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MANUAL

LA PRÁCTICA DEL PSICÓLOGO


EN EL ÁMBITO FORENSE

Autora: Ps. Ana María Righetti Maureira.

Magíster en Intervención Psicojurídica y Forense, UDP.

SANTIAGO, 2015
I. INTRODUCCIÓN

En nuestro país, la práctica de psicólogos y psicólogas en el ámbito forense, ha ido


adquiriendo cada vez más una mayor relevancia, reflejándose esto con mayor magnitud ante
la llegada de la Reforma Procesal Penal, lo que ha dado paso a los enjuiciamientos orales, ya
que el actual sistema deja atrás el procedimiento de escrituración, siendo los medios de
pruebas los elementos fundamentales que permiten llevar adelante el proceso investigativo.

Es en este escenario que el sistema de justicia solicita la intervención de un perito hábil y


entendido en la materia. Siendo por este motivo que psicólogos y psicólogas, han sido y son
llamados a entregar desde su ciencia sus apreciaciones en relación a lo solicitado por el
sistema judicial, facilitando con esto, la toma de decisiones de jueces.

Es por este motivo que la práctica del psicólogo en el ámbito forense es relevante y es por
ello, que la gran mayoría de la bibliografía en la materia expone que para el ejercicio de esta
práctica, el profesional debiese contar con un repertorio de conocimientos y técnicas
específicas. Se recomienda además, la especialización en este campo, como también, el
reconocimiento de parte de los profesionales en relación a sus límites y alcances, en cuanto a
su experticia e idoneidad profesional.

Con estos elementos se espera que la práctica del psicólogo en esta área sea desarrollada
desde parámetros apropiados, deseables y esperables en relación al rol. No obstante,
también se señala, que en ocasiones la práctica presentaría falencias en su desarrollo
generando con esto, una mala praxis, refiriendo además, que producto a este mal
desempeño, provocaría consecuencias negativas, tanto como a las personas involucradas en
el proceso judicial, como también, a la colectividad de psicólogos y psicólogas que trabajan en
este medio, ya que puede generar al ámbito del derecho desconfianza por la mala práctica.
Además estas falencias en el desempeño podrían transgredir ciertos elementos éticos

Eso por ese motivo, la necesidad de desarrollar competencias afines al rol, para que el
ejercicio se desempeñe de manera apropiada y dentro de un rango ético y técnico.

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CAPITULO I

CRIMINOLOGÍA Como disciplina causal explicativa, estudia tanto la criminalidad como fenómeno individual y
social, su extensión, formas, tendencias, factores asociados y eficacia relativa de los medios empleados para
prevenirla y combatirla, así como también a los delincuentes, sus particularidades, características comunes y las
posibilidades de agruparlos para su identificación e intervención García-Pablo, 1996; González, 1998

1. 1 Reseña histórica de la criminología; como base del entendimiento de la conducta


humana criminal y su debida sanción.

Se ha visto que el estudio del delito y conducta criminal se ha estudiado a lo largo de la


historia y de diversas maneras. Por ejemplo Burke refiere que “en la época pre-moderna
predominaban las nociones espirituales y mágicas. Luego, durante los últimos dos siglos, con
la aparición de formas seculares de pensamiento, la revolución científica, junto con los
cambios, económicos y culturales, los esfuerzos explicativos en torno al delito han tomado
direcciones tendientes a la teorización e investigación sistemática y científica” (2005 citado en
Villagra, 2009, p. 1).

Pese a que desde tiempos remotos se ha querido explicar el comportamiento delictivo, se


puede decir que desde el siglo XVIII “comienza a formarse un cuerpo teórico enfocado al
estudio de la conducta delictiva, denominado actualmente Criminología y sus postulados se
denominan teorías criminológicas” (Villagra, 2009, p. 1).

Estas teorías, son explicaciones basadas en evidencias empíricas en relación a la conducta


criminal. Como también, “esta teoría criminológica debe ofrecer un concepto del objeto a
estudiar…, aproximación al conocimiento del objeto y una propuesta de formas de
intervención práctica” (Villagra, 2009, p. 1).

Entre las teorías que estudiaban la conducta criminal, se puede señalar la Escuela Clásica
(siglo XVIII), en ese contexto Beccaria, intelectual de aquella época, expone un ensayo del
“Delito y sus Penas” en 1764, estableció los elementos fundamentales para el modelo del
actor racional, señalando lo siguiente:

Los conceptos subyacentes fueron Libre albedrío y el Hedonismo, retratando una


imagen de un ser humano racional y analítico que basa sus elecciones en el principio

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del placer. Esta perspectiva asume la noción de contrato social, es decir, del contrato
implícito que debe ser aceptado por los individuos de determinada sociedad, con miras
a participar y ser miembros legítimos de la misma. Consecuentemente, si una persona
comete una acción que es prohibida por la ley, está dañando el funcionamiento de la
sociedad como un todo… El castigo debe ser fijo, proporcional al delito cometido, y
administrado bajo el principio judicial (Villagra, 2009, p. 3).

Con posterioridad, surge la escuela positivista quienes le atribuyen mayor importancia al


estudio del delincuente, tanto en sus factores personales como sociales. Esta escuela
propone “una amplia gama de medidas, enfatizando que la pena debe corresponder al poder
que el delincuente tiene de hacer daño y sus probabilidades de readaptación social”
(González Berendique, 1998, citado en Dölz, 2008, p. 19), ya que “responden con una medida
que no implica castigo, sino defensa social, abogando por máxima seguridad con mínimo de
sufrimiento individual, debiéndose adecuar a la personalidad del delincuente, especialmente a
su temibilidad, concepto acuñado por Garófalo que apunta a la cantidad de mal que se puede
esperar por parte de este” (González Berendique, 1998, citado en Dölz, 2008, p. 19).

Los positivistas incluyen el método de observación y experimentación, en que participaban las


ciencias psicológicas, sociológicas, estadística y la antropología criminal (González
Berendique, 1998, citado en Dölz, 2008).

La Antropología Criminal se sitúa en el polo de la predisposición constitucional para el delito y


una recognoscibilidad física del delincuente “verdadero”. La Sociología por su parte se centra
en el ambiente, busca comprobar cuáles son los sucesos sociales y los mecanismos de
interacción social que provocan el delito. En tanto la Psicología se acentúa en los factores
endogenetistas y ambientalistas (González Berendique, 1998, citando en Dölz, 2008).

Entre los autores importantes que se pueden mencionar de esa época, se encuentran Cesar
Lombroso (médico y antropólogo) y Enrique Ferri (sociólogo). El primer literario con su libro “El
Hombre Delincuente”, aporta “la primera conceptualización psicológica de la determinación del
actuar delictivo humano. En esta concepción se refirió a las características bio-psicológicas
del ser humano delincuente” (Álvarez, Sarmiento y Varela, 2002, p. 1)

En cambio Ferri se centraba en lo exógeno, pues “cuestionaba la reducción biológica y


proponía el acto criminal en un triple orden, siendo: individual, físico y social. Esta noción lo
llevó a proyectar remedios sociales que debían desarrollarse primero a través de una

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corrección del ambiente social, es decir en las esferas políticas, administrativas, económicas y
pedagógicas y mediante disposiciones preventivas o sustitutos penales para poner fin a las
manifestaciones patológicas de la vida social” (Dalla-Corte, 1996, p. 159).

De lo expuesto anteriormente, se puede concluir que desde el inicio de la formación teórica, a


partir del siglo XVIII, surge la mayor intención de entender la conducta criminal, como también
los cambios en el tipo de sanción. En ese sentido, el aporte de Cesar Lombroso es digno de
mencionar ya que:

Sistematiza por primera vez, todos los análisis previamente realizados, que no
lograban abarcar de manera integrativa el fenómeno delictual. Este sistema estaba
centrado en un análisis etiológico de la acción criminal, acentuando aspectos médico-
biológicos, antropológicos y psicológicos tras ella. Con este hito, la Criminología
comienza un paulatino proceso y avance para desprenderse, parcialmente, de las
ciencias penales (González Berendique, 1998, citando en Dölz, 2008, p. 45).

Por lo tanto, se puede visualizar que siempre ha estado el interés de estudiar el


comportamiento delictual del ser humano para, así, determinar algún tipo de sanción.

Estos estudios han facilitado por un lado entender la conducta criminal y ha permitido normar
los comportamientos que transgreden el orden social, favoreciendo con esto, la convivencia
en sociedad. (Maffioletti y Rutte, 2004).

Tales normas “se expresan a través de leyes o códigos, que tienen como propósito definir
aquellas conductas que van a ser consideradas delito, en virtud que transgreden bienes
jurídicos protegidos, definidos jerárquicamente en atención a su importancia” (Maffioletti y
Rutte, 2004, p. 3).

El Código penal define delito en su Art.1º como: “toda acción u omisión voluntaria penada por
la ley. Las acciones u omisiones penadas por la ley se reputan siempre voluntarias, a no ser
que se conste lo contrario” (p. 1)
Por lo tanto, el comportamiento delictivo puede ser entendido como un comportamiento que
transgrede la ley, que cumple con los requisitos de antijuricidad (que atente contra un bien
jurídico protegido), tipicidad (que esté descrito en el Código Penal) y culpabilidad (de quién lo
comete, tenga conciencia y sea responsable de dicho acto y sus consecuencias) (Villagra,
2009, p.2).

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1. 2 Sistema de Administración de Justicia en Chile.

Es importante mencionar que en el año 2000 se da inicio a un sistema de administración de


justicia penal en Chile, modelo que se fue aplicando de manera gradual en nuestro territorio,
concluyendo su aplicación en la totalidad de las regiones del país en el año 2005.

Esta nueva reforma procesal penal, es publicado el 12 de octubre del 2000 (Código Procesal
Penal), modelo que sustituye al antiguo sistema (inquisitivo) que existía en nuestro país desde
el siglo pasado, siendo reemplazado por uno de tipo acusatorio. Con este nuevo sistema, los
procesos judiciales son más rápidos evitando con esto la acumulación, los acusados y
víctimas de delitos cuentan con derechos explícitos, no obstante para ilustrar de una mejor
manera las diferencias entre el sistema actual con el antiguo, se mencionan los siguientes
principios básicos;

- Imparcialidad; ya que en el actual sistema hay separación de funciones de investigar y


condenar, debido que en el sistema antiguo el juez previo de acusar, debía conducir la
investigación, y en el actual modelo, el juez ante una audiencia escucha a un fiscal
investigador y acusador y a un defensor (del acusado) antes de dar un fallo. Por lo tanto, la
tarea de investigar le corresponde al Ministerio Publico, organismo creado en este nuevo
sistema, siendo una entidad autónoma, donde la figura de un fiscal (abogado) es quien tiene
la tarea de reunir las evidencias de un delito, labor que la realiza con el apoyo de las policías,
para así ser presentadas ante el juez. (Biblioteca del Congreso, 2005).

- Transparencia; ya que en el actual sistema el juicio es oral y público, permitiendo con esto,
una mayor transparencia, y la ciudadanía tiene libre acceso a ver como se resuelven los
casos. En cambio, en el antiguo sistema los juicios se llevaban a puerta cerrada.

- Inmediación; en la nueva reforma las audiencias se realizan en presencia del Juez sin
intermediarios entre él y las partes, ya que no existen los actuarios como en el modelo
antiguo.

- Oralidad; en el sistema actual, el juicio se desarrolla en una o más audiencias, en donde


fiscal y defensor deben exponer sus argumentos frente al Juez de Garantía o de Tribunal de
Juicio Oral, por lo tanto, los antecedentes acumulados en el procedimiento penal relevantes
para el juicio deben exponerse verbalmente en la etapa preliminar, para que la sentencia se
funde en lo que el tribunal ha escuchado. En cambio en el sistema inquisitivo, el

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procedimiento era a través de la escrituración, donde los elementos acumulados eran escritos
y se realizaba una cronología para que luego ser examinado por el tribunal para sentenciar.

- Celeridad; este principio en el nuevo sistema alude a un proceso más rápido, también, existe
la posibilidad de salidas alternativas, como que las partes lleguen a un acuerdo reparatorio o
que el juez dicte la suspensión del procedimiento, como también existen los procedimientos
simplificados.

Además otro principio que se destaca en este nuevo sistema de administración de justicia es
la creación de la Defensoría Penal Pública, entidad encargada de proveer defensa legal a los
acusados que no puedan costear su propio abogado, donde los imputados tienen derecho a
una defensa letrada, quienes son abogado y no egresados o estudiantes de derechos.

Además, hay una mayor protección a las víctimas y testigos, siendo el Ministerio Publico, el
órgano encargado de proveer de protección a las víctimas y testigos (unidad de atención de
Víctimas y testigos). Para la aplicación de esto se implementan diversos mecanismos para la
protección, como por ejemplo; audiencias reservadas, testimonios de niños/as solo ante
Jueces, entre otras. Asimismo, se encuentra el principio de respeto a la víctima, donde
fiscales del Ministerio Publico y Jueces tienen el deber de recibir, atender y escuchar a las
víctimas cuando ésta lo solicite, como a la vez tienen el derecho (víctima) de ser informada
por los Fiscales y de parte de los Tribunales sobre el estado de la investigación, situación que
no ocurría en el sistema antiguo, ya que el sumario era secreto, donde las víctimas
desconocían los avance de la denuncia.

