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Sofonías 3:16

Aquel día le dirán a Jerusalén: «No temas, Sión, ni te desanimes,

Todos pregunten: ¿Por qué?

Sofonías 3:17

porque el SEÑOR tu Dios está en medio de ti


como guerrero victorioso.
Se deleitará en ti con gozo, te renovará con su amor,
se alegrará por ti con cantos

¿Qué es lo que te aqueja hoy?

Tal vez un dolor físico (rodillas, caderas, columna, estómago,


oídos, etc.)

Tal vez un dolor sentimental (Un hijo se murió o se fue, el


esposo, o la esposa, se murió, el hermano. o hermana, no te visita,
los nietos no te atienden)

Tal vez la soledad (vives solo o sola)

Tal vez una dificultad económica.

¿Qué es?

Escucha, y mira, como Dios hoy nos dice que está en medio de esa
dificultad y en medio de nosotros. Y no es cualquier diosesillo, es el
Dios todopoderoso y es el guerrero victorioso que pelea por
nosotros, nos defiende, nos suple, nos sana, nos acompaña y nos
libera.

En alguna oportunidad leí este relato testimonio de lo que ahora


Dios nos dice, y esto es lo que recuerdo:

En diciembre de 1988 cuando ocurrió el gran terremoto en


Armenia, capital del Quindío, muchos edificios quedaron
destrozados y más de 50,000 personas fallecieron en los pocos
segundos que duró el terremoto y las réplicas. Un padre corrió
hasta la escuela en donde su hijo estudiaba y encontró totalmente
destruida la edificación, y sin demora enseguida empezó a excavar.
Hora tras hora anduvo buscando señales de vida de su hijo. Otros
desistieron protestando y expresando que ya no había ninguna
esperanza de encontrar a alguien con vida. Pero el padre continuó
excavando, sus manos le sangraban.
Después de 36 horas de insistencia oyó una débil voz. El hombre
apartó las piedras y encontró a su hijo junto con otros 13 alumnos
y compañeros, se encontraban atrapados bajo los escombros en un
espacio que lo describió como una bolsa de aire.

El niño exclamó a su padre “les dije que nos encontrarías, yo sabía


que no te rendirías.”

Más grande aún que el amor de aquel padre es el que nuestro


Padre Celestial nos tiene.

Nuestro Padre Celestial tampoco nos abandona.

Cuando estamos atrapados o encerrados en una bolsa de aire fría


y oscura es a veces difícil confiar en ese amor y aguardar
pacientemente que ÉL nos salve.

Se deleitará en ti con gozo, te renovará con su amor,


se alegrará por ti con cantos

Estas son frases que nos muestra la ternura de Dios para con
nosotros, cuando le creemos y somos consolados y aliviados eso le
produce gozo a ÉL, nuestro agradecimiento lo hace sonreír.

Gracias señor por tu bondad.

No es el plan de Dios que estemos tristes. Pero ÉL si desea que


esperemos bendiciones con paciencia. ¿Cuántas veces se te ha
demorado la respuesta de Dios a una bendición pedida?.

Estuve orando varios años por un esposo y cuando tenía 23 años


conocí a Jorgito y me casé a los 24. Doy gracias a Dios, por ello
oré, o más bien rece porque no era cristiana todavía, por ocho años
por un hijo, hice tratamiento y no llegó, pero de igual manera recibí
el consuelo de Dios y el apoyo amoroso de mi esposo.
Una respuesta como yo quería y otra no, pero las dos venían de
Dios con un propósito.

Señor acepto tu respuesta.

El proceso de un retraso en la respuesta puede ser parte de la


disciplina de Dios. ÉL desea que nuestros deseos sean motivados
por el estímulo y la capacitación del espíritu Santo y no por
nuestros propios esfuerzos o deseos de ser importantes y de
obtener logros.

¿Cómo responder cuando tus planes se demoran?

Sofonías 3:19

En aquel tiempo yo mismo me ocuparé


de todos los que te oprimen;
salvaré a la oveja que cojea
y juntaré a la descarriada.
Les daré a ustedes fama y renombre
en los países donde fueron avergonzados.

Dios nos creó para que le conozcamos y le amemos.

Así como los pulmones necesitan del oxígeno del aire y los peces
del agua, así necesitamos urgentemente mantener una relación de
amor con Dios.

Podemos vivir una vida moralmente buena, seguir las instrucciones


de la Biblia a nuestra manera y tener una vida mejor que muchos,
pero esto sería como vivir en una casa según las instrucciones de
los padres pero sin recibir y dar amor a ellos. Tendrías una casa
bien dirigida pero no un hogar,

Dios nos creó para sí mismo. Nos creó para que tuviéramos “un
hogar en ÉL”, recibiendo y dando AMOR. Esto es lo que nos enseña
Jesús.

Mi hogar está en Jesús

Dios nos dice todos los días “Acércate a mí”. Vivamos este segundo
tiempo de nuestra vida, disfrutando de nuestro hogar en Jesús.

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