PE Chile, 2014

Guía ecoturística y cultural

de la Región de Los Ríos

Las rutas verdes y

del patrimonio cultural

Todas las rutas incluyen su mapa

 Proyecto financiado por
el Fondart Ámbito Regional,
convocatoria 2014,
del Consejo Nacional
de la Cultura y las Artes,
Región de Los Ríos.
PE INTRODUCCIÓN

Las Rutas Verdes y del Patrimonio Cultural

L
a historia de este Proyecto Fondart Regional tiene también su propia prehistoria… El domingo 11 de abril de
2010 se anunciaba, en las páginas Domingo Reportajes del Diario Austral de Valdivia, el lanzamiento de la serie
semanal Las Rutas Verdes, producida por Atlas IP y firmada por sus dos socios-directores, Yovanka Ovando y
Juan Gabriel Pallarés.

Durante 120 semanas consecutivas la más completa guía regional de actividades outdoor o de aire libre, a partir de la
ciudad de Valdivia, fue completándose paulatinamente. Esta iniciativa nunca contó con apoyo ni patrocinio alguno pero
el Diario Austral, a través de su Directora, Verónica Moreno, lo que hizo fue nada menos que poner a disposición tanto de
autores como de lectores el oportuno espacio informativo (además del buen hacer de su responsable de diagramación,
Marcelo Pérez). En cuanto a la cartografía de la serie, su diseñadora y realizadora, desde el origen, ha sido Pilar
Seidenschnur, del equipo Atlas IP en Madrid (España).

El planteamiento de la serie, a partir de sus inicios, consistió en abordar la primera exploración regional ecoturística, a
través de la naturaleza, los paisajes y los caminos inéditos de la Región de Los Ríos. Se trataba de una pionera guía
outdoor, específica para esta porción del sur de Chile, con vocación de proyectar, difundir y divulgar una nueva imagen
turística del país y de la región, tanto a nivel nacional como internacional. En cuanto a la página web www.rutasverdes-
dechile.cl, fue asimismo concebida para actualizar y complementar, paralelamente, dicho esfuerzo editorial que cuenta
hoy también con el aval de la Sociedad Geográfica Chilena. Cada Ruta Verde aporta mapas-guías específicos sobre cada
zona tratada, material fotográfico e ilustraciones de referencia, así como con una información complementaria para la
puesta en práctica del viaje, por parte de los lectores.

Todo este compendio de itinerarios a pie, en bicicleta, a caballo, en kayak, en velero o en otro tipo de embarcaciones (ya
que las Rutas Verdes consideran al vehículo a motor solo como mera fórmula de aproximación a los territorios naturales)
tuvo una notable acogida por parte del público, tanto nacional como extranjero. Pero la información de tipo patrimonial,
histórico, artesanal, de la cultural material e inmaterial, si bien era incorporada a las Rutas Verdes, nunca se llegó a rea-
lizar de manera completa, específica y sistemática.

El Proyecto Fondart Regional ‘Rutas Verdes y del Patrimonio Cultural’, que hemos desarrollado en el transcurso del año
2014 y cuyo resultado concreto se plasma en el presente trabajo, nos ha permitido finalmente abordar esta brecha. Es
decir, nos ha permitido incorporar, para divulgar, los principales hitos vinculados a los valores monumentales o arqueo-
lógicos, conjuntos arquitectónicos relevantes, lugares históricos y de interés etno-antropológico, fiestas populares o
artesanía tradicional…. Para ello, convenientemente asesorados por el historiador y académico de la Universidad Austral
de Chile, Ricardo Molina, y miembro de este equipo de trabajo, establecimos una selección de 50 Hitos Histórico-Culturales
los cuales pudiesen sintetizar y acompañar, patrimonialmente hablando, a esa otra panoplia de 50 Rutas Verdes elegidas. La
idea, en fin, ha sido articular la información específicamente centrada en la naturaleza y el paisaje (la esencialmente propia
a las Rutas Verdes) con esa otra información más específicamente vinculada a la cultura, al patrimonio y a los distintos epi-
sodios históricos relacionados con el territorio de la Región de Los Ríos (incluidos aquellos Exploradores Olvidados).

El resultado, esperamos, es una atractiva simbiosis entre lo natural y lo cultural, asociando las distintas propuestas de
visita patrimonial o cultural a la actividad al aire libre y al viaje no motorizado, según una filosofía cada vez más acepta-
da globalmente que apuesta por la fusión entre la actividad física y la cultura, la sustentabilidad y el conocimiento, el
hermanamiento de los conceptos patrimonio natural y patrimonio cultural. Ello ha resultado posible gracias a un amplio
equipo de colaboradores esforzados, entre los cuales es obligado mencionar a la antropóloga Jimena Jérez y a nuestra
coordinadora Carola Giesen. En materia de Exploradores Olvidados, nuestros compañeros en la Sociedad Geográfica
Chilena, Roberto Martinic y Teodoro Kaussel, han aportado sus mejores trabajos.

Uno de los resultados que más nos enorgullecen es el de haber podido gepesear, en base a este proyecto Fondart Regional, el
trazado de todas y cada una de las Rutas Verdes y del Patrimonio Cultural acá presentadas. Ello ha supuesto un esfuerzo impor-
tante, ya que hemos tenido que enfrentar circunstancias meteorológicas adversas durante el pasado invierno, lo que nos ha

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Guía ecoturística y cultural de la Región de Los Ríos. Las rutas verdes y del patrimonio cultural
obligado a un trabajo de campo muy intenso y concentrado durante los periodos más favorables. En total, nuestro equipo ha
revisado cerca de 1.000 kms de huellas, caminos y ejes fluviales o lacustres. Y ha determinado otro millar más de puntos geo-
referenciados prioritarios (todos los cuales aparecen publicados, acompañando específicamente a cada Ruta Verde).
El propósito es que, a través de nuestra página web www.rutasverdesdechile.cl (actualizada asimismo en el marco de este
Fondart Regional) cualquier usuario pueda, a partir de ahora, bajarse estos datos de campo a su aplicación personal,
migrando a su vez desde nuestros mapas específicos a la cartografía Google Earth de uso cada vez más habitual y gené-
rico. Todo lo referente a este capítulo tecnológico es, en cualquier caso, mérito de nuestro asociado, amigo y colaborador
Jorge Esperguel y su equipo.
Desde el punto de vista técnico, el Proyecto Fondart Regional lo hemos desarrollado según cinco fases de trabajo , dentro
de un marco temporal de nueve meses de gestación. Es cierto que partimos de la base de un conocimiento territorial
regional previo muy detallado y de una base de datos Rutas Verdes ya previamente desarrollada, lo que ha posibilitado
en la práctica tan ingente tarea. A dicha base de datos existente hemos incorporado el bagaje de la nueva información
específicamente centrada en el ámbito del Patrimonio Cultural.
En este sentido, es necesario mencionar el importante trabajo ‘Diagnóstico del Patrimonio Cultural/ Región de Los Ríos’,
desarrollado en el marco del Programa Puesta en Valor del Patrimonio y fruto de la labor compartida entre el Gobierno
Regional y la Dirección Regional de Arquitectura. Publicado en 2010, su catastro resultante es toda una selva de hasta
1.400 bienes patrimoniales inventariados en el territorio de Los Ríos, un bagaje de información que para nosotros ha
constituido principal material de referencia. A través de este laberinto de información patrimonial debemos agradecer,
especialmente, el guiaje de tres personas concretas: Leyla Sade, arquitecta, de la Dirección Regional de Arquitectura del
MOP; Sandra Ranz, antropóloga, responsable del Consejo Nacional de Monumentos en la región de Los Ríos; y Javiera
Mayra, arquitecta. En el tema de las fortalezas hispánicas coloniales, nuestra principal fuente ha sido Alejandro Wagner,
autor experto en la materia.
En cuanto a los contenidos vinculados a cada Ruta Verde y del Patrimonio Cultural (texto principal; textos de apoyo temá-
tico; cartografía específica; fotografías; ilustraciones) responden a un tratamiento editorial convencional, totalizando 330
páginas maquetadas en formato tipo gazeeter. El soporte consiste en este disco electrónico (en el que aparece también
grabado un mapa regional ‘Rutas Verdes y del Patrimonio Cultural’) que aparece inserto en una caja-contenedor o box
cuyo diseño presenta apariencia externa de libro convencional. En base a nuevos presupuestos, tenemos intención de
publicar estos mismos contenidos en formato libro-guía, impreso y encuadernado, convencional.
Queremos terminar esta introducción manifestando nuestro agradecimiento al Consejo Nacional de la Cultura y las Artes,
Región de Los Ríos y a sus integrantes, los cuales nos han transmitido en todo momento su mejor apoyo, su información
y su entusiasmo a lo largo de este proyecto.
Yovanka Ovando y Juan Gabriel Pallarés
En Valdivia, 30 de octubre de 2014
OBJETIVOS ESPECIFICOS
del Proyecto Fondart Regional
‘Rutas Verdes y del Patrimonio Cultural’
1. Potenciar el conocimiento del Patrimonio Cultural regional de Los Ríos por parte de la
ciudadanía y de los turistas.
2. Promover la conservación del Patrimonio Cultural regional como legado a las genera-
ciones futuras.
3. Ayudar a su puesta en valor desde el punto de vista socio-económico, articulándolo
con las actividades al aire libre y el concepto de vida saludable.
Desde el punto de vista de la conservación patrimonial, según la UNESCO, ‘no existe peor enemigo que el desconocimiento del
patrimonio, de la realidad de sus valores, de su existencia, por parte de la propia ciudadanía’. Por otra parte, ‘el estableci-
miento de una inter-relación entre el Patrimonio Cultural y el Patrimonio Natural constituye -siempre según definición promo-
vida por la UNESCO-, la mejor forma de promover su comprensión, las claves de origen, la explicación de su porqué más
esencial’. Es en esta línea, por ejemplo, que viene trabajando la prestigiosa e internacional Lista de Sitios Patrimonio de la
Humanidad, que agrupa al elenco de esos 10.000 lugares más representativos y referentes en la Historia de la Humanidad.
Un caso chileno mundialmente famoso, inscrito en esta Lista Patrimonio de la Humanidad, es el de la Isla de Pascua: ese
pequeño territorio oceánico, de superficie poco más de tres veces la de la isla del Rey, en el que coinciden un territorio
insular sorprendente, unos paisajes singulares y un patrimonio cultural e histórico único en el planeta. Este conglomerado
patrimonial pascuense constituye hoy un recurso turístico de primer orden mundial.
En cuanto a la importancia de la conservación de dicho patrimonio, representa sin duda la clave del desarrollo económico
para la propia isla de Pascua y sus habitantes, en la actualidad y de cara al futuro. Sin embargo, es importante recordar
como hace poco más de medio siglo, cuanto todo este bagaje patrimonial pascuense no era todavía ni suficientemente
conocido ni convenientemente divulgado, la isla de Pascua representaba poco más que un remoto lucro cesante al que
aquejaban múltiples amenazas con respecto a su propia conservación e integridad cultural.
Sirva este ejemplo para explicar el punto de vista que respalda la presente propuesta proyectual. En el caso de Los Ríos tene-
mos en estos momentos unos 1400 enclaves patrimoniales listados junto a un patrimonio étnico-antropológico ingente, el cual
todavía se encuentra en curso de monitoreo. Pero toda esta magnífica urdimbre patrimonial se encuentra todavía pendiente
de articular convenientemente entre sí, de vincular con los paisajes a partir de los cuales se generaron (sean estos rústicos o
urbanos) y, por supuesto, de divulgar y promocionar entre propios y extraños. A menudo, estos hitos patrimoniales regionales,
además, se encuentran en trance de no alcanzar a permanecer como el debido legado hacia las generaciones venideras.
El reto de la conservación, de la difusión patrimonial, sin duda, es importante. Algunos tenemos la suerte de todavía poder
maravillarnos con estos descubrimientos patrimoniales, a veces encontrados por casualidad en medio de los bosques, a la
vera de cierto río o lago, o en cualquier entorno rural impreciso. A través de las Rutas Verdes nos hemos topado, en muchas
ocasiones, con hartos ejemplos de este Patrimonio Cultural regional olvidado, tan sorprendente. Y cuando hemos tenido
ocasión de poder mostrárselo a cualquier extranjero de viaje por nuestra región, nos hemos dado cuenta de que además
suscita sorpresa y admiración ajenas, porque revisten una fuerza y un atractivo turístico relevantes. Es cierto que en las
listas de los especialistas, de los organismos técnicos vinculados a los recursos patrimoniales, tales lugares ya aparecen
definidos, inventariados, descritos y geo-referenciados. Pero, en la práctica, al no estar suficientemente divulgados, ciuda-
danos y turistas a menudo desconocen su existencia y no son conscientes de la importancia de su conservación . Una
situación que, como en el ejemplo de la isla de Pascua, debe llegar a revertirse.
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PEREGIÓN DE LOS RÍOS

Las Rutas Verdes y del Patrimonio Cultural

PE 50 RUTAS VERDES
PATRIMONIALES
RV/P1. El sendero de la isla del Rey
RV/P2. De Mancera al Alerce Costero
RV/P3. De Punta Galera a las lagunas de Colún
RV/P4. Del Alerce Costero a Chaihuín
RV/P5. Remontando el Naguilán
RV/P6. En torno al río Tornagaleones
RV/P7. De Punucapa a Oncol
RV/P8. Calcurrupe-Chollinco
RV/P9. Por las islas del lago Ranco (I)
RV/P10. Por las islas del lago Ranco (II)
RV/P11. Tras los pasos de Neruda
RV/P12. Ascensión al Mocho-Choshuenco
RV/P13. Por la península de Illahuapi
RV/P14. Parque Nacional Puyehue
RV/P15. Río Cruces: de Lanco a la Mariquina
RV/P16. Por el antiguo ramal de Lanco
RV/P17. Por el bajo río Bueno (I)
RV/P18. Por el bajo río Bueno (II)
RV/P19. Cocule, en el río Bueno
RV/P20. De Crucero a Lago Ranco
RV/P21. Callecalle: de Los Lagos a Huellelhue Límite internacional
RV/P22. Navegando por el San Pedro Límite regional
RV/P23. Al oriente del lago Riñihue Vértice orográfico
RV/P24. Entre Máfil y Tralcao Volcán
RV/P25. De Máfil a Pupunahue
Principales puntos y
RV/P26. Entre Itropulli y el lago Ranco zonas de interés cultural
Mapuche-Huilliche
RV/P27. Por la península Huichoco
RV/P28. Explorando el lago Pullingue Fortaleza
RV/P29. Por las selvas de Linoico Mirador escénico
RV/P30. Pichillancahue: el glaciar Negro
Autovía 5
RV/P31. Por el antiguo ramal a Panguipulli
RV/P32. San Pablo de Trewá P Plaza de Peaje

RV/P33. Donde nace el río Valdivia Punto de acceso a autovía

RV/P34. Humedales urbanos de Valdivia Camino pavimentado
RV/P35. De Crucero al lago Puyehue Camino sin pavimentar
RV/P36. Río Cruces: de la Mariquina a San Luis de Alba Pista de tierra
RV/P37. Humedales del río Cruces (I): de San Luis de Alba a Tralcao
Área Silvestre Protegida
RV/P38. De Chanchán a Pilolcura
RV/P39. Mehuín: los humedales del río Lingue ASR Área Silvestre de Interés
(no establecida)
RV/P40. De Bonifacio a Curiñanco
RV/P41. Isla Teja norte
RV/P42. Oncol-Tambillo-Tres Bocas
RV/P43. Humedales del río Cruces (II): entre isla Teja y Tres Bocas
RV/P44. Humedales del río Cruces (III): de Tres Bocas a Santa María
RV/P45. De Curiñanco al Cutipay
RV/P46. Humedales de Santo Domingo
RV/P47. Islas al sur de Valdivia
RV/P48. Por los bosques de Llancahue
RV/P49. Al occidente del lago Riñihue
RV/P50. Islas del Calafquén

PE 12 RV/P URBANAS
RV/P urbana I. Corral
RV/P urbana II. Futrono
RV/P urbana III. Lago Ranco
RV/P urbana IV. Lanco
RV/P urbana V. La Unión RV/P urbana IX. Paillaco
RV/P urbana VI. Los Lagos RV/P urbana X. Panguipulli
RV/P urbana VII. Máfil RV/P urbana XI. Río Bueno
RV/P urbana VIII. San José de La Mariquina RV/P urbana XII. Valdivia
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Guía ecoturística y cultural de la Región de Los Ríos. Las rutas verdes y del patrimonio cultural

www.rutasverdesdechile.cl
PE índice de contenidos
PE 50 RUTAS VERDES RV/P1. El sendero de la isla del Rey PE 50 HITOS HH-C1. Los tiempos prehispánicos PE 12 RV/P RV/P urbana I. Corral
PATRIMONIALES RV/P2. De Mancera al Alerce Costero
HISTÓRICO-PATRIMONIALES HH-C2. El gran terremoto de 1575
URBANAS RV/P urbana II. Futrono
RV/P3. De Punta Galera a las lagunas de Colún HH-C3. La gran victoria militar mapuche RV/P urbana III. Lago Ranco
RV/P4. Del Alerce Costero a Chaihuín HH-C4. Repoblación de Valdivia RV/P urbana IV. Lanco
RV/P5. Remontando el Naguilán HH-C5. El Camino Real RV/P urbana V. La Unión
RV/P6. En torno al río Tornagaleones HH-C6. Incorporación de Valdivia a Chile RV/P urbana IX. Paillaco
RV/P7. De Punucapa a Oncol HH-C7. La inmigración alemana RV/P urbana X. Panguipulli
RV/P8. Calcurrupe-Chollinco HH-C8. Ocupación militar de La Araucanía
RV/P urbana XI. Río Bueno
RV/P9. Por las islas del lago Ranco (I) HH-C9. El gran incendio de 1909
RV/P urbana XII. Valdivia
RV/P10. Por las islas del lago Ranco (II) HH-C10. El terremoto del sesenta
RV/P urbana VI. Los Lagos
RV/P11. Tras los pasos de Neruda HH-C11. Los Ríos, nueva región chilena
RV/P urbana VII. Máfil
RV/P12. Ascensión al Mocho-Choshuenco HH-C12. EXPLORADORES OLVIDADOS: Juan Ladrillero
RV/P urbana VIII. San José de
RV/P13. Por la península de Illahuapi HH-C13. EXPLORADORES OLVIDADOS: Francisco Vidal Gormaz La Mariquina
RV/P14. Parque Nacional Puyehue HH-C14. EXPLORADORES OLVIDADOS: Los holandeses en Valdivia RV/P urbana IX. Paillaco
RV/P15. Río Cruces: de Lanco a la Mariquina HH-C15. EXPLORADORES OLVIDADOS: Ignacio Pinuer
RV/P urbana X. Panguipulli
RV/P16. Por el antiguo ramal de Lanco HH-C16. EXPLORADORES OLVIDADOS: Salvador Sanfuentes
RV/P urbana XI. Río Bueno
RV/P17. Por el bajo río Bueno (I) HH-C17. EXPLORADORES OLVIDADOS: Guillermo Frick
RV/P urbana XII. Valdivia
RV/P18. Por el bajo río Bueno (II) HH-C18. EXPLORADORES OLVIDADOS: Orélie Antoine
RV/P19. Cocule, en el río Bueno HH-C19. EXPLORADORES OLVIDADOS: Charles Darwin y Robert Fitzroy
RV/P20. De Crucero a Lago Ranco HH-C20. Sitios arqueológicos (I): Complejo Pitrén
RV/P21. Callecalle: de Los Lagos a Huellelhue HH-C21. Sitios arqueológicos (II): Chanchán, Ollita Encantada, Colún
RV/P22. Navegando por el San Pedro HH-C22. Sitios arqueológicos (III): en torno al lago Ranco
RV/P23. Al oriente del lago Riñihue HH-C23. Sitios ceremoniales y de parlamento indígenas
RV/P24. Entre Máfil y Tralcao HH-C24. Rucas mapuches
RV/P25. De Máfil a Pupunahue HH-C25. Torreones de los Canelos (MN) y del Barro (MN)
RV/P26. Entre Itropulli y el lago Ranco HH-C26. Castillo de Niebla (MN)
RV/P27. Por la península Huichoco HH-C27. Castillo de San Pedro de Alcántara (MN)
RV/P28. Explorando el lago Pullingue HH-C28. Castillo de San Sebastián de la Cruz (MN)
RV/P29. Por las selvas de Linoico HH-C29. Castillo de San Luis de Alba de Cruces (MN)
RV/P30. Pichillancahue: el glaciar Negro HH-C30. Fortín de San José de Alcudia (MN)
RV/P31. Por el antiguo ramal a Panguipulli HH-C31. Calles General Lagos-Yungay (ZT) e iglesia de San Francisco (MN)
RV/P32. San Pablo de Trewá HH-C32. Casas y Parque Prochelle (MN)
RV/P33. Donde nace el río Valdivia HH-C33. Casas Andwandter (MN) y Philippi
RV/P34. Humedales urbanos de Valdivia HH-C34. Muelle Schuster y Mercado Fluvial (ZT)
RV/P35. De Crucero al lago Puyehue HH-C35. Edificios y casonas tradicionales en La Unión
RV/P36. Río Cruces: de la Mariquina a San Luis de Alba HH-C36. Patrimonio arqueo-industrial en La Unión
RV/P37. Humedales del río Cruces (I): de San Luis de Alba a Tralcao HH-C37. Salón-teatro del Club Alemán de La Unión
RV/P38. De Chanchán a Pilolcura HH-C38. Conjuntos misionales relevantes
RV/P39. Mehuín: los humedales del río Lingue HH-C39. Casas Furniel (MN), Machmar (MN) y Daniel (MN)
RV/P40. De Bonifacio a Curiñanco HH-C40. Museos de Río Bueno y de Lago Ranco
RV/P41. Isla Teja norte HH-C41. Teatro Galia (MN)
RV/P42. Oncol-Tambillo-Tres Bocas HH-C42. El Llolly (MN), Santa Rosa y Santa Filomena
RV/P43. Humedales del río Cruces (II): entre isla Teja y Tres Bocas HH-C43. Edificios y casonas tradicionales en San José de la Mariquina
RV/P44. Humedales del río Cruces (III): de Tres Bocas a Santa María HH-C44. Conjunto ferroviario de Collilelfu (MN y ZT)
RV/P45. De Curiñanco al Cutipay HH-C45. Locomotora a vapor Nº 620 (MN)
RV/P46. Humedales de Santo Domingo HH-C46. Máfil arqueo-industrial
RV/P47. Islas al sur de Valdivia HH-C47. Tradicionales balseos fluviales
RV/P48. Por los bosques de Llancahue HH-C48. Embarcaciones y vapores de antaño
RV/P49. Al occidente del lago Riñihue HH-C49. Fiestas religiosas en Los Ríos
RV/P50. Islas del Calafquén HH-C50. Panoramas artesanos

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Guía ecoturística y cultural de la Región de Los Ríos. Las rutas verdes y del patrimonio cultural / 9
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El sendero de la Colonia, lo cierto es que se la conoció

de la isla del Rey

más bien como la isla de Diego Ramírez, en
la que habitaban unos 3.000 indios amigos,
cuya actividad principal se centraba en el
comercio con las guarniciones militares del
sistema de fortificaciones establecido en la

Del estero Pilque a Los Angelitos bahía de Corral.

Cuando las grandes glaciaciones geológicas,
la isla del Rey permaneció a salvo de los
hielos, por lo que se transformó en un es-
Se trata de uno de los trekkings más inéditos en la región de Los Ríos: tratégico refugio para gran número de es-
tan próximo a la ciudad de Valdivia; sin embargo, tan remoto. pecies australes de la fauna y flora. Cubier-
Combina dos tramos náuticos de enlace con una travesía a pie de la ta por una profunda selva valdiviana hasta
isla chilena más extensa en aguas interiores. finales del siglo XIX, es a partir de 1910, con
la entrada en producción de los Altos Hor-
nos en Corral, que su original esplendor fo-
restal experimenta una activa presión an-
trópica. Buena parte de sus bosques fueron
transformados en carbón vegetal para su-
LOS ESTEROS MAREALES CARACTERIZAN LA FACHADA SUR DE LA ISLA DEL REY, SOBRE EL RÍO TORNAGALEONES. ministro de aquella industria y de la pobla-

L
a Isla del Rey es una joya geográfi-
ca, un territorio muy especial por
sus características, la mayor porción
insular chilena situada en aguas
continentales. Con sus 51,5 kms2 de superfi-
cie y sus dimensiones de 10 por 7,5 kms en-
tre extremos, es ligeramente más extensa
que cualquiera de las dos islas que compo-
nen el archipiélago de Juan Fernández.
Localizada en la comuna de Corral, constitu-
ye además la clave paisajística (y, por tanto,
también turística) al sur de la capital de la
región de Los Ríos, Valdivia. En efecto,
cuando uno mira hacia el SO desde el puen-
te Pedro de Valdivia, la isla del Rey se
muestra como el telón de fondo paisajístico
ante la percepción visual de locales y visi-
tantes. Aunque muchos locales y foráneos
no acierten a identificarla como tal…
Acerca del origen de su nombre, la versión
más extendida se refiere al hecho de que
los indígenas habrían hecho regalo de ella
UN PROFUNDO BOSQUE NATIVO RECUBRE, SELVÁTICO, EL CORAZÓN INSULAR. al Rey de España. Otros afirman que es aquí
donde habitaba el cacique indígena más im-
portante de Ainilebu. Durante los tiempos
ción surgida en torno a ella. Tal situación
perduró hasta 1960, cuando el gran terre-
moto y tsunami destruyeron la añeja facto-
ría siderúrgica corraleña.
A los grandes incendios provocados suce-
dió, a partir de 1980, la tala sistemática de
lo que quedaba de sus extensiones de bos-
que nativo sobre sus dos terceras partes. Y
el resultado son las plantaciones de exóti-
cas que cubren hasta el 50% de su superfi-
cie insular, unas 2.500 has protagonizadas
por Pinus radiata y Eucalyptus globulus, re-
partidas entre dos grandes compañías fo-
restales y ocupando, fuera de toda normati-
va, incluso los cursos de agua y la orla ribe-
reña insular. Los esteros se han secado. Los
cerca de 800 habitantes censados en la isla
del Rey ven las cosechas forestales que se
aproximan como una nueva hecatombe.
Una amenaza también paisajística y turísti-
ca, ya que la inminente tala del sector NO
de la isla (la que bordea el río Valdivia), pre-
vista en 2016, podría transformar en un de-
sierto todo el eje panorámico que se perci-
be desde la carretera (aquella ZOIT o Zona
de Interés Turístico) entre Valdivia y Niebla.

El alerzal más septentrional del mundo ALERCE EN ISLA DEL REY

E l alerce (o lahuén, en la lengua mapuche) es el equivalente, en la América Austral, a

las famosas secoyas de Norteamérica. Se trata de una especie rara, longeva y endé-
mica de los bosques templados lluviosos de tipo Valdiviano, exclusivo de Chile, con com-
plementaria presencia en Argentina. Sus extensiones se localizan entre los 40° y los 43°
grados de latitud Sur, entre el nivel del mar y los 1.500 m de altitud, con ejemplares de
hasta 50 m de altura y edades de hasta 3.500 años. Durante el siglo XX, a causa de la
calidad, belleza y durabilidad de su madera, los bosques de alerce sufrieron una tala
muy severa por lo que, a mediados de siglo, se consideraba especie en riesgo de extin-
ción. En Chile los alerces están declarados, desde 1977, Monumento Nacional y su tala y
comercialización están prohibidos por ley. Su nombre científico, Fitzroya cupressoides,
está dedicado al británico Robert Fitz Roy, que en el velero Beagle acompañó a la expe-
dición científica de Charles Darwin. El descubrimiento de un rodal de alerces en la isla
del Rey, comunicado científicamente por el ingeniero forestal valdiviano Daniel Soto, del
Instituto de Silvicultura de la Universidad Austral de Chile, en 2007, reviste especial im-
portancia biogeográfica, ecológica y genética ya que marca el límite septentrional para
esta especie en el mundo. Un relicto forestal, por otra parte, superviviente de la última
glaciación pleistocénica, cuya conservación requiere de la implementación de medidas
urgentes, según su descubridor. Es un tesoro forestal único a las puertas mismas de la
capital de Los Ríos, por casi nadie conocido.

LA RUTA VERDE PROPUESTA, EN EL HERMOSO TRAMO DE DESCENSO HACIA EL RÍO GUACAMAYO.

PE RV/P1
El sendero de la isla del Rey. Del estero Pilque a Los Angelitos /11
12/ PE RV/P1
El sendero de la isla del Rey. Del estero Pilque a Los Angelitos

LA IM
IMAGEN MÁS CHILENA:
UNA FLOR DEL COPIHUE…

Por fortuna, en la porción central de la isla
del Rey, sobrevivieron cerca de 900 hectá-
reas de bosque valdiviano, incluido el rodal
de alerces (Fitzroya cupressoides) más sep-
tentrional del planeta (1,2 hectáreas para
un total de aprox. 400 pies de alerce, cerca
del estero Pilque). La pervivencia de este
patrimonio excepcional se debió a don
Oswaldo Kunstmann, profesor retirado de
ciencias físicas en la Universidad Austral,
un valdiviano al que habría que hacer un
monumento.
Propietario del fundo Los Angelitos, cuando
la invasión de la isla por parte de las em-
presas forestales estaba en su clímax, don
Oswaldo supo rechazar tentadoras ofertas
económicas y presiones activas. Lo que po-
sibilitó la preservación de la mejor reserva
natural en las afueras de la ciudad de Valdi-
via. Titular de la porción central de la isla, la
llave estratégica de los principales caminos
de acceso que interesan a las plantaciones
que ocupan el sector NO de la isla en su
mano, don Oswaldo se enfrenta de nuevo a
la compañía forestal que aborda ahora la
fase de cosecha. Pero los quijotes existen
todavía, por fortuna, en estos tiempos…
La combinación de los humedales y baña-
dos que rodean a las islas Guacamayo, Ita-
malal y Valdés (sobre la junta de los ríos
Guacamayo, Futa, Angachilla y La Cantera)
con la franja superviviente comprendida
dentro del fundo Los Angelitos (que atra-
viesa la isla del Rey de parte a parte, en
sentido E-O, entre el río La Cantera, el este-
ro Pilque y el río Tornagaleones) represen-
ta uno de los Corredores Ambientales más
valiosos y estratégicos en la región de Los
Ríos. Una perfecta Ruta Verde.
Sin duda, el conjunto de la isla del Rey de-
bería ser objeto de un proyecto emblemáti-
co de restauración forestal con criterios fi-
tosociológicos y ecosistémicos, según reco-
enlace con la Islala del don Guillermo Frick) y hasta los límites del
Rey en Carboneros. s. En fundo Los Angelitos.
una de estas embarcaciones locales, el via- A partir de ese punto, son 7 kms de trekking
jero navegará primero en dirección al mue- transinsular inolvidable (que se resuelven
lle de las Coloradas, situado en el estero en unas 2,5 h de marcha), por huellas que
Pilque, que se abre sobre el río Tornagaleo- nos llevarán hasta el alerzal relíctico, a tra-
nes. En este tramo náutico emplearemos vés de añejas coigüerías y enclaves de ci-
en torno a una hora de navegación. Un preses de las guaitecas. Un territorio que
punto de alto interés ornitológico serán los resulta querencioso tanto para el pudú co-
bajíos inmediatos a punta Colorada, donde mo para el puma y que, desde el punto de
observaremos espectaculares concentra- vista paisajístico, quizá su punto culminante
ciones de cisnes de cuello negro, cormora- se localice en ese mirador en el que se ini-
nes y pelícanos, gaviotas y correlimos. cia la bajada hacia la vertiente oriental de la
Después, la navegación nos llevará al paso isla: con la ciudad de Valdivia en lontanan-
AMARRADOS AL MUELLE DE LOS ANGELITOS:
de la isla Huapi (o de los Conejos) y de la isla za; el cerro Oncol como telón de fondo; y
EN EL RÍO DE LA CANTERA. Liguiñe (o de los Curas; con su preciosa pla- las islas de Itamalal y Guacamayo, rodeadas
ya de la fachada norte), antes de meter la de humedales espléndidos, a vista de pája-
mienda en casos similares el Programa de proa en el secreto estero Pilque, donde se ro… Terminaremos esta travesía de la isla
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). sitúa el muelle público del pequeño núcleo del Rey en la casa de Los Angelitos, un per-
Ello aumentaría la biodiversidad, la calidad habitado de Las Coloradas. Poco después, fecto lugar para descansar y reponer fuer-
paisajística e incrementaría también los re- en la orilla norte, localizaremos un pequeño zas. El colofón final será otra estupenda na-
cursos de los habitantes insulares a partir desembarcadero en la ribera boscosa. Des- vegación fluvial esta vez por el brazo del
del ecoturismo y la regeneración de los de aquí arranca un sendero que lleva hasta Guacamayo que nos llevará hasta la capital
cursos de agua. ¿Pero querrán las grandes las casas de Champuto (histórica propiedad valdiviana (1 h). Esta Ruta Verde de la Isla
empresas forestales cambiar sus previsio- de aquel primer pionero alemán en la zona, del Rey es una experiencia memorable. O
nes de cosecha en clave de talarrasa por la
de unos ‘bosques para la conservación’?
Ello constituiría un modélico ejemplo de
responsabilidad social empresarial así co-
mo una manera de redimir culpabilidades
históricas. La isla del Rey, lo merece.
En cuanto a la Ruta Verde que recorre el
Corredor Ambiental de la Isla del Rey-Los
Angelitos (constituido por su sector central,
entre los ríos Tornagaleones y de la Cante-
ra), constituye uno de los trekkings más
inéditos en la región de Los Ríos. Combina
dos tramos náuticos de enlace con una
completa travesía a pie de esta isla chilena,
la más extensa en aguas interiores.
Su kilómetro 0 se sitúa en el muelle que
existe junto a la carretera Valdivia-Niebla y
desde el que operan las embarcaciones de EL RÍO FUTA, DESDE LOS ALTOS DE LA ISLA DEL REY.

PE INFOVIAJE
(en bicicleta, 0,5 h); del muelle
Guacamayo a la isla del Rey/
casa de Los Angelitos, 4 kms (en
UÊVALORES NATURALES
Con sus 51,5 kms2 (y 800
habitantes), la isla del Rey es la
de los mejores parajes para el
cisne de cuello negro; variada
GPS 1 Muelle de embarque a Isla del Rey (Carboneros)- 39°52'7.66"S/ 73°22'35.86"O
avifauna acuática, con garzas,
GPS 2 Bajo de punta Colorada/ concentraciones avifaunísticas notables, en bajamar- 39°52'40.25"S/ 73°22'46.97"O

EN LA PLAYA DE LA ISLA
LIGUIÑE, LOCALIZADA UÊLOCALIZACIÓN
FRENTE AL ESTERO
Comuna de Valdivia y Corral.
PILQUE.
UÊRANGO DE ALTITUDES
Max.: 237 m; mín.: 0 m.
UÊDURACIÓN Y DISTANCIA
De Valdivia/ muelle Schuster al
muelle de Guacamayo, 6,5 kms
kayak o en embarcación local,
entre 0,5 y 1 h); la travesía de la
isla del Rey, hasta el estero
Pilque y el río Tornagaleones,
6 kms, más otros 3 kms i/v al
alerzal (4 h); la navegación por el
Tornagaleones, hasta el muelle
de Punta Claro, 4,5 kms (0,5
kms); al muelle de Carboneros,
1 km (0,5 h); más el balseo del
río Valdivia, 1 km (15 mn). En
total, en uno u otro sentido, una
Ruta Verde idónea para una
jornada completa de bicicleta,
kayak y trekking…
UÊMEJOR ÉPOCA
Cualquier época del año.
más extensa porción insular en la
Región de Los Ríos; también la
mayor isla en aguas interiores de
todo Chile. El bosque nativo
ocupa el 25% de su superficie
(incluyendo el alerzal más
septentrional del planeta, con
1,19 hectáreas y unos 400
ejemplares), un patrimonio
forestal de excepción
prácticamente comprendido en
su totalidad dentro del fundo Los
Angelitos, de D. Oswaldo
Kuntsmann. En los humedales en
torno a las islas de Guacamayo,
Valdés, Itamalal, entre los ríos
Cantera, Valdivia y Angachilla, en
el estero Pilque, se dan algunos
taguas, cuervos de panano,
anátidas diversas. En los
bosques de la isla del Rey, pudú,
puma, guiña, culpeo, carpintero,
rapaces. Muy presionadas, las
especies piscícolas autóctonas
en los río Tornagaleones,
Valdivia, Futa y en la bahía de
Corral. Lobos marinos.
UÊMONUMENTOS DEL HOMBRE
Las antiguas casas de fundo, co-
mo en isla Guacamayo, en
Los Angelitos o en el entorno de
Champuto (que excelentes lodges
de turismo rural podrían estas lle-
gar a ser…). Los restos de la anti-
gua batería de Punta Carboneros
(una de las fortificaciones colonia-
les españolas de la bahía de Co-
rral). Los viejos muelles ribereños y
sus embarcaciones locales tradi-
cionales.
UÊCÓMO LLEGAR
De 07 h a 19 h, diariamente
y a cada hora, balseo entre el
muelle junto a la carretera
Valdivia-Niebla y el muelle
de Carboneros, en la isla
del Rey.
UÊCARTOGRAFÍA
Instituto Geográfico Militar,
escala 1:50.000, hojas ‘Valdivia’
y ‘Corral’.
PUNTOS GPS
GPS 3 Antigua batería colonial de Carboneros (s. XVII)- 39°52'40.85"S/ 73°22'42.12"O
GPS 4 Isla Huapi (o de los Conejos)- 39°53'33.98"S/ 73°21'34.92"O
GPS 5 Playa de isla Liguiña (o del Cura)- 39°53'58.83"S/ 73°20'50.37"O
GPS 6 Estero Pilque/ muelle de Las Coloradas- 39°53'58.85"S/ 73°20'20.49"O
GPS 7 Enlace con inicio de ruta terrestre- 39°53'54.91"S/ 73°20'0.10"O
GPS 8 Casa de Champuto/ antigua residencia del explorador alemán Guillermo Frick (S. XIX)-
39°53'58.79"S/ 73°19'38.08"O
GPS 9 Tramo de humedal/ solo en marea baja/ paso complejo- 39°53'59.55"S/ 73°19'9.52"O
GPS 10 Continuación de ruta, por fundo Los Angelitos- 39°53'59.28"S/ 73°18'40.17"O
NAVEGANDO GPS 11 Sector de acceso al alerzal relíctico- 39°54'9.63"S/ 73°18'41.83"O
HACIA ISLA DEL
REY, EN
GPS 12 Cruce de ruta verde con camino forestal- 39°54'7.75"S/ 73°17'53.63"O
GPS 13 Continuación de ruta verde- 39°54'18.66"S/ 73°17'33.18"O
EMBARCACIÓN
GPS 14 Pampa de los Angelitos/ cambio de vertiente y continuación de ruta verde por camino bien definido-
LOCAL.
39°54'18.48"S/ 73°17'8.30"O
GPS 15 Casa del fundo Los Angelitos- 39°53'26.62"S/ 73°16'40.43"O
GPS 16 Muelle de Los Angelitos/ río de la Cantera- 39°53'22.44"S/ 73°16'41.60"O
GPS 17 Alternativa: continuación de ruta náutica directa, entre las islas de Guacamayo e Itamalal/
posible solo en kayak- 39°53'16.86"S/ 73°16'34.21"O
GPS 18 Muelle de Guacamayo/ final de ruta verde y aproximación final, terrestre, hacia Valdivia- 73°16'0.14"

PE RV/P1
El sendero de la isla del Rey. Del estero Pilque a Los Angelitos /13
HITO HISTÓRICO-CULTURAL

PEHHC1

Los tiempos prehispánicos CERÁMICA VALDIVIA,

CUENCA LAGO RANCO
(1200 – 1400 D.C.)
la llamada Conquista caracterizada por la
fundación de villas y fortificaciones de
avanzada, fueron estableciendo vínculos
con los indígenas que vivían antes y des-
Hasta la primera fundación de Valdivia (13000 A.P.- 1552 d.C.) pués de la cuenca del río Biobío.
Así, mucho más al sur y a orillas del río
Ricardo Molina Verdejo, Historiador Aynelebu (actual Callecalle), hacia el año
1552 se funda la villa Santa María la Blanca
de Valdivia, por orden del líder de la em-
En la región de Los Ríos presa de conquista, el Capitán don Pedro
se han constatado de Valdivia. La ciudad, más tarde, en 1599
sería destruida hasta casi sus cimientos co-
hallazgos arqueológicos
mo resultado del decidido triunfo militar
de instrumentos de mapuche-huilliche en el marco de la cam-
hueso, líticos, alfarería, paña de resistencia en contra de los inva-
cestería y textiles que sores europeos desarrollada entre 1598 a
1604, la que implicó la destrucción de otros
permiten documentar seis asentamientos españoles al sur del re-
una presencia humana ferido río Biobío.
de más de 13.000 años Para lo que hoy corresponde a la Región de
Los Ríos desde el punto de vista territorial,
de data.
la población originaria estaba compuesta
por los mapuche-huilliche y una parte pe-
huenche, quienes ocupaban parte impor-
tante tanto de la zona de la costa (lafken-
che), el sector intermedio entre la Cordille-
ntes de la llegada de los eu- ra de la Costa y la de Los Andes, más una

A ropeos al continente ameri-

cano en general y al territo-
rio chileno en particular, es-
tos extensos espacios ya se encontraban
poblados desde tiempos muy anteriores.
sección en el área precordillerana. Q

Q Son los
Para el caso del sur del país, es posible
constatar a través de la evidencia arqueo-
lógica que aproximadamente desde hace
más de 13.000 años antes de nuestra Era
ya había seres humanos circulando por la
lejanos ancestros
zona viviendo a partir de la recolección, la de mapuches-huilliche y
caza y la pesca. En efecto, conforme a los
últimos hallazgos y estudios sobre la ma- pehuenches
teria, los primeros vestigios humanos han
sido localizados en las proximidades de
Puerto Montt en el llamado sitio de Monte
Verde. Estos restos culturales paleo-indios SÍNTESIS
CRONOLÓGICO-
datan aproximadamente de unos 12.800 CULTURAL DEL
años antes de Cristo, es decir, mirado des- ESTADIO ALFARERO
EN EL SUR DE CHILE.
de la fecha de hoy, corresponden a casi
14.800 años de distancia.
Al margen de Monte Verde, en los territo-
rios boscosos del sur de Chile también se
han constatando materiales arqueológicos
originales en importantes sitios a nivel na-
cional, tales como Marifilo, Piedra Azul,
Chan Chan, Pitrén, Lago Ranco, Los Chilcos,
Fundo Santa María, Cocule, entre otros. En
estos lugares se encontraron instrumentos
de hueso, líticos, alfarería, cestería y texti-
les los que documentan una historia de
más de 13.000 años.
Sin embargo, al llegar los españoles al te-
rritorio chileno hace poco menos de cinco
siglos, entraron en contacto de manera di-
recta con los aborígenes del Norte Grande
(Descubrimiento de Chile, 1536) y más tar-
de con los de la Zona Central (Fundación de
Santiago, 1541). Luego, en la medida que
avanzaron hacia el sur en pleno período de

PE HHC1
Los tiempos prehispánicos. Hasta la primera fundación de Valdivia (13000 A.P.- 1552 d.C.) /15
PE RV/P2
De Mancera
al Alerce Costero
Entre la bahía de Corral y Catrileufu
EN EL PARQUE NACIONAL DEL ALERCE COSTERO.
EL RÍO SAN JUAN, UN PLÁCIDO CURSO FLUVIAL.
R
epasando nuestro desgasta-
do, húmedo, descolorido cua-
derno de campo observamos
como la preparación de esta
serie Rutas Verdes nos ha llevado a vivir
más de 230 fascinantes jornadas de cam-
po por la Región de Los Ríos, en el trans-
curso de 36 meses… ¡Que experiencia tan
fascinante, sin duda…! Pero en el caso de
algunas RVs, se ha necesitado muchos
más días de terreno de lo habitual. Esta
Ruta Verde, entre la bahía de Corral y la
guardería CONAF de Catrileufu, es un
buen ejemplo de ello.
El diseño de un largo eje verde entre la ciu-
dad de Valdivia y la remota desembocadura
del río Bueno conforma, sin duda, uno de
los esfuerzos senderistas regionales que
consideramos de mayor interés tanto am-
biental como turístico. Un corredor ecotu-
rístico en cuya definición venimos trabajan-
do desde hace varios meses. La Ruta Verde
‘Por la isla del Rey’ plantea la posibilidad
parcial para este itinerario saltando desde
Valdivia y el muelle de Guacamayo hasta el
fundo Los Angelitos, en la isla del Rey; y
atravesando esta última por la única franja
superviviente de su antiguo bosque nativo.
RÍO SAN JUAN: AL FONDO, LA GRULLA AZUL, EL ANCLA ECHADA.
ANTIGUOS CAÑONES ESPAÑOLES EN LA ISLA MANCERA.
Ello nos permitió descubrir el enclave de
alerces más septentrional del mundo, antes
de terminar el recorrido junto al río Torna-
galeones y la bahía de Corral. Esta Ruta
Verde supone ahora la continuación de la
antes mencionada, progresando un poco
más al sur en el itinerario directo, a pie y en
bote, entre la ciudad de Valdivia y el nuevo
Parque Nacional del Alerce Costero.
Bien desde el estero Pilque (en la isla del
Rey), bien desde el terminal de transborda-
dores de Niebla, la idea es contratar alguna
embarcación local cuyo patrón tenga a
bien trasladarnos hasta la otra orilla de la
bahía de Corral, al objeto de situarnos al
pie mismo de las montañas de los Alerces.
En este trayecto, una escala en la isla de
Mancera resultará inexcusable. Aquí, un
camino tranquilo y rústico, circular, nos
permitirá dar la vuelta a pie a esta isla en
menos de una hora, reservando para el fi-
nal la visita de los restos del castillo colo-
nial de San Pedro de Alcántara (s. XVII). Se
trata, en el caso de este último, del mejor
punto panorámico sobre la bahía de Corral
y sobre la desembocadura de la cuenca del
Valdivia en el océano Pacífico: esa antigua
y militar Llave del Mar del Sur…
PUDÚ
De la Reserva Nacional
(PUDU PUDA)
Valdivia al Parque
ero
Nacional del Alerce Costero
L os organismos internacionales clasifican a la denominada Cordillera Pelada (esa
porción de la Cordillera de la Costa situada al sur de la región de los Ríos, entre
la bahía de Corral y la desembocadura del río Bueno) como Lugar Prioritario para la
Conservación y su importancia esta reconocida a nivel planetario. Por esta razón,
cuando el Gobierno de Chile anunció, en 2007, la creación del nuevo Parque Nacional
del Alerce Costero sobre una porción significativa del área mencionada, la noticia tu-
vo repercusión mundial de manera inmediata, como la acción propia de un país de-
sarrollado en pro de la conservación de la biodiversidad en la Eco-Región de los Bos-
ques Templados Valdivianos.
Aunque en 1983 ya había sido creada la Reserva Nacional Valdivia sobre 9.727 has,
en el sector que marca la divisoria de aguas entre las cuencas de los ríos Chaihuín,
Naguilán y San Juan- Catrileufu- Los Llanos (que drenan hacía la ensenada de San
Juan), durante los años de 1990 especialmente la zona fue el foco de múltiples de-
nuncias acerca de cortas ilegales y de destrucción de bosque en el área prioritaria,
incluyendo alerces vivos. La presión ciudadana, unida a la acción progresiva fiscali-
zadora del Estado, logró finalmente detener un proyecto de sustitución de bosque
nativo por plantaciones forestales de eucaliptos que amenazaba en la zona a 17.900
has de bosques costeros. Tal situación, por fortuna, hoy parece haberse definitiva-
mente conjurado.
Para la conformación del nuevo Parque Nacional del Alerce Costero, de superficie
17.644 has, se aglutinaron a la antigua Reserva Nacional Valdivia (9.549 has) una do-
nación procedente de la colindante Reserva Costera Valdiviana/ TNC (3.791 has), el
denominado Lote C de del Fundo Quitaluto (ex-Fuerzas Armadas, 2.152 has) y los dos
sectores del Monumento Nacional Alerce Costero (Norte, 1.322 has; y Sur, 830 has).
LA CORDILLERA DE LOS ALERCES, DESDE EL ALTO DEL MIRADOR.
PE RV/P2
De Mancera al Alerce Costero. Entre la bahía de Corral y Catrileufu /17
18/ PE RV/P2
De Mancera al Alerce Costero. Entre la bahía de Corral y Catrileufu

FLOR DEL CANELO

Tras la recalada en Mancera, nuestra nave-
gación nos llevará a continuación primero
hasta la playa de arena de San Julián, un
fondeadero infrecuentado. Luego prosegui-
remos navegando por aguas cada vez más
someras en dirección SSO, hasta la desem-
bocadura del pequeño estero San Juan. Es
en este punto donde solemos dejar fondea-
do, al ancla, nuestro velero La Grulla Azul,
en el transcurso de las diversas prospeccio-
nes que hemos efectuado en el área. Tan
solo en kayak, en zodiac o en embarcación
ligera podremos remontar a partir de aquí
los últimos 2,5 kms del San Juan. Lo cual
constituirá una experiencia deliciosa, ser-
penteando entre humedales, huertos y
quintas olvidados.
A partir del puente San Juan (en el cami-
no de Valdivia a Corral) la ruta verde pa-
sará a discurrir por antiguos caminos de
bueyes y carretas madereras. La clave es-
tará en localizar la huella que remonta el
valle del río de las Minas, cuya servidum-
bre de paso enlazaba antaño, del modo
más directo, la costa en San Juan con el
Alto del Mirador y el sector de los alerza-
les cordilleranos. En la actualidad, dicho
itinerario ha caído prácticamente en el ol-
SOLITARIOS TRONCOS SON EL TESTIMONIO DE
PASADOS GRANDES INCENDIOS FORESTALES.
vido. Pero aprovechando los restos de su
trazado, el caminante ganará progresiva-
mente altura a favor de la llamada Loma
del Caballo, donde el bosque nativo se
salpica de dispersas extensiones de pasti-
zal, lo cual favorecerá nuestra marcha. El
tramo que plantea una orientación más
delicada es el que coincide con el último
kilómetro antes de entroncar
con el viejo camino de
Corral a La Unión
en el Alto del Mi--
ura montaraz lo ha recu-
rador. La cobertura
bierto casi por completo. En contraparti-
xperiencia del encuentro
da, reserva la experiencia
con los primeros ejemplares de alerce. El
machete, en este tramo, resultará un ele-
mento necesario.
Una vez en el Alto del Mirador, podremos
pasar a utilizar con éxito la bicicleta de
montaña como medio para proseguir la
ruta entre este punto y la guardería y re-
fugio CONAF de Catrileufu (todavía a 8
kms de distancia). El itinerario discurre
sobre el trazado del antiguo camino de
Corral a La Unión, que a su vez coincide
con los límites del nuevo Parque Nacional
del Alerce Costero (antes, la Reserva Na-
cional Valdivia). Se trata de un camino por
completo solitario e infrecuentado, que
poco a poco irá adentrándonos en la ma-
jestuosidad de la antigua selva valdiviana.
En algunos puntos, la floresta nos permiti-
rá asomarnos, hacia el N, sobre la ense-
nada de San Juan y la bahía de Corral: un
espectáculo inolvidable.
Durante el viaje,
Dura
posiblemente, algún
posiblem
pudú se nos va a cruzar
observación de
en el camino. La obs
todo el elenco de aves fforestales típi-
cas de la selva valdivia
valdiviana también
resultará probable. Alca
Alcanzaremos fi-
nalmente el refugio y guardería CONAF
de Catrileufu, que es un conjunto de tres
pequeñas edificaciones como puesto en
medio de ninguna parte. Es el único lugar
apto para pernoctar, en caso de necesi-
dad, en muchos kilómetros a la redonda.
Durante nuestra última visita al sector,
continuamos todavía otros dos kilómetros
más allá hasta alcanzar los restos de otro
antiguo refugio, al que rodean los ejem-
plares de alerce. Desde este lugar secre-
to, en los días claros, se puede ver por el
oriente la cumbre nevada del Mocho-
Choshuenco; y por el norte, la cumbre sa-
grada del cerro Oncol. Nosotros disfruta-
mos del atardecer mirando también en
dirección sur, volando sobre las selvas
que cubren la cabecera del río Chaihuín y
los alerzales milenarios de la Cordillera
Quemada. Será el objeto de nuevas y
próximas Rutas Verdes. O

PE INFOVIAJE
embarcación menor a lo largo de
2,5 kms (1 h); entre el puente
San Juan y el Alto del Mirador,
son 5 kms, por la antigua huella
de la Loma del Caballo, factibles
a pie o a caballo (2 h); entre el
Alto del Mirador y el refugio/
guardería CONAF de Catrileufu,
por el antiguo camino de
Corral a La Unión, son 8 kms,
practicables a pie, en bicicleta
o a caballo
(2,5 h). En total, entre el estero
Pilque (isla del Rey) y la guardería
Catrileufu, son unos 11,5 kms
por vía náutica más otros 14 kms
a pie, en bicicleta o a caballo
realizable en una jornada
completa.
MURALLAS DEL
CASTILLO DE SAN PEDRO UÊMEJOR ÉPOCA
DE ALCÁNTARA, EN Verano y primavera; tengamos en
supervivientes fueron sustituidos
en amplias zonas por
plantaciones de exóticas.
La Ruta Verde propuesta
aprovecha el único corredor
verde de bosque nativo entre la
ensenada de San Juan y el Alto
del Mirador, que incluye
extensiones supervivientes de
alerces (Fitzroya cupressoides).
Flora endémica. Y magníficas
extensiones de selva valdiviana,
especialmente dentro del
perímetro de la Reserva Nacional
Valdivia. Amplio elenco de aves
forestales. Puma. Guiña. Pudú.
Monito de monte. En la ensenada
de San Juan, buenos enclaves
para el cisne de cuello negro,
anátidas, garzas, pelícanos,
avifauna acuática. En la isla
Mancera, lobos marinos
UÊMONUMENTOS DEL HOMBRE Y
PUNTOS DE INTERÉS
En la isla Mancera, el castillo de
San Pedro de Alcántara (s.XVII)
es una pieza clave del sistema
de fortificaciones coloniales
españolas de la bahía de Corral;
también, en el extremo S de la
isla, el pequeño fuerte de Baides;
y el delicioso caserío insular, de
uso exclusivamente peatonal. En
la zona del río San Juan, las
viejas construcciones rurales,
con sus huertos al estilo
tradicional. En el sector de la
Loma del Caballo, restos de los
antiguos monos o túmulos
carboneros.
UÊCÓMO LLEGAR
El camino ripiado a Corral, desde 50 kms. Para alquilar una GPS 1 Muelle transbordador Niebla-Corral/ punto de inicio (náutico) de ruta- 39°52'22.28"S/ 73°23'0.09"O
Valdivia, permite acceder al embarcación que pueda GPS 2 Muelle de isla Mancera- 39°53'18.46"S/ 73°23'22.34"O

PUNTOS GPS
MANCERA.
UÊLOCALIZACIÓN cuenta que el sector alto de esta frecuentes. sector del bajo río San Juan en desarrollar el recorrido propuesto, GPS 3 Castillo de San Pedro de Alcántara (s.XVII)/ Monumento Nacional- 39°53'12.09"S/ 73°23'35.38"O
Comuna de Corral. parte de la Cordillera de la Costa recomendamos, entre otras GPS 4 Fuerte de Baides (restos)- 39°53'41.85"S/ 73°23'13.50"O
suele estar envuelto por nieblas y posibilidades, a Dionisio Fajardo y GPS 5 Playa de San Julián- 39°54'20.06"S/ 73°22'48.22"O
UÊRANGO DE ALTITUDES lluvias la mayor parte del año: sus lanchas Rucaco I, II y III, GPS 6 Ensenada de San Juan- 39°55'33.23"S/ 73°23'25.74"O
Mínima: 0 m; máxima: 665 m, gracias a ello, la selva valdiviana tel. 09- 07 14 303. En Carboneros, GPS 7 Río San Juan- 39°55'28.69"S/ 73°24'41.55"O
guardería Catrileufu. y los alerzales tienen aquí uno de isla del Rey, también se ofrecen GPS 8 Puente San Juan/ camino de Corral a Valdivia/ inicio tramo terrestre de la ruta- 39°55'58.32"S/ 73°24'49.86"O
sus reductos prioritarios… servicios de lancha, con GPS 9 Puente sobre el estero de las Minas/ desvío por camino, a izquierda- 39°56'8.73"S/ 73°24'58.93"O
UÊDURACIÓN Y DISTANCIAS posibilidad de almuerzo y diversos GPS 10 Continuación ruta- 39°56'11.93"S/ 73°25'16.47"O

Entre el estero Pilque e isla
Mancera, son 5 kms, por vía
náutica; el circuito de isla
Mancera supone 3 kms a pie
(1 h); entre la isla Mancera (20
mn) y la desembocadura del río
San Juan, 4 kms, por vía náutica
(20 mn); el río San Juan
puede navegarse en kayak o
UÊVALORES NATURALES
La zona fue intensamente
deforestada durante la primera
mitad del siglo XX, para
producción de leña con destino a
los altos hornos que funcionaron
en Corral hasta el terremoto de
1960. Durante los años de 1980-
90, los restos forestales
recorridos, en La Posada
Tornagaleones (tel. 08- 703 88 77),
en Quincho del Rey (tel. 09- 195
14 25) y en hospedaje Isla del Rey
(tel. 063- 197 21 20).
UÊCARTOGRAFÍA
ALGUNOS ANTIGUOS PANELES SE MANTIENEN EN PUNTOS DEL ACTUAL PARQUE Instituto Geográfico Militar, escala
NACIONAL DEL ALERCE COSTERO. 1:50.000, hoja ‘Corral’.
EN EL ANTIGUO CAMINO DE CORRAL A LA UNIÓN:
HACIA CATRILEUFU.
GPS 11 Final camino vehicular- 39°56'22.28"S/ 73°26'4.29"O
GPS 12 La Loma del Caballo/ por huella precaria/ posición de referencia- 39°56'27.46"S/ 73°26'20.75"O
GPS 13 Zona de orientación/ comienza sector de denso bosque nativo/ huella precaria/ posición de referencia-
39°56'36.44"S/ 73°26'45.23"O
GPS 14 Se atraviesa el tramo alto del estero Las Minas/ huella precaria/ posición de referencia-
39°56'37.67"S/ 73°26'54.71"O
GPS 15 Alto del Mirador/ camino antiguo de Corral a La Unión/ Parque Nacional del Alerce Costero-
39°57'4.57"S/ 73°27'15.31"O
GPS 16 Punto panorámico- 39°57'19.14"S/ 73°27'2.64"O
GPS 17 Guardería de Catrileufu- 39°59'40.99"S/ 73°25'0.84"O

PE RV/P2
De Mancera al Alerce Costero. Entre la bahía de Corral y Catrileufu /19
HITO HISTÓRICO-CULTURAL

PEHHC2 MAPA CHILE FINES DEL SIGLO XVI

El gran terremoto de 1575

Primer tsunami y primer riñihuazo (1575)
Ricardo Molina Verdejo, Historiador

El historiador hispano Mariño de Lobera nos relata este cataclismo del s. XVI,
ocurrido durante las témporas de Santa Lucía, en el que muchos de los primeros
pobladores valdivianos perecieron enterrados en vida.

PORTADA CRÓNICA DE
PEDRO MARIÑO DE LOBERA

E
n el claro contexto de un país
como Chile entendido como un
espacio geográfico telúrico en
el más amplio sentido, la sismi-
cidad es una característica que otorga un
sello identitario indiscutible. La ciudad de
Valdivia es un muy buen ejemplo en el
sentido indicado, pues ha sido el epicen-
tro en varias oportunidades de terremo-
tos y maremotos de alta energía, cuyas
evidencias no solo han quedado en las
huellas físicas que ofrece la ciudad y sus
alrededores, sino que en el alma de sus
habitantes y en las páginas de su histo-
ria, desde la época colonial.
En efecto, en plena segunda mitad del si-
glo XVI nos encontramos con el registro
de un megaseísmo quizá equivalente a lo
que siglos después ocurriría en 1960. A
través del historiador español don Pedro
Mariño de Lobera, por medio de las pági-
nas de su “Crónica del Reino de Chile” es-
crita durante la segunda mitad del siglo
XVI, es posible conocer acerca de este

QFue un 16 de
gran terremoto y tsunami ocurrido en la Claramente la crónica nos describe la po- dad quedo arrasada sin quedar pared en
región en el año 1575. El relato da cuenta tencia del sismo y los efectos destructi- ella que no se arruinase…”
del inicio y desarrollo del fenómeno de la vos que fue provocando. Sin embargo, la Por último, sorprende advertir que este
siguiente manera: “A fin desde mesmo
año de 1575, estando la ciudad de
narración no queda allí, pues a reglón se-
guido nos presenta un segundo fenóme-
temprano terremoto registrado en la his-
toria provocó el bloqueo del desaguade-
diciembre de 1575,
Valdivia en la mayor prosperidad que no asociado al primero, nos referimos a ro de la laguna Anigua (lago Riñihue), ge- cuando el lecho del río Valdivia
jamás había estado y las jentes a los la ocurrencia del un maremoto o tsunami nerando los riesgos y peligros propios
principios de su quietud y contento, qui- de proporciones, a saber: del caso. Mariño de Lobera así lo relata: quedó en seco, previo a un
so Nuestro Señor que les durasen poco…”
“Sucedió pues en 16 de diciembre viernes
“Demás desto mientras la tierra estaba
temblando por espacio de un cuarto de
“Cayó a esta coyuntura un altísimo cerro
que estaba catorce leguas de la ciudad, y
devastador maremoto
de las cuatro témporas de Santa Lucía… hora se en el caudaloso río, por donde estendiendo la machina de su corpulen-
comenzó a temblar la tierra con gran ru- las naos suelen subir sin riesgos una cosa cia se atravesó en el gran río de Valdivia
mor y estruendo yendo siempre el terre- nobilísima, y fue que en cierta parte del por la parte que nace de la profunda la-
moto en crecimiento sin cesar de hacer se dividió el agua corriendo de una parte guna Anigua, cerrando su canal de suer-
daño derribando tejados, techumbres y hacia el mar, y la otra parte río arriba te que no pudo pasar gota de agua, por
paredes, con tanto espanto de la jente quedando en aquel lugar el suelo descu- la vía de su ordinario curso..”
que estaban atónitas y fuera de sí de ver bierto de suerte, que se veían las piedras Se podría concluir que las fuerzas de la na-
un caso tan extraordinario. No se puede (…) Ultra desto salió la mar de sus límites turaleza se mueven en ciclos. En lo general,
pintar ni describir la manera de esta fu- y linderos corriendo con tanta velocidad aunque al parecer con mayor intensidad,
riosa tempestad que parecía ser el fin del por la tierra adentro, donde dejó gran su- los hechos se repetirían casi cuatro siglos
mundo, cuya priesa fue tal, que no dio lu- ma de peces muertos…, y entre estas bo- después cuando la tierra y el mar se movie-
gar a muchas personas a salir de sus ca- rrascas y remolinos se perdieron dos ron con intensidad nunca antes vista en
sas y así perecieron enterrados en vida.” naos, que estaban en el puerto, y la ciu- Valdivia y el sur de Chile en el año 1960. Q

PE HHC2
El gran terremoto de 1575. Primer tsunami y primer riñihuazo /21
PE RV/P3
De Punta Galera a
las lagunas de Colún
Entre la selva valdiviana y el océano
ACCEDIENDO AL EXTREMO NORTE DE LA PLAYA DE COLÚN.
UN EXCLUSIVO ENDEMISMO BOTÁNICO:
LA VALDIVIA GAYANA.
menos de 60 kms en línea rec-
A ta al sur de la ciudad de Valdi-
via se localiza uno de los luga-
res más emblemáticos de la re-
nombrada Selva Valdiviana: son las lagu-
nas de Colún. Uno de los parajes, sin duda,
más exclusivos de toda la franja litoral chi-
lena. Una preciosidad geográfica, paisajísti-
ca y ambiental, de jerarquía planetaria. Pe-
ro esta auténtica joya de la naturaleza aus-
tral estuvo, a pesar de sus excepcionalida-
des, a punto de ser borrada del mapa por
la denominada Carretera Costera, en el ca-
so de que su construcción no hubiese sido
finalmente paralizada en 2003, a causa de
la manifiesta incompatibilidad ambiental
de su planteamiento.
La construcción de dicho eje vial provocó
la destrucción desordenada de un amplio
sector de prístina selva nativa, un impacto
que alcanzó los límites mismos de tan sa-
grado enclave, sustituyendo el paisaje an-
cestral por anodinas formaciones de exó-
ticos eucaliptos. Por fortuna, toda aquella
pesadilla terminó y las Lagunas Gemelas
de Colún perviven hoy incluidas en el
elenco patrimonial más preciado de la na-
ción chilena. El acceso hasta ellas, en
cualquier caso, no es sencillo. En nuestra
opinión, el itinerario más atractivo discu-
rre por la propia playa de Colún, acce-
diendo a ésta desde el paraje de Punta
Galera, en la Reserva Costera Valdiviana.
LA PAMPA ENTRE LAS DUNAS: UN PAISAJE SINGULAR E IMPORTANTE POR SU ALTA BIODIVERSIDAD.
LAGUNAS GEMELAS, DUNAS DE COLÚN Y LITORAL SUR DE LA RESERVA COSTERA VALDIVIANA.
Según esta aproximación, la referencia
puede ser la cancha de aterrizaje que se lo-
caliza inmediatamente al sur de la ensena-
da Guadey, siguiendo por el camino de ser-
vicio hacia la señal marítima de Punta Gale-
ra. Deberemos localizar junto a la mencio-
nada cancha una huella en dirección E; que
abandonaremos al cabo de 1 kilómetro; op-
tando por otra huella secundaria, esta vez
en dirección S, a través de un sector de eu-
caliptar y enlazando dos hitos de confirma-
ción a tener en cuenta: un portón en made-
ra; y un letrero de la Armada, también en
madera, que informa de la prohibición de
paso de cualquier vehículo a motor por es-
te itinerario. A partir de aquí, la huella que
seguimos iniciará un descenso progresivo
(habitualmente, muy fangoso) que, al cabo
de 1,5 km, abocará sobre el extremo N de
la playa de Colún, en el sector conocido por
Chunquey.
La playa de Colún, comprendida entre el
promontorio de Punta Galera, por el N, y
la desembocadura del río Colún, por el S,
es la más extensa y virginal de todas las
playas de la región de Los Ríos, con 8
kms de extensión. Su recorrido resulta
La Reserva Costera Valdiviana
L a historia de la explotación maderera en el litoral de la actual región de Los Ríos, en-
tre la bahía de Corral y la desembocadura del río Bueno, se inscribe entre los capítu-
los de mayor depredación ambiental en Sudamérica. Durante el periodo de la Colonia, la
extracción de maderas nobles y de alerces se realizó en régimen de baja intensidad, a
partir de la plaza de Valdivia y los fuertes militares que defendían la bahía de Corral. La
instalación del aserradero Vergara y Cotazos, en Chaihuín, a finales del siglo XIX, supu-
so el comienzo de una mayor presión maderera sobre el bosque nativo litoral.
Hasta la década de 1960 diversos importantes núcleos de explotación forestal apare-
cen en la zona denominada Cordillera Pelada, principalmente dedicados a la extrac-
ción de alerce, con sus principales focos de actuación situados en los sectores de Co-
lún Alto, Miradores, El Guindo y La Barra del río Bueno. Sus principales puntos de em-
barque maderero eran los ríos Chaihuín y Bueno, así como el embarcadero de Pichi
Hueicolla. En los años de 1970, tras los periodos de la Unidad Popular y el Golpe Mili-
tar, comienza una situación de expolio forestal y ambiental generalizado, cuando en el
sector se detectan una serie de traumáticos cambios de propiedad.
A partir de 1958, el principal maderero en la zona es don José González, de origen es-
pañol, más conocido por los habitantes nativos como el Coño González, el cual entra en
conflicto directo con la comunidad nativa de Huiro, a la que pretende expulsar de sus
tierras originarias. Al no terminar de conseguirlo, en 1988, durante el Gobierno Militar y
al amparo de una legislación favorecedora de las prácticas de sustitución del bosque
nativo por plantaciones de eucaliptos y otras especies exóticas, José González vende
parte de sus predios a CAP Inversiones, una de cuyas empresas, Terranova SA, inicia
las actividades forestales definitivamente impactantes, a gran escala, en la zona.
En 1994 le sucede Bosques SA, empresa que termina de destruir más de 5.200 hectá-
reas de bosque nativo mediante brutales talas y rozas, remplazándolas por 3.600
hectáreas de vulgar eucaliptar. Una organización ambientalista chilena, CODEF, de-
nunció en 1999 la tala rasa e incendios sistemáti-
cos llevada a cabo por Bosques SA. Dichos desma-
nes tenían lugar en una zona previamente declara-
da como Área de Protección Turística, además de
área clasificada internacionalmente como de espe-
cial relevancia ecológica a nivel planetario. La alar-
ma ambiental internacional se desata.
Finalmente, en el año 2003, The Nature Conservan-
cy, con el apoyo financiero y técnico de la World
Wildlife Fund (WWF) y otras organizaciones am-
bientales, tanto internacionales como nacionales,
adquiere las 60.000 hectáreas correspondientes a
los predios Chaihuín-Venecia, estableciendo la ac-
tual Reserva Costera Valdiviana y amparando así el
13% del bosque nativo superviviente en la Cordille-
ra de la Costa, sobre 36,5 kilómetros de línea cos-
tera, cinco cuencas fluviales y un tesoro de espe-
cies de flora y fauna exclusivas de los bosques
australes americanos. Con el sector Colún como su
epicentro más valioso.
PE RV/P3
De Punta Galera a las lagunas de Colún. Entre la selva valdiviana y el océano /23
24/ PE RV/P3
De Punta Galera a las lagunas de Colún. Entre la selva valdiviana y el océano

templo perdido, un escondido paraje en fue la última de ellos en abandonar el lu-

DESDE PUNTA GALERA, CON LAS ROMPIENTES BATIENDO LA GRAN PLAYA DE COLÚN.
perfecto para hacerlo a caballo; a pie,
constituye una experiencia no menos me-
morable; en bicicleta, como lo intenta-
mos nosotros, en marea baja, no es tan
recomendable, porque no permite, ade-
más, realizar al completo el itinerario
propuesto. Hasta cinco pequeñas desem-
bocaduras de esteros encontraremos en
nuestro recorrido por las arenas blancas
de Colún. Tras vadear la tercera de estas
desembocaduras, la recomendación es
ascender hasta la cúspide de las dunas
inmediatas, desde donde la panorámica
litoral resulta subyugante. Observaremos
las enormes rompientes oceánicas. Quizá
alguna gran ballena o cachalote en paso.
Quizá al grupo residente de amenazados
delfines chilenos. En cuanto a las aves
marinas, resultan legión en el sector.
El otro desvío a no perderse tiene lugar
tan solo 1 kilómetro al S del anterior, refe-
renciado por un cártel en madera que so-
bre las dunas indica ‘Reserva Costera Val-
diviana’. En este punto, deberemos pene-
trar en la selva inmediata siguiendo unos
500 m por un sendero que cimbrea entre
majestuosos olivillos y que termina, sor-
prendentemente, donde un mirador bien
construido, con mesita de picnic y todo.
Desde este punto privilegiado, se puede
contemplar la mejor panorámica sobre la
laguna más occidental, con el telón de
fondo de las montañas de los aler-
ces. El lugar es como una especie de
las selvas de la América austral.
De nuevo en la playa de Colún, nuestros
pasos nos llevarán hasta la misma barra
del río Colún, cuya corriente nos cerrará el
paso. El lugar es propicio para chungungos
y huillines, pumas y pudúes hasta la misma
línea del océano, junto a pelícanos, alba-
tros y patos liles, lobos marinos y hasta
pingüinos de Humboldt. ¿Existe acaso pa-
raje más valioso, en términos de biodiver-
sidad intacta, que este de Colún donde
confluyen la desembocadura fluvial, en
campo de dunas y la playa? Un paraje, por
otra parte, que ha permanecido inmutable
durante los últimos 4.000 años, cuando al-
gunas de las primeras culturas prehispáni-
cas comenzaron a asentarse en este, toda-
vía, rincón del paraíso. Testimonio de ello
son los varios sitios arqueológicos de Co-
lún, que incluyen concheros testimoniales
y un par de cavernas ceremoniales con
pinturas rupestres en su interior.
En la actualidad no habita nadie en Colún.
En la solitaria cabaña de tejuelas de aler-
ce que se levanta sobre la verde pampa
inmediata, al pie de las dunas, vi-
vieron los hermanos Nauca. Pe-
ro doña Virginia
gar, cuando falleció hace ya más de 10
años. En un cerro próximo se levanta otra
cabaña-refugio que utilizan los responsa-
bles de la Reserva Costera Valdiviana, so-
lo ocasionalmente. Por lo demás, el para-
je reviste una perfecta soledad, una sen-
sación esencial de remoto mundo aparte.
El sendero selvático que discurre por el
espinazo que separa las dos lagunas Ge-
melas de Colún es otro de los tramos
más excepcionales en esta Ruta Verde.
Tras el inicial y fuerte ascenso, habrá
que saber encontrar, en determinado
punto, la única huella que lleva hasta el
maravilloso mirador abierto sobre la la-
guna oriental. Las bandadas de loros
choroy y cachaña llenan de griterío la
selva circundante; de tanto en tanto, se
escucha el canto del chucao… El sendero
terminará al cabo de 3 kms, tras fran-
quear un portón de madera significativo.
Poco después de este último, nos encon-
traremos con la camioneta 4x4 que nos
está esperando. En ella retornaremos al
Centro de Administración de la Reserva
Costera Valdiviana. Pero el recuerdo del
paraíso de Colún permanecerá ya para
siempre en nuestra memoria. O

DELFÍN CHILENO (CEPHALORHYNCHUS EUTROPIA)

PE INFOVIAJE
recorrido de la playa de Colún, de
extremo a extremo, suma 8 kms
(10 kms, sumando los desvíos a los
puntos panorámicos propuestos:
cordones dunares y mirador sobre
la laguna occidental); el recorrido
entre la desembocadura del río
Colún y el final del itinerario
(visitando los sitios arqueológicos,
cueva de las Vulvas y mirador
sobre la laguna oriental) supone
otros 4,5 kms más; en total, una
Ruta Verde de 14,5 kms (previsión
Colún; y unas extensiones intactas
de bosque nativo siempreverde o
selva valdiviana, con numerosas
especies endémicas (como la
Valdivia gayana); el con junto
conforma una especie de ecotono
exclusivo, punto de encuentro de
la mayoría de los ejemplos
paisajísticos y ecológicos de la
Reserva Costera Valdiviana, con
presencia de una variada fauna,
tanto terrestre como oceánica:
cetáceos en paso; población
residente de delfines chilenos
(Cephalorhyncus eutropia);
chungungo; huillines; colonias de
patos lile o cormorán patirrojo; y
puma; pudú; güiña, hasta la
misma línea de costa; loros choroy
y cachaña; picapinos magallánico;
monito de monte…
importancia; concheros; dos
UÊMONUMENTOS DEL HOMBRE Y
cuevas ceremoniales; y las
PUNTOS DE INTERÉS FLUVIAL GPS 1 Cancha de aterrizaje/ Punto de inicio de itinerario- 39°59’57.31”S/ 73°41’49.69”O
pinturas rupestres de la Cueva de

colonias de aves marinas, lobos
de 6 h); el retorno hasta el Centro
marinos, pingüinos de Humboldt;
de Administración de la reserva
Costera Valdiviana, en Chaihuín, se
recomienda en vehículo, por
caminos forestales y la Carretera a
ninguna parte (22 kms /1 h).
EN EL MIRADOR
SOBRE LA LAGUNA MÁS UÊLOCALIZACIÓN UÊMEJOR ÉPOCA
OCCIDENTAL: UN
PARAJE PRIVILEGIADO. Comunas de Corral y La Unión. Verano, otoño y primavera
UÊALTITUDES UÊVALORES NATURALES
Max:110 m (en sendero inter- Las Lagunas Gemelas de Colún,
lagunar); min: 0 m (nivel del mar). dos joyas lacustres litorales; la
más extensa playa de la región de
UÊDURACIÓN Y DISTANCIAS Los Ríos, de 8 kms de desarrollo;
La propuesta Ruta Verde necesita campos de dunas; la
de una jornada completa; el desembocadura fluvial del río
Varios sitios arqueológicos
prehispánicos de destacada
LA ANTIGUA CABAÑA DE LA EXTINTA FAMILIA NAUCO.
las Vulvas.
UÊCÓMO LLEGAR
Desde Corral, 27 kms hasta
Chaihuín. La aproximación, desde
Chaihuín, por la Comunidad Nativa
de Huiro (en dirección a Punta
Galera); o por la carretera a
ninguna parte; por el camino
público a Hueicolla, con desvíos
sucesivos en los cruces Colún y
Burgos (solo en vehículo 4x4 y
tiempo seco).
UÊCARTOGRAFÍA
Instituto Geográfico Militar, escala
1:50.000, hoja ‘Río Colún’.
PUNTOS GPS
GPS 2 Punta Galera- 40° 0’27.93”S/ 73°42’21.71”O
GPS 3 Inicio camino de acceso recomendado hacia la playa de Colún- 40° 0’16.37”S/ 73°41’30.46”O
GPS 4 Continuación (I) de acceso recomendado a playa de Colún- 40° 0’23.56”S/ 73°41’7.87”O
GPS 5 Continuación (II) de acceso recomendado a playa de Colún- 40° 0’39.25”S/ 73°40’56.41”O
GPS 6 Continuación de acceso recomendado (III) a playa de Colún- 40° 0’53.75”S- 73°40’52.12”O
GPS 7 Acceso norte a playa de Colún (Chunquey)- 40° 1’1.53”S/ 73°41’3.71”O
GPS 8 Punto panorámico desde las dunas- 40° 2’46.72”S/ 73°39’52.22”O
GPS 9 Desvío desde playa a Laguna Gemela Oeste- 40° 3’38.35”S/ 73°39’41.73”O
GPS 10 Mirador sobre la Laguna Gemela Oeste- 40° 3’45.50”S/ 73°39’16.03”O
GPS 11 Barra del río Colún- 40° 5’12.03”S/ 73°39’5.59”O
GPS 12 Refugio-guardería RCV- 40° 4’54.85”S/ 73°38’38.17”O
GPS 13 Sector arqueológico/ Cueva de las Vulvas- 40° 4’26.33”S/ 73°39’0.69”O
CONTEMPLANDO PINTURAS RUPESTRES EN LA
GPS 14 Punto panorámico sobre Laguna Gemela Este- 40° 4’24.48”S/ 73°38’48.45”O
CUEVA DE LAS VULVAS, SITIO ARQUEOLÓGICO
PRE-HISPÁNICO.

PE RV/P3
De Punta Galera a las lagunas de Colún. Entre la selva valdiviana y el océano /25
HITO HISTÓRICO-CULTURAL

PEHHC3

La gran victoria militar mapuche

Alzamiento general indígena (1598-1602)
Ricardo Molina Verdejo, Historiador CAPITÁN PEDRO DE VALDIVIA
(ÓLEO DE FRANCISCO MANDIOLA).

El éxito militar mapuche

se inició en 1598 con su
triunfo en la batalla de
Curalaba y culmina en
1602 con la destrucción
final de las siete villas o
asentamientos hispanos
de avanzada situados al
sur del río Biobío.

T
radicionalmente la historia
de Chile colonial registra un
buen número de “alzamien-
tos indígenas” durante los si-
glos XVI, XVII y XVIII. Esta expresión clá-
sicamente hispanista en la historiografía
nacional e hispanoamericana, da cuenta
de una visión desde los conquistadores y
sus continuadores luego de la indepen-
dencia nacional bajo un prisma clara-
mente europeísta; y, además, visto desde
los defensores de la cristiandad. De este
“EL JOVEN LAUTARO”, POR PEDRO SUBERCASEAUX
modo, se advierte a los pueblos indíge-
nas americanos como seres inferiores e

Q La destrucción de Santa María La Blanca de Valdivia

incivilizados, carente de valores y con
costumbres reprochables y reñidas con
todo principio moral.
Bajo esta óptica, hablar de “alzamientos”
implicaba asignar a los nativos america-
nos una conducta impropia, desarrollada
como acto de rebeldía en contra de una
autoridad y sistema legitimado supuesta-
mente por el derecho de ocupación y por
la defensa de la fe, ejerciendo, por tanto,
una guerra justa. Esta posición se puede
advertir en los registros historiográficos
de la gran mayoría de los países del con-
tinente. Como contraposición, en tiempos
más contemporáneos bajo un prisma re-
visionista de la historia en el marco de la
conmemoración de los cinco siglos del
arribo de los españoles a América, es po-
sible encontrar otras visiones.
Una de ellas corresponde a la posición
indigenista en que se releva el papel que
le cupo a los pueblos originarios funda-
mentalmente poniéndolos como actores
centrales del problema en una posición
de resistencia a los invasores, es decir,
respecto de los europeos. Bajo este con-
texto, se produjo una reinterpretación de
los mismos hechos ya registrados y rela-
tados por los cronistas e historiadores
hispanos. Así entonces, el alzado ya no
fue tal, sino que más bien se trató siem-
pre de un legítimo guerrero defensor de
su cultura y de su tierra frente a un inva-
sor que intentaba usurpar su mundo, su
espacio y sus creencias.
Por tanto, al hablar de los hechos acon-
tecidos en Chile, iniciados a partir de
1598 con el triunfo mapuche en la Batalla
de Curalaba y que culminaron hacia 1602
con la destrucción final de siete villas lo-
calizadas al sur de la frontera reconocida
en el río Biobío, en realidad no fue más
que un brillante triunfo militar mapuche-
huilliche que logró recuperar los territo-
rios que habían sido ocupados de mane-
ra forzada por medio de la instalación de
asentamientos urbanos hispánicos de
avanzada.
Frente a la invasión de fuerzas extranje-
ras, por tanto, los habitantes originarios
del espacio geográfico referido, simple-
mente lo que habían logrado era la ex-
pulsión del enemigo eliminando todo po-
sible rastro de él en aquellas latitudes. El
resultado quedó a la vista en los “regis-
tros del adversario”, pues tras la ofensiva
militar fueron prácticamente borradas
del mapa las ciudades de Angol, Arauco,
La Imperial, Santa Cruz, Villarrica, Valdi-
via y Osorno.
Para el caso de la ciudad de Santa María La
ocurrió en 1599
Blanca de Valdivia, su destrucción fue veri-
ficada en el año 1599, quedando de ella so-
lo ruinas, muertos buena parte de sus mo-
radores y otros en fuga hacia las cercanías.
Recién solo en 1643 la expedición holande-
sa de Brouwer y Herckmans darían cuenta,
en su bitácora al arribar al estuario del rio
Valdivia, acerca de los vestigios del antiguo
asentamiento español. Q

PE HHC3
Alzamiento general indígena, la gran victoria militar mapuche (1598-1602) /27
PE RV/P4
Del Alerce Costero
a Chaihuín
Por las soledades de Cadillal
EL RÍO CHAIHUÍN, DESDE LA VUELTA DE LA ZORRA.
L
a combinación de las Rutas Ver-
des La travesía de la isla del Rey
y De Mancera al Alerce Costero
nos permiten enlazar el centro
histórico mismo de la ciudad de Valdivia
con los Altos del Mirador y las extensiones
selváticas del nuevo Parque Nacional del
Alerce Costero, al sur de la bahía de Co-
rral. Se trata de un variado itinerario sen-
derista, parcialmente náutico, de enorme
belleza y por completo inédito hasta la fe-
cha. En cuanto a esta Ruta Verde Del Aler-
ce Costero a Chaihuín, supo- o
ne la continuidad de dicho
itinerario hacia el sur,
atravesando ahora las
extensiones del nuevo
espacio protegido y
aprovechando para
ello un antiguo camino
histórico que lleva hastaa el
remoto caserío de Cadillal al Alto. Para
proseguir, navegando en bote, por
el río Chaihuín, hasta la costa
sta y los
MONITO DE
límites de la Reserva Costera
stera Val-
(DROMICIOPS
diviana/ TNC.
GLIROIDES).
Nuestro camino comienza así en los
mencionados Altos del Mirador, allí
donde se cruza el trazado del antiguo ca-
mino de Corral a La Unión con el sendero
que trepa desde el extremo sur de la ba-
hía de Corral. El paraje se extiende ante
nosotros completamente solitario, mien-
tras la niebla matinal va levantando su
halo de misterio, permitiendo una pano-
rámica que vuela, por el norte, sobre la
ensenada de San Juan; y por el sur, sobre
las selvas dilatadas que enmarcan la
cuenca del río Chaihuín. La lluvia gélida,
vivificante, escurre por nuestros rostros y
sobre nuestros capotes.
CAMINO DE CADILLAL ALTO.
PANORÁMICA DEL PARQUE NACIONAL DEL ALERCE COSTERO, DESDE EL RÍO CHAIHUÍN.
Las botas de caucho resultan absoluta-
mente necesarias, dado el barrizal que
cubre la maltrecha huella que seguimos.
El bosque de siempreverde nos rodea por
todas partes. Y un curso de agua cristali-
na, el del estero Coihuoque, nos acompa-
ñará durante los primeros 3,5 kilómetros
de camino. Luego de vadearlo por un pa-
so precario, alcanzaremos un paraje de
pampas en el que son frecuentes los pu-
dúes. De nuevo inmersos en un profundo
sector de bosque nativo, con bandadas de
loros choroy y repiqueteos de carpin-
tero magallánico, comenzare-
mos el descenso acentuado
hacia el curso del río Chai-
huín, el cual observamos,
con unos 300 m de desni-
vel, ladera abajo. En me-
nos de 3 horas habremos
alcanzado, por fin, Cadi-
llal Alto: un lugar remoto.
En casa de uno de sus po-
bladores, Juan Dimter, acep-
MONTE tamos la invitación de unos
mates y un buen pan amasa-
do, secándonos al calor de la
cocina a leña. ‘Nadie viene por Cadillal’,
nos explica Juan, ‘tan solo de tarde en tar-
de alcanza a llegar algún pescador por el
río; o los visoneros…’ ¿Los misioneros: ca-
tólicos o evangélicos…?, le preguntamos…
Pero no, se trata efectivamente de visone-
ros, es decir, de unos científicos que vienen
de vez en cuando en busca de visones, ‘pa-
ra marcarlos’.... Los visones son una peste
terrible en el sur de Chile, causada por al-
gunos empresarios peleteros sin escrúpu-
los, a los que nadie fiscalizó debidamente
cuando su negocio, hace unos veinte años,
entró en barrena. Estos, cuando la deman-
Dramas que precedieron
a la Reserva Costera Valdiviana
altó muy poco para que el entorno de la cuenca del río Chaihuín consiguiese alcan-
F zar, virgen y prístino, con todo su bagaje patrimonial de paisajes naturales, formas
tradicionales de vida y especies autóctonas, hasta este segundo milenio de nuestra
era. Porque, a partir de 1997, y hasta 2003, todo empezó a cambiar súbitamente en la
zona. Los habitantes de Cadillal nos relatan escenas dantescas que ocurrieron enton-
ces, mientras nos señalan la Cordillera de los Alerzales, al otro lado del río Chaihuín mi-
rando por las ventanas de sus hogares. ‘Toda la cordillera ardía como varias ciudades
enteras en llamas’, relatan. Fueron, en efecto, enormes incendios ‘provocados y planifi-
cados’, destinados a borrar del mapa la milenaria selva valdiviana en la zona para facili-
tar su sustitución traumática por plantaciones exóticas. En total, la destrucción estaba
planificada sobre más de 20.000 hectáreas, en una ‘primera fase’. La madera botada,
que incluía grandes ejemplares de alerces y coigues milenarios, entre otras especies
exclusivas, ‘ni siquiera nos lo dejaban aprovechar a los pobladores locales’. Según los
informes internacionales consultados, dicha catástrofe tuvo lugar en el marco operati-
vo de operaciones extractivas de madera que pudieron realizarse gracias a la facilidad
de acceso generada por la construcción, en esas mismas fechas, de un tramo de la lla-
mada Ruta Costera por parte del Cuerpo Militar del Trabajo entre Corral, Chaihuín y Huiro.
La oposición de las comunidades nativas resultó decisiva para impedir la catástrofe. La
principal empresa involucrada se declaró en quiebra. El principal banco acreedor, nortea-
mericano, como consecuencia de ello, sacó a remate los fundos Chaihuín y Venecia. En la
puja, salió adjudicatario un conglomerado de asociaciones ambientalistas internaciona-
les, encabezada por la norteamericana
The Nature Conservancy (TNC). Como re-
sultado, 60.000 hectáreas fueron decla-
radas como la Reserva Costera Valdivia-
na, área silvestre protegida privada que
hoy constituye un orgullo para Chile a
nivel mundial. El otro gran impacto, la
Ruta Costera, vio finalmente paralizada
su construcción en mitad de ninguna
parte, 13,5 kms más allá de Chaihuín, en
base a criterios ambientales. Sobre
aquellos 'recientes' dramas se extiende
un tupido velo, un afán de borrar respon-
sabilidades, pero en las soledades de Ca-
dillal y del valle del Chaihuín sus pobla-
dores siguen relatando, desde la memo-
ria histórica, aquellos tiempos terribles.
EN EL BOTE, CON NICASIO VERA, EN EL
VIAJE DE CADILLAL A CHAIHUÍN.
PE RV/P4
Del Alerce Costero a Chaihuín. Por las soledades de Cadillal /29
30/ PE RV/P4
Del Alerce Costero a Chaihuín. Por las soledades de Cadillal

da peletera decayó, pues simplemente de-
jaron sus criaderos abandonados; y los vi-
sones (importados de Norteamérica) se es-
caparon en busca de alimento… Como con-
secuencia, hoy constituyen una de las peo-
res plagas exóticas de las que asolan las
zonas rurales y naturales de Los Ríos.
Los habitantes de Cadillal suelen ser des-
cendientes de colonos alemanes mezclados
con huilliches. De primer o segundo apelli-
do, en efecto, casi todos aquí se llaman
Huala. Forman un pequeño mundo aparte,
lejos de las vías de comunicación conven-
cionales, que pervive de manera autárqui-
ca. Pero cuyas potencialidades ecoturísti-
cas son muy relevantes. Actualmente, exis-
te alguna posibilidad de alojamiento in situ
y en varias casas lugareñas ofrecen comida
honrada, tradicional y auténtica al raro via-
jero. Cadillal se encuentra, a caballo, a unas
5 horas de Corral. Existe el camino vehicu-
lar hasta Chaihuín y la costa. Pero la mejor
ruta practicable, como antaño, sigue siendo
el propio río Chaihuín.
Nosotros hemos recorrido (y enlazado es-
tos tramos de itinerario) en nuestro pe-
queño bote, impulsado por un pequeño
motor de 3,5 caballos de potencia. Lo he-
mos vuelto a encontrar amarrado a esos
grandes árboles ribereños que marcan el
pequeño embarcadero local. Como el día
viene lluvioso, llevamos nuestros pertre-
chos en bolsas impermeables. En nuestro
viaje río abajo nos acompaña ahora otro
vecino de Cadillal Alto, Nicasio Vera, al
que se le ha puesto enferma una vaca,
que recién parida no puede expulsar la
placenta. ‘A Cadillal no llega tampoco nin-
gún servicio veterinario’, nos explica Nica-
sio, ‘así que hay que llegarse hasta Corral
a por cualquier remedio; y esperar allí
hasta que lo envíen desde Valdivia’. La vi-
da en Cadillal nunca fue fácil para sus ha-
bitantes. La comunicación con el exterior
es gracias a un servicio de radio coordina-
do desde de la base de la Reserva Costera
Valdiviana/ TNC, en Chaihuín.
Pero el viaje por el río Chaihuín es espec-
tacular. Aguas arriba de Cadillal, el Chai-
huín es un río virgen, apenas explorado,
recorrido por primera vez por una expedi-
ción de la Reserva Costera Valdiviana en
el año 2008… Aguas abajo de Cadillal, su
curso es sereno, pronto influenciado por
el movimiento de las mareas. Algunos re-
codos ofrecen playazos espectaculares,
aguas transparentes a la sombra de los
viejos coigues centenarios. Las anátidas,
las garzas y los huairavos abundan. Los
huillines son frecuentes. En cuanto a las
fuentes del río Chaihuín, se sitúan a 52
kms de su desembocadura, en plenos bos-
ques de alerces. Se trata de un río hoy
protegido, gracias a un Decreto Presiden-
cial de 2010, que prohíbe las concesiones ESTA RUTA VERDE CAMBIA DE TERRESTRE A NÁUTICA EN EL SOLITARIO EMBARCADERO DE CADILLAL.
de usos intensivos en todo su curso.
El viaje fluvial nos lleva al pie de la llamada El río traza a su alrededor una amplia cur- gulo de dunas litorales en cuya fachada
Cordillera de los Alerzales, que cierra la va, con un recodo espectacular conocido oceánica resulta común avistar grupos de
cuenca del Chaihuín por el norte, en pleno como la Vuelta de la Zorra. Por fin, más allá hermosos delfines chilenos. Desde la playa
corazón de la Reserva Costera Valdiviana. del puente de la carretera que viene desde de Chaihuín, ya solo pensamos en la próxi-
Un cerro, el del Pan de Azúcar, señala des- Corral, nos encontraremos con una de las ma Ruta Verde, a través de esta inigualable
pués la proximidad de la desembocadura. más bellas playas del sur de Chile: un trián- Reserva Costera Valdiviana. O

PE INFOVIAJE
UÊLOCALIZACIÓN
Comuna de Corral.
UÊALTITUDES
Máximas: 440 m, en Altos del
Mirador y 513 m, en Cerro
Valdivia (Cordillera de los
Alerzales); mínima: 0 m,
desembocadura del río Chaihuín.
UÊDURACIÓN Y DISTANCIAS
las vegas inmediatas cada
invierno).
UÊVALORES NATURALES
La Ruta Verde propuesta es
continuación del único corredor
verde de bosque nativo entre la
ensenada de San Juan y el Alto
del Mirador, con continuación
sobre el valle del río Chaihuín.
Incluye extensiones
marca el límite entre el nuevo
parque nacional y la propia
Reserva Costera Valdiviana/TNC.
En la desembocadura, la
espléndida playa y dunas de
Chaihuín, perteneciente a
Bienes Nacionales. La zona ha
sido clasificada como Área de
Interés Internacional para las
Aves (IBA). Presencia habitual de Kaikayén es, además, el lugar GPS 1 Altos del Mirador/ Camino antiguo de Corral a La Unión/ punto de inicio de ruta- 39°56’41.63”S/
delfines y lobos marinos. Cisne de una voluntariosa biblioteca 73°27’27.72”O

De los Altos del Mirador a Cadillal
Alto, 11 kms (3,5 h), a pie
(itinerario idóneo también en
bicicleta de montaña o a caballo);
de Cadillal Alto a la
desembocadura del río Chaihuín,
16 kms (1,5 h en bote a motor; o
4 h, en kayak); pero hay que tener
en cuenta las condiciones de la
marea…
PLAYA Y DUNAS
EN LA DESEMBOCADURA UÊMEJOR ÉPOCA
DEL RÍO CHAIHUÍN. En el invierno, el itinerario entre
los Altos del Mirador y Cadillal
Alto es puro barro… Mejores
condiciones el resto del año,
también en cuanto al tramo fluvial
(el Chaihuín se desborda e inunda
supervivientes de alerces
(Fitzroya cupressoides). Flora
endémica. Y magníficas
extensiones de selva valdiviana,
especialmente dentro del
perímetro de la Reserva Nacional
Valdivia, hoy incluida dentro del
nuevo Parque Nacional del
Alerce Costero (así como una
porción aportada desde la
Reserva Costera Valdiviana/
TNC, el predio Quitaluto Lote C y
los dos enclaves que componen
el Monumento Nacional
Alerce Costero.
Amplio elenco de aves
forestales. Puma. Güiña. Pudú.
Monito de monte. El río Chaihuín
de cuello negro, anátidas,
garzas, pelícanos, avifauna
acuática.
UÊCÓMO LLEGAR
Desde Corral, 27 kms hasta
Chaihuín.
UÊARTESANÍA
Las diferentes artesanas de
Chaihuín y su entorno
concentran colectivamente su
mejor oferta en el Centro Cultural
y Comunitario Kaikayén
(inmediato al camping de Don
Lalo): tejidos a base de lana,
según tradición nativa;
conservas y dulces; etc.
pública, al frente de la cual está
Susana Antillanca, magnífica
informadora local.
UÊARRIENDO DE BOTES
En Cadillal, Nicasio Vera y
Pío Dimter son la mejor
recomendación; hasta
8 personas, por $30.000/
viaje i/v;
tel. 063- 471 661 o 063-
197 21 95 (a través de la
Reserva Costera Valdiviana).
UÊCARTOGRAFÍA
Instituto Geográfico Militar,
escala 1:50.000,
hojas ‘Chaihuín’ y ‘Corral’.
PUNTOS GPS
EN CASA DE JUAN DIMTER, HOSPITALARIO
HABITANTE DE CADILLAL ALTO.
GPS 2 Parque Nacional del Alerce Costero- 39°56’59.20”S/ 73°27’38.68”O
GPS 3 Desvío hacia Cadillal Alto- 39°57’13.07”S/ 73°28’38.99”O
GPS 4 Sucesión de puntos panorámicos sobre la Cordillera Quemada, la Reserva Costera Valdiviana y el
valle del Chaihuín- 39°57’48.12”S/ 73°29’27.87”O
GPS 5 Continuación camino hacia Cadillal Alto- 39°58’56.62”S/ 73°31’5.45”O
GPS 6 Cadillal Alto- 39°59’24.72”S/ 73°30’46.35”O
GPS 7 Punto de embarque en río Chaihuín- 39°59’36.19”S/ 73°31’5.86”O
GPS 8 Paraje de Los Pozones- 39°59’43.59”S/ 73°30’17.46”O
GPS 9 Continuación por la huella hacia el paraje de La Maquina Quemada/ Cordillera de los Alerces-
39°59’39.28”S/ 73°31’6.56”O
GPS 10 Paraje de El Pajonal- 39°57’23.32”S/ 73°32’50.12”O
GPS 11 La Vuelta de la Zorra- 39°58’8.43”S/ 73°34’7.28”O
GPS 12 Cerro Chaihuín- 39°58’48.28”S/ 73°36’3.94”O
GPS 13 Centro de Información y Administración TNC/ Reserva Costera Valdiviana-
39°57’19.15”S/ 73°34’49.95”O
GPS 14 Chaihuín- 39°57’5.24”S/ 73°34’29.21”O
GPS 15 Barra, dunas y playa de Chaihuín/ final de ruta- 39°56’28.27”S/ 73°35’2.86”O

PE RV/P4
Del Alerce Costero a Chaihuín. Por las soledades de Cadillal /31
HITO HISTÓRICO-CULTURAL

PEHHC4 LA CIUDAD DISEÑADA POR

CONSTANTINO VASCONCELOS EN 1647.

Repoblación de Valdivia
La fortificación de la bahía de Corral (1645)
Ricardo Molina Verdejo, Historiador

Tras el fallido intento holandés de ocupación en 1643, la Corona española ordena la

fortificación de la bahía de Corral y la refundación y repoblación de la ciudad de Valdivia.
CASTILLO DE LA
PURA Y LIMPIA
CONCEPCIÓN DE
MONFORT DE LEMUS
(NIEBLA).

L
a reinserción de Valdivia en la his-
toria, desde el punto de vista eu-
ropeo-occidental, se produjo con
el arribo de una expedición holan-

Q La Plaza y
desa al estuario en el año 1643, la que ve-
nía con la clara intención de instalar una
colonia para, a partir de ahí, controlar la
zona del Pacífico sur en miras al estableci-
miento de un punto de apoyo para la ruta a
Presidio de Valdivia
las Indias Orientales, arrebatándole así el pasó a depender directamente
control a la monarquía española y a otras
potencias del Viejo Mundo. del Virrey español en Lima
Desde este intento holandés por estable-
cer colonias en Valdivia y Chiloé (1643), a
lo que se le adicionaba otras varias expe- la Plaza de Valdivia fue decidida a partir de junto de castillos, fuertes y baterías, proce-
diciones de los enemigos europeos de Es- su repoblación (1645) lo que permitió man- so que se inició a partir de 1645 en adelan-
paña en la Mar del Sur, las autoridades tener un contingente “cautivo” que se fue te con el levantamiento del Castillo de San
peninsulares tomaron drásticas decisiones incrementando en el tiempo entendiéndolo Pedro de Alcántara en la isla de Mancera,
que fueron orientadas a fortalecer la so- en dos sentidos al menos: personas conde- localizada al centro de la entrada del estua-
beranía real en esta parte del Imperio. La nadas con la pena del destierro provenien- rio del río Valdivia. Finalmente, bajo el celo
constante amenaza que representaban pi- tes de distintos lugares del vasto Imperio; de los ingenieros militares y con el uso de
ratas y corsarios frente a la enorme atrac- y, de manera añadida, el personal militar mano de obra forzada (desterrados) se lo-
ción que ejercía el Virreinato del Perú, necesario para resguardar a éstos y a la gró construir entre los siglos XVII y XVIII,
obligaron a buscar fórmulas que garanti- Plaza. un total de cinco castillos (incluyendo al in-
zaran su seguridad. De esta forma, como consecuencia, se lo- terior del territorio el de San Luis de Alba
Desde este punto de vista se hizo necesario graría mantener una población “estable” de Cruces cerca de San José de la Mariqui-
llevar adelante la idea de aumentar cualita- asegurando la soberanía de la Corona es- na), tres fuertes y cuatro baterías.
tiva y cuantitativamente la presencia mili- pañola en sus dominios más meridionales, Así, la refundación y repoblación de Valdi-
tar en lugares como Valdivia y Chiloé –con- configurándose así una singular población via con este nuevo carácter o calidad agre-
sideradas como “antemurales”–, las que fronteriza. Sin embargo, el plan maestro de gada, influyó notablemente en el tiempo
simbolizaron las únicas posibilidades para las autoridades tenía también una expre- para el fortalecimiento de la presencia es-
intentar detener cualquier incursión naval sión material de grandes proporciones. En pañola en la Mar del Sur y sus costas, pa-
enemiga proveniente desde el Cabo de efecto, para garantizar la seguridad militar sando a tener Valdivia y Chiloé una impor-
Hornos o del Estrecho de Magallanes con del antemural valdiviano se ordenó la forti- tancia gravitante hasta el comienzo del
rumbo a las apetecidas costas virreinales. ficación de la bahía de Corral sobre la base proceso de emancipación, cuando estas
En este marco, el carácter de Presidio para de la construcción planificada de un con- condiciones cambiaría radicalmente. Q

PE HHC4
Repoblación de Valdivia. La fortificación de la bahía de Corral (1645) /33
PE RV/P5
Remontando
el Naguilán
Allí donde el mundo cambió
A ORILLAS DEL NAGUILÁN, EL RÍO DEL SOL PONIENTE, SEGÚN LA TRADICIÓN MAPUCHE.
lgunas Rutas Verdes comien-
A zan con una sencilla conversa-
ción sobre los tiempos de an-
taño, a veces en lugares tan
céntricos y tan urbanos como aquellas
Multitiendas Taboada, en Valdivia, que ha-
ce un par de años el fuego consumió. En
aquel lugar, un buen día, mientras comprá-
bamos unas telas, pegamos la hebra con
uno de sus vendedores más veteranos, don
Virginio Soto, nacido en 1940 a orillas del
Naguilán. El río del Sol Naciente, según la
antigua tradición mapuche.
Don Virginio nos confirmó, además, la exis-
tencia de aquella antigua huella que lleva-
mos tanto tiempo buscando y que comuni-
caba las vegas de Lumaco y el valle del
Naguilán, por el río Peuco, con las monta-
ñas de los Alerzales (que es un sector hoy
adscrito al Parque Nacional del Alerce
Costero, localizado entre las guarderías
CONAF de Catrileufu y del Estero La Piedra).
Pero ¿qué es lo que quedará hoy de aquella
trocha? —nos transmitió don Virginio—
Porque aquel valle donde nací ha cambiado
tanto desde entonces…’.
En efecto, hasta los años de 1950, sobre la
orilla orográfica izquierda de este río se
ubicó el pujante fundo Naguilán, propiedad
de la Compañía Naviera Haverbeck y
Skalweit, de tanta tradición germano-valdi-
viana. La actividad ganadera y lechera
resultaba importante, sin duda, pero sobre
todo destacaban en la zona las plantacio-
nes de ñocha, esa planta nativa de la que se
extraía la fibra vegetal base para la produc-
ción del renombrado formio chileno. Eran
tiempos en que los vapores de la compañía,
a partir del río Tornagaleones, remontaban
el Naguilán hasta ese activo muelle del que
tan solo quedan escasos restos. Hasta este
EL PUENTE SOBRE EL NAGUILÁN, EN EL CAMINO DE VALDIVIA A CORRAL.
DON JORGE PINEDA Y SU ESPOSA: CARGANDO LEÑA EN LA LANCHA, CERCA DE LA JUNTA CON EL PEUCO.
punto los cargamentos de ñocha llegaban
para su embarque transportados en carro-
matos, sobre un tendido de más de 2 kms
de raíles ferroviarios de trocha angosta.
Cada temporada, entre los meses de sep-
tiembre y febrero, más de 300 temporeros
se establecían en el fundo Naguilán como
cortadores o pampinos, como secadores o
limpiadores, según las sucesivas fases de la
preparación de la ñocha.
De estos tiempos data también aquella casa
fantasmal que todavía hoy se levanta en la
orilla opuesta del Naguilán, en las llamadas
vegas de Lumaco, y en la que se ubicó la
pulpería de don Amadeo Vázquez, que que-
daba no lejos de la casa de la familia
Kestternich. La historia trágica del Naguilán
habría empezado allí ‘entre amores secretos
y un casamiento en Corral a la que acudió
invitado el propio don Amadeo’. Sería a la
vuelta de aquel festejo cuando el propieta-
rio de la referida pulpería encontró la muer-
te, ‘asesinado y lanzado al fondo del
Del Tornagaleones al Alerce Costero
E l nuevo Parque Nacional del Alerce Costero es considerado, internacionalmente, co-
mo un logro ambiental determinante, tanto en el ámbito de la región de Los Ríos
como en el del conjunto del centro-sur de Chile. En cierto modo, vendría a ser algo así
como una merecida compensación bio-geográfica frente a los destrozos ambientales
acontecidos en esta región durante las décadas de 1990 y de 2000, focalizados prin-
cipalmente en la destrucción de valiosísimas extensiones de bosque nativo austral y
para su sustitución por plantaciones mono-específicas exóticas, de exclusivo interés
especulativo-industrial. Como ejemplo de lo anteriormente dicho, y para quien quiera
constatarlo de cerca, basta observar la isla del Rey, tanto en sus vertientes sobre el río
Valdivia como sobre el Tornagaleones.
Debido a ello, resulta hoy de importancia primordial alcanzar a preservar y proteger los
escasos corredores ambientales, o pasillos verdes, que todavía alcanzan a enlazar,
mediante cobertura continua de bosque nativo, el eje Bahía de Corral-Tornagaleones
con las alturas del PN Alerce Costero. En nuestra opinión, las posibilidades son única-
mente dos: el pasillo verde Río San Juan-Altos del Mirador (por la Loma del Caballo); y
el corredor ambiental Río Naguilán-Río Peuco-Alta Cuenca del Río Chaihuín (descrito
parcialmente en esta ruta verde). Además de por su valor ambiental, su potencial eco-
turístico resultaría realmente destacado.
Intuitivamente, don Alfredo Paredes, habitante del pequeño caserío de La Boca (situado
en la orilla del Tornagaleones, en la isla del Rey, frente a la confluencia del Naguilán), lo
tiene en mente. Perfecto conocedor de estos contornos, en su barca La Bella podría
transportar hasta 12 ecoturistas por viaje, según un itinerario de indudable atractivo:
La Boca-Humedales del Naguilán-Vegas de
Lumaco-Isla Sin Nombre y continuando por
el río Peuco hasta el límite de las posibilida-
des de la navegación en bote. Es cierto que
habrá que terminar de redescubrir la anti-
gua huella por el valle del Peuco arriba y
que además habrá que despejarla sobre
una franja de paso de 1,5 m. Pero ese corre-
dor verde y ambiental hasta el PN Alerce
Costero podría pasar, de la noche a la
mañana, a constituir un verdadero plus
ecoturístico mundial. Además de un mere-
cido negocio sostenible para don Alfonso el
cual, como tantos otros habitantes rurales
regionales, tanto lo merece.
CRUZANDO EL TORNAGALEONES,
RUMBO A LA ISLA DEL REY: DON ALFONSO
PAREDES EN SU LANCHA ‘LA BELLA’.
PE RV/P5
Remontando el Naguilán. Allí donde el mundo cambió /35
36/ PE RV/P5
Remontando el Naguilán. Allí donde el mundo cambió

Naguilán precisamente en el lugar donde recubierta de denso bosque nativo adulto.

