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138 CRÍTICA DE LIBROS

ULRICH BECK: La invención de lo político. Para una teoría de la moderni-


zación reflexiva. 1ª edición en alemán, 1993. F.C.E., Buenos Aires,
1998, 268 páginas. Traducción para el F.C.E. al castellano de Irene
Merzari.

La invención de lo político es un considerar que las instituciones que ac-


texto evocador de dos épocas y sus con- túan son las que existen y no las que se
trastes. El autor recurre al enunciado deberían inventar; en consecuencia, y he
simple del siglo XIX a través del interés aquí una nueva demostración del escep-
por lo unívoco y su diferenciación con ticismo del autor, que la posibilidad y la
el siglo XX : la ambivalencia reflexiva. creatividad «se han vuelto la causa de la
La terminación del orden conflictivo miseria dominante».
entre el este y el oeste o el enfrenta- Las envejecidas ciencias sociales de
miento entre la izquierda y la derecha la modernización tienen que liberarse de
se diluye en la modernización reflexiva sus bloqueos, de sus barreras intelectua-
«la modernidad industrial se desintegra. les. Él lo denomina la «química de las
Pero surge otra cosa». Alega que esta- premisas: oponer verdades pseudoeter-
mos en una segunda modernidad. Mo- nas». Una sociedad moderna diferente
dernidad que impulsa la invención de se podría alcanzar a través de la «dife-
lo político a través del conflicto. Los renciación funcional». La rebelión de
nuevos conflictos generan incertidumbre las mujeres, por ejemplo, es una explo-
por las viejas ideas y las incongruentes sión sigilosa. Una sociedad en que los
instituciones. Tanto la política como las hombres y las mujeres tuviesen los mis-
instituciones no son derivaciones de in- mos derechos sería indudablemente una
mutables leyes naturales, sino que son modernidad diferente, afirma.
creación humana. El desarrollo técnico en la moderni-
La idea de Ulrich Beck se concen- dad simple, sigue diciendo el autor, sur-
tra en la reinauguración de lo político, ge por el dictado de la ganancia. Es el
pero cargado de un fuerte escepticismo mercado y la rentabilidad de la produc-
proveniente de la época actual, ya que ción, en última instancia, quien determi-
no termina, según él, de dar el salto na hoy los planes y los programas de
definitivo hacia la modernidad. Eso lo investigación. Por el contrario, afirma
lleva a creer que la sociedad civil debe Beck, el Estado debería hacer valer el
surgir y sobreponerse al Estado, sustra- bien común en esta materia. El modelo
yendo a éste de algunas tareas que la de una técnica abstracta liberada por su
sociedad ha logrado consolidar; un propia voluntad eliminaría los carteles
ejemplo de ello es el problema ecológi- de intereses, la feudalización económi-
co, que a pesar de sus dimensiones pue- ca y política de la técnica y de los téc-
de variar entre Europa y América del nicos.
Sur. Contrario al decir de muchos, para
Al decir de Beck, muchos esperan Beck la técnica debería sacarse de la
que de la subpolítica, como bien común, práctica industrial y de las relaciones
provengan los cambios. La subpolítica económicas: hay que colocar a la técni-
podría ser la sociedad civil, cuando ca en una torre de marfil (universitaria)
tome en sus manos todos los asuntos no ligada a la utilidad y sí a una socie-
relacionados con la sociedad misma. dad que se reserva el derecho de deci-
Para entender lo que hoy ocurre en Eu- dir su futuro técnico. Con esto, el autor
ropa y en otras latitudes, tendríamos que está afirmando que una nueva división
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de poderes sociales se estaría desarro- político. El Estado Benefactor se está


