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Sexual abuse ofmittors. A case study denuncias por abuso sexual han aumentado en gran
Ab^racL The magnilude, causes and sequeis of medida y en el presente se cree que afectan a
sexual abuse ofchüdren is a scarcely studied 200,000 niños cada año". Los actos de los adultos
problem. In the Uniled Slates and Europe il has sobre los niños, en el abuso sexual, consisten en:
heen reported thal between 20% and 30 % ofal! exhibición, manipulación genital y fellatio.
women have been sexually abused during Iheir El adulto ejecutor puede ser desconocido, pero es
childhood and the main sequels were mental heallh más frecuente que pertenezca al estrecho círculo de
alleraíions. In México ihis problem has received la familia, y que sea del sexo masculino, aunque en
very ¡Hile attention from researchers. la literatura internacional también se han reportado
36 victímsamong the palients attended al the mujeres agresoras. Cuando en el hecho están impli
SpecializedAttention Center between January ¡992 cados niñosjóvenes (ocho o más años de edad) la agre
lo December 1993 (4.5%) ofall attended palients} sión casi siempre es repetitiva. Muchas veces, la
were delecled and studied. Il found that 75% única clave para efectuar el diagnóstico de abuso se
werefemale and in almost halfofthe cases the xual, en el menor, son las alteraciones en su compor
victims were 7 to 9years oíd. All the aggressors tamiento, en el que se aprecia irritabilidad, apoca
were mate, and 97.2% were relatives or persons miento, insomnio y otros problemas de conducta
known by the victim. The most common sequels were (Berkow, 1989: 2208-2210).
problems ofbehavior, lowgrading in school,fear, En México existen pocos estudios sobre el abuso
.symptoms ofdepression, and insomnia. sexual en menores, ya que es un fenómeno al que los
investigadores dedican escasa atención. La Procura
Introtlucción duría General de Justicia del Distrito Federal infor
mó que en el primer semestre de 1993 se presenta
El abuso sexual en menores es un problema psico- ron en el Distrito Federal un promedio de 1.87 de
social que puede ocurrir en cualquier tipo de socie nuncias diarias por abuso sexual (PGJDF, 1993: 19-
dad y que se ha observado a lo largo de la historia; 29) es decir, un poco más de 700 casos anuales.
sin embargo, se reconoce como un grave problema El abuso sexual en menores es un problema de
en ascenso, sobre todo en las sociedades urbanas salud pública, que involucra una actividad multidis-
modernas. Los estudios más sobresalientes sobre esta ciplinaria: médica, jurídica, psicológica, |»iquiátrica
cuestión, se han realizado en Estados Unidos; éstos y sociológica, en demanda de un tratamiento asis-
señalan que de 22% a 45% de las mujeres experi tencial y preventivo, ya que este tipo de agresión se
mentaron alguna forma de contacto sexual en su in xual deja efectos psicológicos negativos en el corto y
fancia. Para el sexo masculino la probabilidad va de largo plazos, los cuales parecen presentarse sin im
16% a 30% (Briere et al., 1989; 65-75). portar el sexo de la, victima (Briere et al, 1989:65-75).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) in McClelland señala que en los hospitales y en es
formó que, en Estados Unidos, aproximadamente tudios comunitarios se muestran evidencias de que el
20% de las niñas y 7% de los niños son víctimas de abuso sexual en menores puede producir problemas
algún tipo de abuso sexual, generalmente en el seno
lamiliar. En Canadá y los Países Bajos, un tercio de Pr^esores del Departamento de Salud Pública, Facultad de
las mujeres dicen haber sido víctimas de abuso se Medicina, UNAM.
Periférico sur 5478. Col. Olímpica, Delegación Coyoacán CF.
xual durante su niñez. (OMS, 1993: 555-559). Por 04710, México, DF. (CIEES). Tels.: (915) 6 66 94 10: 6 66 96 52
otra parte, se menciona que en Estados Unidos "las y 6 6698 72 (también fax).
