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Capítulo 65 mares, el estruendo de sus ondas,

Y el alboroto de las naciones.


65:8 Por tanto, los habitantes de los fines
65:1 Tuya es la alabanza en Sion, oh Dios,
de la tierra temen de tus maravillas.
Y a ti se pagarán los votos.
Tú haces alegrar las salidas de la mañana y
65:2 Tú oyes la oración;
de la tarde.
A ti vendrá toda carne. 65:9 Visitas la tierra, y la riegas;
65:3 Las iniquidades prevalecen contra mí;
En gran manera la enriqueces;
Mas nuestras rebeliones tú las perdonarás. Con el río de Dios, lleno de aguas,
65:4 Bienaventurado el que tú escogieres y
Preparas el grano de ellos, cuando así la
atrajeres a ti, dispones.
Para que habite en tus atrios; 65:10 Haces que se empapen sus surcos,
Seremos saciados del bien de tu casa,
Haces descender sus canales;
De tu santo templo.
La ablandas con lluvias,
65:5 Con tremendas cosas nos responderás
Bendices sus renuevos.
tú en justicia, 65:11 Tú coronas el año con tus bienes,
Oh Dios de nuestra salvación, Y tus nubes destilan grosura.
Esperanza de todos los términos de la 65:12 Destilan sobre los pastizales del
tierra, desierto,
Y de los más remotos confines del mar.
Y los collados se ciñen de alegría.
65:6 Tú, el que afirma los montes con su 65:13 Se visten de manadas los llanos,
poder, Y los valles se cubren de grano;
Ceñido de valentía; Dan voces de júbilo, y aun cantan.
65:7 El que sosiega el estruendo de los

La generosidad de Dios manifestada. Es como se puede titular este salmo pues


muestra una alabanza a Dios por sus grandezas, a quien se le debe agradecer por las
bendiciones que el da a la vida del ser humano, pues las cosechas se dan por su poder,
y esta es una muestra de alabanza a Dios porque el permite cosechar. Además da a
conocer que la alabanza se le da a Dios por el perdón de los pecados y la rebelión de
su pueblo, significa que Dios es perdonador, muestra al hombre como bienaventurado
por ser escogido por Dios para habitar en sus atrios y servir a Jehová. A Dios se le
llama salvador y como el que da esperanza a su pueblo, el dueño de la creación, el que
tiene poder para crear y también para deshacer las cosas. El salmo manifiesta que Dios
es el dueño de la creación y que el tiene dominio sobre ella. Se agradece a Dios por la
lluvia que da para poder cosechar, ya que sin lluvia que seria del hombre? Pero este
salmo enseña el agradecimiento a Dios porque sin su lluvia no hubiese cosecha
abundante. Pero por su misericordia a el se le alaba y se le agradece. Se ve la
humildad del pueblo al darle la alabanza a Dios quien es digno de ser alabado.
Así como este salmo muestra la grandeza de Dios y como el pueblo humildemente
alabo. Así también nosotros debemos alabarle por sus grandezas y misericordias, pues
a nosotros también se nos ha dado perdón y salvación y el alimento no falta en casa.
Siempre hay una cosecha, pero porque el creador de todo es el grande y quien tiene
dominio de todo este universo y quien hace misericordia cada día de nuestras vidas..
Capítulo 66 Nos ensayaste como se afina la plata.
66:11 Nos metiste en la red;
Pusiste sobre nuestros lomos pesada carga.
66:1 Aclamad a Dios con alegría, toda la 66:12 Hiciste cabalgar hombres sobre
tierra.
nuestra cabeza;
66:2 Cantad la gloria de su nombre;
Pasamos por el fuego y por el agua,
Poned gloria en su alabanza. Y nos sacaste a abundancia.
66:3 Decid a Dios: ¡Cuán asombrosas son
66:13 Entraré en tu casa con holocaustos;
tus obras! Te pagaré mis votos,
Por la grandeza de tu poder se someterán a 66:14 Que pronunciaron mis labios
ti tus enemigos. Y habló mi boca, cuando estaba angustiado.
66:4 Toda la tierra te adorará, 66:15 Holocaustos de animales engordados
Y cantará a ti;
te ofreceré,
Cantarán a tu nombre. Selah
Con sahumerio de carneros;
66:5 Venid, y ved las obras de Dios,
Te ofreceré en sacrificio bueyes y machos
Temible en hechos sobre los hijos de los cabríos. Selah
hombres. 66:16 Venid, oíd todos los que teméis a
66:6 Volvió el mar en seco;
Dios,
Por el río pasaron a pie; Y contaré lo que ha hecho a mi alma.
Allí en él nos alegramos. 66:17 A él clamé con mi boca,
66:7 El señorea con su poder para siempre;
Y fue exaltado con mi lengua.
Sus ojos atalayan sobre las naciones; 66:18 Si en mi corazón hubiese yo mirado a
Los rebeldes no serán enaltecidos. Selah la iniquidad,
66:8 Bendecid, pueblos, a nuestro Dios,
El Señor no me habría escuchado.
Y haced oír la voz de su alabanza. 66:19 Mas ciertamente me escuchó Dios;
66:9 El es quien preservó la vida a nuestra
Atendió a la voz de mi súplica.
alma, 66:20 Bendito sea Dios,
Y no permitió que nuestros pies resbalasen. Que no echó de sí mi oración, ni de mí su
66:10 Porque tú nos probaste, oh Dios; misericordia.