Otro principio que diferencia el actual sistema con el antiguo, es en relación a lo que respecta
con la persona detenida, ya que en el nuevo modelo la persona detenida, tienen contacto
directo con el Juez, donde una vez efectuada la detención, los policías deben poner a los
detenidos en presencia del Juez de Garantía dentro de un plazo de 24 horas (el juez puede
prorrogar la detención hasta por tres días en casos fundados). En el antiguo sistema, el
detenido era trasladado por Policías directamente a un recinto penitenciario.

Si bien en los párrafos anteriores se mencionan algunos de los nuevos actores incluidos en
este nuevo modelo, se considera necesario realizar una mayor descripción de cada una de
las funciones de dichos organismo, siendo los siguientes:

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Ministerio Público: su función es guiar la investigación, por una parte, y sustentar la acción
penal. Esta compuesta por Fiscal Nacional, por Fiscales Regionales y los Fiscales adjuntos.
Existe además un consejo general que reúne al Fiscal Nacional con todos los Fiscales
regionales.

Funciones del Ministerio Público 1

- Representar a la comunidad en la persecución penal

- Dirigir en forma exclusiva la investigación de los delitos.

- Dirigir la actuación de las policías durante la investigación.

- Presentar la acusación ante el juzgado de Garantía, primero, y cuando corresponda,


sostener la acción penal ante el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal.

- Atender y proteger a las víctimas y testigos.

Defensoría Penal Pública2: es una institución pública, entidad que trabajan abogados cuya
función es proveer de defensa en el juicio oral a quienes sean objeto de persecución penal
por parte de los órganos estatales.

En una institución descentralizada funcionalmente y desconcentrada territorialmente, dotada


de personalidad jurídica y patrimonio propio y está supervigilada por el Presidente de la
Republica a través del Ministerio de Justicia.

Funciones del La Defensoría:

- Vigilar el cumplimiento de las garantías y derechos procesales del imputado,


asegurando su efectiva e igualitaria participación del proceso.

- Representar judicialmente al imputado, interviniendo en todas las actuaciones


judiciales y audiencias desde la primera actuación dirigida en su contra hasta el final
del proceso.

1
Guía práctica de la Reforma Procesal Penal, 2005
2
Guía Practica de la Reforma Procesal Penal, 2005, p. 10.

8
- Asistir al imputado informándole de todas las diligencias del proceso dirigido en su
contra.

Jueces de Garantía: son los encargados de asegurar que no se vulneren los derechos de los
intervinientes en el procedimiento, incluidas las víctimas, testigos e imputados.

Funciones Principales:

- Asegurar los derechos del imputado y demás intervinientes en el proceso penal, de


acuerdo a la ley procesal penal.

- Dirigir personalmente las audiencias que procedan, de conformidad a la ley procesal


penal.

- Dictar sentencia, cuando corresponda, en el procedimiento abreviado.

- Conocer y fallar las faltas penales y algunos, simples delitos, conforme al


procedimiento simplificado, cuando corresponda.

- Controlar la ejecución de las condenas criminales y las medidas de seguridad que


establezcan.

Jueces del Tribunal Oral en lo Penal, Defensores Públicos: son los jueces que integran el
Tribunal Colegiado (compuesto por tres jueces), llamados a conocer y conducir el debate
durante el Juicio Oral, para luego determinar la culpabilidad o inocencia del imputado.

Principales Funciones:

- Conocer y juzgar las causas por crimen o simple delito conforme al Código Procesal
Penal.

- Resolver, en su caso, sobre la libertad o prisión preventiva de los acusados puestos a


su disposición.

- Resolver todos incidentes que se presenten durante el juicio oral.

- Absolver o condenar al imputado y dictar la sentencia definitiva en caso de


culpabilidad, en base a las pruebas presentadas durante la audiencia de juicio oral y
público.

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- Conocer y resolver todas las cuestiones y asuntos que la ley de responsabilidad penal
juvenil les encomienden, y conocer y resolver los demás asuntos que la ley procesal
penal le encomiende.

Ha continuación se efectúa una relación entre la ciencia psicológica con el derecho, como
forma de ir introduciendo el tema de la psicología forense y sus aportes.

1.3. Ciencia psicológica en el ámbito jurídico y su relación con el derecho

La ciencia psicológica adquiere relevancia, ya que estudia el comportamiento humano.


Describe, analiza e interpreta aquellas conductas que quebrantan el orden social establecido
(Maffioletti y Rutte, 2004). Y el Derecho, busca valorar las conductas (Salinas, 2009). Para
Munné (1987), “son ciencias llamadas a entenderse como ciencias humanas del
comportamiento y sociales” (citado en Arch y Jarne, 2009, p. 2).

Por lo tanto, la Psicología y el Derecho están relacionadas, ya que ambas disciplinas son
ciencias humanas y sociales y el objeto de intervención es la conducta de las personas (Arch
y Jarne, 2009).

Por ello es que Muñoz Sabaté (1980) señala los siguientes tres conceptos para explicar la
relación entre la Psicología y el Derecho:

Psicología en el Derecho para referirse al conocimiento de las leyes psicológicas que

regulan los comportamientos de las personas en las formulaciones e interpretación de

las normas jurídicas, lo que se entiende por Psicología Jurídica.

Psicología del Derecho, en términos de la fundamentación psicológica y social del

derecho, al estar plagado éste de conceptos e interpretaciones psicológicas de los

actos humanos.

Y Psicología para el Derecho, la que opera como una ciencia auxiliar del derecho

cuando es llamada a informar sobre hechos referentes a un caso especifico,

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contribuyendo con esto, a esclarecer la verdad de los hechos, siendo esto lo que se

conoce como la psicología forense (Maffioletti y Rutte, 2004, p. 3).

Producto a esta relación e interdependencia entre ambas disciplinas surge la Psicología


Jurídica como área de trabajo e investigación psicológica especializada (Maffioletti y Rutte,
2004). En algunos países, esta área de la psicología la han denominado de diferentes
maneras: algunos la señalan como “Psicología Forense”, otros las designan “Psicología
Criminal” o “Psicología Judicial”; sin embargo la acepción más utilizada corresponde,
precisamente, a la “Psicología Jurídica”, (Escaff, 2008). y desde esta especialización una
sub- área que correspondería a la Psicología Forense.

Por último, es importante destacar que la colaboración entre juristas y psicólogos se ha ido
desarrollando e implantando de forma práctica, requiriéndose cada vez, en mayor medida, el
aporte de los profesionales de la psicología a la realidad del mundo legal (Arch y Jarne, 2009),
siendo aun cada vez más importante nuestra labor en este ámbito.

1.4. Desarrollo de la psicología jurídica

Para ilustrar el desarrollo de la psicología jurídica, se toma como referencia a los autores
Farina, Arce y Seijo, quienes exponen cuatro etapas que a modo de resumen, muestran el
crecimiento de esta rama de la psicología, siendo las siguientes:

1. A partir de inicio de siglo XX hasta los años 30: la temática de abordaje

estaba orientada hacia fenómenos de testificación; donde se pueden destacar los

trabajos de Stern, Binet y Münsterberg los cuales fueron pioneros sobre los

procesos psicológicos del testimonio.

2. Luego entre los años 1930 a 1950: Se ha considerado la época menos

productiva por parte de la Psicología Jurídica, pese que el sistema legal sí continuó

aportando a la literatura sobre el tema. Garzón (1990) considera que el descenso

de las contribuciones de los psicólogos pudo estar motivado por la diversificación

de la psicología en nuevos campos de trabajo, así como por la etapa de reflexión

11
interna que vivía la misma psicología, produciéndose lo que Loh (1981) definió

como “psicologismo jurídico” por la proliferación de trabajos de juristas que

apelaban a la psicología para fundamentar su paso hacia el llamado realismo

desde un anterior formalismo legal. (En el año 1932 Emilio Mira y López publica el

“Manual de Psicología Jurídica”).

3. En los años 1950 a 1970, los tribunales comienza a acusar la necesidad de

utilizar Psicólogos cualificados como testigos expertos sobre cuestiones criminales

en las que se debe establecer la responsabilidad del sujeto.

4. Y a partir de la década de los años 70 puede contemplarse el “boom” de la

Psicología Jurídica, notándose un notable incremento en el número de

publicaciones sobre la materia, como también, comienzan a constituirse diversas

asociaciones como por ejemplo; (…) The Association of Psychology and Law

(1991) o la International Association of Forensic Mental Health Service (2001). (…)

En España el Colegio de Abogados de Barcelona, crea en 1971 la sección de

Psicología y Sociología Jurídicas. en 1974 el Anuario de Sociología y Psicología

Jurídicas, y en 1975 el Instituto del mismo nombre En 1980 se publica Introducción

a la Psicología Jurídica, donde los autores Ramón Bayés, Luís Muñoz Sabaté y

Federico Munné realizan una recopilación de trabajos aparecidos en años

anteriores (citado en Arch y Jarne, 2009, p. 2-3).

Finalmente, cabe destacar que desde los años 80, el ejercicio de la Psicología Jurídica
adquiere mayor fuerza ya que comienza la creación de delegaciones en el tema, lo que
permitió potenciar y difundir la disciplina. Un ejemplo de ello, es que en 1985 la Delegación de
Madrid promovió el estudio para la elaboración de un Catálogo de Documentos en Psicología
Jurídica. Además, esta comisión estimuló la creación de la Sección de Psicología Jurídica en
1987 propiciándose, de esta forma, tanto la difusión como la formación de profesionales (Arch
y Jarne, 2009).

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De lo dicho anteriormente, se advierte un desarrollo considerable en España en relación a la
Psicología Jurídica, permitiendo la creación de asociaciones en el ámbito, como también
fomentar la necesidad de la especialización y el interés de los profesionales en participar en
seminarios y/o congresos.

13
CAPITULO II:

Psicología Jurídica y Forense.

2.1. Psicología Jurídica y Forense en Chile

En nuestro país, Chile, de manera paulatina esta disciplina se ha ido desarrollando cada vez
más y hace alrededor de una década se ha visto una creciente participación de los psicólogos
en el ámbito de la justicia (Escaff, 2008, p. 1).

Esto, a pesar que desde hace bastante tiempo los profesionales de la ciencia psicológica
ejercían en ámbitos vinculados al tema de la criminalidad, desconociendo en cierta medida el
enfoque en relación al rol profesional (Escaff, 2008).

Siendo por ese motivo, que es importante destacar, que el desempeño de este ámbito se
inicia con la incorporación de psicólogos y psicólogas a los equipos técnicos de “Gendarmería
de Chile”. En su primicia los/as psicólogos/as ejercían en el sistema carcelario, no obstante, a
partir de las modificaciones del sistema de penas realizada en el año 1982, surge la ley
18.216, la que establece medidas alternativas a las penas privativas o restrictivas de libertad.
En ese contexto se estipulan tres tipos de beneficios3:

- Reclusión Nocturna.
- Remisión Condicional de la Pena.
- Libertad Vigilada del Adulto.

Producto de ello, es que existe la necesidad de incorporar a psicólogos/as, y a otros


profesionales de las ciencias sociales, a tal institución, ya que son los encargados/ as de
someter “a un condenado a un régimen de libertad a prueba que tenderá a su tratamiento
intensivo e individualizado, bajo la vigilancia y orientación de un delegado” (Biblioteca del
Congreso Nacional, Ley 18.216), pese de no ser, una función única de los psicólogos, no
obstante, un gran número de psicólogos cumplen con este rol, quienes trabajan con la

3
Modificación de la ley 18.216, Que establece medidas alternativas a las penas privativas o restrictivas
de libertad. Donde la expresión “nocturna” se reemplaza por “parcial”, llamándose Reclusión Parcial.
Por lo tanto, se incluye; Reclusión Parcial, prestación de servicios en beneficio de la comunidad, la
libertad vigilada intensiva y la expulsión (art.34). Fecha de promulgación 13.06.2012 y de publicación
27.06.2012. (Biblioteca del Congreso Nacional de Chile, 2012).

14
finalidad de favorecer la reinserción social de dichos sujetos condenados por el sistema de
justicia. Además, en los Centro de Reinserción Social de Gendarmería de Chile existen
equipos de Psicólogos y Asistentes Sociales que efectúan evaluaciones psicológicas las que
serán informadas al sistema judicial, función que corresponde en relación a lo requerido que
estipula la ley 18.216 en articulo 15 letra c en relación a los informes presentenciales, “que
uno de los elementos a considerar para beneficiar a una persona con la medida de Libertad
Vigilada del Adulto es que exista un informe que permita concluir que, por sus antecedentes
sociales y características de personalidad, un tratamiento en libertad aparece eficaz y
necesario para una efectiva readaptación y resocialización del imputado” (Gendarmería de
Chile, 2010).

Posteriormente, la Policía de Investigaciones de Chile, en el año 1987 crea el Centro de


Asistencia a Víctimas de Atentados Sexuales "C.A.V.A.S". La función principal de esta unidad,
consiste en la entrega gratuita de un tratamiento integral e interdisciplinario, a un sujeto que
ha sido víctima de algún delito sexual, como también, a su grupo familiar (Escaff, 2008).