éste tiene su confluencia con el Torna-
galeones’. El cuerpo apareció flotando una
semana después de la tragedia. Para los
habitantes del valle fue un presagio de
desastres venideros. Y así, ‘un año después
tuvo lugar el gran terremoto de 1960, que
sumergió bajo las aguas la mayor parte de
las tierras útiles del fundo Naguilán, el cual
quedó a partir de entonces progresivamente
abandonado…’.
Para explorar estos humedales del Naguilán
hemos elegido, una vez más, la chatita,
nuestra fiel embarcación neumática tipo
zodiac. La botamos al agua precisamente
en el lugar de la mencionada tragedia, junto
al actual puente Naguilán, en el paraje
conocido como La Boca. El día ha amaneci-
do cubierto, envuelto en ese misterioso
encanto invernal que parece exclusivo de
los ríos y los esteros australes. En la actua-
lidad, son menos de 30 habitantes los que
habitan establemente en torno al Naguilán.
Alguna casa, algún embarcadero aquí y
allá constituyen las únicas referencias. Del
antiguo caserío del fundo Naguilán única-
mente se manifiesta un solitario silo,
estructura notoria que se levanta en una
de las orillas fluviales. Tras el desastre
ambiental causado por los vertidos de
lejías sobre el río Cruces en 2004, numero-
sos cisnes de cuello negro emigraron hasta
esta parte de la cuenca del río Valdivia. Así
las cosas, mientras nosotros vamos remon-
tando por el curso fluvial principal, disfru-
tamos de continuas observaciones de la
UN PAISAJE QUE QUEDÓ SUMERGIDO TRAS EL TERREMOTO DEL 60.
avifauna. Además de los cisnes, desfilarán
ante nuestros prismáticos huairavos y gar-
zas cucas, taguas y cuervos de pantano,
caiquenes, patos criollos. Y en los muño-
nes de los troncos de árboles muertos e
inundados, la silueta estática de los jotes.
En las vegas de Lumaco nos encontramos
con el matrimonio formado por Jorge
Pineda y María Munizaga, que se encuen-
tran cargando de leña su bote ‘Ryan’. Serán
ellos quienes nos indiquen entonces los
pasos delicados que vamos a encontrar a
partir de ahora, con frecuentes palos ence-
pados en el cauce y varias confluencias,
laberínticas, de los brazos fluviales. El este-
ro Peuco, el principal afluente del Naguilán
y que desciende de la inmediata Cordillera
de la Costa, es un cauce rabioso cada invier-
no, que inunda con insistencia estas vegas
de Lumaco. Hace tan solo cinco años rom-
pió en determinado punto la ribera, abrien-
do una segunda confluencia, aguas arriba,
sobre el río Naguilán. El resultado es una
nueva isla sin nombre surgida en medio de
tanto dinamismo hidrográfico.
El curso del Naguilán lo conseguiremos
remontar hasta 1,5 kms más allá de la
mencionada isla, donde la corriente nos
cierra el paso. De vuelta, nos adentramos
por el estero Peuco, cuya corriente tam-
bién remontamos en otros 2 kms por enci-
ma de la confluencia. Ello nos permitirá
alcanzar un espléndido playazo secreto,
situado al pie de una ladera abrupta y
Los límites del Parque Nacional Alerce
Costero se sitúan a menos de 3 kms de
este punto, a unos 350 m ladera arriba.
Pero la antigua huella entre el Naguilán y
los Alerzales, de la que nos habló también
don Virginio, no conseguimos localizarla…
Decidimos dejar su búsqueda para una
nueva ocasión, quizá en sentido inverso, a
partir de la guardería CONAF de Catrileufu
y los altos por donde discurre el antiguo
camino entre Corral y La Unión.
El descenso por el Naguilán, a favor de la
marea descendiente, es toda una experien-
cia plácida. Comienza a llover. Nos enfunda-
mos en nuestros capotes. Ya próximos al
puente y la carretera Valdivia-Corral, decidi-
mos variar nuestra ruta y nos adentramos,
así, por uno de los canales que perforan el
humedal, singlando hacia la orilla orográfi-
ca izquierda. Un grupo de cisnes nos escol-
ta… Nos extraviamos entre los totorales…
Pero finalmente encontramos un paso que
nos lleva hasta un segundo puente existen-
te, bajo cuyo vano entroncamos con el
Tornagaleones, a proximidad de un peque-
ño islote boscoso: el Morrito. Aquí descan-
samos y nos concedemos un buen caldo HUILLÍN (LONTRA PROVOCAX)
caliente, de nuestro termo. Para terminar,
cruzamos el Tornagaleones hasta las casas
de La Boca, donde don Alfonso Paredes
amablemente nos proporciona un par de
suculentos róbalos. Esta Ruta Verde por el
valle del Naguilán, ¿podremos algún día
conectarla con esas montañas donde cre-
cen los Alerces y que tenemos a la vista? O

PE INFOVIAJE
sector de las Vegas de Lumaco) y
los 600 m (en la zona cacuminal
incluida dentro de los límites del
Parque Nacional Alerce Costero).
UÊDURACIÓN Y DISTANCIAS
Entre el pequeño embarcadero
inmediato al puente sobre el río
Naguilán (paraje de La Boca;
confluencia sobre el
Tornagaleones) y la confluencia
para realizar en kayak o en
embarcación menor.
UÊMEJOR ÉPOCA
Cualquier época del año.
UÊVALORES NATURALES
Los humedales del río Naguilán
(resultado de los hundimientos
acontecidos como consecuencia
del terremoto de 1960) constituyen
UÊCÓMO LLEGAR
Desde Valdivia, por el camino
ripiado a Corral (41 kms).
UÊCARTOGRAFÍA
Instituto Geográfico Militar, escala
1:50.000, hojas ‘Chaihuín’,
‘Cumleufú’ y ‘Catamutún’.
GPS 1 Puente I sobre el río Naguilán/ camino vehicular de Valdivia a Corral/ punto de partida de ruta náutica-

con el estero Peuco, son aprox.
8 kms; aguas arriba de este punto,
todavía se puede remontar por el
río Naguilán (según condiciones
de nivel y estación del año) hasta
aprox. 2,5 kms; y aprox. 2 kms por
PUNTOS GPS
39°56'49.29"S/ 73°18'20.59"O
una de las zonas de mayor valor
GPS 2 Humedales del Naguilán (resultado de la inundación post-terremoto y tsunami de 1960)-39°57'22.03"S/ 73°17'48.00"O
avifaunístico en la región de Los
GPS 3 Antiguo fundo Naguilán/ restos de silo notorios- 39°58'6.14"S/ 73°18'3.25"O
Ríos; tras el desastre ambiental de
GPS 4 Embarcadero de la casa Pineda- 39°58'38.40"S/ 73°17'41.65"O
los vertidos sobre el río Cruces, en
GPS 5 Isla y brazo fluvial abandonado- 39°59'0.19"S/ 73°17'27.29"O
2004, acogieron como refugio al-
ternativo a numerosos ejemplares GPS 6 Confluencia del estero Lumaco- 39°58'56.42"S/ 73°17'9.99"O

el estero Peuco; en la navegación de cisnes de cuello negro; además, GPS 7 Bifurcación fluvial y notable punto panorámico sobre el Parque Nacional del Alerce Costero- 39°59'5.18"S/ 73°16'59.01"O

de vuelta, se recomienda una numerosa variedad de anáti- GPS 8 Isla Sin Nombre- 39°59'17.37"S/ 73°16'57.92"O

desviarse por un brazo navegable das, garzas, huairavos, gaviotas; GPS 9 Nueva confluencia del estero Peuco (a partir de 2009)- 39°59'21.80"S/ 73°16'59.21"O

que atraviesa la parte inferior de
los humedales del Naguilán,
CASERÍO DE LAS VEGAS cruzando hasta la orilla opuesta
DE LUMACO.
UÊLOCALIZACIÓN del Tornagaleones (Isla del Rey;
Comuna de Corral. casas de La Boca) y cerrando
circuito de nuevo en el
UÊALTITUDES embarcadero inmediato al puente
Entre 0 m (en la zona de influencia Naguilán; en total, una Ruta Verde
mareal, que alcanza hasta el náutica de aprox. 24 kms, apta
presencia ocasional de lobos mari- GPS 10 Límite máximo de navegación, en kayak o embarcación menor, aguas arriba del estero Peuco- 39°59'59.01"S/ 73°17'29.58"O
nos; huillines; en las zonas de bos- GPS 11 Límite máximo de navegación, en kayak o embarcación menor, aguas arriba del río Naguilán- 40° 0'13.82"S/ 73°16'2.48"O
que nativo que enmarcan el valle GPS 12 Recomendada navegación de retorno (solo con marea alta)/ por el brazo secundario del Naguilán-
39°57'8.10"S/ 73°18'3.94"O
del Peuco, pudúes, pumas, carpin-
EMBARCANDO GPS 13 Continuación de navegación recomendada de retorno (solo con marea alta)- 39°57'17.49"S/ 73°18'23.22"O
tero magallánico… La importancia
del valle del Peuco como corredor EN LA CHATITA: GPS 14 Confluencia del brazo secundario del Naguilán, recomendado para navegación de retorno (solo en marea alta)/
CON LOS HUME- Puente y camino vehicular de Valdivia a Corral- 39°56'58.12"S/ 73°18'45.64"O
ambiental entre el Naguilán y las DALES DEL
NAGUILÁN POR GPS 15 Río Tornagaleones- 39°56'47.04"S/ 73°18'48.09"O
extensiones del Parque Nacional
DELANTE. GPS 16 Muelle y casas de La Boca- 39°56'39.81"S/ 73°18'33.51"O
Alerce Costero resulta estratégica.

PE RV/P5
Remontando el Naguilán. Allí donde el mundo cambió /37
HITO HISTÓRICO-CULTURAL
PEHHC5
El Camino Real
De Valdivia a Osorno y Chiloé (1780-1790)
Ricardo Molina Verdejo, Historiador
La definitiva ruta terrestre entre Valdivia, Carelmapu y Chiloé, apta para carretas, ganados,
jinetes y peatones, pero también para efectivos militares, fue posible de establecer, a partir de 1780,
gracias al acuerdo alcanzado con los lonkos mapuche.
MAPA CAMINO REAL
VALDIVIA – CHILOÉ
(PUSTERLA, 1791)
L
a ciudad de Valdivia, localizada en
los 39º 47 minutos de latitud Sur,
hacia 1643 (fecha de la incursión
holandesa) había permanecido ca-
si abandonada, luego de la derrota experi-
mentada en el gran levantamiento indígena
de fines del siglo XVI. En la oportunidad, ha-
bían sido destruidas la mayor parte de las
ciudades al sur del río Biobío, entre ellas la
ciudad de Osorno, punto clave e intermedio
entre Valdivia y Chiloé. En la práctica, las
distintas expresiones bélicas de la llamada
Guerra de Arauco estaba en total desarrollo
y mantenía a los valdivianos en su reducto
con la única posibilidad de comunicación
con el exterior a través del mar.
En la práctica, los navíos que lograban lle-
gar a Valdivia desde el norte eran escasos
y solo lo hacían en periodos de bonanza
climática, es decir, en verano. A partir de
esta realidad, la tendencia de mantener
un vínculo con Chiloé varió de ser un sen-
tido y necesario anhelo de las autoridades
locales y vecinos, a un imperativo estraté-
gico en donde no sólo dependía la presen-
cia de soberanía monárquica y la garantía
de seguridad para el Virreinato del Perú,
sino la sobrevivencia de los propios súbdi-
tos de esta región del Imperio en su “fron-
tera de arriba”.
De esta manera, hacia el siglo XVIII, el in-
tento por restablecer la ruta terrestre en-
tre Valdivia y Chiloé se transformó en un
objetivo que llevaría a la proyección de un
eje defensivo que contara tanto con una
vía externa, la marítima, como una línea
interna, el Camino Real, condiciones ele-
mentales para sostener con alguna fuerza
cualquier intento del enemigo por ingre-
sar por las aguas del Mar del Sur amena-
zando al Virreinato y la propia Capitanía
General de Chile. Debe decirse que la exis-
tencia del Camino Real, una irregular sen-
da para carretas, ganado, jinetes y cami-
nantes, databa desde el siglo XVI habien-
do desaparecido en 1603 en el contexto
reivindicativo del triunfo militar mapuche
en la época.
MAPA INGLÉS DE CHILE
SIGLO XVIII.
La refundación y consiguiente repoblación
de Osorno, oficialmente hacia 1796, se
constituyo, a la larga, en un decisivo paso
en la idea de asegurar de manera efectiva
la soberanía monárquica en el espacio
existente entre Valdivia y Chiloé, tomando
de esta manera un nuevo impulso la polí-
tica de poblamiento en la zona con todos
los efectos que esto significaba y de paso,
fortaleciendo la economía de evidente vo-
cación agrícola ganadera.
Más allá de la especial preocupación por
parte del Gobernador Ambrosio O’Higgins
en lograr dicho propósito hacia fines del
siglo XVIII, el deseo por recuperar el ex-
tenso territorio se puede advertir clara-
mente desde comienzos de dicha centuria
no sólo en las autoridades coloniales, sino
en los propios habitantes de la región. En
efecto, hacia 1721 el cabildo de la ciudad
de Castro suplicaba a S.M. “se mandase
repoblar Osorno y abrir el camino entre
Chiloé y Valdivia”.
Ciertamente esta petición implicaba solu-
cionar una serie de inconvenientes para
los sufridos habitantes de Chiloé además
del propio aislamiento impuesto por la na-
turaleza, era la posibilidad de contactarse
con cierta fluidez con el centro urbano
más próximo en el continente, es decir, la
plaza y presidio de Valdivia resolviendo
así aspectos de comunicaciones, correos,
de comercio regional y de orden pura-
mente psicosociales.
Logrado este objetivo hacia fines del siglo
XVIII, fue posible romper en algún grado
varios de estos verdaderos cercos, entre
ellos el político y el comercial. A partir de
ese momento se fortalecería la presencia
española en la zona, objetivo que se logra-
ba contando con un importante apoyo y
Q
alianza de parte de los lonkos mapuches
La refundación de Osorno que circundaban la ruta. De este modo, fue
posible obtener varias ventajas con la for-
constituyó un hito decisivo para el establecimiento mación de una clara unidad territorial en-
tre Valdivia y la Isla Grande con un punto
de esta vía de comunicación central de enlace: la colonia de Osorno. Q
PE HHC5
El Camino Real, de Valdivia a Osorno y Chiloé (1780-1790) /39
PE RV/P6
En torno al
río Tornagaleones
De la bahía de Corral a La Boca
ISLA HUAPI, VISTA DESDE LA ISLA DEL REY.
E
l parte meteorológico no pue-
de ser más halagüeño: son 48
horas de bonanza por delante,
entre dos fuertes temporales
de invierno. Nos encontramos abarloados
a la lancha Rucaco III, que patronea Dio-
nisio Fajardo y efectúa el servicio de
transporte de pasajeros entre el embar-
cadero inmediato a la carretera Valdivia-
Niebla y el muelle de Carboneros, situado
en la orilla opuesta del río Valdivia, en la
isla del Rey. Pero nuestro destino hoy es
la isla de Mancera, en la bahía de Corral,
aquella antigua Llave del Mar del Sur que
desde su vieja fortaleza hispano-colonial
de San Pedro de Alcántara continúa to-
davía vigilando, ahora solo con especta-
cularidad panorámica, esa entrada a Los
Ríos abierta hacia el océano Pacífico.
La idea es recalar primero junta a esta
histórica isla-fortaleza. Después, a la caí-
da de la tarde, volveremos a izar el vela-
men de nuestro yate La Grulla Azul para
irnos a pasar la noche, anclados, en el
fondeadero de Las Coloradas, junto a la
denominada isla Liquiña, frente a la cos-
ta sur de la mencionada isla del Rey. Para
la jornada del día siguiente reservaremos
la navegación hasta la Boca y desembo-
cadura del río Naguilán; y cerraremos la
circum-navegación de la isla del Rey re-
tornando más tarde a Valdivia vía los ríos
Futa y Guacamayo. Nuestro objetivo prin-
cipal, en cualquier caso, es explorar el río
Tornagaleones entre la bahía de Corral y
su extremo meridional. Se trata, sin du-
da, de una deliciosa Ruta Verde náutica,
factible tanto en un velero como el nues-
tro como en una embarcación local o re-
mando en un kayak ligero.
¿Pero hacia dónde fluye la corriente del
VIEJOS MUROS, VIEJA FORTALEZA: LA DE SAN PEDRO DE ALCÁNTARA, EN ISLA MANCERA.
río Tornagaleones? Pues lo hace tanto en
uno como en otro sentido, según la in-
fluencia eterna de las oscilaciones de
marea. Lo cierto es que se trata de un río
o brazo de agua realmente singular, cu-
yas características son las de un verdade-
ro canal estuarino que, en articulación
con los ríos Futa y Valdivia, define y cir-
cunda la isla del Rey (ésta, con sus 5.121
has superficiales, es la más extensa de
todas las islas en aguas interiores de Chi-
le). En cuanto al agua dulce que fluye por
el curso del Tornagaleones, procede de
los ríos Futa, Naguilán y Valdivia. Pero
durante los períodos de marea alta, la
corriente se invierte y entonces el agua
de mar remonta cauce arriba desde la
bahía de Corral.
Según las crónicas, fue en la isla Mancera
donde se decidió ubicar, en segunda ins-
En la Boca del Naguilán
E l fundo La Boca es una propiedad tradicional que ocupa el extremo SO de la isla
del Rey, a orillas del río Tornagaleones, frente por frente de la confluencia del río
Naguilán. Sin duda, el lugar resulta idóneo para un proyecto de turismo rural de me-
diana envergadura. En el fundo, que no habita actualmente la familia propietaria, los
únicos pobladores son don Alfonso Paredes y su esposa. Don Alfonso cuida el predio
y, a cambio de ello, esta autorizado por los propietarios a criar su propio ganado y a
cosechar los pequeños huertos y pomares del contorno. En cuanto a la casa patro-
nal permanece en buen estado, aunque deshabitada prácticamente todo el año. Al
pie del pequeño caserío de La Boca existe un muelle rústico, en el que aparece fon-
deada primorosamente La Bella, que es el lanchón a motor que opera don Alfonso.
Allí también es donde amarramos nuestro velero La Grulla Azul, siempre que visita-
mos el lugar.
El proyecto ecoturístico La Boca consistiría en adaptar 2 o 3 habitaciones de la casa
patronal para poder recibir algunos turistas. En combinación con lo anterior, se habi-
litarían 2 cabañas independientes en el entorno de La Boca, con capacidad de hasta
6 clientes por cabaña. El equipamiento de las cabañas se complementaria con unas
saunas artesanas, calefactadas con madera y también se mejoraría el muelle exis-
tente, se sanearían algunas dependencias agrícolas y se intervendría paisajística-
mente el entorno del pro-
pio caserío (principal-
mente limpiando determi-
nados puntos de almace-
namiento vetusto).
En cuanto a los produc-
tos de la tierra, el lugar
ya los produce y con no-
table calidad artesana:
chicha dulce exquisita,
dulces de frutas silves-
tres, huevos de campo
auténticos, pan casero,
magníficos róbalos re-
cién sacados del Tornaga-
leones y unas carnes de
cordero criado in situ que
arrebatan los sentidos,
una vez asadas.
LA CASA PATRONAL
EN EL FUNDO LA BOCA.
PE RV/P6
En torno al río Tornagaleones. De la bahía de Corral a La Boca /41
42/ PE RV/P6
En torno al río Tornagaleones. De la bahía de Corral a La Boca

tancia, la ciudad de Valdivia. La experien- tentrional de todo el planeta (ver Ruta

cia de la primera destrucción de la ciu-
dad, cuando la insurrección general ma-
puche de 1602, hizo que se decidiese, en
principio, plantear la refundación de la
ciudad en esta pequeña porción insular,
al objeto de mejor defender a sus habi-
tantes frente a los ataques tanto de indí-
genas como de armadas y piratas al ser-
vicio de potencias enemigas de la Corona
española. En cuanto al fuerte de San Pe-
dro de Alcántara, tan castigado por suce-
sivos terremotos y tsunamis, sigue sien-
do el mejor punto panorámico sobre toda
la bahía de Corral y su espectacular siste-
ma de fortalezas coloniales del siglo XVII.
El recorrido completo de la isla no lleva
más de 1,5 horas y comienza donde el
pequeño muelle local. La antigua Calle
Real atraviesa en cuesta el pequeño ca-
serío insular, para dar acceso a la misma
fortaleza, cuya puerta se ubica frente por
frente de la iglesia de la Candelaria. Tras
el recorrido de sus bastiones y restos de
muralla, lo mejor será continuar por el
pequeño sendero que circunda la isla y
en dirección a su extremo sur: la punta
del Castillo. Desde este punto, inmediato
a un pequeño lagoon mareal flanqueado
por una playa de arena, la vista vuela so-
bre la ensenada de San Juan, cuyo telón
de fondo lo integran los bosques nativos
del Parque Nacional del Alerce Costero.
Este recorrido por la isla de Mancera se
cierra, en circuito, en el mismo muelle lo-
cal donde lo comenzamos.
Las otras dos islas en el río Tornagaleones
son Huapi (o de los Conejos) y Liquiña (o
de los Curas). La primera de ellas tiene
una superficie de 8 has y una altitud máxi-
EN LA PLAYA DE MANCERA.
ma de 19 m. Conserva algo de su primitiva
cobertura forestal originaria y dentro de
su perímetro se levantan varias construc-
ciones, que conforman el antiguo proyec-
to de un lodge turístico. La isla, de propie-
dad privada, se encuentra actualmente en
venta y cuenta con luz eléctrica y un ade-
cuado muelle de acceso en su fachada E,
que es la más protegida de las olas y los
vientos oceánicos. La segunda isla es la de
Liquiña, con 15 has de extensión y 21 m de
cota máxima, acantilada a lo largo de su
perímetro, pero perfectamente plana en
su interior, y con una playa de arena en su
cara N a modo de mejor punto de desem-
barco en ella. Desde las rocas de piedra
cancagua que definen su extremo O, la pa-
norámica que se domina sobre el río Tor-
nagaleones resulta verdaderamente es-
pectacular.
Inmediato a la isla de Liquiña se abre un
estero interesante: el de Pilque, de pro-
fundidades muy someras, sobre cuyas ori-
llas S se asienta uno de los principales
sectores habitados en la isla del Rey: el de
Las Coloradas, que cuenta con un peque-
ño muelle de acceso náutico. Es su única
conexión con el mundo exterior. En cuanto
al propio estero Pilque, constituye uno de
los extremos de la Ruta Verde terrestre
que atraviesa de E a O la isla del Rey y que
pasa junto al enclave de alerces más sep-
Verde El Sendero de la isla del Rey). Será
precisamente a la entrada de este estero
Pilque, y al resguardo de la isla Liquiña,
donde decidimos echar el ancla para pa-
sar la noche. En el interior del velero, una
buena sopa de pescado caliente nos re-
conforta, una botella de vino Carmenére
nos inspira. Mientras en la oscuridad exte-
rior todo el firmamento austral parece
desbordarse en millones de estrellas y el
canto melancólico de una huala del cons-
tituye nuestro único acompañamiento.
Punta del Toro, Estero del Pelu, Ensenada
de Poco Comer, Punta Hendrick y el islote
del Morrito… éstos serán los sucesivos hi-
tos y referencias en nuestra navegación
de al día siguiente, explorando el entorno
del Tornagaleones. Pero la llamada playa
Blanca constituirá nuestro paraje preferi-
do: una franja perfecta de arena fina e
inaccesible desde tierra; en la que des-
emboca un pequeño estero que fluye,
por sorpresa, entre la orla inmediata del
bosque nativo. En este lugar apartado
podemos meter la proa directamente,
hasta varar nuestro velero sobre tierra
firme. Entonces, tumbados sobre la are-
na, sesteando al sol del medio día, pode-
mos observar en la distancia la estructu-
ra rojiza del puente por el que la carrete-
ra Valdivia-Corral salva la confluencia del
río Naguilán. Y en la orilla opuesta divi-
samos las casas del fundo La Boca, que
marcan la drástica curva que, en ángulo
recto, traza el río Tornagaleones en torno
al extremo S de la isla del Rey. Un ángulo
perfecto, pensamos placenteramente,
para esta Ruta Verde trazada sobre la zo-
na estuarina de la cuenca del Valdivia. O

PE INFOVIAJE
UÊLOCALIZACIÓN motor y 1,3 h en kayak); entre UÊMEJOR ÉPOCA
Comuna de Corral. playa Blanca y el muelle junto a Toda época del año.
las casas de La Boca (en el
UÊALTITUDES extremo S de la isla del Rey), en UÊVALORES NATURALES
Los cerros de la península de singladura previa por el islote del La zona fue intensamente
San Julián alcanzan cotas de Morrito y la desembocadura del deforestada durante la primera
hasta 390 m. río Naguilán, hay aprox. 4 kms mitad del siglo XX, para por ejemplares de puma hasta la y el delicioso caserío insular, de GPS 1 Muelle transbordador Niebla a Corral- 39°52'22.18"S/ 73°22'59.51"O

UÊDURACIÓN Y DISTANCIAS
Entre el embarcadero inmediato a
la carretera Valdivia-Niebla y el
muelle de isla Mancera, son
2,5 kms (1,4 millas náuticas; en
embarcación a motor, 15 minutos;
en kayak, 1 h); entre isla Mancera
y el muelle de Las Coloradas/
estero Pilque, enlazando
sucesivamente el extremo N de la
península de San Julián, la isla
Huapi y la isla Liquiña, son aprox.
6 kms (3,3 mn; 0,5 h en
LA GRULLA AZUL:
embarcación a motor; 2 h en
ANCLAJE EN LA RUTA DEL
TORNAGALEONES. kayak); entre este punto y la playa
Blanca, son 5 kms (2,8 mn; 20 h a
(2,2 mn; 15 minutos a motor y
1 h en kayak); en velero habrá
que tener en cuenta el tendido
eléctrico que salva el
Tornagaleones sobre este último
tramo y a una altura estimada de
aprox. 15 m sobre el nivel del
agua en marea baja (¡!).
En total, esta Ruta Verde totaliza
unos 17,5 kms o casi 10 millas
náuticas; a los que pueden
sumarse una serie de recorridos a
pie por las islas Mancera o
Liquiña: o por la isla del Rey,
entre el estero Pilque y
el alerzal más septentrional del
mundo…
producción de leña con destino a
los altos hornos que funcionaron
en Corral hasta el terremoto de
1960; durante los años de 1980-
90, los restos forestales
supervivientes fueron sustituidos
en amplias zonas por
plantaciones de exóticas; las
mejores extensiones de bosque
nativo se conservan en la mitad N
de la península de San Julián y en
la franja central de la isla del Rey
(fundo Los Angelitos); en estos
sectores, amplio elenco de aves
forestales; guiña; pudú; monito de
monte; el río Tornagaleones es
atravesado a nado, cada invierno,
isla del Rey: una buena reserva
para los pudúes…; en el estero
Pilque y los humedales del
Naguilán, buenos enclaves para
el cisne de cuello negro, anátidas,
garzas, pelícanos, avifauna
acuática; en la isla Mancera,
lobos marinos frecuentes.
UÊMONUMENTOS DEL HOMBRE
En la isla Mancera, el castillo de
San Pedro de Alcántara (s. XVII)
es una pieza clave del sistema de
fortificaciones coloniales
españolas de la bahía de Corral;
también, en el extremo S de la
isla, el pequeño fuerte de Baides;
PUNTOS GPS
uso exclusivamente peatonal. GPS 2 Batería de Carboneros (restos históricos, s. XVII)- 39°52'39.93"S/ 73°22'42.70"O
loradas,
En la zona de Las Coloradas, GPS 3 Muelle de isla Mancera- 39°53'18.41"S/ 73°23'22.78"O
urales,
las construcciones rurales, GPS 4 Castillo de San Pedro de Alcántara (Monumento Nacional, ruinas, s. XVII)/ punto panorámico-
stilo
con sus huertos al estilo 39°53'14.44"S/ 73°23'34.99"O
GPS 5 Fuerte de Baides (restos históricos, s. XVII)/ punto panorámico- 39°53'39.51"S/ 73°23'30.07"O
ector
tradicional. En el sector
GPS 6 Playa del Frontón- 39°53'48.30"S/ 73°22'41.00"O
La Boca, las casas delel
GPS 7 Muelle de Isla Huapi o de los Conejos- 39°53'33.68"S/ 73°21'34.98"O
fundo homónimo.
GPS 8 Isla Liquiña/ playa- 39°53'59.06"S/ 73°20'50.65"O
PELÍCANO
(PELECANUS GPS 9 Isla del Rey/ estero Pilque/ muelle de Las Coloradas- 39°53'58.84"S/ 73°20'20.49"O
UÊCARTOGRAFÍA THAGUS) GPS 10 Isla del Rey/ humedales del Pilque- 39°54'7.09"S/ 73°19'33.74"O
Instituto Geográfico GPS 11 Estero El Pelu/ humedales- 39°55'21.44"S/ 73°20'4.54"O
Militar, escala GPS 12 Playa Blanca- 39°55'59.59"S/ 73°19'59.53"O
1:50.000, hoja GPS 13 Isla del Rey/ estero de Poco Comer/ humedal- 39°56'18.54"S/ 73°19'0.40"O
‘Corral’; y GPS 14 Islote El Morrito- 39°56'51.93"S/ 73°19'3.95"O
cartas náuticas N° 6251
251 GPS 15 Humedales del Naguilán- 39°57'7.97"S/ 73°18'26.59"O
(1:10.000) y N° 6252
GPS 16 Puente sobre el río Naguilán/ ruta terrestre Valdivia- Corral- 39°56'51.91"S/ 73°18'22.33"O
(1:7.500) publicadas por GPS 17 Muelle y casas del fundo La Boca- 39°56'39.68"S/ 73°18'34.07"O
el SHOA. GPS 18 Continuación del río Tornagaleones- 39°56'25.27"S/ 73°16'37.64"O

PE RV/P6
En torno al río Tornagaleones. De la bahía de Corral a La Boca /43
HITO HISTÓRICO-CULTURAL

PEHHC6 ÓLEO QUE REPRESENTA EL DESEMBARCO

EN VALDIVIA, UNO DE LOS MOVIMIENTOS
ESTRATÉGICOS MÁS VALIENTES DE LA
INCIPIENTE MARINA CHILENA.

Incorporación de
Valdivia a Chile
Termina la Colonia (1820)
Ricardo Molina Verdejo, Historiador

En febrero de 1820 Lord Cochrane lograba concretar el asalto por sorpresa a la

guarnición militar valdiviana, desembarcando tropas de infantería de marina
en Corral comandadas por el oficial de origen francés Jorge Beauchef.

n el marco del proceso de eman- jando con ello una nueva condición política

E cipación chilena respecto de la

corona española, hacia 1818 la
situación en el centro de Chile ya
estaba definida a favor de la causa inde-
pendentista. Con los triunfos en los cam-
pos de batalla de las fuerzas militares del
Ejército Libertador liderado por los gene-
rales San Martín y O'Higgins, se lograba fi-
nalmente controlar gran parte del territo-
rio chileno conocido. A pesar de que aun
estaban en desarrollo algunas hostilida-
des, se había logrado levantar un primer
gobierno nacional con cierta estabilidad
bajo el liderazgo de Bernardo O'Higgins,
con el título inicial de Supremo Director.
De hecho, por primera vez se redactaba un
ALMIRANTE documento oficial denominado “Proclama-
THOMAS COCHRANE. ción de la Independencia de Chile” refle-
que daba nacimiento poco a poco a un
nuevo estado. Sin embargo, a esas alturas
aun existían bolsones de resistencia espa-
ñola a partir de enclaves geográficos en la
zona sur del país, centrados de preferencia
en la plaza de Valdivia y el archipiélago de
Chiloé: los últimos reductos realistas en lo
que sería la República de Chile.
Conforme a la situación que se vivía en
ese entonces, el principal desafío para las
nuevas autoridades nacionales era, a la
mayor brevedad posible, incorporar de
hecho a estos dos territorios “cautivos”.
Prontamente se preparó un plan para
efectos de lograr dicho objetivo teniendo
como eje vertebrador el uso de una fuerza
naval que fuera capaz de derrotar a las
guarniciones locales para luego tomar

Q
1820. Tras la toma de
MAPA Y DESARROLLO DE LA
CAPTURA DE VALDIVIA.
Valdivia, Chiloé permaneció como el
el control de las respectivas plazas. De es-
te modo, la llamada Primera Escuadra
Nacional se constituyó por mandato de
O'Higgins asumiendo como comandante
infantería de marina comandados por el
oficial de origen francés Jorge Beauchef,
con amplia experiencia en las guerras na-
poleónicas en Europa. Este hecho esta re-

Q CASTILLOS DEL SISTEMA DE DEFENSA DE VALDIVIA.
Q BATERÍAS Y REDUCTOS MENORES DEL SISTEMA DE DEFENSA.
 MOVIMIENTO DE LA ESCUADRA CHILENA.
 MOVIMIENTO DE LAS FUERZAS PATRIOTAS.
 DESBANDE Y HUIDA DE LAS FUERZAS REALISTAS.
1 DESEMBARCO DE LAS FUERZAS PATRIOTA AL MANDO DEL MAYOR MILLER.
último y estratégico bastión hispano en jefe el almirante de origen escocés,
Thomas Cochrane, profundamente com-
gistrado en la historiografía nacional co-
mo la “Toma de Valdivia”, poniendo fin al
2
3
RUTA TERRESTRE DEL MAYOR BEAUCHEF Y MILLER.
NAVEGACIÓN DEL "INTRÉPIDO" Y LA "MOCTEZUMA" HACIA CORRAL.
en el sur de Chile prometido con la causa de la independen-
cia chilena.
periodo colonial español e incorporando
para siempre al Estado chileno a la ciudad
4 HUIDA DE LAS FUERZAS REALISTAS.
De esta manera, en febrero de 1820 Co- y sus cercanías. Así, aunque aun tardaría
5 RENDICIÓN DE LOS FUERTES DE LA RIBERA NORTE.
chrane lograba concretar el asalto por unos pocos años, la suerte de Chiloé esta-
6 LORD COCHRANE SE REÚNE CON SUS TROPAS EN CORRAL.
7 LA FRAGATA "O'HIGGINS" AVANZA POR LA BAHÍA DE VALDIVIA. sorpresa a la guarnición militar valdiviana, ba echada, cayendo así el último y estra-
desembarcando rápidamente tropas de tégico bastión hispano en 1826. Q

PE HHC6
Incorporación de Valdivia a Chile. Termina la Colonia (1820) /45
PE RV/P7
De Punucapa a Oncol
Por el viejo camino hacia Las Minas
Antes de los años de 1980, cuando todo cambió (con la apertura de los primeros caminos
aptos para vehículos a motor en la zona y la irrupción de las plantaciones forestales de
exóticas en el sector), según refiere nuestro amigo Pascual Alba, la única vía de comunicación
que existía entre Punucapa, las cumbres de Oncol y los remotos asentamientos lefkenches
dispersos sobre la línea de costa entre Curiñanco, Bonifacio y Pilolcura era una trocha angosta,
solo apta para carretas de bueyes, viandantes y cabalgaduras: la huella de Oncol.
AL OESTE DEL EJE PRINCIPAL DEL RÍO CRUCES, ESTEROS PROCEDENTES DE LA CORDILLERA DE LA COSTA OFRECEN SECRETOS ITINERARIOS NÁUTICOS.
L
a unión directa, por esta antigua
huella tradicional, entre los hume-
dales del río Cruces en Punucapa y
el propio Parque Oncol era, para
nosotros, una asignatura pendiente.
Anteriormente, habíamos tenido ocasión
de explorar toda esa panoplia de Rutas
Verdes cuya sucesión permite recorrer la
Cordillera de la Costa, en sentido N-S, entre
Mehuín y el estero Cutipay, conformando
así el denominado Corredor Ecoturístico
Regional IV a lo largo de la llamadamada Costa
Valdiviana. También habíamos establecido
ya el enlace ecoturístico directoo entre los
humedales del río Cruces y la costa sta del
océano Pacífico en Pichicullín, que
atraviesa transversalmente te el
Corredor Ambiental Tres Bocas-
Tambillo-Pililín: ese último tramo
territorial, en la Cordillera de la Costa,
al norte de la ciudad de Valdivia, a, que
aún permanece a salvo de cualquier vía de
comunicación motorizada. Y hemos des-
cendido, a pie, en compañía de guías loca-
les, desde la cumbre sagrada del cerro
Oncol (715 m) hasta la excepcional playa de
Pilolcura (situado en los dominios del
ancestral cacique lefkenche recordado
como Perkiñán).
Pero la unión directa, ecoturística, a pie
entre los humedales del río Cruces y el
propio parque Oncol, todavía no habíamos
tenido ocasión de ponerla en práctica,
hasta ahora. Hoy lo hacemos como Ruta
Verde 7, en función de un doble itinerario
combinable como circuito y con la peque-
ña localidad de Punucapa como principal
referencia. Antes de la llegada de los espa-
ñoles al lugar en 1554, Punucapa era cono-
cida como Kunukapi. Kunu, en lengua
mapudungún, significa tierra fértil; y kapi,
EL MUELLE FISCAL DE PUNUCAPA: PUNTO DE PARTIDA DE ESTA RUTA VERDE
POR EL VIEJO CAMINO DE ONCOL…
EN EL OTOÑO, EL CAMINO VIEJO HACIA ONCOL ES UN AUTÉNTICO
BOSQUE ENCANTADO, CON PROFUSIÓN DE HONGOS DE DIVERSAS ESPECIES.
una vaina de legumbre. Por lo cual el trata de un territorio de fondo llano, que igual que toda la línea de altas cumbres
topónimo Punucapa vendría a querer decir inervan dos cauces fluviales tributarios de la Cordillera de la Costa) permanecie-
algo así como Tierra propicia para los del río Cruces: los esteros San Ramón y ron libres de hielos, sirviendo de vital
huertos. Hasta 1987 el lugar constituyó un del Bolsón. Esta verdadera isla aparte territorio-refugio para múltiples especies
núcleo habitado aislado del resto del aparece enmarcada por un drástico anfi- de flora y fauna. A modo de auténtica isla
mundo, carente de camino motorizado y teatro montañoso el cual se desprende de de la biodiversidad permaneció esencial-
cuya única posibilidad de acceso resulta- la Cordillera de la Costa y por los hume- mente intacta, así, hasta finales del pasa-
ba, desde Valdivia, navegando por el río dales del río Cruces, que se extienden por do siglo XX. En 1792 buena parte de su
Cruces. En cuanto al sagrado cerro Oncol, su flanco este. El mencionado cerro territorio Oncol- Punucapa fue entregado
constituye su clásico e impresionante Oncol, por su parte, constituye el punto en merced por la Corona española al
telón de fondo paisajístico. orográfico de mayor altitud entre Nahuel maestre de campo y Alcalde de Valdivia
El entorno de Punuca
Punucapa junto al Buta, en los límites regionales Biobío- don Ventura Gómez y Almazán, confor-
cerro Oncol conforman, en Araucanía y la bahía de Corral, con sus mando el extenso fundo Corcovado. A
conjunto,
conjunto un territorio 715 m de altitud todavía emergiendo mediados del siglo XIX serán varias fami-
y pa
paisaje de carac- majestuosos en medio de 2.200 hectá- lias de colonos alemanes, como los
terísticas
terí muy reas continuas de selva valdiviana en Anwandter y los Manss, quienes lleguen a
espe
específicas. Se buen estado de conservación. asentarse en la zona.
Durante las últimas glaciaciones del En el año 1985 la empresa Arauco adqui-
Cuaternario, estas montañas de Oncol (al rió el llamado fundo San Ramón junto a la
PUDÚ (PUDU PUDA)
¿Tounens en Oncol?
E n 1860 la Cordillera de la Costa fue el sector elegido por aquel excéntrico ciudadano francés, llamado Orélie Antoine de Tou-
nens, para parlamentar y convencer a los lonkos y caciques mapuches en la idea de que lo proclamasen Rey de la Araucania:
su argumento presentarles sus propuesta como la mejor estrategia frente a una progresiva invasión chilena de sus territorios.
Una vez investido como Orélie Antoine I, fue en Mehuín donde creó su Ministerio de Caciques de la Región de la Costa y nombró al
jefe Quilapán como su primer ministro.
Emitió sellos y moneda de curso legal. Y estableció su capital definitiva en la localidad de Perquenco, en la actual región de la
Araucanía. Según algunas versiones, aquel aventurero francés (que quizá fue un agente de su país, comisionado para el estable-
cimiento y ocupación de sectores indígenas en aquel entonces todavía no sujetos a la soberanía de la joven República de Chile...)
habría recorrido estos sectores de la Cordillera de la Costa y se habría aproximado a Valdivia precisamente por el camino de On-
col hacia Punucapa, durante el invierno de 1860.
El 17 de noviembre de 1860 fue fundado oficialmente el Reino de la Araucanía, cuyo primer Decreto fue: “Considerando que la
Araucanía no depende de ningún estado, que se encuentra dividida en tribus y que necesita de un gobierno central, una monarquía
constitucional y hereditaria se funda en la Araucanía: el Príncipe Orélie Antoine de Tounens es designado Rey”. El 20 de noviembre de
1860, Tounens decidió además anexar unilateralmente los territorios de la Patagonia a su reino araucano, fijando así sus fronteras
definitivas en el río Biobío, en Chile, por el norte; el océano Pacífico, por el oeste; y el océano Atlántico, por el este: desde el río Negro
en la actual Argentina hasta el estrecho de Magallanes, que decidió como límite austral continental del Reino.
La aventura de Tounens duró solo 13 meses, siendo detenido por tropas chilenas y sin que su Reino hubiese obtenido reconocimien-
to formal alguno. Pero en la pequeña localidad francesa de Tourtoirac, cerca de Burdeos, existe un Museo de la Araucanía en memoria
de aquel singular aventurero francés Rey de los Mapuches. Punucapa, en efecto, aparece en el mapa general de aquel museo.
PE RV/P7
De Punucapa a Oncol. Por el viejo camino hacia Las Minas /47
48/ PE RV/P7
De Punucapa a Oncol. Por el viejo camino hacia Las Minas

mayor parte de estas selváticas laderas
para su drástica tala y sustitución por
extensas plantaciones de exóticas, princi-
palmente pinos. Estas acciones supusie-
ron una enorme alteración de las circuns-
tancias ambientales del lugar, lo que
causó una lógica alerta incluso a nivel
internacional. Ante esta presión, Arauco
decidió instituir, en 1989, sobre 745 hec-
táreas, el denominado Parque Oncol que
fue una de las primeras áreas privadas
protegidas declaradas en Chile.
Antes de los años de 1980 (cuando todo
cambió, según refiere nuestro buen
amigo, Pascual Alba, de Pilolcura), la
única vía de comunicación que existía
entre Punucapa, las cumbres de Oncol y
los remotos asentamientos lefkenches
dispersos sobre la línea de costa entre
Curiñanco, Bonifacio y Pilolcura era una
trocha angosta, solo apta para carretas
de bueyes, viandantes y cabalgaduras,
que se conocía como la huella de Oncol.
Esta partía del muelle fluvial de Punucapa,
atravesaba la única calle de la localidad y
discurría en principio por lo que hoy es el
camino ripiado que enlaza, por el sector
de El Potrero, Punucapa con el camino
principal Valdivia-Curiñanco. Poco des-
pués de cruzar el puente sobre el estero
del Bolsón, la referida antigua huella de
Oncol giraba a mano derecha y proseguía
adentrándose por el valle del estero San
Ramón, apuntando ya directamente hacia
la Cordillera.
En aquel camino histórico, su hito princi-
pal lo constituía una de las casas de los
colonos alemanes Anwandter, que hoy se
identifica como la casa de doña Yola. El
lugar era un renombrado almacén de
provisiones al que acudían, para adquirir
suministros, la mayor parte de los pobla-
dores de la, por entonces, inaccesible
Costa Valdiviana. Por esta razón, el viejo
EL VALLE DEL ESTERO DE SAN RAMÓN: PRINCIPAL REFERENCIA PARA ESTE ITINERARIO.
camino de Oncol constituía antaño una
ruta muy transitada. Una Ruta Verde que
nosotros hemos querido recuperar ahora
como primer itinerario de acceso directo
entre Punucapa y Oncol. Se trata, en efec-
to, de un auténtico camino histórico. Pero
olvidado…
En nuestra embarcación, cargando en
proa un par de bicicletas de montaña,
hemos navegado ayer, al caer la tarde, de
Valdivia a Punucapa, vía el canal Caucau y
a través del sector más meridional del
Santuario de la Naturaleza del río Cruces.
La noche la hemos pasado amarrados al
conveniente muelle local. Y a la mañana
siguiente nos hemos surtido de buenos
productos locales en Punucapa: excelente
chicha local, deliciosas castañas en almí-
bar, mantecoso queso de campo, honrado
pan amasado… Pero cuando hemos pre-
guntado por el antiguo camino de Oncol,
tan solo los mas viejos del lugar han con-
seguido recordarlo. Una evidencia que
nos confirma que hace ya casi un cuarto
de siglo prácticamente nadie lo utiliza.
Tras tales preámbulos, hemos atravesado
la encantadora localidad pedaleando en
nuestras bicicletas, disfrutando al paso de
los huertos bien cuidados, deteniéndonos
ante la coqueta iglesia local, desviándo-
nos también hasta su recoleto cementerio
rural. Desde este último lugar se contem-
pla uno de los mejores panoramas sobre
los humedales del Cruces y el estero de
San Ramón. Incluidos dentro del Santuario
de la Naturaleza, este último constituye
una especie de divertículo valioso de los
propios humedales del Cruces, con sus
dos islas de Guape Grande y Guape Chica,
con sus tablazos de agua perfectamente
azul y sus totorales: un auténtico paraíso
de esteros, hualves y ñadis laberínticos.
La leyenda local dice que este es también
el lugar preferido por la Llorona, que es
esa figura espectral, vestida de negro,
que visita a las personas cuando se
encuentran en trance de muerte…
Descubriremos otro espléndido mirador
donde el puente sobre el estero del Bolsón,
que es otro rincón privilegiado para las
aves acuáticas. Tras observar el sigiloso
nadar de un coipo, nos desviamos enton-
ces por un camino rural el cual, ganando
cota en la ladera, nos adentra definitiva-
mente valle de San Ramón arriba. Es aquí
donde nos encontraremos con la casa de
doña Yola, ese antiguo almacén Anwandter
de tanta tradición en la comarca. Todavía
podremos utilizar nuestras bicicletas otros
dos kilómetros de camino. Al cabo de ellos,
continuaremos ya a pie, vadeando, muy
pronto, el curso del estero La Esperanza.
Gracias al machete, podremos ir despejan-
do las quilas y fragosidades que, en varias
partes, ya han devorado completamente el
viejo trazado.
Una vez alcanzada la cota de los 500 m de
altitud, el sendero volverá a ensancharse
y se transformará ahora en una discreta y
sigilosa huella de madereros artesanos.
Una vez en lo más alto nos encontrare-
mos con la casa de Leontina Solís, que
nos recibe con la amabilidad característi-
ca de los pobladores cordilleranos coste-
ños. El camino de ripio que constituye el
acceso principal al parque Oncol se loca-
liza al otro lado del portón de su propie-
dad. A partir de este punto, nuevas Rutas
Verdes pueden llevarnos directamente
hacia la Caleta Bonifacio, hasta la playa
de Pilolcura; o bien, por Oncol, abordan-
do otro camino de descenso de nuevo
hacia los humedales del Cruces, hasta el
muelle de San Ramón. Son, todos ellos
caminos de otros tiempos, caminos pre-
ciosos. Pero olvidados. O

PE INFOVIAJE
UÊLOCALIZACIÓN Leontina y entronque con el ca- de San Ramón , en los humeda-
Comuna de Valdivia. mino de Valdivia al Parque Oncol), les del Cruces: son otros 11 kms
3,1 kms; entre este punto y la más, idóneos para un descenso
UÊALTITUDES bifurcación de caminos a Pilocura en bicicleta. En total, Punucapa-
Máximas: 715 m, en los altos de y a Parque Oncol, Parque Oncol, por el trazado del
Oncol; mínima: 0 m, en el río Cru- 2,8 kms (la bicicleta, de nuevo antiguo camino, son aprox. 14,5
ces y el estero San Ramón. recomendable; unos 400 m antes kms; prolongando este recorrido
GPS 1 Río Cruces/ muelle de Punucapa- 39°45'27.10"S/ 73°15'39.69"O
de este bifurcación, existe un hasta el muelle de San Ramón,
GPS 2 Iglesia de Punucapa- 39°45'19.57"S/ 73°16'0.56"O

UÊDURACIÓN Y DISTANCIAS
De Punucapa al puente sobre el
estero El Bolsón, 3,5 kms (facti-
bles en bicicleta); entre el puente
sobre El Bolsón y la casa de doña
Yola (antiguo almacén Anwand-
ter), 1,5 kms (también aptos para
la bicicleta); entre este último
punto y el paraje de La Angostura
(confluencia del estero La Espe-
ranza), 2,3 kms (a pie); entre La
LA CASA DE DOÑA YOLA, ANTIGUO ALMACÉN EN ESTA RUTA, AL PIE DE LAS
ESTRIBACIONES DE ONCOL. Angostura y Las Minas (casa de
punto panorámico formidable,
desde el que la vista vuela, los
días claros, en dirección norte,
sobre toda la línea litoral alcan-
zando, incluso, la lejana isla
Mocha, en Araucanía…); hasta
el acceso a Parque Oncol, ya
solo quedarán 1,3 kms; existe la
posibilidad de cerrar esta ruta, a
modo de semi-circuito, descen-
diendo desde Parque Oncol por
el camino forestal hasta el muelle
totalizaremos aprox. 25,5 kms.
UÊMEJOR ÉPOCA
Cualquier época del año.
UÊVALORES NATURALES
A menos de 25 kms de la ciudad
de Valdivia, el itinerario enlaza
con el camino hacia una esplén-
dida playa: la de Pilolcura, con
parajes apartados y sectores de
bosque nativo bien conservados.
Esta Ruta Verde es una excelente
alternativa para enlazar, a pie,
con el Parque Oncol. En cuanto
al sector fluvial del estero de San
Ramón, alberga algunos de los
mejores rincones avifaunísticos
en la cuenca del río Valdivia. Exis-
te el puma, el pudú, la guiña, el
zorro culpeo. Loros choroy, pase-
riformes, rapaces. En los esteros
San ramón y El Bolsón, concen-
traciones importantes de cisnes
PUNTOS GPS
de cuello negro muy próximos a
Punucapa; una gran colonia de
cormoranes; garzas; anátidas.
Los lobos marinos remontan por
el estero hasta la misma boca del
San Ramón. En otoño, profusión
de hongos de variadas especies.
UÊCARTOGRAFÍA
Instituto Geográfico Militar, es-
cala 1:50.000, hojas ‘Valdivia’ y
‘Oncol’.
GPS 3 Cementerio de Punucapa- 39°45'4.92"S/ 73°16'19.88"O
GPS 4 Puente El Bolsón- 39°44'56.77"S/ 73°17'46.56"O
GPS 5 Estero San Ramón- 39°44'49.83"S/ 73°17'56.63"O
GPS 6 Desvío por el antiguo camino a Las Minas/ Oncol- 39°45'3.93"S/ 73°18'4.53"O
GPS 7 Casa de Doña Yola/ antiguo almacén Anwandter- 39°44'43.01"S/ 73°18'18.94"O
GPS 8 La Angostura/ confluencia con estero La Esperanza- 39°44'23.24"S/ 73°19'30.27"O
GPS 9 Continuidad hacia Las Minas/ Oncol- el camino de ascenso se separa del estero de San Ramón- 39°43'52.00"S/ 73°20'18.08"O
GPS 10 Las Minas/ entronque con camino vehicular de Valdivia a Parque Oncol- 39°43'15.86"S/ 73°21'1.70"O
GPS 11 Punto panorámico excepcional sobre el litoral lefkenche- 39°42'4.95"S/ 73°20'41.20"O
GPS 12 Control de acceso a Parque Oncol- 39°41'59.48"S/ 73°19'36.07"O
GPS 13 Núcleo turístico de Parque Oncol- 39°42'9.46"S/ 73°18'32.87"O
GPS 14 Desvío a Quitaqui/ al muelle de San Ramón, seguir el camino que traemos- 39°42'0.87"S/ 73°17'14.10"O
GPS 15 Muelle de San Ramón/ antigua casa Manss (ruinas)/ paneles auto-interpretativos- 39°44'11.51"S/ 73°16'4.90"O

PE RV/P7
De Punucapa a Oncol. Por el viejo camino hacia Las Minas /49
HITO HISTÓRICO-CULTURAL
PEHHC7
La inmigración alemana
El Hermann arriva desde Hamburgo (1850)
Ricardo Molina Verdejo, Historiador
En noviembre de 1850 arrivaba a la bahía de Corral el velero Hermann, luego de un recorrido de poco más
de cinco meses desde Hamburgo, trayendo a bordo al primer grupo de 87 inmigrantes alemanes a Valdivia.
COLONOS CONSTRUYENDO UNA CASA.
CERVECERÍA DE GUSTAVO ROEPKE. VALDIVIA, 1890.
U La Ley de
na de las preocupaciones cla-
ves de las autoridades chile-
nas poco antes de mediados
del siglo XIX, era alcanzar la
consolidación de la soberanía nacional a
través de un efectivo logro de la continui-
dad del territorio y la rápida definición de
su delimitación fronteriza externa. Un
buen ejemplo de ello en aras de estable-
cer los límites del país, fue la incorpora-
ción efectiva del Estrecho de Magallanes
en 1843 a través de la expedición de la go-
leta Ancud, que fuera comandada por el
Capitán de Navío Juan Williams.
Este hecho, impulsado por la administra-
ción del Presidente Manuel Bulnes, fue una
clara señal para efectos de resguardar los
derechos e intereses del Estado en los con-
fines australes. En este marco, y de mane-
ra paralela y consecuente, una de las polí-
ticas relacionadas tuvo que ver con la ocu-
pación de los espacios demarcados por las
llamadas “fronteras interiores”, mediante
FAMILIA GUNCKELREIFF.
la implantación de inmigrantes nacionales
y/o extranjeros. Frente a este fundamental
desafío de Estado, durante el mismo go-
bierno de Bulnes el Congreso Nacional
aprobó la “Ley de Colonización”, la que fir-
mada por el mandatario y su Ministro de
Justicia don Manuel Montt en noviembre
de 1845, daba el marco de referencia cen-
tral a tener en cuenta para la incorpora-
ción de nuevos pobladores a zonas de baja
densidad demográfica. Por cierto, se espe-
raba a través de estos nuevos chilenos es-
timular y desarrollar la economía y la cul-
tura a partir de la actividad de privados
apoyados por el aparato estatal.
La discusión de la ley referida estuvo acom-
pañada de largos debates en el poder legis-
lativo respecto de qué nacionalidad debían
ser los inmigrantes. Finalmente, se acordó
que serían alemanes a condición de profe-
sar la región Católica. Con el propósito de
concretar esta política en términos prácti-
cos, el gobierno nombró a funcionarios es-
pecialmente asignados a estas tareas, como
Vicente Pérez Rosales, que fueron enviados
a Alemania para reclutar a las familias y
personas que deseaban emigrar a estas la-
titudes. Esta iniciativa de migración selecti-
va llevada adelante desde Chile, ocurría jus-
to en momentos en que Europa se encon-
traba sumida en una profunda crisis políti-
ca, económica y social que se expresó en
todas sus dimensiones hacia 1848.
En este escenario, la posibilidad de que
miles de germanos pensaran en la opción
de buscar nuevos y mejores horizontes en
tierras americanas, se fue haciendo una
realidad. De hecho las oleadas migratorias
trasatlánticas se fueron convirtiendo rápi-
damente en un fenómeno continuo duran-
te gran parte del siglo XIX y muy especial-
mente en la segunda mitad de la centuria
luego del estallido de la crisis europea, en
donde claramente las noticias de los le-
gendarios yacimientos auríferos descu-
biertos en California y Australia contribu-
BENITO PÉREZ ROSALES Y
CARLOS ANWANDTER.
Casa Anwandter
Vicente Pérez Rosales
PRIMEROS COLONOS ALEMANES EN VALDIVIA.
Q
yeron también a tomar decisiones de ma-
nera rápida a quienes se aventuraron a
saltar el otro lado del Gran Charco.
Como resultado de esta política, hacia no-
viembre de 1850 arribaba a la bahía de
Colonización de 1845,
Corral procedente del puerto de Hambur-
go el velero Hermann, luego de un reco-
promulgada en tiempos del
rrido de poco más de cinco meses, trayen-
do a bordo al primer grupo de 87 inmi-
Presidente Manuel Bulnes, fue el
grantes alemanes que venían a avecindar- marco de referencia para la llegada
se a Valdivia y sus alrededores. Entre los
pasajeros del navío venía el farmacéutico de nuevos pobladores europeos al
y político prusiano Karl Anwandter junto a
su familia, quien se transformaría en la
sur de Chile
cara visible de la inmigración alemana lle-
gada a estas tierras, convirtiéndose con el
tiempo en un próspero empresario valdi-
viano en el rubro cervecero y otros nego-
cios. Símbolo igualmente de la prosperi-
dad industrial que alcanzaría Valdivia en-
tre las últimas décadas del siglo XIX y las
primeras del XX, de la mano precisamente
de esta germánica ola migratoria. Q
PE HHC7
La inmigración alemana. El Herman arriba desde Hamburgo (1850) /51
PE RV/P8
Calcurrupe-Chollinco
Uno de los diez valles más bellos del planeta
ALBINO SOTO, GUÍA Y REMERO, AL FRENTE DEL BOTE DE DESCENSO.
U
n río que constituye, asimismo,
una de las mecas mundiales pa-
ra los pescadores de truchas con
mosca, ese capítulo turístico-de-
portivo tan relevante que se conoce tam-
bién como fly fishing. Las truchas de las es-
pecies común (Salmo trutta fario) y arco iris
(Oncorhynchus mikiss), de procedencia eu-
ropea y norteamericana, fueron introduci-
das desde finales del siglo XIX en numero-
sos ríos del Hemisferio Sur donde antes no
existían: en Nueva Zelanda, Australia, Sudá-
frica, Argentina y Chile. En los ríos de los
Andes chileno-argentinos estos salmónidos
exóticos se encontraron con una nueva y
propicia fuente de alimento, la pancora
(Aegla sp.), un crustáceo de agua dulce au-
tóctono increíblemente abundante. De esta
interrelación, las truchas colonizadoras co-
menzaron a generar ejemplares de tamaño
y peso espectaculares. En el sur de Chile, la
mayor introducción de estas truchas exóti-
cas se verificó hacia 1905.
A partir de 1930, entre los anglers o pesca-
dores deportivos comenzó a circular la no-
ticia de unos enormes ejemplares austra-
les, lo que motivó su primera irrupción en
Chile en busca de semejantes trofeos. En
1952 apareció en la zona del lago Ranco
uno de los más fanáticos de estos viajeros-
pescadores, el canadiense Roderick Haig-
Brown. Llegó a la antigua hostería de Llifén
en el viejo vapor que en aquel entonces
constituía la única vía de comunicación a
CALCURRUPE: UNO DE LOS VALLES OFICIALMENTE MÁS BELLOS DEL PLANETA.
LAS CUMBRES DE LA CORDILLERA NEGRA, CON RESTOS GLACIARES Y RODEADAS DE BOSQUES IMPENETRABLES.
Turismo y comunidades,
versus piscicultura industrial
través del lago. En el viaje conoció a don
Miguel Ziegler, uno de los pioneros de Lli-
fén, de origen alemán, cuya hija Edith re-
M ientras en la pequeña localidad de Llifén, vinculada íntimamente al entorno del
valle de Calcurrupe, se trabaja ilusionadamente por su transformación definiti-
va en eco-pueblo y éxitoso destino turístico, sostenible y armónico (al estilo de
gentaba la mencionada hostería del lugar. iniciativas similares como Villa Pehuenia o El Bolsón, en la Patagonia argentina; o
Desde esta confortable base operativa, Todmoren, en el Reino Unido...), este paisaje clasificado por la National Geographic
Haig-Brown organizó sus exploraciones Society entre los lugares más bellos del mundo se encuentra actualmente amenaza-
do por un proyecto sin alma denominado Proyecto Piscicultura Río Calcurrupe.
pesqueras por los ríos del entorno, obte-
Dicha iniciativa ha sido planteada por la propiedad del fundo Sichahue, situado en la
niendo trofeos trucheros de hasta 5 kg de
ribera norte del río Calcurrupe, en base a unos derechos de agua por un caudal total
peso, ‘tan bravas como tormentas…’. de 2,3 m3 por segundo. Aunque las comunidades nativas de la zona alegan no haber
Así Haig-Brown descubrió el valle del Calcu- sido informadas al respecto. ‘Por ello, siempre nos opondremos a proyectos como el
rrupe, al que definió como ‘probablemente, de esta piscicultura en nuestro entorno’, indica Alejandra Garrido Curicao, dirigente
el mejor lugar para la pesca fluvial de todo de la comunidad nativa Victoriano Pitripán-Chollinco. Igualmente manifiestan su
Chile’ en su libro ‘Fisherman's Winter’, una oposición al mismo en la comunidad nativa de Ahuquinco, ribereña al Calcurrupe
obra considerada como la 'Biblia' entre los (el Río de las Brujas, en mapudungún), cuya localización es inmediata al fundo
pescadores de hilo y sedal a lo largo y an- Sichahue promotor del proyecto. En los prestigiosos lodges y hosterías turísticas del
valle, renombrados internacionalmente y cuyo negocio depende de la belleza del
cho del planeta. Tal prestigio motivaría la
paisaje y la pristinidad de las aguas del Calcurrupe, se comparte con las comunida-
llegada a la zona de otro gran pescador, es- des mapuches idéntica preocupación sobre el futuro del mítico río Calcurrupe. Pero
ta vez chileno, Adrian Dufflocq, que junto a el proyecto tiene ya licencia de ejecución y el
su mujer Patricia instaló a finales de la dé- desastre territorial
ritorial estaría servido.
cada de 1960 el primer lodge fly fishing del
país: el Cumilahue. En cuanto a la hostería
de Llifén original, se incendió… pero Miguel
Proboste, junto a su mujer Margot Cárde-
nas, mantiene la tradición turística familiar
en su prestigiosa Hostería Chollinco: un ver-
dadero hotel con encanto, reconocido inter-
TRUCHA COMÚN (SALMO TRUTTA FARIO).
nacionalmente, que constituye además el
mejor mirador sobre el valle del Calcurrupe.
Nosotros hemos recorrido el Calcurrupe
contando con su apoyo logístico, en un
bote de remos tradicional, patroneado por
Albino Soto, dirigente de la comunidad
nativa ribereña de Ahuquinco. El punto de
partida se situó en el paraje de Puerto TRUCHA ARCO IRIS (ONCORHYNCHUS MIKISS).
PE RV/P8
Calcurrupe-Chollinco. Uno de los diez valles más bellos del planeta /53
54/ PE RV/P8
Calcurrupe-Chollinco. Uno de los diez valles más bellos del planeta

CÓNDOR
(VULTUR GRYPHUS).

Llolles, inmediato al desaguadero del lago

Maihue, donde se forma el caudal del Cal-
currupe. El lugar es de grandiosa belleza,
con las cumbres andinas de la parte de
Hueinahue cerrando el paisaje por el
oriente. Con ayuda de Miguel, echamos al
agua el bote desde el remolque; cargamos
en él algunas provisiones preparadas a
modo de picnic en la hostería; y nos sen-
tamos en el asiento de popa del bote
(ideado para la actividad de los pescado-
res de caña) mientras Albino, más a proa,
afirmaba los remos a las chumaceras.
El primer tramo discurre sobre las aguas
cristalinas del lago Maihue. De las paredes
basálticas del inmediato cerro Quillaco ve-
mos precipitarse sobre las orillas del lago
un espectacular salto de agua. Una embar- DESEMBOCADURA DEL CALCURRUPE EN EL RANCO: EL LAGO DE LAS DOCE ISLAS.
cación local se cruza con nosotros, en ella
viaja una familia mapuche: ¡mari, mari… tud un conducto que vierte al río desde va reabriendo con su machete don Albino dos de la Cordillera Negra levantándose co-
buen viaje…! Pero enseguida nos chupa la los galpones del fundo Sichahue, precisa- treparemos hacia la cumbre del cerro Llifén mo una gran muralla por el norte. El epílo-
corriente del desaguadero y el Calcurrupe mente en el mismo lugar donde se pro- (660 m), el mejor mirador sobre el Ranco, go será en la propia hostería Chollinco, don-
nos proyecta valle abajo. yectan unas controvertidas instalaciones sobre sus trece islas, sobre el volcán Puye- de la tradición turística al estilo del libro de
Un fantástico descenso… Las olas de los rá- de piscicultura (¡!). En una playa solitaria, hue y el valle del Calcurrupe al completo. La Haig-Brown, el pescador-viajero que descu-
pidos se encrespan, pero nuestra navega- al pie de un viejo arrayán, nos detenemos Ruta Verde proseguirá por las laderas sep- brió al mundo estos lugares de Calcurrupe-
ción es segura, controlada desde los remos a almorzar y descansar un rato. Nuestro tentrionales del cerro, con el núcleo de Lli- Chollinco, se mantiene. Nos hallamos en
por Albino… Corremos raudos entre riberas viaje por el Calcurrupe continuará al paso fén a vista de pájaro y con los cerros neva- uno de los valles más bellos de la Tierra… O
cubiertas por denso bosque nativo… Nos de la isla del Tigre; al pie de la hostería
deslizamos veloces frente a la confluencia Chollinco; hacia los raudales de la curva
del estero Cumilahue, ese otro gran río tru- de las Cruces, el paraje antaño más temi-
chero en cuyas orillas se asienta el lodge do por los almadieros que descendían por
de los Dufflocq. Y a mitad de los acantila- la corriente con sus balsas madereras…
dos del cerro Trentrén (1.010 m), el más al- Más allá del puente de la carretera Lago
to de los que se levantan por la orilla sur, Ranco-Futrono, desembocaremos en el
podemos observar volando a una pareja de extenso lago Ranco (tras 17 kms de des-
cóndores… Para nosotros, el mejor trofeo censo) a la vista de la gran isla Huapi. En-
en el Calcurrupe no es tanto la pesca como tonces enfilaremos ligeramente al norte,
el disfrute del espectáculo natural que tan para poner pie a tierra junto a los restos
excepcional entorno nos ofrece. del antiguo puerto lacustre de Llifén.
En la orilla derecha, una curva fluvial an- El remate final de la jornada atravesará el
tes del caserío de la comunidad nativa de exclusivo fundo Chollinco, un parque priva-
Ahuquinco Alto, descubrimos con inquie- do de selva valdiviana. Por el sendero que EN ESTE PUNTO COMIENZA EL DESCENSO POR EL CALCURRUPE.

PE INFOVIAJE
UÊLOCALIZACIÓN UÊMEJOR ÉPOCA el entorno de los cerros UÊCÓMO LLEGAR
Comunas de Futrono y Cualquier época del año. Trengtreng, Chilque y Quilaco. Desde Valdivia, 115 kms hasta
Lago Ranco. Vestigios glaciares en las Llifén (por Reumén y Futrono). GPS 1 Puerto los Llolles/ lago Maihue/ punto de inicio de ruta- 40°13’37.18”S/72° 8’29.71”O
UÊVALORES NATURALES

UÊALTITUDES
Max: 1.619 m, en la Cordillera
Negra; mínima: 70 m, en el
lago Ranco.
UÊDURACIÓN Y DISTANCIAS
A Puerto Llolles (lago Maihue),
desde Llifén, 14 kms; desde la
Hostería Chollinco, 11,5 kms;
El Calcurrupe es un río de alto
renombre internacional, en
cuanto a la pesca de salmónidos
(trucha arco iris y común o fario,
especies piscícolas introducidas
hace ya 100 años en la zona);
natural eje de comunicación
hidrográfica entre los lagos
Maihue y Ranco, atraviesa un
cumbres de la Cordillera Negra
(1.649 m). Acantilados basálticos
espectaculares. Cascadas,
como en el estero Sichahue o en
las caídas de Quilaco.
Lagunas secretas, como la
Carilafquén o la Sichaue.
Cóndor y variedad de aves
rapaces, forestales y acuáticas.
Puma. Pudú. Güiña. Especies
PUNTOS GPS
GPS 2 Desaguadero del lago Maihue y comienzo del río Calcurrupe- 40°13’42.62”S/ 72° 9’0.03”O
UÊARTESANÍAS GPS 3 Confluencia río Cumilahue- 40°13’38.84”S/ 72° 9’9.67”O
En Las Maravillas de Chollinco,
GPS 4 Sector fluvial amenazado/ Proyecto piscicultura/ Fundo Sichahue- 40°12’33.14”S/ 72°11’16.43”O
artesanía en greda de tradición
mapuche (a 1 km de Llifén, GPS 5 Comunidad nativa Auquinco Alto- 40°12’47.86”S/ 72°11’41.70”O
por el camino al lago Maihue). GPS 6 Cerro Trengtreng- 40°13’28.55”S/ 72°12’11.50”O
En Las Tejedoras de Llifén, GPS 7 Hostería Chollinco- 40°12’37.59”S/ 72°13’49.20”O
productos en lana tradicionales,
GPS 8 Curva de las Cruces- 40°12’59.50”S/ 72°13’31.97”O
con ponchos, alfombras,
chalecos, etc, en el Centro GPS 9 Puente carretera Futrono a Lago Ranco- 40°13’50.24”S/ 72°15’7.31”O

recomendable en bicicleta.
Descenso por el río Calcurrupe,
entre Puerto Llolles/ lago Maihue y
Puerto Llifén/ lago Ranco, 18 kms
(en 3-4 h). El trekking de Puerto
Llifén a la Hostería Chollinco/ río
Calcurrupe (por el cerro Llifén, a
través del bosque nativo del
EL DESAGUADERO DEL LAGO MAIHUE. Fundo Chollinco), 5 kms (2-3 h).
valle de gran belleza paisajística y
altos valores ambientales, incluido
por la National Geographic
Society entre ‘los 50 lugares más
bellos de la Tierra’; extensiones
de bosque nativo, especialmente
importantes en los sectores
Cordillera Negra, el cerro Llifén
(dentro del Fundo Chollinco) y en
piscícolas autóctonas. Pero
este paraíso se encuentra
amenazado por proyectos de
piscicultura incompatibles con la
preservación de un paisaje
excepcional, unas aguas
todavía prístinas y un prestigio
turístico de jerarquía
internacional.
Comunitario de Llifén (solo GPS 10 Desembocadura del río Calcurrupe en el lago Ranco- 40°13’11.85”S/ 72°16’5.07”O
atienden durante el verano; pero GPS 11 Antiguo muelle de Llifén- 40°12’49.16”S/ 72°16’5.65”O
se puede comunicar con Mariela
Barreras, tel. 09- 722 40 23).
UÊCARTOGRAFÍA
Instituto Geográfico Militar, escala
1:50.000, hojas ‘Futrono’ y DESCARGANDO EL BOTE
‘Arquilhue’. EN PUERTO LLOLLES.

PE RV/P8
Calcurrupe-Chollinco. Uno de los diez valles más bellos del planeta /55
HITO HISTÓRICO-CULTURAL
PEHHC8
Ocupación militar de
La Araucanía
Militares y ferrocarriles penetran en el Sur (1861-1883)
Ricardo Molina Verdejo, Historiador
La eufemísticamente llamada “Pacificación de la Araucanía” no fue sino la ocupación militar
de los territorios mapuches y pehuenches, anexando nuevos espacios para la incorporación
de colonos nacionales y extranjeros.
GENERAL CORNELIO SAAVEDRA, 1821-1891.
E
n la primera de ellas (1830-
1860), de definición conservado-
ra, se sientan las bases de la
institucionalidad que quedó re-
presentada a través de la Constitución de
1833, lo que se tradujo en diversas accio-
nes de carácter estratégico que las autori-
dades llevaron adelante.
En materia de educación, por ejemplo, se
crearon instituciones tales como la Uni-
versidad de Chile y la Escuela Nacional de
Preceptores, ambas en 1842. Más tarde,
en 1849 se fundaron la Escuela de Artes y
Oficios y la Escuela Nacional de Precepto-
ras. Estas acciones, más la creación de nu-
merosos liceos fiscales en las provincias,
claramente daban cuenta de una intencio-
nalidad en miras a la instalación de un sis-
tema de educación en donde el Estado
cumplía un rol activo de acuerdo a deter-
minados objetivos nacionales.
Paralelamente, como una tarea entendida
como esencial para el país desde los pri-
meros tiempos, fue la definición de las
fronteras tanto nacionales (internas) como
internacionales (externas), para lo cual se
llevaron adelante relevantes actos que
permitieron asegurar la soberanía en
aquellas zonas en donde los antecedentes
PARLAMENTO CELEBRADO EN HIPINCO ENTRE EL CORONEL SAAVEDRA Y TODAS LAS TRIBUS COSTINAS Y ABAJINAS, REPRESENTADAS POR SUS PRINCIPALES
CACIQUES: 24 DE DICIEMBRE DE 1869.
Q
1861-1883. En paralelo
a la ocupación militar de las
tierras mapuches, se verificó la
construcción del troncal sur del
ferrocarril hacia Puerto Montt
PUENTE TRAIGUÉN EN F.C. DE PÚA A TRAIGUÉN: MOLDE PARA CONCRETO ARMADO.
MAPA DE LA
ARAUCANÍA – 1870
eran ambiguos desde la época de la Capi-
tanía General de Chile.
En esta dirección deben entenderse la to-
ma del Estrecho de Magallanes (1843) y la
migración alemana iniciada en 1851 desde
Valdivia hasta Melipullí (Puerto Montt). Ya
en el período político liberal (1861 – 1891),
bajo la misma lógica planteada debe en-
tenderse, en parte, la guerra del Pacífico
(1879 – 1884) con la anexión de las provin-
cias de Tarapacá (Perú) y Antofagasta (Bo-
livia), la firma de un tratado de límites con
Argentina (1881) y más tarde, la toma de
posesión de la Isla de Pascua (1888).
Como puede comprobarse, independiente
de la ideología política de turno, con estos
hechos se advierte una doctrina de Estado
inspirada bajo parámetros europeos en
Ocupación militar de La Araucanía. Militares y ferrocarriles penetran en el Sur (1861-1883)
una época en que se levantaban los gran-
des imperios geo-coloniales decimonóni-
cos de proyección mundial (Gran Bretaña,
Francia, Italia, Bélgica y Alemania), donde
la civilización debía imponerse aunque
fuera por fuerza a la barbarie existente en
distintos rincones del orbe. En este esce-
nario, evidentemente los indígenas eran
considerados parte de aquella barbarie,
por lo que era indispensable civilizarlos a
ellos y a las tierras que ocupaban ances-
tralmente.
Por tanto, la eufemísticamente llamada
“Pacificación de la Araucanía” no fue sino
la ocupación militar de los territorios ma-
puches y pehuenches con el fin de darle
continuidad geográfica al Estado, anexan-
do nuevos espacios para los objetivos del
progreso entendido en la época y que se
manifestó con la incorporación de colonos
nacionales y extranjeros, la construcción
del troncal sur del ferrocarril y la funda-
ción de nuevos asentamientos urbanos
(ejemplos: Mulchén, 1861; Traiguén, 1878;
Victoria, 1881; y Temuco, 1881). De esta
manera, el ejército al mando del general
Cornelio Saavedra, llevó adelante sendas
campañas instalando campamentos mili-
tares y fortificaciones asegurando el terri-
torio, a pesar de la enconada y valiente
resistencia de mapuches y pehuenches.
Finalizada la guerra y junto con reducir a
los pueblos indígenas, las autoridades lo-
graban controlar medianamente estas tie-
rras, permitiendo la conexión del centro
del país con la zona sur de Chile por me-
dio de caminos y con el ferrocarril, medio
de transporte que llegaría a Valdivia re-
cién en 1906 luego de que se superara el
último tramo desde Antilhue hasta la ciu-
dad. Al fin y el cabo, la Araucanía fue algo
así como un Far West chileno: donde los
aborígenes americanos vieron, una vez
más, ocupadas por forasteros sus tierras
legítimas y ancestrales. Q
PE HHC8
/57
PE RV/P9
Por las islas del
lago Ranco (I)
De bahía Quimán a la isla Huapi
ENSENADA HUINQUECA, EN ISLA HUAPI.
os encontramos instalados en
N una de las confortables caba-
ñas del Complejo Turístico Ba-
hía Quimán, en el extremo
norte del gran lago Ranco, cerca de la lo-
calidad de Futrono. Este lugar siempre
nos ha parecido encantador, tranquilo y
bien equipado, con sus vistas privilegia-
das sobre el sector lacustre de Puerto Las
Rosas. En este entorno envuelto en aires
de cottage británico uno disfruta de un
buen fuego de chimenea, de una recon-
fortante comida bien regada de vino Car-
menére, mientras al otro lado del venta-
nal de la cabaña contemplamos la silueta
de nuestra velero La Grulla Azul, que flota
sobre las aguas calmadas del lago. Maña-
na pretendemos viajar en él hasta la re-
nombrada isla Huapi.
El lago Ranco es el cuarto más extenso de
Chile, con sus 410 kms2 de superficie, lo
que le sitúa solo por detrás de los lagos
General Carrera, O’Higgins y Llanquihue.
También es uno de los más profundos,
con sondas que alcanzan los 200 m de
profundidad. En idioma mapudungún,
ranco quiere decir "aguas tormentosas". A
través del río Calcurrupe recibe las aguas
de los lagos Maihue, Huishue y Gris, entre
otros caudales andinos.
os. De su
desaguadero occidental al na-
ce el río Bueno, el se-
gundo más caudaloso
de los ríos chilenos. Y
tan
en su superficie flotan
hasta 13 islas, entree ellas la
slas lacus-
más extensa de las islas
tres del país: la Huapi. Desde hace
más de cuatrocientos ntos años, cons-
tituye uno de los refugios
fugios más puros
y esenciales para el pueblo huilliche,
los mapuches del sur.
En el lago Ranco, comomo en el
BANDURRIA (THERISTICUS MELANOPIS).
PROA AL NORTE, DONDE LOS ANDES CIERRAN LAS AGUAS DEL LAGO RANCO.
LA GRULLA AZUL VARADA DE PROA SOBRE LA PLAYA DEL EXTREMO NORTE DE HUAPI.
resto de los lagos andinos, lo más sabio
es emprender la navegación nada mas
rayar el alba: después de la media maña-
na, los fuertes vientos catabáticos pue-
den tornar su superficie, en pocos minu-
tos, en una tempestad de olas feroces.
Naufragios y aerogeneradores
I sla Huapi es un territorio tradicionalmente sin agua potable y sin luz eléctrica. La vi-
da para esta comunidad insular siempre fue todavía un poco más dura que en el con-
tinente. Menospreciados habitualmente por su condición de indígenas, nos cuentan al-
Respetuosos de esta consideración, gunos de sus habitantes como hasta hace unos 20 años la única manera de ganarse
nuestra navegación discurrió primero so- algún dinero era trasladando sus pequeñas producciones agro-ganaderas hasta el
bre el azul de la ensenada de Quimán, al mercado semanal en Futrono. Como entonces no existía barcaza, los isleños tenían
filo de las impresionantes laderas del ce- que efectuar aquellos viajes en precarios botes de remos, lo que generaba frecuentes
rro-península llamado Trafa (685 m). Íba- episodios de naufragio. La señora Leonor Ñancumil, de 82 años de edad, nos cuenta
mos atentos a la localización del escollo su particular peripecia ocurrida en 1981: ‘Íbamos nueve isleños en el bote, pero las
olas lo mandaron al fondo y con él a un joven de 18 años... Yo aguanté durante más de
conocido como la Piedra Bruja, apenas
diez horas aferrada a un remo. Cuando mis brazos y piernas ya estaban azules y esta-
un peñasco de metro y medio, siempre
ba perdiendo la conciencia, apareció otro bote y me salvó milagrosamente de morir
peligroso para los navegantes. Más tar- ahogada’. Unas tragedias, las del Ranco, cuya siniestra fama reside en el hecho de que
de, aproamos hacia el estrecho que se- el lago nunca devuelve los cadáveres que se toma.
para la bella isla Illaifa de su islote inme-
diato, sobre el que sobrevuelan por cen-
tenares las aves acuáticas. La isla Illeifa,
de cuidada superficie privada, es sin du-
da toda una preciosidad paisajística.
Entre las islas de Illeifa y Huapi el salto
lacustre es de 2,5 millas náuticas, las
cuales reservan nuevas y espectaculares
panorámicas sobre el sector preandino
de Llifén y la Cordillera Negra, las mon-
tañas de Futangue y el macizo volcánico
del Puyehue. Cuando sopla el viento del
norte, o el temible puelche cordillerano
se abate sobre el lago, este brazo de LA PIEDRA BRUJA ES, A PESAR DE SU BALIZA SEÑALIZADORA, UN RIESGO PARA LOS NAVEGANTES.
agua resulta especialmen
especialmente temible. Pe- Pero el aislamiento insular y cultural de los habitantes de isla Huapi les hace asimis-
ro en la tranquilidad de la mañana, nues- mo objeto de injustas situaciones y olvidos en la actualidad. Como es el caso del ae-
tra singladura resultó apacible
a y, una rogenerador que nunca funcionó... Se trata de un proyecto de energías renovables
hora mas tarde, nos encontra- impulsado por FOSIS a partir de la propuesta de determinado consultor el cual, en
mos arriando
arri velas, apa- 2008, se ganó la confianza de los isleños. Tras obtener las necesarias firmas de res-
gando el motor y situa- paldo local y obtener los fondos postulados en base al denominado ‘Proyecto Eólico
dos en nuestro fon- Isla Huapi’, todo quedó reducido a la instalación de un simple mástil de soporte, una
caseta de conectores-acumuladores incompleta y una hélice que gira y gira... pero
deadero
dead preferido
sin generar electricidad alguna. Entusiasmados con el proyecto, varias familias aco-
i
en isla Huapi: la
metieron en sus viviendas instalaciones para cuando llegase la luz eléctrica. Pero
pequeña
pequ playa de para su frustración, desde mayo de 2010, a pesar de las numerosas peticiones de
Trum
Trumao. Aquí las información no ha sido posible saber nada más de los consultores, ni de aquella con-
aguas son tan cristali-
agua sultoría ni del tal proyecto. La vida para los habitantes de isla Huapi, en efecto, siem-
nas y la profundi- pre ha sido más complicada que para el resto de los ciudadanos no insulares.
PE RV/P9
Por las islas del lago Ranco (I). De bahía Quimán a la isla Huapi /59
60/ PE RV/P9
Por las islas del lago Ranco (I). De bahía Quimán a la isla Huapi

dad tan suficiente hasta el mismo veril
de la playa, que pudimos embarrancar
controladamente nuestra proa; y, una vez
así varados, saltamos a tierra. Para en-
contrarnos con Beatriz Antillanca, la jo-
ven isleña que impulsa el proyecto etno-
turístico prioritario en isla Huapi.
Con nuestra cicerone nativa, comenza-
mos nuestra Ruta Verde terrestre por la
isla directamente desde Trumao; pero
podríamos haberla comenzado igualmen-
te en el embarcadero Pichiquero, punto
principal de acceso a la isla, utilizado por
la barcaza Epu Huapi que garantiza la co-
municación regular con el puerto de Fu-
trono. En cualquier caso, el itinerario dis-
curre en primer lugar por la mitad norte
insular, ascendiendo hasta las inmedia-
ciones del cerro Trengtreng (193 m), un
excelente punto panorámico además de
lugar sagrado ancestral, donde se cele-
bra cada verano la tradicional fiesta del
Guillatún y cada invierno el año nuevo
mapuche (el Wetripantu; acceso no per-
mitido a los no nativos). Más tarde, el ca-
mino desciende hasta el principal cruce
de caminos en Huapi, inmediato a la es-
cuela y a la ruca comunitaria de la isla.
Los caminos insulares constituyen, sin du-
da, uno de los encantos esenciales del via-
je por Huapi. Son caminos de antaño, iti-
nerarios libres de vehículos a motor, por
los que solo circulan carretas de bueyes y
carretones a caballo a través de un paisa-
je rural como puesto fuera del tiempo.
Uno de estos caminos es el que lleva has-
ta la llamada Roca Bruja, o Fuchahuinca,
inmediata a unas cuevas litorales que ha-
brían servido de refugio a los habitantes
UN BOTE LOCAL, EN LA ENSENADA HUINQUECA.
cuando las primeras incursiones españo-
las en el siglo XVI. Hasta este siglo XVI y
las crónicas de conquista de Luis de León
(1575) se remontan los primeros datos es-
critos sobre isla Huapi. Una isla-refugio
para los indígenas mapuche-huilliches
también a los largo de los últimos dos-
cientos años, escapando de la ocupación
huinca de sus tierras ancestrales y de los
colonos europeos traídos desde allende
los mares después de 1860.
En la parte sur de isla Huapi, otros hitos
importantes en esta Ruta Verde son las
cuevas de Weichafe, el cerro Puirre (217
m) o el paraje de Puerto Sur. En la casa
Wuichikulén, además de una confortable
cabaña, el viajero se encuentra además
con una magnífica oferta de productos
naturales de primera calidad biológica:
verduras, huevos de gallina collonca o
araucana, pan de horno a leña, duraznos,
hasta naranjas (la zona goza de un exclu-
sivo microclima). Y desde el cerro inme-
diato al Puerto Sur, se desvela el secreto
PAISAJE BUCÓLICO EN EL INTERIOR INSULAR.
de la mejor panorámica sobre la ensena-
da de Huinqueco, además de una pers-
pectiva general sobre la isla Huapi. En
cuanto a la Feria Costumbrista, ubicada
junto al embarcadero principal de la isla,
es un excelente lugar, en temporada,
donde degustar los buenos platos de la
gastronomía huilliche. Pero nosotros de-
cidimos mejor cerrar el circuito de nuevo
en la casa Trumao de los Antillanca, de-
gustando después de la caminata unos
buenos katutos, una sopa de trigo y una
olla de chancho con los que doña Juana y
su buen hacer tradicional nos regalan.
Tras la despedida, retornaremos al conti-
nente de nuevo en nuestro bien equipado
velero. Que poco mérito tenemos, pienso
entonces, frente a esos isleños de isla
Huapi que navegan por estas aguas en
sus frágiles botes, a menudo a remo, pa-
ra enlazar su isla-refugio con el mundo
exterior que los miró siempre, injusta-
mente, de manera tan distante… O

PE INFOVIAJE
UÊDURACIÓN Y DISTANCIAS
La Ruta Verde propuesta suma
12 kms, en total; entre Puerto Las
Rosas/ Bahía Quimán e isla Huapi
(playa Trumao), la distancia
náutica es de 10 kms (5,5 millas
en toda su pureza ancestral; la isla
está poco prospectada, desde el
punto de vista arqueológico, con
yacimientos y datas pendientes de
estudio; las festividades de Guilla-
tún (verano) y del Wetripantu
UÊARTESANÍA
Juana Antillanca elabora
cestería en boqui, artesanía en
lana. Enedina Ñancupil
produce bufandas, gorros,
GPS 1 Puerto Las Rosas/ Bahía Quimán/ punto de inicio de ruta- 40° 7’16.01”S/ 72°21’48.18”O
echarpes con lana cruda de

náuticas); la menor distancia entre
isla Huapi y el continente es con
respecto a Puerto Mora, en la
península Illahuapi: 6 kms
(3,3 millas náuticas).
UÊMEJOR ÉPOCA
Otoño, primavera y verano; pero
la tranquilidad invernal de isla
Huapi, para el viajero, también
puede ser cautivante…
EN EL MUELLE DE
ISLA HUAPI. UÊLOCALIZACIÓN UÊVALORES NATURALES Y
Comuna de Futrono. TRADICIÓN CULTURAL
La isla lacustre más extensa de
UÊALTITUDES Chile, con 8 kms2 de extensión y
En isla Huapi: máxima: cerro una población actual de unos 625
Puirre, 217 m; mínima: 70 m, habitantes estables, integrantes de
lago Ranco. una comunidad huilliche-mapuche
(invierno, año nuevo mapuche),
que tienen lugar en el sagrado ce-
rro treng Treng. El bosque nativo
ha sido fuertemente presionado en
esta isla, tradicionalmente super-
poblada; ello conlleva problemas
de abastecimiento de agua cada
verano. La pesca en el lago
Ranco es abundante,
tanto en materia de salmónidos in-
troducidos como en focos super-
vivientes de especies piscícolas
autóctonas. Anátidas, garzas, cor-
moranes en el litoral lacustre.
UÊCÓMO LLEGAR
Desde Valdivia, hasta Puerto las
Rosas (Bahía Quimán), 101 kms
(por Reumén y Futrono).
oveja. Y Juana Manqui teje lindas
frazadas, con lana de oveja y
tintes naturales, características
de la isla.
UÊTRANSBORDADOR A ISLA HUAPI
DESDE FUTRONO
Los horarios en invierno son
desde Futrono: lunes, miércoles
y sábado 17 hrs. viernes y
domingo 15 hrs; desde la Isla
Huapi a Futrono: lunes, miércoles
y sábado 7:30 hrs. viernes y
domingo 14 hrs; valor por
persona $ 2.000.
UÊCARTOGRAFÍA
Instituto Geográfico Militar, escala
1:50.000, hoja ‘Futrono’.
PUNTOS GPS
GPS 2 La Piedra Bruja- 40° 9’12.84”S/ 72°20’43.30”O
GPS 3 Islote Llillipén- 40°10’1.58”S/ 72°20’50.22”O
GPS 4 Isla Illeifa- 40°10’6.73”S/ 72°20’2.89”O
GPS 5 Isla Huapi- 40°13’33.48”S/ 72°22’52.57”O
GPS 6 Playa Trumao- 40°12’15.46”S/ 72°22’31.66”O
GPS 7 Cerro Trengtreng- 40°12’36.63”S/ 72°22’27.86”O
GPS 8 Ruca comunitaria/ Posta/ Escuela- 40°12’51.12”S/ 72°22’59.05”O
GPS 9 Muelle transbordador y Feria Costumbrista- 40°12’47.55”S/ 72°23’17.53”O
GPS 10 Fuchahuinca- 40°13’20.29”S/ 72°22’10.06”O
GPS 11 Cerro Puirre/ punto panorámico- 40°14’11.95”S/ 72°23’5.15”O
GPS 12 Wichikullen/ punto panorámico- 40°13’31.32”S/ 72°24’14.26”O
GPS 13 Embarcadero sur- 40°13’33.76”S/ 72°23’47.34”O
GPS 14 Ensenada Huinqueca- 40°13’27.37”S/ 72°23’29.47”O
EN CASA DE GPS 15 Islote Macalla- 40°12’55.51”S/ 72°25’27.67”O
JUANA
ANTILLANCA. GPS 16 Muelle de Futrono- 40° 8’21.33”S/ 72°23’42.61”O

PE RV/P9
Por las islas del lago Ranco (I). De bahía Quimán a la isla Huapi /61
HITO HISTÓRICO-CULTURAL
PEHHC9
El gran incendio de 1909
Catástrofe en medio de un periodo de
industrialización y desarrollo (1920-1930)
Ricardo Molina Verdejo, Historiador
El fuego se inició en la
avenida Ramón Picarte.
Tras la llegada de
bomberos, se descubrió
que la matriz de agua se
encontraba dañada: se
quemaron 20 manzanas,
la plaza, la catedral,
los edificios públicos de
la época.
LA CIUDAD QUEDÓ DEVASTADA.
entro de los hechos que más
D han dejado huellas en la me-
moria colectiva de los valdi-
vianos, han sido sin duda los
incendios, que en diferentes ocasiones y
en magnitudes diversas han afectado
tanto a esta ciudad de los ríos. En efecto,
ya en el periodo colonial se consignan
noticias en esta materia, e incluso medi-
das que apuntaban a evitar al fuego co-
mo una principal amenaza.
En la segunda mitad del siglo XVIII, por
ejemplo, se impartieron instrucciones
por parte del gobernador de la plaza en
orden a que las tradicionales techumbres
cubiertas con paja y tejuelas de las cons-
trucciones principales de la ciudad, fue-
ran sustituidas por tejas cerámicas. El ex-
preso motivo para esta decisión era el
evitar los habituales incendios que ocu-
rrían, varios de ellos intencionales. De
este modo, la instalación de una fábrica
de ladrillos y tejas en la isla que lleva el
nombre de Teja hoy en día tuvo como
motivo, además de surtir a las reales
obras militares (castillos y fuertes), satis-
facer las necesidades de las casas y edifi-
cios en la idea de una efectiva preven-
ción contra incendios.
Siendo Valdivia una ciudad en donde las
construcciones mayoritarias son de ma-
dera, evidentemente los daños provoca-
VALDIVIA, 1890,
ANTES DEL GRAN
INCENDIO DE 1909.
Q 1909. Los restos
incandescentes eran llevados por
el fuerte viento a la isla Teja, donde
se provocaron nuevos incendios
dos por cualquier siniestro han sido
siempre cuantiosos e incluso irreparables
cuando de vidas humanas se trata. El
más grande de todos los incendios ocu-
rridos en Valdivia, no en vano recordado
como el “Gran Incendio” es el ocurrido en
el año 1909, que se tradujo en la destruc-
ción de todas las cuadras céntricas de
Valdivia, incluyendo el barrio cívico. Esta
tragedia se producía justo en una época
en que la ciudad se encontraba en pleno
desarrollo económico industrial y, por lo
mismo, con grandes expectativas hacia el
futuro inmediato.
El fuego se inicio en una vivienda ubica-
da en la avenida Ramón Picarte, eje prin-
El gran incendio de 1909. Catástrofe en medio de un periodo de industrialización y desarrollo (1020-1930)
cipal de la ciudad. Tras la llegada de
bomberos, se descubrió algo inesperado:
que la matriz de agua se encontraba da-
ñada e imposibilitada de poder utilizarse
en los primeros instantes. La demora en
su reparación, junto a un fuerte viento
sur, hizo que las llamas se propagaran
hasta la vereda de enfrente y luego, con
una rapidez inusitada, continuaron su ne-
fasta marcha en dirección hacia la ribera
del río Valdivia arrasando con todo lo
que encontraba a su paso. Como resulta-
do, se quemaron las casas y edificios de
20 manzanas, destruyendo todo el cen-
tro, la plaza, la catedral, los edificios pú-
blicos de la época. Los restos incandes-
centes, por su parte, eran llevados por el
viento en dirección a la Isla Teja, lugar en
donde se provocaron nuevos focos, aun-
que estos lograron controlarse con ma-
yor facilidad. En su reconstrucción, el
casco histórico fue rebajado y desapare-
cieron muchos de los elementos clásicos
con las cuales se planificaba la ciudad.
Pocas dudas caben de que Valdivia ha te-
nido una historia azarosa desde su fun-
dación, particularmente respecto de su
vinculación con las catástrofes tanto de
origen humano como naturales. Así, a los
terremotos, maremotos, inundaciones,
temporales huracanados y trombas mari-
nas, se les han añadido los incendios de
gran envergadura que han dejado daños
a personas y propiedades. Sin embargo,
los habitantes de la ciudad en sus distin-
tas generaciones han aceptado el desafío
al asumir esta característica como uno
de sus rasgos de identidad más relevan-
tes. Una característica bien valdiviana… Q
PE HHC9
/63
PE RV/P10
Por las islas del
lago Ranco (II)
Del Chingue a las Chichitivas
ISLOTE EL CHINGUE, FRENTE A LA PENÍNSULA DE ILLAHUAPI, DE ABRUPTO LITORAL.
L
a pasión por las bellezas del Ran-
co continúa exaltando nuestros
sentidos. Esas últimas navegadas
hasta isla Huapi y la hospitalidad
que disfrutamos allí de parte de la comuni-
dad mapuche-huilliche local perviven con
intensidad en nuestros recuerdos. Así que
decidimos prolongar la estancia de nuestro
velero La Grulla Azul, durante un par de
semanas más, en las aguas del cuarto lago
más extenso de Chile. El lugar elegido para
ello fue la ensenada de Puerto Rosas, en
su extremo norte, un abra bien protegida.
Aquí es donde se localiza, además, nuestra
cabaña preferida, integrada en el Complejo
Turístico Bahía Quimán. Un pequeño peda-
zo del paraíso…
ENTRE LA ISLA ILLEIFA Y EL ISLOTE EL CHINGUE:
NAVEGANDO FRENTE A LLIFÉN.
En la orilla sur lacustre, junto a la localidad
de Lago Ranco, se ubica uno de los mira-
dores más privilegiados sobre las 13 islas
del lago Ranco: el mirador de Piedra Mesa.
El otro gran mirador sobre este rosario in-
sular se disfruta, en la orilla N, a través de
los ventanales del restaurante ‘De Pellín y
Coigüe’, cerca de Futrono. Nos encontra-
mos sentados a su buena mesa, en compa-
ñía del propio patrón de estos fogones, cu-
yo nombre suena tan histórico como Vicen-
te Pérez Rosales. Como en un mapa real,
COSTAS INSULARES ABRUPTAS Y CUBIERTAS DE BOSQUES.
EL MEJOR Y MÁS PANORÁMICO FONDEADERO EN LAS ISLAS DEL RANCO:
LA ENSENADA DE LA CHIMENEA, EN ISLA COLCUMA.
se puede desde este emplazamiento, con-
templar el paisaje perfecto del lago. Tam-
bién el espléndido salpicón insular que lo
caracteriza. Allí aparece la gran isla Huapi,
que ya hemos conocido. Ahora navegare-
mos el lago de este a oeste al completo, re-
calando y visitando todas y cada una de las
restantes islas ranquinas. Es con un opor-
tuno vino Carmenére que decidimos propi-
ciar nuestra inmediata singladura.
El parte meteorológico pronostica buen
tiempo, en términos de que no vamos a te-
ner lluvia, durante los próximos tres días.
Pero los días despejados, en el Ranco, el la-
go de las aguas tormentosas, en mapudun-
gún, suelen traer consigo periodos diurnos
de viento arrebatado, que puede saltar en
cualquier momento y de la dirección me-
nos esperada. A la hora del atardecer, tales
situaciones ventosas, por lo general, amai-
nan. Los sectores central y meridional del
lago se consideran como los más ventosos.
La primera isla que reconocemos en esta
Ruta Verde marca el final, por el N, de la
ensenada de Quimán. No es más que una
simple roca, que levanta escasos 2 m sobre
la superficie lacustre, y que aunque marca-
da por una señal blanca, siempre resulta
azarosa para los navegantes. Especialmen-
te en esos días, enigmáticos, de niebla. No
en vano se la conoce como la Piedra Bru-
ja… Al norte de ella flotan algunos escollos
más, además de un islote grande (Llillipén),
otro islote más chico y una isla grande de
más de 150 has y notable belleza: Llilleifa.
Se trata de una isla privada, esmeradamen-
te cuidada, con dos muelles de atraque y
una opulenta mansión más varias depen-
dencias anejas. En uno de los promontorios
culminantes de esta isla se levanta un cru-
cifijo de gran tamaño, de referencia para
Colcuma o la isla de la Pollolla
E n enero de 2003, el Ministerio de Bienes Nacionales puso a la venta cinco de las
islas del Ranco que todavía permanecían con titularidad fiscal. Entre ellas, las
pequeñas islas Chichitivas y el mínimo islote del Peje. El argumento para tomar tal
decisión, en palabras de Nelson Bustos, entonces Seremi de Bienes Nacionales de la
entonces Región de Los Lagos, habría sido ‘poner a disposición del desarrollo de la
Región el patrimonio fiscal, primero generando proyectos de tipo constructivo, en
particular turístico, y por otra parte por una obligación social’. El caso es que los
oportunos remates tuvieron lugar y, así, nuevas porciones insulares, tan caracterís-
ticas para el paisaje del lago Ranco, dejaron de ser patrimonio público. Ninguna acti-
vidad o proyecto se ha generado sobre estas islas desde entonces.
Setenta y siete años antes, en 1926, tuvo lugar la adquisición de la isla Colcuma, de 200
hectáreas superficiales, la segunda más extensa del lago después de la isla Huapi. Sus
compradores fueron, en esta ocasión, miembros de la familia Grob, de tanta tradición en
la localidad de La Unión desde que en 1852 llegase hasta estas tierras australes don
Federico Grob, procedente de la localidad de Schondorf, región de Baden-Wurtenberg,
Alemania, en una de las primeras oleadas migratorias de alemanes al sur de Chile.
Desde su adquisición, la familia Grob ha hecho de Colcuma un exclusivo coto de caza,
en el que han introducido faisanes, ciervos gamos (Dama dama) y ciervos rojos o eu-
ropeos (Cervus elaphus): una intervención en la naturaleza autóctona de la isla que
muchas opiniones científicas no comparten hoy. A finales de los años de 1940, Augus-
to Grob, otro miembro de la familia, criaría aquí los primeros ejemplares de vacuno ra-
za Angus en Chile. En cuanto a los sorprendentes restos de chimeneas que existen en
varias partes de la isla, se trata de la primera fase constructiva de unas viviendas que
en esos mismos años pensaron
construirse sin llegar a culmina-
ción. Entre las leyendas del lago,
se cuenta que a Colcuma acuden
a cazar, en completa discreción,
de tanto en tanto, altos ejecuti-
vos, magnates internacionales e
incluso miembros de la realeza
española. Para los huilliches
ranquinos, la isla siempre será
siempre, en cualquier caso, la
Huapi Colcuma: isla de la Tagüit
o de la Pollolla de color rojo...
ISLA PENIQUE,
CASA PRIVADA.
PE RV/P10
Por las islas del lago Ranco (II). Del Chingue a las Chichitivas /65
66/ PE RV/P10
Por las islas del lago Ranco (II). Del Chingue a las Chichitivas

los navegantes. Un angosto brazo lacustre
la separa del inmediato y abrupto cerro
La Trafa (685 m).
Con rumbo sur, a partir de Llilleifa, nuestra
siguiente recalada será en Puerto Llifén.
Situado a 1,5 kms con respecto al pueblo
de Llifén, solo quedan aquí los restos del
antiguo y activo muelle que servía para el
trasiego de vapores y cargamentos de ma-
deras hasta principios de los años de 1970.
En sus proximidades desemboca el río
Calcurrupe, procedente del lago Maihue,
que genera una de las más propicias zonas
de pesca en todo el lago.
Nuestra siguiente isla, El Chingue, es la
más abrupta y acantilada de todo el Ranco.
Surge de las profundidades del lago, entre
sondas de más de 150 m, en la bocana de
Puerto Mora, pequeña ensenada propicia
en la península de Illahuapi. Recubierta de
bosque nativo, en sus farallones orientales
se asienta una ruidosa colonia de bandu-
rrias. Solo resulta abordable (y siempre
que no soplen vientos del cuadrante NO)
por una pequeña playa secreta. El fondeo
aquí siempre resulta precario.
Frente al extremo occidental de Illahuapi
se localizan dos mínimos islotes: el de Cau-
policán, casi inmediato a tierra firme, y el
del Peje: una verdadera isla desierta, comoomo
rrum-
salida de las viñetas de un comic. Arrum-
bando ya hacia el O, la siguiente isla la es
mbar-
Chenos. El lugar para fondear y desembar-
car en ella se localiza en su extremoo SO. En
plares
su cobertura forestal, destacan ejemplares
de ciprés de las Guaitecas.
Pero la segunda isla en extensión n de las
del Ranco (400 has) es, junto con Huapi,api, la
más espectacular de todas. Colcuma, ma, en
ción
realidad, es una doble isla cuya porción
septentrional se denomina Pichi Colcu-
ma o Pequeña Colcuma. Ambas sub-islas islas
se encuentran unidas por una pequeña
porción ístmica, restinga pedregosa que,
en ocasiones de máximo nivel lacustre,
queda prácticamente sumergida. A occi-
dente de este istmo se localiza precisa-
mente la llamada ensenada de la Chime-
nea, el más bello de todos los fondeaderos
del Ranco. En las aguas transparentes de
esta abra resguardada echamos el ancla
sobre 5 m de profundidad. No podemos
menos que extraer de los pañoles una bue-
na botella de champán, descorcharla y
brindar por el placer de vivir esta experien-
cia insular, a la vista de las espectaculares
cumbres de Futangue (1.297 m; por el S) y
del sagrado cerro Ille (1.287 m; por E). La
escala en Colcuma resulta, ciertamente,
privilegiada.
Será ciñendo y con viento recio del sureste
que abordaremos el siguiente salto hasta
la isla Penique, donde nos amarramos a
una pequeña boya que flota junto al pe-
queño embarcadero. De titularidad priva-
da, cuenta tan solo con media docena de
construcciones en su superficie. Dos de
ellas son residencias veraniegas de unos
propietarios ausentes. El cuidador tampoco
se encuentra. Un perrillo nos ladra y en un
cerco próximo encontramos numerosas EL SAGRADO CERRO ILLE DE LA TRADICIÓN MAPUCHE MARCA EL TELÓN DE FONDO, POR ORIENTE,
DESDE LAS ISLAS DEL RANCO.
gallinas. La isla aparece desierta, pero muy
bella, con magníficas pers-
pectivas sobre las restan- con el reconocimiento del arco insular que diata, a 87 m de altitud, se contempla una
tes islas ranquinas. se extiende entre la gran isla Huapi y las panorámica espléndida del extenso lago
Nuestros recorridos por Chichitivas. Son pedazos de tierra habi- Ranco. Uno se siente aquí en un lugar real-
las islas del Ranco tualmente barridos por el viento, que mente remoto, despoblado, solo rodeado
terminan emergen de unas aguas invariablemente de unas aguas atormentadas por un verda-
límpidas, con escasa cobertura forestal. Su dero vendaval. La belleza es salvaje. De
mejor fondeadero se localiza en el seno nuevo a bordo de La Grulla Azul, cerrare-
que se forma entre las dos islas Chichitivas mos nuestra navegación por las islas del
más occidentales. Desde la cumbre inme- Ranco corriendo un fuerte oleaje con vien-
to en popa, habiendo cruzado la gran ex-
PATO REAL CHILENO tensión de uno a otro extremo. O
(ANAS SIBILATRIX).

PE INFOVIAJE
UÊLOCALIZACIÓN un viaje en exclusiva, dado su Colonia de bandurrias en
Comunas de Futrono y especial interés): en total, unos el islote El Chingue.
Lago Ranco. 55 kilómetros (unas 30 millas En la isla Colcuma, ciervo rojo, GPS 1 Puerto Las Rosas/ Bahía Quimán/ punto de inicio de ruta- 40° 7’16.01”S/ 72°21’48.18”O

UÊDURACIÓN Y DISTANCIAS
LACUSTRES
Se propone el siguiente recorrido
lacustre: Puerto Rosas/
náuticas) de navegación lacustre,
con saltos entre islas que oscilan
entre 0,4 y 4,4 millas (de Illeifa y
El Chingue, a rumbo directo).
PUNTOS GPS
ciervo gamo y faisanes, GPS 2 La Piedra Bruja- 40° 9’12.84”S/ 72°20’43.30”O
especies exóticas introducidas GPS 3 Islote Llillipén- 40°10’1.58”S/ 72°20’50.22”O
en exclusivo interés
GPS 4 Isla Illeifa- 40°10’6.73”S/ 72°20’2.89”O
cinegético.
GPS 5 Antiguo puerto de Llifén- 40°12’51.33”S/ 72°16’4.95”O

Ensenada Quimán- Piedra Bruja-
isla Illaifa- Puerto Llifén-
desembocadura del río
Calcurrupe- isla El Chingue-
extremo O de la península
Illahuapi- islote Peje- isla
UÊMEJOR ÉPOCA UÊCÓMO LLEGAR GPS 6 Islote El Chingue- 40°15’3.23”S/ 72°19’17.31”O
Primavera y verano. Tomando las localidades GPS 7 Islote Peje- 40°16’45.61”S/ 72°21’9.46”O
de Lago Ranco, Puerto Nuevo, GPS 8 Isla Chenos- 40°15’57.38”S/ 72°22’53.43”O
UÊVALORES NATURALES Puerto Futrono, Llifén o
GPS 9 Isla Colcuma- 40°16’17.99”S/ 72°25’7.69”O
El bosque nativo ha sido Puerto Las Rosas/ bahía
fuertemente presionado en las Quimán como puntos de GPS 10 Ensenada de la Chimenea- 40°16’1.19”S/ 72°25’3.95”O

Chenos- isla Colcuma (ensenada
de la Chimenea)- isla Penique-
isla Macalla- isla Chichitivas-
Puerto Nuevo y desaguadero del
lago Ranco (nacimiento del río
Bueno); ello supone la travesía
completa del lago Ranco, en
EN ISLA COLCUMA. sentido E-O (isla Huapi merece
diversas islas. La pesca en el
lago Ranco es abundante,
tanto en materia de salmónidos
introducidos como en cuanto a
focos supervivientes de
especies piscícolas autóctonas.
Anátidas, garzas, cormoranes
en los litorales lacustres.
partida para las navegaciones
lacustres.
UÊCARTOGRAFÍA
Instituto Geográfico Militar,
escala 1:50.000, hojas
‘Futrono’, ‘Río Llollelhue’,
‘Ignao’ y ‘Riñinahue’.
GPS 11 Isla Penique- 40°14’46.46”S/ 72°27’23.50”O
GPS 12 Isla Huapi- 40°13’33.48”S/ 72°22’52.57”O
GPS 13 Islote Macalla- 40°12’55.51”S/ 72°25’27.67”O
GPS 14 Islotes Chichitivas- 40°13’5.96”S/ 72°27’5.72”O
GPS 15 Desaguadero del lago Ranco/ nacimiento del río Bueno- 40°16’39.17”S/ 72°33’47.53”O
GPS 16 Muelle de Puerto Nuevo/ punto final de ruta náutica- 40°15’24.70”S/ 72°34’24.88”O
UNA DE LAS CHIMENEAS EN LA ISLA COLCUMA.

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Por las islas del lago Ranco (II). Del Chingue a las Chichitivas /67
HITO HISTÓRICO-CULTURAL

PEHHC10

El terremoto del sesenta

Mayor sismo registrado en la Historia (1960) UN BARCO FUE ARROJADO EN UNA CASA POR LA OLA DEL TSUNAMI, CORRAL.

