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CAPITULO III

ESTRATEGIA DE ENSEÑANZA DE LECTURA

3.1 Enseñanza de lectura

Los psicólogos han avanzado considerablemente en la comprensión de la forma


en que los estudiantes aprenden diversas materias, estos conocimientos han
dado origen a muchas técnicas de enseñanza de diversas materias, como la
lectura, la escritura, las ciencias naturales, las matemáticas y las ciencias
sociales.

Por años, los educadores han debatido sobre la conveniencia de enseñar a los
estudiantes a leer y escribir utilizando técnicas basadas en códigos (apoyos
fonéticos, destrezas, etc.) que relacionan las letras con los sonidos y los sonidos
con las palabras o mediante la aplicación de métodos basados en el significado
(de lenguaje total, literarios, de alfabetismo emergente) que en lugar de
descomponer las palabras y los enunciados se concentran en el significado del
texto.

Los defensores de los planteamientos del lenguaje total creen que el aprendizaje
de la lectura es un proceso natural muy similar al de dominar la lengua materna,
la lectura es una especie de juego de deducciones en el que a partir de un
muestreo de las palabras, los estudiantes hacen predicciones y conjeturas sobre
su significado basados en el contexto que ofrecen las otras palabras del pasaje
y sus conocimientos.

Es decir que las palabras no pueden presentarse fuera del contexto y que es
necesario evitar sólo descifrarlas y descomponer el lenguaje (natural) total en
pequeñas unidades abstractas. En cambio a los niños se les debe presentar un
ambiente rico en materiales escritos, donde estén rodeados de buenos libros y
de adultos que lean para el niño.

En este método del lenguaje total, la enseñanza y el aprendizaje se consideran


recíprocos y colaborativos, el docente asume el rol de un observador agudo que
toma nota de lo que necesita el niño para su aprendizaje, el maestro toma con
los alumnos las decisiones sobre el currículo.
La escritura es una actividad es una actividad importante y significativa, esta
debe ser incorporada en una tarea que sea necesaria y relevante para la vida.
Los defensores del lenguaje total consideran que el currículo debe ser integrado
y expresan que no hay razón para trabajar primero en las destrezas ortográficas,
luego en las de escuchar, después en las de escritura. Según ellos todas esas
habilidades pueden adquirirse en conjunto si los estudiantes trabajan en la
solución de problemas auténticos. Hay muchas aproximaciones al aprendizaje
del lenguaje total, pero casi todas comparten el énfasis en las tareas auténticas
y los currículos integrados.

Algunas investigaciones plantean que los estudiantes necesitan destrezas y


apoyos fonéticos, y que la lectura requiere la destreza para reconocer sonidos y
palabras. Quienes apoyan los métodos basados en códigos plantean que la
capacidad para identificar muchas palabras en la lectura no depende de que se
utilice el contexto para adivinar el significado, es decir que para ellos lo que da
sentido al contexto es el conocimiento de las palabras.

Los planteamientos del lenguaje total son más eficaces en la educación inicial,
porque da a los niños una buena base conceptual para la lectura y la escritura.
Las relaciones sociales que promueve, escribir relatos en conjunto, examinar
dibujos, analizar significados, son actividades que apoyan la alfabetización y
ayudan a los niños para aprender.

3.2 Diez Elementos De Un Programa De Lenguaje Total

1. Leer al niño literatura de calidad para animarlo a leer.


2. Experiencia compartida con los libros. El profesor lee y vuelve a leer rimas,
canciones, poemas e historias atractivas.
3. Lectura en silencio sostenida. El maestro lee por un periodo prolongado.
4. Lectura guiada. El profesor asigna libros a grupos de 8-10 niños para una
lectura independiente seguida de lecciones.
5. Lectura individualizada. Tanto el niño como el maestro hacen una cuidadosa
supervisión del progreso individual
6. Experiencia con el lenguaje. Se registra el lenguaje oral por un secretario y
se entrega a los niños en un formato escrito.
7. Escritura del niño. Se utiliza el proceso escrito de repasar, preparar
borradores, revisar, corregir, publicar y recibir respuestas.
8. Escritura modelada. El profesor modela el proceso y conducta de escribir; los
niños ven en acción a un escritor.
9. Oportunidades para compartir. Se presenta una pieza terminada a una
audiencia.
10. Lectura y escritura del área de contenidos. Los estudiantes ven
demostraciones de cada género y aprenden a variar la velocidad de la lectura
y a buscar claves de contenido.

3.3 Tutelajes Cognoscitivos En La Lectura: Enseñanza


Recíproca.

Tutelaje cognoscitivo es la relación en la cual un aprendiz menos experimentado


adquiere conocimientos y habilidades mediante la guía de un experto.

La enseñanza recíproca es el método diseñado para ayudar a los estudiantes a


entender y pensar con profundidad en lo que leen.

Con la participación guiada en tareas reales surge la apropiación participativa:


los alumnos se apropian de los conocimientos, las habilidades y los valores
implicados en la realización de las tareas Además, los nuevos y los antiguos
participantes en el aprendizaje contribuyen a la comunidad de la práctica al
dominar las habilidades y, en ocasiones, al mejorar tales habilidades durante el
proceso.