Seguidamente en el año 1991, el Instituto de Criminología, perteneciente a la institución


antes mencionada, se incorporan profesionales del área de la psicología (Escaff, 2008). Y con
posterioridad SENAME, en conjunto con Organismos Colaboradores, comienzan a desarrollar
diversos programas de atención para víctimas de maltrato infantil, existiendo en la actualidad
variadas ofertas programáticas para la atención de niños, niñas y adolescentes vulnerados en
sus derechos.

Otro hito importante para el desarrollo de esta disciplina en Chile, fue la realización del primer
“Congreso Iberoamericano de Psicología Jurídica”, en el año 1995, que contó con el
patrocinio de la Asociación Iberoamericana de Psicología Jurídica (Escaff, 2008).

Asimismo, la llegada de la Reforma Procesal Penal, sin duda constituye un enorme avance en
la administración de justicia y en la modernización del Estado en general. Junto con esto
sobrevienen una serie de cambios importantes, donde a la Psicología Jurídica se le presenta
un amplio campo de trabajo y acción, siendo aún más necesaria la participación de psicólogos
y psicólogas en este ámbito (Maffioletti y Rutte, 2004).

Con la actual reforma, “los antecedentes que se encuentran en la carpeta investigativa del
Fiscal son medios de pruebas de las que dispone el órgano encargado de llevar adelante la
Acción Penal Pública (Ministerio Público), cuya valoración está sometida a la controversia en

15
un sistema adversarial compuesto por quien investiga y acusa, la defensa de quien está
siendo imputado como posible autor de un delito y la acción de un tercero objetivo e imparcial
que tiene la tarea de sancionar, el Juez de Garantía o el Tribunal Oral en lo Penal” (Maffioletti
y Rutte, 2006, p. 15).

En consecuencia, la Psicología Jurídica es una especialidad que empieza a tener una


relevancia cada vez mayor y esto se debe a que los psicólogos son cada vez más requeridos
en los Tribunales de Justicia, para comparecer como expertos “peritos” ante una materia que
se encuentra en controversia, instancia en que se adopta un rol de asesores (auxiliar) de
Jueces y Tribunales. Todo esto ha promovido un avance científico de esta disciplina, tal y
como puede observarse en el incremento de la publicación de artículos, libros, etcétera.

Además, es importante señalar que, “dada la diversidad de solicitudes dirigidas al psicólogo


jurídico, poco a poco se ha ido creando conciencia acerca de la necesidad de especialización
en esta área, a la vez que se ha hecho más necesario la investigación y la creación de
instrumentos que la definan y le den particularidad” (Maffioletti y Rutte, 2004, p. 4).

Desde este mismo crecimiento vivido en nuestro país, y con el incremento de la demanda de
conocimientos especializados, bajo el alero del Colegio de Psicólogos de Chile se constituye
en el año 2003 una asociación de profesionales “interesados en generar espacios de
discusión y reflexión en temas en que la psicología y justicia requerirían de un puente
conceptual y científico que diera sustento a proyectos de ley, políticas públicas y fallos
judiciales” (Huerta y Maffioletti, 2009, p. 114). Dicha asociación corresponde hoy en día a la
“Asociación Chilena de Psicología Jurídica y Forense”.

De lo dicho anteriormente, se advierte que la Psicología Jurídica y Forense ha presentado en


nuestro País un paulatino desarrollo, situación que está “en concordancias con las
evoluciones sociales y culturales, el sistema de justicia ha ido incorporando conocimiento de
ciencias afines, lo que ha redundado en una mayor especificidad y precisión en cuanto a sus
requerimientos a quienes tienen la función de colaborar en los procesos judiciales” (Maffioletti
y Rutte, 2004, p. 4).

Por esta razón, que “el Ministerio Público, en el ejercicio de la acción penal que ha sido
encomendada de forma exclusiva por la ley (Ley 19.640, 1999), requiere para el
esclarecimiento de los hechos del conocimiento de ciencias afines al derecho, de acuerdo a
estándares que el mismo ha definido, que le permitan un pronunciamiento fundado respecto

16
del caso que investiga” (Maffioletti y Rutte, 2004, p. 4), siendo en ese caso donde se solicita la
acción de un psicólogo forense, como forma de favorecer en dicho proceso adversarial, con la
finalidad de apoyar en el esclarecimiento sobre alguna materia que se investiga.

2.2. Ámbitos de la Aplicación de la Psicología Jurídica.

La Psicología Jurídica se divide en distintas áreas de aplicación, cada una de éstas presenta
un funcionamiento determinado y el profesional tiene un rol específico, sin embargo,
presentan similitud entre ellas, ya que son sub- especialidades que están orientadas y
relacionadas con el Sistema Judicial. Siendo las siguientes:

1. Psicología Penitenciaria: es una de las áreas más antiguas tanto en España como en
nuestro país “Esta rama de la psicología jurídica analiza y aplica aquellos procesos de
evaluación y tratamientos de personas que se hallan bajo custodia penitenciaria, sean
condenado o en espera de juicio y aquellos procesos posteriores de tipo comunitarios
destinados a su reinserción social” (Soria, 2005, p. 34). En nuestra nación la institución
encargada de esta área es Gendarmería de Chile.

2. Psicología de la Víctima: esta área busca investigar y contribuir a mejorar la situación de


la víctima y su interacción con el sistema legal. Por lo tanto, aquí el profesional podría tener
las siguientes funciones; atención, tratamiento, estudio, planificación, prevención en grupos
de riesgos y campañas divulgativas a la población general (Soria, 2005). En chile, hay
diversos Organismos Estatales y Privados dedicados al rubro de esta área, como por ejemplo
C.A.V.A.S y SENAME, entre otros.

3. Psicología Jurídica del Menor y la Familia: El objetivo ha sido evaluar y emitir informes
técnicos que permitan orientar, asesorar y guiar bajo una visión psicojurídica a los Juzgados
de Menores. En la actualidad existe una gran oferta programática de SENAME encargadas de
transmitir estas orientaciones técnicas, entre ellas se encuentran por ejemplo: DAM, OPD,
Centro de Libertad Asistida, etcétera (Escaff, 2008).

4. Psicología Criminal de la Prevención del Delito: “Entendida como el conocimiento de


aquellos procesos psicosociales que influyen en la génesis, desarrollo y mantenimiento de la
conducta criminal, así como de aquellas técnicas dirigidas a su control previo o detección”
(Soria, 2005, p. 34). Por ejemplo: Soria (2005) refiere que en esta área de la psicología

17
jurídica se encuentran diversos estudios de personalidad criminal, como también, las
investigaciones de programas de prevención del delito.

5. Psicología Militar: “Se encuentra ligada a los procesos de selección y ascenso profesional,
así como el apoyo en crisis en situaciones de guerra” (Soria, 2005, p. 34).

6. Resolución Alternativa de Conflicto: Definida como aquella rama de la psicología jurídica


que apunta a “conocer, desarrollar y aplicar metodologías y técnicas psicológicas dirigidas a
facilitar los procesos de negociación y mediación como medios para resolver conflictos
sociales sin adentrarse a la vía de litigio judicial” (Soria, 2005, p. 35).

7. Psicología Judicial: Soria (2005) expone que esta rama de la psicología jurídica estudia
los factores extrajurídicos que influyen en las decisiones de los órganos judiciales. En ella se
puede diferenciar tres ámbitos: “El primero situado en lo académico – universitario y dirigido a
conocer los factores que influyen en las decisiones judiciales, sean éstos de tipos
psicológicos, social o cultural. En segundo término, desde una vertiente más aplicada se han
desarrollado asesoramientos a profesionales del Derecho… Y por último, es el apoyo de
profesionales psicólogos en la toma decisional judicial” (Soria, 2005, p. 33-34), siendo esta la
psicología forense

- Psicología Forense: Urra (1993), plantea que la psicología forense es “la ciencia que
enseña la aplicación de todas las ramas y saberes de la Psicología ante las preguntas de la
Justicia, y coopera en todo momento con la Administración de Justicia, actuando en el foro
(tribunal), mejorando el ejercicio del Derecho" (citado en Arch y Jarne, 2009, p. 5).

2.3 Ámbito de Actuación del Psicólogo Forense en Chile

1. Derecho Laboral: se encuentra ligado a evaluaciones producto accidente laborales o


enfermedades mentales, donde se valoran: secuelas psicológicas o neuropsicológicas y
físicas, incapacitación (indemnización o despido por alteración mental), aptitudes
profesionales, problemas de adaptación laboral, simulación de trastornos, situaciones de
acoso. etc.

2. Derecho Civil: los psicólogos forenses aquí evalúan si una persona está afectada de
alguna anomalía capaz de constituir alguna causa de incapacidad legal.

18
a) Interdicción; en esta instancia se efectúa un pronunciamiento de acuerdo a la capacidad
civil de una persona, es decir, la capacidad para gobernar los derechos y deberes que la ley
contempla para él por el solo hecho de existir (Capacidad Jurídica).

b) Derecho Infancia y Familia; son informes que permite asesorar a Juzgados de Familia con
una visión psico-socio-jurídica, en temar relacionados en; violencia Intrafamiliar mediación,
prevención, tratamiento, asesoría en medidas de protección, como también, orientar a jueces
en tratamiento, reeducación y reinserción de los Niños en su contexto familiar y social,
maltrato psicológico. Informes que se realizan; informes para guarda y custodia, régimen de
visitas, adopción, procesos de separación, mediación, informes de vulneración de derechos
etc.

3. Derecho Penal: Psicología Forense en el Marco de la Reforma Procesal Penal, instancia


en que se realizan; evaluación pericial a víctimas (credibilidad de relato, daño emociona) e
imputados (características de personalidad, control de impulsos, etc), exposición del informe
en Tribunal Oral en lo Penal, Informes para medidas cautelares al Tribunal de Garantía
(UAVT), asesoría a Fiscales del Ministerio Público informes de la contraparte (UAVT),
asesoría a defensores, capacitación y difusión.

19
CAPITULO III:

PSICOLOGÍA FORENSE

3.1. Funciones y Requisitos del Psicólogo Forense en su Rol Profesional

La psicología forense “Desarrolla sus conocimientos y aplicaciones con vistas a contribuir sus
hallazgos en el seno de una sala de justicia con la finalidad de auxiliar al órgano juzgador en
su toma de decisión” (Soria, 2005, p. 33) y como formula Muñoz Sabaté (1980) la psicología
forense “Es para el derecho”, entendida ésta como ciencia aplicada auxiliar del derecho,
además Ávila (1989) indica que los profesionales, en este rubro, “se encuentran inmerso en
un sistema de complejas determinaciones como lo son las relaciones entre los individuos, la
sociedad y las leyes, donde el psicólogo/a interviene como perito en calidad de experto
aportando con sus conocimientos específicos al órgano judicial” (citando en Torres, 2002, p.
6).

Para ejercer como perito psicológico en nuestro país, no existe un proceso de acreditación
para los profesionales que se desempeñan en este ámbito, sin embargo, el órgano judicial
tiene la facultad de determinar la admisibilidad del informe pericial, siendo esto estipulado en
artículo 316 del Código Procesal Penal que menciona: “El Tribunal admitirá los informes y
citará a los peritos cuando, además de los requisitos generales para la admisibilidad de las
solicitudes de prueba, considerare que los peritos y sus informes otorgan suficientes garantías
de seriedad y profesionalismo” (Maffioletti, 2009, p. 5).

Es por esta razón, que Urra (2009), quien ha estudiado la práctica y la ética del psicólogo que
trabaja como auxiliar de la administración de la justicia, sostiene que el profesional, tiene la
obligación de conocer en profundidad las características, conceptos y operaciones del círculo
judicial, es por ello que “el psicólogo aparte de conocer el ámbito psicológico habrá de
manejarse con los requisitos que son propios del ámbito jurídico” (Urra, 2007, p. 96).
Asimismo, menciona la pertinencia de la especialización.

Sumado a lo anterior, este mismo autor (2009) refiere, que en el rol de este ejercicio, el
psicólogo tiene que evitar ofrecer conclusiones sobre las leyes, como también, el profesional
debe ser cauteloso en la predicción sobre conducta antisocial, donde tendría que expresar
claramente las recomendaciones o calificaciones.

20
Esta actividad pericial psicológica se desarrolla en una intimidad vincular de diálogo que
obliga al profesional asumir, inevitablemente, una actitud ética. (Maffioletti y Salinas, 2005).

Además, en el Sistema Judicial está presente el principio de transparencia donde “se pueden
conocer los medios de prueba que son utilizados por las partes para sostener su teoría del
caso. (Huerta y Maffioletti, 2009, p. 113), por lo que se hace aún más necesario desarrollar
dicha función desde una mirada ética.

Por lo tanto, es necesario que el profesional que se desempeña en este campo, cuente con
un repertorio de conocimientos y técnicas a las que pueda recurrir en cada situación
particular, de acuerdo a lo solicitado, lo que le facilitaría al perito psicológico efectuar una
correcta y oportuna pericia, ya que entre “más técnica la cuestión sometida a decisión judicial,
mayor importancia cobra la prueba pericial” (Maffioletti y Salinas, 2005, p. 16).

En este sentido, entre más experto sea el perito y más abundante y precisa la obtención de
resultado de acuerdo a lo solicitado, más oportuna será la información que el profesional
aporte en el informe pericial (Maffioletti y Salinas, 2005).