Ricardo Molina Verdejo, Historiador

Según los registros, este terremoto produjo sobre 2.000 muertos en Chile,
a los que se le sumaron centenares más en lugares tan distantes como las islas
Hawai y las costas del Japón.

cerca del evidente destino

A telúrico que compromete a

Chile se ha escrito mucho y
no solo por los sismos, sino
que por todos los fenómenos naturales
que nos afectan y han afectado como na-
ción en un permanente e interminable
diálogo con la naturaleza. En efecto, co-
mo país anotamos un conjunto no menor
de terremotos, maremotos, erupciones
volcánicas y, según sea el lugar de nues-
tra larga geografía, sequías rigurosas,
inundaciones, nevazones, trombas mari-
nas, precipitaciones intensas, temporales
huracanados y otros similares.
Sin duda, se trata de la forma en que
nuestro territorio se ha venido y seguirá
moldeándose geológicamente en el tiem-
po, es decir, no es ni más ni menos que
un constante proceso de construcción del
territorio nacional. Se puede afirmar, por
tanto, que los terremotos o las erupcio-
nes volcánicas no están destruyendo, to-
do lo contrario, lo que hacen y han esta-
do haciendo desde siempre es edificando
el país . Lo que ocurre es que desde la
perspectiva humana, la percepción es
que lo que están produciendo estos fenó- CÉNTRICA CALLE GARCÍA REYES, HORAS DESPUÉS DEL TERREMOTO DE 1960.
menos naturales es solo destrucción de-

Q Tras el terremoto, el mar

bido a los daños humanos y materiales
generados en nuestras vidas.
En la larga historia de terremotos en Chi-
le, sin duda el que dejo una huella imbo-
rrable en la memoria colectiva nacional,
especialmente en el sur de Chile y de
manera muy particular con los potentes
sismos ocurridos en mayo de 1960. El día
21 de mayo hubo un fuerte terremoto en
Concepción y sus cercanías, precediendo
al que sería el más grande de todos, que
ocurriría el domingo 22 de mayo, a las
15:11 hrs. teniendo como epicentro a la
ciudad de Valdivia. Este megasismo expe-
rimentó una medición nunca antes vista,
alcanzando los 9,5 grados de la escala
Richter, no existiendo antecedente algu-
no en la historia contemporánea.
Si bien es cierto que los efectos en vícti-
mas no fueron tantos en relación a la in-
tensidad y área afectada, no es menos y Ancud. Según los registros, este terre- Similares circunstancias, ciertamente, se
cierto que las modificaciones que produ- moto produjo sobre 2.000 muertos en habían experimentado ya en Valdivia du-
jo en el paisaje fueron enormes. Así, se
produjeron grandes desplazamientos de
experimentó una recogida en la bahía Chile, a los que se le sumaron centenares
más en lugares tan distantes como las Is-
rante la Conquista española, cuando el
otro gran terremoto de 1575. Afortunada-
tierra, hundimientos o elevación de su-
perficies, surgimiento de nuevos cursos
de Corral, que al poco rato se convirtió las Hawai y las costas del Japón, al otro la-
do de la cuenca del Pacífico.
mente, las obras de emergencia dirigidas
por el ingeniero Raúl Sáez junto a un in-
de agua, alteración de cuencas y valles,
etc. Sin embargo, el fenómeno no fue el
en un violento tsunami Con todo, los fenómenos asociados refe-
ridos tampoco afectaron solo al entorno
tenso trabajo de cientos de hombres con-
tra reloj, permitieron ir paulatinamente
único, sino que por el contrario trajo apa- de Valdivia, sino al conjunto de la actual vaciando el enorme excedente del lago a
rejado otro que traería desde el punto de región de Los Ríos. través de un sistema de esclusas, provo-
vista del número de muertos y heridos, Producto del mismo megasismo, varios cando una inundación de la cuenca pero
efectos mucho más severos. cerros próximos al desaguadero del Lago sin que esta fuera de la magnitud y con-
Inmediatamente después del terremoto, Riñihue (el cerro Tralcán, el principal de secuencias esperadas.
el mar experimentó una recogida que fue ellos) se derrumbaron bloqueando y ce- Como reflexión final: esta parte de la his-
constatada por todos los habitantes de la rrando el paso a las aguas, provocando toria de Valdivia y su entorno geográfico
zona costera y bahía de Corral, que al po- tres “tacos” que, de no controlarse, im- cercano fue una etapa más en donde el
co rato de convirtió en un violento tsuna- plicarían un alud de agua, tierra, piedras diálogo entre la Naturaleza y los seres
mi que literalmente barrió con todo el ex- y lodo sobre la cuenca del río Valdivia en humanos dejó un recuerdo indeleble e
tenso litoral que iba entre Puerto Saavedra HILO, HAWAI TRAS EL TSUMANI DE 1960. poco tiempo. inolvidable. Q

PE HHC10
El terremoto del sesenta. Mayor sismo registrado en la Historia (1960) /69
PE RV/P11
‘Maihue-termas de
Chihuío-Lipela
En la Ruta de Neruda’
Esta Ruta Verde nos puede llevar a, a través de sus evocaciones, desde
las orillas de los lagos Ranco y Maihue al resto del mundo… desde
Futrono a París… desde los mejores paisajes australes hasta una de las
cumbres del patrimonio cultural y literario en lengua española. Todo ello
de la mano del inigualable Neftalí Reyes: es decir, Pablo Neruda.
PABLO NERUDA.
P
ablo Picasso, el genial pintor es-
pañol exiliado en Paris, en su dis-
curso ante el Congreso Interna-
cional de Intelectuales por la Paz
de 1948, dijo así: ´Tengo un amigo que de-
bería estar aquí, un amigo que es de los
mejores hombres que he conocido. No es
solamente el más grande poeta su país, Chi-
le, sino el más grande poeta en lengua es-
pañola, y uno de los más grandes del mun-
do. Es Pablo Neruda. Un hombre que siem-
pre ha tomado el partido de los desgracia-
dos, de los que piden justicia y combaten
por ella. Mi amigo Neruda, sin embargo, es-
ta actualmente acorralado como un perro y
nadie sabe siquiera donde se encuentra…’
Donde en realidad se encontraba Pablo
Neruda en aquellos momentos difíciles era,
clandestinamente, en el fundo Hueinahue,
cerca de Rupumeica, en pleno sector andino
de la comuna de Futrono, a la espera de que
la llegada del verano austral le permitiese
continuar su huida hacia Argentina. Acerca
de estas circunstancias nos habla el propio
poeta en su libro ‘Confieso que he vivido’. En
total permanecería huido durante 13 meses,
entre enero de 1948 y febrero de 1949, a
causa de un artículo de opinión que había
publicado en el diario venezolano El
Nacional, en noviembre de 1947, bajo el
título de ‘Yo acuso’. En él calificaba al enton-
ces presidente chileno, Gabriel Gonzalez
Videla, de traidor a la patria, le acusaba de
haber sido amigo de los nazis durante la
ocupación de París (cuando Gonzalez Videla
era embajador en Francia), de vender el país
a empresas norteamericanas o de haberse
enriquecido comprando a bajo precio dia-
mantes a europeos y judíos arruinados que
huían de la Segunda Guerra Mundial.
Tras su regreso a Chile desde México, en
1943, Neruda se había metido de lleno en la
política nacional y fue elegido senador por
Tarapacá y Antofagasta, ingresando en
1945 en el Partido Comunista. En cuando a
González Videla, había accedido a la presi-
dencia de la República en las elecciones de
1946 con el apoyo de la izquierda chilena,
LOS RESTOS DEL MUELLE DE LLIFÉN, EN EL LAGO RANCO, DONDE DESEMBARCÓ EL POETA EN 1948
PROCEDENTE DE VALDIVIA.
EL LAGO MAIHUE ES UNO DE LOS MÁS BELLOS LAGOS ANDINOS EN LA REGIÓN DE LOS RÍOS.
incluidos los comunistas. Pero en 1947, bajo
presión del gobierno de los Estados Unidos,
dictó una Ley de Defensa de la Democracia
(que se conoció como Ley Maldita) median-
te la cual se prohibía la existencia del
Partido Comunista, se rompían relaciones
con la URSS y se pasaba a reprimir con vio-
lencia las protestas sociales, como en el
caso de la huelga de los mineros del carbón
de Lota. Esta actitud presidencial seria el
detonante del iracundo escrito de Neruda,
cuya publicación, desató a su vez una ver-
dadera persecución política en contra el
poeta por parte del gobierno de González
Videla el cual, tras conseguir su desafuero,
emitiría una orden para su detención el 2 de
febrero de 1948.
Hasta once moradas diferentes recorrerá
Neruda durante su periodo de clandestini-
dad. Provisto de una cedula de identidad
falsa, cambiará su nombre por el de
Antonio Ruiz Legarreta, de profesión orni-
tólogo. Permanecerá algún tiempo escon-
dido en Valdivia. Un buen día, a bordo de
un viejo Chevrolet prestado llegará hasta
el muelle de Lago Ranco, tomará el vapor
de aquella línea lacustre y dos días más
Los otros lagos
E l rincón sur-oriental de la región de Los Ríos integra lo más infrecuentado de este terri-
torio, el cual alberga algunos del los paisajes lacustres andinos sin embargo más supre-
mos. Uno de estos ejemplos grandiosos es el del lago Maihue, vinculado a la Ruta de Neru-
da, aunque no el único. Aguas arriba suyas se encuentran, sucesivamente, el lago Huishue,
las secretas Lagunas Gemelas y, finalmente, el lago Gris. Son los otros lagos. Aquellos que
casi nadie conoce y a los que pocos acceden Unas joyas olvidadas, unos hitos medioam-
bientalmente exquisitos, todos ellos adscritos a la alta cuenca hidrográfica del Ranco- Bue-
no, en las comunas de Futrono y Lago Ranco.
El lago Maihue, ese Jarrito de beber en lengua mapuche, con sus 46 kms2 superficiales, su
espectacular es riberas escarpadas y sus pequeñas playas escondidas (principalmente en
sus confines orientales, como la de Maqueo), constituye uno de los más espectaculares
ejemplos de lago cordillerano. Sus aguas destacan por su transparencia perfecta y un color
verdaderamente idílico. Pero el Maihue es también un lago de tragedia. El 27 de noviembre
de 2005, el viejo transbordador que constituía entonces el principal medio de comunicación
para las pequeñas comunidades de sus orillas, se vio sorprendido (en situación de sobre-
carga) por un repentino temporal y zozobró. Con resultado de 17 pasajeros muertos y otros
11 desparecidos, en su mayoría escolares.
En cuanto al lago Huishue, situado 8,5 kms aguas arriba del anterior, su topónimo no resul-
ta tranquilizador ya que significa, en mapudungún, 'Lugar malo para vivir’. Lo cierto es que
nadie habitó nunca en este entorno, una superficie lacustre de 15,1 kms2, todavía hoy
difícilmente accesible e imperfectamente explorado en varios de sus sectores. Resulta sig-
nificativo observar como parte de los caudales hídricos de este lago desaguan de manera
subterránea y solo emergen de nuevo a la superficie en el paraje conocido como los Ojos del
Huishue, de gran belleza y valor hidro-geológico, próximo a la pequeña comunidad indígena
de Rupumeica Alto. La estancia Hueinahue, en la que se escondió Neruda durante tres
meses en 1948, se localiza también a proximidad de las riberas del lago Huishue.
Las lagunas Gemelas y el lago Gris (9 kms2, a 1.000 m de altitud) se localizan ya dentro de
los límites del Parque Nacional Puyehue y
resultan todavía más remotos e imperfecta-
mente conocidos que el Huishue. Su valor
ambiental resulta excepcional. La llamada
turbera del Colorado,por ejemplo, es un lugar
secreto situado a unos 5 kms al oriente del
lago Huishue, en ruta hacia las lagunas
Gemelas, escondido al pie de unas cumbres
sin nombre y en medio de una selva inacce-
sible: se trata de un remoto humedal virgen
y prístino, característico de la alta montaña
andina. Las referidas lagunas Gemelas, son
otras dos joyas azul turquesa, y drenan
hacia el lago Huishue. La Gemela Oriental lo
hace por el río Cholchol, que se empantana
poco después del desaguadero originando el
mayor humedal andino en la región de Los
Ríos. Pudieran frecuentarlo todavía los rarísi-
mos ciervos huemules...
LAGO HUISHUE
PE RV/P11
‘Maihue-termas de Chihuío- Lipela. En la Ruta de Neruda’ /71
72/ PE RV/P11
‘Maihue-termas de Chihuío- Lipela. En la Ruta de Neruda’

tarde desembarcará en el muelle de Llifén,

cerca de Futrono. Alguien que le esperaba
en el lugar le llevará seguidamente, a
caballo, hasta el pequeño puerto de Los
Llolles, a orillas del lago Maihue. En otra
barcaza navegará hasta el opuesto extre-
mo lacustre, Rupumeica. Hasta encontrar
refugio finalmente en el remoto fundo
maderero de Hueinahue, propiedad de
Pepe Rodríguez, un hombre de derechas y
partidario del aquel presidente traidor,
pero que decidió olvidar sus lealtades polí-
ticas en base a su admiración literaria por
Neruda. En Hueinahue, durante el largo
invierno cordillerano, este terminará de
escribir una de sus obras capitales, el LAGO MAIHUE Y LA DESEMBOCADURA DEL RÍO HUEINAHUE.
‘Canto General’.
Por fin, aprovechando el verano, en el mes
de febrero de 1949, continuará viaje hacia
San Martin de los Andes, en Argentina,
pasando por los baños de Chiuhío y el difícil
paso de Lipela (o de los Contrabandistas), en
compañía de cuatro arrieros puestos a su
disposición por el hacendado Rodríguez. ‘En
una marcha silenciosa cruzábamos aquella
gran catedral de la salvaje naturaleza… No
había huellas y con mis cuatro compañeros
a caballo buscábamos en ondulante cabal-
gada – eliminando los obstáculos de podero-
sos árboles, imposibles ríos, roqueríos
inmensos, desoladas nieves, adivinando más UNA AUTÉNTICA MURALLA OROGRÁFICA: LOS CUERNOS DE CHIHUÍO.
bien- el derrotero de mi propia libertad’,
según relata el propio Neruda.
El pasado mes de agosto de 2014 la actual
Ministra de Cultura, Claudia Barattini,
firmó en Valdivia un convenio con Sernatur
para consolidar precisamente esta emble-
mática ruta, la cual también involucra
fondos aprobados por el Consejo Regio-
nal. Con la firma de dicho convenio, se
buscó el avance conjunto de servicios
públicos y organismos privados en la
investigación de este tema de tan elevado
nivel cultural e histórico, al objeto de con- Llolles) continuar por tierra en dirección al camino del lago Queñi y San Martín de los
GPS 1 Antiguo muelle de Llifén/ lago Ranco- 40°12'50.52"S/ 72°16'4.55"O
cretar una agenda de trabajo a mediano fundo Arquilhue y el núcleo de Curriñe, Andes. Sin duda, se trata de uno de los más

plazo que redunde ‘en acciones concretas
que impulsen este recurso turístico, forta-
leciendo la oferta de turismo rural y patri-
monial en el destino Cuenca del Lago
Ranco’.
Lorenna Saldías, Directora del Consejo
nacional de la Cultura y las Artes en la
Región de Los Ríos, corroboró en la misma
ocasión ‘la puesta en marcha de un expe-
diente patrimonial para sistematizar toda la
información disponible respecto del paso
del poeta Pablo Neruda por la comuna de
CAMINANDO POR LA RUTA DE NERUDA, EN UN TRAMO DEL VALLE DEL CURRINGUE.
seis años después de aquella aventura
nerudiana, que prevé dotar de miradores,
puntos de interpretación y otros hitos eco-
turísticos al nuevo eje en preparación, cuyo
trazado definitivo se encuentra todavía pen-
diente de detalle.
de partido lo hemos situado en la localidad
de Llifén (aunque puede combinarse con un
previo viaje náutico a través del lago Ranco,
saltando por sus islas lacustres).
Entre el antiguo muelle de Llifén, en el lago
Ranco, y el de Los Llolles, en el lago Maihue,
PUNTOS GPS
GPS 2 Llifén- 40°12'0.27"S/ 72°15'34.22"O
luego ganando las orillas del lago por Cha- espectaculares enclaves de todos los Andes
GPS 3 Río Calcurrupe- 40°12'33.02"S/ 72°11'0.02"O
branco y prosiguiendo hacia la playa de Australes en Sudamérica.
GPS 4 Desvío a Puerto Los Llolles- 40°12'50.82"S/ 72° 8'40.89"O
Maqueo (sin duda, uno de los más hermoso ¿Pero como prosiguió la huida del gran
GPS 5 Antiguo muelle de Los Llolles/ lago Maihue- 40°13'36.56"S/ 72° 8'30.79"O
parajes en el lago Maihue). Neruda a través de tierras argentinas? Sabe-
GPS 6 Fundo Arquilhue- 40°11'46.46"S/ 72° 2'37.88"O
La Ruta de Neruda, en cualquier caso, debe- mos que consiguió llegar a Buenos Aires;
GPS 7 Puente sobre el río Pillanleufu- 40°11'26.41"S/ 72° 0'24.31"O
rá remontar más tarde la ribera oriental del que en la capital del Plata otro gran escritor,
GPS 8 Bifurcación de caminos: hacia lago Mahiue/ por Curriñe; y hacia las Termas de Chihuío-
río Curringue, en dirección a las pequeñas Miguel Angel Asturias, le prestará su propio
40°13'3.64"S/ 72° 0'4.41"O
termas de Chihuío, que son punto de refe- pasaporte para continuar viaje a Francia; y
GPS 9 Playa sector Maqueo- 40°16'35.80"S/ 71°59'36.77"O
rencia y de descanso obligado. A partir de que en Paris se encontrará finalmente con
GPS 10 Sector Rupumeica Bajo- río Hueinahue- 40°19'1.47"S/ 71°58'52.53"O
este punto, el viajero continuará valle arriba su gran amigo español, Pablo Picasso. Este
GPS 11 Chabranco- 40°13'59.99"S/ 71°57'40.88"O
para encontrarse, al cabo de 800 m, con último, es el que presentará a Neruda por
una valla que cierra el paso a una propiedad sorpresa, de nuevo ante el mundo y la cultu- GPS 12 Termas de Chihuío- 40°11'38.97"S/ 71°56'8.33"O

Futrono, en su huida del país en 1949 hacia Por nuestra parte, aquel viaje de Neruda el viaje en bicicleta es muy recomendable. A privada. Como viajeros a pie o en bicicleta, ra, en el Congreso Mundial de la Paz junto GPS 13 Portón/ acceso a propiedad privada- 40°11'31.93"S/ 71°56'10.16"O

Argentina’. En esa misma línea de acción, el nosotros lo hemos seguido en diversas oca- partir de este punto y hasta el extremo nosotros siempre hemos sido autorizados a LLEGANDO AL LAGO QUEÑI, YA EN LA VERTIENTE ARGENTINA. con la legendaria edición clandestina de su GPS 14 Desvío hacia el valle de Lipela- 40°10'6.89"S/ 71°55'6.94"O

director regional de Sernatur, Pedro Bur- siones a pie, en bicicleta y en embarcación, oriental del lago, junto a la desembocadura pasar más allá de esta barrera, en un reco- ‘Canto General’, que el poeta había llevado GPS 15 Continuidad (1) hacia el paso de Lipela- 40° 9'9.81"S/ 71°53'12.60"O

gos, afirmó que ‘esta Ruta de Neruda será según distintas opciones, tramos y alterna- del río Hueinahue, podremos navegar en la rrido que se va tornando progresivamente cia del río Ipela sobre el Curringue y optare- consigo en las alforjas de su caballo a través GPS 16 Continuidad (2) hacia el paso de Lipela- 40°10'58.20"S/ 71°50'20.11"O

una de las más importantes en la región ya
que permitirá unir conceptos históricos
como también patrimoniales, poniéndolos
en valor y de esta forma también comple-
mentar el resto de atractivos con el que
cuenta la Región de Los Ríos’. Un proyecto
que deberá tomar forma en 2015, sesenta y
tivas. En invierno, la posibilidad de recorri-
dos con raquetas o con esquís de fondo
también existe, sobre sectores parciales.
Todavía no lo hemos experimentado a caba-
llo, que es sin duda la fórmula más fidedig-
na con respecto a la experiencia histórica.
Desde el punto de vista geográfico, el punto
barcaza local, con nuestras bicis a bordo,
hasta el entorno de Rupumeica, tal y como
lo hiciese Pablo Neruda (desde este punto,
otra Ruta Verde también hacia Argentina es
la que remonta el valle del Hueinahue, hasta
el paso de Collado Hermoso). Otra posibili-
dad es (a partir de un desvío previo a Los
espectacular, con los nevados y puntiagudos
cerros de la llamada Cordillera del Encanto
(1.679 m) cerrando el paisaje por el norte; y,
a nuestra derecha, levantándose como un
castillo encantado, los Nevados de las Agu-
jas (2.125 m). Cuatro kilómetros más allá de
los Baños de Chihuío se alcanza la confluen-
mos entonces por la huella que se desvía
hacia el oeste, remontando por este último
valle. Serán aprox. 8 kms de ascenso, espe-
cialmente acentuado en el paraje conocido
como Cuesta Raizuda, hasta alcanzar final-
mente el solitario paso de Lipela (1.420 m)
que es por donde Neruda pasó a Argentina
del paso de Lipela. El gobierno de Chile per-
mitirá la vuelta del poeta a su patria en 1952,
donde se le recibe calurosamente. En cuan-
to al presidente Gonzalez Videla, tras un
largo ocaso político, terminará como vice-
presidente del Consejo de Estado instituido
por el general Pinochet.O
GPS 17 Paso de Lipela- 40°11'32.00"S/ 71°48'26.78"O
GPS 18 Continuidad hacia lago Queñi (P.N. Lanín/ Argentina)- 40°13'42.79"S/ 71°44'57.83"O
GPS 19 Termas de Queñi (P.N. Lanín/ Argentina)- 40°11'37.96"S/ 71°43'13.71"O
GPS 20 Lago Queñi (P.N.Lanín/ Argentina)- Continuidad hacia lago Lácar, paso Huahum y
San Martín de los Andes- 40°10'59.93"S/ 71°43'5.26"O

PE RV/P11
‘Maihue-termas de Chihuío- Lipela. En la Ruta de Neruda’ /73
HITO HISTÓRICO-CULTURAL

PEHHC11

Los Ríos, Q En 2007,

nueva región chilena durante el primer gobierno
de Michelle Bachelet fue creada
la nueva Región de Los Ríos.
Fin de la provincialización impuesta en 1974
por la Dictadura militar (2007)
Ricardo Molina Verdejo, Historiador
PROVINCIA DE VALDIVIA

Luego del golpe de Estado de septiembre de 1973, PROVINCIA DE RANCO

ENTRE 1974 Y 2007 A PARTIR DE 2007
las nuevas autoridades de facto replantearon el
modelo de ordenamiento territorial: Valdivia quedó
desplazada como cabecera de región, pasando a NUEVA REGIÓN LANCO
DE LOS RÍOS MARIQUINA
depender de Puerto Montt.
ANTIGUA REGIÓN
DE LOS LAGOS PANGUIPULLI
MÁFIL
NUEVA REGIÓN
DE LOS LAGOS

VALDIVIA
LOS LAGOS

CORRAL
FUTRONO
PAILLACO

LA UNIÓN

LAGO RANCO

RÍO BUENO

CELEBRACIÓN POPULAR DESDE EL PUENTE PEDRO DE VALDIVIA.

esde los orígenes del Esta- Durante el siglo XX, período en donde la ción de gobierno especialmente creada militar sin oposición alguna en lo institucio- le correspondía, con la idea de que pronta-

D do Nacional, entre las obli-

gaciones de los sucesivos
gobiernos se ha encontrado
la administración general del territorio
en procura del desarrollo armónico del
país y en función del bien común. Para el
propósito señalado, resulta fundamental
tener claridad acerca del modelo a se-
guir con el fin de organizar el territorio
en miras al logro de una correcta y apro-
piada administración. De este modo, se
han aplicado en la historia de Chile di-
versos esquemas orientados inicialmen-
te por experiencias extranjeras y adapta-
das a las realidades y tiempos locales, lo
que se fue traduciendo en divisiones
político-administativas con unidades
básicas varias.
planificación territorial surge como reque-
rimiento para el desarrollo, se ensayan y
aplican algunos de ellos. Interesante es
tener en cuenta que hasta el año 1974 el
país estaba organizado en 25 provincias,
dividiéndose cada una de ellas en depar-
tamentos y a su vez estos en comunas. En
dicho esquema, la Provincia de Valdivia
estaba formada por los departamentos de
Panguipulli, La Unión, Río Bueno y Valdi-
via, siendo la capital de provincia precisa-
mente la ciudad de Valdivia con la Inten-
dencia como cabecera.
Sin embargo, luego del golpe de Estado
de septiembre de 1973, las nuevas autori-
dades de facto replantearon el modelo de
ordenamiento territorial. A partir de un
estudio realizado por una nueva organiza-
para el efecto, denominada Comisión Na-
cional de la Reforma Administrativa (CO-
NARA), se aplicaría un modelo basado ya
no en provincias sino que en regiones.
Con todo, desde mediados del siglo XX el
Estado chileno venía estudiando alternati-
vas de ordenamiento territorial centradas
en un “sistema regionalizado”: fue el caso
en 1950 del modelo Corfo (Corporación de
Fomento de la Producción) que dividía al
país en seis grandes regiones; y, en 1965,
el modelo Odeplan (Oficina de Planifica-
ción Nacional) que intentaba organizar al
territorio en diez regiones más una zona
metropolitana (Santiago).
En lo definitivo, bajo criterios de desarrollo
económico, seguridad nacional, descentra-
lización e integración territorial, el régimen
nal impuso el referido modelo CONARA que
se tradujo en la división del país en 12 re-
giones más una Metropolitana. En este
contexto, se creó la Región de Los Lagos
que contenía a las provincias de Valdivia,
Osorno, Llanquihue, Chiloé y Palena, dejan-
do como capital a la ciudad de Puerto
Montt. Como se comprenderá, esto produjo
un profundo malestar en Valdivia, dado
que había sido desplazada como cabecera
de región y, además, quedaba muy distante
de la nueva capital, lo que entrababa la
gestión administrativa. Así, una vez recupe-
rada el sistema democrático representativo
en Chile, poco a poco se dieron las condi-
ciones para que se iniciara un fuerte y po-
tente movimiento ciudadano con el objeti-
ACTO PRESIDENCIAL VINCULADO A LA CREACIÓN DE LA NUEVA REGIÓN DE LOS RÍOS EN 2007. vo de recuperar para Valdivia el sitial que
mente se creara una nueva región.
Finalmente, luego de algunas modifica-
ciones a la Constitución política del Esta-
do realizadas en la administración del
Presidente Ricardo Lagos, durante el pri-
mer gobierno de Michelle Bachelet fue
posible crear en el año 2007 dos nuevas
regiones: en el extremo norte, la Región
de Arica y Parinacota, y en el sur, la Re-
gión de Los Ríos, designando en este últi-
mo caso a la ciudad de Valdivia como ca-
pital regional. De esta manera, para la
Región de Los Ríos las herramientas dis-
ponibles a fin de construir un mejor futu-
ro quedaron desde ese momento defini-
das, por lo que hoy son los habitantes de
las provincias de Valdivia y del Ranco los
que tienen la palabra. Q

PE HHC11
Los Ríos, nueva región chilena. Fin de la provincialización impuesta en 1974 por la Dictadura militar (2007) /75
PE RV/P12
Ascensión al
Mocho-Choshuenco
En la montaña mágica
POR LOS BOSQUES DE COIGUES, LENGAS Y ÑIRRES.
N
i una nube en el intenso cielo
azul radiante. La nieve lo cubre
todo. Y en tan gran volumen (a
pesar de encontrarnos ya bien
adentrados en la primavera) que el glaciar
que atravesamos ha tornado sus grietas in-
visibles, camufladas bajo varios metros de
grueso manto blanco. Ello nos permite
avanzar expeditos, equipados con nuestras
raquetas de nieve y atacando la cumbre
del cráter inmediato en una sostenida e in-
cidente línea recta. Nos encontramos ya a
tan solo a 200 m por debajo de la gran
cumbre redonda, que aparece como una
gran torta helada, conformando el cráter
del volcán Mocho (2.422 m).
Pero el principal problema estriba en la
luminosidad de la alta montaña, en esa
reverberación del sol sobre la nieve que
parece cegarlo, implacablemente, todo.
Las antiparras tintadas debemos llevarlas
bien caladas, en el intento de eliminar to-
da incidencia del duro sol del mediodía
sobre nuestros ojos. A nuestra izquierda,
se levanta la cumbre hermana del Chos-
huenco (2.415 m), otra visión espléndida,
con sus pináculos, precipicios y paredes
de hielo. Sin duda alguna, nos encontra-
mos culminando la ascensión a una singu-
lar y majestuosa montaña mágica y de
cumbres gemelas
Una Ruta Verde hasta la cumbre del doble
macizo volcánico Mocho-Choshuenco que
empezó una jornada atrás, cuando viaja-
mos en nuestra camioneta desde Valdivia
a Panguipulli; desde allí hasta la pequeña
aldea de Choshuenco, situada en el extre-
mo oriental del lago Panguipulli; y a partir
de Choshuenco por una cinta de ripio que
nos ha llevado hasta las inmediaciones de
la confluencia del río Enco sobre el lago
Riñihue. Tras ello, abordamos el tramo fi-
nal de nuestra aproximación en camione-
ta, ahora ya por un angosto pero bellísi-
mo eje de montaña el cual, entre vueltas y
revueltas, terminó de aproximarnos a la
zona de refugios de montaña que existe
POR EL BORDE DE UNA DE LAS LENGUAS DEL GLACIAR: ATENCIÓN CON LAS GRIETAS O CREVASSES.
EL LAGO RIÑIHUE, DESDE EL CAMINO A LA RESERVA NACIONAL; EN SU CENTRO, LA ISLA PUDÚ.
en la zona (en total, son unos 160 kms
desde la ciudad de Valdivia).
Pero cuando las últimas luces del día te-
ñían ya de irreales tonos rojizos las cum-
bres circundantes, una muralla de nieve
de pronto se atravesó sobre el camino, ce-
rrando el paso a nuestra camioneta cuan-
do todavía faltaban unos 3,5 kms antes de
alcanzar la zona de refugios mencionada.
Sin embargo, el lugar resultó perfecto pa-
ra plantar nuestra carpa. Un enorme coi-
güe protagonizaba la espesa selva valdi-
viana que allá nos rodeaba. Nutridas ban-
dadas de loros choroyes llenaban el am-
biente con su algarabía. Y un pequeño re-
gato nos proporcionó el necesario agua
para beber. Así las cosas, encendimos un
pequeño fuego y seguidamente nos prepa-
ramos una sobria cena. Bebimos unos tra-
gos de buen vino de nuestra bota serrana.
Y nos enfundamos en nuestros sacos de
dormir para acometer el descanso noctur-
no, en plena naturaleza. Soñando con el
placer del ascenso, la mañana siguiente, a
la montaña sagrada del Mocho, la herma-
na del Choshuenco.
Entre nuestro campamento en el camino
de acceso y el río Blanco empleamos una
hora exacta de caminata. Desde la ante-
LA MONTAÑA MÁGICA: ENTRE LOS BOSQUES PRIMIGENIOS DE LA RESERVA NACIONAL.
Dos cumbres gemelas y múltiples
nombres históricos
L os primeros europeos que divisaron este macizo volcánico remoto fueron segu-
ramente (también en este caso) los hombres de la partida de Pedro de Valdivia,
mientras avanzaban por la orilla poniente del lago Panguipulli en 1551, camino de la
fundación de la actual capital de la región de Los Ríos. En cuanto al primer mapa
que certifica la existencia de este sector volcánico fue la llamada Tabula Geographi-
ca Regni Chile del jesuita y cronista Alonso de Ovalle, en 1646. Lo cierto es que des-
de su primera mención hasta la fecha el Mocho-Choshuenco ha recibido los más di-
versos nombres. En tiempos de la Colonia se le identificó como el volcán Valdivia; pe-
ro también se le conoció como Rauco, Lajara, Panguipulli (SIC) o Riñihue.
Tal confusión de nombres se debió también al hecho de mostrarse con siluetas dife-
rentes, según se le observase desde el lago Panguipulli o desde el lago Riñihue. Por
otra parte, hasta finales del siglo XIX, tan solo las profundas selvas vírgenes rodea-
ban este macizo. Algunos clanes mapuches, asentados en las orillas occidentales de
los lagos Riñihue y Panguipulli, visitaban estacionalmente sus faldeos, en navega-
ciones lacustres a bordo de sus primitivas canoas monoxilas. Ya en el siglo XX, el va-
por Enco, navegó sobre las aguas del Panguipulli, sirviendo de principal vínculo de
comunicación de este sector con el mundo exterior.
Hasta cinco erupciones históricas han sido documentadas para el Mocho-Choshuen-
co. Dos de ellas acontecieron durante el periodo colonial (en 1759 y 1777) y otras
tres más durante el periodo republicano (en 1822, 1863 y 1864). La última de ellas
resultó especialmente impactante y arrasó todos los pequeños asentamientos ma-
puches que existían en sus contornos. La tradición oral nativa todavía recuerda co-
mo las aguas del lago Panguipulli llegaron incluso a hervir, por las corrientes de lava
incandescente que fluyeron sobre su extremo oriental. En la actualidad se considera
al Mocho-Choshuenco como un complejo volcánico dormido, conformado por sus dos
estructuras coalescentes y situado inmediatamente al oeste de la inquietante falla
geológica Liquiñe-Ofqui.
PE RV/P12
Ascensión al Mocho-Choshuenco. En la montaña mágica /77
78/ PE RV/P12
Ascensión al Mocho-Choshuenco. En la montaña mágica

CÓNDOR
(VULTUR GRYPHUS).

que lleva hasta el emplazamiento del anti-

CAMPAMENTO DE APROXIMACIÓN, EN EL CAMINO HACIA AL REFUGIO, PORQUE LA NIEVE PRIMAVERAL
BLOQUEA TODAVÍA LOS ACCESOS.
penúltima curva del camino, el denomina-
do mirador de Los Volcanes nos ha pro-
porcionado una panorámica completa so-
bre la doble cumbre volcánica y los cam-
pos glaciares que las rodean, sobre la
franja de pastizales andinos y los bosques
primigenios que cubren su base. Se trata,
sin duda, de uno de los cenits ambientales
y paisajísticos en esta región de Los Ríos
que en 1994 fue declarado Reserva Nacio-
nal, para garantizar así su legado a las ge-
neraciones futuras.
Dicha declaración se realizó en base a
8 lotes fiscales cuya sumatoria alcanza
las 7.519 hectáreas territoriales, a las que
se suman un lote de 395 has pertene-
ciente al fundo Chanchán (vendido por
CORFO en 1982 a Andrónico Luksic) y
otros dos lotes menores correspondien-
tes al Club Andino de Valdivia (15,25 has)
y al Regimiento Caupolicán (2 has). En
total, son 7.536,5 has las que componen
esta excepcional Reser va Nacional
Mocho-Choshuenco, considerada interna-
cionalmente como una de las joyas del
Sistema de Áreas Silvestres Protegidas
de Chile. También es una de las piezas
matrices dentro de esa gran Reserva de
la Biosfera de los Bosques Templados
Lluviosos de los Andes Australes, decla-
rada en 2007 por la UNESCO a nivel bina-
cional Chile-Argentina.
El referido curso del río Blanco lo salva-
mos por un estrecho puente de madera,
guo Refugio Choshuenco de la Universidad
Austral, cedido recientemente en comoda-
to a CONAF como futura guardería. A par-
tir de este punto, la ruta hacia la cumbre
s e a d e nt ra e n u n magnífico bos-
que de lengas y lle-
va, en una hora de
caminata, hasta los restos
de un andarivel que operó en
los parajes el Club Andino de Valdivia
(una sencilla caseta, un viejo motor aban-
donado y una serie de postes en madera
que sirven a modo de señalización de la
ruta que seguimos). En este mes de no-
viembre, la nieve invernal todavía cubre el
sector intensamente. Así que decidimos
concedernos un descanso, alimentarnos
con una energética ración de chocolate y
frutos secos y adaptarnos las raquetas de
nieve a nuestras botas de montaña.
Proseguiremos así nuestra ascensión en
otra hora más de marcha hasta alcanzar el
plató glaciar que precede al sector de cum-
bres. No hemos considerado necesario, en
esta ocasión, encordarnos: dado el espesor
de nieve que constatamos. Desde el último
tramo hacia la cumbre del Mocho, la vista
sobre el entorno andino resulta subyugan-
te. Hasta cuatro grandes lagos aparecen en
escena: el Ranco y el Riñihue, el Panguipu-
lli y el Neltume (más el Pirehueico, que es-
tá reservado para el espectáculo desde la
cumbre). En cuanto a los grandes bosques
australes, desde aquí se observan en uno
de sus ángulos más pletóricos, cubriendo
sin solución de continuidad toda la orogra-
fía comprendida
entre los volcanes La-
nín, Villarrica y Puyehue. Sin
duda, esta ascensión al Mocho es una
de las más bellas Rutas Verdes que jamás
hemos realizado.
Pero esta montaña mágica, a pesar la fi-
gura de conservación que oficial y públi-
camente la ampara como Reserva Nacio-
nal, se enfrenta quizá a un futuro impre-
decible. Su sector oeste es ocupado de
facto, desde hace varios años, a pesar de
su condición pública, desde el exclusivo
interés privado del colindante fundo Huilo
Huilo (que promueve el acceso a los sec-
tores glaciares en moto de nieve a razón
de entre 20.000 y 30.000 $, a pesar de su
consideración como zonas intangibles por
el propio Plan de Manejo de la Reserva
Nacional). Esta situación, técnicamente
irregular, estaría además ahora a punto
de legalizarse en base a un plan de conce-
siones turísticas en la Reserva Nacional.
Una circunstancia que los habitantes de
localidades como Choshuenco consideran
amenazantes para sus actividades, así
como preocupante e incompatible con los
objetivos de conservación desde instan-
cias internacionales. El Mocho-Choshuen-
co, una montaña sagrada, no debe ni
puede privatizarse. O

PE INFOVIAJE
UÊDURACIÓN Y DISTANCIAS
En tiempo de verano, el viajero
ya puede acceder en vehículo
hasta el refugio existente: en
2013 se construyó un nuevo
puente sobre el río Blanco; y se
prologó el camino vehicular unos
3,5 kms hasta el sector de la
Tumba del Buey y el límite del
casquete glaciar del Mocho.
En tiempos de caminata, la
al refugio antes del
atardecer).
UÊMEJOR ÉPOCA
Verano y otoño; en primavera
tardía, aunque la nieve
permanece como protagonista
sobre la mayor parte de la
Reserva Nacional, la ascensión
al Mocho con raquetas de nieve
resulta una experiencia
fascinante.
UÊVALORES NATURALES
un territorio-refugio para la fauna
andina, con presencia de puma,
zorro chilla, pudú, entre los
mamíferos (el huemul se extinguió en la zona, debido a la
caza descontrolada, en los años
GPS 1 Choshuenco/ base ecoturística previa: alojamiento, alimentación, guías- 39°50'9.64"S/ 72° 4'45.60"O
de 1980). Entre las aves, el águila

EL REFUGIO DE CHOSHUENCO,
PUNTO DE PARTIDA HACIA LA
CUMBRE.
UÊLOCALIZACIÓN
Comunas de Los Lagos,
Panguipulli y Futrono.
UÊALTITUDES
Max: 2.422 m (cumbre del
Mocho) y 2.415 m (cumbre del
Choshuenco); min: 1.090 m (en
los límites o de la Reserva
Nacional).
ascensión al Mocho requiere de
1:30 entre el refugio y la Tuma
del Buey; 1 h más entre este
punto y el Plató o llanura
existente previa al sector de
cumbres; y 1 h más hasta
coronar la cumbre del volcán
Mocho. En cuanto a la cumbre
del Choshuenco, su ascensión
plantea mucho más reto técnico,
por sus escarpaduras relevantes.
La recomendación es pasar la
noche previa en el refugio para, a
la mañana siguiente acometer la
ascensión al Mocho (con
suficientes horas por delante
como para retroceder de nuevo
mora o chilena y el carpintero
negro. Los cóndores resultan
frecuentes. En cuanto a flora, al
ser bosque laurifolio valdiviano,
se pueden encontrar en las zonas
altas, plantas inferiores y
colonizadoras tales como:
musgos, líquenes, helechos,
algas azules y hepáticas. En
zonas un poco más bajas hay
lenga y ñirre.
UÊCÓMO LLEGAR
Se accede a través de un camino
que bordea el lago Panguipulli
AVANZANDO CON RAQUETAS DE NIEVE POR EL PLATÓ GLACIAR. AL FONDO LA hasta el pueblo de Choshuenco,
CUMBRE DEL CHOSHUENCO (2.415 M). donde se toma el camino hacia el
PUNTOS GPS
GPS 2 Camino vehicular de acceso a la Reserva Nacional Mocho-Choshuenco- 39°50'31.45"S/ 72° 5'30.05"O
GPS 3 Puente vehicular sobre el río Blanco- 39°54'31.32"S/ 72° 8'56.82"O
GPS 4 Desvío por el camino vehicular de acceso a la Reserva Mocho-Choshuenco- 39°54'50.38"S/ 72° 8'55.67"O
GPS 5 Punto panorámico sobre el lago Riñihue y el río Enco- 39°55'37.10"S/ 72° 8'1.00"O
GPS 6 Mirador Los Volcanes- 39°56'19.90"S/ 72° 5'49.72"O
GPS 7 Nuevo puente vehicular sobre el alto río Blanco- 39°56'13.61"S/ 72° 5'46.70"O
CON LA LLEGADA DE LA PRIMAVERA, LA NIEVE SE
GPS 8 Refugio- 39°56'13.24"S/ 72° 5'43.19"O
RETIRA Y REBROTAN LAS NALCAS.
GPS 9 Antigua caseta de maquinas de telearrastre (ruinas)- 39°56'41.37"S/ 72° 4'26.33"O
sector de Enco. Una vez en este GPS 10 La Tumba del Buey- 39°56'48.09"S/ 72° 3'54.05"O
lugar, el camino se desvía a la
GPS 11 Plató y glaciar- 39°55'46.22"S/ 72° 2'25.37"O
izquierda, hacia la reserva.
GPS 12 Cumbre del volcán Mocho (2.422 m)/ punto final de ruta- 39°55'56.28"S/ 72° 1'35.67"O
UÊCARTOGRAFÍA
Instituto Geográfico Militar, escala
1:50.000, hoja ‘Enco’.

PE RV/P12
Ascensión al Mocho-Choshuenco. En la montaña mágica /79
HITO HISTÓRICO-CULTURAL
PEHHC12
Juan Ladrillero
De Valdivia al Estrecho de Magallanes (1558)
Roberto Martinic, Geógrafo
Durante más de dos siglos la burocracia española
arrumbó la fundamental exploración
de Juan Ladrillero, que fue el primero en 1558 en
tomar posesión del Estrecho de Magallanes
‘para el Rey y las provincias de Chile’.
acido en la localidad andalu-
N za de Palos de Moguer en
torno a 1495, a la edad de 30
años ya había efectuado 11
viajes de ida y vuelta entre España y el
continente americano. Formado como pi-
loto en la renombrada Escuela de Nave-
gantes de Sevilla, en 1535 decide estable-
cerse en la costa occidental de Nicaragua,
en Corinto, para dedicarse a construir em-
barcaciones (su padre, Pedro Ladrillero,
habría participado en la construcción de
las naves de Cristóbal Colón) para la ex-
ploración del recién descubierto Mar del
Sur, el océano Pacífico.
Su afán de aventuras le empujará en
1540 a navegar como piloto en la arma-
da de Pascual de Andagoya, hacia el Pe-
rú; y en el transcurso de este lance fun-
dará la ciudad-puerto colombiana de
Buenaventura, poniendo sobre las cartas
la remota isla Gorgona. Hacia 1545 se le
encuentra en la ciudad de Quito, desde
donde participa en las guerras civiles ge-
neradas por los hermanos Pizarro. Ladri-
llero formará parte de las tropas del Ad-
ministrador real Vaca de Castro, enviado
por Carlos I para restablecer en el Perú
la autoridad de la Corona frente a las
pretensiones de los conquistadores del
imperio Inca.
En recompensa a su empeño recibirá en
1548 la encomienda de Chuquiaco, cerca
de la actual capital boliviana, La Paz, a
donde se retiró tras su casamiento con la
joven limeña doña Francisca Cabrera. El
siempre inquieto navegante, no obstante
encontrarse en tierras altiplánicas, se
construyó un pequeño velero y a bordo de
él exploró con entusiasmo las costas e is-
las del gran lago Titicaca. Pero de su vida
de hacendado en Chuquiaco le sacará, en
1556, un llamado del Virrey don Andrés
Hurtado de Mendoza, para que comande
la flotilla que debía trasportar desde el
Perú a su hijo García Hurtado de Mendo-
za, nombrado nuevo Gobernador de las
provincias de Chile. Por aquel entonces, el
nauta Juan Ladrillero, había cumplido ya
los sesenta años.
EXPLORADORES OLVIDADOS DE CHILE
QLa Aventura náutica de Juan Ladrillero (1557-1559)
La escuadrilla al mando de Ladrillero
zarpó de El Callao el 2 de febrero de 1557
y tocó en el puerto de Coquimbo, prosi-
guiendo luego en rumbo directo hacia la
isla de Quiriquina y la bahía de Concep-
ción. En el fuerte de Penco, sumido en-
tonces en plena guerra contra los indíge-
nas araucanos, Ladrillero desembarcó al
nuevo Gobernador de Chile, a la tropa
de viejos Tercios que le acompañaba y
también a Alonso de Ercilla, aquel solda-
do y hombre de letras destinado a
escribir en estas tierras su épico poema
´La Araucana’.
Junto con el nombramiento de García
Hurtado de Mendoza como Gobernador
de Chile se había hecho llegar desde Es-
paña una Real Cédula con indicaciones
precisas ‘para ampliar y extender la go-
bernación de Chile hasta el estrecho de
los confines de la Terra Australis’, descu-
bierto en 1521 por la expedición de la pri-
mera vuelta al mundo, de Fernando de
Magallanes y Juan Sebastián Elcano. La
plaza fuerte de Valdivia se designaba co-
mo el punto de partida para la navegación
hasta dichos lugares del fin del mundo.
Las naves para la aventura serian los ga-
leones San Luis y San Sebastián, que du-
rante varias semanas permanecieron fon-
deados frente a la actual capital de Los CARTÓGRAFO DE LA ESCUELA DE NAVEGANTES DE SEVILLA EN
Ríos, a pocas brazas de la isla de Valen- S. XVI, DONDE ESTUDIÓ JUAN LADRILLERO.
El Estrecho:
un caso de uti possedetis
Cuando el 21 de septiembre de 1843 los tripulantes de la go- tiguas colonias españolas, de las que las nuevas naciones se
leta Ancud, y al frente de ellos su capitán Juan Williams, to- consideraban naturales herederas. En el caso concreto del fa-
maron posesión efectiva del Estrecho de Magallanes para la moso paso magallánico austral (frente a las reclamaciones
República de Chile lo hicieron en virtud del denominado uti argentinas, francesas o inglesas de la época) los derechos
possedetis. Uti possedetis iure es la fórmula jurídica por la chilenos se remontaban a la previa toma de posesión de es-
que se reconoció a las nuevas repúblicas americanas su de- tos lugares por parte de otro de los grandes exploradores olvi-
recho a conservar íntegramente, como territorios propios, los dados, Juan Ladrillero, el cual un 9 de agosto de 1558 lo había
anteriormente adscritos a los diferentes territorios de las an- hecho en nombre ‘del Rey y de las provincias de Chile’.
PE HHC12
Juan Ladrillero. De Valdivia hasta el Estrecho (1558) /81
HITO HISTÓRICO-CULTURAL EXPLORADORES OLVIDADOS DE CHILE

PLACA CONMEMORATIVA EN HONOR AL NAVEGANTE LADRILLERO. PUERTO NATALES.

zuela (la actual isla Teja). Al mando del

San Luis iba el propio Juan Ladrillero, que
entre sus hombres de mayor confianza
contaba con su lugarteniente Francisco
Martín Palominos, el piloto Hernán Galle-
gos, el escribano Luis Mora, además de su
fiel criado negro, al que llamaba Pochón.
Al mando del San Sebastián se encontraba
otro navegante experimentado, Francisco
Cortés Ojea, que ya había participado en
otra expedición al Estrecho en 1553, co-
mandada por Francisco de Ulloa.
El 17 de octubre de 1557 la expedición zar-
pó del puerto de Valdivia, se dispararon
desde el San Luis tres cañonazos de despe-
dida y pocas horas después, a favor de un
viento propicio, la expedición embocaba a
toda vela hacia el mar abierto, dejando
atrás la bahía de Corral. La primera sema-
na de navegación fue propicia y los vientos
portantes impulsaron la flotilla rumbo al
sur jalonando sucesivamente los principa-
les hitos de esta parte de la costa chilena:
punta Galera, la boca del río Bueno, el mo-
rro San Pedro, la isla Grande Chiloé…
El derrotero escrito por Juan Ladrillero
(una obra muy precisa, sorprendente para
la época) identifica asimismo las islas Gua-
fo, Ipún y Guamblín (al occidente del ar-
chipiélago de los Chonos), así como el ca-
bo Tres Montes, en la península de Taitao.
En cuanto al golfo de Penas (que Ladrille-
ro denomina bahía Alcachofada), como es
su tradición, le recibió con un soberano
temporal, que la armadilla negoció como
mejor pudo, hasta que finalmente encon-
tró refugio en la bahía de Nuestra Señora
del Valle. Este lugar se ha identificado con
el extremo norte del canal Fallos, un lugar
remoto en la costa de la isla Campana.
Aquí se produjo el primero de varios en-
cuentros entre los navegantes y los indíge-

nas kawaskar o alacalufes. Se trataba de
una docena de aborígenes canoeros, habi-
tantes de los canales interiores en torno a
la gran isla Wellington, a los que Ladrillero
describe como deformes, cuyas mujeres
son tanto o menos agraciadas que los hom-
bres. Dos de ellos fueron tomados como re-
henes, para llevarlos como intérpretes en
próximos encuentros. Algo así como si una
nave extraterrestre de pronto abriese sus
puertas y nos abdujese…
La navegación prosiguió por el canal Fallos,
que es un enorme callejón entre montañas
Q Durante
Lo desconocido era el siguiente canal,
posteriormente bautizado como canal La-
225 años drillero en honor a nuestro atrevido nave-
gante, el cual le permitió salir al golfo
Trinidad y de nuevo el mar abierto. Otra
las exploraciones tormenta, que casi desarbola ambas na-
ves, separó finalmente a la San Luis de la
realizadas por San Sebastián de Cortés Ojea, que ya no
volverán a encontrarse. Este último ter-
Juan Ladrillero minará por desmontar su navío averiado,
en los canales para con los materiales desmantelados
construirse otra embarcación más peque-
(lo que le llevó a descubrir el Campo de
Hielo Sur, en medio de una navegación
por entre islas de hielo y carámbanos) .
Meses más tarde explorará asimismo el
sector de Última Esperanza, donde se le-
vanta actualmente la ciudad de Puerto
Natales. Y en la remota península Sach
dejará un grabado en la roca (que todavía
existe) a modo de aviso para los futuros
navegantes, para que desistan de alcanzar
MAPA DE EXPEDICIÓN
LADRILLERO- ARCHIVO
DE LA MARINA DE CHILE-
el océano Atlántico por esta vía (que se
termina en el fiordo por él bautizado co- bran fuerzas a base de buen pescado y brá que amputarle una pierna: cierta no- bando finalmente hacia Concepción. A este
TRANSCRITO EN 1875.

insulares, temido todavía hoy por sus carac-

terísticas de túnel de viento. En este esce-
de la Patagonia no
nario temible, la San Luis y la San Sebastián
se deslizaron durante dos jornadas sin con-
fueron superadas
trol, con imposibilidad de fondear de noche
debido a la gran profundidad de sonda en el
canal. Por ello, tuvieron que encender los
faroles prosiguiendo la singladura en la os-
curidad y hacia lo desconocido, con tan solo
el amparo de la Virgen del Cielo…
ña en la que retornará a Valdivia, donde
da la noticia de la desaparición de Juan
Ladrillero.
Algo muy lejos de la realidad ya que el
porfiado Ladrillero no solo sobrevivió al
temporal, sino que volvió a adentrarse
animoso por el laberinto de los canales
patagónicos remontando de nuevo hacia
el golfo de Penas, por los canales Concep-
ción y Messier, tras explorar el seno Eyre
mo Obstrucción).
Ya en el entorno del estrecho de Magalla-
nes, el invierno de 1558 le alcanza con su
tripulación agotada y sin víveres, por lo
que decide refugiarse durante cuatro me-
ses en lo que bautiza como Puerto de los
Remedios (posiblemente el actual canal
Abra, que separa las islas Desolación y
Santa Inés). Allí traba conocimiento con
indígenas Yahgan y los españoles reco-
mejor marisco. Por fin, el 9 de agosto de
1558, a la altura de la Primera Angostura
del Estrecho, Ladrillero desembarcará al
frente de sus hombres, plantará la bande-
ra, ordenará al escribano levantar acta y
tomará así posesión del paso magallánico
para el Rey y para las provincias de Chile.
El viaje de retorno hacia el norte resulta
atroz. Al lugarteniente Palomino, herido
durante una refriega con los alacalufes, ha-
che, en medio de un temporal en el golfo
de Penas, salta por la borda y se suicida.
Otros tripulantes han ido muriendo de es-
corbuto y agotamiento. Ladrillero, ha deja-
do de escribir su derrotero y se consume
de fiebre, postrado en su recamara. Será el
piloto Hernán Gallegos quien asuma el
mando del San Luis. En busca de mejores
vientos, se adentrará en el Pacífico, pasan-
do de largo la latitud de Valdivia y arrum-
puerto solo llegan tres supervivientes, que
fallecen al poco de tocar tierra. Ladrillero
muere un día antes de cumplirse la arriba-
da. Su diario será enviado a España. Pero
en la metrópolis lejana este escrito explo-
ratorio fundamental será arrumbado por la
burocracia durante 225 años. Por lo que
Juan Ladrillero quedará, para la historia de
la exploración, como uno de sus más insig-
nes olvidados. Q

PE HHC12
Juan Ladrillero. De Valdivia hasta el Estrecho (1558) /83
PE RV/P13
Por la península
de Illahuapi
Enclave de la tradición autóctona

LA ENSENADA DE RIÑINAHUE Y LOS MONTES DE RUPUMEICA. EMBARCANDO EN PUERTO MORA: CIERRE NÁUTICO DE ESTA RUTA VERDE.

culo de aproximación donde el aparca-

miento inmediato al Salto del Nilahue: un
bello paraje fluvial donde nos guardarán
además el auto por unas pocas lucas. A
partir de este punto, nuestra Ruta Verde
discurrirá un breve trecho sobre el asfal-
to de la carretera de Futrono a Lago Ran-
co; para, seguidamente, optar por el ca-
mino ripiado que penetra hacia la penín-
CHUCAO sula de Illahuapi. Un itinerario sin gra-
(SCELORCHILUS
RUBECULA) diente, que nos llevará en paralelo al ba-
jo curso del río Nilahue, hasta la playa
del Arenal y las orillas del lago Ranco. En
cuanto a las panorámicas sobre el sagra-
do cerro Ille resultarán, en todo momen-
sus espaldas se levanta un to, espectaculares.
Una activa comunidad
mapuche-huilliche
L a comunidad tradicional que habita en la península de Illahuapi está orgullosa de
su origen mayoritariamente mapuche-huilliche, conservando sus costumbres
con arraigo, aunque sin los excesos folkloristas que desvirtúan otras propuestas
del, en ocasiones, mal denominado etno-turismo. La medicina tradicional, por ejem-
plo, se mantiene en toda su vigencia y las hierbas medicinales con poderes sanado-
res representan una de las riquezas ancestrales de este territorio. Por otra parte,
han conseguido la implantación de una de las primeras Escuelas Étnicas mapuche-
huilliche del país, cuyo moderno edificio que acoge a 29 alumnos evoca la forma tra-
dicional del kultrún.
Cada mes de febrero, asimismo, continúa celebrándose en Illahuapi, con toda su in-
tensidad, la fiesta de la trilla a caballo o lepún, soltando a los animales al trote en re-
dondo para separar la paja de la mies. En cuanto a los telares artesanos se mantie-

A cerro ancestral y mítico: el

Ille (1.287 m), el mejor vigía
sobre todas las tierras del
Ranco, que recubren los profundos bos-
ques antiguos. Esta cumbre es sagrada
para la comunidad mapuche-huilliche
que hasta el día de hoy habita en esta
apartada península. Una comunidad ori-
ginaria que llevó en ella una vida real-
mente insular hasta hace poco más de
tres lustros, cuando el primer camino ro-
dado fue abierto desde la carretera Lli-
fén-Riñihue, para desenclavar estas sole-
dades. Antes de aquello, nos cuenta Ma-
ría Teresa Rudolph, descendiente de uno
de los primeros colonos alemanes llega-
dos a estas tierras a finales del siglo XIX,
‘para salir de Illahuapi la única opción
era la barca’, en una travesía arriesgada
hasta la otra parte del seno Riñinahue y
el pie de los cerros de Futangue, donde
los parajes dramáticos que se denominan
El Derrumbe, o El Peligro.
Desde el punto de vista ecoturístico, la
península de Illahuapi resulta hoy espe-
cialmente idónea para el cicloturismo.
Nuestra recomendación es dejar el vehí-
La primera subida acentuada de la ruta
nos permitirá, a partir de El Arenal, enla-
zar con el istmo mismo de la península
de Illahuapi. Aquí se verifica, cada lunes,
un pequeño mercadillo campesino junto
nen en esta península también en todo su vigor y dos asociaciones de artesanas
agrupan la actividad textil tradicional de antaño aunque incorporando nuevos dise-
ños y facturas, cuyo éxito resulta creciente. Estos talleres artesanos merecen, sin
duda, la visita del viajero. Para promover el turismo rural en la península de Illahuapi,
pero sin perder la autenticidad de las raíces ancestrales, sus habitantes mantienen
una página web y una dirección de contacto, información y para reservar servicios
a la escuela rural de Ensenada, al que turísticos con antelación: http://illahuapi.hostei.com y turismoillahuapi.com. Atiende
acuden los habitantes locales a pie, a ca- Lorena Sepúlveda Millahueque.
ballo, en las carretas de bueyes. Nuestro
pedaleo nos llevará después hasta la lla-
mada Ensenada Sur, donde doña María
Traruanca, al frente de un grupo de mu-
jeres de la comunidad, puede preparar-
nos, si gustamos, un buen almuerzo a la
mapuche en su quincho-cabaña junto al
camino. Para continuar en dirección al
otro núcleo comunal de la península,
desplegado en torno a la posta de
Illahuapi. En el camino vamos a disfrutar
de espléndidos panoramas sobre las
cumbres de Futangue, el entorno sur del
Parque Nacional Puyehue, el pequeño
volcán Carrán o las cumbres andinas de
la parte de Rupumeica.
Allí donde la posta de Illahuapi funciona,
desde 2009, una de las primeras escuelas
étnicas mapuche-huilliche del país. Y fun-
cionan un par de talleres textiles todavía UN DÍA DE COMPRAS EN EL MERCADO RURAL DE ENSENADA.

ILLAHUAPI: UN CONJUNTO ECO-PAISAJÍSTICO PRIVILEGIADO.

PE RV/P13
Por la península de Illahuapi. Enclave de la tradición autóctona /85
86/ PE RV/P13
Por la península de Illahuapi. Enclave de la tradición autóctona

EL ISLOTE CHINGUE, EN EL LAGO RANCO.

equipados con sus tradicionales telares,
en los que trabajan colectivamente las ar-
tesanas locales, agrupadas en las asocia-
ciones Las Siemprevivas y Las Dos Lagu-
nas. De sus lienzos y urdimbres el viajero
verá brotar magníficos ponchos, chales,
bufandas de lana teñida a la vieja usanza,
cuya demanda ya alcanza Santiago, tam-
bién allende las fronteras. Otras dos joyas
en este entorno peninsular son las peque-
ñas lagunas de Aguas Negras y de Chal-
quihue, escondidas entre orla de bosques
y totoras, buenos lugares para observar
variedad de aves acuáticas y rapaces.
Pero lo mejor será continuar pedaleando
hasta el extremo más occidental de
Illahuapi, la punta Conunhue, donde exis-
ten unas cuevas de interés espeleológico
que sirvieron de refugio tradicional, en
caso de peligro, a los antiguos habitantes
autóctonos. El camping rústico ‘Paraíso
de las Cavernas’ se localiza al pie mismo
de este perfecto promontorio lacustre:
un lugar idóneo para plantar la carpa.
Otro lugar atractivo, que también cuenta
con instalación rústica de camping es, en
Puerto Mora, el ‘Canto del Chucao’. En es-
te lugar, frente por frente del islote El
Chingue, fondea su barca don Beto Leiva,
con la posibilidad de cerrar nuestro cir-
cuito navegando (con nuestras bicicletas
a bordo…) a lo largo de la costa norte de
la península. El viajero volverá a poner
pie a tierra en la playa del Arenal. Para
proseguir pedaleando desde este paraje
hasta alcanzar de nuevo nuestro punto
de partida, junto al salto del Nilahue. El
sagrado cerro Ille, la hermosa península
de Illahuapi quedarán definitivamente
impresas en nuestra memoria. O

PE INFOVIAJE
557 m, cerro Triguepulla; mínima:
70 m, lago Ranco.
U DURACIÓN Y DISTANCIAS
Se recomiendan dos jornadas,
pasando la noche en camping o
cabaña en la parte oeste de la pe-
nínsula; pero esta ruta verde tam-
bién puede resolverse en una sola
jornada. Desde el salto del
Nilahue a la Escuela Rural de
U MEJOR ÉPOCA
Cualquier época del año: pero
fuera de la temporada veraniega,
la tranquilidad rural en Illahuapi
resulta absoluta.
U VALORES NATURALES
Una península ‘casi isla’ (Illahuapi
significaría precisamente esto, en
mapudungún); y el más extenso
territorio peninsular en la Región
Güiñas. Existe el puma y el cón-
dor se avista ocasionalmente.
U MONUMENTOS DEL HOMBRE Y
PUNTOS DE INTERÉS FLUVIAL
Pervivencia de las tradiciones
mapuches-huilliches. Una de las
primeras Escuelas Étnicas que
funcionan en el país. Cultivos y co, 35 kms. Para navegar entre
ganadería tradicionales. El uso Puerto Mora o Las Cavernas y
ancestral de las plantas medici- El Arenal, la embarcación de GPS 1 Salto del Nilahue- 40°17'7.32"S/ 72°10'19.51"O

Illahuapi son 18 kms (en bicicleta,
considerando las paradas, unas
3 horas); hasta los campings Pa-
raíso de las Cavernas y El Canto
del Chucao, otros 2 y 1,5 kms
respectivamente; si decidimos
cerrar el circuito por vía terrestre,
pedaleando por los caminos de la
parte N de la península, entre la
ACARREANDO MADERA Escuela Rural de Illahuapi y el sal-
CON LA TRADICIONAL to del Nilahue son 16 kms (2-3
CARRETA DE BUEYES.
U LOCALIZACIÓN horas); pero si optamos por em-
Comuna de Lago Ranco. barcarnos entre Puerto Mora y
El Arenal, combinaremos 9 kms
U ALTITUDES por vía náutica (circunnavegando
Máxima: 1.287 m, en cerro Ille; en el islote del Chingue) con otros
la propia península de Illahuapi, 8 kms por vía terrestre.
de Los Ríos. Una unidad eco-pai-
sajística excepcional sobre el en-
torno oriental del lago Ranco. Di-
versos islotes en su periferia, co-
mo El Chingue, Caupolicán, El
Peje. Y dos pequeñas lagunas:
las de Aguas Negras y de Chal-
quihue. El sagrado cerro Ille
(1.287 m) domina su entorno,
manteniendo extensiones valio-
sas de bosque nativo. En el extre-
mo oeste de la isla, el paraje de
Las Cavernas, de interés espeleo-
lógico, con interesante colonia de
quirópteros. Avifauna acuática
numerosa. Aves rapaces y fores-
tales. Huillines. Zorros culpeos.
nales. Cada mes de febrero, la
fiesta del lepún o trilla a caballo
al estilo mapuche. Los antiguos
telares tradicionales que perma-
necen en activo, generadores de
afamados productos textiles.
U CÓMO LLEGAR
Por la carretera T-85, entre Futro-
no y Lago Ranco; tomando el ca-
mino ripiado a la península de
Illahuapi un kilómetro al sur del
Salto del Nilahue. Desde Valdivia,
142 kms hasta el aparcamiento
del Salto del Nilahue (por Futro-
no). Desde Futrono, 35 kms has-
ta este punto. Desde Lago Ran-
Beto Leiva (entran bien hasta
8 personas con sus bicicletas;
a razón de $ 16.000 por viaje).
U ARTESANÍA
Junto a la escuela de Illahuapi,
los talleres artesanos Las Dos
Lagunas y Las Siemprevivas, que
agrupan a las tejedoras locales;
en telares tradicionales elaboran
un magnífico muestrario de pren-
das. Merecen, sin duda, la visita.
U CARTOGRAFÍA
Instituto Geográfico Militar, esca-
la 1:50.000, hojas ‘Lago Ranco’ y
‘Riñinahue’.
PUNTOS GPS
GPS 2 Cruce hacia Illahuapi- 40°17'12.95"S/ 72°10'47.96"O
GPS 3 Playa El Arenal- 40°16'8.93"S/ 72°15'6.60"O
GPS 4 Ensenada Norte- 40°16'38.75"S/ 72°15'51.54"O
GPS 5 Escuela y mercado semanal de Ensenada- 40°16'45.35"S/ 72°16'6.72"O
GPS 6 Ensenada Sur- 40°17'31.02"S/ 72°15'52.83"O
GPS 7 Laguna Aguas Bravas- 40°16'32.02"S/ 72°18'37.25"O
GPS 8 Talleres textiles artesanos- 40°16'20.53"S/ 72°18'40.01"O
GPS 9 Escuela Mapuche Illahuapi- 40°16'18.20"S/ 72°18'41.21"O
GPS 10 Punta Conunhue y Las Cavernas- 40°15'47.01"S/ 72°20'1.93"O
GPS 11 Puerto Mora- 40°15'43.70"S/ 72°18'44.31"O
GPS 12 Islote El Chingue- 40°15'6.52"S/ 72°19'7.37"O
LA ARTESANA MACARENA NAVARRETE, EN SU TELAR DE ILLAHUAPI.

PE RV/P13
Por la península de Illahuapi. Enclave de la tradición autóctona /87
HITO HISTÓRICO-CULTURAL
PEHHC13
Vidal Gormaz
La Covadonga en Valdivia
Roberto Martinic, Geógrafo
La misión hidrográfica
desarrollada en 1875
y 1876 por la
renombrada nave en
la actual región de
Los Ríos contribuyó
decisivamente a la
elaboración de las
modernas cartas
náuticas del litoral de
esta parte de Chile.
EXPLORADORES OLVIDADOS DE CHILE
ASÍ LUCÍA EL PUERTO DE CORRAL A FINALES DEL S.XIX. ARCHIVO DE LA DIRECCIÓN MUSEOLÓGICA UACH.
L
a historia nos enseña como la pe-
queña goleta Covadonga, capita-
neada por Carlos Condell, se en-
frentó astutamente, en aquel difí-
cil combate de Punta Gruesa librado inme-
diatamente al sur de Iquique a la potente
fragata peruana Independencia a la que
consiguió hacer encallar mientras esta últi-
ma la perseguía. Este acontecimiento naval
tuvo lugar luego del hundimiento de la go-
leta Esmeralda por parte del monitor pe-
ruano Huáscar, el 21 de mayo de 1879 y en
los comienzos de la Guerra del Pacífico.
Lo que pocos recuerdan es que, tan solo
4 años antes, aquella misma goleta Cova-
donga se dedicó a recorrer las costas de
Valdivia exhaustivamente, con la misión
de realizar el primer reconocimiento hi-
drográfico pormenorizado de las costas
de la actual región de Los Ríos. En este
sentido, la Covadonga merece ser consi-
derada como una auténtica exploradora
olvidada. Y, con ella, sus oficiales y tripu-
lantes enviados en aquella relevante mi-
sión hidrográfica desarrollada durante los
años 1875-76 y cuyo objetivo era construir
las cartas náuticas de la zona.
Al mando de la Covadonga se encontraba
el capitán Domingo Salamanca, insigne
marino chileno, y entre sus oficiales apare-
cen los tenientes segundo Juan Barrientos
y Manuel Señoret (este último tendría una
participación destacada en el combate de
Angamos, alcanzaría el grado de Contraral-
mirante en la Armada de Chile y ejercería
también como Gobernador del Territorio de
Magallanes).
El 20 de octubre de 1875 la Covadonga
efectuó su entrada en la bahía de Corral.
Por aquel entonces, el faro de Punta Gale-
ra, que marca la aproximación a esta rada
desde el mar abierto, estaba en fase de
VIDAL GORMAZ.
construcción. En Corral, según el diario de
a bordo, ‘había solo dos buques a la carga
de madera, único artículo que se exporta
en barcos de vela’. Desde su base en Co-
rral, a los pocos días se iniciaría el recono-
cimiento de la costa valdiviana al completo,
entre punta Ronca por el norte y punta Ga-
lera por el sur. Además, en esta misma mi-
sión se efectuaría el reconocimiento del río
Valdivia y del Río Bueno. Un importante
trabajo hidrográfico en el que los tripulan-
tes de la Covadonga iban a emplear hasta
6 meses de laboriosa navegación.
En Corral, luego de pasar varios días ‘ajus-
tando los cronómetros’, la Covadonga enfi-
lará hacia el norte, con rumbo a la bahía de
Maiquillahue. Al cabo de dos días estará le-
vantada la primera carta náutica de la ba-
hía. En un pequeño bote, los marinos pene-
traron por el rio Lingue (o Mehuín) y lo re-
montaron durante casi 7 km, ‘hasta donde
los rápidos impidieron seguir avanzando’,
pero logrando con éxito tomar los datos ne-
cesarios para realizar el plano de dicha des-
embocadura fluvial.
Así se describe el capitán Domingo Sala-
manca el área de Maiquillahue: ‘en toda la
extensión de esta bahía, limitada en sus ex-
tremos por altos y boscosos cerros que
caen perpendicularmente a pique sobre el
mar, dejando una gran playa de arena en el
centro, apenas si hay un lugar abordable
para embarcaciones menores…pues la pla-
ya es muy peligrosa a causa de la fuerte
marejada y rompiente constante en toda su
extensión. En ningún caso deberá intentar-
se abordarla’. En realidad, se trata de la
descripción de Mehuín hace 138 años, un
sector totalmente desconectado entonces,
por tierra, del resto del país. Poco más al
sur de Maiquillahue, en la pequeña caleta
Picuncura, se refiere que ‘es muy frecuenta-
da por las goletas que hacen el tráfico en-
tre Tolten, Corral y hasta Valdivia’. El nego-
cio de estas embarcaciones se enfocaba, al
parecer en el intercambio de frutos del
país, ganado menor y aves de corral.
Luego de efectuar los levantamientos en la
bahía Maiquillahue, los hombres de la Co-
vadonga efectuarán las mediciones de to-
dos los accidentes geográficos relevantes.
La punta y caleta Huezhui, la caleta Curín,
la punta Julepe y la caleta Brava, punta
Chungungo y morro Bonifacio, morro Gon-
zalo y el caletón del Huapi, punta Chaihuín
y punta Huiro, punta Galera... Son unos pri-
meros cuarenta días de trabajo constatan-
do la exuberante vegetación que se exten-
día entonces hasta la misma línea de costa,
entre sucesivos encuentros con las familias
huilliches del litoral.
En el entorno de punta Huezhui (proximi-
dades de Chanchán) localizarán ‘el desem-
La Cañonera “Covadonga”
La historia de Nuestra Señora de Covadonga no pudo ser más intensa y tre-
pidante. Construida como goleta en 1857 en los astilleros de Cádiz para la
Armada española, su casco era de madera (48,50 m de eslora), y estaba
equipada por un motor a vapor de 160 CV de potencia construido en El Fe-
rrol (España). Tras haber servido en la colonia española de las islas Filipi-
nas, fue una de las embarcaciones que bajo dicha bandera participó en la
absurda Guerra Hispano-Sudamericana (1864-1866), que enfrentó a Chile
y Perú con España, a raíz de una disputa por las islas Chinchas peruanas.
En el transcurso de este conflicto, la cañonera Covadonga sería capturada
por el Capitán de Fragata Juan Williams Rebolledo en el combate naval de Pa-
pudo, el 26 de noviembre de 1865. Esta acción motivó el suicidio del Almiran-
te español Pareja y llevó a su sucesor, Casto Méndez Núñez, a decidir, como
represalia, el bombardeo de Valparaíso el 31 de marzo de 1866. En cuanto a
la Covadonga, ya bajo bandera chilena, y luego de participar en varias explo-
raciones en la costa Chilena, se distinguiría en la Guerra del Pacífico contra el
Perú, especialmente en el combate naval de Punta Gruesa (21 de mayo de
1879). Pero casi un año después resultaría hundida, el 13 de septiembre de
1880, en Chancay, producto de un bote-trampa preparado por los peruanos
y que fue izado a bordo pensando que se trataba de una simple nave al gare-
te. Producto de la terrible explosión, murió ahogado su comandante Pablo Fe-
rrari, junto a otros 32 tripulantes. La valiente Covadonga yace hoy a 30 m de
profundidad en aguas próximas al puerto de El Callao.
PE HHC13
Vidal Gormaz. La Covadonga en Valdivia /89
HITO HISTÓRICO-CULTURAL EXPLORADORES OLVIDADOS DE CHILE
MAPA DEL RÍO.
CARTA NAÚTICA DEL
RÍO CALLECALLE
Y SUS TRIBUTARIOS.
PRIMER LEVANTAMIENTO
EN 1834 DE LA
DESEMBOCADURA DEL
RÍO BUENO.
barcadero mejor de todo este tramo de
costa, en la playa al fondo de la caleta ’.
Aquí ‘… la población, que es la más nume-
rosa entre Maiquillahue y morro Bonifacio,
muestra suma desconfianza por los extran-
jeros; pues tan pronto como se acerca un
buque, el toque de una corneta sobre la
prominencia de Huezhui avisa al cacique
Curín, señor de estos lugares, y a sus mo-
cetones, los que inmediatamente se reúnen
en gran número y montados, en la playa
del desembarcadero, donde el que desem-
barca es abrumado a preguntas sobre el
objeto del viaje, embarcaciones, fuerza y
armamento del buque’.
Más al sur destaca la importancia del cerro
Oncol, que desde el océano se avista de
manera inconfundible, cayendo suavemen-
te hacia el mar y conformando ‘la parte
más saliente del litoral entre Corral y Queu-
le’. Especialmente interesante resulta el de-
talle que entrega, mas tarde, sobre el río
Chaihuín, ‘navegable para embarcaciones
menores, las que una vez que han salvado
la barra, pueden remontar con facilidad
hasta 5,5 millas’… ‘entre cordones de mon-
tañas que se abren formando un hermoso
y fértil valle de más de 1,3 millas de ancho,
por el que se desliza el río, describiendo
caprichosas curvas con espesa y vigorosa
vegetación en sus riberas’. De punta Galera
nos dice que ‘es conocida por los indígenas
como Buchuchen, siendo la punta más sa-
liente del litoral valdiviano’.
Concluidos los trabajos en la costa norte val-
diviana, el capitán Salamanca ordenó al te-
niente segundo don Manuel Señoret efec-
tuar los trabajos del Río Bueno; y al teniente
segundo don Juan Barrientos practicar una
‘prolija sonda del rio Valdivia, desde la des-
embocadura, hasta el lugar llamado El Islo-
te’. El Islote era como se conocía entonces al
islote de Haverbeck. El reconocimiento se
prolongó aguas arriba del río Cruces, hasta
el lugar de Tres Bocas, donde el topónimo
de Punta Covadonga todavía recuerda estos
hechos en pleno corazón del actual Santua-
rio de la Naturaleza Carlos Andwarten.
En cuanto a los trabajos en el río Bueno,
efectuados con apoyo del vapor Huanay,
posibilitaron el levantamiento de las prime-
ras cartas náuticas fiables para el sector
(Vidal Gormaz había levantado ya algunos
apuntes iniciales en 1834) comprendido en-
tre La Barra y el puerto de Trumag (o Tru-
mao), próximo a La Unión. En la desembo-
cadura del río Bueno la expedición encon-
tró a un solo habitante, un tal mister Jack-
son, ‘un inglés venido al lugar por motivos
de salud y que se ocupa del negocio made-
Q
1875, el año
de la misión
hidrográfica por las
costas valdivianas
rero…’. Hicieron falta muchos días por las
malas condiciones de viento (incluso en ve-
rano) antes de continuar la exploración del
rio Carimahuida, de bajo fondo y gredoso.
De paso, el teniente Señoret menciona que
la población de este lugar vive más de la
corta de leña de ulmo para los vapores, que
de la explotación agrícola de la tierra. Otros
afluentes como las Ánimas, el Manzanito y el
estero del Molino de Oro llaman la atención
del grupo, alargando los días de levanta-
miento y exploración. Finalmente, llegan al
puerto de Trumao donde finalizarán los tra-
bajos de levantamiento encargados, ‘en una
hermosa vega con dos grandes graneros,
unas dos casas y cuatro ranchos, unido por
caminos a Osorno, a la aldea de Rio Bueno y
a la villa de la Unión, cuyos productos expor-
tan los vapores’. Trigos, harinas, cueros, ma-
deras de construcción, cascara de lingue y
lanas eran los principales productos que se
exportaban desde este remoto puerto flu-
vial. En cuanto al esforzado teniente Seño-
ret, a bordo de una embarcación menor,
ayudado por guías indígenas, proseguirá su
labor exploradora todavía más allá del pro-
grama encomendado y continuará remon-
tando el Bueno hasta enlazar con el lago
Ranco, cuyos primeros planos se encargará
de levantar. Q
PE HHC13
Vidal Gormaz. La Covadonga en Valdivia /91
PE RV/P14
Nuevas rutas por
el Caulle-Puyehue
Senderos post-erupción
al territorio volcánico
EL CRÁTER DEL PUYEHUE, CUBIERTO POR SU CASQUETE GLACIAR: UN ESTRATOVOLCÁN DORMIDO, CUYA
ÚLTIMA ERUPCIÓN SE REMONTA AL 850 D.C.
E
l Cordón del Caulle (1.798 m) es
una gran fisura volcánica que ha
entrado en erupción numerosas
veces en la historia. Articulado con
la contigua alineación montañosa de la Sie-
rra Nevada (2.156 m) y esta, a su vez, con el
vecino cerro Puyehue (2.240 m, un estrato-
volcán dormido cuya última erupción se re-
montaría al año 850 d.C,), conforma una so-
la unidad geomorfológica denominada por
los vulcanólogos Complejo Volcánico Puye-
hue-Cordón del Caulle, cuya superficie total
alcanza los 160 kms2.
La última erupción volcánica ocurrida en
este territorio vinculado asimismo al área
silvestre protegida Parque Nacional Puyehue
(cuyos límites comparten las regiones de
Los Ríos y Los Lagos) tuvo lugar el 4 de junio
de 2011: más de 100 millones de toneladas
de arenas y piedra pómez, impulsadas por
una fuerza estimada equivalente a 70 bom-
bas atómicas. Las emisiones eruptivas que
generaron una nube de cenizas que quince
días después de la erupción, dio la vuelta al
mundo, arrastrada por los vientos dominan-
tes (afectando a ciudades tan distantes
como Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, o
Melbourne, en Australia). Sus efectos devas-
tadores se mantuvieron, según distintos
niveles de intensidad, durante dos años,
afectando a los inmediatos sectores tanto
chilenos como argentinos y provocando la
evacuación de unas 3.500 personas.
Se trató de uno de los más impresionantes
episodios volcánicos acontecidos en nuestra
historia reciente, a nivel planetario. Un fenó-
meno natural que se llevó por delante toda
la modesta infraestructura senderista que
existía en el ámbito del P.N. Puyehue y el
espectacular territorio andino que integra
su entorno. Aquellas cenizas grises, real-
mente, parecieron cubrirlo todo. Varios cen-
tenares de hectáreas de venerables bosques
autóctonos desaparecieron en pocos días de
ERUPCIÓN EN EL CORDÓN DEL CAULLE, EN 2011: CON UNA FUERZA EQUIVALENTE A UNAS 70 BOMBAS ATÓMICAS.
la faz de la Tierra. Varios cauces fluviales se
transmutaron. Los hermosos lagos del sec-
tor, como el Huishue, el Gris o el Constancia
(pero también otros lagos mayores, periféri-
cos, como el Maihue o el Ranco) aparecieron
cubiertos por masas flotantes de piedra
pómez, que fueron arrastradas incluso hasta
el océano Pacífico a favor de la corriente del
río Bueno. Ciertamente, la geografía y el
paisaje en esta porción del sur de la región
de Los Ríos experimentaron unos cambios
tan drásticos que todo parecía una pesadilla.
Pero la Naturaleza es brava también a la
hora de enfrentarse a sus propias adversida-
des, alcanzando espectaculares cotas de
resiliencia. En el momento actual aquellos
graves procesos eruptivos de 2011-2012 han
vuelto a caer en el letargo. Las lluvias y
nevadas que se han venido sucediendo a lo
largo de los pasados inviernos han termina-
do por limpiar las cenizas, devolviendo el
verdor a sus cordilleranas selvas. Asimismo,
esos hermosísimos lagos andinos del terri-
torio Puyehue-Caulle han vuelto a recuperar
sus tonos azules y esmeralda de antaño.
Desde el punto de vista faunístico, el cóndor
ha vuelto a enseñorearse de los cielos de
este territorio volcánico e, incluso, un grupo
relíctico de ciervos huemules, que deambu-
laba a caballo de la frontera chileno-argenti-
na (en las pampas que rodean al cerro
Pirámide), ha vuelto a dejarse ver al oriente
del P.N. Y, también desde hace ya un año, los
humanos hemos vuelto a visitar estas gran-
diosas soledades volcánicas.
Por nuestra parte, llevamos ya catorce
meses trabajando en el planteamiento de
una nueva red de Rutas Verdes sobre este
sector andino privilegiado. Unos itinerarios
que falta implementar y señalizar de mane-
ra estable ya que ha habido que replantear-
los desde un nivel cero. En total, lo que se
propone es el establecimiento de hasta once
rutas senderistas que. en su conjunto y ar-
BOSQUES VÍRGENES EN EL PARQUE NACIONAL DEL CAULLE, SECTOR RUPUMEICA ALTO.
Historia del Parque Nacional
Puyehue
L os actuales límites del Parque
Nacional Puyehue determi-
nan, oficialmente, una superficie
total protegida de 112.000 hectá-
reas, distribuidas administrativa-
mente sobre territorio de cuatro
comunas: Lago Ranco y Río Bue-
no, en la región de Los Ríos; y Pu-
yehue y Puerto Octay, en la re-
gión de Los Lagos. Por su flanco
oriental alcanza los límites con Argentina, enlazando ambientalmente, al otro lado de la
frontera, con el Parque Nacional Nahuel Huapi, en la provincia de Río Negro de aquel país.
Ambos territorios protegidos se integran, a su vez, dentro de la extensísima Reserva de la
Biosfera de los Bosques Templados Lluviosos de los Andes Australes (declarada por la
UNESCO en 2007, sobre una superficie de 2.168.956 hectáreas), de carácter binacional.
La creación del P.N. Puyehue se remonta al año 1941, sobre una extensión de 65.000 has
dependientes del entonces Ministerio de Tierras y Colonización, al objeto de ‘conservar la
belleza escénica y formaciones boscosas de precordillera y cordillera andina’. Este mismo
Ministerio, en 1950, ampliará su superficie protegida hasta las 145.000 has. Pero en 1980,
durante el periodo de la Dictadura Militar, el territorio del parque aparece como un verdade-
ro acordeón, extendiéndose y contrayéndose sucesivamente, perdiendo por ejemplo
23.000 has un día (para el establecimiento de la Colonia Rupanco) o ganando 15.035 has
al poco tiempo (en el sector del río Golgol y el extremo oriental del lago Rupanco). Estas
oscilaciones territoriales dificultaron la correcta gestión integral del parque nacional.
Finalmente, los límites definitivos del P.N. Puyehue fueron definidos por el Decreto
Supremo N° 445 del 5 de agosto de 1981 del Ministerio de Bienes Nacionales, que des-
afectó nuevamente una serie de terrenos de propiedad privada e incorporó nuevas
tierras fiscales al área silvestre protegida hoy incluida en la SNASPE (Sistema Nacional
de Áreas Silvestres Protegidas del Estado). Pero su aceptación de estos límites sigue
siendo contestada por la mayoría de los propietarios privados dueños de los fundos
circundantes, como son los casos de los de Rupumeica, Providencia y Contrafuerte, El
Porvenir o El Caulle. Una situación, sin duda, endiente de resolver a efectos de dotar de
solvencia territorial definitiva a esta preciada pieza de la naturaleza protegida en Chile.
PE RV/P14
Nuevas rutas por el Caulle- Puyehue. Senderos post-erupción al territorio volcánico /93
 94/ PE RV/P14
Nuevas rutas por el Caulle- Puyehue. Senderos post-erupción al territorio volcánico
EL CAJÓN VOLCÁNICO DEL RÍO CONTRAFUERTE.
ticuladas entre sí, posibiliten a corto plazo la
reactivación del ecoturismo (de carácter no-
motorizado) en el P.N. y su entorno, distri-
buidas según los distintos flancos de aproxi-
mación al territorio y en beneficio de las
comunidades y habitantes aledaños.
La ruta más clásica de acceso al P.N.
Puyehue, desde la región de Los Ríos, siem-
pre fue a través de la denominada pista de
Parra, un solitario camino forestal que per-
mite la aproximación, en vehículo 4x4, tras
desviarse poco antes del puente Juez Soto
Vío sobre el río Nilahue y a partir del camino
que une las localidades de Riñinahue y
Rupumeica Alto, remontando en parte por
el río de los Venados y hasta los límites sep-
tentrionales del parque nacional. Cerca ya
de estos últimos, las casas de Parra constitu-
yen un pequeño núcleo de actividad forestal
perdido en medio de ninguna parte, pero
donde los viajeros pueden dejar custodiados
sus vehículos. Asimismo, si se requiere, la
familia Parra proporciona allí caballos, arrie-
ros y guiaje para adentrarse hacia el cora-
zón del Caulle-Puyehue. Este acceso, sin
duda, resulta estratégico ya que permite
alcanzar, en una sola jornada, el paraje de
géiseres y azufreras (las Azufreras) empla-
zados muy cerca de donde tuvo lugar, preci-
samente, la erupción volcánica de 2011.
En una segunda jornada, y a partir de Las
Azufreras, será posible enlazar con la deno-
minada Ruta de Travesía Puyehue (el traza-
do actual ha variado, tras la erupción) la cual
apuntará ahora hacia la base misma del
volcán Puyehue, a través de un espléndido
desierto volcánico de altura. Probablemente,
sea este uno de los más espectaculares tre-
kkings en toda Sudamé-rica. En una suce-
sión de otras 2 o 3 jornadas, esta experien-
cia permitirá, además de hacer la cumbre
del propio volcán Puyehue (¡que magnífico
su cráter de 2,4 kilómetros de diámetro,
relleno por una masa glaciar que le otorga
el aspecto de una pequeña Antártida!), des-
cender después por las laderas meridionales
del referido volcán (hay que pagar un peaje
al paso del fundo privado El Caulle) hasta la
guardería CONAF de Anticura, el valle del río
Golgol y la carretera internacional de Osorno
a la frontera argentina por el paso Cardenal
Samoré (o paso Puyehue).
Antes de la última erupción volcánica, inten-
tamos en marzo de 2009 esta travesía trans-
puyehue, pero planteando como alternativa
frente a la clásica pista de Parra la recupera-
ción de una antigua huella maderera que
remontó antaño por la franja de bosques
primitivos situada entre los cajones fluviales
del Nilahue y el Contrafuerte. Los bosques
de este sector constituyeron siempre una
selva soberbia, intacta, pero también inex-
pugnable para el viajero. El problema es que
de la referida vieja huella no quedaba ni
rastro más allá del punto donde nuestro GPS
señalaba la proximidad de los límites del
P.N. Era tiempo de verano y el calor, sofo-
cante. La idea de llevar caballos no resultó
acertada, ya que los numerosos troncos
caídos dificultaban muchísimo la progresión
de nuestras cabalgaduras. El caso es que al
cabo de dos días penosos, de machetear sin
rumbo claro, todavía no habíamos consegui-
do superar siquiera el nivel forestal, en pos
del paraje de las azufreras y los géiseres. Así
las cosas, nuestro guía terminó por extra-
viarse completamente y solo al cabo de
cuatro jornadas conseguimos volver a nues-
tro original punto de partida (¡gracias, sobre
todo, al admirable instinto de los caballos!),
situado cerca de la junta del Nilahue-
Contrafuerte… Comprobamos en directo lo
duro que pueden ser los accesos al macizo
volcánico fuera de senderos establecidos.
Pero la ruta del Contrafuerte, sin duda,
deberá próximamente de terminar de explo-
rarse y habilitarse.
En la actualidad nos encontramos prospec-
tando (e invitamos a nuestros lectores a que
se sumen a este empeño) una serie de nue-
vas rutas hacia el corazón del P.N. Puyehue,
a partir de la localidad de Rupumeica Alto.
Rupumeica Alto es el nombre de una apar-
tada comunidad indígena situada al final del
camino que procede desde Riñinahue y
atraviesa por un par de enormes fundos
EL PARAJE DE LOS GÉISERES Y AZUFRERAS, ENTRE CAULLE Y PUYEHUE.
EL IMPRESIONANTE CERRO DE LA VIRGEN, CERRANDO EL PAISAJE DEL LAGO HUISHUE.
privados, los de Carrán y Rupumeica. Es en
tierras de estos fundos, precisamente, que
se localiza uno de los más preciosos ejem-
plos lacustres regionales, infrecuentado, de
aguas azules, situado a los pies de una cum-
bre de vértigo: el llamado cerro de la Virgen.
En este entorno, la ruta verde del Lago
Huishue y las Lagunas Gemelas (sujeta a
permiso por parte de la gerencia de los fun-
dos mencionados) resulta factible en bicicle-
ta de montaña desde su punto de partida
(camino Riñihue-Rupumeica Alto) hasta las
mismas orillas del Huishue. Y puede conti-
nuarse a pie por una huella que discurre a lo
largo de las orillas orientales del lago y que
termina dando acceso a las llamadas lagu-
nas Gemelas: dos perfectos ejemplos lacus-
tres y de humedales de alta montaña.
Las lagunas Gemelas, el inmediato a éstas y
superior lago Gris, los cerros de la Virgen
(1.728 m) y Pirámide (1.731 m), integran un
conjunto andino espectacular escondido en
uno de los lugares más remotos dentro de
los límites del P.N. Puyehue. El inacabado
proyecto Bicentenario Sendero de Chile
planteó teóricamente su trazado precisa-
mente a través de estos parajes soberbios.
En nuestro caso, en el intento de buscar una
ruta alternativa a la mencionada por el lago
Huishue (que discurre necesariamente por
terrenos de titularidad privada) hemos
podido reconocer otra huella espectacular
gracias a la ayuda de los habitantes de
Rupumeica Alto. Ésta enlaza, por el valle de
EN LA TRAVESÍA TRANS-PUYEHUE, A TRAVÉS DEL DESIERTO VOLCÁNICO.
Chaichayén arriba (según el planteamiento
previsto por el Sendero de Chile), directa-
mente las orillas del lago Maihue con las
referidas lagunas Gemelas y con el lago
Gris, con posibilidad de proseguir incluso
hasta el lago Constancia por la base del
cerro Pirámide. En cuanto a la unión sende-
rista directa entre el lago Huishue y la cum-
bre del volcán Puyehue, se trata de otra
ruta, inédita, actualmente en prospección.
Nos hemos referido hasta acá a los accesos
senderistas al Complejo Volcánico Caulle-
Puyehue a partir del eje vial Riñinahue-
Rupumeica Alto; pero debemos hacer refe-
rencia también a esas otras posibilidades
ecoturísticas que se ofrecen desde las pro-
pias orillas del lago Ranco. Una de ellas
discurre por el interior de la espectacular
área silvestre protegida, de titularidad
privada, denominada Parque Forestal
Futangue. Conforma ésta, por su extremo
norte, la continuación natural del territorio
del P.N. Puyehue, y cuenta con una bien
cuidada y mantenida red de senderos en su
interior. Uno de estos ejes remonta por el
valle del río Pichiriñinahue, bordeando la
perfecta laguna de El Encanto, y en su cabe-
cera de aguas lleva al viajero hasta las
inmediaciones del paraje de Los Portones,
situado ya dentro de los límites del P.N. y en
pleno corazón del Cordón del Caulle. El
entorno de estos Portones (un estratégico
paso en la muralla orográfica mencionada)
integra, sin duda, una auténtica geografía
CAMPAMENTO Y BAÑO, TRAS CULMINAR LA SUBIDA POR LA PISTA DE PARRA.
Las 11 Rutas del PN Puyehue y su entorno (en la Región de los Ríos)
1. El camino de Parra/a los Géiseres 4. Sendero Contrafuerte
2. La Travesía Caulle-Puyehue 5. Sendero Laguna Rucatayo-Alto río Chirre
3. Sendero Fundo El Caulle 6. Sendero Alto Ignao-Los Portones
mágica, donde la real y lo imaginario llegan
a fundirse. No en vano, en sus proximida-
des, se asegura, el viajero suele divisar a un
caballo negro que cabalga solo en los días
de niebla y que es trasunto, ni más ni
menos, que del propio Diablo… Para otros,
la principal característica de estos Portones
es abrigar el acceso también a la mítica
Ciudad de los Césares, a través de un pasa-
dizo solo accesible a determinadas sensibi-
lidades y en base a una cuarta dimensión…
7. Sendero Los Mañíos-Laguna Los Coipos-Piedras Quemadas 10. Sendero Futangue-Cordón del Caulle
8. Sendero Chaichayén (Sendero de Chile) 11. Sendero Binacional Hueinahue-Lago Hermoso
9. Sendero Lago Huishue-Lagunas Gemelas (enlace con PN Lanín/Argentina)
No menos interesante resultará el acceso
que lleva, desde las orillas del lago Ranco
GPS 1. Cumbre del volcán Puyehue- 40°35'35.96"S/ 72° 7'5.97"O
en Illihue, por el mirador de Los Mañíos y la
PUNTOS GPS
GPS 2. Cráter del volcán Puyehue- 40°35'7.87"S/ 72° 6'49.19"O
laguna de los Coipos, hasta el mencionado
GPS 3. Sector Cordón del Caulle y erupción 2011- 40°30'38.06"S/ 72°13'49.81"O
paso de Los Portones. En el que confluye
GPS 4. Piscifactoria Nilahue y entronque con la pista de Parra- 40°23'32.46"S/72° 4'55.28"O
otra ruta verde procedente, a su vez, de las
GPS 5. Casas de Parra- 40°26'39.37"S/ 72° 7'39.88"O
localidades de Ignao y de Lago Ranco,
GPS 6. Sector geyseres y Las Azufreras- 40°30'7.25"S/ 72°10'16.84"O
pasando por el mirador de Piedra Mesa y
GPS 7. Punto de inicio del sendero Contrafuerte (en prospección), a Las Azufreras- 40°24'25.25"S/ 72° 5'4.56"O
remontando por el valle del río Pichi Ignao
GPS 8. Volcán y laguna Carrán- 40°21'48.70"S/ 72° 3'43.84"O
o de Los Piuquenes. Por otra parte, si enla-
GPS 9. Rupumeica Alto- 40°22'2.24"S/ 71°59'23.50"O
zamos el paraje de Los Portones con el de
GPS 10. Puente caminero sobre el río Huishue- 40°22'5.22"S/ 71°59'37.49"O
las Azufreras y los géiseres (al que podemos
GPS 11. Acceso hacia lago Huishue (permiso necesario/ fundo Carrán)- 40°22'35.34"S/ 71°59'49.61"O
llegar también, como se ha explicado, por la
GPS 12. Lago Huishue- 40°24'42.15"S/ 72° 0'28.33"O
mencionada y más habitual pista de Parra),
GPS 13. Laguna Gemela grande- 40°29'6.16"S/ 71°56'1.50"O
todos los itinerarios y rutas verdes hasta
GPS 14. Lago Gris- 40°31'17.74"S/ 71°55'49.28"O
aquí mencionados pueden combinarse en
una maravillosa Red Senderista Caulle- GPS 15. Cerro de la Virgen- 40°29'17.98"S/ 71°56'58.25"O
Puyehue. Faltaría por incorporar un último GPS 16. Cerro Pirámide- 40°33'11.08"S/ 71°53'23.05"O
itinerario, hasta la fecha inédito, el cual GPS 17. Río Chaichayén, a las lagunas Gemelas (por el humedal Cholchol)- 40°25'50.91"S/ 71°52'19.05"O
procedente de la parte de El Boquial, núcleo GPS 18. Laguna El Encanto- Parque Forestal Futangue- 40°22'36.43"S/ 72°12'36.87"O
perteneciente a la comuna de Río Bueno, se GPS 19. Sector Los Portones- 40°25'5.28"S/ 72°18'20.65"O
adentra por el perímetro occidental del GPS 20. Ruta desde Ignao/ Lago Ranco, por Los Piuquenes, a Los Portones- 40°24'31.17"S/ 72°22'34.75"O
P.N. Puyehue y permite enlazar con los ejes GPS 21. Ruta por Los Mañíos, a Los Portones- 40°22'40.30"S/ 72°20'42.96"O
mencionados en el solitario paraje de GPS 22. Accesos desde sectores Rucatayo y Pichichirre- 40°31'48.49"S/ 72°21'12.12"O
Piedras Quemadas: muy cerca de donde se GPS 23. CONAF/ PN Puyehue, sector Anticura/ carretera internacional Osorno- Argentina- 40°40'3.44"S/ 72°10'8.63"O
situó el epicentro de la gran erupción volcá-
nica de 2011... O
PE RV/P14
Nuevas rutas por el Caulle- Puyehue. Senderos post-erupción al territorio volcánico /95
HITO HISTÓRICO-CULTURAL EXPLORADORES OLVIDADOS DE CHILE
PEHHC14
Los holandeses en Valdivia
Una breve incursión, fallida (1643)
Ricardo Molina Verdejo, Historiador
Tras el levantamiento
general mapuche de 1598 la
primera ciudad de Valdivia
quedó desierta. En 1643 la
expedición holandesa del
almirante Hendryk Brouwer
y de Elías Herckmans
aparece río arriba para
instalar el fuerte de
Brouwershaven...
CARTOGRAFÍA HOLANDESA SOBRE TIERRA DE FUEGO Y EL ESTRECHO DE MAGALLANES, DE 1628.
HENDRYK BROUWER
L
as llamadas Provincias Unidas de
los Países Bajos, independizadas
de la Corona española a comien-
zos del s.XVII, pasaron a convertir-
se en la principal potencia marítima euro-
pea de la época. En el escenario descrito,
un conjunto relevante de empresas de ex-
ploración holandesas destinadas al hemis-
ferio austral sudamericano se realizaron en
la primera mitad del siglo XVII, destacándo-
se las de Joris Van Spilbergen (1614), Jac-
ques Le Maire y Willem Cornelius Schouten
(1615) y Jacobo L'Hermite (1624). Todas
ellas se enfilaron hacia Tierra del Fuego pa-
ra arribar al Pacífico vía estrecho de Maga-
llanes o cabo de Hornos. También la de Ja-
cob Willekens (1627), que logró posesionar-
se de Bahía (Brasil), estableciendo así un
punto de apoyo clave para el control, junto
a Pernambuco, del nordeste carioca en
abierto desafío al dominio portugués.
También resultaba atractivo para los holan-
deses los dominios españoles en la Mar del
Sur, el océano Pacífico, principalmente las
legendarias riquezas expresadas en oro y
plata en el Virreinato del Perú. Igualmente
Q A 360 años
de la llegada de
aquella expedición
holandesa del
almirante Brouwer a
Valdivia
Valdivia había adquirido fama entre los na-
vegantes de la época en razón a sus ricos
yacimientos auríferos, razón de sobra para
intentar la instalación de un asentamiento.
El jesuita P. Diego de Rosales, en su Historia
General del Reyno de Chile. Flandes Indiano
que fuera escrita durante el siglo XVII y pu-
blicado recién en 1877 gracias a las gestio-
nes de Benjamín Vicuña Mackenna, refiere
a que “El oro más celebrado fue el de Valdi-
via, de las minas de la Madre de Dios: están
en el valle, dos leguas de la Mariquina, y do-
ze de la ciudad de Valdivia, de donde se sa-
caba el más fino oro que se conoce…” Una
Valdivia hacia la que otras naciones se sen-
tían atraídas en particular: “…por las noti-
cias que tiene de su fortaleza, comodidades
y abundancia de maderas, y ser escala para
escalar a lo seguro los thesoros del Perú”.
Así, bajo las consideraciones estratégicas
planteadas, más otras de carácter esencial-
mente local, nace la expedición de Hen-
XVII: drick Brouwer y Elías Herckmans teniendo
como objetivo establecer una base de ope-
el siglo neerlandés raciones en el puerto de Valdivia. La ruta
realizada así como sus vicisitudes quedaron
Hay consenso en la historia respecto de que el siglo XVII fue registradas en el diario de viaje publicado
la centuria de Holanda. En efecto, durante esa época el Im- en Amsterdam en 1646 bajo el título: “Dia-
perio Holandés tuvo máximo desarrollo y extensión por lo
rio y narración histórica del viaje ejecutado
que la presencia de asentamientos coloniales y exploracio-
nes geográficas se multiplicaron en y hacia distintas par- desde el Este del Estrecho de Le Maire ha-
tes del orbe. cia las costas chilenas, al mando de1 gene-
En los inicios del siglo referido la situación europea favore- ral Hendrick Brouwer, en los años 1643,
ció y estimuló la proyección política, comercial y geográfica comprendiendo 1as propiedades, el comer-
neerlandesa en razón a la renuncia de España a los territo- cio y las costumbres de los chilenos.(…)”.
rios del norte de Flandes, en los Países Bajos, lo que quedó
Habiendo zarpado la expedición desde el
verificado a través del Tratado de Amberes de 1609.
A partir de allí, la famosa Compañía Holandesa de las Indias puerto de Texel (Holanda) el 6 de noviem-
Orientales redoblaría sus esfuerzos por establecer nuevas bre de 1642 con tres barcos, llegó a Per-
rutas para el comercio, no quedando exento los territorios nambuco (Brasil) el 22 de diciembre del
americanos en general y los del Atlántico y Pacífico Sur en mismo año. Luego de aprovisionarse se
particular, en miras a la construcción de una enorme red reinició el viaje el 15 de enero de 1643
global de apoyo que vinculara estratégicamente a la metró-
completando una flotilla de cinco navíos, a
poli no solo con las Molucas o Islas de las Especias, sino
que sobre esa base con los ricos mercados proveedores de saber: Amsterdam, Flissingen, Concord,
China, la India, Japón y el sudeste asiático. Orange-Tree y el velero Dolphin. A co-
mienzos del mes de marzo lograron llegar
al Estrecho de Le Maire y trece días des-
pués lograban fondear en la Bahía Valen-
PE HHC14
Los holandeses en Valdivia Una breve incursión, fallida (1643) /97
HITO HISTÓRICO-CULTURAL EXPLORADORES OLVIDADOS DE CHILE

tín situada en la costa fueguina al sur de

la actual península Mitre.
Después de cruzar el cabo de Hornos a fi- ILUSTRACIÓN HOLANDESA QUE
REPRESENTA UN CHILLIWEGUE O
nes de marzo después de algunos intentos, LLAMA ANTIGUA, ENTONCES
hacia el 30 de abril ya se encontraban avis- PRESENTE EN LA REGIÓN.
tando las costas chilenas al sur de Chiloé,
recalando el 9 de mayo en la Bahía Brou-
wer o Golfo de Ancud (también conocida
como Bahía Inglesa), con un barco menos,
el Orange –Tree que por avería de su mástil de sus puertas de entrada, que mostraban
debió regresar a Brasil. Mientras permane- haber sido muy altas y fuertes; encerraba
ció la flotilla en la zona, a través del Dol- antes cerca de 450 casas grandes, estaba
phin se exploró el río Maullín estableciendo dividida en varias calles, fuera de las calle-
contacto con habitantes nativos como tam- juelas, y contaba con dos plazas de abasto;
bién encuentros hostiles con súbditos espa- pero cuando la vimos, se hallaba completa-
ñoles. El 20 de mayo los neerlandeses ata- mente desolada, cubierta de arbustos y
can Carelmapu destruyéndola completa- malezas, semejando más un desierto que
mente. Con fecha 06 de junio la flota arri- una ciudad (...)”.
baba a Castro (Chiloé) ocupándola, destru- Mientras los holandeses permanecieron en
yéndola parcialmente y provocando la hui- Valdivia, intentaron por todos los medios
da de sus defensores. negociar con los huilliche una alianza que
Mientras se encontraban recalados frente a les permitiera enfrentar unidos al enemigo
las costas chilotas, el 7 de agosto fallecía a en común que eran los españoles, inten-
causa de una larga enfermedad el general tando de esa manera hacer sustentable el
de la expedición Hendrick Brouwer, razón asentamiento. Sin embargo, si bien recibie-
por la que Elías Herckmans asumió de in- ron importantes ayudas en pertrechos por
mediato como comandante en jefe. Como un tiempo, estos aportes poco a poco fue-
última voluntad de Brouwer y como símbo- ron disminuyendo. El día 16 de septiembre
lo de su planificado destino, su cuerpo de- de 1643 se realizó el esperado funeral de
bería ser enterrado en Valdivia una vez que Brouwer, quien fuera enterrado con hono-
se arribara al puerto. Finalmente, el día 21 res en las ruinas del monasterio francisca-
no. Ese mismo día, por acuerdo del Consejo
de guerra, el Amsterdam zarpaba con des-
tino a Pernambuco para informar de lo lo-
EL DIARIO DE grado en Valdivia e intentar garantizar la
VIAJE FUE venida de los indispensables refuerzos que,
PUBLICADO
EN AMSTERDAM finalmente, nunca llegarían.
EN 1646.
Ante la imposibilidad de continuar soste-
niéndose en Valdivia, Hercksmans da la or-
den de abandonar la empresa, zarpando en
BAHÍA CORRAL DESDE EL un viaje sin escala con rumbo a Brasil el día
CASTILLO DE ISLA
MANCERA.
27 de octubre. Según se consigna, el 21 de
noviembre lograron atravesar el estrecho
de Le Maire y más tarde, el 28 de diciembre
de agosto el Concord y el Dolphin zarpaban arena, y así, nos vimos obligados a dete- de 1643 recalaban sin mayor novedad en
hacia el norte arribando al estuario del río nernos hasta el siguiente día.” Pernambuco. De esta manera culminaba
Valdivia el día 24. A bordo viajaban como En Valdivia los holandeses permanecieron uno de los viajes más emblemáticos del si-
pasajeros unos 470 nativos chilotes que prácticamente medio año sin que ninguna glo XVII, especialmente desde la perspecti-
habían solicitado ser transportados para fuerza española interviniera, por lo que va de la historia valdiviana y chilota. De
radicarse en Valdivia. Más tarde se le su- procedieron a la fundación de un asenta- manera particular, con esta expedición Val-
maron el Amsterdam y el Flissingen. Inter- miento en calidad de avanzada, en la idea divia se fue haciendo mucha más percepti-
tanto, según relata la bitácora de viaje, las que más adelante llegarían refuerzos des- ble de lo que ya era en las esferas de la na-
provisiones comenzaban a escasear y ha- de Pernambuco. Para este fin traían con vegación y conocimiento europeo a través
bía señales claras desmoralización de la ellos 34 cañones de bronce y 58 de hierro de los relatos, la cartografía levantada, las
tropa, incluyendo algunas deserciones. con el propósito de construir una fortaleza, ilustraciones realizadas. Para la época, po-
Interesante resulta advertir como imagen eligiéndose para ello un emplazamiento cas dudas quedaban acerca de su impor-
la forma en que quedo registrado el arribo para resguardar la costanera fluvial (de tancia estratégica en el contexto de la Mar
al estuario en la bitácora de Herckmans, no acuerdo al P. Gabriel Guarda corresponde a del Sur y del hemisferio austral. También
exento de dificultades: “Nuestra flota llegó la intersección entre las actuales calles hizo posible que en otras latitudes se cono-
a la boca del río Valdivia el 24 de agosto, Yungay y Orella). Acerca de lo que había ciera acerca de la calidad de la presencia
cuya entrada hallaron de ser de cerca de ocurrido antes en Valdivia y cuál era su si- española en sus dominios más meridiona-
una legua de ancho; y después de haber tuación actual, Herckmans consigna un in- les. No es una exageración afirmar que
penetrado como media legua en la boca teresante testimonio: “Esta ciudad estuvo desde hace cinco siglos Valdivia y su histo-
del río dejamos caer las anclas, a causa de habitada por castellanos hasta el año 1599, ria han estado, desde su origen siempre
haber tres brazos que nos hacían trepidar en que los chilenos los expulsaron, quema- conectadas a grandes procesos globales.
cual debiéramos seguir. Por fin penetramos ron el pueblo y mataron a todos los espa- La expedición de Brouwer y Hercksmans es
por el del medio, donde fuimos a dar en ñoles (...). Quedaban en pié algunos restos una prueba irrefutable de ello. Q