Se puede titular este salmo como una alabanza a Dios por su poder, ya que desde
que comienza habla de aclamar a Dios toda la tierra, un canto colectivo donde todos
alaben el nombre de Dios, donde se hace memoria a bendecirle y recodar como el sacó
a su pueblo de la esclavitud y le dio la victoria frente al rio Jordán cuando lo pasaron en
seco, y cuando cruzaron el mar, sin duda alguna este salmo muestra el atributo de Dios
que es omnipotente, pues se ve que Dios todo lo puede, se hace memoria de cómo el
poder de Dios le da la victoria a su pueblo, y se anima al pueblo a bendecir a Dios y que
todos se den cuenta de cómo es Dios de grande en poder, este Salmo recuerda el
éxodo, donde Dios mostró su poder a su pueblo, ahora se da una alabanza a Dios pues
a el la gloria por todas sus misericordias.
También se reconoce la calamidad que se da porque Dios la permitió según los
versículos 9-12, el salmista dice que fueron probados como la plata que se paso por
fuego, pero que al clamar a Dios el escuchó la oración y que por lo tanto Dios es digno
de toda alabanza.
Capítulo 67 Porque juzgarás los pueblos con
67:1 Dios tenga misericordia de equidad,
nosotros, y nos bendiga; Y pastorearás las naciones en la tierra.
Haga resplandecer su rostro sobre Selah
nosotros; Selah 67:5 Te alaben los pueblos, oh Dios;
67:2 Para que sea conocido en la tierra Todos los pueblos te alaben.
tu camino, 67:6 La tierra dará su fruto;
En todas las naciones tu salvación. Nos bendecirá Dios, el Dios nuestro.
67:3 Te alaben los pueblos, oh Dios; 67:7 Bendíganos Dios,
Todos los pueblos te alaben. Y témanlo todos los términos de la
67:4 Alégrense y gócense las naciones, tierra.

El Salmista pide misericordia a Dios y bendición, ya que se exhorta a que los pueblos y
todas las naciones alaben el nombre de Dios quien lo puede todo.
Pues este salmista había conocido el poder de Dios manifestado en su vida. Que antes
que Dios hiciera los favores en su vida, al escribir el salmista se inspira diciendo que
todos los pueblos alaben el nombre santo de Dios.
Y se nota que Dios es justo y que cuando el juzga no hace acepción de personas y que
juzga con justica. Y una vez mas en este salmo se muestra que hay que agradecer a
Dios por las cosechas que el da, y por todas las bendiciones, pues es el quien da
cosechas abundantes.

