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KAMINALJUYU
EDICIÓN ESPECIAL
Guatemala, 2009
Derechos Reservados ®
KAMINALJUYU
EDICIÓN ESPECIAL
EDITORES
Hugo Fidel Sacor Quiché
División Investigación en Historia
Patricia del Águila Flores
Jefe del Departamento de Investigaciones
Antropológicas, Arqueológicas e Históricas.
Subdirección de Investigación y Registro
Las opiniones expresadas en notas, informaciones, reseñas y trabajos publicados son exclusivamente
responsabilidad de sus respectivos autores.
Portada y contraportada: Marcador de Juego de Pelota de Kaminaljuyu, Vasija trípode con tapadera
estucada, Soporte de Altar No. 5, Kaminaljuyu, Colección del Museo Nacional de Arqueología y
Etnología.
Panorámica de La Palangana, Incensario con Espiga.
Contenido
Artículos
Introducción
Es seguro que ninguna investigación acerca de Kaminaljuyu, deje sin mención
el primer plano del sitio elaborado por Alfred Maudslay a finales del siglo XIX.
Al observar detalladamente este mapa, es posible identificar algunos de los
principales montículos o grupos que conformaron este sitio, los cuales años más
tarde, serían asignados con una nomenclatura por parte de la Institución Carnegie
durante sus trabajos en Guatemala, nomenclatura que sigue vigente hasta el día
de hoy. Y aunque este primer mapa fue elaborado con una gran calidad, la
mayoría de investigadores utilizan el plano de la Institución Carnegie elaborado
por E. Shook y T. R. Johnson en los años 40, por ser el plano mas completo que
existe del sitio, que a través del tiempo ha servido de base para la elaboración de
otros mapas, algunos de carácter interpretativo como los de la Universidad de
Pennsylvania y otros enfocados en la paulatina destrucción de Kaminaljuyu.
Como ya mencionamos, en el primer mapa pueden identificarse algunos de
los montículos principales. Sin embargo, este no incluye todos los montículos
que conformaron Kaminaljuyu, por lo que cabe preguntarse ¿Cuáles montículos
documentó este viajero, durante su paso por la Ciudad de Guatemala?
El trabajo que aquí se presenta podemos considerarlo de carácter experimental,
ya que se ha tratado de identificar, en base a la distribución de los montículos
dentro del sitio y a la superposición de este mapa con el de la Institución Carnegie,
cuantos y cuales fueron los montículos que quedaron plasmados en este primer
mapa del sitio y determinar el grado de precisión con el que fueron ubicados.
7
Antecedentes
Es bien sabido que Maudslay no fue el primero en hacer una referencia sobre
Kaminaljuyu, sin embargo, a criterio de Kidder (et al 1946), es con este viajero
que inicia el periodo de exploraciones científicas en el sitio y otros de Centro
América, ya que anterior a este, otros investigadores como C. H. Berendt y J. L.
Stepehens, pasaron por el sitio pero no le prestaron mayor importancia.
Medrano (et al 1995) señala que Alfred Maudslay, originario de Inglaterra,
trabajó como funcionario en las islas del Pacífico hacia finales del siglo XIX y
vino al Nuevo Mundo para atender negocios particulares. Pero una visita a Copán
en 1881, lo motivó a invertir su tiempo y dinero en explorar varios sitios del área
maya, como Tikal, Palenque y Yaxchilan entre otros.
Es así como en 1899, Maudslay y su esposa publican el libro A Glimpse at
Guatemala and some notes on the ancient monuments of Central América. Esta
publicación es una reseña del viaje que ambos realizaron por la región durante
esta época. En este libro encontramos una descripción de cómo encontraron estos
viajeros a Kaminaljuyu por estos años, mientras se dirigían de la Ciudad Capital
hacia Mixco. De esta descripción citamos la siguiente información:
En la llanura a través de nuestro camino debe de haber estado de pie en tiempos
antiguos un pueblo, uno puedo juzgar esto por la gran cantidad de montículos de tierra
esparcidos sobre la superficie; pero ahora no es más que un pueblo fantasma, sin historia
y sin nombre, y dos figuras en cuclillas talladas en una piedra dura se ubican a un lado
del camino en la puerta de una pequeña hacienda, esto es todo lo que resta para mostrar
el arte de estos constructores, aunque una cuidadosa investigación revelaría mucho más
de interés. Planteamiento que fue confirmado años más tarde ya que desde las primeras
excavaciones realizadas en Kaminaljuyu a principios del siglo XX, este sigue siendo un
foco de estudio hasta la fecha.
Por otro lado, cabe recordar que en años posteriores a esta visita, Kaminaljuyu
era denominado de varias formas debido a que este se encontraba distribuido
dentro de varias fincas (Miraflores, Arévalo, La Majada, Las Charcas, La Esperanza
y La Providencia), hasta que en 1936 J. A. Villacorta da un solo termino al sitio
denominándolo Kaminaljuyu que en kiche significa Cerro de los Muertos (Kidder
et al: 1946:7).
El mapa que incluye Maudslay cuenta con algunos datos que también vale
la pena mencionar:
Los montículos de tierra van desde unos pocos pies hasta sesenta pies (18 m)
de altura y cubren más de una milla cuadrada de terreno.1 Sobre este dato
hablaremos más adelante.
2 Estos barrigones fueron denominados por Villacorta como Monumentos L y M, y en la actualidad estos se designan como
Monumentos No. 6 y 7 y se encuentran en el Museo Nacional de Arqueología y Etnología y en el Parque Zoológico La
Aurora respectivamente (Rodas 1995:20-21).
9
Aun hay algunos montículos en el lado este de la barranca, cerca de los suburbios
de la ciudad de Guatemala y es posible que algunos otros fueran destruidos cuando la
ciudad fue construida. Shook en su obra Lugares Arqueológicos del Altiplano
Meridional Central de Guatemala, publicada en 1952 incluye al menos 33 sitios
que se encuentran dentro de lo que hoy es la ciudad capital y que son periféricos
a Kaminaljuyu.
En este caso el sitio al que posiblemente se refiere Maudslay es el que Shook
denomina como Cementerio, el cual aún existe y se ubica en lo que es el Cementerio
General de la zona 3, suponemos que puede corresponder a este sitio, ya que este
último señala que el sitio se ubica en la orilla occidental de la ciudad de Guatemala,
con vista sobre una profunda barranca que separa este lugar de Kaminaljuyu
(Shook 1952:10).
Como ya lo mencionamos en ambas obras se incluyó un mapa del sitio, sin
embargo al compararlos detalladamente, observamos que el mapa de la Biology
Centrali-Americana, cuenta con 117 montículos, (Fig. 3) mientras que el publicado
en A Glimpse at Guatemala, solo cuenta con 110 (Fig. 4), no sabemos la razón
por la que fueron omitidos 7 montículos en esta última obra, por lo que de aquí
en adelante solo utilizaremos el mapa que cuenta con la mayor cantidad de
montículos para este estudio.
10
Por otro lado observamos que en este mismo mapa faltan 103 montículos
para hacer un total de 220, que la Institución Carnegie incluyó en su mapa de los
años 40 (Fig. 5) y aunque el mismo Maudslay señala que solo ubicó los principales
grupos de montículos, llama la atención el hecho de que no se hayan incluido los
montículos A-IV-3, A-VI-1, E-V-2, 6 y F-VI-1 y 2 (montículos A y B), los cuales
en el mapa de Carnegie aparecen como montículos grandes y que se ubican cerca
de los que Maudslay documentó.
El segundo paso consistió en realizar una ampliación de ambos mapas (el
de Maudslay y el de Carnegie) a una misma escala, con el objetivo de colocar un
mapa encima del otro, para determinar el grado de exactitud con el que fueron
ubicados y en base a esto asignarles su nomenclatura basándonos en su ubicación
y en sus dimensiones.
Para lograr esto, se escaneó en alta resolución cada uno de los mapas, para
tener un plano lo bastante amplió y detallado. Posterior a esto, los mapas fueron
trabajados dentro del programa de computación Autocad, el cual permite ampliar
ambos mapas a una misma escala con un alto grado de exactitud. Así mismo este
programa permite trabajar con capas, lo cual nos permite, ubicar en cualquier
dibujo arqueológico, carreteras, ríos, excavaciones y cualquier otro dato de
importancia y ocultarlo o borrarlo sin alterar el mapa; por lo que se trabajó
primero con el mapa de Maudslay y se realizó sobre el un calco siguiendo los
contornos de cada uno de los 117 montículos según su forma geométrica (Fig. 6).
Esto nos permitió posteriormente incluir el mapa de Carnegie y montarle el
calco, lo cual ayudó de manera significativa la identificación de algunos montículos,
ya que como mencionamos al principio, al observar detalladamente el plano de
Maudslay es fácil identificar algunos montículos como el C-II-4 (la Acrópolis) o
el C-II-12, 13 y 14 (la Palangana) siendo estos los que utilizamos como punto de
referencia para ubicarnos con respecto al resto de montículos (Figs. 7a y b).
El mismo Maudslay menciona que algunos montículos del sureste (grupos
A-IV y V) están mal colocados, lo cual es correcto pero también debemos señalar
que otros más también estaban mal ubicados, ya que en su mapa algunos
montículos, se encuentran varios metros al este o al oeste de su ubicación con
respecto al mapa de Carnegie, por lo que en este caso debieron moverse de su
lugar original, para poder establecer la nomenclatura de estos. Cabe mencionar
que para este trabajo se ha respetado, la ubicación que Maudslay les asignó. A
pesar de este mínimo detalle, el resto de montículos presentó un enorme grado
de exactitud, lo cual facilitó la identificación de la gran mayoría de estos y la
asignación de su nomenclatura (Figs. 8a y b).
En base a esto podemos decir que Maudslay identificó: 101 montículos que
pertenecen a los grupos A-IV, V, B-I, II, IV, V, C-I, II, III, IV, V, VI, D-III, IV, E-
11
II, III y V. Vale la pena mencionar que solo los grupos B-IV y C-IV se encuentran
completos de acuerdo a la nomenclatura de Carnegie.
Es importante señalar que la Institución Carnegie interpreto en algunos casos
uno o mas montículos como uno solo, como por ejemplo el montículo B-IV-2, el
cual aparece en el de Maudslay como un montículo grande y uno pequeño,
mientras que Carnegie lo considera como un solo montículo, caso similar ocurre
con los montículos C-II-5 y 7 los cuales están formados por un grupo de dos y
cuatro montículos respectivamente, pero que en la actualidad, se denominan con
un solo nombre. Caso contrario sucede con los montículos D-III- 8 y 9 los cuales
Carnegie obviamente identifica como dos montículos diferentes, mientras que
Maudslay los interpreta como uno solo. Así mismo hay que señalar que el grupo
formado por los montículos D-IV-6, 7, 8 y 9 en la obra Biology Centrali-Americana
aparecen dibujados como un conjunto formado por cuatro montículos, mientras
que en el mapa de A Glimpse at Guatemala, estos aparecen representados de
forma similar a la palangana (C-II-12, 13 y 14) (comparar figuras 3, 4 y 5).
Por otro lado llama la atención, que al comparar ambos mapas, el de Maudslay
incluye 9 montículos que no fueron incluidos por la Institución Carnegie, por lo
que probablemente estos fueron destruidos antes de que estos realizaran su mapa
en los años 40. Dato que es corroborado por Kidder (1961), quien señala que antes
de iniciar con los trabajos de la Institución Carnegie, ya habían sido destruidos
algunos montículos por la acción del cultivo y por el crecimiento de la ciudad
capital. Estos montículos en base a su ubicación deberían corresponder a los
grupos B-IV (4), C-IV (1), D-IV (2) y D-V (2), sin embargo para no causar confusión,
en este trabajo a estos montículos solo se les menciona en la figuras 8a y b con
la iniciales NAEMC (No aparece en mapa Carnegie).
12
Comentario final
13
Bibliografía
Kidder, Alfred
1961 Archaeological Investigations at Kaminaljuyu, Guatemala. En
Proceedings of the American Philosophical Society. Volume 105,
Number 6, December 15, 1961. The American Philosophical
Society, Independence Square, Philadelphia 6.
Maudslay, Alfred P.
1899 1902 Biologia Centrali-Americana or Contributions to the knowledge of the
Fauna and Flora of Mexico and Central America. Vols. II and V,
Editors F. Ducane and O. Salvin. London: R. H. Porter, 7 Princes
street, Cavendish square, W., and Dulau & CO., Soho square, W.
Municipalidad de Guatemala
1967 Mapa de la ciudad capital. Municipalidad de Guatemala, Asesor
Gustavo Espinoza. Mapa en archivo del Departamento de Registro
de Bienes Muebles del Instituto de Antropología e Historia.
14
Parsons, Lee A.
1988 The Origins of Maya Art: Monumental stone sculpture of Kaminaljuyu,
Guatemala and the southern Pacific Coast. Studies in Pre Columbian
Art & Archaeology, Number 28. Dumbarton Oaks research library
and collection, Washington D.C.
Rodas, Sergio
1993 Catalogo de barrigones de Guatemala. En Utz´ib. Volumen 1,
Numero 5 Diciembre 1993. Asociación Tikal. Guatemala.
Shook, Edwin
1952 Lugares Arqueológicos del Altiplano Meridional Central de
Guatemala. En Antropología e Historia de Guatemala Vol. IV No.
2. Ministerio de Educación Pública.
15
Listado de Figuras:
Figura 7a. Comparación entre el mapa Carnegie y el calco del mapa de Maudslay,
Grupos B-IV, V, C- IV, V y VI.
Figura 7b. Comparación entre el mapa Carnegie y el calco del mapa de Maudslay,
Grupos B-I, II, C- I, II, III y D-III.
Figura 8a: Vista parcial del plano de Maudslay con la nomenclatura dada por
la Institución Carnegie (tomado de Maudslay 1889-1902 y modificado
por el autor).
Figura 8b: Vista parcial del plano de Maudslay con la nomenclatura dada por
la Institución Carnegie (tomado de Maudslay 1889-1902 y modificado
por el autor).
16
Ilustración 1: Vista hacia el sureste del Grupo A-IV
(Tomado de Maudslay 1889-1902)
Ilustración 2: Entrada a la hacienda del señor Arévalo, mostrando dos esculturas de barrigones
(Tomado de Maudslay 1889-1902)
17
Figura 3: Plano de Kaminaljuyú publicado en la obra Archaeology Biology Centrali-Americana
(Tomado de Maudslay 1889-1902)
18
: Indica la ubicación de
los montículos omitidos
en esta obra.
19
Figura 5: Plano de Kaminaljuyu elaborado por la Institución Carnegie en los años 40´s
(Tomado de Michels y Sanders 1973)
20
Figura 6. Calco del plano de Maudslay publicado en la obra Biology Central-Americana.
21
Figura 7a. Comparación entre el mapa Carnegie y el calco del mapa de Maudslay,
Grupos B-IV, V, C- IV, V y VI
Figura 7b. Comparación entre el mapa Carnegie y el calco del mapa de Maudslay,
Grupos B-I, II, C- I, II, III y D-III
22
Figura 8a: Vista parcial del plano de Maudslay con la nomenclatura dada por la Institución
Carnegie (Tomado de Maudslay 1889-1902 y modificado por el autor)
Figura 8b: Vista parcial del plano de Maudslay con la nomenclatura dada por la Institución
Carnegie (Tomado de Maudslay 1889-1902 y modificado por el autor)
23
Figura 9: Mapa de la Ciudad Capital de calles y avenidas, mostrando donde se ubicaban los
montículos A y B (Tomado de Municipalidad de Guatemala 1967 y modificado por el autor)
24
KAMINALJUYU:
RUTAS DE COMERCIO Y RITOS FUNERARIOS
Introducción
En las Tierras Altas Centrales de Guatemala se han identificado sitios de la
etapa de recolección intensiva de alimentos y de agricultura incipiente, aunque
un buen número de sitios que representan aldeas totalmente agrícolas, se pueden
situar en la época del Preclásico Temprano (1,500 a. C.).
