PUNTO DE PARTIDA La Palabra profética es una palabra que anticipa los planes de Dios ¿En algún momento se te ha dado una palabra que te ha sido revelada por el Espíritu Santo y haz aguardado en ella? Comenta. LECTURA: Isaías 44:3-4 (RV 1960) 3 Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre mi bendición sobre tus renuevos; 4 y brotarán entre hierba, la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y como sauces junto a las riberas de las aguas. PARA MEDITAR Y APLICAR En este comienzo del año, es probable que surja la pregunta: ¿Qué me traerá este año que comienza? o, ¿Cuál será mi futuro? Está revelación es para los que han recibido la paternidad de Dios, por Su Espíritu Santo (Is. 44:5-8). Este 2019 marca un año de crecimiento y multiplicación hacia cosas nuevas, a partir de lo que Dios ha hecho hasta ahora en nuestras vidas y por medio de la unción del Espíritu Santo. La impartición de la unción del llamamiento a través de dar la bendición a nuestra generación, liberará el poder del Espíritu Santo sobre nuestra descendencia alineado con la profecía de (Joel 2). Nuestra generación crecerá y se fortalecerá, y darán cobijo a otros, que a su vez podrán cumplir su propio llamado, honrando siempre la raíz de donde proceden. Palabra Profética: Isaías 44:3-4, nos enseña: La primera parte de esta palabra es personal “Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal”, tiene que ver con saciedad, la satisfacción completa de nuestras necesidades, materiales, físicas y emocionales; y con la preparación de nuestras vidas para la promoción, esto es Provisión, Dirección y Protección (Sal. 23). El tiempo de ayuno nos preparará para esto: (Is. 58:11). La segunda parte de la profecía, tiene que ver con productividad “y ríos sobre la tierra árida;” con convertir la aridez en fertilidad y tener la responsabilidad de ser fructíferos; que cada esfuerzo tenga la bendición de producir fruto. Terminando con el activismo e iniciando un nuevo ciclo de productividad. La tercera parte nos habla de pacto “mi Espíritu derramaré sobre tu generación,” Dios hará una obra de transformación ahora, en nuestros hijos (tu Generación). Cumpliendo la promesa de la profecía. Será un año en el que esta generación se vuelve al Señor y se aparta para Él. Enfrentará con valor lo que se opone a su voluntad, veremos cambios radicales, ayudándoles el Espíritu Santo a través de la unción derramada sobre ellos. Serán aptos para discernir peligros y serán sensibles a caminar bajo la dirección del Espíritu Santo. La cuarta parte se refiere a transferencia “y mi bendición sobre tus renuevos;” la transferencia de la unción será vital para cumplir el propósito de esta generación, llevando el ADN del llamamiento de los padres, para dirigirse a cosas nuevas; renuevo es símbolo de nueva vida, brotes que anuncian salud y madurez del árbol original. Es el tiempo de nuevas cosas, nuevas tareas, nuevos proyectos y extenderse a nuevas áreas, es un año de multiplicación con crecimiento, es el tiempo de bendecir a estas generación para emprender cosas nuevas. La quinta parte nos enseña crecimiento “y brotarán entre hierba”, la promesa no es para unos pocos, se levantará una generación numerosa, la obra del Espíritu Santo, trascenderá barreras geográficas, sociales, culturales, denominacionales, etc. será un mover extenso y notorio. La sexta parte de está profecía es de dependencia “como sauces junto a las riberas de las aguas”. Alcanzarán la medida de los padres y obras mayores harán, llevando a otro nivel el ministerio y la visión; porque su fortaleza provendrá de la fuente inagotable de la unción y gracia del Espíritu Santo (Sal. 1:1-3). Compromiso. Los creyentes tenemos la palabra profética mas segura, a la que hay que poner atención en tiempos de oscuridad, (2 P. 1:19). Dios nos está llamando a profetizar y a proclamar, a levantar nuestra voz y anunciar las cosas venideras (Is. 44:7-8). ORACIÓN: Dios Padre, recibimos la Palabra profética, para este año declarando bendición a nuestros hijos, sobre sus planes, su visión, su llamado. Oramos, proclamamos y conforme a la Palabra, declaramos que aquellos planes que se han estado posponiendo, en este año se hacen realidad, conociendo que Tú avalas tus Promesas, por tu Espíritu Santo en el nombre de Jesús. Amén.