Por otra parte, el autor Del Río (2002), refiere que si en la práctica forense hay presencia de
errores, estas fallas o faltas generarían graves repercusiones hacía las personas involucradas
en el proceso, como también, esto afectaría al profesional (citado en Urra, 2007).

Sumado a esto Javier Urra, (2007) expresa que una mala práctica, aparte de conllevar
consecuencias negativas tanto al evaluado como al psicólogo, también, afecta a la
colectividad psicológica, ya que una mala consecuencia de la praxis genera desconfianza en
la conciencia social en el ámbito del derecho.

Además, el profesional en su rol, debe evitar en formular o guiarse por juicios de valor, como
también no debe pronunciar datos injuriosos, aspectos irrelevantes y conclusiones no
probadas (Maffioletti y Salinas, 2005).

En el rol del psicólogo forense no corresponde profundizar más allá de lo necesario en


aspectos clínicos, ya que no se va a tratar el caso y como indica Urra (2002) “la intromisión
sería gratuita y poco ética. Nuestra labor es diagnóstica y orientadora, no etimológicamente
clínica ni terapéutica” (p. 612).

Por lo tanto, el trabajo del psicólogo forense debe comportar una gran exigencia científica y
ética. De hecho, en las directrices especializadas para psicólogos forenses (Sociedad Legal

21
Americana y división 41 APA, 1994), se especifica, entre otras, la obligación del psicólogo
forense de seguir los estándares éticos más elevados de su profesión y la de mantener
actualizados los conocimientos del desarrollo científico, profesional y legal dentro de su área
de competencia (Torres, 2002).

3.2. Diferencias entre la Psicología Clínica y la Psicología Forense

Antes de mencionar las diferencias, es necesario señalar que ambas ramas de


especialización pertenecen a la ciencia psicológica y poseen una base epistemológica común,
sin embargo, en su desempeño presentan disimilitudes. En gran parte, se debe a que la
psicología forense está al servicio del sistema judicial, donde la toma de decisión, a diferencia
de lo que ocurre con la psicología clínica, no le corresponde al psicólogo, pues en el ámbito
forense actúa como mero consultor.

Por lo tanto la psicología forense, está en confluencia entre dos ciencias, “la psicología” y del
“derecho” (Salinas, 2008).

A groso modo, se mencionaran las diferencias que presentan la psicología forense versus
psicología clínica:

- La primera está relacionada a la pregunta ¿Quién es el cliente?, donde Weiner (1995)


plantea:

El cliente es la entidad que desea que la persona sea examinada, y por tanto la que

recibe el informe… Por otra parte, introduciendo el factor económico, podríamos

preguntarnos ¿quién paga? Y la respuesta a esta pregunta va a ser distinta si el perito

actúa de oficio para la institución en la cual trabaja, o si la pericia es solicitada aparte

de las encomendadas por el propio sistema (citado en Maffioletti y Salinas, 2005, p.

20).

- El setting entre la psicología clínica y la psicología forense, se diferencian en que esta


última “se enmarca en un encuadre forense y no terapéutico” (Fiscalía Nacional del Ministerio
Público, p. 130), pues las características del setting clínico no se basa en una evaluación

22
pericial, a su vez, en el ámbito forense el encuadre trae implícito otras consideraciones, como
son, “la devolución o no de la información al evaluado, el derecho a conocer los resultados, la
confidencialidad y el secreto profesional, la voluntariedad de la participación y las
consecuencias que acarrea y los límites del consentimiento informado” (Maffioletti y Salinas,
2005, p. 21).

- En cuanto a la confidencialidad y el secreto profesional no significa que en la


Psicología Forense se pierda, sino más bien, toman nuevas definiciones e implicancias, es
diferentes a la psicología clínica ya que, en esta última área, la relación está limitada a un
espacio íntimo y personal entre el terapeuta y el paciente. (Torrealba, 2010). Por lo tanto, en
la psicología forense la regla de la confidencialidad y secreto profesional se salvaguarda con
el setting forense pues, previo a la evaluación, se realiza una explicación en cuanto a las
condiciones de la entrevista y del entrevistador, además se hace alusión respecto al manejo
que el profesional realizará con la información obtenida. Por esta razón, es que “la condición
de la evaluación pericial, toda vez que ha sido solicitada por el sistema judicial, va a implicar
una consideración especial respecto del secreto profesional y de la confidencialidad entre
evaluador y evaluado, y no necesariamente su ruptura o anulación” (Maffioletti y Salinas,
2005, p. 21).

Ante este setting, el periciado puede aceptar o no ser evaluado por el perito, llamándole a
este proceso el “consentimiento informado” (Maffioletti, 2009). Por lo tanto, el evaluado está
informado acerca de los límites en cuanto a la información que será despachada a la
administración de justicia (Maffioletti y Salinas, 2005).

“La ruptura de la regla de la confidencialidad en el ámbito forense, siempre tendrá que estar
moderada por la pertinencia de los contenidos que se transmiten. Por ello, no serán
comunicables todos los conocimientos que hemos extraído durante las entrevistas, en la
medida que estos no se relacionen con los hechos investigados” (Maffioletti y Salinas, 2005,
p. 21). De igual forma, el Código de Ética señala que “el psicólogo estará eximido del secreto
sólo y exclusivamente cuando sea requerido por Orden Judicial expresa. Aún así, el
psicólogo/a debe procurar mantener en la más estricta reserva aquellos antecedentes no
relacionados directamente en el asunto judicial” (Colegio de Psicólogos, 1999, p. 11).

- Asimismo, en la psicología forense, se otorga el debido proceso, donde el evaluado


tiene derecho a guardar silencio si así lo estima, “e incluso en el caso de los imputados no

23
deben jurar o prometer en caso de querer declarar en el propio juicio oral” (Maffioletti y
Salinas, 2005, p. 22).

- Otra gran diferencia entre ambas disciplinas es que: “En el caso clínico, la mayoría de las
veces el trabajo se realiza longitudinalmente, en cambio en el caso pericial implica un corte
sagital en la historia de vida del evaluado. Esto, sin perjuicio de que en la evaluación pericial
psicológica se consideren los antecedentes relevantes y otros informes o antecedentes de
años anteriores, y se contrasten críticamente las distintas versiones presentes en el
expediente” (Maffioletti y Salinas, 2005, p. 22).

- Por último, los informes psicológicos del ámbito pericial forense, deben ceñirse por la
“máxima observación”, “media descripción” y “mínima inferencia” (Torrealba, 2010). Lo que
quiere decir que “el psicólogo puede pensar lo que quiera, pero sólo debe escribir lo que esté
preparado para testificar ante un tribunal” (Maffioletti y Salinas, 2005, p. 22).

3.3. La Evaluación Pericial Psicológica

La evaluación pericial psicológica, tiene su origen en la facultad que la ley confiere al juez
para ordenar pericias. En efecto, el artículo 314 del Código Procesal Penal menciona que
“procederá el informe de peritos siempre que para apreciar algún hecho o circunstancia
relevante fueren necesarios o convenientes conocimientos especiales de una ciencia, arte u
oficio” (Fiscalía Nacional del Ministerio Público, p. 19).

Dichos informes requeridos, deberán ajustarse a los requisitos que estipula el artículo 315 del
Código Procesal Penal. Éste deberá tener “una descripción de la persona que está siendo
evaluada, como también, la relación circunstanciada de todas las operaciones practicadas y
su resultado y las conclusiones que se formularen los peritos conforme a los principios de su
ciencia o reglas de su arte u oficio” (Maffioletti, 2009, p.4).

La evaluación pericial que realizan los psicólogos forenses, es originada por procesos
judiciales (Maffioletti y Salinas, 2005). Actualmente, desde “la puesta en marcha de la
Reforma Procesal Penal, es el Ministerio Público el organismo encargado de llevar adelante la
investigación y la Defensoría Penal Publica es la entidad encargada de proveer defensa penal
a quienes carecen de ella” (Maffioletti y Rutte, 2004, p. 4).

24
La pericia, se caracteriza por dos datos esenciales:

- “Los actores son expertos en alguna rama del saber (ajena al saber jurídico).
- La pericia se realiza sobre datos procesales, a diferencia del testigo que entra en
contacto directo (perceptual) con esos datos” (Maffioletti y Salinas, 2005, p. 14).
Quien realiza la evaluación pericial es un “Perito”. Dicha palabra proviene del latín “Peritus”,
que significa “sabio, experto, hábil, práctico en una materia” (Maffioletti y Salinas, p. 14). De
acuerdo a la ley chilena, puede ejercer la labor de perito aquel que “por sus especiales
conocimientos, ya prácticos o teóricos, se les solicita una intervención sobre aquellos puntos
conflictivos acerca de los cuales le corresponde informar por escrito. Sin prejuicio de lo
anterior, en algunos casos le corresponderá ratificar dicho informe de forma oral y bajo
juramento en juicio oral ante un tribunal colegiado” (Maffioletti y Rutte, 2004, p. 5).

La acción realizada por los peritos se denomina “peritaje”, dicho procedimiento consiste en
una opinión fundada desde los conocimientos de la rama de especialización (Maffioletti y
Salinas, 2005).

En este sentido los psicólogos, como expertos de una ciencia y que estudian el
comportamiento de un sujeto, son llamados a asesorar y cooperar al juez y a los organismos
auxiliares del sistema judicial, con la finalidad “de apoyar con metodologías y argumentos
científicos sus fallos y recabar el apoyo judicativo de especialistas en el tema especifico, así,
cuanto más técnica es la cuestión sometida a decisión judicial, mayor importancia cobra la
prueba pericial” (Maffioletti y Rutte, 2004, p. 5).

Es por esta razón, que surge la evaluación pericial psicológica. Urra (2002) menciona que los
objetos de estudios de este ámbito corresponden a:

Estudio de las bases psicológicas de la imputabilidad de encausado. La determinación

de la peligrosidad en caso que la persona sea declarada inimputable, para adoptar

medida de seguridad. La medida terapéutica o de tratamiento más adecuada, por

ejemplo en aquellos sujetos que hubiesen cometido el hecho delictivo por motivo de

dependencia (abuso de sustancia). De la víctima interesarán, fundamentalmente, las

secuelas del delito. Del testigo, el estudio de la credibilidad de su testimonio. Y la

25
evaluación de cualquier extremo psicológico que sirva como elemento probatorio de

las tesis de la defensa o acusación” (citado en Maffioletti y Rutte, 2004, p. 5).

Asimismo Maffioletti y Rutte (2004), mencionan que desde los objetos de estudios propuestos
por Urra (2002), se pueden agregar los siguientes tópicos:

- El primero, refiere que en el caso de una evaluación pericial de imputabilidad de quienes


hayan sido declarados imputables, se podría indagar los efectos que puedan tener a partir de
su permanencia en el medio libre, donde se evaluaría las probabilidades de reincidir y las
posibles medidas cautelares.

- El segundo alude a la evaluación de víctimas, en que la pericia de credibilidad de relato


como, en los casos de abuso sexual, es una técnica que cobra un especial valor probatorio.

- Por último, señalan la importancia de determinar quién es el “sujeto del peritaje”, debido
que la persona de la pericia puede encontrarse en calidad de “procesado” o “imputado”,
“condenado”, “perjudicado” (víctima del delito) o “testigo”.

Por lo tanto, el objetivo último de la evaluación psicológica forense, es la elaboración del


dictamen pericial correspondiente al objeto de litigio (Arch y Jarne, 2009.).

3.3.1. Dictamen pericial

Mauleón (citando en Arch y Jarne, 2009) define el dictamen pericial, como la opinión objetiva
e imparcial de un técnico o especialista, con específicos conocimientos científicos, artísticos o
prácticos, acerca de la existencia de un hecho y la naturaleza del mismo. Este dictamen,
“tiene una finalidad objetiva que es la determinación de unos hechos o sus manifestaciones y
consecuencias. Esta objetividad debe ser el principio rector del examen pericial,
independiente de los intereses de las partes, es por ello, que desde un primer momento se
deberá definir, concretar y clarificar sus funciones” (Arch y Jarne, 2009, p.8).

“La presentación del dictamen se hará de forma legal, por escrito y/o expresión oral, en
audiencias o diligencias” (Maffioletti y Salinas, 2005, p. 19). Este dictamen emitido por un
perito, en este caso por un psicólogo, deberá ser en relación a la materia requerida a evaluar,
siendo éste un medio de prueba dentro de un proceso judicial, permitiendo con esto formar

26
convicción o despejar dudas razonables en el tribunal colegiado que le corresponde juzgar los
hechos (Maffioletti y Salinas, 2005).

3.3.2. Estructura del informe

La estructura del informe, deberá seguir un patrón o un diseño que plasme los datos
necesarios para dar respuesta a lo requerido (Soria, 2005). Requerirá contener identificación
detallada del evaluado, metodologías empleadas, en la cual se tendrá que explicitar los
instrumentos de medición utilizados.

Por lo tanto, la evaluación deberá basarse en la pregunta legal, es decir, aquello que el
requirente solicita valorar.

El cuerpo del informe deberá precisar aquellas premisas que van a permitir al evaluador
concluir en el apartado correspondiente.

En el caso que se estipule algún diagnóstico, tendrá que enunciar desde qué marco
conceptual se ha construido, por ejemplo: CIE 10, DSM IV-TR, etcétera. (Soria, 2005).

