observations and satellite products, we determined the average wind field of the study
area. The wind field at 50 m height was modeled, by using the software package
WAsP (Wind Atlas Analysis and Application Program) and from this, we determined
the average power density. These results allow a comparison with previous results
obtained by other authors.
Among the main results, it was found that it is possible to estimate wind fields in a
given area by using satellite data products, as it is kept in mind that in coastal areas
the average wind speed may be overestimated by 1 m/s, increasing this
overestimation inland to 2 m/s. From the map obtained with the WAsP, the wind
potential of the southern half of the state of Tamaulipas is classified as poor (200-300
W/m2), becoming marginal in some areas near the coast. Only in the northern half of
the state it is classified as moderate potential (400-500 W/m2), showing a good
potential in the lagoon zone.
ÍNDICE GENERAL
Páginas
Capítulo 1. Introducción...……..…………………………………………… 1
1.4 Hipótesis………………………………………………………… 5
2.1 Antecedentes…………………………………………………… 7
Páginas
4.2 Reconstrucción del campo de viento con los datos
satelitales………………………………………………………… 44
Conclusiones......................................………………………………………..... 64
Recomendaciones……………………………………………………………...... 65
Bibliografía…………………………………………………………...…………… 66
Figura Página
1 Capacidad total de energía eólica (en MW) instalada en todo el
mundo hasta el 2011 (WWEA 2012)……………………………………… 2
Figura Página
10 Zona de validación, región oriental de Cuba. Los asteriscos indican
las Estaciones Meteorológicas de referencia (EMC-INSMET). Los
puntos indican nodos del producto satelital BMWF-CERSAT. Cada
nodo más cercano a una estación meteorológica se indica como un
círculo vacío………………………………………………………………….. 24
Figura Página
16 Distribución de frecuencia por rumbos de la dirección e intensidad del
viento. (A) Estación meteorológica 365. (B) Producto satelital por el
método del nodo más cercanos. (C) Producto satelital por el método
de interpolación……………………………………………………………… 40
Figura Página
25 Primer escenario del campo de densidad de potencia media
modelado en el WAsP a 50 m de altura. Se resaltan con líneas los
polígonos de modelación………………………………………………….... 51
Figura Página
31 Aerogenerador Vesta V52/850 (http://www.thewindpower.net/turbine_-
es_27_vestas_v52-850.php), utilizado para la simulacion de los
parque eólicos en este trabajo................................................................ 60
Tabla Página
1 Capacidad de energía eólica (en MW) instalada por países hasta el
2011 (WWEA 2012)…………………………………….…………………… 3
Con este trabajo se presenta una metodología con la cual es posible modelar los
campos de vientos, tomando como referencia las series de tiempo generadas por los
productos satelitales. De esta forma se realizan estimaciones del potencial eólico en
zonas donde no se cuenta con las apropiadas mediciones meteorológicas.
1
el descomunal incremento de la capacidad de energía eólica instalada en el mundo
(figura 1). Según este boletín, el 2011 cerró con una capacidad instalada de 239 GW,
representando un nuevo récord de incremento de 42 GW con respecto al año 2010,
el cual había presentado un incremento de 38 GW. Con esta capacidad instalada es
posible poder cubrir el 3% de la demanda eléctrica mundial. Los países que
encabezan la lista de mayor capacidad de energía instalada son: China con un
incremento de 18 GW, Estados Unidos con 7 GW y Alemania con 2 GW (tabla 1). En
Latinoamérica varios países han mostrado un buen crecimiento, entre los cuales está
México, que presentó un incremento entre finales del 2011 y principios del 2012 de
521 MW a 929 MW (WWEA 2012).
Figura 1: Capacidad total de energía eólica (en MW) instalada en todo el mundo
hasta el 2011 (WWEA 2012).
2
Tabla 1. Capacidad de energía eólica (en MW) instalada por países hasta el 2011
(WWEA 2012)
Estados
46919 6810 40180 5600 35159
Unidos
Reino
6018 730 5203 962 4245
Unido
Resto del
24200 6000 18201 3191 15010
mundo*
*- Datos preliminares
3
En el sitio de internet de Ecología y Medio Ambiente en Puebla (ECOPUE 2012) se
publicó una entrevista realizada (MÉXICO, D.F. el 9 febrero 2012) al presidente de la
Asociación Mexicana de Energía Eólica (AMDEE), el Ing. Leopoldo Rodríguez. En
dicha entrevista el ingeniero reveló que el 2011 había cerrado con una capacidad
instalada de 519 MW, pero luego de haber culminado las instalaciones de nuevos
parques ya al final del año y comienzo de 2012, se había logrado llegar a una
capacidad de 1 GW, con lo que ya bastaría para abastecer de electricidad a una
ciudad de unos 2 millones de habitantes. El ingeniero Rodríguez puntualizó que esta
cifra significaría casi el 2% de la capacidad total de la generación del país.
México cuenta con una diversidad de sitios para generar energía eólica. Los lugares
con mayor potencial eólico los posee Oaxaca, pero existen también otras regiones
identificadas como Zacatecas, el desierto de La Rumorosa y el litoral de la península
de Baja California, así como también extensiones de litoral del Pacífico y del Golfo de
México (Cadenas y Saldívar 2007). Entre los sitios del Golfo de México beneficiados
por el viento, según el mapa de potencial eólico vigente el país (ERRIIE 2011), se
encuentra el estado de Tamaulipas, pero se tiene una referencia oscura del número
de estaciones con que se analizó este potencial en esta zona. De aquí surge un
problema a resolver, el cual sería cómo reconstruir el campo de viento para generar
mapas de potencial eólico en aquellas zonas donde no se tiene mediciones
meteorológicas.