Uno de los sitios arqueológicos con un extenso estudio de patrón de
asentamiento, sistemas hidráulicos, arquitectura, cerámica, escultura etc. es
Kaminaljuyu, situado en el valle de Guatemala, el cual se estaba desarrollando
como un centro estratégico en las Tierras Altas Centrales durante el Preclásico
Temprano.
Kaminaljuyu, voz que en idioma kiche significa colina de los muertos, se
localiza en la meseta central del valle de Guatemala, lo que ahora es la moderna
ciudad de la Nueva Guatemala de la Asunción. A una altura de 1,5000 mts. SNM.
Aproximadamente, la cual se enmarca dentro de la zona de Tierras Altas o
Altiplano guatemalteco que se ubica en la franja central del país (Carpio, 1999).
El valle en sí abarca alrededor de 1,200 kms2. y está parcialmente rodeado
por barrancos profundos particularmente hacia el norte, oeste y sur, por lo que
se constituye una meseta central.
Ubicación
El sitio arqueológico de Kaminaljuyu se encuentra al suroeste de la ciudad
de Guatemala. Originalmente el sitio constaba de más de 200 montículos,
distribuidos sobre un área de aproximadamente 5 km. cuadrados. Las estructuras
variaron desde bajas elevaciones, apenas visibles sobre el nivel del suelo, hasta
las más grandes de hasta 20 m. de altura. Muchas de las estructuras tuvieron un
arreglo formal y planificado alrededor de patios, plazas o en alineaciones paralelas
que sugieren amplias avenidas; pero también se encontraban unidades separadas
(Shook y Hatch, 1999).
25
El denominado parque arqueológico de Kaminaljuyu ubicado en la zona 7
está formado por dos conjuntos llamados la Acrópolis y la Palangana (Ver
ilustración no. 1).
26
Ilustración No. 1 Foto área del Parque Arqueológico Kaminaljuyu y Montículo Mongoy.
(Tomado de Kaminaljuyú, Museo de Tabaco y Sal 1994)
27
La hidrografía, se sabe que en tiempos prehispánicos existió una laguna en
las inmediaciones del área hoy llamado Miraflores, el cual fue utilizado para
practicar irrigación en la parte suroeste del sitio durante el período Preclásico
(Hatch, 1993, citado por Carpio 1999). Posteriormente la laguna se fue secando
y a la llegada de los españoles se reporta únicamente como una ciénaga.
Por otro lado, el Río Motagua, uno de los principales del sistema hidrográfico
del país, se ubica tan sólo a 25 kms. aproximadamente del sitio de Kaminaljuyu.
También se pueden mencionar en las cercanías al río Villalobos el cual desemboca
en el lago de Amatitlán a 24 kms. y el Río Las Vacas por el noreste a no más de
6 kms.
Se cuenta además con la evidencia del Montículo de la Culebra el cual, (según
estudio de Navarrete y Luján 1986, citado por Carpio 1999), pudo servir como
acueducto prehispánico para traer agua de los manantiales de Pinula al este del
valle (como luego se hizo en tiempos de la colonia aprovechando la estructura),
o bien para delimitar una laguna que se ubicaba al sureste.
28
En el siglo XX en 1915 el Lic. Antonio Bátres J. hace una descripción de un
lugar cercano a la capital, que se conoce con el nombre de LAGUNA DE LOS
TIESTOS y que forma parte de la Finca Miraflores.
Las primeras excavaciones científicas llevadas a cabo en Kaminaljuyu fueron
realizadas por Manuel Gamio, en 1925. Luego J. Antonio Villacorta y su hijo
realizaron en 1927 trabajos en la Estructura D-III-7, conocida como
Quitasombrero.En 1935, la Institution Carnegie de Washington empezó
investigaciones y excavaciones en Kaminaljuyu y sus alrededores, las cuales
continuaron intermitentemente, durante 18 años. De los aportes más importantes
de los estudios llevados por la Institución Carnegie fueron el proporcionar la
información que permitió el ordenamiento cronológico de las varias fases de
ocupación humana de Kaminaljuyu, el valle de Guatemala y las otras regiones
de las Tierras Altas Centrales. Estas fases se basan en los cambios en los tipos
cerámicos y sus frecuencias, como se entienden hasta hoy día (Ver plano No. 2).
29
Plano No. 2 Sitio de Kaminaljuyu
(Tomado de Kidder, Jennings y Shook, 1946)
30
Rutas de Comercio y Redes de Intercambio
El Período Preclásico (2,000 a. C. al 250 d. C.)
El Período Preclásico Temprano (2,000 al 1,000 a. C.)
En el área se han descubierto herramientas de obsidiana provenientes del
norte de Belice, de la fuente El Chayal, lo cual indica que este material era
exportado hacia las Tierras Bajas, desde épocas muy antiguas, como por ejemplo
para el Preclásico Temprano, con lo que se puede inferir que la sociedad ya estaba
organizada según linajes, cada uno con diferentes especializaciones, como
artesanos, agricultores, gobernantes, etc.
31
El Período Preclásico Tardío (400 a. C. 250 d. C.)
Para este período Kaminaljuyu fue el núcleo de una red comercial que atraía
visitantes y residentes de muchas otras áreas, según sugiere la cantidad de
esculturas de estilos diferentes que allí se han encontrado.
En el transcurso del Preclásico Tardío, la sección central y este de la Costa Sur
participaron en una red comercial que incluía a Kaminaljuyu, en las Tierras Altas,
y la parte occidental de El Salvador. Los nexos que existieron entre estas regiones
se reflejan en las similitudes de la cerámica; en el estilo arquitectónico, que incluía
el uso de adobe; así como en el consumo de obsidiana de El Chayal, y el culto
del barrigón. Sin embargo, al final del Preclásico ocurrieron cambios notables
en la Costa Sur de Guatemala y en las regiones vecinas. Tales transformaciones
fueron probablemente de carácter sociopolítico, pero afectaron también a las
relaciones comerciales entre la Costa Sur, Kaminaljuyu y El Salvador, que parecen
haber terminado.
El complejo cerámico de Kaminaljuyu indica que sus lazos comerciales
cambiaron hacia la zona costera del sur, particularmente a Monte Alto y a otros
sitios del Departamento de Escuintla, así como hacia Chalchuapa y Santa Leticia,
en el oeste de El Salvador. Los tipos y estilos cerámicos en estas tres áreas culturales
son tan parecidos que Arthur Demarest y Robert Sharer proponen que se les
considere como una sola región relacionada, a la cual denominaron Esfera
Cerámica Miraflores (Shook y Hatch, 1999).
32
lejanas y trabajadas para la fabricación de finas piezas de joyería, como collares,
brazaletes, orejeras, etc. La obsidiana también se llevaba a todos los rincones del
área maya y se empleaba particularmente para hacer finos cuchillos, navajas y
otros objetos punzo-cortantes, que han sido descubiertos en sitios alejados, en el
norte de Petén, Belice y México (Shook y Hatch, 1999).
Los datos arqueológicos sobre talleres de jade y obsidiana, en Kaminaljuyu,
indican que aparentemente éste era un centro para la manufactura de artefactos
de obsidiana y ornamentos de jade, y que este último material provenía del valle
del Río Motagua. Sin duda, estos bienes eran producidos tanto para la exportación
como para el consumo local. Claramente, el sistema social jerárquico, la
especialización en la producción y la exportación e importación de bienes exóticos
a través de una amplia red comercial, implicaban una organización sociopolítica
compleja y centralizada (Shook y Hatch, 1999).
Dentro de las evidencias para pensar en un contacto Teotihuacano en
Kaminaljuyu la presenta Nelson (2004) cuando explica que son los edificios de
estilo teotihuacano, la cerámica encontrada en Kaminaljuyu que posiblemente
vino de esa región y el poco de obsidiana verde encontrada en el sitio proveniente
de Pachuca, México que queda cerca de Teotihuacan (Ver Ilustración No. 5).
El intercambio de diferentes productos dio a Kaminaljuyu la oportunidad
de entablar relaciones con sitios importantes de la Costa del Pacífico de Chiapas
y Guatemala, sitios del altiplano Central Mexicano.
Las ofrendas en las tumbas muestran que la élite tenía relaciones comerciales
por toda una vasta zona. Las vasijas policromas eran transportadas de las Tierras
Bajas mayas del sur; los vasos cilíndricos
trípodes y la obsidiana verde venían de
Teotihuacan, en el Valle de México. Las
importaciones de México también incluían
cerámica de Oaxaca y espejos en estilo
Tajín, de Veracruz. La Costa del Pacífico
proporcionaba conchas, cacao, algodón e
indudablemente pescado seco, camarón
e iguanas. Las conchas también eran
importadas de la costa del Atlántico (Ver
Mapa No. 1).
33
Mapa No. 1 Fuentes de materia prima en Guatemala
(Tomado de Historia General de Guatemala, 1999)
34
Ritos Funerarios en Kaminaljuyu
El Preclásico Medio
(Fase Las Charcas, 1000 a. C. al 400 a. C.)
Hasta el presente no se han descubierto tumbas formales relacionadas con
la Fase Las Charcas. Caracteriza esta época un entierro informal localizado en
un profundo pozo cónico de 3 m de diámetro en la base y estrechado al nivel
del suelo hasta terminar en un orificio pequeño. En el fondo se encontraba el
entierro informal de una niña, colocada en posición extendida, la cara hacia
arriba, con los brazos y las piernas ligeramente flexionados. No había otro artículo
mortuorio adicional, ni señal alguna de que se hubiera usado un petate, litera
de madera, vestido o cualquier tipo de envoltorio. Es posible que después de
colocar el cuerpo, el pozo fuera llenado con una gran cantidad de lo que
probablemente era 'basura' doméstica, incluyendo restos de vasijas rotas, artefactos
de cerámica y piedra, cenizas, carbón y huesos humanos y de animales (Shook
y Hatch, 1999).
El Preclásico Medio-Tardío
(Fases Sacatepéquez-Providencia, 1000 a. C. al 400 a. C.)
Shook localizó un entierro formal en un profundo pozo del sitio Zacat en el
Departamento de Sacatepéquez. El cuerpo estaba extendido dentro de un sepulcro
hecho de lajas, algunas de las cuales estaban en posición vertical y cubiertas con
otras colocadas horizontalmente. En otros lugares de la región se han descubierto
entierros, pero sus contenidos están pendientes de estudio, pues carecen de
información relacionada con la construcción de la tumba y la posición del esqueleto
(Shook y Hatch, 1999).
El Preclásico Tardío
(Fases Verbena y Arenal, 400 a. C. al 100 d. C.)
La presencia de dos tumbas de la élite en el Montículo E-III-3, de Kaminaljuyu,
descubiertas por E. Shook indican que, durante el Preclásico Tardío, por lo menos
algunas de las estructuras principales se utilizaron para enterrar personas
importantes. El Montículo E-III-3 consistía de siete estructuras sobrepuestas, y la
Tumba I estaba relacionada con la Estructura 5 y la Tumba II con la Estructura 6.
Se supone que después se realizó una elaborada ceremonia funeraria, durante la
cual fue enterrado el ocupante principal, evidentemente un personaje de gran
35
distinción. El cuerpo, cubierto con pintura roja, descansaba sobre una litera de
madera, y probablemente fue trasladado al templo y depositado en la cámara en
una solemne y refinada procesión. El cuerpo fue colocado en el centro de la cámara
funeraria, con la cabeza hacia el sur. Las ofrendas y regalos, que incluían más de
300 vasijas de cerámica y piedra, ornamentos de jade, morteros de piedra, pedestales
y numerosos objetos perecederos (probablemente textiles, calabazas y madera),
fueron apilados en el piso, contra las paredes de la tumba (Ver dibujo No. 2).
Después de techar la cámara de la tumba se colocaron ofrendas mortuorias
adicionales sobre el techo y las bancas, inclusive el cuerpo de un adulto que pudo
haber sido sacrificado para atender a su señor durante la larga jornada en el más
allá. La estructura continuó en uso hasta que el techo de la tumba colapsó e hizo
que el piso superior se hundiera. La depresión resultante demandó un segundo
piso y un asentamiento ulterior exigió todavía un tercero. Áreas quemadas en
estos pisos indican que las actividades ceremoniales, continuaron sobre la Tumba
I, por algún tiempo después del entierro.
La Tumba II tenía un patrón semejante al de la Tumba I, ya que presentaba
el entierro de una persona importante en una cámara funeraria rectangular,
cortada a través de la plataforma superior de la Estructura 6, ligeramente al oeste
del eje central del Montículo E-III-3. La cámara del entierro era más profunda y
grande que en la Tumba I, y tenía un gran poste de madera en cada esquina para
sostener el techo construido de madera. El cuerpo del ocupante principal, un
adulto de sexo masculino y bastante alto, fue pintado de rojo brillante, vestido
y envuelto elaboradamente, y descansaba extendido sobre una litera de madera
cubierta de petates o en una plataforma de palos sostenida por cuatro bloques
rectangulares de madera. Existen indicios de que el personaje tenía una espléndida
máscara y tocado. Dos niños de seis u ocho años y un adulto joven de 18 ó 20
años fueron sacrificados para acompañar a su señor en la etapa posterior a la
muerte. Las ofrendas mortuorias eran menos numerosas que las de la Tumba I,
pero también espléndidas e impresionantes, e incluían aproximadamente 200
vasijas de cerámica, piezas de jade y de hueso, y otros artefactos.
Después de que las ofrendas se colocaron alrededor de los cuerpos, en el
piso de la tumba, la cámara, igual que en la Tumba I, se techó, y se colocaron
otras ofrendas sobre las bancas que estaban alrededor. Las ceremonias, que
implicaban quema, continuaron sobre el área de la tumba y afectaron el piso,
que alcanzó el color y la dureza de un ladrillo. Finalmente, tuvieron que añadirse
pisos adicionales, con el objeto de corregir el hundimiento sobre la Tumba II
(Shook y Hatch, 1999).
36
Dibujo No. 2
Tumba de Estructura E-III-3 del Preclásico Tardío, Kaminaljuyu.
(Tomado de La Civilización Maya, 1998)
37
El Período Clásico (200 al 550 d. C.)
38
Dibujos Nos. 3 y 4 Tumbas A
(Montículo F-VI-1) y Tumba B
(Montículo F-VI-2)
(Tomado de Kidder, Jennings y
Shook 1946)
39
Bibliografía
40
INVESTIGACIONES ARQUEOLOGICAS
Y RESCATE DEL MONTICULO
D-III-10 KAMINALJUYU, GUATEMALA
Erick Ponciano1
Carolina Foncea (QEPD)2
Introducción
El Instituto de Antropología e Historia de Guatemala, bajo la dirección de
Licda. Edna Nuñez de Rodas, se realizó un pequeño proyecto de Investigaciones
y Operación Rescate del montículo técnicamente denominado D-III-10 de
Kaminaljuyu. Dicho proyecto formó parte de un Programa de Rescate en
Kaminaljuyu destinado a recuperar y proteger evidencia de los vestigios
arqueológicos en peligro de desaparición. Desafortunadamente, al momento de
las investigaciones gran parte del montículo había desaparecido, dando paso a
construcciones modernas y remociones de tierra para permitir drenajes profundos,
calles, casas, colonias, comercios, etc., es decir parte del desarrollo urbano. Las
investigaciones de rescate realizadas en los remanentes del montículo y el trabajo
de laboratorio (1986-1987), fueron totalmente financiados por el IDAEH. El reporte
de dicho proyecto presenta en detalle los resultados (Ponciano y Foncea 1997).