En cuanto a las conclusiones, las respuestas tendrán que estar claramente desarrolladas en
función a la/s pregunta/s formulada/s por el solicitante y a los hallazgos de la evaluación.
(Maffioletti y Rutte, 2006).

Además, no se debe “aseverar, y menos concluir, respecto de algún punto sobre el cual no
tengamos competencias ni elementos suficientes de análisis como para pronunciarnos de
forma seria y responsable” (Maffioletti y Salinas, 2005, p.19).

27
3.3.2.1. Ejemplo de lineamientos en evaluación a imputado.

I. Primero, y en todo proceso evaluativo se debe efectuar el setting forense,


instancia en que se da a conocer el motivo de la evaluación con la finalidad de
obtener el consentimiento informado de parte del periciado. Para esto, es
necesario dar a conocer los motivos de la solicitud (la pregunta psicolegal), numero
de causa, quien lo solicita, se le debe explicar además sus derechos que le asisten
en calidad de imputado. Dar a conocer además; las implicancias del informe,
comunicándole el manejo que se hará de la información. Luego de efectuar tales
explicaciones y aclaraciones se le solicita el consentimiento informado. (en el caso
que no lo otorgase, se le debe comunicar por ejemplo al Fiscal la no realización de
la evaluación)

II. Se debe realizar un Examen Mental, en donde se debería observar los siguientes
aspectos; conducta (postura ante el proceso evaluativo y durante el desarrollo de
la misma), lenguaje, curso y forma del pensamiento (ilación de la ideas, memoria,
atención), juicio y sentido de la realidad, contenido del pensamiento, observar su
orientación tempo- espacia, atención, funcionamiento cognitivo estimación
intelectual en el caso que no se administre una instrumento para su evaluación).

III. En cuanto a este punto alude a recabar información acerca de los Antecedentes
Relevantes; en la evaluación y redacción del informe como primer orden debe ir
señalado la identificación del periciado (evaluado), por ejemplo; nombre, edad,
RUN, Fecha de nacimiento, nacionalidad, estado civil, oficio u profesión,
escolaridad, actividad.

Otro tipo de antecedentes relevantes, ha evaluar, tiene relación con la información


a lo concerniente a contexto familiar y sociocultural, donde por ejemplo se debería
obtener información acerca de la conformación e identificación del grupo familiar
de origen y actual, su dinámica (funcionamiento familiar), los cumplimientos de
roles de los integrantes de la familia, antecedentes de disfuncionalidades por parte
de alguno de los miembros de la familia (ejemplo violencia intrafamiliar, consumo
de la alcohol y/o drogas, entre otras características), como también, obtener
información del proceso de socialización indagando posibilidad de vinculación con
grupos de pares que pudiesen presentar conductas transgresoras y/o

28
criminógenas legales, antecedentes previo de parte de evaluado o de su familia,
condición económica y de habitalidad.

Se debe recabar en cuanto a historia escolar, como la edad de inicio, repitencias o


posibles expulsiones, el tipo de relación que mantenía con profesores y/o
compañeros, presencia de trastorno de aprendizaje, motivos de deserción.

Asimismo, se debe obtener información de trayectoria laboral, por ejemplo,


ocupación, estabilidad y habitualidad laboral.

Otro punto importante de indagar, tiene relación a los antecedentes de vida


afectiva y/o sexual área que se debe enfatizar en mayor medida en el caso de
realizar una pericia a un imputado que esta siendo investigado por una causa de
delito sexual, donde se debería indagar en cuanto al desarrollo psicosexual, tipo y
calidad de relaciones afectivas, edad y contexto de iniciación sexual, analizar si las
relaciones sexuales son gratificantes, traumáticas, como también, obtener
información acerca de prácticas masturbatorias, fantasías sexuales, identidad
sexual, disfunciones sexuales, parafilías, presencia de conductas promiscuas, uso
de material pornográfico, situación actual (casado, separado, convive, describiendo
su grupo familiar actual.

Por otro lado, se debe obtener información de antecedentes mórbidos


(antecedentes de salud, psicológicos y/o psiquiátricos, consumo de drogas y/o
Alcohol).

IV La aplicación de los instrumentos psicológicos, instancia en que se debería


aplicar el o los instrumentos que permitirá obtener información relacionada a la
causa y a lo solicitado, batería que además debe ir concordancia con los niveles
estimado en cuanto a parámetros intelectuales, por ende es importante y
recomendable la lectura de carpeta investigativa, ya que permite preparar y
diseñar la evaluación, como también, la elaboración de hipótesis del caso.

29
IV. Relato sobre los hechos que se investiga.

El formato de una pauta de evaluación pudiese ser la siguiente, es importante señalar que la
pauta dependerá además de la instancia donde el perito lo realice, ya que en organismos
estatales en su mayoría existen los formatos predefinidos y en el caso particular esto pudiese
modificar, no obstante, y en cuanto a lo que se debería recabar y en relación a lo que la
literatura señala, el informe escrito debería tener el siguiente cuerpo:

3.3.2.2. Pauta de Informe.

INFORME PERICIAL PSICOLOGICO.

DATOS IDENTIFICACIÓN:

Nombres:

Edad:

RUT:

Fecha de Nacimiento:

Escolaridad:

Estado Civil:

Actividad u Oficio:

Fecha de la Evaluación

Evaluador:

30
II MOTIVO DE LA EVALUACIÓN

Se identifica quien solicita el informe, por ejemplo si es de parte de Fiscalía, Tribunal de


Familia, abogado particular, se debe especificar numero de causa (RUC, ROL) señalar el
delito. Se debe explicar el objetivo de la evaluación, motivo que debe tener relación con lo
requerido por tribunal mediante la solicitud.

III FORMALIDADES DE LA EVALUACIÓN

Se trata de dar a conocer al examinado, al inicio del procedimiento, señalando el motivo de la


evaluación y sus efectos, consultar si accede voluntariamente a la realización de la pericia. Se
acreditar su identidad mediante documento de consentimiento informado por escrito, donde
además manifiesta estar debidamente informado de los derechos que le asisten.

IV METODOLOGÍA APLICADA

Aquí se consigna y se explican las metodologías aplicadas, por ejemplo:

- Entrevista Pericial Psicológica

- Aplicación de Instrumentos Psicodiagnósticos

- Análisis Criminológico de los antecedentes y de las declaraciones 4

V CONDUCTA OBSERVADA

Se debe señalar el comportamiento del evaluado durante el proceso de evaluación

VI ANTECEDENTES RELEVANTES.

Se señalan los antecedentes biográficos (los que se han sindicado anteriormente en


lineamientos para la evaluación de imputados).

4
Prestadas durante la investigación. Análisis que cobra mayor relevancia en el caso de estar
realizando un análisis de verosimilitud de los dichos del imputado. (Maffioletti y Rutte, 2004)

31
VII RESULTADOS DE LA EVALUACIÓN

Se realiza un análisis de los distintos instrumentos aplicados (psicodiagnóstico) durante la


evaluación pericial. Enfatizando en la pregunta psicolegal.

VIII CONCLUSIONES.

Se da respuesta a los requerimientos solicitados.

La evaluación pericial a imputado generalmente tiene los siguientes requerimientos;


verosimilitud del relato, control de impulsos sexuales (ligado a peritajes a imputados de delitos
sexual), Control y manejo de impulsos (relacionado a imputado ligado a delitos violentos,
donde se busca conocer el nivel de control de estos), Evaluación psicológica de personalidad,
evaluación de facultades mentales, evaluación de peligrosidad y reincidencias, entre otras
solicitudes.

3.3.2.3. Lineamientos de evaluaciones a Víctimas, enfatizando en la evaluaciones a


niños/as y adolescentes.

La persona víctima, es aquella que ha sido vulnerada de sus bienes jurídicamente protegidos.
La disciplina victimológica, menciona que una persona que ha sido víctima de un delito, se le
genera un antes y un después en su vida (después de un hecho traumático).

Es importante mencionar, que se debe evitar la victimización secundaría – en las víctimas-, lo


que en muchas ocasiones, el paso del sujeto -víctima- por el sistema judicial provoca esta
situación, siendo por ese motivo, que al momento de evaluar, sobre todo en credibilidad de
relato, se debe evitar la victimización.

Es por ello, la necesidad de contar con experticia y conocimiento en la materia, como por
ejemplo; en la forma de conducir una entrevista –tipos de preguntas-. Además la literatura
referente al área, recomienda en no sobre-exponer al sujeto a una nueva evaluación pericial,
sobre todo en los casos que se haya solicitado credibilidad de relato –previamente-, ya que
se ha visto que entre más exposición y exigencia hacia el niño/a y adolescente para que

32
repita el hecho abusivo, (por ejemplo; en el sistema judicial ante las diversas instancias como
testiguar, las evaluaciones periciales) se supone que tendrá que recordar nuevamente esta
situación dolorosa, lo que pudiese reforzar sus sentimientos de culpa y vergüenza, además
podría consolidar la estigmatización y disociación de los recuerdos y del afecto, siendo por
eso no recomendable de sobre - exponer al niño/a a una nueva evaluación pericial de
credibilidad de relato, cuando ya se ha logrado obtener relato (en una primea evaluación
realizada)

Por lo tanto, en el caso que se hubiese efectuado un peritaje psicológico y en el cual ya


habría un relato del hecho que se investiga, no sería recomendable, efectuar nuevamente una
obtención del testimonio. Ante este escenario, lo más pertinente por hacer, seria solicitar los
audios del relato y desde ahí analizar la credibilidad. (En el caso que fuese solicitado).

Se recomienda para la evaluación lo siguiente5:

- Es recomendable conocer antecedentes del caso que permita conocer la situación de lo


ocurrido, como por ejemplo; tipo de abuso que se investiga, la identidad del ofensor
(parentesco, la edad, entre otros). Además este conocimiento permitirá formular preguntas,
hipótesis. También, facilitará definir la información que será requerida a la persona que
acompañe a la víctima -en la evaluación-. Asimismo, permitirá planificar la distribución de las
sesiones de entrevistas. Etc.

- Introducción y encuadre: el entrevistador se debe presentar, explicar quienes estarán


presentes durante la evaluación, se le debe explicar la función del entrevistador y lo que
busca la evaluación –objetivos de la evaluación-, explicar además la presencia de y ubicación
de cámara y/o audio. Solicitar el consentimiento informado.

- Se debe generar un Rapport: establecer un vinculo entre entrevistador y evaluado, con el


objeto de generar un espacio de acogida, que resulte cómodo para el entrevistado. En el caso
de evaluaciones a niños/as y adolescentes de debe establecer la línea base del
funcionamiento a través del intercambio sobre temáticas neutras. Este intercambio en una
primera instancia se debe enfocar en cuanto a acontecimientos e intereses no relacionados

5
Guía de entrevistas investigativa con niños, niñas y adolescentes víctimas de delitos sexuales. Unidad
especialización en delitos sexuales y violentos Fiscalía Nacional del Ministerio Público, 2012

33
con el delito, como por ejemplo; colegio, deporte, actividades recreativas, juegos, entre otras).
Se recomienda que la fase de rapport no sea prolongada, si bien esto va depender de cada
caso, no obstante a ello, se sugiere no ser tan extenso, ya que sobre todo en evaluaciones a
niños más pequeños, se corre el riesgo que al momento de llegar a la fase de indagación,
pudiese el niño estar agotado, ya que la concentración y atención disminuye. En esta fase
además se explica los objetivos y las reglas de la entrevista.

- Entrenamiento en un episodio de memoria: consiste en que el evaluado narre libremente


(breve) una experiencia concreta que haya vivido, como forma de generar un ejercicio de
dialogo entre entrevistador e entrevistado. Para esto el interlocutor debe estimular un relato
los más libre y abierto posible. Resulta favorable realizar preguntas abiertas. Lo que busca
este entrenamiento, es que el entrevistado pueda ejercitar dinámicas comunicacionales
necesarias en la próxima fase (donde tenga que narra lo sucedido, sobre el hecho que se
investiga).

- Obtención del testimonio: se le debe solicitar al niño /a, en general a la víctima, que con sus
propias palabras relate lo sucedido, el entrevistador no debe efectuar una valoración del
hecho. En esta instancia muchas veces se debe invitar a los niños/as, adolescentes a
continuar su narración (ejemplo; ¿Qué más me puedes decir acerca de eso?, pero no de
forma invasiva o sugestiva). Acá no se debería interrumpir al niño/a, adolescente para pedir
detalles adicionales o para aclarar.

- Investigando los hechos: esta fase está orientada a profundizar en la información que el
entrevistado ha entregado en la narración del hecho. Aquí se debe ahondar en el relato
entregado por la víctima, como por ejemplo; indagar en la identificación del ofensor,
descripción del vínculo, del lugar, recurrencia, entre otras. Esto se puede realizar a través de
preguntas abiertas, especificas- cerrada, de selección o de opción forzada (este tipo de
pregunta no debería ser usada para probar elementos centrales en el relato del niño, se usa
en el caso si una pregunta especifica-cerrada resulta improductiva).

