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EL RECUERDO DE SÍ.

En una conversación reciente hablamos sobre el Recuerdo de Sí.


Se ha dicho a menudo que a menos de creer en algo superior es imposible recordarse a sí mismo.
Con el Recuerdo de Sí siempre se relaciona cierto sentimiento emocional.
No se puede a sangre fría recordarse a sí mismo.
Es necesario entrar en cierto estado, desde el cual sea posible observarse a sí mismo.
Por medio del Recuerdo de Sí nos ponemos bajo nuevas influencias que de otra manera no
podrían alcanzarnos.
Si siente la extraordinariedad de su propia existencia, si siente el milagro de su cuerpo, de su
conciencia, del mundo que lo rodea, si empieza a preguntarse quién es, entonces está en el estado
necesario para el Recuerdo de Sí.
Por otra parte, si está completamente identificado consigo mismo y da todo por sentado, su
actitud no es la adecuada para el acto de Recuerdo de Sí.
Muchas veces les dije en el pasado cosas tales como "Miren sus manos, ¿saben qué son o cómo
se mueven?" o "Mire los árboles y pregúntese cómo es que puede verlos", y muchas otras cosas
similares.
En nosotros está el misterio, el sentido de lo milagroso.
No es necesario ir al Tíbet para hallar lo milagroso.
Se lo puede hallar aquí, en este mismo momento.
¿Cómo oye las palabras que alguien le lee en alta voz?
¿Cómo tiene conciencia de lo que significan; y cómo está sentado aquí escuchándolas?
Pero no nos hacemos generalmente estas extrañas preguntas, y hasta las creemos absurdas, o nos
imaginamos que fueron explicadas por la ciencia mientras que en realidad nada fue explicado por
ella.
A no ser que mire la vida de otro modo no podrá recordarse a sí mismo.
Una forma del Recuerdo de Sí es recordar que uno está en El Trabajo y que es preciso tomar
todo de una manera diferente con arreglo a los significados e instrucciones del Trabajo.
Esta es una forma muy poderosa de Recuerdo de Sí que se puede practicar muy a menudo.
LA VIDA PENETRA POR MEDIO DE SUS SENTIDOS EN HACES Y PAQUETES
(ENERGÍAS Y MATERIAS) A CADA INSTANTE, PERO, ¿CÓMO REACCIONA USTED A
ELLA?
¿Acaso el Trabajo está entre usted y la vida externa o está usted inmerso, dormido, en la vida
externa y sus aconteceres?
Si es así, no se recuerda a sí mismo.
Es entonces lo que El Trabajo llama un hombre mecánico arrastrado por la vida como una
máquina es puesta en movimiento por una correa de transmisión.
Mantenerse erguido en la vida y tener un claro sentido de sí mismo experimentando la vida, y
notando las propias reacciones ante ella, sentir que se está viviendo la vida y no que la vida nos
está viviendo —todo ello pertenece a la idea del Recuerdo de Sí—.
Pero si usted cree que la naturaleza se creó a sí misma, que la materia creó a la materia, entonces
no podrá recordarse a sí mismo.
Por otra parte si muchas veces piensa internamente acerca del Rayo de la Creación que desciende
de lo alto o acerca de la octava lateral del Sol desde la cual fuimos creados, y si ya no piensa más
que tales ideas carecen de importancia sino que son absolutamente necesarias para un
ORDENAMIENTO CORRECTO DE NUESTROS PENSAMIENTOS, entonces quizá tenga un
instante de Recuerdo de Sí y una vislumbre de lo que significa.
Es tan sólo a través del SENTIMIENTO DE ALGO SUPERIOR como uno se puede separar de
algo inferior y, al cabo de un tiempo, cuando se experimentó lo que esto significa, se hará lo
imposible para guardar vivo el sentimiento de algo superior en uno mismo y SE
ABORRECERÁN aquellos periodos en que se está totalmente identificado con las cosas
externas.
Aquí tenemos una etapa definida en El Trabajo.
Entonces conocemos hasta en pequeñísimo grado lo que es estar despierto y por contraste
conocemos lo que es estar dormido, y por mucho tiempo esta etapa permanece en nosotros de
modo tal que CONOCEMOS cuando estamos más despiertos y cuando estamos más dormidos.
Entonces llega a ser una cuestión de PERCEPCIÓN INTERIOR, y esta etapa dura
inevitablemente mucho tiempo.
Esta etapa es por así decirlo, una prolongada prueba que depende enteramente de uno mismo, a
condición de que le recuerden a uno constantemente El Trabajo y sus ideas.
Sin embargo, como dije, esta etapa depende finalmente de uno mismo.
Porque El Trabajo busca hacer un NUEVO ORDENAMIENTO DE NUESTRA MENTE y sólo
puede hacerlo si se le permite entrar en la mente de una persona.
Pero ello no ocurrirá a no ser que se sienta AFECTO por esa cosa, el deseo de ella.
Y esto significa cabalmente que a no ser que uno tenga en sí mismo "Yoes" que desean trabajar,
"Yoes" que siempre sintieron que había otra cosa, "Yoes" capaces de escuchar El Trabajo, no
meramente por medio de los oídos, sino por medio de la mente y la comprensión, a no ser que
existan tales "Yoes" El Trabajo nunca podrá entrar, pero si llega a entrar es entonces una
CUESTIÓN DE ELECCIÓN.
Siempre se puede acompañar a los malos "Yoes" y hasta pasar toda la vida con ellos o se puede
preferir llegar a conocer los malos "Yoes" por un LENTO Y GRADUAL DISCERNIMIENTO
Y NO ENTREGARSE A SU PODER.
Es en este SENTIMIENTO DE ELECCIÓN, de preferir los mejores "Yoes", donde empieza el
Recuerdo de Sí.
Por una curiosa clase de acto mental, o si se prefiere, de ACTO DE VOLUNTAD, es posible
separarse de la inmensa ciénaga de "Yoes" negativos y, por así decirlo, mantenerse erguido.
ESTA ES LA ELEVACIÓN DE SÍ MISMO SOBRE SÍ MISMO, pero, como se dijo, es
imposible a menos que se conozca con certeza que hay en uno mismo mejores y peores estados.

No es una cuestión de creencia teórica el creer que hay algo superior, sino DE LA ACTUAL
PERCEPCIÓN de ello en sí mismo, en ese extraño y complejo ser que es el sujeto de este
Trabajo.
A menudo se observa una horda de pequeños "Yoes" desagradables y mezquinos que nos rodean
y tratan de arrastrarnos a su nivel, a su manera de tomar todas las cosas.
Y el acto de transformación consiste, en percibirlo y no identificarse porque se puede recordar
que hay maneras muy diferentes de tomar las cosas.

EL RECUERDO DE SÍ. II

Es preciso recordarse a sí mismo por lo menos una vez por día.