4
1.2- Objetivo general
1.4- Hipótesis
5
antecedentes relacionados con los estudios que hacen referencia al potencial eólico
de Tamaulipas y una fundamentación teórica de las definiciones más necesarias
para la comprensión del texto. El tercer capítulo titulado “Materiales y métodos a
utilizar”, se presenta una caracterización de la zona de estudio, así como la
descripción de los datos y la metodología con los que se realizó la investigación. El
cuarto capítulo titulado “Discusión de los Resultados”, se realiza una validación del
producto satelital, presentando un análisis para las estaciones de Tamaulipas y otro
para las estaciones de Cuba como un ejemplo y una referencia de la validación del
producto satelital. Por otra parte, se presenta la reconstrucción del campo de viento a
partir de los datos satelitales y la modelación con el WAsP. Por último, se discute un
análisis de factibilidad de las escalas de generación eólica.
6
CAPITULO 2. ANTECEDENTES Y FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA
2.1- Antecedentes
Uno de los primeros trabajos sobre la evaluación del potencial eólico en México es el
de Schwartz y Elliott (1995). En su reporte, estos autores presentan un mapa de
densidad de potencia media a 50 m de altura en el cual clasifican al estado de
Tamaulipas como moderado, con una densidad media entre 300 y 400 W/m2.
Además, una zona de la costa al sur del estado la clasifican de buena, con una
densidad media entre 400 y 500 W/m2 (figura 2). Estos autores determinaron las
características del viento basados en un exhaustivo análisis estadístico de más de
150 estaciones meteorológicas de México. Pero no queda claro en su reporte cómo
realizaron la extrapolación horizontal y vertical del viento para de esta forma obtener
el mapa del recurso eólico. Además, establecen una comparación de sus resultados
con los obtenidos por Aiello et al. (1983), quienes obtuvieron que la densidad de
potencia a 10 m de altura en Tampico es de 8 W/m2, mientras que en Ciudad Victoria
y Matamoros es de 32 W/m2. Sin embargo, los resultados de Schwartz y Elliott (1995)
plantean que en Tampico la densidad de potencia es de 205 W/m 2, en Ciudad
Victoria de 170 W/m2 y en Matamoros de 165 W/m2. Como puede apreciarse, las
diferencias entre los dos resultados son considerables.
7
Figura 2. Mapa de potencial eólico de México (Schwartz y Elliott 1995).
Por otra parte, Saldaña y Miranda (2005) hacen referencia a que en 1998 se publicó
un mapa de las regiones con mayor potencial eólico de México. En dicho mapa se
resalta la costa del sur del estado de Tamaulipas con un potencial de 700 MW (figura
3). Sin embargo, los detalles de su metodología son oscuros, ya que no se hace
referencia de la procedencia de este mapa ni de a qué altura se representa este
potencial.
8
explorar el recurso renovable de México a diferentes alturas (ERRIIE 2011). Un
ejemplo de este producto se puede observar en la figura 4, en la cual se muestra la
densidad de potencia media del recurso eólico de México a 50 m de altura y en la
figura 5 el correspondiente campo de viento medio a 50 m. En estos mapas se puede
apreciar que la mayor parte de costa de Tamaulipas presenta una densidad de
potencia media superior a los 800 W/m2 y un viento promedio entre 7.6 y 8.5 m/s. En
el resto del estado se encuentran áreas con densidad de potencia entre 400 y 600
W/m2 y vientos promedios entre 6.0 y 7.5 m/s. Considerando estos resultados, el
potencial eólico del estado de Tamaulipas se clasifica al interior como moderado y
bueno, y en la costa como excepcional, según la escala presentada por estos
autores.
Figura 3. Mapa representativo de las zonas con mejor potencial eólico de México
(Saldaña y Miranda 2005).
9
Figura 4. Mapa de Potencial Eólico de México a 50 m de altura, obtenido del
Explorador de Recursos Renovables, Instituto de Investigaciones Eléctricas (ERRIIE
2011).
10
Figura 5. Mapa del campo de viento medio de México a 50 m de altura, obtenido del
Explorador de Recursos Renovables, Instituto de Investigaciones Eléctricas (ERRIIE
2011).
Por otro lado, los resultados de Quiroga-Goode (2007) difieren por completo de los
autores anteriores. Este autor realizó una evaluación del potencial eólico en el puerto
de Altamira (sur del estado), tomando las mediciones del 2003 al 2006 de una
estación meteorológica instalada en el puerto. Según estos resultados, el potencial
11
eólico de esta zona se clasifica como pobre y marginal (en la escala antes
mencionada), ya que no superan los 230 W/m2 de densidad de potencia media a 50
m de altura (figura 6). Posteriormente, Quiroga-Goode et al. (2011) realizaron otro
estudio en la misma zona, pero estableciendo una comparación entre los datos
utilizados en el reporte del 2007 y los datos registrados por una torre experimental
con mediciones de viento a 10, 30 y 50 m de altura ubicada aproximadamente a
1500 m al Sur. Con este nuevo resultado se reafirma lo obtenido anteriormente, en el
cual esta zona de la costa presenta un potencial marginal y pobre.
Resumiendo en una tabla el potencial eólico de la costa de Altamira (sur del estado
de Tamaulipas) a partir de los resultados antes descritos (tabla 2), se puede
identificar una diferencia considerable entre las magnitudes reportadas por los
autores. Los mapas de potencial eólico de un país representan las posibles zonas
12
que pueden ser favorables para explotar el recurso eólico, pero a escala local es
necesario realizar estudios más profundos, para de esta forma poder obtener un
mejor aprovechamiento del potencial cinético.
13
frecuencia está el denominado MATHEW (Sherman 1978). Otro modelo de
conservación de masa conocido es el WINDS [Wind-field Interpolation by Non
Divergent Schemes] (Lalas 1983), el cual surgió a partir de unas modificaciones
realizadas al modelo NOABL (Philips 1979), considerando en éste los efectos de la
rugosidad del terreno y la variación de la dirección del viento debida a la fuerza de
Coriolis.
Existen otros modelos que consideran las ecuaciones de movimiento y son capaces
de representar zonas con efectos de estratificación. Éstos son los modelos basados
en la solución de las ecuaciones de Navier-Stokes (e. g., Patankar 1980), los cuales
reproducen el campo de vientos con mayor fidelidad, pero requieren de grandes
recursos de cómputo. Por tanto, es necesario escoger de manera apropiada las
condiciones de contorno, presentándose ciertas dificultades sobre todo en terrenos
muy complejos como las zonas montañosas.