llando y tomando decisiones comparti- ahogando en su propio éxito y sus ins-
das socialmente. De esta forma, demo- tituciones de formación política, que
crática y moralmente legitimada, separa- proceden de la época industrial, están
da de la modernidad industrial primaria, resurgiendo: liberalismo, socialismos,
podría ser independientemente organi- nacionalismos, conservadurismos, funda-
zada. mentalismos. Los conceptos unívocos
El retorno de lo político va más allá habituales no nos permiten comprender
del conflicto. Hay que diferenciar entre fácilmente el actual estado de las cosas,
la política oficial del sistema político, y ya que la calidad de lo político no se
la subpolítica. La primera está dirigida modifica; las instituciones del sistema
por las reglas existentes, la segunda es político permanecen constantes; las eli-
modificadora de las reglas mismas, en tes del poder y de los funcionarios se
otros términos, la política de la moder- perpetúan. En consecuencia, la teoría de
nidad simple. En cambio —sigue afir- la modernización reflexiva procura: la
mando Beck— la segunda apunta a una relevación de la política, la liberación
política de la política, en el sentido de de lo político por una «sociedad organi-
una modificación de las mismas reglas zativa constante».
del juego político. Una sociedad en constante organiza-
Para comprender el grado de la ca- ción y reorganización reinventará y ex-
lidad de lo político, Beck nos presenta tinguirá al Estado, y esto debería ser
un cuadro comparativo entre la política una firme política. Se pueden encontrar
del sistema político, pasando por el sub- en la sociedad miles de formas diferen-
sistema político y llegando hasta las tes de instancias de poder. El cerebro de
condiciones de la politización. De esta la sociedad ya no puede ser localizado.
manera intenta hacernos comprender Las innovaciones y las decisiones han
cuándo es simple y cuándo es reflexiva; dejado de venir de la clase política, es
el accionar burocrático, por ejemplo, por eso que los políticos están ofendi-
correspondería a la simple, y las refor- dos por el hecho de que la gente se in-
mas de ese accionar político a la re- teresa menos por sus aportes.
flexiva. La invención de lo político es, según
Por otra parte, pero siguiendo con el Beck, delegar a la sociedad organizada
hilo argumental de Beck, la política la capacidad de la creación política. El
gubernamental tiene que ser participati- Estado por su parte debe autolimitarse,
va y estar disponible para todos. Hay renunciar a los monopolios y, además,
que abandonar el barco de la política conquistar otros espacios de forma tem-
del status quo, o «en todo caso abrirlo, poral, mientras la sociedad crea nuevas
ampliarlo, repensarlo y recomponerlo: formas en esos espacios.
exactamente a esto apunta la invención Ulrich Beck apuesta a «la tercera vía
de lo político». hacia la sociedad de ciudadanos». Las
La política tradicional está cargada instituciones del Estado ya no responden
de rutina, es una zona improductiva las- a sus expectativas, los partidos políticos
trada por ruinas lingüísticas, y hay que y la elite dirigente se han quedado re-
hacer procurar su renacimiento. En este zagados ante la modernidad reflexiva
sentido se dirige a Europa, ya que siente que presenta la sociedad organizada a
que ella está experimentando una regre- través de los ciudadanos, individuos
sión hacia lo sangriento de la política, cada vez más comprometidos con la
lo irreconciliable de otras épocas, mien- política, pero entendiéndola de otra
tras que Estados Unidos desencadena lo manera; por ejemplo, el desplazamiento
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de las tareas estatales, el traslado de los A pesar de lo controversial y dudo-


intereses organizados de la sociedad al so de sus propias afirmaciones, Beck
sistema político, la democratización de nos reclama el encierro de las dudas en
la crítica. la prisión de la irrelevancia, con el ob-
El programa político de la moderni- jeto de construir encima el palacio de
dad radicalizada es el escepticismo, afir- nuestros conocimientos; en consecuen-
ma Beck, y más adelante agrega, luego cia, debemos liberarlas de las ataduras
de dibujarnos la nueva modernidad: «La de la historia. Y termina afirmándonos:
introducción de la inseguridad en nues- «Quien se instale en la duda triunfa».
tro pensamiento y acción puede ayudar Con estas últimas afirmaciones Ulri-
a lograr la reducción de los objetivos, ch Beck termina su propuesta teórica
la identificación, la posibilidad de revi- sobre La Invención de lo Político. El
sar y de aprender, el cuidado, la consi- reflexionar a través de la duda nos de-
deración, la tolerancia, la ironía, que bería conducir a la modernidad reflexi-
son necesarios para el cambio a otra va, que no es otra cosa que la continui-
modernidad». El error y la duda serán dad moderna de la inflexibilidad teóri-
los enterradores del viejo orden, de don- ca de la inteligencia actual.
de nacerá la reflexividad de la moder-
nidad. ELADIO HERNÁNDEZ MUÑOZ

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