1 Licenciado en Arqueología por la Universidad de San Carlos de Guatemala (1988) y Maestría de Antropología
por la Universidad de Vanderbilt, Nashville, TN (1992).
2 Estudiante Avanzada de la Licenciatura en Arqueología por la Universidad de San Carlos de Guatemala.
41
El Altiplano central tuvo importante participación en los desarrollos iniciales
de lo que después se conocieran como elementos de la cultura Maya en las Tierras
Bajas del Norte, en sus aspectos iconográficos y de escritura (Lee 1986, Sharer 1998).
Por lo cual se considera que su participación fue muy importante en estos momentos
formativos. Durante la época Posclásica (1000 d. C.) el altiplano estuvo ocupado
por varios grupos lingüísticos que se correlacionaba en alto grado con la
heterogeneidad de su topografía y variados microclimas. En el siglo XVII fue el
asiento de la Capitanía General del Reino de Guatemala. El área entonces ha sido
ocupada en forma continua por más de 2,500 años con asentamientos de diferentes
tamaños no sólo de la época prehispánica sino también de la época colonial.
Arqueología de Rescate
En Guatemala los casos de proyectos arqueológicos de rescate han ocurrido,
desde principios del siglo XX, en las fincas del valle de Guatemala, no se conocía
todavía como Kaminaljuyu, (Gamio 1927, Villacorta 1938) y posteriormente en
varios otros puntos del país, en la Cuenca del río Chixoy (Ichon 1975, Ichon et.
al. 1980); en Peten (IDAEH 1976, 1980); en Escuintla (Orrego 1985), en el
Departamento de Jutiapa, (Grigñón 1988); en Ipala, Chiquimula, (García y
Ericastilla 1995). Sin embargo, esta actividad ha sido más evidente en el sitio
mayor de Kaminaljuyu, ubicado originalmente a orillas de la ciudad de Guatemala,
(Kidder, Jennings y Shook 1946, Shook y Kidder 1952, Berlin 1962, Miles 1964,
Shook 1952, Michaels 1979, Hatch 1997), debido a la tendencia de migración
rural y un crecimiento urbano descontrolado de la ciudad enfatizado el terremoto
de 1976 que asoló Guatemala.
42
Fig. 1 Mapa del Área Maya y Kaminaljuyu (Tomado de Sharer, 1998)
43
mutilado en sus conjuntos arquitectónicos. Kaminaljuyu fue uno de los sitios
arqueológicos más grandes del Altiplano de Guatemala y con una larga y
prolongada ocupación (Tabla 1). Cuando la Institución Carnegie de Washington
realizó el mapa del sitio (Fig. 2) se registraron en ese momento más de 200
montículos diseminados en varios grupos y plazuelas (Kidder, J., J. Jennings y
E. Shook 1946), y cuando la Universidad de Pennsylvania realizó sus estudios de
patrones de asentamiento también fecharon la ocupación en el valle desde el
Preclásico Temprano (1000 a. C.) hasta el Posclásico (1,200 d. C.) (Michaels J. Y
W. Sanders 1979) y todavía observaron en su estudio cerca del 70% de los vestigios
del sitio. En la actualidad posiblemente no se encuentra más del 35% del tamaño
original del sitio, lo cual ha incidido para no lograr una interpretación integral
de la historia cultural del sitio en sus procesos de formación, desarrollo y abandono.
Tradicionalmente se ha criticado las diferencias de procedimiento entre la
arqueología de rescate y salvamento y de investigación propiamente planificada,
adjudicándole a la primera simplemente como la obtención de material
arqueológico de depósitos pero sin contexto interpretativo científico. Sin embargo,
no se ha hecho suficiente énfasis en que el tipo de investigación que se ha realizado
como meramente arqueología de rescate ha dado su aporte para el conocimiento
del sitio.
44
Fig. 2 Mapa de Kaminaljuyu
(Tomado de Kidder, Jennings y Shook, 1942)
45
Actividades de Arqueología de Rescate
46
Varios proyectos de Kaminaljuyu si fueron previamente planificados, tal el
caso de las excavaciones realizadas por el Inspector de Monumentos Nacionales
del IDAEH, señor Gustavo Espinosa en la acrópolis de la estructura C-IV-II en
los años 60's (Cheek 1979), y el proyecto de la Universidad del Estado de
Pennsylvania en el área conocida como la Palangana (Michaels 1973). Así
también en el montículo B-I-1 por el Museo de Tabaco y Sal (Ohi 1994), pero estos
generalmente han sido la excepción y han realizado investigaciones sin la premura
de tiempo o presión para finalizar el trabajo debido a un potencial desarrollo
urbano posterior del área investigada.
Contexto socioeconómico
Kaminaljuyu ha sido impactado por el crecimiento de la ciudad de Guatemala,
por lo que adaptarse a las circunstancias de viviendas modernas, la realización
de investigación fue la más practica y objetiva que se ajusta mejor un proyecto
de rescate arqueológico y que tome en cuenta las circunstancias sociales de la
comunidad actual que vive en los rededores de los vestigios arqueológicos ya
sea con o sin conciencia de su significado y de su valor cultural. Estas son
variables que fueron tomadas en cuenta al momento de realizar las investigaciones,
ya que no se puede separar la existencia de vestigios arqueológicos precolombinos
con la realidad actual de una población que se manifiesta contraria a la existencia
misma de dichos vestigios. Estos aspectos socioeconómicos de la población
circunvecina son indicados por los cuales se explica en parte el origen del
problema de la destrucción de vestigios arqueológico.
El proyecto de rescate del montículo D-III-10 surgió de la necesidad urgente
de recuperar información y artefactos que de otra manera se hubieran perdido
irremediablemente. Esto debido a diferentes factores. Primero que estaba expuesto
a su destrucción parcial desde los años 70's por el crecimiento de la ciudad.
Segundo como resultado de ello su exposición a la intemperie: lluvia, deslaves,
erosión, etc. Tercero, la acción humana reciente de los vecinos circundantes que
habitaban el lugar y que constantemente estaban destruyendo los restos del
montículo para obtener más espacio en sus patios y al mismo tiempo utilizar el
relleno de construcción del montículo como materia prima para adobes, tejas,
ladrillos (Ver figura No. 3).
47
(Shook 1967). Aunque ha habido Tabla 1 Cronología Cerámica según Hatch
estudios que se han enfocado en (Tomado de Hatch, 1997).
el problema (Michels 1979)
únicamente se han localizado Periodo Año Fase
trazas de ocupación en algunos
1500
lugares del sitio. La razón para Tardío 1400 Chinautla
ello es que posiblemente se trata 1300
con evidencia arqueológica de Posclásico 1200
estructuras construidas de barro
1100
y no de piedra (Shook 1952) y a Temprano 1000 Ayampuc
la pobre preservación de muchos
900
artefactos de material perecedero. Pamplona
Además de este hecho, muchas 800
Tardío
de sus construcciones están debajo 700 Amatle
Clásico 600
de ocupaciones posteriores que 500
modificaron y alteraron su Esperanza
400
integración original. Temprano
300 Aurora
La ocupación del Formativo
Medio en Kaminaljuyu (800-300 200
Terminal Santa Clara
a. C.) solamente había sido 100
encontrada en dispersas d.C.
localidades en el norte y este del 0 Arenal
a.C.
antiguo lago de Miraflores y ahora Tardío 100
esta mejor documentada con
200
investigaciones en los proyectos
San Jorge (Hatch 1997) y 300 Verbena
Miraflores II (Valdés y Hatch Preclásico 400
1995). El periodo Clásico 500 Providencia
Temprano fue un periodo de gran 600
Majadas
apogeo del sitio con arquitectura Medio 700
monumental en el area de la
800
Acrópolis (Cheek 1979), y el 900 Las Charcas
Clásico Tardío muestra una
1000
importante concentración de Temprano Arévalo
arquitectura encima del antiguo 1100
centro Clásico Temprano con una
continuidad cultural de más de
1000 años de ocupación (Michael
1979), (Ver Tabla 1).
48
Ubicación del Montículo D-III-10
El montículo D-III-10 se ubicaba en la zona 7 de esta ciudad capital,
específicamente entre la 7a. calle y 7a. calle A entre la 13 y 14 avenidas, en la
Colonia Quinta Samayoa (Fig. 3). Prácticamente había sido cortado
longitudinalmente por la urbanización de la 13 y 14 avenidas y transversalmente
por los lotes de las viviendas de los vecinos por la 7a. y 7a. calle A. Presentaba
cortes en los cuatro puntos cardinales, algunos con alturas de 10 o 12 m de altura.
Su ubicación dentro del asentamiento de Kaminaljuyu es en la parte este de un
conjunto de montículos monumentales, D-III-13 (Berlin 1952) al norte y C-III-9
al oeste. Este conjunto se encontraba a unos 200 m al sur del grupo de la Palangana.
Otro aspecto interesante es que este grupo, junto con otros como C-IV-8, C-IV-9
y C-III-4 se encuentran en la margen este del extinto lago de Miraflores durante
el periodo Preclásico Medio.
49
recuperados se encuentran en el sótano del Museo Nacional de Arqueología y
Etnología (Shook comunicación personal 1988 y Notas de Campo).
La otra referencia escrita que existe del Montículo D-III-10 proviene de la
investigación realizada por la Universidad del Estado de Pennsylvania en
Kaminaljuyu (Michaels 1979, Sanders 1979) dentro de un amplio programa que
buscaba un estudio integral del área en varios aspectos no solo arqueológico sino
también antropológico, etnográfico y lingüístico. Realizaron investigaciones
sistemáticas controladas en el valle de Guatemala sobre varios sectores del sitio,
tanto en áreas centrales, ceremoniales como en áreas periféricas residenciales con
lo cual se pretendía lograr un entendimiento del desarrollo de Kaminaljuyu.
Según Michels esta área en donde se encontraba el montículo fue en donde se
empezó a concentrar la población de Kaminaljuyu a inicios del formativo o sea
en el lado noreste del lago de Miraflores. Esto se enfatiza a través del tiempo
reflejando una concentración de población en el sector noreste y paulatinamente
se va extendiendo hacia el norte, oeste y sur.
50
las lotificadoras comenzaron a cubrir los diferentes montículos de Kaminaljuyu
y por ende el D-III-10, tal el caso de las colonias Kaminaljuyu, Castillo Lara,
Quinta Samayoa, Landívar, Tikal, Ciudad de Plata y Miraflores, así como la
construcción de dos importantes calzadas como son San Juan y Roosevelt de las
zonas 7 y 11 y el Anillo Periférico que dividió el sitio en dos partes.
La prolongación del trazo de la retícula y drenajes hasta el área provocó que
el montículo quedara en medio de dos calles (Ver Figura No. 3).
Hasta aquí habría ocurrido un 25% de su destrucción, quedando entre la 13
y 14 avenidas de la zona 7, Quinta Samayoa. Después fue la presencia de los
ladrilleros para obtener el barro y finalmente hacia mediados de los años 70's la
destrucción continuó con la presencia de los vecinos del área que adquirieron
lotes adyacentes al montículo. Para 1971 los lados este y oeste ya habían mostrado
un avanzado estado de deterioro y los lotes de vivienda en la cuadra lo habían
cubierto casi totalmente. Esta área empezó a tener demanda después de la
finalización de la construcción del Anillo Periférico ya que uniría las zonas 7 y
11 con el centro de la ciudad.
Naturalmente los últimos lotes en ser adquiridos de toda la fragmentación
de terrenos fueron los que estaban ocupados propiamente por los restos del
montículo (Fig. 4). Los lotes adyacentes cortaron las faldas o pendientes del
montículo para obtener y/o aplanar su patio posterior, provocando paulatinamente
cortes cada vez más elevados que en algunos casos llegó de los 7 a los 10 m de
altura, lo cual también era un inminente peligro para los vecinos. Es de hacer
notar que el área corresponde a una colonia popular, con viviendas sencillas y
sin servicios básicos.
Las medidas de los terrenos, según estaba estipulado era de 10 m de frente
por 30 m de largo. Esta dimensión provocó que los cortes fueran realizándose
con el propósito de lograr dicha extensión, sin importar los daños causados ni
los mecanismos utilizados para ello. En algunos casos fue con maquinaria pesada
tal y como ocurrió en el lado sur, y con piocha y pala como pasó en los lados
norte, este y oeste (Ver Figura No. 4).
Se sabe así mismo que con el terremoto que asoló el país en 1976, se
construyeron precarias champas temporales sobre el montículo. Esto provocó
que la parte superior también fuera alterada y modificada para crear condiciones
convenientes para viviendas. Durante las excavaciones se encontraron restos de
pisos o tortas de concreto. A finales de los años 70's el montículo ya había perdido
más del 60% de su tamaño original por el afán de los vecinos de lograr más
espacio para sus casas. En 1981 las champas fueron desmanteladas y se procedió
a reticular el espacio para los patios de las viviendas A partir de ello ocurrió la
destrucción causada por la erosión especialmente en aquellas partes donde existían
cortes verticales.
51
Metodología de Investigación de Campo
Debido a la situación del montículo descrita anteriormente, era necesario un
diseño de investigación que se adecuara a las condiciones presentes, de seguridad
para los vecinos y sus propiedades, como a las de los trabajadores que participaran
en el proyecto de rescate, pero que a la vez siguiera los procedimientos científicos
de la arqueología.
Tomando en cuenta que en el montículo D-III-10 no se encontraron las condiciones
normales para la investigación, es decir estaba muy destruido y con peligro latente
de derrumbe, fue necesario utilizar una metodología apropiada para atender las
condiciones descritas. Normalmente, investigaciones en montículos intactos o
relativamente intactos se realizan por medio de trincheras de penetración o túneles
para conocer sobre las características de los edificios como tamaño, forma, etc., y
no utilizar demasiado tiempo en excavar la totalidad del relleno de construcción.
La estrategia consistió en la remoción gradual pero de manera completa de
las capas o etapas de construcción superpuestas, de la más reciente hasta la más
antigua antes de la remoción de la siguiente capa inmediata inferior. Es decir
realizar la excavación de arriba hacia abajo en forma integral de las capas
estratigráficas presentes e identificadas. Se realizó un corte vertical en el muro
este del montículo y se lograron determinar cuatro grandes bloques estratigráficos,
los cuales fueron asignados con lotes y que sirvieron de referencias para la
excavación (Ver figura No. 4).
Se decidió utilizar los niveles constructivos que presentara el montículo como
divisiones para su excavación gradual, permitiendo conocer así, sus características
desde la superficie superior hasta su base y los materiales culturales que estuviesen
asociados a dichos niveles. De esta manera se lograría reducir el riesgo de
derrumbe a los costados del montículo, ya que había cortes sumamente verticales,
en lugar de excavar trincheras en el centro del montículo que debilitarían más
el perturbado relleno de construcción. Tratar de exponer superficies o etapas
constructivas conforme avanzara la excavación era un propósito para conocer su
forma, dimensión y cronología de cada una. Aun cuando se conocía de antemano
que los residuos localizables en la parte superior presentarían alteración debido
a la actividad humana reciente, se consideró que el relleno de construcción inferior
todavía seria conveniente revisar.
Así era completada la excavación del lote a, luego el lote b, al finalizar éste
en todo el montículo era iniciada la excavación del lote c y así sucesivamente.
Fueron utilizados los niveles de construcción o estratos constructivos como
separadores del material recuperado. Estos bloques de construcción que fueron
bloques consistentes de relleno relativamente gruesos, permitieron conocer una
estratigrafía relativamente simple y práctica para efectos de separación del material.