El modelo más utilizado desde los años 80 hasta la actualidad en la mayoría de los
programas de evaluación del recurso eólico es el WAsP (Wind Atlas Analysis and
Application Program), elaborado por Risoe National Laboratory de Dinamarca (Troen
et al. 1988). Con este modelo es posible incluir la influencia de los efectos locales
sobre el viento geostrófico, originados por la topografía, obstáculos o rugosidad del
terreno. Para esto utiliza la Ley de arrastre geostrófica, que describe el equilibrio
entre las fuerzas de presión, fricción y de Coriolis, para una estratificación estable de
la atmósfera (Blackadar y Tennekes 1968). Por otra parte, este modelo supone un
perfil logarítmico del viento con la altura, por lo que permite estimar el viento
geostrófico, a partir de una serie de medidas de referencia y teniendo en cuenta la
rugosidad correspondiente del terreno en cada caso. De esta forma es posible
calcular el valor del viento en las otras zonas seleccionadas, basándose en las
distribuciones de probabilidad del viento tipo Weibull (Moreno et al. 2007) de la
forma
14
[1]
.
[2]
.
Como consecuencia, los sitios ubicados a nivel del mar y en zonas frías presentarán
una mayor potencia disponible que zonas de gran altitud y más cálidas, para las
mismas velocidades. El parámetro más significativo es la intensidad del viento, dado
que el flujo de potencia depende del cubo de ese parámetro. Sin embargo, el nivel de
turbulencia del flujo en el sitio actúa disminuyendo la energía disponible. Debido a
esto, los sitios más adecuados para la explotación del recurso eólico son aquéllos
donde la intensidad del viento es elevada y el nivel de turbulencia moderado (Burton
et al. 2001). Comúnmente la intensidad del viento se mide a 10 m de altura, es por
esto que se hace necesario realizar extrapolaciones verticales de esta variable si se
15
desea obtener el potencial eólico a una altura superior, en dependencia del
aerogenerador seleccionado. En zonas donde se cuenta con estudios de
prospección con mediciones del viento a diferentes alturas, se tomará como
referencia el dato que más se acerque a la altura deseada para la modelación
(Moreno et al. 2007).
[3]
,
Cabe aclarar que en la ecuación [3] se utiliza el valor medio de la velocidad al cubo,
que en general no es igual que elevar al cubo la velocidad media. Esta velocidad
media se determina como una media aritmética en función de la longitud de la serie
de datos, la cual como mínimo debe ser de un año para de esta forma poder tener
una representación temporal de la variable. Según Moreno et al. (2006), para
resultados preliminares se puede considerar que los valores instantáneos de la
intensidad del viento se presentan en el tiempo con una frecuencia semejante a la
prevista por la llamada Distribución de Rayleigh. Por tanto, el valor medio de la
intensidad del viento al cubo se puede calcular a partir de la intensidad media del
viento al cubo a través de la ecuación:
[4]
.
16
[5]
.
Estas peculiaridades del flujo atmosférico han llevado a seleccionar el recurso en las
zonas próximas al mar, o bien, mar adentro. En este caso, debido al bajo nivel de
rugosidad del terreno, se tiene para una altura dada una intensidad del viento mayor
que la que se registraría sobre la tierra y además una muy moderada turbulencia, así
como escalas integrales de la turbulencia significativamente mayores (figura 7).
Figura 7. Perfil vertical del viento típico sobre tres diferentes superficies (Wizelius
2007).
17
CAPITULO 3. MATERIALES Y MÉTODOS A UTILIZAR
18
3.2- Datos y metodología
Para la realización de esta investigación solo se pudo obtener los datos superficiales
(a 10 m de altura) del viento registrados por cuatro estaciones meteorológicas
automáticas ubicadas en la costa de Tamaulipas (figura 9), las cuales son
administradas por la Comisión Nacional del Agua (EMAS-CNA). Estas estaciones
tienen una frecuencia de medición cada 10 minutos, disponibles desde el año 2000
hasta el 2010. Estas series de tiempo se encontraron truncadas en distintos
períodos, lo cual no permitió realizar un análisis climático adecuado del campo del
viento en esta zona. Intentar rellenar estos datos faltantes introduciría errores de
interpolación debido a la pronunciada longitud de sus huecos. Por tal motivo, fue
necesario tener en cuenta un producto satelital que ofrece el (Blended Mean Wind
Field - Center for Satellite Exploitation and Research), el cual puede ser encontrado
en el sitio http://cersat.ifremer.fr/Data/Discovery/By-product-type/Griddedproducts/-
MWF-Blended. De esta forma es posible tener, con una resolución de 25 km, datos
de las componentes zonal y meridional del viento cada 6 horas (UTC) del año 2004
al 2009 (figura 9).
Para validar la información satelital, se analizaron los datos cada 6 horas (UTC) de
las series de las cuatro estaciones antes mencionada, durante el período 2004 –
2009, en correspondencia con el período de datos del producto satelital. Debido al
pronunciado truncamiento que presentan las series, fue preciso determinar cuáles
meses de este período se encontraban sin huecos, completando una serie de un año
pero con sus respectivos meses de distintos años. De esta forma es posible
establecer una comparación estadística con el nodo del producto satelital más
cercano a la estación (figura 9) y así poder tener un estimado del ciclo medio
estacional entre ambas bases de datos.
19
Figura 9. Zona de estudio de la costa de Tamaulipas. Los asteriscos indican las
Estaciones Meteorológicas de referencia EMAS-CNA. Los puntos indican nodos del
producto satelital BMWF-CERSAT. Cada nodo más cercano a una estación
meteorológica se indica como un círculo vacío.
[6]
,
20
donde N es el numero de datos de la serie Xi.