Capítulo 68 viudas
Es Dios en su santa morada.
68:1 Levántese Dios, sean esparcidos sus
68:6 Dios hace habitar en familia a los
enemigos,
desamparados;
Y huyan de su presencia los que le
Saca a los cautivos a prosperidad;
aborrecen.
Mas los rebeldes habitan en tierra seca.
68:2 Como es lanzado el humo, los
68:7 Oh Dios, cuando tú saliste delante de
lanzarás;
tu pueblo,
Como se derrite la cera delante del fuego,
Cuando anduviste por el desierto, Selah
Así perecerán los impíos delante de Dios.
68:8 La tierra tembló;
68:3 Mas los justos se alegrarán; se
También destilaron los cielos ante la
gozarán delante de Dios,
presencia de Dios;
Y saltarán de alegría.
Aquel Sinaí tembló delante de Dios, del
68:4 Cantad a Dios, cantad salmos a su
Dios de Israel.
nombre;
68:9 Abundante lluvia esparciste, oh Dios;
Exaltad al que cabalga sobre los cielos.
A tu heredad exhausta tú la reanimaste.
JAH es su nombre; alegraos delante de él.
68:10 Los que son de tu grey han morado
68:5 Padre de huérfanos y defensor de
en ella;
Por tu bondad, oh Dios, has provisto al mar;
pobre. 68:23 Porque tu pie se enrojecerá de
68:11 El Señor daba palabra; sangre de tus enemigos,
Había grande multitud de las que llevaban Y de ella la lengua de tus perros.
buenas nuevas. 68:24 Vieron tus caminos, oh Dios;
68:12 Huyeron, huyeron reyes de ejércitos, Los caminos de mi Dios, de mi Rey, en el
Y las que se quedaban en casa repartían santuario.
los despojos. 68:25 Los cantores iban delante, los
68:13 Bien que fuisteis echados entre los músicos detrás;
tiestos, En medio las doncellas con panderos.
Seréis como alas de paloma cubiertas de 68:26 Bendecid a Dios en las
plata, congregaciones;
Y sus plumas con amarillez de oro. Al Señor, vosotros de la estirpe de Israel.
68:14 Cuando esparció el Omnipotente los 68:27 Allí estaba el joven Benjamín,
reyes allí, señoreador de ellos,
Fue como si hubiese nevado en el monte Los príncipes de Judá en su congregación,
Salmón. Los príncipes de Zabulón, los príncipes de
68:15 Monte de Dios es el monte de Basán; Neftalí.
Monte alto el de Basán. 68:28 Tu Dios ha ordenado tu fuerza;
68:16 ¿Por qué observáis, oh montes altos, Confirma, oh Dios, lo que has hecho para
Al monte que deseó Dios para su morada? nosotros.
Ciertamente Jehová habitará en él para 68:29 Por razón de tu templo en Jerusalén
siempre. Los reyes te ofrecerán dones.
68:17 Los carros de Dios se cuentan por 68:30 Reprime la reunión de gentes
veintenas de millares de millares; armadas,
El Señor viene del Sinaí a su santuario. La multitud de toros con los becerros de los
68:18 Subiste a lo alto, cautivaste la pueblos,
cautividad, Hasta que todos se sometan con sus piezas
Tomaste dones para los hombres, de plata;
Y también para los rebeldes, para que Esparce a los pueblos que se complacen en
habite entre ellos JAH Dios. la guerra.
68:19 Bendito el Señor; cada día nos colma 68:31 Vendrán príncipes de Egipto;
de beneficios Etiopía se apresurará a extender sus manos
El Dios de nuestra salvación. Selah hacia Dios.
68:20 Dios, nuestro Dios ha de salvarnos, 68:32 Reinos de la tierra, cantad a Dios,
Y de Jehová el Señor es el librar de la Cantad al Señor; Selah
muerte. 68:33 Al que cabalga sobre los cielos de los
68:21 Ciertamente Dios herirá la cabeza de cielos, que son desde la antigüedad;
sus enemigos, He aquí dará su voz, poderosa voz.
La testa cabelluda del que camina en sus 68:34 Atribuid poder a Dios;
pecados. Sobre Israel es su magnificencia,
68:22 El Señor dijo: De Basán te haré Y su poder está en los cielos.
volver; 68:35 Temible eres, oh Dios, desde tus
Te haré volver de las profundidades del santuarios;
El Dios de Israel, él da fuerza y vigor a su Bendito sea Dios.
pueblo.

