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El viaje de Chihiro.

Hayao Miyazaki
Ian Giaroli

Película más importante del Estudio Ghibli dirigida por Miyazaki hasta el momento, ganadora de
múltiples premios como: un Oscar de Hollywood, un Oso de Berlín, y dos galardones de la
Academia Japonesa de Cine. Está basada en la obra japonesa "Una misteriosa ciudad más allá de
la niebla" de 1980. El argumento nos relata acerca de cómo una niña, Chihiro, se cambia de
ciudad, en el transcurso del trayecto hacen una parada, en ella hay un túnel, que lleva a un
parque temático, donde los padres comen una serie de platos que se encuentran preparados sin
personal cercano aparente a pesar de las advertencias dadas por la propia Chihiro, pero no se
detienen; al llegar la noche, los padres se convierten en cerdos y ella no puede escapar del lugar,
que resulta ser en realidad una casa de baños para los dioses.

En este film Miyazaki intenta centrarse en la idea de "la identidad", tanto individual, como se
explicará más adelante, como colectiva, tratando la pérdida de la cultura japonesa por parte de
la sociedad. Si bien Miyazaki está influenciado por la cultura occidental, considera que es
importante no perder la identidad propia, y cree que el vehículo para hacer esto es la
animación, ya que los niños deben ser los primeros en no perder esta identidad. Para lograrlo
usa una serie de elementos que forman parte de la cultura japonesa, aunque no conocer estos
elementos, no impide que podamos ver y entender el sentido narrativo de la película,
conociéndolos simplemente la película tiene mayor riqueza.

Los elementos de la cultura japonesa están principalmente vinculados a la religión sintoísta, que
plantea la creencia en los espíritos de la naturaleza o "Kami". Así, Totoro el Guardián del bosque,
personaje de la película anterior de Miyazaki "Mi vecino Totoro", vendría a ser un Kami, si bien,
en este caso, es un invento original del autor.

Observamos el túnel como medio visual de Miyazaki para pasar del universo de "lo mundano" al
mundo de "lo espiritual".

Hay una leyenda de los Kami que nos indica cómo estos se dedicaban a secuestrar niños,
haciendo entender al espectador que conozca un poco de la cultura Japonesa, como podría un
personaje principal desaparecer y el porqué.

Otros elementos que aluden al sintoísmo, especialmente al inicio de la película, los encontramos
en la arquitectura, podemos señalar en este sentido dos figuras importantes:

∙ El tori: arco que marca la entrada de un templo.


∙ El kokora: altares que se encuentran a la entrada de los templos para rendir culto a los
dioses menores (en el film parecen aludir a los dioses que acuden a los baños de
Yubaba)
¿Qué nos quiere transmitir Miyazaki con esto? que entran en un lugar sagrado. En este punto
del relato podemos centrarnos en cómo el autor juega con el contraste reactivo de los
personajes de los padres y la protagonista, Chihiro. Mientras Chihiro reacciona ante el estímulo
de encontrarse con estos elementos en el camino, sintiéndose incómoda y deseando que se
vuelvan por donde han venido, sus padres, directamente hacen caso omiso de toda esta
simbología sintoísta. Se plantea así una de las teorías tradicionales en la cultura japonesa que
cree que los niños tienen una especial conciencia ante la presencia de espíritus y seres
antinaturales. Aparte de estos elementos, hay aspectos que intentan transmitir la cultura
japonesa.

El tokoyo vendría a ser el hogar de los dioses, separado del mundo terrenal por el mar, al que
ellos llegan en un gran barco, y de hecho en El viaje de Chihiro vemos estas alusiones desde el
momento en que ella no puede volver a "lo mundano" a pesar de ser observable desde los
baños públicos, parte de este hogar de los dioses, por la gran separación del mar que se
observa, los dioses llegan de hecho a los baños atravesando el mar en un gran barco. No se
observa como positivo el hecho de pasar al hogar de los dioses. Ejemplificando esto, uno de los
mitos clásicos japoneses más recordables el del del "Marebito" o "Huésped inesperado", en el
que, debido a lo peligroso que resulta para los seres mundanos visitar el mundo espiritual,
frecuentemente ellos nos visitan utilizando formas que para nosotros pueden resultar
completamente desconocidas y no anunciando su llegada. Esto nos obligaría a tratar con
respeto y deferencia a todo personaje o elemento que se nos presentara en el hogar, ya que
podrían infiltrarse en nuestras vidas y según el trato que les diéramos ellos nos corresponden
ofreciéndonos fortuna o ninguneándonos, llevando a la pérdida de esta suerte comentada.

Miyazaki nos cuenta en cierto modo esta historia de forma sutil. Muchas de las figuras del barco
que trae clientes a los baños de Yubaba son en realidad, este tipo de espíritus de la cultura
clásica japonesa, y de esta forma Miyazaki nos cuenta sutilmente el mismo relato. Esta misma
idea puede reflejarse en el comportamiento del personaje del SinCara, que reacciona deseando
ayudar y apoyar a Chihiro, pero siempre que ésta actúe de forma altruista (y en cuanto deja de
hacerse así por parte de otros personajes que reaccionan movidos por la codicia, se convierte,
de hecho, en un ser peligrosísimo que devora todo aquel que intenta aprovecharse de él).