[7]
,
Para estos análisis se tomó cada serie como una población, es por esto que se utilizó
en el denominador solo el valor de N y no N-1 que se correspondería si estuviéramos
analizando la serie como una muestra.
[8]
representan las medias aritméticas de cada serie y σx, σy sus respectivas desviación
estándar.
21
[9]
El Error Absoluto Medio (EAM) es una medida de la cercanía entre los valores
pronosticados y los observados:
[10]
.
[11]
.
Se decidió comprobar los datos de satélite con otra estación meteorológica sin
interrupción en sus datos durante un período continuo. Para esto se tomó como
referencia de validación una torre meteorológica de muestreo ubicada en la línea
costera de Altamira, denominada NRG-UAT (figura 9). Esta estación fue puesta en
funcionamiento por la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) durante el
período del 10 de octubre 2007 al 9 de octubre 2008. Estos datos de intensidad del
viento a 10, 30 y 50 m de altura, así como mediciones de dirección del viento a 30 y
50 m de altura, registradas cada 10 minutos, fueron utilizados por Quiroga-Goode et
al. (2011). Para el presente estudio se usaron los datos de intensidad del viento a 10
m de altura en correspondencia con el resto de las estaciones, pero la dirección del
viento a 30 m de altura debido a no existir medición de esta variable a 10 m. Se
tomaron los valores cada 6 horas (UTC) de estos datos, durante el período de 1 de
noviembre de 2007 al 30 de septiembre de 2008. Por otra parte, con los nodos del
22
producto satelital se realizó una interpolación lineal de los datos al punto de medición
donde se encontraba ubicada la torre en la línea costera. Una vez seleccionada la
serie de datos, se les aplicó la misma metodología de validación antes mencionada.
Es preciso aclarar, que las condiciones climáticas de una isla como Cuba no se
corresponden de cierto modo con las características climáticas continentales de
México. Si tenemos en cuenta que el estudio se está realizando para zonas costeras
donde el flujo predominante del viento proviene del mar y que no existe una
diferencia considerable de latitud, ya que ambas regiones, el sur de Tamaulipas y
Cuba, se encuentran en la zona tropical. Pero sobre todo, si para el estado de
Tamaulipas no existe una serie de datos climáticos del viento confiable para poder
validar el producto satelital y en Cuba se puede obtener una base de datos
reconocida por la OMM, entonces vale la pena explorar la confiabilidad del viento con
estos datos. Es posible pensar que si el producto satelital funciona bien para las
estaciones de Cuba, entonces puede ser utilizado para un estudio en la costa este de
23
México. Además, una vez validado los datos del viento del producto satelital, al ser
introducido en un modelo numérico como el WAsP es posible poder reproducir
razonablemente la física del fenómeno de la propagación del viento en la zona de
estudio.
Figura 10. Zona de validación, región oriental de Cuba. Los asteriscos indican las
Estaciones Meteorológicas de referencia (EMC-INSMET). Los puntos indican nodos
del producto satelital BMWF-CERSAT. Cada nodo más cercano a una estación
meteorológica se indica como un círculo vacío.
24
de la zona de estudio. Por otra parte, se extrapoló el campo de viento hasta 50 m
que es la altura promedio que se determinan los mapas de potencial eólicos en
correspondencia con la altura promedio que se encuentran los aerogeneradores.
Además, de esta forma sería posible poder establecer una comparación con los
resultados de ERRIIE (2011). A partir de esto se determinó la densidad de potencia
media (ecuación [5]), estableciendo una comparación a groso modo con los
resultados obtenidos anteriormente por otros autores. La extrapolación vertical del
viento fue obtenida según Bunse y Mellinghoff (2009):
[12]
25
de 10 m, cuerpos de agua (HA), áreas urbanas (AU) y áreas de cultivo (RA). Cada
uno de estos archivos topográficos, fue procesado con el WAsP Map Editor (uno de
los módulos del WAsP), tomando como referencia imágenes del Google Earth, lo que
permitió una mejor orientación del terreno, actualizando de esta forma la información
de las áreas urbanas y de cultivos que varían en el tiempo. A partir de esta
información, se dividió la zona de estudio en 8 polígonos de modelación, abarcando
una distancia de 55 km aproximadamente a lo largo de la costa (figura 11). Cada
polígono al sur del estado fue seleccionado teniendo en cuenta el área que abarcaba
dos cartas topográficas por la latitud y una carta por la longitud, quedando de esta
forma un área aproximada de 1900 km 2. Para el norte del estado fue preciso utilizar
para cada polígono la información de 3 cartas topográficas por la longitud, para de
esta forma homogenizar los valores mínimos de longitud en toda la zona de estudio,
manteniéndose el criterio de dos cartas por la latitud. De esta forma los polígonos al
norte del estado abarcaron un área aproximada de 4000 km2. La descripción de la
rugosidad fue aplicada detalladamente, teniendo en cuenta para cada caso las
recomendaciones referenciadas en la guía de usuario del propio modelo (anexo I).
Los distintos cambios de rugosidad, son introducidos al modelo en forma de isolíneas
dándole el valor de rugosidad que le corresponda a cada lado de la isolínea, en
correspondencia con la descripción del terreno que aparece en la tabla de rugosidad
referenciada en la guía de usuario del propio modelo.
26
Figura 11. Zona de estudio dividida en 8 polígonos según las cartas topográficas del
INEGI.
Una vez obtenido el mapa de rugosidad y relieve para cada polígono de modelación,
se seleccionaron 8 estaciones virtuales que fuesen representativas para cada área.
Cada una de las series de estaciones virtuales estaba conformada por datos de
intensidad y dirección del viento, obtenido a través de los nodos del producto
satelital. En este caso se seleccionó una sola estación virtual por polígono debido a
que el modelo no permite introducir más estaciones por zona de modelación. De esta
forma se realizó la modelación para cada polígono, obteniéndose campos de viento
medio y de densidad de potencia media a 50 m de altura (para comparar con los
resultados de ERRIIE 2011), con una resolución de 100 m, para toda la zona de
27
estudio. A partir de los mapas obtenidos de la modelación, se determinaron las
escalas de generación eólica factibles en correspondencia con el recurso cinético.