Recordarse a sí mismo es muy importante y en cada acto de Recuerdo de Sí está uno de los
grandes significados interiores de este Trabajo y de todo el Esoterismo en general.
Si no podemos recordarnos a nosotros mismos una vez por día deberíamos hacerlo tres veces por
día.
Es decir, es preciso realizar UN ESFUERZO MAYOR.
Recordarse a sí mismo es como si un actor en escena, ensimismado en el papel que está
representando, de pronto recuerda que está simplemente desempeñando su papel y que en
realidad es otra persona y no la persona que está representando.
Significa ello que está despertando.
Ya no se considera más el héroe o el rey o el cardenal que está representando.
¿Pero qué hacemos nosotros?
Nos asemejamos al actor que ha olvidado que representa un papel.
Nos encontramos representando las partes pertenecientes a cada fase de la tragedia y la comedia
PERO NOS IDENTIFICAMOS CON TODO.
No vemos que nosotros mismos somos otra cosa, algo diferente, y así no nos recordamos a
nosotros mismos y en El Trabajo nos dicen que estamos dormidos.
Hace poco se hizo esta pregunta:
¿Por qué no hemos de identificarnos?
Es posible contestar a esta pregunta desde mil puntos de vista.
Una de las más importantes razones por la cual nos identificamos es que no estamos haciendo El
Trabajo.
La pregunta es lo mismo que decir:
¿Por qué hemos de hacer este Trabajo?
No hay ninguna razón por la cual hemos de hacer este Trabajo si no lo deseamos.
ESTE TRABAJO ESTÁ HECHO SÓLO PARA LA GENTE QUE BUSCA ALGO.
Si nos identificamos no podemos recordarnos a nosotros mismos.
Como dije, El Trabajo pone el mayor énfasis en el Recuerdo de Sí.
Dice que la cosa más importante que debemos hacer es recordarnos a nosotros mismos y agrega
que esto sólo se comprende cuando uno se da cuenta de que no se recuerda a sí mismo.
Ahora bien, si un hombre está identificado no se recuerda a sí mismo.
Hay grados y calidades de identificación.
Algunas formas de identificación son triviales y carentes de importancia.
Por otra parte, algunas formas ligeras de identificación llevan muy rápidamente a formas más
pronunciadas y de éstas hay que cuidarse mucho, del mismo modo que es menester cuidarse de
todas las pequeñeces que se inician inocentemente en nosotros, y que muy pronto nos conducen a
formas muy desagradables de emoción negativa.
Al cabo de un tiempo habrá que tener tanto cuidado para andar dentro de uno mismo como el que
se tiene para andar en el mundo visible a nuestros sentidos.
Por medio de la observación de sí nuestro mundo interno llega a sernos visible, esto es, llegamos
a ser conscientes del mundo interno y aprendemos a reconocer en qué lugar de él estamos y QUÉ
NOS HACE DESCENDER Y QUÉ NOS HACE ASCENDER en lo tocante a nuestras
experiencias y las ligeras diferencias de grado en nuestro nivel de Ser.
¿Puede darse alguien el lujo de andar demasiado tiempo en su sueño?
Puesto que la identificación es el enemigo del Recuerdo de Sí y puesto que el Recuerdo de Sí es
nuestra suprema tarea, es claro que tenemos que estudiar nuestras formas de identificación.
¿Con qué cosa se ha identificado más hoy?
O permítame que le haga otra pregunta:
¿Se ha recordado a sí mismo hoy?
Desde luego, no tomamos nuestra vida en el sentido de un papel que es preciso desempeñar.
El Trabajo dice que empezamos nuestra vida tal como somos y éste es el mejor punto de partida
para El Trabajo.
No necesitamos desligarnos de nuestra vida y entrar en un monasterio o hacernos ermitaños.
Por ejemplo, podemos llevar la misma vida que antes, pero si empezamos a entender el
significado del Trabajo tomaremos nuestra vida de una manera diferente.
Siempre me cuesta explicarlo a aquellos que aún no han tenido una vislumbre de lo que esto
significa.
Supongamos que usted tuviera que presentarse en un escenario donde hay centenares y miles de
actores ataviados con toda clase de trajes, peleándose y matándose y así sucesivamente, y de
pronto se diera cuenta para horror suyo de que todos están dormidos y completamente
identificados con sus papeles, lo cual significa que se toman a sí mismos como si fueran lo que
deben representar en el gran drama, ¿qué haría usted?
Se apoderaría probablemente del actor más próximo y lo sacudiría violentamente y trataría de
despertarlo.
Tal vez le gritaría al oído:
"No sea idiota, no ofenda a esa persona, usted está dormido, se ha olvidado de quién es
realmente".
Si viéramos que nuestra vida es en cierto modo similar a la parte dada a un actor y que cada uno
tiene el papel que más le conviene, nuestra actitud cambiaría.
¿Qué significa "lo que más le conviene"?
SIGNIFICA LO QUE MÁS LE CONVIENE PARA DESPERTAR.
Si su vida en la Tierra la toma como un fin en sí misma nunca podrá tener la actitud que enseña
El Trabajo.
El Trabajo toma la vida corno un medio para otro fin.
Si toma la vida como un fin en sí misma ¿acaso puede dejar de identificarse con ella?
Es sabido que en diversos mitos y cuentos de hadas y leyendas esotéricas se expone siempre la
idea de un héroe que es enviado al mundo para buscar algo, y se le advierte no olvidar de donde
vino; es esta una cosa que siempre debe recordar.
Les citaré un antiguo himno que contiene su buena parte de enseñanza.
Aquí un hijo de reyes es enviado por sus padres "a Egipto'', al mundo, para buscar una perla.
Pero después de estar en el mundo un tiempo olvidó que era hijo de reyes, olvidó la perla y "cayó
en profundo sueño".
Despertó de la tierra de los sueños y se recordó a sí mismo.
"Recordé que era hijo de reyes", dijo, "y mi alma libre anhelaba su estado natural.
Recordé la perla, para la cual me habían enviado a Egipto... y me apoderé de la perla y regresé a
casa de mi Padre".
En esta alegoría verán que el príncipe recordó su origen divino, recordó que no era lo que había
empezado a considerarse en la vida.
Muchas antiguas enseñanzas hablan de la vida como si fuera una ilusión.
Pero esto no es fácil de comprender.
El Trabajo no dice que la vida sea una ilusión pero se refiere muchas veces a tomar la vida de
una manera equivocada, de una manera ilusoria, y hace hincapié constantemente en la necesidad
de tomar la vida de una manera correcta.
A este respecto habla constantemente sobre la identificación, tanto con nosotros mismos como
con los eventos de la vida.
Esta identificación, cuya dirección es hacia el interior y el exterior, nos mantiene dormidos y nos
hace imposible recordarnos a nosotros mismos y en consecuencia que nos lleguen ciertas
influencias que podrían ayudarnos, como son por ejemplo ciertas emociones, pensamientos y
sentimientos que no derivan de nuestros negocios, de nuestra existencia cotidiana, o de la vida tal
como la vemos.
La ilusión de la vida se funda, dice El Trabajo, en que el Hombre cree que puede hacer, en que el
Hombre cree que es consciente, en que el Hombre cree que es una unidad.
El Trabajo dice que en la vida todo sucede en la única forma posible en que puede suceder.
Cuando usted actúa aparentemente en la vida, cuando hace aparentemente algo en la vida, está
haciendo la única cosa que puede hacer.
No es usted quien lo está haciendo.
Cuando empieza a percibir su mecanicidad, ya ha comenzado a recordarse a sí mismo, ya ha
comenzado a separarse de la máquina de sí mismo y a aproximarse a algo que está detrás de ella
y que lleva al "Yo" Real.
Por eso el Trabajo dice que llegar a comprender la propia mecanicidad es una forma de Recuerdo
de Sí.
En esta clase de Recuerdo de Sí Ud. percibe que lo que está haciendo y diciendo y pensando no
es realmente usted.
Llega a ser un espectador de sí mismo y ve que todo lo que ha llamado usted y su vida es una
ilusión, que todo está sucediendo, y en ese sentido no es real, no es la Realidad.
Cuando veo que un suceso está enredándome y reacciono mecánicamente a él, toda la cuestión se
vuelve irreal para mí porque donde antes creía que Yo estaba haciendo, Yo estaba actuando, Yo
estaba viendo, veo ahora que es “ELLO” lo que está actuando.
Del mismo modo al separarse de las fantasías y pensamientos interiores que surgen de la Falsa
Personalidad, de la vanidad, etc., una persona puede tener un momento de Recuerdo de Sí en que
escapa de su poder hipnótico y ve que tratan de apoderarse de ella y que éste es su verdadero
objeto, hacerla caer otra vez en el sueño.
Es preciso recordar que en la vida todo intenta hacernos caer en el sueño.
En la Leyenda de Endimión se refiere que la Luna mantenía a Endimión dormido porque así
podía seguir dominándolo.
El Trabajo enseña que vivimos en un mundo de gentes dormidas en el que todo sucede, y que
también nosotros estamos dormidos.
La única diferencia es que tratamos de despertar.
No podemos cambiar la vida.
Un hombre debe empezar consigo mismo, una mujer consigo misma.
Podemos cambiarnos.
Pero esto es imposible a menos que veamos que estamos dormidos, que estamos identificados
con los papeles trágicos o cómicos que se nos dio en la vida, y que nos hemos olvidado a
nosotros mismos y que ni siquiera tratamos de recordarnos a nosotros mismos.
¿Está agobiado por las dificultades?
¿Siente que nadie estuvo en circunstancias adversas?
¿O, por el contrario, se siente la persona más dichosa del mundo?
En el Recuerdo de Sí no se empieza con esta situación, este orden de cosas, esta escena
doméstica, este particular evento en el que uno está.
LA VIDA SE CONVIERTE EN NUESTRA MAESTRA sólo cuando comprenderemos que nos
ofrece diferentes circunstancias, diferentes experiencias, diferentes aconteceres en momentos
diferentes con los cuales no nos identificamos.
La vida es una serie de eventos exteriores y estados interiores y está siempre desplazándose y
girando.
Si nos aferramos a cada punto, entonces nuestra identificación es completa.
TOMAMOS TODO PERSONALMENTE, como si fuéramos nosotros mismos, como el actor
que acepta cada papel que ha de representar.
Entonces estamos verdaderamente dormidos y giramos como ruedecillas impulsados por la gran
rueda de la vida.
Cuando todas las huellas de individualidad nos abandonan, la colectividad crece.
Es preciso luchar duramente para no convertirse en ruedecillas impulsadas por la vida, por el
círculo de los acontecimientos.
El secreto estriba en no identificarse, y en el Recuerdo de Sí.
Pero si se toma cada pequeña molestia, cada incidente doméstico, seriamente e identificándose
plenamente, ¿cómo puede trabajar o esperar trabajar?
Ni siquiera se da cuenta de que está desempeñando un papel característico que millones de otras
personas han desempeñado o están desempeñando, y no podrá liberarse de ese papel a no ser que
despierte y vea que no se está recordando a sí mismo.
Ahora bien, cada cual tiene un círculo de pequeños "Yoes" que dan vueltas.
Cada uno desempeña su papel: patético, tonto, bello, serio-cómico, trágico, y varias otras partes
del repertorio.
Lo desdichado es que no somos nosotros quienes desempeñamos esos papeles sino que los
papeles nos desempeñan.
Es realidad, para desempeñar un papel en el sentido de Trabajo un hombre debe ser consciente.
Desempeñar un papel conscientemente es un ejemplo de lo que el Trabajo llama HACER.
Sólo un hombre consciente puede hacer.
Tal como somos, los papeles nos desempeñan.
Por eso conviene observarlos y no identificarse con ellos —verlos actuar sobre uno mismo y sin
embargo no sentir que uno es ellos— decir silenciosamente "YO NO SOY ESTO".
Esto es empezar a recordarse a sí mismo diferenciándose de esos "Yoes".
Pero es preciso practicar el Recuerdo de Sí todos los días, primero de un modo sencillo,
deteniendo todo, no haciendo nada, no conectándose con nada en la vida o en nosotros mismos
tal como la vida nos ha hecho.
Recordemos ahora, un hombre identificado consigo mismo no puede recordarse a sí mismo
porque por encima de él no tiene horizonte.
Está limitado por sí mismo.
Un hombre que hace cargos a todos, un hombre que atribuye todo a su propia persona, está
identificado consigo mismo y en realidad está muerto.
Recordemos los tres primeros niveles de Conciencia:
(1) Dormido en la cama; (2) El así llamado estado de vigilia, en la que las gentes viven y se
matan los unos a los otros; (3) el Recuerdo de Sí.
Es sólo en este único nivel —el nivel de Recuerdo Sí— en que la ayuda puede penetrar y en
realidad nos llega desde los niveles superiores del Universo de Ser, esto es, desde la Humanidad
Consciente.
Por eso es tan importante practicar el Recuerdo de Sí, tratar de hacerlo y gradualmente encontrar
la manera de hacerlo.
Si la intención es sincera y el propósito inteligente y se funda en la comprensión del Trabajo, se
encontrará la manera de hacerlo.

A veces, cuando se observa a una persona uno se pregunta qué sucedería si dicha persona
pudiera ver sus formas de identificarse en un destello: sus modalidades, sus vestidos, sus
entonaciones, sus expresiones, la seriedad con que se contempla a sí mismo y su posición.
Sí, y lo mismo se aplica a nosotros.
Les relataré una historia sobre el olvido de recordarse a sí mismo.
Había una vez una isla en la que desembarcaron varias personas para ensayar una pieza de teatro.
Una persona debía representar el papel de un villano, otra el de un espía, otra el de una mujer
noble, otra el de un hombre valiente, otra el de un avaro, otra el de un héroe, otra el de una mujer
incomprendida, otra el de un marido incomprendido, otra el de una persona que había sufrido
mucho, y así sucesivamente.
El primer día todas representaron la pieza y les gustó mucho y luego se rieron de los papeles que
cada cual representaba.
Pero esa isla tenía una propiedad peculiar.
A medida que los días pasaban, cada vez que representaban esa pieza sentían cada vez más que
eran en realidad los papeles que representaban.
Y entonces todo anduvo mal y se quedaron en la isla y el barco desapareció, dejando sólo un
botecito.

-EL RECUERDO DE SI. III

Esta noche les hablaré otra vez sobre el Recuerdo de Sí y lo que el Trabajo enseña respecto a
cómo podemos cambiar nuestro propio nivel de Ser.
Como saben ustedes este Trabajo nos enseña a llegar a ser más conscientes de nosotros mismos y
esto empieza con cierta forma de observación de sí.
Nos dice que es preciso observarse a sí mismo según ciertas líneas muy definidas y que todos
deberían conocer.
El verdadero Recuerdo de Sí radica en recordar algo que no se Es, si me permiten esta paradoja.
Todo Recuerdo de Sí verdadero empieza con algo que tiene que ver con El Trabajo.
Por ejemplo, se dice que cuando una persona se recuerda a sí misma, es preciso que recuerde al
mismo tiempo su propósito.
El propósito debe estar siempre conectado con algo que se refiera a las ideas del Trabajo y para
hacerse tal propósito debe tener ya una considerable experiencia de la observación de sí desde
los diferentes ángulos del Trabajo.
Cuando una persona se hace un propósito que es un resultado definido de la observación de sí,
digamos, que es siempre negativa en relación con alguna u otra cosa en el pasado o en el
presente o en ambos, entonces logra el verdadero propósito-Trabajo de NO EXPRESAR esa
emoción negativa exteriormente y con el tiempo no identificarse con ella internamente en sus
centros Intelectual y Emocional.
Esto forma en dicha persona lo que es llamado el Mayordomo Delegado —es decir, coloca
algunos "Yoes" que ya comprenden de qué trata el Trabajo a cargo de sí mismo de tal modo que
aunque se olvide constantemente a sí —caiga en el sueño— recuerde que algo no anda bien en su
estado interior.
Con el tiempo el Mayordomo se presentará.
El Mayordomo está en un nivel mucho más elevado que el Mayordomo Delegado y viene de lo
alto y nos ayuda.
Y por encima del Mayordomo está el "Yo" Real.
Y por encima del “Yo” Real, está Dios.
Si pudiéramos ponernos en contacto directamente con el "Yo" Real sin tener que pagar todo lo
necesario para ese desarrollo interior, entonces seríamos capaces de recordarnos a nosotros
mismos en el sentido de Trabajo.
Pero tenemos que partir de donde estamos y, gradualmente, mediante un proceso de separación
interior y de selección, aprender a no dejarse llevar por ciertos "Yoes" y preferir otros "Yoes"
diferentes que están en un nivel ligeramente más alto en nuestro ser ordinario.
Ya han oído decir que la única cosa que podemos sacrificar es nuestro sufrimiento.
¿Qué significa el sacrificio?
Sacrificio quiere decir originariamente santificar.
¿Significa ello que es preciso que nuestro sufrimiento sea santo?
No, su significado es mucho más hondo.
Mientras siga identificándome con mi sufrimiento, mientras siga atribuyéndolo a mí mismo,
seguiré identificándome con él.
Ahora bien, santificar significaba originariamente que se había renunciado a toda conexión
personal.
Pertenecía entonces a Dios.
Si prefieren pueden sustituir la palabra "santo" por la palabra "consciente".
No se llega a ser consciente de una cosa en uno mismo mientras se está identificado con ella.
Tener realmente conciencia de una cosa en uno mismo es no estar más identificado con ella, no
ser más ella.
Si tengo conciencia de las formas mecánicas de mi sufrimiento y de mis cargos internos y de mis
estados negativos, ya no son más yo.
Me desprendo de ellos, los dejo partir, por así decirlo, ya no me siento a mí mismo por medio de
ellos.
De resultas de ello, el sentimiento de mi mismo se transformará.
Este acto permite obrar a la transformación y todo lo que es verdadero en su sufrimiento lo
encontrará en un nivel superior completamente transformado en otra cosa, pero mientras
permanezca atado a su sufrimiento y se sienta realmente a sí mismo a través de su sufrimiento —
de hecho, sienta su propia importancia de este modo— no puede esperar transformación alguna.
Como dije hace mucho tiempo, se asemeja a estar parado sobre una tabla y tratar de levantarla.
Es preciso estar fuera, y entonces no cuesta nada levantarla.