PE HHC14
Los holandeses en Valdivia Una breve incursión, fallida (1643) /99
PE RV/P15
Río Cruces
De Lanco a San José de la Mariquina
OBSERVANDO A LA AVIFAUNA, TAN HABITUAL EN ESTA PARTE DEL RÍO CRUCES.
n el Archivo General de Indias de
E la ciudad de Sevilla se conservan
documentos, mapas y relatos de
enorme interés histórico. También
en lo que se refiere a la actual región de
Los Ríos. En tiempos de la Colonia, el eje
fluvial del río Cruces constituía, para los es-
pañoles, una pieza fundamental en los pre-
carios accesos que, desde Concepción y la
frontera del Biobío, discurrían a través de
las indómitas tierras araucanas hacia el re-
moto enclave de Valdivia.
Una de estas rutas a través de las selvas
australes, entonces casi impenetrables, pro-
cedía de los fuertes de Nacimiento y de San
Carlos de Purén y alcanzaba, por precaria
vía terrestre, las tolderías mapuches situa-
das en las llamadas Vegas de las Aguas
Tranquilas, actual enclave de la localidad de
Lanco. A partir de aquí el viaje seguía en pi-
ragua, navegando por el río Cruces y apro-
vechando su corriente fluvial homogénea,
que enlazaba con la solitaria misión de La
Mariquina, con el fuerte de San Luis de Al-
ba, y finalmente la plaza de Valdivia. El río
Cruces era por aquel entonces algo así co-
mo una autopista náutica la cual transfor-
maba en menos esforzado y en más ligero
el arduo andar y transporte de hombres y
mercaderías hacia el enclave valdiviano.
La primera vez que tuve ocasión de aso-
marme al río Cruces fue en el año 2004 y
me pareció un entorno paradisíaco. Fue po-
cos meses antes de que sobreviniese la ca-
tástrofe ambiental que se abatió sobre el
sector inferior de esta cuenca, en la que la
mortandad masiva de más del 96% de su
población de cisnes de cuello negro consti-
tuyó un episodio de profunda repercusión
internacional. La segunda vez fue en el año
2008, como responsable del proyecto ‘De-
sarrollo de Productos Estratégicos que po-
tencien la Actividad Turística de la Red Flu-
vial del Río Valdivia y sus Afluentes’, licita-
EL RÍO CRUCES, UNOS 14 KMS AGUAS DEBAJO DE LA LOCALIDAD DE LANCO, A TRAVÉS DE UN SECTOR DE HERMOSO BOSQUE NATIVO.
ción internacional ganada por mi empresa
consultora, Atlas IP, en consorcio con una
consultora chilena, Alianza Creativa.
En el transcurso de aquel trabajo se me
ocurrió mencionar, por ser la referencia
aceptada internacionalmente, el informe
elaborado por el británico Cliff Curtis en
2005, enviado cuando la catástrofe del Cru-
ces como experto de la organización cientí-
fica International Union for Nature Conser-
vation (IUCN), cuya base se localiza en
Gland, Suiza. Lo cierto es que en dicho in-
forme se señala que la entrada en funcio-
namiento de una planta de producción de CORRIENTE ABAJO, AL PASO DEL PUENTE DEL FERROCARRIL Y DE LA AUTOPISTA E-5.
pasta celulósica tendría relación con la ca-
tástrofe y que dicha instalación coincide
con la Planta Valdivia de la empresa Arau-
co inaugurada en 2004. En consecuencia,
se me pidió que borrase del informe dicha
Nueve años más tarde
referencia, así como toda mención a los
cisnes de cuello negro… Conservo el testi- T ras nueve años, una alerta ambiental internacional, diecisiete procesos sanciona-
torios y un fallo de la Corte Suprema, la sentencia dictada el 27 de julio de 2013 por
la jueza Gloria Hidalgo, titular del primer Juzgado Civil de Valdivia, parece haber puesto
monio de todo aquel asunto y como, obvia-
punto final, jurídico, al prolongado caso Celco. Un dictamen judicial que determina ‘no
mente, me negué a aceptar, el trabajo re- existe ninguna otra explicación al desastre de 2004 [en los Humedales del río Cruces]
sultó penalizado económicamente. En julio que no sea la entrada en operación de la planta CELCO de San José de la Mariquina y
2013, la empresa Arauco fue al fin senten- sus vertidos’. Los abogados de la empresa Arauco no recurrieron ya esta sentencia.
ciada judicialmente como la responsable de Pero el histórico fallo de la jueza Hidalgo ha ido todavía más allá al abrir, por primera vez
referido desastre ambiental de 2004… en Chile, el capítulo de las medidas de restauración de un ecosistema a costas de la
Ahora me vuelvo a encontrar de nuevo na- empresa que generó el daño ambiental. Precisa para ello cinco medidas concretas:
vegando por el Cruces, por el magnífico estudio sobre el estado actual del humedal del Cruces; creación de un humedal artifi-
cial o centinela (que reciba el primer impacto de los riles de CELCO); programa de moni-
Copihuelpi aborigen, esta vez remando en-
toreo ambiental por un periodo de cinco años; creación de un Centro de Investigación
tre las localidades de Lanco y San José de
de Humedales; y programas de desarrollo comunitario.
la Mariquina (porque el motor de nuestro Para desarrollar tales medidas, el 26 de noviembre de 2013 entró en operación el deno-
bote neumático hoy se ha negado a arran- minado Consejo Científico y Social (CCS) para la restauración del humedal del río
car…). El río Cruces nace en realidad en la Cruces, integrado por representantes del Consejo de Defensa del Estado, CELCO-Arauco,
vertiente occidental de los cerros que sepa- Acción por los Cisnes, el Sag, la Conaf más los seremis de Agricultura y Medio Ambiente.
ran las cuencas lacustres del Villarrica y del La oportunidad que representa este CCS, en el delicado campo de la resolución positiva
Calafquén, en territorio de la inmediata re- de los conflictos ambientales en Chile, resultó pionera. Pero sus primeros pasos gene-
raron alertas ciudadanas.
gión de la Araucanía, junto al caserío ma-
Hoy, la gama de problemas se ha diversificado en el río Cruces, con invasión de espe-
puche de Con Che Ñi Ruca. Se trata de un
cies exóticas como visones norteamericanos o tortugas de Louisiana, proyectos urba-
río de régimen netamente pluvial, el cual nístico-especulativos irregulares como el caso Isla Tres Bocas, ínfimos niveles de pro-
presenta importantes oscilaciones de cau- tección y fiscalización, talas ribereñas o proyectos de multinacionales españolas
dal a lo largo del año. cuyos tendidos eléctricos amenazan el propio corazón de su sector Santuario. Por ello,
Sus máximos volúmenes hídricos tienen lu- la oportunidad de hacer bien las cosas por parte del referido Consejo Científico y Social
gar durante el mes de julio, con 115 m3/s de constituye una histórica esperanza y una oportunidad de oro.
PE RV/P15
Río Cruces. De Lanco a San José de la Mariquina /101
102/ PE RV/P15
Río Cruces. De Lanco a San José de la Mariquina

promedio histórico, presentando niveles planta de producción de celulosa. Entre

mínimos cuando el mes de marzo, con pro-
medios inferiores a 50 m3/s y un mínimo
extremo constatado de tan solo 7,1 m3/s.
En total, entre su nacimiento y su confluen-
cia en el río Valdivia, el Cruces presenta
una longitud de 125 kms, sirviendo de eje
principal a una subcuenca fluvial de más de
3.200 kms2. Sin duda, se cuenta entre los
principales ríos de la región de Los Ríos… Y
resulta perfecto para el navegante en ka-
yak o en drift boat a remo, especialmente
en tiempo de primavera.
Entre Lanco y San José de la Mariquina,
además, se trata de un río infrecuentado.
Durante los 47 kms que median entre am-
bas localidades presenta un recorrido náuti-
co especialmente atractivo, que serpentea
en innumerables curvas y meandros, man-
teniendo en todo momento una alegre co-
rriente fluvial que se entrecruza, en tres
ocasiones, con el corredor vial constituido
por la autovía E-5. Nuestro punto de partida
ha sido la confluencia del río Leufucade so-
bre el Cruces. Después del primer 1,5 km
tras Lanco, pasamos raudos bajo el primer
puente de la autovía, enfilando hacia los ce-
rros de Nilcahuín, en cuyas laderas se man-
tienen algunos buenos sectores de bosque
nativo. Bordearemos las vegas inundables
de Imufudi. Y volveremos a pasar bajo los
arcos del segundo puente de la E-5 a los 11
kms de nuestro punto de partida, que he-
mos recorrido en 1,5 h de plácida remada.
El mejor tramo de la Ruta Verde comienza
en este punto. Con los meandros de Pille
EL CRUCES EN SAN JOSÉ DE LA MARIQUINA: FINAL DE ITINERARIO.
Trana. Con las curvas fluviales de Meliqui-
na. Con los islotes y playas en torno al pa-
raje de La Rinconada, siempre entre bos-
ques ribereños que enmarcan el curso del
río a modo de continua orla boscosa. Aquí
y allá surgen potreros y vegas ribereños,
sombreados por sauces, a cuya sombra
resulta todo un placer detenerse a des-
cansar. En otros parajes, las curvas del río
aparecen activamente erosionadas por la
fuerza del agua, generándose pequeños
acantilados de piedra cancagua, que ame-
nazan con desplomarse sobre la corriente.
Un solo puente, en las proximidades de la
localidad de Ciruelos (el puente Rayil) nos
servirá de referencia. Uno de los descan-
sos del viaje lo realizamos precisamente
en sus inmediaciones, unos 500 m aguas
abajo, en la ribera izquierda y a la sombra
de un sauce glorioso.
Los martí pescadores, las anátidas de di-
versas especies así como las garzas y
cormoranes resultan frecuentes en estos
tramos medios del Cruces. Los pescado-
res deportivos, habituales a lo largo de
esta Ruta Verde náutica, nos hablan de
capturas de truchas arco-iris y fario, de
cauques, carpas y pejerreyes. Pero según
las informaciones de éstos, corroboradas
por el Club de Pesca ‘Ríos del Sur’ , de
Valdivia, el punto de inflexión en el río
Cruces coincide también, en el caso piscí-
cola, con la zona de descarga de los riles
o residuos industriales de la referida
este punto y 10 kms aguas debajo de San
José de la Mariquina no existe práctica
de pesca deportiva.
Poco después de la confluencia del río Tur-
bio alcanzamos el lugar de los hechos. El
ruido de la planta de celulosa, aunque esta
no se visualiza desde el río, se impone. En
la ribera, un entrante artificial en forma de
herradura coincide con uno de los puntos
de vertido, el cual tampoco resulta visible,
pues se encuentra sumergido. Pero unas
burbujas que ascienden a la superficie nos
permiten intuirlo. En verano, cuando la
temporada de aguas bajas, la situación en
este lugar, sin duda, se acentúa.
El puente Rucaco representa la última in-
tersección del Cruces con el eje vial de la
E-5 (situado ya a 38 kms de nuestro punto
de partida). Previamente pasamos bajo la
estructura metálica del viejo viaducto fe-
rroviario. La corriente, que sigue activa,
nos impulsa ahora hacia la cerrada curva
fluvial de Chenqui, en la que confluye el
modesto estero Dollinco. Nuestro viaje se
aproxima así a su término. Surge el núcleo
urbano y el puente de San José de la Mari-
quina. Pasado este último, conseguimos
desembarcar en el único lugar apto de la
ribera izquierda, en un predio donde se
levanta una antigua y hermosa casona
tradicional. Rafael Awe, su amable propie-
tario, nos da la bienvenida y nos presta
ayuda. Los vagabundos del río se lo agra-
decemos de corazón y otra Ruta Verde
más, la del Cruces, alcanza un final feliz. O

PE INFOVIAJE

GPS 1 Punto de inicio/ confluencia de los ríos Cruces y Leufucade- 39°27'11.90"S/ 72°47'13.09"O

PUNTOS GPS
PANORÁMICA FLUVIAL, GPS 2 Primer punto de cruce con autopista E-5 (Puente Cruces 2)- 39°27'23.91"S/ 72°47'53.39"O
CERCA DE LA CURVA DE GPS 3 Meandro de las Vegas de Imulfudi- 39°26'52.25"S/ 72°48'30.55"O
LA RINCONADA. UÊLOCALIZACIÓN puede resolverse, en kayak, rapaces, carpintero negro y
GPS 4 Segundo punto de cruce con el autopista E-5 (Puente Cruces 3)-39°29'18.63"S/ 72°48'30.38"O
Comunas de Lanco y San José en unas 10 horas de viaje náutico. numerosos aves acuáticas.
GPS 5 Meandros de Pille Trama- 39°30'13.43"S/ 72°47'47.95"O
de La Mariquina. Incluyendo los oportunos
descansos ribereños. UÊMONUMENTOS DEL HOMBRE Y GPS 6 Meandros de Meliquina- 39°31'41.71"S/ 72°49'23.78"O

UÊALTITUDES PUNTOS DE INTERÉS GPS 7 Puente Rayil/ La Rinconada- 39°32'58.03"S/ 72°50'28.58"O

Máxima: 70 m, junto al río Cruces,
en Lanco; mínima: 31 m, en
San José de la Mariquina.
UÊDURACIÓN Y DISTANCIAS
Entre la confluencia con el río
Leufucade, en Lanco, y el
puente de San José de la
Mariquina, el curso del río Cruces
tiene un desarrollo de 47 kms
lineales. Esta sucesión de
GARZA CUCA
(ARDEA COCOI) meandros y revueltas fluviales
UÊMEJOR ÉPOCA
Otoño, invierno y primavera.
UÊVALORES NATURALES
Notables retales de bosque
nativo. Perspectivas
paisajísticas sobre los cerros
de Nicahuín, alineación de
la Cordillera de la Costa que
amuralla al río, por el oeste,
aguas debajo de Lanco.
bandurrias, aves
En Lanco, el Teatro Galia
(recientemente restaurado); en
San José de la Mariquina, sus
casonas tradicionales, con
parques y jardines al borde del río
Cruces; el Sanatorio Santa Elisa;
la iglesia local y el parque
Santa Elisa.
UÊCÓMO LLEGAR
De Valdivia a Lanco, 67 kms; a
San José de la Marquina, 51 kms.
UÊCARTOGRAFÍA
Instituto Geográfico Militar,
GPS 8 Ciruelos- 39°32'29.01"S/ 72°51'57.95"O
GPS 9 Planta Valdivia de Celulosa Arauco- 39°33'50.49"S/ 72°53'41.91"O
GPS 10 Punto de vertido- 39°33'34.64"S/ 72°53'18.63"O
GPS 11 Viaducto ferroviario- 39°33'20.99"S/ 72°53'51.57"O
GPS 12 Tercer punto de cruce con el autopista E-5 (Puente Rucaco)- 39°33'6.65"S/ 72°54'3.94"O
UN DESCANSO
EN LA RUTA GPS 13 Meandro y confluencia con el estero Dollinco- 39°32'13.75"S/ 72°54'10.88"O
NÁUTICA: GPS 14 Puente de San José de la Mariquina/ final de ruta- 39°32'31.63"S/ 72°57'47.34"O
CERCA DE
PUENTE RAYIL.
escala 1:50.000, hojas ‘Lanco’ y
‘San José de la Mariquina’

PE RV/P15
Río Cruces. De Lanco a San José de la Mariquina /103
HITO HISTÓRICO-CULTURAL EXPLORADORES OLVIDADOS DE CHILE
PEHHC15
Ignacio Pinuer
La Ciudad Perdida de los Césares (1777-1778)
Juan Gabriel Pallarés, Periodista
El valdiviano Ignacio Pinuer, amigo de indios y lenguaraz experto, creyó firmemente en la
existencia real de la Ciudad de los Césares: su expedición de 1777-78 fue fallida, pero
exploró los lagos Puyehue, Rupanco y Llanquihue hasta el volcán Osorno.
TÁBULA.
C
uatro reinos míticos hicieron
soñar a conquistadores y ex-
ploradores en América entre
los siglos XVI y XIX: al norte
de Méjico (y actual sudoeste de los Esta-
dos Unidos), las Siete Ciudades de Cíbola;
en Colombia y Venezuela, El Dorado; en-
tre Bolivia y Brasil, el Paitití; y en la Amé-
rica Austral, en algún lugar de entre Chi-
le y Argentina, sería la encantada Ciudad
de los Césares.
La leyenda de la Ciudad de los Césares
aparece integrada por cuatro elementos
esenciales: las fabulosas riquezas que
habrían deslumbrado a la avanzada ex-
ploradora de un tal Francisco César, de la
expedición de Sebastián Caboto al Río de
la Plata entre 1526 y 1530; los náufragos
de los barcos perdidos en el Estrecho de
Magallanes sucesivamente por Simón de
Alcazaba, el Obispo de Plasencia y Sar-
miento de Gamboa, entre 1535 y 1584;
los rumores sobre posibles ciudades-re-
fugio de los Incas tras la conquista del
Perú por los españoles; y el misterioso
paradero de aquellos infortunados colo-
nos de las ciudades del sur de Chile des-
truidas tras la gran sublevación araucana
de 1599.
La imaginación colectiva combinará le-
gendariamente estos acontecimientos y
hará de estos diversos personajes los ha-
bitantes de cierta Ciudad Encantada. Las
soledades inexploradas de la América
austral constituirán, por otra parte, un
perfecto territorio para la ubicación de
tales leyendas que los geógrafos logra-
ban posicionar incluso con progresiva
precisión: ‘en un abra de la Cordillera Ne-
vada (los Andes Australes), entre los 40 y
los 50 grados de latitud sur (es decir, en-
tre las latitudes correspondientes a Val-
SOLDADO ESPAÑOL, divia y la isla Grande de Chiloé).
COMO LOS DE LA La legendaria comarca tendría como ca-
EXPEDICIÓN PINUER.
pital una urbe riquísima y de factura ex-
traordinaria, con cúpulas doradas y po-
bladores blancos cristianos o mestizados
con indígenas, llamados Césares y situa-
da en una remota península de cierto la-
go cordillerano. También se la llamó Tra-
palanda, La Sal o Linlín. En el enclave co-
lonial de Valdivia, rodeado durante tres
Ignacio Pinuer, La Ciudad Perdida de los Césares (1777-1778)
siglos de puro territorio indígena escasa-
mente explorado, esta leyenda llegará a
cobrar, en determinados momentos his-
tóricos, un vigor inusitado y fue generan-
do la creencia de que, en realidad, tales
Césares serían los descendientes de
aquellos supervivientes de la destrucción
de Osorno, en 1604, cuando la subleva-
ción general mapuche. En la Valdivia de
hace 250 años atrás se les conocía tam-
bién como los Césares osornenses, o co-
mo los huinca-moros.
En 1759 el teniente coronel Juan Antonio
Garretón, al frente de 100 soldados, 30
milicianos y una columna de indios ami-
gos, se adentró en las selvas del territo-
rio de Futahuillimapu y alcanzó los alre-
dedores del río Bueno, en algún lugar
próximo al actual balseo de Puerto Lapi,
comenzando a construir allí un pequeño
fuerte, el de San Fernando. Pero las ten-
siones con los caciques locales Paidil y
Catillanca no hacían más que subir de to-
no en las últimas jornadas y, en determi-
nado momento, su tropa se vio rodeada
por todas partes y atacada por más de
mil guerreros indígenas. Las posibilida-
des de Garretón y sus hombres resulta-
ban muy escasas…. Sin embargo, en de-
terminado momento, algo milagroso ocu-
rre… La retaguardia araucana comienza,
a su vez, a ser atacada por ‘300 caballe-
ros barbudos surgidos de ninguna parte’,
los cuales causan tantas bajas a los in-
dios que los ponen en fuga… Tras ello,
desaparecen… Angamilla, un indio herido
al que apresan los españoles, afirma sin
dudarlo que se trató de ‘un contingente
de Césares blancos procedentes de la
Ciudad Encantada’. Cuando el capitán Ga-
rretón retorna a la plaza de Valdivia y re-
lata estos hechos, la imaginación de los
valdivianos se enardece…
El que más, Ignacio Pinuer y Ubidia, naci-
do en la plaza en 1719 y que había parti-
cipado precisamente en el combate del
fuerte de San Fernando, quedando espe-
cialmente maravillado por los hechos.
Militar por tradición familiar y por carre-
ra, fue capitán de infantería, lengua ge-
neral de la plaza (es decir, interprete ofi-
cial de lenguas indígenas) y comisario de
PE HHC15
/105
HITO HISTÓRICO-CULTURAL EXPLORADORES OLVIDADOS DE CHILE

naciones (jefe de asuntos indios), además

de Sobrestante Mayor o encargado de las
Fábricas de la isla Valenzuela (la actual
isla Teja). Según el Padre Guarda, por sus
relaciones de familia y su importancia
social y militar en la ciudad, y por su don
de lenguas, fue granjeándose el prestigio
como máxima autoridad valdiviana en
materia de relaciones con los naturales,
ya que tenía excelentes relaciones de
amistad personal con varios loncos re-
gionales.
Ello llevó al peñi Pinuer, como le cono-
cían los autóctonos, a estar enterado de
muchas informaciones geográficas refe-
rentes a los territorios no explorados,
que resultaban inéditas hasta la fecha.
Entre ellas estaría, nada menos, que la
supuesta ubicación de la legendaria Ciu-
dad de los Césares… Obsesionado duran-
te décadas por acceder a ella, Pinuer fi-
nalmente obtuvo del Gobernador general
de Chile, Jauregui, el nombramiento co-
mo ‘Primer Descubridor de los Césares’,
tras haberle hecho llegar a este último
un voluminoso informe escrito de su pu-
ño y letra en 1774, que se titulaba: ‘Rela-
ción de las noticias adquiridas sobre una
ciudad grande de españoles que hay en-
tre los indios del sur de Valdivia’ . Para
entonces, Pinuer ya no dudaba un ápice HOMBRES DORADOS,
CÉSARES, MITOS DE LAS
de la existencia real del mito. Ello consti- AMÉRICAS.
tuiría también el inicio de su descrédito.
Su gran rival fue don Joaquín Espinosa y
Dávalos, a la sazón gobernador de la Pla-
za y Presidio de Valdivia, el cual discrepó
siempre con Pinuer sobre tal asunto. Así
las cosas, si bien tuvo que aceptar el de hombres de contingente. La primera go, en compañía del cacique Jurín, que se tos de Jurín, alcanzaron una bahía en su
nombramiento de este como jefe de la jornada remontó el río Callecalle hasta la suponía sabía la ubicación concreta de la extremo sudoriental (probablemente, la
Expedición a los Césares , otorgó en se- antigua misión de Arique, situada un po- Ciudad Encantada. El tiempo era incle- actual localidad de Ensenada). Exhausto
creto equivalentes poderes a un cura de co mas aguas arriba del actual núcleo de mente pero a pesar de ello el grupo se el grupo, tan solo los oficiales Guarda y
su confianza, el padre Benito Delgado, Pishuinco. Dos días después, prosiguió adentró en la selva virgen que se exten- Aburto, junto con uno de los guías indios,
de la misión de Arique. Luego convocó Callecalle arriba por tierra y por la orilla día, durante siete leguas, hasta el si- tuvieron todavía ánimo para emprender
con gran pompa un parlamento en el sur, hasta alcanzar la parcialidad de in- guiente lago, el Rupanco (que los indíge- la ascensión del inmediato volcán Osorno
Hospicio Real de San Francisco, el 26 de dios amigos de Quinchilca, continuando nas conocían entonces como Llauqui- (entonces, denominado Puranque) hasta
julio de 1777, al que asistieron todas las por los llanos de Cullillenco en dirección hue). Aquí volvieron a construirse otra alcanzar la línea de los glaciares, donde
autoridades locales además de los caci- al río Bueno. Ante la sospecha de una canoa en la que efectuaron otra navega- acamparon. Al amanecer de la jornada
ques de todas las reducciones de indios emboscada por parte de los indios loca- ción lacustre de tres días, alcanzando el siguiente, con el tiempo despejado, pu-
amigos. les, Pinuer decidió detener la marcha en extremo oriental del Rupanco, a los pies dieron contemplar una impresionante in-
Finalmente la denominada Expedición Pi- Cullillenco, a lo que se opuso el padre del volcán Puntiagudo. Pero en determi- mensidad de cerros nevados, bosques
nuer se puso en marcha el 18 de sep- Delgado. Y cuando Pinuer le dijo que era nado momento, sin mediar aviso, el caci- vírgenes y lagos inexplorados, alcanzan-
tiembre de ese mismo año, zarpando de el que decidía, el cura sacó entonces los que Jurín se esfumó … Los expediciona- do la vista hasta el archipiélago de Chi-
Valdivia en una barca y dos grandes ca- poderes que le había otorgado en secre- rios quedaron completamente perdidos loé. Pero la mítica, la deseada Ciudad de
noas indígenas, totalizando un centenar to el gobernador Espinosa. Pinuer, indig- en medio de las soledades… Decidieron los Césares siguió siempre sin vislum-
nado, tomó su caballo y retornó a Valdi- retroceder hasta el campamento del lago brarse. Como se encontraban ya en el
via, renunciando. La Expedición Pinuer Puyehue y dirigirse a la ruca de Jurín pa- mes de marzo de 1778 y desde Valdivia
continuó así sin Pinuer, ahora al mando ra, en caso de encontrarlo, llevarlo por la llegaban noticias de un inminente levan-
del capitán Lucas de Molina y el sibilino fuerza. tamiento de los indígenas de río Bueno,

Q 1777 La ciudad perdida padre Delgado.
En la margen sur del Bueno levantaron
fuerte, el de la Purísima Concepción, que
‘de cúpulas de plata’ estaría en algún serviría de base de apoyo a las avanza-
das exploratorias. Una partida de veinte
lugar junto a la Cordillera, quizá junto hombre remontó después el curso del rió
Pilmaiquén hasta el lago Puyehue, en cu-
al Rupanco, quizá junto al Llanquihue… yas orillas construyeron dos canoas. En
ellas tardaron dos días en atravesar el la-
Lo encontraron. Entonces Jurín dijo estar
muy enfermo. Sin embargo, aportó todos
los datos para encontrar la Ciudad Perdi-
da y envió a sus propios hijos en compa-
ñía de los españoles. Estos todavía lo in-
tentarían una vez más. De nuevo saltaron
de lago a lago, ahora incluso hasta el
gran Llanquihue (entonces llamado Pu-
railla). Lo atravesaron y, en base a los da-
se puso fin en el volcán Osorno a la fa-
mosa Expedición Pinuer. En cuanto a Ig-
nacio Pinuer en persona, se retiró del
mundo en su hacienda Tomén, cerca de
Valdivia: soñando siempre con la Ciudad
Encantada que sus amigos indios le rela-
taban con tanta certeza y de la que no
dudó hasta el final de su existencia,
acaecida en 1791. Q

PE HHC15
Ignacio Pinuer, La Ciudad Perdida de los Césares (1777-1778) /107
PE RV/P16
Por el antiguo ramal
de Lanco
Leufucade arriba, hasta Malalhue
Hasta la década de 1950 la producción maderera de la zona nor-andina de la región
de Los Ríos (Neltume, Pellaifa, Liquiñe, Choshuenco) era evacuada hacia la ciudad de
Valdivia en almadías y balsas, vía el río San Pedro. Surgió entonces la idea de
construir un ramal ferroviario entre Lanco y el lago Panguipulli, lo que permitiría
llevar hasta el ferrocarril longitudinal estas cargas forestales. Fue Éste uno de los
últimos ramales en ser construidos en el sur de Chile, cuya inauguración data de
1960. A finales de 1980 dejaría de funcionar y una década más tarde la línea quedó
desmantelada. Hoy es una potencial y magnífica vía verde.
EL RÍO LEUFUCADE, EJE GEOGRÁFICO QUE SIGUE EL ANTIGUO RAMAL LANCO- PANGUIPULLI.
ara los mapuches del cacique
P Huentelaf la llegada de los raí-
les del Ferrocarril Longitudinal
Sur hasta las pampas junto al
río Cruces, donde actualmente se ubica la
localidad de Lanco, no fue presagio de bue-
nos tiempos… Casi 400 años atrás ya ha-
bían pasado por aquí las huestes de Pedro
de Valdivia y, en los alrededores selváticos,
en las prominencias estratégicas, aquellos
primeros ocupantes levantaron fortines en
lugares como Troltohue, Huenuye, Pitrén o
Contra. Pero tras el levantamiento general
araucano, en 1602, los españoles ya no ha-
bían tornado por la zona lanquina, al me-
nos de manera estable.
Con el ferrocarril, sin embargo, llegaba a
principios del siglo XX una ola colonizadora
criolla y de emigrantes blancos, cuyo cho-
que con la cultura aborigen iba a resultar
definitivamente impactante. Al amparo,
precisamente, de una estación ferroviaria
levantada junto al alto río Cruces fue como
surgió la actual ciudad de Lanco. Con el
tiempo se transformaría en un puerto seco,
en un centro de transferencia de cargas al
amparo del ferrocarril. En 1917 Lanco se eri-
gió como comuna independiente, por se-
gregación de la de San José de la Mariqui-
na. Su extensión era enorme, desde los
meandros del río Cruces hasta la frontera
con Argentina; y, por el sur, hasta el curso
del río San Pedro. Unas tierras insuficiente-
mente exploradas.
Hasta la década de los años de 1950 la pro-
ducción maderera de la zona nor-andina de
la región de Los Ríos (Neltume, Pellaifa, Li-
quiñe, Choshuenco) era evacuada hacia la
ciudad de Valdivia en almadías y balsas, vía
el río San Pedro. Surgió entonces la idea de
construir un ramal ferroviario entre Lanco y
PEDALEANDO, ENTRE EL PRIMER PUENTE SOBRE EL LEUFUCADE Y LA ESTACIÓN DE PURULÓN.
el lago Panguipulli, lo que permitiría llevar
hasta el ferrocarril longitudinal las cargas
forestales. Fue este uno de los últimos ra-
males en ser construidos en el sur de Chile,
cuya inauguración tuvo lugar en 1960. Se
trataba de uno de esos ‘trenes del sur pe-
queños entre volcanes, deslizando sus va-
gones sobre los rieles mojados por la lluvia
vitalicia’, en palabras del gran Pablo Neru-
da. A finales de 1980 dejaría de funcionar. Y
una década más tarde sus raíles fueron
vendidos al peso, quedando la línea definiti-
vamente desmantelada.
Por suerte, el dominio público lineal pervive
todavía, gracias a la vigilancia ejemplar que
la municipalidad de Lanco ejerce sobre los
restos del ramal, en el tramo afecto a su co-
muna: para evitar privatizaciones de facto
por parte de fundos colindantes; impidien-
do ocupaciones espontáneas; salvaguar-
dando, en suma, de la destrucción a un va-
lioso bien público cuya reconversión en vía
verde o cicloruta ofrece actualmente unas
interesantísimas perspectivas ecoturísticas.
Vías Verdes: los caminos del futuro
En la primera Conferencia Mundial sobre el Medio Ambiente, celebrada en Río de Ja-
neiro en 1992, se vaticinó que los corredores ecoturísticos y medioambentales
constituirán la red de comunicaciones alternativas de mayor demanda por parte de
las generaciones protagonistas del siglo XXI. Es decir, que las redes verdes, las ciclo-
rutas, los itinerarios no-motorizados serían los caminos del futuro. En muchos paí-
ses desarrollados estos vaticinios son ya una realidad. En Chile, también, nos en-
contramos (o deberíamos encontrarnos) en el camino hacia ello.
Se trata de sendas para el ocio ciudadano y el desarrollo sostenible, complementarias
a la red de comunicaciones motorizadas convencionales ya existente, basadas en la
recuperación de una serie de dominios públicos lineales, muchos de ellos actualmente
en abandono, como son los antiguos caminos rurales o históricos peatonales, las sen-
das de ribera, las plataformas ferroviarias desmanteladas. Convenientemente recupe-
radas para el uso público y el ocio colectivo, consiguen poner en comunicación am-
biental y ecoturística los núcleos urbanos con su entorno rural, los espacios naturales
protegidos entre sí y los diferentes núcleos habitados en armonía unos con otros.
Las principales características de las Ciclovías, como vías o ejes verdes, son poseer
un trazado continuo; interconectar cualidades paisajísticas, históricas, naturales o
culturales; contar, en fin, con la oportuna señalización tanto direccional como inter-
pretativa; además de estar convenientemente amparadas frente al uso no autoriza-
do por parte de vehículos a motor. Unos ejes verdes que fomentan las comunicacio-
nes y los desplazamientos locales no-motorizados, que en Europa, Norteamérica o
Australia suponen ya decenas de miles de kilómetros de pistas disponibles para
peatones, ciclistas, jinetes y personas de movilidad reducida.
Ello favorece un modo de vida y de transpor-
te más sano y equilibrado, reduce la conges-
tión y la contaminación de las ciudades; im-
pulsa el desarrollo rural, el turismo activo y
el empleo local; y promueve unas relaciones
más humanas entre los ciudadanos además
de acercar a los ciudadanos a su entorno na-
tural y cultural. Todas estas cualidades y
muchas más concurren en este eje exferro-
viario Lanco-Panguipulli, cuya recuperación
como ciclo-ruta promueve el municipio de
Lanco con empeño. Aunque, hasta la fecha,
sin que otros organismos decidores termi-
nen de concretar tan importante iniciativa.
Algo en absoluto comprensible.
EL TRAZADO
EX-FERROVIARIO,
LLEGANDO A AYLÍN.
PE RV/P16
Por el antiguo ramal de Lanco. Leufucade arriba, hasta Malalhue /109
110/ PE RV/P16
Por el antiguo ramal de Lanco. Leufucade arriba, hasta Malalhue
Esta Ruta Verde propone el viaje en bicicle-
ta entre Lanco y el núcleo de Malalhue, a
medio camino en dirección a Panguipulli.
Nosotros lo recorrimos en tiempo de vera-
no. Nos encontramos, así, pedaleando a tra-
vés de deliciosos campos cubiertos por al-
fombras de flores silvestres, progresando
en dirección a un horizonte en el que emer-
gen las siluetas nevadas de los volcanes La-
nín y Villarrica. Un zorro culpeo se cruza en
el camino que solo es una senda, practica-
ble entre la vegetación, que discurre sobre
la antigua faja vía. A nuestro alrededor ja-
lean enormes bandadas de bandurrias. Y,
como aprieta el calor del mediodía, nos de-
tenemos a tomar un bocado a orillas del río
Leufucade, cuya corriente se desliza perezo-
sa, entre grandes árboles centenarios.
Entre Lanco y la localidad de Malalhue la
Ruta Verde que hoy seguimos presenta un
desarrollo de 26 kms, perfectos para ser re-
corridos en bicicleta. Se detectan tan solo
algunas interrupciones: por ejemplo ese
portón con candado en el fundo Catrico
(junto al punto de cruce del antiguo ramal
con la carretera Ch 203 Lanco-Panguipulli,
4 kms después de Lanco); o ese sector don-
de la maleza ha invadido la traza después
de Purulón; o algún pontón desmantelado,
al paso de cierto pequeño estero…
En Lanco, la antigua estación ferroviaria ha
sido reciclada como terminal de buses. A
partir de este punto, hay que pedalear has-
ta la cuidada plaza de armas local y uno
puede desayunar en el Rincón Chileno, don-
de las tortillas con queso, cocidas en el hor-
no tradicional de barro y paja, alcanzan un
rango magistral. La travesía del casco urba-
PE INFOVIAJE
A LA ALTURA DE LA ESTACIÓN DE AYLÍN SURGE LA SILUETA DEL VOLCÁN LANÍN…
... Y ENTRE AYLÍN Y MALALHUE, LA DEL VOLCÁN VILLARRICA.
LA MISIÓN
FRANCISCANA
DE PURULÓN:
UN HITO EN ESTA
RUTA VERDE.
UÊLOCALIZACIÓN
Comunas de de Lanco.
UÊALTITUDES
Máxima: 150 m, en Malalhue;
mínima: 111 m, junto al río
Cruces, en Lanco.
UÊDURACIÓN Y DISTANCIAS
Entre la antigua estación
ferroviaria de Lanco y el puente
sobre el estero Huillamallín, a la
salida de Malalhue, el recorrido
por el antiguo ramal ferroviario
suma 26 kms (para los cuales, en
bicicleta, conviene prever una
jornada de viaje, contando
descansos).
no de Lanco por el antiguo ramal nos lleva
por la Calle Nueva y de allí al campo abier-
to. Tras el cruce con la carretera Lanco-Pan-
guipulli y los puentes sobre el estero Cudico
y el río Leufucade, nuestra primera parada
será en la Misión Franciscana de Purulón,
donde los campanarios son de madera roja
y sus monjas, unas anfitrionas amables.
En cuanto a la antigua estación de Purulón,
de cuyo edificio ferroviario ya no queda ni
rastro, se localiza unos 2,5 kms ramal ade-
lante. Más allá de este punto, a causa de la
vegetación crecida sobre el ramal, el paso
en bicicleta sobre los siguientes 3 o 4 kms
resulta complejo. Lo mejor es pedalear por
el camino que lo bordea, hasta cruzar el es-
tero Huellilelfú y el lugar de Pitrinilahue (al
pie del cerro Panguinilahue), donde decidi-
mos poner de nuevo nuestras bicicletas so-
bre el talud del ramal, en aproximación ya
hacia la antigua estación de Aylín.
A partir de Aylín el antiguo trazado ferrovia-
rio se adentra en una dilatada zona llana,
entre extensos pastos enmarcados por los
cursos del Leufucade y su afluente el estero
Alhuemanque. Se trata de un bello paraje,
en el que aparecen de pronto los grandes
volcanes cordilleranos. La llegada a Malal-
hue se da tras el paso sobre otro puente so-
bre el río Leufucade. Tan bello resulta el re-
corrido que, lo más recomendable es prose-
guir, en dirección a Melefquén, a Huellahue,
hacia la impresionante curva de la Guitarra,
donde el antiguo ramal de Lanco alcanza las
idílicas orillas del lago Panguipulli. ¿Cómo
puede alguien dudar de la conveniencia de
reconvertir este antiguo trazado ferroviario
en una atractiva y prestigiosa vía verde? O
CON DON APOLINARIO,
EL MAESTRO DE LAS
TORTILLAS, FRENTE A
SU HORNO DE GPS 1 Estación FFCC de Lanco- 39°27'4.82"S/ 72°46'46.57"O
NUESTRO CHILE.
PUNTOS GPS
GPS 2 Punto de entronque con antiguo ramal ferroviario- 39°27'13.73"S/ 72°45'46.81"O
GPS 3 Cruce con camino de Lanco a Panguipulli- 39°28'6.93"S/ 72°43'58.06"O
GPS 4 Puente sobre el río Leufucade- 39°28'53.38"S/ 72°42'24.90"O
GPS 5 Desvío a Misión de Purulón- 39°29'8.25"S/ 72°41'51.98"O
GPS 6 Misión de Purulón- 39°28'50.55"S/ 72°41'40.49"O
GPS 7 Laguna El Maitén- 39°29'14.92"S/ 72°41'28.14"O
desuso, se encuentra bien
GPS 8 Antigua Estación Purulón- 39°29'27.07"S/ 72°40'19.98"O
conservada en cuanto a su
continuidad (como potencial vía GPS 9 Riberas del Leufucade- 39°30'3.59"S/ 72°38'20.32"O
verde); las antiguas estaciones GPS 10 Antigua Estación Aylín- 39°31'8.41"S/ 72°35'18.97"O
ferroviarias de Lanco y Malalhue; GPS 11 Punto panorámico sobre volcanes Villarrica y Lanín- 39°31'37.51"S- 72°33'34.29"O
sectores relevantes del antiguo
UÊMEJOR ÉPOCA espléndidas vistas sobre los trazado; y la iglesia y misión GPS 12 Cruce con camino rural Huenuye- 39°32'10.41"S/ 72°32'1.71"O
Cualquier época del año. volcanes Lanín, Quetrupillán y franciscana de Purulón. GPS 13 Malalhue- 39°32'30.51"S/ 72°30'57.38"O
Villarrica; entre la fauna, puma, GPS 14 Río Leufucade en Malalhue/ fin de RV/P15- 39°32'40.08"S/ 72°30'7.46"O
UÊVALORES NATURALES güiña, pudú; bandurria, aves UÊCÓMO LLEGAR
Notables retales de bosque nativo rapaces, carpintero negro y aves De Valdivia a Lanco, 67 kms.
(siempreverde, coigües, raulíes, acuáticas.
robles) en las laderas inmediatas UÊCARTOGRAFÍA
al trazado del ramal; y en las UÊMONUMENTOS DEL HOMBRE Y Instituto Geográfico Militar,
riberas del río Leufucade; entre la PUNTOS DE INTERÉS escala 1:50.000, hojas ‘Lanco’,
estación de Aylín y Malalhue, La plataforma ferroviaria, en ‘Loncoche’ y ‘Malalhue’.
PE RV/P16
Por el antiguo ramal de Lanco. Leufucade arriba, hasta Malalhue /111
HITO HISTÓRICO-CULTURAL EXPLORADORES OLVIDADOS DE CHILE

PEHHC16

Salvador Sanfuentes
Un explorador en la Intendencia (1845-1846)
Juan Gabriel Pallarés, Periodista

Responsable provincial durante la presidencia de Manuel Montt por un breve periodo de tiempo,
su actividad viajera fue trepidante a través de ríos, selvas y huellas precarias, en un territorio todavía
sumido en la ruina económica.

los 28 años de edad, este hasta donde le fue posible navegar co- a la República de Chile en 1820, los censos Tras la toma de Valdivia por lord Cochrane

A santiaguino de buena familia,

nacido en 1817, abogado, re-
cibió su nombramiento como
Intendente de Valdivia siendo Presidente
de la República Manuel Bulnes. Su respon-
sabilidad al frente la provincia de Valdivia
(que por aquel entonces comprendía terri-
torialmente desde el río Imperial, por el N,
hasta el seno de Reloncaví, por el S) duró
tan solo un par de años. Pero durante este
tiempo el Salvador Sanfuentes no descan-
só ni un momento. Se adentró en embar-
caciones por la red fluvial del Valdivia allí
rriente arriba y también lo hizo por el río
Bueno. Y además cabalgó todos y cada
uno de los precarios caminos que inverna-
ban el territorio, pactó con los caciques
araucanos fronterizos, escribió informes
de gran precisión e ideó los primeros pla-
nes para la colonización con alemanes pa-
ra este territorio del sur, tradicionalmente
tan olvidado por Santiago.
La provincia de Valdivia con la que se en-
contró Sanfuentes a su llegada, creada ad-
ministrativamente en 1826, resultaba un
completo desastre. Tras su incorporación
de la época arrojaban cifras en torno a los
3.000 habitantes hispano-criollos para la
ciudad de Valdivia y su entorno; junto a
otros tantos mas distribuidos por el resto
del entonces selvático territorio. La pobla-
ción indígena se estimaba en unos 40.000
individuos, de los cuales ‘solo 13.093 esta-
ban sujetos a misiones’ , es decir, eran
considerados como ‘indios amigos’, según
datos del Padre Guarda. Dos fuertes terre-
motos y tsunamis habían asolado, ade-
más, esta parte del del país, entre Valdivia
y Chiloe, en 1835 y 1837.
1820, las autoridades coloniales españolas
se retiraron a Chiloé llevándose consigo
también todo lo que restaba de la maltre-
cha tesorería y, con ello, la práctica totali-
dad del circulante monetario. Esta falta de
dinero físico se tornó, en la plaza, un pro-
blema crónico. Desde Santiago tampoco
se enviaba plata alguna, castigada Valdi-
via durante mucho tiempo como ciudad
sospechosa y desafecta, por haber perma-
necido demasiado tiempo fiel a la causa
realista. Tan extrema llegó a ser la situa-
ción que hubo que inventar localmente un

VISTAS DE VALDIVIA.
GRABADO DE
H. WANDER-BURCH

tipo de moneda local, las llamadas chu- SALVADOR SANFUENTES: EXPLORADOR,

nimpas… Con este escenario se encontró
aquel joven Intendente Salvador Sanfuen-
INTENDENTE, MINISTRO Y LITERATO…
tes cuando arribó a Valdivia un tres de ju-
lio de 1845.
Su primer informe al Presidente de la Re-
pública resulta expresivo. Tras expresarle
que ‘la vista de las hermosas costas de
Valdivia, cubiertas de verdor, aún en me-
dio del rigoroso invierno, nos consoló de
las pequeñas penalidades que siempre se
sufren en un viaje por mar’, pasa a infor-
marle acerca de la situación de la cárcel
local: ‘para aportarle a usted una lijera
idea (sic) del estado de esta población, los
presos viven apiñados en un galpón, don-
de penetra la lluvia, que ha llegado a for-
mar pantanos dentro de la misma pieza,
donde los miserables tienen que perma-
necer i (sic) dormir casi sobre el agua..)’.
En cuanto a las mujeres, no tenían siquie-
ra lugar de reclusión, por lo que los jueces
Una existencia corta
pero intensa
Además de recorrer la provincia de Valdivia en todas
direcciones, Salvador Sanfuentes tuvo tiempo de fundar un
colegio de instrucción secundaria, una oficina de correos y
mejorar varios caminos estratégicos. Y además terminó con
esa indecente captura de menores indígenas, de ambos sexos,
que habitualmente practicaban los capitanes de las goletas
que tocaban en Valdivia, para llevarlos y venderlos como
esclavos en el Perú.
Discípulo de Andrés Bello, el abogado Sanfuentes fue Secreta-
rio General de la entonces recién fundada Universidad de Chile,
a la vez que fue un destacado participante en la vida cultural
del Santiago post-independencia. Poeta, literato, autor teatral,
fue también un notable traductor de obras en lengua francesa.
Ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública en dos ocasio-
nes (durante las Presidencias de Manuel Bulnes y de Manuel
Montt) murió joven, en 1860, a los 43 años de edad. Uno de
sus hijos, Juan Luis Sanfuentes, llegaría a ser Presidente de la
República además de un polémico político.

PE HHC16
Salvador Sanfuentes. Un explorador en la Intendencia (1845-1846) /113
HITO HISTÓRICO-CULTURAL EXPLORADORES OLVIDADOS DE CHILE

MAPA DE LA
VALDIVIA EN TIEMPOS PROVINCIA DE
DE SANFUENTES Y VALDIVIA EN 1846;
PHILIPPI. POR BERNARDO
PHILIPPI.

se veían precisados a implorar a los veci-
nos ‘la recepción en sus casas de las cri-
minales, o bien soltarlas de nuevo’.
Valdivia, en 1845 era ‘una de las provin-
cias más desconocidas hasta la fecha pa-
ra el gobierno santiaguino’, por lo que el
Intendente Sanfuentes se aprestó a pros-
pectarla al poco de su llegada. Tuvo la
suerte, ciertamente, de encontrarse aquí
con un alemán sabio, pionero en la zona
y de carácter verdaderamente excepcio-
nal, Bernardo Philippi, del que dice: ‘este
individuo, de cuyas aptitudes son ya bas-
tante conocidas del Supremo Gobierno,
tiene la ventaja de haber elegido por su
residencia a Valdivia y de poder confor-
marse con una gratificación que otro de
iguales conocimientos tal vez no acepta-
ría… por sus muchas relaciones con Ale-
mania, país de donde por todos motivos
creo que deberían solicitarse colonos, él
es uno de los sujetos más aparentes para
confiarle todo lo relativo a una empresa
de esta naturaleza…’. En efecto, la siner-
gia con Philippi resultaría muy importan-
te, y decisiva para su desempeño como
Intendente. Ello hizo de Sanfuentes el
primero en proponer la inmigración de
alemanes al sur de Chile, que se verifica-
ría pocos años después.
A principios del mes de marzo de 1846
Sanfuentes ya había efectuado un primer
recorrido completo por la extensa provin-
cia, al menos por aquellas partes a las que
resultaba posible acceder mediante la
precaria red de huellas y caminos existen-
tes. Posteriormente, en sucesivas expedi-
ciones, el joven Intendente se transforma-
ría en un verdadero explorador, penetran-
do en tierras no prospectadas hasta la fe-
cha, en ocasiones acompañado por Ber-
nardo Philippi, y también por su hermano
Vicente, que ejercía las funciones de se-
cretario personal.
Uno de sus primeros objetivos fue reco-
nocer las distintas misiones religiosas
distribuidas por el territorio provincial.
Cada misión tenía a su cargo una o dos
reducciones de indígenas, cada una ellas
con una población de indios amigos de
entre 300 y 1.000 almas. ´Casi todos
ellos viven dispersos por los campos y
para doctrinarlos hay practica de que el
capitán de amigos, con que está dotada
cada misión, salga todas las semanas a
recogerlos en número de seis u ocho
hombres y otras tantas mujeres, para
que vengan a la misión a aprender el re-
zo y confesarse´. Por lo general perma-
necían en la misión una semana, antes
de poder retornar a sus campos y ser
remplazados por una nueva leva. A me-
nudo, los capitanes de amigos tenían que
traer a rastras a los indígenas para su es-
tancia en la misión, informa Sanfuentes
al Gobierno Supremo, recomendando ter-
minar con estos abusos y proponiendo
transformar a cada misión en la base de
un futuro pueblo. Como ocurrió en el ca-
so de San José de la Mariquina.
En 1846, en la jurisdicción de Valdivia,
existían tres misiones en activo (las de
Valdivia, Quinchilca y La Mariquina) y cua-
tro abandonadas (a consecuencia de mon-
toneras y conflictos todavía vinculados
con el proceso independentista: Arique,
Costa de Niebla, Huenehue y Toltén). Ade-
más, otras ocho misiones funcionaban en
las jurisdicciones de La Unión (Cudico, Río
Bueno, Daglipulli y Trumao) y de Osorno
(Coyunco, San Juan de la Costa, Quilaca-
huín y Pilmaiquén). Es cierto que, tras
proponer sin éxito a los loncos mapuches
el establecimiento de nuevas misiones en
sus respectivos territorios, la recomenda-
ción de Sanfuentes al gobierno en Santia-
go se tornó poco reconfortante: ´Hay
pocas esperanzas –dice– para una reduc-
ción voluntaria. Ni siquiera escuelas quie-
ren admitir. Es claro, pues, que el Gobier-
no debe tomar otros caminos que la per-
suasión, y tal vez el único adoptable es el
que marcaron los españoles, de introducir
con cada misión que se funde un buen pi-
quete de tropa que sepa imponer el nece-
sario respeto a estos bárbaros…’.
Atravesando tierras aborígenes infrecuen-
tadas emprendió una de sus más intere-
santes correrías en dirección a la laguna
de Ranco. A partir de la misión de Quin-
chilca, cabalgó hacia el sur y el río Llollel-
hue (que vadeó a la altura del cerro Ma-
nao, cerca del actual lugar de Itropulli, co-
muna de Paillaco), para alcanzar las ori-
llas del Ranco en algún lugar situado hoy
entre Puerto Nuevo y Bahía Coique. Le
acompañaban en esta ocasión Bernardo
Philippi, su hermano Vicente, el médico
José Ramón Elguero y el juez de letras
Santiago O’Rian. El 16 de enero de 1846
escribe: ‘cuando el sol se entró, el agua
tomó un azul oscuro; y se divisaron enton-
ces no solo trece islas, sino hasta quince;
dormimos con el temor del león, pues a lo
que se asegura hay muchos por aquí…’.
De la Cordillera Andina Sanfuentes refiere
la montaña del Puyegüe (a la que no iden-
tifica como un volcán) pero ‘la impenetra-
bilidad en la que se encuentra hasta ahora
no permite dar acerca de ella mas porme-
nores’. Por noticias de indios y de los es-
pañoles explica asimismo que ‘hay un solo
camino para el otro lado de los Andes… y
Q 18 meses
permaneció como
Intendente en
Valdivia Salvador
Sanfuentes
que va a salir a los indios patagones del
otro lado’. Se trataba de ‘un boquete cor-
dillerano escabroso (que es el que hoy se
conoce como Rupumeica-Collado Hermo-
so), sin tráfico alguno, por ir a salir donde
los indios bárbaros’.
Por el río Bueno, que soñaba navegable
quizá hasta su nacedero y con un puerto
en su desembocadura, efectuó otra expe-
dición memorable en compañía de Philip-
pi. En La Barra sufrieron intensos agua-
ceros pero pudo reconocerla,‘con su re-
ventazón de tres olas seguidas’, pero que
ya habían conseguido pasar un par de pi-
lotos en sus goletas aquel mismo año
(abriendo una nueva ruta náutica hasta
Trumao y Osorno, de enorme importan-
cia comercial para el futuro desarrollo
del territorio). Aquella expedición era de
lo más precario. La embarcación, era po-
co mas que un simple wompo o canoa in-
dígena. A falta de timón, era gobernada
con un remo por Philippi y estuvo a pun-
to de zozobrar varias veces.
Una noche, entre Trumao y la barra del
Bueno, el temporal arreció tanto que el
baqueano Silva tuvo que desnudarse y bo-
tarse al agua, para conseguir amarrar la
lancha. Luego decidieron enterrarse en la
arena de una playa, para ver si así podían
dormir. Cuando a la mañana siguiente
apareció un indígena, este le dijo a San-
fuentes: ‘siempre que los españoles van
ustedes a la boca del río Bueno, ha de ha-
ber tempestad…’. Pocas semanas des-
pués, el 18 de septiembre de 1846 Salva-
dor Sanfuentes recibiría la noticia de su
nombramiento como Ministro de Justicia,
Culto e Instrucción Pública por el Presi-
dente Manuel Bulnes. Así terminó la acti-
va, esforzada y trepidante presencia en el
territorio de Valdivia del Intendente Explo-
rador: Salvador Sanfuentes. Q

PE HHC16
Salvador Sanfuentes. Un explorador en la Intendencia (1845-1846) /115
PE RV/P17
Bajo río Bueno
Entre Trumao y El Peligro
Treinta y cinco kilómetros de recorrido fluvial por el río Bueno, entre el puerto viejo
de Trumao y el paraje del Peligro, realizados a bordo del velero La Grulla Azul.
EL RÍO BUENO EN TRUMAO: CUANDO LAS CRECIDAS INVERNALES.
U
n recorrido náutico que puede
resolverse también en kayak, en
embarcación menor o en moto-
nave de turismo. Atraviesa una
de las mejores zonas ornitológicas del cen-
tro-sur de Chile, declarada Área de Impor-
tancia Internacional para la Aves, las llama-
das Vegas de Trumao. Y en la Cordillera de
la Costa, el río Bueno traza una curva hidro-
gráfica espectacular: la Vuelta del Peligro…
Nos encontramos contemplando como va
cayendo la tarde, sentados sobre los pelda-
ños de la escalinata de acceso a la iglesia
de la antigua misión de San Javier de Tru-
mao, a 12 kms de la ciudad de La Unión.
Nuestra vista vuela sobre las vegas inunda-
das que cada invierno componen aquí el
paisaje, a las que acuden a pernoctar, en
profuso griterío, ruidosas bandadas inte-
gradas por centenares de anátidas: uno de
los grandes espectáculos naturales en la re-
gión de Los Ríos. El templo que nos arropa
entre sus soportales resulta a imagen y se-
mejanza de esas iglesias chilotas en made-
ra, que han merecido ser incluidas dentro
de la prestigiosa lista del Patrimonio de la
Humanidad, por la UNESCO. Pero además
su emplazamiento constituye el mejor mi-
rador sobre el río Bueno o Huenulelfú, esas
Aguas en las que se refleja el cielo según la
ancestral tradición huilliche.
De esta acepción huenu,
río Huenu, es de dondee
procedería, al parecer,
por corrupción lingüís-
tica al español, el actual
al to-
pónimo de río Bueno. Un cau-
ce fluvial que, segúnn la Dirección
General de Aguas, seríaría el segundo másás
caudaloso de Chile, si efectua-
mos su medición en su des-
LA GRULLA AZUL, EN LA ISLA DE LA CONFLUENCIA DEL RAHUE. TAGUA (FULICA ARMILLATA)
embocadura, con data de 760 m3/segundo.
O el quinto en orden de importancia, si aca-
so dicha medición la efectuamos en su tra- Un paraíso avifaunístico
mo alto, con 570 m3/segundo. En cualquier
caso, con sus 130 kms de desarrollo fluvial
a partir del desaguadero del lago Ranco,
L a isla Momberg surge del abrazo fluvial de los dos canales fluviales en los que se di-
vide el río Bueno 2 kilómetros aguas abajo del Puerto Viejo de Trumao. Se trata de
una isla plana, pantanosa y larga de más de 6 kms en sentido este-oeste. En su inte-
donde sitúa su origen, el Bueno constituye rior esconde dilatadas extensiones de humedal, perfectos refugios para la avifauna.
la pieza central del denominado Corredor Desde la cubierta de una embarcación, navegando por el Bueno, con ayuda de los pris-
Verde III, integrante de la Red Verde Ecotu- máticos, el viajero podrá disfrutar en las riberas de la isla Momberg constantes avista-
rística proyectada para la región de Los mientos de taguas y cuervos de los pantanos, patos jergones y cucharas, patos ne-
Ríos. Entre los Andes y el océano, son una gros y patos rana, pimpollos y hualas, garzas cucas y blancas.
decena de Rutas Verdes en total las que se En realidad, el entorno del río Bueno, entre las confluencias de los ríos Pilmaiquén y
articulan sobre sus tramos más destacados. Rahue, se manifiesta en su conjunto como uno de los sectores ornitológicos más va-
liosos de todo el centro-sur de Chile, con niveles de importancia ambiental compara-
La Ruta Verde comprendida entre la locali-
bles a los del río Cruces y el entorno de Valdivia. Por ello, en 2010, bajo la denomina-
dad de Río Bueno y el antiguo puerto fluvial ción de Vegas de Trumao, la zona pasó a ser clasificada como IBA o Área de Importan-
de Trumao ya tuvimos ocasión de recorrer- cia Internacional para las Aves.
la, en nuestra lancha zódiac, en sus diferen- Desde el punto de vista estrictamente ornitológico, la mejor propuesta es circunnave-
tes sectores fluviales y al paso del paraje de gar la isla Momberg al completo, a partir de Trumao o Puerto Mashue, navegando en
Colcume, de la confluencia del río Pilmai- embarcación local, sucesivamente, por los brazos principal del Bueno y secundario o
quén, de la isla del Chivato o la curva de río Chico. En el transcurso del viaje, lo recomendable será efectuar diversas paradas
Quilacoya. Ahora la que nos disponemos a en otros tantos puntos de la ribera insular, para acometer así diversos paseos de ob-
servación avifaunística por los hualves y lagunazos interiores. Estos resultan espe-
recorrer es la correspondiente a su último
cialmente relevantes en cuanto a especies orníticas en los sectores central y del ex-
tramo hasta La Barra, donde se verifica la
tremo occidental de la isla Momberg. Llevar botas de goma, imprescindibles. Así como
desembocadura del Bueno en el Pacífico. un buen guía lugareño. Para ello, en Puerto Mashue, las mejores posibilidades.
Entre Trumao y La Barra son, en total, 65
kms de recorrido náutico, partiendo del Va-
lle Central en las proximidades de La Unión
y atravesando la barrera orográfica de la
Cordillera de la Costa. Navegaremos, en pri-
mer lugar, desde Trumao hasta la impresio-
nante revuelta fluvial conocida como El Pe-
ligro. Y dejaremos p para la siguiente Ruta
Verde el viaje entre este
punto y La Barra.
Para realizar estos recorri-
dos náuticos hemos portea-
h
do hasta el muelle de Tru-
mao, desde
des Valdivia, sobre trai-
po carretera, nuestro ve-
ler y por
lero La G Grulla Azul. Hasta este
JUNTO A LA CONFLUENCIA DE LOS RÍOS CAHINALHUE Y TRINIDAD.
puntoo fluvia
fl
fluvial iban y venían, antaño,
PE RV/P17
Bajo río Bueno. Entre Trumao y El Peligro /117
118/ PE RV/P17
Bajo río Bueno. Entre Trumao y El Peligro
MUELLE Y CASAS DE LLANCACURA.
múltiples vapores comerciales en una ruta
náutica que, además del río Bueno, también
incluía la navegación por su afluente del
Rahue y hasta la ciudad de Osorno. El terre-
moto de 1960 terminaría de hacer casi im-
practicable la navegación de acceso al río
Bueno desde el océano por lo que la era de
los vapores fluviales, junto con la mejora de
otras vías de comunicación, terminó por ex-
tinguirse en 1991 (cuando se hundió el Tres
Palos, el último de estos viejos artefactos
que permaneció operativo).
Hoy en Trumao son tres sus casi únicos ha-
bitantes: don José, El Canino, que será el
encargado de cuidar de nuestro barco
mientras permanezca amarrado en el lugar;
don Alfonso, El Pechera, que oficia de bal-
sero artesanal entre ambas orillas; y don
Víctor Fuentealba, hijo de este último, que
es el Alcalde de Mar para esta parte del río
EL BALSEO DE TRUMAO, CON CAPACIDAD PARA UN SOLO VEHÍCULO POR VIAJE.
Bueno. A la mañana siguiente, cuando Víc-
tor nos extiende la autorización de zarpe,
emprendemos la navegación corriente aba-
jo, primero a lo largo de la gran isla Mom-
berg, que surge al abrazo de dos canales
fluviales en los que se divide el Bueno a un
par de kilómetros aguas debajo de Trumao.
Los restos del antiguo muelle de Puerto
Mashue nos señalan la proximidad de la
confluencia del río Rahue, que procede del
lejano lago Rupanco y de la ciudad de Osor-
no. Una confluencia que se verifica median-
te dos brazos separados, entre los cuales se
ha generado otra isla fluvial, en la que des-
cubrimos un tranquilo playazo a la sombra
de unos viejos sauces. Será aquí donde
efectuaremos nuestra primera parada, me-
tiendo la proa directamente sobre la arena
que emerge de la misma junta de los ríos.
En este delicioso paraje almorzamos y dor-
mimos una buena siesta, reconfortándonos
antes de continuar viaje por este río Bueno
que nos arrastra.
Tras la curva que sigue a la doble confluen-
cia de los esteros Lilcopulli (por la ribera N)
y Pucono (por la S), la navegación en velero
por el Bueno aborda el paso de un paraje
delicado: a causa de los sucesivos cables
eléctricos que cruzan el río de una a otra
orilla y que se suceden en un trecho de 5,5
kms. Oficialmente solo son dos los tendidos,
que aparecen oportunamente balizados por
globos de color rojo. Pero en la práctica
son, en total, cinco… (¡!). Ya que existen
otros tres cables más que permanecen sin
ningún tipo de balizamiento. El riesgo de
accidente, derivado de esta circunstancia,
resulta enorme ya que en algunos puntos
los referidos tendidos eléctricos no levantan
más de 6 m sobre el río y en ningún caso
más de 14 m, según nuestras propias esti-
maciones. Este tramo coincide, por otra
parte, con los primeros contrafuertes de la
Cordillera de la Costa, y con el paraje más
densamente habitado a lo largo de todo el
curso bajo del río Bueno. En las laderas
abruptas y junto a las riberas surgen grupos
de casitas dispersas, en sectores como Cu-
rrimahuida, Cofalmo o Calluncura. En este
último lugar existe un pequeño muelle y
una rampa-varadero.
Cuando los peligrosos cables eléctricos ya
han quedado atrás, con ayuda del cabes-
trante volvemos a levantar el mástil de
nuestro velero e, incluso, nos animamos a
largar la vela de proa. La navegación, defi-
nitivamente, se torna maravillosa: llevamos
la corriente fluvial a favor, además de la va-
ciante de la marea y de una suave brisa, to-
do lo cual se combina en un impulso armo-
nioso y perfecto hacia el océano. El sol de
invierno brilla radiante. El placer es esta na-
vegación perfecta río Bueno abajo…
Sin premura, así nos deslizaremos frente a
la confluencia conjunta de los esteros Ca-
huinalhue y Curripuyehue (este último co-
mo desaguadero de dos grandes lagunas
próximas, por la orilla sur, las de Trinidad).
Tras este punto la corriente se acelera y es-
PUNTOS GPS
trecha, enfilando momentáneamente hacia
el N e introduciéndose entre la cumbre có-
nica del cerro Campanario (260 m) y los ce-
rros de Santa Ana (736 m). Debemos reco-
ger la vela y arrancar el motor de nuestra
embarcación. Una serie de remolinos fluvia-
les hacen su aparición y un islote en el cau-
ce señala de pronto el punto que estamos
abordando: la Vuelta del Peligro, tan temida
por los capitanes de los antiguos vapores
cuando las grandes avenidas. Nosotros la
superamos sin mayor inconveniente y, a
continuación, nos buscamos un fondeadero
secreto en el que amarramos La Grulla Azul
al tronco de un restallante aromo en flor,
que descubrimos en la ribera. Aquí pasare-
mos la noche, en la soledad del río Bueno.
Hemos navegado, a motor y a vela, unos 35
kms desde Trumao. La próxima Ruta Verde
debe continuar, río abajo, hasta el mar. O
GPS 1 Puerto Viejo de Trumao/ muelle, rampa y barca transbordadora/ punto de inicio de ruta náutica-
40°20’48.89”S/ 73°10’49.85”O
GPS 2 Extremo oriental de la isla Momberg/ en las Vegas de Trumao- 40°21’5.31”S/ 73°11’52.84”O
GPS 3 Eje principal del río Bueno- 40°21’7.93”S/ 73°14’51.38”O
GPS 4 Eje secundario del río Bueno o río Chico- 40°20’22.89”S/ 73°14’11.96”O
GPS 5 Extremo occidental de la isla Momberg/ en las Vegas de Trumao- 40°20’25.60”S/ 73°17’10.48”O
GPS 6 Puerto Mashue- 40°20’2.72”S/ 73°18’11.59”O
GPS 7 Isla y confluencia con el río Rahue- 40°20’7.13”S/ 73°18’38.77”O
GPS 8 Muelle y estero Pucano- 40°20’37.45”S/ 73°21’52.44”O
GPS 9 Peligro: primero de los 5 tendidos eléctricos que cruzan sobre el río Bueno (¡!)-
40°20’17.07”S/ 73°22’28.95”O
GPS 10 Casas y muelle de Cofalmo- 40°20’20.43”S/ 73°24’24.11”O
GPS 11 Termina la zona de 5 tendidos eléctricos que cruzan sobre el río Bueno (¡!)-
40°19’4.48”S/ 73°25’0.31”O
GPS 12 Muelle de Llancacura- 40°18’54.41”S/ 73°25’5.30”O
GPS 13 Confluencia de los ríos Cauhinalhue y Trinidad- 40°18’27.35”S/ 73°26’36.35”O
GPS 14 Islote de El Peligro- 40°16’8.73”S/ 73°27’26.95”O
GPS 15 La Curva del Peligro/ final de tramo náutico- 40°16’12.22”S/ 73°27’28.96”O
PE RV/P17
Bajo río Bueno. Entre Trumao y El Peligro /119
HITO HISTÓRICO-CULTURAL EXPLORADORES OLVIDADOS DE CHILE

PEHHC17

Guillermo Frick:
El visionario de la isla del Rey (1558)
Teodoro Kaussel, Economista

Designado ‘Hijo Ilustre

de la ciudad de Valdivia’,
¿quién fue realmente
este alemán-chileno que
exploró lagos, ideó
ferrocarriles, compuso
música e, incluso, se
atrevió a diseñar alguno
de los primeros
aeroplanos…?

G
uillermo Frick es sin lugar a
dudas una persona fascinante
y excepcional. Nació en Berlín,
Alemania, en 1813 como hijo
de una familia de la alta burguesía. Estu-
dió leyes en las universidades de Berlín y
Bonn, finalizando estos estudios con un
doctorado. Más adelante realizó estudios
en Física, Química y Tecnología y apren-
dió varios idiomas. A través de relaciones
familiares conoció en su juventud al natu-
ralista, botánico y poeta alemán Adalbert
von Chamisso, quien había visitado Chile
en 1816 a bordo del barco ruso Rurik. Se
presume que ese contacto es el que le in-
fluyó en su decisión posterior de viajar
hasta estas latitudes. Frick llegó a Valdi-
via en el año 1842. Y se quedaría en la

Q 200 años. Este año se

actual región de Los Ríos el resto de su
existencia.
Podemos aproximarnos a este personaje
desde muchos ángulos, pero siempre en-
contraremos en él nuevas sorpresas. Aquí
nos interesa su vertiente como explora-
dor, y al buscar material sobre esta temá-
tica nos encontramos con el hecho de
que no solo se aventuró a emprender
arriesgados viajes con el objetivo científi-
co de aportar conocimientos con respec-
to a territorios desconocidos, sino que
utilizaba estos viajes para preparar una
cartografía de gran calidad la cual, en
muchos casos, supuso las primeras repre-
sentaciones gráficas de los territorios
respectivos. Además, no se contentaba
solo con llegar a conocer estos territo-
rios, sino que utilizaba estos nuevos co-
nocimientos para proponer planes y pro-
Un personaje polifacético yectos de desarrollo para el futuro, que
Guillermo Frick sin duda fue un personaje trepidantemente polifacético. Es bien conocida su competencia musical en muchos casos implicaban perspectivas
tanto como compositor, ejecutor y organizador. Es menos conocido que era, además, un buen pintor y que se de muy largo plazo y daban cuenta de
interesaba también por los temas de gramática y ortografía, habiendo publicado artículos científicos sobre estas una fértil imaginación y creatividad. Pero
materias. Aunque no se conocen patentes suyas, se sabe que fue un experimentador e inventor, con proyectos tales
como el de unos flotadores individuales para poder atravesar, a pie, ríos y cursos de agua… o una propuesta pionera de
ello no terminaba aquí. De sus relatos y
escritos se desprende que sentía una
aeroplano…
Se involucró asimismo en numerosos proyectos que hoy clasificaríamos como de interés público. Es decir, actividades
gran empatía por la población que encon-
traba en estos viajes además de un genui-
que no están orientadas tanto a resolver problemas personales o a acrecentar el patrimonio individual como a la
desinteresada generación de beneficios para muchos. Facilitada por su situación patrimonial holgada, derivada de una no interés por promover desarrollos que
herencia a la que pudo acceder antes de emprender su viaje a Chile, Frick mostró siempre un comportamiento contribuyeran a la prosperidad colectiva.
desinteresado en su beneficio personal. Por ello fue un personaje altamente popular entre la población valdiviana de Frick claramente no resulta homologable
finales del siglo XIX. a un colonizador como Cecil Rhodes, pero
Sin embargo, esa popularidad local no se transformó en verdadero reconocimiento. Aquí claramente jugó en su contra sí más bien a un David Livingston. El pri-
el hecho de haberse negado, sistemáticamente, a aceptar muchas ofertas que se le hicieron para trasladarse a mero proponía grandes proyectos territo-
Santiago. Su negativa a acercarse a los verdaderos centros de poder de un país, ya en esa época esencialmente riales que contribuirían, fundamentalmen-
centralista, significó que muchas de sus ideas e iniciativas no prosperaran o fueran finalmente atribuidas a otros más
te, a aumentar su patrimonio propio en el
avezados en las lides políticas o parlamentarias.
África Austral, mientras el segundo lo que
buscaba era encontrar las fuentes del río
Nilo a la vez que sentía un verdadero
amor por la población africana (junto a
una aversión física hacia los tenedores de
esclavos con los que se encontraba). En cumplen dos siglos del nacimiento de
este sentido, Frick, al igual que Livingston,
estaba principalmente motivado a realizar este polifacético alemán-valdiviano,
viajes exploratorios en un afán de encon-
trar respuestas concretas a preguntas castigado por el centralismo
esencialmente geográficas y científicas.
Desde Valdivia, emprendió así uno de sus santiaguino.
viajes exploratorios más interesantes para
aclarar un enigma geográfico que, en la
década de 1860, todavía permanecía en ti-
nieblas. La pregunta por desvelar era si el
río Callecalle se originaba, como parecía
lógico, en la ladera occidental de la Cordi-
llera de los Andes; o si acaso tenía su ori-
gen en las pampas orientales, para atra-
vesar tras ello la muralla andina.

PE HHC17
Guillermo Frick. El visionario de la Isla del Rey (1558) /121
HITO HISTÓRICO-CULTURAL
Acerca de esta exploración, que llevó a
cabo en febrero del 1862, Frick informó
en forma detallada al entonces Presiden-
te de la República y publicó en el año
1864 un artículo en la prestigiosa revista
geográfica alemana “Mitteilungen aus
Justus Perthes Geographischer Anstalt”.
No solo proporciona valiosa información
sobre un área geográfica que, hasta ese
instante era terra ignota , sino que tam-
bién orientó sobre una temática que llegó
a ser de extrema importancia para las ne-
gociaciones posteriores sobre límites de
Chile con la vecina República Argentina.
Además, arroja luces sobre las dificulta-
des que existían en esa época para reali-
zar ese tipo de exploraciones, sobre las
habilidades técnicas que tuvo que desa-
rrollar para realizarla con éxito, y sobre
los peligros que ella implicaba.
EXPLORADORES OLVIDADOS DE CHILE
El artículo presenta el primer levantamiento
preciso de uno de los llamados Lagos Arau-
canos, el lago Riñihue, y aporta valiosa in-
formación geológica y, sobre todo, carto-
gráfica. Lo más importante del artículo es
sin lugar a dudas el mapa, en parte esque-
mático, que representa el sistema hidrográ-
fico completo de los lagos y ríos que confor-
man la cuenca alta del Valdivia. Ese mapa lo
construyó Frick en parte basándose en ob-
servaciones directas, en otra parte impor-
tante en base a entrevistas realizadas a di-
versos informantes calificados, en la tradi-
ción oral relevante que pudo recolectar, y
en el análisis cuidadoso de toda esa infor-
mación en términos de consistencia y plau-
sibilidad. El resultado representa muy bien
la realidad que se conoce hoy. En su mapa
esquemáticamente indicaba que el origen
del sistema hidrográfico del río San Pedro-
Callecalle- Valdivia efectivamente se locali-
zaba al oriente de la Cordillera de los An-
des, en lo que Frick llamó cuidadosamente
Pampa de Buenos Aires. Fue, así, el primero
en demostrar que el río de Valdivia nace
cerca del lago Lácar y la actual ciudad ar-
gentina de San Martín de los Andes.
Aunque su exploración fue impulsada por
el interés científico de reconocer una rea-
lidad geográfica y geomorfológica que era
hasta entonces desconocida, Frick otorgó
inmediatamente el valor estratégico y
económico a su descubrimiento: un paso
andino (el actual paso de Huahum) el cual
estaría prácticamente libre de nieve du-
rante todo el año y que podría estar con-
formado por trechos importantes que pro-
metían ser navegables, lo que económica-
mente era muy importante para esa épo-
ca. Con su visión futurista, propuso políti-
cas tanto chilenas como argentinas de co-
lonización en el corredor que se formaría
entre los océanos Pacífico y Atlántico a lo
largo de las cuencas del San Pedro y de
los ríos Limay y Negro hasta su desembo-
cadura en el Atlántico. Finalmente postuló
que el paso siguiente podría ser entonces
la construcción de un Ferrocarril Transan-
dino que uniría a Corral con el puerto ar-
gentino de Bahía Blanca, en el océano At-
lántico: ¡todo esto en el año 1864!
A partir de diversos planos que Frick con-
feccionó en el año 1885 podemos recons-
truir sus proposiciones para la futura cone-
xión de Valdivia al sistema ferroviario chile-
no. Para los valdivianos este era entonces
un tema de altísima prioridad, que se ma-
terializaría solo 20 años más tarde a través
de un ramal ferroviario de dudosa efectivi-
dad. Frick priorizaba, en cambio, una cone-
Q En 1864, Frick postuló la
construcción de un Ferrocarril
Transandino que uniría a Corral con el
puerto argentino de Bahía Blanca,
en el océano Atlántico.
xión ferroviaria de Valdivia hacia el norte y
propuso para ello un trazado por la ribera
norte del Río Cruces que conectara con el
ferrocarril longitudinal en San José de la
Mariquina y tuviera una estación terminal
para Valdivia en Toro Bayo, con una posible
extensión hasta Niebla. La otra conexión
ferroviaria propuesta por Frick fue una lí-
nea transandina a Argentina por Chapelco,
al este del actual San Martín de los Andes.
De este proyecto solo se construyó el ac-
tual ramal de Valdivia a Antilhue, es decir
solo 32 Km, mas el ramal de trocha angos-
ta Los Lagos-Riñihue (que fue desmantela-
do a finales de los años de 1990). Clara-
mente, estas dos propuestas de Guillermo
Frick forman parte del así llamado Paleo-
futuro, es decir proyectos visionarios del
pasado que no se realizaron en el momen-
to preciso y que, en las condiciones actua-
Guillermo Frick. El visionario de la Isla del Rey (1558)
les, probablemente ya no son viables. Pe-
ro estos proyectos habrían tenido un gran
impacto en el desarrollo de la región.
En los documentos oficiales como contra-
tos, resoluciones o decretos gubernamen-
tales de la época, cuando mencionan a
Guillermo Frick, lo describen como “un
honrado y confiable agrimensor y/o topó-
grafo que podría encargarse de aspectos
operativos” . Sin duda, fueron otros los
que brillaron al provecho que se obtenía
gracias a la visión, la energía y el talento
de Guillermo Frick. Por todo ello, conside-
ramos que resulta válido agregarlo a la
lista de los Exploradores Olvidados de Chi-
le. Y el que se cumplan ahora los 200
años de su natalicio representa, sin duda,
una excelente oportunidad para recordar-
lo debidamente como ese extraordinario
personaje que fue. Q
PE HHC17
/123
PE RV/P18
Bajo río Bueno
Entre El Peligro y La Barra
La Barra es un extremo regional apartado, enmarcado en la
Reserva Costera Valdiviana, donde se verifica la unión del río
Bueno con las grandes rompientes oceánicas.
AMANECER INVERNAL, DESDE LAS SOLEDADES PROFUNDAS DE LA BARRA.
G
racias a instauración de la Re-
serva Costera Valdiviana/ TNC
se pudo poner a salvo la mejor
representación de la selva valdi-
viana a nivel planetario, amenazada hasta
2003 por una serie de insostenibles pro-
yectos especulativo-forestales en combina-
ción con la construcción de una carretera
pública diseñada en exclusivo beneficio de
unas pocas compañías madereras privadas.
El último tramo del río Bueno recorre, has-
ta el mar, el límite sur de esta gran área sil-
vestre protegida.
La segunda manga de nuestra navegación
por el bajo río Bueno, aquel Huenuleufú an-
cestral y nativo (las Aguas que reflejan el
cielo), nos lleva ahora desde el meandro flu-
vial conocido como la Vuelta del Peligro has-
ta la misma desembocadura oceánica, loca-
lizada en el paraje de La Barra. Se trata de
26 kms de majestuoso pasillo fluvial, en el
que se combinan la corriente del río con las
oscilaciones de las mareas, todo ello en el
marco geográfico espectacular de unas
montañas transversales que se correspon-
den con la famosa Cordillera de la Costa.
Por nuestra parte, hemos estudiado previa-
mente, con atención, las tablas de marea del
Servicio Hidrográfico de la Armada, cuyos
datos de referencia más próximos se refie-
ren a la bahía de Corral. Una vez aplicados
los ajustes necesarios, hemos podido deter-
minar las horas oportunas para aprovechar
la marea vaciante. Así que, tras el desayuno
a bordo de nuestro velero La Grulla Azul y
después de una apacible noche amarrados a
un aromo florido que allá pende sobre la ri-
bera, nos encontramos ahora prosiguiendo
el descenso por el río Bueno durante ese
A LA ALTURA DE LA CONFLUENCIA CON EL RÍO DE LOS PATOS, CRUZÁNDONOS CON UNA BARCAZA FLUVIAL.
EL VELERO LA GRULLA AZUL, AMARRADO JUNTO A LA CASA DE EUGENIA.
lapso propicio en el que la corriente fluvial,
la influjo de la marea y una brisa de tierra a
mar se articulan en suma de propicios vec-
tores de fuerza. El resultado es, necesaria-
mente, una navegación plácida e inolvida-
ble, esencial y sin premura, bajo un sol ra-
diante en medio de este invierno austral. To-
do a pura vela y con el motor apagado…
Deslizándonos en silencio y rumbo al mar…
Entre los rincones más espectaculares a ori-
llas del Bueno destaca la confluencia del es-
tero Molino de Oro. Aunque actualmente sir- ÚLTIMO TRAMO DEL RÍO BUENO, CONTEMPLADO DESDE EL SECTOR CARIMAHUIDA DE LA
RESERVA COSTERA VALDIVIANA.
ve de base a una empresa salmonera, Pisci-
cultura Río Bueno, el paraje mantiene inte-
gra su belleza natural. Se trata de un propi-
cio abra natural emplazado sobre la ribera S
En el límite sur de la
del río, al que se precipita directamente des-
de las montañas inmediatas en una preciosa
Reserva Costera Valdiviana
L
cascada de agua. El paraje constituye, por o mejor de esta Ruta Verde comienza a la altura de la confluencia del denominado
otra parte, el refugio más adecuado para los estero de los Patos, que marca por la orilla norte el comienzo de la extensa Re-
navegantes en el caso de tener que prote- serva Costera Vadiviana: ese gran tesoro de la naturaleza regional en Los Ríos. Des-
gerse de alguno de los duros temporales de su establecimiento a partir de 2003, por parte de la organización conservacionis-
que se abaten, con tanta frecuencia, sobre ta internacional TNC/ The Nature Conservancy, la RCV (59.000 has, que van desde el
esta parte inferior del río Bueno. Un par de río Chaihuín, por el N, hasta el río Bueno por el S) protege la principal extensión su-
granjas salmoneras se localizan en las proxi-
perviviente de selva valdiviana en el planeta (incluyendo prioritarias áreas de aler-
ces). Algunos de sus sectores permanecen biológicamente inexplorados.
midades de este paraje de Molino de Oro.
A favor de sus ecosistemas actualmente bien preservados, una valiosa fauna aso-
Los lobos marinos son frecuentes. ciada subsiste, caracterizada por pumas, pudúes, güiñas hasta la misma línea de
Los últimos 10 kms del río Bueno transcu- costa; loros choroy y cachaña; picapinos magallánico o el raro monito de monte sub-
rren entre puras laderas de selva austral, ca- siste. La creación de la RCV realmente fue providencial, en el sentido que marcó el
rentes de vía de comunicación terrestre al- punto final para unos proyectos forestales-especulativos los cuales, hace tan solo
guna. Mientras las alineaciones de pataguas una década, estuvieron a punto de borrar del mapa este auténtico pulmón planeta-
resaltan sobre la línea de ribera, en las cum- rio. Para facilitación de dichos proyectos impactantes, se decidió acometer en para-
bres del cerro de la Reina (1.027 m, por el S) lelo la construcción de una denominada Carretera Costera, financiada con dinero pú-
blico y encomendada al Cuerpo Militar del Trabajo. Lo cual debía permitir en exclusi-
o del cerro Azul (1.021 m, por el NE), pode-
va a tres compañías forestales privadas la plantación de varios miles de hectáreas
mos observar en lontananza a los alerces de eucaliptos a costa de la destrucción del mejor bastión de la selva valdiviana (lo
milenarios dominando la altas cresterías que se verificó solo parcialmente en los sectores Chaihuín, al N de la RCV; y en el an-
montañosas. Sumidos en estas contempla- tiguo Fundo Venecia, inmediato a la desembocadura del río Bueno). Por fortuna, y
ciones, bajo el solo impulso de nuestra vela como legado a las generaciones futuras, este colosal patrimonio natural chileno ha
de proa y con sondas de hasta 12 m de pro- sobrevivido al afán de lucro.
PE RV/P18
Bajo río Bueno. Entre El Peligro y La Barra /125
126/ PE RV/P18
Bajo río Bueno. Entre El Peligro y La Barra

GARZA BLANCA (ARDEA ALBA)

ALBA

fundidad, nuestro velero aborda seguida-

mente una amplía curva fluvial sobre la que
confluyen ahora dos esteros selváticos suce-
sivos: el de las Ánimas y el Carimahuida. A
orillas de este último se ubica precisamente
el refugio-guardería de la Reserva Costera
valdiviana en el sector, donde en principio
teníamos previsto pernoctar.
Sin embargo, bajo el sol de la tarde y adic-
tos a la sensación de navegar, continuare-
mos hasta la misma desembocadura, nave-
gando todavía sobre esos 2 últimos kilóme-
tros fluviales que preceden al encuentro fi-
nal del río con el océano. Tan solo media
docena de rústicas casas habitadas salpi-
can este paraje de La Barra sobre la orilla
osornina, con algunas residencias veranie-
gas más hacia la línea de playa. Por la orilla
N, correspondiente administrativamente a
la región de Los Ríos y dentro de la Reserva
Costera Valdiviana, una enorme duna lito-
ral trepa espectacularmente por la monta-
ña inmediata y se adentra en el bosque
mediante una activa lengua de arena. Por
nuestra parte, hemos arrancado el motor
de nuestra embarcación y arriado las velas,
porque la fuerza de la marea vaciante nos
empuja cada vez con más velocidad en di-
rección al mar, donde ya podemos obser-
var las enormes rompientes oceánicas. En
toda su intensidad, percibimos entonces el
gran peligro que representa este lugar, en
plena marea vaciante. Metemos motor a
tope. Y redirigimos, con dificultad, la proa
de La Grulla Azul de nuevo río arriba. Sal-
vada la situación, los lugareños nos infor-
marán del enorme peligro al que nos he-
mos expuesto….
Hace pocos años, una lancha salmonera jun-
to a sus tripulantes fue engullida por la fuer-
za de la corriente y arrastrada hasta las
rompientes, donde se perdió al completo. En
LA BARRA DEL RÍO BUENO, DESDE LA DUNA LITORAL QUE MARCA EL FINAL, POR EL SUR, DE LA RESERVA COSTERA VALDIVIANA.
1830, durante su famoso viaje alrededor del
mundo, con Charles Darwin a bordo del Bea-
gle, el capitán Fitz Roy se aproximó y reflejó
en su carta náutica, con marcación equivo-
cada, esta desembocadura del río Bueno. El
18 de junio 1846 seria el capitán francés Jo-
sé Eduardo Nolibois de Neuville quien, ofi-
cialmente, sería el primero en cruzar esta
peligrosa barra del río Bueno, a pura vela,
en su goleta Elisa. El Gobierno de Chile pla-
nificaba entonces la fundación de una ciu-
dad y un puerto en este paraje de La Barra,
que diese acceso marítimo-fluvial hacia los
Llanos de Osorno, entonces en trance de co-
lonización. Pero el propio capitán Neuville
naufragaría con su Elisa en estas rompientes
de la desembocadura del río Bueno, en
1864. Otro naufragio dramático fue el del
vapor Osorno, ocurrido en 1876, perdiéndo-
se junto con la totalidad toda su tripulación
en esta Barra temible que el terremoto de
1960 terminaría por tornar todavía más peli-
grosa. En la actualidad, tan solo en días per-
fectos de calma y condiciones de marea, al-
gunas barcazas salmoneras se atreven a
atravesar, excepcionalmente, esta desembo-
cadura del río Bueno.
Una sector de La Barra que resulta, por su
aislamiento, por su entorno biogeográfico,
un verdadero paraíso natural. Durante
nuestra estancia, decidimos finalmente
pernoctar a bordo de nuestro velero,
echando el ancla junto al pequeño muelle
de la casa de Eugenia, situado en la orilla
sur y frente por frente de la confluencia del
estero Carimahuida. Luis Alberto, el marido
de Eugenia, nos ofreció por la mañana un
cesto de erizos de mar, cobrados la noche
anterior. Más tarde, le acompañamos a re-
cuperar unos caballos que mantiene pas- LA CASCADA DE RÍO DE ORO.
tando habitualmente al otro lado del río, a
los que traeremos sobre una balsa artesa- genia enciende entonces unas velas (por-
na, remolcada a través del río Bueno. Y en que en La Barra la luz eléctrica no existe) y,
el interior de aquella casa, por la tarde, desde el reluz de cierto ángulo de la caba-
planificamos, con su ayuda como guía, una ña, su hijo Boris nos observa pareciendo
serie de nuevas excursiones hasta las lobe- entender todo lo que hablamos. Pero lo de
rías, pingüineras y alerzales que existen Boris constituirá, más adelante, otra inten-
por el contorno. Cuando llega la noche, Eu- sa historia. O

PE INFOVIAJE
UÊLOCALIZACIÓN: velero La Grulla Azul. Gracias a la experimenta notables GPS 1 La Vuelta del Peligro/ punto de inicio de tramo náutico Río Bueno II- 40°16’12.22”S/ 73°27’28.96”O

Comunas de La Unión (región de
Los Ríos); y San Pablo (en la
vecina región de Los Lagos).
UÊALTITUDES:
En las riberas norte del río Bueno,
las cotas alcanzan altitudes en
torno a los 800 m al paso de la
instauración de la Reserva Costera
Valdiviana/ TNC se pudo poner a
salvo la mejor representación de la
selva valdiviana a nivel planetario,
amenazada hasta 2003 por una
serie de insostenibles proyectos
especulativo-forestales en
combinación con la construcción
PUNTOS GPS
crecidas). GPS 2 Granja salmonera- 40°17’18.27”S/ 73°31’49.98”O
GPS 3 Boya fluvial/ bajío ocasional- 40°17’26.37”S/ 73°32’47.56”O
U VALORES NATURALES: GPS 4 Confluencia del río de los Patos/ extremo SE de la Reserva Costera Valdiviana- 40°17’23.86”S/ 73°32’47.14”O
El río Bueno es uno de los mas GPS 5 Muelle y rampa- 40°17’30.55”S/ 73°32’47.46”O
notables cauces hidrográficos de
GPS 6 Granja salmonera- 40°17’2.02”S/ 73°34’54.61”O
toda la geografía chilena: un
GPS 7 Base salmonera/ muelle- 40°18’10.36”S/ 73°35’35.36”O
poderoso eje fluvial entre los
Andes y el Pacífico, por el que GPS8 Cascada y confluencia del río de Oro- 40°18’22.55”S/ 73°35’32.22”O

Cordillera de la Costa, en la
Reserva Costera Valdiviana; entre
la curva de El peligro y La Barra, la
cota fluvial se iguala
prácticamente con los 0 m del
nivel del mar, estando sujeta a las
influencias de marea.
UÊDURACIÓN Y DISTANCIAS
Treinta y cinco kilómetros de
recorrido fluvial por el río Bueno,
BALSEANDO CABALLOS DE UNA ORILLA A OTRA DEL RÍO BUENO. entre el puerto viejo de Trumao y el
paraje del Peligro, a bordo del
de una carretera pública diseñada
en exclusivo beneficio de unas
pocas compañías madereras
privadas. El último tramo del río
Bueno recorre, hasta el mar, el
límite sur de esta gran área
silvestre protegida. Son otros
26 kms de navegación fluvial
inolvidable.
UÊMEJOR ÉPOCA:
Cualquier época del año (en
invierno y primavera, el río Bueno
desagua el lago Ranco y una
importante cuenca andina.
UÊCÓMO LLEGAR:
Desde La Unión, por el llamado
Puerto Viejo de Trumao: el mejor
punto para recorrer esta Ruta Verde
al completo. Aguas abajo, otras
posibilidades de embarque son
Puerto Mashue y Llancacura. Entre
este último punto y la desemboca-
dura del Bueno, en La barra, única-
mente acceso por vía fluvial.
UÊCARTOGRAFÍA:
Instituto Geográfico Militar, escala
1:50.000, hojas ‘Lameguapi’ y
‘Laguna Trinidad’.
LAS CASAS DE LA BARRA, EN
LA ORILLA OSORNINA PRÓXIMA A
LA DESEMBOCADURA FLUVIAL
GPS 9 Muelle y casa de La Goleta- 40°17’26.79”S/ 73°37’29.70”O
GPS 10 Panorámica relevante sobre la Cordillera de los Alerces y la Reserva Costera Valdiviana-
40°15’49.81”S/ 73°41’2.64”O
GPS 11 Confluencia del estero de las Ánimas- 40°14’39.13”S/ 73°40’37.39”O
GPS12 Confluencia del estero Carimahuida- 40°13’58.41”S/ 73°41’27.80”O
GPS 13 Guardería y refugio RCV- 40°13’52.86”S/ 73°41’35.77”O
GPS 14 Muelle fiscal de La Barra/ punto final de tramo náutico Río Bueno II- 40°14’41.45”S/ 73°42’31.98”O
GPS 15 Casas de La Barra- 40°14’49.58”S/ 73°42’30.14”O
GPS 16 ¡Peligro! Sector de fuerte corriente en dirección al mar/ especialmente, durante la vaciante mareal...-
40°14’41.04”S/ 73°42’47.49”O
GPS 17 Duna/ gran panorámica sobre La Barra del río Bueno- 40°14’28.45”S/ 73°42’50.76”O
GPS 18 Lobería de Dehue- 40°15’41.01”S/ 73°43’54.98”O

PE RV/P18
Bajo río Bueno. Entre El Peligro y La Barra /127
HITO HISTÓRICO-CULTURAL EXPLORADORES OLVIDADOS DE CHILE

PEHHC18

Orélie Antoine de Tounens MAPA DE LOS

TERRITORIOS DE
ARAUCANÍA Y
PATAGONIA.

Aquel Rey de la Patagonia y la Araucanía

Juan Gabriel Pallarés, Periodista
ORÉLIE ANTOINE DE TOUNENS

l lugar de Mehuín, a pesar de su

¿Espía o loco?
¿Aventurero o defensor
de la causa mapuche?
Este francés excéntrico,
en cualquier caso,
E serenidad natural, alberga his-
torias sorprendentes. En 1860,
por ejemplo, fue el lugar donde
aquel excéntrico ciudadano francés, lla-
mado Orélie Antoine, parlamentó y con-
venció a los lonkos y caciques mapuches
instituyó su Reino de para que lo proclamasen Rey de la Arau-
la Araucanía. canía: como mejor estrategia frente a una
progresiva invasión chilena de sus territo-
rios. Una vez investido como Orélie Antoi-
ne I, fue en Mehuín también donde creó
su Ministerio de Caciques de la Región de
la Costa y nombró al jefe Quilapán como
su primer ministro. Emitió sellos y mone-
da de curso legal. Y estableció su capital
definitiva en la localidad de Perquenco.
Pero su aventura duró solo 13 meses y fue
aplastada por el Ejército chileno del Gene-
ral Cornelio Saavedra sin haber obtenido
reconocimiento formal alguno. Todavía
hoy vive en París un descendiente suyo y
PROCLAMACIÓN
DE ORÉLIE ANTOINE
pretendiente al trono araucano: Philippe
COMO REY.

quía constitucional y hereditaria se funda

en la Araucanía: el Príncipe Orélie Antoi-
ne de Tounens es designado Rey”.
Difundió la creación del nuevo reino a
través de cartas a los periódicos El Mer-
curio de Valparaíso y El Ferrocarril. E in-
formó al gobierno chileno de Manuel
Montt vía su Canciller Antonio Varas. Al
mismo tiempo, quiso involucrar al go-
bierno francés en esa idea, pero el cón-
sul de ese país realizó algunas averigua-
ciones, las cuales le dieron la convicción
de que Tounens lo que pasaba es que es-
taba "demente".
El 20 de noviembre de 1860, Tounens de-
cidió además anexar los territorios de la

Q
Patagonia a su reino araucano, fijando

150 años se han Boiry, nacido en 1927 y conocido como Fe-

lipe I de Araucanía y Patagonia. Este pe-
así sus fronteras definitivas en el río Bio-
bío, en Chile, por el norte; el océano

cumplido desde la fundación riodista y profesor mantiene buenos con-

de tan extraño "reino" del
que todavía un francés sigue
autoproclamándose monarca
tactos con jefes mapuches y continúa rei-
vindicando su Reino tomando como refe-
rencia el acuerdo de paz de Quillín, firma-
do en el siglo XVII entre la nación mapu-
che independiente y el Imperio Español.
El 17 de noviembre de 1860 fue fundado
el Reino de la Araucanía, cuyo primer De-
creto fue: “Considerando que la Arauca-
nía no depende de ningún estado, que se
encuentra dividida en tribus y que nece-
sita de un gobierno central, una monar-
Pacífico, por el oeste; y el océano Atlánti-
co, por el este: desde el río Negro en la
actual Argentina hasta el estrecho de
Magallanes, que decidió como límite aus-
tral continental del Reino.
En la pequeña localidad francesa de
Tourtoirac, cerca de Burdeos, existe un
Museo de la Araucanía, en memoria de
aquel singular aventurero francés que
fue nombrado, un buen día del siglo XIX,
Rey de los Mapuches junto a los humeda-
les de Mehuín. Q

PE HHC18
Orélie Antoine de Tounens. Aquel Rey de la Patagonia y la Araucanía /129
PE RV/P19
Cocule
Entre Río Bueno y La Unión
EL PARAJE DE COCULE: ENTRE LA UNIÓN Y RÍO BUENO.
E
n bicicleta y en embarcación:
estas son las dos fórmulas de
viaje que hemos elegido para
prospectar esta Ruta Verde, que
se circunscribe al eje central del gran río
Bueno (el tercero más caudaloso de los
ríos chilenos; el que encauza las aguas de
la cuenca del lago Ranco hasta La Barra
de su desembocadura, en el litoral del Pa-
cífico). En nuestras bicicletas plegables
(mas un ciclo-carrito, que arrastramos pa-
ra la carga de nuestro equipo de camping)
partimos desde la mismísima Plaza de Ar-
mas de la ciudad de La Unión, salvamos el
local río Llollelhue por el puente del Co-
mercio y cruzamos al otro lado de la vía
férrea por un pequeño paso peatonal (a
partir de la avenida del Comercio).
Una vez que hemos dejado atrás el área ur-
bana unionina, el camino pavimentado pasa
a adentrarse en un atractivo entorno de
quietud rural, iniciándose un cómodo des-
censo hacia el valle del río Bueno en Cocule.
Cocule es un paraje relevante en esta área
fluvial: antaño existió aquí un balseo muy
activo; y la línea férrea Longitudinal Sur de
Chile salva por aquí también el curso del
Bueno mediante un espectacular puente
metálico, de varios arcos e inspiración
Eiffel. De ambas opciones, nosotros preferi-
remos la primera y nos ponemos de acuer-
do con un barquero local que acepta cru-
zarnos con nuestro equipo hasta la orilla
sur del río. Tras desembarcar en esta, segui-
remos pedaleando, de nuevo, ahora por la
extensa vega de Cocule, entre rebaños de
vacuno, ingentes bandadas de bandurrias y
siluetas de enormes álamos que amarillean
con la proximidad del otoño.
Vamos en busca del punto exacto del deno-
minado Empalme-Cocule. Se trata de la bi-
furcación ferroviaria que daba origen al ra-
mal Río Bueno-Crucero-Lago Ranco, por el
que circularon los trenes de pasajeros acti-
EMPALME-COCULE: ALLÍ DONDE SE BIFURCABA EL RAMAL FERROVIARIO A RÍO BUENO Y LAGO RANCO.
EL BUENO, DESDE LAS MURALLAS DEL FUERTE COLONIAL DE SAN JOSÉ DE ALCUDIA.
vamente entre los años de 1920 y 1983,
continuándose la operación de carga hasta
1990 (cuando EFE, la Empresa de Ferroca-
rriles del Estado, decidió cerrar el servicio).
Finalmente, en 2005, aquella popular vía
férrea del Ranco sería, además, desmante-
lada. Pero el antiguo camino de hierro
constituye hoy la base para una potencial
cicloruta entre La Unión y Río Bueno. Este
es el objetivo, precisamente, de la Ruta
Verde que hoy nos trae…
El mencionado Empalme-Cocule se ubica
hoy dentro del fundo Santa Gema, pero la
titularidad de la franja de terreno adscrita
a la ex-línea ferroviaria mantiene su titula-
ridad pública. No obstante, nos encontra-
remos con varios portones ganaderos ce-
rrados con candado, los cuales represen-
tan un obstáculo incomodo en la ruta. Pe-
ro gracias a la simplicidad y escaso peso
del ciclo-equipo que llevamos, podemos
superarlos sin dificultad. Nuestro pedaleo
proseguirá así en dirección este, al paso
de las casas de Cayetano y del puente so-
bre la desembocadura del estero Ralicura
en el río Bueno. Desde poco antes de este
paraje la faja-vía que recorremos habrá
vuelto a aproximarse a la escarpada orilla
sur del río Bueno, proporcionándonos, de
EL RÍO BUENO, DONDE EL ANTIGUO BALSEO DE COCULE.
Donde el fuerte de San José
de Alcudia
D esde el emplazamiento del viejo fuerte de San José de Alcudia, en la villa de Río Bue-
no, la panorámica sobre el curso del río homónimo resulta hermosa y enigmática,
como si fuese aquel río protagonista de la novela El corazón de las tinieblas, del escri-
tor-aventurero Joseph Conrad. El paraje, además, es relevantemente histórico. Cerca de
aquí tuvo lugar la batalla de Río Bueno, en 1655, que puso término a las malocas o ra-
zias llevadas cabo por los soldados españoles de la plaza de Valdivia sobre los indíge-
nas huilliches para capturarlos y venderlos como esclavos. En aquella acción fueron
vencidos los hermanos Salazar, que eran cuñados del gobernador Acuña, los principales
esclavistas en estas tierras del sur. Tras el acontecimiento, el rey de España decretaría
en 1658 el fin de la llamada esclavitud cobriza o de indios bravos. En 1778 se fundó aquí
también la misión de San Pablo de Río Bueno, por los padres franciscanos Antonio Cas-
tellanos y Francisco Javier Alday. Pero cuando el alzamiento indígena de los caciques
Queipul y Futañirre, los indígenas la metieron fuego el 23 de septiembre de 1792, asesi-
nando al misionero Cucao y al correo real Mole, raptando además a dos mujeres y va-
rios niños colonos. Ante estos hechos, los vecinos de la plaza de Valdivia temieron un le-
vantamiento general indígena y despacharon tropas coloniales apoyadas por un nutri-
do grupo de indios amigos, al mando del capitán Figueroa el cual, en una serie de durísi-
mas acciones, sofocaría a sangre y fuego esta rebelión huilliche.
Como consecuencia, el cacique Queipul huyó desde Río Bueno a las pampas de al otro la-
do de la Cordillera, por el boquete del Ranco (que es el actual paso de Collado Hermoso) y
cabalgó hasta Santiago para pedir la paz ante el padre del futuro libertador de Chile, el
entonces gobernador colonial don Ambrosio O'Higgins. De este modo, el cacique Juan
Queipul conseguiría ser nombrado Gobernador de los Indios del río Bueno, retornando la
paz a la zona. Una paz, en cualquier caso, que supuso un nuevo avance blanco sobre las
tierras indígenas, con la apertura del camino de Valdivia a Osorno y hacia Chiloé, la refun-
dación de Osorno y el establecimiento del fuerte de San José de Alcudia en 1793, cuyos
muros de piedra cancagua siguen dominando el majestuoso curso del río Bueno.
PE RV/P19
Cocule. Entre Río Bueno y La Unión /131
132/ PE RV/P19
Cocule. Entre Río Bueno y La Unión
LA IGLESIA DE
LA MISIÓN DE TRUMAO,
DE AIRES TAN CHILOTES…

tanto en tanto, espléndidas panorámicas

sobre el mismo.
En algunos puntos la vegetación ha comen-
zado a obstruir la antigua franja ferroviaria,
reduciendo el paso a la estrechura de un
simple sendero. Pero, por lo general, nues-
tro avance es expedito. Tras atravesar el sec-
tor conocido como Contra Coronel, nos
aproximamos al gran viaducto por el que la
autopista E-5 salva el paso del río Bueno,
por lo que el ruido del tráfico automovilísti-
co rompe momentáneamente la quietud de
los parajes que atravesamos. 1,2 kms más
tarde pasaremos por donde el puente ferro-
viario sobre el río Contra, antesala de la ciu-
dad de Río Bueno. La entrada en la zona ur-
bana la efectuamos en compañía de varios
ciclistas locales, que utilizan habitualmente
el antiguo trazado ferroviario para enlazar
con la calle Condell, donde se ubica la anti-
gua estación y también el histórico fuerte
colonial de San José de Alcudia (s. XVIII).
Desde sus muros se contempla el mejor pa-
norama sobre el entorno del río Bueno.
En la antigua y encantadora ferretería
El Águila, en la plaza O’Higgins de Río Bue-
no, nos informan del mejor lugar donde
embarcar para acometer a continuación
nuestro descenso fluvial: el parque recreati-
vo Odilón Ríos Adriasola (en sus proximida- cielo, que es como los huilliches nativos kilómetros náuticos rápidamente. Al cabo La jornada siguiente, la navegación por el rriente nos empujará hasta la confluencia, vuelve mansa o inexistente. El río es definiti-
des, se encuentra en construcción el nuevo siempre han conocido al río que nos lleva… de media hora, contada desde el muelle de río Bueno central prosigue hasta el paraje por la orilla izquierda, del caudaloso río Pil- vamente ancho y caudaloso. Sobre una coli-
puente sobre el río Bueno), que cumple fun- Las aguas del Bueno resultan sorprendente- Río Bueno ciudad, pasaremos bajo los arcos de Cocule, el que alcanzamos en otra hora maiquén (que procede del lago Puyehue). na de la orilla norte, la preciosa iglesia de la
ciones veraniegas de balneario local riobue- mente transparentes y emiten reflejos tan de la autopista E-5. Y a la hora y cuarto al- más de navegación: el magnífico puente fe- En la inmediata isla del Chivito nos deten- misión de Trumao surge con aires chilotes y
nino. Así que cargamos una buena provisión pronto color azul turquesa, tan pronto color canzaremos la confluencia del estero Rali- rroviario nos recibe y la corriente nos em- dremos a descansar, pero la profusión de su alto campanario, como un faro sobre el
del delicioso chocolate artesano local y, esmeralda. La vegetación ribereña es selvá- cura, avistándose el puente ferroviario que puja rauda entre sus pilares. Diversas islas aves garzas y aves acuáticas nos impide río. A sus pies se localiza el llamado Puerto
aunque la lluvia ya se abatido sobre el lu- tica y aquí y allá algunos corpulentos coi- ya conocemos. La noche ya ha caído. Enton- fluviales separan el curso del río en varios concentrarnos en el descanso, ante tanta y Viejo, donde don Alfonso Fuentealba ejerce
gar, nos aprestamos a abordar nuestra zó- gües cuelgan sus ramas, majestuosas, sobre ces, en una isla fluvial próxima, sobre un te- brazos y las orillas se tornan, según secto- diversa espectacularidad ornitológica. atávicamente como balsero, al ritmo de
diac (previamente emplazada en Río Bue- el cauce. Nos arrastra una corriente potente rreno de pasto entre grandes sauces, plan- res, pantanosas. El río Llollelhue, que baja En cuanto a la curva de Quilacoya, al pie de otros tiempos. La Ruta Verde del río Bueno
no). En ella iniciamos el descenso por el y continua. Aparecen islas fluviales, algunas taremos la carpa para pasar la noche. El lu- desde La Unión, confluye por la orilla dere- unos acantilados ribereños, marca el inicio central, del Huenulelfu huilliche, sitúa tam-
Huenulelfú, por las Aguas que reflejan el extensas, siempre boscosas. Devoramos los gar es de profunda belleza… cha. Luego vendrá una gran curva y la co- del curso bajo del río Bueno. La corriente se bién aquí, para nosotros, su punto final. O

PE INFOVIAJE JUNTO A LA ISLA DEL CHIVITO,

EN LA APROXIMACIÓN A LA
UÊLOCALIZACIÓN desmantelada del antiguo UÊVALORES NATURALES Y Lago Ranco (actualmente CONFLUENCIA BUENO-PILMAIQUÉN.
Comunas de Río Bueno y ferrocarril del Ranco; entre la TRADICIÓN CULTURAL desmantelado) constituye un
La Unión (región de Los Ríos); ciudad de Río Bueno y Cocule, El río Bueno es uno de los más patrimonio público valioso,
y San Pablo (en la vecina región por vía fluvial, son aprox. notables cauces hidrográficos de reconvertible hoy en la pieza
de Los Lagos). 16,5 kms corriente abajo y sin toda la geografía chilena: un maestra para una Cicloruta La
obstáculo notable alguno, que poderoso eje fluvial entre los Unión- Río Bueno de enorme GPS 1 Camino a Cocule/ punto de inicio de ruta- 40°18'36.53"S/ 73° 5'8.31"O
UÊALTITUDES

En las riberas norte del río
Bueno, sector central, las cotas
alcanzan altitudes en torno a los
70 m en la misión de Trumao o
en el entorno de Cocule; en el
Puerto Viejo de Trumao, la cota
fluvial se iguala prácticamente
con los 0 m del nivel del mar.
UÊDURACIÓN Y DISTANCIAS
Entre la Plaza de armas de La
Unión y el antiguo balseo de
Cocule son 5 kms de bicicleta
sobre pavimento; entre Cocule y
NAVEGANDO, AGUAS ABAJO DEL PUENTE FERROVIARIO SOBRE EL RÍO BUENO.
el fuerte de San José de Alcudia,
en la ciudad de Río Bueno, son
otros aprox. 16 kms (prever unas
3 h) sobre la plataforma
pueden resolverse en unas 4 h
(incluyendo pequeñas paradas);
el viaje podrá continuarse río
abajo durante otros aprox. 10
kms más (2-2,5 h), cerrando en
tal caso esta Ruta Verde náutica
en el Puerto Viejo de Trumao (a
11 kms de La Unión, por camino
pavimentado en un 90%).
UÊMEJOR ÉPOCA
Cualquier época del año (en
invierno y primavera, el río Bueno
experimenta notables crecidas,
con desbordamiento habitual en
las vegas de Cocule y los
sectores comprendidos entre las
juntas de los ríos Llollelhue y
Pilmaiquén y Trumao).
Andes y el Pacífico, por el que
desagua el lago Ranco y una
importante cuenca andina; en el
sector central (el que recorre esta
Ruta Verde), entre la localidad de
Río Bueno y el entorno de La
Unión en Cocule y Trumao,
amplias vegas y zonas
inundables jalonan su curso,
originando valiosos hábitats para
toda suerte de avifauna; un
sector-refugio para las especies
piscícolas autóctonas; existe el
huillín, el zorro culpeo, el pudú…
U MONUMENTOS DEL HOMBRE Y
PUNTOS DE INTERÉS FLUVIAL
El antiguo ramal ferroviario de
Cocule a Río Bueno, Crucero y
interés ecoturístico. En Río Bueno,
los restos del fuerte colonial
español de San José de Alcudia,
construido en 1793; la Plaza de
Armas; la histórica Mansión Furniel
o Palacio de las Lágrimas; el
Museo Möller Sandrock, con
interesantes cerámicas mapuches
y objetos de la colonización
alemana. En el río Bueno destaca
el espléndido puente ferroviario de
Cocule, de aires eiffelianos. En la
comuna de La Unión, el lugar de
Puerto Viejo (balseo tradicional) y
la antigua misión de Trumao, con
su preciosa iglesia en madera.
UÊCÓMO LLEGAR
La Unión y Río Bueno,
PUNTOS GPS
GPS 2 Río Bueno/ antiguo balseo de Cocule- 40°19'24.85"S/ 73° 5'27.54"O
GPS 3 Viaducto ferroviario de Cocule- 40°19'39.64"S/ 73° 6'1.25"O
GPS 4 Isla Cocule Grande- 40°19'28.20"S/ 73° 5'5.22"O
GPS 5 Las Vegas de Cocule- 40°19'46.67"S/ 73° 5'31.48"O
GPS 6 Viaducto ferroviario/ Empalme-Cocule- 40°19'54.77"S/ 73° 5'46.17"O
GPS 7 Antiguo ramal ferroviario a Río Bueno/ plataforma desmantelada- 40°20'6.96"S/ 73° 5'18.38"O
GPS 8 Antiguo ramal ferroviario a Río Bueno/ plataforma desmantelada- 40°19'36.85"S/ 73° 3'1.48"O
GPS 9 Antiguo ramal ferroviario a Río Bueno/ plataforma desmantelada- 40°19'41.17"S/ 73° 0'28.91"O
EN EL BALSEO DE TRUMAO, RECOGIENDO
GPS 10 Autopista E-5- 40°19'48.12"S/ 72°59'27.82"O
NUESTRA EMBARCACIÓN NEUMÁTICA.
GPS 11 Antiguo ramal ferroviario/ plataforma desmantelada/ acceso a Río Bueno- 40°19'51.40"S/ 72°57'34.61"O
principales puntos de acceso a GPS 12 Fuerte colonial de San José de Alcudia (S. XVIII)/ panorámica sobre el río Bueno- 40°19'44.45"S/ 72°57'10.79"O
esta Ruta Verde. GPS 13 Parque Municipal Odilón Ríos Adriasola/ punto de inicio de descenso fluvial- 40°19'45.74"S/ 72°57'36.30"O
GPS 14 Confluencia con río Llollelhue- 40°20'7.90"S/ 73° 6'51.65"O
UÊCARTOGRAFÍA
GPS 15 Confluencia con río Pilmaiquén- 40°20'57.08"S/ 73° 7'46.08"O
Instituto Geográfico Militar,
escala 1:50.000, hojas ‘La Unión’ GPS 16 Isla del Chivato- 40°21'4.96"S/ 73° 8'31.63"O
y ‘Río Bueno’. GPS 17 Balseo de Trumao/ punto final de ruta náutica- 40°20'48.84"S/ 73°10'49.87"O