CIENCIA EROO SU M 66
de salud mental. Los efectos a largo plazo incluyen trafíarcuálesson las característicasque dd)en reunir
depresión, ansiedad, abuso de sustancias, trastornos sus victimas. La información que arrojan revelaque:
somáticos y disfundón sexual. En algunos estudios a) La mayoría de las víctimas son ñiflas.
sobre abuso sexual se encontraron pacientesque pre b) Con un estado emodonal y psicológico donde
sentaron trastornos en su apetito sexual (McClelland están presentes varios elementos: retraimiento, en
etal., 1991:63-68). fermedad, necesidad de cariño, o que ya hayan sido
La m^ría de los individuos que han sufiido abu victimas previamente.
so sexual en su infenda lo mantienen como un se En gran número de casos, d agresor vive con la
creto, experimentando a lo largo de su vida una víctima y puede ser algún pariente o amigo. La es
enorme vergüenza y culpabilidad (Finkelhor, 1987: trategia que suelen usar los agresores, para atraer a
35-52). Su negación a comentarlo impide conocer y sus víctimas, consiste en ser amables, mostrarse in
registrar a la póbladón afectada y, desde luego, teresados en ellos, acariciarlos y hacerles regalos con
otorgarle la atendón necesaria para superar estos objeto de ganar su confianza (Conté et al., 1989:
sentimientos que van a ocasionar disfundones en su 293-301).
etapa adulta, sobre todo en d área sexual. Las elevadas cifras que se reportan en los países
También se ha encontrado que gran parte de los a- en que el abuso sexual en los menores ha sido más
busos sexuales en menores tiene lugar entre los estudiado, el índice de demmdas ante las autorida
miembros de la familia, y ledentemente se ha des des judiciales en el Distrito Federal y la atendón que
cubierto que d problema es el tipo de femilia, más se otorga en nuestro país por un número cada vez
que los miembros de la misma. mayor de institudones gubernamentales y no guber
Las femilias donde suceden este tipo de agresio namentales a las víctimas de abuso sexual -como es
nes, suelen presentar dertas caraderísticas: el caso del Centro de Atendón a la Violencia Intra-
1. Aislamiento sodal donde las femilias se apartan familiar y Sexual (AVISE)- permite presentar los
de la interacdón sodal y se meten dentro de sí mis siguientes hallazgos.
mas, lo cual contribi^ a generar un clima de des
viación que favorece d abuso al menor. L Metodología
2. Tiene lugar entre los miembros de la femilia
extensa: tíos, abudos, primos y otros parientes cer Se realizó un estudio descriptivo a menores de edad
canos. víctimas de abuso sexual, que acudieron al AVISE
3. Los conflidos de pareja, es dedr, divordo o se- para solidtar atención psicológica, durante el perio
paradón, cambios de pareja y maltrato intrafemiliar, do comprendido entre enero de 1992 y didenibre de
ocasionan vulnerabilidad en el menor. La vulnerabi 1993.
lidad consiste en una carencia de afedo, y de cuida Se consideró como abuso sexual, de acuerdo con el
do eficaz, lo cual infii^ en que el menor se sienta CódigoPenal del Distrito Federal, aquel ado que se
desprotegido e inseguro y, por consiguiente, inde presenta cuando tm individuo, cualquiera que sea su
fenso. sexo, obligaa otro a ejecutar, o bien, ejecuta, en esta
4. Dentro de una cultura tradicionalmente sexista, segunda, un acto sexual sin el propósito de llegar a
donde la supremacía masculina es ejerdda en fun la cópula, empleando la violencia física o moral
dón del dominio, poder y control sobre las mujeres y (Briere et al., 1989: 65-75).
los rüños. Esta vulnerabilidad sexual conforma un El área de psicología del Centro AVISE (1993:1),
elemento importante para explicar por qué las vícti con base en su experlenda, señala que el abuso se
mas más frecuentes en el abuso sexual son dd sexo xual consiste en tocamientos corporales que se reali
femenino. Lo que de ninguna forma significa que el zan de una persona a otra, sin su autorizadón, y con
sexo masculino sea excluido de dicha agresión; el propósito de estimularse sexualmente, valiéndose
además, sudde que para el hombre es más dificil de su autoridad o jerarquía. Taníbién se incluyen
comentar el incidente, y al hacerlo se expone a una conductas de cormotadón sexual como el exhibido-
m^r estigmatización (Finkelhor, 1987:42-45). nismo de genitales.
Como ya se mendonó, las víctimas de abuso se De acuerdo con estos criterios, de los más de 4,000
xual por lo general no reportan el delito a itínguna pudentes que acudieron al Centro AVISE en d pe
persona, ni siquiera sus padres. Ello corrobora el riodo referido, 20% correspondió a violencia sexual;
ambiente de conflido en que viven los menores por abuso sexual en menores sólofueron 36, equiva
(Finkelhor, 1987: 35-52). lente a 4.5% de este último grupo, a quienes se les
Actualmente también se eféctúan investigadones aplicó un cuestionario con preguntas cerradas y
aplicadas a los agresores, con el propósitode desen- ab'edas, agrupadas en tres áreas: datos de la vícti-
nía. datos del agresor y de la situación o hecho. En quintas partes de los abusos (80.5%), mismos que
todos los casos fue complementado con el terapeuta fueron realizados por la tarde y la noche. Los medios