-EL RECUERDO DE SÍ. IV

El Trabajo enseña que el significado inmediato del Recuerdo de Sí es el de PROVEER UN


MEJOR ALIMENTO PARA TODAS LAS CÉLULAS DEL CUERPO.
Por el contrario, el identificarse con todas las cuitas de la vida, el ser negativo, pesado, celoso,
desdichado, y así sucesivamente, que significa la ausencia de Recuerdo de Sí, es un mal alimento
para todas las células del cuerpo.
Un acto de Recuerdo de Sí, en medio del tumulto de la vida, OTORGA NUEVA FUERZA.
El cuerpo entero se siente más ligero, porque entonces las células que componen el cuerpo
reciben un nuevo alimento —una clase de alimento superior a las vitaminas—.
El cuerpo necesita un alimento apropiado según la psicología.
Las relaciones del cuerpo con el estado en que uno mismo se halla, esto es, el propio estado
psicológico, son muy intimas.
Un estado negativo de depresión, un estado de preocupación, un estado de ansiedad, producen un
alimento dañoso para el cuerpo.
El Trabajo enseña que las relaciones entre el cuerpo y la mente son muy finas, sutiles y
definidas.
Los malos estados de la mente, en especial las malas emociones —tales como las mezquinas
auto-emociones, la antipatía, el aburrimiento, -etc.— retardan el correcto trabajo de las células en
el cuerpo.
Por eso El Trabajo enseña que el esfuerzo de trabajar sobre sí mismo, de captar el propio
comportamiento en un momento cualquiera Y TRANSFORMARLO por un acto de Recuerdo de
Sí cambia LA QUÍMICA de las células en el cuerpo.
El Hombre puede estar dormido en la vida aunque parezca muy ocupado.
El Hombre puede estar despierto en la vida aunque esté muy ocupado.
Los resultados son totalmente diferentes.
Si un hombre estudia lo que significa el Recuerdo de Sí por haber comprendido que no se
recuerda a sí mismo sino que es simplemente una máquina que reacciona siempre de la misma
manera a las condiciones exteriores, empieza a discernir de qué trata El Trabajo.
Si se hace la ilusión de que está perfectamente tal como es, El Trabajo permanece cerrado para
él.
Significa que en su interior las partes superiores activas de los centros ordinarios permanecen
cerradas para él.
Por eso vive, completamente en el sótano de él mismo, de su casa interior.
Un hombre, una mujer, deberían aprender al cabo de un tiempo qué significa el trabajar sobre sí
y no seguir siendo una mera función de las condiciones externas —esto es, trastornados,
aburridos, desdichados, cuando para ellos las condiciones externas no son agradables, y
excitados y entusiastas cuando las condiciones externas son favorables.
Esto es vivir en los opuestos.
Entonces se es en verdad una máquina impotente que va de la desdicha a la felicidad y de la
felicidad a la desdicha.

No se hace nada para crear la propia vida, para crearse, en suma, a uno mismo.
La vida entonces nos arrastra como una correa de transmisión hace funcionar centenares de
pequeñas máquinas.
Este no es un estado deseable, porque entonces no hay nadie, se es en realidad nadie, sin el poder
de transformar una situación cualquiera.
Se gasta todo el dinero y luego no se tiene nada, por así decirlo.
No hay fuerzas de reserva.
Nada se crea en uno mismo.
En este caso uno está identificado con cuanto sucede.
En otras palabras, es no recordarse a uno mismo.
Si un hombre, una mujer, en un desdichado y característico evento de los cuales hay muchos
característicos y estereotipados YA HECHOS DE MEDIDA —si se identifican plenamente con
ellos PIERDEN FUERZA—.
Son máquinas, que reaccionan mecánicamente contra esos eventos característicos y
estereotipados, YA PREPARADOS PARA ELLOS COMO LOS SALTOS EN UNA
CARRERA DE OBSTÁCULOS.
Si, en verdad se asemeja a esto.
Llega a un salto típico y cae de bruces.
Ahora repetiremos —"El Trabajo enseña que el Recuerdo de Sí quiere decir al punto mejor
alimento para las células del cuerpo"—
Pero permítanme que les recuerde que el Recuerdo de Sí depende en última instancia de sentir
algo superior en uno mismo.
Cuando un hombre aplica prácticamente la Enseñanza del Trabajo a sí mismo empieza, por así
decir, a VOLAR por encima de la superficie de la tierra.
Las cosas con las cuales tropezaba ya no lo hacen tropezar más.
En otras palabras, está viviendo en una escala más alta —en un nivel ligeramente más elevado—.
Lo que hubiera sido una catástrofe es ahora tan sólo un incidente momentáneo.
Les pido a todos ustedes que piensen y reflexionen sobre el significado de "RECORDARSE A SÍ
MISMO" en medio de las cuitas y ansiedades y, en suma, en medio del tumulto de los
estereotipados incidentes diarios, de los eventos diarios de la vida.

-EL RECUERDO DE SI. V

Se ha dicho que el Recuerdo de Sí produce UN CHOQUE en todo el Ser y en realidad


proporciona un mejor alimento a las células del cuerpo.
Mas por lo general no nos damos ese choque y por esa razón es llamado el Primer Choque
CONSCIENTE, porque es menester hacerlo deliberadamente.
En la naturaleza no se produce.
El choque natural que es dado al cuerpo es el acto de respirar.
El acto de respirar da un choque a la Octava de Alimento que se inicia en 768 y se transforma a
sí misma sucesivamente hasta que llega al Si 12.
Este es un choque mecánico.
Ahora bien, en la primera parte de esta enseñanza se hace hincapié en el Primer Choque
CONSCIENTE por ser la cosa más importante y más práctica que podemos HACER.
Es preciso aprender lo que significa recordarse a sí mismo y practicarlo todos los días por lo
menos más de una vez.
Ya que tiene tanta importancia siempre conviene tenerlo presente y una vez más estudiarlo.
Hay muchas maneras diferentes de recordarse a sí mismo, pero en todos los casos significa no
identificarse con algo y así SEPARARSE sintiendo que se es diferente de “ello”.
No hay manera mecánica de Recuerdo de Sí.
Es, hablando en una escala inferior, lo mismo que decir que no hay manera mecánica de
observación de sí.
Ambos actos requieren INTELIGENCIA, CONCIENCIA Y VISIÓN.
Un monje puede murmurar sus oraciones a todo lo largo del día y no dar en absoluto en el
blanco.
Por cierto le convendría mucho más recibir impresiones en un momento dado.
"¿Cuál es la diferencia entre el deseo y la voluntad?"
"Podemos hacer lo que deseamos pero si hacemos lo que no deseamos esto demuestra
Voluntad".
Todo Recuerdo de Sí ha de contener un elemento de control-Voluntad.
Es un acto de Hacer —el único que podemos realizar.
Ahora bien, sabemos que este Trabajo nos enseña que la única manera correcta de interferir con
nuestra máquina es la de darle el Primer Choque Consciente, o el choque del Recuerdo de Sí.
Por eso el propósito debe estar en conexión con el Recuerdo de Sí.
Tratar de cumplir un propósito sin que lo acompañe un estado de Recuerdo de Sí es intentarlo
desde un lugar equivocado, desde la máquina misma.
Subrayé una vez que el Cochero debe trepar a la caja —esto es, ha de estar en un nivel más
elevado antes que pueda controlar el caballo y el carruaje.
Recuérdese a sí mismo y luego recuerde su propósito.
Ouspensky dijo que había diferentes clases de Recuerdo de Sí.
Dijo: "Es preciso que lo descubran gradualmente.
Tiene que ver con diferentes influencias, de las cuales una se ejerce sobre una persona, otra sobre
otra persona, y así son diferentes para cada persona.
En diferentes horas del día las influencias son diferentes en cada persona".
Significa que debemos aprender a recordarnos a nosotros que esto significa que es SEPARARSE
y dejar de identificarse con algo que se estaba apoderando de uno.
Sólo a este respecto es siempre lo mismo.
Es siempre lo mismo porque es un ELEVARSE DE SÍ MISMO por encima del nivel de los
"Yoes" ordinarios, por encima de la corriente de pensamientos, preocupaciones y estados de
ánimo, pero la dirección que toma es diferente.
El Recuerdo de Sí siempre significa un estado más pleno de conciencia, pero no se logra un más
pleno estado de conciencia mirando siempre las cosas de la misma manera, porque o no se dará
en el blanco o conducirá a la mecanicidad.
Si siempre se mira por la ventana orientada al este, no se verá el sol todo el día.
Si está en un mal estado de ánimo se recuerda a sí mismo de una manera, y cuando está en un
buen estado de ánimo tiene que recordarse a sí mismo de otra, y muchas veces es difícil.
Pero en ambos casos no cree plenamente en su estado sino en algo que podría llegar a ser y en
verdad fue una vez —ALGO QUE HA OLVIDADO—.
En el acto de Recuerdo de Sí establece una distinción entre sí mismo y la persona que ha llegado
a ser en la vida.
Y usted se diferencia a sí mismo de su pensamiento y estado de ánimo presentes.
Le es dado lentamente VER que todo ello no es "Yo".
De otro modo se sigue siendo simplemente los propios pensamientos desatinados y estados
inútiles que se suceden sin orden ni concierto —un calidoscopio— y ESTO ES ESTAR
DORMIDO en estados mecánicos, en faltas típicas.
Entonces estamos a merced de cada serie de "Yoes" negativos, que buscan destruirnos —y
tenemos sobra de ellos.
¿No se dan cuenta que todos son comidos en todo momento por los malos estados, por los malos
"Yoes", por la inútil identificación, y así alimentan a “La Luna”?
En un estado de Recuerdo de Sí esto es imposible.
Las influencias de “La Luna” no penetran en el Tercer Estado de Conciencia.
Cuando lleguemos a comprenderlo es preciso luchar para recordarnos a nosotros mismos.
Debemos simplemente recordarnos a nosotros mismos y detener el considerar interior.
Esfuércense por no creer en sus estados —sólo en el estado de Recuerdo de Sí.
Gurdjieff dijo una vez: "Un hombre debe ser capaz de girar por completo en sí mismo".
Ahora bien, esto significa que no está apegado a nada en sí mismo.
Al identificarnos nos apegamos a las cosas y por eso no podemos liberarnos ni podemos girar en
redondo.
En rigor, las cosas tienen importancia.
Pero la no identificación tiene aún más importancia.
Las cosas tienen al mismo tiempo importancia y no importancia.
Es un sentimiento doble.
Las cosas son serias y no serias.
La gente molestaba al señor Ouspensky para que le explicara exactamente qué era el recuerdo de
sí.
No se contentaban con estudiarlo ellos mismos y con la insinuación de que eran diferentes
formas de Recuerdo de Sí practicadas en diferentes momentos.
Contestó: "Si no quieren identificarse con la idea de astucia, es preciso comprender mejor qué
significa".
Solía decir a veces: "Un hombre puede pasar a un estado de Recuerdo de Sí sin ningún esfuerzo
directo.
Lo único que advierte es que está en un estado desacostumbrado y no identificado con cosa
alguna.
Toda la vida y sus preocupaciones se desvanecen y ve las cosas muy claramente".
Ahora bien, cuando practicamos el Recuerdo de Sí podemos lograr cuanto deseamos.
Podemos lograr cuanto deseamos mientras no nos identifiquemos con ello, porque identificarse
es dejar de recordar.
"¿Qué tengo que hacer?", era la constante queja en los primeros años del Trabajo.
Y la respuesta era siempre la misma: "Todo lo que tiene que hacer es recordarse a sí mismo".
Ahora bien, si piensa que esto es renunciar a sí mismo está muy equivocado.
Era hallarse a sí mismo y perder lo que se creía que era uno mismo —todo ese enredo en el cual
uno está.
Si podemos progresar tanto en El Trabajo como para conocer el Recuerdo de Sí y darnos cuenta
que no nos recordamos a nosotros mismos hemos recorrido un largo camino y alcanzado una
meta.
Porque en ese estado de Recuerdo de Sí, en el Tercer Estado de Conciencia, pueden llegarnos
influencias que de otro modo no podrían hacerlo —en efecto, podemos ser ayudados.
Somos enseñados internamente.
Una vez que conocemos o presenciamos esa ayuda en la forma de experiencia personal
comprendemos El Trabajo porque su conocimiento nos condujo al punto en que ES POSIBLE
PERCIBIR LA VERDAD.
VEMOS LO QUE SIGNIFICA LA VERDAD, sin necesidad de palabras, porque es evidente por
sí misma.
Por eso les recuerdo otra vez: "Traten de recordarse a sí mismos, no tan sólo pensarlo o
discutirlo, sino traten de hacerlo a solas, en la intimidad; y si no pueden hacer algo mejor, traten
de detener sus pensamientos, traten de separarse de su estado interior tal como es ahora y
contémplenlo como carente de importancia y COMO SI NO FUERA UNO MISMO.-
Este acto puede abrir algo, elevar algo hasta el nivel del Tercer Estado de Conciencia.
Entonces ese algo que está en un nivel superior lo reconocerá, lo percibirá, como si usted hubiera
entrado a través de una puerta".

