Sei sulla pagina 1di 11

UNIVERSIDAD CATOLICA ANDRES BELLO

FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACION

ESCUELA DE COMUNICACION SOCIAL

CARACAS, 30 DE ABRIL DE 1995

TALLER

FOTOGRAFIA DOCUMENTAL?

por: ALVARO GARCIA CASTRO


Fundación Polar
FOTOGRAFIA DOCUMENTAL, UNA JUSTIFICACION
2

La historia, tanto para quienes la consideramos como una ciencia (pese a


todos sus defectos), como para sus detractores, quienes no querrían que
pasara de ser más que un simple método, debe basarse en el estudio de lo
que llamamos FUENTES, conocidas también con el nombre genérico de
DOCUMENTOS.

Años atrás, siendo estudiante en Europa, me vi obligado a buscar información


acerca de algunas costumbres tradicionales venezolanas; me encontré con la
desagradable sorpresa de que aquella no solamente era escasa, sino confusa.
Apenas era posible obtener una cierta clase de literatura de tipo turístico, muy
idealizada, irreal y no muy profusamente ilustrada, eso sí, con hermosas
fotografías a color de excelente calidad técnica.

En 1977, de regreso en Venezuela, tuve la oportunidad de viajar a varios


lugares del interior del país y pude observar costumbres que eran en
ocasiones totalmente desconocidas para la gran mayoría de los venezolanos,
a excepción de los lugareños y un puñado de curiosos. Posteriormente,
participé en una serie de viajes de estudio que tenían como objetivo producir
información que sería utilizada en los programas publicitarios de la
Corporación de Turismo de Venezuela.

A partir de entonces, comencé a llevar por mi cuenta un registro de algunas de


las principales festividades tradicionales que tenían lugar en nuestro país;
recordando la falta de información gráfica existente, la cámara fotográfica fué
la principal herramienta utilizada. Mi objetivo inicial era, ilustrar un estudio de
dichas manifestaciones; al poco tiempo, sin embargo, pude constatar que en
realidad estaba siendo testigo de un proceso acelerado de desaparición de
toda una cultura. Esto me planteó el siguiente dilema: ¿Qué era más urgente,
hacer un trabajo sobre alguna de esas manifestaciones o dedicarme a recoger
información de todo lo que fuese posible antes de que desapareciera?. La
respuesta llegó un día en que decidí recorrer varios sitios acerca de los cuales
se me había informado como interesantes para el estudio de ciertas fiestas del
Estado Trujillo. De una docena de sitios visitados, solo en dos de ellos se
celebraban las fiestas con las caraterísticas tradicionales; en el resto, habían
desaparecido.

Eso ocurrió en 1979, a partir de ese momento, decidí que, desde un punto de
vista histórico, debía concentrarme antes que nada, en la recolección de datos
tanto escritos como gráficos (especialmente éstos), que quedaran como
referencia una vez extinguidas dichas manifestaciones. Desde entonces, he
seguido fotografiando hechos, lugares y personajes cuya desaparición no será
definitiva mientras existan esas FOTOS-TESTIMONIOS. He podido
comprobar que eran y son verdaderos documentos históricos: es decir,
utilísimas fuentes de información sobre una forma de interpretar, vivir y sentir
la vida. Profundizando en el análisis de estas fiestas que aparentaban ser
solo eso, un análisis cuidadoso de las mismas no deja lugar a dudas de que
nos encontramos ante verdaderos y complicados sistemas de transmisión de

Fundación Polar
3

información, tanto cotidiana como esotérica o trascendental, que dictan las


normas de ciertas comunidades. Doblemente valiosos, puesto que en su gran
mayoría han dejado de existir.

La importancia de la fotografía como medio para obtener información sobre


estos procesos, se me hizo evidente; para cualquier investigador futuro, es
obvio que la mejor representación de una manifestación cultural ya extinta,
estaría en sus imágenes y sonidos más que en una descripción escrita.

El registro icónico, pues, debería constituirse en fuente informativa de primer


orden, indispensable para cualquier estudio de carácter social; pero este
registro, es decir, estas imágenes, no tienen porqué ser accidentales, y
cuando digo accidentales, me quiero referir a lo que suele ocurrir en la
mayoría de los casos, cuando tenemos imágenes que ilustran una o varias
fases de un proceso cultural en estudio, que son efectivamente utilizadas
como fuente de información, sí, pero que no fueron tomadas en su momento
con esa intención. Son esas fotos de archivo que, a menos que las
obtengamos en número suficientemente abundantes, solo nos proporcionarán
una información fragmentaria o a lo sumo, complementaria.

