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Ley de Idiomas Nacionales (documento) regula el reconocimiento, respeto,

promoción, desarrollo y utilización del español y de los idiomas de los pueblos


indígenas del país (maya, garífuna y xinka), así como su observancia en
irrestricto apego a la Constitución Política de la República, respeto y ejercicio
de los derechos humanos. El Congreso de la República de Guatemala la
decretó a través del Decreto 19-2003, del 7 de mayo de 2003. Las normas de
este decreto fueron desarrolladas en el Reglamento de la Ley de Idiomas
Nacionales, publicado en el Diario de Centroamérica el 11 de octubre de 2011.

Los guatemaltecos hispanohablantes continúan refiriéndose con tono


despectivo a las lenguas indígenas de Guatemala. Cuando dicen que los
indígenas “hablan lengua o hablan dialecto”, están ignorando que el español
guatemalteco es un dialecto de la lengua española internacional.

No existen jerarquías entre las lenguas, tanto el español como los otros
idiomas que se hablan en el país cuentan con los rasgos lingüísticos
universales: un sistema gramatical, una gran riqueza léxica, la capacidad de
ser vehículos de la comunicación, del pensamiento simbólico y creativo.

En el mundo existen aproximadamente 6,000 lenguas, por lo menos la mitad se


extinguirán en este siglo.

Esta situación es alarmante cuando se consideran las implicaciones culturales


y humanas de esa paulatina extinción, pues cada lengua lleva dentro de sí ese
sentido particular de entender y ordenar el mundo, es el vehículo de cada
cultura.

¿Cuántas de esas lenguas que se extinguirán serán guatemaltecas?

El derecho de las personas a practicar y reproducir su propia lengua y cultura


debe ser inalienable. Preservar la diversidad lingüística no significa que las
lenguas y las culturas deban permanecer estáticas, que no puedan cambiar.

Es obvio que la mayoría de las personas necesitan usar otras lenguas para
desenvolverse en el mundo contemporáneo. Esta necesidad no se riñe con la
diversidad. Las lenguas han coexistido para distintos usos complementarios
desde épocas inmemorables.

El bilingüismo y el multilingüismo proveen la ventaja de fortalecer la identidad


de todas las personas, pues escoger usar una lengua es un acto de identidad o
pertenencia a una comunidad particular.

La Ley de Idiomas Nacionales en Guatemala permanece sin reglamento desde


el año 2003. La aprobación de este reglamento es urgente porque en
condiciones favorables, todos los idiomas tienen la posibilidad de desarrollarse
y utilizarse en todos los ámbitos de la vida social y cumplir las funciones que le
son asignadas.

Tanto el Estado como los hablantes de las diversas lenguas deben participar
de una manera consciente y sistemática para salvaguardarlas de una posible
extinción o desplazamiento por otras de mayor apoyo o prestigio social.

Los servicios de salud y educación, la justicia, los medios de comunicación, el


transporte y la seguridad, así como las relaciones productivas y comerciales, y
los servicios de empresas privadas, demuestran que la comunicación en
Guatemala está dominada por el idioma español, a pesar de que unos 5
millones 854 mil 251 guatemaltecos son indígenas y que en su mayoría hablan
uno de los 22 idiomas originarios.

Sabía que su hija estaba enferma y que necesitaba un medicamento con


urgencia, pero no entendía con claridad lo que el médico intentaba explicarle.
La conversación se tornaba infructuosa. Pasaron unos minutos más, mientras
el especialista y la mujer intentaron comunicarse, pero no fue posible el
entendimiento. Después, con señas le indicaron que debían retirarse de la
clínica, porque había más personas en espera para ser atendidas en el
hospital.

Juana Toc tomó la receta médica entre sus manos y acudió a la farmacia más
cercana, identificada por una cruz roja. Tras el intercambio de dinero y
medicina con el farmacéutico, recibió un cambio de Q22 que guardó muy bien.
Nunca supo si pagó el precio justo por los analgésicos o si éstos eran los que
realmente necesitaba su hija. No tenía forma de comprobarlo.

A las dos de la tarde, el olor de la comida y el hambre la condujeron hasta un


comedor cercano del Hospital San Juan de Dios, en el centro de la Capital,
donde tuvo que usar sus manos para señalar el almuerzo que quería.
Compartió los alimentos con su hija y unos minutos más tarde emprendió el
difícil viaje de más de 250 kilómetros, de regreso a su casa en Quiché.

Aunque es guatemalteca y tiene un perfecto dominio de su idioma materno, el


K´iche, Juana parece una extranjera en la Capital de su propio país, pues no
domina el español, el idioma oficial –y predominante– de la República, y por
eso tiene un limitado acceso a los servicios públicos y a las informaciones
imprescindibles para sobrevivir en una ciudad.

Se estima que de 14 millones 636 mil 487 habitantes, en Guatemala unos 5.85
millones son indígenas que en su mayoría dominan uno de los 22 idiomas
mayas. En sus comunidades originarias pueden expresarse sin problemas,
pero en las zonas urbanas y especialmente en la Capital encuentran un cerco
comunicacional, derivado de las tendencias monolingües que han dominado
por décadas las políticas públicas estatales y que han excluido a las
poblaciones indígenas.

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