Este salmista da a conocer como Dios ha ayudado a su pueblo en todo momento, y que
por el poder de el los enemigos de Israel son destruidos, y que aunque se levantaran
príncipes poderos el haría que su pueblo tuviera la victoria, todos sus enemigos serian
derrotados por el poder de Dios porque el es poderoso y no hay ninguno de los
enemigos de Israel que sean destruidos por su poder., se le llama el Dios salvador,
porque los libró de angustias y que el es padre de huérfanos y de viudas. Se da a
conocer que Dios tiene cuidado de los desamparados que confían en el y que el hace
misericordia a quienes el quiere hacer misericordia.
Pide alabanza a Dios o un cantico a todos los reinos de la tierra, pues el es quien se
merece toda alabanza, y da a conocer la eternidad de Dios quien ha sido siempre un
Dios poderoso, y que todo el poder es dado a el.
Este salmo proclama derrota a los impíos y declara el triunfo para los justos., muestra la
bondad de Dios, pues realmente sin la bondad de Dios Israel no hubiese visto victoria, y
como Dios los guió siempre desde Egipto hasta Sinaí, y como conquisto la tierra
prometida, no fue fácil para muchos alcanzar victoria, pero los justos vieron la mano de
Dios. La derrota de muchos reyes cananeos es nombrada. Todo este salmo muestra el
triunfo de Israel por la mano poderosa de Dios.

Capítulo 69 buscan, oh Dios de Israel.


69:7 Porque por amor de ti he sufrido
69:1 Sálvame, oh Dios,
afrenta;
Porque las aguas han entrado hasta el
Confusión ha cubierto mi rostro.
alma.
69:8 Extraño he sido para mis hermanos,
69:2 Estoy hundido en cieno profundo,
Y desconocido para los hijos de mi madre.
donde no puedo hacer pie;
69:9 Porque me consumió el celo de tu
He venido a abismos de aguas, y la
casa;
corriente me ha anegado.
Y los denuestos de los que te vituperaban
69:3 Cansado estoy de llamar; mi garganta
cayeron sobre mí.
se ha enronquecido;
69:10 Lloré afligiendo con ayuno mi alma,
Han desfallecido mis ojos esperando a mi
Y esto me ha sido por afrenta.
Dios.
69:11 Puse además cilicio por mi vestido,
69:4 Se han aumentado más que los
Y vine a serles por proverbio.
cabellos de mi cabeza los que me
69:12 Hablaban contra mí los que se
aborrecen sin causa;
sentaban a la puerta,
Se han hecho poderosos mis enemigos, los
Y me zaherían en sus canciones los
que me destruyen sin tener por qué.
bebedores.
¿Y he de pagar lo que no robé?
69:13 Pero yo a ti oraba, oh Jehová, al
69:5 Dios, tú conoces mi insensatez,
tiempo de tu buena voluntad;
Y mis pecados no te son ocultos.
Oh Dios, por la abundancia de tu
69:6 No sean avergonzados por causa mía
misericordia,
los que en ti confían, oh Señor Jehová de
Por la verdad de tu salvación, escúchame.
los ejércitos;
69:14 Sácame del lodo, y no sea yo
No sean confundidos por mí los que te
sumergido; 69:24 Derrama sobre ellos tu ira,
Sea yo libertado de los que me aborrecen, y Y el furor de tu enojo los alcance.
de lo profundo de las aguas. 69:25 Sea su palacio asolado;
69:15 No me anegue la corriente de las En sus tiendas no haya morador.
aguas, 69:26 Porque persiguieron al que tú heriste,
Ni me trague el abismo, Y cuentan del dolor de los que tú llagaste.
Ni el pozo cierre sobre mí su boca. 69:27 Pon maldad sobre su maldad,
69:16 Respóndeme, Jehová, porque Y no entren en tu justicia.
benigna es tu misericordia; 69:28 Sean raídos del libro de los vivientes,
Mírame conforme a la multitud de tus Y no sean escritos entre los justos.
piedades. 69:29 Mas a mí, afligido y miserable,
69:17 No escondas de tu siervo tu rostro, Tu salvación, oh Dios, me ponga en alto.
Porque estoy angustiado; apresúrate, 69:30 Alabaré yo el nombre de Dios con
óyeme. cántico,
69:18 Acércate a mi alma, redímela; Lo exaltaré con alabanza.
Líbrame a causa de mis enemigos. 69:31 Y agradará a Jehová más que
69:19 Tú sabes mi afrenta, mi confusión y sacrificio de buey,
mi oprobio; O becerro que tiene cuernos y pezuñas;
Delante de ti están todos mis adversarios. 69:32 Lo verán los oprimidos, y se gozarán.
69:20 El escarnio ha quebrantado mi Buscad a Dios, y vivirá vuestro corazón,
corazón, y estoy acongojado. 69:33 Porque Jehová oye a los
Esperé quien se compadeciese de mí, y no menesterosos,
lo hubo; Y no menosprecia a sus prisioneros.
Y consoladores, y ninguno hallé. 69:34 Alábenle los cielos y la tierra,
69:21 Me pusieron además hiel por comida, Los mares, y todo lo que se mueve en ellos.
Y en mi sed me dieron a beber vinagre. 69:35 Porque Dios salvará a Sion, y
69:22 Sea su convite delante de ellos por reedificará las ciudades de Judá;
lazo, Y habitarán allí, y la poseerán.
Y lo que es para bien, por tropiezo. 69:36 La descendencia de sus siervos la
69:23 Sean oscurecidos sus ojos para que heredará,
no vean, Y los que aman su nombre habitarán en
Y haz temblar continuamente sus lomos. ella.