- Obtención de otra información de relevancia procesal que el evaluado no ha entregado:


luego de haber obtenido el testimonio y de haber realizados preguntas orientadas a precisar
lo relatado por la víctima, esta instancia consiste en que el entrevistador, efectué preguntas
que permita obtener respuestas que aporte a los elementos procesales. O sea, van dirigidas a
abordar temas no expuestos de forma espontanea por el evaluado. Se debe ser cauteloso de
no introducir información que pueda estimular rellenos de contenidos por parte del

34
entrevistado ante lo relatado (del hecho que se investiga). Lo importante preguntar es acerca
de la develación (circunstancias), ya que permite analizar, el modo como se rompe la
dinámica abusiva, ver el tipo de develación, si existe algún hecho externo, o bien si obedece a
una motivación propia de la víctima, si existieron intentos previos para la develación. Estas
informaciones sirven además para el análisis del CBCA (credibilidad de relato). Asimismo
sería importante obtener información, acerca de las circunstancias comisivas del delito que se
investiga.

- Cierre de la entrevista: en esta fase se debería dar la oportunidad al niño para que se refiera
acerca de situaciones no abordadas y que pueda además realizar preguntas en relación al
proceso (En el caso que quisiera o presentara algunas dudas). En esta fase, es
recomendable hablar de un tema neutral, para que el evaluado se retire de la evaluación
dentro de un estado mental apropiado.

3.3.2.4. Pauta de Informe:

INFORME PERICIAL PSICOLÓGICO

I. Datos de Identificación

Nombre completo:

RUT:

Edad:

Fecha de Nacimiento:

Nivel Educacional:

Estado Civil:

Ocupación o Actividad:

Delito y RUC:

Fecha(s) entrevistas (s)

Número de horas

35
Lugar de entrevista:

Nombre del evaluador:

II. Motivo y objeto de evaluación:

Se incluye quien lo solicita, oficio, numero de causa, delito, y lo que requiere (el
pronunciamiento)

III. Metodología utilizada:

Se describe la cantidad de entrevistas y a quienes y explicar lo que busca las entrevistas


realizadas, asimismo, se menciona los test implementadas, describiendo y explicando lo que
busca cada test. Si se realiza credibilidad de relato –en el caso que fuese requerido-, también
se debe indicar la metodología. Además, describir, los análisis realizados del expediente.
(Análisis criminológico de los antecedentes de la investigación).

IV. Conducta observada:

Se describe la conducta que presentó durante el curso de la evaluación (víctima), tanto como
verbal y no verbal, como por ejemplo hacer alusión si fue colaborativa, tímida, retraída,
señalar cambios posibles de conductas observadas (importantes de mencionar), atención y
concentración, sentido y juicio de realidad, lo concerniente a lo temporo- espacial, curso de la
entrevista (estructura del lenguaje y dirección del pensamiento, entre otras conductas).

V. Antecedentes relevantes:

Se señala los antecedentes biográfico: (antecedentes de familia, antecedentes trayectoria de


familia e evaluada, aspectos d educación, salud). También, se mencionan los relativos a los
hechos (acerca de la materia que se investiga).

36
VI. Resultados:

A. Análisis de cada prueba psicológica que se administro (pudiendo ser integral o de manera
separada por cada test aplicado. ámbito cognitivo, emocional y relacional)

B. En el caso que se haya realizado credibilidad de testimonio, luego de efectuar el análisis de


los resultados de los test, se efectúa un Análisis de Validez y Credibilidad del testimonio, que
incluyó el análisis de contenido basado en criterios (CBCA) (instancia en que se plasma lo
relatado por la examinada).

C. En el caso que además hubiese sido solicitado daño, se efectúa el análisis correspondiente
al daño observado en la víctima. (Se señala los indicadores arrogados en los test, como
también, en los antecedentes obtenidos de la entrevista de referente y observado en la
entrevista realizada al periciado).

VII Conclusiones:

Se realiza a partir de los antecedentes obtenidos y del posterior análisis realizado en acuerdo a la
Pregunta psicolegal realizada. Por lo tanto, se debe señalar lo obtenido de acuerdo a lo solicitado.

Firma del Perito.

Es importante señalar que para el análisis de casos, tanto como para las evaluaciones
periciales o bien al momento que se está diseñando un programa de tratamiento, se debe
incorporar los factores de riesgos y de protección. En cuanto a los factores de riesgos se debe
tener en consideración que estos aumentan las probabilidades de que se victimice
sexualmente a los niños, niñas y adolescentes. Y en relación a los factores protectores
disminuye la probabilidad de victimización.

- Factores de riesgo: en este punto pudiesen existir variables que facilitan la ocurrencia de
una ofensa sexual y otras que dificultan la recuperación. Se puede describir como por ejemplo
los siguientes factores de riesgos: desprotección en cuanto a la seguridad física, psicológica y
afectiva, como también, se podría entender desde la vulnerabilidad personal, como por
ejemplo; ser menor de edad, niños/as solitarios, con carencias emocionales, con incipientes

37
habilidades sociales y confianza en sí mismos, niños/as con rasgos de personalidad evitativos
y dependientes. También en este factor pudiese estar presente las siguientes situaciones a
nivel familiar; madres con alguna discapacidad o enfermedad, emocionalmente distantes
muchas veces ligadas a las largas jornadas laborales de ambos progenitores –de un
progenitor o cuidadores-, lo que podría dar cuenta de escasos mecanismos de supervisión
hacia los niños/as, carencia en la transmisión de pautas afectivas. Violencia entre
progenitores y/o hacia el sub sistema filial, modelos de crianza basado en los malos tratos,
padres o padrastros con creencias irracionales centrada a la obediencia de los niños, como
también, la subordinación de la mujer- dinámicas familiares de tipo asimétricas con abuso del
poder de uno de los miembros hacia el resto del sistema familiar-, consumo inmoderado de
alcohol y/o drogas de parte -de un miembro o ambos- figuras de autoridad. Asimismo, es
importante evaluar el contexto, ya que esto podría aumentar la ocurrencia de este factor,
como por ejemplo; el aislamiento social, la falta de interacciones que faciliten la protección
hacia los niños (entorno donde residen y/o se socializan tanto el niño y su familia)

Factores protectores: se debe analizar la existencia de redes significativas y protectoras


para el niño/a; como también, la presencia de padres competentes que faciliten el proceso de
evaluación y tratamiento, relación cálida y cercana entre padres e hijos, características
resilientes en los niños/as, lo que les ayuda a encontrar y establecer vínculos positivos con
otros.

3.3.2.5. Criterios de CBCA (Análisis del Contenido basado en criterios) y SVA (Validez
de las declaraciones).

La psicología del testimonio, no busca evaluar la credibilidad general de la víctima, sino la


credibilidad de las declaraciones. Ante los diversos estudios que la psicología del testimonio
ha realizado ha permitido derribar los mitos que giraban en torno a las declaraciones de los
niños, ya que se decía que no estaban capacitados para declarar debido a las presiones
sociales y a su susceptibilidad a la sugestión. También se creía que por su incompleto
desarrollo cognitivo, no obstante los estudios han demostrado que los niños pueden testiguar,
no obstante se debe tener en consideración la capacidad cognitiva de cada niño, como
también se debe tener conocimiento de las diversas etapa del desarrollo, como forma de
efectuar un apropiado análisis de contenido en su relato.

38
Por lo tanto, una capacidad de descripción de manera exacta va depender de la capacidad
cognitiva de cada niños, en cuanto a las capacidades de atención, percepción, lenguaje,
memoria y pensamientos, además si distingue entre la fantasía y realidad, entre verdad y
mentira.

El grado de exactitud en cuanto a los que los niños van a informar sobre el acontecimiento –
materia investigada-, además va depender de las demandas cognitivas de la situación, como
también, depende el tiempo transcurrido desde el suceso, asimismo, ante las circunstancias
en que debe recordar, por ejemplo; el tipo de pregunta, rapport y estilo del entrevistador,
también influye los factores emocionales y sociales (las motivaciones para entregar ese relato
y los deseos de agradar al entrevistador)

El método más utilizados nivel para evaluar la credibilidad del testimonio del menor, lo
constituye el Análisis de Contenido Basado en Criterios, CBCA -el que evalúa la ausencia o
presencia de 19 criterios que entregarían credibilidad a la narrativa de niño testigo-, (Steller &
Köehnken, 1989) el que se encuentra inserto en la Evaluación de la Validez de las
Declaraciones (SVA).

El SVA, se compone de tres elementos principales6:


- Una entrevista, que evite las intervenciones sugestivas que sesgue el relato del niño
- La aplicación de los 19 criterios del CBCA a la transcripción de la entrevista.
- Comprobación del listado de criterios de validez

Los 19 criterios que conforman el Análisis de Contenido Basado en Criterios, agrupados en


cinco categorías, siendo Características Generales, Contenidos Específicos, Peculiaridades
del Contenido, Contenidos Relacionados con la Motivación y Elementos Específicos de la
Agresión.7

6
Análisis Critico de los Criterios de la Prueba de Análisis de Contenido Basado en Criterios (CBCA):
Una propuesta teórica Diferencial
7
Análisis teórico relacional de los factores del desarrollo cognitivo infantil y la descripción de los
criterios de la prueba de análisis de contenido basado en criterios (CBCA), memoria para optar al título
de Psicóloga, Arce, G; Ramírez, F. 2007. Universidad de Chile.

39
I. Categoría. Características Generales

Se refiere las declaraciones tomadas en su totalidad. Es sin detalles, permite valorar


coherencia y potencialidad informativa en su conjunto.

Criterio 1: Estructura Lógica.


Este criterio debe analizarse en cuanto a su consistencia lógica y/o homogeneidad contextual
(coherencia contextual), ver si sus partes encajan, ver si tiene sentido, no se requiere
linealidad para que en su conjunto tenga sentido.

Criterio 2: Elaboración Inestructurada.


Lo que se evalúa en este criterio es que, aun cuando el relato pueda tener digresiones
temporales o elementos desordenados en las descripciones y secuencias de sucesos, se
puede lograr unir los fragmentos de la declaración, llegando a formar un todo unificado que
indica la consistencia lógica del contenido del testimonio

Criterio 3: Cantidad de Detalles.


Según Artnzen (1983 citado en Steller y Köehnken, 1989, p. 194), un gran número de detalles
en una declaración es un indicador de credibilidad, ya que “es imposible para la mayoría de
los testigos adornar un testimonio falso con numerosos detalles”. Son descripciones de
personas, objetos, lugares

II. Categoría. Contenidos Específicos

Alude a partes concretas y localizadas de las declaraciones. El énfasis está en la capacidad


cognitivo a de los niños, por lo tanto, no se espera que en declaraciones inventadas se
presenten como lo harían en declaraciones verdaderas, debido a las limitaciones cognitivas
de los menores, no obstante se debe observar caso a caso debido al desarrollo evolutivo y
considerando cada caso en particular.

Criterio 4: Incardinación Contextual


Los sucesos reales poseen una base temporo-espacial, anclaje con realidad espacio temporal
concreta, interrelaciones tiempo espacio, tiene que ver con el engranaje contextual. Se ha
visto que los relatos falsos las personas tienden a describir sucesos más bien periféricos.

40
Criterio 5: Descripción de Interacciones.
Alude a las acciones y reacciones entre el testigo y ofensor y/o alguien más. Tiene que ver
con las interacciones.

Criterio 6: Reproducción de Conversaciones


Es un indicador alto de credibilidad, Para que este criterio se cumpla se necesita que no sólo
se mencione una interacción verbal, sino que también se reproduzca alguna parte de esa
interacción, como un diálogo en forma directa. Este criterio se cumple especialmente cuando
el testigo incluye en su relato lenguaje del ofensor, como por ejemplo cuando se incluyen
palabras poco comunes –en el niño- , siendo más propia del ofensor. Revela actitudes del
ofensor, entre víctima y ofensor.
Criterio 7: Complicaciones Inesperadas Durante el Incidente
Tiene que ver con interrupciones imprevistas, problemas inesperados, es una dificultad
imprevista que interfiere en el normal desempeño de la acción, o sea so complicaciones
inesperadas son situaciones imprevistas durante el suceso que se describe, como por
ejemplo pueden ser, interrupciones repentinas, problemas o dificultades que impidieron o
detuvieron el curso habitual o finalización de la agresión.

Categoría III. Peculiaridades del Contenido

Se incluyen características del testimonio que incrementa su concreción y viveza, de tipo


cualitativo, ya que en la categoría de contenidos específicos es más bien cuantitativo.

Criterio 8: Detalles Inusuales


Dice relación con la aparición de detalles inusuales o únicos, detalles extraños o
sorprendentes, que pudiesen ser reales. Baja probabilidad de ocurrencia de detalles poco
comunes, no se espera en acusaciones falsas.

Criterio 9: Detalles Superfluos


Se relaciona básicamente con el supuesto de que las personas que mienten, probablemente,
no tratan de inventar detalles irrelevantes o periféricos que no contribuyen a la afirmación del
suceso ocurrido. Son detalles periféricos y no contribuyen directamente a la materia que se
investiga, se narran con precisión, pero no formar parte del curso principal del acontecimiento
sexual

41
Criterio 10: Incomprensión de Detalles Relatados con Precisión
Son acciones o detalles que el niño describe con exactitud pero que no comprende, y que sí
entiende el entrevistador, por ejemplo, puede confundir gemidos del ofensor por dolor o
semen por pegamento.

Criterio 11: Asociaciones Externas Relacionadas.


El testigo relata conversaciones que hacen referencia a sucesos que no se relacionan con el
evento abusivo propiamente tal, pero sí con el contenido de éste, como conversaciones de
connotación sexual anteriores con el ofensor.