EL RECUERDO DE SI. VI

EL TIEMPO

En conexión con la observación que EL SENTIMIENTO DE ETERNIDAD entra en el Recuerdo


de Sí y no lo hace en la observación de sí, es preciso recordar algunas de las ideas sobre el
Tiempo que son concomitantes a esta enseñanza.
Hay tres dimensiones visibles y accesibles y tres dimensiones invisibles y por lo común
inaccesibles.
Desde este punto de vista EL MUNDO REAL tiene seis dimensiones.
Debido a nuestros limitados sentidos sólo conocemos un mundo de tres dimensiones que se
mueve en el Tiempo y éste es el mundo que consideramos real —esto es, como la realidad, como
todo lo que es o puede ser.
Fundamos nuestros pensamientos en este visible y tridimensional mundo que se mueve en el
Tiempo.
Esto es, nuestra manera de pensar se moldea sobre esta realidad que es evidente a nuestros
limitados sentidos.
Es, sin embargo, menester que CAMBIEMOS NUESTRA MANERA DE PENSAR si nuestra
meta es el desarrollo en el nivel de Ser o el acrecentamiento de conciencia.
Esta enseñanza, como tantas veces se subrayó, se propone hacernos pensar de una manera nueva.
Permítame que le pregunte: ¿ha empezado ya a pensar de una nueva manera por medio de su
contacto con las ideas del Trabajo?
Para que esto sea posible es preciso que las nuevas ideas cambien la mente, por cuyo medio se
establecen NUEVAS CONEXIONES que hasta ahora no fueron usadas.
De este modo realidades nuevas y más amplias de la mente aparecen más allá de las estrechas
realidades suministradas por los sentidos, con un correspondiente acrecentamiento de conciencia.
Para decirlo en pocas palabras, SE PERCIBE MÁS de lo que se percibía antes, y esto en muchas
direcciones insólitas.
NO SÓLO EL ALCANCE Y LA APREHENSIÓN DE LA MENTE SE ACRECIENTAN, SINO
TAMBIÉN LA PERCEPCIÓN DE SÍ.
Por ejemplo, oír decir que está dormido y es mecánico y que no se conoce a sí mismo son nuevas
ideas.
Cuando se lo aplica en la práctica, por medio de LA OBSERVACIÓN DE SÍ, estas nuevas ideas
establecen numerosas NUEVAS CONEXIONES en la mente, de hecho, hasta tal punto que toda
LA CONCEPCIÓN Y SENTIR de uno mismo empieza a cambiar y UN NUEVO SÍ se hace
perceptible, oculto y a alguna distancia tras lo que hasta ahora creíamos que era la sola forma
posible de ser uno mismo.
Ocupémonos de esta cuestión en lo tocante a las dimensiones.
La cuarta dimensión es la del Tiempo.
No vemos el Tiempo ni nos vemos en el Tiempo.
No vemos los Tiempo-Cuerpos de nosotros mismos o de las cosas.
Creemos que el pasado está muerto.
Nuestra vida es una línea viviente en un Tiempo viviente.
Debido a nuestra relación con el Tiempo, sólo vemos un punto en el Tiempo y luego otro y así
sucesivamente, y los denominamos momentos presentes.
NÓTESE QUE NUESTROS CINCO SENTIDOS SÓLO TRABAJAN EN EL MOMENTO
PRESENTE, SÓLO REGISTRAN EL MOMENTO PRESENTE —NI EL PASADO NI EL
FUTURO—.
Discernirlo claramente es un punto de partida, según mi parecer, para ser capaz de comprender
algo sobre las dimensiones que están más allá de los sentidos.
¿Acaso se da cuenta claramente que sólo puede ver o tomar o saborear una manzana en el
momento presente?
No lo puede hacer hace un rato o dentro de un rato —esto es, en el pasado o en el futuro—.
Así se ve limitado a esa cosa dudosa llamada el momento presente, y todo lo demás lo llamamos
pasado o futuro y lo contemplamos como si careciera de existencia real.
Así limitamos toda existencia posible al momento presente e imaginamos que Dios sólo existe en
él.
Esto es llamado en esta enseñanza, empero, un corte transversal del Tiempo.
SIN EMBARGO NUNCA ESTAMOS EN CONTACTO CON ESE HUIDIZO MOMENTO
PRESENTE dentro del cual confinamos toda nuestra existencia.
Es real —empero es dudoso— no a los sentidos sino a la conciencia.
Nuestros sentidos nos ponen en relación con EL MOMENTO PRESENTE pero nuestra
conciencia no lo hace.
No somos conscientes en este presente momento de los sentidos.
Es demasiado pequeño y demasiado rápido para tener propiamente conciencia de él.
Nuestra conciencia, que trabaja por encima de los sentidos, es una cosa confusa y mezclada,
compuesta de pasado, presente y futuro anticipado.
POR MEDIO DE LA MEMORIA Y DE LA IMAGINACIÓN TENDEMOS A VIVIR DETRÁS
O ADELANTE DEL MOMENTO PRESENTE Y NO PODEMOS ESTAR DENTRO DE ÉL.
Por eso nunca estamos realmente en el mundo externo tal como lo registran los sentidos.
Traducen las cosas por así decir como una sucesión de fotografías que se suceden en rápido
movimiento, como un film.
Sin embargo, por más extraño que parezca, CADA MOMENTO PRESENTE ES ETERNO.
El momento presente está a la vez en el Tiempo y en la Eternidad.
Es el lugar de encuentro del Tiempo y de la Eternidad.
La Eternidad penetra en cada momento presente en el Tiempo en movimiento, en ángulo recto
con él.
Es por eso que, a veces, en un estado de Recuerdo de Sí—esto es, en el tercer Estado de
Conciencia— SENTIMOS LA ETERNIDAD.
Es por la misma razón que algunas cosas que están en el Pasado se destacan fuera del Tiempo —
a veces una cosa trivial—.
Esto se debe a que en cualquier momento, en cualquier momento ordinario de tranquilidad que
no tiene nada que lo singularice de los otros, PENETRA LA DIMENSIÓN DE ETERNIDAD y
por casualidad tenemos conciencia de ello.
La relación del Tiempo con la Eternidad es representada primero por el diagrama:
La línea horizontal representa el Tiempo —la cuarta dimensión—.
Las líneas verticales representan la quinta dimensión que entra perpendicularmente en todo
momento en cada parte del tiempo.
O, más sencillamente, el Tiempo y la Eternidad pueden ser representados por la Cruz:

El Hombre está a la vez en el Tiempo y en la Eternidad.


La Eternidad es perpendicular al Tiempo —y esta es la dirección del Recuerdo de Sí— el sentir
que se tiene de uno mismo ahora.
Cada ahora es eterno.
Para recordarse a sí mismo el sentimiento de ahora debe entrar —yo aquí ahora - yo mismo
ahora— yo distinto del pasado o del futuro —la ahoridad de yo mismo - yo ahora—.
Y si el acto tiene éxito conocerá por sí mismo que LA ETERNIDAD ESTÁ SIEMPRE EN EL
AHORA y puede ser experimentada como un sabor diferente del Tiempo.
Es de advertir que ya no hablo más del momento presente registrado por los sentidos, sino de
ahora, de esta experiencia interna que puede dar en realidad el Recuerdo de Sí.
El "Yo" Real está en la Eternidad —no en el Tiempo—.
El Recuerdo de Sí está fuera del Tiempo y la Personalidad.
No es de sorprender que el recuerdo de Sí puede suscitar un sentimiento enteramente diferente,
que el que nos procura nuestra relación con el apresurado, ansioso Tiempo.
La Esencia, por ser eterna, carece del sentimiento de Personalidad que sólo está en el Tiempo.
Pensar desde el Tiempo no produce un verdadero sentimiento de uno mismo, o más bien da un
sentimiento equivocado —nuestro sentimiento habitual de nosotros mismos—.
Este es nuestro habitual sentido de nosotros mismos.
No cuesta nada darse cuenta de CUAN INCOMPLETO ES.
¿Por qué las gentes actúan como lo hacen?
Porque no se sienten a sí mismas correctamente.
Ya sabemos que El Trabajo enseña que fuimos creados como un experimento —como
organismos capaces de desarrollo propio— y por lo tanto comprendemos POR QUÉ NOS
SENTIMOS INCOMPLETOS y por qué un hombre, moldeado únicamente por la vida —esto es,
que sólo tiene su adquirida Personalidad activa— ha de sentirse siempre incompleto, inacabado,
y así internamente impotente.
No es la fuerza de vida la que está en el Tiempo, la que sea capaz de hacer que la Personalidad
sea pasiva — ¿cómo podría serlo, cuando es la fuerza que lo hizo?—.
SÓLO OTRA FUERZA proveniente de otra dirección puede hacer que la Personalidad sea
pasiva y alimentar a La Esencia —la parte eterna en nosotros—.
Entonces se comienza a ver que toda LA ENSEÑANZA ESOTÉRICA debe tener la calidad de
Eternidad, y siendo así desarrollar La Esencia, que es eterna.
A lo largo de todo el Tiempo, a lo largo de todas las edades, LA ENSEÑANZA ESOTÉRICA
sigue siendo la misma.
Siempre dice las mismas cosas.
Siempre enseña las mismas cosas.
Está por encima del Tiempo y cambia.
Es la Eternidad en el Tiempo —y así habla siempre de la vida eterna—.
Retornando a nuestro tema: la cuarta dimensión del Tiempo contiene nuestra vida entera.
La experimentamos un instante tras otro.
Anda de prisa y es siempre detenida por el sentimiento de ahora.
Si nuestra vida se extendiera en esa dimensión, inaccesible a nuestros sentidos, está toda allí —
en esa invisible dimensión—.
POR ESTA RAZÓN TODO LO QUE HACEMOS AHORA AFECTA TANTO EL PASADO
COMO EL FUTURO DE NUESTRA VIDA.
El acto de no identificación hecho ahora influye tanto su pasado como su futuro.
Las relaciones que tuvo con las gentes en el pasado cambiarán, por medio del trabajo sobre sí
realizado ahora.
No sólo cambiará su propio pasado, sino posiblemente el de aquellas gentes.
Como esto es muy difícil de captar regresaré al comienzo de este comentario donde se dijo que
para cambiar nuestro Ser y acrecentar la conciencia necesitábamos NUEVAS IDEAS además de
las que nos procuran nuestros sentidos.
Se dijo sucintamente que mientras nuestro pensar sólo se base en la evidencia de los sentidos, la
mente no puede pensar diferentemente y no se pueden establecer nuevas conexiones.
ME DIRÁN que el pasado está muerto, acabado, terminado —tan sólo porque no es registrado
por nuestros sentidos—.
Si lo hicieran, pensaría de un modo muy diferente, pero como no lo hacen, dirá que la idea que la
vida pasada existe en realidad es un disparate.
Esto es lo que es.
Es un "disparate", porque los sentidos externos no la registran, puesto que sólo pueden registrar
el momento de Tiempo llamado el presente.
Las dimensiones superiores no son realidades para los sentidos externos, sino que lo son para los
sentidos internos.
Por ejemplo, mi vida entera puede ser vista internamente en cierto estado de conciencia.
¿Por qué?
Porque está allí.
¿Dónde?
En el Tiempo.
¿Y mi futuro?
Está también allí, en la dimensión que experimentamos como Tiempo a través del cual nos
movemos.
Entonces, ¿estoy predestinado?
Sí y No, porque hay muchas líneas paralelas de tiempo semejantes a alambres telegráficos y se
puede estar en uno u otro según el propio estado interior.
Si goza de sus emociones negativas seguirá una línea, y la más baja.
Elevándose en movimiento vertical uno se eleva y sigue otra línea paralela por medio de LA NO
IDENTIFICACIÓN y por medio del RECUERDO DE SÍ —en suma, mediante el Trabajo— que
entra perpendicularmente en el Tiempo y así está siempre verticalmente por encima de usted, sea
cual fuere la línea que sigue, y nunca en el futuro, porque el futuro está en el Tiempo horizontal.
Se podría hablar del futuro vertical, empero, para distinguirlo del futuro horizontal.
Si el Ser se desarrolla, la dirección que sigue es vertical.
Se ve la propia vida diferentemente.
El Ser superior está por encima del Ser inferior.
En ese momento puede acompañar los "Yoes" que están por debajo de usted o los que están por
encima.
Puede estropear silenciosamente algo en usted o puede no hacerlo.
Puede decirse algo o puede no decirlo.
Todo permanecerá en el Cuerpo-Tiempo, pero en diferentes niveles, según su calidad.
Toda la vida está allí —en el Cuerpo-Tiempo—
Pero trabajando ahora, las cosas pueden ser cambiadas en el pasado y el Cuerpo-Tiempo puede
ser conectado de una manera diferente —así como se pueden anudar trozos de una cuerda larga y
flexible para acortarlo, y alargar otros—.
Cuando sentimos que todo el pasado está allí y viviendo en la dimensión del Tiempo viviente,
NUESTRO SENTIDO DE NOSOTROS MISMOS SE MODIFICA.
Por cierto, la modificación es muy grande, al comprender primero que el Tiempo que pasa no
revoca nada y segundo que ahora se pueden cambiar las cosas en el pasado —no por medio de
fingidos remordimientos, sino por un activo trabajo sobre nosotros mismos—.
No estamos conectados a un pasado muerto sino a un pasado viviente.
Cada acto de trabajo vibra a través de todo el Cuerpo-Tiempo y modifica las cosas en él.
Puedo actuar ahora sobre mi pasado.
Puedo cambiar mi conducta de hace treinta años.