En términos generales, la investigación histórica utiliza la fotografía como


material de relleno, solamente cuando un cúmulo de otras fuentes han
consolidado el tema; reflexionando sobre esto, empecé a considerar si no
sería lícito el proporcionarle al historiador del futuro abundante material gráfico
ad hoc que le permitiera no solo complementar su investigación, sino inclusive
basarla precisamente en imágenes de los procesos sociales ya desaparecidos
para entonces,.

Esto, que se dice muy fácil, plantea una serie de consideraciones de orden
metodológico imposibles de soslayar; para empezar, es fundamental encantar
un criterio justificativo del medio fotográfico que lo haga específicamente
válido para el historiador, otorgándole la categoría que se merece: LA
IMAGEN FOTOGRÁFICA COMO FUENTE.

Desde los albores mismos de su nacimiento, ha existido un género en la


fotografía que, precisamente a causa de su evidente valor como prueba o
testimonio, en aquellos casos en los que refleja un interés que trasciende lo
meramente accidental y que pueden llamarse representativos de una realidad
social, se le conoce con el nombre de DOCUMENTAL, por su analogía con las
fuentes de la historia: las evidencias, los documentos.

Empezamos a localizar los problemas a resolver; primero, las definiciones:


¿Qué entendemos verdaderamente por fotografía documental?
Como hemos encontrado que existe una gran diversidad de opiniones al
respecto, creo que es muy importante llegar a una definición de la foto-
documento que sea satisfactoria para el historiador; para ello, los criterios a
emplear deberán ser criterios históricos.

Fundación Polar
4

Debemos aclarar entonces: 1) El concepto de Documento. 2) Su importancia,


que a su vez vendría dada por, a) el contenido, y b) el hecho histórico mismo.

Los objetivos serán:

1) Procurar obtener una definición satisfactoria de lo que es FOTOGRAFÍA


DOCUMENTAL, empleando para ello criterios históricos, es decir,
responder a la pregunta: ¿Qué es la foto-documento?. Porque de su
definición parten tanto su naturaleza como su función, que al fin y al cabo,
es lo que le interesa al investigador, puesto frente a estas imágenes y ante
el reto de obtener de ellas alguna información.

2) Definir porqué un hecho es histórico. Esto, evidentemente, es relativo. La


historicidad de un hecho fotografiado estaría en la importancia del
acontecimiento dentro de un contexto dado. Así, una fotografía de bodas
común y corriente podría ser un hecho trascendente por infinidad de
razones y el ámbito de esta trascendencia puede abarcar, desde el seno
estrictamente familiar afectado, hasta el resto del mundo, dependiendo,
por ejemplo, de la identidad de los contrayentes.

La otra consideración de orden metodológico que hay que tener en cuenta,


una vez resuelto el problema de las definiciones, es la de la inserción del
material icónico como fuente dentro de una investigación: cómo utilizar esas
imágenes, ya sean a) encontradas o accidentales y, b) obtenidas a propósito o
intencional.

La respuesta a esta segunda consideración surgirá en gran medida una vez


que hayamos respondido a la primera.

Fundación Polar
5

EL HECHO HISTORICO

La historicidad de un suceso está determinada por dos criterios: En primer


lugar, por el grado de trascendencia que este tiene dentro de una sociedad,
los sucesos serán históricos si tienen un significado que afecte a aquélla, ya
sea por la trascendencia del hecho en sí, por la condición histórica de sus
protagonistas o por ambos.

En segundo lugar, el valor de un objeto de investigación también depende de


los intereses del investigador. Aplicando este principio aquél puede, a su vez,
"descubrir" historicidad en sucesos aparentemente inofensivos: limpiabotas,
buhoneros, vitrinas, calles, edificios, fiestas, etc. Aquí la trascendencia viene
dada por el valor que estos fragmentos tienen como partes indispensables de
un todo social el cual estaría incompleto sin ellos.

La foto que pudiéramos llamar documental no se puede por lo tanto separar


del contexto general que origina la trascendencia del suceso documentado;
por lo tanto, es parte dependiente que solo se explica como FRAGMENTO
DEMOSTRATIVO (evidencia) de la existencia de un fenómeno social que el
fotógrafo, el investigador, o ambos, seleccionan como testimonio
representativo de un contexto social más general.

No existe, por consiguiente, en estado aislado. Es la importancia relativa o


absoluta de lo que sucede, junto con la intencionalidad de la imagen lo que le
otorgará carácter documental a la fotografía.

A veces, solo el tiempo, otorga calidad documental a una imagen; es pues, la


dimensión histórica lo que prevalece en el carácter documental (y esto se
aplica no solamente a una fotografía, sino a una pintura, un objeto, una carta o
un edificio).