PE RV/P19
Cocule. Entre Río Bueno y La Unión /133
HITO HISTÓRICO-CULTURAL
PEHHC19
Charles Darwin y
Robert Fitz Roy
Cuando el Beagle recaló en Valdivia (1935)
Ricardo Molina Verdejo, Historiador
Poco después de que
los nuevos países en
América del Sur
iniciaran su vida como
estados independientes,
se produciría el arribo
de uno de los viajes
científicos más
alucinantes de aquella
centuria: el del Beagle,
al mando del capitán
Fitz Roy. En base a
esta expedición
Charles Darwin concibió
su revolucionaria
Teoría de la Evolución
de las Especies.
Arribó a Valdivia el
8 de febrero de 1835.
EXPLORADORES OLVIDADOS DE CHILE
CHARLES DARWIN
L
a empresa colombina de 1492
abrió uno de los corredores
más relevantes de la Historia
Moderna al vincular el Viejo
Mundo con los territorios y culturas
indoamericanas, logrando atravesar el
océano Atlántico una y otra vez. En el
siglo XVI mientras en las academias y
algunas cortes europeas comenzaban a
ser difundidas las nuevas teorías que
cambiaban radicalmente la visión que se
tenía de la Tierra en relación al Universo,
impulsadas por Copérnico, Kepler, Brahe y
poco después Galileo, se había iniciado
una de las etapas más importante de la
expansión geográfica europea.
De esta forma, bajo el amparo de alguna
monarquía más esfuerzos individuales y
de grupo, grandes exploradores organiza-
ron sus empresas a partir de motivaciones
políticas, económicas y religiosas obte-
niendo un resultado concreto: trazaron y
abrieron nuevas rutas entre una y otra
orilla, para rápidamente en la etapa si-
guiente incorporar al Pacífico como otro
novel espacio para efectos de la conquis-
ta. Solo baste mencionar a entre varios a
Hernando de Magallanes, Américo Ves-
pucci, Giovanni Caboto, Francis Drake o
Jacob La Maire. Todos ellos junto a sus tri-
pulaciones contribuyeron a la construc-
ción de esta nueva frontera caracterizada
por una dinámica de permanente expan-
sión y constante redefinición.
En los siglos siguientes importantes explo-
radores marítimos continuaron este pro-
ROBERT FITZ ROY
ceso aunque con algunos matices intere-
santes. El siglo XVIII, el de la Ilustración, el
interés por los viajes de carácter científico
marcaron una diferencia. Son numerosas
las expediciones a América y a otros espa-
cios del globo. Ejemplos abundan bajo di-
versas banderas: por el lado británico, la
de James Cook (1768 – 1769); y por el fran-
cés, la circunnavegación del Conde de
Bougainville (1766 – 69). Bajo bandera es-
pañola encontramos a Jorge Juan y Anto-
nio de Ulloa (1735), la del italiano Alejan-
dro Malaspina (1789 – 1794) y la del natu-
ralista prusiano Alexander von Humboldt
(1799 – 1827).
En el siglo XIX, en momentos en que nue-
vos países en América del Sur iniciaban su
vida como estados independientes, se
produciría el arribo de una de los viajes
científicos más alucinantes de aquella
centuria. Nos referimos a la expedición
capitaneada por el marino y explorador
británico Robert Fitz Roy, a cuyo mando
se encontraban el HMS Beagle y el HMS
Adventure. Lo interesante son las implica- conoció la expedición encontramos a las que tanto la bitácora de Fitz Roy como el
ciones que este viaje tendría a partir de islas de Cabo Verde, las costas de Brasil, diario de Darwin recogieron al permane-
uno de sus pasajeros, nos referimos al in- Uruguay, Argentina (incluida las Islas Mal- cer en Valdivia. El Beagle recaló en la ba-
signe naturalista inglés Charles Darwin. vinas). En cuanto al territorio chileno, los hía de Corral el 8 de febrero de 1835. Co-
Esta famosa expedición patrocinada por el viajeros recorrieron la Tierra del Fuego, el mo era lógico, luego sus ilustres tripulan-
Almirantazgo de Su Majestad Británica y Estrecho de Magallanes, los canales aus- tes desembarcaron y anotaron las prime-
auspiciada por la Royal Society inició un trales, Chiloé, Valdivia, Talcahuano-Con- ras impresiones acerca de la ciudad y sus
largo periplo desde el puerto de Daven- cepción, las islas Mocha y Santa María, alrededores. Fitz Roy escribió: “El pueblo
port el 27 de diciembre de 1831, retornan- Valparaíso, Coquimbo y La Serena, y final- de Valdivia, antes honrado con la denomi-
do recién a Inglaterra el 2 de octubre de mente Iquique. nación de ciudad, decepcionó a nuestra
1836 con un recorrido total de poco más Naturalmente, nos parece de gran interés partida en extremo. Probó que no era más
de 74.000 kms. Entre los lugares que re- rememorar las impresiones y experiencias que un villorrio de casas de madera dis- HMS BEAGLE
PE HHC19
Charles Darwin y Robert Fitz Roy. Cuando el Beagle recaló en Valdivia (1935) /135
HITO HISTÓRICO-CULTURAL
EL HMS BEAGLE NAVEGANDO A PROXIMIDAD DE LA COSTA CHILENA.
persas rodeada de manzanos; el único
edificio, parcialmente construido de pie-
dra, era una iglesia”.
Entre tanto, Darwin expresaba su propia
opinión recogida en el trayecto vía fluvial
entre Corral y Valdivia: “pasamos frente a
unas chozas y de vez en cuando pasamos
por un pequeño campo cultivado en me-
dio de los bosques que se extendían sin
interrupción. También nos encontramos
con algunas pocas familias indígenas que
hacían su viaje en canoas. La ciudad de
Valdivia se encuentra en una de las orillas
bajas del río y está escondida de tal ma-
nera en un bosque de manzanos, que las
calles solo son caminos en una huerta. No
conozco ningún país en que los manzanos
EXPLORADORES OLVIDADOS DE CHILE
prosperen mejor que en esta parte húme-
da de América del Sur”. Más adelante y
luego de una entrevista con un lugareño,
sobre las manzanas escribió: “De estas se
fabrica cidra y vino; los residuos se apro-
vechan para elaborar un aguardiente
blanco y aromático (NR: nuestra tradicio-
nal chicha); otro procedimiento permite
obtener almíbar y miel”.
De los muchos aspectos que observaron y
anotaron en su permanencia en la zona,
les llamaron la atención los indígenas hui-
lliche. Al respecto Fitz Roy intentó adivi-
nar lo que había tras su apariencias: “No
tenían la honradez abierta de los Patago-
nes, ni la apariencia brutal de muchos fue-
guinos, sino una estampa sombría de re-
ducida inteligencia, que quería decir: ´es-
tamos reprimidos pero no subyugados`.
Sus semblantes eran menos anchos y más
morenos (…); y nos miraban con una si-
niestra aunque resoluta mirada, que pare-
cía preguntar si veníamos también a re-
partirnos una parte de su país”.
Charles Darwin por su parte, registró
otros aspectos sobre ellos: “Las tribus de-
pendientes de Valdivia son reducidos y
cristianos. Los que viven más al norte en
Arauco e Imperial son todavía muy bravos
y no han sido bautizados, pero mantienen
un activo comercio con los chilenos”. En
cuanto a sus apariencias dice: “Sus pómu-
los son salientes, y su fisonomía es la de
la gran familia americana (…) Su expre-
VALDIVIA 1835 PHILLIP PARKER KING - FITZ ROY.
sión es casi siempre seria, incluso severa,
revelando mucho carácter, lo que se pue-
de interpretar como una exteriorización
de una rudeza sincera o de una resolución
indómita”.
Finalmente, a nuestros viajeros les tocó
experimentar en Valdivia un hecho para
ellos sin precedentes empíricos: un terre-
moto de grandes proporciones y energía
el día 20 de febrero de 1835. Sobre este
acontecimiento Fitz Roy expresó: “Muchos
de nosotros estábamos en el pueblo cuan-
do ocurrió ese gran terremoto que arrui-
nó tantos lugares”. Darwin como buen na-
turalista le dedicó más palabras relatan-
do: “Por casualidad me hallaba en un bos-
que tendido en tierra descansando, cuan-
QEl 8 de febrero
de 1835 el Beagle arrivó a
la Bahía de Corral tras
cuatro largos años de navegación
do ocurrió el espantoso cataclismo. Se
presentó de repente, y duró unos dos mi-
nutos que se hicieron larguísimos. Sin
grandes esfuerzos logré mantenerme de
pié, pero el movimiento me trastornó casi
la cabeza; (…) El capitán Fitz Roy estaba
en la ciudad al ocurrir la sacudida, y allí la
escena fue más emocionante, porque las
casas al ser de madera no cayeron, oscila-
ron con brusco y violento vaivén, crujien-
do las tablas al chocar unas con otras. La
gente se precipitó a buscar la salida, dan-
do gritos de suprema alarma (…)”.
De esta manera, Fitz Roy, Darwin y de-
más miembros de la expedición no olvi-
darían jamás a Valdivia. La magnitud y
extensión del sismo quedaría en eviden-
Charles Darwin y Robert Fitz Roy. Cuando el Beagle recaló en Valdivia (1935)
cia cuando el 4 de marzo el Beagle arri-
bara a Talcahuano y Concepción, pudien-
do ser testigos directos de la destrucción
dejada en ambos lugares.
La expedición continuó explorando y reco-
nociendo las costas chilenas durante los
siguientes meses cumpliendo la mayor
parte de sus objetivos. Finalmente, aban-
donaron el territorio nacional el 22 de ju-
lio de 1835 para dirigirse al Perú, dejando
una huella imborrable en la historia a par-
tir de los relatos publicados en aras de la
ciencia y el conocimiento en donde Chile
ocupa un lugar destacado. Por cierto y a
no dudarlo: Valdivia grabó con su sello
propio y para siempre la permanencia de
estos viajeros en sus dominios. Q
PE HHC19
/137
PE RV/P20
De Crucero a
Lago Ranco
Por la antigua vía férrea
LA VIEJA ESTACIÓN DE CRUCERO.
L
os 66,4 kilómetros de vía férrea
construidos por el Estado chileno
entre 1929 y 1937 desde el río
Bueno (estación Conculme) hasta
el extremo SO del lago Ranco constituye-
ron una estratégica arteria de penetración
a través de uno de los territorios entonces
mas apartados de la actual región de Los
Ríos. El trazado, ideado por los ingenieros
Petit, Edwards y Munizaga, ejecutado en
sucesivas fases y en la actualidad desman-
telado (ya no existen los rieles, aunque sí
la faja-vía) situaba su terminal poco más
allá de la desembocadura del estero Cha-
pul, junto a un playazo lacustre en torno
al cual fue generándose un núcleo habita-
do conocido como Punta de Rieles. Se tra-
ta hoy de la ciudad de Lago Ranco: el me-
jor balcón, sin duda, sobre el lago del mis-
mo nombre y sobre las trece islas que flo-
tan sobre sus aguas.
Pedaleando sobre los restos de este anti-
guo camino de hierro, nosotros hemos
partido al alba desde la localidad de Cru-
cero, a esa hora en la que cantan los ga-
llos y las primeras bocanadas de humo
brotan sobre los tejados de las casas de
campo. Nos encontramos atravesando en
nuestras bicicletas plegables un paisaje
rural muy hermoso, de extensos pastiza-
les verdes salpicados por corpulentos ár-
boles (coigües, raulíes, robles), venerables
testigos de esa gran selva valdiviana, del
bosque nativo que hasta hace pocas déca-
das cubrió, desde el origen de los tiem-
pos, el paisaje de esta parte de la América
Austral. Detrás de una de nuestra bicicle-
tas arrastramos un pequeño carro (tam-
bién plegable), muy práctico para trans-
portar esos mínimos pertrechos que he-
mos previsto para el viaje: algo de comi-
da; la provisión agua; ropa de abrigo e im-
permeable; las botas de goma…
ENTRE TRAPI Y VIVANCO EL RECORRIDO NO PRESENTA NINGUNA DIFICULTAD PARA EL VIAJERO EN BICICLETA.
Se trata de un viaje apacible, carente de
dificultades técnicas, que bien podría rea-
lizarse en familia. Entre las localidades de
Crucero y Lago Ranco median, sobre la
antigua faja-vía, 32 kms de recorrido los
cuales pueden realizarse en bicicleta, con-
tando descansos y contemplaciones del
paisaje, en un lapso de no más de 4 o 5
horas de atractivo viaje ecoturístico. A ca-
ballo, el recorrido también resulta muy re-
comendable.
El punto de partida se sitúa junto a la anti-
gua estación de Crucero y durante el pri-
mer kilómetro uno puede pedalear sobre
la misma faja-vía, perfectamente recono-
cible. En las llamadas casas de Quincahuín
una valla privada nos cerrará el paso, por
lo que la alternativa será desviarnos a la
derecha para continuar por el camino ri-
piado de Crucero a Trapi, de escasísimo
tráfico, paralelo al río Curraleufú. Un kiló-
metro antes de llegar a la pequeña locali-
dad de Trapi recuperaremos la posibilidad LLEGANDO A LA COSTANERA DE LAGO RANCO.
Aquel antiguo camino de hierro
E ntre los años de 1930 y 1970, el ramal ferroviario Río Bueno-Lago Ranco servía
como principal medio de transporte para la industria maderera de la zona y para
las faenas agrícolas y ganaderas de los habitantes del sector. Asimismo fue impor-
tante para el transporte de pasajeros, ya que comunicaba la zona lacustre de Ranco
con las ciudades más importantes de la actual provincia de Ranco: Río Bueno y La
Unión. Hasta la década de 1980 el ferrocarril del Ranco constituyó, en efecto, el
principal medio de transporte sobre el sector SE de la actual Región de Los Ríos.
El último tren de pasajeros dejó de circular el día 6 de marzo de 1983 pero el ramal
continuó operando, para trenes de carga, hasta 1990 cuando su titular, EFE (la Em-
presa de Ferrocarriles del Estado), lo declaró fuera de operación. Finalmente, en
2005, a través de su filial INVÍA, decidió desmantelar la vía férrea del Ranco. Otra
pieza valiosa del patrimonio ferroviario histórico de Chile se esfumaba a cambio de
un precio irrisorio y dentro del llamado Plan Trienal 2003-2006. Hoy la oportunidad
puede ser su recuperación como Eje Verde Ecoturístico del Ranco, recuperando
aquel antiguo camino de hierro como cicloruta multiuso, tal y como se esta hacien- EL VIEJO PUENTE FERROVIARIO SOBRE EL RÍO
do con éxito en tantas otras partes del mundo. IGNAO: EN PRECARIO ESTADO DE CONSERVACIÓN.
PE RV/P20
De Crucero a Lago Ranco. Por la antigua vía férrea /139
140/ PE RV/P20
De Crucero a Lago Ranco. Por la antigua vía férrea

ZORRO CULPEO (LYCALOPEX CULPAEUS)

A ORILLAS DEL LAGO RANCO: EL FINAL DE LA RUTA VERDE.

de recorrido sobre la misma faja-vía y pa- probar un bocado. Aparece entonces un

saremos pedaleando por delante de la an-
tigua estación local, actualmente ocupada
como vivienda.
Entre Trapi y Vivanco, la señal para reto-
mar la faja-vía serán tres neumáticos pin-
tados de color blanco. El antiguo trazado
ferroviario nos adentrará entonces por un
sector de gran belleza paisajística, donde
las bandadas de bandurrias y las águilas
chilenas sobrevuelan unos campos de vo-
cación ganadera a la vieja usanza . Por
nuestra parte, cerca de las llamadas casas
de Polcura nos detenemos a descansar y a
hombre a caballo y nos indica como conti-
nuar hasta la localidad y antigua estación
de Vivanco. En Vivanco existe un retén de
Carabineros así como un buen lugar don-
de aprovisionarse y descansar: el almacén
de Doña Marcelina.
Ya camino de Ignao, todo el recorrido so-
bre la faja-vía resulta, técnicamente, ex-
pedito. Se trata de unas largas rectas
que, durante 6 kms, se adentran en el
bosque, por parajes solitarios. Un zorro
culpeo, de pronto, se cruza a nuestro pa-
so… Un paso que se verá pronto reducido
a una simple huella, según nos vamos
acercando al puente ferroviario que se
mantiene sobre el río Ignao, en precario
estado. Si queremos evitar el riesgo de
atravesar su fábrica, la opción será en-
tonces desviarse brevemente por el ca-
mino que circunda la inmediata finca La
Cañada y que enlaza con el trazado de la
nueva carretera Río Bueno-Ignao. La en-
trada a la localidad de Ignao se culmina-
rá, en cualquier caso, con una parada en
el mirador local, para disfrutar de la pa-
norámica grandiosa sobre el lago Ranco:
el gran espectáculo lacustre…
El descenso del trazado ferroviario hasta
el lago se verifica mediante dos prolonga-
das curvas en bucle que se ajustan como
serpiente a la acentuada cota del terreno.
Un sector del antiguo camino de hierro el
cual, convenientemente desbrozado, cons-
tituiría un tramo especialmente especta-
cular dentro de este recorrido ecoturístico
que proponemos. Hasta que esto ocurra,
nuestra recomendación es descender por
el pavimento de la carretera Ignao-Lago
Ranco (T-85) durante aprox. 1 km; luego
desviarse por el camino de ripio hacia
Puerto Lapi durante otro 1,5 kms; para
continuar finalmente por el camino litoral
que va directo hacia Lago Ranco y que
discurre por la misma orilla lacustre. Se
trata de un delicioso y sencillo recorrido, a
la sombra de los sauces, que enlaza con la
propia costanera local de Lago Ranco y
que marca el final de esta Ruta Verde jun-
to al mismo muelle lacustre local. O

PE INFOVIAJE
UÊLOCALIZACIÓN bosque nativo, con grandes como La Cañada.
Comunas de Río Bueno y ejemplares aislados de En Lago Ranco, la
robles, raulíes, coigües; Costanera lacustre y el GPS 1 Punto de inicio de ruta/ antigua estación ferroviaria de Crucero- 40°25'12.43"S/ 72°47'9.31"O
Lago Ranco.

UÊALTITUDES
máx.: San José, 298 m;
mínima: Lago Ranco, 70 m.
UÊDURACIÓN Y DISTANCIAS
32 kms, entre Crucero y
Lago Ranco; en bicicleta,
factible en 4 h.
UÊMEJOR ÉPOCA
Cualquier época del año;
en otoño, espectaculares los
colores de las arboledas.
UÊVALORES NATURALES
Paisajes rurales tranquilos,
¿ES POR AQUÍ POR DONDE PASABA EL RAMAL DEL RANCO…? a la vieja usanza; retales de
el lago Ranco,
con sus 13 islas y sus
442 kms2 de superficie
(el cuarto más grande
Chile); avifauna; güiña;
zorro culpeo.
UÊMONUMENTOS DEL
HOMBRE
El antiguo trazado
ferroviario desmantelado:
las viejas estaciones y
galpones en Crucero, Trapi,
Vivanco; el puente
metálico sobre el río Ignao.
Las iglesias rústicas en
Trapi y Vivanco. Casas de
fundo tradicionales,
Museo Tringlo (arqueología
mapuche-huilliche).
UÊCÓMO LLEGAR
Desde Río Bueno a
Crucero, son 19 kms
(pavimentados)
por la carretera en dirección
a Entrelagos. Para ir
a Lago Ranco, desde
Río Bueno hay que recorrer
50 kms (pavimentados).
UÊCARTOGRAFÍA
Instituto Geográfico
Militar, escala 1:50.000,
hojas ‘Río Bueno’ e
‘Ignao’.
PUNTOS GPS
GPS 2 Continuación del trazado ferroviario original/ parcialmente ocupado hoy por cancha de aviación-
40°24'54.46"S/ 72°45'55.67"O
GPS 3 Bypass recomendado/ por camino vehicular, ripiado- 40°25'3.18"S/ 72°45'41.21"O
GPS 4 Punto recomendado de recuperación del trazado ferroviario original- 40°24'20.77"S/ 72°44'4.71"O
GPS 5 Trapi- 40°24'6.90"S/ 72°42'18.83"O
GPS 6 3 neumáticos blancos/ referencia relevante- 40°23'40.53"S/ 72°40'18.62"O
GPS 7 Continuación por el trazado ferroviario original- 40°23'29.42"S/ 72°39'43.52"O
GPS 8 Vivanco- 40°22'27.68"S/ 72°37'16.16"O
GPS 9 Continuación por trazado ferroviario original- 40°21'56.60"S/ 72°35'39.73"O
GPS 10 Fundo La Cañada- 40°20'30.20"S/ 72°34'33.92"O
GPS 11 Puente ferroviario sobre el río Ignao- 40°20'30.75"S/ 72°34'22.78"O
GPS 12 Proximidad a carretera Río Bueno- Lago Ranco- 40°20'23.09"S/ 72°34'3.98"O
GPS 13 Ignao- 40°19'56.12"S/ 72°33'22.33"O
GPS 14 Continuación por trazado ferroviario original/ en descenso hacia Lago Ranco- 40°20'34.33"S/ 72°32'8.74"O
GPS 15 Bypass recomendado/ por camino ripiado- 40°19'41.80"S/ 72°32'30.04"O
GPS 16 Continuación por trazado ferroviario original/ aproximación a Lago Ranco- 40°19'48.84"S/ 72°31'13.19"O
GPS 17 Variante recomendada/ por Puerto Retig y orilla del lago Ranco- 40°19'23.31"S/ 72°31'13.46"O
AL PASO DE LA ANTIGUA VÍA FÉRREA: LA CASA DEL FUNDO LAS CAÑADAS, ENTRE VIVANCO E IGNAO. GPS 18 Lago Ranco- 40°19'18.88"S/ 72°29'12.48"O

PE RV/P20
De Crucero a Lago Ranco. Por la antigua vía férrea /141
HITO HISTÓRICO-CULTURAL COMUNA DE PANGUIPULLI

PEHHC20

Complejo Pitrén
Sitios arqueológicos en el Calafquén
Equipo Atlas IP

En las escarpaduras y lavas volcánicas que

circundan el precioso lago Calafquén se localiza
una excepcional sucesión de sitios arqueológicos
prehispánicos, el Complejo Pitrén.

CERAMIOS CON IMPRONTAS DE HOJAS- LOS CHILCOS.

CERAMIO PERIODO ALFARERO TARDÍO.

E
n las escarpaduras y lavas volcá- Riul, o los aleros Ñilfe, Lon-
nicas que circundan, a sur y a coñanco o Marifilo.. Todos
norte, el precioso lago Calafquén ellos inventariados en el
se localiza una excepcional suce- rimo-
‘Diagnóstico del Patrimo-
sión de sitios arqueológicos prehispánicos nio Cultural/ Región de
que se conocen, en su conjunto, como Los Ríos’ elaborado do en
Complejo Pitrén. Una denominación técni- 2010, aunque su pro--
ca que procede de uno de sus yacimientos ica,
tección, en la práctica,
prioritarios, situado sobre la franja ribereña sigue constituyendo
lacustre en el sector de Puerto Calafquén y una asignatura cultu-
la península Huichoco: un excepcional pun- ral pendiente.
to panorámico, por otra parte, sobre el te- Las datas oscilan, en
lón de fondo majestuoso del humeante y el Complejo Pitrén,
nevado volcán Villarrica (2.840 m). entre el 350 d.C. y el
La lista de yacimientos en este Complejo 1.300 d.C (aunquee se
Pitrén es larga y memorable: Lliu lliu, prolongan, en el caso
Flor de lago, Playa Negra, Los Resbali- de Laguna Musma 1 y 2
nes… Las primeras prospecciones arqueo- hasta tiempos de la Colo-
lógicas efectuadas en el sector se deben nia, 1655 d.C.), por que se ins-
al arqueólogo austriaco Oswaldo Menghin, cribe en el periodo arqueológico
a finales de los años de 1950 (Sitio Pi- Agro-Alfarero Tardío.. En cuanto a la
trén); a Berdichewsky y Calvo que conti- alfarería, sin duda, constituye es el ras-

Q La cultura Pitrén se desarrolla

nuaron aquellas primeras exploraciones
en 1972-73; culminadas por la arqueóloga
de la Universidad Austral de Chile, Leonor
Adán, en 2000, quien ha desarrollado el
trabajo más exhaustivo hasta la fecha en
esta (también denominada) Región Ar-
queológica del Calafquén. En la que se lo-
calizan interesantes sitios funerarios, co-
mo Los Chilcos, Challupén 2 y el propio
yacimiento Pitrén; o sitios habitacionales
como los de la laguna Musma, Antilef,
go característico de esta denominada Cul-
tura Pitrén: vasijas con formas vegetales,
animales y humanas. Entre los motivos ani-
males, destacan las de anfibios y reptiles.
Entre las antropomórficas aparecen figuras
de mujeres embarazadas, como símbolo de
fertilidad y fecundidad. Entre sus motivos
más sorprendentes están los de los jarros
mekelwe, de los que brotan otros jarros si-
milares, como si estuviesen siendo paridos
de la forma anterior… Un atavismo artístico
de profundo simbolismo y de evidencia
precursora, ya que se vuelve a encontrar
en producciones alfareras contemporáneas
de la tradición mapuche.
La cultura mapuche, en efecto, procede
culturas agro-alfareras precursoras como
de El Vergel o ésta de Pitrén. Al paso del
tiempo, al cabo de cientos de años se fue-
ron expandiendo los rasgos culturales de
estas, y homogeneizándose, hasta llegar
al año 1000 de nuestra era a constituir lo
que ya puede ser reconocido plenamente
como cultura mapuche. Es muy probable
que de estas culturas llegase al centro-sur
de Chile el cultivo del maíz, el que junto a
la papa se cultivó en pequeña escala en
los claros de bosque de robles o por me-
dio de tala y roza. A fines del primer mile-
nio, arribarán también los porotos, el ají,
el zapallo y la quinoa, así como la domes-
ticación de la llama andina, o Chiliweke. A
esta nueva forma cultural se la reconoce
como Complejo Vergel, el cual se estable-
ce sobre Pitrén, lo que se manifiesta cla-
ramente en los contextos funerarios de
carácter cerámico.
Es al sur de los actuales límites adminis-
trativos entre las regiones de La Arauca-
nía y Los Ríos, y hasta el golfo de Relonca-
ví y las islas chilotas, donde las condicio-
nes climáticas húmedas y la alta pluviosi-
dad disminuyeron las posibilidades de las
prácticas agrícolas prehispánicas en ex-
pansión más al norte, que se desarrolla
con más fuerza desde los
con más fuerza la Cultura Pitrén. Desarro-
llando una serie de características especí-
años 600 d.c. y hasta
ficas en torno a los lagos cordilleranos, la llegada de los españoles.
desde alrededor de los años 600 d.C. y
hasta, probablemente, la llegada de los
españoles. Q

PE HHC20
Complejo Pitrén. Sitios arqueológicos en el Calafquén /143
PE RV/P21
De Los Lagos
a Huellelhue
Por el río Callecalle

LLEGANDO AL PUENTE FERROVIARIO SOBRE EL CALLECALLE, CERCA DE ANTILHUE: SEGUNDO PUNTO DE REFERENCIA EN EL DESCENSO…

P
urey es una antigua estación
ferroviaria ubicada sobre la
orilla sur del mítico río Calle-
calle (esa corriente fluvial
también conocida, aguas arriba de la lo-
calidad de Los Lagos, como río San Pe-
dro; y denominada, entre Valdivia ciudad
y su desembocadura en la bahía de Co-
rral, como río Valdivia). Cerca de este lu-
gar de Purey, a partir de la carretera de
Antilhue a Los Lagos, se desprende un
camino en mal estado el cual, en una dis-
tancia de 1 km de recorrido, lleva hasta
una agradable playa fluvial, en el paraje
conocido como Santa Juana. A la otra ori-
lla de este punto se levanta un mirador
situado junto a la autovía E-5, desde el
que se domina una espléndida panorámi-
ca sobre el valle del Callecalle. Pero la
playa de Santa Juana es sobre todo el lu-
gar idóneo para acometer ese descenso
en kayak que constituye la Ruta Verde
náutica que hoy proponemos.
Se trata, en efecto, de una Ruta Verde
náutica espléndida, apetecible, sin compli-
caciones relevantes, que posibilita nave-
EL BALSEO DE SAN JAVIER: LA PARADA ESTRATÉGICA A MEDIA JORNADA. gar sobre el último tramo con corriente en
el río Callecalle, antes de alcanzar este su
tramo final, ya de aguas quietas, y someti-
do a las influencias de las mareas a partir
de Pishuinco. Uno de los recorridos más
recomendables, por otra parte, a la hora
de iniciarse en materia de descensos flu-
viales, en kayak, en la región de Los Ríos.
El tiempo requerido para ello es de una
jornada, aunque puede resolverse tam-
bién en solo media jornada (eso sí, pres-
cindiendo del disfrute relajado de las su-
cesivas paradas ribereñas…).
Rafael y Santiago Ozores (padre e hijo)
son uruguayos y su deseo era descender
en kayak por algún río en el entorno de
Valdivia. Les acompaña Sofía Medina,
amiga de Santiago, que al igual que el
anterior nunca había manejado antes
una embarcación de este tipo. En nuestra
base de Isla Teja planificamos previa-
mente el recorrido. Dispusimos, así, un
kayak biplaza y otro monoplaza para
ellos. Por nuestra par te, decidimos
acompañarles con nuestra pequeña em-
barcación zódiac, al objeto de poder
prestarles apoyo durante el descenso
aprovechando asimismo para fotografiar

Embarcaciones y equipo recomendados

E l equipo utilizado durante nuestro último descenso por esta Ruta Verde Náutica nos permitió efectuar una navegación
sin problemas entre Purey/ Santa Juana y Pishuinco, por la corriente del río Callecalle y cubriendo un total de 23 kms
de descenso, que fueron solventados en unas 3 h 45 mn de tiempo de navegación. Los tres kayakistas y pertrechos se
distribuyeron a bordo de dos kayaks, uno monoplaza de casco cerrado y el otro biplaza de casco abierto.
El kayak monoplaza cerrado es un PRO SI 109, fabricado por Ocean Kayak en Norteamérica, cuyas dimensiones son 3,30
m de eslora y 0,67 m de manga y su peso 22,7 kgs. Se trata de una unidad muy sólida y fiable, un kayak espartano fácil-
mente maniobrable en cualquier tipo de circunstancias, que cuenta con un compartimento estanco en popa. En cuanto al
kayak biplaza abierto es un Brudden Naval de fabricación brasileira, de 3,88 m de eslora, 0,88 m de manga y 29 kgs de
peso, provisto de dos compartimentos estancos (a popa y proa) y equipado con timón (elemento que no fue utilizado du-
rante la realización de esta Ruta Verde náutica). Esta unidad, muy cómoda para los tripulantes, dotada de asientos des-
montables, cuenta además con pequeños volúmenes estancos, fácilmente accesibles, en los que guardar celular, cámara
y otros equipamientos especialmente sensibles a la humedad.
Además de la doble pala y el chaleco salvavidas provistos para cada tripulante, se utilizaron dos sacos estancos Dry Bag
Baja de 55 y 35 litros de capacidad, en los que se guardaron las provisiones y la ropa de respeto. Dado el buen clima rei-
nante, las sandalias de caucho demostraron ser, a pesar de su rusticidad, el mejor calzado para los navegantes. Siempre
una cuerda o cabo, de 5 m, es un pertrecho también debe de llevarse a bordo del kayak. ¡Buena navegada fluvial! EL RÍO CALLECALLE Y LA VÍA FÉRREA, CERCA DE ANTILHUE.

CONSULTANDO EL MAPA, MIENTRAS LA SUAVE CORRIENTE NOS ARRASTRA…

PE RV/P21
De Los Lagos a Huellelhue. Por el río Callecalle /145
146/ PE RV/P21
De Los Lagos a Huellelhue. Por el río Callecalle

EN LA PLAYA DE SANTA JUANA, PUNTO DE

PARTIDA DE ESTA RUTA VERDE NÁUTICA.

y cartografiar, con mayor detalle, este iti-
nerario náutico que varias veces antes ya
hemos recorrido.
La playa de Santa Juana se sitúa junto a
un remanso, entre dos pequeños raudales.
El lugar es perfecto, por tanto, para propi-
narse unas primeras paladas de entrena-
miento y para tomarle el pulso a la em-
barcación elegida. Las aguas del río, en
este entorno, presentan el más hermoso
color verde. El paraje, por tanto, se mues-
tra espectacular. Tan solo un martín pes-
cador nos observa desde la rama de un
sauce de ribera. Bajo su atenta mirada, en
determinado momento, el grupo de kaya-
kistas finalmente se decide y mete la proa
con decisión en la rauda corriente del Ca-
llecalle. A partir de este momento, ya solo
es el río el que nos lleva…
Las referencias de paso constituyen un ele-
mento importante en cualquier descenso,
ya que sitúan al kayakista en esa especie de
carretera fluvial que recorre, carente de in-
dicativos acerca de distancias o lugares. En
este sentido, nuestra primera referencia en
esta Ruta Verde náutica va a ser la de La
Mole (que aparece tras unos 25 minutos de
navegación), enormes ruinas de un antiguo
cargadero de mineral carbonífero en el pre-
dio donde se ubica el harás militar de Pu-
punahue. Éstas surgen de pronto, grises,
enigmáticas, puestas misteriosamente en el
paisaje como lo hacen los castillos de la le-
jana Escocia, junto a sus lochs extraviados…
La segunda referencia del viaje aparecerá
unos 40 minutos más tarde, tras sobrepa-
sar una amplia isla de arena a mano dere-
cha. Es el puente,e, metálico, por el que el fe
fe-
rrocarril Troncall Sur salva el paso del Calle-
frece una perspectiva espec-
calle, el cual ofrece
tacular desdee el nivel del río y nos indica
la inmediata proximidad de la localidad y
estación de Antilhue (el
kilómetro 0 del ra-
mal ferroviario
a Valdivia).
En cuanto a la tercera referencia, coinci-
de con un propicio hito de descanso para
cualquier viajero fluvial por el Callecalle:
el balseo de San Javier, donde una barca-
za transbordadora del MOP fijada a cable
permite a viandantes, animales y vehícu-
los cruzar el río entre dos sectores ribe-
reños opuestos, pertenecientes a las co-
munas de Los Lagos y Máfil. El paraje re-
fleja un gran encanto rural. Junto a la
playa, bajo una arboleda frondosa, exis-
ten algunos rústicos mesones donde al- mente para el tráfico irregular de made- reña la llegada inminente de algún trans- De hecho, nuestro grupo no puede resistir rrido náutico, la que marca el punto don-
morzar. En el lugar, dependiente de la ras nativas (al parecer, procedentes del porte, siempre nocturno. la tentación y echamos varias veces pie a de la corriente termina así como el límite
unidad vecinal de Antilhue, se puede sector del río San Pedro donde se inicia- Aguas abajo del balseo de San Javier la tierra para, con ayuda de los prismáticos, para la navegación de embarcaciones ma-
plantar también la carpa, todo ello por ron las ahora fallidas obras de construc- siempre fuerte corriente fluvial comienza dedicarnos a observar huairavos, garzas yores aguas arriba del Callecalle. Desde
un módico prprecio. Por supuesto que ción de polémica central hidroeléctrica a adentrarse en sucesivos parajes insula- cucas, anátidas, gaviotas y aves rapaces este punto hasta Pishuinco (la última refe-
acá, un soleado día del verano San Pedro). res de aspecto laberíntico. En ellos, la cla- de diverso tipo, incluida la espléndida rencia) ya solo quedarán 1,5 kms de pura
austral,
aust la siesta resulta El caso es que en el discreto lugar de San ve del kayakista estriba en acertar con el águila chilena. En determinado recodo, remada, lo que habrá supuesto desde el
además el mayor placer Javier terminan estos viajes, con un ca- brazo de río más adecuado, que se reco- entre la isla Chaigahue y la ribera septen- balseo de San Javier un tiempo de aprox.
para el viajero. mión esperando el cargamento madere- noce en base a su caudal más consistente trional, aparece de pronto la extraña si- 1 h 45 mn. Es el final para una de las más
Por desgraci
desgracia, parece que la playa ro. Cuando nuestra última visita al lugar, y estable. En cualquier caso, estos brazos lueta de la draga ‘Navidad’, dedicada a ex- felices travesías en kayak de las que he-
inmediata
inmediat al balseo de San Ja- doce gruesos troncos de ciprés cordille- insulares son lugares de silencioso encan- traer arena de río. El lugar supone la mos efectuado por los ríos de Los Ríos. Se
UN DESCENSO FELIZ: RAFAEL OSORES
vier es utilizada ocasional- rano esperaban allí sobre la arena ribe- to, infrecuentados paraísos ornitológicos. cuarta referencia fluvial en nuestro reco- la recomendamos. O EN SU KAYAK MONOPLAZA.

HUALA (PODICEPS MAJOR)

PE INFOVIAJE
EN LA MISMA RUTA NÁUTICA,
UÊLOCALIZACIÓN punto y el embarcadero de Pis- Pacífico, entre San Martín de los les; las viejas dragas fluviales, acampada y baños; un área re-
PERO EN TIEMPO DE OTOÑO… Comunas de Los Lagos, Máfil y huinco); opción complementaria Andes (Argentina), Valdivia y la como la Navidad, que operan creativa muy rústica y tranquila,
GPS 1 Desvío a playa Santa Juana/ desde carretera Valdivia- Los Lagos- 39°49'3.14"S/ 72°52'26.89"O
Valdivia. es continuar el descenso hasta bahía de Corral; paisajes fluviales aguas arriba de Pishuinco; el pa- idónea para el descanso a media

UÊALTITUDES
Máx: 415 m, en cerro Huellelhue;
mínima: 1 m, en el embarcadero
de Pishuinco.
Huellelhue, a 6,5 kms (1 h 30
mn), ya sin corriente y sujetos a
las influencias de la marea.
UÊMEJOR ÉPOCA
Primavera y verano; pero se trata
grandiosos; sectores rurales de
sabor tradicional; importantes
enclaves para la avifauna, princi-
palmente en los numerosos sec-
tores de islas fluviales: garzas;
cormoranes; anátidas; también
trimonio ferroviario en Antilhue,
con su puente metálico sobre el
Callecalle; el eje ferroviario
Antilhue-Valdivia, actualmente en
desuso; las estaciones ferrovia-
rias y los caseríos rurales de
PUNTOS GPS
jornada (a $1.000 el uso de me- GPS 2 Playa fluvial de Santa Juana/ punto de inicio de ruta- 39°48'39.94"S/ 72°52'18.66"O
sones y los puntos de acampa- GPS 3 La Mole/ ruinas de antiguo cargadero de mineral/ fundo Pupunahue- 39°48'32.89"S/ 72°54'19.09"O
da); su cuidador se llama Edwin. GPS 4 Isla Antilhue- 39°48'49.20"S/ 72°56'27.56"O
GPS 5 Viaducto ferroviario de Antilhue- 39°48'10.40"S/ 72°56'45.61"O
UÊCAMPINGS
Otros tres campings rústicos se GPS 6 Estación de trenes de Antilhue- 39°48'20.45"S/ 72°57'27.37"O

UÊDURACIÓN Y DISTANCIAS
FLUVIALES
Entre la playa de Santa Juana y
el embarcadero de Pishuinco son
23 kms de descenso fluvial por el
río Callecalle (21,5 kms, a favor
de corriente), que pueden resol-
verse en unas 3,5 h de navega-
ción en kayak (1 h 45 mn, entre
el punto de inicio en playa Santa
Juana y el balseo de San Javier;
más otra 1 h 45 mn entre este
de un recorrido apto en cualquier
época del año (salvo cuando las
grandes crecidas invernales).
UÊVALORES NATURALES
El eje fluvial San Pedro-Callecalle
es uno de los más emblemáticos
ríos chilenos (que en su último
tramo pasa a conocerse también
como río Valdivia): se trata de la
pieza central de un eje hidrográfi-
co intacto entre los Andes y el
rapaces; y el huillín o nutria de
río; especies piscícolas autócto-
nas; y manchas dispersas de
bosque nativo..
UÊMONUMENTOS DEL HOMBRE Y
PUNTOS DE INTERÉS FLUVIAL
El balseo o transbordador por
cable de San Javier; las ruinas
de las antiguas instalaciones mi-
neras de La Mole, en Pupunahue;
los tradicionales muelles fluvia-
Pishuinco y Huellelhue.
UÊCÓMO LLEGAR
Hasta la playa fluvial de Santa
Juana, 41 kms desde Valdivia por
la carretera de Antilhue.
UÊPUNTO DE DESCANSO NÁUTICO
RECOMENDADO
A medio camino, junto al balseo
de San Javier: una zona equipa-
da de mesones, con puntos de
localizan en las riberas del Calle GPS 7 Islas Los Pellines- 39°47'28.55"S/ 72°58'11.92"O
Calle, entre el balseo de San Ja- GPS 8 Balseo de San Javier- 39°47'8.72"S/ 72°58'37.68"O
vier y Huellelhue: La Ruca (junto
GPS 9 Isla San Javier- 39°46'55.05"S/ 72°59'38.26"O
a Pishuinco Chico); La Chechi
GPS 10 Isla El Roble- 39°47'31.23"S/ 73° 1'15.67"O
(en Pishuinco); y otro más frente
a la localidad de Huellelhue GPS 11 Zona de operación de la draga 'Valdivia'- 39°48'2.64"S/ 73° 2'7.48"O
(en la ribera norte). GPS 12 Isla Ripios- 39°48'11.63"S/ 73° 2'15.19"O
GPS 13 Isla Guape- 39°48'25.75"S/ 73° 2'38.01"O
UÊCARTOGRAFÍA
GPS 14 Isla Chaiguahue- 39°48'7.13"S/ 73° 2'52.73"O
Instituto Geográfico Militar, esca-
la 1:50.000, hojas ‘Folilco’, ‘Los GPS 15 Embarcadero de Pishuinco/ punto final de ruta- 39°48'12.03"S/ 73° 3'28.89"O
Lagos’ y ‘Valdivia’.

PE RV/P21
De Los Lagos a Huellelhue. Por el río Callecalle /147
HITO HISTÓRICO-CULTURAL EN LAS COMUNAS DE SAN JOSÉ DE LA MARIQUINA, VALDIVIA Y LA UNIÓN

PEHHC21

Chanchán,
Ollita Encantada, Colún
Tres sitios arqueológicos en el litoral riense
Juan Gabriel Pallarés y Yovanka Ovando/ Equipo Atlas IP

De norte a sur, sobre la franja litoral oceánica

de la región de Los Ríos, se localizan tres sitios
arqueológicos de especial relevancia, todos
ellos incluidos en el Catastro del Patrimonio
Cultural que, a nivel regional, fue llevado
a cabo en el año 2010.

S
e trata de los denominados Si-
tio Chanchán, en la comuna de
San José de la Mariquina; del
Sitio Alero Ollita Encantada, en
la comuna de Valdivia; y Colún, en la co-
muna de La Unión.
El sitio Chanchán 18 presenta una exten-
sión aproximada de 4 has, pudiéndose
observar actualmente en superficie nu-
merosos desechos de talla y material líti-
co. El depósito arqueológico es de una
profundidad variable, de entre 0,5 y 2 m,
y se localiza a proximidad de un tómbolo
o pequeña península (la de Huizhue o
Chanchán), de rara belleza, la cual pene-
tra en las rompientes oceánicas desde la
nos que 3.484 artefactos líticos y 12.050
desechos de talla, así como numerosos
restos óseos de mamíferos, aves, peces y
caparazones de invertebrados marinos.
Pero además, hace veinte años, fue aquí
donde se descubrieron los restos del fa-
moso Hombre de Chanchán, cuya data se
remonta a casi 6.000 años atrás. Estos
hallazgos han permitido a los investiga-
dores obtener importante información
acerca de cómo eran y vivían los prime-
ros habitantes en esta región de Los Ríos.
El primer estudioso del sitio Chanchán
fue el arqueólogo austríaco Osvaldo
Menghin, en 1962. Luego, en 1976, pros- EL SITIO ARQUEOLÓGICO CHANCHÁN Y LA PENÍNSULA DE HUIZHUE.
pectó el área Tom Dillehey, arqueólogo

Q El Hombre de Chanchán cuyos restos se

línea de costa, como si se tratase de la norteamericano el cual, patrocinado por
proa de un barco varado. la National Geographic Society, fue asi-

remontan a una data de casi 6.000 años

En el transcurso de las excavaciones en mismo uno de los descubridores del re-
este paraje, se han recuperado nada me- volucionario sitio arqueológico de Monte PATRIMONIO NATURAL, PAISAJÍSTICO, ARQUEOLÓGICO COINCIDEN EN COLÚN.

Verde, en la región de Los Lagos. Poste-
riormente, en 1993, Ximena Navarro, aca-
démica de la Universidad Católica de Te-
muco, antropóloga y arqueóloga chilena,
dirigió las excavaciones en el sitio, siendo
la descubridora de los restos humanos
mencionados, correspondientes a un
adulto de 23 años de edad. ‘Como el res-
to de la comunidad a la que pertenecía,
explica la arqueóloga Navarro, el Hombre
de Chanchán era un cazador-recolector,
cuya dieta se basaba en productos mari-
nos, avifauna y frutos del bosque’. En el
PANELES DE ARTE RUPESTRE EN LA CUEVA DE LAS VULVAS, EN EL SITIO ARQUEOLÓGICO COLÚN. EL PARAJE DE COLÚN Y SU CAMPO DE DUNAS. Sitio de Chanchán se cumple, asimismo,
con la tradición propia del Periodo Arcai-
co de enterramiento sobre capa de ceni-
zas, en posición fetal y rodeado de las
herramientas del finado.
El valioso Sitio de Chanchán se mantiene,
hoy por hoy, resguardado sólo por la na-
turaleza y lo apartado del lugar (es decir,
en precario), sin ninguna acción concreta
en aras de su conservación, a excepción
de formar parte del Registro Arqueológi-
co Nacional. En cuanto a los restos del
hombre de Chanchán y sus herramientas,
se encuentran en el Museo Histórico
Mauricio Van de Maele, en Valdivia. Q

PE HHC21
Chanchán, Ollita Encantada, Colún. Tres sitios arqueológicos en el litoral riense /149
PE RV/P22
Navegando por
el San Pedro
El río que nos lleva
EL MÍTICO SAN PEDRO, EN EL PARAJE DE PUENTE MALIHUE.
A
diferencia de la mayor parte
de los otros ríos del sur de Chi-
le (en la actualidad domina-
dos, piscícolamente hablando,
por salmónidos introducidos, como tru-
chas y salmones de procedencia europea
o norteamericana), el río San Pedro cons-
tituye el mejor refugio para las especies
piscícolas autóctonas, con un índice que
alcanza hasta el 96%. En cuanto a Gloria
Arratia, es una científica chilena que par-
tió a Alemania como becaria y que hoy es
reconocida como una de las principales
especialistas mundiales en materia de pe-
ces fósiles. Ictióloga, la doctora Arratia
actualmente ejerce en la Universidad de
Kansas (USA). En 1987 fue la descubridora
de una nueva especie piscícola para la
ciencia: el denominado tollo valdiviano
(Diplomystes camposensis).
El hallazgo tuvo repercusión a nivel mun-
dial ya que este bagre (como se le conoce
a nivel popular) representa al más primiti-
vo de todos los silúridos, una especie de
pez-gato ancestral cuyo hábitat se en-
cuentra restringido mayoritariamente a la
zona de encajonamiento del río San Pe-
dro, comprendida entre el desaguadero
del lago Riñihue y las inmediaciones del
balseo San Pedro, cerca de Los Lagos. Es-
te sector fluvial, en efecto, está considera-
DESLIZANDO EL KAYAK POR LA ESCALERA DE PUENTE MALIHUE.
UN VIAJE, EL DEL SAN PEDRO, IDÓNEO PARA UNA JORNADA DE KAYAK.
do como un verdadero santuario natural
en cuyo corazón, dramáticamente, se pro-
yecta la construcción de una represa hi-
droeléctrica. Cuya polémica construcción
En balsa por el San Pedro
quedó paralizada, en su fase inicial, ante
el inexplicable defecto de unos oportunos
estudios sismológicos.
Este santuario de los peces-fósiles es el
que sirve de itinerario náutico para la pre-
sente Ruta Verde. La fascinante experien-
cia la hemos desarrollado sobre un trecho
de 34 kms lineales, a través de un espec-
tacular paisaje primero encañonado, des-
pués progresivamente abierto sobre el
valle central de la región de Los Ríos. El
punto de partida tuvo lugar junto al puen-
te Malihue, en la carretera que une las lo-
calidades de Los Lagos y Panguipulli. Co-
mo punto final, optamos por el paraje de
Santa Juana, cerca de la antigua estación
de Purey, donde se enlaza con la Ruta
Verde ‘Entre Purey y Pishuinco’.
Como sabemos, a la altura de la confluen-
cia con el río Quinchilca, el río San Pedro
cambia su nombre por el de Callecalle. Es-
te itinerario entre puente Malihue y la pla-
ya de Santa Juana, por tanto, discurre so-
bre un eje fluvial binominado: el San Pe-
dro-Callecalle… El viaje sigue constituyen-
do, hoy por hoy, una de las más atractivas
experiencias de viaje fluvial en Sudaméri-
UNA ALMADÍA FLUVIAL COMO LAS DE ANTAÑO.
Las obras y explosiones efectuadas durante la primera fase de las obras de la repre-
sa hidroeléctrica del San Pedro (ahora paralizadas, por carencias en los estudios
sísmológicos) generaron en 2010 una serie de talas y desmontes en el bosque nati-
vo de este excepcional cañón fluvial entre los Andes y el Pacífico. Dichas operacio-
nes tuvieron lugar en el marco de un paraje prístino hasta entonces, localizado geo-
gráficamente a 14,4 kms aguas abajo del desaguadero del lago Riñihue, en pleno co-
razón del cañón del río San Pedro y en lo que es, sin duda, uno de los paisajes fluvia-
les más relevantes de Chile y la entera Sudamérica.
A favor de tales circunstancias, se activó paralelamente una práctica lucrativa e
irregular de lanzar troncos de maderas nativas a favor de la corriente, para ser es-
tos recogidos posteriormente por camiones en determinados playazos tranquilos
del eje fluvial San Pedro-Callecalle. Por eso de que a río revuelto, ganancia de pesca-
dores, como es universalmente conocido...
También a base de troncos, pero esta vez en base a una loable iniciativa, se puso en
práctica, en esas mismas fechas, en base a una idea traída desde Alemania por don
Herbert Siebert, Ingeniero Forestal UACh, la recuperación de esas antiguas almadías
de los tiempos pioneros, cuando los cargamentos de troncos eran arrastrados San
Pedro- Callecalle río abajo hasta Valdivia. Unas épocas en las que no existía otra vía
de comunicación más que el eje fluvial San Pedro-Callecalle.
El primer viaje en una de estas balsas de antaño por parte de Sr. Siebert tuvo lugar
en diciembre 2010, entre las inmediaciones del balseo San Pedro y la playa inmedia-
ta al balseo de San Javier. La almadía fue ensamblada a base de troncos provenien-
tes de un raleo de sequoias, especie exótica que nada tiene que ver con las propias
de la Selva Valdiviana ni con desmontes provenientes de las obras de la represa. En
dicho viaje fue acompañado por don Oscar Prochelle y miembros de su familia.
¿Estos viajes en balsa, como el que han efectuado Herbert Siebert y Oscar Proche-
lle, no podrían acaso constituir un prestigioso producto turístico-fluvial para la
región de Los Ríos? En la Laponia de Suecia, en el río Iser de Alemania, en las
foces pirenaicas de Navarra, en España, experiencias similares ya constituyen un
completo éxito.
PE RV/P22
Navegando por el San Pedro. El río que nos lleva /151
152/ PE RV/P22
Navegando por el San Pedro. El río que nos lleva

ca. Un tramo relevante en esa gran ruta
náutica entre los Andes y el Pacífico, entre
el lago Lácar y la localidad de San Martín
de los Andes, en Argentina, y la bahía de
Corral: la cuenca del río Valdivia en su
máxima expresión Este-Oeste.
En la orilla orográfica izquierda del río
San Pedro, junto al puente Malihue, existe
una escalera en madera y un deslizadero
de botes de unos casi verticales 40 m.
Tradicionalmente, por esta especie de to-
bogán, se han descolgado, con cuerdas,
las embarcaciones utilizadas para la prác-
tica de la pesca deportiva en el desfilade-
ro del San Pedro. Nosotros lo utilizamos
para descolgar ladera abajo nuestro kayak
biplaza, descubierto, Ocean Kayak, mode-
lo Zest Two. Una embarcación muy fiable,
dúctil en la maniobra, dotada de dos am-
plios compartimentos de carga interiores
más otros dos en superficie (aptos para la
carga de un par de sacos estancos, afir-
mados mediante red elástica).
Los principales obstáculos de esta Ruta
Verde fluvial son tres y se localizan en los
primeros 5 kms de recorrido a partir de
puente Malihue. El primer rápido (el rau-
dal Malihue) aparece a la vista misma del
punto de embarque, a menos de 100 m de
distancia. Dicho sector de raudales pre-
senta algunos remolinos hacia la ribera iz-
quierda, problemáticos para el navegante
en kayak que no acierte a evitarlos con
solvencia. Ello se consigue pegándose con
el kayak a la ribera derecha (donde existe
una playa de ripio que también puede ser-
virnos para el portaje).
NUESTRO KAYAK BI-PLAZA, EN LA SOLEDADES DEL DESFILADERO FLUVIAL.
El segundo rápido se localiza a los 2,2 kms
del punto de partida, en una curva del río
marcada por una pequeña isla (conocida
por los pescadores como la isla Pucono).
En este punto, el rápido más duro es el
que se localiza sobre el brazo fluvial situa-
do a la izquierda de la isla, con aguas
blancas y sectores de remolinos. Nosotros
salvamos este obstáculo de manera pre-
ventiva, prefiriendo portear nuestro kayak
durante unos 50 m por la ribera insular.
En cuanto al tercer y último rápido signifi-
cativo del viaje, es el raudal conocido co-
mo Tantauco (por el nombre de un predio
inmediato) y aparece como una fuerte ola
de aguas blancas extendiéndose a lo an-
cho del río, cerrándolo de parte a parte.
La opción puede ser salvarlo, en este caso
también, mediante porteo por tierra, por
la orilla izquierda. Pero el paso resulta in-
comodo. En nuestro caso, preferimos lan-
zarnos a favor de la flecha de corriente
más intensa. Fueron treinta segundos
adrenalínicos, pero sin mayor problema…
Aguas abajo del tercer rápido la navega-
ción en kayak por el San Pedro resulta ya
todo un placer, arrastrados siempre por la
poderosa corriente a través de grandioso
cañón fluvial de paredes escarpadas. En-
tre los puntos de correntada, el río se re-
mansa en algunos sectores con cierta par-
simonia. Pero el avance es rápido, sobre
unas aguas de transparencia exquisita, los
guijarros del fondo pasando raudos bajo
nuestro kayak. En muchos lugares del pla-
neta, un río así estaría declarado ‘protegi-
do’, quizá como un NSR o National Scenic
River (según el modelo norteamericano),
en justo respeto por los valores ambienta-
les que ostenta y en el hacia las genera-
ciones futuras.
Donde el balseo San Pedro, a la altura de
Los Ciruelos, hacemos un alto y conversa-
mos con Manuel García, el barquero. ¿Qué
es lo que pasará con el maravilloso San Pe-
dro, caso de que llegue a consumarse la re-
presa…? A partir de este punto el paisaje
fluvial se abre, aunque la corriente sigue
fuerte y perfecta. Junto a las islas inmedia-
tas a la confluencia del Quinchilca efectua-
remos el siguiente alto, esta vez para ob-
servar la abundante avifauna con ayuda de
nuestros prismáticos: podemos avistar in-
cluso varios ejemplares del raro cuervo de
los pantanos (Plegadis chihi).
Tras un frugal almuerzo seguido de una
placida siesta en la curva de Cuyincahuín,
entre escarpes ribereños cubiertos por in-
mensas nalcas y a la vista de un nuevo pa-
raje de islas fluviales, nos sorprenderá la
panorámica desde la curva de Bellavista:
con el volcán Villarrica humeando, en el
horizonte, sobre las aguas del San Pedro…
Nos encontramos ya inmediatos a la loca-
lidad de Los Lagos, que trascendemos pa-
sando bajo los pilares del puente de la au-
topista E-5. Luego vendrán la confluencia
del Collileufú, las islas o huapis de Tomén
y esa especie de verdadero archipiélago
fluvial que es antesala de la playa de
Santa Juana, junto a Purey: nuestro punto
de destino en esta memorable Ruta Verde
náutica. O

PE INFOVIAJE EL VOLCÁN VILLARRICA, EN UNA PANORÁMICA DESDE UN RECODO CERCA DE LOS LAGOS.

UÊLOCALIZACIÓN UÊVALORES NATURALES

Comuna de Los Lagos.
UÊALTITUDES
Max: 25 m; mínima: 0 m.
UÊDURACIÓN Y
DISTANCIAS FLUVIALES
Del puente Malihue (carretera
Los Lagos-Panguipulli) al balseo
San Pedro son 11 kms (estimar
unas 2 h, contando el paso de
los sectores de rápidos); del bal-
seo San Pedro a Los Lagos, son
13 kms (1 h 30 mn); de Los
El eje fluvial San Pedro-
Callecalle es uno de los más
emblemáticos ríos chilenos (que
en su último tramo pasa a
conocerse también como río
Valdivia): hasta el día de hoy
constituye la pieza central de un
eje hidrográfico intacto entre los
Andes y el Pacífico; paisajes
fluviales; cuenta con
importantes enclaves para la
avifauna, principalmente en los
sectores de islas fluviales:
garzas; cormoranes; anátidas; GPS 1 Puente Malihue/ deslizadero de embarcaciones/ punto de inicio de ruta- 39°44'51.99"S/ 72°38'35.40"O

Lagos a la playa Santa Juana,
10 kms (1 h 15 mn); en total, esta
Ruta Verde platea una navega-
ción 34 kms, que recomendamos
resolver a lo largo de una jornada
de viaje náutico en kayak; en
puente Malihue, existe una esca-
lera y un deslizadero de botes
para alcanzar la ribera, desde la
carretera.
¿ACASO ES NECESARIO UN AUTO GRANDE PARA TRANSPORTAR UN GRAN KAYAK…?
UÊMEJOR ÉPOCA
Otoño y verano.
también rapaces; y el huillín o
nutria de río; el encajonamiento
del río San Pedro, entre el
desaguadero del lago Riñihue y
las proximidades del balseo
San Pedro, constituye un
excepcional santuario para las
especies piscícolas autóctonas
en la región de Los Ríos, con
tesoros como el tollo valdiviano
(Diplomystes camposensis), un
auténtico pez-fósil de enorme
valor científico.
ENTRE EL LAGO RIÑIHUE Y LOS LAGOS, EL SAN PEDRO DEBERÍA SER DECLARADO RÍO-SANTUARIO…
UÊCÓMO LLEGAR
Al Balseo San Pedro: desvío indi-
cado, a 12 kms por la carretera
de Los Lagos a Panguipulli (4,5
kms al N del puente San Pedrito).
PUNTOS GPS
GPS 2 Raudal Malihue-39°44'52.67"S/ 72°38'51.13"O
GPS 3 Raudal isla Pucono- 39°45'0.37"S/ 72°40'4.32"O
GPS 4 Raudal Tantauco- 39°45'28.84"S/ 72°40'50.11"O
GPS 5 Balseo San Pedro- 39°48'22.43"S/ 72°43'32.66"O
GPS 6 Confluencia río Quinchilca- 39°51'9.21"S/ 72°45'36.39"O
GPS 7 Curva de Bellavista/ punto panorámico sobre el volcán Villarrica- 39°52'0.98"S/ 72°46'52.15"O
GPS 8 Puente autopista E-5- 39°51'20.82"S/ 72°48'16.58"O
GPS 9 Los Lagos- 39°51'30.76"S/ 72°48'32.67"O
UÊCARTOGRAFÍA GPS 10 Confluencia río Colileufu- 39°51'29.17"S/ 72°48'49.00"O
Instituto Geográfico GPS 11 Huapi de Tomén- 39°51'1.05"S/ 72°49'43.17"O
Militar, escala 1:50.000, GPS 12 Antigua estación ferroviaria de Purey- 39°49'8.71"S/ 72°51'57.49"O
hojas ‘Folilco’ GPS 13 Huapi de Purey- 39°48'48.33"S/ 72°51'57.89"O
y ‘Los Lagos’. GPS 14 Playa Santa Juana- final de ruta- 39°48'38.95"S/ 72°52' 21.75"O

PE RV/P22
Navegando por el San Pedro. El río que nos lleva /153
HITO HISTÓRICO-CULTURAL
PEHHC22
Sitios arqueológicos
en torno al lago Ranco
Petroglifos, fuertes y piedras tacitas
Juan Gabriel Pallarés y Yovanka Ovando/ Equipo Atlas IP
Más de medio centenar de sitios de interés arqueológico han sido identificados en este sector, cuyos
antiguos habitantes ya conocían el arte de la navegación en wompus.
PETROGLIFOS DE CACHILLAHUE.
L
a panoplia arqueológica distri-
buida por el entorno del cuarto
lago más extenso de Chile, el
Ranco, resulta destacada, aun-
que escasamente divulgada y, paradójica-
mente, sin contar con convenientes nive-
les de protección hasta la fecha. Combi-
nando los datos de varios catastros reali-
zados en la zona, se identifican hasta
3 fuertes mapuches, no menos de 15 nú-
cleos habitacionales prehispánicos, varios
sitios de índole funerario y hasta 7 sitios
ceremoniales. Cronológicamente, distin-
guimos al menos 2 enclaves adscritos al
periodo Arcaico, 17 al periodo Alfarero
tardío y otros 5 vinculados al periodo Co-
lonial hispano. La lista no termina acá: se
trata de un mosaico de alta relevancia cul-
tural, sin duda.
En el mapa publicado en 1968 por Mauri-
cio Van de Maele, aquel insigne pionero
de la exploración arqueológica en la ac-
tual región de Los Ríos, aparecen localiza-
dos distintos núcleos de habitación indí-
gena prehispánicos vinculados al lago
Ranco: Coique, Futrono, la isla Huapi, la
península de Illahuapi, Huequecura, Ar-
quilhue, Riñinahue, Puerto Nuevo. Algu-
nos de estos originarios puntos de habita-
ción ancestral trascenderían hasta el pe-
EN LAS COMUNAS DE FUTRONO, LAGO RANCO Y RÍO BUENO
riodo Colonial, proyectándose incluso has-
ta el momento actual.
En cuanto a los diversos fortines defensi-
vos localizados en torno al lago Ranco, es-
tos siguen constituyendo un enigma. ¿Su
diseño seria autóctono, emanado al cien
por cien de la tradición mapuche…? ¿O bien
se trataría de unas influencias hispanas,
asimiladas como innovación bélica por par-
te de este pueblo de tradición guerrera?
Todos ellos presentan restos de empaliza-
das, fosos perimétricos, trincheras. Según
los expertos, como puramente mapuches
deberían considerarse los de Pitreño, Coi-
que y Quillín. Y de probable origen hispano
los de Arquilhue/Curiñe, Puerto Lapi y el de
las minas de Chihuío/ Choyelhue. En cuanto
al más renombrado de estos fortines peri-
lacustres, el de Llifén o Libén, habría sido
primero mapuche para, posteriormente,
ser ocupado por una pequeña guarnición
hispana de avanzada.
En total, en la cuenca lacustre del Ranco
se han identificado cerca de medio cente-
nar de sitios de interés arqueológico. Un
entorno cuya habitación humana estable
se remonta a hace más de dos milenios,
cuando grupos de cazadores y comunida-
des alfareras comenzaron a asentarse en
lugares propicios de sus riberas, de sus
PIEDRAS TACITAS DE TRIN TRIL.
Q Los
fortines
defensivos localizados en torno
al lago Ranco continúan siendo un
enigma
penínsulas y porciones insulares. Caracte-
rístico de estas comunidades lacustres fue
que practicaban el arte de la navegación,
en sus wompus o canoas monoxilas (talla-
das en grandes troncos arbóreos), en oca-
siones con capacidad hasta para 40 pasa-
jeros. Además, contaban con una red de
rutas o rupus tradicionales, huellas atávi-
cas que les permitían comunicarse con los
habitantes de las pampas situadas al
oriente de la Cordillera de los Andes ( que
aprovechaban milenarios pasos cordillera-
nos como los de Lipela o Lago Hermoso).
Característica de esta cultura ranquina fue
asimismo su producción cerámica, perte-
neciente al denominado estilo Tringlo,
cuyas piezas reflejan motivos blancos so-
bre un previo baño de color rojo. Estos ce-
ramios, de data tardía, reflejan ya influen-
PIEDRAS TACITAS DE COIQUE.
cias hispanas entre los siglos XVI al XVIII.
Especialmente relevantes, desde el punto
de vista arqueológico, son los enclaves de
petroglifos y grabados parietales que se
localizan en la zona. El más significativo,
sin duda, es el petroglifo de Cachillahue,
ubicado en la segunda terraza ribereña,
por el sur, al curso del río Bueno (que
constituye el desagüe natural, hidrográfi-
co, del lago Ranco). Se trata de un gran
bloque de piedra granítica de 2,7 por 2,1
metros en la que aparecen una serie de
enigmáticos grabados prehispánicos, en
forma de motivos geométricos.
Una leyenda asegura que, en tiempos de la
Colonia, los indígenas desaparecían en este
lugar como por arte de magia, cuando eran
perseguidos por los españoles y ante el
desconcierto general de estos. El hecho se
RIO BUENO.
DESAGUADERO DEL
LAGO RANCO.
CERAMICA PITRÉN.
OJO DE COIQUE.
debería a la existencia de un secreto corre-
dor, o túnel, que les permitía pasar por de-
bajo del río Bueno hasta la otra orilla… El
investigador Van de Maele explicaba que
este secreto paso sub-fluvial eran en reali-
dad esas grandes piedras que existen en el
lecho del río Bueno, las cuales a modo de
puente sumergido, habrían sido las que
permitieron a los indígenas desaparecer
tan misteriosamente en el lugar de Cachi-
llahue. Otro interesante sitio arqueológico
con grabados rupestres se localiza en la
próxima localidad de Cayurruca.
En cuanto a las denominadas piedras tac-
titas, existen en diferentes lugares de la
cuenca lacustre del Ranco. Se trata de
grandes bloques rocosos erráticos, cuya
superficie ha sido modificada por los habi-
tantes originarios en forma de sucesivas
concavidades… o tacitas. Posiblemente,
servían para identificar lugares de cele-
bración de juntas o parlamentos, siempre
en función de algún hito topográfico de
previa significancia sagrada. En cuanto a
sus datas, son de variada filiación. ¿Junto
con fortines, petroglifos, enclaves fumera-
rios y otros sitios arqueológicos, se conse-
guirá preservar estas piedras tacitas de
excepcional valor cultural en beneficio de
las generaciones futuras? Q
CALFUCO, COSTA VALDIVIANA.
PE HHC22
Sitios arqueológicos en torno al lago Ranco. Petroglifos, fuertes y piedras tacitas /155
PE RV/P23
Al oriente del
lago Riñihue PUDÚ (PUDU PUDA)
A los pies de la cordillera
EL RÍO ENCO, COMUNICACIÓN HIDROGRÁFICA NATURAL ENTRE LOS LAGOS PANGUIPULLI Y RIÑIHUE.
L
a ventaja de utilizar una embarca-
ción ligera, a la hora de explorar
nuevos itinerarios náuticos, resulta
indiscutible. Dentro de este capítulo
de artefactos navegables incluimos, por su-
puesto, a los kayaks; pero también a las lan-
chas neumáticas, inflables, de pequeña en-
vergadura. Para nuestra Ruta Verde al
oriente del lago Riñihue hemos elegido esta
última opción. En nuestra camioneta, hace
pocos días, nos trasladamos con una de es-
tas neumáticas cargada sobre la caja de
carga, desde Valdivia a la localidad de Los
Lagos y, desde aquí, hasta el encantador ca-
serío lacustre de Riñihue. A partir de este
punto continuamos por el camino ripiado
T-41 que discurre a proximidad de las ribe-
ras sur del lago y que recientemente ha si-
do mejorado hasta las inmediaciones de
playa Larga. Entre este punto y las casas del
fundo Mae, situadas junto al estero Reme-
hue, el itinerario prosigue en situación de
aceptable. Pero entre este último punto y
los puentes de Rucanahuel y Quebrada
Honda, las condiciones camineras se van
tornando, progresivamente, todo-terreno.
En el puente Quebrada Honda terminan las
posibilidades de la conducción en vehículo.
Somos tres personas para portear nuestra
embarcación y pertrechos hasta ese punto
ribereño, inmediato pero precario, que ele-
gimos para embarcar. Una vez a bordo de la
lancha, arrancamos el pequeño motor fue-
ra-borda de 3 caballos de potencia y enfila-
mos a rumbo norte directo hacia la orilla
opuesta del Riñihue, allí donde parece flotar
la única isla en este lago: la Pudú. Nos senti-
mos deslizar sobre una perfecta superficie
de tonos verdes profundos, sobre unas
aguas en perfecta calma. La mañana inver-
nal aparece cubierta y encapotada. Con los
altos cerros de la península de Los Morros,
cubiertos de densa selva nativa, levantán-
CASCADA SOBRE EL LAGO:
CERCA DE PUNTA REMEHUE.
UNA ESCALA EN PUDÚ, LA ÚNICA ISLA EN EL RIÑIHUE.
Un gran parque ecológico, posible
U no de los sectores mejor conservados, y ambientalmente más valiosos, sobre la
geografía de la región de Los Ríos son esas 56.000 hectáreas que, en su con-
junto, integran los fundos Santa Marta, Quechumalal, Enco y Chanchán. Este territo-
rio emblemático, comprendido dentro del triángulo territorial Lago Panguipulli- Lago
Riñihue- Volcán Mocho/ Choshuenco aparece referido, en los inventarios internacio-
dose en la ribera septentrional como en un nales sobre áreas silvestres de importancia planetaria, con el nombre de Enco-Que-
relato mítico de Tolkien. chumalal. Se trata de un auténtico tesoro biogeográfico, en el que los valores geo-
La idea de esta Ruta Verde consiste en es- morfológicos, hidrográficos, lacustres y paisajísticos se articulan con una serie de
tablecer una nueva posibilidad de aproxi- valores faunísticos y botánicos de excepción. Las grandes extensiones de bosque
mación ecoturística, desde el lago Riñihue nativo austral recubren más del 70% de su territorio. Algunas de sus laderas, cerros
y quebradas permanecen todavía como, técnicamente, ‘nunca hollados’.
y hacia el volcán Mocho-Choshuenco (2.422
La propiedad de este gran tesoro natural se concentra en manos de la familia Luksic.
m). Algunos pobladores nos han descrito la
Don Andrónico Luksic Abaroa, el gran magnate chileno de origen croata, hasta su
fórmula de antaño, la cual consistía en na- muerte en 2005, expresó siempre una profunda conciencia acerca de la importancia
vegar hasta el extremo oriente del lago pa- de este legado natural, así como de la alta responsabilidad que conlleva su preserva-
ra desembarcar en el paraje conocido co- ción como legado hacia las generaciones futuras. En este sentido, su sueño era el es-
mo Puerto Enco. Entre este punto y el cur- tablecimiento en la zona de un extenso Parque Ecológico Precordillerano, en el que las
so del río Enco (que es por el que desagua visitas estuviesen reguladas y los proyectos ambientales y didácticos resultasen la
el lago Panguipulli, en dirección al lago Ri- norma. La gestión de esta visionaria extensión protegida se concebía en el ámbito de
la Fundación Luksic Abaroa, cuya Presidenta actual es su hija Paola Luksic Fontbona.
ñihue) se utilizaba una huella ístmica la
Este Parque Ecológico Precordillerano de Panguipulli-Riñihue (o ARS Enco-Quechu-
cual, en una distancia de aproximadamen-
malal, según los inventarios internacionales) enlazaría, por el oriente, con la Reserva
te un par de kilómetros, permitía el trasla- Nacional Mocho-Choshuenco, de titularidad pública. La cual, a su vez, en dirección a
do de embarcaciones y cargas hasta un Argentina, entroncaría con esa otra gran Reserva Biológica Huilo Huilo, propiedad de
punto de balseo propicio para transbordar Víctor Petermann. La suma total de estas tres áreas silvestres (que hasta los años de
al otro lado del mencionado curso fluvial. 1980 fueron propiedad de CORFO, integradas en el entonces denominado Complejo
Entre este punto y el extremo oriental del Maderero Panguipulli, que fue despiezado en tiempos de la Dictadura Militar) genera-
lago Panguipulli, hasta las pequeñas locali- ría un espacio protegido continuo de más de 150.000 hectáreas. Una masa estratégi-
dades de Choshuenco o Neltume, la ruta ca fundamental a la hora de garantizar la conservación a futuro de uno de las más es-
pectaculares porciones de la América Austral, de jerarquía planetaria.
terrestre no planteaba ya problemas para
su recorrido en carreta de bueyes, evitán-
dose así los rápidos y aguas blancas que
interceptan, al menos en ocho puntos, el
indómito curso del río Enco.
En la isla Pudú efectuamos un primer alto
en nuestra navegación, aprovechando una
pequeña poza natural que se ubica en su
extremo occidental. Pudú es una auténtica
isla desierta, como pensada para un ermi-
taño, por su quietud y soledad tan absolu-
tas. Desde su cúspide, compuesta por unas
rocas recubiertas de líquenes blancos, se
abre una maravillosa panorámica de 360º
sobre el Riñihue y su entorno, que domina
por el oriente la masa colosal del doble vol-
cán Mocho-Choshuenco, nevado hasta su
misma base. Más tarde, nuestra navega-
ción seguirá bordeando los acantilados de
la orilla norte del lago, recalando de tanto
en tanto al pie de cascadas de plata, cauda-
PE RV/P23
Al oriente del lago Riñihue. A los pies de la cordillera. /157
158/ PE RV/P23
Al oriente del lago Riñihue. A los pies de la cordillera.

les que se desploman, mágica y directa-

mente, sobre la misma superficie lacustre.
Pero de pronto sentimos que cambia la en-
filación de la suave brisa. El ligero soplo del
oeste ha pasado a rolar al sureste. Y así al-
canzamos la playa de Puerto Enco, a donde
acuden a darnos la bienvenida tan solo tres
perros y un gato.
Entre las cuatro casas del lugar no encon-
tramos a ningún ser humano. Descubrimos,
eso sí, un carrito especialmente pensado
para el transporte de embarcaciones lige-
ras, como nos habían descrito los poblado-
res con los que hablamos en el fundo Mae.
Así que cargamos nuestra lancha y nos po-
nemos a empujarla por el camino istmíco,
en busca del balseo que existe sobre el En-
co. Se trata de una huella con servidumbre
de paso pública, según la tradición antigua.
Un trazado casi rectilíneo y sin gradientes al
cabo del cual se aboca a ese punto del río PORTEANDO LA EMBARCACIÓN, DESDE PUERTO ENCO.
Enco donde existe una barcaza transborda-
dora (afirmada a un tendido de cable entre el segundo, que coincide con ese brusco solo resulta contemplable en condiciones
ambas orillas y que se impulsa mediante la punto de inflexión del cauce fluvial, obliga- de perfecta calma. Varias nuevas cascadas
natural acción de la fuerte corriente fluvial). do por una ladera basáltica que se le atra- se desprenden, en cola de caballo, desde
Se trata de la conexión estratégica que bus- viesa por el sur. Son 2 kms maravillosos de las altas peñas y bosques inmediatos. La
cábamos con esa otra Ruta Verde hacia la acelerado descenso fluvial que terminan más espectacular es la que se abre en las
Reserva Nacional y el Refugio Mocho-Chos- con un alto relajante donde la punta de are- inmediaciones de la punta Rucanahuel, es-
huenco. En cuyas laderas observamos el na que marca la fusión del río en el lago. condida en una grieta basáltica y que se
majestuoso vuelo del cóndor. Quedará tan solo, para cerrar la Ruta Verde precipita sobre el lago mediante tres gran-
El portaje desde Puerto Enco permite al via- propuesta, acometer una navegación que des saltos sucesivos. Hasta su misma base
jero, asimismo, abordar un interesante des- vuelve a discurrir al filo de los acantilados, conseguimos acercarnos, metiendo la proa
censo por el último tramo del río Enco. Una esta vez por la orilla sur del lago y entre la de la lancha en el inicio de un angosto ca-
experiencia memorable que reserva la desembocadura del Enco, la punta Rucana- ñón. Esta Ruta Verde por el oriente del Riñi-
emoción del paso sobre los dos últimos rá- huel y el paraje de Quebrada Honda (donde hue, sin duda, se inscribe dentro del mejor
pidos en este río antes de su desembocadu- iniciamos nuestro circuito). La singladura elenco de las que vertebran la apasionante
ra sobre el lago Riñihue. El más complejo es reviste una enorme belleza paisajística pero NOS ACOMPAÑA ESTA VEZ CAROLINA TWELE. naturaleza en esta región de Los Ríos. O

PE INFOVIAJE
en la península de Los Morros,
el cerro culminante alcanza
408 m; en la isla Pudú, la cota
es de hasta 163 m; en cuanto
al cerro del Cóndor, que
se levanta al SE de la
desembocadura del río Enco,
supera los 1.660 m; la cota
mínima, en el propio lago
Riñihue, a 117 m.
Verde combina 12,5 kms náuticos
con otros 1,5 kms más de
portaje terrestre, en conjunto
solucionables en una sola
jornada.
U MEJOR ÉPOCA
Cualquier época del año;
pero atención con los fuertes
vientos que, súbitamente, se
de centrales hidroeléctricas,
el río Enco constituye la
comunicación natural del lago
Panguipulli con el Riñihue, a
través de 12 kms de precioso
curso salpicado de rápidos,
pozas de agua transparente y
una riqueza piscícola
renombrada; en cuanto a la U CÓMO LLEGAR
pequeña isla Pudú, Desde Valdivia hasta el punto GPS 1 Punto de embarque, precario; y de inicio de ruta náutica- 39°54’18.83”S/ 72°13’34.81”O

U DURACIÓN Y
DISTANCIAS
Desde el punto de embarque
(inmediato al estero Quebrada
Honda) a la isla Pudú, son
2 kms, atravesando el lago en
sentido S-N; de la isla Pudú a la
playa de Puerto Enco, son 4,5
EL VOLCÁN MOCHO- kms; el portaje terrestre entre
CHOSHUENCO: AL ORIENTE U LOCALIZACIÓN Puerto Enco y el río Enco
DEL LAGO RIÑIHUE. Comuna de Los Lagos supone otros aprox. 1,5 kms; el
abaten sobre el lago
(principalmente después del
medio día) y que resultan
tremendamente peligrosos.
U VALORES NATURALES
El lago Riñihue es el cuarto
más extenso en la región de
Los Ríos, con 77,5 kms
cuadrados de extensión y una
profundidad máxima de 323 m;
este lago es el receptor final
a la escarpada península de
Los Morros y al brazo lacustre
de La Ensenada, son otros
tantos accidentes destacados
en esta parte oriental del lago
Riñihue; espléndidos sectores
de bosque nativo adulto
tanto en las orillas norte como
sur lacustres; entre la fauna,
puma, pudú, monito de
monte, gato güiña, un elenco
completo de las aves forestales
PUNTOS GPS
de embarque propuesto GPS 2 ¡¡¡ Espectaculares panorámicas circum-lacustres !!!- 39°53’37.11»S/ 72°13›15.69”O
(situado junto al puente Quebrada GPS 3 Mejor punto de desembarco en isla Pudú- 39°53’8.69”S/ 72°12’55.19”O
Honda, donde termina el GPS 4 Cascada- 39°53’14.22”S/ 72°12’17.36”O
camino T-41, que recorre la ribera
GPS 5 Casas de Puerto Enco- 39°54’10.14”S/ 72°10’18.37”O
sur del lago Riñihue) son
GPS 6 Camino de porteo- 39°54’14.22”S/ 72°10’12.43”O
115 kms; por Máfil, Los Lagos,
Huidif y Riñihue. GPS 7 Río Enco- Cable-barcaza transbordadora (privada)- 39°54’43.31”S/ 72° 9’36.56”O
GPS 8 Raudal fluvial- 39°54’57.09”S/ 72° 9’40.84”O
U CARTOGRAFÍA GPS 9 Raudal fluvial- 39°55’11.86”S/ 72°10’4.13”O
Instituto Geográfico Militar, escala
GPS 10 Cascada- 39°55’10.50”S/ 72°10’33.40”O
1:50.000, hoja ‘Choshuenco’.
GPS 11 Playa de arena- punto panorámico relevante- 39°55’6.45”S/ 72°10’37.17”O

U ALTITUDES
La cumbre máxima, al oriente del
Riñihue, es el volcán doble
Mocho-Choshuenco (2.422 m y
2.415 m, respectivamente);
descenso fluvial por el río Enco
suma 2 kms más; y la navegación
de cierre de circuito, entre la
desembocadura del Enco y
Quebrada Honda, son aprox.
otros 4 kms; en total, esta Ruta
de las aguas de los llamados
Siete Lagos, conjunto lacustre
que integra la porción más
alta de la cuenca del río
Valdivia; amenazado también
por insostenibles proyectos
australes, variedad de GPS 12 Cascada- 39°54’45.83”S/ 72°11’15.86”O
anátidas, cóndor y valiosas GPS 13 Punta Rucanahuel- 39°54’9.61”S/ 72°12’44.01”O
especies piscícolas autóctonas; GPS 14 Cascada- 39°54’13.95”S/ 72°12’56.15”O
entre las especies EL CAMINO
introducidas, numerosos DEL ISTMO, HACIA
jabalíes. EL RÍO ENCO.

PE RV/P23
Al oriente del lago Riñihue. A los pies de la cordillera. /159

HITO HISTÓRICO-CULTURAL
PEHHC23
Sitios ceremoniales y de
parlamento indígenas
Nolguehue (MN), Aiyareme Cayumapu, Cozcoz
Juan Gabriel Pallarés y Yovanka Ovando/ Equipo Atlas IP
En el Catastro regional sobre Patrimonio Indígena existen cuatro tipos definidos en base
a su funcionalidad original: ceremoniales, funerarios, habitacionales y educativos.
N
guen Rüpu significa, en mapu-
dungún, el Camino del Nguen
o del Espíritu Dueño, con refe-
rencia a cierto lugar sagrado.
Se trata de una ruta física y a la vez sim-
bólica, la cual discurre de manera precisa
por un itinerario sobre el que han transi-
tado, desde hace cientos de generaciones,
los mapuche-huilliches hacia sus sitios ce-
remoniales ancestrales. Estos Nguen Ru-
pü simbolizan, asimismo, los caminos de
la memoria colectiva, la reproducción
atávica de los rituales transmitidos a los
mapuches actuales de sus antepasados,
desde los lejanos tiempos pre-coloniales,
también pre-chilenos. Se trata, sin duda,
de un valioso patrimonio de senderos pa-
ra la comunión identitaria mapuche, que
ni figuran en ningún mapa oficial ni pue-
den ser vislumbrados desde una percep-
ción no sinérgica y respetuosa con ese
universo cosmológico originario. De ahí su
complejidad de protección, como en toda
materia que se refiera al denominado Pa-
trimonio Cultural Indígena.
Según informes del Colegio de Antropólo-
gos de Chile, una vez asumida la existencia
de los Mapuche como Pueblo Indígena
Originario dentro del actual Estado Chile-
no (y como habitantes en un 75% de las
ciudades del centro-sur del país y en el
25% de los sectores rurales comprendidos
entre la región Metropolitana y las islas de
Chiloé), en función del Convenio 169 de la
OIT de septiembre de 2009, debe configu-
rarse en Chile una política de reconoci-
miento de los derechos del Pueblo Mapu-
che en todo lo que respecta a los territo-
rios que actualmente ocupa y a los que re-
clama en virtud de sus derechos ancestra-
les. Unos derechos de uso y posesión en
base a los cuales dicho Convenio 169 de la
OIT establece que ‘las comunidades mapu-
che deben ser consultadas respecto a cual-
quier acción o proyecto tanto público como
privado en sus territorios ancestrales’. Con-
dición que fue tenida en cuenta durante la
realización del trabajo ‘Diagnóstico del Pa-
trimonio Cultural/ Región de Los Ríos’
(en comunas de Río Bueno y Panguipulli
EN LA COMUNA DE PANGUIPULLI
desarrollado por el MOP y el Gobierno Re-
gional en 2010. Y también considerado por
el presente proyecto-guía.
En el referido catastro sobre el Patrimonio
Indígena en la región de Los Ríos, los bie-
LAGO NELTUME (COMUNA DE PANGUIPULLI). nes se agruparon en cuatro tipos definidos
según su funcionalidad original: Ceremo-
niales, Funerarios, Habitacionales y Edu-
cativos. El caso de los Sitios Ceremoniales
reviste especial relevancia ya que estos son
lugares donde se realizan ritos colectivos (o
guillatún) o de carácter personal, pero res-
tringidos estrictamente al ámbito del mun-
do mapuche. Su característica principal es
encontrarse custodiados por un Nguen o
Espíritu Dueño, a quien debe solicitarse
permiso para ingresar al espacio. Tales si-
tios pueden ser áreas de pequeña o media-
na extensión, como en el caso del sitio ce-
remonial Aiyarewe Cayumapu (comuna
de Panguipulli) o el lepún o cancha cere-
monial de Maiquillahue (comuna de San
José de la Mariquina); o de topo-elementos
de ámbito específico, como el Menoko
Cuacua de Neltume (comuna de Panguipu-
lli); o de dilatados sectores orográficos, co-
mo el llamado Cordón Peñehue, que con-
tiene cerros tren tren, kai kai, elwes, ce-
menterios, casas de piedra (en la comuna
LONGKOS O CACIQUES MAPUCHE-HUILLICHE PARTICIPANTES EN EL HISTÓRICO PARLAMENTO DE COZ COZ, EN 1907. de Lanco). Lo cierto es que la propia natu-
raleza sagrada de estos lugares no hace
siempre fácil el esfuerzo técnico para ga-
rantizar su protección por parte del Estado,
a la hora de dotarlos de las oportunas figu-
ras jurídicas que puedan servir mejor para
su preservación.
Casos conflictivos no faltan, especialmente
en las zonas del lago Neltume o la cuenca
fluvial del Pilmaiquén, donde empresas
transnacionales contemplan actualmente la
construcción de sendos complejos de gene-
ración hidroeléctrica (en choque inevitable
con los derechos ancestrales de las comu-
nidades originarias y sus sitios ceremonia-
les atávicos). También en la comuna de Ma-
riquina, esta vez en relación con determi-
nados espacios sagrados que podrían verse
afectados en el caso de llevarse a la prácti-
ca el ducto al mar proyectado por la em-
presa CELCO. Especial perplejidad reviste
también el caso del Complejo Religioso y
Ceremonial de Nolguehue (comuna de Río
Bueno; situado en la mencionada cuenca
del río Pilmaiquén), por una parte declara-
do, en febrero de 2004, Monumento Na-
cional Histórico (integrado por un eltuwe
o cementerio y un menoko donde habita el
Nguen Juanico); pero, por otra parte, al
que ningún personal técnico puede acce-
der, por su propio carácter sagrado.
Sitios ceremoniales y de parlamento indígenas . Nolguehue (MN), Aiyareme Cayumapu, Cozcoz
Q El último parlamento
mapuche tuvo lugar en
Coz Coz, cerca de
Panguipulli, el
18 de enero
de 1907
Otro sitio de importancia indígena que de-
be considerarse es aquel en el que se ce-
lebró el último parlamento mapuche: el
de Coz Coz (comuna de Panguipulli). Tuvo
lugar el 18 de enero de 1907 y en él parti-
ciparon casi dos mil representantes de
distintas comunidades mapuches con sus
longkos al frente. Dicha asamblea tenía
como objetivo elegir al cacique que los re-
presentara ante el Estado, para poner en
común su descontento ‘ante las injusticias
que padecen los mapuches por parte de
los chilenos y recuperar lo más propio de
su identidad: su ruca, sus tierras y sus ani-
males’. Las irregularidades contra ellos,
en efecto, eran la constante en la época,
especialmente en lo referente al expolio
PADRE CAPUCHINO de sus tierras por parte de colonizadores
SIGILFREDO DE
FRAUENHÄUSL CON
en connivencia con determinados funcio-
UNO DE LOS LONGKOS narios estatales. El principal inductor no
DE COZ COZ.
mapuche de aquel Parlamento de Coz Coz
fue el misionero de la orden de los Capu-
chinos Bávaros Sigilfredo de Frauen-
häusl, movido por diversas razones. En
cualquier caso, consiguió por primera vez
que, mediante la participación de perio-
distas como Aurelio García Meza y Oluf Er-
landsen, pudiesen salir a la luz pública los
vergonzosos abusos que sufrían los mapu-
ches en el sur del país. El histórico lugar
de Coz Coz, sin embargo, todavía perma-
nece a la espera de una conveniente pro-
tección y en manos de propietarios no vin-
culados al pueblo mapuche.
Pero es común escuchar la opinión de per-
sonas que sin mayor conocimiento, se acer-
can a dichos lugares y afirman que allí no
hay nada. Y efectivamente no hay nada de
lo que ellos esperan ver, pero hay mucho,
si uno aprende a mirar desde la intercultu-
ralidad, tratando de entender el sentido
que en la cultura tienen estos espacios,
cual es su función y su importancia.
El error radica en esperar encontrar allí, al-
tares, templos o construcciones o al menos
símbolos extraños, algo que concuerde con
lo que el imaginario del cine y de la cultura
occidental ha instalado como el estereotipo
de lo indígena. Q
PE HHC23
/161
PE RV/P24
Entre Máfil y Tralcao
Navegando por los ríos Iñaque y Pichoy
CISNES DE CUELLO NEGRO, EN LOS HUAPES DEL PICHOY.
E
n mi casa de isla Teja, junto al
fuego, al amparo de una buena
copa de vino, veo transcurrir la
fría tarde de invierno mientras
reviso con atención aquel informe oficial
de 1868 que, referente a la Exploración
del río Valdivia que comprende el río Cru-
ces i sus tributarios, escribiese el enton-
ces Teniente Primero de la Escuadra Na-
cional, don Francisco Vidal Gormaz, para
el Supremo Gobierno de Chile.
Eran tiempos pre-GPS, por supuesto, y en
cinante comprobar
este sentido resulta fascinante
como, durante aquellaa expedición para
oniales españoles
actualizar los mapas coloniales
que hasta la fecha existían
ían sobre la zo-
na, el equipamiento in-
cluía un micrómetro
Rouchon y un clinó-
metro Secretan (para
las triangulaciones), dos
barómetros alostéricos os (para
determinar las altitudes),), una
corredera Elliot (quee marcaba
los movimientos de lasas aguas,
PIDÉN (PARDIRALLUS
demás de
en pies ingleses), además SANGUINOLENTUS)
un pedómetro de Payne (para ad-
quirir detalles lejanos desde las riberas).
Provistos de semejantes artilugios tecno-
lógicos de la época, fueron ocho hombres
en un par de botes ligeros los que desa-
rrollaron aquella exploración náutica de
la cuenca del río Valdivia, hace ya casi si-
glo y medio.
En el informe de Vidal Gormaz se hace es-
pecial hincapié en los ríos Pichoy, Máfil e
Iñaque, procedentes de territorios imper-
fectamente explorados, cuyos orígenes
(se pensaba entonces erróneamente) se
situarían en la laguna de Calafquén, al pie
de los Andes y al sur de Villarrica. Este eje
EMBARCANDO EN MÁFIL: RÍO IÑAQUE.
fluvial constituiría, según el mencionado
informe, el mejor acceso navegable para
que la civilización pueda acceder a los
Llanos orientales desde Valdivia. ¿Se pue-
de navegar entonces, según ello, entre las
localidades de Máfil y Valdivia, establecer
una conexión náutica entre Máfil y los hu-
medales del río Cruces? Para comprobar
esta posibilidad, decidimos acometer la
presente Ruta Verde.
Sobre la marcha decidí telefonear a mi
amigo Jesús Brieva, propietario de la
empresa náutica regional Fibro
Nava
Naval. Me acordé de que Je-
sús fábrica unas excelen-
tes embarcaciones de
aluminio de 4,5 m de
eslora, muy ligeras y maniobra-
bles, tambié
también a remo. Le propuse
combinarla ccon un motor fuera bor-
da de 9 hp q que tenemos almacenado
en nuestro galpó
galpón de equipamiento. Así
tan súbito, a la mañana si-
guie
guiente, antes de que se haya
levantad
levantado la niebla y diluido la
hela
helada matutina, me encuen-
tro con Jesús en Máfil echando al
agua el bote combinado.
Al modo de un drift boat , navegaremos
en él a puro remo, dejándonos arrastrar
por la corriente por el río Iñaque. Cuan-
do alcancemos la confluencia con el río
Máfil, estimando que el caudal para en-
tonces habrá aumentado, la idea es con-
tinuar ya a motor hacia los humedales
del río Cruces, localizar un punto idóneo
de desembarco en el afluente Cayumapu
(definiéndolo como punto final de esta
Ruta Verde) y cerrar finalmente viaje
(por el Cruces y el Cau Cau) en la misma
ciudad de Valdivia.
COMO EN UN DRIFT BOAT, REMANDO A FAVOR DE LA CORRIENTE.
Máfil también existe
C uando en 2009 la entonces recién instituida Agencia Regional de Desarrollo Produc-
tivo, a través de su Programa de Mejora de la Competitividad o PMC Turismo, dividió
a la región de Los Ríos en tres Destinos Turísticos (Siete Lagos; Valdivia-Corral o Costa
Valdiviana; y Cuenca del Lago Ranco), de la comuna de Máfil, sus 583 kilómetros cua-
drados y sus 7.213 habitantes, todo el mundo pareció olvidarse. Desde entonces, a efec-
tos turísticos, su territorio flota inconexo dentro de los mapas y power points turísticos
de Los Ríos, como si no existiese... Sobre aquel olvido de Máfil parece haberse tendido
un tupido velo...
La presente Ruta Verde pretende demostrar lo contrario: he aquí un itinerario náutico
con tradición histórica, aunque permanezca inédito y olvidado, en términos ecoturísti-
cos, hasta la fecha. En cualquier caso, se trata tan solo de un botón de muestra porque
geográficamente la situación de la comuna de Máfil resulta turísticamente estratégica
dentro del mapa regional, a medio camino entre el litoral y la Cordillera, atravesada tan-
to por la autopista troncal de Chile o E-5 como por la vía férrea longitudinal en ruta hacia
el sur y Puerto Montt. En cuanto al río Callecalle, marca su límite meridional comunal;
mientras que el eje Iñaque- Pichoy, como hemos visto, permite un sugerente enlace
náutico con los humedales del río Cruces.
Desde la tranquilidad rural de Máfil, su municipalidad prepara en la actualidad varios
proyectos interesantes, como un Parque Flu-
vial y Agropecuario a ubicar junto a un mean-
dro del río Iñaque; o una decena de Puntos de
Adecuación Náutica a lo largo del eje Iñaque-
Pichoy; o un Eje Verde Cívico que articule las
distintas partes de de su núcleo urbano me-
diante avanzadas soluciones ciclo-peatonales
y embellecimiento de edificios locales; o una
propuesta de adecuación turística de áreas fe-
rroviarias en declive; o ese Mercado Agroali-
mentario Tradicional donde productores loca-
les y visitantes podrán encontrarse para co-
merciar de directa, ecológica y no especulati-
va. Máfil también existe...
LOGO DE LA COMUNIDAD DE MÁFIL
PE RV/P24
Entre Máfil y Tralcao. Navegando por los ríos Iñaque y Pichoy /163
164/ PE RV/P24
Entre Máfil y Tralcao. Navegando por los ríos Iñaque y Pichoy

abrir un pequeño paso entre el ramaje,

DONDE EL PICHOY SE VIERTE EN LOS HUMEDALES DEL CRUCES.
El río Iñaque, que en realidad procede de
los cerros de Pumillahue, donde se locali-
zan antiguos lavaderos de oro, es un eje
náutico de interés relevante, muy propi-
cio asimismo para el navegante en kayak.
Atraviesa el Llano Central en una prolon-
gadísima sucesión de curvas y meandros
fluviales, un serpenteo que alcanza su
clímax en torno a Máfil, localidad donde
uno puede lanzarse en embarcación en
un punto determinado para, al cabo de 8
kms mas tarde, volverse a encontrar to-
davía en el propio entorno mafileño. De
ahí su tan justificado nombre: Máfil, el
Abrazo de las Aguas, en mapudungún.
La Ruta Verde náutica Iñaque-Pichoy
atraviesa toda la comuna de Máfil de E a
O y sorprende al viajero tanto por sus po-
tencialidades ecoturísticas como por lo
inédito del recorrido. Entre Máfil núcleo
urbano y la blanca estructura del puente
Iñaque (carretera T-305) el río corre con
animado caudal y algunos pasos delica-
dos: un puente en ruinas y un par de re-
codos fluviales en las que se acumulan
palizadas parciales de troncos caídos. En-
tre los puentes Iñaque y Formio el bos-
que de ribera reserva, a continuación,
rincones muy bellos, protagonizados por
corpulentos ejemplares de árboles nati-
vos, constituyendo un pasillo ribereño en
el que se abren, acá y allá, secretas pla-
yas fluviales de arena blanca.
El principal obstáculo del viaje (que re-
sultaría fácil eliminar) lo conforman dos
grandes árboles caídos y atravesados so-
bre el cauce, a medio camino entre el
puente Formio y la junta con el río Máfil.
Superar este paso implicará para noso-
tros media hora de trabajo, debiendo
con ayuda de machete. Tras ello, el des-
censo fluvial proseguirá fascinante, nues-
tra embarcación arrastrada al paso de al-
tos acantilados de cancagua, de curvas
cerradas como la de Monte Verde, de tra-
mos plácidos y silentes. En un playazo
nos detendremos, almorzaremos nuestra
tortilla de papas y vino de nuestra bota
de cuero, enfrentando también el intenso
frío con un buen café del termo. Nos en-
contramos ya junto a la confluencia del
estero de la Fuente. Observamos un hui-
llín o nutria sudamericana. En cuanto al
río que nos lleva, hace ya un kilómetro
que ha cambiado el nombre de Iñaque
por el de Pichoy…
La siguiente referencia será el antiguo
embarcadero de Putabla. Hasta este pun-
to y hasta los años de 1970 remontaban,
desde Valdivia, los antiguos vapores flu-
viales. Aguas abajo de Putabla, el entor-
no fluvial cambia y extensos guapes y hu-
UN PEQUEÑO AMIGO, EN EL MUELLE
DE TRALCAO.
medales comienzan a desplegarse por Y cruzamos bajo el puente de la carretera Costa cierran el paisaje por occidente,
ambas riberas, con un bosque ribereño Valdivia-San José de la Mariquina, con el mientras la isla del Realejo surge en la le-
cuyos troncos nacen directos de las ex- aeropuerto de Pichoy a solo 5 kms de la janía. El cerro del Revellín, por su parte,
tensiones inundables. Poco después, por ribera norte. Hasta hace unos cuarenta nos señala la confluencia del río Cayuma-
la orilla derecha, aparece el caserío y años se localizaba aquí el muelle de Puer- pu, que remontamos hasta el mirador de
fundo de Chiguao, junto a unos enormes to Vigas, hasta donde se llevaban las car- Las Cumbres (donde debería habilitarse
pinos y eucaliptos centenarios. Y al pie gas de trigo y manzanas de la parte de un embarcadero ecoturístico). Desde Máfil
del fundo Llofe, el Pichoy traza su curva Pelchuquín, para su embarque en los va- hasta este punto hemos empleado cuatro
definitiva hacia los humedales del Cru- pores. El vecino muelle de Tralcao mantie- horas de viaje fluvial, que cerraremos su-
ces. Los cisnes negros, los huairavos y las ne asimismo evocaciones de aquellos mando otra hora mas hasta Valdivia.
garzas cucas hacen su aparición en el tiempos. Pero nosotros seguiremos nues- Aquel explorador Vidal Gormaz tenía, cier-
paisaje, junto a cormoranes y algunas tra navegación al paso de la llamada Plaza tamente, toda la razón: el viaje por los
aves marinas. En invierno, cuando las de Armas, promontorio que domina la ríos Iñaque y Pichoy se cuenta entre los
mareas altas, hasta el lugar remontan junta del Pichoy sobre el Cruces. El cerro hidrográficamente memorables por el
ejemplares solitarios de lobo marino… Oncol y las alturas de la Cordillera de la entorno valdiviano. O

PE INFOVIAJE
UÊLOCALIZACIÓN:
Comunas de Máfil, San José de la
Mariquina y Valdivia
UÊALTITUDES:
Las principales altitudes a lo largo
del eje Iñaque- Pichoy y afluentes
se localizan en su entorno sur:
entre Putabla y el puente de la
carretera Valdivia- San José de la
Mariquina, 9 kms, las condiciones
son definitivamente aptas para
la navegación a motor, siempre
con más de 1,5 m de calado
(a motor, en 0,5 h; en kayak, en
2 h); entre este último punto y la
pueda combinar remos y motor.
También muy recomendable, la
variante de esta Ruta Verde
náutica, en bicicleta: entre Máfil y
Tralcao, por los fundos Putabla y
Chiguao (24 kms/ 3 h).
UÊMEJOR ÉPOCA:
a esta Ruta Verde, constituye
su más inédito eje ecoturístico,
con interesantes sectores
para la observación de aves
acuáticas, garzas, huairavos y
algunos de los mejores reductos
para el cisne de cuello negro; en
los sectores de bosque nativo,
UÊPUNTOS DE ACCESO NÁUTICO
En Máfil, desde la plaza
de armas local, a dos cuadras
de distancia, existe un punto de
LOS GRANDES ÁRBOLES CAÍDOS PUEDEN SER UN OBSTÁCULO.
acceso al río con rampa-
arrastradero (apto para botar
pequeñas embarcaciones o
kayaks); el entorno de puente GPS 1 Embarcadero en Máfil/ río Iñaque/ punto de inicio de ruta- 39°40'9.55"S/ 72°57'3.92"O

178 m, 132 m…; la influencia de
las mareas alcanza las
inmediaciones del embarcadero
de Putabla.
confluencia del Pichoy con el
Cruces, son otros 11 kms
(0,5 h, a motor; 2,5 h, en kayak);
en kayak, el mejor final para esta
Ruta Verde es remontando por el
Otoño, invierno y primavera; en
verano, la disminución del nivel
de agua en el río Iñaque solo
permite su descenso en kayak; no
conviene navegar por el Iñaque
existen el puma y el pudú; el
huillín o nutria de agua dulce
sudamericana es querencioso
de algunos sectores en el
Iñaque- Pichoy.
PUNTOS GPS
Formio y de los antiguos GPS 2 Puente Iñaque/ carretera de Valdivia a Máfil- 39°40'15.27"S/ 72°59'10.76"O
embarcaderos de Putabla,
GPS 3 Puente Formio- 39°40'49.82"S/ 73° 0'25.51"O
Puerto Vigas y Tralcao resultan
GPS 4 Antiguo puerto de Putabla/ río Pichoy- 39°41'32.59"S/ 73° 1'52.62"O
asimismo aptos para tales
botaduras); en el río Cayumapu GPS 5 Antiguo muelle/ Fundo Chiguao- 39°42'11.12"S/ 73° 4'14.82"O

UÊDURACIÓN Y DISTANCIAS:
Entre Máfil núcleo urbano y
puente Iñaque, en la carretera
T-305, son aprox. 8 kms corriente
a favor ( 1,5 h a remo, en bote o
en kayak); entre este punto y el
siguiente puente, Formio,
son 4,5 kms (0,5 h, a remo); y
entre este punto y el antiguo
LA CASA DE LA CULTURA DE MÁFIL. embarcadero de Putabla, son
otros 4 kms (0,5 h, a remo);
río Cayumapu durante 2 kms
(0,5 h), hasta el mirador
Las Cumbres (inmediato a la
carretera Valdivia-San José de la
Mariquina: lugar idóneo para
sacar fácilmente el kayak a tierra);
entre Máfil y este punto son,
en total, 38,5 kms de inédito viaje
fluvial, factibles en una jornada
de kayak o en unas 4 h si
navegamos en un bote ligero que
hasta que haya transcurrido al
menos una semana después de
fuertes lluvias, por sus crecidas;
entre Putabla y el río Cruces se
puede navegar en cualquier tipo
de embarcación a lo largo de
todo el año.
UÊVALORES NATURALES:
Toda la comuna de Máfil alberga
un gran encanto rural: en cuanto
UÊMONUMENTOS DEL HOMBRE
Restos de antiguos muelles
fluviales; tradicionales fundos,
como los de Putabla, llofe o
Chiguao; la pequeña comunidad
de Tralcao; en Plaza de Armas
existió un puesto colonial español
sobre la confluencia de los ríos
Cruces y Pichoy, hoy
desaparecido.
las posibilidades son dos: GPS 6 Curva de Llofe/ río Pichoy- 39°42'36.16"S/ 73° 4'51.98"O
un muelle y rampa privados GPS 7 Sector de humedales/ Parajes avifaunísticos relevantes- 39°41'59.17"S/73° 5'37.04"O
y el mencionado entorno del GPS 8 Puente y carretera Valdivia-San José de la Mariquina- 39°41'14.29"S/73° 6'8.60"O
mirador Las Cumbres (en este GPS 9 Antiguo Puerto Vigas/ río Pichoy- 39°41'9.84"S/ 73° 6'33.32"O
caso, solo para kayaks).
GPS 10 Muelle de Tralcao/ río Pichoy- 39°41'34.76"S/ 73° 6'52.32’’O
GPS 11 Fundo Plaza de Armas- 39°42'5.42"S/ 73°10'2.50"O
UÊCARTOGRAFÍA:
Instituto Geográfico Militar, GPS 12 Humedales del río Cruces/ Santuario de la Naturaleza/ Confluencia de los ríos Pichoy, Chorocamayo
y Cayumapu- 39°43'13.52"S/ 73°11'28.85"O
escala 1:50.000, hojas
‘San José de la Mariquina’ y GPS 13 Embarcadero y punto final de ruta ( recomendado)- 39°43'46.69"S/ 73°10'44.96"O
‘Pelchuquín’. GPS 14 Punto de desembarco alternativo y de final de ruta- 39°43'50.07"S/ 73°10'29.88"O

