Sei sulla pagina 1di 10

UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

FACULTAD DE CIENCIAS PSICOLOGICAS

EXPOSICION
TERAPIAS NARRATIVAS

ASIGNATURA
PSICOLOGIA CLINICA

INTEGRANTES
PAREDES LISSETTE
PROBAÑO ANGGIE
RUBIO ALAN
RUIZ MARIA ELENA
SOLIS BRYAN
VENTIMILLA ANDREINA

PARALELO
6SM1

CURSO
2018-2019
EL MODELO NARRATIVO

La terapia narrativa es una forma de psicoterapia que utiliza la separación

lingüística en los problemas de la identidad personal del paciente y ha representado un

cambio fundamental en la dirección del mundo terapéutico, llegando a ser conocida como

tercera ola, donde los terapistas enfocan los efectos insidiosos de ideas opresivas en vez

de aconsejar a los pacientes. Es por esto que en esta terapia no se buscan culpables sino

una liberación a un nivel individual de cualquier creencia adquirida a través del tiempo

por las relaciones familiares, por la cultura, etc.

Esta terapia ve a la persona como un individuo que posee las convicciones,

habilidades, competencias, valores, compromisos y capacidades, todas herramientas

necesarias para que puedan reducir la influencia de los problemas en sus vidas. Además

busca un acercamiento respetuoso entre la terapia y el trabajo comunitario, y significan:

eventos, ligados en una secuencia, a través del tiempo y de acuerdo con un tema

¿Cuáles son los principales objetivos de la terapia narrativa?

Pues bien, la terapia narrativa tiene como objetivo principal ofrecer a la persona el espacio

para definir su propia vida según un modo narrativo adaptativo (que sea bueno para ella).

Los objetivos secundarios serían los siguientes:

 Incorporar nuevos elementos a la narrativa de las personas.

 Lograr que la persona pueda construir un proyecto de futuro mejor.


 Poder compartir estos nuevos significados con nuestro entorno, facilitando así una

nueva dimensión relacional.

Fundadores de la Terapia Narrativa

Michael White (1948-2008)

Trabajó en los servicios de psiquiatría para niños y adolescentes en

hospitales psiquiátricos estatales, y por muchos años fue consultor de un

gran hospital estatal en Adelaide. Durante toda su vida, White mantuvo la

obligación de cuestionar los tratamientos que patologizaban las vidas de

las personas y siempre se abocó a desarrollar formas de trabajo

colaborativas. En su trabajo relacionado a las experiencias psicóticas, la interacción con

las personas que habían sido diagnosticadas esquizofrénicas fue una parte muy

significativa, ya que juntos revisaban la relación que tenían las personas con las voces.

Cuando White enseñaba en foros de Terapia Familiar dentro de Australia y en foros

internacionales, frecuentemente hacía referencia a los entendimientos alternativos y los

conocimientos para la vida, que los miembros del grupo “Power to Our Journeys” habían

adquirido con las respuestas que ahora daban a las voces.” Así fue como una de las

mayores aportaciones de White fue la creación de la Terapia Narratológica en la que podía

abordas diversas problemáticas psicológicas.


David Epston, (1944-actualidad)

Psicoterapeuta neozelandés de origen canadiense, Doctor en

Literatura de la universidad John F. Kennedy en Estados Unidos,

y codirector del Centro de Terapia Familiar de Auckland en Nueva

Zelanda, desarrolló junto a Michael White lo que ha llegado a ser

conocido como el modelo de Terapia Narrativa. White y Epston

(1990) desarrollan la importancia del análisis de la experiencia vivida como un texto.

Ellos plantean que “las personas dan sentido a sus vidas y relaciones relatando su

experiencia y que, al interactuar con otros en la representación de estos relatos, modelan

sus propias vidas y relaciones”. Así, se retoma la importancia de las interacciones con

otras personas como marco de la negociación que permite ir creando una visión de los

que somos.

Características

● Propone un clima más relajado

● Invita a los participantes a innovar y ser creativos en el abordaje de sus problemas

● Ayuda a liberarse de la vergüenza y el miedo mediante la “exteriorización”

● El problema es una entidad separada

● El consultante nota sus competencias y habilidades

El problema es el problema y la persona es la persona, esto hace que se analicen los

problemas separados de las personas y se asume que las personas tienen muchas
habilidades, capacidades, competencias, creencias, valores y compromisos que les

ayudarán a cambiar su relación con los problemas en sus vidas. La externalización del

problema es una de las técnicas más conocidas de la terapia narrativa (aunque desde la

práctica narrativa se ve más como una cosmovisión que como una técnica)

La palabra historia tiene que ver con una serie de sucesos que están relacionados a

través de una secuencia temporal y que están de acuerdo con un argumento

determinado. Interpretamos lo que nos sucede y le damos un significado uniendo

determinados hechos para darle un sentido. Este sentido final formaría el argumento de

la historia. Para llegar a ese sentido final hemos tenido que elegir ciertos sucesos y otros

dejarlos fuera, probablemente porque no encajan con el argumento de la historia.

Los relatos mediante los que damos sentido a nuestra experiencia están influidos sobre

todo por factores culturales y sociales.

El lenguaje sirve de mediador en estos procesos interpretativos: por medio de él

definimos y mantenemos nuestros pensamientos y sentimientos (incluido nuestro

monólogo interior).
Las historias dan forma a nuestras vidas e impulsan o impiden la realización de ciertos

actos. Esto es lo que llamamos los efectos de la historia dominante. Vivimos varias

historias a la vez no podemos explicar nuestra vida sólo desde un punto de vista, por eso

consideramos que los seres humanos tenemos vidas con historias múltiples. Esto

permite la creación de una historia alternativa.

