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Antonio R.

Escalera Busto

En la antesala de la sacristía de la Iglesia de la Compañía de Jesús, en Arequipa,


hay varios cuadros de diversos autores europeos y criollos de las escuelas
cusqueñas y arequipeñas de pintura. Pero entre ellos destacan algunos del
afamado jesuita y pintor manierista italiano, Bernardo Bitti, quien desde 1596
pinta profusamente en esta ciudad. Bitti está considerado, hoy, como el mejor
pintor del siglo XVI en Hispanoamérica. Así mismo hay cuadros del también
jesuita flamenco, Diego de la Puente, pintor de una curiosa “Última Cena” en la
que, en vez del tradicional y palestino cordero pascual, los comensales se
disponen a dar cuenta de un “Cuy fractado” (roedor comestible de la sierra
peruana) al mejor estilo arequipeño.

Pero la atención se centra en un curiosísimo e histórico cuadro, de finales del


siglo XVII. Este cuadro representa los esponsales, en 1572, del noble caballero de
la Orden de Calatrava Don Martín García Oñas de Loyola (Vizcaya 1553-Chile
1598) con la Ñusta Doña Clara Beatriz Coya ( ¿? 1536-Lima 1600) que plasma el
matrimonio de este capitán español, sobrino de San Ignacio de Loyola y
aprehensor de Túpac Amaru I en Vilcabamba y la Ñusta, de estirpe Inca, hija del
Inca Sayri Túpac y de la Coya Cosí Huarcay y, por consiguiente, nieta de Manco II
Inca y sobrina de Túpac Amaru I.
El Inca Túpac Amaru I

De este matrimonio nació un único hijo, la Ñusta Ana María Lorenza García Sayri
Túpac de Loyola, quien se casó, en 1611, con el Marqués de Alcañices, Don Juan
Enríquez de Borgia y Almansa, nieto del otro gran Jesuita, San Francisco de Borja,
Cuarto Duque de Gandía). Este matrimonio está representado en el cuadro,
primero en su ceremonial de Madrid, en el ángulo superior derecho, y después en
la parte baja derecha, en primer plano, para destacar la unión con la realeza
Inca.

En el lienzo se encuentran también Túpac Amaru y Sayri Túpac, quienes, al igual


que la princesa, visten ropa nativa; detrás de ellos aparece el "achiwa", una
especie de sombrilla hecha de plumas de pájaros multicolores utilizada
solamente por el Inca. Este lienzo demuestra la unión familiar entre la casa de
Loyola y la Casa de los Borgia (castellanizado a Borja el linaje valenciano) a
través de la sangre Inca de la Ñusta Clara Beatriz Coya y cómo se hizo el
mestizaje entre la altísima estirpe del propio Inca y la estirpe de los Virreyes. Ahí
están unidas las sangres de Atahualpa, de San Ignacio de Loyola y de San
Francisco de Borja.
A la Izquierda, Martín García Oñas de Loyola desposando a la Ñusta Clara Beatriz
de Qoya, en el Centro San Ignacio y San Francisco de Borja, a la derecha, Don
Juan Henríquez de Borja y Almansa desposando a la Ñusta Ana María Lorenza
García Sayri Tupac de Loyola
Arriba a la izquierda Túpac Amaru y Sayri Túpac

En los enormes lienzos cusqueños, pintados en los siglos XVII y XVIII para
publicitar y difundir la noticia de las alianzas matrimoniales, las largas leyendas o
cartelas explicativas en el cuadro aseveran la cercanía de los lazos de parentesco
y así hacen pasar a Martín de Loyola como sobrino de san Ignacio y a Juan
Henríquez de Borja por Juan de Borja, nieto de San Francisco de Borja. No
quisiera discutir aquí si la historia es verídica con respecto a los parentescos y a
los lazos matrimoniales establecidos, pero si quiero hacer notar el mensaje,
utilizado por los jesuitas, que se está enviando en ese cuadro providencialista y
mesiánico, que desposaron al capitán que capturaría y entregaría para su
ejecución al último Inca rebelde del Cusco con la heredera del Incanato, y
sobrina del Inca ejecutado.

