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La sequía, las olas de calor y las inundaciones serán una constante en Europa
entre 2050 y 2100. Es el efecto del calentamiento global sobre el planeta, que
provoca un clima más extremo en prácticamente todo el globo, especialmente en
los países más cercanos al Ecuador, que corren el mayor riesgo.
Además, las sequías asociadas a este clima extremo serán 14 veces peores en
algunos puntos del continente, agudizando el problema del agua para el regadío
y el consumo humano. De aquí a poco tiempo podríamos vivir situaciones límite
como la que vive actualmente Ciudad del Cabo, a punto de quedarse sin agua
disponible para el consumo humano.
Inundaciones, la consecuencia
¿inesperada? Del cambio climático
Al margen de la subida de las temperaturas o la falta de lluvias, hay daños que
previsiblemente pillarán desprevenida a la población. El mejor ejemplo son las
inundaciones. ¿Por qué los ríos se desbordarán si no llueve? Porque cuando lo
haga, será de forma torrencial. Ya lo estamos viendo en algunas partes de España
y en breve será aún más habitual.
Además, al pasar la mayor parte del tiempo sin agua, el lecho uvial se deteriora
al ver alterado su ciclo natural, facilitando el desborde cuando comienza a
circular más agua de lo normal. Por si fuera poco, la desertización y desaparición
de masa forestal podría hacer aún más vulnerables ciertas zonas, pues la ora
sirve para frenar en gran medida el ujo torrencial del agua.
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España es precisamente uno de los países que están en la "Zona Roja", la más
susceptible de convertirse en prácticamente un desierto en el próximo siglo. A
los estudios que apuntaban en esta dirección se le une ahora uno de la propia
Comisión Europea. Sus conclusiones no pueden ser más demoledoras: antes de
2100, más de 150.000 europeos morirán al año por olas de calor extremo.
No todas las regiones del continente sufrirán en igual medida los efectos del
calentamiento global, pero finalmente éste se hará notar en todos los rincones.
Uno de cada tres europeos lo sufrirá, una cifra muy superior a la de hoy día,
aunque ocasionalmente haya olas de calor o de frío que alcanzan a todos los
países de Europa.
Según el mencionado informe, no sólo las olas de calor harán que los europeos
sucumban ante el cambio climático. También el frío se hará más extremo, así
como las lluvias torrenciales y las ventiscas. De esta forma, las inundaciones
provocadas por el oleaje o el desbordamiento de los ríos serán frecuentes, con los
daños humanos y materiales que eso supone.
De hecho, se especula con que la subida del nivel del mar provocada por el
deshielo polar puede modificar el mapa de Europa para siempre. Ciudades
enteras pueden desaparecer bajo las aguas.
Los cálculos han sido elaborados teniendo en cuenta el peor escenario posible: la
nula reducción de emisiones de CO2, derivada de la no aplicación de los
recientes Acuerdos de París. De momento Estados Unidos, liderada por el
escéptico Donald Trump, ya se ha bajado del carro. El resto de países tratan de
hacer valer los compromisos para reducir las emisiones de gases de efecto
invernadero.
En 2017 son ya bastantes las víctimas de la subida de las temperaturas y sus
efectos derivados. No sólo las olas de calor pueden acabar con miles de vidas:
hemos visto ya incendios forestales devastadores por todo el continente, y más
que se esperan.
Con poco más de un mes de verano por delante, estamos ya ante uno de los más
calurosos que se recuerdan. Aún hay tiempo para batir el récord de temperatura
marcado este año, establecido en 46,9º por el municipio de Córdoba.
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Limitar la subida de temperaturas a 1,5 grados centígrados requeriría "cambios
sin precedentes" a nivel social y global, alerta el nuevo informe presentado
este lunes por el Grupo Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático
(IPCC, por sus siglas en inglés).
El texto dice que limitar el "calentamiento global a 1,5 ºC", barrera que se cree
que se superará entre 2030 y 2052 a este ritmo, "requeriría cambios rápidos, de
amplio alcance y sin precedentes en todos los aspectos de la sociedad", desde
consumo de energía a planificación urbana y terrestre y muchos más recortes de
emisiones.
El informe, presentado en Incheon (Corea del Sur), examina vías para limitar el
calentamiento hasta 1,5 en vez de 2 grados, tal y como se estableció en el
Acuerdo del Clima de París, y advierte de que los efectos para ecosistemas y la
vida en el planeta serán mucho menos catastróficos si se logra mantener esta
barrera más ambiciosa.
Acotar el calentamiento por debajo del límite de 1,5 grados evitaría una mayor
extinción de especies y, por ejemplo, la destrucción total del coral, básico para
el ecosistema marino, o reduciría la subida del mar en 10 centímetros para 2100,
salvando zonas costeras y litorales, según el informe.