52
La metodología incluyó el uso de un Sistema de Cuadrícula sobre el montículo,
que permitiera abarcarlo en su totalidad. Esta cuadrícula (Fig. 5) trazada sobre
la superficie dio como resultado una serie de cuadros de 2X2 m con una orientación
a 45o del norte magnético. El trazo de la cuadrícula fue iniciado sobre el bloque
Oeste, que era el mayor y luego el Este cubriendo totalmente ambos bloques, con
un total de 54 cuadros. En el bloque Oeste fueron habilitados 35 cuadros, y en
el bloque Este fueron habilitados 4 más. Las franjas sobrantes de tierra fueron
las que conformaron el resto de los cuadros.
Toda la excavación fue denominada como Operación macro D-429. La letra
D mayúscula, se refiere a la identificación al sitio de Kaminaljuyu, establecida
por Institución Carnegie de Washington en los años 40's. El número 429
corresponde a la continuación correlativa de operaciones habilitadas en el sitio
y tomando en cuenta que el Proyecto de Kaminaljuyu/San Jorge bajo la dirección
de la Dra. Hatch había alcanzado el último número de operación en D-427. Para
los cuadros se utilizaron números correlativos y para los lotes se utilizaron literales
minúsculas que se refieren a las distintas profundidades en los cuales los materiales
fueron localizados. Los lotes de material no siempre tuvieron la misma profundidad
o grosor de un cuadro a otro debido a la destrucción e irregularidad de la
superficie, provocando que un mismo lote tuviera diferentes profundidades. Sin
embargo, hubo ciertos rasgos arquitectónicos constantes que si permitieron lograr
una excavación bastante controlada (Ver figura No. 5).
Cuando se completó la excavación del montículo hasta la superficie actual
de los patios de las viviendas adyacentes y que no se trataba de la base original
del montículo, se continuó la excavación por medio de una trinchera para tratar
de localizar la base del montículo y su relación con el suelo natural. Esta trinchera
fue ubicada en la parte central del bloque Este para aprovechar mejor su extensión
y contar con una documentación lo más completa posible del relleno de
construcción. Dicha trinchera tuvo un largo de 12 m y una profundidad de 6 m
hasta alcanzar el suelo natural.
Visto así el montículo fue completamente investigado, con un cálculo
aproximado de movimiento de tierra de cerca de 2,700 m3. Podría aducirse,
¿porqué tanto gasto de tiempo y esfuerzo para la investigación de un montículo
que no sería conservado?. Debe considerarse, sin embargo, que era necesario
conocer toda la información posible sobre sus técnicas constructivas, sus materiales
de construcción, relleno, mezcla de estos, composición, etc., así como de su
contenido ya que se perderían completamente. Al finalizar el proyecto de campo,
el material recuperado fue trasladado a la bodega de materiales arqueológicos
ubicada en el Salón 3, zona 13 de esta ciudad en donde fue lavado, marcado y
analizado. Posteriormente a ello, fue almacenado en estanterías de madera
colocadas en el sótano donde se encuentra actualmente.
53
Condiciones del Montículo D-III-10 al momento de las
investigaciones y operación rescate: descripción general
Cuando se iniciaron las investigaciones la parte superior del montículo estaba
cubierto con hierba baja y algunos arbustos, se elevaba cerca de 9.7 m desde la
superficie y 14.2 m sobre la cual fue construido. Media 24 m de diámetro y de
base tenía aproximadamente 244 m2 de área. Muy posiblemente presentaba un
remanente de cerca de un 35% de su tamaño original, expresado en un enorme
bloque de tierra cortado verticalmente, como una columna con cortes abruptos
de casi 8 m de altura, principalmente en los lados noreste y sur. El montículo
estaba tan destruido que presentaba ya dos bloques de tierra, con enormes
modificaciones (Fig. 4) con una depresión entre ambos de casi 2.7 m de altura.
Las dimensiones presentes fueron en el bloque Oeste de 10 x 12 m en la parte
superior, o sea una columna casi vertical. En la base presentó 12.5 m x 14.7m.
El bloque Este media 4 x 5 m en la parte superior mostrando también cortes en
sus cuatro costados, evidencia del grado de erosión al que había estado sometido.
En la base presentó 6.1 x 7.5 m. al Sur, Este y Oeste, el relleno estaba adyacente
a precarias construcciones de madera y lámina que se unían al relleno utilizando
el mismo como paredón y límite de propiedad.
De esto se puede deducir que de un tamaño aproximado de 45 m de largo
eje Este-Oeste se podría indicar que el montículo presentó 24 m aún conservados
pero en el eje Norte-Sur solamente presentó 14 m, con una diferencia de altura
de 2.5 m. Esta dimensión permite calcular en casi el 60-65% la pérdida del
montículo. En el lado Sur, el paredón mostraba una altura de cerca de 8 m de
altura. No fue posible determinar en donde estuvo certeramente la parte central
del montículo. El ancho del paredón fue de cerca de 12 m.
Ilustración 1
Montículo D-III-10 en
1950 (Shook 1951)
(Tomado de Notas de
Campo de E. Shook
1951)
54
Fig. 3 Mapa de la ciudad y montículo D-III-10
(Tomado de Municipalidad de Guatemala, 1967)
Fig. 4 Planta de
montículo D-III-10 al
inicio del trabajo
55
Fig. 5 Retícula de
excavación montículo
D-III-10
(Elaborados por E.
Ponciano, 1986)
57
por un suelo franco-limo-arcilloso color pardo claro con la presencia de pómez
(granos que variaban de fino a mediano de aproximadamente 0.04-0.32 mm en
tamaño), fragmentos de carbón vegetal y cenizas. El suelo también contenía
fragmentaciones verticales de limonita y hematita, o sea oxidaciones que variaban
del amarillo-naranjo al naranjo-rojizo, producto de la alteración de los minerales
de hierro. Alguna parte aún presentaba materia orgánica, raíces en
descomposición.
En el bloque este en los cuadros denominados 53, y 54, 55 y 56 a escasos 37
cm de profundidad se encontraron los restos de un muro de barro cocido, siendo
relativamente fácil exponer su forma y tamaño ya que todavía presentaba una
capa de barro endurecido como repello que lo diferenciaba del suelo que lo
recubría. Esta evidencia indica que fue la última superficie expuesta del edificio
(Fig. 6). El revestimiento del muro tenía tonalidad naranja-rojizo, duro, parejo
y estaba bien quemado, y aunque estaba rajado y con desprendimiento en algunas
partes, su forma y tamaño fueron reconocibles. Tuvo un grosor promedio de 9-
12 mm. El muro tuvo una altura de 1.20 m. En la parte superior presentaba 60
cm de ancho y en su base tenía 94 cm, indicando un desplome de 34 cm Los
muros claramente representan los restos de una esquina del edificio. Se pudo
observar que el largo ahora conservado del muro en su eje Este-Oeste fue de 2.0
m en la parte exterior mientras que en el interior tenía 1.2 m El eje Norte-Sur
tenía 1.2 m de largo. Ambos extremos estaban destruidos o cortados por los
cortes provocados al montículo en años anteriores y su continuación se ha perdido
irremediablemente. Obviamente el largo del muro fue mucho mayor que el
encontrado y el tamaño y forma son ahora desconocidos, aunque parece que el
eje Este-Oeste del muro coincide con el eje mismo del montículo. Abundantes
fragmentos de barro cocido fueron encontrados en asociación directa con el muro,
lo que indica su continuidad como rasgo arqueológico.
El muro presentó un relleno de tierra café mezclada con piedra poma, de
textura mediana y muy homogénea. Parece que fue utilizado simplemente lodo
sin piedra. Se examinó el relleno para determinar la presencia de bloques de
relleno simulando al adobe, pero ninguna evidencia de ello fue registrada.
En la base del muro se encontró un piso claramente definido, completamente
plano que estaba asociado a este tanto en el interior como en el exterior. Estaba
formado de barro cocido con mezcla de talpetate. Era muy consistente y en
algunas partes bien compacto. Presentó un grosor promedio de 2-3 cm. aunque
en algunas partes era tan delgado como 1 cm. debido a su deterioro. Tenía una
coloración naranja-amarillenta, y algunas partes color pardo. Su estado de
conservación fue bueno.
58
El piso asociado al muro también esta cortado en sus cuatro lados debido
al corte moderno. Sin embargo, en el lado este del muro a 1.75 m de distancia
se encontró una elevación formada también de barro cocido similar al muro,
formando una como "grada" o plataforma (Fig. 7). Esto no fue posible definirlo
debido al corte del edificio. Su recubrimiento era compacto e incluso presentaba
cierto recubrimiento adicional como si se tratara de modificaciones del edificio.
Esta plataforma tuvo una altura de 32 cm y una extensión con eje Norte-Sur de
94 cm. Claramente se observa que se trata de rasgos asociados, hechos ambos
con la misma técnica y materiales de construcción. El área expuesta entre el
único segmento del edificio que fue recuperado sin disturbio moderno, es decir
entre el muro, piso y la pequeña plataforma fue de unos 10 m2, proporcionando
así la información más confiable recuperada en el montículo en su última
superficie.
En el bloque oeste del montículo no se recupera evidencia de arquitectura,
debido a que presentaba mayor grado de disturbio. Sin embargo, en el mismo
lote y profundidad, fue hallado sobre el lado sur una considerable cantidad de
barro cocido de bloques amorfos y sólo unos pocos ejemplos mostraron señas de
haber tenido recubrimiento, mezclados con el relleno de construcción. Estos
fueron localizados en los cuadros 1, 2, 3, 4 y 5 todos en el lado sur, del mismo
lado donde Shook encontró a finales de los 50's una enorme huella de poste con
abundantes fragmentos de carbón y barro cocido a su alrededor.
Muchos de los bloques de barro cocido fueron de color naranja a rosado
opaco, duros, resistentes, pesados y relativamente grandes que variaron de 8
hasta 15 cm. Por la cantidad que fueron recuperados se supone que gran parte
del edificio o posiblemente todo el edificio estuvo con este recubrimiento. Algunos
de los fragmentos tienen señas de media caña o bruñido como si se tratase de
fragmentos de repello de las paredes.
59
Otra característica es que ocasionalmente se presentaba como en capas
superpuestas delgadas, aunque no necesariamente formando niveles o
compactaciones, porque estas no se extendían a todo lo ancho del relleno sino
más bien se trataba de "lechadas de material" que incluso mostraban una inclinación
hacia uno de los lados uniéndose a bloques de relleno de distinta compactación.
Este estrato de suelo tuvo un grosor promedio de 2.2 m aunque varió a 2.6 m
como máximo con un mínimo de 1.9 m (Ver Figuras Nos. 6 y 7).
Algo importante para el estudio es que este estrato de suelo se definió
claramente como una etapa constructiva en el proceso de edificación que sirviera
directamente como soporte de la estructura superior. El estrato tuvo su límite
a una profundidad variable de 3.10/4.20 m desde la superficie original. Se
encontró un rasgo físico que ayudó a definir su grosor como estrato. El rasgo
detectado es una superficie endurecida como de barro cocido y muy parecido
a un piso, aunque por las razones que se explican mas adelante se considera que
no se trata de un piso propiamente dicho sino de una superficie que formó parte
del proceso constructivo de la edificación (Ver Figura No. 6).
El estrato de suelo correspondiente al lote c es considerado vital ya que es
el subyacente a la última construcción identificada para la estructura. También
se encontraron rocas volcánicas, tobas andesitas y dacitas directamente encima
de la superficie 1. La superficie encontrada resulta ser muy compacta y de un
grosor relativamente constante que osciló entre 2-4 cm. Esta superficie fue
fácilmente separable del relleno arcillo-arenoso que estaba encima ya que mostraba
propiamente de dureza y consistencia bastante marcados. Dicho piso, aunque
en realidad es mejor definirlo como una superficie, se extendió a casi todo el
ancho del relleno de construcción del montículo, habiendo sido uno de los rasgos
más constantes dentro de la excavación. La presencia de este rasgo en si determinó
el límite de profundidad del lote c y la superficie encontrada se denominó como
superficie 1.
Esta superficie generalmente fue horizontal aunque irregular, no siendo
completamente plana, presentaba leves depresiones de hasta 6-10 cm debido
probablemente a sus diferentes estados de conservación. La superficie en si
mostró consistencia homogénea, muy compacto y en buen estado de conservación,
especialmente en el lado sur. Se pudo apreciar como la erosión que afectaba el
montículo tenía resistencia a la altura de la superficie 1 (Ver Figura No. 7). Dicha
superficie fue identificada desde el inicio de la investigación porque en el perfil
del lado sur del montículo se observó como el relleno mostraba una franja de
suelo relativamente horizontal con una mayor resistencia al proceso de erosión,
dando como resultado el afloramiento a la superficie de barro cocido,
principalmente en la depresión encontrada entre los bloques Este y Oeste, sus
características permitieron determinar que se trataba de una etapa constructiva
60
y no de un piso como tal con una superficie expuesta durante el tiempo de uso
y función del edificio. Diversos criterios y evidencias permiten apoyar dicho
planteamiento, entre los que se incluyen:
61
Esta serie de capas sucesivas se encontraron encima de una superficie
endurecida formada de barro cocido compacto y relativamente homogéneo que
apareció en toda la extensión del montículo, aunque a veces no tan claro como
en otras partes de los cuadros 5, 6, 7, 8 y 9. La estratigrafía estuvo bien identificada
y fue posible observar el desprendimiento de las capas de suelo que estuvieron
encima de la capa de barro cocido que ha sido designada como superficie 2. Este
rasgo arqueológico permitió nuevamente definir una separación de lote por
medio de las diferentes capas de suelo (Ver Figura No. 7).
Ambas superficies 1 y 2, parece que formaron parte del mismo proceso
constructivo en un determinado momento. Rasgos arquitectónicos asociados a
dichos elementos no fueron identificados en el registro de la excavación. Esto
posiblemente se debe a que los remanentes del montículo consistieron en bloques
de relleno interior y no en partes cerca de fachadas, muros o superficies expuestas,
ya que estas habrían sido destruidas durante el proceso de destrucción del
montículo tal como se describió anteriormente. Entre las dos superficies de barro
cocido, en los cuadros 8 y 9, se encontró una caja de barro cocido a 6.40 m de
profundidad perfectamente formada. Estaba completa, media 45 x 34 x 18 cm.
Su posición fue horizontal casi exactamente encima de superficie 2. Aparecieron
terrones de barro cocido y arcilla color pardo oscuro en fragmentos, 4 hoyos
circulares (10 cm de diámetro), conteniendo fragmentos de carbón, y ceniza en
los cuadros 26, en el perfil sur, perfil oeste y cuadro 4. Apareció un área que no
tenía evidencia de la superficie 2. A juzgar por la posición, forma y acumulación,
se supone que dichas piedras no representan un elemento arquitectónico en si
sino se trata más bien de una acumulación de piedras que formó parte del relleno
de construcción
62
cantidad de carbón, pómez, ceniza, y pequeños fragmentos de tobas (02-08 cm)
volcánicas meteorizadas en diferentes grados, limonita en posición vertical, cantos
rodados y tobas volcánicos.
Este fue el estrato más grueso de la excavación (3.4-4.3 m de profundidad)
siendo el estrato que más porcentaje de material reportó. Este estrato y el lote
f son una continuación del mismo relleno. Conforme se alcanzó el lote e, el
área de excavación se extendió ya que el relleno presentaba declive en sus paredes,
por lo cual se agrandaron las áreas hacia el Sur, Oeste y Norte en ambos bloques
(Ver Figuras No. 6 y 7).