En la pintura, Martín de Loyola, en compañía de Clara Beatriz, vestida como


corresponde a una Ñusta, como princesa Inca, sostiene el hacha Inca de mando.
En la parte alta están Sayri Túpac y Túpac Amaru I (el Inca capturado por Martín
de Loyola) y la Ñusta Cusi Huarcay, quienes con su presencia avalan este
matrimonio. Lo mismo puede decirse de los dos santos jesuitas en el centro de la
composición: san Ignacio de Loyola y san Francisco de Borja que avalan con su
presencia la unión de las casas virreinales castellanas y las del incanato.
Si bien los misioneros jesuitas trabajaron con alumnos de toda suerte y estado, es
decir, alumnos pertenecientes a todos los estratos sociales y étnicos, en el Perú
ellos tenían a su cargo los colegios para hijos del incanato y del virreinato.
Algunos autores han querido ver en esto que los jesuitas intentaran implementar
en Cusco un ambicioso proyecto político de corte teocrático consolidado
mediante matrimonios estratégicos que entroncaban a la dinastía inca con la
dinastía de santos de la Compañía de Jesús. ¿Otro mito más? ¿Puro simbolismo?

Algunos autores consideran que hay, al menos, seis copias del cuadro que está en
la Iglesia de la Compañía en Cusco, uno de ellos es el que contemplé en la pre-
sacristía de la Iglesia de la Compañía en Arequipa. Pero hay otro atribuido a un
alumno de la escuela cusqueña donde deslumbraba el gran Diego Quispe Tito. Tal
cantidad de cuadros sobre el mismo tema nos habla de un trabajo de divulgación
del mensaje contenido en este cuadro, y de otros que por un estilo existen en la
iconografía peruana de los siglos XVI y XVII.

Lo que no cabe duda es la intención de la difusión del mensaje simbólico que este
cuadro contenía, dada la afición de los jesuitas a las representaciones
dramáticas, tanto como vehículo catequizador, como para estimular el estudio de
la oratoria y la retórica entre sus colegiales. Se ha especulado que a través de
éste y otros óleos los jesuitas querían divulgar, en todos los niveles, los vínculos
de la orden con la nobleza inca, quizá con el propósito de alentar futuros
designios políticos.

Un elemento semiológico del cuadro es el astro solar que refulge en el centro,


antes máxima representación sagrada, Inti, y ahora, tras la conversión de los
incas al catolicismo por la catequesis de la Compañía de Jesús, el símbolo solar
inca deviene en un nuevo Sol de Justicia donde resplandece el monograma de
Cristo formado por las letras JHS (Jesus Homini Salvator) emblema máximo de la
orden de los jesuitas.

Más aún, a partir de estos hechos de esponsales, y basados en las mismas


representaciones pictóricas, se llegaron a representar en vivo estas alegorías y así
sabemos que ciento cincuenta años después de los hechos narrados en el cuadro,
se hizo una representación en vivo el día 10 de octubre de 1741, día de San
Francisco de Borja, y que fue relatado en estos términos:

“…se hizo en la iglesia de la Compañía [en el Cuzco] una representación del


casamiento de don Martín García de Loyola, y la hija de don Felipe Túpac Amaru
[sic]: conforme se halla pintado en un cuadro que está a la entrada de dicha
iglesia. Hizo al esposo, un hijo de don Gabriel Argüelles, llamado Pedro: y la
esposa, una hija de un cacique de (en blanco) llamada Narcisa. . . . No faltó
quien dijese, haberse ejecutado mojiganga y encamisada: ésta por los mantos
capitulares, aquélla por la representación de los esposos…”

Una última curiosidad, que probablemente el lector haya percibido ya, es el


título nobiliario del Marquesado de Oropesa de la Ñusta Ana María Lorenza García
Sayri Túpac de Loyola. Este título fue concedido por el Rey Felipe III, el 1 de
marzo de 1614, como Marquesa de Santiago de Oropesa, unido a la dignidad
perpetua de Adelantada del Valle de Yupanqui, cunado ya Ana María estaba
radicada en Sevilla. El Marquesado, y sus propiedades adscritas a él, como
Mayorazgo, eran las fértiles tierras de Vilcanota, en el Valle Sagrado de los Incas,
uno de los principales motivos del reclamo y posterior alzamiento de quien se
decía heredero, José Gabriel Túpac Amaru, a finales del siglo XVIII.