"Algunas de las ciudades más famosas del mundo se hunden bajo las olas a
medida que el cambio climático eleva los niveles del mar", indican los autores.
"Estas metrópolis mundiales pueden parecer fuertes y estables, pero es un
espejismo. A medida que aumenta el nivel del mar, están cada vez más
amenazadas y más bajo el agua", agregaron.
Yakarta, Indonesia
Shanghái, China
Según el reporte, esta ciudad es "demasiado pesada para el terreno sobre el que
está construida". La urbe se está hundiendo en los sedimentos a causa de la
pesada infraestructura, la extracción de agua subterránea y el aumento del nivel
del mar.
Lagos, Nigeria
Lagos (Nigeria) / www.globallookpress.com
Manila, Filipinas
El aumento del nivel del mar ya provoca migración en Bangladés. En Daca, las
áreas urbanizadas están a solo entre 6 y 8 centímetros por encima del nivel del
mar, y su aumento en la bahía de Bengala parece estar ocurriendo a un ritmo 10
veces mayor que el promedio mundial.
Bangkok, Tailandia
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Deuda ecológica
Por ello, el balance total demuestra que la humanidad está en números rojos y
tiene en su cuenta lo que se conoce como deuda ecológica , que se nota cada
vez más con la pérdida de biodiversidad y de suelo fértil, y la presencia de
fenómenos meteorológicos cada vez más potentes y más frecuentes.
Esto significa que la humanidad consume los recursos naturales de 1,7 planetas
de media, es decir mucho antes de la capacidad de la tierra para recuperar los
sistemas.
Sin embargo, países como España superan esa cifra y llegan a los 2,3 planetas,
señala el Secretario General de WWF España, Juan Carlos del Olmo, en
entrevista con EFE.
Otro ejemplo muy evidente , dice, es la explotación del agua en España, donde
se utiliza entre un 80 y 90 por ciento del recurso para la agricultura extensiva y
de regadío, a pesar de la sequía, y de la sobreexplotación de ríos y acuíferos.
Algunas de esas medidas como las relacionadas con el cambio climático son
claramente identificables y reducirían la huella ecológica si acelerásemos el
paso a las energías limpias , pero es un proceso que está siendo muy lento y
complejo , sostiene Del Olmo.
Se pueden hacer muchas cosas , asevera Del Olmo, y añade, pero van más allá
de la transición energética .
Asegura que los efectos de este consumo son visibles actualmente, con sequías
en las conocidas como zonas verdes del norte de España o de Europa donde este
año las lluvias han sido escasas y las temperaturas han alcanzado valores más
altos de lo normal.
Cultura de la austeridad
Los dos expertos coinciden en la necesidad de fomentar la concienciación en los
consumidores y un cambio de hábitos en la alimentación, el transporte y tender
hacia las energías más limpias para reducir la utilización de los recursos fósiles.
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Una diferencia de solo medio grado de temperatura tendría consecuencias
devastadoras para nuestro planeta, por lo que cada vez es más urgente limitar el
aumento de la temperatura global a un máximo de 1,5 grados centígrados,
advirtió este lunes el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la
ONU (IPCC).
5 simples cosas que puedes hacer para evitar que 2030 sea la fecha límite para
una "catástrofe global" por el cambio climático
Y el tiempo para actuar se nos está acabando, se asegura en el último informe del
IPCC, el que ha sido descrito como "un último llamado" para salvar a la Tierra de
una inminente catástrofe.
Un máximo que, según los científicos, parece además cada vez menos deseable.
"Y eso fue lo que hicieron", dijo del informe, titulado "Calentamiento global de
1,5 grados centígrados".
Una diferencia crucial
El estudio, que se basa en más de 6.000 referencias científicas, explica los efectos
que tendría un incremento de temperaturas del 1,5 y los compara con los de una
subida de 2 grados.
Pero según el nuevo informe, ir más allá de los 1,5 grados es poner en riesgo la
habitabilidad de la Tierra.
"Limitar el calentamiento a 1,5 grados conlleva muchos beneficios en
comparación con limitarlo a 2 grados. Esto reduciría el impacto del cambio
climático de maneras muy importantes", explicó el profesor Jim Skea,
copresidente del IPCC.
Pero, según el IPCC, este límite podría superarse en tan sólo 12 años.
Consecuencias devastadoras
El IPCC proyecta que un aumento de la temperatura global de 2 grados acabaría
con todos los arrecifes de coral.
Mientras que un incremento de 1,5 los reducirá entre un 70% y un 90%, dos
grados los extinguirían casi por completo.
