06 /NOVIEMBRE/2012

¿QUÉ ES LA FE?
CONCEPTO RELIGIOSO: La fe es la respuesta del hombre a Dios que se revela y se entrega a él,
dando al mismo tiempo una luz sobreabundante al hombre que busca el sentido ultimo de su vida.
Por ello consideramos primeramente esta búsqueda del hombre, a continuación la Revelación
divina, por lo cual Dios viene al encuentro del hombre y finalmente la respuesta de la fe.1 La fe es
ante todo una adhesión personal del hombre a Dios; es al mismo tiempo e inseparablemente el
asentamiento libre a toda la verdad que Dios ha revelado.2
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1
Catecismo de la Iglesia Católica, 26
2
Ibíd., 150

CONCEPTO SECULAR: La fe es una creencia no racional en alguna proposición. Una creencia

no racional es aquella que es contraria a la suma de evidencia a su favor. […] También la creencia
es contraria la suma de la evidencia si ésta parece ser igual para ambos lados, en contra y a favor, a
pesar de que uno consigue a una de dos o más proposiciones igualmente fundadas. […] El engaño
de la fe es insinuar que cualquier enunciación que no sea científica apoyada por evidencia
dispuesta de la manera como los científicos lo hacen para sustentar sus afirmaciones científicas, es
materia de fe.3
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3
TODD CARROLL Robert, Diccionario del escéptico – Fe, en http://spanish.skepdic.com/fe.html (vi: 04 de
Octubre de 2012)

¿CÓMO SE PUEDE VIVIR LA FE EN UNA PARROQUIA

MIRÁNDOME A MÍ COMO SACERDOTE?

Mirándome como sacerdote viviría mi fe partiendo de mi testimonio, un testimonio que

manifieste un enamoramiento incondicional hacia Dios, hacia mi Iglesia y hacia mi prójimo.
Evidentemente todas las parroquias son diferentes, en ellas acuden feligreses diferentes y se
suscitan situaciones diferentes, pero la fe en Jesucristo es una verdad inmutable y se vive de una
sola manera: buscando la santidad. Una tarea no fácil, porque todas las personas somos falibles,
pero siempre mirando hacia la meta primordial: Jesucristo.

Mi fe, mirándome como sacerdote, se valdría de muchas herramientas paras hacerse

vida; dentro de ellas estarían: la oración, la meditación de la Palabra de Dios y el Catecismo de
la Iglesia Católica, leer la vida de los santos y las advocaciones de Nuestra Madre María, acudir
a los sacramentos y sobre al sacramento de la reconciliación, realizar actos de piedad (como el
rezo del Santo Rosario) y por supuesto celebrar la Sagrada Eucaristía frecuentemente.

Finalmente, como respuesta generosa y por amor a mi Jesucristo, viviría mi fe poniendo

en práctica los mandamientos de Dios, viéndolos no como una carga, si no como un acto de
amor hacia lo que agrada Dios.

BYRON YAEL CARMONA AGUIRRE 1