Criterio 12: Relatos del Estado Mental Subjetivo.


Relato del niño sobre su propio estado mental durante el suceso, se incluye la descripción de
sentimientos, sensaciones y cogniciones como miedo, asco, dolor, ejemplo: dolor en el potito,
parece que estaba curado.

Criterio 13: Atribución del Estado Mental del Autor del Delito.

Relato de los pensamientos, sentimientos y motivos que el niño atribuye al autor de la


agresión, por ejemplo, el niño podría describir señales como sudor, temblor, risa, él estaba
nervioso.

Categoría IV. Contenidos Referentes a la Motivación


Se refiere a los contenidos que muestran la motivación del niño para hacer una declaración.
Se evalúan los detalles de la declaración y de la interrelación entre el testigo y el testimonio
dado por éste.

Criterio 14: Correcciones Espontáneas


Tiene que ver con correcciones que el niño – víctima- se hace a si mismo de manera
espontánea, o bien, entrega nuevos recursos o efectúa clarificaciones durante la declaración,
correspondería a una característica a favor de la credibilidad del testimonio.

42
Criterio 15: Admitir Falta de Memoria
Se estima que las personas que entregan deliberadamente relatos falsos tenderán, más bien,
a responder completamente las preguntas antes que admitir una falta de memoria de ciertos
detalles. Por lo tanto en relato más bien creíble, se espera que cuando el entrevistador solicita
información específica, pueda haber una falta de memoria, no

Criterio 16: Plantear Dudas Sobre el Propio Testimonio

En un relato falso no se espera que la víctima muestre dudas acerca de su propia alegación.
El presentar dudas sobre su propio testimonio se supedita fuertemente a variables
motivacionales propias de las características de la agresión y del curso de la revelación de los
hechos, ya que el estado emocional, el tipo de apoyo9 de sus figuras de referencias y el tipo
de agresión, puede influir en el tipo de respuesta que el niño espere de parte de los adultos
hacia sus dichos.

Criterio 17: Auto-desaprobación


La aparición de detalles desfavorables o autodiscriminativos en una declaración indicarían
también veracidad del testimonio. La autocrítica sobre la propia conducta considerada
impropia o errónea, no es algo esperable en el testimonio engañoso que tiene como fin
incriminar al acusado.

Criterio 18: Perdón al Autor del Delito.


Aquí se tiende a favorecer al acusado, como por ejemplo implementando una justificación de
la acción abusiva. (Sentimientos ambivalentes o positivos hacia el ofensor)

Categoría V. Elementos Específicos de la Ofensa


Corresponden a ciertos elementos del testimonio que pueden no tener una relación directa
con la declaración, pero que sí lo tienen con el tipo de delito, como por ejemplo; evaluar la
dinámica que se da entre victimario- víctima.

Criterio 19: Detalles Característicos de la Ofensa.


Se evalúa las características de la ofensa, se debe analizar la dinámica agresiva

43
SVA Análisis de la validez de las declaraciones:
El listado de validez comprende la valoración de 11 criterios agrupados en 4 categorías:

1. características psicológicas del menor: tiene que ver con limitaciones cognitivas y
emocionales, lenguaje y conocimiento, emociones durante la entrevista, susceptibilidad de
sugestión.

2. características de la entrevista: tiene que evaluarse el procedimiento de la entrevista, como


el ambiente, planteamiento de hipótesis, analizar si hubo posible influencia del entrevistador,
si hubo o no pregunta sugestivas, hubo presión o coerción, entre otras.

3. motivación del niño para revelar la agresión sexual: Se debe analizar, por ejemplo; el
contexto de la denuncia, ver si fue producida en un entorno complicado, como una separación
o divorcio de los padres por ejemplo, es decir, si existen razones que justifiquen una
acusación falsa, ver el contexto de la revelación original, despejar posibles influencias de
otros.

4. cuestiones de la investigación referida a la consistencia y realismo del cuerpo entero de


datos en relación a la evidencia externa e incuestionabilidad.

3.3.2.6 Definición de Abuso Sexual Infantil:

Se puede señalar en base a las investigaciones, como también, a las diversas literaturas
existentes en el tema, dos conceptos fundamentales que están presente en el abuso sexual
infantil, situación que además es concordante con lo observado en práctica diaria -en caso
de delito sexual- , siendo los siguientes nociones:

- La coerción: uso de la fuerza, la presión o el engaño.


- La asimetría de edad: impide la verdadera libertad de decisión y hace imposible que sea
una actividad sexual consentida, ya que en este caso el participante –víctima- no cuenta con
madurez biológica y cronológica, tiene además expectativas de vida muy diferente en este
caso al ofensor.

44
Basándose en los criterios de Berliner y Elliott (1996), señalan “el abuso sexual infantil como
cualquier actividad sexual con un niño en la que se emplee la fuerza o la amenaza de
utilizarla, con independencia de la edad de los participantes, y cualquier contacto sexual entre
un adulto y un niño, con independencia de que haya engaño o de que el niño comprenda la
naturaleza sexual de la actividad” (citado en Duarte y Cortés, 2003, p. 13).

El contacto sexual entre un adolescente con un niño, también se considera abusivo cuando
existe una disparidad significativa de edad –por eso en ocasiones son casos sancionado en el
sistema de responsabilidad penal juvenil-.

En el abuso sexual, puede haber tocamientos, penetración anal, vaginal o bucal, o actos
sexuales que no impliquen contacto.
La gran mayoría de la literatura e investigaciones en el tema, aluden que el ofensor
mayormente es el varón, como por ejemplo López, Hernández y Carpintero, (1995) llegaron a
la conclusión de que los agresores son varones en el 86,1% y de mujeres que cometen
abusos sexuales infantiles hablan de un 13,9% (citado en Duarte y Cortés, 2003). Los
investigadores Devoe y Faller (1999), mencionan que cuando los abusos lo había cometido
una mujer, el caso más frecuente es con víctima adolescente.

Por su parte, los ofensores sexuales inician un proceso gradual de sexualización de la


relación, donde generalmente tiende a enmascarar esta situación, donde por ejemplo;
pueden definir esta actividad como una educación sexual, como higiene, entre otras,
asimismo, el ofensor generalmente en la fase del silencio puede estimular al niño/a para que
considere la relación como algo deseado por ambas partes. Los ofensores sexuales, su gran
mayoría calculan y planifican la ofensa.8.

Los niños/as y adolescentes que han sido víctima de abuso sexual tiene una mayor riesgo de
desarrollar problemas interpersonales y psicológicos, asimismo pudiesen desarrollar cuadro
depresivos, conductas e ideas suicidas, ansiedad, problemas sexuales, disminución en la
autoestima, además estudios señalan que el 48% pueden ser diagnosticado por estrés
postraumático, no obstante en muchos casos no se logra cumplir con todos los criterios del
diagnóstico –estrés post traumático-.

8
Esto se explica con el Ciclo ofensivo, lo que se verá en clases.

45
Algunos niños/as y adolescentes son más bien retraídos en sus vínculos o tienden a
desconfiar del entorno, siendo por esos motivos que se pudiesen percibir como diferentes en
relación a sus pares, dejando entrever una perdida en la confianza. También, podría afectar el
funcionamiento cognitivo. Asimismo se puede encontrar sentimientos de culpabilidad,
vergüenza. Además, en muchos casos se encuentra la conductas sexualizadas (masturbación
excesiva, preocupación por lo sexual, exhibicionismo).

En cuanto a la sintomatología, la presencia o no de determinados síntomas en las víctimas


parece depender de su edad o estadio evolutivo, por ejemplo: el sentimiento de culpabilidad,
es menos probable en preescolares, ya que esto depende de la madurez, en adolescentes
por ejemplo; suelen presentar depresión, conductas de retraimiento, ideas y conductas
suicidas, conductas disruptivas y/o delictuales, consumo de alcohol, entre otros.

Es importante señalar, que los niños/as más mayores de edad son más conscientes de las
repercusiones de la revelación sobre todo cuando el abuso es de tipo intrafamiliar. En este
sentido es más probable que se sientan culpables por los cambios producidos la interior del
sistema familiar.

Por lo tanto los efectos del abuso sexual en niños/as y adolescentes va estar mediatizados
por la formación de valoración cognitivas (que realice en este caso la víctima), donde las
evaluaciones, atribuciones o estrategias de afrontamiento se supone que actúan de
mediadora entre la experiencia de abusiva y sus consecuencias psicológicas y/o conductuales

En cuanto al afrontamiento, se define como la forma consciente que es implementada –


elegida- como forma de hacer frente a una situación de estrés, y por consiguiente, sujeta a
modificación. 9

La revelación del abuso sexual puede ser reactivo directo, tardía y accidental –
circunstancial-. En preescolares es más probable que los abusos se descubran de manera
accidental, mientras que los escolares pudiese ser más de tipo directa. La frecuencia,
duración y gravedad de los abusos sexuales también influyen en la revelación

9
Las estrategias de afrontamiento pueden ser un objeto importante de la intervención en las terapias
cognitivas del abuso sexual. Duarte y Cortes, 2003. Guía para la evaluación del abuso sexual infantil.

46
La reacción del entorno cercano del niño/a y adolescentes influye como para el pronóstico del
tratamiento –reparación-. También, en muchas ocasiones, la reacción del ambiente -más
cercano de la víctima- no es propicia (no contenedora, no creen en lo sucedido o muchas
dificultades en el sistema familiar en mayor énfasis entre los progenitores), lo que pudiese
desembocar en una retractación -a nivel judicial de una denuncia ya realizada- del abuso
sexual.

Es importante señalar que los estudios indican que la conducta sexual inapropiada constituye
una de las secuelas del abusos sexual infantil más problemáticas y resistentes al tratamiento.

En general las secuelas, además van a estar ligadas en cuanto a los factores de riesgos o
protectores, ya que entre más factores protectores, las secuelas emocionales pudiesen
disminuir. En el caso de que la ofensa sexual haya sido de tipo reiterativa –en el tiempo- es
probable que la víctima presente mayor daño psíquico. Asimismo, la percepción de otras
personas, como por ejemplo; no creer en lo que el niño han dicho en cuanto a la ofensa
sexual, es un factor crítico, ya que pudiese ocurrir el fenómeno de la retractación (ante la
develación) o bien, con el tiempo las víctimas de abuso sexual infantil podrían desarrollar
mayores dificultades emocionales.

3.4. Conceptos:

3.4.1. Violencia Sexual: la definición es amplía y genérica, pero se puede señalar como “el
intento, la amenaza o el acto real de contacto sexual con una persona que no ha dado su
consentimiento o no es capaz de dar su consentimiento” (Andrés-Pueyo y Ed Hilterman, 2005,
p. 11).

Por contacto sexual, se puede incluir maltrato sexual, ejemplo, violaciones, tocasiones,
exhibicionismo, distribución de material pornográfico, etc.

En cuanto al tema de consentimiento, se menciona que en esta conducta violenta, por un lado
este contacto sexual, ocurre bajo coacción, en otro caso, la víctima, asienten a dichos actos,
pero no tienen la capacidad para ser consentido, como por ejemplo por anomalías mentales
y/o edad, consumo de alcohol, entre otras.

Es por eso, que ante un caso de delito sexual (a imputado) es importante además tener
conocimientos a acerca de los posibles riesgos de su conducta sexual, siendo importante

47
contar con experiencia en el tema. Un manual recomendable que permite orientar una
evaluación, es el SVR-20 que permite efectuar un análisis de la valoración de los riesgos de
violencia sexual o bien permite guiar los criterios a analizar ante un caso de delito sexual.

Los principales factores de Riesgos de Violencia Sexual a considerar:10

Desviación sexual.

Víctima de abuso en la infancia

Psicopatía

Trastorno mental grave

Problemas relacionados con el uso de sustancias tóxicas

Ideación suicidas / homicida

Delitos sexuales graves

Tipologías múltiples de los delitos sexuales

Uso de armas o amenazas de muerte en el curso de los delitos sexuales

Ausencia de planes de futuro viables

Relaciones inestables de pareja

Problema de empleo

Antecedentes de delitos no violentos

Incumplimiento de las medidas de supervisión previas

Progresión en la frecuencia y gravedad de los delitos sexuales

Minimización extrema o negación de los delitos sexuales

Actitudes que apoyan o consienten los delitos sexuales

Actitud negativa hacia la intervención.

10
SVR -20 Manual de Valoración del Riesgo de Violencia Sexual, 2005

48
3.4.2. Tipo de Ofensas Sexual:

3.4.2.1. Ofensa sexual Extrafamiliar: se refiere cuando el ofensor no pertenece al medio


familiar de la víctima.

- Ofensas Sexuales extrafamiliares por desconocidos: cometido por un ofensor desconocido

- Ofensas sexuales extrafamiliares por conocido: consumado por un ofensor conocido por la
víctima y su familia.

3.4.2.2 Ofensa sexual Intrafamiliar: Se refiere a cuando el ofensor forma parte del núcleo
familiar de la víctima.

- Ofensas sexuales intrafamiliares: sucede cuando uno o mas integrantes de una familia
exhibe un comportamiento y con fines abusivos de tipo sexual hacia a uno o más miembros
de la familia, pudiendo ocupar un rol de figuras paternas –incestuosas-11 o no. Generalmente
se da en casos de abuso y/o violación hacia menores de edad, del padre hacia al hijo/a, quien
ocupa la manipulación, por medio del poder (en cuanto al rol que ocupa dentro del sistema
familia).