Cuando no existe un contexto general que explique la fotografía, ésta, es


solamente un SIGNO que el espectador deberá interpretar a su manera.

El carácter documental exige, por definición, que haya un contenido


explicativo: a) evidente por sí mismo, como el caso del atentado a Kennedy,
debido a que el espectador posee todas o casi todas las claves de su
interpretación. b) mediante texto o información complementaria que
proporcione dichas claves que determinarán que esa FOTOGRAFÍA-SIGNO
pase a ser un SIMBOLO; es decir, un signo cuyas claves decodificadoras han
sido proporcionadas de manera que nos permiten interpretar imágenes como
la de una adecuada representación testimonial del hecho fotografiado y no
otra. El hecho a su vez, una vez entendida su importancia es considerado
entonces como significativo de una realidad social.

Fundación Polar
6

PROPOSITO O SIGNIFICADO DE LA FOTOGRAFIA


DOCUMENTAL

En teoría comunicacional tenemos como elementos básicos el suceso o


mensaje, el emisor, el medio de transmisión y el receptor:

E ----------------- M --------------- R
--- mensaje ---

El medio utilizado para transmitir el mensaje del emisor al receptor no es más


que la representación del mismo que el receptor debe descifrar si posee las
claves adecuadas. Por lo tanto, cualquier fotografía en sí misma puede ser
considerada documento siempre y cuando a) constituya un medio de
representación de un suceso relevante de una realidad social dada. b) el
receptor (espectador o investigador) posea la clave decodificadora de la
información contenida en la imagen que le va a permitir identificar a esta como
evidencia (testimonio de aquél suceso). Es decir, que pueda extraer el
propósito o el significado de la foto.

Tendrá el propósito, y por lo tanto significado, cuando la fotografía está


realizada con toda la intención de servir de testimonio de un suceso.

Pero, tendría significado y no propósito cuando aunque no haya sido tomada


con dicha intención, proporcione al receptor información acerca del suceso
representativo de la realidad social considerada.

Esto, por supuesto, no se aplica cuando hablamos de fotografía artística, cuya


definición exige que el mensaje, el emisor y el medio, estén casi siempre
confundidos especialmente el primero con el segundo.

MANIPULACION DE LA IMAGEN

Es una cualidad intrínseca de la fotografía el reflejar la realidad ( cualquiera,


incluso, la del fotógrafo), por lo tanto, posee un coeficiente de credibilidad muy
alto.

Sin embargo, también puede manipularse la imagen fotográfica de muchas


maneras y su objetividad depende de:

a) La selección de la imagen que hace el fotógrafo.


b) El texto o ausencia de él.
c) Si está sola o es una serie.
d) Si a sido modificada desde el punto de vista técnico.

La imagen manipulada puede crear un pseudo acontecimiento, si es necesario


(campañas de reclutamiento, publicidad).

Fundación Polar
7

Hay también censura y auto censura, las cuales proporcionan una visión
parcial y parcializada de una realidad.

El valor de la fotografía documental va mucho mas allá de una mera


representación estética, aunque esto es algo que la enriquece. Es,
fundamentalmente, una fuente de información cuyo contenido es útil para una
investigación dada y portadora, inevitablemente, de una carga de sensibilidad
humana (individual o colectiva), en dos direcciones: la que procede de la
fotografía y la que procede del fotógrafo.

La realidad que aparece en una fotografía sobre pasa siempre la realidad


retratada; es más que la suma de sus partes, porque constituye una visión
propia, formada no solo por el suceso, sujeto o lugar fotografiado, sino por el
fotógrafo mismo, su entorno y sus motivaciones. Esta imagen, al mismo
tiempo, está dirigida a un espectador-investigador y lo hace partícipe de todo
aquello, influenciando su manera de ver el mismo suceso; transmitiendo, pero
al mismo tiempo, creando algo distinto.

Fundación Polar
8

RESSUMEN:

LA FOTOGRAFIA DOCUMENTAL

Consiste no sólo en registrar hechos sensacionales o miserables, sino que


puede serlo también toda fotografía que reproduzca una realidad social, cuya
imagen pueda servir para extraer un significado no solamente particular sino
general.

Debe también representar una visión particular: la del fotógrafo, que es quien
selecciona la imagen y que desea comunicar una realidad según se le aparece
a él; es, por lo tanto, un proceso comunicacional.

Utiliza:

La característica intrínseca de la cámara fotográfica de captar el entorno; a


diferencia del ojo, la cámara selecciona y "congela" ciertos instantes
significativos que deben darnos la clave de un suceso, que aún siendo
particular, puede representar una realidad general.

La foto documental puede ser, pues, un espejo de una sociedad donde ella es
capaz de reconocerse a sí misma, o darse a conocer a otros, al mismo tiempo
que da a conocer también la realidad interna del fotógrafo.