28
CAPITULO 4- DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS
29
Figura 12. Intensidad del viento contra años registrados de las estaciones de
Tamaulipas analizadas. De arriba hacia abajo, estación Matamoros, San Fernando,
Soto la Marina y Altamira.
Se tomó como referencia del análisis sólo la estación de Altamira, debido a que es la
de menor número de datos faltantes. Para el análisis de comparación con el nodo del
producto satelital más cercano a la estación, se determinaron por años (2004 – 2009)
los siguientes meses con la totalidad de sus datos: enero 2005, febrero 2007, marzo
2006, abril 2005, mayo 2006, junio 2009, julio 2005, agosto 2005, septiembre 2005,
octubre 2005, noviembre 2005 y diciembre 2004.
Una vez localizados los meses más adecuados para establecer la comparación entre
las series de datos del producto satelital y la estación de superficie, se calcularon los
estadísticos descritos en la sección 3.2 para cada mes de las dos series de datos.
Del resto de las estaciones no fue posible poder completar un año representativo, por
30
lo tanto no se realizó dicho análisis porque se obtendría una comparación entre
meses dispersos sin poder determinar un resultado concreto.
31
Figura 13. Comparación entre la estación meteorológica de Altamira y el nodo más
cercano del producto satelital. (A) Ciclo medio estacional de la intensidad del viento.
(B) Ciclo estacional de la desviación estándar.
32
de que los resultados obtenidos con estos índices estadísticos no son
completamente satisfactorios, la tendencia del ciclo anual es que el producto satelital
sobrestima el valor real de medido por la estación, con un sesgo de 0.3 m/s. El
máximo de sobrestimación se obtuvo en el mes de diciembre con 1.5 m/s. La
tendencia a subestimar sólo se vio reflejada durante los meses de marzo, mayo y
junio, con un máximo de subestimación en el mes de mayo de 1.3 m/s (figura 14 D).
Figura 14. Relación entre los valores de intensidad de viento del producto satelital
(nodo más cercano a la estación) y la estación meteorología de Altamira. (A)
Coeficiente de correlación lineal. (B) RECM. (C) EAM. (D) Sesgo. (Véase sección
3.2).
33
Analizando la distribución anual de frecuencia por rumbos, se puede apreciar que
existe una buena correlación entre la dirección del viento registrada por la estación
(figura 15 A) y la estimada por el nodo del producto satelital (figura 15 B). Las
direcciones de viento más frecuentes estuvieron en el segundo cuadrante del este-
sureste, con las intensidades más elevadas provenientes del norte. Sin embargo, en
la rosa del nodo del producto satelital se pueden observar intensidades de viento
superiores a los 14 m/s, mientras que para la estación los registros no superaron los
11 m/s. Estas diferencias están asociadas con lo analizado en la figura 13 A donde
se observó que los mayores promedios de intensidad del viento en el nodo del
producto satelital se correspondía con los meses de invierno, así como los máximos
valores de sobrestimación (figura 14 D). Durante estos meses la llegada de los
frentes fríos genera vientos máximos del norte, los cuales no pueden verse reflejados
de igual forma en la estación porque se encuentra con una influencia continental de
este rumbo. A diferencia del nodo el cual se encuentra más cerca de la costa (3 km
aproximadamente), la influencia del continente no es tan significativa registrándose
valores superiores de intensidad del viento. Sin embargo, durante el resto de los
meses existe una mayor variabilidad del viento predominando en estos casos los
efectos locales de relieve y cambio de rugosidad que no son representados en las
mediciones del producto satelital. Por tanto, es posible que las diferencias que se
muestran en los meses de mayo y junio donde la intensidad media del viento en la
estación fue superior a la del nodo del producto satelital, este asociado a condiciones
locales y es por esto que se presenta una subestimación durante este período,
provocando a su vez que las correlaciones sean tan bajas.
34
Figura 15. Distribución de frecuencia por rumbos anual de la dirección e intensidad
del viento. (A) Estación meteorológica de Altamira. (B) Nodo del producto satelital.
35
4.1.2- Análisis de las estaciones de Cuba
36
La otra estación costera, la 358, se encuentra algo más alejada de la costa (8 km
aproximadamente) con respecto a la descrita anteriormente (365) que se localiza en
la línea costera. El nodo más cercano (9 km al sur) que le correspondió a esta
estación se encontró más alejado de la costa, pero con una distancia similar entre el
nodo y la estación (figura 10). Para este caso la correlación fue de 0.6,
identificándose que las series presentan un ligero incremento de su error,
presentando una RECM de 2.1 m/s por el método del nodo más cercano y 2.3 m/s al
realizar la interpolación. De esta misma forma aumenta ligeramente el sesgo, pero
manteniéndose sobreestimando el valor del producto satelital. En esta estación el
método del nodo más cercano fue mejor que el interpolado, obteniéndose un sesgo
de 0.72 y 1.25 m/s, respectivamente.
Ya para las estaciones 361 y 341 de tierra adentro, la correlación entre las series fue
menor, de 0.6 y 0.43, respectivamente. Los valores medios de la intensidad del
viento estuvieron más distantes, presentando una RECM de 3.1 m/s para el caso de
la 361. Sin embargo, la dispersión de las magnitudes con respecto a los valores
medios estuvo por debajo de las observadas en las estaciones costeras. Todo esto
ocasionó que el sesgo fuese mayor, determinándose para la estación 361 una
sobrestimación de 2.4 m/s. Para el caso de la 341 el sesgo calculado fue de 0.93
m/s, pero si tenemos en cuenta que esta estación presentó un 66% del período
analizado con calma, deja de ser representativa aunque permite tener una referencia
aproximada del comportamiento de sus variables.
37
Tabla 3. Estadísticas para cada estación de Cuba.