Los personajes de la película construyen la identidad colectiva de la misma. El personaje de


Yubaba, que dirige los baños públicos, tiene una hermana gemela, Zeniba. Debemos indicar que
los personajes de Miyazaki no son monolíticos, y eso se refleja en todos los personajes del film,
incluido este “personaje doble”.

En cierto modo el autor pareciera intentar generar una sensación de dualidad entre ambos, que
sin embargo, por la redondez de los mismos y su complejidad, no se da. De esta forma una
primera visión que no se molestase en analizar de fondo lo que ve, sino que se quedara con el
mensaje final de la película, no haría entender al personaje de Zeniba como “positivo” en
contraste con la “malvada” Yubaba, y sin embargo las reacciones de ambas ante distintos
estímulos nos demuestran desde la primera vez en que las conocemos, como en realidad no se
tratan de personajes con una etiqueta clara (Yubaba es cruel con sus empleados y le gusta
devorar humanos, pero es cariñosa y sobreprotectora con su bebé; Zeniba comprende a los
seres humanos y busca ayudarles gratuitamente, pero no duda en amenazar de muerte a
alguien que cumple, obligado, las órdenes de su hermana). Esto no quiere decir que el personaje
llegue a evolucionar como el principal (como más adelante observaremos) a lo largo del relato,
sino que simplemente cambia su actitud adaptándose ante las circunstancias, es un personaje ya
formado.

Yubaba y Zeniba están basadas en la diosa sintoísta Yamauba, estos parecidos se acentúan
especialmente en el personaje de Yubaba. Como el personaje de Miyazaki, Yamauba es caníbal,
y disfruta convirtiendo en animales a las personas que va a devorar.

Otra característica llamativa de Yubaba es que tiende a robar los nombres de las personas para
así robarles su identidad y acabar convirtiéndolas en sus esclavos, en el caso de la diosa
Yamauba, esta tiene el poder de controlar las palabras, que en la religión sintoísta tienen
vinculación con la naturaleza intrínseca de las cosas, pudiendo controlarlas de esta forma,
teniendo un efecto mágico.

Yamauba, al igual que Yubaba, también es madre adoptiva, en su caso del héroe Kintaro, y al
igual que Yubaba, tiene una actitud muy sobreprotectora con su bebé.

Yubaba es una bruja que vive en el piso más alto del gran castillo que forman sus baños para los
dioses, por su parte Yamauba es una diosa que vive en lo más alto de una montaña.

Por otra parte, si Yubaba vendría a ser la antagonista principal de este relato, Chihiro, dando
nombre al film, vendría a ser su protagonista. El personaje de Chihiro si tiene una evolución clara
a lo largo del relato, pasa de ser una niña mimada y caprichosa, para , al final del relato y tras
descubrir el mundo de los espíritus, encontrarse a sí misma y aprender que todo se consigue con
esfuerzo (mensaje que por otra parte nos repetirán en reiteradas ocasiones a lo largo de la
película de diferentes formas: “Aquí todo vale algo” “No puedes conseguir algo a cambio de
nada” etc.). De esta forma podríamos decir que se convierte en una persona madura, que
trabaja para ayudarse a sí misma, a sus padres, e incluso a otros personajes secundarios que
encuentra por el camino.

En el relato se deja claro que en el mundo de los espíritus, si no se cumplen las reglas
establecidas, los seres humanos, directamente, desaparecen. De esta forma, y posiblemente
bebiendo de los conocimientos de MIyazaki acerca de la cultura grecolatina clásica, Chihiro debe
tomar un grano de fruto del mundo de los espíritus para evitar desaparecer, igual que sucediera
en el mito de Perséfone y las estaciones. La identidad de la protagonista a modo individual, la
principal temática de la película, se destaca en el reencuentro consigo misma gracias a Haku,
que le recuerda su nombre.

Otra de las posibles influencias en la estructura argumental de la película la podemos encontrar


en el teatro No, que, al igual que en el film, tiende a terminar con una danza final y un festejo.
Otro elemento que podemos observar en el relato es la duda, de esta forma Chihiro se pregunta
desde el inicio si todo es en realidad un sueño, la duda posible que se genera ante esta pregunta
inicial se solventa con el mantenimiento de la goma de pelo que le regaló el personaje de Zeniba
a la protagonista.

Los padres, que con su transformación y decisión de entrar en el mundo de los espíritus sin
atender a las señales que existen desde el inicio, no evolucionan a lo largo del film, entrar al
igual que salen del mismo, representando así a la sociedad actual japonesa y su ignorancia
acerca de sus orígenes y su identidad, precisamente el miedo que tiene Miyazaki, la
consecuencia de no lograr inculcar estos valores a los niños, que estarían representados en el
personaje de Chihiro, que llega a abrazar la espiritualidad en su máximo grado, llegando a
enamorarse de un dios sintoísta (Haku) cuando lo reconoce como tal (el dios natural de un río).

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