63
Excavación en Trinchera 1 (Franja de cuadros 2-9-12-19-22)
La metodología de excavación en el relleno del montículo continuó de una
manera diferente a partir del momento en que se alcanzó el nivel de patio de las
viviendas que estaban alrededor del montículo. Como ya no se tenía el riesgo
de derrumbes porque el relleno había sido reducido, se procedió a habilitar una
trinchera que midió 1.0 m x 8.0 m que permitiera conocer la estratigrafía total del
relleno de construcción del montículo.
El relleno de construcción a 7.2 m de profundidad continuó mostrando un
suelo arcilloso mezclado con arena grisáceo en ciertas franjas, de textura mediana
no muy compacto pero relativamente uniforme. En este bloque también presentó
acumulaciones de piedra de canto rodado. A una profundidad de 9.70 m que
marca el final del lote f, se encontró una superficie identificable. Esta superficie
no es exactamente de barro cocido como ocurrió con superficies 1 y 2, sino pareció
tener una capa de barro color negro que se separó del barro color pardo que
estaba encima.
La superficie es muy irregular parece como desgastada o con fallas de
construcción. De cualquier manera está identificada y se separa claramente del
resto del relleno. Está en asociación a un rasgo hecho de barro cocido que parece
ser una hoguera o caja ya que tiene forma cuadrada. La caja de barro midió
58 cm x 49 cm. y una altura de 32 cm. Su grosor fue variable aunque el máximo
fue de 3.5 cm. y un mínimo de 2.1 cm. Tuvo una coloración naranja-rojiza. No
presentó restos de carbón o tizne en su interior. Estaba completa y enteramente
hecha de barro cocido tanto en su interior como en su exterior, pareciera que
hubiera sido puesta en el lugar cuando ya había sido construida. No parece ser
una hoguera sino más bien un rasgo asociado a la arquitectura del montículo.
Esta fue la segunda caja de barro cocido registrada en las excavaciones ya que
la primera se localizó en el lote d. Las dos se encontraron en posición horizontal
y sobre superficies debidamente identificadas.
64
Estrato h (9.95-12.60 m.)
Este suelo es color pardo oscuro homogéneo y compacto arcillo-arenoso
grisáceo con poco porcentaje de arena pómez y relativamente ya sin talpetate.
Parece tratarse del suelo de compactación de las dos superficies encontradas en
los lotes f y g anteriormente descritos. Entre esta superficie se localizó un
agujero de 10 cm. de diámetro y una profundidad de 50 cm. No contenía material
cultural en su interior y parece tratarse de un espacio dejado por alguna raíz que
se ha podrido. Cerca aparecen algunas piedras de canto rodado sin labrar y
solamente colocadas entre el relleno. La parte sur de la trinchera presenta algunas
diferencias con respecto a la parte norte. La primera es que es más homogénea
con un suelo de arcilla pardo con bloques de talpetate y piedra pómez, mientras
que la segunda parte al norte es más heterogénea y presenta mayor porcentaje
de talpetate y arena gris. Existe cierta frecuencia de piedras de canto rodado así
como utensilios de piedra de manos de moler.
Entre el relleno ocurren franjas o superficies de coloración obscura formados
de tierra negra compacta y con restos de hollín, aunque estas no se extienden por
todo lo largo sino solamente en algunas secciones. Aún cuando pueden ser
rasgos físico-arqueológicos no han sido utilizados como base para separar el
material cultural recuperado en estos.
65
una rana, con su boca lograda a través de una protuberancia en la parte media
del cuerpo -casi como una asa horizontal corta- con sus ojos logrados con aplicación
de pastillaje y las ancas logradas por filetes extendidos sobre la parte posterior
de la pieza, todo ello cubierto con el engobe café-negro. Los brazos están
representados por acanaladuras delgadas. Tanto las protuberancias sobre la pieza
como las acanaladuras están recubiertas por el engobe café-negro.
La pieza no estaba asociada a ningún rasgo físico arqueológico identificado,
ni tampoco formando parte de una intrusión sobre una superficie ya que los
perfiles y el relleno no indicaban corte de suelo. Su posición corresponde al
mismo estrato de horizonte enterrado del montículo.
66
Resumen de las Excavaciones
La radiografía de los rasgos existentes del montículo D-III-10, registra los
rasgos físico arqueológicos identificados en la excavación. Aún cuando la evidencia
es parcial ha proporcionado información relevante que permite aportar nuevos
datos sobre su historia y técnicas constructivas. La identificación y posterior
separación de estratos o rasgos físico-arqueológicos, que se traducían en separación
de lotes de material, permitió hacer una secuencia lógica estratigráfica de la
excavación. Tal como se planteó en la metodología se prosiguió con la remoción
sucesiva de las capas constructivas identificadas con el fin de, no solo conocer
sus características arquitectónicas y su contenido, sino también para reducir
gradualmente su tamaño y evitar mayores peligros a los vecinos.
Esta metodología probó ser efectiva, ya que se pudo completar la excavación
siguiendo los procedimientos estandarizados para el registro de las excavaciones
arqueológicas. La cuadricula permitió avanzar de manera organizada
horizontalmente sobre los remanentes del montículo, manteniendo puntos fijos
que permitieran referenciar la localidad de un cuadro u otro. Cada vez que un
lote fue finalizado en todo el montículo la cuadrícula era nuevamente trazada
para continuar con la misma metodología hasta los niveles inferiores.
Al alcanzar el nivel de patio y sin ningún peligro de derrumbe o deslave, se
procedió a continuar la excavación con una trinchera (Trinchera 1), que alcanzó
los niveles inferiores de la ocupación del edificio. Esto resultó también positivo,
ya que permitió conocer la estratigrafía más antigua que presentó área del
montículo, a una profundidad de 14.60 m.
67
Cerámica de Montículo D-III-10 de Kaminaljuyu
La cantidad de cerámica encontrada de las excavaciones del montículo D-
III-10 fue alta, principalmente fragmentos encontrados dentro del relleno de
construcción. Debido a la destrucción sufrida por los restos arquitectónicos en
su superficie superior no fue posible encontrar abundantes materiales in situ. Se
encontraron algunos fragmentos de cantaros e incensarios sobre o cerca del piso
de talpetate asociado con el muro de barro cocido en el bloque Este. Sin embargo,
estos estaban dispersos y no como parte de una pieza reconstruible. La descripción
de las vajillas que ha continuación se presenta incluye tanto aquellas de uso
utilitario para cocinar, cargar o almacenar, así como aquellas de uso para servicio
ritual o acabado más fino. Las vajillas identificadas para el relleno del montículo
están identificadas a la Tradición cerámica de Las Vacas por su asociación al
valle de Guatemala (Hatch 1997:112).
Vajillas Utilitarias
Vajilla Corinto Daub (embadurnado)
Esta vajilla tiene pasta y superficie de color beige y aunque su superficie es
bastante pulida. Se encontraron fragmentos de cántaro de forma globular, con
dos asas verticales que van desde el borde hasta el cuello. Su característica es de
superficie sin engobe color café con un engobe color corinto mate u opaco sobre
la superficie más fuertemente alisada únicamente. Se encontraron fragmentos
del borde y del cuello y asa. El engobe corinto (púrpura rojizo) lo tiene sobre la
superficie del borde, cuello y de las asas y en la parte superior del cuerpo, a veces
son algunos diseños geométricos. Se considera que esta vajilla no es de origen
local (Hatch 1997).
68
Vajilla Terra
Se refiere básicamente a las formas: cómales e incensarios. Los fragmentos
de incensarios son de color café oscuro sin engobe y solamente alisados. Tiene
forma cilíndrica con restos de hollín o tizne sobre la superficie. Tiene efigies
adosadas a la superficie (antropomorfas) en el exterior así como gruesas franjas
verticales que sirvieron también como asas a los lados. Tienen restos de pintura
naranja y blanca en su superficie exterior. Sobre fragmentos planos, que pueden
ser las tapaderas han aparecido restos de picos cónicos sólidos aplicados y
decoración modelada.
La otra forma predominante son cómales planos. La pasta es de color naranja
rojizo. Tienen reforzamiento en la parte exterior del borde. Su superficie es alisada
rústicamente y con estrillas en la parte interior. Algunos fragmentos tienen asas
muy pequeñas, casi infuncionales en los lados, con forma simplemente como de
perforación en la parte plana de la superficie. Otras formas de asas son más
grandes y se proyectan desde la superficie del comal hacia fuera. Otra forma
es un agregado a la forma plana del comal ya que se proyecta hacia arriba o sea
verticalmente.
Vajilla Samayoa
Esta vajilla aunque utilitaria se considera que no es de origen local (Hatch
1997). Su forma predominante es cántaro de forma globular con cuello corto y
borde evertido redondeado. Tiene una superficie alisada de color café aunque
también presenta color naranja pálido tiene abundante presencia de mica en la
pasta. Presenta asas del borde al cuerpo, de formas redondas, planas y anchas.
Presentan un labio agudo. Otro tipo de borde cuadrado, similar a la vajilla Corinto
Daub, evertido de asa redondeada y cuello evertido y pintado de color rojo en
el borde y asa.
69
Vajilla Rojo sobre Ante
Vajilla parecida a Sumpango, con la diferencia que ésta presenta pulimento
en ambas superficies, es decir el engobe rojo y la superficie ante están pulidos.
La pasta es color rojiza a beige, con partículas de pómez, mica, cuarzo y algunas
ferruginosas de forma homogénea. La superficies rojiza y ante están pulidas tanto
en el interior como en el exterior. Las formas mas predominantes son cuencos
globulares convergentes (relativamente cerrados), cuencos globulares divergentes
(más abiertos), cántaros de cuerpo globular, cuello corto con y sin decoración,
ollas de cuello mediano, borde redondeado. Tiene engobe en el exterior con
diseños geométricos de color rojo sobre el ante. En el interior del cuello el
pulimento solo alcanzó hasta donde la mano del artesano podría llegar.
Vajilla Micácea
Vajilla que se caracteriza por la superficie con abundante presencia de mica.
La pasta es de color rojiza a rojiza-café brillante, homogénea y fina. La superficie
esta pulida, algunos fragmentos presentan pintura roja como decoración. Las
formas predominantes son ollas y cantaros. El cuerpo fue globular con cuello
corto y borde redondeado, tiene asa que va del borde al cuerpo, presentan manchas
de quemaduras. Los cantaros fueron más comunes, con bordes evertidos, salientes
y anchos, con un cuello corto, luego un hombro del cuerpo formando un ángulo
70
agudo. Presenta decoración de pintura roja tanto en el interior como exterior,
aunque no tiene asas. A veces presenta un filete dentado en el alrededor del
cuerpo.
Vajillas Finas
Entre estos se encuentra Xuc, Usulutan, Rofino, Morfino, Naranja Fino,
Naranja Glossy y Utalan.
71
Usulutan
Presenta varias formas en gran abundancia. El vaso cilíndrico, base plana y
paredes rectas con borde redondeado. La superficie con engobe naranja y
decoración negativa de franjas paralelas. Otra forma incluye cuenco poco
profundo, de forma globular, con pestaña labial, en algunos casos con líneas
incisas verticales, y una acanaladura a todo el alrededor. Otra forma encontrada
fue de cántaro con vertedera. Cuerpo globular y la vertedera de forma cilíndrica.
Fragmentos de ollas fueron hallados de forma globular y cuello corto, borde
divergente redondeado, con decoración que presenta impresiones de media caña,
pero no en forma paralela sino hacia los lados (Ver dibujos No. 2 y 3).
72
Morfino
Las formas predominantes son cuenco convergente, poco profundos, con
pestañas en la pared exterior, de borde redondeado, con acanaladura a todo el
alrededor abajo del borde y con pintura morada y grafito. Algunas ejemplares
tuvieron soportes sólidos cónicos. La base tiene forma convexa. Otra forma
incluye cuenco convergente borde redondo, con reborde exterior, con una
acanaladura en el exterior. También se encontraron cuencos de silueta compuesta
y decoración pintada a todo el alrededor. Algunos fragmentos tienen una pestaña
bastante ancha abajo del borde que parece que funcionó como asa, con diseños
de impresión de dedo, con pintura roja, con acanaladura abajo del borde pero en
el interior.
Otra forma de esta vajilla incluye ollas de cuerpo globular y silueta compuesta,
borde divergente redondeada. Abajo del borde presenta una acanaladura poco
profunda horizontal. En el hombro del cuerpo presenta decoración de pastillaje-
pellizcado, con acanaladuras adyacentes en forma de arcos medios. La base
posiblemente fue circular cóncava. Tiene engobe rojo en la superficie tanto interior
como exterior, aunque presentan huellas de tizne o quemaduras en el exterior.
Vaso cilíndrico de paredes rectas, borde redondeado, con una acanaladura
abajo del borde, tiene engobe morado y restos de engobe rojo. Prevalece la
decoración con acanaladuras con engobe morado o grafito, en forma circular y
líneas ya sean horizontales o verticales y algunos soportes pequeños, llamados
de botón (Ver dibujos No. 4 y 5).
Naranja Zinc
Vajilla característica por su rápida identificación de pasta y engobe color
naranja encendido en su superficie pulida y finamente acabada de paredes
delgadas. Sus formas prevalecientes son de cuencos globulares, de paredes
ligeramente curvas y base plana, aunque también aparecen de paredes divergentes.
Como decoración tiene líneas verticales incisas verticales en las paredes y abajo
del borde tiene líneas en zigzag alrededor del borde. En el cuerpo presenta varios
tipos de decoración, como líneas paralelas incisas como gradas y/o grecas,
líneas paralelas ondulantes post-cocción, abajo del borde.
Vajilla Rofino
Vajilla de fino acabado de paredes delgadas y superficies pulidas. Las formas
encontradas incluyen cuencos de paredes rectas divergentes de borde redondeado
con una base plana. Tienen como decoración en el cuerpo abajo del borde una
pestaña labial y una acanaladura en la parte interior, con superficie pulida y color
brillante. Si bien la forma predominante es cuenco, también se encontraron
fragmentos de ollas de forma globular, cuello corto, borde evertido y redondo,
con una acanaladura justo abajo del borde y otra en la base del cuello e inicio del
cuerpo globular. El engobe es rojo pulido y brillante.
Materiales Líticos
Entre los materiales líticos recuperados se encuentran utensilios para molienda
como piedras de moler y brazos, esculturas de diferentes características, figurillas
antropomorfas de piedra ámbar, conocidas como chalchihuites, ornamentos
personales de piedra verde (posiblemente serpentina y jadeita) y piedra roja
(¿ónixe?) usados como pendientes y pectorales, utensilios para cortar tales como
hachas de piedra verde e instrumentos de obsidiana. También aparecieron
74
fragmentos de piedras usadas o en proceso de talle de la materia prima para
producir utensilios e instrumentos.
Minerales
Se recuperaron 47 fragmentos de rocas o materia príma los cuales en un
momento fueron utilizados para varias actividades o producir diferentes tipos
de artículos o productos. Los fragmentos amorfos están sin trabajar o sea en
bruto, pero se puede observar que algunos fueron reducidos por talle o percusión.
Ejemplos de las rocas recuperadas frecuentemente, incluyen pedazos de objetos
de serpentina, los cuales o estaban en el proceso de labrado o bien no fueron
finalizados antes de su fractura, tales como pendientes, pectorales, por lo cual
fueron desechados dentro del relleno. El material que más apareció fue serpentina
con 21 ejemplares (46.6%). Las tonalidades de serpentina varían de verde claro
a verde oscuro. Algunas rocas que aparecieron fueron 6 ejemplares de mica
(13.3%), cuatro fragmentos de cuarzo (8.6%), y en menores cantidades hematita,
2 ejemplares (4.2%), esquisto talcoso fueron 11 (23.5%), alabastro, grafito y ámbar
con 1 ejemplar cada uno (2.1% c/u).