PE RV/P24
Entre Máfil y Tralcao. Navegando por los ríos Iñaque y Pichoy /165
HITO HISTÓRICO-CULTURAL EN LAS COMUNAS DE SAN JOSÉ DE LA MARIQUINA, FUTRONO, PANGUIPULLI, LA UNIÓN
PEHHC24
Rucas mapuches
Sitios habitacionales de la tradición indígena
Juan Gabriel Pallarés y Yovanka Ovando/ Equipo Atlas IP
FOTOGRAFÍA HISTÓRICA DE RUKA MAPUCHE, TOMADA ENTRE 1895 Y 1906.
R
uka, en lengua mapudungún,
Aunque ya no
quiere decir ‘casa’ . Por este
utilizadas
habitacionalmente,
nombre se conoce, en efecto,
a la tradicional solución habi-
en la región de tacional mapuche. Su superficie, como es-
pacio familiar, solía oscilar antaño entre
Los Ríos perviven los 130 y los 170 metros cuadrados. En
notables ejemplos cuanto a los materiales utilizados para su
de rukas construcción, estos no eran otros que los
proporcionados por la propia Madre Natu-
tradicionales, de
raleza en torno a cada ubicación elegida.
gran valor Por lo general, se trataba de tablones y
patrimonial varas de coligüe para levantar los trafuka
o muros; postes de madera de pellín, ca-
nelo o coigüe para los mequefrucas o pos-
tes de sustentación de la cumbrera; de ra-
mas de arrayán para el huileill o entrama-
do sobre el que colocar la techumbre o
mellafna, en el que se dejaba un único y
pequeño espacio abierto, el ullolunruca,
por el que pudiese salir, parcialmente, el
exceso de humo del hogar.
En cuanto a forma, una ruka tradicional
puede presentar planta redonda, ovalada
o rectangular, generalmente con una sola
entrada, la huñinruca , enfilada hacia el
oriente: el Puelmapu o Tierra del Este, se-
gún la cosmología vernácula mapuche. En
su interior, el corazón de la ruka fue siem-
pre el fogón o kutralwe, sin chimenea di-
recta para la extracción del humo (salvo el
mencionado orificio de la ullolunruca), ya
que su emanación mezclada con las gra-
INTERIOR DE UNA RUKA TRADICIONAL MAPUCHE.
sas de los alimentos cocinados iba paulati-
namente recubriendo la techumbre a mo-
do de capa impermeabilizante. Así, según
afirmaban los antiguos, ‘una ruka vieja es
siempre mejor que una ruka joven: a la
hora de protegerse de la lluvia’.
Resulta sorprendente constatar como la
solución habitacional planteada por las
rukas mapuche mantiene claras similitu-
des con otras construcciones de techum-
bre vegetal tradicionales localizadas al
otro lado del planeta, en diversas regiones
del norte y del oeste de Europa. Estos son
los casos de las pallozas y cabañas teita-
das del noroeste ibérico, así como de
otras construcciones vernáculas de Jutlan-
JARRA DE CERÁMICA
DE UN HOGAR MAPUCHE.
Q Las rukas mapuche presentan
similitudes claras con
otras construcciones tradicionales
de diversos lugares del planeta
FOTOGRAFÍAS HISTÓRICAS DEL INTERIOR Y EXTERIOR DE RUKAS MAPUCHES, TOMADA ENTRE 1895 Y 1906.
cio que muestra una proxemia cardinal’.
Es una manera algo compleja de decir
que, en las rukas , nada resulta cultural-
mente improvisado, sino que todos sus
detalles responden a un orden y protoco-
lo ancestral preciso.
Los mejores ejemplos de rukas regionales
de valor patrimonial fueron catastrados de
dia, en Dinamarca; de las islas Británicas; manera puntual en el trabajo ‘Diagnóstico
de Islandia, Escandinavia o el área del mar del Patrimonio Cultural/ Región de Los
Báltico (casi todas ellas de origen celta y Ríos’, encargado por el MOP y el Gobierno
prerromano). Regional en 2010. Según este inventario,
Aunque ya no son utilizadas habitacional- se localizan en el entorno de Mehuín (co-
mente, en la región de Los Ríos existen muna de San José de la Mariquina), en
todavía algunos notables ejemplos de Huiro (comuna de La Unión), en Maihue
rukas tradicionales, de gran valor patri- (comuna de Futrono), en Las Minas (co-
monial. Todas ellas forman parte de una muna de Valdivia) o en Yeco (comuna de
corriente indígena de revitalización cul- Panguipulli). Pero, sin duda, existen otras
tural potente, en el sentido del manteni- más. Uno de los placeres del viajero por la
miento de usos y técnicas de la cultura región de Los Ríos reside en descubrir, en
ancestral; y con aplicación, en ocasiones, algún nuevo rincón, otra tradicional ruka
al rubro turístico. Según una definición recóndita. No en vano, nos encontramos,
experta ‘estas rukas asemejan al cosmos: en Los Ríos, en pleno y ancestral país ma-
en ellas existen una semiótica del espa- puche… Q
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Rucas mapuches. Sitios habitacionales de la tradición indígena /167
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De Máfil a Pupunahue
Por Mulpún, en bicicleta
MULPÚN: UN SOLITARIO GRAN ÁRBOL… TESTIGO DE LA ANTIGUA SELVA NATIVA.
M
áfil es un lugar encantador,
turísticamente inédito hasta
la fecha, olvidado de la ma-
yor parte de las propuestas
viajeras regionales. Posiblemente resida en
ello su principal atractivo. Pero es un olvido
injusto, sin duda, porque el encanto rural
de esta comuna resulta todavía resulta au-
téntico y gratificante, tanto en el ámbito de
su capital como en el resto del territorio
mafilense. Este último se extiende, de O a
E, desde las inmediaciones del aeropuerto
de Pichoy hasta los nacederos del río Iña-
que; y por el S, alcanza hasta algunos de
los mejores sectores ribereños del río San
Pedro-Calle Calle, en el paraje conocido co-
mo Pupunahue.
Estos sectores ribereños mafileños forman
hoy día parte del recientemente declarado
‘Paisaje de Conservación del Valle y del Río
San Pedro’. Se trata de un esfuerzo publi-
co-privado que espera contribuir a la pro-
tección de los remanentes de bosque nati-
vo existentes en el entorno del eje fluvial y
los territorios comunales mencionados. Es-
tas auténticas islas forestales supervivien-
tes, en efecto, siguen proporcionando bie-
nes y servicios a la población, tales como
agua para el ganado y el riego, control de
la erosión, aportes de materia orgánica o
espacios naturales para el esparcimiento y
el disfrute ciudadano de la naturaleza.
Entre otras cosas, destinado a la protec-
ción, el desarrollo y el manejo sustentable
del bosque nativo. En efecto, la importan-
cia de este territorio resulta fundamental
en el marco de la conservación de la llama-
da Selva Valdiviana a nivel regional ya que
conserva algunos sectores forestales nati-
vos estratégicos para mantener la comuni-
cación ecológica entre las áreas andinas y
las vinculadas a la Cordillera Litoral en Los
EN LA PASARELA PEATONAL DEL PUENTE FERROVIARIO SOBRE EL RÍO CALLECALLE.
EL RÍO CALLECALLE EN LA COMUNA DE MÁFIL: RESTOS DE LAS RUINAS MINERAS DE PUPUNAHUE.
Hitos patrimoniales relevantes
L a Casa de Cultura de Máfil fue instituida en 1986 por dos mujeres visionarias: la
maestra Beda Meneses y la entonces alcaldesa local, Cecilia López Baegeholz. Se
ubica en un precioso edificio de madera de estilo colonial alemán que perteneció a la
familia pionera de los Fehlandt, cuya presencia en el lugar se remonta a finales del siglo
Ríos, principalmente a lo largo del también XIX. Su actual directora, María Inés Gutiérrez Mora, ha hecho de esta institución un
identificado como Corredor Medioambien- atractivo espacio dedicado al desarrollo cultural y artístico, además de un activo punto
tal San Pedro-Calle Calle. de encuentro cívico local. Sede de la Orquesta Infantil de Máfil, alberga además una
Nuestra Ruta Verde preferida en el sector buena biblioteca y un interesante Registro de Objetos Antiguos locales. Por desgracia,
su postulación como Monumento Nacional o Histórico (junto con la inmediata Estación
de Máfil comienza en su misma plaza de
Ferroviaria local), actualmente en trámite, no cuenta con prácticamente con ninguna
armas: tan coqueta, tan cuidada como po-
facilidad oficial.
cas. Aquí preparamos nuestras bicicletas En cuanto al Fundo Pupunahue, bajo gestión del Ejército de Chile, es otro lugar de inte-
para el viaje y en los comercios de sus in- rés relevante dentro de la comuna de Máfil. Su gestión, bajo la actual dirección del
mediaciones aprovechamos para comprar Teniente Coronel Marcelo Mezzano, resulta modélica desde diversos puntos de vista.
algunos productos auténticos, a modo de Como Harás Militar, cumple la función de remonta de ejemplares de interés militar pero
provisiones: manzanas, queso, pan de cam- con vocación también de asistencia a sectores de la actividad civil, como ganaderos y
po… ¿Porqué no existirá en Máfil, con crite- agricultores. Su cabaña equina supera los 250 ejemplares, entre los que se cuentan
caballos ardeneses y percherones de tiro, esbeltos caballos árabes y asnos de la raza
rio también turístico, una Feria de Produc-
Poitevine (originarios de la región francesa del Poitou) de gran porte. Del cruce de estos
tos de la tierra, que permita a los pequeños
últimos con yeguas seleccionadas se obtienen esos espléndidos ejemplares de mulas
productores artesanales locales y regiona- cuyo empleo se destina a las unidades andinas de montaña, por sus especiales aptitu-
les la comercialización de sus excelentes des y resistencia. Pero además, la cuidadosa gestión militar del Fundo Pupunahue ha
productos durante los fines de semana? hecho de este predio un territorio valioso para la conservación del bosque nativo, prin-
¿No estaría acaso garantizado su éxito tan- cipalmente en sus sectores orientales. Un ejemplo interesante de que conservación y
to social como turístico? fuerzas armadas, en el siglo XXI, no tienen porqué ser conceptos antagónicos.
La vía férrea, en Máfil, hay que cruzarla por
el paso peatonal habilitado al efecto. Ello
nos permitirá, además, enlazar dos impor-
tantes puntos de interés local: la estación
ferroviaria de 1930; y la preciosa casa colo-
nial alemana de la familia Fehlandt, con-
vertida en la Casa de Cultura. Tras visitar
esta última, pedalearemos ya en dirección
sur; cruzaremos el curso del río Iñaque jun-
to al notable puente de la vía férrea; y con-
tinuaremos a lo largo de esta última rodan-
do cómodamente sobre camino ripiado y
terreno llano: unas circunstancias idóneas,
sin duda, para el cicloturismo. Así llegare-
mos al siguiente puente ferroviario, esta
vez tendido sobre el curso del río Máfil.
A la altura de Colonia Iñaque preferiremos
cruzar al otro lado de la vía férrea para dis-
frutar de un camino todavía más rústico y
tranquilo, hasta las casas de Cudico. Aquí
nos encontraremos con una doble opción:
o bien retomamos el camino ripiado princi-
pal; o bien continuamos por la huella que ACTIVIDAD MUSICAL EN LA CASA DE LA CULTURA MAFILEÑA.
PE RV/P25
De Máfil a Pupunahue. Por Mulpún, en bicicleta. /169
170/ PE RV/P25
De Máfil a Pupunahue. Por Mulpún, en bicicleta

LORO CHOROY
(ENICOGNATHUS LEPTORYNCHUS)

UN APACIBLE RECORRIDO CICLO-TURÍSTICO: ESPLÉNDIDOS EJEMPLARES DE CABALLO ARDENÉS (IZQ.) Y DE ASNO DEL POITOU (DER.): EL HARÁS MILITAR DE PUPUNAHUE ES UN EJEMPLO DE JERARQUÍA
POR LA COMUNIDAD DE MULPÚN. INTERNACIONAL.

traemos hasta el cauce del estero Calabo-
zo, que envuelve la espesura forestal. Esta
última opción (sujeta a autorización de pa-
so por parte de propietarios locales), una
vez habilitada, debería constituir el definiti-
vo Eje Verde Máfil- Río Calle Calle. Actual-
mente, a falta de pasarela, implica vadear
el mencionado estero Calabozo; pero ello
permite acceder directamente al atractivo
sector de Mulpún, adscrito a la comunidad
mapuche-huilliche local. Aquí el paisaje se
mantiene en su más pura esencia rural, con
el bosque nativo orlando los amplios pasti-
zales en los que pastan ovejas y caballos,
todo ello en medio de una rusticidad me-
morable y sencilla. Desde un cerro inme-
diato, podremos disfrutar aquí de las mejo-
res panorámicas sobre los parajes.
Exactamente a los 12 kms de nuestro co-
mienzo en Máfil, las dos alternativas de iti-
nerario mencionadas volverán a confluir.
Proseguiremos, siempre al filo de la vía fé-
rrea, al paso sucesivo de las minas (inacti-
vas) de Catamutrún y de la ex-estación
FFCC de Multún (desmantelada); para aso-
marnos finalmente al valle del río Calle Ca-
lle. Entonces pasarán a ser tres las opcio-
nes para terminar esta Ruta Verde: el bal-
seo de San Javier; el puente ferroviario so-
bre el Calle Calle (por cuya pasarela peato-
nal podremos cruzar hasta la localidad de
Antilhue); o el Harás Militar de Pupunahue,
ubicado en el fundo del mismo nombre.
Esta última opción será, desde luego, la
más interesante y constituye uno de los
atractivos turísticos potenciales más signifi-
cativos en la comuna de Máfil. Previa solici-
tud de visita, en Pupunahue el viajero lo
que podrá descubrir es un elenco de mag-
níficos ejemplares de diversas razas equi-
nas (ardenesa, percherona, árabe…) y as-
nales (como la raza Poitevine francesa),
criados aquí con el mayor esmero. Del cru-
zamiento de estos ejemplares de asnos y
yeguas resultan esos resistentes ejempla-
res de mulas, utilizados por el Ejército de
Chile en las operaciones de montaña. Tras
el conocimiento del harás propiamente di-
cho, la visita del fundo Pupunahue puede
continuar hasta las riberas del río para ex-
plorar las ruinas de la Mole, esos antiguos y
colosales restos de instalaciones mineras
situadas junto a la corriente del Calle Calle,
desde las cuales se suministraba carbón
antaño con destino a los altos hornos de
Corral. Este fundo militar Pupunahue, para
sorpresa de muchos, es un meritorio y po-
sitivo caso de conservación del bosque na-
tivo, de arqueología industrial y de razas
domésticas, con un enorme interés didácti-
co y turístico. Constituye uno de los princi- ESTA RUTA VERDE SIGUE DE CERCA EL TRAZADO
pales atractivos, sin duda, para el viajero DEL FERROCARRIL ENTRE MÁFIL Y ANTILHUE;
EN LA FOTO, A LA ALTURA DE CUDICO
por ese injustamente olvidado destino tu-
rístico regional que se llama Máfil. O

PE INFOVIAJE
hasta Antilhue, por el puente gestión militar. Unos eslabones UÊCÓMO LLEGAR
GPS 1 Plaza y Municipalidad de Máfil/ punto de inicio de ruta-
ferroviario sobre el río Calle Calle, estratégicos, en ambos casos, Servicio de autobuses entre

21 kms. La Ruta Verde propuesta,
en cualquier caso, resulta factible
en una sola jornada, incluyendo
una visita previamente autorizada
al fundo Pupunahue.
UÊMEJOR ÉPOCA
Cualquier época del año
UÊVALORES NATURALES
Su ruralidad auténtica y bien
conservada constituye el atractivo
dentro del llamado Corredor
Verde San Pedro-Calle Calle.
Pudú, guiña, zorro culpeo, puma.
En los sectores fluviales,
anátidas, garzas y otras aves
acuáticas. Rapaces. Especies
piscícolas autóctonas.
UÊMONUMENTOS DEL HOMBRE Y
PUNTOS DE INTERÉS
La plaza de armas de Máfil y,
propuestos como Monumentos
PUNTOS GPS
Valdivia y Máfil (45 minutos de
viaje/ $ 900); entre Valdivia y
autopista E-5/ cruce Pupunahue ($
1.000); y entre Valdivia y Antilhue ($
1.000); en todos los casos, salidas
desde Valdivia cada 15-20 minutos;
empresas Máfil, Arraigada, entre
otros; admiten bicicletas. Para
retornar al punto de partida en
Máfil, desde Pupunahue, en taxi,
por unos $ 5.000.
39°39'58.06"S/ 72°57'7.45"O
GPS 2 Estación de ferrocarril- 39°39'55.50"S/ 72°56'59.98"O
GPS 3 Paso peatonal a través del eje ferroviario- 39°39'59.17"S/
72°56'59.55"O
GPS 4 Casa de la Cultura de Máfil- 39°39'54.03"S/ 72°56'56.38"O
GPS 5 Puente sobre el río Iñaque- 39°40'6.87"S/ 72°56'48.13"O
GPS 6 Puente sobre el río Máfil- 39°41'24.37"S/ 72°56'37.49"O
GPS 7 Continuación de ruta, por camino de ripio principal-
39°42'18.28"S/ 72°56'35.86"O
GPS 8 Continuación de ruta, cruzando la vía férrea, por camino
alternativo- 39°42'19.18"S/ 72°56'38.76"O
GPS 9 Vadeo del estero Calabozo/ tramo confuso- 39°42'56.06"S/
72°56'56.46"O

EL BALSEO DE SAN JAVIER,
SOBRE EL RÍO CALLECALLE:
PUNTO FINAL DE ESTA
RUTA VERDE
UÊLOCALIZACIÓN
Comuna de Máfil.
UÊRANGO DE ALTITUDES
Máxima: 63 m, en el entorno de
Mulpún; mínima: 10 m, en las
riberas del río Calle Calle.
UÊDURACIÓN Y DISTANCIAS
De Máfil/ núcleo urbano al Harás
Militar de Pupunahue, 24 kms; al
balseo de San Javier, 20 kms;
principal de Máfil y su comuna.
La comuna conserva buenas
manchas de bosque nativo,
aunque históricamente su
superficie forestal fue
implacablemente explotada,
hasta el agotamiento en muchos
sectores. Los mejores paños
supervivientes, en el entorno de
Mulpún y a lo largo de los ríos
Máfil e Iñaque; pero sobre todo a
lo largo del río Calle Calle, con
dos puntos relevantes: el fundo
Vegas de Pupunahue y el fundo
Pupunahue, este último de
Nacionales o Históricos, la
estación ferroviaria y la Casa de
la Cultura locales (ubicada esta
última en una construcción
colonial alemana del s.XIX); los
diversos puentes ferroviarios,
especialmente el gran puente
metálico sobre el río Calle Calle;
tradiciones artesanas y rurales
tradicionales. En cuanto al Harás
Militar de Pupunahue, se trata de
un interesantísimo centro de
remonta y cría de caballos, asnos
y mulas, de jerarquía
internacional.
UÊINFORMACIÓN Y PERMISOS
La Casa de la Cultura de Máfil
actúa, de facto, como un
excelente punto de información
turística comunal; tel. 063- 241 12
15; cultura.mafil@gmail.com. Para
las autorizaciones de visita al
Harás Militar de Pupunahue
contactar tel. 063- 224 79 06;
criader.pupunahue@ejercito.cl.
UÊCARTOGRAFÍA
Instituto Geográfico Militar, escala
1:50.000, hojas ‘San José de la
Mariquina‘ y ‘Los Lagos’.
GPS 10 Continuación de ruta, por camino ripiado principal-
39°43'15.00"S/ 72°55'18.95"O
GPS 11 Sector Mulpún- 39°44'10.32"S/ 72°56'38.78"O
GPS 12 Punto de conexión entre rutas por camino ripiado principal
y alternativo por Mulpún- 39°44'59.27"S/ 72°56'19.90"O
GPS 13 Antiguas explotaciones mineras de Catamutún-
39°45'21.28"S/ 72°56'25.80"O
GPS 14 Antigua estación ferroviaria de Mulpún-
39°46'54.06"S/ 72°57'5.59"O
GPS 15 Puente ferroviario sobre el río Callecalle/ y pasarela
peatonal a Antilhue- 39°48'8.82"S/ 72°56'45.74"O
GPS 16 Harás Militar de Pupunahue- 39°48'12.81"S/ 72°54'13.71"O
GPS 17 La Mole/ ruinas del antiguo cargadero de mineral en
Pupunahue- 39°48'32.23"S/ 72°54'20.74"O
GPS 18 Balseo de San Javier/ punto final de ruta-
39°47'8.80"S/ 72°58'37.69"O

PE RV/P25
De Máfil a Pupunahue. Por Mulpún, en bicicleta /171
HITO HISTÓRICO-CULTURAL EN CIUDAD Y COMUNA DE VALDIVIA
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Torreones de los Canelos (MN)
y del Barro (MN)
Las murallas de Valdivia en el siglo XVIII
Juan Gabriel Pallarés y Yovanka Ovando/ Equipo Atlas IP
El llamado Muro o ntonio Duce y Oliveros fue un
Cerca de Duce
comenzó a
construirse a partir
de 1779,
A caso de lealtad, eficiencia y
disciplina como funcionario del
estado, en su caso de la Coro-
na Española, a la que servía. Nacido en 1737
en la villa de Ateca, en la región de Aragón,
aprovechando la ingresó en 1763 en el Real Cuerpo de Inge-
nieros y entre esta fecha y 1769 participaría
existencia del
humedal o laguna
activamente en la construcción de impor-
tantes obras defensivas a lo largo del litoral
de San Antonio, mediterráneo y el sudeste peninsular, en-
tonces frecuentemente atacado por piratas
coincidente con los
turcos y berberiscos. Así, participó en la for-
actuales Barrios tificación de la Cartagena ibérica, de los
Bajos. puertos de Almería y Mazarrón y de la
construcción del castillo de San Juan de los
Terreros.
En 1773 fue destinado a la plaza de Valdivia,
donde trabajó activamente en la renovación
de las fortificaciones de la bahía de Corral,
debiéndose a Duce la construcción de las
nuevas baterías costeras de Los Molinos,
Chorocamayo Alto y el fuerte Aguada del
Inglés. También levantó varias de las caso-
nas más notables de su época en la ciudad
de Valdivia. Pero la obra valdiviana que con
más empeño desarrolló fue, sin duda, el lla-
mado Muro o Cerco de Duce: aquellas mu-
rallas valdivianas del s. XVIII. En 1785 este
esforzado ingeniero militar solicitó y obtuvo
autorización para retornar a la Península, y
reencontrarse con su esposa, a la que no
había visto desde hacía ya más de una dé-
cada. Pero entonces Mariano Pusterla, a la
sazón gobernador de Valdivia, va y le pide
que prorrogue su estancia otros cinco años
más ‘por resultar indispensable al objeto
de terminar determinados trabajos en esta
plaza’. Siempre cumplidor con sus trabajos,
Antonio Duce accedió, lo que le llevará a
morir en Valdivia el 16 de mayo de 1788, sin
haber vuelto a ver a su familia en España
pero cumpliendo, una vez mas en su vida,
con los trabajos encomendados.
El proyecto de dotar a la plaza fuerte de
Valdivia de una nueva muralla fue decidido
originalmente en Madrid tras los daños
causados por el devastador terremoto y
tsunami ocurrido en el sur de Chile en 1737.
Su objetivo era doble: por un lado, defender
la ciudad frente a posibles nuevos levanta-
mientos indígenas; por otro lado, preparar-
la asimismo para esa nueva guerra contra
Inglaterra que en España y sus territorios
de ultramar se consideraba inminente, a es-
cala internacional.
En base a esta decisión real la ciudad de
Valdivia verá empedrar sus principales ca-
lles y surgir nuevos edificios públicos o
defensivos . En cuanto al llamado Muro o
Cerco de Duce, comenzó a concretarse a
partir de 1779, en base a la idea de apro-
vechar la existencia del humedal o laguna
de San Antonio (cuya antigua ubicación
coincide con el sector hoy conocido como
Barrios Bajos) a modo de base para la
creación de un gran foso, por el que des-
viar las aguas del río Callecalle al río Val-
divia, transformando así a la ciudad en
una isla inexpugnable. Los costes excesi-
vos del proyecto nunca permitirían termi-
nar dicho desvío fluvial , pero sí construir
la línea de defensa amurallada, que conta-
ba con hasta diez baluartes y otras tantas
piezas de artillería sobre un desarrollo to-
tal de 1.560 m (ajustándose al terreno que
bordeaba el humedal de San Antonio y
uniendo los dos torreones pre-existentes).
Estas murallas coloniales de Valdivia irán
poco a poco perdiéndose a lo largo del últi-
mo tercio del s. XIX, por causa de la propia
expansión urbana, desapareciendo total-
mente tras el gran incendio de 1909. Tan
solo dos piezas quedan supervivientes. Son
esos torreones de Los Canelos y del Barro,
declarados Monumento Histórico Nacio-
nal en 1926 y hoy símbolo de la ciudad de
Valdivia como destino histórico-turístico.
TORREÓN DEL CANELO, PLACA CONMEMORATIVA Y TORREÓN DEL BARRO.
PLANOS DE INGENIERÍA
DEL SIGLO XVIII.
Q Los Torreones de
Al Torreón de Los Canelos, construido en
1774, también se le conoció como el de Can-
tarranas y estaba emplazado junto a la
puerta sur en el Cerco de Duce (hoy inter-
sección de las calles General Lagos y Yerbas
Buenas). En cuanto al Torreón del Barro,
los Canelos y del Barro
fueron declarados Monumentos
construido en la misma fecha e idéntico al Históricos Nacionales
anterior, protegía el acceso oriental a la ciu-
dad junto al río Callecalle (hoy en el ángulo
de las calles Picarte y Condell). Construidos
en 1926
ambos en cal y ladrillo, de estructura cilín-
drica, su altura total es de 7,1 m y su diáme-
tro interior habitable de 3,3 m, con muros
de 1,25 m de espesor. Se accedía a ellos me-
diante una escalera escamoteable y su te-
rraza aparece protegida de parapeto con al-
menas, pero su techo de tejuelas de alerce,
a cuatro aguas, hoy ha desaparecido. Estos
bastiones coloniales supervivientes han re-
sistido, además del maltrato humano, hasta
cuatro terremotos. Su administración está a
cargo de la Municipalidad de Valdivia. Q
PE HHC25
Torreones de los Canelos (MN) y del Barro (MN). Las murallas de Valdivia en el siglo XVIII /173
PE RV/P26
Entre Reumén y
el lago Ranco
En bicicleta por el Paillaco rural
EL RÍO LLOLLELHUE, DESDE LA CARRETERA A ITROPULLI
n nuestros recuerdos de viaje, es-
E te recorrido ecoturístico por el
Paillaco rural, en bicicleta, se ar-
chiv entre las mejores Rutas Ver-
des. Empleamos en su realización un total
de dos jornadas (plantamos nuestra carpa,
para pernoctar, en algún lugar precioso de
la ribera del lago Ranco, cerca de la punta
Muñulmo, donde unos amables propieta-
rios privados nos concedieron permiso pa-
ra ello), pero un viajero más apresurado
podría resolverlo en una sola larga jornada.
Además, existe la posibilidad de resolver
esta Ruta Verde en base a sucesivos reco-
rridos parciales. En cuanto a distancia, esta
propuesta totaliza, aproximadamente, unos
70 kms, incluyendo desvíos.
Hasta lo localidad de Reumén nos trasla-
damos en el primer bus que por allí pasa-
ba procedente de Valdivia. Cuando llega-
mos, a tan temprana hora, Reumén mos-
traba sus calles, el conjunto de su tranqui-
lo caserío, con ese encanto especial que
revisten los lugares rurales adormecidos
en el tiempo. Nos encontrábamos ya a fi-
nales de la primavera y del entorno ema-
naban aromas y colores exquisitos. Sabe-
mos que en el año de 1800, en base a an-
tiguos documentos coloniales, que el es-
pañol Pedro Vásquez ya había establecido
en esta zona un criadero de caballos, para
proveer de ellos al ejército real, lo que le
permitió instaurar la primera estancia Pai-
llaco, entonces situada en pleno territorio
indígena. Posteriormente, alrededor de
1888, un tal José Huenutripay vendería a
los descendientes de Vázquez lo que pa-
saría a llamarse el fundo Cuinco.
Dos años más tarde, en 1890, los ingenie-
ros que planificaban la construcción del
ferrocarril longitudinal hacia el sur deci-
ENTRE REUMÉN Y PAILLACO, SIGUIENDO LA VÍA FÉRREA: EL PUENTE SOBRE EL RÍO COLLILEUFU
dieron trazar la vía ferroviaria camino de
Osorno y Puerto Montt a través de esta
propiedad y así fue como nació la actual
localidad de Reumén, perteneciente a la
comuna de Paillaco y emplazada sobre la
ribera oeste del río Collileufu. Reumén
destaca hoy por su abandonada estación
de FFCC, por su precioso puente metálico
sobre el río Collileufu, su centenaria es-
cuela pública, sus diversas chicherías, su
iglesia y, en fin, una interesante arquitec-
tura tradicional de conjunto. Todo ello son
reflejos de una riqueza económica que re-
sultó manifiesta a lo largo de todo el siglo
XX, siempre intrínsecamente asociada al
tren y a la vida que se desarrollaba junto
al camino de hierro.
Para enlazar Reumén con la capital comu-
nal decidimos seguir de cerca la propia vía
férrea, una opción rectilínea de de 7 kms
a lo largo de un bonito sector rural, si-
guiendo el serpenteante curso del río Co-
llileufu (que atravesamos por un antiguo
Paisajes de conservación
En el valle del río San Pedro, que deslinda las comunas de Los Lagos y Máfil, exis-
ten todavía importantes extensiones de bosque nativo que son porciones supervi-
vientes de la gran selva que, hasta hace poco más de un siglo, recubrió el Valle Cen-
tral en esta parte de la región de Los Ríos. En estos bosques-isla, clasificados bio-
geográficamente como parte de la Ecorregión Valdiviana, se refugia una importante
y biodiversa expresión de flora y fauna, con robles y lingues, coihues, tepas y ma-
ñíos, pudúes, picos carpinteros y otras aves forestales, el raro monito de monte.
Por ello, su conservación reviste hoy relevancia estratégica, en combinación con el
paisaje de lomajes y las extensiones colonizadas para la actividad agro-pecuaria
en las que se insertan.
Para avanzar en su preservación (y demostrar, en la práctica, que la conservación
del medio ambiente y el desarrollo productivo pueden ser aspectos perfectamente
integrables y armónicos) el Ministerio del Medio Ambiente, a través del proyecto SI-
RAP, y los municipios de Los Lagos y Máfil decidieron sumar sus esfuerzos para
crear, a partir de 2012, el denominado Paisaje de Conservación Valle del Río San Pe-
dro, que integra más de 12.000 hectáreas de bosque nativo insertas en el territorio
de ambas comunas y el compromiso de nueve predios privados que funcionan co-
mo espacios demostrativos de buen manejo y uso de los recursos naturales.
Sin embargo, a efectos de la conservación efectiva de los bosques y áreas natura-
les supervivientes en el Valle Central regional, el mencionado Paisaje de Conserva-
ción Valle del Río San Pedro resulta todavía escaso. En este sentido, sería muy de-
seable incorporar, al sur de los límites establecidos, las extensiones de lomajes e
islas forestales de antiguo bosque nativo
suprevivientes en la comuna de Paillaco,
por constituir estas otro importante corre-
dor de la biodiversidad al oeste del lago
Ranco, sobre las sub-cuencas hidrográfi-
cas de los ríos Llollelhue y Traiguén (inclu-
yendo los esteros Niscón y Los Venados,
junto a algunos pequeños sectores de hu-
medales) y hasta el río Collileufu y el pie-
demonte oriental de la Cordillera de la Cos-
ta en Luma Mahuida. ¿Un futuro ‘Paisaje
de Conservación de los Ríos San Pedro,
Llollelhue y Traiguén’, ampliado sobre la
comuna de Paillaco?
TRANQUILOS CAMINOS RURALES:
(IZQ.) CERCA DE SANTA ROSA;
(DER.) ENTRE SANTA ROSA Y LAS
LAGUNAS NEGRA Y MONJE.
PE RV/P26
Entre Reumén y el lago Ranco. En bicicleta por el Paillaco rural /175
176/ PE RV/P26
Entre Reumén y el lago Ranco. En bicicleta por el Paillaco rural
puente de metal) y atravesando el tradi-
cional sector Santa Laura. Pasamos por
otro interesante ejemplo de puente metá-
lico ferroviario, sobre el pequeño estero
Radal. Una vez en Paillaco, descansamos
bajo la arboleda de su plaza de armas y
adquirimos algunas provisiones. Seguida-
mente, con las alforjas de nuestras bicicle-
tas bien pertrechadas, continuamos peda-
leando tranquilamente, al oeste de la au-
tovía E-5, por el tranquilo camino pavi-
mentado T-65 y hasta las orillas del río
Llollelhue: el lugar en el que se ubica el
camping municipal de Paillaco.
Poco después, al otro lado del Llollelhue,
alcanzamos el pequeño núcleo de San Jo-
sé de Itropulli. Hasta la llegada del ferro-
carril a esta parte del Valle Central en la
actual región de Los Ríos, hasta finales del
siglo XIX, el único núcleo habitado en la
actual comuna de Paillaco era este lugar
de Itropulli, ubicado sobre un estratégico
cruce de caminos y huellas troperas que
comunicaban el enclave de Valdivia con el
fuerte de Río Bueno y con las orillas occi-
dentales del lago Ranco. Camino de esta
última referencia geográfica proseguire-
mos, por nuestra parte, el viaje: pedalean-
do ahora sobre el trazado del camino
T-695, llano, de su superficie ripiada.
Nos adentraremos, así, en un sector de vie-
jos y tradicionales fundos agro-pecuarios,
en el que las grandes extensiones de pasto
alternan, formando un hermoso mosaico,
con los restos de antiguos bosques autóc-
tonos, de aires venerables. De tanto en tan-
to, surgirán en este paisaje perfiles de vie-
jas casas de fundo, de galpones de antaño,
de toda una serie de hermosos volúmenes
constructivos invariablemente en madera y
que permiten apreciar buenos ejemplos de
la denominada arquitectura de tipo Colo-
nial Alemán (tan representativa, a nivel re-
gional, de aquellos tiempos que median en-
tre finales del siglo XIX y principios del XX).
En algunos casos, estos se encuentran en
condiciones extraordinarias de conserva-
ción; en otras ocasiones presentan la cobri-
za pátina del tiempo, o se nos muestran en
un triste y deplorable estado de abandono.
Eran estas casonas las de los opulentos
dueños de los grandes fundos agrícolas y
madereros, ganaderos y lecheros anterio-
res a la Reforma Agraria que tuvo lugar en
la década de 1960. La vida en estos fundos
constituía, por aquel entonces, un verdade-
ro mundo aparte con respecto al tipo de vi-
da se desarrollaba en las ciudades, en el
que los patrones reinaban sobre los traba-
jadores y a donde las peonadas acudían en
oleada en busca de alguna oportunidad de
trabajo. La tierra, en efecto, aparecía con-
centrada en manos de unos pocos terrate-
nientes los cuales no se consideraban, al
menos desde la perspectiva gubernamen-
tal y social, buenos ejemplos de eficiencia
productiva. Frente a este estado de cosas,
CAMPOS DE PAILLACO: TRANQUILIDAD RURAL PROFUNDA…
TRADICIONAL CARRETA DE BUEYES
se impulsaron una serie de cambios de uso
y propiedad sucesivamente por los gobier-
nos de los presidentes Alessandri, Frei
Montalva y Allende, en el intento de distri-
buir más equitativamente, dividiéndolas,
estas enormes extensiones de terreno. La
Corporación de la Reforma Agraria (CORA),
una empresa estatal, era la encargada de
llevar a cabo el proceso de subdivisión de
la tierra y funcionó hasta 1978, constituyen-
do un poco documentado capítulo, hasta la
fecha, de nuestra reciente historia.
Buenos ejemplos de estas circunstancias
perviven en el entorno de esta Ruta Verde
que llevamos, como son los casos El Llolly
(Monumento Nacional), de Santa Filomena
(donde llegó, en 1920, el primer locomóvil
que operó en la zona), de Santa Rosa.
Desviándonos por el camino T-699, poco
después del puente sobre el estero Trai-
guén y de las casas de Purrihuin, pasare-
mos precisamente por el antiguo fundo de
Santa Rosa (Grande y Chica), inmerso en
un hermoso paisaje de lomajes y bosques
dispersos, de tranquila y bucólica belleza
rural. Posee ejemplos de casonas antiguas
y construcciones dispersas levantadas por
colonos europeos, principalmente alema-
nes, de carácter agropecuario (como le-
cherías, silos, bodegas y molinos), que
adornan este entorno hasta llegar a la lla-
mada cuesta de San Pedro: un soberbio
punto panorámico desde el que se domina
el lago Ranco y sus islas desde una de las
mejores perspectivas.
Existe acá una preciosa ermita en madera,
la de San Pedro, perfecto lugar para sere-
nar el espíritu y para hacer un alto en el
camino. Cerca queda el paraje de la punta
Muñulmo, que se adentra a modo de pe-
queña península en la aguas del Ranco,
con la isla Huapi recortándose en lontana-
za. Tambíen se ubican a proximidad la pla-
ya y el mirador asimismo llamados de
San Pedro, un lugar muy saturado de visi-
tantes durante la temporada de verano
por localizarse junto al eje vial T-785, de
Río Bueno a Futrono.
Para retornar de nuevo a Paillaco, reco-
mendamos retornar a Santa Rosa Grande
(es cierto que la mencionada cuesta de
San Pedro, abordada en sentido opuesto,
resultará una experiencia cansadora, aun-
que breve). Y acá preguntaremos por los
caminos y huellas que llevan hasta los
campos situados en las cabeceras del es-
tero Ralitrán. Ello nos permitirá enlazar
Santa Rosa Grande y la cuenca del río
Traiguén directamente con el paraje de las
lagunas Negra y Monje, pertenecientes ya
a la cuenca del río Llollelhue. Posterior-
mente, entroncaremos con el camino T-65
el cual tomaremos en dirección oeste, en
dirección al histórico fundo Santa Filome-
na. Habrá que vencer otra pequeña cues-
ta, la de Quebrada Honda, pero tras ellas
alcanzaremos un excelente punto panorá-
mico sobre un sector escarpado del río
Llollelhue.
Desviándonos más tarde rumbo al norte,
a partir del cruce que lleva hacia el cerca-
no fundo Santa Eduvigis (y una vez atrave-
sado este), nos volveremos a aproximar
nuevamente al cuso del río Llolelhue, el
cual podremos vadear sin problemas (pe-
ro no en periodo de invierno) en un punto
situado cerca de su junta con el estero
Maule. Esta es, sin duda, la manera más
atractiva y más secreta, ecoturísticamente
hablando, de llegarnos hasta el fundo El
Llolly. Aquí, la notable casona de fundo
existente, inmueble que ha sido declara-
do, en 2013, Monumento Nacional, el pri-
mero en la comuna de Paillaco. Fue cons-
truido entre los de 1920 y de 1940 por co-
lonos de origen italiano. Vendida poste-
riormente a diversos dueños, finalmente
fue expropiada por la CORA, que entregó
la tierra a los trabajadores durante el go-
bierno de Salvador Allende (1971). En la
LA ERMITA DE
original casona en 1974 se instaló una es- SAN PEDRO,
cuela campesina y funcionó asimismo una ENTRE SANTA
ROSA Y EL LAGO
radio comunitaria. En la actualidad, se en- RANCO.
cuentra en precario estado de conserva-
ción, aunque a la espera de un proyecto
de restauración que se necesita con ur-
gencia.
Para retornar a Paillaco desde El Llolly re-
comendamos hacerlo por el camino de
Aguas Negras, que bordea a cierta distan-
cia, por el norte, el curso del Llollelhue.
GPS 1 Antigua estación ferroviaria de Reumén- 39°59'20.87"S/ 72°50'8.67"O
Un paraje de interés ambiental y solitaria
PUNTOS GPS
GPS 2 Puente ferroviario sobre el río Collileufu- 39°59'57.51"S/ 72°50'44.67"O
perspectiva paisajística es el de los Ñadis GPS 3 Fundo Santa Laura- 40° 1'12.15"S/ 72°51'49.94"O
del Río, situado junto a la confluencia del GPS 4 Estación ferroviaria de Paillaco- 40° 4'16.38"S/ 72°52'41.15"O
GPS 5 Paillaco/ centro urbano- 40° 4'14.29"S/ 72°52'22.10"O
río de los Venados sobre el Llollelhue. El GPS 6 Continuidad por carretera T-65, hacia Itropulli- 40° 4'35.11"S/ 72°51'50.87"O
lugar es frecuentado por múltiples aves GPS 7 Puente sobre el río Llollelhue y camping municipal de Paillaco- 40° 6'36.65"S/ 72°48'11.14"O
acuáticas y rapaces. Se trata de un perfec- GPS 8 Itropulli- 40° 7'19.00"S/ 72°46'24.81"O
GPS 9 Puente sobre el estero Traiguén- 40° 8'48.57"S/ 72°44'46.50"O
to enclave para disfrutar de la observa-
GPS 10 Continuidad de ruta, por camino T-699, hacia Santa Rosa- 40° 8'57.28"S/ 72°44'32.34"O
ción ornitológica en tuta hacia el núcleo GPS 11 Santa Rosa Grande- 40°10'7.83"S/ 72°35'41.23"O
de Manao tras el cual volveremos pronto a GPS 12 Cuesta San Pedro- puntos panorámicos relevantes sobre el lago Ranco- 40°11'5.56"S/ 72°33'16.92"O
encontrar el camino pavimentado T-65, GPS 13 Ermita San Pedro- 40°11'34.53"S/ 72°32'38.01"O
GPS 14 Playa San Pedro- 40°10'43.30"S/ 72°32'0.63"O
que ya conocemos, y por el que cerrare- GPS 15 Lagunas Negra y Monje- 40° 7'40.45"S/ 72°32'16.97"O
mos nuestra Ruta Verde por los campos GPS 16 Santa Eduvigis- desvío hacia El Llolly, por vado río Llollelhue- 40° 6'5.22"S/ 72°36'5.99"O
de Paillaco en la capital comunal. Quizá GPS 17 Fundo Santa Filomena- 40° 7'19.11"S/ 72°41'22.88"O
GPS 18 Sector de vado sobre el río Llollelhue- 40° 4'35.04"S/ 72°36'42.31"O
sea esta, como expresamos, la mejor Ruta
ZXNCV<ZCV GPS 19 Casona de El Llolly- 40° 4'10.46"S/ 72°36'51.21"O
Verde regional por la zona geográfica del SGCGS SGC GPS 20 Continuidad ruta de retorno a Paillaco, por sector Manao- 40° 4'9.91"S/ 72°37'4.06"O
Valle o Depresión Central. O SDGCSDBC G SCB GPS 21 Cruce Manao y cierre ruta de retorno a Paillaco- 40° 6'18.59"S/ 72°48'19.60"O
PE RV/P26
Entre Reumén y el lago Ranco. En bicicleta por el Paillaco rural /177
HITO HISTÓRICO-CULTURAL EN COMUNA DE VALDIVIA

PEHHC26

Castillo de Niebla (MN) que sus bastiones, desde el mar, por tres
de sus lados, resulten totalmente inaccesi-
bles. En cuanto a la muralla que lo defien-
Quinto Centenario del Descubrimiento de
América, habilitándose entonces un Mu-
seo del Sitio. A partir de 2014 se lleva a

El sistema de fortificaciones españolas de por la parte de tierra, aparece reforza-

da en su interior mediante contrafuertes,
presentando un doble baluarte junto a un
Juan Gabriel Pallarés y Yovanka Ovando/ Equipo Atlas IP (Fuente: Libro de fortificaciones históricas de Valdivia, de Alejandro Wagner) foso original que aparece hoy relleno.
En 1767, el ingeniero Juan Garland fue en-
cargado de perfeccionar su trazado, refac-
Pieza clave dentro del cionando los muros de piedra cancagua,
sistema de fortificaciones levantando pabellones para los oficiales y
el capellán, amén de dos cuarteles para la
coloniales españolas de
tropa, una capilla, un almacén de víveres
la bahía de Corral, fue y un polvorín, además de hornos para fun-
perfeccionado y ampliado dir las balas artilleras con las que dar ser-
en 1767 por el ingeniero vicio a sus hasta diecinueve cañones con
cureña. El resultado, sin duda, fue uno de
militar Juan Garland. los conjuntos fortificados más impresio-
nantes de toda la América colonial, que
excede en muchas cosas incluso al afama-
xisten en el planeta dos casti- do castillo de Acapulco (en Méjico), según
cabo un importante proyecto de la Direc-
ción de Arquitectura del Ministerio de
Obras Públicas, financiado por la Subse-
cretaría de Desarrollo Regional y Adminis-
trativo y el Gobierno Regional de Los Ríos,
el cual prevé, entre otras acciones, la ins-
talación de pasarelas con recorridos fijos
que protejan este Monumento Nacional
Histórico (declarado como tal en 1950)
del deterioro generado por sus numero-
sos visitantes; e incorporando un nuevo
programa de infografía, señaléticas, cata-
lejos, puntos de descanso y receptáculos
de basuras junto a un sistema de ilumina-
ción nocturna para su conjunto. En parale-
lo, la Dirección de Obras Portuarias del
MOP trabaja en la adecuación de una es-
collera sumergida, una defensa costera y

E llos de Niebla. Uno se localiza

en Niebla, Andalucía, España,
cuya muralla de cuarenta to-
rreones fue construida por los árabes en
el siglo IX d.C. sobre el emplazamiento de
las crónicas de finales del s. XVIII.
Restaurado en diversas oportunidades, lo
fue una vez más en 1992, con motivo del
el refuerzo del farallón litoral sobre el
que se asienta el castillo, muy dañado por
la erosión marina. Q

Q Actualmente el Castillo de Niebla

otra fortaleza anterior, de origen romano.
El otro se encuentra en la localidad de
Niebla, en Chile, emplazado sobre la en-
trada norte de la bahía de Corral, a 17 kms es objeto de un importante proyecto de
restauración y adecuación
al sur de la ciudad de Valdivia. En este ca-
so, fueron españoles sus constructores,
los que a partir de 1671 le dieron el nom-
bre de Castillo de la Pura y Limpia Con-
cepción de Monforte de Lemus (en ho- LA BATERÍA DE CAÑONES DEL FUERTE, DOMINANDO DESDE LA ORILLA NORTE LA ENTRADA DE LA BAHÍA DE CORRAL.
interpretativa
menaje al entonces virrey del Perú, Conde
Lemus).
La importancia estratégica de la ruta náuti-
ca entre las colonias españolas en América,
a lo largo del océano Pacífico, y el estrecho
de Magallanes, en sus comunicaciones con
la metrópoli, contribuyó a partir de 1645 a
que la Corona Española se dedicase a le-
vantar una serie de fortificaciones relevan-
tes, también a lo largo de la costa de Chile.
Algunas de estas defensas costeras suda-
mericanas de la época son las del Astillero
y Fortines de Guayaquil (en Ecuador), las
Baterías y el Fuerte Real Felipe en El Callao
(en Lima, Perú); o los Fuertes de Valparaíso
y de Concepción, o el sistema defensivo en
el Canal de Chacao y San Carlos de Ancud,
en Chiloé. En cuanto al sistema de fortifi-
caciones de la desembocadura del río
Valdivia y la bahía de Corral, por su espe-
cial importancia estratégica, se le conoció
como el Antemural de Pacífico o la Llave
del Mar del Sur.
Entre 1667 y 1672, la construcción concre-
ta del Castillo de Niebla fue dirigida por
el ingeniero Juan Buitrón y Mújica, conce-
bida como pieza clave del mencionado
complejo defensivo y articulado con los
otros castillos de Mancera, Amargos y Co-
rral. Se levanta sobre unos escarpes cos- UN MUSEO DEL SITIO ACTUALMENTE EN PROCESO
DE MODERNIZACIÓN.
teros de 30 m de altura s.n.m., en la lla-
CONSTRUCCIÓN
mada punta de Santa Cruz, lo que hace INTRA-MUROS.

PE HHC26
Castillo de Niebla (MN). El sistema de fortificaciones españolas /179
PE RV/P27
Por la península L
as penínsulas, como las islas, tie-
nen un especial morbo geográfico,
Huichoco
ecoturístico, viajero. Suelen ser
unas tierras aparte, de menor faci-
lidad de acceso, reductos apartados en los
que se conservan los mejores paisajes, los
pobladores y rincones como antaño. Sobre
Entre el Pullingue y el Calafquén la geografía de la Región de Los Ríos, uno
de estos sectores peninsulares recónditos
se llama península Huichoco y se localiza en
la comuna de Panguipulli.
Nuestro particular descubrimiento de esta
Ruta Verde a través de la península Huicho-
co se desarrolló con éxito un poco por ca-
sualidad. El día era, en principio, tremenda-
mente desfavorable para cualquier activi-
dad excursionista, con meteorología de llu-
via y niebla cerradas, pero ello envolvía con
majestuosidad invernal todo el paisaje del
norte regional. Apenas se podía ver nada
alrededor, así que nos pusimos a pedalear
en nuestras bicicletas cuesta arriba, dejan-
do atrás la pequeña agrupación de casas
que existe junto a un pequeño muelle lacus-
tre y que constituye Puerto Calafquén (un
lugar animado en verano, pero tan desierto
fuera de temporada…).
Continuamos perforando la niebla a favor
de un camino entre grandes árboles nati-
vos. Y volvimos a descender hacia el lago
Calafquén por otro camino rural desierto.
Así alcanzamos nuestro primer punto de
descanso: la capilla de la antigua Misión Ca-
puchina de Calafquén, construida en 1913
en un hermoso y rústico paraje (hoy perte-
neciente a la comunidad de Padres
LA MISIÓN DE CALAFQUÉN.
Schoenstatt). Tan solo un perro juguetón sa-
lió a recibirnos en el lugar. Bajo los soporta-
les de la iglesia solitaria nos instalamos pa-
ra tomar nuestro frugal almuerzo.
Más tarde, en un cruce de caminos, nos en-
contramos con un predicador evangélico
que, megáfono en mano, andaba llamando
a la reunión religiosa del domingo en medio
de la soledad de los bosques. Se trataba de
Huberlindo Hipólito Huicheque, que nos in-
dicó amablemente el camino que lleva ha-
cia la cumbre del cerro Pitrén. Unas fuertes
pendientes nos obligaron a desmontar y a
empujar nuestras bicicletas. Pero al alcan-
zar lo más alto del Pitrén (582 m), el premio
fue un lapso súbito entre las nubes, tan bre-
ve como un flash, tan impresionante como
una alucinación: la cumbre del volcán Villa-
rrica, emergía de las nubes, surgiendo prác-
ticamente sobre nuestras cabezas…
Todavía sorprendidos por tal aparición, de
nuevo inmersos en el paisaje en niebla, el
siguiente encuentro fue con María Tripailaf,
que caminaba hacia la reunión evangélica
que pregonaba el caballero anterior. En su
compañía caminamos entonces hacia la es-
cuela y posta rural de Pitrén, desde donde
continuamos por un precioso camino rural
que nos indicaron, adentrándonos de nuevo
por un bosque nativo de renoval intercalado
de pequeños campos y chacras mapuches.
El siguiente gran espectáculo llegó cuando
nos encontramos, de pronto, al borde del
abismo, sobre los acantilados de Cahuin-
cul… Aquel lugar constituye un auténtico
balcón natural, puesto en lo más alto de un
CIPRÉS DE LAS GUAITECAS
(PILGERODENDRON
NDRON UVIFERUM)
Pullinque, el menorr de los
Siete Lagos
S iete, son siete los lagos chilenos de la cuenca alta del río Valdivia: Pirehueico,
Neltume y Panguipulli; Riñihue; Pellaifa, Calafquén y Pullinque (además está el
lago Lácar, en Argentina, que es donde realmente sitúa sus nacederos la cuenca del
Valdivia). Pero el más pequeño de todos estos lagos, sean siete, sean ocho, es el
lago Pullinque que baña, por el sur, a la península de Huichoco. Se trata de una mo-
desta extensión lacustre, salpicada por algunos islotes, cuya superficie no supera
los 5,77 kms2. Pero su entorno presenta una belleza de difícil parangón.
La forma más espectacular de acceder hasta el Pullinque es, sin duda, navegando
en embarcación menor desde su vecino hermano mayor, el lago Calafquén. La comu-
nicación entre ambos cuerpos de agua se verifica por un brazo lacustre, angosto y
bellísimo, conocido como el canal Hueninca, de un par de kilómetros de desarrollo,
pero interrumpido por un sector de raudales imposible para la navegación. En la
aproximación al Hueninca, el navegante que viene por el Calafquén desde el norte
flanquea en primer lugar el pequeño islote de Codihuape y el extremo mismo de la
península Huichoco. La silueta del volcán Villarrica y su cono nevado allí lo dominan
todo. Habrá que virar después en dirección suroeste, para enfilar definitivamente el
paso estrecho de Hueninca, apretado en riberas rocosas.
Un lugar de especial valor ambiental se localiza precisamente en la orilla norte de la
desembocadura del canal Hueninca sobre el lago Pullinque. Los lugareños lo cono-
cen como Trelaguapi Bajo y es una extensión de aprox. 23 hectáreas de bosque ca-
racterizado por ejemplares de ciprés de la Cordillera (Austrocedrus chilensis). Esta
especie arbórea es una conífera exclusiva de Chile y Argentina, clasificada como
vulnerable y que puede alcanzar 1.000 años de edad, una altura de hasta 20 m y un
diámetro de tronco de hasta 2 m. Unos árboles venerables que en lengua mapudun-
gún se los conoce, atávicamente, como len.
EN LA RUTA VERDE, A ORILLAS DEL LAGO CALAFQUÉN.
PE RV/P27
Por la península Huichoco. Entre el Pullingue y el Calafquén /181
182/ PE RV/P27
Por la península Huichoco. Entre el Pullingue y el Calafquén

RIBERAS DEL PULLINGUE EN HUICHOCO.

impresionante cordón volcánico a cuyos
pies se extiende, doscientos metros mas
abajo, el verde paisaje agrario de la comu-
nidad nativa de Llongahue, a orillas del lago
Pullingue.
Lo más espectacular de la Ruta Verde por la
península de Huichoco reside, además de
en sus soledades rurales, en la belleza de
sus panoramas sobre los lagos Calafquén,
por el norte, y Pullingue, por el sur. Espe-
cialmente atractiva resulta la panorámica
sobre el Calafquén y sus islas, al pie del
grandioso volcán Villarrica. La isla Trailaf-
quén es la más extensa de ellas y la más oc-
cidental de todas; en el centro del lago flo-
tan las dos islas Balboa; mientras los islotes
de Los Morros y Los Cuervos cierran esta
panoplia insular perfecta. Uno de los luga-
res más indicados para disfrutar de tan
enorme paisaje es desde la Reducción Curi-
hue. Pero el mirador supremo será siempre
la cumbre del cerro Tralaguapi (601 m), el
punto culminante de la península de Hui-
choco, con inmejorables vistas sobre ambos
lagos y sobre los volcanes andinos Villarri-
ca, Quetrupillán y Lanín.
El descenso desde esta cumbre hasta el ex-
tremo oriental de la península Huichoco,
junto al islote Cudihuapi, resulta igualmente
gratificante. En aquel lugar habita Héctor
Tiznado, cuidador de la residencia veranie-
ga que un doctor de Valparaíso posee en
aquella preciosa porción insular. Don Héctor
es quien, en tiempo de verano, podrá con-
seguirnos, por los contornos, algún barque-
ro que pueda llevarnos en su bote a través
del lago Calafquén (en una media hora de
navegación) hasta Coñaripe; o bien por el
canal Hueninca, ese maravilloso brazo la-
custre que comunica el lago Calafquén con
el lago Pullingue, en otra excursión náutica
inolvidable.
En bicicleta, la recomendación es retroce-
der bordeando el lago Pullingue por su ori-
lla norte para, poco antes de alcanzar el ex-
tremo sur del lago, tomar otro camino que,
a mano derecha, asciende (en 1,5 kms) de
nuevo a lo mas alto de los acantilados de
Cahuincul. Ello nos permitirá cerrar en cir-
cuito esta Ruta Verde por el camino de bor-
de lago el cual recorre, a su vez, la orilla sur
del lago Calafquén de nuevo hasta Puerto
Calafquén: nuestro original punto de parti-
da para esta inolvidable Ruta Verde. O

EL VOLCÁN VILLARRICA, DESDE LA PENÍNSULA HUICHOCO.

PE INFOVIAJE
UÊLOCALIZACIÓN
Comuna de Panguipulli.
UÊRANGO DE ALTITUDES
Mínima: 205 m, a orillas del lago
Pullingue; máxima: 601 m, en el
cerro Tralaguapi.
UÊTIEMPOS Y DISTANCIAS
Ruta Verde en circuito, con punto
de partida y llegada en Puerto Ca-
lafquén, cuyo desarrollo total su-
ma aprox. 36 kms y que se reco-
mienda efectuar en el sentido indi-
cado en texto y mapa (para apro-
cuales se comunican por un estre-
cho canal lacustre: el Hueninca.
Panorámicas grandiosas sobre el
volcán Villarrica y sobre las distin-
tas islas del Calafquén. El bosque
nativo está constituido principal-
mente renoval, con un sector de
alto valor forestal localizado en la
orilla norte del lago Pullingue, don-
de se localiza una extensión bien
conservada de ciprés de la Cordi-
llera (Austrocedrus chilensis). Dos
sectores orográficos destacan en
Huichoco: el cordón volcánico de
Cahuincul, con espectaculares fa-
exclusivos pobladores
tradicionales de la península
Huichoco y las riberas del
Pullingue (reducciones Pitrén,
Cahuincul, Llogahue, Tralaguapi,
Traiguén, Hueninca). Agricultura y
ganadería al estilo tradicional.
Trabajos artesanos de ámbito
comunitario y familiar.
UÊCÓMO LLEGAR
Desde la carretera Lanco-Pangui-
pulli, desviándose en Huellahue
primero en dirección a Lican Ray y GPS 1 Puerto Calafquén/ punto de inicio y final- 39°34'7.49"S/ 72°15'1.86"O
después en dirección a Puerto Ca-

vechar las gradientes, optimizando
así los tramos de descenso). Se
necesita una jornada completa pa-
ra este recorrido (8 h).
PAISAJE OTOÑAL EN EL
LAGO PULLINGUE.
UÊMEJOR ÉPOCA
Otoño, primavera y verano.
UÊVALORES NATURALES
Un sector peninsular rodeado de
espectaculares paisajes, que se-
para los lagos Calafquén (por el
norte) y Pullingue (por el sur), los
rallones sobre el sector Llongahue;
y el cerro Trelaguapi (601 m), en el
extremo peninsular. Pudú, güiña,
zorro culpeo. Aves rapaces, loro
choroy, carpintero negro. Cisne de
cuello negro, variada avifauna
acuática, garzas (principalmente
en las orillas del lago Pullingue).
UÊMONUMENTOS DEL HOMBRE
Sector de alto interés etno-
cultural, con varias comunidades
mapuches-huilliches como
lafquén (Huellahue- Puerto Calaf-
quén, 12 kms). También se accede
a Puerto Calafquén desde la Ca-
rretera Interlagos, tramo Pangui-
pulli-Coñaripe, poco antes de la
Central Hidroeléctrica Pullingue
(Panguipulli-Puerto Calafquén,
17 kms).
UÊCARTOGRAFÍA
Instituto Geográfico Militar, escala
1:50.000, hojas ‘Panguipulli’ y
‘Pullingue’.
PUNTOS GPS
GPS 2 Misión Calafquén- 39°34'25.13"S- 72°14'40.39"O
GPS 3 Desvío hacia Cerro Pitrén- 39°34'38.29"S/ 72°14'0.36"O
GPS 4 Cerro Pitrén- 39°35'0.01"S/ 72°13'8.55"O
GPS 5 Mirador Cahuincul- 39°33'39.88"S/ 72°11'22.57"O
GPS 6 Punto panorámico sobre el lago Calafquén y sus islas- 39°33'0.30"S/72° 9'23.56"O
GPS 7 Cerro Tralahuapi- 39°32'27.92"S/ 72° 7'17.75"O
GPS 8 Punto Panorámico sobre los volcanes Villarrica, Quetrupillán y Lanín- 39°31'57.73"S/ 72° 7'13.49"O
GPS 9 Islote Codihuapi- 39°32'38.38"S/ 72° 6'5.56"O
GPS 10 Canal Hueninca- 39°32'54.73"S/ 72° 6'20.25"O
GPS 11 Enclaves forestales de Ciprés de la Cordillera- 39°33'4.81"S/ 72° 8'8.17"O
GPS 12 Punto panorámico sobre el lago Pullingue- 39°32'52.85"S/ 72° 8'26.31"O
GPS 13 Punto panorámico sobre los humedales del lago Pullingue- 39°33'42.19"S/ 72° 9'41.68"O
GPS 14 Desvío e inicio itinerario de retorno- 39°34'6.61"S/ 72°10'42.28"O
UN ISLOTE SECRETO: CADEHUAPI. GPS 15 Punta Pitrohué- 39°33'27.37"S/ 72°12'34.57"O

PE RV/P27
Por la península Huichoco. Entre el Pullingue y el Calafquén /183
HITO HISTÓRICO-CULTURAL EN LA COMUNA DE CORRAL
PEHHC27
Castillo de San Pedro
de Alcántara (MN)
En la isla de Mancera
Juan Gabriel Pallarés y Yovanka Ovando/ Equipo Atlas IP (Fuente: Libro de fortificaciones históricas de Valdivia, de Alejandro Wagner)
Situado sobre una
terraza de cancagua,
presenta una planta
fortificada irregular
que constituye el
mejor mirador sobre
el acceso oceánico a
la bahía de Corral.
SU ARTILLERÍA DOMINABA LA BAHÍA DE CORRAL DESDE UNA POSICIÓN ESTRATÉGICA.
L
a isla de Mancera se encuentra
ubicada en la desembocadura de
los ríos Valdivia y Tornagaleones,
dominando estratégicamente el
acceso marítimo a la bahía de Corral desde
el océano Pacífico. Sus dimensiones son
modestas, con solo 1,3 kms entre sus extre-
mos N y S, por 0,6 kms de anchura en sen-
tido E-O, y una superficie de 0,9 kms2. En el
centro insular destaca un cerro de 89 m de
altitud, cubierto de bosque nativo, una co-
bertura forestal que es la que garantiza el
abastecimiento de agua a sus habitantes.
Estos no son más de 50 estables entre oto-
ño y primavera, pero ascienden a unos 400
durante el periodo veraniego.
Llamada Huihuacabín por los habitantes
originarios, fue rebautizada como isla de
Mancera en honor del virrey del Perú, don
Pedro Álvarez de Toledo y Leiva, Marqués
de Mancera, que fue el impulsor de la re-
fundación de la plaza fuerte de Valdivia y la
construcción del sistema de fortificaciones
coloniales en la Bahía de Corral en 1645. La
isla, en su conjunto, fue declarada Monu-
mento Nacional en 1973, en calidad de Zo-
na Típica por el Consejo de Monumentos
Nacionales. En cuanto a los restos del cas-
tillo de San Pedro de Alcántara fue decla-
rado, previamente, Monumento Histórico
ya en 1950.
Este último, situado sobre una terraza de
cancagua que forma un acantilado de 18 m
de altura sobre el extremo NO de la isla, fue
diseñada como el eje del sistema defensivo
de la bahía de Corral. Presenta una planta
irregular, porque su frente marítimo se
ajusta a la geografía del borde costero en el
que se asienta. En su frente de tierra, apa-
rece defendido por una potente muralla do-
tada de parapeto y adarve, construidos en
cancagua y laja, con puerta principal above-
dada, de laja y ladrillo, y flanqueada por dos
pequeños baluartes. Dos tramos de foso
completan esta fortificación espléndida.
En el interior del antiguo castillo de San Pe-
dro de Alcántara se localizan las ruinas del
convento franciscano de San Antonio de
Padua, además de la casa de del Castellano
o jefe de la guarnición de la fortaleza. En
su momento de máxima actividad, entre
1740 y 1745 (cuando las autoridades de la
plaza de Valdivia trasladaron brevemente
su sede de gobierno a la isla de Mancera),
la guarnición se componía de un centenar
de soldados y su artillería llegó a contar
con una dotación de quince cañones. De los
que solo quedaban nueve operativos en
1820 cuando la toma del fuerte por Beau-
chef y la incorporación de la isla a Chile.
Extramuros del castillo, la Mancera colonial
llegó a contar, en 1760, con un hospital de
San Juan de Dios, una maestranza, un al-
macén de pólvora en el cerro y una Plaza
de Armas, en el sector poniente, la cual in-
cluía almacén y Caja Real, sala de guardia y
la casa del Gobernador. En el extremo SE
insular se levantó, también, otro pequeño
fuerte, el de San Francisco de Baides, para
defensa del acceso al río Tornagaleones.
Contaba con artillería compuesta cinco pe-
queños cañones y una guarnición de 20
hombres. El acceso, por medio de puente
levadizo. Pero en la actualidad solo queda
evidencias de su emplazamiento sobre la
llamada punta Castillito.
Por todo lo anterior, la isla Mancera consti-
tuye un importante yacimiento arqueológi-
EL CASTILLO DE SAN PEDRO DE ALCÁNTARA: PERSPECTIVA DESDE SU EXPLANADA INTERIOR.
Q La isla de Mancera fue declarada en 1973, en su conjunto
Monumento Nacional en calidad de zona Típica
co hispánico en su conjunto, al que debe
añadirse hallazgos de cerámica mapuche y
de la época de la colonización alemana en
el siglo XIX y comienzos del XX. Para la me-
jor gestión y conservación de este impor-
tante conjunto patrimonial, se desarrolla en
la actualidad, promovido por la Dirección de
Arquitectura del Ministerio de Obras Públi-
cas y el Gobierno Regional de Los Ríos y, el
denominado proyecto “Eco Museo Isla
Mancera” que integrará el Castillo, la Plaza
Colonial, la Capilla, el Polvorín, el Fortín y la
capilla de la Candelaria con algunos sende-
ros que puedan ser visitados por turistas re-
gionales, nacionales y extranjeros. El objeti-
vo último es transformar la excepcional isla
de Mancera en un museo al aire libre, dota-
do de Centro de Interpretación, una Plaza
de las Artesanías una docena de miradores
paisajísticos. Q EN LA ISLA DE MANCERA DESTACAN TAMBIÉN BUENOS EJEMPLOS DE LA ARQUITECTURA TRADICIONAL SUREÑA.
PE HHC27
Castillo de San Pedro de Alcántara (MN). En la isla de Mancera /185
PE RV/P28
Explorando el
lago Pullinque
El raudal secreto del canal Hueninca
LA CASA OLVIDADA: JUNTO AL PORTAJE HUENINCA, ENTRE PULLINQUE Y CALAFQUÉN
n invierno, cuando recorrimos
E los altos acantilados que for-
man el espinazo de la penínsu-
la Huichoco, separando los la-
gos Calafquén y Pullinque, las panorámi-
cas sobre este último vaso lacustre llena-
ron nuestras retinas de inolvidable belle-
za. De tal modo que ahora hemos retor-
nado al bello Pullinque para explorar sus
parajes con detalle. Nuestro plan es am-
bicioso. Queremos navegar el lago en
cuestión de un extremo a otro para, pos-
teriormente, adentrarnos por el estrecho
canal que observamos en el mapa y que
parece comunicar con el lago Calafquén.
Proseguiremos, así, nuestra navegación
sobre este último, en dirección oeste, vi-
sitaremos sus islas y terminaremos la
singladura en el muelle de Puerto Calaf-
quén. Como pensamos llevar nuestras bi-
cicletas plegables a bordo, podremos ce-
rrar el circuito pedaleando por los cami-
nos de Pitrén y Cahuincul (que ya cono-
cemos) para ganar de nuevo nuestro
punto de partida, a orillas del lago Pullin-
que, donde habrán quedado nuestra ca-
mioneta y remolque…
El día amanece espléndido. Dos horas
después de nuestra salida de Valdivia,
que ha coincidido con el amanecer, nos
encontramos ya a orillas del Pullinque.
En la pequeña escuela rural de Bocatoma
un lugareño nos ha indicado el lugar,
muy próximo, donde echar nuestro bote
al agua. Es muy cerca de donde, por un
canal construido a principios de la déca-
da de 1960, se deriva el agua desde el
desaguadero del lago hacia la central hi-
droeléctrica Pullinque (arrebatándosela
METIENDO LA PROA EN EL CANAL HUENINCA: EL PASO HACIA EL CALAFQUÉN…
así al río Huanehue, que es por donde el
lago Pullinque fluye hacia el lago Pangui-
pulli). De ahí el nombre de Bocatoma por
el que se conoce a este sector. El paraje
ribereño es tan espléndido como la luz
de la mañana.
ALCANZANDO LOS RAUDALES SECRETOS DE HUENINCA.
Como la navegación prevista va a ser lar-
ga, utilizaremos esta vez un bote chilote
tradicional, en madera, el cual transpor-
tamos en un remolque. Una vez este en
el agua, echamos en su interior un par de
sacos herméticos, las dos bicicletas ple-
gables, un bidón de combustible, los re-
mos y otros pertrechos. La navegación
comienza como un sueño, porque el vol-
cán Villarrica se encuentra totalmente
despejado y su mole nevada sirve de te-
lón de fondo al paisaje que atravesamos.
El agua del Pullinque es increíblemente
transparente, con tonalidades que varían
del verde esmeralda al azul turquesa. Las
hualas se sumergen por nuestra proa.
Unos cisnes de cuello negro nos escoltan.
Y un cóndor sobrevuela sobre nuestras
cabezas.
La docena de pequeños islotes que salpi-
can el lago son, técnicamente, unos
drumlins… En realidad, se trata de montí-
culos de piedra y arcilla, depositados acá
hace diez mil años por los aluviones de
cursos de agua que fluían bajo la masa
de los antiguos glaciares. Porque el Pu-
llinque es un perfecto ejemplo de lago de
origen glaciar, rodeado por espectacula-
res cerros y acantilados cortados en pre-
cipicio. Su superficie no es extensa, con
solo 5,77 kms2, a una altitud de 202 m so-
bre el nivel del mar. Sin embargo, es uno
de los más bellos ejemplos de los llama-
La primera central hidroeléctrica
de Los Ríos
S
i la de Pilmaiquén (en la provincia de Osorno, región de Los Lagos) fue la primera
Central Hidroeléctrica significativa construida en el sur de Chile (1944), la de Pu-
llinque (1962) fue la segunda (y la primera en la actual región de Los Ríos). Su
construcción, por parte de la ENDESA chilena de entonces (o Empresa Nacional de
Electricidad; que no es lo mismo, a pesar de la coincidencia de siglas, que la empre-
sa multinacional eléctrica, de origen español, del mismo nombre y con amplios inte-
reses en Chile), respondía principalmente al objetivo de generar kilowatios para las
provincias de Valdivia y de Cautín (en la región de la Araucanía), además de conec-
tar los fluidos eléctricos del sur del país con el denominado Sistema Interconectado
de la Zona Central de Chile.
La adquisición de equipos y materiales importados fue financiada en base a un cré-
dito otorgado en 1956 a la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO) y a la
propia ENDESA por el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento. En cuanto a
la suma invertida en la construcción del Sistema Pullinque, ascendió a US$
3.400.000 (más otros US$ 430.000 para las líneas de conducción). Para la ubica-
ción de la central hidroeléctrica, se eligió un paraje ubicado al norte del curso del río
Huanehue, que es por donde el lago Pullinque desagua naturalmente hacia el lago
Panguipulli. Las obras de toma, por su parte, se localizaron sobre el mismo desagua-
dero del lago, lugar hoy conocido como la Bocatoma. A partir de este punto, el agua
es conducida por una aducción de menor desnivel que el río, lo que permite, al cabo
de 4,5 kms, una caída utilizable de 48 m sobre la central hidroeléctrica.
Cuando sobrevino el terrible terremoto de 1960 las obras de la Central Pullinque se
encontraban en plena faena. A 60 kms de distancia, dicho cataclismo originó, entre
otros estragos, el derrumbe del cerro Tralcán sobre el desaguadero del lago Riñihue
sobre el río San Pedro, obstruyéndolo. Ello amenazaba con una enorme inundación
sobre la ciudad de Valdivia, en el momento que sobreviniese la ruptura de la represa
generada: el temido Riñihuazo. Para desmontar dicha obstrucción controladamente,
todos los obreros y técnicos, así como la totalidad de la maquinaria empleada en las
obras de la central Pullinque, fueron trasladados con urgencia al Riñihue. La termi-
nación de la central en construcción experimentó, por ello, un retraso de dos años.
Pero también gracias a ello la recién terremoteada Valdivia pudo salvarse de un nue-
vo desastre apocalíptico.
PE RV/P28
Explorando el lago Pullinque. El raudal secreto del canal Hueninca /187
188/ PE RV/P28
Explorando el lago Pullinque. El raudal secreto del canal Hueninca

dos Siete Lagos. Entre los tesoros am-

bientales que alberga, además de sus
propias características geomorfológicas
y de sus bellezas paisajísticas, cuenta
una población notable de huillines o nu-
trias de río; una abundante avifauna
acuática; además de un sorprendente
enclave de esa especie forestal endémica
de Chile que es el ciprés de las Guaitecas
(Pilgerodendron uviferum).
El bosque de estas raras coníferas se si-
túa en el extremo sur de la península
Huichoco y destaca por su tonalidad ver-
de específica en medio del bosque nativo
que cubre ambas orillas del llamado ca-
nal Hueninca. Este canal Hueninca es un
espectacular paraje que pone en comuni-
cación hidrográfica los lagos Pullinque y
Calafquén, un brazo de agua secreto y EN EL PUNTO EMBARQUE DEL LAGO PULLINQUE, JUNTO A LA BOCATOMA.
majestuoso que se adentra entre altos
cerros boscosos. Por sus aguas transpa- al sol. Luego nos ponemos a caminar por
rentes nos adentramos en nuestro bote una pequeña huella olvidada que se
en busca del lago Calafquén, que calcula- adentra en el bosque. Esta senda gana
mos alcanzar al cabo de unos 2,5 kms de altura y nos lleva hasta donde una casa
canal. Pero entonces surge un estruendo de tejuelas, abandonada hace años, que
que nos inquieta… El agua, de pronto, el bosque ha empezado a reciclar hacia
presenta remolinos, que remontamos… sus entrañas. Siguiendo al filo de un re-
Pero a la vuelta del siguiente recodo vellín, el bosque se abrirá de nuevo so-
comprendemos. La posibilidad de nave- bre nuevos pastos abiertos, en el que pi-
gación del Pullinque al Calafquén esta in- cotean las bandadas de bandurrias. Nos
terrumpida. Surge un tremendo sector encontra
encontramos ya dando vistas
de raudales. Nuestro viaje náutico esta sobre el lago Calafquén y el
geográficamente interceptado. volcán
volc Villarrica, en medio
Decidimos entonces
tonces retroceder de uno
u de los paisajes so-
ueño abra en la
hasta un pequeño beranos de la América Aus-
orilla norte, a mitad del tral. Surgirán
Su también las
canal Hueninca. Pas- cumb
cumbres de los volcanes JUNTO AL DESAGUADERO DEL LAGO CALAFQUÉN.
tos verdes en n medio Quetrupillán
Quetrupi y Lanín, este úl-
de un paisaje sinn ha- sobr la frontera chile-
timo ya sobre queña playa a orillas del Calafquén: he- kista portear su embarcación para salvar
bitantes. Almorza-
morza- no-argentina. En cuanto a
no-argen mos encontrado, por casualidad, el cami- los rápidos de Hueninca. Un portaje de
chamos
mos algo y echamos nuestra humilde senda, abo- no de portaje entre los lagos Calafquén y escasamente 1,2 kms, que marcamos pa-
una pequeña siesta TRARO (CARACARA ARA PLANCUS)
P ANCUS)
PLAN cará finalmente a una pe- Pullingue, que puede permite a un kaya- ra nuestra próxima visita al Pullinque. O

PE INFOVIAJE
UÊLOCALIZACIÓN UÊVALORES NATURALES hidrográfica qu intercomunica los
Comunas de Panguipulli El lago Pullingue es un auténtico lagos Calafquén y Pullinque;
GPS 1 Punto de inicio de ruta náutica- 39°34'24.76"S/ 72°10'34.18"O
lago-joya, por su entorno desde el desaguadero del

UÊALTITUDES:
Máxima: 601 m, en el cerro
Trelaguapi, en la península
Huichoco; mínima: 202 m, en el
lago Pullinque.
UÊDURACIÓN Y DISTANCIAS
Aprox. 7 kms entre la Bocatoma y
los rápidos del canal Hueninca,
atravesando el lago Pullinque
entre extremos (en kayak, 3 h);
para salvar, por tierra, los rápidos
del canal Hueninca, existe una
senda por la que portear en
1,2 kms los kayaks entre los lagos
Pullinque y Calafquén.
UÊMEJOR ÉPOCA
EL VOLCÁN LANÍN. Cualquier época del año.
paisajístico, por sus particulares
características geomorfológicas
de orígenes glaciares: drumlins,
acantilados, selva nativa
circundante; un enclave de alto
valor botánico-forestal es el
bosque de cipreses de las
Guaitecas (Pilgerodendron
uviferum) que se ubica en sus
riberas; puma; pudú; güiña; huillín;
cisne de cuello negro; variada
avifauna acuática; carpintero
negro; loro choroy; y presencia de
cóndores sobrevolando los parajes
acantilados que rodean al lago; en
sus aguas, 12 pequeñas islas y
sectores de humedal relevantes;
espectaculares, los raudales del
canal Hueninca, la estrechura
PUNTOS GPS
Calafquén, espectaculares GPS 2 Isla Bruja- 39°33'33.27"S/ 72° 8'2.65"O
panorámicas sobre los volcanes GPS 3 Canal Hueninca- 39°33'16.08"S/ 72° 7'25.33"O
Villarrica, Quetrupillán y Lanín.
GPS 4 Sector de rápidos- 39°32'58.57"S/ 72° 6'28.82"O
GPS 5 Inicio huella de portage (kayaks) entre los lagos Pullinque y Calafquén- 39°33'2.06"S/ 72° 6'47.33"O
UÊCÓMO LLEGAR
Por carretera pavimentada (se GPS 6 Sendero de portage (continuidad)- 39°32'54.18"S/ 72° 6'41.48"O
trata de un tramo de la Carretera GPS 7 Punto panorámico sobre el lago Calafquén y los volcanes Villarrica, Quetrupillán y Lanín-
Interlagos), desde Panguipulli, 39°32'51.20"S/ 72° 6'25.82"O
son 15 kms hasta el cruce de la
GPS 8 Enlace con camino vehicular- 39°32'44.43"S/ 72° 6'23.75"O
Bocatoma; el mejor punto de
embarque sobre el Pullingue, GPS 9 Punto de botadura de embarcaciones en el lago Calafquén- 39°32'41.18"S/ 72° 6'10.37"O
cerca de la escuela rural GPS 10 Isla Codihuapi- 39°32'40.63"S/ 72° 6'7.86"O
Bocatoma; desde Valdivia, 137
kms (por Lanco y Panguipulli).
UÊCARTOGRAFÍA
Instituto Geográfico Militar,
escala 1:50.000, hoja EN EL BOTE, NAVEGANDO DE VUELTA, POR EL LAGO PULLINQUE.
‘Pullingue’.

PE RV/P28
Explorando el lago Pullinque. El raudal secreto del canal Hueninca /189
HITO HISTÓRICO-CULTURAL EN CIUDAD Y COMUNA DE CORRAL

PEHHC28

Castillo de San Sebastián

de la Cruz (MN)
La otra ‘Llave del Mar del Sur’
Juan Gabriel Pallarés y Yovanka Ovando/ Equipo Atlas IP (Fuente: Libro de fortificaciones históricas de Valdivia, de Alejandro Wagner)

Se trata de una de las piezas maestras del l Sistema de Fortificaciones
sistema de fortificaciones coloniales
españolas de la bahía de Corral, cuyos fuegos
artilleros se cruzaban con los de los
castillos de Niebla y Mancera.
E de Valdivia en la bahía de Co-
rral, conocido también, en su
conjunto, como la Llave del
Mar del Sur, es un conjunto de 17 fortifi-
caciones (castillos, fuertes y baterías)
distribuidas por las costas de la bahía de
Corral, sobre la desembocadura de los
ríos Valdivia y Tornagaleones, que fue
construido durante el periodo Colonial
español. Constituyó, históricamente, uno
de los complejos militares más importan-
tes de Sudamérica, cuya misión apuntaba
a un doble objetivo: defender los acce-
sos marítimos a la plaza fuerte de Valdi-
via; y servir de escala a los buques espa-
ñoles hacia el océano Atlántico y la me-
trópoli, en la ruta del estrecho de Maga-
llanes y el cabo de Hornos. Dada su im-
portancia estratégica y militar, este siste-
ma defensivo era gestionado directamen-
te desde la capital virreinal, en Lima, y
desde el puerto de El Callao. En 1820,
cuando todavía Valdivia se mantenía co-
mo el penúltimo enclave realista en Chile
(junto con las islas de Chiloé), una atrevi-
da operación anfibia comandada por el
almirante escocés Lord Cochrane, al ser-
vicio de Chile, consiguió la toma de estos
bastiones (considerados, hasta la fecha,
como inexpugnables) a la guarnición es-
pañola que los defendía.
Una de las piezas maestras de este es-
pectacular sistema de fortificaciones co-

RECREACIÓN HISTÓRICA
DE LA TOMA DEL FUERTE
EN 1820.

FACHADA MARÍTIMA, DEL

CASTILLO DE CORRAL,
SOBRE LA PLAYA DE LAS
ARGOLLAS.

loniales fue siempre este Castillo de San

Sebastián de la Cruz, en la localidad de
Corral. Emplazado entre las puntas de
Santa Rosa y de la Cruz, dominaba el
principal fondeadero naval en el sector y
sus fuegos se cruzaban en sinergia arti-
llera con los de las baterías de los casti-
llos de San Pedro de Alcántara, de la isla
de Mancera, y de la Pura y Limpia Con-
cepción, de Niebla, conformando así la
principal línea del sistema defensivo co-
rralense. Iniciado en 1645, experimentó
cuatro etapas constructivas, verificándo-
se la última de ellas entre 1763 y 1773,
cuando la Corona Española decide am-
pliar su planta hacia el norte, encargan-
do las obras a los ingenieros militares
Birt, Garland, Pusterla y Cermeño. Estas
adecuaciones transforman al castillo de
Corral en el más poderoso del sistema,
con 32 cañones de entre los calibres 9 y
24, aunque con una guarnición tan solo
de cuatro oficiales, treinta soldados y
cuatro artilleros, lo que siempre resultó
escaso para sus necesidades (como pudo
comprobar con satisfacción Lord Cochra-
ne en 1820).
Q Este castillo
dominaba el principal fondeadero
naval en el sector de Corral.
El castillo de Corral, en realidad, se com-
ponía de tres sectores: el Castillo de San
Sebastián de la Cruz propiamente dicho;
la batería de la Argolla; y la batería de la
Cortina. El conjunto contaba con la casa
del Comandante y con una capilla (cons-
truidas en piedra), con un hornillo o fundi-
ción ‘para bala roja,’ y con la casa del Ca-
pellán (en este caso, construida en made-
ra). Un conjunto fortificado que, por otra
parte, ha resistido muy bien, gracias a la
solidez de sus muros y la calidad técnica
de su construcción, a la acción combinada
del tiempo, de los sismos e incluso del te-
rrorífico tsunami de 1960 (¡cuya ola lo cu-
brió por completo! ). Sin embargo, frente
la incultura ha sido la principal causa de
su decadencia patrimonial: especialmente
en 1908, cuando se permitió la perfora-
ción de un túnel ferroviario en su muralla
oriental, por parte de una compañía in-
dustrial (el llamado túnel francés), acción
que trastocó de manera difícilmente re-
versible al conjunto. Finalmente, en 1950
fue declarado Monumento Histórico Na-
cional y su administración entregada a la
Municipalidad de Corral. Cada verano (en-
tre 15 de diciembre y 15 de marzo), se rea-
liza una Reanimación Histórica del Cas-
tillo de Corral, donde se recrea la vida
hacia el 1800, con soldados españoles de
uniforme, armas de época, disparos de ca-
ñón y mosquetes, en una interesante
puesta en escena de la vida civil y militar
en aquellos fuertes coloniales de la Llave
del Mar del Sur. Q

PE HHC28
Castillo de San Sebastián de la Cruz (MN). La otra ‘Llave del Mar del Sur’ /191
PE RV/P29
Por las selvas de Linoico
De Coñaripe a Pellaifa
LOS GRANDES COIGÜES CENTENARIOS, QUE EMERGEN DE LA
PROFUNDA BÓVEDA SELVÁTICA…
L
a ocasión, por fin, se presentó
en el mes de diciembre, en base
a una conjunción perfecta de cir-
cunstancias meteorológicas. El
espléndido panorama orográfico del en-
torno de la localidad de Calafquén apare-
ció, por fin, límpido y sin nubes. El volcán
Villarrica humeaba hacia el cielo azul des-
de su perfecto cono nevado. Y el lago Ca-
lafquén se extendía, a sus pies, como un
silente espejo de agua.
La recomendación ecoturística es realizar
el llano recorrido entre la localidad de Ca-
lafquén y el puente junto al des-
aguadero del lago Pellaifa fa (4,7
kms) en bicicleta. Entre este
punto y el Refugio Linoi-
co, en el valle del mismo
nombre, lo mejor será
proseguir, a pie o a ca-
ballo, durante otros 3
kms. A partir de este úl-
timo punto la aventura ya
solo resultará posible a
ti-
pie, al principio por una anti-
gua senda maderera, luegoo
abriéndose paso a través avés CARPINTERO NEGRO
del bosque virgen y con O MAGALLÁNICO
(CAMPEPHILLUS
ayuda del machete. MAGELLANICUS)
Nuestro objetivo es conse-
guir enlazar el valle de Li-
noico con el extremo sur-oriental del la-
go Pellaifa, donde se localizan las termas
Eco-Pellaifa. No conocíamos a nadie que
haya efectuado antes este recorrido. Se
trata, ciertamente, de una Ruta Verde-
Aventura. El itinerario, sin embargo, re-
sulta factible, aunque a través de uno de
los sectores precordilleranos mas agres-
tes en la región de Los Ríos. Se trata de
un nudo geográfico de enorme interés
en cuanto a biodiversidad, posibilidades
ecoturísticas y necesidades de conserva-
EN EL DESCENSO HACIA EL LAGO PELLAIFA, LA FALTA DE SENDERO HACE NECESARIO ALGUNOS RAPELES.
ción. Es el denominado Nudo Linoico, en
el que confluyen las selvas intactas de
San Pablo de Tregua, de Releco-Puñir,
del predio fiscal Pellaifa, este último de-
pendiente de Bienes Nacionales. El valor
ambiental de este territorio, por ello, re-
sulta enorme y lo que sorprende, a esca-
la internacional, es que Chile no haya de-
clarado todavía un gran espacio protegi-
do sobre este territorio tan sobresalien-
te, clasificado como ‘prioritario para la
PANORÁMICA SOBRE EL VOLCÁN LANÍN, DESDE UN MAICILLO O CLARO EN EL BOSQUE.
conservación’.
Nuestro grupo progresa lentamente la-
dera arriba, salvando enormes
troncos de coigües caídos,
fragosidades de quilas, ma-
ñíos de porte catedralicio, la- Todo por la biodiversidad
berintos de helechos. Lo vamos
cons
consiguiendo gracias a nuestro
baqueano,
baqu José Ulloa, el cual ha-
L a familia de Manuel Manosalba sitúa sus raíces en el valle de Linoico. La antigua
casa familiar se localizaba antaño valle arriba, cerca de los cortados que enmar-
can a la protuberante Piedra Colohue. La tragedia, aquí también, llegó con el terre-
ce 252 años anduvo por estos pa-
moto de 1960, el cual generó el derrumbe parcial de las laderas del valle. El padre de
raje ‘en busca del coigüe rosa-
rajes Manuel fue el único superviviente, ya que tuvo la fortuna de encontrarse sembrando
do, la más valiosa de las made- una chacra de papas cerca de Coñaripe cuando la catástrofe. Pero los otros cinco
ras…’. Desde aquel entonces miembros de la familia Manosalba quedaron sepultados para siempre en las soleda-
no ha vuelto a pisar la zona. des de Linoico.
Gracias a don José, en cual- Enclavado en el corazón del predio fiscal Pellaifa, el fundo Linoico de los Manosalba
quier caso, logramos mante- es hoy un verdadero parque de la biodiversidad. La extracción de madera ya ha ter-
ner el rumbo en unos parajes minado. Manuel Manosalba, desde su empresa Turismo Linoico, enmarca hoy sus ob-
jetivos dentro del campo de la conservación, según un programa ecoturístico de
prístinos donde a cada paso
sostenibilidad. En base a la situación estratégica del valle de Linoico, pretende co-
únicamente le asisten su nectarlo en un futuro, mediante sendas de trekking, a esos otros tesoros de biodi-
instinto y su experiencia: lu- versidad colindantes como son los casos del fundo San Pablo de Tregua (UACH), del
gares donde los GPS no pasan de ser ar- lago y termas de Pellaifa, de las cuencas altas de los ríos Puñir, Tranquil y Guneco.
tefactos tecnológicos de estática infor- Dentro del propio valle de Linoico, el centro estratégico del proyecto se ubica en el
mación. Refugio Linoico, en avanzado progreso de habilitación. A partir de él, se desarrolla
Manuel Manosalba, nacido en este valle un itinerario de trekking denominado Cuatro Saltos, que enlaza otras secretas caí-
de Linoico, nunca ha realizado tampoco das de agua. Al otro lado del estero Linoico se localiza otra construcción tradicional,
la casa Machihembrada.Y entre el Refugio y este punto existe un tendido tipo cano-
esta travesía hasta Pellaifa. Cuando deci-
py o a la tirolesa, que permite un vuelo autónomo espectacular, mediante cable, de
dimos intentarla, Manuel pensó en don más de 500 m de recorrido. Manuel planifica ahora otra canopy que, en zigzag, pro-
José como el mejor guía a la hora inten- longue el anterior recorrido aéreo hasta la espectacular cascada del Salto del Puma,
tar poner en práctica esta Ruta Verde. La inmediata al itinerario Linoico- Pellaifa propuesto en esta Ruta Verde. ¿Se imaginan
decisión ha sido un acierto. También se terminar el recorrido entre Pellaifa y Linoico con un recorrido de casi 1 kilómetro de
encuentra con nosotros mi amigo uru- canopy, volando entre las copas de los árboles del bosque nativo y cruzando de par-
guayo Tito Osores, cada vez más aficio- te a parte el valle de la biodiversidad, el valle de Linoico?
PE RV/P29
Por las selvas de Linoico. De Coñaripe a Pellaifa /193
194/ PE RV/P29
Por las selvas de Linoico. De Coñaripe a Pellaifa

EL VOLCÁN VILLARRICA, DESDE LA VERTIENTE SOBRE EL LAGO PELLAIFA.

nado a estas Rutas Verdes por la región
de Los Ríos. Lo que no podíamos imagi-
nar es que este trekking Linoico-Pellaifa
iba a suponernos más de diez horas de
marcha ininterrumpida…
Como en tantos otros sectores bien con-
servados, inéditos y espectaculares de la
Selva Valdiviana, resultará imprescindi-
ble disponer de un sendero, de una sim-
ple huella que posibilite algún día su uso
ecoturístico. El proyecto de Manuel Ma-
nosalba, desde Turismo Linoico, es habili-
tar un sendero sobre el itinerario que
hoy estamos explorando, de modo que el
trekking Coñaripe-Valle de Linoico-Ter-
mas de Pellaifa pueda tener un uso pea-
tonal sistemático. A este le complemen-
taría una ruta naútica, de vuelta a Coña-
ripe, navegando por el lago Pellaifa, el
río Coñaripe y el sector sur del lago Ca-
lafquén. Lo cierto es que, con dicha sen-
da establecida, este trekking podría re-
ducir el tiempo total de recorrido de diez
a seis horas.
Como hitos principales en esta Ruta Ver-
de destacan la preciosa cascada del Salto
del Puma, el punto panorámico sobre ce-
rro Lungoico (1.619 m), los bosques de
lengas que cubren la parte más elevada
del valle de Linoico. Por la vertiente del EN EL PARAÍSO DE LA BIODIVERSIDAD, EN EL CORAZÓN DE LA SELVA VALDIVIANA…
lago Pellaifa, los bosques vírgenes de
coigues, tepas y mañíos continúan. A tra- encontramos nos asombramos ante el Los últimos 2 kms transcurrirán de nuevo
vés de ellos nuestro grupo pasa a abor- espectáculo de los tres volcanes Villarri- sobre una antigua huella carretera que
dar un descenso en vertical, evitando de- ca (2.840 m), Quetrupillán (2.009 m) y bordea la parte inferior del estero Blanco,
licados precipicios y utilizando como re- Lanín (3.747 m); desde otras enfilaciones entre grandes nalcas. La playa del lago
ferencia el estero Blanco. De tanto en concretas, observaremos también el Mo- Pellaifa, entre las desembocaduras del
tanto, en las espesuras selváticas se cho-Choshuenco (2.415 m); el lago Pellai- Blanco y del Malihue, se abre a nuestra
abren unas pequeñas extensiones despe- fa a vista de pájaro; los bosques de Reye- vista. Del azul del lago emergen restos de
jadas de arena anaranjada, que los luga- hueico y Trafún, hacia la frontera argenti- bosques sumergidos, de cuando el cata-
reños conocen como maicillos. Constitu- na; o el corredor cordillerano del río Li- clismo de 1960. Pero nosotros únicamente
yen oportunidades panorámicas relevan- quiñe, que alberga la mayor concentra- pensamos ya en el placer de un baño en
tes y desde los dos o tres maicillos que ción termal de toda Sudamérica… las termas inmediatas. O

PE INFOVIAJE
UÊLOCALIZACIÓN precipicios, en la vertiente
Comuna de Panguipulli del lago Pellaifa.

UÊALTITUDES UÊMEJOR ÉPOCA

Máxima, 1.341 m, en el cerro
Linoico; mínima, 221 m, a orillas
del lago Pellaifa
Primavera y verano.
to con numerosos proyectos hi-
UÊVALORES NATURALES Y droeléctricos cuyas pretensiones
GPS 1 Coñaripe/ punto de inicio de ruta/ en bicicleta- 39°34'32.44"S/ 71°59'54.48"O
TRADICIÓN CULTURAL amenazan a dicha zona de con-

UÊDURACIÓN Y DISTANCIAS
De Coñaripe al Refugio Linoico
son 7,7 kms (recomendamos los
primeros 4,7 kms, hasta el
desaguadero del lago Pellaifa, en
bicicleta; y de aquí al Refugio
El valle de Linoico, junto con el
predio fiscal Pellaifa, integran el
centro neurálgico de uno de los
territorios mas valiosos para la
biodiversidad en la región de
Los Ríos (colindantes con otros
PUNTOS GPS
servación; todo el elenco de GPS 2 Desvío hacia lago Pellaifa- 39°35'16.22"S/ 72° 0'18.73"O
mamíferos y aves forestales de la GPS 3 Río Llancahue- 39°35'42.71"S/ 71°59'14.52"O
región de los Ríos se encuentra
GPS 4 Río Coñaripe/ desaguadero del lago Pellaifa- 39°36'4.58"S/ 71°59'13.36"O
presente en el sector; existe el
GPS 5 Río Linoico- 39°36'15.13"S/ 71°59'8.75"O
cóndor, el puma, el pudú así co-
mo la mejor representación regio- GPS 6 Refugio Linoico- 39°37'30.47"S/ 71°58'55.06"O

Linoico, a pie o a caballo); entre
el Refugio Linoico y las Termas
Eco-Pellaifa, son aprox. 7 kms;
imprescindible, contar con un
baqueano de confianza, como
don José Ulloa (tel. 95 33 25 73),
tesoros como San Pablo de Tre-
gua, la meseta de Trewá, el cerro
Lungoico (1.619 m), el entorno sur
del lago Pellaifa, la sierra volcáni-
ca de Quinchilca o las altas cuen-
cas de los ríos Tranquil, Puñir,
nal de felinos silvestres; dilatadas GPS 7 Casa machihembrada / inicio de huella de ascenso- 39°37'32.05"S/ 71°58'40.63"O
extensiones intactas de bosque GPS 8 Punto panorámico sobre cerro Lingoico- 39°37'53.67"S/ 71°58'4.98"O
nativo, con coigües, tepas,
GPS 9 Hito de referencia A- 39°38'4.41"S/ 71°57'37.25"O
mañíos pluricentenarios; valores
GPS 10 Hito de referencia B- 39°38'11.11"S/ 71°57'22.27"O
geomorfológicos y paisajísticos
excepcionales. GPS 11 Punto panorámico sobre los volcanes Villarrica, Quetrupillán y Lanín- 39°38'23.83"S/ 71°57'15.38"O

estimando para ello unas 10 h de
viaje; a falta de sendero
establecido, se trata de un
trekking a la aventura; en el que
LADERAS DEL CERRO LINOICO, QUE RECUBRE UNA SELVA VIRGEN. hay que evitar algunos peligrosos
Panco; al igual que la mayor parte
de la comuna de Panguipulli,
constituye un Sitio Prioritario para
la Conservación, cuya validación
viene siendo retardada en conflic-
UÊCARTOGRAFÍA:
Instituto Geográfico Militar, escala
1:50.000, hojas ‘Pullingue’ y
‘Liquiñe’.
EN UN AFLUENTE
DEL ESTERO LINOICO:
EL SALTO DEL PUMA.
GPS 12 Inicio del descenso hacia lago Pellaifa- 39°38'32.01"S/ 71°57'1.67"O
GPS 13 Estero Blanco- 39°37'52.70"S/ 71°55'56.26"O
GPS 14 Termas Eco-Pellaifa- 39°37'55.75"S/ 71°55'40.15"O
GPS 15 Lago Pellaifa/ final de itinerario- 39°37'33.22"S/ 71°55'51.65"O

PE RV/P29
Por las selvas de Linoico. De Coñaripe a Pellaifa /195
HITO HISTÓRICO-CULTURAL EN COMUNA DE SAN JOSÉ DE LA MARIQUINA
PEHHC29
Castillo de San Luis
de Alba de Cruces (MN)
Un fuerte hispano en la frontera mapuche
Juan Gabriel Pallarés y Yovanka Ovando/ Equipo Atlas IP (Fuente: Libro de fortificaciones históricas de Valdivia, de Alejandro Wagner)
U
n paraje maravilloso es el que
Constituía el principal bastión de la serie
se localiza junto a la gran cur-
de nueve fuertes españoles que se va, o meandro, de Quintrehue-
distribuían en la frontera mapuche entre que, que conserva excelentes
Valdivia y Concepción. muestras de bosque nativo cubriendo las
riberas. En Quintrehueque, por otra parte,
arrancaba un camino o paso de barcas por
el que, antaño, se arrastraban las embarca-
ciones desde el río Cruces al río Lingue, vía
el modesto estero Cancagua. Este arrastra-
dero, de 1,5 kms de extensión, resultaba sin
embargo estratégico en aquella ruta real
que, procedente de Concepción, constituía
el único acceso terrestre hasta Valdivia en
tiempos de la Colonia. Abocaba al fuerte o
castillo de San Luis de Alba, en la enton-
ces conocida como Frontera de la Mariqui-
na, que marcaba, por el N, el límite del en-
CASTILLO DE SAN LUIS
DE ALBA DE CRUCES.
clave valdiviano con el territorio indepen-
diente araucano.
El fuerte de San Luis de Alba es fundado en
1648 sobre esta franja limítrofe, junto al
curso del río Cruces y según los planos de
Juan Ruiz del Rincón, Sargento Mayor de la
plaza de Valdivia. Dicha fortificación se es-
tableció a petición del propio cacique arau-
cano del lugar, Juan Manqueante, en el pa-
raje de Tanacura ‘que era hasta donde po-
dían navegar río arriba, desde Valdivia, las
embarcaciones de mediano porte y que se
situaba a dos leguas de la ruca de dicho
caudillo nativo’. Con el tiempo, en torno al
castillo se generaría un amplio núcleo habi-
tado, el cual servía de punto de encuentro,
mestizaje e intercambios comerciales para
españoles y mapuches.
En 1749 la guarnición estaba compuesta
por 44 militares y, extramuros del fuerte,
"existían además 17 viviendas habitadas por
145 españoles y un millar de indios amigos
en sus rucas y tolderías". En realidad, San
Luis de Alba fue un castillo sin actividad bé-
lica durante la mayor parte de su existen-
cia, hasta que en 1822 lo arrasó una monto-
nera realista al mando de Palacios. En 1966,
la Municipalidad de la Mariquina y la Uni-
versidad Austral de Chile, bajo la dirección
del profesor Mauricio van de Maele, acome-
tieron su reconstrucción.
Desde el punto de vista arquitectónico, pre-
senta una planta levemente rectangular de
unos 52 m de largo por 46 m de ancho, ce-
rrada por una muralla de doble estacada y
dos baluartes encontrados de planta cua-
EL PEQUEÑO
MUELLE
SITUADO AL
PIE DEL VIEJO
FUERTE.
drada situados en los ángulos NE y SO (lla-
mados de San Francisco y de San Juan), am-
bos con sus respectivos garitones de made-
ra y dotados de piezas artilleras. Una garita
aislada aparecía, además, en el ángulo NO
(llamada de San Antonio). En cuanto a los
lienzos o cortinas cuentan con cerca de 3,5
m de altura, que se complementa con la es-
carpa del foso perimetral de otros 2 m de
profundidad por 4 m de anchura. La puerta
principal se ubica en el muro oriental, mi-
rando hacia el río, y a ella se accede me-
diante un puente hoy permanente pero que
antaño debió haber sido levadizo, como
mandaban las ordenanzas. En el interior
existen dos edificios en pie (la casa del co-
mandante y la capilla, dotada de torre de
3,5 m) y otros dos desaparecidos (el del
Q Es fundado en 1648
junto al curso del río Cruces,
a petición del longko
manqueante
EN EL EXTREMO
NORTE DEL
SANTUARIO DE
LA NATURALEZA.
cuartel de tropa y las caballerizas). Este
conjunto fortificado apenas podía albergar
a una compañía de infantería, pero sabe-
mos que en algunos momentos de conflicto
albergó también otra más de caballería.
Tanto las dimensiones de esta fortaleza co-
mo su dotación no explican suficientemente
su título de ‘castillo’, ya que en realidad era
un simple fuerte de la serie que se distri-
buía entre Concepción y Valdivia. Estos eran
nueve en total, según los leguarios o ‘guías
camineras’ coloniales: (San Pedro, Colcura,
Arauco, Lebu, Tucapel, Tirúa, Imperial, Tol-
tén y Cruces). Y servían a la vez como pos-
tas, refugios para viajeros y activos centros
de intercambio comercial entre españoles y
mapuches. El de San Luis de Alba de Cruces
era el principal de todos ellos. Q
PE HHC29
Castillo de San Luis de Alba de Cruces (MN). Un fuerte hispano en la frontera mapuche /197
PE RV/P30
Pichillancahue:
el glaciar negro
Al volcán Villarrica, ¿Una nueva carretera por el
desde la región de Los Ríos corazón del PN Villarrica?
L a idea de construir una nueva carretera a través del mismo corazón del Parque Na-
cional Villarrica supone una circunstancia crónica, inevitablemente polémica. Mien-
tras en la mayor parte de las áreas silvestres protegidas del mundo se eliminan pene-
traciones viarias existentes dentro de sus límites y, por supuesto, no se planifican
nuevos ejes de penetración motorizada en su territorio como salvaguarda ambiental
(por considerarse técnicamente incompatibles con los prioritarios objetivos de con-
servación que rigen en un parque nacional), repetitivamente se plantea un proyecto
que avala la construcción de un nuevo eje vial entre Coñaripe (región de Los Ríos) y
las termas de Palguín (región de La Araucanía).
Para justificar el proyecto, se invocan razones de interés turístico y se asegura que
se tratará de una ruta de belleza escénica, respetuosa con el entorno. Desde el
LA HUELLA QUE SEGUIMOS, A TRAVÉS DEL BOSQUE.
punto de vista de los detractores de la obra proyectada, las razones serian diferen-
tes, señalando su conveniencia para la prevista construcción de una central hi-
droeléctrica en el alto valle del Llancahue (que facilitaría el tránsito de camiones y

U
n trekking que puede combinar- última es nuestra preferida, en el paraje materiales durante las obras; y la instalación del tendido eléctrico que derivaría de
se con un interesante recorrido vinculado a las termas del Rincón); o el en- la central hidroeléctrica). Lo cierto es que la nueva carretera, que aprovecharía el
de aproximación, y retorno, en torno fluvial junto al puente sobre el río del trazado que se describe en esta Ruta Verde, llevaría al corazón del Parque Nacional
bicicleta. Todo ello a partir de Venado. Una vez traspasado el portón del Villarrica un tráfico rodado difícilmente compatible con sus valores faunísticos y
Coñaripe y el lago Calafquén, por un camino parque, la superficie del camino se deterio- naturales, generando polución acústica, riesgo de incendios, basuras y toda la co-
de ripio en regular estado que permite el ra notablemente, pero se adentra en un horte de problemas que los gestores de las áreas silvestres protegidas conocen
recorrido en vehículo hasta las instalaciones sector de bosque nativo grandioso, selváti-
bien. Además de suponer la tala de más de un centenar de ejemplares de arauca-
rias (árboles legalmente considerados, unitariamente, como Monumento Nacional).
termales de Vergara, Geométricas o El Rin- co e impresionante. En nuestras bicicletas,
Todo ello en un momento histórico en el que otros grandes parques nacionales del
cón: una verdadera Ruta de las Termas. Di- avanzaremos por esta floresta con humil- mundo, como Yellowstone, en Estados Unidos, ha cerrado al tráfico rodado su acce-
cho acceso rodado vehicular termina, justo, dad contemplativa, sorteando aquí y allá las so viario principal; o que el PN de Ordesa-Monte Perdido, en los Pirineos españoles,
donde un gran portón de madera señala el aguas de un pequeño riachuelo que aprove- también ha cerrado el acceso al parque (más allá de la localidad de Torla) a los ve-
límite administrativo del área silvestre pro- cha como lecho buena parte del camino. hículos privados que hasta hace poco penetraban en él.
tegida. A partir de aquí el camino, como se-
ñala el letrero, se torna impracticable en
vehículo (son 9 kms en total, hasta la guar-
dería CONAF de Chinay, ya en la vertiente
de La Araucanía). Un oportuno letrero de
CONAF nos indicará que, a partir del portón
contiguo, el viajero se adentra en el territo-
rio adscrito al Parque Nacional Villarrica.
Proponemos dejar el auto en alguna de las
instalaciones termales mencionadas (donde
el auto quedará mejor guardado; donde re-
sultará un placer concedernos un baño sa-
lutífero al cabo de la ruta…) para acometer
desde allí una primera manga de la Ruta
Verde en bicicleta. Es cierto que existen al-
gunas subidas relevantes, pero la experien-
cia vale la pena, sobre todo de buena ma-
ñana, penetrando en silencio por el paisaje
grandioso del entorno del Llancahue. Este
río (no confundir con el Pichillancahue o Pe-
queño Llancahue) alberga una importancia
ambiental fundamental, ya que constituye
un auténtico pasillo ecológico entre el P.N.
Villarrica (sector Quetrupillán-laguna de los
Patos) y el conjunto lacustre formado por
los lagos Pellaifa y Calafquén.
Entre las termas Vergara, por ejemplo, y el
portón de acceso al propio parque nacional
son poco más de 6 kms, que reservan algu-
nos puntos paisajísticos espectaculares, co-
EL ACCESO AL PARQUE NACIONAL VILLARRICA.
mo las cascadas del Salto y del Rincón (esta

LA CASCADA DEL RINCÓN, DESDE EL CAMINO AL PARQUE NACIONAL.

PE RV/P30
Pichillancahue: el glaciar negro. Al volcán Villarrica, desde la región de Los Ríos /199
 200/ PE RV/P30
Pichillancahue: el glaciar negro. Al volcán Villarrica, desde la región de Los Ríos

Pasaremos dos puentes precarios en made-
ra. A la izquierda escucharemos (y ocasio-
nalmente contemplaremos) el curso del es-
tero Pichillancahue, de aguas lechosas, que
procede del glaciar volcánico en cuya bús-
queda progresamos. Durante 2,5 kms a par-
tir del portón mencionado, el recorrido en
bicicleta será todavía posible, aunque con
diversos tramos empujando. Nos encontra-
remos con un letrero que dice ‘Sendero Chi-
nay-Challupén, 28 kms’, éste es el entron-
que con otro interesante itinerario que cir-
cunvala las laderas del volcán Villarrica por
su vertiente de la región de Los Ríos, el cual
reservamos para futura ocasión. Aquí po-
dremos dejar las bicicletas, que camuflare-
mos fácilmente entre la vegetación, ama-
rrándolas mediante un candado-pitón a
cualquier tronco propicio de una lenga.
Desde aquí seguiremos a pie, progresando
más rápido que en bicicleta, ya que se acen-
túan las pendientes. En el gran bosque que
nos rodea, los coigües y raulíes se habrán
ido tornando más escasos, mientras las ju-
rásicas araucarias, entremezcladas con len-
gas, pasarán a erigirse en las protagonistas
arbóreas. De estas profundidades selváticas
nos llegará el repiqueteo rítmico del carpin-
tero negro. O encontraremos huellas del tí-
mido pudú. Este corazón del P. N. Villarrica,
es una catedral de la naturaleza…
Ya cerca de la divisoria regional entre Los
Ríos y La Araucanía, tras un par de drásti-
cos repechos, accederemos a una pequeña
área interpretativa donde, en nuestro caso,
nos encontramos con Fabián Moraga, guar-
daparques de CONAF. La zona, en verano,
es bastante frecuentada por excursionistas
que, casi en todos los casos, proceden de la
vertiente de La Araucanía y la villa turística
de Pucón. Gracias a la impracticabilidad del
acceso en vehículo a motor hasta este pun-
to, lo prístino del entorno se encuentra sal-
vaguardado, aunque el problema principal
son las motos de motocross, que insistente-
mente transgreden la prohibición de circu-
lar dentro del parque; hemos llegado a en-
contrar motoristas ilegales hasta en las mis-
mas laderas del Pichillancahue…’, nos expli-
ca el guardaparques.
El sendero de Pichillancahue es una maravi-
lla de la alta montaña, sin dificultad notoria,
señalada por pequeños mástiles de fierro
pintados de rojo en su extremo. Una vez su-
perado el límite arbóreo, la pradera alto-an-
dina se abre ante el caminante, las sucesi-
vas cumbres volcánicas: el Quetrupillán LOS VOLCANES LANÍN Y QUETRUPILLÁN, DESDE EL SENDERO AL GLACIAR.
(2.382 m), el Lanín (3.717 m), el Mocho-
Choshuenco (2.422 m). Por este paisaje solo
dominado por el vuelo de los cóndores, la
pequeña huella que seguimos se estira gi-
rando hacia el oeste, hasta ver surgir ante
nosotros el colosal cono del Villarrica
(2.840 m), que es el Rucapillán de los ma-
puches: es decir, la Casa de los Espíritus.
De este verdadero Olimpo araucano se des-
prenden varios glaciares, como el de Pichi-
llancahue, cuya singularidad radica en os-
tentar un sorprendente color negro, porque
sus hielos aparecen teñidos por las cenizas
del Villarrica. Esta Ruta Verde concluye en
el mejor mirador sobre unas extensiones
glaciales teñidas por las sustancias volcáni-
cas. Un espectáculo excepcional que se en-
cuentra territorialmente adscrito a esta re-
gión de Los Ríos, comuna de Panguipulli. O LA CUMBRE HUMEANTE DEL VOLCÁN VILLARRICA (2.847 M) Y EL GLACIAR NEGRO DE PICHILLANCAHUE.

PE INFOVIAJE
UÊLOCALIZACIÓN se puede llegar en auto, por enero y febrero (por el efecto hor- monte; taguas, torcaza, carpinte-
Comun de Panguipulli
Comuna camino de ripio desde Coñaripe, a no de los campos de lava volcáni- ro negro, loro cachaña, cóndor y
23 kms de distancia); dentro del cos). Pero el verano es, sin duda, diversas aves rapaces y foresta-
UÊALTITUDES:
UÊALTITU
AL parque el camino se torna el mejor momento de aventurarse les; en cuanto al volcán Villarrica
Dentr
Dentro de esta Ruta Verde, máx. intransitable pero puede por estas alturas legendarias… (2.847 m), es uno de los más ac-
1.830 m, en la base del glaciar proseguirse en bicicleta (nuestra tivos de América, cuyas últimas
Pichi
Pichillancahue; mínima 600 m, en recomendación es hacerlo hasta el UÊVALORES NATURALES erupciones tuvieron lugar en
las termas de Vergara; el volcán cruce con el sendero Chinay- Un espeso bosque nativo cubre 1971 y 1984; su cráter humeante
Villarrica o Rucapillán alcanza los Challupén); el sendero, señalizado, las laderas inferiores del volcán aparece cubierto de nieves per-
2.847 m; la localidad de Coñaripe, hasta el glaciar Pichillancahue, se Villarrica, en su vertiente de Los petuas y por su cono escurren
a orillas del lago Calafquén, recorre exclusivamente a pie (en Ríos, con algunos retales intac- varios glaciares, como el Pichi-
a 200 m de altitud. invierno, esta Ruta Verde puede tos y algunas de las escasas ex- llancahue, de color negro a cau-
resultar una excelente idea para tensiones de araucarias consta- sa de la ceniza (se encuentra en
GPS 1 Termas Vergara/ punto de inicio del itinerario (en bicicleta)- 39°30'34.47"S/ 71°53'38.68"O
UÊDURACIÓN Y DISTANCIAS
UÊDURA recorrer con raquetas o esquís tables en la región de Los Ríos; recesión, como tantos otros gla-

Entre las termas de Vergara y
el po
portón sur de acceso al PN
Villarrica median unos 6 kms;
entre el portón mencionado y el
randonée…); esta Ruta Verde
requiere de unas 8 h, ida y retorno.
UÊMEJOR ÉPOCA
raulíes, robles, coigües y, en la
franja forestal superior, lengas y
ñirres; en tiempo de primavera y
verano, las flores silvestres cons-
PUNTOS GPS
ciares australes, pero su espesor GPS 2 Junto al río Llancahue- 39°30'52.44"S/ 71°52'4.32"O
sigue siendo notable.
GPS 3 A Termas Geométricas/ cruce río Pichllancahue- 39°30'27.52"S/ 71°51'31.94"O
UÊCÓMO LLEGAR GPS 4 Termas El Rincón/ cascada notable- 39°30'5.49"S/ 71°50'51.70"O

área interpretativa de donde sale
el sendero hacia el glaciar
Pichi
Pichillancahue hay aprox. 5,5 kms;
el sendero al glaciar, otros
3,3 kkms; en total, la Ruta Verde
propu
propuesta suma 14,8 kms que
puede
pueden recorrerse en bicicleta
hasta el portón de acceso al PN
ARAUCARIA
(ARAUCARIA ARAUCANA) Villarrica (hasta este punto también
Los índices de lluvia en el PN Villa-
rrica alcanzan los 5.000 mm anua-
les, principalmente concentrados
dentro del periodo mayo-septiem-
bre; el invierno trae intensas neva-
zones, con hasta 1,5 m de espe-
sor; por encima de la cota 1.000
m, las temperaturas pueden ser
sorprendentemente elevadas en
tituyen un valor botánico y pai-
sajístico relevante: añañucas, or-
quídeas de campo, mirchais de
flores amarillas, chauras, sene-
cios grises y el estoico brecillo,
capaz de crecer sobre los más
estériles suelos volcánicos; entre
la fauna: puma y guiña, zorro cul-
peo, pudú, coipo, monito de
De Valdivia a Coñaripe, por Lanco
y Lican Ray, son 156 kms, más
otros 23 kms hasta el acceso al
Parque Nacional Villarrica (por la
Ruta de las Termas).
UÊCARTOGRAFÍA
Instituto Geográfico Militar, escala
1:50.000, hojas ‘Pucón’ y ‘Liquiñe’.
GPS 5 Acceso al PN Villarrica/ límite de camino para vehículos a motor- 39°29'18.06"S/ 71°51'13.66"O
GPS 6 Cruce con sendero Challupín- Chinay (por los faldeos del volcán Villarrica)- 39°28'46.77"S- 71°51'14.73"O
GPS 7 Río Pichillancahue/ en el corazón del gran bosque de araucarias- 39°28'35.31"S/ 71°51'14.29"O
GPS 8 Área interpretativa/ límite recomendado de progresión en bicicleta/ inicio de sendero al glaciar Pichillancahue-
39°27'54.65"S/ 71°50'54.44"O
GPS 9 Punto panorámico relevante sobre diversos volcanes- 39°27'30.04"S/ 71°52'26.68"O
GPS 10 Mirador sobre el glaciar Negro o Pichillancahue- 39°26'37.19"S/ 71°53'44.08"O

PE RV/P30
Pichillancahue: el glaciar negro. Al volcán Villarrica, desde la región de Los Ríos /201
HITO HISTÓRICO-CULTURAL EN LA CIUDAD Y COMUNA DE RÍO BUENO

PEHHC30

Fortín de DETALLE DEL

San José de Alcudia (MN)

FOSO DEFENSIVO.