EL RECUERDO DE SI. VII

EL TIEMPO II

En el comentario anterior se dijo que el sentimiento de Eternidad entra en el Recuerdo de Sí pero


no en la observación de sí.
Nos observamos a nosotros mismos en el Tiempo que pasa.
Observamos a la Personalidad que se ha formado en el Tiempo que pasa mediante la acción de la
vida.
Observamos los diferentes "Yoes" que aparecieron en diferentes períodos del Tiempo,
principalmente a causa a la imitación.
La Esencia no pertenece al Tiempo transitorio.
No es una cosa temporal.
Al recordarse a sí mismo no se recuerda la Personalidad sino algo que es anterior a ella y que
está en la dirección de La Esencia y sólo se puede alcanzar por medio de ella.
Para recordarse a sí mismo en la Personalidad habría que fortalecerla —es decir "Esto es Yo" en
lugar de "Esto no es Yo"—.
Si se dice "Yo" a la cosa equivocada se acrecienta su poder sobre uno mismo.
Entonces no puede separarse uno de ella.
La vida hace que nos identifiquemos con la Personalidad.
Naturalmente, hace que nos identifiquemos con lo que ha creado ella misma en nosotros.
EL TRABAJO SE PROPONE QUE DEJEMOS DE IDENTIFICARNOS CON LO QUE LA
VIDA HA CREADO EN NOSOTROS Y CON LO QUE AHORA NOS ESTÁ HACIENDO.
Recordarse a sí mismo, invocar EL MÁS PURO, MÁS SUTIL SENTIMIENTO DE YO en
conexión con algún aspecto prominente de la Personalidad equivaldría a identificarse aún más
con lo que la vida ha formado en torno de la Esencia.
Equivaldría a quitar la pintura con pintura.
EL MÁS PURO, MÁS SUTIL, MÁS LUMINOSO Y TOTAL SENTIMIENTO DE YO se
oculta tras el múltiple sentimiento de la Personalidad y su bullicio de ambiciones, ansiedades,
violencia y negatividad.
En ese sentimiento de Yo a que me refiero el sentimiento de Eternidad entra a cada instante de
Tiempo, pero en una dirección que nunca podremos hallar mientras estemos totalmente
identificados con la Personalidad.
Mientras la Personalidad está en completa actividad, el camino permanece cerrado.
La Personalidad nos dirige hacia el Tiempo —hacia el Tiempo transitorio— esto es, la Vida.
Diagramáticamente, la dimensión de Eternidad entra en ángulo recto en la dimensión de Tiempo.
A medida que el sentimiento de Tiempo se acrecienta por la observación de sí y empezamos a
tomar fotografías-tiempo de nosotros mismos —esto es, bosquejos de los "Yoes" en prolongados
períodos— disminuye el hipnotismo del momento presente registrado por los sentidos.
El "presente" ya no está más confinado al instante —sino que se extiende gradualmente a toda
nuestra vida, a medida que se expande la conciencia—.
Empezamos, de hecho, a comprender El Tiempo viviente —esto es, empezamos a comprender
que nuestra vida está en la invisible dimensión del Tiempo y ya no estamos más confinados en
las instantáneas de Tiempo registradas por nuestros sentidos—
El pasado está viviendo en su propio presente —y está cambiando—.
¿Cómo puede cambiar?
Porque llega a nuestra conciencia.
LA CONCIENCIA ES LUZ: LA LUZ TRANSFORMA TODO.
Encerrados en la prisión de nuestros sentidos no creemos en otras dimensiones que en las del
espacio que nuestros sentidos nos muestran.
¿Cómo, si tan sólo creemos en lo que vemos, cómo podremos alguna vez desarrollarnos?
¿Cómo podremos "tocar centros que son supra-sensibles?
¿Cómo podremos experimentar un cambio de mente —la primera etapa en el desarrollo que,
según lo enseñado por el esoterismo, es el significado del hombre—?
Si cree que no hay nada tras las escenas de la vida visible y que la Naturaleza se ha creado a sí
misma, ¿cómo puede recordarse a sí mismo?
Si cree que es solamente su cuerpo visible y que deja de existir con él, ¿cómo puede recordarse a
sí mismo?
Cuando El Trabajo dice que LA ESENCIA DESCIENDE DE LAS ESTRELLAS dice algo que
puede modificar su vida.
El origen de la Esencia es perpendicular al Tiempo.
NUESTRO ORIGEN NO ESTÁ EN EL TIEMPO —EN EL PASADO—.
Esta es una idea extraña.
Pero es una idea necesaria.
Cambia la mente y ésta es la primera cosa necesaria.
Empezamos a pensar de una manera nueva —y tanto es lo que hay que pensar de una manera
nueva— y regresamos, a la propia vida, y cambiarnos.
Se puede ver la propia vida de una manera muy diferente —pero no se puede hacerlo si no se
comprende que esta está viviendo y es afectada por todo lo que ahora hacemos y
comprendemos—.
Una nueva comprensión es la Fuerza más poderosa que nos es dable crear en el Trabajo.
Proviene de ideas nuevas.
Esta fuerza de la nueva comprensión no sólo modifica el futuro sino que modifica el pasado.
El Cuerpo-Tiempo entero de una persona está en conexión recíproca, del mismo modo que la
punta de un bastón está conectada con la otra punta.
Basta golpearlo en cualquier punto y vibra a todo su largo.
Pero el Cuerpo-Tiempo no es recto.
Es un círculo, que no se cierra completamente.
Esto nos trae a la eterna recurrencia.
Se nos enseña que si no "trabajamos" sobre nosotros mismos la vida se repite exactamente como
antes.
Nada se modifica.
¿Por qué?
Porque no hemos modificado cosa alguna en nosotros mismos.
¿Qué significa modificar algo en uno mismo?
Quiere decir que la Esencia crece.
Si la Esencia crece no atraerá la misma vida en la recurrencia.
En el Trabajo el término "desarrollo" significa un nuevo crecimiento de la Esencia.
Esto sólo puede tener lugar si alguna manifestación de la Personalidad deja de ser activa a través
del poder del Trabajo.
Un hombre ve, por medio de la luz del Trabajo y de su comprensión del mismo, algunas
manifestaciones negativas de sí mismo, digamos.
Por medio de una observación más profundizada lo ve cada vez más plenamente, extendiéndose
a lo largo de su vida.
Deseando trabajar sobre sí mismo —esto es, valorando El Trabajo práctica y no
sentimentalmente— empieza a separarse de ello, por así decirlo, a sangre fría —
deliberadamente—.
Cuando siente que está cerca de los "Yoes" que lo llevan a dicho estado, a ese mal lugar
psicológico en sí mismo, YA NO SE IDENTIFICA con aquellos "Yoes" negativos en el lugar en
que siempre existen.
Si siente que se está acercando demasiado a ellos se recuerda a sí mismo y cuando siente El
Trabajo —esto es, cuando está en presencia de los "Yoes" del Trabajo— recuerda las
observaciones que realizó antes sobre su estado negativo y los instantes de introspección que
tuvo y lo que comprendió del significado del Trabajo y por qué él mismo está trabajando.
De este modo fortalece su propósito.
Se ha dado el Primer Choque Consciente y así creó nuevos hidrógenos, una nueva fuerza.
Con esa nueva fuerza que ha creado su poder de no identificarse se acrecienta.
Ahora bien, esta clase de trabajo, que va en contra de una u otra manifestación de la
Personalidad, produce las condiciones correctas para el crecimiento de la Esencia.
Tiene lugar necesariamente una lucha en cada etapa de este crecimiento.
Si la Personalidad logra la victoria no hay crecimiento alguno.
La Personalidad y la voluntad de sí absorben esta fuerza y permanecen activas y la Esencia nada
logra y así se queda pasiva.
Por eso debemos ser tentados.
ROGAMOS PARA NO CAER EN LA TENTACIÓN Y SER LIBERADOS DEL MAL, DE LA
PERSONALIDAD.
Aquí es preciso pensar individualmente.
LA LUCHA SE ENTABLA ENTRE LO QUE ES IRREAL Y LO QUE ES REAL.
Pero en esta lucha tan sólo la luz del Trabajo —esto es, la fuerza y la iluminación que nos llegan
de La Humanidad Consciente en la forma de enseñanza esotérica, tal como El Trabajo que
estudiamos— es la que puede separarnos de la Personalidad.
Esa fuerza contrarresta la fuerza de vida.
Inicia la guerra en el hombre.
Porque de otro modo La Esencia no puede llegar a ser activa.
La vida hace y mantiene a la Personalidad activa.
El Trabajo hace que la Personalidad sea pasiva mediante los métodos del Cuarto Camino de
modo que La Esencia pueda crecer y llegar a ser eventualmente más fuerte que la Personalidad,
así un hombre ya no es trabajado más desde el exterior —desde la vida—.

Esto significa que un nuevo hombre, una nueva mujer emergen.


Esto es lo que significa el desarrollo —no un aumento de lo que una persona ES, sino UNA
NUEVA PERSONA QUE EMERGE, haciendo que lo que es ahora sea pasivo, según las líneas
enseñadas tan claramente por El Trabajo—.
Si la Esencia crece después de haberse formado la Personalidad, ya no atraerá la misma vida en
la recurrencia.

EL RECUERDO DE SI. VIII

EL TRABAJO SOBRE UNO MISMO.

Cuando estamos identificados no nos recordamos a nosotros mismos.


En el método y práctica del Cuarto Camino el logro del Tercer Estado o nivel de Conciencia
constituye su tema central.
El Recuerdo de Sí, la Conciencia de Sí y la Percepción de Sí son algunas de las características
del Tercer Estado de Conciencia.
Agrego a modo de comentario también EL RECONOCIMIENTO DE SÍ o reconocerse a sí
mismo.
Cuando nos identificamos caemos al segundo nivel de Conciencia.
¿Qué resulta de ello?
Resultan un número de cosas relacionadas entre sí.
Caemos dormidos.
Pasamos bajo la Ley del Accidente.
Servimos a la Naturaleza y a las influencias creadas por la vida —a saber, las influencias A—.
Estamos bajo el poder de una cosa cualquiera con la cual nos identificamos y debido a la cual
perdemos fuerza.
El trabajo interior del organismo es modificado.
Olvidamos nuestro propósito.
La conciencia se contrae.
Nuestras asociaciones reciben energía y las cosas anteriores retornan.
Todo esto y mucho más resulta del identificarse.
Visualizado en gran escala a la luz del Rayo de la Creación y de la Octava Lateral del Sol,
cuando nos identificamos nos cerramos a las influencias provenientes de un nivel superior y nos
abrimos a aquellas que vienen de un nivel inferior al nivel en que estamos.
Esto es, alimentamos a “La Luna”, a la mecanicidad.
Cuanto más nos identificamos, más alimentamos a “La Luna”.
Una persona que goza de las emociones negativas es un buen ejemplo de ello.
Identificarse es suciedad.
Si la visión del mundo nos lo presenta lleno de sufrimiento inútil —esto es, inútil para un
desarrollo cualquiera— empero, ¿es para usted una experiencia interna?
Sin embargo el sufrimiento inútil es útil para alguna otra cosa en la naturaleza, porque todo es
útil para algo o para alguna otra cosa.
En niveles diferentes todo es usado.
Si un hombre no se esfuerza en despertar, la energía de que dispone para despertar será usada en
algún otro lugar.
Será dada a otros.
Cristo dijo: "Porque el que tiene, le será dado, y tendrá más, y al que no tiene, aun lo que tiene le
será quitado" (Mateo, XXV, 29).
Nada se desperdicia en la naturaleza, aunque nos parezca que lo fuera.
Todo es "alimento" para alguna otra cosa.
El sufrimiento inútil de la humanidad y todas sus identificaciones constituyen alimento.
Este alimento es recogido de la película sensible que rodea la Tierra y es transmitido a “La
Luna”.
Por eso entendemos que un hombre en un ESTADO DE RECUERDO DE SÍ y un hombre en
estado de sueño son dos personas diferentes aunque puedan estar sentadas una junto a la otra.
No están sentadas una junto a la otra en la escala vertical del Ser.
Psicológicamente están separadas por una distancia inmensa —no una distancia en el espacio
sino una distancia en el Ser—.
Cuando las gentes se identifican con todo tanto consigo mismas como con la vida, no
comprenden El Trabajo.
Tomemos el identificarse con uno mismo.
Uno mismo es una multiplicidad de diferentes "Yoes".
Cuando una persona se identifica con cada "Yo" que se presenta en el círculo giratorio de los
"Yoes", no está trabajando sobre sí.
Aquella cosa a la que nos referimos como "yo mismo" es exactamente lo que tenemos que
observar.
Es una serie de "Yoes" que se hacen cargo en forma sucesiva de nuestra persona, y a los cuales
siempre decimos "Yo".
Diciendo "Yo", pensando que es siempre uno mismo y así tomándose a sí mismo como uno
mismo, nos identificamos continuamente, estamos siempre dormidos.
¿Cómo y de qué modo penetra el delgado filo del Trabajo para que todo ese orden mecánico de
cosas comience a modificarse?
DÁNDOSE CUENTA por medio de una observación directa que uno no es una persona SINO
MUCHAS personas diferentes.
No se es "uno mismo" sino "muchos síes".
Algunos dirán que esto fue dicho antes muchas veces.
Sí, y se dirá nuevamente muchas veces.
¿Por qué?
Porque a no ser que nos lo recuerden constantemente olvidamos por completo en qué lugar se
inicia el trabajo práctico sobre nosotros mismos.
SE INICIA EN EL MOMENTO EN QUE NOS SEPARAMOS DE CIERTAS CLASES DE
"YOES".
¿ESCUCHA LO QUE ESTAMOS DICIENDO?