Fundación Polar
9

BIBLIOGRAFIA RECOMENDADA

ARANGUREN, José Luís. 1975. La comunicación humana. Madrid: Ediciones.


Guadarrama.

BECEYRO, Raúl. 1979. Sobre la fotografía. Caracas: Equinoccio, Universidad


Simón Bolívar.

BOULTON, María Teresa. 1990. Anotaciones sobre la fotografía venezolana


contemporánea. Caracas: Monte Avila Editores.

BOURDIEU, Pierre. 1979. La fotografía, un arte intermedio. México: Editorial


Nueva Imagen.

BRAMBILLA, Massimo y José Llobera. 1977. Enciclopedia Práctica de la


Fotografía. Barcelona: AHFA Internacional.

BULLAUDE, José. 1975. Enseñanza Audiovisual y Comunicación. Buenos


Aires: Librería del Colegio.

CALELLO, Hugo y Susana Neuhaus. 1990. La investigación en las ciencias


humanas. Método y teoría crítica. Caracas: Fondo editorial Tropykos.

CARR, Edward H. 1987. ¿Qué es la historia?. Barcelona: Editorial Ariel.

CASSANI, Jorge Luís y A. J. Pérez Amuchástegui. 1968. Las fuentes de la


Historia. Buenos Aires: Cooperadora de Derecho y Ciencias Sociales.

COLLIER, John Jr. y Malcolm Collier. 1987. Visual anthropology. Photography


as a research method. Albuquerque: University of New Mexico Press.

COLLINGWOOD, R. G. 1979. Idea de la historia. México: Fondo de Cultura


Económica.

COSTA, Joan. 1977. El lenguaje fotográfico. Barcelona: Biblioteca de la


Comunicación del Centro de Investigaciones y Aplicaciones de la
Comunicación.

DORRONSORO, Josune. 1981. Significación histórica de la fotografía en


Venezuela. Caracas: Editorial Equinoccio, Universidad Simón Bolívar.

FIERRO, Lourdes. 1986. Imágenes del Caribe, Segunda mitad del siglo XIX.
Fotografías, relatos y grabados. Caracas: Biblioteca Nacional.

FRASER, Gordon. 1976. Henri Cartier-Bresson. Londres: Aperture


Publications.

Fundación Polar
10

FREUND, Giséle. 1976. La fotografía como documento social. Barcelona:


Editorial Gustavo Gili.

GERBASI, Vicente. 1942. Creación y símbolo. Caracas: Ediciones Viernes.

GERNSHEIM, Helmut y Alison. 1967. Historia Gráfica de la Fotografía.


Barcelona: Ediciones Omega.

GRIAULE, Marcel. 1969. El método de la etnografía. Buenos Aires: Editorial


Nova.

JONHSON, William S. 1990. W. Eugen Smith. Barcelona: Ediciones Orbis.

LAZOTTI, Lucía. 1983. Comunicación visual y escuela. Buenos Aires: Editorial


Gustavo Gili.

PELLEGRINI, Edgardo. 1990. Franco Pinna. Madrid: Ediciones Orbis.

PERNA, Claudio y Elsa Flores. 1977. Fotografía Anónima de Venezuela.


Caracas: Galería de Arte Nacional.

PIGNATARI, Decio. 1980. Información, lenguaje, comunicación. Barcelona:


Editorial Gustavo Gili.

PINEDA, Rafael. 1979. Cien años de fotografía en el Estado Bolívar. Caracas:


Galería de Arte Nacional.

SABINO, Carlos A. 1972. Metodología de la investigación. Caracas:


Universidad Central de Venezuela.

SALVADOR, José María. 1986. Henri Cartier-Bresson. Caracas: Museo de


Bellas Artes.

SALVAT Editores, S. A. 1975. Teoría de la Imagen. Barcelona: Biblioteca


Salvat de Grandes Temas.

TIME-LIFE. 1976. La fotografía documental. Barcelona: Salvat Editores.

TIME-LIFE. 1976. Photojournalism. Verona: Time-Life Nederlands.

TOPOLSKY, Jerzy. 1982. Metodología de la Historia. Madrid: Ediciones


Cátedra.

TUÑON DE LARA, Manuel. 1985. Porqué la Historia. Barcelona: Aula Abierta


Salvat.

YERRO, Marino. 1970. Información y comunicación en la sociedad actual.


Barcelona: DOPESA.

Fundación Polar
11

VILLAFAÑE, Justo. 1985. Introducción a la teoría de la imagen. Madrid:


Ediciones Pirámide.

Fundación Polar

Potrebbero piacerti anche