1) Toda observación es relativa al punto de vista del observador


Albert Einstein

2) Toda observación se hace desde una teoría


Norwood Russell Hanson

3) Toda observación afecta a lo observado


Werner Heisenberg

4) No existen hechos, solo existen interpretaciones


Friedrich Nietzsche

5) Estamos condenados al significado


Maurice Merlau-Ponty

6) Ningún lenguaje consistente puede contener los medios necesarios para


definir su propia semántica
Alfred Tarski

7) Ninguna ciencia está en capacidad de demostrar científicamente su propia


base
René Descartes

8) Ningún sistema matemático puede probar los axiomas en que se


fundamente
Kurt Gödel

9) La Pregunta: ¿qué es la ciencia? No tiene respuesta científica


Edgar Morin

10) En el lenguaje jugamos juegos con palabras que usamos de acuerdo a


reglas convencionales
Ludwig Wittgenstein

LINE 20

01. XAYRI-TUPAC [II] (SAYRI-TUPAC), # 20 (above)

= Cusi Huarcay [Kusi Warkay] [cousin]

02. Beatriz Clara Coya (1558-1600)

=1 [cousin] Quispi Tito

=2 Martin Garcia Onaz de Loyola, Kt. of Calatrava (d1596/8), great-nephew of


St. Ignatius

issue of 1st =:

none

issue of 2nd =:

(a) Martin Garcia de Loyola

= Magdalena de Araoz y Zabala, the parents of (a) San Ignacio de Loyola & (b)
Beltra N Ya Anez De Loyola

(b) Ana Maria Inca de Loyola (below)

03. Ana Maria Inca de Loyola (above), aka Dona Maria de Loyola y Coya-
Inca, 1st Marquesa de Santiago de Oropesa (d1630)

= Juan Enriquez de Borja, Marques de Alcanices (d1634) [nephew of San


Francisco de Borja]

issue:

(a) Juan Enriquez de Almansa Inca y Loyola (below)

(b) Diego de Borja e Inca

(c) Alvaro-Melchor
(d) Antonio (d1645)

(e) Francisca (d1665)

= Luis de Meneses, Marques de Penalva

(f) Juana, a nun

(g) Elvira, a nun

(h) Ines-Andrea

04. Juan Enriquez de Almansa Inca y Loyola, 2nd Marques de Santiago de


Oropesa (d1675)

=1 Ana Enriquez y de la Cueva, daughter of the Duque de Albuquerque

=2 Juana Teresa de Velasco y Guzman, daughter of the Duque de Frias

issue of 1st =:

(a) Ana Enriquez de Almansa

= 6th Duque de Hijar, &, begot Jaime, Conde de Belchite, d.y.

issue of 2nd =:

(b) Teresa-Dominga (below)

(c) Francisca

= Isidro-Melchor de la Cueva y Benavides, Marques de Bedmar (d1723)

05. Teresa-Dominga (above), 3rd Marquesa de Oropesa

= Luis Jose Antonio Enriquez de Cabrera y Toledo, 8th Duque de Medina de


Rioseco (d1713)

issue:

(a) Pascual Enriquez de Almansa y Borja, 4th Marques de Santiago de


Oropesa, 9th Duque de Medina de Rioseco, 9th Marques de Alcanices (d1739),
no issue

(b) Maria de La Almudena Enriquez de Cabrera, 5th Marquesa de Santiago de


Oropesa (d1741), no issue

Los 14 progymnasmata o ejercicios de Retórica


En tanto que la Retórica fue en la antigüedad una disciplina hecha para la
enseñanza y la práctica, los antiguos preceptores de este arte diseñaron los 14
progymnasmata o ejercicios retóricos que tenían como fin entrenar a los futuros
oradores en el arte de la persuasión. Estos ejercicios estaban graduados de
menor a mayor dificultad y servían para brindar una formación propicia para
generar discursos en cualquiera de los géneros de la retórica, el judicial, el
deliberativo y el epidíctico. Los 14 ejercicios son los siguientes:

1. Fábula. Es un discurso falso mediante el que se genera una imagen de la


realidad. Fue originada por los poetas, pero hoy es utilizada por los oradores
como un recurso para ganar la adhesión de la audiencia. Esopo fue el mayor
experto en su ejecución. La fàbula podía ser “racional” “ética” o “mixta”. La
racional es aquélla en la que cualquier principio humano es imaginado al
ponerse en acción; la ética procede mediante la imitación del carácter a través
de criaturas irracionales; la mixta se compone por características de ambas,
tanto racionales como irracionales.

Fábula ética: El perro y la almeja.