Una atalaya sobre el río Bueno

Juan Gabriel Pallarés y Yovanka Ovando/ Equipo Atlas IP (Fuente: Libro de fortificaciones históricas de Valdivia, de Alejandro Wagner) RETRATO DEL CAIQUE HUILLICHE CATIHUALA,
PARTICIPANTE EN EL TRATADO DE PAZ
DE RÍO BUENO DE 1789.

UN FORTÍN DE FINALES DEL S. XVIII:

PERSPECTIVA DESDE EL RÍO BUENO.

n el año 1793 se dio comienzo a
Como guarnición,
contaba con 40
soldados y 30 indígenas
"amigos", al frente
un comandante.
E la construcción de este fuerte,
bajo la dirección del ingeniero
militar Manuel Olaguier Feliú, al
frente de una mano de obra compuesta
por 40 presidiarios y varias decenas de in-
dígenas comprometidos con la pacificación
Fundado en 1743, fue de la comarca. El material utilizado, la pie-
declarado Monumento dra cancagua, era obtenida de una cantera
próxima al lugar. Su emplazamiento se de-
Nacional en 1927.
cidió a 400 m de otro fuerte anterior y,
cuando las obras concluyeron en 1795, el
resultado fue un recinto amurallado que
cerraba el acantilado fluvial sobre el río
Bueno, con dos medios baluartes, un foso
y acceso mediante puente levadizo. Como
guarnición, contaba con 40 soldados y
30 indios amigos, al frente de los cuales
estaba un comandante. En la actualidad el
Fortín de San José de Alcudia se mantie-
ne en buen estado de conservación, cons-
tituyendo, en opinión de los expertos, un
excelente ejemplo de fortificación colonial
de época tardía. Existe un proyecto, desa-
rrollado por la Dirección de Arquitectura
del Ministerio de Obras Públicas, que
plantea su restauración así como su ade-
cuación turístico-museográfica.
Desde el emplazamiento de este viejo for-
tín de San José de Alcudia, en la villa de Río
Bueno, la panorámica sobre el curso del río
homónimo resulta especialmente hermosa
y enigmática. El paraje, además, es rele-
vantemente histórico. Cerca de aquí tuvo
lugar la batalla de Río Bueno, en 1655, que
puso término a las malocas o razias lleva-
das cabo por los soldados españoles de la
plaza de Valdivia sobre los indígenas huilli-
ches, para capturarlos y venderlos como
esclavos. En aquella acción fueron vencidos
los hermanos Salazar, cuñados del gober-
nador Acuña, que eran los principales es-
clavistas en estas tierras del sur. Tras el
acontecimiento, el rey de España decreta-
ría en 1658 el fin de la llamada esclavitud
cobriza o de indios bravos en la zona.
En 1778 se fundó aquí también, previa-
mente, la misión de San Pablo de Río Bue-
no, por los padres franciscanos Antonio
Castellanos y Francisco Javier Alday. Pero
cuando el alzamiento indígena de los caci-
ques Queipul y Futañirre, los indígenas
metieron fuego a la misión el 23 de sep-
tiembre de 1792, asesinando al misionero
Cucao y al correo real Mole, raptando ade-
más a dos mujeres y varios niños de entre
Q Más de 1.000 kms
cabalgó el cacique Queipul para
conseguir la paz
los colonos. Ante estos hechos, los vecinos
de la plaza de Valdivia, temiendo un le-
vantamiento general indígena, despacha-
ron tropas coloniales apoyadas por un nu-
trido grupo de indios leales los cuales, al
mando del capitán Figueroa, en una serie
de durísimas acciones, sofocaron a sangre
y fuego aquella rebelión huilliche.
Como consecuencia, el cacique Queipul hu-
yó desde Río Bueno hacia las pampas de al
otro lado de la Cordillera, por el llamado
boquete del Ranco (que es el actual paso de
Collado Hermoso) y cabalgó hasta Santiago
para pedir la paz ante el padre del futuro li-
bertador de Chile, el entonces gobernador
colonial don Ambrosio O'Higgins. De este
modo, el cacique Juan Queipul conseguiría
ser nombrado Gobernador de los indios del
río Bueno, retornando así la paz a la zona.
Una paz, en cualquier caso, que supuso un
nuevo avance blanco sobre las tierras indí-
genas, con la apertura del Camino Real de
Valdivia a Chiloé, la refundación de Osorno
y el establecimiento del fortín de San José
de Alcudia en 1793, declarado Monumento
Histórico Nacional en 1927 y cuyos muros
de piedra cancagua siguen evocando tales
historias. Q

PE HHC30
Fortín de San José de Alcudia (MN). Una atalaya sobre el río Bueno /203
PE RV/P31
Por el antiguo
ramal ferroviario
Entre Malalhue y Panguipulli
LA ANTIGUA PLATAFORMA, A TRAVÉS DE FUNDOS AGRÍCOLAS.
esde la cumbre del cerro Chin-
D quihuincul (630 m) la panorámi-
ca resulta grandiosa y, además,
geográficamente apasionante.
Una profunda orla de bosque nativo, que el
otoño tiñe de un intenso color rojo-anaran-
jado, recubre sus laderas. Por el oriente, la
perspectiva vuela espléndida sobre la ciu-
dad de Panguipulli y sobre el azul del lago
homónimo, con las cumbres volcánicas del
Villarrica (2.840 m) y del volcán Mocho-
Choshuenco (2.415 m) a modo de perfecto
telón de fondo. A contramano, un río hu-
milde, el Leufucade, corre en dirección con-
traria al lago prefiriendo apuntar hacia el
oeste. Nos encontramos, en efecto, sobre
la misma divisoria hidrográfica entre dos
sub-cuencas valdivianas, la de los llamados
Siete Lagos y la del río Cruces. Sobre nues-
tra cabezas, majestuosa, trazando grandes
círculos, vuela una pareja de grandes águi-
EL RÍO LEUFUCADE, CRECA DE MELEFQUÉN. las chilenas.
Propuesta de adecuación ecoturística: antes y después
APROXIMACIÓN A LA CURVA DE LA GUITARRA, CERCA DE PANGUIPULLI.
PASANDO POR MALALHUE.
Por el antiguo ramal ferroviario. Entre Malalhue y Panguipulli
Hasta 1850 el territorio de la actual comuna
de Panguipulli pertenecía administrativa-
mente al distrito de la Mariquina y se en-
contraba en su mayor parte inexplorado.
Una tierra ancestral mapuche-huilliche que
recibió como primer colono huinca, en
1885, al alemán Guillermo Angermaier, pre-
cursor de otros colonos vasco-franceses
que se asentarían en el lugar durante las
décadas de 1910-20. En 1903, en estas ribe-
ras lacustres, se instaló la Misión Capuchi-
na; pero hasta 1947 Panguipulli no se cons-
tituyó como municipio cuando comenzó la
explotación intensiva del los bosques nati-
vos de la parte precordillerana de Neltume.
Entonces, el acarreo de madera se disparó
en la zona y una flotilla de vapores (como el
venerable Enco) comenzó a operar entre
Panguipulli y Choshuenco, Un mal camino
de tierra era el que unía por entonces esta
localidad con el ferrocarril troncal en Lanco.
Solo en 1961, el ramal ferroviario Lanco-
Panguipulli entró en operación definitiva.
Fue este el último de los ramales construi-
dos sobre la pujante red ferroviaria chilena
de aquellos años, la más completa de Lati-
noamérica. De vida efímera, en 1980 se ce-
rró al servicio; y en la década de 1990 sus
rieles fueron vendidos como chatarra a una
empresa japonesa. Pero su faja-vía continúa
inscrita, en su mayor parte, como propie-
dad fiscal. Una circunstancia que facilitaría
significativamente su reconversión como ci-
clovía ecoturística multiuso. Entre las anti-
guas estaciones de Malalhue y de Panguipu-
lli, nosotros hemos recorrido recientemente
otros 29 kms de este ramal, apto para su
recorrido a pie, a caballo o en bicicleta. Y
hemos levantado planos acerca de cómo
podría transformarse en base a una acción
de las denominadas conversiones rail-to-
trail. Una Ruta Verde a Panguipulli que re-
sulta hoy no solo una realidad factible, sino
de enorme proyección dentro de una estra-
tegia de turismo para la Región de Los Ríos.
PE RV/P31
/205
206/ PE RV/P31
Por el antiguo ramal ferroviario. Entre Malalhue y Panguipulli

QUIQUE
(GALICTIS CUJA)

PENÍNSULA PUYUMÉN, abandonar momentáneamente el recorrido

EN EL LAGO PANGUIPULLI.
ex-ferroviario para enlazar con el camino
ripiado que lleva hasta la playa Chauquén,
en el istmo de la península lacustre de Pu-
yumén. Accederemos así a un mirador ha-
bilitado en otro lugar de espectacular be-
lleza. Más tarde, de nuevo sobre la antigua
vía férrea, la llegada definitiva a Pangupi-
pulli la verificaremos donde la antigua es-
tación de tren local, hoy reconvertida en
terminal de buses. En cuanto al galpón fe-
rroviario inmediato, ha sido sido reconver-
tido como Mercado-Museo, en cuya entra-
da se ubica la Feria Artesanal Weney Mapu,
con sus 22 módulos de venta coordinados
desde la Asociación Silvo-Agropecuaria de
Panguipulli. Este es el mejor colofón, sin
duda, para el viajero en bicicleta sobre los
antiguos rieles de viejo ramal ferroviario
entre Lanco y Panguipulli. O

Entre la antigua estación de Ailyn y la locali- sorpresa de un retal bien conservado de

dad de Malalhue el trazado es rectilíneo y
despejado, perfectamente factible en bici-
cleta. Cerca del camping rural Los Robles
cruzaremos el río Leufucade en un bello pa-
raje. Al este de Malalhue, otro puente nos
permitirá cruzar el estero Huillilelfún, pero
el boscaje reducirá el paso a un simple sen-
dero angosto. Esta misma dificultad al paso
de las bicicletas (pero no al paso peatonal)
volverá a manifestarse entre las inmedia-
ciones de la antigua planta de Louisiana Pa-
cific, en Lliuco, y la localidad de Melefquén;
y entre el fundo Chinquel y un poco más
allá de la localidad de Huellahue. En Chin-
quel lo recomendable será desviarse para
acceder a la cumbre ya mencionada del ce-
rro Chinquihuincul (3 kms, solo ida). Dos ki-
lómetros antes, otro desvío nos podrá llevar
(en 3 kms de bicicleta, solo ida) hasta las
orillas del estero Mañedehue, donde se lo-
caliza el fundo Melefquén: nos reservará la
bosque nativo.
Será a la altura del pequeño núcleo de Pal-
quín cuando iniciemos propiamente el des-
censo definitivo hacia el lago Panguipulli. La
traza de la antigua vía férrea nos hará pa-
sar solo al filo del núcleo urbano de Pangui-
pulli, pero sin adentrarnos todavía en su red
urbana. En efecto, para salvar el desnivel
acentuado, los constructores del ferrocarril
debieron planificar un tendido de unos
7 kms de rieles para solucionar los tan solo
500 m lineales de aproximación final (pero
en acentuado en desnivel) hasta el centro
de Panguipulli. El resultado, en cualquier
caso, generó el sector ecoturísticamente
más atractivo de todo el recorrido, conocido
como la Curva de la Guitarra, con inolvida-
bles panorámicas sobre la isla Panguipulli y
sobre los sectores septentrionales del lago.
A la altura de dicha Curva de la Guitarra,
complementariamente, recomendamos
UN ALTO EN LA QUESERÍA CHAUQUÉN.

PE INFOVIAJE
UÊLOCALIZACIÓN 8 h, combinando recorridos a pie en las laderas del cerro Vuelta de la Guitarra; el mirador mapuches-huilliches productoras
Comunas de Lanco y Panguipulli. y en bicicleta (si la ciclovía fuese Chinquihuincul, en varios puntos de playa Chauquén; la costanera artesanales y 22 módulos de
una realidad, el tiempo de de las riberas del lago Panguipulli; de Panguipulli; la iglesia de la venta; actualmente relocalizada GPS 1 Puente ferroviario sobre el río Leufucade en Malalhue-

UÊRANGO DE ALTITUDES
Max.: 237 m; mín.: 0 m.
UÊDURACIÓN Y DISTANCIAS
35 kms, entre la estación Aylin y
el núcleo urbano de Panguipulli
(de Aylin a Malalhue, 8 kms; de
Malalhue a Melefquén, 7 kms; de
Melefquén a Huellahue, 7 kms; y
de Huellahue a Panguipulli,
13 kms); desvío Chinquel-Cerro
Chinquihuincul, 6 kms i/v; desvío
a Fundo Melefquén, 6 kms i/v; y
desvío Vuelta de la Guitarra a
Mirador Playa Chauquén, 5 kms
i/v; en total, incluyendo los tres
desvíos propuestos, son 52 kms
ENTRE MELEFQUÉN Y HUELLAHUE. para los que hay que contar unas
recorrido en bicicleta se reduciría
entre Aylin y Panguipulli se
reduciría a unas 3 h, sin contar
desvíos).
UÊMEJOR ÉPOCA
Las tonalidades del bosque, en
otoño, resultan memorables; en
cualquier caso, es una ruta verde
factible todo el año.
UÊVALORES NATURALES
La divisoria hidrográfica entre las
sub-cuencas valdivianas del río
Cruces y los Siete Lagos; notables
retales de bosque nativo
(siempreverde, coigües, raulíes,
robles) en el fundo Melefquén,
tres islas lacustres: Panguipulli;
Guape; y el islote de Puyumén; los
paisajes sobre el lago Panguipulli;
entre la fauna, puma, güiña, pudú;
aves acuáticas, con numerosas
taguas y presencia de cisne de
cuello negro; aves rapaces.
UÊMONUMENTOS DEL HOMBRE Y
PUNTOS DE INTERÉS
La plataforma ferroviaria en
desuso, bien conservada en su
continuidad (potencial vía verde);
la antigua estación ferroviaria y
anejos en Panguipulli (actuales
terminal de buses y mercado
artesanal); sectores relevantes del
antiguo trazado, como la llamada
antigua Misión Capuchina; el
centro cultural La Casona.
UÊCÓMO LLEGAR
La carretera 203 de Lanco a
Panguipulli discurre en paralelo y
se intercruza en varios puntos
con el trazado de la antigua vía
férrea: desde ella podremos
acceder a los puntos
interconectados con la propuesta
Ruta Verde.
UÊFERIA ARTESANA WENEY MAPU
Promovida por la Asociación Silvo
Agropecuaria de Panguipulli, la
denominada Feria Artesanal
Weney Mapu agrupa a 39 familias
junto a la antigua estación
ferroviaria local y actual terminal
de buses; funciona cada día del
año y ofrecen hortalizas de huerto,
quesos, dulces, harinas tostadas,
catutos, flores, plantas
medicinales y una variada muestra
de artesanía local (artículos de
lana, tapices, mantas, cestos de
mimbre, tallas en madera,
bosques). Probablemente, es uno
de los mejores puntos artesanos
en la Región de Los Ríos.
UÊCARTOGRAFÍA
Instituto Geográfico Militar,
escala 1:50.000, hojas ‘Malalhue‘
y ‘Panguipulli’.
PUNTOS GPS
39°32'44.71"S/ 72°30'14.03"O
GPS 2 Cruce con camino de Lanco a Panguipulli- 39°33'4.64"S/ 72°29'32.87"O
GPS 3 Antigua estación de Melefquén- 39°34'32.48"S/ 72°26'26.82"O
GPS 4 Fundo Cuncumén/ cultivos de arándanos- 39°35'26.12"S/ 72°24'23.69"O
GPS 5 Cerro Chinquihuincul/ punto panorámico- 39°36'32.77"S/ 72°24'9.68"O
GPS 6 Cruce sobre el camino de Lanco a Panguipulli, sobre puente ferroviario-
39°35'43.84"S/ 72°23'44.00"O
GPS 7 Quesería Chauquén- 39°35'58.41"S/ 72°22'44.32"O
GPS 8 Huellahue- 39°36'11.47"S/ 72°22'26.15"O
GPS 9 Estero Anueraque- 72°21'18.32"O/ 39°36'49.76"S
GPS 10 Panguipulli alto y cruce carretera de Panguipulli a Los Lagos-
39°38'40.36"S/ 72°20'45.03"O
GPS 11 Desvío a playa Chauquén (Lago Panguipulli, bahía del Peligro)-
39°39'47.09"S/ 72°19'8.40"O
GPS 12 Playa Chauquén (Lago Panguipulli, bahía del Peligro)-
39°40'43.92"S/72°18'22.62"O
GPS 13 La Vuelta de la Guitarra/ punto panorámico sobre el lago de Panguipulli-
39°39'54.57"S/ 72°19'1.34"O
GPS 14 Panguipulli/ Mercado Artesanal/ fin de itinerario-
EN LA FERIA ARTESANAL WENEY MAPU. 39°38'38.98"S/ 72°20'9.77"O

PE RV/P31
Por el antiguo ramal ferroviario. Entre Malalhue y Panguipulli /207
HITO HISTÓRICO-CULTURAL EN LA CIUDAD DE VALDIVIA

PEHHC31 CASA COMMENTZ-HOFFMANN

Calles General Lagos-Yungay (ZT) e

iglesia de San Francisco (MN)
Notables edificios de la tradición valdiviana
Jimena Jerez Bezzenberger, Antropóloga, y Equipo Atlas IP
IGLESIA DE SAN
FRANCISCO.

En Valdivia, todo el sector urbano vinculado a las

calles General lagos y Yungay, y comprendido entre
las de Lautaro y Miraflores, fue declarado Zona
Turística en 1991. En cuanto a la Iglesia de San
Francisco (calle Yerbas Buenas esquina Vicente
Pérez Rosales) se decretó Monumento Histórico
Nacional en el año 2007. Desde seis décadas antes
(1926) otro Monumento Histórico ya aparecía
inscrito en esta zona: el colonial Torreón de los
Canelos, o de Cantarranas.

V
aldivia posee una planta
urbana que sufre de abrup-
tos e insospechados vuelcos
que desconciertan al visitan-
te. Así, la calle Yungay se convierte desde
el Torreón de los Canelos, en General
Lagos. Su trazado puede rastrearse desde
la fundación misma de la ciudad en 1552
bajo los nombres del Manzano o
Manzanito y Los Canelos. Es en esta
esquina que los holandeses construyen su
fuerte en la breve ocupación de 1643.
Más abajo, donde estaba la cárcel vieja, la
desaparecida laguna de San Antonio deja
paso a los Barrios Bajos, tradicional
barrio obrero de las desaparecidas fábri-
cas y astilleros, cuyo nombre deriva de la
circunstancia topográfica de encontrarse
por debajo del nivel del mar. El Torreón
de Cantarranas o de los Canelos, fortifi-
cación colonial de inspiración andaluza,
proteger la ciudad de los alzamientos en
el siglo XVIII. La iglesia San Francisco,
mirando por calle Yerbas Buenas, está
construida sobre el mismo sitio donde
estuvo la antigua iglesia y convento.
Descubiertas tras el sismo de 1960, cue-
vas y túneles secretos cruzan subterrá-
neamente hacia las monjas, recordándo-
nos que bajo la ciudad actual existe otra
ciudad. En este espacio también se reco-
noce lo que en la espiritualidad mapuche
se llama renü o tafü, un portal o vórtice,
entrada a otra dimensión que es también
el nombre con que se designa a la autori-
dad originaria que resguarda estos cono-
cimientos.
Bordeando el río Valdivia el eje caminable
baja hasta terminar en calle Miraflores,
donde se encuentra el Campus de
Ingeniería de la Universidad Austral de ACTUAL CONSERVATORIO DE MÚSICA/FOTO HISTÓRICA
Chile, que fuera anteriormente la acla-

Q Un conjunto urbano de gran valor

forma un eje transversal hacia el antiguo
convento Franciscano, marcando así el
límite de la antigua ciudad amurallada.
Según la tradición valdiviana, el fantasma
de Tomás de Figueroa, quien estuvo preso
en el Torreón del Barro o Picarte, la otra
puerta de acceso, aún arrastra por acá
sus cadenas, cuando cae la noche.
El Muro de Duce se iniciaba en la Peña,
junto al río (actual calle Orella). Este
muelle, existente desde el siglo XVI, es
desde el que zarparon los pocos sobrevi-
vientes a la destrucción de la ciudad
cuando el levantamiento del cacique
Pelantaro en 1599. El desnivel insinúa
dicho muro o Cerca de Duce, destinado a
mada Universidad Técnica del Estado.
Antes, donde se encuentra Ingeniería
Naval, fue el teatro que la recordada
Marilita Haverbeck, algo así como nuestra
Lady Di local, puso a los trabajadores. Su
historia queda sólo en el recuerdo de las
ancianas pues ya nada queda de aquella
suntuosa mansión, salvo el techo de
cobre, que ella mandaba a pulir todos los
veranos para que resplandeciera llaman-
do la abundancia a la ciudad y que es
actualmente el techo de la Ilustre
Municipalidad. Más abajo sigue el sector
Arica, con casas tradicionales, museos y
donde estaba el cruce para ir a la costa y
la playa de Las Mulatas, donde las fami-
lias solían ir a bañarse y cuyo nombre da
testimonio de la presencia invisibilizada
de afrodescendientes en la ciudad.
Fue en este privilegiado escenario de bor-
histórico y patrimonial, perfecto
de-río que las familias inmigrantes alema-
nas del siglo XIX se establecieron, conser-
resumen del devenir
vándose aún muchas de las casas y man-
siones de madera y mampostería de lata
de la ciudad al paso del tiempo
que los albergaron, testigos de la opulen-
cia industrial del puerto. Palacios construi-
dos en maderas nobles como lingue, raulí,
roble pellín aún sobreviven 150 años des-
pués, a pesar de los incendios, constitu-
yendo un conjunto arquitectónico uni-
forme de gran valor histórico y patrimo-

PE HHC31
Calles General Lagos-Yungay (ZT) e iglesia de San Francisco (MN). Notables edificios de la tradición valdiviana /209
HITO HISTÓRICO-CULTURAL
ACTUAL HOTEL NAGUILÁN, EN EL QUE FUE EDIFICADA DE
LA NAVIERA HAVERBECK & SKALWEIT.
nial. En 1991 es declarada Monumento
Nacional, como Zona Típica por el
Ministerio de Obras Públicas de Chile. El
recorrido puede hacerse a pie, en bicicleta
o en locomoción pública en las líneas 1, 2 y
3. Frente a algunas de las casonas patri-
moniales hay placas explicativas para
hacer del recorrido una visita más infor-
mada y amena.
Entre los ejemplos destacados aparece el
Centro Cultural El Austral, ubicado en una
hermosa casona con vistas al río construida
en la década de 1880 por Pablo Hoffmann
Marschhaussen. Se conoce como casa
Martens-Hoffmann. por el matrimonio de
Gertrudiz Hoffmann con Ernesto Martens,
fundador de la Cía. de Teléfonos y Director
del Colegio Alemán. También la Casa de
Camilo Henríquez, en la que nació, en
1779, aquel sacerdote quien fuera uno de
los líderes de la Independencia de Chile,
fundador del primer periódico nacional, La
Aurora de Chile y diputado y senador en los
primeros tiempos de la joven Républica.
Fue procesado siendo joven en juicios inqui-
sitoriales debido a su afición por leer libros
EN LA CIUDAD DE VALDIVIA
CASONA EN CALLE GENERAL LAGOS.
Q La conservación patrimonial en la
ciudad de Valdivia constituye un
reto prioritario para sus
responsable municipales
prohibidos, como El Contrato Social, de
Rousseau. Funcionó aquí el diario Correo de
Valdivia, fundado en 1895, que en sus pági-
nas retrata la sociedad valdiviana por casi
una centuria. La casa actual fue reconstrui-
da en hormigón en la década del 1930.
Actualmente funciona en ella el Segundo
Juzgado del Crimen.
La esquina con calle Yerbas Buenas,
donde se encuentra la Dirección de
Extensión de la Universidad Austral de
Chile, es asimismo muy interesante ya
que mirando hacia el río, conduce hacia
OTRA CASONA
EN LA CALLE La Peña, antiguo lugar de balseo hacia la
GENERAL LAGOS, Isla Teja y muelle desde donde huyeron
CONVERTIDA EN
HOTEL los pocos sobrevivientes a la gran des-
BOUTIQUE.
Calles General Lagos-Yungay (ZT) e iglesia de San Francisco (MN). Notables edificios de la tradición valdiviana
trucción de la primera Valdivia por los
mapuches, en 1602. Resguardaba el
estratégico punto el Torreón, enorme
pieza de ajedrez en el sistema defensivo
español del estuario del río Valdivia,
aquella Llave del Mar del Sur, como se le
conocía desde su refundación en el siglo
XVII. En este lugar estaba el límite de la
ciudad amurallada.
Hacia el Este y bordeando el mencionado
Muro de Duce está la Iglesia y ex-conven-
to de San Francisco, con su gran jardín en
medio de la ciudad (frente por frente del
café La Última Frontera, una de las mejo-
res picadas del Sur). La Iglesia es
Monumento Nacional y destaca por sus
vitrales y por el toque de la campana que
llama a misa diariamente a los habitantes
de la ciudad. Río abajo calle Ernesto
Riquelme aparecen diversas casonas ale-
manas forradas de latón, con diseños
característicos; se han instalado en ellas
colegios, o el hogar estudiantil Santa
Virginia de la Universidad Austral. En esta
cuadra hacia atrás se ubicaba la antigua
cárcel local.
En cuanto a la casa Pausenberg, fue cons-
truida a comienzos de 1900 y es ahora un
hostal turístico, con sus 3 pisos y doble
escalera. Al frente se encuentra el Club de
Remeros Arturo Prat, fundado el 3 de
noviembre de 1888 en recordatorio del
combate naval de Iquique, un enclave tra-
dicional del deporte valdiviano que ha
entregado importantes triunfos al país,
incluidas medallas olímpicas, y ha formado
generaciones de hombres y mujeres que
han aprendido la disciplina deportiva en el
silencio ritual del río.
En las instalaciones de la Universidad San
Sebastián llaman la atención enormes
árboles de larga data, entre ellos una arau-
caria o pewén de sabroso piñón vigorizan-
te, ese milenario árbol sagrado para los
pewenche de la Cordillera. La casona del
fondo, donde funcionó un hotel, y que ha
sido completamente remodelada en su
interior, fue construida en su mayor parte
de madera de lingue. Una gran chimenea
de 48 metros de altura resalta en el paisa-
je, construida en 1919 es un mudo testigo
de la relevancia industrial del barrio, del
que hoy apenas quedan estos vestigios.
Calle General lagos adelante, aparecerá el
singular edificio del Hotel Naguilán, con
vista al río, ubicado en las antiguas ofici-
nas de la Sociedad Naviera Haverbeck y
Skalweit S.A., tan vinculada a la época de
esplendor del puerto de Corral. Todo este
sector posee una gran belleza en conjunto,
marcado por enormes encinos y antiguas
casonas de madera en la tibieza de un
barrio muy tradicional.
Valdivia es una ciudad universitaria de
larga tradición y en ella los espacios así se
conciben. El Campus Miraflores de la
Facultad de Ingeniería de la Universidad
Austral de Chile posee parques, muelle, y
una salida hacia el sector Regional. Destaca
el antiguo teatro donde se encuentra
Ingeniería Naval. Como Universidad
Técnica del Estado fue intervenida durante
el Golpe Militar de 1973 y allí mismo fueron
quemdos los libros de su biblioteca como
parte de la represión. Más abajo continúa
calle Miraflores y el Sector Arica, en direc-
ción a antiguas poblaciones que mantie-
nen todavía un cierto aire semi-rural hasta
llegar a Las Mulatas o enlazar con el cami-
no a Angachilla. Q
PE HHC31
/211
PE RV/P32
San Pablo de Trewá
Bosques remotos
PLAYA COIHUECO, PUNTO DE PARTIDA DE ESTA RUTA VERDE.
EL PORTÓN DE ACCESO AL FUNDO SAN PABLO DE TREWÁ.
E
n los catastros internacionales
que se ocupan de la determina-
ción y el seguimiento de las por-
ciones ambientalmente más va-
liosas del planeta aparece, con letras ma-
yúsculas, un sector poco frecuentado de
la comuna de Panguipulli: el enmarcado
geográficamente entre los lagos Calaf-
quén y Pullinque, por el N; los lagos Pe-
llaifa y Neltume, por el el E; y el lago Pan-
guipulli, por el S y por el O.
Se trata del Área Pre-Cordillerana ‘Tre-
wá- Releco/ Puñir-Lingoico’, una unidad
de conservación futura cuya superficie
de conjunto supera las 40.000 has y en
cuyo centro se localiza una gran laguna,
la de Gualalafquén. Los criterios que jus-
tifican la demanda internacional de pro-
tección estriban en sus dilatadas exten-
siones de bosque nativo en excelente es-
tado de conservación al igual que su fau-
na, gea y paisajes asociados. Sin duda,
esta es una de las joyas naturales en la
Región de Los Ríos.
La mayor parte de este valioso territorio
aparece inscrito a nombre de propietarios
privados. La más extensa de estas propie-
dades es el denominado fundo Releco-Pu-
UNO DE LOS MEJORES SECTORES DE BOSQUE NATIVO EN LA REGIÓN DE LOS RÍOS.
SUBIENDO POR EL CAMINO A RELECO Y TREWÁ: EL LAGO PANGUIPULLI, AL FONDO.
Conservación, investigación y
ecoturismo
L a comunidad internacional se manifiesta cada vez más atenta y determinada a fa-
vor del tema ambiental, especialmente en cuanto a la utilización sustentable de los
recursos naturales. La sociedad chilena no se encuentra ajena a este comportamiento
y uno de los recursos renovables que concita mayor interés es el bosque nativo, con
sus múltiples valores, bienes y servicios asociados.
En la actualidad, ya no se considera al bosque nativo como un mero productor de me-
tros cúbicos maderables, sino como un ecosistema irremplazable del que dependen
los recursos hídricos, los suelos y la estabilidad atmosférica, además de la protección
de la biodiversidad, los valores estéticos y recreacionales, la propia esencia de las co-
munidades nativas originarias y, definitivamente, la potenciación turística del territo-
rio. Unas circunstancias especialmente relevantes en la región de Los Ríos.
En este sentido, San Pablo de Trewá cumple un cometido ejemplar. Con sus 2.184 hectá-
reas de bosque nativo de tipo forestal Coigüe-Raulí-Tepa (principalmente) y ‘con caracte-
rísticas únicas que le dan un enorme valor de conservación para el país’, según CONAF,
se gestiona según un Plan de Manejo, moderno y zonificado, que constituye ya un mode-
ñir, de la empresa Forestal SA, cuya su- lo a seguir por otros propietarios de selva valdiviana tanto públicos como privados.
perficie supera las 25.295 has. Pero la jo- San Pablo de Trewá es el único predio de la Universidad Austral de Chile ubicado en la
ya escondida del sector se llama, sin duda Cordillera de los Andes. Recibido en donación en 1972, sufrió durante esos años ocu-
alguna, San Pablo de Trewá (castellaniza-
paciones irregulares que dañaron su cobertura forestal, principalmente sobre su
cuarto más occidental. La dificultad de acceso, sin embargo, protegió de aquellas
ción del topónimo original mapuche de
talas en desorden sus tres cuartas partes orientales, que permanecen en su mayor
Trewá), un fundo propiedad de la Univer- parte en estado vírgen. Conservación, investigación y, en un futuro, turismo susten-
sidad Austral de Chile cuya gestión corres- table constituyen las claves de este fundo modélico, según su director-responsable,
ponde al Centro Experimental Forestal Felipe Leyva, del Centro Experimental Forestal (CEFOR) de la Facultad de Ciencias
(CEFOR) de la Facultad de Ciencias Fores- Forestales de la UACH.
tales de dicha universidad.
Este es el destino de esta Ruta Verde, que
iniciamos en el lago Panguipulli. El proble-
ma con el que nos encontramos, al reco-
rrerla, es que el histórico y tradicional acce-
so a San Pablo de Trewá (por el camino ve-
cinal hacia Releco) se encuentra actualmen-
te cerrado según decisión de la gerencia del
fundo Releco-Puñir. A pesar de las reclama-
ciones de las comunidades nativas colin-
dantes y de la opinión de la propia UACH.
La Ruta Verde a San Pablo de Trewá co-
mienza, en cualquier caso, en una pe-
queña playa del lago Panguipulli, la de
Coihueco. Hasta este rincón lacustre se
puede llegar bien por vía náutica desde
Panguipulli puerto, bien por la carretera
internacional a Choshuenco y el paso
Huahum. En este punto preparamos INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA "EN ALTURA": DESCENDIENDO EN RAPEL DESDE LA CÚPULA FORESTAL.
PE RV/P32
San Pablo de Trewá. Bosques remotos /213
214/ PE RV/P32
San Pablo de Trewá. Bosques remotos

LA CUMBRE DEL VOLCÁN VILLARRICA SURGE, POR EL N, ENTRE LA ESPESURA FORESTAL.
nuestras bicicletas plegables Brompton y
comenzamos a ascender en dirección N
por el camino vecinal ripiado cuya señali-
zación indica ‘a Releco, 18 kms’ . La ruta
no presenta dificultad y según gana alti-
tud reserva algunas panorámicas impre-
sionantes sobre el lago Panguipulli.
Atravesamos tierras de la comunidad indí-
gena Cayumapu; descendemos al valle
abrupto del río Nontué; y alcanzamos un
segundo puente en el camino, por el que
cruzamos el río Mañío. Es entonces cuan-
do nos encontramos con el doble obstácu-
lo: por un lado, la interdicción sobre la
servidumbre de paso histórica a San Pablo
de Trewá, por parte del fundo Releco; y
por otro, con la delicada situación de la
pasarela que salva el río Panco, a causa
de las crecidas fluviales estacionales. Lo
que genera, con frecuenci, la incomunica-
ción entre las comunidades indígenas de
Cayumapu y de Ranguintuleufu, situadas a
uno y otro lado del río Panco.
El otro acceso hacia Trewá es por la carre-
tera de Panguipulli a Coñaripe, tomando
un desvío poco despues del sector Pullin-
que, en dirección al puente Chochif y el río
Ranguintuleufu. Tanto a partir del río Pan-
co como del referido puente sobre el Ran-
guintuleufu, son 8 kms (unas 3 h) los que
nos separan de la casa forestal de San Pa-
blo de Trewá. Pedalearemos hacia allí por
un camino que nos introduce progresiva-
mente en unas extensiones del tipo fores-
tal coigüe-raulí-tepa. Las desordenadas
ocupaciones de fundos, ocurridas durante
los primeros años de 1970 en la zona, de-
jaron unas heridas importantes en esta
cobertura forestal, de las cuales el paisaje
todavía se encuentra recuperándose.
Son tres, esencialmente, los recorridos
que permiten al visitante explorar la re-
serva forestal en cuestión, a partir de la
casa forestal de Trewá. Aquí es donde ha-
bita Juan Ávila, el guardaparques de la re-
serva, el mejor conocedor de los parajes.
Fue en 1986 cuando a Juan Ávila le desti-
naron, en la Universidad Austral, a sus ta-
reas en San Pablo de Trewá, en sustitu-
ción del anterior guardaparques. Aunque
ha pasado desde entonces ya más de un
cuarto de siglo, Juan recuerda todavía con
precisión como fue su llegada a caballo,
acompañado por su mujer y sus dos hijas,
por el camino tradicional a través del fun-
do colindante Releco-Puñir (hoy cerrado a
pesar de su larga tradición de servidum-
bre de paso). Se trató de una larga jorna-
da a través de los bosques hasta descu-
brir su lugar de destino, perdido en mitad
de la naturaleza. Tan solitario sintieron el
lugar entonces que sus tres mujeres ‘lo
pasaban llorando de melancolía todo el
día, durante varias semanas’. Hoy ellas vi-
ven en Valdivia mientras Juan continúa
como único habitante en la soledad de es-
añas, sin salir de Trewá ‘solo unaa
tas montañas,
vez por cada mes vencido’.
En compañíañía del guardapar-
ques Juan, el primer reco-
rrido quee debemos abor-
dar en Sanan Pablo de
Trewá debee ser el
a, a través
que lleva,
astos que
de los pastos
enmarcan el curso
del río Panco, has-
ta el paraje de los
Cipreses . Un her-
moso curso so fluvial
de montaña,ña, serpen-
teante, cuyas aguas límpi-
en enlazando perfectos y profun-
das fluyen
dos pozones,
nes, nos servirá de referencia. A
lo largo de él, un sendero sin dificultad
permitirá disfrutar
sfrutar al caminante de este
COIGUE (NOTHOFAGUS DOMBEYI)
entorno así como de las perspectivas que
se abren sobre el dosel de bosques cir-
cundantes y las paredes rocosas del cerro
Lingoico (1.511 m, que cierra el panorama
por el oriente). Al cabo de menos de 2
kms se encontrará, así, con un espléndido
manchón de cipreses de las Guaitecas
(Pilgerodendrum uviferum), una especie
que aquí sitúa el límite máximo, por el
norte, de su distribución geográfica a ni-
vel mundial.
El segundo itinerario por San Pablo de
Trewá será, posiblemente, el más emble-
mático. Su desarrollo es de aproximada-
mente 4 kms. Al igual que el anterior,
arranca de la casa forestal de Trewá, para
encaminarse en primer lugar por una es-
trecha huella a través de bosque de reno-
val, hasta el denominado Refugio de los
Profesores. Aquí existe un coq
coqueto alber-
gue de montaña, de techos inclinados
in di-
señados para resistir las fuerte
fuertes acumu-
niev invernal
laciones de nieve
que caracterizan la zona,
desde cuyo eemplaza-
miento las vvistas no
pueden resultar
más memo
memorables:
se trata de una de
las mejores
mejo pano-
rámicas sobre el aquellas ocupaciones en anarquía que tu- bosque, del árbol monumental al que se Será únicamente en tiempo de verano el cerro Trewá (1.310 m) para, antes de al-
volcán Villa
Villarrica, que vieron lugar durante los primeros años de conoce como el Coigüe Presidente… Este cuando pueda acometerse el tercer reco- canzar esta última referencia, descubrir
aparece con su cúspide 1970, cuando el entonces denominado enorme ejemplar de Nothofagus dombeyi rrido por San Pablo de Trewá. En realidad, un espléndido y extenso sector de lengas
de nieves eternas dominando
do Complejo Maderero Panguipulli. Es a tra- más de 50 m de altura y 12,60 m de perí- se trata de una continuación del anterior, (Nothofagus pumilio) en estado incólume.
los bosques intactos de este sector vés de porciones de bosque nativo intacto metro de tronco (cuyo interior se encuen- a partir del emplazamiento del Coigüe Otro sector más de bosque mágico, remo-
precordillerano. que nuestros pasos progresarán, a favor tra parcialmente hueco, como la caverna Presidente. La huella, en este caso, no se to, testimonio mudo de cómo fueron, has-
Bosques intactos, vírgen
vírgenes todavía de un sendero y dos puentes en madera de un templo sagrado) marca el límite encuentra habilitada y consiste en un mí- ta la llegada de la colonización en el siglo
sobre un 80% de su exten
extensión, sal- (que el propio Juan Dávila abrió con es- verdadero con la selva virgen. Más allá de nimo trazado que solo con ayuda de Juan XIX, estas selvas valdivianas andinas nati-
vados gracias a las prop
propias dificul- fuerzo prioritario hace pocos años), en su emplazamiento nunca alcanzó el hacha Ávila puede llegar a resolverse. Discurre vas. San Pablo de Trewá es, sin duda, el
tades orográficas del te terreno de busca del gran coloso, de la catedral del del hombre… por las alturas de la loma que culmina en gran tesoro escondido. O

PE INFOVIAJE
UÊDURACIÓN Y DISTANCIAS
Son 19 kms entre la playa Coihue-
co, a orillas del lago Panguipulli, y
la casa forestal de San Pablo de
Centro Experimental Forestal
(CEFOR) de la Facultad de Cien-
cias Forestales de la Universidad
Austral de Chile, se trata del único
aves forestales asociadas al
bosque nativo.
UÊPERMISO DE VISITA Y
cida del río, y que la gerencia del
GPS 1 Playa Coihueco/ Lago Panguipulli- punto de inicio de ruta- 39°38'48.53"S/ 72°12'38.92"O
fundo Releco impide el paso por el
acceso tradicional a San Pablo de GPS 2 Cruce con carretera Panguipulli a Neltume- 39°38'43.02"S/ 72°12'21.77"O

CON JUAN ÁVILA,
EL GUARDAPARQUES, DELANTE
DE LA CASA FORESTAL.
Tregua; entre este punto y el es-
pectacular árbol monumental co-
nocido como el Coigüe Presidente
son otros 4 kms más, por sendero
solo apto a pie; esta Ruta Verde
resulta factible (en bicicleta) en
una sola jornada, aunque el ideal
es poder pernoctar en San Pablo
de Tregua, autorización mediante.
UÊMEJOR ÉPOCA
Verano, otoño y primavera; el in-
vierno es muy duro, con fuertes
UÊLOCALIZACIÓN nevazones y heladas.
Comuna de Panguipulli.
UÊVALORES NATURALES
UÊRANGO DE ALTITUDES El corazón más selecto de la gran
sector que cuenta con un real es-
tatus de protección dentro de di-
cho área; más de 1.500 hectáreas
de bosque nativo en estado
virgen, con predominio del tipo
forestal coigüe-raulí-tepa; el rodal
más septentrional del mundo de
ciprés de las Guaitecas; extensio-
nes pristinas de bosque de len-
gas; y un árbol monumental, el
Coigüe Presidente; una diversi-
dad botánica excepcional; valores
paisajísticos excepcionales;
el alto curso del río Panco; entre
la fauna, puma, pudú, güiña, zorro
culpeo, monito de monte, además
de jabalí (introducido y perjudicial
POSIBILIDAD DE ALOJAMIENTO
El acceso al fundo San Pablo de
Tregua está sujeto a autorización
previa. Se puede solicitar en las
oficinas del Centro Experimental
Forestal (CEFOR) de la Facultad
de Ciencias Forestales/ UACH, en
Valdivia, Avda. pedro Aguirre Cer-
da 2150; tel. 063-21 61 86. Junto
a la casa forestal existen instala-
ciones que sirven de refugio a los
alumnos y profesores en prácticas.
Juan Ávila es el guardaparques y
el mejor conocedor de estos para-
jes. En el fundo solo existe comu-
nicación con el exterior por radio.
PUNTOS GPS
Trewá, la única alternativa es ac- GPS 3 Cruce caminero I/ Cayumapu Alto- 39°37'22.97"S/ 72°11'22.95"O
ceder desde la Carretera Interla- GPS 4 Puente sobre el estero Los Ñadis- 39°38'30.33"S/ 72°10'16.68"O
gos (tramo Panguipulli-Coñaripe, a GPS 5 Puente sobre el estero El Mañío- 39°37'31.39"S/ 72° 9'11.82"O
la altura de Pullinque), justo des- GPS 6 Acceso tradicional a San Pablo de Tregua (actualmente cerrado; por el fundo Releco-Puñir);
pués de cruzar el canal Endesa y y puente sobre el estero Panco- 39°37'29.00"S/ 72° 9'25.37"O
desviándose en dirección a la co- GPS 7 Cruce caminero II/ tomar a derecha hacia San pablo de Tregua- 39°36'54.92"S/ 72° 9'47.77"O
munidad indígena de Tralcapulli; el GPS 8 Cruce caminero III/ tomar a derecha en ruta hacia San Pablo de Tregua- 39°36'30.68"S/ 72° 9'28.16"O
camino es ripiado hasta el puente
GPS 9 Cruce caminero IV/ inicio ascenso hacia San Pablo de Tregua (y enlace con ruta de acceso alternativo
Chochif, sobre el río Ranguitulelfu; desde carretera de Panguipulli a Coñaripe)- 39°36'15.24"S/ 72° 9'23.06"O
a partir de este punto, solo existe
(GPS 1A- Acceso alternativo, desde carretera de Panguipulli a Coñaripe/ puente sobre el río Huanehue/
un camino de tierra en precario inicio de ruta- 39°35'50.30"S/ 72°12'48.70"O)
estado y con fuertes gradientes,
(GPS 2A- Acceso alternativo desde carretera de panguipulli a Coñaripe/ Puente Chochif,
según un trazado que ya es coin- sobre el río Ranguintulelfu- 39°36'5.57"S/ 72° 9'17.27"O)
cidente con el de la Ruta Verde
GPS 10 Portón de acceso a fundo UACH San Pablo de Tregua- 39°36'15.60"S/ 72° 8'25.38"O
propiamente dicha. De Valdivia a
GPS 11 Casa guardería- 39°36'32.05"S/ 72° 6'25.08"O
San Pablo de Trewá, la distancia
por carretera es aprox. 130 kms. GPS 12 Sector forestal, con cipreses de las Guaitecas- 39°36'48.82"S/ 72° 5'19.70"O

Mínima: 130 m, en el lago unidad de conservación inventa- para el entorno); existe el cóndor UÊCÓMO LLEGAR GPS 13 Refugio 'de los Profesores'- 39°36'14.58"S/ 72° 6'3.23"O
Panguipulli; máxima: 1.025 m, riada internacionalmente como (en los cortados del cerro Teniendo en cuenta que la pasa- UÊCARTOGRAFÍA GPS 14 Contuación de huella hacia el Coigue Centenario (necesario guiaje)- 39°36'15.62"S/ 72° 5'45.39"O
en el emplazamiento del Coigüe ‘San Pablo de Trewá- Releco/ Pu- Lingoico); águila chilena; carpinte- rela sobre el río Panco resulta fre- Instituto Geográfico Militar, escala GPS 15 Bosques de lengas centenarias/ no hay huellas/ sectores forestales primigenios-
Presidente. ñir- Lingoico’. Gestionada por el ro negro; y toda la panoplia de cuentemente destruida por la cre- 1:50.000, hoja ‘Pullinque’. UN ÁRBOL MONUMENTAL: EL COIGÜE PRESIDENTE… 39°36'23.13"S/ 72° 2'15.68"O

PE RV/P32
San Pablo de Trewá. Bosques remotos /215
HITO HISTÓRICO-CULTURAL EN LA CIUDAD DE VALDIVIA

PEHHC32

Casas y Parque Prochelle (MN)

Evocación y cultura: en la isla Teja
Jimena Jerez Bezzenberger, Antropóloga, y Equipo Atlas IP
UN PARQUE URBANO, EL "PROCHELLE", CON ALTO VALOR PATRIMONIAL.

Eduardo Prochelle Böttcher fue un rico empresario alemán que migró a Chile en 1853.
Acá desarrolló numerosas industrias: maderera, astilleros, curtiembre, refinería de sal,
casa de importación y exportación, agencia de vapores y seguros, como asimismo una
casa comercial y aserradero en Puerto Montt. Con el tiempo, la familia Prochelle se hizo
dueña de extensos territorios en la costa valdiviana, que fue loteando y vendiendo a
principios del siglo XX, originando el actual balneario de Niebla.

n 1902 se inicia la construcción de este espacio. El sector parque se une a acondicionadas guardando su original

E de la casa Prochelle I y en 1924

la casa Prochelle II. En cuanto
al Parque Prochelle, este espa-
cio de alto valor paisajístico ya había sido
iniciado en 1861 con especies nativas e
introducidas. Llama la atención que
muchos árboles traídos son de alto valor
cultural para los europeos, como el tejo, el
cedro libanés o el acebo de la tradición
navideña centro-europea, además de los
añosos castaños que sirven para definir la
antigüedad de la adecuación paisajística
través de un sendero y escalera a la
Costanera Cultural que lleva a los Museos
de Arte Contemporáneo (MAC), Histórico-
Antropológico de la UACh y de la
Exploración Amando Philippi, este último
instalado en la antigua casa Schüller.
Ambas casas Prochelle I y II están cons-
truidas enteramente en madera, sobre una
base de piedra laja. La casa Prochelle I
tenía un gimnasio en su segundo piso y
estuvo habitada hasta los años de 1980.
Actualmente se encuentran remodeladas y
línea arquitectónica. Ocupan uno de los
lugares históricos de mayor importancia
para Valdivia, ya que cercano al parque
tuvo su mansión el encomendero del siglo
XVI Francisco Pérez de Valenzuela, dueño
de la isla Teja o de las Lajas, destinada en
tiempos de la Colonia a cultivos y a enco-
mienda de indios. Existieron acá importan-
tes hornos y tejares, los cuales mantuvie-
ron su actividad hasta los tiempos de Juan
Garland, en 1765, cuando este ingeniero
militar construyó en la zona las definitivas

LAS CASAS PROCHELLE CONSTITUYEN UNA REFERENCIA EMBLEMÁTICA. PANORÁMICA SOBRE LA ISLA TEJA Y EL SECTOR "PROCHELLE".

Reales Fábricas de tejas y ladrillos.
En 1850 la isla Teja fue adquirida a la
sucesión Valenzuela por la Municipalidad
valdiviana, para asentar en ella a los
migrantes alemanes que llegaron a colo-
nizar el no hacía demasiado tiempo ane-
xado territorio de Valdivia, uno de los
últimos bastiones españoles en América.
En 1953 el terreno vinculado a las casas y
parque Prochelle fue partido en dos, tras
la construcción del puente Pedro de
Valdivia. El Parque Prochelle será adquiri-
do por la Municipalidad de Valdivia
en 1977 y el Consejo de Monumentos Q La imagen clasica y turística
Nacionales declarará en 1985 Monu-
mentos Históricos a las Casas Prochelle de la ciudad de Valdivia tiene una de
sus claves en este sector
I y II y al Parque ‘debido a su valor ar-
quitectónico como único referente del
estilo Block Haus en la región y sus carac-
terísticas de diseño propias de la coloni-
zación alemana del siglo XIX y XX’.
Actualmente, en la casa Prochelle II se
ubica el Consejo Regional de Los Ríos
mientras que la casa Prochelle I ha sido
restaurada como Centro Cultural por la
Municipalidad de Valdivia. Q

PE HHC32
Casas y Parque Prochelle (MN). Evocación y cultura: en la isla Teja /217
PE RV/P33
Lácar- Huahum
Donde nace el río Valdivia

NAVEGANDO EN KAYAK POR EL EXTREMO OCCIDENTAL DEL LAGO LACAR, EN EL SECTOR CONOCIDO LA CUMBRE DEL VOLCÁN LANÍN, QUE DA NOMBRE A ESTE PARQUE NACIONAL ARGENTINO (VISTO DESDE
COMO NONTHUÉ. LOS BOSQUES DEL CERRO PIREHUEICO, EN LA FRONTERA CHILENA).

L
a cuenca del río Valdivia sitúa sus
fuentes últimas, o primeras, más allá
de los límites de Chile, en la vecina
provincia argentina de Neuquén, en
el entorno del lago Lácar. Acerca de su lugar
exacto, las opiniones son diversas. Para al-
gunos, su localización concreta se situaría
en las laderas meridionales del cerro Colora-
do (1.778 m), a espaldas del cerro Curruhuin-
ca (1.323 m). Para otros autores, las fuentes
más altas del sistema Valdivia se referirían
mejor al arroyo Traunco, el cual escurre des-
de el norte del cerro Chapelco (2.394 m). En
nuestra opinión, la versión más convincente
es la tercera, la del Arroyo Partido, que tiene
lugar en las laderas occidentales del referido
cerro Chapelco.
Es un fenómeno hídrico curioso y sorpren-
dente, que puede visualizarse a cabalidad
desde el Mirador Arroyo Partido, situado en
la carretera de San Martín de los Andes ha-
cia Villa La Angostura. En dicho punto, las
aguas del arroyo Partido se dividen súbita-
mente en dos brazos: el de la izquierda (se-
rar con raquetas el tramo comprendido en- la motonave Patagonia I, que efectúa el ser-
tre el Mirador del Arroyo Partido y las orillas vicio público y turístico a lo largo del Lácar.
del lago Lácar. Tras pasar la noche previa en En plena Guerra del Pacífico, que enfrentó a
la deliciosa y turística localidad de San Mar- Chile con Perú y Bolivia en los mares y de-
tín de los Andes (degustando una espléndi- siertos del norte, nuestro país se vio obliga-
da fondue de queso, como es costumbre, en do a llegar a un acuerdo con Argentina para
el establecimiento La Fondue de Betty), em- evitar un conflicto en tres frentes que hubie-
prendimos al día siguiente un trekking in- ra resultado insostenible. Mediante este Tra-
vernal inolvidable valle del Pilpil abajo, a tado de Límites de 1881, Argentina recono-
través de extensiones nevadas y bosquetes cía la soberanía chilena sobre el Estrecho de
de lengas, de caseríos mapuches y especta- Magallanes, pero forzaba a Chile a aceptar
culares vistas tanto sobre los altivos la soberanía argentina sobre la to-
cerros Chapelco y Dos Cóndo- talidad de la Patagonia orien-
res como sobre el lapislázuli tal. En cuanto a la frontera
intenso del lago Lácar. El común entre ambos paí-
destino final, aquella jor- ses, de norte a sur y
nada, fue Quila Quina, hasta el paralelo 52 de
pequeño puerto lacustre latitud sur, quedaba de-
al pie del cerro Abanico finida ‘por la Cordillera
(1.189 m), en la orilla sur de los Andes, corriendo
del lago Lácar. Por la tarde, la línea de cumbres más
retornamos a la costanera de elevadas que dividan las
San Martín de los Andes en PATO CAIQUÉN: UNA ESPECIE aguas y pasando por entre
HABITUAL EN EL LÁCAR.
las vertientes que se desprendan a un lado y
otro’, según el Artículo 1 de dicho Tratado de
Límites. Pero ello dejó sin resolver varios
problemas, como el de la denominada Hoya
del Lácar. Un litigio que se zanjó cuando el
laudo Arbitral de Su Majestad Británica
(Eduardo VII) en 1902, lo adjudicó a Argenti-
na según criterios no geográficos. Por lo
que, una cuenca más chilena que los poro-
tos, como es la del río Valdivia, es binacional
y sitúa sus orígenes en la vecina Argentina.
Pero la naturaleza no sabe de fronteras y la
eco-región Selva Valdiviana presenta en esta
zona algunos de sus sectores más especta-
culares. Por nuestra parte, tras aquella ex-
periencia invernal entre el cerro Chapelco y
el Lácar, decidimos realizar en primavera la
travesía lacustre entre San Martín de los An-
des y las cercanías de la frontera chilena es-
ta vez en kayak. Como la mayoría de los la-
gos patagónicos, el Lácar ostenta un origen
glaciar indiscutible sobre sus 25 kms de lar-
go por sus 3 kms de ancho promedio. Su

gún se observa desde el mirador referido)

apuntará hacia el río Limay, un afluente del
río Negro, y su destino final será, por tanto,
el lejano océano Atlántico; pero el de la de-
recha, que fluye hacia el valle del Pilpil y ha-
cia el lago Lácar, encaminará sus aguas ha-
cia el Pacífico, a modo de tributario del río
San Pedro-Callecalle, por tanto del río Valdi-
via. Entre este punto de Argentina y la bahía
de Corral, entre este lugar de los Andes pa-
tagones y el océano Pacífico, median unos
250 kms de viaje fluvio-lacustre fascinante.
Esta Ruta Verde plantea un recorrido por es-
tos balbuceos hidrográficos valdivianos: en-
tre el arroyo Partido, la frontera chilena jun-
to al río Huahum y hasta el lago Pirehueico.
Varias opciones resultan posibles: a pie, en
kayak, en bicicleta de montaña. Uno de es-
tos últimos inviernos, cuando las grandes
nevadas del mes de julio, decidimos explo-
Tierra fronteriza
E n 1883 llegaron por primera vez al sector del lago Lácar las tropas del ejército argentino, que fundaron sobre los potreros inmedia-
tos a su extremo oriental el pequeño fuerte Maipú. En 1898, en pleno fragor de la llamada Cuestión del Lacar, retornaron a la zona
los militares del país vecino, esta vez al frente del general Rudesindo Roca. Este último, tras establecer un acuerdo con el cacique ma-
puche Carruhuinca, acometió la fundación de San Martín de los Andes, la última ciudad surgida en el marco de aquella Campaña del
Desierto que aniquiló, despiadadamente, a los pueblos nativos originarios del sur de la República Argentina.
En cuanto a las riberas del lago Lácar, tan solo se terminaron de explorar, de manera completa, hacia 1904. Tras ello, varias familias de
colonos de origen holandés (que habían sido recientemente expulsadas de Sudáfrica por el ejercito británicos), vinieron a asentarse
en este entorno del lago Lacar y el río Huahum. Tal fue el caso de la familia Van Dorsser, que dio nombre a la construcción en madera
que se encuentra cerca del actual límite con Chile y que sirvió, a partir de 1935, de puesto de control argentino sobre los frecuentes
cuatreros que, por entonces, trajinaban ganado de un lado a otro de la frontera.
Este edificio (que hoy alberga un pequeño centro de interpretación) enteramente en madera cuenta con una pequeña torre desde cu-
ya altura (y gracias a sus pequeñas ventanas, enfiladas hacia los cuatro puntos cardinales) resultaba fácil controlar el paso fronterizo
del mencionado cuatrerismo. En 1937, al crearse el Parque nacional Lanín, este llamado Castillito Van Dorsser pasó a ser propiedad del
Servicio de Parques nacionales de Argentina. Por aquellas fechas ya existía también una escuelita en Huahum, al frente de la cual es-
taba un esforzado maestro, don Giglio, que residía con su mujer todo el año en estas soledades. ‘A la escuela acudían unos 40 niños,
de los que más de un tercio eran chilenos, de Pirehueico –relata Teodora Martínez, antigua pobladora del lugar–; los días de fiesta, la
señora del maestro preparaba queso y repartía sándwiches con mate cocido en leche y galleta y dulce de membrillo que mandaba el
gobierno’. Son historias del Lácar. Allí donde sitúa sus fuentes este río Valdivia...

ARROYO PARTIDO: LAS AGUAS DE LA IZQUIERDA VAN AL ATLÁNTICO; LAS DE LA DERECHA, AL PACÍFICO Y LA BAHÍA DE CORRAL…
ESTE ÚLTIMO ES EL NACEDERO DEL RÍO VALDIVIA. PE RV/P33
Lácar- Huahum. Donde nace el río Valdivia /219
220/ PE RV/P33
Lácar- Huahum. Donde nace el río Valdivia

SAN MARTÍN DE LOS ANDES, EN LOS LÍMITES ORIENTALES
DEL LAGO LÁCAR Y DEL P.N. LANÍN.
profundidad máxima alcanza los 277 m y en
su parte más occidental, tras una angostura
notable, pasa a denominarse lago Nonthué
(aunque se trate de idéntico cuerpo de
agua). En cuanto a los fuertes vientos, sean
puelche, sean de mar, pueden llegar a trans-
formar, en cuestión de minutos, este lago
azul tan perfecto en un mar proceloso.
Nuestra partida se verificó con las primeras
luces de la mañana, discurriendo sobre su
espejo de agua en perfecta calma, nuestras
remadas sucediéndose, cadenciosas y cons-
tantes, a lo largo de la ribera norte, por la
que optamos discurrir. Apenas una hora
después, ya habíamos dejado atrás las rocas
del mirador de las Bandurrias. A la altura de
La Islita hicimos un descanso y contactamos
con varias mujeres de la comunidad mapu-
che de Curruhuinca. Más tarde, la parada del
mediodía tuvo lugar junto al puesto de Yuco,
de los guardaparques argentinos del P.N. La-
nín, en el que se inscribe el Lácar y su con-
torno. Tras seis horas y media de remada,
decidimos plantar el campamento de final
de jornada en la isla Santa Teresita, pie de
un arrayán venerable, enorme y solitario.
Los bosques del Lácar se oscurecieron poco
a poco, con serenidad de milenios ancestra-
les, mientras oíamos el canto del chucao. Y
así cayó la noche sobre nuestra carpa.
La navegación en kayak por la porción más
occidental del lago Lácar resulta rematada-
mente bella. Las profundidades lacustres se
tornan aquí más someras, lo que proporcio-
na al lago unas tonalidades de intenso color
azul turquesa. Algunos patos caiquenes nos
preceden por la proa. Observamos a un pu-
dú abrevando en una pequeña playa, junto a
la punta Pucara. Poco después, nos adentra-
mos en kayak por una pequeña angostura,
hasta acceder al referido sub-lago Nonthué,
que marca el final del Lácar por el oeste. Los
cerros Chachin y Mallo enmarcan el paisaje
a sur y a norte, con sus cumbres nevadas. Y
la hostería Huahum, tan bella y tan clásica,
tan decadente, aparece entre los bosques
con su muelle blanco, en la orilla opuesta.
Todavía queda adentrarnos por el desagua-
dero lacustre de aguas transparentes que,
de pronto, se aceleran como por ensalmo.
Pasaremos raudos frente al paraje conocido
como Don Bartolo. E inmediatamente des-
pués, por un par de rápidos fluviales que se
suceden. Nos encontramos ya en pleno río
Huahum, de aguas inicialmente endiabla-
das. Y a escasos 500 m de la raya de la
frontera chilena conseguimos frenar la ca-
rrera loca de nuestro kayak, que parece
querer volar sobre las aguas blancas… Unos
gendarmes argentinos, del inmediato pues-
to fronterizo, nos ayudan y amablemente
nos trasladan con el equipo hasta el llama-
do Castillito Van Dorsser (que las autorida-
des del P.N. Lanín han convertido en un pre-
cioso pequeño Centro de Interpretación).
Tras descansar, realizamos los trámites
fronterizos argentinos para acceder a Chile
por tierra, utilizando para ello las nuevas y
excelentes instalaciones del Complejo Adua-
EL RÍO HUAHUM EN EL PUNTO EXACTO DE LA FRONTERA ARGENTINA-CHILE: UN SERENO PARAJE.
nero de Huahum: un confortable paso de
frontera… Ya a este lado de la raya, volve-
mos a echar al agua nuestra embarcación
desde las instalaciones del antiguo aserra-
dero forestal de Las Huinchas. En este tra-
mo el río Huahum discurre a través de una
estrechura orográfica drásticamente defini-
da entre la Loma de Pirehueico (1.670 m,
por el NE) y los cerros del Encanto (1.978 m,
por el O), reduciendo progresivamente su
gradiente y velocidad según se aproxima a
su desembocadura en el lago-fiordo chileno
de Pirehueico. La gran selva valdiviana cu-
bre, sin solución de continuidad, estos con-
tornos. La majestuosidad del paisaje sobre-
coge al navegante en su pequeño kayak. En
determinado momento, se pasa bajo el en-
tramado del nuevo puente caminero en el
eje Puerto Pirehueico-Complejo Aduanero
Huahum. Poco después, el río se vuelve pla-
cido y serpentea enlazando sucesivos
meandros de aguas transparentes. Es el
perfecto colofón para esta maravillosa Ruta
Verde binacional, que nos devuelve a Chile
desde las fuentes del río Valdivia. O

PE INFOVIAJE
chileno, corresponde a la comuna pul y las riberas escarpadas de la U MEJOR ÉPOCA los Andes se ubica sobre los mis- fronterizo entre los lagos Huechu-
de Panguipulli, región de Los Ríos. orilla norte del Lácar. También se Cada temporada tiene su encanto mos límites de su polígono de pro- lafquén (Argentina) y Lafit (Chile). GPS 1 Nacedero del río Valdivia: el Arroyo Partido- 40°14'31.21"S/ 71°22'21.19"O

LA TRADICIONAL HOSTERÍA
HUAHUM: PERFECTA ESCALA
EN EL VIAJE NÁUTICO POR EL
LAGO LACAR- NONTHUÉ.
U LOCALIZACIÓN
El sector argentino de esta Ruta
Verde binacional se inscribe, en su
totalidad, dentro del Parque
U ALTITUDES
Máxima: 2.394 m, en cerro
Chapelco; mínima: 586 m, en el
lago Pirehueico.
U DURACIÓN Y DISTANCIAS
A partir de San Martín de los An-
des, dos circuitos muy recomen-
dables en bicicleta: el Circuito
Arrayán, de 25 kms aprox., que
discurre en sus dos terceras par-
tes sobre camino pavimentado y
lleva hasta el Mirador Arroyo Parti-
do: donde el nacedero de la cuen-
ca del río Valdivia; el descenso, fa-
buloso, por el valle Pil Pil y hasta el
lago Lácar; el otro es el circuito en
torno al cerro Curruhuinca (31
kms), por tierras de las comunida-
puede ir en bicicleta (32 kms) de
San Martín de los Andes hasta el
lago Escondido (área de acampa-
da); para desde aquí, acometer a
pie el espectacular trekking que
bordea la mitad sur-occidental del
lago Lácar hasta el río Huahum (28
kms, que requieren un par de jor-
nadas). En kayak, desde el muelle
portuario de San Martín de los An-
des, la travesía del lago Lácar, en-
tre extremos, requiere un par de
jornadas a remo (son cerca de 40
kms de viaje náutico, bordeando
de cerca la ribera norte del lago).
En el río Huahum, varios tramos
de rápidos, que requieren técnica
depurada. Son unos 18 kms de
descenso fluvial, ya en territorio
chileno. Y luego esta el lago-fiordo
especial. El invierno es para reco-
rridos con raquetas de nieve, dis-
frutando de una soledad total. Para
la experiencia en kayak, lo mejor
en primavera, verano y otoño.
U VALORES NATURALES
El Parque Nacional Lanín forma
parte de la extensísima Reserva
de la Biosfera Andino Norpatagó-
nica, que comparten Argentina y
Chile. Como parque nacional
consta de 216.993 hectáreas, a las
que se suman otras 195.010 has
clasificadas como ‘de Recursos
manejados’ (reservas Lácar, Ruca
Choroi y Mallao), e incluye 6 sec-
tores de Reserva natural Estricta.
En total, sobrepasa las 412.000
has, siendo el tercer parque nacio-
tección y en sus proximidades se
sitúa también el centro de depor-
tes de invierno de Cerro Chapelco.
En el sector vinculado a esta Ruta
Verde, destacan el geotopo hidro-
gráfico donde nace el río Valdivia
(Arroyo Partido); los lagos Lácar,
Nonthué y Escondido; la isla Tere-
sita; el río Huahum, por el que
desagua el Lácar al lago Pirehuei-
co; los extensos bosques de len-
gas, coihues y raulíes, pellines y
mañíos, arrayanes centenarios y
bosquetes de cipreses de la Cor-
dillera; entre las especies faunísti-
cas, pudús y pumas, zorros cul-
peo y güiñas, monito de monte,
cóndor, picapinos magallánico, lo-
ros australes y una variada avifau-
na lacustre, entre ella pato cai-
EL CASTILLITO VAN DORSSER, CONSTRUIDO POR COLONOS HOLANDESES Y
ANTIGUO PUESTO DE CONTROL FRONTERIZO: UN HITO PATRIMONIAL HOY
CONVERTIDO EN CENTRO DE VISITANTES
U CARTOGRAFÍA
Instituto Geográfico Militar,
PUNTOS GPS
‘Cerros de Lipinza’; y ‘Mapa
Topográfico del Parque Nacional
GPS 2 Arroyo Pil Pil/ 40°11'16.09"S/ 71°23'5.89"O
GPS 3 Muelle de Quila Quina- 40°10'27.44"S/ 71°26'2.34"O
GPS 4 Lago Lácar- 40° 9'55.40"S/ 71°24'42.17"O
GPS 5 Muelle de San Martín de los Andes- 40° 9'42.69"S/ 71°21'33.03"O
GPS 6 La Islita/ punto de acampada/ Comunidad Curruhuinca- 40° 9'13.87"S/ 71°23'51.72"O
GPS 7 Yuco/ casa de Guardaparques- 40° 9'54.27"S/ 71°31'29.60"O
GPS 8 Isla Santa Teresita- 40°10'1.09"S/ 71°34'24.50"O
GPS 9 Lago Nonthué- 40° 8'58.41"S/ 71°38'18.15"O
GPS 10 Muelle Chachín- 40° 8'33.74"S/ 71°39'12.56"O
GPS 11 Muelle y hostería Huahum- 40° 7'19.06"S/ 71°39'13.99"O
GPS 12 Puente sobre el desaguadero lacustre/ comienza el río Huahum/ punto recomendado para
sacar los kayaks a tierra, para tramites en aduana argentina-40° 7'11.76"S/ 71°39'43.11"O
GPS 13 Castillito Van Dorsser- 40° 7'7.07"S/ 71°39'36.78"O
GPS 14 Aduana Argentina- 40° 6'48.89"S/ 71°39'48.75"O
GPS 15 Complejo Aduanero Huahum/ Chile- 40° 5'15.58"S/ 71°42'0.01"O
GPS 16 Puente sobre el río Huahum/ continuación de ruta náutica en kayak en Chile,
después de trámites en aduana chilena- 40° 5'5.59"S/ 71°42'28.68"O
GPS 17 Camino internacional y puente Pirehueico- 40° 2'1.33"S/ 71°42'50.44"O

Nacional Lanín, en la provincia de des mapuche de Cayún y Curru- Pirehueico: otra maravilla, que de- nal más extenso de Argentina. La quén; podría existir todavía el rarí- escala 1:50.000, hoja ‘Baños de Lanín’, escala 1:50.000, de GPS 18 Desembocadura del río Huahum en el lago Pirehueico- 40° 1'5.17"S/ 71°43'33.55"O
Neuquén; en cuanto a su sector huinca, por las pampas de Trom- jamos para otra Ruta Verde… turística ciudad de San Martín de simo ciervo huemul (en el sector Chihuío’, ‘Neltume’ y Sendas&Bosques Ediciones. GPS 19 Puerto Pirehueico/ transbordador a Puerto Fuy- 40° 1'28.04"S/ 71°43'21.36"O

PE RV/P33
Lácar- Huahum. Donde nace el río Valdivia /221
HITO HISTÓRICO-CULTURAL
PEHHC33
Isla Teja y las Casas Anwandter (MN)
y Philippi
Actuales museos de Historia y Exploración regionales
Jimena Jerez Bezzenberger, Antropóloga, y Equipo Atlas IP
En la Isla Teja, frente al Mercado Fluvial de Valdivia y con una vista privilegiada,
se destaca el conjunto de Museos pertenecientes a la Dirección Museológica de la
Universidad Austral de Chile; y a sus pies, la reciente Costanera Cultural que
permite visualizar el esplendor de la ciudad desde el río.
L
a antigua casa Anwandter
alberga al Museo Histórico-
Antropológico Maurice van de
Maele y a la Dirección Museo-
lógica de la Universidad Austral de Chile. El
nombre de este destacado museo regional
recuerda, en efecto, a uno de los más prolí-
ficos investigadores de la historia arqueoló-
gica de la región de Los Ríos. Una exposi-
ción museográfica que relata con eficiencia
las tradiciones combinadas española y ale-
mana en Valdivia y que posee también salas
destinada a la comprensión de la cultura
mapuche-williche, con relevantes coleccio-
nes de cerámica, platería y textiles.
A su lado, como en un cuento de hadas,
emerge el volumen de la antigua casa
Shüller, actual Museo de la Exploración
Rudolph Amandus Phillipi, ensamblada
pieza a pieza tras un traslado para su resca-
te patrimonial. En ella funciona un café
cultural y su colección destaca la mirada
naturalista de aquellos sabios alemanes
que recorrieron y describieron la región de
la selva valdiviana en la más pura tradición
de aquellos exploradores del siglo XIX.
Además, el conjunto incluye al Museo de
Arte Contemporáneo, emplazado en las
ruinas de lo que fuera la antigua fábrica de
cerveza Anwandter. Carlos Anwandter fue
un colono llegado a Chile como migrante en
el proceso de colonización alemana poste-
rior al anexo de Valdivia y Chiloé al territo-
rio chileno entre 1820 y 1824. Orientado
originalmente hacia la agricultura, tal vez
nunca se imaginó el éxito que iba a lograr
con su producto cervecero. La calidad del
agua de Valdivia, dulce y blanda, proveyó a
las recetas de cebada y lúpulo un sabor sin
igual que lo convirtieron en una de las
industrias más renombradas de su época y
que, en multitud de marcas locales, aún da
fama internacional a las cervezas artesana-
les de toda la región.
Las aguas eran llevadas bajo el río Cruces y
por toda la isla en tuberías de fierro. Cuenta
EN LA CIUDAD DE VALDIVIA
una leyenda popular que el referido empre-
sario mantenía un pacto con el diablo y que
bajo estos túneles, unos antiguos renü
mapuche, existía un culebrón, serpiente
mítica nacida del huevo de un gallo. Este
monstruo aseguraba, así, la riqueza de su
dueño aunque cobrándose con la vida de
sus familiares… En efecto, Carlos Anwandter
perdió a su primera esposa y a varios de sus
hijos pequeños sucesivamente, cuyos cuer-
pos se encuentran enterrados en el cemen-
terio-parque situado al costado del Instituto
Alemán. Se dice que con el terremoto de
1960 dicho culebrón habría escapado, tra-
yendo la ruina a la fábrica Para mayor
detalle de este chisme, en la publicidad de
la época aparece un diablo sobre los tone-
les de cerveza… Hoy aquella antigua cerve-
cería posee túneles que aportan un marco
perfecto a las expresiones artísticas tanto
de la Escuela de Arte de la Universidad
Austral como de diversos expositores inter-
nacionales. Concluye el conjunto el llamado
Carillón, torre que a la hora del atardecer
tocaba música hasta que un temporal la
ANTIGUA
FÁBRICA
ANWANDTER.
Q Dos museos
estropeó. Pero queda su estructura metáli-
LA ANTIGUA
de interés CASA SCHÜLER,
ACTUAL MUSEO
ca, como testigo mudo de las tardes vera-
niegas paseando por la Costanera.
regional se
DE LA
EXPLORACIÓN Bajo este espacio, yacen las antiguas fábri-
R.A. PHILLIPI
cas de tejas y ladrillos que múltiples ocupa-
ubican, en este ciones españolas fueron emplazando en el
sector de la isla lugar desde el mismo siglo XVI y que dieron
su nombre a la Isla Teja, antes llamada de
Teja, en sendas Valenzuela, por el encomendero español
que tenía allí su feudo. En el siglo XVI se
casonas de la encuentran datos sobre hornos para la con-
fección de texajes; y se extraía además pie-
tradición dra laja, material clásico de construcción
valdiviana. Continuadas por el Gobernador
alemana Terán en el siglo XVII, fueron refaccionadas
por orden real en las manos del ingeniero
Juan Garland, uno de los artífices del siste-
ma defensivo de los españoles del siglo
XVIII. Estas Fábricas Reales se nutrían de
presos a quienes traían masivamente,
sometiéndolos a trabajo forzado y ración de
un cuarto de escudilla de maíz o cebada al
día. Algunos sin siquiera tener condena
pasaban a engrosar la mano de obra nece-
MUSEO HISTÓRICO-ANROPOLÓGICO, EN LA saria para la construcción de los fuertes, y
ANTIGUA CASA ANWANDTER.
ahí morían, o bien terminada su condena
eran contratados como soldados.
Para 1773 se empleaban 100 presos, relega-
dos o castigados en la fábrica que producía
400 mil ladrillos al mes (1770). La fábrica
estaba constituida por 4 galpones, una
barraca de 66 metros, 4 hornos, varios
pozos, bodegas y oficinas. Según Toribio
Medina la ciudad de Valdivia en el siglo XVIII
poseía mil habitantes, de los cuales 600
eran presos o relegados. Negros, chinos,
mulatos, españoles, mestizos o europeos
que terminaban sus días en la construcción
de los llamados Castillos del fin del mundo.
No se necesitaba mucho para estas vacacio-
nes obligadas: por vender el uniforme la
pena era de 1 año; por homicidio, 7 años; y,
aunque el delito más frecuente eran el
robo, había condenados por excesos y otros
que simplemente no se recordaban… Q
PE HHC33
Isla Teja y las Casas Anwandter (MN) y Philippi. Actuales museos de Historia y Exploración regionales /223
PE RV/P34
Por los humedales ¿ Hualves o pitrantos? ¿Mallines o
totorales? ¿Ciénagas, pantanos,

urbanos de Valdivia
vegas o esteros…? ¡Que semejan-
te multiplicidad de nombres no
nos induzca hacia el error…! O hacia ese
intento de algunos por establecer falsas
precisiones en cuanto al mayor o menor

En kayak y en bicicleta valor ambiental de uno u otro sector,

Tan cerca pero tan olvidados. Tan amenazados como valiosos. Los humedales
urbanos son, probablemente, el rasgo diferencial de la ciudad de Valdivia.
aprovechando el juego de matices. Porque
se trata, en todos los casos, de pura y sim-
plemente humedales… Todos ellos igual-
mente valiosos, en su conjunto y en su
unidad ambiental y paisajística.
Según la definición establecida por la Con-
vención de Ramsar, de la que Chile es
miembro firmante desde 1981, ‘humedales
son todas aquellas extensiones de maris-
mas, pantanos, turberas o aguas, perma-
nentes o temporales, estancadas, encharca-
dizas o corrientes, dulces, salobres o sala-
das, incluyendo las extensiones de agua
marina cuya profundidad de marea baja no
exceda de los seis metros’. Unos territorios
considerados internacionalmente como am-
biental, económica, turísticamente valiosos.
En los Estados Unidos, ciudades como
Seattle o San Francisco, que encabezan el
ranking de aquellas en las que resulta más
apetecible vivir en Norteamérica, son urbes
circundadas por zonas húmedas, que allá se
protegen con ciudadano e institucional en-
tusiasmo. Vancouver, en el Pacífico cana-
diense, es otro prestigioso ejemplo por el
estilo. En Italia está la inmortal Venecia,
que con sus canales es otra descendiente
histórica de un entorno caracterizado por
los humedales. Y en Suecia, está Estocolmo,
la llamada Venecia del Norte. En España
existe el caso de Vitoria, la capital del País
Vasco, que ha sabido recuperar con acierto
sus humedales antaño despreciados, y que
fue declarada, en 2012, Capital Ambiental
Europea.¿Y que es lo que nos pasa con esta
Venecia austral, con esta Valdivia y su ex-
cepcional dédalo de humedales, hualves y
mallines, totorales y pitrantos…?
Durante este invierno nos hemos dedicado
a recorrer, a explorar y disfrutar, en bicicle-
ta y en kayak, estos humedales urbanos y

El Observatorio de los Humedales

L a Red de Vigilancia Ciudadana de los Humedales valdivianos es una iniciativa desarrolla-
da por la Sociedad Geográfica Chilena, institución cuya sede nacional se localiza en Los
Ríos, que opera dentro del Observatorio de los Humedales. Concebida a modo de un ‘ecológi-
co sistema de inteligencia’, permite conocer, en tiempo útil, las diversas incidencias ambien-
tales que se dan en los frágiles, valiosos y amenazados territorios húmedos del entorno de
la capital de Los Ríos (así como en los restantes humedales regionales). Para ello, lo prime-
ro que se hizo fue definir el territorio de trabajo mediante un interactivo Mapa de Campaña.
En segundo lugar, se dividió este territorio en doce Zonas de Vigilancia Operativa.
Para cada una de estas Zonas de Vigilancia Operativa se nominó, a continuación, a un ha-
bitante local con capacidad de prospección habitual en ella, como Avisador o encargado
de su supervisión sistemática. La identidad de estos Avisadores se mantiene en reserva,
por obvias razones de eficiencia operativa. A algunos de ellos, la Sociedad Geográfica Chi-
lena les proporciona el flujo telefónico necesario que necesitan, mensualmente, para de-
sarrollar sus coordinaciones. Una vez a la semana, o cuando alguna situación reviste es-
pecial urgencia, estos Avisadores transmiten las Incidencias Ambientales que han podido
detectar a la central de la Red de Vigilancia/ Observatorio de los Humedales/ SGCh.
El siguiente paso será acudir a chequearlas en terreno, trasladar la información pertinen-
te a los organismos públicos y, en su caso, presentar la correspondiente denuncia. El ob-
jetivo es colaborar con las autoridades responsables de la conservación de los humeda-
les, desarrollando desde la ciudadanía ese esfuerzo complementario de fiscalización te-
rritorial que dichos organismos, a menudo, no consiguen ejercer en tiempo útil. Lo cual in-
cide, negativamente, en la preservación de un patrimonio natural colectivo tan valioso.
Además de casos preocupantes de pretendida urbanización en el corazón del santuario
de la Naturaleza del Río Cruces (el llamado Caso Tres Bocas), revisten especial preocupa-
ción los casos de aterramiento que actualmente se desarrollan sobre más de medio cen-
tenar de parajes húmedos, de manera no controlada. Pero además están los visones y
tortugas exóticas, las motos de agua penetrando en el Santuario de la Naturaleza si con-
trol, o determinadas manchas de polución que de pronto aparecen flotando sobre el Cru-
ces ‘de origen desconocido’... ¿Conseguirán sobrevivir los humedales valdivianos como
ese preciado legado que son para las generaciones futuras chilenas? Desde el Observato-
rio de los Humedales, desde la Sociedad Geográfica Chilena, se intenta levantar acta his-
tórica, al menos, de este ocaso.

EN KAYAK, EN LA CONFLUENCIA DEL ESTERO ANGACHILLA..

PE RV/P34
Por los humedales urbanos de Valdivia. En kayak y en bicicleta /225
226/ PE RV/P34
Por los humedales urbanos de Valdivia. En kayak y en bicicleta

PARTIENDO DEL TORREÓN DEL CANELO HACIA POR LOS HUMEDALES AL SUR DE VALDIVIA. EL ESTERO ANGACHILLA, DESDE LA RESERVA NATURAL URBANA PROMOVIDA POR LOS VECINOS DE LA
VILLA CLARO DE LUNA.

periurbanos de Valdivia. Y nos ha asombra-
do su belleza, su riqueza ornitológica, la
sorpresa geográfica de estos esteros que
nacen en el corazón o las inmediaciones
mismas del caso urbano de la capital de Los
Ríos. Son venas de agua que discurren, pri-
mero, entre extensiones urbanizadas o en
fase de expansión urbana; luego prosiguen
hacia otros ejes fluviales principales, como
son los ríos Valdivia y Angachilla; generan-
do así unos espectaculares corredores escé-
nicos y ambientales, urbanos y periurbanos.
Son los casos de los esteros Catrico y Anga-
chilla, Prado Verde y Las Parras, los cuatro
ejes que fluyen las aguas valdivianas hacia
el sur de sus sectores urbanizados. Pero los
valdivianos, junto a sus responsables políti-
cos y municipales, ¿acaso somos suficiente-
mente conscientes de este tesoro de hume-
dales del que somos solo depositarios para
las generaciones futuras?
El estero Catrico nace de las mismas entra-
ñas urbanas. Desde los tiempos coloniales
se concibió sepultarlo bajo las calles de la
ciudad en crecimiento. Pero es una veta de
agua que continúa fluyendo irreductible y
su cauce, una vez que resurge en superficie,
puede navegarse en kayak a partir del pro-
pio Campus Miraflores de la Universidad
Austral. Hace unas semanas, nosotros así
pudimos hacerlo. Echamos nuestro Ocean
Kayak, modelo Zest Two, biplaza, desde el
pequeño puente del lugar y a los cinco mi-
nutos nos encontrábamos ya sobre una lá-
mina de agua rodeada de totorales, con 25
cisnes de cuello negro, 14 taguas y 1 pelíca-
no a la vista. Nuestro viaje por el Catrico al-
canzó después el eje caminero que une los
sectores de Arica y Guacamayo, con su
puente cerrado por una pequeña esclusa, lo
que nos obligó a portear la embarcación
hasta la otra banda del camino.
En este punto existe un pequeño muelle,
con algunas embarcaciones artesanas. Po-
co después nos cruzamos con uno de estos
botes, cargado de leña, desde el que nos
ladraron dos perros mientras lo impulsaba
un hombre con ayuda de una pértiga. Los
totorales nos rodeaban por todas partes
pero un pequeño canal nos facilitó la pro-
gresión hasta el islote del Morrito. Desde la
cumbre de este mogote que pudimos abar-
car visualmente y comprender el entorno.
Nos encontrábamos ya inmediatos al eje
del río Valdivia, en el corazón de los exten-
sos humedales que se extienden entre la
zona portuaria de Las Mulatas hasta la isla
de Guacamayo. Cientos de aves habitan y
se reproducen en este paraíso, situado a
solo 4 kms en línea recta del puente Pedro
de Valdivia o la Plaza de Armas de la capi-
tal de Los Ríos.
Pero la infravaloración de los recursos y
funciones que los humedales, en sí mismos,
conllevan es, sin duda, una de las causas
del desacertado aprovechamiento del que
estos ecosistemas son objeto en Valdivia: a
menudo, mediante su reconversión para
usos industriales o residenciales intensivos;
o bien por la realización de actividades de
explotación insustentables las cuales repor-
tan ingresos económicos a corto plazo y a
solo unos pocos be-
neficiarios. LA CONFLUENCIA CON EL
ESTERO PRADO VERDE.
Hasta la fecha, la de-
fensa de los humeda-
les valdivianos está
siendo protagoniza-
da, prioritariamente,
por esforzados gru-
pos ciudadanos. Co-
mo es el caso la Junta
de Vecinos ‘Villa Claro
de Luna’, cuya perse-
verancia ha creado
un modelo a imitar: la Reserva Natural Ur-
bana del Humedal de Angachilla. Esta pe-
queña zona, propiedad de la UACH, inme-
diata a la Avenida Pedro Montt (allá donde
esta se termina sobre el eje René Schnei-
der), fue entregada en comodato a los refe-
ridos vecinos; y estos, mediante esfuerzo
guo muelle de Angachilla, situado sobre el
gran eje fluvial homónimo que fluye, majes-
tuoso, desde los humedales de Santo Do-
mingo. Tan solo a un kilómetro al oeste de
este punto encontramos el estero Angachi-
lla, tan querencioso para la avifauna como
algunos de los mejores sectores ornitológi-
cos en el renombrado río Cruces. A menos
de otro kilómetro aguas arriba resulta nece-
sario saltar a tierra, para superar un pedra-
plén que atraviesa el estero de parte a par-
te. Tras ello, uno puede continuar adentrán-
dose estero arriba
hasta más allá de un
pequeño puente,
aproximándose des-
pués, siempre a golpe
de remo, en silencio,
hasta la reserva urba-
na natural que los ve-
cinos de la Villa Claro
de Luna han recon-
quistado para la co-
munidad valdiviana.
En el kayak, uno to-
davía puede remontar el Angachilla casi
hasta el mismo eje de la Avenida Luís Da-
man Asenjo. Donde el tráfico de la ciudad
vuelve a resonar, inconfortable…
Es cierto que los humedales valdivianos
sustentan unas posibilidades ingentes, en GPS 1 Estero Catrico/ Avenida Coronel Bueras- 39°49'44.96"S/ 73°14'40.04"O
términos de ecoturismo. ¿Por qué en cuan-

comunitario, lo han limpiado de escombros
y basuras, han vallado su acceso frente a
los vehículos a motor, han establecido un
sendero peatonal y construido dos mirado-
res ornitológicos estratégicos. Desde estos
últimos, resulta un placer contemplar el es-
tero Angachilla que se extiende a sus pies,
con densidades elevadas de cisnes de cuello
negro, patos cuchara, incluso raros cuervos
de pantano. Se trata de un excepcional mi-
rador ambiental urbano aunque hoy pro-
gresivamente amenazado por desarrollos
habitacionales y futuros proyectos viales.
La navegación en kayak por el Angachilla
resulta una experiencia inolvidable: tan
próxima y, a la vez, tan inédita. En nuestro
LLEGANDO AL ESTERO ANGACHILLA, EN BICI-KAYAK... caso decidimos abordarla a partir del anti-
tas ciudades del mundo acaso puede salir
uno de la vivienda, del hotel, en bicicleta y
con un kayak a remolque? Un recorrido re-
comendable es que enlaza el eje General
Lagos con el camino a Guacamayo, desvián-
dose después hacia el sector Miraflores,
hasta conectar con el eje Schneider antes
de retornar de nuevo a la Plaza de Armas.
Si desde Schneider uno se desvía hasta el
puente que existe sobre el estero Prado
Verde, el viajero urbano en bici-kayak pue-
de además botar su embarcación de nuevo
al agua, para emprender otra navegación
de humedal inolvidable.
Son 4,5 kms por el estero Prado Verde has-
ta su junta en el río Angachilla, una con-
fluencia en la que pueden llegar a observar-
GRUPO DE OBSERVACIÓN ORNITOLÓGICA EN LA RESERVA NATURAL URBANA ‘HUMEDAL DE ANGACHILLA’.
se hasta 150 ejemplares de cisne de cuello
negro, según nuestro conteo, efectuado el
pasado 2 de septiembre. Catrico, Angachi-
lla, Prado Verde, son todos ellos piezas vir-
tuosas en esos más de 20 kms de rutas ver-
PUNTOS GPS
des náuticas que resultan posibles, en ka-
yak, por los humedales al sur de Valdivia.
Tan cerca pero tan olvidados. Tan amenaza-
dos como valiosos. El símbolo y rasgo dife-
rencial de Valdivia. O
GPS 2 Universidad Austral de Chile, Campus Miraflores/ puente sobre el estero Catrico- 39°50'1.90"S/ 73°14'52.07"O
GPS 3 Camino a Guacamayo/ puente, esclusa y embarcadero del Catrico- 39°50'43.68"S/ 73°15'20.86"O
GPS 4 Islote del Morrito- 39°51'9.50"S/ 73°15'53.10"O
GPS 5 Muelle de Guacamayo- 39°52'3.37"S/ 73°15'59.83"O
GPS 6 Río Angachilla- 39°52'16.28"S/ 73°15'22.52"O
GPS 7 Confluencia del estero Angachilla en el río Angachilla- 39°52'33.16"S/ 73°14'33.70"O
GPS 8 Dique y pedraplén artificial/ necesidad de porteo de kayaks/ por la orilla oeste- 39°52'19.99"S/ 73°14'31.90"O
GPS 9 Puente de Angachilla/ Miraflores- 39°51'59.38"S/ 73°14'19.75"O
GPS 10 Reserva Natural Urbana 'Humedal de Angachilla'/ Villa Claro de Luna- 39°51'23.66"S/ 73°14'4.25"O
GPS 11 Límite máximo de navegación (en kayak), aguas arriba del estero Angachilla- 39°51'9.56"S/ 73°14'28.78"O
GPS 12 Avda. Luis Daman Asenjo/ 39°50'58.80"S/ 73°14'35.80"O
GPS 13 Antiguo muelle de Angachilla (restos)- 39°52'44.93"S/ 73°14'17.64"O
GPS 14 Confluencia del estero Prado Verde en el río Angachilla/ observación de aves/ sector de alto valor ambiental
y ornitológico- 39°52'50.71"S/ 73°13'34.29"O
GPS 15 Puente y pedraplén artificial/ rápido mareal/ difícil porteo de kayaks...- 39°52'12.05"S/ 73°13'46.53"O
GPS 16 Puente Prado Verde/ límite de navegación aguas arriba del estero Prado Verde- 39°51'14.96"S/ 73°13'19.47"O
GPS 17 Avda. René Schneider- 39°51'7.64"S/ 73°13'26.84"O

PE RV/P34
Por los humedales urbanos de Valdivia. En kayak y en bicicleta /227
HITO HISTÓRICO-CULTURAL EN LA CIUDAD DE VALDIVIA

PEHHC34

Feria Fluvial y muelle Schuster (ZT)

En la Costanera valdiviana
Jimena Jerez Bezzenberger, Antropóloga, y Equipo Atlas IP

Q A partir de 2009 pasó a inscribirse

PANORÁMICA CLÁSICA DE LA COSTANERA VALDIVIANA.
Su ubicación coincide, específicamente, con la Costanera Arturo Prat, prehispánico. La guada o zapallo es
muy cerca de la Catedral local y del puente Pedro de Valdivia, frente también el nombre que se da a la
cachimba con que la machi, autoridad
por frente de la isla Teja. En este mercado ribereño, hoy convertido en espiritual mapuche, hace sus ceremo-
epicentro turístico de la capital regional, se venden y compran nias medicinales. Los ríos, en la cos-
mariscos, pescados y vegetales, junto a otros alimentos, flores y movisión mapuche, son los caminos
sagrados por donde las almas de los
producciones artesanas. El lugar viene cumpliendo con esta función
muertos hacen su viaje hacia la isla o
como centro de intercambio de productos desde la fundación de la huapi de ultratumba, que se localiza
ciudad en tiempos coloniales. mar adentro y en la que uno vuelve a
encontrarse con los suyos, para así
poder reencarnarse y volver a la vida
en las nuevas generaciones. Por ello
EL PÉNDULO DE FOUCAULT, EN EL SECTOR COSTANERA DE LA CIENCIA.
PUESTOS DE PESCADOS Y MARISCOS.
en la prestigiosa lista como Monumento
Nacional chileno, en la categoría de
Zona Típica
sa ciudad hundida en el río para
recordar que ella siempre está ahí,
subyacente y dormida, conectada por
túneles a las otras ciudades míticas, a
la ciudad dorada de Osorno, a Corral,
a la ciudad de los Césares, a Chiloé, a
la Salamanca misma…
En el plano de los holandeses de 1643
se indica el lugar del mercado donde
llegaban los canoeros mapuche,
junto a la desembocadura del estero
Catrico. Con sus largas lanzas o waikis
se los ve en lo que podría ser un ngui-
llatún o rogativa, en una escena que
retrata no sólo la navegación de
canoas, sino las zonas de cultivo a
orillas del río, los caminos, las ruinas
de la ciudad destruida en 1602 ade-
más de una misteriosa casa en la isla
de las Lajas o isla Teja.
En base a este tipo de documentos es
posible determinar la larga data de con-
tinuidad ocupacional de este espacio,
que se mantiene a pesar de los siglos y
las culturas que en él van superponién-
dose. El Muelle Schuster o la Feria
Fluvial son, así, modernas designacio-
nes al embarcadero existente desde
antes de la llegada de los españoles,
manteniendo en una línea del tiempo
continua la historia viva de sus habitan-
tes. La leyenda indica que en esta parte
de Valdivia es posible ver, a quien tenga
la valentía de mirar, a esa cabra verde
que vaga por las aguas y se alimenta de
las algas del río.
Sin duda la variedad, colorido y sabor
de la Feria Fluvial, declarada Zona
Típica en 2009, resulta una cita
imperdible con el pasado, vigencia de
las prácticas que imprimieron su
señal en cada uno de los valdivianos
actuales. Por ejemplo, los alimentos
vinculados a cada estación y traídos
desde Punucapa, Tralcao o Pelchuquín,
todas ellas localidades tradicionales
situadas río Cruces arriba; o mariscos
y pescados, algas, hongos comesti-
bles, semillas, flores y plantas medici-
nales que hacen de cada visita a este
singular mercado un deleite a la vista
y al paladar. Q
LA ZONA, SEGÚN UN PLANO HOLANDÉS DE 1643.

L
os habitantes originarios de
Valdivia, de tradición mapu-
che-huilliche, conocidos
como los Ainil, vivían en un
paradisíaco paraje dominado por el
río Valdivia o Guadalafkén. Del río
Valdivia se dice que tiene siete ríos
arriba y siete ríos abajo, ya que se le
unen los ríos Cruces, Naguilán, Futa,
Angachilla, Tornagaleones y Cutipay;
además de los catricos: esos ríos sub-
terráneos, cuyos múltiples brazos
afloran en diversos lugares dando
vida a esos humedales que resguar-
dan la biodiversidad al mismo tiempo
que condicionan el crecimiento de la
ciudad, su desembocadura pasa inad-
vertida bajo el actual Péndulo de
Foucault, frente al Centro de Estudios
Científicos y bajo el denominado
Muelle Schuster.
Cuando Pedro de Valdivia entró en la
plaza desde Las Ánimas y por lo que
hoy es la calle Carlos Anwandter (aquel
antiguo barrio Carmenga) describió
dos canchas de palín, ese juego ritual
mapuche que dirime diferencias entre
comunidades. Fundada la ciudad, esta
mantuvo su trazado atávico acomo-
dándose a los hualves y afloramientos
del estero Catrico, disfrutando de la
facilidad con que los barcos podían
cargar y descargar con tan sólo unas
tablas dispuestas en los muelles de la
actual costanera. Cientos de canoas
llegaban a diario a intercambiar pro-
ductos en el mercado de tradición
prehispánica, enclavado más o menos
en el mismo sector que hoy en día. El
denominado trafkintu o intercambio
involucraba valores tales como el res-
peto por el otro, al mirarlo como un
igual; y proveía de alimentos estacio-
nales que equilibran la salud y el buen
vivir. En la actualidad, en la Feria o
Mercado Fluvial de Valdivia, todavía
es posible sorprenderse con infinidad
de productos locales, sobre todo
mariscos y pescados frescos, varieda-
des de papas, legumbres y verduras,
flores, hongos y algas.
El río Valdivia o Guadalafkén (río de las
Calabazas) fue siempre un importante
centro ceremonial, político y comercial
los conquistadores se esmeraron en
superponer sus símbolos religiosos y
de poder sobre el poblado originario.
Iglesias y conventos ocuparon las ori-
llas del río, invisibilizando las arbole-
das plantadas por los autóctonos y
rellenando lagunas y ojos de agua
(pumenoko), donde habitaban los
ñenko o genios dueños del agua.
La continuidad ocupacional de los
espacios permanece, construyéndose
en una superposición de capas desde
los mapuche hasta los tiempos moder-
nos, pasando por españoles, holande-
ses, alemanes y chilenos. Por eso la
Blanca Ciudad, como se le llamaba
antiguamente a Valdivia, deja ver de
vez en cuando retazos de la misterio-

PE HHC34
Feria Fluvial y muelle Schuster (ZT). En la Costanera valdiviana /229
PE RV/P35
De Crucero
al lago Puyehue
Otro antiguo ramal olvidado
ENTRE CRUCERO Y EL PUENTE QUILIHUE EL ANTIGUO RAMAL ESTA PAVIMENTADO, LO QUE LO HACE
IDÓNEO PARA LA BICICLETA.
S
e trata de un recorrido ecoturís-
tico, en bicicleta y sobre un anti-
guo ramal ferroviario, con es-
pléndidas vistas sobre volcanes,
incluyendo el eruptivo Cordón del Caulle.
Son, en total, siete grandes rectas viales
ex-ferroviarias, enhebradas por una suce-
sión de siete viaductos y una simple doce-
na de sectores de curva, los que componen
la esencia de esta Ruta Verde. Una verda-
dera punta de lanza ecoturística, poco fre-
cuentada, que avanza hacia el extremo sur
de la región de Los Ríos, uniendo de mane-
ra silenciosa, rural y apacible la antigua es-
tación ferroviaria de Crucero con el extre-
mo occidental del lago Puyehue, en su des-
aguadero, del que surge el río Pilmaiquén.
Desde el punto de vista paisajístico resulta,
desde luego, un recorrido panorámicamen-
te espléndido. Además de especialmente
apto para el viajero en bicicleta.
Un par de volcanes extra-regionales, el
Puntiagudo (2.190 m) y el Osorno (2.652
m), constituyen su espectacular referencia
paisajística, por el sur. Por oriente, es la
alargada alineación orográfica del Cordón
del Caulle la que surge, en combinación
con el volcán Puyehue (2.240 m), a modo
de constante telón de fondo. En este sen-
tido, la propuesta Ruta Verde de Crucero
al lago Puyehue (34 o 37 kms, según el
punto en que decidamos terminarla: bien
en la localidad de Entre Lagos; o bien en
las playas de Mantilhue) cobra especial in-
terés en cuanto que sirve como mejor mi-
rador sobre la nueva zona eruptiva del
Caulle, surgida tan impetuosamente du-
rante el mes de junio de 2011.
En cuanto al sub-ramal de Crucero al lago
Puyehue solo fue construido parcialmen-
te, logrando unir cuatro estaciones entre
EL VOLCÁN PUNTIAGUDO, QUE MARCA EL RUMBO PRINCIPAL DE ESTA RUTA VERDE.
UN ANTIGUO GALPÓN JUNTO AL DESMANTELADO CAMINO DE HIERRO.
sí: Crucero, Purrapel, Champulli, Chirre.
Hoy existe sobre su faja un camino carre-
tero, de baja frecuentación, que se prolon-
Ruta Verde, Vía Verde, Ciclo-Ruta...
U
ga hasta la localidad de Entre Lagos y el na Ruta Verde que, en realidad, es una Vía Verde porque discurre, en dos tercios de
límite con la vecina región de Los Lagos. su recorrido, sobre el trazado y plataforma de una antigua vía férrea, hoy desman-
Existe el proyecto de adecuarla como eje telada de sus rieles de antaño. Además de una potencial Ciclo-Ruta de elevado interés
integrado de la denominada Carretera In- ecoturístico. Fue a principios de la década de 1920 cuando el Gobierno de Chile enco-
terlagos. Un eje compartido entre vehícu- mendó al ingeniero Abel Munizaga el reconocimiento general del territorio comprendido
los motorizados y bicicletas debería ser su entre los ríos Bueno y Pilmaiquén, a efectos de la construcción de un nuevo ramal fe-
rroviario que pudiese potenciar los esfuerzos de colonización que se desarrollaban en-
solución de compromiso a futuro, enmar-
tonces en la zona.
cándolo dentro de un eje de belleza escé-
Como resultado de varios meses de exploración a caballo por el sector, Munizaga pro-
nica de interés ecoturístico. puso en su informe final el proyecto de construcción de un nuevo ferrocarril que uniese
Entre Crucero y el lago Puyehue nosotros la Línea Central Norte-Sur a partir del lugar de Cocule (inmediato al viaducto sobre el río
hemos pedaleado recientemente en nues- Bueno y situado 5 kms al sur de la ciudad de La Unión) con la localidad de Río Bueno,
tras fieles bicicletas Brompton plegables, continuando hacia la pequeña aldea de Crucero y el extremo sur-occidental del lago
una de ellas arrastrando en su carrito por- Ranco. Como complemento a este eje principal, se planificó además un sub-ramal el
taequipajes, también desmontable, nues- cual, a partir de la mencionada localidad de Crucero, arrumbase al sur en dirección al
tras provisiones y pertrechos de viaje.
lago Puyehue, en el lugar donde este sitúa su desaguadero sobre el río Pilmaiquén.
En la década de 1930 el proyecto se había transformado ya en realidad. Y hasta la
Hasta Crucero las hemos podido traer en
década de 1980 la circulación de trenes sobre aquellas vías proyectadas por el ingenie-
el bus de servicio público, a partir de la ro Munizaga constituyó la principal solución de comunicación para los habitantes de
localidad de Río Bueno, en cuyo territorio este apartado sector del sur regional. Asimismo, varios miles de hectáreas de bosque
comunal se inscribe todo este recorrido. nativo, hasta entonces en estado virginal, salieron de esta tierra ancestral acarreados
Un recorrido ciclístico que para nosotros sobre este camino de hierro.
comenzó junto a la antigua estación ferro-
viaria de Crucero. Luego, a la salida del
pequeño núcleo habitado, proseguimos
sobre la antigua franja ferroviaria, hoy ri-
piada, que los temporales de invierno han
tornado, por tramos, en un verdadero ba-
rrizal. Una serie de fundos, de vocación
ganadera, fueron desgranándose a un la-
do y otro de la antigua vía férrea: Cuncu-
mén, Doña Paula, Santa Laura…
Grandes ejemplares de tepas, coigües y
raulíes, supervivientes de aquella antigua
selva original, jalonan también esta Ruta
Verde. Y por oriente, elevándose sobre el
Cordón del Caulle, podíamos observar con
precisión la nube de cenizas de la erup-
ción en curso: la fuerza de la naturaleza
desplegada en toda su fuerza sobrehuma- EL ANTIGUO RAMAL TAMBIÉN ES USADO PARA SUS DESPLAZAMIENTOS POR LOS HABITANTES LOCALES.
PE RV/P35
De Crucero al lago Puyehue. Otro antiguo ramal olvidado /231
232/ PE RV/P35
De Crucero al lago Puyehue. Otro antiguo ramal olvidado

PUMA (FELIS CONCOLOR)

ABANDONADAS CASAS QUE TESTIMONIAN LOS PROCESOS DE COLONIZACIÓN

QUE TUVIERON LUGAR EN LA ZONA.

Pero en el caso de esta parte de la región

EN LAS PLAYAS DE MANTILHUE: A ORILLAS DEL LAGO PUYEHUE.
na…. Cuando termine tanta actividad
eruptiva, ¿acaso un nuevo cráter volcánico
podrá apreciarse, desde esta Ruta Verde,
en el paisaje…?
Pero la atávica tradición volcánica de esta
parte del sur regional se detecta también
en la fisonomía de los cursos fluviales que
atravesamos en la ruta. Todos ellos son ca-
jones encañonados, encauzados a la fuer-
za, en sentido este-oeste, por las antiguas
lenguas de lava volcánica. Es por ello que
el antiguo trazado ferroviario tuvo que en-
frentarse a ellos, para salvarlos, mediante
atrevidos viaductos de un solo arco, que
vuelan sucesivamente sobre los ríos Qilil-
hue, Muticao o Chirre.
El viaducto ferroviario sobre el río Chirre
es, de todos ellos, el más espectacular.
Se trata del segundo viaducto más eleva-
do de Chile y uno de los tres más altos de
un solo arco en toda Sudamérica. Para
contemplar mejor esta joya olvidada de
IMÁGENES DEL RÍO MUTICAO, UNO DE LOS CAJONES INACCESIBLES ORIGINADOS DEL MACIZO DEL CAULLE.
la ingeniería chilena seguimos por una
huella que se desvía ligeramente hacia el
oeste, poco antes del mismo. Entonces,
desde el borde del cañón fluvial, obser-
vamos en su mejor perspectiva las aguas
del torrentoso Chirre desde un centenar
de metros más abajo, mientras el viaduc-
to inverosímil se levanta otros 50 m so-
bre nuestras cabezas…
A 21 kms al sur de Crucero, donde la ex-
estación Chirre, se termina la plataforma
de Los Ríos, durante los remotos tiempos
pre-hispánicos, cuando la primitiva selva
austral lo cubría todo y ante el espectácu-
lo de estas cumbres de fuego y nieve, los
ancestros de los actuales huilliches esta-
blecieron en la zona diferentes sitios cere-
moniales indígenas de carácter sagrado,
como es el caso de Complejo Ceremonial
de Nolgehue, declarado Monumento Na-
cional. Existen otros más, de la misma im-
portancia, distribuidos de preferencia so-
bre esta parte de la cuenca del río Pilmai-
del trazado ferroviario inconcluso. La Ru- quén. Por lo que esta resultando inevita-
ta Verde prosigue, sin embargo, todavía ble el conflicto entre las comunidades in-
otros 13 kms mas hasta la localidad de dígenas y las empresas que pretenden
Crucero. En este tramo, pedaleamos cada construir en el Pilmaiquén una sucesión
vez más en espectacular aproximación de represas para la producción hidroeléc-
hacia la siluetas divinas de los volcanes trica. Un patrimonio ancestral cuyas evo-
Puntiagudo y Osorno. Este último nos re- caciones nos acompañarán a lo largo de
cuerda al gran Fujiyama de la isla de este recorrido hasta las orillas del lago
Hondo, en Japón, cuando el viajero se Puyehue y las playas de Mantilhue. O
aproxima hacia su cumbre sagrada desde
los campos de té de Yamanaka.
EL ESPECTACULAR VIADUCTO FERROVIARIO
SOBRE EL RÍO CHIRRE.