38
métodos (figura 16 B y C), mantuvo una distribución de frecuencia muy similar a la
registrada por la estación, presentando una mayor variabilidad pero manteniéndose
la mayor frecuencia de dirección e intensidad entre el Este-Noreste y Este. La
estación costera 358 presentó un comportamiento similar al descrito para la estación
365, pero con una mayor variabilidad de la dirección del viento, congruente con el
producto satelital (figura 17).
Para el caso de la estación tierra adentro 361, se puede observar que la dirección del
viento se mantiene en el primer cuadrante, tanto la registrada por la estación como la
estimada por el producto satelital por ambos métodos (figura 18). En la intensidad del
viento, a pesar de ser menor que la registrada por la estación, existe una
correspondencia entre las series en su distribución de frecuencia por rumbos,
manteniéndose los valores máximos provenientes de la misma dirección. En la
estación tierra adentro 334, a pesar de presentar un alto porcentaje de calma, se
obtuvieron unas características similares a las obtenidas para la 361, con la
diferencia que esta estación presenta un rumbo mucho más marcado del Este (figura
19).
39
Figura 16. Distribución de frecuencia por rumbos de la dirección e intensidad del
viento. (A) Estación meteorológica 365. (B) Producto satelital por el método del nodo
más cercanos. (C) Producto satelital por el método de interpolación.
40
Figura 17. Similar a la Figura 16, pero para la estación 358.
41
Figura 18. Similar a la Figura 16, pero para la estación 361.
42
Figura 19. Similar a la Figura 16, pero para la estación 334.
Por todo lo expuesto anteriormente, es posible trabajar con las series de datos del
producto satelital. A partir de estos datos se puede tener una estimación de los
campos de viento de una zona determinada, siempre y cuando se tenga en cuenta
que en las zonas costeras el producto satelital puede sobrestimar la intensidad del
viento en 1 m/s como promedio, aumentando esta sobrestimación tierra adentro en 2
43
m/s como promedio. Esto conlleva a que la estimación de la densidad de potencia
media también sea sobreestimada. En la dirección del viento existe una mayor
confiabilidad pues en los casos analizados las direcciones del viento se mantuvieron
del mismo cuadrante. Para los aerogeneradores no es tan importante la dirección del
viento pues éstos se orientan en función del rumbo que rige en el momento, pero
para proyectar la orientación del parque eólico es imprescindible tener presente el
rumbo predominante del viento, evitando de esta forma efectos de estela entre un
aerogenerador y otro.
44
Figura 20. Campo de viento medio (2004-2009) de la costa de Tamaulipas a partir
del producto satelital, dividido en cuatro cuadrantes.
45
variabilidad está asociada a que la región norte se encuentra influenciada por el
borde del anticiclón continental migratorio (figura 22), el cual al aumentar el gradiente
de presión provoca un ligero aumento de la velocidad del viento. La región sur queda
fuera de esta influencia y registra intensidades de viento inferiores. Este tema
merece mayor análisis y será abordado en un trabajo posterior.
Figura 21. Ciclo medio estacional de la intensidad del viento en los cuadrantes
definidos en la figura 20.
46
Figuras 22. Campo promedio de viento regional durante los meses de enero, abril,
junio y octubre (2005-2008) obtenido con el producto satelital. Las isolíneas
representan el campo de presión en el mismo período obtenido con NOAA (2011).
47
la zona comprendida en mar abierto en el Golfo de México puede apreciarse un
potencial de moderado a excelente (figura 23).
Naturalmente, sólo con estos cálculos no se puede dar un criterio determinante, sino
que es necesario poder introducir estos datos en el modelo WAsP para poder incluir
los efectos de relieve y rugosidad, lo que produce una mejor extrapolación tanto en la
vertical como en la horizontal. Pero estos resultados, a pesar de que son una primera
aproximación, difieren considerablemente de los resultados obtenidos por ERRIIE
(2011), donde se refleja en su mapa (vigente en la actualidad) que la costa de
Tamaulipas presenta excelentes condiciones de potencial eólico. Además, si se tiene
en cuenta que los datos del producto satelital, sobreestiman los datos reales, esta
diferencia aumenta mucho más. Sin embargo, los resultados mostrados en la figura
48
23 se asemejan a los encontrados por Quiroga-Goode (2007) al sur del estado, en la
costa de Altamira.
49
Figura 24. Primer escenario del campo de viento medio modelado en el WAsP a 50
m de altura. Se resaltan con líneas y se numeran los polígonos de modelación. Los
puntos indican la ubicación de las estaciones virtuales a partir de los nodos del viento
satelital utilizados.
50
Figura 25. Primer escenario del campo de densidad de potencia media modelado en
el WAsP a 50 m de altura. Se resaltan con líneas los polígonos de modelación.
51
longitud y centrada en cada polígono en su latitud. Tomando estas condiciones se
obtuvo un segundo escenario del campo de viento (figura 26), en el cual se aprecia
una mejor transición entre los polígonos al sur del estado, marcándose una diferencia
por encima de los 24.5 grados de latitud. A diferencia del primer escenario del campo
modelado, para este caso existe una homogeneidad entre los dos polígonos más al
norte, observándose valores promedios de velocidad del viento entre 7.0 y 7.5 m/s,
siendo superior en la zona lagunar.
Figura 26. Segundo escenario del campo de viento medio modelado en el WAsP a
50 m de altura. Se resaltan con líneas y se numeran los polígonos de modelación.
Los puntos indican la ubicación de las estaciones virtuales.
52
Para el caso del campo de densidad de potencia media (figura 27), existe una
correspondencia con el campo de viento. Se obtuvieron valores promedios entre 350
y 450 W/m2 por encima de los 24.5 grados de latitud, siendo superiores en la región
lagunar, pero sin superar los 550 W/m2. Sin embargo, por debajo de esta latitud los
valores promedios no llegaron ni a 400 W/m2.
Figura 27. Segundo escenario (ver texto) del campo de densidad de potencia media
modelado en el WAsP a 50 m de altura. Se resaltan con líneas los polígonos de
modelación. Los puntos indican la ubicación de las estaciones virtuales.
