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P
rea idad en las sentencias del
Tribunal Constitucional
Jorge Toyama Miyagusuku
Miembro de la Sociedad Peruana de Derecho
del Trabajo y de la Seguridad Social. Socio del
Estudio Miranda &Amado Abogados. Profesor
de Derecho Laboral en las Facultades de Dere-
cho de la PUCP, UDEP y UPC.
1.2.Por ejemplo, mediante Resolución No. 638-2-97 del Tribunal Fiscal este ente ex-
plica a esta figura de la siguiente manera: "Por la locación de servicios el locador
se obliga. sin estar subordinado el comitente a prestarle sus servicios por cierto
tiempo o para un trabajo determinado, a cambio de una retribución".
2. El contrato de trabajo
En efecto, las normas que regulan la carrera administrativa del Sector Público La-
boral disponen una serie de obligaciones del servidor público que importa la exis-
tencia de una prestación personal, una remuneración y una subordinación. Así, el
articulo 21 del Decreto Legislativo No. 276 dispone expresamente que el servidor
debe prestar personalmente sus servicios, cumplir con un horario de trabajo, ob-
servar un trato adecuado con sus superiores, etc.; de otro lado, los artículos 43 y
siguientes de la misma norma prevén un sistema de remuneraciones de los servi-
dores. En suma, encontramos los tres elementos citados del contrato de trabajo.
2.2.A fin de definir los tres elementos del contrato de trabajo seguiremos los con-
ceptos que nos proporcionan la doctrina y que aparecen reconocidos por las
normas y la jurisprudencia peruanas: la prestación personal, la remuneración y
la subordinación.
Los servicios que presta el trabajador son directos y concretos, no cupiendo la po-
sibilidad de efectuar delegaciones o ayuda de terceros -salvo el caso del trabajo
familiar -. Este requisito, como hemos anotado, no es exigible al contrato de ser-
vicios no personales.
3. El contrato de "cuarta-quinta''
El inciso e) del articulo 34 de la Ley del Impuesto a la Renta -en adelante LIR-,
aprobada mediante Decreto Legislativo No. 774, señala que son rentas de quin-
ta categoría "los ingresos obtenidos por el trabajo prestado en forma independien-
te con contratos de prestación de sewicios norrnados por la legislaclon civil, cuan-
do el servicio sea prestado en el lugar y horario designado por quien lo requiere
y cuando el usuario proporcione los elementos de trabajo y asuma los gastos que
la prestación de servicios demanda".
24 LUQUE
37PARRA. Manuel. Los limites jurídicos de los poderes empresafiales en la relación laboral. Ed. Bosch. Bar-
celona, 1999, p. 30.
Jorge Toyama Miyagusuku
3.1.¿Que implicancias laborales tiene el inciso e) del articulo 34 de la LIR? ¿Una per-
sona que ingresa en el supuesto de la norma tributaria, puede ser amparada por
el Derecho Laboral? Ciertamente, verificado el hecho imponible, se debe tributar
por renta de quinta categoria; sin embargo, esto no es suficiente para determinar
si estamos ante una relación tutelada por el Derecho Laboral.
En estos casos, nos encontramos frente a las denominadas "zonas grises", don-
de resulta dificil establecer la existencia de una relación laboral. No basta con
acreditar dependencia con relación al lugar y horario de trabajo ni que exista una
asunción de materiales y gastos por parte del usuario del servicio, es necesario
apreciar otros elementos, tales como el poder sancionador o fiscalizador, el pago
de la remuneración, el trabajo por cuenta ajena, la prestación personalisima de
los servicios, la dirección técnica, la prestación personal de servicios, la sujeción
a directrices de la empresa, etc.
3.2. Los sewicios que estamos analizando, al no tener efectos laborales, no generan las
obligaciones tipicas de un contrato de trabajo: pago de gratificaciones, asignación fami-
liar, compensación por tiempo de servicios, vacaciones, etc. Asimismo, no se origina la
obligación de realizar aportaciones a la seguridad social (SUNAT, ESSALUD, ONP y
AFP) al no tener las personas contratadas la condición de asegurados obligatorios.
Por otro lado, tenemos el IES. El pago asciende actualmente a 1.7% de la rernu-
neración del trabajador y que es de cargo del empleador. (Ley 28129. 4ta. dispo-
sición final).
Finalmente, existe una obligación de carácter formal. En los casos que estamos
analizando. las personas contratadas no emiten recibos por honorarios profesio-
nales porque los servicios prestados califican como rentas de quinta categoría
afectas al Impuesto a la Renta.