Allan Collins (2006) sugiere que los conocimientos y las habilidades adquiridos
en la escuela se han separado demasiado de su uso en el mundo fuera de la
escuela. Para corregir ese desequilibrio, algunos educadores recomiendan que
las escuelas adopten muchas de las características de las estancias como
aprendiz.
Sin embargo, en vez de aprender a esculpir, a bailar o a construir un gabinete,
los tutelajes de la escuela se enfocarían en objetivos cognoscitivos como la
comprensión de la lectura, la escritura o la resolución de problemas matemáticos.
Hay muchos modelos de tutelajes cognoscitivos, pero la mayoría comparte seis
características:

1. Los estudiantes observan a un experto (por lo general, al profesor)


modelar la ejecución.
2. Los estudiantes reciben apoyo externo mediante el entrenamiento o la
tutoría (incluyendo sugerencias, retroalimentación, modelos y
recordatorios).
3. Los estudiantes reciben andamiaje conceptual, que se desvanece de
manera gradual conforme se vuelven más competentes y hábiles.
4. Los estudiantes expresan sus conocimientos de forma continua,
comunicando con sus propios términos su entendimiento de los procesos
y el contenido que están aprendiendo.
5. Los estudiantes reflexionan acerca de su progreso, comparando su
resolución de problemas con el desempeño de un experto y con sus
propias ejecuciones anteriores.
6. Se requiere que los estudiantes exploren nuevas maneras de aplicar lo
que están aprendiendo (las cuales no han practicado al lado del experto).

Conforme los estudiantes aprenden, se les puede desafiar a dominar conceptos


y habilidades más complejos, y a ejecutarlos en diversos ambientes. Para lograr
el contenido de un párrafo, formular una pregunta acerca de la idea central,
aclarar las partes difíciles del material y predecir lo que va a ocurrir.

Los lectores hábiles aplican tales estrategias casi de manera automática, en


tanto que los lectores deficientes rara vez lo hacen, o no saben cómo hacerlo.

Para utilizar las estrategias de manera eficaz, los malos lectores necesitan de
instrucción directa, modelamiento y práctica en situaciones reales de lectura.

Primero, el maestro expone esas estrategias, quizá considerando una estrategia


por día, como experto, explica y modela cada una, y anima a los alumnos para
que la practiquen después, el profesor y los estudiantes leen en silencio un
párrafo breve. Luego, el profesor nuevamente presenta un modelo para resumir,
interrogar, aclarar o predecir con base en la lectura.

Todos leen otro párrafo, y los alumnos gradualmente empiezan a asumir el rol
del maestro, el profesor se vuelve miembro del grupo y, finalmente, puede salirse
de éste conforme los estudiantes toman el control de la enseñanza. A menudo,
los primeros intentos de los estudiantes son vacilantes e incorrectos; no
obstante, el maestro brinda claves, guía, motivación y apoyo al realizar parte de
la tarea (como hacer las preguntas iniciales), y ofrece un modelo y otras formas
de andamiaje para lograr que los estudiantes dominen tales estrategias.

La meta es que los alumnos aprendan a aplicarlas de forma independiente


cuando leen, de manera que el texto adquiera un sentido para ellos.

Aplicación de la enseñanza recíproca. Si bien la enseñanza recíproca parece


funcionar con estudiantes de casi cualquier edad, la mayoría de las
investigaciones se han realizado con adolescentes jóvenes que pueden leer en
voz alta con bastante precisión, pero que se ubican muy por debajo del promedio
en cuanto a la comprensión de la lectura.

Después de 20 horas de práctica con este método, bastantes alumnos, quienes


se encontraban dentro del 25 por ciento más desaventajado de su clase,
subieron al nivel promedio o más en exámenes de comprensión de lectura.

Palincsar identifica tres lineamientos para una enseñanza recíproca eficaz:

1. Cambio gradual. El cambio del control del maestro a la responsabilidad del


estudiante debe ser paulatino.

2. Ajuste de las demandas de acuerdo con las habilidades. La dificultad de la


tarea y la responsabilidad deben ajustarse a las habilidades de cada estudiante,
e incrementarse conforme tales habilidades se desarrollen.

3. Diagnóstico del pensamiento. Los profesores deberían observar


cuidadosamente la “enseñanza” de cada estudiante para obtener indicios sobre
su forma de pensamiento y el tipo de instrucción que necesita.
A diferencia de algunos métodos que tratan de enseñar 40 estrategias o más,
una ventaja de la enseñanza recíproca es que se enfoca en cuatro estrategias
poderosas. Sin embargo, éstas deben enseñarse, ya que no todos los
estudiantes las desarrollan por su cuenta.

Un estudio sobre la enseñanza recíproca, realizado durante más de tres años,


encontró que el interrogatorio era la estrategia más utilizada, pero que era
necesario enseñar a los estudiantes a plantear preguntas de alto nivel, porque la
mayoría hacía preguntas literales o superficiales.

Otra ventaja de la enseñanza recíproca es que hace hincapié en la práctica de


estas cuatro estrategias en el contexto de la lectura real.

Finalmente, la idea del andamiaje y de guiar al estudiante gradualmente hasta


que éste se convierta en un lector que lee de manera fluida e independiente, y
que comprende lo que lee, son componentes fundamentales de la enseñanza
recíproca y los tutelajes cognoscitivos en general.

Referencias

1. De Guzmán, M. (2007). Enseñanza de las Ciencias y la Matemática.


Recuperado el 07 de Enero de 2019 de:
http://www.rieoei.org/rie43a02.pdf

2. Cf. Mata, J. (2009). Las mejores actividades de animación a la lectura.


Recuperado el 07 de Enero de 2019 de:
http://web.educastur.princast.es/proyectos/abareque/web/images/stories/
articulos/Suroccidente/mejores_actividades_lectura2.pdf

3. Woolfolk, A. (2010). Psicología Educativa. 11a. edición. México: Pearson


Educación.

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