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Las gallinas industriales son aves seleccionadas genéticamente a base de cruces de

distintas razas de gallinas ponedoras con la finalidad de incrementar su puesta, finalidad


que sin duda se ha conseguido, ya que estas gallinas en su segundo año de puesta
pueden llegar a poner tanto como la gallina reina de la puesta, la Leghorn, pero con una
diferencia, a partir de este segundo año su puesta disminuye considerablemente, de tal
forma que una gallina de raza Leghorn, por ejemplo, a sus cuatro o cinco años todavía
tiene una producción aceptable, mientras que una industrial a esa edad, aunque se
conocen casos de postura, lo normal es que ya no pongan.

Al estar seleccionadas genéticamente para la puesta se le ha ido retrayendo los instintos


maternales por lo que es muy difícil, que encluequen, aunque yo he tenido casos en que
una gallina industrial se me ha quedado clueca, ahora sí, si se queda y saca adelante la
incubación, la experiencia me ha dicho que son una madres excelentes.

Estas gallinas son de tamaño medio, no llegando a ser semipesado, por lo que su canal
no es muy apropiado para carne, su cresta suele ser sencilla, las patas y el pico de tono
amarillo, variando el color del plumaje desde el anaranjado, pasando por el negro, hasta
el blanco. Actualmente se siguen seleccionando gallinas para puesta dando lugar a
nuevas híbridas como la Isazul, con un color negro azulado y tonos en patas y pico
oscuros.

En cuanto a su patrón, estándar, al ser cruces de diversas razas, no se puede definir,


aunque como he dicho presentan características, más o menos, comunes entre sí, todas
las industriales tienen el mismo peso, unos 2 Kg las gallinas y unos 2,5 Kg los gallos, su
postura ronda los 200 huevos anuales con un peso medio por huevo de 60 gr, no
obstante a veces te llevas sorpresas y encuentra un huevo que pasa de los 100 gr. Pero
esta enorme puesta tiene su contratiempo, al estar genéticamente tratadas, han perdido,
en gran parte, como ya he dicho, su sentido maternal, de tal forma que encluecan muy
difícilmente.

En conjunto es una gallina fuerte, alegre y buena ponedora, y si nuestra meta es la


puesta de huevos incluso, su negada predisposición a la cloquez la hace más valiosa.

Características

Una gallina ponedora selecta debe reunir una serie de características


adecuadas, que incluyen una puesta alta de huevos grandes, un
requerimiento mínimo de pienso, tanto para mantenimiento como para
producción, una elevada viabilidad y resistencia a las enfermedades, una
calidad satisfactoria tanto interna como en la cáscara de los huevos, una
ausencia total de cloquez y un buen emplume. Todos los mercados exigen
yema amarilla y algunos prefieren la cáscara marrón -Nueva Inglaterra,
Reino Unido, Norte De España-, dependiendo lo primero exclusivamente de
la nutrición y lo segundo de características genéticas que obligan a separar
en dos grandes grupos las explotaciones comerciales para gallinas
ponedoras. Por lo que se refiere al ave de carne debe tener un crecimiento
rápido, una óptima conversión de pienso, adecuada conformación, buena
viabilidad y un color correcto: de piel y plumas.

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