Pero esto requiere cambios urgentes y de gran escala por parte de gobiernos e
individuos. Además, tendríamos que invertir una gran cantidad de dinero cada
año: alrededor del 2.5% del PIB mundial durante dos décadas.
El informe afirma que si se quiere cumplir la meta del 1,5 habría que disminuir
las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en un 45% para el año 2030.
El copresidente del IPCC Jim Skea afirma que si esto es posible o no dependerá
de la voluntad política.
Estas incluyen:
Comprar menos carne, leche, queso y mantequilla y más alimentos de
temporada producidos localmente (además de desperdiciar menos comida).
Conducir automóviles eléctricos y caminar o usar la bicicleta para
desplazamientos cortos
Tomar trenes y buses en lugar de aviones
Recurrir a videoconferencias en lugar de viajar por razones de trabajo
Secar la ropa al sol en lugar de utilizar secadoras
Aislar mejor las casas para reducir la dependencia de calefacción y/o
acondicionadores de aire
Exigir una baja huella de carbono en todos los productos de consumo
"Uno puede creer que no puede controlar el uso que se la da a la tierra, pero uno
sí puede decidir qué come y eso determina el uso de la tierra", explicó la Dra.
Debra Roberts, la otra copresidente del IPCC.
"Podemos elegir como nos movilizamos dentro de las ciudades, garantizar que
elegimos a gobernantes que le apuestan al transporte público", ejemplificó
Roberts.
«El adelgazamiento está alcanzando la parte más fría del Ártico, que posee el
hielo más grueso, con lo cual la situación re eja de un modo bastante dramático
la transformación del hielo marino del Ártico y el clima ártico», especifica Meier.
Un reportaje de un noticiero australiano de 1973 predijo el fin del mundo
basándose en las conclusiones de investigadores del Instituto de Tecnología de
Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) y una de las computadoras más
grandes del mundo en ese momento, localizada en Australia, creada en el marco
de un programa llamado World One.
Este programa fue ideado por el pionero de la informática Jay Forrester, del Club
de Roma, un grupo de personas preocupadas por el futuro de la humanidad.
Tanto lo estaban, que pensaban que el final de nuestra civilización se produciría
en la década de 2040.
"Alrededor del año 2020, la condición del planeta se vuelve muy crítica", afirma el
periodista australiano de los años setenta dirigiéndose a los espectadores.
"En esta fase, alrededor de 2040 a 2050, la vida civilizada tal y como la
conocemos dejará de existir en este planeta", concluye el pronóstico el
reportero.
Otros consideran que está fuera de lugar la fe que los autores tienen en la
humanidady su capacidad para comprender la naturaleza real del problema.
¿Y en un escenario extremo?
Según el artículo, si la población no logra adaptarse al
incremento de las temperaturas derivado del cambio climático,
en el próximo medio siglo el número de muertes por olas de calor
aumentará drásticamente en las regiones tropicales y
subtropicales del planeta, seguidas de cerca por Australia,
Europa y Estados Unidos.
De acuerdo con uno de los autores del estudio, Gabriel Kooperman, la respuesta
de los bosques tropicales al aumento de los niveles de dióxido de carbono podría
ser un factor importante para el cambio climático en los trópicos.
«Estas mediciones precisas de Totten son vitales para monitorear los cambios y comprenderlos en el contexto de las variaciones
naturales y la investigación es un paso importante para evaluar el posible impacto en el nivel del mar en varios escenarios
futuros».
Los instrumentos para medir el flujo glacial, la velocidad y el espesor se han dejado en el glaciar durante otros 12 meses para
recopilar más datos.
Así, en el año 2100, la desaparición de los hábitats actuales afectaría negativamente a la mayoría de las especies vivientes en el
planeta, desde insectos hasta mamíferos y anfibios.
Los climatólogos de la Universidad de Anglia del Este, la Universidad James Cook y de la organización conservacionista WWF
creen que la única forma de evitar una extinción global es limitar la emisión de sustancias dañinas a la atmósfera y evitar el
surgimiento de industrias descontroladas.
Su estudio explora una serie de diferentes guiones de futuros cambios climáticos: desde un aumento de la temperatura media
global de 4,5 °C hasta uno de 2 °C, el límite máximo establecido en el Acuerdo de París.
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biodiversidad y ecosistemas», dice el informe. De 1970 a 2014, las poblaciones de
vertebrados se redujeron en 60%. Y solo en lo referente a las poblaciones de
agua dulce han disminuido en un 83% desde 1970.
Aportación económica
El informe también cuantifica la aportación económica del medio ambiente. A
nivel mundial, la naturaleza proporciona servicios por un valor aproximado de
125 billones de dólares al año, al mismo tiempo que ayuda a garantizar el
suministro de aire fresco, agua potable, alimentos, energía, medicamentos y otros
productos y materiales.
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