EL TRABAJO SOBRE SÍ SE INICIA EN CUANTO NOS SEPARAMOS DE CIERTAS


CLASES DE "YOES".
Pero ¿cómo puede empezar a separarse del poder de un "Yo" cualquiera a no ser que lo observe
en la acción?
En El Trabajo el objeto de observarse a sí mismos es el de llegar a percibir ciertas clases de
"Yoes" que alimentan a “La Luna” y entonces no dejarse llevar por ellos —esto es, identificarse
cada vez menos con ellos— no tomarlos como si fueran "Yo" —esto es, separarse de ellos—.
AQUÍ ESTÁ EL PUNTO DE PARTIDA DEL TRABAJO.
A menos que lo entienda, El Trabajo y su significado seguirán siendo oscuros.
No capta de qué trata.
Sigue siendo negativo, desesperado, desdichado, miserable.
No puede ver conexión alguna entre lo que El Trabajo enseña y sus propios estados.
Cree en cada estado de sí mismo.
Cree en cada "Yo" que se hace cargo momentáneamente de usted —esto es, se identifica con
cada cosa en sí mismo—.
No aprehende dónde está el secreto del Trabajo —a saber, EN NO HACER CASO Y EN NO
IDENTIFICARSE CON SU PROPIA NEGATIVIDAD, SU DESESPERACIÓN, SU
DESDICHA, SU MISERIA—.
Es preciso que no se identifique con ellas, QUE NO LES CEDA, es preciso que no diga "Yo soy
negativo", PORQUE HAY "YOES" QUE GUSTAN DESTRUIRLO, QUE GUSTAN
ENVENENARLO.
Como se dijo, cuando se identifica, está usted dormido.
Los "Yoes" negativos desean mantenerlo dormido, porque cuando está despierto carecen de
poder sobre usted.
La gente suele decir: "Tal vez sea cierto, pero tengo mis buenas razones para ser negativo".
De este modo los "Yoes" negativos prosiguen en plena posesión de su persona.
PROPORCIONAN LAS RAZONES.
El Trabajo dice que todos los estados negativos, no importa cuál sea la causa de ellos, SON
MALOS, y una persona debe apartarse de ellos.
Hay que ignorar la causa.
Tenemos, dice El Trabajo, el derecho a no ser negativos y debemos luchar con toda nuestra
fuerza de mente y mediante la verdad del Trabajo por este DERECHO QUE ES NUESTRO y
que hemos perdido imitando a los otros.
¿Es menester que tome siempre las cosas de la misma manera mecánica?
Si no ve de qué otra manera puede tomarlas, entonces otra vez no entiende en qué reside el
trabajo sobre sí.
Contémplelo de esta manera — ¿es preciso siempre comportarse mecánicamente?—.
¿No es posible comportarse más conscientemente hacia la vida, hacia nosotros mismos y hacia
los otros?
¿Qué significa esto?
Significa que ya sabemos mediante la observación de sí cómo encarar un evento, una situación,
una persona, mecánicamente, y que no nos identificamos con esa manera típica de encararlos
sino que:
1) Nos separamos de ellos y 2) Si cabe la posibilidad intentamos encontrar conscientemente una
nueva manera de encararlos.
ESTO ES TRABAJO SOBRE SÍ Y ESTO CONDUCE AL CAMBIO DE SER —AL NUEVO
SER—
Hay gran cantidad de nuevo Ser, por eso es innecesario seguir andando en el viejo Ser.
Pero estamos celosos del viejo Ser y no deseamos tener un nuevo Ser —o más bien, deseamos
tener un nuevo Ser y retener al viejo Ser—.
Pero no podemos ir a París y permanecer en Londres.
Ahora bien, para volver a ese franco secreto que El Trabajo nos está siempre enseñando y que
tanto nos cuesta entender. Si dice "Yo soy negativo" no le será posible separarse.
Si ve al "Yo" que está produciendo un gas tóxico de emoción negativa entonces dirá "ESTE NO
ES YO".
Además, no tendría que decir ‘‘ ¿Es preciso que Yo encare el evento de este modo?" Todo
estriba en observar que un "Yo" en usted lo encara de esta manera y que usted está identificado
con ese "Yo" Y NO NECESITA HACERLO.
Por eso debe apartarse de ese "Yo" —SEPARARSE DE ÉL— y manteniéndose tras él
VIGILARLO Y OBSERVAR como el evento de esa manera.
Así gradualmente se coloca TRAS LA MÁQUINA-PERSONALIDAD y descubre que es una
jaula de "Yoes" y ya no es más usted.
Empieza a desecharlos como una cantidad de abrigos.
Entonces se va en dirección hacia el "Yo" Real, hacia Dios.

EL RECUERDO DE SÍ. IX

LA SEPARACIÓN

La energía de las impresiones es empleada por la maquinaria psíquica.


Les haré una pregunta:
"¿Qué diferencia hay entre el hombre mecánico y el hombre consciente que reciben
impresiones?"
La respuesta es que en el hombre mecánico, ya sea el No 1 , el 2 ó el 3, la energía de las
impresiones no es transformada.
ES USADA por los rollos que giran o los centros, en la estimulación de diferentes "Yoes", en los
estados negativos y en todas las reacciones, actitudes, imágenes y pensamientos y sentimientos
mecánicos que los hombres y mujeres insisten en tomar como su verdadero sí.
En una persona más consciente, en aquella que es capaz de separarse, la energía proveniente de
las impresiones entrantes no es completamente utilizada por la psique mecánica, sino que
PUEDE PROSEGUIR y transformarse en una energía más elevada.
¿Cómo es esto posible?
Por medio del Recuerdo de Sí.
Este es llamado el Primer Choque Consciente.
Las gentes mecánicas —esto es, los hombres y mujeres en general— no se dan a sí mismos el
Primer Choque Consciente.
No se recuerdan a sí mismos.
Debido a este hecho PAGAN diversas penas —esto es, están bajo LA LEY DEL ACCIDENTE y
ellos, dormidos, moran entre gentes, dormidas que no pueden comprender las unas a las otras; ni
tampoco pueden atraer la ayuda que les es necesaria.
La ayuda no puede llegar al Segundo Estado de Conciencia: sólo puede llegar al TERCER
ESTADO —al cual pasamos cuando nos recordamos a nosotros mismos—.
No nos damos cuenta que las gentes en la tierra pagan penalidades 'por no recordarse a sí
mismas, salvo por medio del estudio de sí cuando están dormidas.
Todas las absurdidades y crueldades de la vida, todo el despilfarro e imbecilidades, toda la
vanagloria e insinceridad, todas las mentiras, toda la simulación y falsedades y malentendidos
son debidos a una causa definida, tal como lo enseña El Trabajo —a saber, las gentes no se
recuerdan a sí mismas—.
En consecuencia, son llevadas, como por una correa de transmisión, por las circunstancias
exteriores que cambian constantemente, la guerra y la paz, y así sucesivamente.
La vida está hecha de circunstancias que cambian constantemente.
¿Qué es aquello en nosotros que es así llevado?
Es nuestro lado externo, adquirido, llamado PERSONALIDAD.
En nosotros hay un hombre exterior y un hombre interior, una mujer exterior y una mujer
interior.
Si en cada uno de nosotros lo interior estuviese desarrollado —la parte real, esencial— toda la
vida sería diferente y ya no estaríamos a la merced de las cambiantes circunstancias exteriores,
por tener ahora algo que es internamente ESTABLE.
Más para que esto tenga lugar, es necesaria la práctica del Recuerdo de Sí.
Cuando un hombre y una mujer se recuerdan a sí mismos, ya no son más Smith o la señora
Smith, Robinson o la señora Robinson, Brown o la señora Brown.
En el Recuerdo de Sí no se recuerda la Personalidad adquirida por la religión, la educación y el
ejemplo, sino ALGO que está tras toda esa parte adquirida, que rodea la Esencia y es tan
diferente en las distintas personas y naciones que le es imposible ponerse de acuerdo.
Porque un hombre recuerda meramente que es mahometano o sikh o hindú, otro que es cristiano,
otro que es árabe, aquel que es judío —o asimismo que es aristócrata, o médico, o labrador, o
que es rico o pobre, bien parecido o feo— todo esto no es recordarse a sí mismo.
Cada hombre, cada mujer, tienen tras ellos, dentro de lo más profundo de la Esencia, al YO
REAL, que no es ni mahometano, ni cristiano, ni judío, ni árabe, ni aristócrata, ni pobre, ni bien
parecido, ni feo.
Por eso El Trabajo enseña que cuando un hombre o una mujer llega a percibir su propia nadidad,
entonces esta nadidad atrae al Yo Real.
Porque si está INFLADO con la importancia de sí y de sus virtudes y su valer, ¿cómo le será
posible ponerse en contacto con algo Real?

Así el Recuerdo de Sí, que es infinito en sus diferentes formas, nunca puede fundarse en el
mérito de sí, sino en un sentimiento gradual —profundamente emocional— y con ello se quiere
decir LA PERCEPCIÓN INTERIOR DE LA VERDAD acerca de sí, de la irrealidad que hasta
ahora se ha tomado como la propia persona.

Por eso El Trabajo habla del "Yo" Imaginario o Falsa Personalidad, y enseña de diversas
maneras que ese "Yo" Imaginario, con el cual las gentes andan por la vida y las hace padecer
constantemente, debe llegar a ser PASIVO.
Les recordaré otra vez lo que nos dijeron en Francia:
"La Personalidad apenas tiene derecho a existir aquí".
Reflexionen sobre lo que esto significa.
Ahora bien, en cuanto a la separación por medio de la no identificación, se dice que en el
separarse, digamos, de una emoción negativa —esto es, en la lucha por no identificarse con ella
—es preciso, al mismo tiempo, recordarse a sí mismo, recordar el propio propósito, recordar todo
lo que El Trabajo significa para uno.
Entonces LA FUERZA EXTRAÍDA de alguna reacción típica mediante la separación PASA al
Recuerdo de Sí y así no anega otra reacción mecánica.
Este es el comienzo de la transformación de la energía de las impresiones.
Esto es. Do 48 pasa a Re 24, y eventualmente a Mí 12.

EL RECUERDO DE SÍ. X

IDEA-TRABAJO
El hombre ha nacido para recordarse a sí mismo pero, como fue criado entre gente dormida, se
ha olvidado de hacerlo.

COMENTARIO

Hemos hablado la última vez del Recuerdo de Sí y del sí que ha de recordar.


A veces una parte valiosa de nosotros se extravía.
Cabe decir que se ha quedado dormida.
Por otra parte, muy bien se podría decir que se le ha descuidado perdiéndose contacto con ella.
Esto suele suceder cuando hace algún tiempo que no se trabaja ni se reflexiona sobre las ideas
del Trabajo, y se las ha olvidado. Es en esos momentos en que suele extraviarse una parte valiosa
de uno mismo.
Más tarde uno se despierta, pero no repara que un sí, un "Yo", o un pequeño grupo de "Yoes" no
está más.
Cada trocito de verdad que se ha logrado en El Trabajo prestándole atención y experimentándolo
mediante su aplicación práctica a uno mismo ha de mantenerse unida, de otro modo las cosas
suelen perderse.
El tiempo es una dimensión —de distancia psicológica.
Es preciso mantenerse firmemente en el trabajo personal.
La verdad es, en el simbolismo esotérico, de plata.
Todas las verdades que se han experimentado en El Trabajo han de mantenerse unidas en los
Centros Intelectual y Emocional, y en las muy distintas memorias que se conectan con estos dos
centros.
Recordemos la parábola de la mujer que perdió su moneda de plata:
"¿Oh qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende la lámpara, y barre la
casa, y busca con diligencia hasta encontrarla?"
(Lucas XV, 8).
Su casa es ella misma, su propio ser, y la plata una verdad, algo que ha comprendido y luego
perdido.
En muchos antiguos escritos sobre psicología esotérica, nos dicen que no debemos permitir que
las cosas se enfríen demasiado.
La transformación del ser es un proceso que no puede interrumpirse por demasiado tiempo como
tampoco lo puede hacer un huevo que se está incubando.
Pues bien, volvamos a referirnos al acto de Recuerdo de Sí.
Es la cosa más importante en El Trabajo y la que menos se intenta.
Si pudiéramos recibir la vida en El Trabajo empezaríamos a despertar del estado de sueño en que
nosotros y toda la humanidad estamos sumidos, dándole el nombre de conciencia, o tomándolo
equivocadamente por conciencia.
Si el Hombre llegara a ser realmente consciente, todo cambiaria.
Este Trabajo se refiere a llegar a ser más consciente.
Sí — ¿pero qué significa esto?
Significa que hay que alcanzar el nivel de otra clase de conciencia, llamada Recuerdo de Sí;
Percepción de Sí y Conciencia de Sí.
Nunca se reflexionará bastante sobre este particular, nunca se lo recordará bastante.
Para alcanzar ese nivel hemos de tener algo que nos eleve, UN ASCENSOR.
El trabajo y su manera de pensar es el ascensor.
Por medio de nuestros pensamientos, que son los de la gente dormida que imagina estar
plenamente consciente, no podemos alcanzar los pensamientos que pertenecen a la gente que se
baña en la Luz del Recuerdo de Sí y contempla el significado de la existencia desde ese nivel
Pero este Trabajo, que proviene de hombres conscientes, pertenece al pensamiento situado a ese
elevado nivel y es esto lo que tratamos de imitar.