"Un perro de esos acostumbrados a comer huevos, al ver una almeja, no lo
pensó dos veces, y creyendo que se trataba de un huevo, se la tragó
inmediatamente. Desgarradas luego sus entrañas, se sintió muy mal y se dijo:
-- Bien merecido lo tengo, por creer que todo lo que veo redondo son huevos-
Nunca tomes un asunto sin antes reflexionar, para no entrar luego en
extrañas dificultades." (Esopo)

2. Narración. La narración es la exposición de un evento que ha ocurrido, o


que podría haber ocurrido. La narración difiere de la narrativa en el mismo
sentido en que un poema es diferente a la poesía (La Iliada es un poema, los
versos que hablan de cómo Aquiles prepara sus armas es poesía). La narración
puede ser dramática, histórica o política. La dramática es ficticia, la histórica
contiene una historia tomada de la antigüedad, la política es la especie que los
oradores utilizan en sus disputas. La narración debe tener seis cualidades
concomitantes: la persona que actúa, la acción que realiza, el tiempo, el lugar, la
manera y la causa de sus acciones. Y debe tener a su vez cuatro virtudes:
claridad, concisión, verosimilitud y pureza en la dicción. Es la base de la
formación del orador, según Quintiliano.
Narración dramática: A Circe.
"¡Circe, diosa venerable! He seguido puntualmente tus avisos. Mas no me hice
amarrar al mástil cuando divisamos la isla de las sirenas, porque iba resuelto a
perderne. En medio del mar silencioso estaba la pradera fatal. Parecía un
cargamento de violetas errante por las aguas.
¡Circe, noble diosa de los hermosos cabellos! Mi destino es cruel. Como iba
resuelto a perderme, las sirenas no cantaron para mí." (JulioTorri)

3. Chría o anécdota. Es una breve reminiscencia oportunamente evocada


sobre alguna persona. El orador se refiere a esa persona de forma breve, se
prueban sus hechos o dichos conforme a la razón, se apunta lo que es contrario
a la razón, se añade una comparación, un ejemplo, un testimonio (u opinión de
otro) y se termina con un epílogo o conclusión. La anécdota puede ser lógica,
práctica o mixta. La lógica es aquélla donde las palabras encarnan alguna moral
(p. ej. Platón solía decir que las semillas de la virtud germinan con la amabilidad
y el trabajo) la práctica es la que procede mediante la referencia a una acción (p.
ej. Penélope destejía todas las noches para desalentar a sus pretendientes) y
existe también la forma mixta, que combina las dos. La anécdota se puede
amplificar mediante la paráfrasis o el uso de refranes.

4. Máxima o proverbio. Parecida a la chría, la máxima es una declaración


sumaria hecha en forma condensada, que se utiliza para exhortar o disuadir en
relación a algo. La máxima puede ser exhortatoria, disuasiva o declarativa,
puede ser simple o compuesta, pero siempre debe ser plausible, verdadera o
hiperbólica. Debe ser invocada cuando la situación lo requiere.
Máxima declarativa:
"Los ojos se fían de ellos mismos, las orejas se fían de los demás." (Proverbio
Alemán)

5. Refutación. Es el ataque a una creencia o a una narración dadas. No debe


usarse en casos que resultan obvios o claramente imposibles, sino en los casos
donde la duda puede generarse. El orador que usa la refutación debe primero
desacreditar a aquéllos que han hecho la aserción, después deben resumirse
brevemente sus afirmaciones, para luego contravenir sus argumentos haciendo
ver en ellas seis cosas: su oscuridad, su improbabilidad, su imposibilidad, su
inconsistencia, su impropiedad y finalmente su inconveniencia o inutilidad. Este
ejercicio preliminar requiere de la fuerza completa del arte de la Retórica.
g
6. Confirmación. Inversa a la refutación, se arguye para demostrar y asegurar
una creencia o narración dadas. Tampoco debe usarse en casos obvios. El
orador debe dar crédito a quienes han hecho la aserción, y luego se argumenta
apelando a seis principios: la claridad, la probabilidad, la posibilidad, la
consistencia, la propiedad, la conveniencia o utilidad. Se utilizan en estos casos
las figuras del logos.

7. Lugar común. Es el discurso que amplifica las bondades o los vicios


evidentes. Está relacionado con el encomio y el vituperio, y consta de un exordio
en el que se dice el castigo o recompensa que merece el hombre malvado o
virtuoso, después de hace referencia a lo contrario del delito o la virtud que se
persigue, después se explica el crimen o el mérito por amplificación, se hacen
comparaciones con otros crímenes o virtudes, se manifiesta la intención del
hombre referido y se rechaza la compasión o su contrario. Los lugares mediante
los que se construye este propósito son los siguientes: la legalidad, la justicia, lo
conforme, lo posible, lo útil, lo honorable, el suceso y la consecuencia.