Este salmo muestra la aflicción del salmista y pide a Dios misericordia y también pide
defensa, pues estaba pasando momentos difíciles en su vida, tanto emocional como
espiritual y en su cuerpo, el sentía que todo estaba contra el, pero también se acordaba
que había alguien que podía ayudarle y ese alguien era a quien el pedía misericordia,
pues solo Dios podía salvarle tal y como el clamaba por misericordia en todo momento.

Capítulo 70

70:1 Oh Dios, acude a librarme;


Apresúrate, oh Dios, a socorrerme.
70:2 Sean avergonzados y confundidos
Los que buscan mi vida;
Sean vueltos atrás y avergonzados
Los que mi mal desean.
70:3 Sean vueltos atrás, en pago de su afrenta hecha,
Los que dicen: ¡Ah! ¡Ah!
70:4 Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan,
Y digan siempre los que aman tu salvación:
Engrandecido sea Dios.
70:5 Yo estoy afligido y menesteroso;
Apresúrate a mí, oh Dios.
Ayuda mía y mi libertador eres tú;
Oh Jehová, no te detengas.

apítulo 71

71:1 En ti, oh Jehová, me he refugiado;


No sea yo avergonzado jamás.
71:2 Socórreme y líbrame en tu justicia;
Inclina tu oído y sálvame.
71:3 Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente.
Tú has dado mandamiento para salvarme,
Porque tú eres mi roca y mi fortaleza.
71:4 Dios mío, líbrame de la mano del impío,
De la mano del perverso y violento.
71:5 Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza,
Seguridad mía desde mi juventud.
71:6 En ti he sido sustentado desde el vientre;
De las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacó;
De ti será siempre mi alabanza.
71:7 Como prodigio he sido a muchos,
Y tú mi refugio fuerte.
71:8 Sea llena mi boca de tu alabanza,
De tu gloria todo el día.
71:9 No me deseches en el tiempo de la vejez;
Cuando mi fuerza se acabare, no me desampares.
71:10 Porque mis enemigos hablan de mí,
Y los que acechan mi alma consultaron juntamente,
71:11 Diciendo: Dios lo ha desamparado;
Perseguidle y tomadle, porque no hay quien le libre.
71:12 Oh Dios, no te alejes de mí;
Dios mío, acude pronto en mi socorro.
71:13 Sean avergonzados, perezcan los adversarios de mi alma;
Sean cubiertos de vergüenza y de confusión los que mi mal buscan.
71:14 Mas yo esperaré siempre,
Y te alabaré más y más.
71:15 Mi boca publicará tu justicia
Y tus hechos de salvación todo el día,
Aunque no sé su número.
71:16 Vendré a los hechos poderosos de Jehová el Señor;
Haré memoria de tu justicia, de la tuya sola.
71:17 Oh Dios, me enseñaste desde mi juventud,
Y hasta ahora he manifestado tus maravillas.
71:18 Aun en la vejez y las canas, oh Dios, no me desampares,
Hasta que anuncie tu poder a la posteridad,