Debilita el poder que la vida externa ejerce sobre nosotros, porque DEBILITA EL PENSAR
MECÁNICO inducido por la vida sensual y su aparente realidad.
LA MENTE DEBE SER REMODELADA.
Ahora bien, si la vida entrante, que penetra en nosotros en la forma de impresiones por la vía de
los sentidos, pudiera caer en El Trabajo, su energía quedaría transformada.
Esta idea es presentada por el diagrama del Primer Choque Consciente.
Ahora bien, por lo común, no recibimos la vida en El Trabajo, sino directamente.
Primero, esto ocurre así porque no hemos construido el sistema de pensar llamado El Trabajo en
nosotros mismos, y así recibimos la vida en nuestra psicología adquirida, mecánica, a la que
tomamos equivocadamente por nosotros.
Segundo, porque por mucho tiempo no vemos diferencia alguna entre la vida y El Trabajo, aun
después de años de práctica de no identificación.
Leemos los diarios y nos sentimos conmovidos.
El Trabajo dice que el Hombre, en su nivel actual de conciencia, NO PUEDE HACER.
Nos sorprende y nos deprime el que el Hombre no pueda hacer —no pueda detener las querellas
y las guerras, etc.
Si recibiéramos la vida en El Trabajo, no nos sentiríamos sorprendidos ni deprimidos, y así la
vida no nos haría negativos.
Pero puesto que no nos recordamos a nosotros mismos y así transformamos los efectos de vida,
llegamos a ser negativos.
De hecho, somos impulsados por la vida, por lo que sucede, y no tenemos nada de interno con lo
cual resistir.
Así somos máquinas, tal como lo enseña El Trabajo, impulsados por la vida y sus aconteceres.
En otras palabras, no existimos —sin embargo fuimos creados para existir— PARA SER —para
tener un ser además de la maquinaria—.
Esta es nuestra tarea —CREARNOS A NOSOTROS MISMOS—.
Ahora bien, la gente —la humanidad— que vive en el segundo estado de conciencia, el
denominado estado de conciencia despierta, nunca podrán entenderse los unos a los otros.
Esto, en esoterismo, se llama el Círculo de Babel o la Confusión de las Lenguas.
No quiere decir meramente las lenguas literales —los idiomas—.
Solo la gente que logra el Tercer Estado de Conciencia puede empezar a entenderse
recíprocamente.
Un Hombre Número 1 no puede entender a otro Hombre Numero 1, ni tampoco un Hombre
Número 2 o Número 3 puede entender a la gente de su respectivo tipo.
Por eso el Trabajo dice:
"El Hombre no puede hacer" —esto es, mientras no despierte—.
Imaginen lo que sucedería si todos comprendiéramos que no somos propiamente conscientes y
nos asemejamos a gente dormida que quiere alcanzar un fin común —cada cual identificado con
— sueños—.
Ahora bien.
El Círculo Consciente de la Humanidad empieza con aquellos que han alcanzado el Tercer
Estado de Conciencia —mediante un arduo trabajo sobre sí.
Aquí, obtienen la ayuda de los Centros Superiores —encuentran otra manera de comprender sus
problemas vitales aparentemente insolubles—
Esta es una idea interesante.
Si se pudiera hallarle solución a la vida, entonces este Trabajo no tendría razón de ser.
Este Trabajo se propone hacer que la vida sea posible en el sentido que, tal como dice, no se
puede entender la vida salvo en función de alguna otra cosa.
Esta otra cosa es El Trabajo.
Por lo tanto, si el Trabajo cayera internamente en El Trabajo, despertaríamos.

EL RECUERDO DE SÍ. XI

Cuando un hombre se recuerda a sí mismo trata de no identificarse con su Personalidad.


Busca otro sentimiento y sentido de sí mismo.
Busca no conocerse a sí mismo, por así decir —SINO VACIARSE DE SÍ MISMO.
Se hace pasivo.
DESEA RECIBIR ALGO QUE HASTA AHORA NO LE FUE OTORGADO.
Trata de elevarse por encima de sí mismo —por encima del barullo de sí mismo— por encima
del griterío interior de las emociones negativas, los agravios, los temores, los sentimientos
recelosos, los pensamientos ansiosos, las preocupaciones, el dinero, las agitaciones profesionales
y de negocio, por encima de las extrañas vanidades y engreimientos y la falsa valoración de sí y,
cabe añadir, la falsa valoración de los otros.
INTENTA DISTINGUIR ALGO EN SÍ MISMO que no es ninguna de estas cosas ni mil otras
cosas similares creadas por la vida en él.
Son similares porque TODAS TIENEN EL MISMO SABOR si se las observa por muchos años.
Sí, las cosas creadas por la vida tienen el mismo sabor, como en un restaurante o a bordo de un
buque el alimento tiene el mismo sabor para los sentidos.
Pertenecen a la maquinaria hipnótica de la vida, la que nos mantiene con tanta facilidad
profundamente dormidos en las ficciones que nos forjamos nosotros mismos —esto es, en el
estado de no Recuerdo de Sí— que NOS DAN GANAS DE REÍRNOS DE NOSOTROS
MISMOS al vernos en tal estado.
Sí, a despecho de saber que estamos dormidos y hasta de sentirlo un poco, nos dejamos atrapar e
hipnotizar al momento en todo.
Cuando nacemos, estamos en la Esencia.
A medida que pasamos bajo las influencias de vida, nuestro centro de gravedad pasa a la
Personalidad.
Ahora, a la sazón, les pregunto ¿que desea la Personalidad, en especial la Falsa Personalidad en
uno mismo?
Desea ser suprema, ser primera en todo, ser alabada.
Un buen ejemplo lo hallamos en las tentaciones atribuidas a Cristo.
Fue tentado con el poder.
Cabe reparar, no con el sexo, sino con el poder.
¿Con qué pueden o podrán tentarlo a usted?
Alguien viene a verlo y le dice que puede ser Rey del Mundo.
¿No es acaso mucho más tentador que tener todo el dinero o el sexo que se desea?
Esta parte tiene que morir.
La figura simbólica de Cristo muere (como tal).
Reparen en la manera en qué fue tentado y tuvo que morir ante todo.
En la leyenda, que es psicológica, fue llevado por el diablo a un lugar elevado y allí le mostraron
todos los Reinos de la Tierra y le dijeron que si adoraba al diablo tendría poder sobre todos ellos.
Una curiosa tentación, se podría decir.
Si lo dice, entonces nunca ha observado a la Falsa Personalidad y lo que siempre desea.
Repare en sí mismo —tal vez piensa que no desea el poder.
Pero se vuelve, digamos envidioso.
¿Por qué?
Hágase la pregunta sinceramente.
LA RESPUESTA ES PORQUE NO GOZA USTED DE PLENO PODER.
De este modo, en el Recuerdo de Sí, es preciso atravesar muchas etapas de auto-revelación
inducidas por la observación de sí y la lenta comprensión que se desea lo que no se puede tener,
si se quiere alcanzar un nivel más elevado de ser y conciencia.
Esta es la razón por la cual El Trabajo se inicia con la observación de sí.
Así trate de comprender, en el relato esotérico que se refiere a Cristo, porqué fue tentado con el
poder.
Recuerde, tenía que experimentar todo lo que usted en este Trabajo tiene que experimentar.
Tómelo como una leyenda o como una enseñanza esotérica maravillosamente representada, en
términos literales, físicos, de lo que usted y yo tenemos que hacer PARA ALCANZAR UN
NUEVO Y POSIBLE NIVEL DE NOSOTROS MISMOS, pues la diferencia es nimia.
Piense cuánto cuesta vencer a la Falsa Personalidad, que hace que las relaciones agradables sean
imposibles.
Alguien tenía que representar las etapas del desarrollo interior psicológico.
El Trabajo dice simplemente: "La Personalidad debe llegar a ser pasiva para que la Esencia
pueda crecer".
Y no es el privilegio de este Trabajo atribuirse esta idea.
Es una enseñanza que siempre existió en el pasado.
Así cuando ustedes traten de recordarse a sí mismos, les ayudará no identificarse con el poder —
separarse de él.
Pero entre aquellos que no se han observado a sí mismos, ¿cuántos son los que ignoran dónde
está su sed de poder, que conduce a tantas manifestaciones desagradables?
Me gustaría asimismo preguntarles, según su experiencia en la auto-observación, ¿qué creen que
significa el "Diablo" en esta alegoría?
¿Han descubierto en ustedes mismos esa cosa llamada "Diablo"?
¿No tiene algo que ver con su vanidad, que para empezar anhela el poder en la mujer, en el
marido, y en el trabajo, las relaciones y finalmente en todo el mundo, ya sea el mundo financiero,
el mundo político, o el mundo social, o agregaré, el mundo religioso?
Así la figura simbólica en el esoterismo de usted mismo —llamado Cristo— primero tiene que
morir ¿para qué?
Esto es exactamente lo que debemos comprender.

EL RECUERDO DE Sí. XII

El Trabajo dice que hemos de crearnos a nosotros mismos.


Una idea similar existe en otras enseñanzas, pero la diferencia radica en el hecho que el crearse
uno mismo en el sentido del Trabajo significa EL CRECIMIENTO DE ALGO que ya nos está
esperando.
En otras palabras, si no hubiera algo más grande que nosotros, nada de potencial, nada de no
realizado pero CON LA POSIBILIDAD DE REALIZACIÓN, le sería inútil al Hombre tratar de
crearse a sí mismo.
Contemplemos un instante el cuerpo que le fue dado:
¿Acaso podría un hombre crear su cuerpo?
Ahora bien, la última vez que hemos hablado acerca de las cosas que debemos observar, puesto
que El Trabajo señala que lo que hemos de observar es que no nos recordamos a nosotros
mismos.
Debido a esta razón TODO ANDA MAL en el mundo.
Sin embargo nos enseñan que el hombre fue creado para recordarse a sí mismo, y que, al ser
educado entre gente dormida, se olvidó de sí y absorbió la psicología de la gente dormida.
Por consiguiente hemos de REDESCUBRIRNOS.
Nos hemos olvidado de nosotros mismos.
Lo que tomamos como nosotros es, de hecho, el crecimiento de la Falsa Personalidad, que se
adquiere a causa de la influencia de la vida y así hace que NOS ALEJEMOS MUCHO DE LO
QUE REALMENTE SOMOS.
Y sin embargo, dominándonos, por así decir, está EL YO REAL —esto es, lo que somos
realmente y hemos olvidado.
Retomar a este SENTIMIENTO DE YO es uno de los grandes objetivos de esta enseñanza.
Sólo descartando lentamente, capa tras capa, abrigo tras abrigo, aquello que no es nosotros,
llegaremos a sentir las vibraciones del Yo Real.