53
El modelo WAsP se basa fundamentalmente para realizar su extrapolación vertical y
horizontal (en dependencia del tipo de rugosidad) en los resultados del Wind Atlas. El
modelo para generar este archivo se basa en los datos climáticos de viento
introducido previamente como una estación meteorológica para cada polígono. A
partir del mapa de rugosidad y relieve, el modelo determina los distintos cambios de
rugosidad que se presentan alrededor de la estación, para de esta forma poder
realizar la extrapolación horizontal (anexo I). Por tanto, si se analiza el Wind Atlas
generado para el polígono 5 (figura 28), se puede observar que para la altura de 50
m y la rugosidad predominante de la zona (0.03 m), el viento medio estimado es de
5.9 m/s y la densidad de potencia media es de 205 W/m2. La dirección de viento
predominante es del sur-sureste y la mayor permanencia de los vientos se encuentra
por debajo de los 8 m/s. Para la zona lagunar donde se presenta una rugosidad de
5x10-4 m, la estimación a ese nivel es de 7.3 m/s y 375 W/m2.
Figura 28. Wind Atlas generado por el WAsP para el polígono 5 (entre las latitudes
24 y 24.5 grados). En la parte superior se muestra la tabla de extrapolación vertical y
54
horizontal. En la parte inferior se muestra la distribución de frecuencia de la dirección
(izquierda) y de la intensidad (derecha) del viento para 50 m de atura y rugosidad
predominante.
Para el caso del polígono 6 (entre las latitudes 24.5 y 25 grados), el Wind Atlas
generado por el modelo (figura 29) presenta a 50 m de altura y a la rugosidad
predominante (0.03 m) una intensidad media del viento de 6.9 m/s y 304 W/m2 de
densidad de potencia media. La dirección del viento predominante coincide con el
polígono 5 y en este caso las intensidades del viento más frecuentes se encuentran
por debajo de los 9 m/s. Sin embargo, para esta misma altura y una rugosidad
inferior (10-3 m), se estimó 8.5 m/s y 559 W/m2, siendo esta estimación característica
de la zona lagunar y correspondiéndose que a menor rugosidad se obtendrá mayor
potencial eólico.
Figura 29. Wind Atlas generado por el WAsP para el polígono 6 (entre las latitudes
24.5 y 25 grados). En la parte superior se muestra la tabla de extrapolación vertical y
55
horizontal. En la parte inferior se muestra la distribución de frecuencia de la dirección
(izquierda) y de la intensidad (derecha) del viento para 50 m de atura y rugosidad
predominante.
Al establecer una comparación entre ambos casos del Wind atlas, es posible
determinar que existe una diferencia entre los datos base con que se realiza la
modelación en cada polígono. De esta forma la intensidad media del viento que será
modelada al interior de la zona de estudio, donde predomina una rugosidad de 0.03
m, tendrá una diferencia de base de 1 m/s. La densidad de potencia media será
modelada tomando una diferencia de 100 W/m2. Pero para zonas como las lagunas
donde la rugosidad es menor, la diferencia de base con que se realizará la
modelación es mayor. Para este caso el viento será modelado con 1.3 m/s de
diferencia entre un polígono y el otro, siendo mayor para la densidad de potencia la
cual presenta una diferencia de 184 W/m2.
Por tanto, teniendo en cuenta lo antes analizado, no se puede esperar que exista una
transición homogénea entre un polígono de modelación y otro si la diferencia
numérica entre los datos climáticos de las estaciones es significativa. Precisamente,
en la sección 4.2 se identificó que existía una diferencia considerable entre el campo
de viento del sur y del norte del Estado, coincidiendo esta zona de transición con los
polígonos 5 y 6.
56
densidad de potencia media y se obtienen las diferencias de transición entre los
polígonos. Para este caso, el polígono 1 difiere considerablemente del resto de los
polígonos del sur del estado, presentando valores que no superan los 300 W/m 2,
mientras que entre los polígonos 2 y 5 en zonas más alejadas de la costa se
obtuvieron valores entre 350 y 500 W/m2, siendo superiores en áreas más cerca de
la costa. En los polígonos 6 y 7 se obtuvieron valores de densidad de potencia media
superior a los 500 W/m2, aumentando su magnitud en las áreas de la Laguna Madre,
donde se superó los 800 W/m2.
Figura 30. Igual a Figura 27 pero para el tercer escenario (véase texto).
57
Existe una diferencia considerable entre los tres escenarios de modelación, lo que da
lugar a la necesidad de realizar un estudio de prospección a lo largo de la costa,
principalmente al norte del estado, donde se aprecia más evidente que hay un mejor
potencial eólico. A pesar de esto, se considera que el método utilizado en el segundo
escenario es más apropiado para poder obtener una primera aproximación del
potencial eólico en una región donde no se tenga una climatología del viento. En este
segundo escenario se toman como referencia las estaciones virtuales de una forma
más objetiva que en el primer escenario y sin transformar la información del producto
satelital como en el tercer escenario. Con los resultados obtenidos en una sola
estación no es posible establecer un criterio concreto de aumentar o disminuir un
cierto umbral de magnitud del viento, aun más si estos resultados difieren
considerablemente de los obtenidos en una estación cercana.
58
considerar este criterio, continúa existiendo discrepancia en algunas zonas del
territorio estudiado.
Estos resultados permiten únicamente tener una idea del potencial eólico de una
región, determinándose de esta forma cuáles son las mejores áreas para un estudio
más profundo. Debido a la considerable diferencia que muestran estos resultados
con respecto a los que se encuentran vigentes en el país, se hace necesario realizar
un estudio de prospección detallado a lo largo de la costa de Tamaulipas.
