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G12 LA LLAVE DE LA VISION

Dentro de la Visión son muy importantes los grupos homogéneos. He entendido que
la mujer tiene la habilidad de enseñar a las mujeres, los hombres a los hombres,
los jóvenes a los jóvenes, y nuestros niños van creciendo al lado de las redes
también.
En la célula se debe aplicar la Visión. Esto lo basamos en el libro de los Hechos
capítulo 10, donde nos relata acerca de la primera célula de Cornelio, cuando
Pedro fue a instituirla. Allí se inició la iglesia gentil.

¿Cómo comienza una célula? Con la oración de tres. Tres personas se dedican a
orar por treinta días seguidos, a darles vida espiritual a familiares, amigos o
conocidos. Tenemos armas espirituales como son la oración, la intercesión, el
ayuno; entonces, con esas tres personas, antes de comenzar una célula, yo me
dedico a orar específicamente por determinadas personas, las cuales queremos
sean parte de esa futura célula. Así oraba por todas las mujeres del mundo. Ahora
oro: “Por lo menos salva doce mujeres de todas las que hay en el mundo, doce
mujeres que se vengan a mi célula”.

La célula es una reunión de amigas, no tiene por qué ser una reunión
religiosa. El peligro más grande de los cristianos es que nos
volvamos extraños y religiosos, que cuando la gente nos vea
orar, lo hagamos con raros ademanes. Si deseamos hacerlo, que
sea en nuestro lugar secreto; pero delante de la gente que no
conoce aún de Cristo, debemos comportarnos normalmente, porque el nuevo
va prevenido y toma cualquier excusa para no regresar.

Entendemos también que el nuevo acepta la invitación más fácilmente a una casa
que a la iglesia. Entonces, es mejor que usted lleve el nuevo a su célula. La célula
se hace en la sala de una casa, en la oficina, en un centro comercial, en una
cafetería, en la universidad, en el colegio, en cualquier parte. En esa reunión usted
debe ser muy amable, crear canales de comunicación; es muy importante romper
el hielo porque las personas a veces lo ven a uno y piensan: “Ella es de otra religión
y me quiere convencer”. Entonces, usted debe ser lo más natural posible, tiene que
ser sabia y poder escuchar. Por lo general, las personas nuevas piensan: “Bueno,
aquí viene la prédica”. Pero lo que en realidad ellas necesitan es ser escuchadas. De
modo que entonces usted, lo primero que tiene que hacer es permitir que expongan
sus problemas y dificultades, y simplemente óigalas. Este es el primer milagro para
los predicadores, porque comúnmente a nosotros nos encanta hablar, nos gusta
predicar y no hemos aprendido a escuchar.

Entonces lo que yo hago en una célula es sentarme y ponerles atención a las


mujeres para que ellas puedan abrir su corazón. Cuando ellas concluyen, abro las
páginas de la Biblia y les doy ese consejo sabio que necesitan para su vida.
Nosotros tenemos que darle solución a los problemas de las personas. O sea, a
través de la Palabra, alcanzarles ese consejo que tanto necesitan para crecer en fe.

Durante un año solo trabajé con una célula. Mi deseo no era tener doce células, ni
multitudes de ellas. Y por ponerle toda mi dedicación a esa célula, fui testigo de sus
excelentes frutos.

Yo veo que la célula es la prioridad; la Visión misma comienza con una célula.
Luego va teniendo una transformación y se convierte en el grupo de doce. El grupo
de doce es diferente a la célula. La célula es abierta, es evangelística, va dirigida al
nuevo. En cambio el G12 es un grupo cerrado, es cuando usted decide quiénes van
a formar parte de su equipo de doce. Es como si usted fuera un director técnico
contando con sus mejores jugadores. Durante un año ha entrenado a varios, pero
usted ha observado quiénes pueden ser parte de su equipo principal. Usted ha
contemplado quiénes han ido al Encuentro, quiénes asisten regularmente a la
iglesia, quiénes ofrendan, quiénes diezman; y también observa a sus familias.
Puede que esos discípulos no sean perfectos, pero nadie lo es. La mayoría tiene
dificultades pero, del mismo modo, todas las personas poseen un tesoro, solamente
que hay que llevarles a los Encuentros para sacarle la tierrita. Y mientras más polvo
se elimina, más reluce el oro.

¿Y cuáles son los temas que se tratan en el G12? Temas de liderazgo, visión,
doctrina y ministración. Esos son los temas que en G12 se desarrollan una vez por
semana. Luego, cada participante del G12 vuelve a empezar como usted lo hizo.
Comienza a formar su célula a través de la oración de los tres, y usted se convierte
en algo así como un supervisor de doce células cuando alcanza su G12. Y a partir
de allí, viene la multiplicación.

Cuando usted tiene su G12, su naturaleza es cambiada. Yo he podido notar que uno
es distinto antes y después de nombrar a sus doce. Cuando yo nombré a los míos
por un acto de fe, en una primera reunión de mujeres, mi naturaleza fue cambiada;
inmediatamente vine a ser como Israel. Y literalmente, toda mujer u hombre que
se decide a tener su G12 se convierte en un príncipe con Dios, porque eso es lo que
significa Israel, “príncipe con Dios”. Y esto es algo poderoso, algo que sucede en el
mundo espiritual. Fue lo que hemos vivido y experimentado en toda la iglesia. Si
usted quiere ser una princesa con Dios, decídase a tener su G12.

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