Ahora bien, ninguna persona puede recordarse a sí misma a no ser que comprenda, cada cual
según su propia manera, que a cada momento del día se olvida de sí y de este modo no se
recuerda a sí misma.
Hablando de un aspecto de este grande y multifacético tema del Recuerdo de Sí, cabe decir aquí
que un hombre, una mujer que no se recuerdan a sí mismos, se identifican con todo lo que les
está sucediendo.
Están a la merced de cada cambiante suceso, de cada cambiante pensamiento y sentimiento.
Tal hombre, tal mujer se parecen a UN COLADOR lleno de agujeros.
Permiten el escurrimiento.
Su aparato receptivo es casi inútil.
PIERDEN TODO; aun cuando hayan tenido momentáneamente una breve experiencia de un
estado más consciente, lo pierden al identificarse al próximo momento con hechos nimios, tal
como el haber perdido el botón del cuello o su cartera, etc.
¿No ven lo que esto significa?
Dichas personas NO TIENEN NADA QUE PUEDA PROTEGERLAS de las influencias de vida
y así la vida las penetra y las controla, y son máquinas manejadas por la vida, por las influencias
A.
Si un hombre, una mujer estuvieran en un estado de Recuerdo de Sí ya no estarían más bajo las
influencias A, las influencias de vida, sino que SE RESISTIRÍAN A LA VIDA.
Y muchas cosas extrañas les sucederían.
El hombre o la mujer que se recuerda a sí mismo es una persona muy diferente en todo sentido
del hombre mecánico o de la mujer mecánica.
Pero es muy difícil recordarse a sí mismo por más de unos pocos segundos, o, digamos, minutos,
o quizá, más tarde, un tiempo más prolongado —o tal vez, eventualmente, en todo momento, a
condición de haber PAGADO EL PRECIO.
Intentaré ahora transmitirles las ideas de Recuerdo de Sí sobre las cuales he estado hablando.
Tal como son al presente la vida se precipita sobre ustedes y NADA HAY EN USTEDES
CAPAZ DE RESISTIRLA.
ES NECESARIO CONSTRUIR ALGO en ustedes que pueda, al menos por breve tiempo, no
quedar sumergido por sus pensamientos y sentimientos mecánicos que surgen de la multitud de
cosas que se precipitan sobre ustedes.
UNA PERSONA PUEDE CONSTRUIR ALGO QUE LA RODEE DE TAL MODO QUE AL
CABO DE UN TIEMPO POCAS COSAS O QUIZÁS NADA PUEDA ATACARLA.
Se lo logra mediante cierta forma de Recuerdo de Sí que todos han de descubrir por si mismos
porque es diferente en cada caso.
Si una persona no lo tiene en sí perderá fuerza con cada evento.
En los días de la antigüedad se lo llamaba el Sello Hermético.
Se decía en un antiguo libro que los discípulos se sellaban todas las mañanas.
Y esto, desde luego, significa que deben recordarse a sí mismos a todo lo largo del día.
Pero nos levantamos como quiera que sea, hablando psicológicamente, y en seguida pasamos a
ser NEGATIVOS.
Como al presente la mayoría no está muy bien interiorizada sobre este particular hemos de
empezar observando DE QUÉ MODO PERDEMOS FUERZA debido a no haber establecido UN
LUGAR INTERIOR EN NOSOTROS CAPAZ DE RESISTIR EL PLANO EXTERIOR DE LA
VIDA PARA QUE NADA PENETRE SIN EL CONSENTIMIENTO DEL PLANO INTERIOR.
NOS ENSEÑAN QUE DEBEMOS RESISTIR LA VIDA.
SÍ, PERO ¿CÓMO?
Primero, debemos observar cómo reaccionamos mecánicamente a la vida.
Hemos de resistir los efectos que la vida nos impone en diferentes momentos y darnos cuenta
que si de la manera en que tomamos la vida nada hay en nosotros que pueda gradualmente
resistir, ¿cómo podemos esperar crecer internamente y formar con el tiempo un Segundo Cuerpo,
tal como es llamado?
El recuerdo de sí tiene que ocupar el lugar del identificarse.
Al no identificarse cabe la posibilidad de otra psicología —de otro Cuerpo— el hombre nuevo
—la mujer nueva.
Ahora bien, anoten en el pizarrón los Cuatro Estados de Conciencia y recuerden el hecho que las
influencias provenientes de los Centros Superiores que pueden ayudarnos —esto es, el Circulo
Consciente de la Humanidad— tan sólo pueden alcanzamos en el Tercer Estado de Conciencia
—a saber, el Recuerdo de Sí—.
Es preciso trazar la distinción entre uno mismo y la vida.
DECIR: "YO NO SOY LA VIDA."
Pero si una persona está pegada a la vida y su cambiante calidoscopio —esto es, si está
gobernada por las influencias A— dicha persona está en el Segundo Estado de Conciencia, que
en este Trabajo se llama Sueño.
Dicha persona no puede distinguirse de la vida.
El verdadero propósito de este Trabajo es el de despertar, y sólo a través de la auto-observación y
el Recuerdo de Sí se puede despertar realmente de la vida.
Pero a menos que un hombre, una mujer, sean capaces de distinguirse de sus acostumbradas y
mecánicas reacciones a la vida —esto es, de lo que imaginan ser— no hay posibilidad de
despertar fuera de la vida —esto es, fuera de lo que la Psicología Occidental acepta como
Conciencia, el así llamado Segundo Estado de Conciencia, controlado por la vida.
En realidad, es un estado de sueño, nuestra vida diaria es sueño.
TRATEN DE NOTAR, en cuanto a la observación de sí, dónde están ustedes identificados,
cómo no se recuerdan a sí mismos, y cuándo, en cuanto les está permitido al presente, se
recuerdan a sí mismos.
La mayoría de la gente ha experimentado momentos de Recuerdo de Sí una o dos veces en la
vida.
Pero ahora debemos trabajar por ellos.
Y una cosa que es preciso notar, con el fin de ponerse en contacto con los Centros Superiores o
con el Hombre Superior, es que debemos SEPARARNOS DE LAS EMOCIONES
NEGATIVAS, y muchas otras cosas que el Trabajo nos enseña en la práctica.
Pero al hacer este Trabajo y no meramente escucharlo nos permite acercarnos a lo que es
llamado el "crearse uno mismo", que quiere decir EMPEZAR A PONERSE EN CONTACTO
con lo que ya está allí pero con lo cual hemos perdido todo contacto debido a la hipnosis de la
vida externa.
Si nada hubiera allí para devenir, luego ¿qué?
Así, esotéricamente, somos llamados semillas.
Esta idea es fundamental en El Trabajo.

EL RECUERDO DE SI. XIII

LA SUGESTIÓN

No requiere mucha auto-observación descubrir hasta qué punto se es extraordinariamente


SUGESTIONABLE a todo lo largo del día a lo que se oye o se lee o le dicen a uno.
Se escucha un discurso que nos parece muy enérgico y luego se escucha otro discurso que
defiende el punto de vista opuesto y se lo encuentra enérgico.
Toda la publicidad, la propaganda, etc., están basadas en la sugestibilidad del Hombre o la
Mujer.
Esta sugestibilidad es en nosotros una de nuestras mayores debilidades y nos conduce a la
imitación.
Ahora bien, si un hombre pudiera recordarse a sí mismo no sería sugestionable de esta manera
mecánica.
Notaría lo que está por llegarle a través de la sugestión en cada sentido y podría apartarse de ello.
Basta pensar como una sencilla palabra a la que se presta atención puede cambiar las relaciones
que se mantienen con un amigo.
Esto sucede por supuesto si una persona carece de una relación consciente con su amigo.
Pero cuando se empieza a alejarse de la acción mecánica ejercida por las impresiones sobre uno
mismo, se ve cómo la sugestibilidad hace estragos en la vida de las otras personas.
Un hombre que está en estado de Recuerdo de Sí, hasta en un estado parcial, es capaz de
RESISTIR las influencias de vida con toda su sugestibilidad.
No cede fácilmente a la excitación del momento pasajero.
EN OTRAS PALABRAS, COMIENZA A TENER EN ÉL ALGO QUE ES DISTINTO DE LA
VIDA.
Empieza a llevar una vida más consciente.
Es sabido que se dice que el hombre mecánico está al borde de un precipicio, hablando
esotéricamente, y que para él la esperanza es muy escasa a menos que MIRE HACIA ARRIBA.
“SI LEVANTA LA VISTA VERÁ QUE UNA CUERDA CUELGA POR ENCIMA DE SU
CABEZA”.
“Para aferrarse de esa cuerda DEBE SALTAR”.
La palabra paga o pagar el precio se refiere a ESE SALTO para AFERRARSE DE LA
CUERDA.
Algunas personas creen que es una cosa súbita que sólo sucede una vez, o nunca tiene lugar.
Este es un parecer muy equivocado.
Sucede en todo momento, todos los días, cuando, anonadada por sus reacciones mecánicas a la
vida, una persona tiene que SALTAR PARA ELEVARSE POR ENCIMA DE SU MÁQUINA.
Es decir, es preciso que se recuerde a sí mismo, que sea capaz, de distinguirse de la vida.
Ha de ser capaz de distinguirse del tumulto que se produce en usted por el reaccionar mecánico a
las situaciones externas.
DEBE IR CONTRA LA VIDA Y LA ACCIÓN QUE PRODUCE SOBRE USTED Y NO
IMITAR DEBIDO A LA SUGESTIBILIDAD.
Si nunca ha observado qué acción la vida ejerce sobre usted, no lo podrá hacer de hecho, ni
siquiera se le ocurre lo que esto significa y El Trabajo será siempre para usted una lengua
extranjera, aún cuando haya asistido a reuniones durante años.
Ahora bien, ese saltar, ESE ELEVARSE POR ENCIMA DE SÍ, ese aferrarse de la cuerda, es el
Recuerdo de Sí.
El hombre natural, el hombre mecánico, el hombre literal, el hombre dominado por la masa, el
hombre que descansa sobre sus sentidos, nunca podrá realizar ese MOVIMIENTO INTERIOR
EN SÍ MISMO.
Pero el hombre que posee un Centro Magnético —esto es, el hombre que cree en algo además de
la vida tal como la experimentamos a través de los sentidos— dicho hombre al entrar en El
Trabajo y con la ayuda de los diagramas cósmicos y, de hecho, de toda la enseñanza del Trabajo
—tiene la capacidad de alcanzar momentáneamente el nivel más elevado de conciencia llamado
el estado de Recuerdo de Sí, Conciencia de Sí o Percepción de Sí— y más tarde llegar en
realidad a MORAR EN UN NIVEL POR ENCIMA DE SU SÍ ORDINARIO.
El hombre que ha confirmado la verdad del Trabajo en sí mismo durante años, por haberlo
aplicado muchos años a su persona, por haber comprendido por mucho tiempo el sentido de su
lado interno, no será fácilmente conmovido por la sugestibilidad.
Una de las razones es que ha dejado de imitar a los otros.
Será, desde luego, puesto a prueba desde este punto de vista, y mientras su vínculo con El
Trabajo sea superficial y una mera cuestión de memoria externa, se conmoverá fácilmente y
perderá contacto con ello, pero no se dará cuenta que se lo hace a sabiendas.
Estará entre aquellos mencionados en la antigua parábola que andan perdidos preguntándose
dónde está el Reino de los Cielos y mirad, está aquí: pero si un hombre ha nacido con la
comprensión del Trabajo y ha visto tanto su bondad como su verdad, no puede ser conmovido.
No sólo esto, sino que será alimentado interiormente desde los Centros Superiores, desde El
Trabajo, y empezará a crecer en sí mismo, en su comprensión del Trabajo.
Habiendo oído que ha surgido un nuevo profeta que está enseñando en el Polo Norte, no tomaría
al punto un aeroplano para ir al Polo Norte porque, si lo hiciera, le dirían que el maestro fue al
Polo Sur.
¿Por qué buscar El Trabajo fuera de ustedes mismos, en lugar de buscarlo en el propio desarrollo
de la comprensión?
¿Por qué no se observan a sí mismos desde la enseñanza del Trabajo y ven y saborean su fuerza,
su bondad, su verdad?
Notas para el lector (o para leerlas lentamente)
1) A no ser que el hombre crea que hay algo superior a él mismo nunca podrá recordarse
correctamente. Por ejemplo, El Trabajo enseña que en nosotros tenemos algo mucho más
elevado de lo que somos al presente, en nuestro nivel —es decir, el Yo Real.
2) El Rayo de Creación nos enseña que hay niveles de ser mucho más elevados que el que existe
en la Tierra. Estamos bajo 48 órdenes de leyes, el Sol está bajo 12 órdenes de leyes, y así
sucesivamente. Nuestro ser comparado con el Ser del Sol es muy pequeño.
3) El Trabajo enseña que en nosotros tenemos centros mucho más elevados que no empleamos y
que se llaman Centros Superiores. Están siempre despiertos, pero nosotros estamos dormidos
para ellos.
4) El Trabajo enseña que el Hombre mecánico es capaz de llegar a ser Hombre Consciente, es
decir, de un ser mucho más elevado de lo que es en su ser al presente. Pero si se enorgullece de
su ser presente, no puede desarrollarse.
5) Cuando un hombre intenta obedecer al Trabajo prescindiendo de su amor y de sus emociones
de sí, eleva su nivel de ser, y si puede prestar atención al Trabajo en su corazón y mente, se le
mostrará cómo debe trabajar sobre si y cambiar su ser. Claro está que esto se aplica igualmente a
las mujeres.
6) Pero si un hombre cree que la Naturaleza o el Universo se crearon por sí mismos y carecen de
sentido, después nunca podrá recordarse así mismo, porque cree que nada hay superior a sí
mismo.
7) Recuerden que el hombre o la mujer que tienen un buen Centro Magnético pueden distinguir
la diferencia entre las influencias creadas en la vida y llamadas influencias A y aquellas
sembradas en la vida por el Círculo Consciente de la Humanidad que son llamadas influencias B.
Dicho hombre, dicha mujer, tienen la posibilidad de desarrollarse. Tales personas pueden ser
escogidas por El Trabajo y pueden empezar a recordarse a sí mismas

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