Por otra parte, se realizó una simulación en el WAsP de 3 parques eólicos, tomando
como referencia el aerogenerador V52/850 que contiene el modelo en su librería. La
Vesta V52/850, es una turbina eólica de fabricación danesa con diámetro de rotor de
52 metros y una potencia nominal de 850kW (figura 31). Este aerogenerador es de 3
palas con limitación de potencia Pitch, abarcando entre ellas un área de barrido de
2124 m2. La velocidad del viento de arranque es de 4 m/s, llegando a su potencia
nominal con 16 m/s y su velocidad de corte es de 25 m/s
(http://www.thewindpower.net/turbine_es_27_vestas-_v52-850.php). Para este
experimento el rotor fue modelado a una altura de 55 m. Cada parque fue diseñado
con 6 aerogeneradores de 850 kW, resultando en una potencia nominal de 5.1 MW
por parque.
59
Figura 31. Aerogenerador Vesta V52/850 (http://www.thewindpower.net/turbine_es_-
27_vestas_v52-850.php), utilizado para la simulacion de los parque eólicos en este
trabajo.
60
Figura 32. Ubicación de los parques eólicos experimentales. Primer parque eólico
P1-6AE-V52, segundo parque P2-6AE-V52, tercer parque P3-6AE-V52. La imagen
fue tomada del Google Earth.
61
de consumo de 23 viviendas del Estado. Para esto se determinó el consumo anual
de cada hogar y posteriormente se promedio entre el número de casos analizados,
determinándose de esta forma el valor de 4.1 MWh. Según un informe de la CFE, el
factor de emisión de CO2 por generación de energía eléctrica es de 0.667t/CO2e-
MWh, para el sistema eléctrico nacional de México (CFE 2009).
Toneladas
Producción de Numero de
Factor de de CO2
Parque Eólico energía al año viviendas
capacidad dejada de
[MWh] beneficiadas
emitir
P1-6AE-V52 14595 0.33 3560 9735
P2-6AE-V52 14777 0.33 3604 9856
P3-6AE-V52 3326 0.07 811 2218
62
Tomando como referencia un parque eólico con las mismas caracteristicas en el
municipio de Altamira (P3-6AE-V52), el factor de capacidad es de 0.07, resultando
como primera aproximación que en esta zona no es factible realizar proyectos de
parques eólicos. El número de hogares beneficiados no superaría las 811 viviendas,
dejando de emitir a la atmósfera solamente el 23% de CO 2 con respecto a lo que
dejaría de emitir un parque eólico al norte del Estado. Por tanto, de esta forma se
difiere con los resultados obtenidos por Quiroga-Goode et al. (2011), los cuales
muestran que a pesar de clasificarse la costa de Altamira con pobre en potencial
eólico, sería factible poder realizar emplazamientos de parques eólicos. Cabe señalar
que este autor realizó los cálculos correspondientes con una serie de datos de la cual
se desconoce su confiabilidad de calibración. Si este mismo parque de Altamira es
modelado con los resultados obtenidos en la figura 30, su producción de energía al
año sería de 8957 MWh, dando consigo un factor de capacidad de 0.20. Sólo de este
modo los resultados se asemejarían a los obtenidos por Quiroga-Goode et al. (2011),
pero como se había planteado anteriormente este criterio no es necesariamente
válido.
63
CONCLUSIONES
Teniendo en cuenta sólo los datos de viento del producto satelital, en más del
80% de la zona de estudio el potencial eólico a 50 m de altura se clasifica de
muy pobre, presentándose pequeñas áreas donde llega a ser marginal. Sólo
en la zona del Golfo de México puede apreciarse un potencial de moderado a
excelente.
Con los datos del producto satelital es posible poder modelar con el WAsP
campos de viento y de densidad de potencia media con una resolución de 100
m en las zonas costeras, obteniendo mejores resultados si se toman como
referencias estaciones virtuales interpoladas lo más cerca posible de la costa.
A partir del mapa obtenido con el WAsP, el potencial eólico de la mitad sur del
estado de Tamaulipas se clasifica como pobre, llegando a ser marginal en
algunas áreas muy cerca de la costa. Sólo en la mitad norte del Estado se
clasifica al potencial como moderado, observándose un buen potencial en la
zona lagunar.
64
RECOMENDACIONES
65
BIBLIOGRAFÍA
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66
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http://www.wwindea.org/home/index.php [Consultada: 15 de abril de 2012].
69
ANEXO I. Detalles del modelo WAsP
70
Figura 33. Esquema de rugosidad según Mortensen et al. (2005). Las clases de
rugosidad se indican con líneas verticales. Los puntos centrales dan los valores de
71
referencia y longitud de las líneas indica el intervalo del parámetro de aspereza
admitido por cada una de las clases.
Una vez reconocido el terreno de estudio se trazan isolíneas de tal forma que se
separen los distintos tipos de rugosidad, dándole los valores a un lado y al otro de la
isolínea de acuerdo a las características descritas en la figura anterior. Un ejemplo se
puede observar la figura 34 en la cual se representa el análisis de 5 cambios de
rugosidad.
72
De las cartas topográficas se extraen los datos de los efectos de la orografía,
indicando con curvas de nivel las diferentes alturas que conforman las
irregularidades del terreno. Por último, se introducen las características de los
obstáculos que se encuentren alrededor de la estación (1000 de radio), reflejando la
dirección y la distancia que se encuentra el obstáculo de la estación meteorológica,
el ancho y la altura, así como la porosidad que representa.
[1]
,
valores de u>0, mientras que la función decrece monótonicamente para 0<k≤1. Para
73
k=1 la función es exponencial, con k=2 se le denomina como una distribución de
Rayleigh, mientras que para k=3.5 es una distribución normal, siendo el valor más
usual el de k=2±0.5.
probabilidad de que la velocidad del viento sea superior al valor u y se expresa como:
[13]
74
A partir de los parámetros de Weibull el modelo determina los estadísticos siguientes:
[21]
75
[24]
[25]
[26]
,
[27]
,
Una vez que el modelo tiene identificadas las variables antes mencionadas, éstas se
pueden extrapolar verticalmente mediante la ecuación del perfil logarítmico:
[28]
,
76
donde u(z) es la velocidad del viento a una altura z por encima del nivel del suelo, z0
viento geostrófico G:
, [29]
, [30]
77