3.4.2.3. El bien Jurídico Protegido en Ofensa Sexual.

Aquellos reprimidos por el ordenamiento jurídico penal que atenta en contra la Libertad e
Indemnidad Sexual, dignidad humana, salud, vida, Moral Sexual colectiva y el Pudor Público,
con motivo de un acto desplegado por un tercero que se erige como una manifestación de su
instinto sexual

- Libertad sexual: la posibilidad que tiene una persona de disponer sexualmente de su


cuerpo, sin ser forzado, engañado o abusado por otro. Ahora bien, este bien jurídico no es
reconocido a los menores de edad, ya que no presentan el necesario desarrollo psicosexual
para ejercer libremente la sexualidad.

- Indemnidad Sexual: Es el derecho que tiene todo niño, niña y adolescente a desarrollar
su sexualidad en forma normal y natural, sin interferencia de hechos, que por su naturaleza
anormal o desviada, tengan la capacidad real o potencial para pervertir, corromper o impedir

11
Es cuando el ofensor ocupa un rol parental, pudiendo ser el padre o madre biológica, un conviviente
de padre o de la madre, abuelo o tío que ocupe un rol parental.

49
dicho desarrollo. Es el deber del Estado de proteger y resguardar a aquellas personas que por
su edad, madurez o estado no tienen la conciencia o capacidad para decidir respecto de sus
conductas sexuales.

La legislación chilena tipifica los delitos sexuales en el TITULO VII del libro II del CP.
“crímenes y delitos contra el orden de las familias, contra la moralidad pública y contra la
integridad sexual”

3.5. La autopsia Psicológica

Es la reconstrucción de los momentos finales (desde la muestre hacia atrás), de la vida de


individuo para así obtener una explicación de la forma en que aconteció su deceso. Es un
proceso indirecto de recolección y análisis de información respecto al comportamiento de una
persona que ha fallecido, teniendo como objetivo acercarse a la comprensión de las
circunstancias de su muerte. 12.

Y para esto, se efectúa en muchas oportunidades la Perfilación Criminal: se busca indicios


conductuales en el sitio del suceso, para orientar el tipo de personas que mejor responda a
las características del delito.

El objetivo de este perfil “es delimitar las características del presunto culpable para disminuir
el rango de posibles culpables y ayudar a la policía focalizando y restringiendo las
posibilidades de investigación, posibilitándoles el centrarse en los blancos realistas” (Jiménez,
2006, Perfil Criminal, 2).

Por lo tanto, genera información descriptiva y probable sobre; Un ofensor, permite disminuir
el número de sospechosos y ayuda a la detención, es una información específica del
delincuente, identificar un tipo de persona (no una persona en particular), indicios de
psicopatologías y características comunes de un delito a otro (por ejemplo los asesinato en
series), sirve además para concentrar los esfuerzos investigativos. Entrega información útil
entrevistar a posibles sospechosos

Es importante señalar que “…el perfil tiene sus limitaciones, no es una ciencia exacta, está
basada en el análisis de la huella psicológica que el asesino deja en sus crímenes y en datos

50
estadísticos recolectado de otros casos y de los datos teóricos aportados por la psicología y la
criminología. Estamos por tanto hablando de probabilidades” (Jiménez, 2006, Perfil Criminal,
3).

El objetivo de la Perfilación:

- Determinación del perfil sociodemográfico (edad, raza, estado civil, ocupación, tendencia
sexual, ubicación geográfica, probables motivaciones y psicopatologías subyacentes)

- Análisis psicológico de pertenecías encontrada en sospechosos (trofeo, souvenirs,


elementos bizarros)

-Se relaciona diferentes crimines

- Estrategias y técnicas de entrevista de sospechosos

3.6. Simulación versus a la Desimulación.

Para una evaluación de un peritaje psicológico es necesario tener conocimiento de este


término y de los tipos de simulación.

La etimología de la palabra simulación deriva del latín simulativo, cuyo significado es la acción
de simular o imitar lo que no se es. La simulación se ha definido desde diferentes disciplinas,
sin embargo se va definir la que se plantea desde el punto de vista psicológico, la que señala
“una manifestación conscientemente falsa, con un determinado fin mediante el engaño de
otros” (Torrealba y rojo, 2006, p.33).

Por lo tanto el sujeto sin patología busca consciente y deliberadamente parecer un enfermo
mental, instancia donde reproduce conductas, falsea los test, imita crisis epilépticas entre
otros.

En cambio la Desimulación, la persona procura esconder, disfrazar o modificar su lesión o


enfermedad.

51
CAPÍTULO IV

ÉTICA Y TÉCNICA EN LA EVALUACIÓN PERICIAL FORENSE. (Enunciados desde la


teoría)

4.1. Aspectos Éticos en la Evaluación Pericial Psicológica

Desde una previa lectura de diversos autores que hablan de la psicología forense, se puede
desprender los siguientes aspectos éticos que se esperan en la evaluación pericial, siendo los
siguientes:

4.1.1. Pregunta psicolegal

- Como primera idea, corresponderá la información que el psicólogo incorporará en el


informe pericial. Esta deberá tener relación con la pregunta formulada por el sistema judicial
(pregunta psicolegal), para así, dar respuesta oportuna de acuerdo a lo requerido por la
Administración de Justicia. En dichos contenidos, el profesional deberá evitar hacer alusión a
aspectos jurídicos, asimismo, deberá mantener la confidencialidad con respecto a cualquier
información que no influya directamente en los propósitos legales de la evaluación. Los
informes forenses tendrán que explicitar, claramente, quién los realiza, quien los solicita, el
motivo por qué se realizan y las técnicas de diagnóstico utilizadas (Urra, 2007, citado en
Righetti, 2012, p. 60).

4.1.2. Consentimiento informado

- El perito, antes de realizar la evaluación, tendrá que solicitar el consentimiento informado,


que consiste en aclararle al evaluado el motivo del peritaje y de las acciones que van a
suceder. Este punto tendrá como objetivo obtener la aceptación del evaluado y de terceras
personas que el psicólogo considere necesario hacer partícipe del proceso evaluativo. Esta
explicación deberá ser comprensible y sin sesgo, invitando a la colaboración sin coerción.
Este procedimiento tendría que prevalecer en todas las evaluaciones periciales (Urra, 2007;
Soria, 2005 citado en Righetti, 2012, p. 60).

El consentimiento informado, dice relación al proceso de entrega de información por parte del
profesional a quien se somete a evaluación para que pueda tomar una decisión responsable.
Tal proceder, se trata de un derecho para la persona que se somete a una evaluación. Dicho
consentimiento:

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pertenece a un sistema de resguardo de la información que la víctima, testigo o

imputado nos confiere en un marco de respeto y exposición,… no es un documento

que resguarde los intereses del psicólogo forense respecto de la autenticidad de la

información o del método en que se obtuvieron antecedentes, sino un elemento que

aporta un respeto a la autonomía del peritado, en torno al ejercicio de la libre voluntad

de aportar antecedentes al perito (Fiscalía Nacional Ministerio Público, 2008, citado en

Righetti, 2012, p.61).

4.1.3. Alcances y límites

- Diversos autores, entre ellos; Urra (2007), Soria, (2005), Maffioletti y Salinas (2005)
plantean que el psicólogo debería mantener una actitud responsable y ética, que implique no
responder a algo que escape de su conocimiento y/o manejo en cuanto a las técnicas a
aplicar. Es por esta razón, que es imprescindible que el profesional reconozca sus alcances y
limitaciones de su propia ciencia y experticia. (Citado en Righetti, 2012, p.61).

4.1.4. Sustento científico validado

- El psicólogo forense deberá entregar sus opiniones y conocimientos basados desde un


sustento científico y validado, manteniendo con esto, la objetividad e imparcialidad en su
evaluación pericial (Soria, 2005, citado en Righetti, 2012, p.61).
-
4.1.5. Objetividad e imparcialidad

- La literatura refiere que en ocasiones la objetividad e imparcialidad podrían verse


interferidas por diversas razones, es por ello, “que se hace necesario la supervisión y análisis
de caso con otros profesionales a fin de contrarrestar nuestras hipótesis, buscar nuevas
alternativas de análisis y una alternativa crítica en la redacción y contenido del informe pericial
que evacuamos” (Fiscalía Nacional Ministerio Público, 2008, citado en Righetti, 2012 p.61).

53
4.1.6. Criterio independiente

- El profesional forense deberá evitar cualquier tipo de relación dual, además, no tendrá que
aceptar presiones externas, por ende, el psicólogo ha de ser cauto y recibir sólo instrucciones
de las instancias legítimas y no de las partes implicadas en el conflicto (Urra, 2009). Se
considera una falta ética grave “aceptar las directrices del abogado si van en contra de la
convicción del perito” (Soria, 2005, citado en Righetti, 2012, p.62).

Es por esta razón, que “la mayor corrupción de un psicólogo forense se da cuando el perito
vende corruptamente sus dictámenes, basándose en lo que el abogado desea que digan y no
en la verdad”, desencadenando con esto la pérdida de la imparcialidad (Urra, 2007, citado en
Righetti, 2012, p.62).

4.1.7. Autonomía profesional

- El psicólogo forense deberá mantener su independencia y autonomía profesional. Tendrá


que ser honesto y firmar informes tras haber indagado y reflexionado para, así, dar respuesta
de acuerdo a lo solicitado de manera precisa, clara y con un grado de fiabilidad. Además el
profesional tendría que denunciar el conocimiento de un nuevo delito (Urra, 2007, citado en
Righetti, 2012, p. 62).

4.1.8. Rigor técnico

- El psicólogo forense se deberá mostrarse creíble en la ratificación, dicha actitud “coayuda


a elevar informes lo más objetivos posibles, limitando tanto las interferencias como las
predicciones conductuales y evitando plasmar aspectos dudosos y no resueltos, ciñéndonos a
conclusiones que se justifiquen en base a conceptos válidos o datos empíricos sólidos” (Urra,
2007, citado en Righetti, 2012, p. 62).

4.1.9. Evitar el etiquetamiento en el proceso e informe pericial

- Otro aspecto ético que deberá estar presente, apunta a que el perito durante la evaluación
tendrá que ser neutral, como también deberá evitar emitir un juicio de valor, tanto en la
entrevista (en el proceso) como en el informe pericial. Por lo tanto, será necesario que tome
conciencia acerca de ideas preconcebidas o prejuicios antes situaciones sociales.

54
- Asimismo el psicólogo, sobre todo cuando evalúa a un niño/a, no deberá mostrarse como
una figura de autoridad, tampoco tendría que exhibir una actitud excesivamente de amistad o
cercanía. (Fiscalía Nacional Ministerio Público, 2008, citado en Righetti, 2012, p. 63).

5. Aspectos Técnicos en la Evaluación Pericial

5.1. Lenguaje profesional

- En cuanto al lenguaje que se implementará en el informe pericial, tendrá que ser claro y
acorde a los niveles de comprensión del destinatario, sin que por ello se desvirtúen los
contenidos y los matices de nuestra actuación (Maffioletti y Salinas, 2005, citado en Righetti,
2012, p. 63).

5.2. Defensa del informe

- La “ratificación” o “defensa del informe pericial en juicio oral” implica que el psicólogo
forense deberá poseer una serie de características (presencia física, postura, gestos,
comunicación verbal, confianza en sí mismo, etcétera) al momento de estar presentando su
evaluación pericial ante el órgano juzgador. Estas habilidades, no sólo aumentan la
credibilidad de testimonio en la sala de juicio oral, también permitirá al perito dar cuenta de su
trabajo en forma fluida y coherente. Estas destrezas son independientes o ajenas a las de
nuestra ciencia, sobre las cuales habrá que formarse adecuadamente (Maffioletti y Salinas,
2005, citado en Righetti, 2012, p. 63).

5.3. Carpeta investigativa

- Por último, otra característica alude a la lectura de la carpeta investigativa, previo a la


evaluación pericial, ya que permitirá, por un lado, obtener una relación del hecho constitutivo
del delito y, por otro, logrará dar las directrices para efectuar la evaluación pericial
posibilitando al perito la selección de metodologías y técnicas a utilizar. Es por esta razón que
la carpeta investigativa es una importante fuente de información, donde los peritos pueden
obtener antecedentes sociales y psicológicos tanto de la víctima y/o imputado (Maffioletti y
Rutte, 2006, citado en Righetti, 2012, p. 63).
Por lo tanto:

55
Al momento de realizar una evaluación pericial, es recomendable el uso de esta técnica, ya
que que permite efectuar un análisis criminológico, siendo por ese motivo, que en el ámbito
Forense: se considera esencial conocer todos aquellos aspectos contenidos en la carpeta
investigativa del fiscal, ya que dice relación:

- Los hechos que se investigan

- Antecedentes del imputado

- Antecedentes de la Victima

- Contexto de la ocurrencia

- Generar Hipótesis del caso

- Definir los instrumentos aplicar de acuerdo a las características del evaluado, solicitado por
el sistema de Justicia u Abogado, dinámica delictual.

- Como también, permite obtener información de los diferentes actores (testigos, peritos
médicos, peritos psicológicos, declaraciones, etc.)

56
VI. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.

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