La aplicación del Código Civil, inclusive, se apreciaba en las normas del Estado.
A título de ejemplo, puede apreciarse el numeral 27 del Anexo No. 4 de la Reso-
lución Directoral No. 047-99-EF176.01, Clasificadores para el Año Fiscal 2000 y
Maestro del Clasificador de Ingresos y Financiamiento Año Fiscal 2000. Esta dis-
posición indicaba expresamente que los contratos de servicios no personales se
encuentran regulados por la legislación civil.
Pese a la existencia de las normas citadas y la aplicación del Código Civil, nada
impide que se aplique el principio de primacía de la realidad para determinar, en
cada caso, si el contrato de locación de servicios no personales es, en la reali-
dad, un contrato de trabajo.
l
1 Subordinación Cuarta-quinta Autonomía
Contrato de traba
39 Contrato de
Loc. de Servicios
Jorge Toyarna Mlyagusuhu -- -
1. Marco de aplicación
Asi, en virtud de este principio laboral, aun cuando exista un contrato -formaliza-
do por escrito- de naturaleza civil, lo que determina la naturaleza de una relación
contractual entre las partes es la forma como, en la practica, se ejecuta dicho con-
trato -preeminencia de la realidad sobre lo estipulado en el contrato-.
25 PLA RODRIGUEZ. Américo. Los Principios gel Derecho de Trabajo. Ediciones De Palma. Buenos Aires. 1990, p.
243. También puede verse RODRlGUEZ PINERO, Miguel. Presuncidn de la exisiencia de un contrato de trabajo.
i d. CMlas. Madrid, 1998, PP. 48 Y SS. Además, Puede analizarse un riguroso estudio de LUJAN ALCARAZ, osé.
La contratación privada de servicios Y el contrato de trabajo. MTSS. Madrid, 1994, y a nivel peruano, un teno im-
prescindible NEVES MUJICA. Javier Introducción a1 Derecho del Trabajo. Fondo Editorial de la PUCP. Lima. 2003,
PP. 36 y SS.
El principio de prirnacia de la realidad en las sentencias del tribunal constitucional
Por otro lado, los rasgos sintomáticos de un contrato de trabajo son "pistas" o ca-
racterísticas propias de una relación de trabajo. Éstas, de acuerdo a lo indicado
por la doctrina y jurisprudencia, son la exclusividad en la prestació~de servicios,
la estabilidad, la permanencia en los pagos mensuales, la continuidad, la ausen-
cia de aportación de materiales, la asunción de gastos por el usuario del servicio,
etc. A diferencia de los elementos esenciales del contrato de trabajo, los rasgos
sintomáticos no bastan para demostrar la existencia de una relación laboral pero
son indicios que, sumados a los elementos del contrato de trabajo, pueden inducir
-
a "laboraliza? una relación (sobre todo en los casos llamados "zonas grisesu-
donde resulta dificil determinar la existencia o no de una relación laboral).
Asi, para que una relación contractual pueda ser comprendida dentro del ámbito del
Derecho Civil -contrato de locación de servicios no personales, por ejemplo-, es ne-
cesario que en la ejecución del contrato no se aprecie, como lo indica la doctrina y
jurisprudencia laborales, las manifestaciones de los elementos esenciales o de los
rasgos sintomáticos de un contrato de trabajo que hemos descrito, o dichas mani-
festaciones y estos rasgos.
Las normas laborales prevén diferentes supuestos en los cuales una figura no la-
boral es considerada como laboral. Nos referimos a los casos de desnaturaliza-
ción, esto es, cuando, por mandato legal se considera que estamos ante una re-
lación laboral si se presenta un determinado supuesto o se verifica la existencia
de un específico requisito legal. En suma, si bien se concluye en un contrato de
trabajo, el principio de primacia de la realidad importa un procedimiento y una
consideración probatoria, mientras que la desnaturalización es la aplicación auto-
mática de los supuestos previstos en las normas legales.
Consideramos que, salvo el último supuesto -aquí si cabria la aplicación del prin-
cipio de primacia de la realidad27-, los casos descritos no importan una laborali-
zación en virtud de la primacia de la realidad. En estos supuestos, la ley ha esta-
blecido una consecuencia jurídica ante un incumplimiento legal.
De otro lado, las normas de intermediación laboral también preven algunos su-
puestos de desnaturalización que conlleva la laboralización (articulo 14 del Decre-
to Supremo No. 003-2002-TR) sin que ello importe aplicar el principio de primacia
de la realidad. Entre otros, los supuestos son no observar los porcentajes limitati-
vos de contratación, destaque de personal para labores principales y permanentes
e inclusive, la reiterancia en el incumplimiento de obligaciones formales.