Semillas Carbonizadas
Se recuperó una colección de 150 semillas carbonizadas. Estas se encontraron
en relleno de construcción del montículo y no entre depósitos sellados. Sin
embargo, se encontraron áreas que si mostraron cierta concentración y asociación
a un rasgo físico identificado. Muchas de las muestras fueron encontradas
completas y generalmente en buen estado de conservación. Se lograron identificar
al menos 10 variedades de semillas gracias al Dr. C. E. Smith (QEPD), experto
en agronomía y suelos, quien las analizó en el laboratorio de Berkeley en California.
Es sorprendente el haber encontrado e identificado algunas semillas, tal el caso
de cacao y chicozapote que no son originarios del altiplano. Muchos de los
ejemplares están fragmentados, aunque algunos de los tipos de semillas más
pequeños, como el fríjol y anona fueron hallados completos. De las 150 semillas
carbonizadas recuperadas, 79 fueron identificadas plenamente, presentando los
porcentajes siguientes de acuerdo a su frecuencia: Semillas de aguacate: 27
(13.3%); semillas de fríjol: 7 (12.7%); semillas de maíz: 12 (9.3%); anona: 13 (6%),
ciruela: (jocote ciruela americana) 3 (4%), coyol: 8 (3.3%); palma: 10 (2.7%), haba
(judía): 1 (0.5%) chicozapote y cacao, hallazgos excepcionales en la región, fueron
encontrados en un ejemplar cada uno (1.2% de la muestra).
75
Cronología
La fecha de ocupación del montículo parece corresponder al Preclásico Medio
(500 a.C.). Sin embargo, se encontraron otros tipos de artefactos que indican
otros momentos de ocupación ya que corresponden a una fecha posterior. Es
probable que el inicio de la aparición de ciertos objetos haya comenzado antes
de lo que se ha establecido en otras estructuras del sitio, tal como las orejeras con
pintura y estuco. En todo caso parece probable que la fecha de ocupación y
utilización, podría estar ubicada en la última parte del Preclásico Medio
(Providencia). Los materiales aún cuando no reflejan actividades o sus áreas de
uso propiamente, si reflejan al menos las fuentes de donde dichos materiales
constructivos fueron obtenidas y todo indica que provienen de contextos
domésticos de los alrededores. Los depósitos de los materiales parece que
estuvieron cerca del montículo ya que la investigación estratigráfica demostró
que antes de la construcción de la estructura el área habría tenido una ocupación
con características residenciales domésticas que representaría a segmentos de
población no perteneciente a la élite gobernante tal como La Palangana.
Las muestras de restos carbonizados, por su grosor, indican viviendas de
grandes dimensiones. El tipo de piso que se descubrió tiene las características
de La Palangana, o sea eran residencias de linajes gobernantes, cuando la época
Clásica de Kaminaljuyu tenía su euforia.
76
sólido elevó la superestructura al menos 13-14 m. de altura directamente sobre
el terreno. El edificio habría sido construido de varios cuerpos escalonados, al
menos 4, los cuales habrían tenido 3.0-3.5 m. de altura cada uno. El edificio, a
juzgar por la extensión de los remanentes debe haber tenido al menos 35 m. por
lado, habiéndose tratado de una estructura de base rectangular, con escalinata
en una de sus fachadas. Debido a la dificultad de no contar con evidencia de
muros inferiores, es difícil indicar si tuvo más de un acceso. Tomando en cuenta,
que estaba en el mismo grupo de estructuras que D-III-13 y C-III-3 y conforman
una pequeña plaza o espacio entres éstas, es muy posible que su fachada principal
haya sido hacia el Oeste.
Solamente en un caso, en la esquina Noroeste del remanente fue posible
encontrar evidencia clara de un muro de barro cocido en la parte superior del
edificio. Esta esquina presentó un muro hecho de barro café mezclado con arena
amarilla y recubierta por una capa de barro cocido de 12 mm. de grosor de color
rosado bastante consistente y uniforme. Asociado con el muro se encontró el piso
que lo sostenía, el cual estaba construido de barro y talpetate en la parte interna,
mientras que en el exterior fue formado también con arena y se conectaba con
una grada o plataforma hacia el Este.
77
Conclusiones
Las investigaciones arqueológicas de rescate llevadas a cabo en el Montículo
D-III-10 de Kaminaljuyu fueron producto de la necesidad imperante de recuperar
información y artefactos que de otra manera serían irremediablemente destruidos
a través del tiempo sin dejar ningún rastro de su existencia. Dicha perdida de
datos perjudicaría aún más la precaria situación del conocimiento que se tiene
del sitio debido a lo avanzado en que se encuentra el deterioro de sus vestigios
arqueológicos.
Posiblemente otro mecanismo de estudio y recuperación de evidencia
arqueológica de un bien cultural en peligro de desaparición no podría ser llevado
a cabo sino fuera por el esquema que un programa de arqueología de rescate o
salvamento permite. Este procedimiento, que busca dentro de sus propias
características y limitaciones, llevar a cabo un trabajo lo más científico posible,
ha sido efectivo y factible, dado el poco grado de conscientización que existe
dentro de la ciudadanía capitalina para preservar vestigios arqueológicos. Esto
es lamentable, más si se toma en cuenta que en la ciudad capital se encuentra
concentrada la mayor cantidad de población preparada y con acceso a educación
en el país. En este segmento de población se esperaría encontrar mayor grado
de comprensión hacia la necesidad de salvaguardar los vestigios arqueológicos
precolombinos. La Legislación de Protección de Kaminaljuyu consideraba este
montículo en la categoría de intocable (Acuerdo de Protección de Kaminaljuyu
de 1966).
Dentro de esta problemática, el proyecto de rescate logró recuperar información
y artefactos que todavía estuviesen aprovechables para su estudio y comprensión
de un edificio ceremonial. El crecimiento de la ciudad influyó de manera negativa
en la conservación y poca valorización de dicho vestigio arqueológico, a tal grado
que lo único que se pudo realizar fue una operación rescate.
El edificio de D-III-10 fue un templo ritual, ubicado en la parte Este Central
del asentamiento de Kaminaljuyu durante el Preclásico Medio. Posiblemente fue
uno de los primeros edificios ceremoniales en el asentamiento con arquitectura
de barro cocido como técnica ya desarrollada. Estudios anteriores realizados
por E. Shook en los 50´s y el Museo de la Universidad de Pennsylvania por
Sanders y Michels a finales de los 60´s ya habían asignado un fechamiento para
el período Preclásico. La muestra de artefactos recuperados durante el proyecto
de rescate realizado a finales de los 80´s confirma este fechamiento, aunque más
preciso ya que se ubica para la parte tardía del Preclásico Medio (500 a.C.). El
edificio D-III-10 fue parte de un grupo conformado con D-III-13 y C-III-3 que
formaron una plaza de al menos 2000 m2.
78
Dentro del relleno de su construcción se encontró una considerable cantidad
de objetos de cerámica, obsidiana, piedra y algunos materiales carbonizados.
Entre los artefactos cerámicos se encuentran vasijas fragmentadas, sellos,
pendientes, discos, y figurillas. Entre los artefactos de piedra se describen los
utensilios de obsidiana, piedras de moler, brazos, esculturas, pendientes de piedra
verde y piedra roja, hachas de piedra verde y restos de carbón y semillas
carbonizadas. El hallazgo más relevante fue la evidencia de cacao y chicozapote,
junto con ejemplares más abundantes de semillas de aguacate, fríjol, maíz, anona,
coyol y palma, que indican la interacción e intercambio de productos y mercancías
con poblaciones de otras regiones.
El edificio D-III-10 posiblemente fue una pirámide escalonada conformada
por cuatro cuerpos superpuestos uno sobre el otro para sostener un recinto con
paredes de barro y madera y techo de material perecedero. Una esquina de la
superestructura fue hallada en la esquina Noreste de los restos del montículo.
Tuvo revestimiento de barro cocido de 12 mm. de grosor y el piso endurecido
con talpetate y arena de 9 mm. de grosor encima de una capa de arena amarilla
y blanca que funcionó como material compactante. Posiblemente sea uno de los
aspectos más relevantes que se logró determinar por parte del proyecto. El edificio
con función ritual a juzgar por el hallazgo de varios fragmentos de incensarios
recuperados asociados en la superficie del muro cocido y el piso fragmentado
localizado en la parte Este de un bloque del edificio. Se aprovechó una falla
natural (cerro) para aprovechar la altura, recuérdese las inundaciones de los
inviernos ello pudo haber sido el no encontrar vestigios en el subsuelo.
Este edificio, junto con los otros que conformaron el grupo, tuvieron función
ritual, y participaron del desarrollo cultural del asentamiento en las épocas más
tempranas hasta ahora reportadas. El hecho que dentro de su relleno se haya
encontrado una gran cantidad de objetos tanto de cerámica, como de obsidiana,
piedra, hueso y otros como restos vegetales carbonizados, indican el grado de
interacción con otras poblaciones en la Costa Sur, Tierras Altas y las mismas
Tierras Bajas Mayas del Norte.
79
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83
KAMINALJUYU:
ASPECTOS DE SU ORGANIZACIÓN POLÍTICA
De la Agricultura a la Manufactura
y el Comercio con el Desarrollo Social
Excavaciones de rescates efectuados en el área de Kaminaljuyu han podido
determinar los cambios de organización social desde el horizonte Preclásico al
horizonte Clásico que de alguna manera explican las discusiones sobre esta región
cultural en su organización sociopolítica.
En el desarrollo agrícola1, conforme fueron especializándose las técnicas de
cultivo la selección de semillas, el proceso de cultivo de humedad de roza y su
consumo, también se crearon tecnologías como la irrigación a través de canales
(900 - 200 a.C.) en el valle de Tehuacán2, y el recientemente descubierto en el área
de Kaminaljuyu Miraflores3, (desde el Preclásico Tardío hasta el Clásico Tardío
en el área Maya), técnicas con las cuales mejoró las condiciones de producción
a gran escala, para el sostenimiento de grandes masas de población4.
Las capas campesinas, primera división social de trabajo, ----organizada
generalmente en pequeñas aldeas, alrededor de los centros cívicos y religiosos,
explotaban de manera colectiva los recursos naturales, dirigidos y controlados
por una capa social de sacerdotes gobernantes. La población campesina se vio
obligada a retribuir en forma de tributos, debido a la producción de excedentes,
para el sostenimiento de esta capa social separada de la producción -intelectuales
y soldados- para la defensa de las fronteras territoriales del Estado5.
La producción de bienes agrícolas en la sociedad mesoamericana creo la
necesidad de servicios para almacenar, distribuir, intercambiar productos agrícolas,
1. En un estudio de restos alimenticios carbonizados de una interesante cocina excavada de la fase Aurora del
Clásico Temprano de Kaminaljuyú (400-600 d.C.), Valle de Guatemala, reveló presencia de maíz, fríjol,
aguacates, anonas, jocotes, zapotes y cacao. Marion Popenoe de Hatch, Kaminaljuyu/ San Jorge, 1997.
2. Harberland, Wolfang, Culturas de la América Indígena/Mesoamérica y América Central, 1974, 90 60.
3. Las observaciones son fuente de las excavaciones de rescate realizadas en 1983 por el suscrito.
4. En este sector de Kaminaljuyu anteriormente fueron realizados pozos estratigráficos de reconocimiento por
William T. Sanders de la Universidad de Pensilvania antes del año de 1973, en el cual se exploraron áreas
superficiales y pozos en algunos montículos, por lo que este sector no había sido investigado a cabalidad en
sus áreas de ocupación y épocas culturales de Kaminaljuyu.
5. Roger Bartra, Marxismo y Sociedades Antiguas, 1985; Godelier, Maurice, Las Sociedades Primitivas y las Sociedad
de Clases, según Marx y Engels, 1978, p. 35.
85
con lo que ocurre la segunda división social de trabajo: el oficio manual, una
grupo social se separa de la producción agrícola (Engels, 1977). De este modo
desarrolla una nueva especialización de trabajo, la alfarería, que vino a satisfacer
la carga de objetos líquidos, cocinar alimentos, almacenar cereales, así como las
técnicas de elaboración de la cerámica en el uso del desgrasante y sus
combinaciones, levantado de las paredes (originalmente en forma espiral,
apliaciones de engobes, técnicas de incisiones, hasta el proceso de quemado al
aire libre o en hornos simples junto a viviendas, que convierte al hogar en un
taller; equipado no sólo con los instrumentos de trabajo necesarios sino el empleo
de más personas especializadas, aunque organizado en forma familiar.
En excavaciones practicadas en el sector de Miraflores en el valle de
Kaminaljuyu (Guatemala) en 1983, (Proyecto Miraflores) se localizaron, junto a
viviendas cercanas a centros cívicos, fogones, hornos y talleres de cerámica que
producían recipientes o vajillas, no sólo para el área central del valle sino con
frecuencia para poblaciones de Tierras Altas y la región costera durante el Clásico
Temprano, por lo que la producción de cerámica -cuencos, sartenes, platos, vasos,
etc.- se convierte en objeto de valor de uso y objeto de valor de cambio por la
expansión de su comercio en otras regiones. Otro caso más temprano, es la
dispersión de la cerámica Providencia de Kaminaljuyu (área Maya de Tierras
Altas), en la Costa Sur y el Altiplano Central durante el Preclásico Medio 500
a.C.6. Aunque sustituida por otra cerámica más competitiva como la cerámica de
Sacatepéquez en el Preclásico Tardío. Además hay que señalar la importación
de piezas de cerámica de otras regiones, localizadas en ricas tumbas de élites,
durante el período Clásico, que formaban el menaje al otro mundo7.
El desarrollo político urbano ofrecía nuevos espacios, por ejemplo la plaza
pública presentaba un espacio importante en Kaminaljuyu para el comercio de
la cerámica Esperanza (400-600 d. C.) y Amatle II (600-800 d. C) por haber logrado
mejorar su manufactura y más competitiva en el Valle Central, en la Costa Sur
8
y área de Tierras Bajas mayas de Guatemala .
Los artesanos, con las manufacturas que elaboraban, formaban una capa
social productora de bienes de uso y de cambio. Eran propietarios de sus medios
de producción -los instrumentos de su taller-9. Sin embargo, fueron limitados
de los medios de producción como la propiedad de la tierra en los términos de
la ciudad, ya que cada vez que crecía el poder de los linajes en la ciudad, fueron
cada vez desplazados hacia los alrededores de las construcciones de la ciudad
templos, edificios administrativos, plazas y juegos de pelota. Aunque de hecho
86
la clase dominante concentró la riqueza de producción proveniente de la
manufactura y también de la agricultura, en forma de tributos fiscales, con el
cual subsiste esta clase social, ajena a la producción de bienes materiales. En
diversos testimonios del siglo XVI se sabe que el pago por dicho trabajo (artesanal)
podía consistir de ropa, mantas de diferentes cualidades, fardos de cacao, maíz,
fríjol, pepitas y chile, cerámica, pilones de sal, etc. por lo que la especialización
de producción desarrollaba valorar el trabajo a los artesanos o manufactureros10.
Otro grupo social -los comerciantes-, surgida también como otra división
social del trabajo, controlaba la plus producción agraria y artesanal, utilizando
vías pluviales (Usumacinta, Motagua), marítimas (de la costa de Yucatán hasta
Copán) intercambiaban mediante el sistema de trueque o a base de semillas de
cacao, hachas de cobre, jade y otros productos.