Y tu potencia a todos los que han de venir,
71:19 Y tu justicia, oh Dios, hasta lo excelso.
Tú has hecho grandes cosas;
Oh Dios, ¿quién como tú?
71:20 Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males,
Volverás a darme vida,
Y de nuevo me levantarás de los abismos de la tierra.
71:21 Aumentarás mi grandeza,
Y volverás a consolarme.
71:22 Asimismo yo te alabaré con instrumento de salterio,
Oh Dios mío; tu verdad cantaré a ti en el arpa,
Oh Santo de Israel.
71:23 Mis labios se alegrarán cuando cante a ti,
Y mi alma, la cual redimiste.
71:24 Mi lengua hablará también de tu justicia todo el día;
Por cuanto han sido avergonzados, porque han sido confundidos los que mi mal procuraban.

apítulo 72

72:1 Oh Dios, da tus juicios al rey,


Y tu justicia al hijo del rey.
72:2 El juzgará a tu pueblo con justicia,
Y a tus afligidos con juicio.
72:3 Los montes llevarán paz al pueblo,
Y los collados justicia.
72:4 Juzgará a los afligidos del pueblo,
Salvará a los hijos del menesteroso,
Y aplastará al opresor.
72:5 Te temerán mientras duren el sol
Y la luna, de generación en generación.
72:6 Descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada;
Como el rocío que destila sobre la tierra.
72:7 Florecerá en sus días justicia,
Y muchedumbre de paz, hasta que no haya luna.
72:8 Dominará de mar a mar,
Y desde el río hasta los confines de la tierra.
72:9 Ante él se postrarán los moradores del desierto,
Y sus enemigos lamerán el polvo.
72:10 Los reyes de Tarsis y de las costas traerán presentes;
Los reyes de Sabá y de Seba ofrecerán dones.
72:11 Todos los reyes se postrarán delante de él;
Todas las naciones le servirán.
72:12 Porque él librará al menesteroso que clamare,
Y al afligido que no tuviere quien le socorra.
72:13 Tendrá misericordia del pobre y del menesteroso,
Y salvará la vida de los pobres.
72:14 De engaño y de violencia redimirá sus almas,
Y la sangre de ellos será preciosa ante sus ojos.
72:15 Vivirá, y se le dará del oro de Sabá,
Y se orará por él continuamente;
Todo el día se le bendecirá.
72:16 Será echado un puñado de grano en la tierra, en las cumbres de los montes;
Su fruto hará ruido como el Líbano,
Y los de la ciudad florecerán como la hierba de la tierra.
72:17 Será su nombre para siempre,
Se perpetuará su nombre mientras dure el sol.
Benditas serán en él todas las naciones;
Lo llamarán bienaventurado.
72:18 Bendito Jehová Dios, el Dios de Israel,
El único que hace maravillas.
72:19 Bendito su nombre glorioso para siempre,
Y toda la tierra sea llena de su gloria.
Amén y Amén.
72:20 Aquí terminan las oraciones de David, hijo de Isaí.

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