Técnicas

● Exploración y deconstrucción de aquello que mantiene el problema

● Conversaciones de externalización

● Conversaciones de remembranza

● Conversaciones de re-autoría

● Uso de certificados, documentos, canciones, poesías, etc.

● Árbol de la vida, el equipo de la vida la cometa de la vida

Saturación y externalización del problema: generalmente cuando los pacientes explican

los problemas por los cuales se presentan a terapia hacen una «descripción saturada del

problema» que suele ser el relato dominante de la familia, White y Epston (1993) lo

llaman «externalizar el discurso internalizante», lo cual permite expresar elementos de

autoinculpación y falta de autoconfianza; desde esta perspectiva es el problema lo que

es el problema y se trata de confrontar a las creencias y narrativas que permitan


separarse de los relatos que dominan sus relaciones.

Recursos literarios: Las cartas terapéuticas se basan principalmente en la reescritura. El

paciente y el terapeuta escriben y construyen el relato que la persona narra al estar en

terapia y después de ser escrita se exterioriza (Linares, Pubill y Ramos, 2005). También

Gordón (2011) señala que la literatura nos enseña las distintas posibilidades de lo

humano para saber cómo se comportan los otros en ciertas circunstancias y también

cómo lo haríamos nosotros en el mismo escenario. Androutsopolou (2001) y Laitilla,

Aaltonen, Wahlstrom y Angus (2005), la emplean con sus clientes para la co-

construcción de sus historias personales.

Acontecimientos extraordinarios: esta técnica se lleva a cabo mediante la revisión

histórica de la influencia de las personas sobre el problema, recordando hechos que

contradigan los efectos del problema sobre sus vidas (White y Epston, op. cit.; Payne,

op. cit.).

Decir de nuevo hola: White (2002) notó que la aceptación de la pérdida definitiva

complicaba más la situación en lugar de capacitar a las personas a reaccionar y

enriquecer sus vidas, por lo que incorporó la metáfora “Decir de nuevo hola”, que

permite a las personas introducir las concepciones alternativas de su yo como persona y

lo presenta a los demás en sus redes sociales.

En este sentido, la terapia narrativa puede ayudar en diversos casos, centrándose en

rescatar los saberes y habilidades de la vida, por ejemplo, en temas de abuso sexual,
enfermedades, separaciones o divorcios, duelo, entre otros. Sobre este último tema,

White (op. cit.) aborda el caso de Greg, en el cual expone de qué manera vivió la muerte

de uno de sus mejores amigos que falleció de SIDA; es a través de la conversación

como surgen recuerdos que le permiten reintegrar a la persona que se ha ido

nuevamente a su vida y de esta manera también dejarse acompañar por otros personajes

importantes. White (1994) señala que es a través de la práctica de técnicas narrativas y

la intervención terapéutica como estuvo examinando la metáfora de “Decir de nuevo

hola” y su implementación al tratar la aflicción de personas que habían sido

diagnosticadas con duelo patológico y estado bajo tratamientos normativos. White se

dio cuenta de que muchas personas experimentan la aceptación de la pérdida definitiva

del ser querido, pero esto complica más la situación, en lugar de capacitar a las personas

a reaccionar y enriquecer sus vidas. Por ello es que él propone incorporar la relación de

la pérdida más que intentar que el paciente olvide la relación e impulsa esta técnica a

través de la metáfora de “Decir de nuevo hola” permitiendo que las personas

introduzcan las concepciones alternativas de su yo como persona y lo presenten a los

demás en sus redes sociales (White, op. cit.).

Rol del terapeuta

● No está interesado en definir una identidad de la persona, ni decirle que hacer

● Contribuye en la búsqueda de recursos y habilidades del consultante


● Trabaja con el discurso de la persona y contribuye en la reconstrucción positiva

de la historia de su vida

● Adopta una posición colaborativa de coautoría durante el discurso del consultante,

para que construya su vida hacia el futuro y así formar una narrativa alternativa

● A través de la externalización ayuda al consultante a mirarse a sí mismos como

separados de sus problemas

Críticas al modelo narrativo

Un dilema del terapeuta narrativo

El dilema que puede asistir el clínico a la hora de trabajar con la narración de un cliente,

se constituye desde aspectos básicos como querer establecer veracidad, o sea una relación

de correspondencia directa entre el relato central y los acontecimientos, o bien, realizar

una lectura de la narración con el foco puesto en los síntomas que pudieran evidenciarse.

Sin embargo, aquellos clínicos que han logrado superar estos estadios del ejercicio

terapéutico y que adscriben a enfoques sistémicos y/o narrativos, pudieran experimentar

dificultades para comprender cuál es la columna argumental del relato del paciente, sin

caer en elementos más accesorios de la narración. Especialmente cuando los propios

sesgos o experiencias personales generan sensibilidades especiales de tolerancia o no


acerca de situaciones que se dan en la vida. O sesgos que provienen de las creencias o

estructuras valóricas propias del clínico.

Bibliografía:
Bruner, L. (1987). Life as Narrative. Social Research, 54(1), pp. 11 - 32.
White y Epston (1993). Medios Narrativos para fines terapéuticos. Barcelona: Paidós.

White, M. (2002). El enfoque narrativo en la experiencia de los terapeutas. Barcelona:


Gedisa.
White, M. (1994) Guías para una terapia familiar sistémica. Barcelona: Gedisa
https://sites.google.com/site/conociendolanarratologia/home/teoricos

http://www.scielo.org.bo/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2077-
21612014000100006

Potrebbero piacerti anche