10. Castillo Víctor M., Estructura Económica de la Sociedad Mexicana, 1984, p.192.
11. Haberland, Op. cit. 94.
12. Haberland, Op. cit. 55.
13. Haberland, Op. cit. 90.
87
Ejemplo de ricas ofrendas funerarias, constituye un patrón el siguiente
descubrimiento en Villas de Miraflores en 1983, que a continuación se detalla14.
Con el desarrollo de las exploraciones realizadas en el área dieron resultado
varios tipos de hallazgos: construcciones de pisos de plaza, ofrenda funerarias,
viviendas asociadas con cocinas y talleres de cerámica y otros tipos de entierros
localizados, que en general se asociaban a cerámica de las fases de Preclásico
Tardío, Clásico Temprano y Medio. Dentro de los descubrimientos forma parte
una ofrenda funeraria con cerámica, fragmentos y piezas completas, de varias
fases de cerámica, asociado con un cráneo humano y un maxilar inferior también
humano, que conjuntamente forman una tradición funeraria de Kaminaljuyu15
(Véase dibujo de perfil).
Por la característica del cráneo la persona sepultada, y las ofrendas de cerámica,
dio origen ritual al asentamiento de un centro ceremonial en este sector de
Kaminaljuyu, especialmente asociado al original montículo A-V-14, desaparecido
por la remoción de tierra en el área16. Mucho de la cerámica ofrenda representaba
las comunidades del valle que más adelante se describen.
Entierro Principal
Se denomina entierro principal a un cráneo humano localizado en la
exploración 26.23 a 3.55 mts de profundidad, en un nivel de arena blanca
sedimentado sobre talpetate amarillo. Este cráneo humano estaba colocado en
posición vertical con vista hacia el sur, con dientes completos bastante gastados,
únicamente con un diente cariado. De acuerdo a estas condiciones físicas, debió
88
ser una persona no más de 40 años de edad. A pesar de la exploración ampliada
de 6 x 4 metros, para continuar localizando otros elementos óseos asociados,
únicamente existía el cráneo en ese nivel de suelo. Este entierro no tenía las
ofrendas de cerámica en forma directa, es decir tal como se observan otros
entierros, con esqueletos completos, las ofrendas están puestas sobre los restos
directamente, solamente algunos fragmentos de cerámica, especialmente piezas
completas. Estaban colocados 30 cms. arriba del nivel del cráneo. La pieza de
cerámica más inmediata, en el nivel consignado, de 30 cms. arriba del cráneo, y
consistía en una pieza negra café en forma de olla pequeña de borde inciso, base
plana (Véase Ilustración no.1) y una base de cuenco de engobe negro con soporte
mamiforme y así como otras piezas fragmentadas o solamente los fragmentos,
tal como se suelen localizarse en algunos entierros de la Fase Verbena.
La característica de este entierro parece ser de persona decapitada, rescatado
el cráneo como trofeo y/o simplemente recobrado el cráneo de un entierro original,
algo particular de una costumbre común en los mayas de Tierras Altas (Kidder,
Jennings y Shook 1946). Sin embargo, por la cantidad de ofrendas, aunque en
una forma independiente, una de otra pieza, representaba el carisma político de
la sociedad, marcado en el Clásico Temprano de Kaminaljuyu.
Entierro Secundario
Con este nombre se asocia un maxilar superior humano con dientes completos
localizados en la prolongación de la operación 26.22 y 26.23, situado, no
verticalmente, 35 cms. sobre el cráneo humano hallado, y en un suelo de arena
blanca mezclado con barro. Al parecer restos de un entierro removido de otro
lugar. A partir de este nivel del maxilar, en distintos lugares se identificaron
varias piezas de tipo Usulután (Ilustración No. 4), cuencos en miniatura y
fragmentos de tinajas de engobe rojo superior y especialmente un incensario de
tres picos (Ilustración No. 5), con un detalle de Tlaloc localizado en forma parcial
(Véase dibujo de perfil norte).
89
ya descrito por Kidder, Jennings y Shook (1946), los depósitos de partes de resto
de esqueletos hallados con los entierros principales, detalla las mismas
características de huesos removidos de este entierro, que es un entierro mas
temprano. La presencia de piezas de cerámica Providencia (500-200 a.C.) cuencos,
fuentes, vasos y miniaturas, especialmente del tipo inciso fino-(Véase ilustración
No. 2) que asocia al entierro de Miraflores, estas piezas fueron trasladados de
algún entierro original de alguna residencia cercana del área. Ya el proyecto de
1968 de alguna forma mostró el área de ocupación residencial Providencia en el
montículo B-V-1. Sector al Este del área de este estudio. La característica de la
cerámica asociada con el entierro implica en efecto el grupo social de una época
ya anotado, pero encontramos cerámica ya caduca en época y por ello ya solo se
consideraba como recuerdo de sus grupos sociales fundadores, que es lo mas
efectivo del hallazgo de esta cerámica asociada al entierro de Miraflores. Igualmente,
las piezas de cerámica Verbena (200-0 a.C.) asociadas con el mismo entierro
tazones, cuencos, cantaros y tinajas, tanto de engobe naranja como rojo matizado
y con la característica Usulután. (Véase ilustración No. 4). Aunque de alguna
manera hay similitud con 2 entierros de Miraflores se relacionan estas dos fases
de cerámica con estos mismos objetos de cerámica Providencia-Verbena
encontramos asociado fragmentos incensarios de tres picos y especialmente con
caras humanas de fuentes trípodes (Rim-Head vessel) (Véase ilustración No. 3)
que hace expresar la época en que fue trasladado el entierro, ya que estos últimos
objetos son de cerámica del Clásico Temprano.
Como se señaló anteriormente, este entierro ritual de Miraflores marcó el
asentamiento residencial del montículo A-V-14, del cual lamentablemente no se
le localizo restos de su estructura. En este asentamiento residencia al del A-V-
14 se encontró igual similitud al hallazgo de 2 entierros localizados en el inicio
del asentamiento del montículo E-III-3 en 1976, ya mencionado arriba, montículo
parcialmente estudiado por Edwin Shook y J. Kidder en 1952.
Ilustración No 1.
Cerámica Negro Café
(Fotografía de
Hugo F. Sacor)
90
Ilustración No 2. Cerámica Negro Café
(Fotografía de Hugo F. Sacor)
91
92
Fotografía No. 4.
Cerámica Usulutan
(Fotografía de
Hugo F. Sacor)
Ilustración No. 5
Incensario de Tres picos
(Fotografía de
Hugo F. Sacor)
93
Otros Hallazgos Relacionados
con la Organización Sociopolítica
94
En la tumba II fueron descubiertos también, los restos de una persona de
aproximadamente 45 años de edad, guardando la misma posición del cuerpo
que la tumba I. Sus extremidades inferiores y superiores fueron forzadas con
doblez y con la cara hacia abajo. Su pozo funeral fue construido a 0.50 mts. por
el extremo izquierdo, conteniendo fragmentos de piezas de cocina y ceremoniales.
La posición con que fue enterrado es similar al tipo de sacrificio humano descubierto
por Alfred Kidder en la Tumba A-III del montículo A de Kaminaljuyu.
La estructura I tuvo que desaparecer finalizándose los cultos a los nobles de
las tumbas mencionadas, cerrando así una generación de linajes. Los únicos restos
localizados consistieron en dos ceniceros de regular tamaño, un fragmento de
piedra de moler y otro de un collar en jade en forma esférica abandonados sobre
lo que formó la estructura I, además de varios fragmentos de utensilios en cerámica,
por lo que se notaron ocupaciones domésticas. Esta situación de abandono devino
a formar luego sedimentos de tierra amarrilla, negra y arena, lo que conformaron
otras ocupaciones de carácter secundario, no dejando de tener importancia para
los habitantes, que continuó con ese mismo carácter político. Debió haber trascurrido
una generación donde posteriormente se construyó una segunda estructura con
las mismas características que la anterior, con los mismos grados de solidez en
construcción para las vinculaciones sociales de la época. En la parte norte se
construyó a base de piedras sin tallar, un altar, con el mismo grado de orientación
que la anterior construcción hacia el centro ceremonial (centro político del grupo
C-II de Kaminaljuyu) en base a una declinación tomada en la excavación de 38º.
del Norte hacia el Este. Esta construcción descubierta, un nido de zompopos hizo
desaparecer diversos aspectos de su formación, por lo que se descubrió en solo
un 40% de ahí el nombre del sitio.
95
el control de esta fuerza productiva, tanto en la manufactura como con los
productos agrícolas y el comercio. La relación social de producción, ya
caracterizada, el Estado en Kaminaljuyu no solo estaba significado con la división
bajo la dirección de cinco cacicazgos distribuidos en cinco áreas urbanas como
plantea Michels, sino más allá del la división en clases sociales y bajo el poder
de las clases sociales dominantes, una aristocracia formada en linajes, desde luego
marcados con la teocracia gobernante. Por lo tanto, los ritos funerarios, no cabe
duda, representaban característica bien diferenciada en la sociedad de aquella
época, además un monumento funerario, que posteriormente el área desarrollara
un crecimiento urbano con las etapas de construcción de templos pirámides. Ello
marca un alto grado alcanzado de la organización social y por ende la competencia
mercantil con Tierras Altas y la Costa, que constituían fuerzas económicas y
sociales que requerían un control estatal fortalecido en el valle.
17. Laporte, Juan Pedro, Arquitectura Temprana de Tikal y el Modo Talud Tablero. 1985, 14.
96
religiosa, ritual y se expresa partes abandonadas de incensarios en estilo
teotihuacano. En Kaminaljuyu, en el Clásico Medio -Fase Esperanza, (400-600
d.C.)- la influencia es un poco diferente y de naturaleza sociopolítica, avanzada
de expediciones de guerreros. Las tumbas de las estructuras A y B de dicho sitio
indican que la relación era más a nivel de nexos políticos entre Teotihuacan y
Kaminaljuyu; aquí los incensarios en estilo teotihuacano son muy raros. Es muy
posible que la conexión con Teotihuacan haya sido básicamente de tipo económico,
para importar indirectamente las fuentes de jade y obsidiana del Motagua a su
propia red comercial por medio de un arreglo con el grupo gobernante Solano18.
Pero, más notables que en la cerámica, son las influencias de Teotihuacan en
la arquitectura, por ejemplo, al lado de las formas antiguas heredadas, una
articulación de la fachada de acuerdo con el principio talud-tablero, como puede
observarse en Tikal templo de Mundo Perdido, Kaminaljuyu cercano a la ciudad
de Guatemala y en Tazumal en el territorio de El Salvador.
El modo arquitectónico del talud-tablero, que Teotihuacan imprimió su
importancia arquitectónica y ritual, diversas regiones pudieron tener mayor o
menor aceptación en el Sur de Veracruz, la Costa de Chiapas y el área Maya
central, que lo aplican a inicios del Clásico Temprano (200-400 d. C.), atendiendo
canones arquitectónicas de cada área19.
Es reflejo se observara que el monumento 29 de Kaminaljuyu presenta
influencia teotihuacana, sobre todo la estela 13 del mismo sitio, que identifica
una balaustrada del patio de los Jaguares en Teotihuacan y, finalmente, la estela
23 presenta una escultura de relieve, siempre de estilo teotihuacano20.
18. Hatch, Marion Popenoe de, Relaciones entre el Altiplano y la Costa Sur de Guatemala durante el Preclásico,1994:28.
19. Laporte p. 15.
20. Parsons, en referencia de Murdy, 1996.
97
Bibliografía
Bartra, Roger
1985 Marxismo y Sociedades Antiguas. Ediciones Grijalva, México.
Godelier, Maurice
1978 Las Sociedades Primitivas y las Sociedad de Clases, según Marx y Engels.
Haberland, Wolfang.
1974 Culturas de la América Indígena/Mesoamérica y América Central, Fondo de
Cultura Económica, México.
Murdy, Carson
1996 Prehispánica Settlement and Society in the Valley of Guatemala, en
Arqueología Mesoamericana, Homenaje a William T. Sanders, México,
Instituto Nacional de Antropología e Historia, Arqueología Mexicana.
Wetherington, Ronald K.
1978 The Ceramic chronology of KaminalJuyu, Universidad de Pensylvania.
98
ACUERDO MINISTERIAL SOBRE PROTECCIÓN DE
KAMINALJUYU
EMITIDO EN 1964
CONSIDERANDO:
Que todos los monumentos y objetos arqueológicos de la República forman parte
del tesoro cultural de la Nación y están bajo la salvaguardia y protección del
Estado.
CONSIDERANDO:
Que el sitio arqueológico denominado Kaminaljuyu situado dentro del perímetro
urbano de la ciudad de Guatemala, es un monumento nacional de primera
importancia para el estudio de las civilizaciones prehispánicas de Guatemala y
América;
CONSIDERANDO:
Que el citado sitio Kaminaljuyu está siendo destruido por el natural crecimiento
de la ciudad Capital y que por consiguiente deben tomarse medidas a fin de
preservar las áreas no destruidas para que se conservan;
POR TANTO:
En uso de las facultades que le confiere el Artículo 16 del Decreto Número 425
del Congreso de la República.*
ACUERDA:
Artículo 1.- Queda prohibido a toda persona natural o jurídica, nacional o
extranjera, efectuar trabajos que deterioren o destruyan los montículos de
Kaminaljuyu sin autorización del Ministerio de Educación Pública y previo
dictamen del Instituto de Antropología e Historia. No podrán autorizarse la
destrucción de un montículo clasificado como intocable por el presente acuerdo,
salvo en los casos a que se refiere el artículo 5º. de este acuerdo.
Articulo 2.- Cuando se conceda autorización para realizar trabajos que puedan
deteriorar o destruir algún montículo de Kaminaljuyu los inspectores del Instituto
de Antropología e Historia vigilarán estos trabajos y podrán ordenar que se
detengan los mismos cuando se descubran estructura, tumbas y objetos escultóricos
que ameriten ser estudiados debidamente o preservados de toda destrucción.
99
Articulo 3.- Toda persona natural o jurídica que realice trabajos de construcción
o cualesquiera otros en el área de Kaminaljuyu, aun cuando no se trate de un
montículo, está obligada a informar al Instituto de Antropología e Historia
inmediatamente de cualquier hallazgo de estructura, tumba, depósitos de cerámica,
objetos de piedra, etcétera, que encuentre en dichos trabajos a fin de que el
Instituto envíe personas calificadas para que realicen estudios necesarios antes
de continuar los trabajos.
Comuníquese:
Diaah/Jegm/2007
100
JORNADAS DE KAMINALJUYU 2007
3 y 4 de octubre
Información general
Kaminaljuyu es uno de los centros arqueológicos que se identifica por varios
contactos culturales del mundo de mesoamérica.
Como muestra de su grandeza de la época Preclásica, Clásica y Posclásica
de Tierras Altas mayas, comprende cerámica, jades, estelas, arquitectura y una
tradición funeraria.
Discutir mediante jornadas de trabajo la situación de esta importante área
cultural de Mesoamérica a nivel de investigaciones científicas, su conservación
y rescate.
Ante el crecimiento urbano de la ciudad es importante diagnosticar, normar,
y orientar el futuro de esta importante cultura prehispánica en Guatemala.
No obstante las políticas legislativas de protección del sitio, el crecimiento
urbano ha reducido el área cultural del sitio.
101
Promoción para la Conservación
Símbolos de Kaminaljuyu como promoción de identidad del sitio,
principalmente identificar los hallazgos de estelas.
Rediseño de la conservación del parque arqueológico.
Mesa de Investigación
¿Quién vivió en Kaminaljuyu?, es una de las preguntas que no han sido
contestadas, pudieron ser quizás mayas, mixezoques, mam, kiche, la arqueología
no ha dado esa información, nadie se ha interesado en dar las respuestas claras.