8. Encomio. Propio del género epidíctico el encomio es el discurso que expone


los buenos atributos de algo o de alguien. Difiere del himno pues no se refiere a
los dioses sino a los mortales, pero también es una pieza artísticamente
elaborada. Puede hacerse encomio de personas y cosas, así como de criaturas
irracionales. A su vez puede ser usado colectiva o individualmente (por ejemplo
Todos los atenienses o un ateniense). Se hace mediante un prólogo que refiere al
sujeto u objeto en cuestión, después se apela al lugar de nacimiento, la
educación, el linaje, alma, cuerpo y fortuna, y después se hace un epílogo.

9. Vituperio. También es propio del género epidíctico. Es un discurso que


atiende sólo a los vicios y se construye igual que el encomio pero en el sentido
inverso. También puede ser colectivo o individual o referirse a cosas o personas.
Difiere del lugar común en que no exhorta al castigo sino que sólo hace una
invectiva contra la persona exponiendo las cosas que de él son penosas y
rechazables.
10. Comparación. Es el discurso que, mediante el contraste, enaltece una
virtud por su comparación con un vicio o defecto para hacer prevalecer uno
sobre otro, es decir procede por yuxtaposición. Puede ser construido con un
encomio y un vituperio o con dos encomios y un vituperio.

11. Caracterización o Etopeya. Es la imitación del carácter de una persona.


Tiene tres especies, el retrato de la imagen, el retrato de la persona y el retrato
del carácter . En el retrato del carácter, la persona es conocida y el carácter es
inventado, se llama entonces caracterización. En el retrato de la imagen el
carácter es conocido, pero la persona imitada está imposibilitada a hablar (por
muerte por ejemplo) y sólo se inventa su imagen. En el retrato de la persona
todo es inventado, tanto el carácter como la persona misma. Se llama entonces
personificación. La caracterización se construye pues con las figuras del ethos, y
se divide en patética, ética o mixta. La patética se concentra en las emociones,
mientras que la ética se concentra en el carácter solamente. La caracterización
requiere de un estilo claro, conciso, lleno de colores.

12. Descripción. Es la composición discursiva que expone el objeto a los ojos


del auditorio dándole una forma vívida. Pueden describirse personas, tiempos y
lugares así como criaturas irracionales. Las cosas pueden describirse
físicamente, por aquello que las compone, por aquello que las rodea o por
aquello que contienen. Le corresponde sobre todo el género epidíctico y su estilo
puede ser relajado y libre.

13. Tesis o Tema. Cicerón la llamó Causa y otros retóricos Controversia. La


Tesis es el examen lógico de alguna materia que se pone en consideración. No
tiene una referencia concreta sino se evalúa un argumento abstracto y sus
consecuencias (por ejemplo si se debe elegir mujer, no si Sócrates debe elegir
mujer). Se diferencia del lugar común ya que éste amplifica una cosa cierta,
mientras que la Tesis trata de una cosa dudosa. Sus partes son la exordio
(introducción al tema) la argumentación (de los tópicos que conciernen al tema
y de las circunstancias de su existencia), las oposiciones (las cosas contrarias),
las soluciones (por concesión, por negación o por lo contrario) y el epílogo (que
contiene una breve amplificación, un breve resumen de los argumentos y una
exhortación). Se construye apelando a la legitimidad, la justicia, la experiencia,
la posibilidad los antecedentes y las consecuencias, y pertenece claramente al
género deliberativo. La tesis puede ser política o teórica, la política concierne a
la construcción de la sociedad (¿es posible un desarrollo tecnológico
sustentable?) y la teórica es la que somete los fenómenos a una consideración
intelectual (¿es el cielo esférico?) . La diferencia entre tesis e hipótesis es que la
hipótesis tiene circunstancia, mientras que la tesis es no-circunstancial; la
circunstancia quiere decir personas, acciones, causas, etcétera. La tesis es un
ejercicio que requiere la contraposición y la solución punto por punto, e implica
una capacidad de usar los mecanismos de la retórica en todo su potencial.
Muchos alumnos de las Universidades contemporáneas están obligados a hacer
este ejercicio todavía hasta la actualidad, ya que ello los acredita para ejercer
una profesión. Es pues uno de los géneros de la tradición retórica que mejor ha
sobrevivido en el mundo académco contemporáneo de manera formal.

14. Propuesta de Ley. Va más allá de la tesis pues supone la convicción o la


oposición a decisiones legislativas. Concierne pues a circunstancias hasta cierto
punto, como la hipótesis, pero a diferencia de ella supone un valor universal o
abstracto (¿debe aprobarse el aborto?) La ley es una convención común para la
ciudad, y la deliberación al respecto se construye con los lugares de la
legitimidad, la justicia y la probabilidad.

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