correspondiente. empleados con más frecuencia por los agresores para
someter a las víctimas fueron la manipulación, el
II. Resultados engaño y las amenazas (80.5%).
Saíios 02
2. El agresor.
Aaíios 02
3. Las circunstancias y sitios en que ocurrió la
SaAos 05
agresión. 6 AÑOS 02
4. Algunos de los síntomas y secuelas que presen 7 AÑOS 05
10 AÑOS 02
En relación con la victima, 75% fueron de sexo
11 AÑOS 02
femenino. En cuanto a su edad, el evento se presentó
12 AÑOS 01
en un rango que varió de los tres a los dieciseis años
15 AÑOS 02
cumplidos; sin embargo, casi la mitad de los casos ISaños 01
(47.2%) se observó entre los siete y los nueve años, Total 36
10-11 AÑOS 05
Siete de las 36 víctimas -equivalente a 22.2%- no
12-13 AÑOS 03
\ivian con sus padres, sino con familiares, algún
14-15 AÑOS oa
x'ccino o en albergues del Estado. El resto procedía
16-17 AÑOS 06
de familias aparentemente integradas. Total 36
dad.
Dieciseis de los agresores se ocupaban como em
pleados (44.4%), y le siguieron, en orden de impor-
lancia, las ocupaciones de comerciante y profesionis Edad NÚMERO
10-19 AÑOS 6
agresores fiieron familiares o conocidos de la victi
20-29 AÑOS 7
ma. El padre fue el agresor en 41.7% de los casos, y
30-39 AÑOS 14
en 27.7%, fueron primos, hermanos o tios. Los veci 4(M9añOS 3
nos agresores constituyeron 16.7% de los casos. 50-59 AÑOS 2
integradas", y en estos casos sería conveniente ana masturbación que, con excepción del fellatío, coinci
lizar las relaciones intra familiares. den con lo señalado para Estados Unidos en la litera
Respecto al agresor, en primer término se recono tura, y con la cfefinición establecida por el Código
cen las limitaciones de los hallazgos realizados en Penal del Distrito Federal.
una población reducida, por lo cual sería convenien La actitud de los padres, al enterarse del abuso, fue
te analizar este actor en un sector más amplio; no de solidaridad femiliar, aunque en la mayoría de los
obstante, con esta advertencia se puede comentar casos no fue dirigida de manera inmediata hacía una
que su sexo, edad y estado civil revelan la vigencia atención profesional. Es probable que el desconoci
de la supremacía masculina sobre los menores, pues miento de los padres sobre la necesidad de otorgar
los agresores realizan el abuso en su época de m^or atención médica y psicológica en los casos de abuso
actividad sexual, y en más de la mitad de los casos sexual sea la principal causa del retraso detectado.
mantenían o mantuvieron relaciones con una pareja El casi 20% de los niños a los que sus padres no les
estable (casados, viudos o divorciados). Si estos da creyeron es un dato preocupante, ya que significa
tos se correlacionan con que casi 100% de los agre que uno de cada cinco niños que sufren abuso sexual
sores eran ^miliares o personas muy cercanas al cír corre el riesgo de que en su familia no se le atienda
culo familiar, como fue observado por Finkelhor, y cuando solicita^mda para ser defendido de su agre
se señala para los Estados Unidos por la Organiza sor, o bien, para resolver el conflicto emocional que
ción Mundial de la Salud, se puede advertir que los le embarga.