Kaminaljuyu no pertenece a ningún grupo étnico definido, ya que nadie ha
tomado el crédito por el sitio.
Los proyectos grandes tienen la ventaja de estar de acuerdo con la temporalidad
de los sitios de Tierras Bajas por lo que pueden hacer las publicaciones, pero en
Tierras Altas no se han puesto aún de acuerdo.
Kaminaljuyu es un sitio importante pero ha cambiado con el tiempo la
interpretación del mismo. Lo más importante para J. Clark es que Kaminaljuyu
para los años 300 a. C. ya era un estado al igual que El Mirador, uno ubicado de
las Tierras Altas y otro Tierras Bajas.
Kaminaljuyu es como Takalik Abaj, ya que tiene una secuencia muy larga.
Además es un sitio que tiene la mayor cantidad de monumentos tallados más
que Tikal. No hay otro sitio en México, los altos de Guatemala y El Salvador
como Kaminaljuyu.
Actualmente hay como 5 o 6 montículos, y los que se encuentran en buen
estado están en propiedad privada. Kaminaljuyu fue uno de los sitios más
antiguos, con más de 3,000 años más o menos, hasta que vinieron los Teotihuacanos,
pero nadie explica que hicieron ellos aquí.
Para John Clark Kaminaljuyu es el sitio más importante de Guatemala y uno
de los 5 más importantes de Mesoamérica. Ya que tenia más relaciones con las
Tierras Bajas y la Costa Sur.
Un punto importante es que no tiene tanta influencia olmecas asentados en
Kaminaljuyu, posiblemente ellos tomaron otro rumbo por el Usumacinta y las
Verapaces.
Para el Formativo los sitios tuvieron los mejores lugares para vivir como
Kaminaljuyu, Chiapa de Corzo, el Valle de México, y que actualmente todos estos
sitios están destruidos por las nuevas generaciones.
102
Mesoamérica es un área muy antigua, la cual es una súper área, que presenta
características que la identifican, en el valle de la ciudad capital, Kaminaljuyu.
Uno de los proyectos más importantes que se pueden mencionar es el Proyecto
de los Japoneses, ellos nos dejaron algunas claves para identificar los restos
culturales y que los datos sirvan para identificar la grandeza de Kaminaljuyu.
En el Proyecto Naranjo se pretende recuperar datos para el Preclásico Medio,
el cual viene a llenar un vació. Otro factor que influye es que los montículos
están muy aislados como para extrapolar la información de un lugar a otro.
En El Naranjo se descubrió la relación con los Olmecas, lo cual se da un gran
paso a las investigaciones de épocas tempranas.
La importancia de Kaminaljuyu en toda Mesoamérica, se basa en el control
de los yacimientos de obsidiana de El Chayal.
Shook hace solo una breve descripción de los sitios en 1952 en los sitios de
los Altos de Guatemala, las notas de Shook se encuentran en la Universidad del
Valle.
103
Colocar un nuevo componente para que se entrelace la restauración y la
conservación en las investigaciones arqueológicas.
Tener un equipo multidisciplinario con diferentes profesionales en el IDAEH.
Cuando se efectúen trabajos sobre estructuras de barro, se debe de estudiar
y luego enterrar, y hacer replicas de los mismos, mientras no existan los medios
económicos para preservarlos.
Que exista dos reglamentos uno para investigación y el otro para rescates
arqueológicos.
No se ha respetado las leyes para que se pueda conservar Kaminaljuyu.
Para el IDAEH, todo es importante pero las políticas turísticas le dan más
importantes a aquellos sitios con arquitectura monumental que permitan realizar
restauraciones y ponerlos al servicio del turismo que permitan captar más ingresos
al País.
Hay que reorganizar y fortalecer al Departamento de Monumentos
Prehispánicos y Coloniales, para que pueda realizar sus propios proyectos de
investigación y de esta forma realizar un mejor trabajo, tanto en investigación
como en la protección del Patrimonio Cultural.
Como estudiantes e investigadores no tenemos la formación académica de
interpretar los materiales para luego hacer una publicación. Cuando se hacen
rescates por parte del IDAEH y de los profesionales de las Universidades de
Guatemala.
Se ha cometido un grave error al no poder hacer rescate en las ampliaciones
del Aeropuerto Internacional La Aurora.
Entre los restauradores y los arqueólogos ha habido conflictos, pero es
necesario tomar en cuenta que los trabajos de restauración y conservación son
multidisciplinarios. Por lo tanto, no debe de existir diferencias y divergencias
entre los grupos, y es factible ponerse de acuerdo para poder trabajar
conjuntamente.
104
Recomendaciones:
Se debe de promover la protección de los sitios
Es urgente que el sitio de Kaminaljuyu pase a la administración del
Departamento de Monumentos Prehispánicos y Coloniales
Especificar a los interesados que un rescate arqueológico no implica la
autorización de intervención de un área, sino ponerle su valor cultural.
Que se pida a todos y cada uno de los investigadores dejar plasmada la
información de las investigaciones.
Resolver los problemas de protección, investigación, restauración, conservación,
publicación, divulgación y exhibición de todos y cada uno de los sitios a cargo
del IDAEH, o por lo menos de los más importantes. Específicamente para
Kaminaljuyu.
Toda la información que salga de los proyectos arqueológicos no es información
personal, sino que debe de ser institucional.
Solicitar dinero del exterior, pero se debe de demostrar que se va a utilizar
dando los resultados.
Crear un sistema de investigación arqueológica guatemalteca.
Se debe demostrar que se va hacer un buen trabajo de investigación, para
poder recibir dinero del extranjero. Con un buen sustento de la ley.
Elaboración de un programa educativo y divulgativo para nivel primario a
corto plazo, nivel básico a mediano plazo, para que la niñez empiece a sentirse
identificado con el patrimonio cultural.
Hacer un proyecto para que se pueda hacer una investigación con los materiales
de Kaminaljuyu ubicados en el Salón 3.
Que los informes técnicos sean luego la base de publicaciones para un público
amplio.
Se debe de dar un buen presupuesto a la institución para poder fortalecer
tanto al Registro de Bienes Culturales, Departamento de Monumentos
Prehispánicos y Coloniales y Ceramoteca.
Urge efectuar un análisis de los materiales cerámicos, depositados en el Salón 3.
Mejorar los muebles de la Ceramoteca.
Kaminaljuyu debe de ser parte de la historia actual de Guatemala.
Que dentro de los reglamentos de construcción urbana de las Municipalidades
de áreas donde se ubiquen vestigios culturales, deben de existir lineamientos
para la protección y conservación de estas áreas patrimoniales.
105
Se debe de hacer contactos directos con el Ministerio de Educación, para que
se hagan revisión de programas de educación vigentes y relacionados con la historia.
Fortalece al Departamento de Monumentos Prehispánicos, para que tenga
sus propios proyectos de investigación y publicación.
Uno de los grandes problemas es que la mayoría de los informes son muy
técnicos, por lo que las personas que no saben de arqueología no les interesa
leerlos.
La gente no tiene educación para poder ver el valor cultural y únicamente
ven el material económico.
Las autoridades del Patrimonio no hacen las incursiones (intervenciones)
necesarias para poder defender el patrimonio cultural.
Por la falta de divulgación se desconocen cuales son las políticas del IDAEH,
para proteger Kaminaljuyu.
Se debe de publicar algo interesante para que la gente tome gusto a la lectura
y que se interese en conocer sobre Kaminaljuyu.
La política entre los investigadores es de no compartir la información, no se
ha encontrado información unificada sobre Kaminaljuyu.
En el salón 3 se encuentra mucha cerámica pero no hay nada escrito, ¿quien
va hacer el rescate de lo rescatado?
La verdad es que la más de la mitad de Kaminaljuyu está destruida, y se
puede rescatar la información con el material que se encuentra en las bodegas
del IDAEH.
En Guatemala se tiene una cultura de coleccionismo y no de conservacionistas.
Los informes son muy técnicos y vagos y que no se da información especial,
se debe de dejar claro en los convenios para que se entreguen publicaciones.
El IDAEH no tiene proyectos a largo plazo para darle continuidad a las
investigaciones arqueológicas.
Uno de los logros del Departamento de Monumentos Prehispánicos y
Coloniales, ya tiene un centro de documentación digitalizado para poder ser
consultados.
Al Departamento de Monumentos Prehispánicos y Coloniales entregan los
informes técnicos de todos los Proyectos de Investigación, pero la ultima tendencia
es que aunados a estos informes también se entregue un libro en lenguaje
entendible para todo público.
Algo importante es el punto de los museos, ya que si no se va a publicar por
lo menos que en los museos se muestre la importancia de Kaminaljuyu.
106
Mesa de Legislación sobre Kaminaljuyu
Propuestas Técnicas
Urgencia de fortalecer un reconocimiento y reinventario del área arqueológica
en el área urbana.
Determinar las áreas arqueológicas de alto impacto arqueológico de
Kaminaljuyu.
Atender y evaluar las áreas que corresponden al Cementerio General, el área
del Campus de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Montículo de la
Culebra y Acueducto de Pinula.
Realizar una delimitación de las áreas de conservación.
Propuestas de Legislación
Proponer una iniciativa de ley.
Es importante la especificación de la ley en cuanto a la conservación del área
arqueológica.
Es importante realizar una declaración específica sobre Kaminaljuyu como
patrimonio cultural, con su delimitación del área arqueológica. Modelo de
declaración área de Reserva, Área de Amortiguamiento y Delimitación.
La certeza jurídica de las áreas importantes para la protección de las mismas
áreas arqueológicas.
Iniciar el proceso de adscripción del Área Arqueológica.
Participantes
Hugo Fidel Sacor y Patricia del Águila Flores
Departamento de Investigaciones Antropológicas, Arqueológicas e Históricas
Cindy Flores
Registro de Bienes Culturales
Deisy Pop
Departamento de Asuntos Jurídicos
Lorena Paíz
Universidad del Valle
108
SINTESIS DE LOS TALLERES DEL PLAN DE GESTIÓN
DE LA ZONA ARQUEOLÓGICA DE KAMINALJUYU
2009-2013
Presentación
Cuando se habla de Kaminaljuyu se tienen diferentes connotaciones para
diferentes grupos de personas, o segmentos de la sociedad capitalina. Mientras
que para unos significa un área verde, para otros es un obstáculo para el desarrollo
urbano, y para el grupo más pequeño tiene un significado importante como
vestigio del pasado prehispánico de la ocupación del valle de Guatemala.
En el mes de marzo del 2008 la Dirección General del Patrimonio Cultural
y Natural, a través de la Sub Dirección Técnica del Instituto de Antropología e
Historia, y del Departamento de Monumentos Prehispánicos y Coloniales,
identificó y planificó la necesidad de contar con un plan que condensara de una
forma técnica y administrativa, las acciones más urgentes para atender el acelerado
deterioro de los recursos arqueológicos del sitio de Kaminaljuyu.
Para lograr este objetivo, se convoca y conforma un grupo planificador
multidisciplinario, integrado por profesionales de las diferentes dependencias
que conforman la Dirección General del Patrimonio Cultural y Natural, dentro
de los que se cuenta con arquitectos, arqueólogos, planificadores, diseñadores
gráficos, historiadores y guías espirituales, con el afán de abarcar todos aquellos
aspectos relacionados con el manejo de los recursos culturales y naturales existentes
en Kaminaljuyu.
Este grupo planificador propuso un calendario de actividades que finalizaron
en el mes de noviembre de 2008, tendientes a proponer un mecanismo que
permitió definir la posición de la institución referente a Kaminaljuyu, pero también
de incorporar la perspectiva de la sociedad civil capitalina, académicos de las
diferentes universidades y otras entidades de gobierno y la mejor manera de
enfrentar su problemática. Como parte de dichas actividades se planificó la
realización de talleres de trabajo para definir y demarcar las características
sobresalientes de Kaminaljuyu.
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Desde un principio el grupo de trabajo planificó tomar como base para
desarrollar el Plan de Gestión los antecedentes de la elaboración de Planes
Maestros de área protegidas de Guatemala, siendo los casos de los Parque
Nacionales Tikal, Quirigua, Yaxha-Nakum-Naranjo y el Suroeste del Petén, y se
decidió seguir utilizando la metodología de planificación de conservación de
áreas (PCA), que ha sido desarrollada por la Organización no Gubernamental
The Nature Conservancy (TNC). Para el caso particular de Kaminaljuyu no
presenta las características tradicionales de otros sitios o áreas, por lo que se
hicieron modificaciones a la metodología original para adaptarla a las condiciones
y particularidades de ésta, tomando en cuenta que Kaminaljuyu se encuentra
dentro de los límites de la ciudad de Guatemala. Por último, se decidió elaborar
un listado de los posibles participantes de los diferentes segmentos arriba
mencionados.
El primer taller desarrolló la visión del plan de gestión con sus objetivos
generales y específicos, y del sitio arqueológico los que permitieron definir
una Zona Arqueológica de Kaminaljuyu, que abarcara más allá de lo que se
conoce como parque Kaminaljuyu, zona 7.
La visión consensuada del Plan de Gestión fue la siguiente:
Siendo Kaminaljuyu la zona arqueológica más grande del altiplano central ubicada
en el valle de Guatemala, el conjunto de montículos, los montículos aislados y el
Montículo de la Culebra, son identificados, rescatados, valorizados y protegidos
legalmente en su totalidad para su conservación, haciendo participe a los guatemaltecos
de conocer orgullosamente su pasado y su presente.
Mientras que para la zona se concluyo que: La zona de Kaminaljuyu cuenta
con una asignación presupuestaria adecuada e ingresos propios para su conservación,
mantenimiento y habilitación, contando para ello con un administrador y un equipo
técnico que vele por su cumplimiento apoyados con la participación ciudadana.
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a) Elementos Muebles
b) Elementos Inmuebles
c) Elementos Naturales
d) Elementos Intangibles
El quinto taller fue diseñado para establecer los objetivos estratégicos y sus
acciones, para llevar a cabo el plan de gestión de la zona de Kaminaljuyu.
Los objetivos priorizados fueron:
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3: Para el 2009 se habrá creado la unidad técnica ejecutora para el seguimiento
del plan de gestión;
4: Para el 2013 se ha logrado el registro, catalogación y conservación de los
bienes muebles en museos (100%); iniciar el registro, catalogación y
conservación de los bienes muebles en otras situaciones de posesión (75 %);
5: Para el año 2010 se habrá detenido en un 30% los procesos de deterioro al
cual están sometidos los edificios y montículos de la zona;
6: Definir para el año 2009 el uso y situación legal del 25% de los montículos
aislados y grupos de estructuras;
7: Para el año 2013 la práctica espiritual será regulada en un 50%. Así como la
conservación de los elementos intangibles identificados en un 100%
8: Para el año 2,013 se habrá recuperado en un 75% la memoria histórica oral
y escrita de investigaciones realizadas en Kaminaljuyu y el Montículo de la
Culebra-Acueducto Pinula;
9: Para el año 2008, se ha implementado la estructura administrativa propuesta
para la Jefatura de Monumentos Prehispánicos y Coloniales, que responde
a la necesidad de un manejo coherente y sostenible del patrimonio natural
y cultural, así como de las relaciones interinstitucionales;
10: Para el año 2008, se ha implementado la nueva tarifa acorde a la oferta de
producto para el visitante
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En el octavo taller se hizo la presentación del Plan de Gestión a todas aquellas
personas e instituciones que estuvieron colaborando, en su elaboración para
socializar los consensos alcanzados en cada uno de los temas tratados y
desarrollados.
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Departamento de Comunicación Social
Lic. Estuardo Arceyus
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