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“Me suicido por el rápido deterioro que estoy teniendo en mi salud mental, ya
que estoy empezando a perder la memoria y no quiero vivir con Alzheimer”,
mencionó.
Además, hizo notar el hecho de que lo hacía puesto que el país no
contemplaba legal la eutanasia.
Otro caso, que es en el cual me gustaría hacer más hincapié para analizarlo
a detalle es el de un joven con esclerosis lateral amiotrófica (ELA), esta
persona empezó a padecer esta enfermedad incurable desde una edad no tan
avanzada, pero la evolución de la enfermedad fue de una manera rápida, al
modo que a los 4 años sus músculos respiratorios también se veían afectados,
por lo que tenía que estar permanentemente en cama conectado a un
respirador.
Ante tal situación tan deplorable el afectado pidió hacer uso de su “derecho a
morir”, el cual le fue rechazado, obviamente por cuestiones legales.
Esta es una situación bastante delicada que hay que abordarla desde
distintos puntos de vista; por un lado, el afectado, que se encontraba en
constante sufrimiento y agonía, y con estado psicológico altamente
deprimido, se ve claramente influenciado por su situación actual para hacer
su petición de eutanasia (desconectar los respiradores, en un estado
anestesiado), y esto es hasta cierto punto es bastante comprensible, puesto
que las condiciones en que se encontraba, la única salida que el joven veía
era la muerte; así que en desde un punto de vista “lógico”, lo más viable
hubiera sido aceptar la petición del afectado.
Ahora bien, si nos vamos a un ámbito un poco más moralista y ético, nadie
en esta tierra, independientemente de la situación en la que se encuentre,
tiene o va a tener el derecho de quitarle la vida a alguien más, así sea con
consentimiento o por voluntad de la otra persona.
Y esto es por muchas razones, que pueden ser tanto humanas, religiosas o
sociales, pero en general, diría que la razón más importante (o la que a mi
más me gusta), es por el hecho de que la vida no nos pertenece, es solamente
un momento que se nos es dado prestado, no la obtuvimos por algún valor o
la tomamos de algún lugar, por lo mismo, no es algo que debamos o podamos
arrebatar.
Y si bien es cierto, la lógica no esta peleada con lo moral, pero en ocasiones
estas se contraponen.
Creo que con mi previa explicación estoy dejando en claro lo que haría si
estuviera en una situación similar, y en realidad no por miedo a cuestiones
legales, sino por principios y valores propios.
Bibliografía.
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