niños, ante los familiares del sexo masculino, inde En cuanto a los efectos psicológicos del abuso se
pendientemente de su estado civil y en m^r pro xual, en los pacientes estudiados, los más importan
porción si la edad del victimario va de los 20 a 39 tes fueron los relativos a la corufaicta (modificaciones
años de edad, tienen un m^or riesgo de sufrir abuso en la misma: agresividad, introversión, desconfian
se.\ual. za, hipermutilidad y actos para llamar la atención,
La participación del padre como agresor en cuatro entre otros), ya que prácticamente uno de cada dos
de cada diez niños, muestra la evidencia de disfun menores los presentó; lo que vale la pena considerar,
ciones ñimiliares muy serias. como mía manifestación clave, que en muchos casos
Un elevado nivel de escolaridad y de empleo fue puede ser la única guía para realizar el diagnóstico y
ron factores predominantes en los agresores, que no se identifica como uno de los efectos psicológicos
han sido reportados en la literatura y que requieren negativos anotados por Briere (1989: 65-75). La
ser estudiados y analizados. Un aspecto importante disminución en el rendimiento escolar, sin causa
que es necesario referir y que se recomienda consi aparente o asociada con trastornos en la conducta,
derar en futuros estudios, son las motivaciones de los puede constituir una asociación sugerente de la
agresores, ya que si se aplica una encuesta a estos existencia de abuso, y ocurre lo mismo con síntomas
individuos se obtendría una visión integral del pro depr^ivos, miedo y trastornos con el sueño. En la
blema. literatura analizada no aparecen referencias a las
El domicilio, ya sea del menor o de los familiares, alteraciones escolares; sin embargo, sí se encontró
constituye el sitio con más elevado riesgo para que consumo de fármacos, disfunción sexual y trastornos
ocurra el abuso sexual, que en su mayor proporción somáticos y en el apetito, aunque fueron de los de
se da por la tarde o noche, que es cuando los niños menor proporción, como fiie observado por McCle-
no van a la escuela y se encuentran en su hogar o de lland y colaboradores (1991: 63-687). Por otra parte,
Msitacon algún &miliar. los brotes psicóticos son un indicador de los graves
La estrategia empleada por el agresor, además de daños que puede ocasionar el abuso sexual en el me
lo descrito por Finkelhor, está la violencia de tipo nor.
\ erbal, expresada a través de las amenazas y enga Respecto a la ubicación del domicilio del menor,
ños, que en una gran proporción apareció asociada llama la atención su concentración en tres delega
con un aparente afecto, usado para ganar la confian ciones políticas (fel Distrito Federal, que pudiera re
za del menor. lacionarse con la accesibilidad del Centro AVISE
La repeticióndel hecho, en más de la mitad de los para los residentes en la delegación Cluauhtémoc,
casos corrobora aún más el sufrimiento al que estuvo que es donde se encuentra; no resulta así para la
sometido el menor durante un tiempo prolongado, Gustavo A. Madero e Iztapalapa que están bastante
que en casi la mitad de las víctimas, fue m^or de distantes de dicho centro. En relación con estudios
cinco años. hechos por los mismos autores sobre violación, se
En cuanto a la forma en que se realizó el abuso, advirtió que estas delegaciones también son en las
predominan los tocamientos; exhibicionismo y que se presentan cifiras más elevadas de estos casos
(Díaz et al., 1993: 5). Además, en los reportes de la por las tardes o las noches, con un mayor riesgo en
Procuraduría de Justicia del Distrito Federal (1992: las delegaciones Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero e
16), sobre los delitos violentos, estas delegaciones se Iztapalapa.
encuentran entre las que aportan im mayor número Los programas preventivos del abuso sexual en la
de casos. Por esto, las autoridades deben poner es ciudad de México deberían considerar estos aspectos
pecial énfasis en la prevención del abuso sexual en y difundirlos a la población por medio de actividades
estas áreas geográficas. de educación para la salud, ya sea a través de co
Por último, en una primera aproximación y con municación directa (ciursos, conferencias, pláticas y
base en los hallazgos realizados, se proponen algu entrevistas), material impreso (volantes, carteles y
nas características para apoyar la elaboración de los folletos) y, desde luego, la difusión en los medios de
perfiles de la victímay del agresor, asi como la identifi comunicación masiva, que sería un apoyo extraordi
cación de los sitios en que ocurre el abuso sexual. nario.
1. Victima: predomina el sexo femenino, aimque La atención de los menores que han sufrido abuso
también puede ser del masculino, con un mayor sexual implica no sólo el restablecimiento de la sa
riesgo entre los 7 y 9 años de edad, pero con posibi lud física, sino la reconstrucción emocional y psico
lidades de que ocurra entre los 3 y los 16 años, lógica en el afectado, por parte de profesionales es
cuando el menor es estudiante de primaria o secun pecializados en estos casos y personal sensibilizado
daría y pertenece a familias aparentemente integra en la problemática, con el propósito de reincorporar
das. al menor a su desarrollo físico, mental y social a la
2. Agresor: del sexo masculino, en pleno uso de brevedad posible.
sus facultades físicas, en etapa de vida sexual activa, La realización de un diagnóstico oportuno es la
con una pareja estable; familiar o persona muy cer clave para iniciar el tratamiento adecuado y no sólo
cana al círculo familiar, con un nivel de escolaridad la atención de algimos de los síntomas y signos, por
medio y superior, y que cuenta con un empleo fijo. lo que se sugiere, tanto al psicólogo como al psiquía
3. Situación o hecho: el abuso sexual se realiza en tra, considerar, además de su experiencia profesio
los domicilios tanto de la victima como del agresor. nal, los hallazgos presentados. ^
Bibliografía
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