Debemos indicar que. en este punto, confrontaremos al contrato de trabajo con los
otros contratos civiles (locación de servicios, "cuarta-quinta" y de servicios no per-
sonales) en la medida que estos últimos pueden ser tratados en formaconjunta.
Teniendo en cuenta este primer criterio, también debemos excluir del contrato de
locación de servicios a aquellos cargos que son caracteristicos de los llamados
de dirección o de confianza, tales como los puestos de gerentes, jefes de perso-
nal. en el primer caso, o asesores legales, en el segundo. Dicha exclusión se de-
be a que en estos cargos el elemento preponderante es el carácter personalisi-
mo de los servicios por lo que no podríamos hablar de un contrato de locación de
servicios, como se pu
Empero, nada obsta para que, sobre la base de las pniebas que se aprecien en el
expediente, el Tribunal Constitucional declarare fundada una accidn de amparo ale-
gando el principio de primacía de la realidad. Lo frecuente es que esta acción de am-
paro se interponga buscando la reposición al centro laboral y que sea un trabajador
del régimen laboral público quien presente la demanda (y de éstos, especialmente
de municipalidades).
47
MC-Loreto.
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De un lado, no existe relación entre la condición más beneficiosa -que actúa ante una
sucesión peyorativa- y el principio de indubio pro operario -que se aplica ante una du-
da en la interpretación de una norma-. De otro, ninguno de estos principios resulta
aplicable en un despido de un trabajador que supone previamente la aplicación del
principio de primacia de la realidad.
En este acápite veremos los principales actos propios del empleador que deno-
tan la existencia de un contrato de trabajo, esto es, la actuación del demandado.
fue un comportamiento típicamente laboral.
31 En el Expediente No. 621-99-MC-Cajamarca se presenta una boletade pago en la cual se consignaba el cargo
as¡ como la lecha de ingreso del propio trabajador. Igual tratamiento aparece en los Expedientes Nos. 0024-2000-
M C - L o r e t o y 301-2000-MC-Lim
32
51 a.
En la misma línea, puede verse el Expediente No. 1079.2002-MC-Junin.
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lación civil y otra laboral para el mismo puesto (Expedientes Nos. 0024-2000-
M C - L o r e t o y 1128-2001-MC-Cusco). La prestación continua de servicios en
un mismo cargo y sin disolución de continuidad es un rasgo sintomático del con-
trato de trabajo.
Finalmente, hay rasgos sintomaticos que se mencionan pero que no están traba-
jados en forma profunda en las sentencias del Tribunal Constitucional y que pue-
den reforzar la existencia de una relación laboral. Por ejemplo, tenemos la obser-
vancia de una jornada y horario de trabajo (Expedientes Nos. 1237-2000-AAKC-
Lima, 0532-2003-MC-Piura, 1358-2002-MC-Lima), inclusión dentro del or-
ganigrama y estructura de personal como lo es ser Ingeniero I (Expediente No.
9 9 1 - 2 0 0 0 - M C - ) o Asistencia Social 111 Nivel SPB (Expediente No. 1140-2000-
M C - L a Libertad).
La acción de amparo no cuenta con una etapa probatoria y, por ello, la primacía
de la realidad puede ser invocada en aquellos procesos donde se demuestre con
las pruebas insertas en la demanda que existe una relación laboral en los hechos.
Si no se pudiera demostrar la existencia de los elementos esenciales del contra-
to de trabajo o los rasgos sintomaticos y manifestaciones de laboralidad, se de-
bería declarar improcedente la demanda.
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El principio de primacie de ia realidad en las sentencias del trfbonal constitucionai
.
"(. .) en el presente caso, por falta de elementos de juicio suficientes, llegar
a dilucidar la cuestión antes senalada conllevarla a la actuación de pruebas,
lo que no es posible en los procesos de garantia como el presente, que por
su naturaleza especial y sumarísima, carecen de estación probatoria; razón
por la cual la Acción de Amparo no es la via pertinente':
C
En mejores términos, el Tribunal Constitucional indica que los elementos aporta-
dos por las partes no crean una convicción suficiente para determinar la existen-
cia de un contrato de trabajo:
"(...) a solicitud del demandante, junto con otra persona, se constituyó per-
sonal policial en la Oficina de Personal de la Municipalidad demandada,
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