PE INFOVIAJE
37 kms en total (21 kms sobre
tramo de antigua plataforma
ferroviaria); pueden recorrerse, en
bicicleta, relajadamente, en una
sola jornada. El antiguo ramal
ferroviario se encuentra
parcialmente pavimentado.
Una ruta verde idear para una
jornada de bicicleta.
UÊMEJOR ÉPOCA
Cualquier época del año. En
invierno y primavera, el
gran profundidad, como
los del Muticao o del Chirre,
con sectores de difícil acceso
todavía no prospectados.
Las espectaculares panorámicas
sobre los hitos volcánicos del
Caulle, Puntiagudo y Osorno.
El lago Puyehue y su emisario,
el sagrado río Pilmaiquén
para la tradición ancestral
mapuche.
Y la posibilidad de nuevos
accesos senderistas al Cordón
del viaducto del Malleco):
todo un monumento de la
ingeniería del s. XX. En un
lugar de acceso restringido para
los no miembros de las
comunidades mapuche-huilliche
locales, próximo a esta
Ruta Verde, se localiza el
Complejo Religioso y
Ceremonial de Nolguehue
(comuna de Río Bueno;
situado en la mencionada
cuenca del río Pilmaiquén); GPS 1 Crucero/ bifurcación de antiguo ramales ferroviarios (a Lago Ranco y hacia el lago Puyehue)/ punto de inicio de ruta- 40°25'13.18"S/ 72°46'53.22"O
GPS 2 Viaducto sobre el río Quilihue- 40°27'45.42"S/ 72°46'2.07"O
PUNTOS GPS

PEQUEÑOS ALMACENES RURALES
DONDE EL VIAJERO PUEDE
ABASTECERSE DE SENCILLAS
PROVISIONES.
UÊLOCALIZACIÓN
Comuna de Río Bueno.
UÊDURACIÓN Y DISTANCIAS
Entre Crucero y el lago Puyehue,
en las playas de Mantilhue, son
espectáculo del Cordón del
Caulle y de los volcanes
Puntiagudo y Osorno nevados
resulta maravilloso.
UÊVALORES NATURALES
Restos dispersos de la
antigua selva que, hasta hace
un siglo, recubría estos parajes
sin solución de continuidad.
Los espectaculares cajones
fluviales que se cruzan en el
recorrido, de acentuado corte y
del Caulle y el Parque Nacional
Puyehue desde los sectores
de Rucatayo y El Bagual.
La zona es buena para el pudú,
la güiña y el puma.
UÊMONUMENTOS DEL HOMBRE Y
PUNTOS DE INTERÉS
El viaducto ferroviario del
Chirre, sobre el río del mismo
nombre, construido en hormigón
armado, es el segundo puente
más elevado de Chile (después
declarado en 2004
GPS 3 Antigua estación ferroviaria de Purrapel- 40°28'29.51"S/ 72°45'50.97"O
Monumento Nacional Histórico
GPS 4 Puente Muticao- 40°29'5.63"S/ 72°45'15.53"O
(integrado por un eltuwe o GPS 5 Punto panorámico- 40°30'38.30"S/ 72°43'40.47"O
cementerio y un menoko GPS 6 Cruce con camino a Rucatayo/ nuevas posibilidades de accesos senderistas hacia el Cordón del Caulle y PN Puyehue- 40°31'47.05"S/ 72°41'54.59"O
donde habita el Nguen Juanico), GPS 7 Antigua estación ferroviaria de Champulli- 40°31'47.68"S/ 72°41'53.20"O
no se puede acceder, GPS 8 Viaducto ferroviario sobre el río Chirre (el segundo más alto de Chile, después del del Malleco- 40°33'33.79"S/ 72°39'26.99"O
por su propio carácter GPS 9 Antigua estación ferroviaria de Chirre- 40°34'35.97"S/ 72°39'1.59"O
sagrado. GPS 10 Término del antiguo trazado ferroviario- 40°34'54.57"S/ 72°38'52.92"O
GPS 11 Punto panorámico sobre el Cordón del Caulle y PN Puyehue- 40°35'45.10"S/ 72°38'29.35"O
GPS 12 Desvío hacia la represa del Pilmaiquén y el Salto de la Olla- 40°37'36.85"S/ 72°37'35.54"O
UÊCARTOGRAFÍA GPS 13 Desvío por camino hacia playa Mantilhue y orilla norte del lago Puyehue- 40°37'54.34"S/72°37'25.41"O
Instituto Geográfico Militar, escala GPS 14 Sector Mantilhue/ playas lacustres- 40°38'26.90"S/ 72°32'9.46"O
1:50.000, hojas ‘Ignao’ y GPS 15 Doble punto panorámico: sobre el lago Puyehue; y sobre el curso del río Pilmaiquén- 40°40'17.56"S/ 72°36'47.77"O
‘Entrelagos’. GPS 16 Desaguadero del lago Puyehue, por el río Pilmaiquén/ límite regional Los Ríos- Los Lagos/ acceso a núcleo urbano de Entrelagos/ punto final de ruta- 40°40'47.40"S/ 72°36'14.37"O

PE RV/P35
De Crucero al lago Puyehue. Otro antiguo ramal olvidado /233
HITO HISTÓRICO-CULTURAL
PEHHC35
Edificios y casonas
tradicionales de La Unión
En la más pura tradición alemana
Jimena Jerez Bezzenberger, Antropóloga, y Equipo Atlas IP
CASA GROB, CONCLUIDA EN 1913, PERFECTAMENTE CONSERVADA POR SU PROPIETARIO ACTUAL.
De la confluencia de los ríos Llollelhue y
Radimadi, ambos afluentes del río Bueno, es
de donde le viene el nombre a esta ciudad,
emplazada a corta distancia, por el oeste, de
la actual carretera E-5 hacia Osorno y
Puerto Montt, en el lado opuesto con respecto
a la ciudad de Río Bueno. Actual capital de la
provincia del Ranco, fue fundada en 1827
donde el llamado Llano de Negrón, con el
nombre de Villa Libre de San Juan. Es solo a
partir de 1890 que aparece, finalmente,
nominada como La Unión.
EN LA CIUDAD DE LA UNIÓN
E
l territorio de Los Llanos, situado
a medio camino entre Valdivia y
Osorno, era considerado como el
huerto de Valdivia desde el
siglo XVI debido a la fertilidad con que
crecían acá legumbres, papas, maíz y
cereales en general. Desde tiempos de los
españoles se cultivó en ellos también el
cáñamo, para confección de cuerdas de
lino, como alimento (linaza) o para fabricar
prendas de vestuario. Hasta el año 2004,
fecha en la que cerró sus puertas, la
empresa textil de Linos de la Unión funcio-
nó, en base al procesamiento de este pro-
ducto, como una de las empresas más
destacadas e identitarias de esta ciudad.
El clima local se caracteriza por ser un sec-
tor de sombra-lluvia, con un notorio menor
nivel de precipitaciones que al poniente,
debido a las alturas de la inmediata
Cordillera de la Costa (cerro Mirador, 1.000
msnm). Esto permite encontrar en las cer-
canías de La Unión, por ejemplo, algunos de
los últimos relictos de bosque esclerófilo
del medicinal boldo (Peumus boldo), espe-
cie propia de una vegetación más nortina.
Hacia la costa, en cambio aumenta la plu-
viosidad y se expande la maravillosa selva
valdiviana y los alerzales de la Cordillera
Pelada. Ahí es donde se encuentra el Alerce
PUERTA EN
DETALLE, CASA
DUHALDE.
Q Los colonos alemanes
generaron en La Unión una
hermosa arquitectura
fiel a sus orígenes
Milenario, un ejemplar monumental consi-
derado por algunos científicos como el
segundo árbol más longevo del mundo, con
más de 3.600 años de edad.
Cerca de La Unión se establecieron misiones
para la conversión de los pobladores origina-
les a partir del siglo XVII, además de una
serie de fuertes y fortines españoles, sobre
todo bordeando el río Bueno o Wenuleufu
(río de lo alto o del cielo, en lengua original),
sobre todo a partir del levantamiento mapu-
che de 1792, liderado por los longko Queipul
y Futañirre. Estos fortines españoles de La
Unión se comunicaban con Valdivia a través
del camino viejo de Angachilla.
Ya en el siglo XIX se establecen en la zona
nuevos migrantes europeos, impulsados
por la política de colonización emprendida
por el gobierno de Chile, en su mayoría
procedentes de tierras germanas, que
recrearon acá su arquitectura de origen,
su perfil industrial, su idioma y sus cos-
tumbres. Estas circunstancias resultan
especialmente visibles en el Cementerio
Alemán, donde los nombres de los difun-
tos se acompañan de palabras en lengua
alemana. En este cementerio existe una
estatua de fierro forjado llamada el Ángel
TEMPLETE MUSICAL EN LA PLAZA DE LA UNIÓN, CON EL CAMPANARIO DE LA IGLESIA PARROQUIAL, AL FONDO. Negro, que fue derribada de su pedestal y
arrojada al suelo por ciudadanos incomo-
PE HHC35
Edificios y casonas tradicionales de La Unión. En la más pura tradición alemana /235
HITO HISTÓRICO-CULTURAL
UN EJEMPLO PATRIMONIAL HOY DESAPARECIDO:
EL DEL ANTIGUO HOTEL ALEMÁN.
INTERIORES MEMORABLES DE IZQ. A DER., HALL Y ESCALERA DEL ANTIGUO HOTEL ALEMÁN; GALERÍA EN LA ESCUELA DE LA CULTURA (EX-CASA DUHALDE); ESTANCIAS DE LA CASA GROB.
EN LA CIUDAD DE LA UNIÓN
dados ante dicha representación escultóri-
ca (que consideraban diabólica) y que
permanece en el suelo, tras el acto vandá-
lico, debido a su gran tonelaje.
UNA HERENCIA
La Plaza central de La Unión tiene el nom-
LA CASA DUHALDE
EN EL ESTILO DE UN Y TRADICIÓN bre de la Concordia y fue diseñada por el
'CHALET' FRANCÉS GERMANAS
DEL S. XIX. RELEVANTES Gobernador Germán Asenjo Vásquez en la
primera mitad del siglo XX. Destacan las
edificaciones de la Iglesia San José, la
casa cuartel de la Primera Compañía de
Bomberos Germania, el edificio de la
Municipalidad, el edificio del Banco
Santander, la Casa von Mühlenbrock o el
edificio institucional de la empresa de
lácteos Colún, entre otras. En el centro de
la Plaza hay una fuente y kiosko tradicio-
nales. Un paseo muy interesante es el que
lleva hasta el Parque Municipal, donde
hay juegos, sitios de recreación y una rele-
vante vista sobre el río Llollelhue.
Circunstancia muy sui generis de la ciudad
de La Unión es su vinculación con elemen-
tos nazi que huyeron a Chile después de
terminada la Segunda Guerra Mundial. En
efecto, se estima que alrededor de mil res-
ponsables del periodo nazista y sus familias
buscaron refugio en Chile despues de 1945,
eligiendo como lugar para radicarse, de
preferencia, la zona geográfica comprendi-
da entre Valdivia, Rio Bueno, La Unión y
Osorno. De aquellos que fueron identifica-
dos y descubiertos destaca, en La Unión, el
ciudadano chileno-alemán registrado como
Juan Keller Keller, agricultor de nebuloso
Q La actual Escuela de la Cultura
(ex-Casa Duhalde) presenta
por su parte, influencias
francesas
Edificios y casonas tradicionales de La Unión. En la más pura tradición alemana
origen que vivía en Trumao, en el sector Las
Trancas, quien en realidad no era otro que
Martin Ludwig Bormann, prófugo nazi y
mano derecha del propio Adolfo Hitler.
Existe una trama novelesca que describe
como las familias alemanas y políticos loca-
les destacados lo protegieron y encubrie-
ron, hasta su desaparición misteriosa y
definitiva en torno a los años de 1970.
Representantes del patrimonio arquitectó-
nico de la ciudad son las mansiones de
inspiración alemana y europea, como la
Casa Duhalde (actual Escuela de la
Cultura, calle Manuel Montt con calle
Serrano), construida en 1900 por un colo-
no de origen vasco-francés, con su enreja-
do perímetro exterior y sus fuertes influen-
cias del clásico chalet francés de finales
del siglo XIX. Otro notable ejemplo es la
llamada Casa Grob (calle Francisco Bilbao),
concluida en 1913 y diseñada por el arqui-
tecto valdiviano Pablo Riechers para el
empresario local Santiago Stolzenbach
(uno de cuyos nietos Werner Grob, su pro-
pietario actual, la habita y preserva con
fidelidad a su diseño original).
Destacan también en La Unión la Casa
Iribarne (calle Francisco Bilbao con Avenida
Industria), la Casa Hoppe (calle Letelier con
calle Riquelme), el edificio del Colegio
Alemán R.A. Phillipi o la llamada Bomba 1,
actual cuartel de la Primera Compañía de
Bomberos ‘Germania’. Desgraciadamente,
el edificio original del Hotel Alemán de La
Unión se ha perdido patrimonialmente
hablando en fechas recientes (aunque sub-
siste su magnífico Salón-Teatro anexo; ver
HHC37). De alto valor patrimonial resulta,
asimismo, la iglesia parroquial de San
José, construida en 1904, con su magnífica
bóveda interior de crucería, su profusión de
nobles maderas nativas y sus dos torres
secundarias enmarcando al esbelto campa-
nario principal. Q
PE HHC35
/237
PE RV/P36
En bote,
por el río Cruces
De la Mariquina al fuerte San Luis de Alba
LOS GRANDES TRONCOS, ARRASTRADOS POR LAS CRECIDAS INVERNALES, JALONAN EL CURSO FLUVIAL.
U
n invierno antes de nuestro pri-
mer recorrido ya lo intentamos…
pero tuvimos que desistir. La po-
derosa corriente fluvial bajaba
entonces arrastrando enormes troncos de
árbol e islotes flotantes que chocaban con-
tra los recodos ribereños estrepitosamente.
El nivel de las aguas aparecía aquí y allá
desbordado y formaba lagunazos laterales
sobre potreros y bosques. Verdaderamente,
hubiera sido suicida lanzarnos río abajo en
tales condiciones… Ahora hemos vuelto al
río Cruces en una mañana primaveral de
sol radiante y nos hemos lanzado a navegar
sobre su corriente, fuerte pero mesurada,
en un descenso de 28 kms que son los que
median entre San José de la Mariquina y el
antiguo fuerte de San Luis de Alba. Una Ru-
tica, sin duda, apasionante.
ta Verde náutica,
Por más que hemos
preguntado, do, no
contra-
hemos encontra-
do a nadie ie que nos
haya dado razón
acerca dee este viaje
corriente abajo.ajo. ¿Existirá
algún rápido que obstaculi-
ce nuestroro descenso? No te- FLOR DE ARRAYÁN
(LUMA APICULATA)
nemos máss remedio que descu-
osotros mismos. Para esta
brirlo por nosotros
navegación, que comprende el último tra-
mo con corriente del río Cruces (antes de
transformarse en un extenso humedal su-
jeto a las influencias de la marea) hemos
decidido utilizar nuestra embarcación
neumática de 3,5 m de eslora, equipada
con un pequeño motor fuera-borda de 3,5
hp de potencia. Pero el motor solo lo po-
dremos utilizar durante el último tercio
del viaje. Los primeros dos tercios, unos
19 kms de curso fluvial, los realizaremos
simplemente arrastrados por el río que
nos lleva, utilizando los remos para enfilar
el paso entre los obstáculos que vamos
encontrando.
COMIENZA EL DESCENSO: AL PASO DEL PUENTE DE SAN JOSÉ DE LA MARIQUINA.
Nuestro punto de partida se sitúa unos
500 m más arriba del puente principal
de acceso a la localidad de San José de la
Por un turismo rural integral
Mariquina, aprovechando un playazo fa- TrepaChile Ecoturismo es una microempresa dedicada al ecoturismo comunitario. Su
vorable. Con nuestro equipo enfundado filosofía de trabajo (y de ahí también su singularidad) es apoyar a las organizacio-
en las bolsas estancas, el tobogán de las nes sociales insertas en los ambientes que promociona y visita, vinculando directa-
aguas nos hace pasar raudo entre los pi- mente a las comunidades locales y permitiendo de esta manera una valorización de
lares centrales del puente mencionado. los frágiles ecosistemas en que habitan. En este sentido, fomenta una cultura de vi-
Un kilómetro más tarde abordaremos da al aire libre basada en la educación ambiental y un uso sustentable del territorio.
con éxito el paso del primer tramo de Sus socios fundadores son Francisco Rivera e Ignacio Brunetti.
En estos momentos TrepaChile cuenta con dos centros de operaciones en funciona-
raudales, poco complicado en estas fe-
miento: uno en pleno valle de la Mariquina, junto al río Cruces, en el predio Cahuincu-
chas del año. Entre las riberas fluviales, ra; otro en la cuenca del lago Rupanco (en la región de Los Lagos), desarrollando en
bien forestadas, surgen frecuentes islas, este último actividades ligadas a la navegación lacustre, trekking, termas naturales
a las que siguen curvas y revueltas en las y montaña (se localiza en el entorno del precioso volcán Puntiagudo y sobre el mis-
cuales el caudal de nuevo se acelera. Na- mo límite septentrional de los emblemáticos y milenarios alerces andinos).
vegamos así un kilómetro tras otro, sin- En cuanto a la Base Ecoturística en Cahuincura, constituye un punto de parada es-
tiéndonos deslizar por un fantástico co- tratégico durante el descenso náutico por el río Cruces. Con el proyecto de Parque
rredor verde, entre avistamientos de ta- Sendas de Cuyán, la base de Cahuincura pretende además convertirse en un modé-
lico centro de educación al aire libre. Desarrollando actividades tan inéditas e inte-
guas y cormoranes, de huairavos
hu y anáti-
resantes como es la escalada en árboles, ligada al bosque nativo, cuyos practican-
das de variadas
varia especies, entre
tes pueden contemplar, así, desde las alturas (cuentan con equipo específico para
martines pescadores y hie- ello). Son expertos, además, en trekking y travesías a caballo por la Cordillera de
ráticas garzas
garz cuca… Costa y el sector NO regional: probablemente el sector menos conocido y frecuenta-
pasaj más complejo se
El pasaje do de toda la región de Los Ríos. El formato de travesía de TrepaChile es asimismo
sitúa exactamente
ex 4,5 muy atrayente ya que se basa en el concepto del impacto minimizado, con grupos
kms aguas abajo de San pequeños y utilizando solo servicios y recursos locales, a fin de apoyar las localida-
José de la Mariquina, en des visitadas y entrar en un contacto real entre visitante y quienes allí habitan.
un lugar que no tiene
nombre
nomb en el mapa, pe-
PREPARANDO UNA
ro que rresulta fácilmente ASCENSIÓN ARBÓREA.
reconocible por constituir la re-
vuelta más cerrada de todo este tramo
fluvial. Aquí, el arrastre de grandes árbo-
les ha formado durante el invierno una
tremenda empalizada. Por entre medias
de esta obstrucción escurre, de manera
confusa, buena parte de la corriente del
Cruces, lo que genera una peligrosa tram-
pa para el navegante incauto. El paso
franco lo localizamos por la orilla orográ-
fica derecha. Decidimos desembarcar y
portear nuestra embarcación durante 50
m, aprovechando una propicia playa de
arena. La importancia de llevar un equipo
ligero resulta obvia en la exploración de
cualquier río, como se demuestra cuando
PE RV/P36
En bote, por el río Cruces. De la Mariquina al fuerte San Luis de Alba /239
240/ PE RV/P36
En bote, por el río Cruces. De la Mariquina al fuerte San Luis de Alba

construcción. Sus resultados don los que

EL PRINCIPAL OBSTÁCULO DEL VIAJE, QUE HAY QUE SALVAR MEDIANTE PORTAJE.
hay que franquear este tipo de obstáculos.
Un paraje maravilloso aparece junto a la
gran curva, o meandro, de Quintrehue-
que, con excelentes muestras de bosque
nativo cubriendo las riberas. Por otra
parte, aquí arrancaba un camino o paso
de barcas por el que, antaño, se arrastra-
ban las embarcaciones desde el río Cru-
ces al río Lingue, vía el modesto estero
Cancagua. Este arrastradero, de 1,5 kms
de extensión, resultaba sin embargo es-
tratégico en aquel Camino Real que, pro-
cedente de Concepción, constituía el úni-
co acceso terrestre, por el norte, hasta
Valdivia en tiempos de la Colonia. Aboca-
ba al fuerte o castillo de San Luis de Al-
ba, en la entonces conocida como Fron-
tera de la Mariquina (que marcaba, por el
N, el límite del enclave valdiviano con el
territorio independiente araucano).
El fuerte de San Luis de Alba fue funda-
do en 1648 sobre esta franja limítrofe,
junto al curso del Cruces y según los pla-
nos de Juan Ruiz del Rincón, Sargento
Mayor de la plaza de Valdivia. La fortifi-
cación se estableció a petición del caci-
que araucano del lugar, Juan Manquean-
te, en el paraje de Tanacura, que era
hasta donde podían navegar río arriba,
desde Valdivia, las embarcaciones de
mediano porte y que se situaba a dos le-
guas de la ruca de dicho caudillo nativo .
Con el tiempo, en torno al castillo se ge-
neraría un amplio núcleo habitado, que
servía de punto de encuentro, mestizaje
e intercambios comerciales para españo-
les y mapuches.
En 1749 la guarnición estaba compuesta
por 44 militares y, extramuros del fuerte,
existían además 17 viviendas habitadas
por 145 españoles y un millar de indios
amigos en sus rucas y tolderías. En reali-
dad, San Luis de Alba fue un castillo sin
actividad bélica la mayor parte de su
existencia, hasta que en 1822 lo arrasó
una montonera realista al mando de Pa-
lacios. En 1966, la Municipalidad de la
Mariquina y la Universidad Austral de
Chile, bajo la dirección del profesor Mau-
ricio van de Maele, acometieron su re-
todavía puede contemplar el viajero ac-
tual por el Cruces.
Entre la curva de Cahuincura (otro her-
moso paraje fluvial) y el fuerte median
todavía unos 15 kms de recorrido fluvial,
aunque ya sobre una corriente menos ca-
prichosa. A la altura de los potreros de
Cuncún podemos utilizar nuestro motor
fuera borda, mientras la silueta de la
Cordillera de la Costa se hace definitiva-
mente visible. Dejaremos a un lado los
restos del antiguo muelle de Puerto Pai-
co, que enmarcan unos grandes árboles
entre los cuales crece una solitaria pal-
mera. Tras el siguiente recodo, a ambos
lados del Cruces comienzan a extenderse
parajes de humedal, con profusión de
cisnes de cuello negro y taguas. Final-
mente, alcanzada la confluencia con el
río Cuyinhue, identificamos el pequeño
muelle de acceso al fuerte San Luis de
Alba. El Cruces es un río excepcional,
un tesoro ambiental, histórico y cultural
cuyo patrimonio nadie tiene derecho a
maltratar. Y que entre todos estamos
obligados a preservar para las generacio-
nes futuras. O
PUERTO PAICO, HASTA AQUÍ ALCANZA
LA INFLUENCIA DE LAS MAREAS…

PE INFOVIAJE
UÊLOCALIZACIÓN UÊMEJOR ÉPOCA nuevas plantaciones de paramento en madera, casa del
GPS 1 Punto de inicio de Ruta Verde-
Comuna de San José de la Primavera (en invierno, las eucaliptos los terrenos llanos y de castellano, una pequeña torre,

Mariquina.
UÊALTITUDES
Máxima: 79 m, en el cerro
Quintrehueque; mínima: 0 m,
junto al fuerte San Luís de Alba,
hasta donde llega la influencia de
las mareas.
UÊDURACIÓN Y DISTANCIAS
FLUVIALES
Entre La Mariquina y el fuerte San
Luís de Alba, 28 kms de ruta
fluvial, que pueden resolverse en
kayak o embarcación ligera en
entre 4 y 6 horas de viaje; una
buena idea será detenerse, a
media jornada, en el paraje de
Cahuincura, la rural base de Trepa
EL CRUCES, EN LA CURVA DE CAHUINCURA: UN HERMOSO PARAJE FLUVIAL. Chile/ Ecoturismo.
crecidas del Cruces transforman
el descenso en peligroso; en
verano y otoño, los problemas
pueden derivarse del bajo caudal,
a causa del estiaje).
UÊVALORES NATURALES
El paisaje fluvial resulta bello y el
borde ribereño se encuentra bien
preservado, con excelentes
tramos de bosque ripario;
detectaremos una sola zona de
eucaliptar exótico (en orilla
derecha, durante 2 kms), poco
antes de Puerto Paico; pero todo
este sector del valle de la
Mariquina se encuentra en la
actualidad muy amenazado, ya
que las empresas forestales están
intentando ahora ocupar con
vocación agrícola del valle (como
se observa, por ejemplo, en torno
a Puerto Locuche); en el meandro
de Quintrehueque y en torno a
Cahuincura existen buenos
retales supervivientes de bosque
nativo;entre la fauna: puma, pudú,
güiña, zorro culpeo, con enclaves
importantes para el huillín; muy
abundantes, las anátidas; taguas
y cisnes de cuello negro; garzas;
cormoranes; aves rapaces y loros
choroy y cachaña.
UÊMONUMENTOS DEL HOMBRE Y
PUNTOS DE INTERÉS FLUVIAL
El fuerte San Luis de Alba es una
fortificación colonial española del
s.XVII; restaurado en 1966,
consta de foso perimetral y
galpón polvorín y bastiones
perimetrales: constituye una
evocadora imagen a orillas del río
Cruces, en la antigua frontera de
la Mariquina y el antiguo Camino
de la Costa entre Valdivia y
Concepción, que atravesaba el
entonces independiente País
Araucano. Recientemente
adquirido por el Estado, se prevé
acometer una nueva fase de
rehabilitación.
UÊCOMO LLEGAR
El descenso se inicia en San José
de la Mariquina, a 51 kms por
carretera de la ciudad de Valdivia;
el fuerte San Luís de Alba, a 67
kms de Valdivia y a 16 kms de
San José de la Mariquina.
PUNTOS GPS
39°32'33.67"S/ 72°57'32.19"O
GPS 2 Puente de San José de la Mariquina-
39°32'30.15"S/ 72°57'46.18"O
GPS 3 Sector confuso para la navegación/ habituales palizadas de troncos/
portaje necesario, por la ribera derecha-
39°32'29.84"S/ 73° 0'9.97"O
GPS 4 Sectores ribereños relevantes: orlas de bosque nativo-
39°32'14.77"S/ 73° 2'32.79"O
GPS 5 Sector de Cahuincura- 39°33'6.03"S/ 73° 3'1.26"O
GPS 6 Meandro de El Salto- 39°34'35.55"S/ 73° 4'25.86"O
GPS 7 Meandro de Paico- 39°34'50.78"S/ 73° 6'42.34"O
ENTRAMOS EN EL SANTUARIO DE LA NATURALEZA Y LOS HUMEDALES DEL RÍO CRUCES. GPS 8 Antiguo muelle de Puerto Paico/ límite de influencia de las mareas-
39°35'12.55"S/ 73° 7'5.43"O
UÊCARTOGRAFÍA
GPS 9 Límites norte del Santuario de la Naturaleza de los Humedales
Instituto Geográfico Militar, escala
del Río Cruces- 39°35'29.25"S/ 73° 8'9.32"O
1:50.000, hojas ‘San José de la
Mariquina’ y ‘Pelchuquín’. GPS 10 Fuerte de San Luis de Alba- 39°36'14.73"S/ 73° 9'0.86"O

PE RV/P36
En bote, por el río Cruces. De la Mariquina al fuerte San Luis de Alba /241
HITO HISTÓRICO-CULTURAL
PEHHC36
Patrimonio industrial
en La Unión
Emprendimientos desde antaño
Jimena Jerez Bezzenberger, Antropóloga, y Equipo Atlas IP
La Unión fue un importante centro industrial
del sur de Chile, destacando industrias
locales como la Colún, el Molino Teófilo Grob,
la Fábrica de Linos, Iansa, Catamutún, entre
otras. La mayoría ha quedado atrás,
exceptuando el caso de la Cooperativa
Agrícola y Lechera La Unión (Colún) que se
mantiene como uno de los ejes temáticos y
de desarrollo en la capital del ranco, según
un modelo de producción lechera plenamente
identificado con la región de Los Ríos.
ALMACENES COMERCIALES EN TRUMAO (1906).
MOLINO GROB, UNA CENTRAL HODROELÉCTRICA DE VALOR PATRIMONIAL.
EN LA CIUDAD DE LA UNIÓN
TRUMAO A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX.
U
na espina dorsal que narra
perfectamente el relato pro-
ductivo local es, en la ciudad
de La Unión, la arteria deno-
minada Avenida Industrial, la cual con-
serva buena parte de los edificios, en uso
o abandonados, en que se fundamentó tal
apogeo. Friedrich Grob Besler (1824-
1899), originario de la localidad Schondorf,
cerca de Stuttgart, Alemania, arribó el 23
de febrero de 1858 como emigrante al
puerto de Corral. En 1864, junto a otro
colono también de origen alemán, Johann
Friedrich Hutt, compró a un tal Enrique
Carvallo un viejo molino de agua ubicado
cerca del río Llollelhue, junto a la localidad
de La Unión. Teófilo Grob Fritz, su hijo,
fue quien se hizo posteriormente cargo de
tal industria, modernizando las instalacio-
nes en 1896 y adquiriendo varios fundos
alrededor. Cuando efectuó el traslado del
molino a su actual ubicación, junto a la
estación ferroviaria local, instaló en su
interior una turbina Francis, que todavía
sirve para abastecer de luz eléctrica a la
ciudad unionina y constituye un valioso
ejemplo del patrimonio arqueo-industrial
regional. El 24 de Mayo de 1914 este
emprendedor formará, a partir de dicho
núcleo original, la importante entidad
Sociedad Industrial Teófilo Grob (que
finalmente sería adquirida, en 1997, por el
grupo industrial molinero Carozzi).
En el año 1932 se inició en La Unión la
producción de fibra de lino. El lino o lina-
za ya había sido tradicionalmente cultiva-
do en estos Llanos de Valdivia desde la
TURBINA
FRANCIS, EN
EL INTERIOR
DE LA
TRADICIONAL
FÁBRICA DE
LUZ.
EDIFICIO COLÚN, EN LA UNIÓN.
una difícil situación de cesantía, y descon-
certados tras más de 60 años de plena
dedicación a dicho rubro.
A fines del siglo XVIII se instaló en Trumao
una misión franciscana, en la colina que
PUERTO VIEJO, EN EL RÍO BUENO (1906) domina dicho paraje fluvial sobre el río
Bueno y en tierras habitadas ancestral-
MOLINO GROB Y
FÁBRICA DE LUZ. mente por los wuilliche. Bajo el altar de
época colonial, justamente por la necesi- su iglesia se encuentra sepultado el
dad de cuerdas, cabos y calabrotes, misionero capuchino padre Joaquín de
esenciales para la navegación de entonces. Ancona. Esta iglesia presenta un intere-
Encabezado por Augusto Grob sante valor arquitectónico y patrimonial y
Westermeier se creó en 1941 la empresa desde su pórtico de acceso se puede con-
Linos de Chile S.A. (o Linos de La Unión), templar una impresionante panorámica
generándose así la primera hilandería en sobre el río Bueno y los humedales del
Sudamérica. Otras principales oficinas e entorno. Al río Bueno se le cambió incluso
industrias de este rubro, instaladas en el el nombre por el de río Trumao en este
siglo XX en el sur de Chile, serían las de sector, también designado como Puerto
Purranque, Río Negro, Casma, Llanquihue Viejo, donde existe hoy un sencillo balseo
y Fresia. Se producían servilletas, toallas, para cruzar el río.
cortinajes, cretonas, vestimentas, mante- Hasta este Puerto Viejo de Trumao llega-
les, individuales, coperos, sábanas, entre ron, hasta mediados del siglo XX, embar-
otros; y se exportaba a Francia, Alemania, caciones de carga y pasajeros. A principios
Estados Unidos, Japón, España y Brasil. de esta misma centuria confluían en el
La empresa Linos de La Unión llegó a estar lugar todos los productos agrícolas de la
compuesta por más de 400 obreros y 30 comarca, que eran cargados en vapores
directivos, aproximadamente. Dueño provenientes desde Osorno y Río Bueno,
mayoritario de la misma era Wolf von continuaban viaje en carreta hasta La
Gerdorrf, que vendió la sociedad posterior- Unión y Valdivia o bajaban por vía fluvial
mente a 1973 a la familia de Aníbal Grez. hasta el paraje de La Barra, en la desem-
Esta adquirió más hectáreas para sembrar bocadura del Bueno (en este último punto
el lino, creó áreas recreativas para los se transferían a embarcaciones más gran-
obreros y levantó incluso la nueva pobla- des que los trasportaban hacia otros puer-
ción de Linos, en realidad un barrio espe- tos). Posteriormente, el sector de Trumao
Q El Puerto Viejo de Trumao
cífico para los trabajadores de la empresa. experimentó un nuevo apogeo con la lle-
En la actualidad este barrio unionino toda- gada del ferrocarril. Un ferrocarril que
fue, hace un siglo, un atractivo
vía alberga un número importante de surgió como el definitivo eje articulador de
familias descendientes de aquellos traba- los desarrollos económicos e industriales
jadores textiles. Desgraciadamente, la de las comunas de la región de Los Ríos, y
empresa Linos de La Unión cayó en rece-
sión en 1995 y fue cerrada en 1997. En el
lugar comercial que junto con la industria portuaria, per-
mitió potenciar el traslado de los produc-
año 2004 se declararía definitivamente en tos del sur regional. Pero Trumao, junto
quiebra, imposibilitada de competir con con el recuerdo de otros antiguos enclaves
los precios internacionales vigentes. Lo productivos en La Unión, aparece hoy
que sumió a aquellos buenos obreros en como melancólicamente dormido. Q
PE HHC36
Patrimonio industrial en La Unión. Emprendimientos desde antaño /243
PE RV/P37
Humedales del río Cruces
De San Luis de Alba a Tralcao
SECTOR CENTRAL DE LOS HUMEDALES DEL CRUCES, CON EL MOCHO-CHOSHUENCO AL FONDO.
L
a mitad norte del Santuario de la
Naturaleza de los Ríos Cruces y
Chorocamayo (área silvestre prote-
gida como Monumento Nacional;
que coincide, territorialmente, con el tam-
bién denominado Santuario de la Naturale-
za Carlos Anwandter, a efectos del Convenio
Ramsar de Protección de Zonas Húmedas
de Importancia Internacional, suscrito por
Chile en 1981) es algo asì como la cara ocul-
ta de la luna: su porción más escondida, a la
que prácticamente ningún turista, ornitólo-
go o viajero accede en el día de hoy.
En efecto, lo tradicional, a la hora de cono-
cer el Santuario de la Naturaleza de estos
humedales del Cruces, es hacerlo invaria-
blemente desde la ciudad de Valdivia, nave-
gando en embarcación turística hasta la lo-
calidad de Punucapa, y en algunos casos
hasta el muelle de San Ramón y los límites
orientales del Parque Oncol. Pero este mag-
nífico sector norte de los humedales del
Cruces, vinculados administrativamente a la
comuna de San José de la Mariquina, per-
manecen todavía a la espera de merecido
su descubrimiento turístico.
Por ello, las noticias recientes de que el vie-
jo fuerte español de San Luis de Alba de
Cruces (emplazado en el extremo norte del
Santuario de la Naturaleza, declarado Mo-
numento Nacional Histórico en 2009 y ad-
quirido como bien público por el Estado en
2011) va a contar con los fondos necesarios
para ser reparado y adecuado para los visi-
tantes es la mejor nueva, no solo desde el
punto de vista patrimonial, sino también
desde el punto de vista turístico-ambiental.
Dicho proyecto de restauración, aprobado
por el Consejo Regional se inserta en el Pro-
grama de Puesta en Valor del Patrimonio
que ejecuta la Subsecretaría de Desarrollo
Regional (Subdere) y que canaliza fondos
del Banco Interamericano del Desarrollo
(BID). La restauración contempla desarro-
llar un programa arquitectónico flexible pa-
ra su administración, además de elaborar
un modelo de gestión y un plan de manejo
para este importante hito patrimonial en la
antigua frontera araucana de la Mariquina.
Con ello se conformaría esa necesaria cabe-
za de puente que permita la articulación de
una nueva Ruta Verde entre el Fuerte de
AMARRADOS AL MUELLE SITUADO JUNTO AL FUERTE CRUCES.
San Luis de Alba y la localidad de Tralcao, a
través de los hasta ahora infrecuentados
sectores norte del Santuario de la Naturale-
za del Río Cruces y toda ella discurriendo
dentro del territorio comunal de San José
de la Mariquina. En el sector de Tres Bocas
y aledaños (que constituyen el corazón de
este espacio protegido) esta Ruta Verde
norte y las que desde el sur proceden de
Valdivia por Punucapa confluirían, confor-
mándo así esa red de rutas verdes por los
Humedales del río Cruces que se requiere.
La Ruta Verde náutica entre San Luis de Al-
ba y la pequeña localidad de Tralcao (en las
riberas del río Pichoy) constituye, sin duda,
una sucesión de exploraciones fascinantes,
que puede realizarse tanto autónomamente
en kayak o en embarcación turística o local,
motorizada. Una vez que hayamos dejado
atrás el viejo fuerte español a nuestras es-
paldas, la navegación pasará a discurrir por
un cauce fluvial bien definido y acotado en-
tre los bosques ribereños, siguiendo ese an-
tiguo itinerario que los viejos vapores fluvia-
les operaron por el Cruces hasta la década
de 1970. Deteniéndonos acá y allá, podre-
mos entregarnos a la observación ornitoló-
gica de las colonias de garzas y cormoranes,
tan abundantes en la zona; y avistaremos
concentraciones relevantes de cisnes de
cuello negro, de taguas, de anátidas, quizá
de raros y sigilosos cuervos de pantano…
Pero el secreto mejor guardado de esta
parte del Santuario de la Naturaleza tendre-
UN MAGNÍFICO LABERINTO NATURAL.
Entre Tralcao y el aeropuerto Pichoy
L a segunda opción para la aproximación náutica entre el aeropuerto de Pichoy y la
ciudad de Valdivia pasa por el tranquilo sector rural de Trumao. En bicicleta, resulta
toda una delicia contornear el recinto aeroportuario, por el fundo Los Venados y el ca-
mino hacia el fundo San Miguel. Con algunas simples mejoras en algunos tramos en-
charcadizos, este eje se transformaría en una excelente ciclo-ruta ecoturística de
8 kms hasta Trumao/ Puerto Vigas, donde el viajero transferiría a una embarcación flu-
vial. Para navegar río Pichoy abajo, continuando por el brazo Chorocamayo, Punucapa
y el canal Caucau, bien hasta desembarcar en el muelle fluvial junto al mismo centro
histórico de Valdivia, bien por la nueva ruta hasta el fuerte de San Luis de Alba, en San
José de la Mariquina.
En 2003, en base a un proyecto turístico integrado que mereció apoyos oficiales chile-
nos así como de cooperación internacional de Japón, un total de 80 familias mapuche-
huilliches aspiraron a mejorar su calidad de vida a través del ecoturismo y el agroturis-
mo en Tralcao. Mediante aportación de trabajo comunitario, la comunidad de Tralcao in-
cluso construyó un estratégico mirador sobre el río Pichoy, idóneo para la observación
de los cisnes de cuello negro. Pero poco después del éxito inicial, todos esos sueños
así como los puestos de trabajo generados quedaron sepultados por la súbita tragedia
ambiental de 2004, que afectó a toda la cuenca del río Cruces aguas abajo de San Jo-
sé de la Mariquina.
El proyectó se gestó gracias al diálogo de las juntas de vecinos, la agrupación de cere-
ceros y la comunidad nativa, con el objetivo de desarrollar actividades como observa-
ción de la naturaleza, cocinería típica, venta de productos de la tierra, artesanía en
cuero y lana y paseos fluviales. Junto a la
rehabilitación de una ruca- quincho y del
embarcadero usado tradicionalmente por el
vecindario para el traslado de sus productos
pro vía fluvial hasta el mercado valdiviano.
Entre el aeropuerto de Pichoy y Valdivia,
Tralcao es un hito ecoturístico que merece
ser resucitado, tras aquel desastre del 2004.
Al parecer, el Plan de Recuperación de los
Humedales del Cruces, derivado de la sen-
tencia judicial condenatoria a la empresa
Arauco como responsable de aquella catás-
trofe, permitirá revitalizar aquel sueño eco-
turístico y del patrimonio natural.
SECTOR SAN MARTÍN/PALAFILIL.
PE RV/P37
Humedales del río Cruces. De San Luis de Alba a Tralcao /245
246/ PE RV/P37
Humedales del río Cruces. De San Luis de Alba a Tralcao

mos que buscarlo en sucesivas desviaciones
hacia el este, cortando por entre los árboles
de las riberas orientales, lo que nos dará
paso a la sorpresa de unos extensos hume-
dales escondidos, dilatados, que son paraí-
so preferido para una todavía más variada
avifauna. Así descubriremos que lo que in-
tuíamos como una línea de ribera continua,
en realidad es un rosario de islas fluviales
conocidas como las islas de San Martín.
El nombre les viene de su proximidad geo-
gráfica con respecto al denominado fundo
de San Martín, emplazado este sobre las
orillas occidentales del Cruces y recubierto
por las últimas extensiones de bosque nati-
vo de llanura que se conservan en el sector.
Perteneciente a la Universidad Austral de
Chile, se trata de un verdadero templo fo-
restal extenso de más de 2.100 has y dedi-
cado a la conservación y investigación cien-
tífica. Un pequeño muelle nos permitirá
desembarcar en esta floresta privilegiada.
Otro hito magnífico en esta Ruta Verde se-
rá la contemplación, desde el río, de la ca-
sa patronal del fundo Santa María, uno de
los mejores ejemplos de la llamada arqui-
tectura de estilo Colonial Alemán que se
conservan, a nivel regional. En 2014 dicho
inmueble cumplió el siglo de existencia.
Perteneciente a la familia Dünner, la vere-
mos aparecer entre la arboleda con su pre-
ciosa fachada en madera de tonos amari-
llos, su noble balconada principal mirando
al Cruces, su techumbre de tono rojo desta-
cando sobre el trasfondo salvaje de la Cor-
dillera de la Costa.
Tan solo un kilómetro aguas abajo del fundo
Santa María el viajero atento podrá descu-
brir, en la orilla oriental del Cruces, un bra-
zo fluvial discreto, que se abre perezoso en-
tre los totorales. Constituirá, por su parte, la
EL RÍO CUDICO, DESDE EL PUENTE DE SAN ANTONIO, CERCA DE PELCHUQUÍN.
posibilidad complementaria de otra ruta
fluvial olvidada pero de interés relevante,
ya que nos permitirá situarnos, por vía náu-
tica, a menos de dos kilómetros de distancia
(en línea recta) del aeropuerto regional de
Pichoy …(¡!) El curso fluvial en cuestión es el
del río Cudico (que se articula, poco más
arriba, con el del estero Nanihue), que po-
dremos remontar sin obstáculo hasta el lla-
mado puente de San Antonio, ubicado don-
de la confluencia del pequeño estero Pel-
chuquín. Durante nuestra última visita a es-
te sector infrecuentado, en varios momen-
tos no tuvimos más remedio que detener
nuestra marcha, tirar de binoculares y dis-
frutar observando la avifauna espectacular
que nos rodeaba: ‘… 53 cisnes de cuello ne-
gro, 11 garzas cucas, 8 huairavos, 23 taguas,
5 cuervos de pantano; … además de una es-
pectacular bandada de máss de 150 loros
ando ruidosos
australes (choroyes) revoloteando
sobre la cubierta de nuestra embarca-
ción…’, según anotamos entonces
onces
en nuestro cuaderno de campo.
El insigne marino y explorador
chileno Francisco Vidal Gór- CISNES DE CUELLO NEGRO
(CYGNUS MELANCORYPHUS)
maz, que cartografió en 1867 la cuenca del
río Cruces y estudió la mejora dee las comu-
za de Valdi-
nicaciones fluviales para la plaza
via, escribió que en San Antonio se locali-
zaba el punto superior para la navegación
en el Pelchuquín-Cudico, ‘allí hasta donde
alcanzan las lanchas i (sic) goletas que fre-
cuentan el río; pero el río es tan estrecho
que las embarcaciones tienen que salir re-
trocediendo i (sic) a favor de la marea’.
Desde el terremoto de 1960 tal estrechura
de cauce ya no es el caso. Como en otros
sectores de la cuenca del Cruces, el hundi-
miento del terreno ha generado un entorno
de humedales en torno al antiguo cauce
que hoy solo es reconocible por los muño-
nes de los antiguos árboles ribereños
muertos por la inundación.
De nuevo en la ruta verde principal por el
río Cruces, el viaje seguirá al paso de la con-
fluencia del río Santa María y, de preferen-
cia, optando por el brazo fluvial que discu-
rre al oeste de la isla del Rialejo, separando
esta de tierra firme allá donde se encuentra
el fundo Corcovado. Ya hemos mencionado
en otros apartados de esta serie que en el
Rialejo tuvo lugar una de las incongruencias
ambientales más graves de las ocurridas en
los Humedales del Cruces: a pesar de ubi-
carse el lugar dentro de los límites de un
área silvestre protegida, en los años de
1990 se autorizó a los dueños del mencio-
nado fundo Corcovado a introducir en la isla
nada menos que antílopes africanos (¡¡). Es-
tos pobres seres todavía malviven en la zo-
na como verdadero símbolo de ignorante y
caprichosa manipulación de un entorno na-
tural de características excepcionales.
Desde el paraje de Tres Bocas (donde uno
se suele encontrar con los primeros lobos
marinos; y, si el día está despejado, por
oriente, ver surgir la silueta perfecta, neva-
da y humeante del volcán Villarrica), nave-
gando ahora por el brazo del Chorocamayo
aguas arriba, la clave será encontrar los su-
cesivos puntos de confluencia de los ríos
Cayumapu y Pichoy. Optando por este últi-
mo, el característico altozano de la Plaza
de Armas quedará por nuestra banda dere-
cha. El pequeño muelle de Tralcao ya no si-
túa lejos, enmarcado entre nuevos sectores
de humedal y a proximidad de otro embar-
cadero que, históricamente, fue muy rele-
vante pero que hoy se encuentra completa-
mente abandonado. Nos referimos al lugar
de Puerto Vigas, también en su caso muy
próximo al aeropuerto Pichoy, por donde
antaño los habitantes de Pelchuquín em-
barcaban sus productos en los vapores que
los trasportaban hasta Valdivia. La Ruta
Verde náutica por el sector norte del San-
tuario de la Naturaleza del río Cruces, en la
comuna de San José de la Mariquina, toca
aquí a su fin. O

PE INFOVIAJE
U DURACIÓN Y DISTANCIAS unas 3-3,5 h, sobre una distancia como Sitio Ramsar, al firmar Chile anátidas. Los lobos marinos
GPS 1 Castillo de San Luis de Alba de Cruces- 39°36'15.05"S/ 73° 9'1.51"O
FLUVIALES total de 18 kms (y contando el Convenio internacional para la remontan el río Cruces,

Entre el aeropuerto de Pichoy y el
puente de San Antonio, en el río
Cudico (por Pelchuquín), son
8,5 kms (1 h), idóneos para ser
recorridos en bicicleta (o en
transfer de aproximación hasta
este punto de embarque fluvial
hacia Valdivia); hasta Tralcao,
junto al río Pichoy, punto de
embarque alternativo dentro de
esta Ruta Verde, son también
8 kms (por San Miguel, según
otro idóneo eje ciclable, en
temporada seca); entre el Puente
MIRADOR EN de San Antonio/ río Cudico, la
TRALCAO.
U LOCALIZACIÓN ruta náutica hasta Valdivia/ muelle
Comuna de San José de la Schuster totaliza unos 15 kms
Mariquina. (entre 2 y 5 h, según paradas y
desvíos; desde el muelle
U ALTITUDES inmediato al fuerte de San Luis de
Máxima: 12 m (fuerte de San Luis Alba de Cruces, la navegación
numerosas paradas dedicadas a
la observación ornitológica).
U MEJOR ÉPOCA
Primavera, verano, otoño… pero
la navegación invernal por el río
Cruces es una experiencia
también imborrable.
U VALORES NATURALES
En 1981 los humedales del río
Cruces fueron declarados
Santuario de la Naturaleza de los
Ríos Cruces y Chorocamayo, bajo
la figura de Monumento Nacional:
sin duda, un nivel de protección
muy escaso a la hora de
garantizar la conservación de
unos valores ambientales tan
excepcionales. También en 1981,
dos meses después de su
conservación de las Zonas
Húmedas de Interés Internacional,
bajo el nombre de Santuario de la
Naturaleza Carlos Anwandter.
Huillines, coipos. Pudú, puma,
guiña, culpeo, en los bosques
ribereños, con buenos retales de
viejo bosque nativo
especialmente en el Fundo San
Martín (UACH) y los esteros
Tambillo y Santa María; choroyes,
cachañas, huedhued, chucao,
sietecolores y el raro churrín de la
Mocha. Entre la avifauna
propiamente de humedal, el cisne
de cuello negro destaca como
especie emblemática; además,
huala, pimpollo, picureo,
huairavo, las cuatro especies de
garzas en Chile (cuca, blanca
grande, chica y boyera), el raro
ocasionalmente, hasta el fuerte
San Luis de Alba…
U MONUMENTOS DEL HOMBRE Y
PUNTOS DE INTERÉS FLUVIAL
El tranquilo núcleo de Tralcao, en
las riberas del Pichoy; los viejos
fundos, como el de Corcovado o
el fundo Santa María, este último
uno de los mejores ejemplos de la
arquitectura rural estilo
Colonización Alemana que se
conservan; la misión de
Pelchuquín; el fuerte español de
San Luís de Alba de Cruces (s.
XVII), que marcaba la antigua
frontera de la Mariquina; y el
recuerdo, como no, de esos
viejos vapores fluviales que,
como el Collico, navegaron
sistemáticamente por estos
PUNTOS GPS
GPS 2 Muelle/ punto de inicio de ruta náutica- 39°36'15.85"S/ 73° 8'58.06"O
GPS 3 Embarcadero/ otro punto de inicio de ruta náutica- 39°36'19.28"S/73° 9'2.20"O
GPS 4 Río Cruces- 39°35'42.03"S/ 73° 8'15.39"O
GPS 5 Fundo Chunimpa- 39°37'4.24"S/ 73° 9'41.80"O
GPS 6 Islas San Martín- 39°38'16.35"S/ 73°10'54.00"O
GPS 7 Fundo San Martín/ UACH- 39°38'22.82"S/ 73°11'5.65"O
GPS 8 Totorales de Altué/ Palapifil- 39°38'58.54"S/ 73°10'36.52"O
GPS 9 Muelle y casa del fundo Santa María- 39°39'56.09"S/ 73°10'45.66"O
GPS 10 Confluencia del río Cudico en el río Cruces- 39°41'7.26"S/ 73°10'45.77"O
GPS 11 Confluencia del río Nanihue en el río Cudico- 39°39'42.75"S/ 73° 9'40.13"O
GPS 12 Puente de San Antonio/ límite de la navegación aguas arriba del río Cudico/ posible ruta de enlace terrestre con Aeropuerto-
39°38'39.29"S/ 73° 7'31.60"O
GPS 13 Confluencia del río Santa María en el río Cruces- 39°41'41.02"S/ 73°11'45.78"O
GPS 14 Muelle de la isla del Rialejo- 39°42'14.64"S/ 73°12'14.38"O
GPS 15 Fundo Corcovado- 39°41'58.30"S/ 73°12'19.65"O
GPS 16 Tres Bocas/ confluencia de los ríos Tambillo, Cruces y Chorocamayo- 39°43'23.26"S/ 73°14'18.33"O
GPS 17 Isla Tres Bocas- 39°43'40.10"S/ 73°14'6.64"O
GPS 18 Confluencia de los ríos Cayumapu y Pichoy en el río Chorocamayo- 39°43'15.04"S/ 73°11'28.60"O
U CARTOGRAFÍA
Instituto Geográfico Militar, escala GPS 19 La Plaza de Armas- 39°41'56.97"S/ 73°10'4.15"O

de Alba de Cruces); mínima: 0 m hasta Tralcao (por la isla del declaración como área silvestre cisne coscoroba, taguas común y humedales del río Cruces hasta la 1:50.000, hojas ‘Valdivia‘, GPS 20 Muelle de Tralcao/ punto final de ruta náutica/ posible ruta de enlace terrestre con Aeropuerto- 39°41'34.68"S/ 73° 6'52.31"O
(marea baja en Tralcao). Rialejo y Tres Bocas) requiere de protegida, la zona fue inscrita de frente roja y multitud de década de 1970… ‘Pelchuquín’ y ‘Curiñanco’. GPS 21 Aeropuerto de Pichoy/ Valdivia- 39°39'4.15"S/ 73° 4'55.18"O

PE RV/P37
Humedales del río Cruces. De San Luis de Alba a Tralcao /247
HITO HISTÓRICO-CULTURAL
PEHHC37
Salón-teatro del
Club Alemán de La Unión
Inaugurado hace 100 años, pero hoy olvidado...
Equipo Atlas IP
Un espacio que resulta cautivante por su lograda espacialidad, tan lúdica y cautivante. Su rescate y
preservación resultan hoy una responsabilidad de todos.
VISTA EXTERIOR.
U
na de las etapas históricas
que marcaron más fuerte-
mente la impronta de la ciu-
dad de La Unión fue la llega-
da de los inmigrantes de origen alemán a
partir de mediados del siglo XIX, en pleno
proceso de desarrollo del Estado-Nación
chileno. Luego de los difíciles años inicia-
les, aquellos inmigrantes fueron integrán-
dose paulatinamente a su nueva patria y,
de modo particular, a sus nuevos hábitats
en las actuales regiones de Los Ríos y Los
Lagos. La primera avanzada alemana en
La Unión fue cierta familia apellidada
Jaeger, en 1846, cuyos miembros habían
arribado al puerto de Corral desde
Hamburgo a bordo del bergantín Catalina.
El segundo grupo de colonos germanos
estaba compuesto, a su vez, por trece
artesanos católicos llegados hasta Chile
en el velero Susanne, en 1850.
A partir de esos modestos inicios, el flujo
migratorio alemán se transformó en soste-
nido durante la segunda mitad del s. XIX y
hacia 1900 La Unión y su comarca resultaba
se había transformado ya en una sociedad
multicultural, a partir de la población chile-
na criolla e indígena huilliche prexistente.
En este contexto, y por la necesidad de
EN LA CIUDAD Y COMUNA DE LA UNIÓN
GALERÍA Y CAPITELES LATERALES. VISTA DESDE EL SEGUNDO NIVEL.
Q Se trata de una
auténtica sorpresa
patrimonial escondida en el
corazón urbano de La Unión
compartir entre los vecinos unionínos de
origen germano, surgiría la fundación de
diversas instituciones de carácter social.
Uno de estos casos fue el del Club Alemán
de La Unión, fundado como institución el 18
de junio de 1866.
Hoy por hoy, nadie que no sea expresamen-
te guiado puede llegar tan solo a imaginar
la existencia de un espacio patrimonial tan
especial, único y emocionante como el que
se ubica en el interior del viejo edificio de
madera sito entre las calles Letelier y
Serrano, de la ciudad de La Unión. Se trata
del denominado Salón-Teatro del Club
Alemán de La Unión. Este, junto con el
contiguo pero desaparecido Hotel del Club
Alemán (que fue sustituido en 2012 por un
anodino edificio hotelero de moderna factu-
ra, sin valor patrimonial alguno), servía de
sede al tradicional institución homónima y
conformaba uno de los hitos patrimoniales
más relevantes y protagonistas en la capital
del Ranco. La construcción de este Salón-
Teatro data de 1914, por lo que este año,
el venerable Salón-Teatro ha cumplido los
cien años.
De estilo ecléctico, su interior combina con-
ceptos del neoclásico con elementos típicos
de la arquitectura tradicional de la coloniza-
ción alemana en el sur de Chile, y marcó un
hito dentro de la trama de la ciudad, siendo
uno de los edificios más reconocidos de La
Unión, protagonista de postales e imágenes
UN MAGNÍFICO ESCENARIO CON TODO EL SABOR DE LA ÉPOCA. urbanas. Sin embargo, su mayor atractivo
no radica en las largas fachadas que hoy
Guillermo Frick. El visionario de la isla del Rey (1813-1885)
presenta, sino en su magnífico interior,
otrora centro neurálgico de la actividad
cultural y de entretención de la ciudad, aun-
que hoy en preocupante estado de abando-
no. No obstante esto último, todavía con-
serva la belleza de sus pasadas épocas de
esplendor, que se aprecia en sus trabajados
elementos estructurales y ornamentales
interiores, como pilares, cornisas, ménsu-
las, que consiguen transportar al visitante a
esa época de oro testimoniada por el valio-
so trabajo de aquellos artesanos carpinte-
ros de antaño.
El Teatro resulta sobre todo cautivante por
su lograda espacialidad, tan lúdica y cauti-
vante, que sorprende y engaña la visual
mediante el movimiento ondulante del
antepecho presente en el abalconamiento
de la galería superior (según una influencia
centroeuropea muy notable). Sin duda, esta
riqueza espacial, arquitectónica y funcional
de su interior, merece ser rescatada y evi-
denciada desde el exterior, de modo que la
ciudad de La Unión pueda volver a relacio-
narse cívicamente con esta sala, que fue
hito y testimonio de tantos aconteceres
sociales durante el pasado siglo. Se trata de
uno de los desafíos patrimoniales más inci-
dentes en la provincia del Ranco, una
auténtica asignatura pendiente cuyo objeti-
vo debe de ser, por un lado, recuperar esta
singular sala, devolviéndole su condición de
hito cultural y, en otro sentido, regenerando
el volumen de modo que recupere su esté-
tica exterior hacia la calle Serrano. Q
PE HHC17
/249
PE RV/P38
En la Cordillera de la Costa
De Chanchán a Pilolcura
EL LITORAL LEFKENCHE, DESDE LA SUBIDA A LLENEHUE.
L El refugio de Víctor Alba
a idea de crear un Sendero del Li-
toral Valdiviano o Corredor Verde
Regional VI plantea el enlace eco-
turístico, no-motorizado (a pie, a
caballo o en bicicleta, con algunos tramos
náuticos parciales también incluidos) y a lo
largo de más de 200 kms lineales entre la
localidad de San José de la Mariquina y la
lejana barra del río Bueno. Su potencial tu-
rístico, algún día será, sin duda, más que
relevante. En otras ocasiones, por nuestra
parte, ya lo hemos afirmado con convic-
ción: se trataría del más emblemático, del
Trekking de la Selva Valdiviana
por excelencia. Un concepto
estratégico en materia tu-
rística regional, que
constituiría un logro en
cuanto a prestigio am-
biental para la región
se refiere, lo que con-
llevaría un especial inte-
rés promocional hacia es-
te destino-región.
Desde el proyecto Rutas Verdes UNA RICA FLORA
ENDÉMICA CARACTERIZA ra del río Valdivia. Esta circuns-
de Chile venimos trabajando en
ESTOS LUGARES
la determinación física de este
Corredor Verde Regional VI, del Litoral Val-
diviano. Todavía tenemos pendiente la ex-
ploración de un tramo sur, en el ámbito de
la Reserva Costera Valdiviana, que debe
permitir cerrar el enlace entre el sector del
Alerce Milenario con el río Bueno, proba-
blemente por un sendero, hoy perdido, que
discurría por el selvático y poco explorado
valle del río Patos. Entre el sector de Alto
Calfuco y las orillas del brazo Cutipay el
obstáculo a resolver es de distinta índole:
LA SELVA VALDIVIANA, EN TORNO AL ESTERO PILILÍN.
aquí, la antigua huella tradicional entre Cu-
riñanco, Calfuco Alto y el Cutipay (donde el
embarcadero del estero Lliuco) ha sido ce-
rrada hace dos años atrás, en decisión uni-
lateral, por el propietario del fundo que di-
cho itinerario tradicional atraviesa en ser-
vidumbre de paso. Una servidumbre de pa-
so que, para el entorno social del referido
fundo, siempre existió y, por tanto, existe…
Un tercer sector cuyo enlace nos ha llevado
tiempo solucionar es el que se extiende en-
tre la escondida lobería de Pichicullín, en la
comuna de San José de la Mariquina, y la
playa y roquedos de Pilolcura, si-
tuada ya en la comuna de
Valdivia. La zona presenta
un elevado valor am-
biental ya que se trata
de la única franja terri-
torial que permanece
libre, hasta la fecha, de
vías de comunicación
motorizada en la parte de
la Cordillera de la Costa situa-
da al norte de la desembocadu-
tancia, junto con las espléndidas
extensiones de Selva Valdiviana que aquí
subsisten, la proximidad (por el E) de los
Humedales del río Cruces y la permanencia
de un tramo litoral inaccesible (por el O),
urgen la declaración urgente de una figura
de conservación que pueda garantizar su
preservación a futuro. Y que incluya el esta-
blecimiento de dos corredores ambientales
entre el río Cruces y esta parte del litoral
del Pacífico: el denominado ‘Tambillo- Pi-
chicullín’ y el de ‘Santa María- Pichicullín’.
PATO LILE
(PHALACROCORAX
GAIMARDI)
V íctor Alba es un habitante tradicional de la Selva Valdiviana en la Cordillera de
la Costa. Su casa original se localiza en algún lugar entre Pilolcura, el cerro
Oncol y el estero de Pililín, a medio camino entre los humedales del río Cruces y el
océano, a tres horas a caballo desde el núcleo rural de Colonia Quitaqui y el estero
Tambillo. La profunda floresta, el bosque autóctono de siempreverde, rodea toda-
vía su lugar por todas partes. A sus cerca de 60 años de existencia, Víctor parece
ya haberlo visto casi todo: los tiempos del gran fundo de los Anwandter; la llegada,
hace solo un cuarto de siglo, de las grandes plantaciones de exóticas forestales,
que cambiaron por completo su paisaje ancestral; o la tala en desorden, actual-
mente en curso, principalmente en el ámbito de la comuna de San José de la Mari-
quina, de un bosque nativo cada vez mas escaso y valioso al parecer destinado a
vulgar leña de calefacción para Valdivia, San José o Temuco.
Pero ahora el sueño de Víctor es el turismo ambiental, el ecoturismo, como mejor mo-
delo para combinar unas ganancias con la
preservación de un entorno que reconoce
como único. Como siempre, el apoyo ofi-
cial le resulta difícil de obtener y, además,
es escaso. Además de un profundo cono-
cimiento de su propio terruño que sabe
transmitir con particular encanto y senci-
llez, Víctor dispone de cuatro o cinco ca-
ballos bien pertrechados tanto para su
monta como para llevar la impedimenta, a
modo de pilcheros.
En cuanto al Refugio de Víctor Alba, situado
en los altos de la Cordillera de la Costa y
sobre las nacientes del estero Pichicullín,
constituye tanto un idóneo punto de etapa
como una base perfecta para explorar el
sector. Se trata de una instalación modesta,
pero estratégicamente emplazada en
medio de estas soledades. Un punto
panorámico muy exclusivo, que dá vistas
sobre ocho volcanes cordilleranos, se ubica
en sus proximidades. Y el sendero que, a
través de una porción selecta de vieja selva
valdiviana, lleva desde dicho refugio hasta
la secreta playa de Pichicullín, donde
A CABALLO, CAMINO DEL REFUGIO DE VÍCTOR
suelen dormir la siesta los lobos marinos, ALBA: UNA INSTALACIÓN MODESTA PERO
resulta realmente grandioso. ESTRATÉGICA…
PE RV/P38
En la Cordillera de la Costa. De Chanchán a Pilolcura /251
252/ PE RV/P38
En la Cordillera de la Costa. De Chanchán a Pilolcura

En cuanto a esta Ruta Verde, ‘De Chanchán
a Pilolcura’ es, sin duda, una de las más
gratificantes de toda la Red Verde de la re-
gión de Los Ríos. Contar con un guía resul-
ta clave para poder recorrer varios de sus
tramos con seguridad viajera. Y en esta
materia no encontraremos mejor baquea-
no zonal que Víctor Alba, habitante tradi-
cional de esta parte de la Selva Valdiviana,
cuya casa se localiza en algún lugar situado
entre Pilolcura, el cerro Oncol y el estero
de Pililín, a medio camino entre los hume-
dales del Cruces y el océano. Además, don
Víctor mantiene un modesto refugio en los
altos cordilleranos: un punto propicio, por
supuesto, para el caminante por estos
apartados parajes…
Comenzando el recorrido desde el N, en la
posta de Chanchán, nuestros pasos discu-
rrirán en primer lugar hacia la playa inédita
de Pelluco, esa maravilla escondida entre
la Cordillera y el océano. En su extremo
norte deberemos vadear el estero Llillín,
tan abundante en róbalos y mariscos… Al
sur de sus doradas arenas desiertas (donde
no es raro observar algún pudú sobre la
misma línea de la costa) se levanta el ro-
querio conocido como Punta de la Iglesia,
cuajado de aves marinas, que también gus-
ta, para posarse, al gran cóndor cuando
sus divagaciones ocasionales hasta esta
parte del litoral Pacífico. Más al sur, se lo-
caliza la desembocadura de otro estero, el
de Trayencura, el cual nos obligará a un
nuevo vadeo (solo posible cuando la baja-
mar): entonces, a la otra orilla enlazaremos
con una huella que, alejándose progresiva-
EL VOLCÁN VILLARRICA, DESDE LAS ALTURAS DE LA CORDILLERA DE LA COSTA.
FRENTE A LA PEQUEÑA ERMITA DE PICHICULLÍN.
mente de las rompientes oceánicas, nos irá
aproximando monte arriba hacia la posta y
escuela de Llenehue.
Tendrán que ser los habitantes del lugar los
que nos indiquen esa antigua huella ances-
tral que se adentra en el bosque de renoval
y prosigue hacia el sur. Serpenteando entre
bosquetes de arrayanes y olivillos, maquis,
avellanos que se alternan con pequeñas
extensiones de pastizal, nuestra Ruta Verde
abocará más tarde sobre otra preciosa pla-
ya secreta, la de Llallal. A partir de este
punto, otras huellas, siempre modestas, Entre este punto y Pilolcura, nuestra Ruta
siempre ancestrales, remontarán después Verde discurrirá primero por unos 5 kms
hacia la casa de Pichicullín, donde habita el de pura huella a través de una selva pro-
señor Martín. El lugar será la referencia, funda e infrecuentada. Esta huella, en de-
además, para un desvío a no perderse, que terminado momento, entroncará con el
es el que lleva hasta los acantilados que trazado de un camino de tierra que proce-
dominan la lobería de Pichicullín: allí, entre de de Oncol y gira al O, hacia la casa de
los chupones y roquedos, un ruido de vida Pichicullín. A partir de este punto, para el
ensordecedor, de gruñidos y rompientes caminante, la ruta será ya franca y clara.
marinas, subirá desde el peñón inaccesible, Y especialmente atractiva durante el des-
cuya colonia escondida aglutina, este año, censo final hacia las casas y playa de Pi-
hasta 450 lobos marinos sudamericanos lolcura, entre vistas espectaculares sobre
(Otaria flavescens). la costa (hasta Morro Bonifacio) y sobre
La mencionada casa de Pichicullín será, las laderas del cerro Oncol. En cuanto a la
además, el mejor lugar para encontrarse playa de Pilolcura, con su arco natural tan
con Víctor Alba. Gracias a su ayuda, dos op- propicio para los patos liles, los pelícanos
ciones entre Pichicullín y Pilolcura resulta- y los pingüinos de Humboldt, consti-
rán contemplables, además de la posibili- tuirá el mejor colofón para el me-
dad de poder pernoctar en su refugio del morable viaje. O
alto de la Cordillera. La primera opción es,
con ayuda de machete, abrirse paso por un LOBO MARINO
(OTARIA FLORESCENS)
antiguo sendero (hoy perdido) que enlaza
desde la playa de Pichicullín con el bajo
curso del estero Pililín, para enlazar allí con
otra huella, ya mas manifiesta, que prosi-
gue en dirección sur. La segunda opción
consiste en remontar, desde la playa de Pi-
chicullín, el curso selvático del estero ho-
mónimo, hasta alcanzar el refugio de Víc-
tor Alba (para aquí comer y pernoctar; y a
la mañana siguiente continuar nuestra
aventura). El premio de esta segunda op-
ción, si el tiempo está despejado, será dis-
frutar del panorama que, desde lo alto de
la Cordillera, se abre sobre el elenco espec-
tacular de ocho volcanes andinos y neva-
dos por oriente.

PE INFOVIAJE
se progresa hacia el sur, dichas
cotas ganan altura, alcanzando su
vértice máximo en la cumbre del
cerro Oncol (715 m).
UÊDURACIÓN Y DISTANCIAS
Entre la posta Chanchán y la playa
de Pelluco son aprox. 4,5 kms (1,5
h, a pie); entre la playa de Pelluco
UÊMEJOR ÉPOCA
Primavera, verano y otoño, pero
siempre con un buen parte
meteorológico por delante (para
contemplar las vistas sobre la
costa y los volcanes andinos).
UÊVALORES NATURALES
Se atraviesan los dos últimos co-
con hasta 450 ejemplares colonia-
les contabilizados en mayo de
2011. La denominada Reserva de
UN HERMOSO FINAL DE RUTA VERDE: EL DESCENSO SOBRE LA
Llenehue es área silvestre PLAYA DE PILOLCURA
protegida de titularidad privada
(105 has), que preserva un magní-
fico sector de selva valdiviana.
GPS 1 Posta y escuela de Chanchán- 39°31'43.57"S/ 73°14'48.56"O
UÊCÓMO LLEGAR

y la escuela de Llenehue son
aprox. 4 kms (1,5 h); desde
Llenehue son aprox. 5,5 kms (2 h)
hasta la casa de Pichicullín y
aprox. 2,5 kms de este punto
hasta el refugio de Víctor Alba
(1 h); hasta la playa de Pilolcura
serán, finalmente, otros aprox.
9 kms (3,5 h), por los altos de la
rredors ambientales o pasillos ver-
des libres de vías de comunica-
ción motorizada, en sentido este-
oeste, en la Cordillera de la Costa
de la Región de Los Ríos: hume-
dales del río Cruces y sus afluen-
tes Tambillo y Santa María; la selva
valdiviana de siempreverde que
cubre, sin solución de continuidad,
PUNTOS GPS
A Chanchán, por el camino
ripiado que une San José de la
Mariquina con el fuerte de San
Luís de Alba; desviándose poco
antes de este último punto por el
camino que atraviesa la Cordillera
de la Costa, optando en este por
el segundo desvío (a mano
derecha), que desciende
GPS 2 Punto de desvío de camino ripiado a huella- 39°32'18.53"S/ 73°15'8.83"O
GPS 3 Playa de Llicullín- 39°32'57.19"S/ 73°16'27.28"O
GPS 4 Estero Llillín- 39°33'49.36"S/ 73°16'54.53"O
GPS 5 Playa de Lliuco- 39°34'11.32"S/ 73°16'51.21"O
GPS 6 Estero Pelluco- 39°34'27.12"S/ 73°16'47.06"O
GPS 7 Estero Trayencura- 39°34'52.62"S/ 73°16'47.06"O
GPS 8 Escuela de Llenehue- 39°35'56.05"S/ 73°16'48.53"O
GPS 9 Playa y estero Llallal- 39°36'40.43"S/ 73°18'17.69"O

Cordillera; en total, este trekking
VÍCTOR ALBA, EL MEJOR de aprox. 25,5 kms requiere de un
BAQUEANO ZONAL.
UÊLOCALIZACIÓN par de jornadas, considerando
Comunas de Valdivia y San José que el mencionado refugio de
de la Mariquina. don Víctor puede ser una buena
opción para la pernocta; la
UÊALTITUDES necesidad de contar con un guía
Las alturas máximas, en este resulta imprescindible si se opta
estas franjas hasta el mismo litoral
del Pacífico. Manchas de bosque
nativo virgen, en algunos sectores
(melíes, laureles, ulmos, tepas,
arrayanes). Valores botánicos ex-
cepcionales. Entre los mamíferos,
huillines, pudúes, zorros culpeos,
güiñas y una de las mayores den-
directamente hacia Chanchán; a
Pilolcura se llega por el camino
ripiado de Valdivia al Parque
Oncol, desviándose poco antes
del acceso a este último (a mano
izquierda): en total, unos 21 kms.
UÊCARTOGRAFÍA
GPS 10 Ermita de Pichicullín- 39°37'36.63"S/ 73°17'51.63"O
GPS 11 Casa de Pichicullín- 39°37'41.83"S/ 73°18'46.67"O
GPS 12 Lobería de Pichicullín- 39°37'56.59"S/ 73°19'21.41"O
GPS 13 Playa de Pichicullín- 39°38'11.95"S/ 73°19'10.09"O
GPS 14 Playa de Pililín- 39°38'46.79"S/ 73°19'57.72"O
GPS 15 Casa de Pililín- 39°39'32.83"S/ 73°19'58.12"O
GPS 16 Continuación huella hacia Pilolcura- 39°39'25.20"S/ 73°21'1.94"O

sector de la Cordillera de la Costa, por la variante directa de sidades conocidas de monito de Instituto Geográfico Militar, escala GPS 17 Playa y estero de Pilolcura- 39°40'7.60"S/ 73°20'58.81"O
se sitúan en torno a 600 m; según Pichicullín al estero Pililín. monte. La lobería de Pichicullín, 1:50.000, hoja ‘Curiñanco’.

PE RV/P38
En la Cordillera de la Costa. De Chanchán a Pilolcura /253
HITO HISTÓRICO-CULTURAL
PEHHC38
Conjuntos misionales relevantes
Unos enclaves religiosos de alto valor patrimonial
Jimena Jerez Bezzenberger, Antropóloga, y Equipo Atlas IP
Los españoles (y posteriormente los colonos
alemanes y criollos) no vinieron a estas tierras
tan sólo a extraer los recursos naturales, sino que
también venían con el firme propósito de
expandir la fe católica, trayendo la verdad a unos
pueblos originarios a los cuales se consideraba
que vivían sin conocimiento de la salvación de su
alma, según unas costumbres que resultaban
ajenas y a menudo desagradables a los europeos.
A
mbos bandos (españoles y
mapuches) arrastraban pro-
fundas tradiciones guerreras:
los mapuche, desarrolladas
contra el imperio Inca; y los españoles,
contra el Islam y los musulmanes en la
península Ibérica: el choque entre ambos
solo podía ser brutal. Las atrocidades
practicadas por estos dos contendientes
escandalizan hasta a la época. Pero los
sacerdotes-soldados españoles aprendie-
ron pronto el idioma mapuche y se dedica-
ron a enseñar su modo de vida, sus creen-
cias, su lengua y cultura. La colonización,
en efecto, tuvo dos partes: una territorial,
basada en el dominio físico y militar; y otra
ideológica, con una pérdida progresiva de
la cultura e identidad tradicional indígena
en base a una sustitución de estas por el
cristianismo y las ideologías extranjeras.
Así, la escuela resultó un instrumento fun-
damental en el ámbito de la colonización
ideológica, como lo fue la religión, al ir
suprimiendo el idioma nativo y superponer
los símbolos cristianos sobre los lugares
de significación cultural originarios. Se
tomaba la espiritualidad mapuche y se la
demoninazaba; o bien, se le superponían
atributos cristianos. Así, determinadas
grutas sagradas eran adornadas con la
Virgen, por ejemplo. A los indígenas se les
enseñaba además a trabajar, se les torna-
ba en campesinos, hilanderas, se les enca-
minaba, en fin, a aceptar la civilización.
De esta manera, en cada una de las fun-
daciones de las ciudades en Chile se
levantaba primero la iglesia, al centro. A
partir del levantamiento del cacique
EN LAS COMUNAS DE PANGUIPULLI, LANCO, LOS LAGOS, LA UNIÓN, SAN JOSÉ DE LA MARIQUINA, VALDIVIA
Q Las primeras naciones
vivían
con abundancia, practicando
sus propias creencias basadas en el
respeto por la naturaleza y los antepasados
‘CONJUNTO MISIONAL DE CIRUELOS, DE CLARA INFLUENCIA ARQUITECTÓNICA CENTRO-EUROPEA’.
MISIÓN DE
QUINCHILCA.
MAPA CON LAS MISIONES
JESUITAS Y FRANCISCANAS
EN LOS TERRITORIOS DE
VALDIVIA Y OSORNO, A
FINALES DEL S. XVIII’
‘LA MISIÓN DE DAGIPULLI, VINCULADA AL ACTUAL EMPLAZAMIENTO DE LA CIUDAD DE LA UNIÓN, EN 1830’
Pelantaro en 1599 estas congregaciones
religiosas fueron expulsadas abrupta-
mente del territorio mapuche meridional
y no fue sino hasta después de la refunda-
ción de Valdivia que los misioneros vuel-
ven a instalarse en algunos de estos
territorios. Los Jesuitas, entre ellos el
padre Luis de Valdivia, uno de los princi-
pales cronistas del siglo XVII y defensor
de los indígenas, recorrieron estas tierras
en lo que se llamó la Misión Circular.
Iban predicando de manera itinerante,
moviéndose por las comunidades, apren-
diendo su lengua y adaptando las costum-
bres autóctonas a explicaciones cristia-
nas. Era de interés para ellos el estableci-
miento de pueblos, para terminar con la
poligamia, promover el bautizo y la misa,
fundar escuelas para enseñar profesiones
a los indígenas así como la introducción
del idioma español, entre otros fines. Sin
lugar a dudas, estos misioneros abrieron
‘PORTADA DE LA MISIÓN DE PURULÓN, EN EL VALLE DEL LEUFUCADE, COMUNA DE LANCO).
eficazmente el camino para la entrada
posterior de la milicia, de los comercian-
tes y de los terratenientes blancos, entre ›(..-1cXMisión de Arique. sur indígena entre los antiguos enclaves
los siglos XVII y XX. Cuando los Jesuitas ›(...1cXMisión de Niebla; antes, la misión original de los jesuitas estaba en La Estancilla, cerca de Valdivia; españoles de Valdivia y Chiloé, a partir de
son expulsados de América por bula papal posteriormente, la Misión de Niebla se trasladó más hacia la costa, al sector situado entre San Ignacio y Calfuco. 1789. Y así se fundan consecutivamente
en el siglo XVIII, sus bienes fueron confis- ›(../1cXMisión Quinchilca; donde existía un fuerte militar desde el siglo XVI. El lugar era estratégico porque dominaba la vieja ruta entre (ver cuadro adjunto):
cados, rematados y transferidos a los Valdivia y el lago Ranco. Posteriormente, en el siglo XX, se estable-
Franciscanos, quienes serán los que con- ›(../1cXMisión San Pablo Apóstol, en Río Bueno. cen muchas iglesias misionales de inte-
tinuarán estas tareas. Posteriormente, a ›(./.1cXMisión de Daglipulli, cerca de la actual La Unión. rés arquitectónico e histórico como las
finales del siglo XIX llegarán los Capu- ›(.//1cXMisión de Cudico. que existen en Ciruelos, en San José de
›(.0+1cXMisión de Quilacahuín.
chinos italianos y alemanes. la Mariquina, o en Alepúe (cerca de
›(.0+1cXMisión de Cuinco.
Apremiados por la necesidad de abrir Chanchán). En ese sentido, San José de la
›(/',1cXMisión de San Juan de la Costa, en el lugar llamado Petrespulli.
caminos y lograr que los mapuche permi- Mariquina destaca por su Convento capu-
›(/-*1cXMisión capuchina de Pelchuquín.
tan el ingreso de winkas o extranjeros a ›(/.+1cXMisión de Purulón, cerca de Lanco. chino y su Sanatorio Santa Helena; y
sus tierras, se establecerán Misiones que, ›(0'*1cXMisión capuchina de Panguipulli, también de los Capuchinos Bávaros (con otra misión anexa junto al lago Calafquén). Ciruelos por su relevante arquitectura
paulatinamente, lograrán ir ocupando el IGLESIA PARROQUIAL DE PANGUIPULLI, OBRA DEL PADRE CAPUCHINO BERNABÉ DE LUCERNA EN 1947. suizo-alemana. Q
PE HHC38
Conjuntos misionales relevantes. Unos enclaves religiosos de alto valor patrimonial /255
PE RV/P39
Los humedales
del río Lingue
Mehuín, el tesoro de la costa
EL ENIGMÁTICO ISLOTE DE MAIQUILLAHUE.
L
a geografía natural de la región
de Los Ríos reserva al viajero
siempre nuevas sorpresas, como
es el caso de los humedales de
Mehuín y su entorno: un verdadero teso-
ro natural y paisajístico en el litoral no-
roeste valdiviano, comuna de San José de
la Mariquina. Su playa de arena blanca se
inscribe entre las mejores del sur de Chi-
le. En cuanto a su río, el Lingue (también
conocido como río Mehuín), constituye la
columna vertebral de una cuenca fluvial
independiente, aislada del resto de la hi-
drografía regional, cuyos caudales cu-
bren una distancia de 90 kms desde los
cerros y selvas de las montañas de Ma-
huidanche hasta la preciosa bahía de
Maiquillahue. Esta última aparece defini-
da en el paisaje entre las puntas Ronca y
Maiquillahue y se caracteriza por presen-
tar una serie de islotes rocosos que se
desgajan espectacularmente de la costa
inmediata, alcanzando su clímax en el is-
lote también denominado Maiquillahue.
La pesca artesanal, desde tiempos pre-
hispánicos, siempre fue notable en estas
aguas oceánicas límpidas y prístinas, de
las que extraen su sustento tradicional
los pescadores de los dos pequeños nú-
cleos habitados que se localizan a ambos
lados de la desembocadura del río Lin-
gue: Caleta Mehuín; y el lugar de Misisipi.
Aguas arriba de esta desembocadura flu-
vial, marcada por su perfecta playa y por
un islote boscoso espectacular, El Morri-
to, se extiende otra zona de máximo va-
lor ambiental: se trata de los humedales
del Lingue, sujetos al vaivén de las ma-
reas durante más de una decena de kiló-
metros aguas arriba. Este es el reino de
las aves migratorias y de las garzas, de
las aves limícolas, de las rapaces y tam-
bién del raro huillín o nutria de río suda-
EN LA LANCHA DEL SINDICATO DE MUJERES
TRABAJADORAS DEL MAR DE MEHUÍN.
mericana (Lontra provocax). El referido
eje fluvial del Lingue, entre la carretera
San José de la Mariquina-Mehuín (Puente
Lingue) y la franja oceánica, engarza has-
ta cuatro sectores diferenciados de inte-
rés ecoturístico y elevado valor medio
ambiental.
I. Sector fluvial del propio río Lingue.
II. Sector de vegas inundables, sometido
a la influencia de las mareas.
III. Sector de estuario y desembocadura,
caracterizado por extensas zonas de hu-
medal.
IV. Sector oceánico vinculado. Impresio-
nante barra y diversos islotes y roqueríos
(Maiquillahue es su ejemplo principal).
En kayak (de manera autónoma) o en
embarcación local (acompañados por ex-
pertas guías locales), el recorrido por los
humedales del río Lingue en Mehuín re-
sulta una experiencia inolvidable, hoy tu-
rísticamente posible. Estas excursiones
fluviales nacen por iniciativa de un grupo
de mujeres de la localidad de Mehuín,
asociadas al local Sindicato de Trabajado-
El árbol del Lingue
ngue
E el río que conforma los Humedales
de Mehuín toma su nombre del ár-
bol del lingue: Persea lingue, según
dales
gún su
cien-
denominación científica. Pertenecien-
te a la familia de las Lauráceas, es una
especie endémica y exclusiva de Chile,
gráfica
con un área de distribución geo-gráfica
que se extiende desde el río Aconca- nca-
gua hasta la isla de Chiloé, siendoo más
común en los bosques de Malleco, Cautín
y Valdivia. Gran árbol forestal, presenta
sentaa
sent
un hermoso aspecto, compacto y siem- siem
preverde. De crecimiento rápido, retoña
vigorosamente luego de talado. Tiene un follaje denso, muy semejante al del palto,
del que es pariente cercano.
Tradicionalmente, los frutos del lingue han sido son utilizados por las machis ma-
puches para la curación de las heridas. A principios de 2012, el científico Jez Gitz
Holler, de la Universidad de Copenhague, Dinamarca, descubrió que un compuesto
extraído del árbol lingue podría detener las infecciones causadas por bacterias re-
sistentes en los hospitales. La sustancia encontrada en la planta chilena inhibe, en
efecto, la acción de bombeo de las bacterias hospitalarias más agresivas, rompien-
do sus mecanismos genéticos y proporcionando espacio a los tratamientos con an-
tibióticos para que éstos funcionen (disminuyendo el índice de resistencia de las
bacterias en al menos ocho veces).
El fruto del lingue consiste en una baya de 2
cms de largo, rica en taninos, de color azul ne-
gruzco cuando madura, con gusto amargo. La
madera es de excelente calidad para mueble-
ría y construcciones. De color amarillo claro o
rojizo, es liviana pero compacta, fácil de traba-
jar, muy estable. Por desgracia, los lingues ma-
derables han sido prácticamente extinguidos
y sólo quedan en los bosques nativos los reno-
vales crecidos después de la tala. Su corteza
tiene un gran contenido de taninos (cerca de
un 25%), por lo que se empleó mucho en curti-
duría.
REMONTANDO EL RÍO LINGUE:
APROXIMACIÓN AL PUENTE DEL CAMINO DE
SAN JOSÉ DE LA MARIQUINA A MEHUÍN.
PE RV/P39
Los humedales del río Lingue. Mehuín, el tesoro de la costa /257
258/ PE RV/39
Los humedales del río Lingue. Mehuín, el tesoro de la costa

ras de Productos del Mar. Su misión es

colaborar en la conservación de este va-
lioso entorno desarrollando en él un tu-
rismo sustentable, que permita mejorar
además las condiciones económicas y ca-
lidad de vida de sus socias. Nadie les po-
drá mostrar su territorio, sus aves, sus
paisajes y realidades históricas o presen-
tes, como saben hacerlo estas esforzadas
mujeres emprendedoras. La base de los
recorridos se sitúa en la propia Caleta
Mehuín. Río arriba, terminan en un pre-

AL TÉRMINO DE UNA JORNADA DE PESCA EN LA

DESEMBOCADURA DEL LINGUE.

cioso sector de bosque nativo y pozas corre 12 Hitos de interés ecoturístico, en

fluviales de aguas cristalinas: el paraje
de Puente Lingue. Pero comencemos,
pues, nuestros viajes de observación por
los Humedales del río Lingue.
Se trata de una exploración muy comple-
ta del Humedal de Mehuín, incluyendo el
recorrido por el bajo curso del río Lin-
gue. Se realiza en embarcación local y en
grupos máximos de 8 pasajeros, acompa-
ñados por guía y patrona náutica, que
son miembros del local Sindicato de Mu-
BANDADA DE GAVIOTAS DE FRANKLIN: UNA ESPECIE ESTACIONAL ABUNDANTE EN MEHUÍN.
jeres Trabajadoras del Mar. En total, re-
la versión Jornada Completa, que incluye VISTA AÉREA DE
LOS HUMEDALES
un almuerzo campestre en un precioso DEL RÍO LINGUE
paraje fluvial aguas arriba de Puente Lin- EN MEHUÍN.
gue. Existe también la versión de media
jornada, que termina la navegación río
arriba en la Torre mirador de Piutril o en
el Bosque Sumergido. En ambos casos, el
colofón final del viaje tiene lugar en el is-
lote del Morrito, que marca a modo de
joya paisajística el final del Humedal de
Mehuín antes de la desembocadura en el
Pacífico del río Lingue. O

PE INFOVIAJE
UÊLOCALIZACIÓN caso de navegantes UÊMEJOR ÉPOCA IBA o Área de Importancia
Comuna de San José de la Mari- experimentados; entre la barra y Cualquier época del año, pero Internacional para las Aves (al
GPS 1 Caleta Mehuín/ Sindicato de Mujeres Trabajadoras del Mar- 39°26'43.39"S/ 73°12'31.94"O
quina. el islote de Maiquillahue son 4 siempre que el parte igual que Maiquillahue y Punta

UÊALTITUDES
Máxima: 451 m, en cerro Follento,
en la cordillera Queule; mínima: 0
m, nivel del mar
UÊDURACIÓN Y DISTANCIAS
En kayak por el río Lingue, de
puente Lingue (a 11 kms de San
kms (1,5 h); existe otra zona de
rompientes muy peligrosas mar
afuera del islote en cuestión,
además de intensas corrientes:
un recorrido, por tanto,
peligroso… En bicicleta, itinerario
norte, del puente Los Venados a
Mehuín y hasta el mirador sobre
la bahía de Maiquillahue
meteorológico sea propicio y sin
viento en el mar.
UÊVALORES NATURALES
Una zona tesoro en el marco del
litoral chileno; alto interés
paisajístico, geomorfológico y
faunístico; el farallón de la Lobería,
inmediato al islote de
PUNTOS GPS
Ronca); en la bahía de GPS 2 Estero Negro/ observación de aves limícolas- 39°26'12.72"S/ 73°11'53.58"O
Maiquillahue, cetáceos en paso; GPS 3 La Puntilla/ grandes bandadas de gaviotas y gaviotines, de distintas especies- 39°26'26.77"S/ 73°11'49.56"O
en el río Lingue, huillines; en los GPS 4 Bosque sumergido por el tsunami de 1960/ muñones de antiguos troncos arbóreos- 39°26'40.39"S/
sectores de bosque nativo 73°11'35.73"O
inmediatos, puma, pudú y guiña. GPS 5 Mirador Piutril (torre y caseta de observación, en proyecto)- 39°26'55.76"S/ 73°10'4.93"O
GPS 6 Escuela rural Millaray (bilingüe español-mapudungún)- 39°27'17.53"S/ 73° 8'44.15"O
UÊMONUMENTOS DEL HOMBRE Y
GPS 7 Meandros del Lingue- 39°27'29.95"S/ 73° 7'16.65"O
PUNTOS DE INTERÉS
En la cancha o lepún de GPS 8 La Junta/ conflluencia con el estero Los Venados- 39°27'37.39"S/ 73° 5'41.92"O

José de la Mariquina, por la
carretera T-20 a Mehuín) al muelle
de Mehuín, son 14 kms (3 h); de
Mehuín a Missisipi y la barra de la
desembocadura, son 1,5 kms (20
mn); franquear la barra fluvial y
salir a mar abierto en kayak o
PLAYA Y ENSENADA DE MEHUÍN, CON EL embarcación menor es siempre
ISLOTE DE MAIQUILLAHUE AL FONDO. una experiencia arriesgada, que
no se recomienda salvo en el
(Pichicullín), 15 kms (1,5 h); e
itinerario sur, desde Los Venados
hasta Missisipi, 13 kms (1,5 h),
con 5 kms mas (1 h; fuertes
pendientes) hasta la punta
Maiquillahue; posibilidad de
cruzar de Missisipi a Mehuín, por
el nuevo puente vehicular
construido en 2013 sobre la
desembocadura del Lingue.
Maiquillahue, un colonia de más
de un centenar de lobos marinos;
pingüinos de Magallanes; ingentes
colonias de aves marinas; el raro
pato lile o cormorán de patas
rojas; chungungo o nutria marina;
en los humedales del río Lingue,
especies piscícolas autóctonas y
una variada avifauna que ha
merecido su designación como
Maiquillahue se celebran algunos
de los mas importantes n´guillatún
de la tradición mapuche-
lafkenche; las embarcaciones
tradicionales locales, equipadas
de aparejo en vela latina.
UÊCARTOGRAFÍA
Instituto Geográfico Militar, escala
1:50.000, hoja ‘Queule’.
GPS 9 Poza junto al puente Lingue (camino San José de la Mariquina a Mehuín)/ punto final de la ruta
náutica río arriba- 39°27'22.85"S/ 73° 5'19.13"O
GPS 10 Estero Coipuco- 39°26'54.44"S/ 73°12'18.70"O
GPS 11 Islote El Morrito/ límite recomendado de ruta náutica río abajo - 39°26'49.82"S/ 73°12'35.39"O
GPS 12 Nuevo puente caminero Mehuín-Missisipi (2013)- 39°26'45.04"S/ 73°13'7.29"O
GPS 13 Missisipi- 39°26'52.69"S/ 73°13'32.29"O
GPS 14 Barra del río Lingue/ ¡navegación peligrosa!- 39°26'39.58"S/ 73°13'45.20"O
GPS 15 Islotes de Lilihue/ lobos marinos y colonia de patos lile 39°26'30.66"S/ 73°13'57.61"O
GPS 16 Islote de Maiquillahue- 39°27'3.70"S/ 73°15'53.42"O

PE RV/P39
Los humedales del río Lingue. Mehuín, el tesoro de la costa /259
HITO HISTÓRICO-CULTURAL EN LA COMUNA Y CIUDAD DE RÍO BUENO
PERPECTIVA
AÉREA DE LA

PEHHC39 CASA FURNIEL,

EN EL CENTRO
DE LA CIUDAD
DE RÍO BUENO.

Casas Furniel (MN) y

Machmar (MN)
Mansiones tradicionales en Río Bueno Q El conjunto de
Jimena Jerez Bezzenberger, Antropóloga, y Equipo Atlas IP casonas tradicionales en
La llamada Casa Furniel, declarada en 2012 Monumento Nacional Histórico,
Río Bueno constituye un
más comúnmente conocida como el Palacio de las Lágrimas, fue construida por
José María Fourniel Ríos a comienzos del siglo XX. Se trata de la más notable
patrimonio
casona tradicional en la localidad de Río Bueno, junto a la Casa Machmar, que relevante
aparece también inscrita como Monumento Nacional.

LA LLAMADA
n el siglo XVIII se había estable- El nombre de este río deriva de la defor- Fourniel, calle Esmeralda esquina calle CASA el pasillo, una oficina privada del dueño todo el ejército mapuche después de haber

E cido, como prioridad de la

Colonia española, la apertura
de un camino terrestre desde
Valdivia a Chiloé, así como la refundación
de la perdida ciudad de Osorno. Para ello
se necesitaba del establecimiento de una
serie de hitos intermedios que protegie-
ran estos enclaves de avanzada militar
dentro del territorio mapuche, sometien-
do a los longko o jefes indígenas locales e
introduciendo misioneros cristianos.
Los denominados Llanos de Valdivia y Osorno
constituían, ya desde el siglo XVI, la huerta
de las antiguas ciudades fronterizas por la
abundancia de sus granos, favorecidos de un
clima muy agradable y menos lluvioso que la
costa. A finales del siglo XVIII Tomás
O'Higgins, sobrino del Gobernador de Chile
Ambrosio O'Higgins, en compañía de Julián
Pinuer, trazan la planta originaria de la nueva
población de Río Bueno y diseñan sus calles
cuando viajan a la construcción del fuerte de
San José de Alcudia, al borde del río Bueno.
mación de la palabra mapuche Wenu
Leufu, río de lo alto o río del cielo, espa-
cio sagrado de la cosmovisión mapuche.
La importancia de dicho río viene dada
por su navegabilidad, ya que permitía
conectar el interior con la costa, un eje
trans-regional este-oeste que será usado
hasta entrado el siglo XX, con la combina-
ción entre los vapores y el ferrocarril.
Asimismo, el Wenu Leufu era también, en
la cosmogonía mapuche, un espacio espi-
ritual por donde viajan las almas de los
difuntos hacia el mar, permitiendo su
reencarnación en las nuevas generacio-
nes. Este río Bueno fue también una
importante fuerza hidráulica que usaban
las industrias ubicadas en sus bordes,
como también ingrediente fundamental
en los afamados tratamientos medicina-
les del padre Tadeo de Wisent, en base a
su agua y a hierbas medicinales locales.
En el costado este de la Plaza de Armas de
Río Bueno destaca la Casa Furniel (o
Comercio, declarada en 2012 Monumento
Nacional Histórico), más comúnmente
conocida como el Palacio de las Lágrimas.
Fue construida por José María Fourniel
Ríos a comienzos del siglo XX. José María
MACHMAR,
TAMBIÉN
CLASIFICADA
COMO
MONUMENTO
NACIONAL, ES
LA ANTIGUA
CASA DANIEL.
de casa además de otra destinada a la
atención de los obreros. En el segundo
nivel albergaba un salón de billar, una
sala decorada de color rojo, hall, comedor
para visitas, pieza para guardar loza, dos
era nieto de Carlos Fourniel quien en el baños, cuatro dormitorios. Y en el tercer
año 1794 llegara, en calidad de preso, y último piso se localizaba el almacén de
desde el Perú a la Plaza y Presidio de alimentos, además de varias habitaciones
Valdivia. Este, una vez terminada su con- más para alojados. Actualmente funcio-
dena, se dedicó a la colonización de nue- nan en esta histórica mansión riobuenina
vas tierras agrícolas, casándose con la servicios públicos municipales… pero en
valdiviana Rosario Martínez Pinuer y con- el Palacio de las Lágrimas lo que se ase-
formando ambos un matrimonio económi- gura es que, cada noche, siguen escu-
camente tan exitoso que llegaron a ama- chándose inquietantes ruidos, movi-
sar una de las fortunas más grandes que mientos siniestros y llantos...
existieron en la zona durante todo el siglo La historia de la casa, según el decir popu-
XIX: una circunstancia familiar que se ve lar, estaría vinculada a ritos satánicos…
reflejada, sin duda, en esta gran mansión. cuya clave se guardaría en cierto libro rojo
Construida en maderas nobles, como existente en su antigua biblioteca… Se tra-
alerce y lingue, en el primer piso de la taría, ene efecto, de la prueba documental
Casa Furniel había cuatro dormitorios, un del pacto demoniaco suscrito y firmado
salón para eventos, sala de espera, dos por el propio José María Fourniel. También
comedores, cocina, hall, despensa; y, en se asegura que aquel propietario fue una
persona de sentimientos inhumanos, que
JARDÍN practicaba los mayores abusos sobre la
INTERIOR DEL
ASIMISMO
pobre servidumbre, que preñaba a las
CONOCIDO mujeres para que tuviesen hijos de él para
COMO
EL PALACIO que se quedasen como esclavos en la casa,
DE LAS que colgaba con cadenas a las que no se
LÁGRIMAS:
LA CASA sometían a su voluntad y aplicaba toda
FURNIEL… clase de torturas a sus trabajadores. Seria
por causa de tanta maldad que su descen-
dencia, después de haber vivido en la
opulencia, terminó finalmente por caer en
la total miseria.
Con una estatua en su Plaza de Armas se
rinde homenaje en Río Bueno al toqui
mapuche-huilliche Caupolicán (Keipulikan),
quien era originario de la zona del río
FACHADA
EXTERIOR DE LA Pilmaiquén. Este líder militar del siglo XVI
CASA FURNIEL, fue alabado en el mundo entero a través del
DECLARADA
MONUMENTO libro La Araucana, del español Alonso de
NACIONAL Y HOY Ercilla, quien relata, entre otros pasajes,
DE PROPIEDAD
MUNICIPAL. cómo fue elegido comandante en jefe de
sostenido en pie, durante tres días y sus
noches, un enorme tronco sobre sus espal-
das. Su destino fue marcado por la visión de
un cherrufe, ser mítico semejante a un
meteorito con cabeza de caballo. Se dice de
Caupolicán que era muy fuerte, de carácter
reservado, tuerto y que usaba una capa
roja. Sólo a través de la traición pudo ser
capturado, y el que lo traicionó señaló el
camino a sus captores españoles pero no se
atrevió, ni por mucho que lo amenazaron,
de mirarlo a la cara. Pero cuando Fresia, su
orgullosa mujer, supo que se había dejado
capturar vivo, que había sido bautizado y
condenado a tortura pública, le arrojó el
bebé común a Caupolicán diciéndole, a
modo de leona, que ella no deseaba el hijo
de un cobarde.
Hoy en día la Plaza de Armas riobuenina es
un espacio de sociabilidad donde se realizan
actividades culturales y comerciales, la
rodean la Municipalidad, el colegio Santa
Cruz, la Iglesia, el Banco, restaurantes y far-
macias. Fue remodelada el año 1943, con el
odeón para las bandas de la ciudad. En cuan-
to a la Plaza 21 de Mayo, es la plaza original
de la ciudad, construida para proteger a la
población del saqueo de asaltantes que se
dejaban caer por la zona raptando animales
y mujeres, quemando las casas de los fundos
y robando las cosechas. Presenta una esta-
tua de Arturo Prat Chacón, héroe del
Combate Naval de Iquique y dos cañones,
áreas verdes y añosos árboles. A su alrede-
dor se aprecian varias casas centenarias
como la Casa Petersen, construida en 1925,
restaurada y actual albergue de la Biblioteca
pública de Río Bueno. En cuanto a la Casa
Machmar (ex-casa Daniel), es también otro
Monumento Nacional representativo de la
arquitectura local. Con sus tres pisos y estilo
europeo, esta mansión fue construida a prin-
cipios del siglo pasado por la familia de un
colono de origen francés. Q

PE HHC39
Casas Furniel (MN) y Machmar (MN). Mansiones tradicionales en Río Bueno /261
PE RV/P40
De Bonifacio a Curiñanco
Por los acantilados de la costa valdiviana

CON CÁRDENAS, EL CUIDADOR DE CALETA BONIFACIO.

n la escondida Caleta Bonifacio (in- pediremos permiso para poder proseguir

E tegrada por una docena de lan-

chas varadas, una rampa cementa-
da y algunos galpones donde guar-
dan sus pertrechos los pescadores artesa-
nales) nos detenemos a conversar con Pe-
lao Cárdenas, el cuidador del lugar. Y Cár-
denas nos relata entonces como la noche
del tsunami del 27 de febrero de 2010 hasta
aquí llegó también la funesta ola, y como
esta se llevó todas las barcas mar adentro,
y como hubo que ir a recuperar las que no
zozobraron, al día siguiente, adentrándose
en pleno océano. Pero, además, Cárdenas
nos indica con precisión ese camino escon-
dido el cual andamos buscando.
En primer lugar, nos explica, tendremos
que ganar altura, en zigzag, por la antigua
huella de acceso a la caleta. Seguidamente,
una vez alcanzada la curva-mirador que se-
ñalan dos pequeños asientos panorámicos,
por sucesivos tramos de un sendero local
hasta alcanzar otro playazo inmediato. Una
vez en este punto, ya todo consistirá en ca-
minar por el mismo filo del acantilado
oceánico que delimita el promontorio cono-
cido como Morro Bonifacio. Se trata de uno
de los accidentes geológicos más antiguos
de toda la costa chilena, compuesto por ro-
cas paleozoicas cuya data se remonta al le-
jano periodo Cámbrico, es decir, a hace
unos 550 millones de años atrás. En aquel OLIVILLO CENTENARIO EN LA ACP 'PUNTA CURIÑANCO'.
entonces Chile y América del Sur aparecían
unidos a África y el Indostán, conformando Ruta Verde que discurre a través de un sec- de Mehuín. Avanzamos por una estrecha
el extinto continente de Gondwana... tor oficialmente clasificado como Sitio Prio- huella al filo de unos acantilados recubier-
Caminando sobre tan venerables rocas, nos ritario de Conservación de la Biodiversidad. tos por un matorral de pataguas marinas,
acompaña en esta ocasión nuestro amigo Según ganamos altura hacia el Morro Boni- en cuyos abismos vuelan las bandadas de
Tito Ozores, uruguayo, empresario turístico, facio, la vista hacia el norte se extiende es- pelícanos, de yecos, de gaviotas oceánicas
que se maravilla con nosotros ante la sor- pectacular hasta mucho más allá de Pilolcu- como a las que cantara don Pablo Neruda.
presa de este secreto itinerario costero en- ra, de las puntas Chungungo y de Chan- La parte más alta del Morro Bonifacio apa-
tre Caleta Bonifacio y Punta Curiñanco. Una chán, hasta el islote Maiquillahue y la playa rece ocupada por unas pampas dilatadas,

Un Sitio Prioritario para la Conservación

C hile adhirió en 1994 la Convención sobre Diversidad Biológica y, en base a ello, elaboró una Estrategia Nacio-
nal para la Conservación que contempla la utilización sostenible de la biodiversidad y pone énfasis en la con-
servación de los ecosistemas. El Ministerio del Medio Ambiente es hoy el organismo responsable de dicha estra-
tegia. Para cada región chilena se definieron, dentro de este marco, los denominados Sitios Prioritarios de Con-
servación de la Biodiversidad, algo así como las joyas de la corona, ambientalmente hablando. En la Región de
Los Ríos fueron originalmente tres los SPCB, uno de ellos comprendiendo el área litoral atravesada por esta Ruta
Verde entre Bonifacio y Curiñanco. Como objetivos concretos, se postulan la conservación de los bosques relícti-
cos de olivillo costero; la conservación y recuperación del bosque siempreverde; y la conservación y recupera-
ción de la fauna en el borde costero...
El problema es que ninguna legislación respalda, hasta la fecha, de manera efectiva y concreta la voluntad teóri-
ca de conservación que se desprendería de la designación de estos SPCB. En el caso que nos ocupa, por ejemplo,
se han seguido talando árboles nativos en determinados sectores; existen polígonos de plantaciones de exóti-
cas; o se construyen viales para promover la urbanización de sectores oficialmente amparados dentro del esta-
blecido SPCB. De hecho, la única acción de conservación en la práctica detectable en la zona es la que lideró la
organización ambientalista CODEFF, que adquirió con fondos propios uno de los últimos sectores de bosque nati-
vo para ampararlo dentro de la actual (y modélica) Área Costera Protegida ‘Punta Curiñanco’. Una acción, en es-
te caso, no teórica, sino eficaz en la práctica. Y, por tanto, internacionalmente valorada. EMBARCACIONES ARTESANALES, EN CALETA BONIFACIO.

UN MATE DE FINAL DE ETAPA, EN CURIÑANCO.

PE RV/P40
De Bonifacio a Curiñanco. Por los acantilados de la costa valdiviana /263
264/ PE RV/P40
De Bonifacio a Curiñanco. Por los acantilados de la costa valdiviana

CALETA BONIFACIO, INICIO DE LA RUTA VERDE. PLAYAS DE CURIÑANCO, DESDE LA RESERVA CODEFF.

batidas por el viento, donde pastan algunos
ovinos. En este paisaje de tierra ancestral es
donde tiene su casa Sergio Mayorga, pobla-
dor que es a la vez buzo y pescador, gana-
dero, forestal y agricultor. Y que además
sueña con poder prestar servicios ecoturís-
ticos de apoyo a pequeños grupos de cami-
nantes y ciclistas que puedan acudir a cono-
cer estos sus lugares de origen. Tras el en-
cuentro con él, Sergio pasará a ser nuestro
guía durante los siguientes tramos de esta
Ruta Verde que prospectamos. Gracias a él
conseguimos alcanzar la pequeña señal
marítima conocida como faro Bonifacio. Se
localiza junto a punta Rocura, en su entorno
de rara belleza en el que habitan los lobos
marinos y los pingüinos de Humboldt.
Con Sergio reconoceremos asimismo los
restos del trazado del antiguo sendero que
unía peatonalmente, antaño, la Caleta Bo-
nifacio con la playa de Curiñanco. Hoy este
itinerario ha caído en desuso, interceptado
por tres sucesivas propiedades privadas.
Pero la recuperación de su servidumbre de
paso público posibilitaría, ciertamente, un
prestigioso sendero litoral de relevantes
posibilidades ecoturísticas y en beneficio
de los habitantes de este entorno. Por
nuestra parte, optamos alternativamente
por el camino rural en tierra de acceso al
Morro, muy interesante para el uso en bici-
cleta. Su trazado enlaza unos paisajes de
hermosa tranquilidad rural y, al cabo de un
par de kilómetros, entronca con el camino
ripiado de Curiñanco a Oncol: por este últi-
mo continuaremos pedaleando en nuestras
bicicletas Brompton plegables.
El objetivo es la denominada Área Costera
Protegida ‘Punta Curiñanco’, que la orga-
nización ambientalista CODEFF puso a sal-
vo adquiriendo su propiedad y declarán-
dola reserva natural privada. Ochenta
hectáreas excepcionales en las que se en-
cuentran preservados algunos de los me-
jores retales supervivientes del bosque
templado chileno en el sector litoral de la
Región de Los Ríos y cuya tala, sin ambar-
go, estuvo prevista (¡!). En su interior, ade-
más, se puede efectuar uno de los mas in-
teresantes hikkings o excursiones a pie en
la costa valdiviana. Son dos senderos (el
de los Olivillos y el de los Melis), unidos en
circuito y emitiendo ramales hacia una se-
rie de miradores estratégicos, los que po-
sibilitan el recorrido. Un hito especialmen-
te interesante en este recorrido será el
llamado mirador Chungungo, desde el que
se domina la punta homónima y su arco
natural marino. Aquí son frecuentes los lo-
bos marinos, los pingüinos, las aves mari-
nas (incluyendo el raro cormorán lile),
además del chungungo o nutria de mar
sudamericana.
Pero la joya de la ACP ‘Punta Curiñanco’ se
localiza en el extremo norte de la reserva,
con su bosque relíctico de olivillos (Aextoxi-
con punctatum), constituido por ejemplares
de más de 20 m de altura cuya longevidad
supera los 400 años. El olivillo es un árbol
endémico de los bosques templados chile-
nos, característico de la selva valdiviana de
siempreverde, que aquí mantiene uno de
sus últimos bastiones regionales costeros.
Hasta este auténtico templo forestal cami-
namos por un bosque de ulmos y tepas, de
coigües, melis y canelos. El paisaje forestal
del litoral de Los Ríos… tal como era.
El mejor colofón final para esta ruta será
retornar a Caleta Bonifacio por vía maríti-
ma, contratando alguna embarcación lo-
cal con capacidad para hasta 8 pasajeros.
La idea solo resulta contemplable en caso
de perfecta mar en calma. Entonces, el ca-
minante de la Ruta Verde podrá embarcar
en la llamada playa Chica de Curiñanco,
navegar rumbo norte costeando los acan-
tilados del Área Costera Protegida y del
Morro Bonifacio y avistar loberías, pingüi-
neras y rocas guaneras llenas de avifauna
marina. Durante la navegación quizá tam-
bién pueda observar cetáceos en paso. To-
do ello en un entorno litoral único que
ojalá pueda mantenerse a salvo de inter-
ferencias, construcciones y otros trastor-
nos paisajísticos. En beneficio y legado de-
bido a las generaciones futuras. O

PE INFOVIAJE
UÊLOCALIZACIÓN
Comuna de Valdivia.
UÊRANGO DE ALTITUDES
Miníma: 0 m; máxima: 262 m, en el
cerro Morro Bonifacio
UÊDURACIÓN Y DISTANCIAS
desde la playa Chica de Curiñanco
a Caleta Bonifacio en embarcación
local (6 kilómetros náuticos): una
experiencia inolvidable que se
realiza en 1 h de navegación
(incluyendo los lapsos de
observación faunística). Sergio
Mayorga puede prestarnos todos
mejores posibilidades para la
navegación a lo largo de este
tramo costero.
UÊVALORES NATURALES
Un entorno que ha merecido ser
clasificado como Sitio Prioritario
de Conservación de Biodiversidad
uno de los mejores bosques
relícticos de olivillo costero
(Aetoxicom punctatum), además
de una muestra relevante de
bosque nativo siempreverde (con
canelo, arrayán, notro, meli, ulmo
y otras especies típicas del
bosque valdiviano). Entre la fauna:
MONUMENTOS DEL HOMBRE
El pequeño núcleo de pescadores
artesanales de Caleta Bonifacio, OLIVILLO
donde es bueno acudir los días de (AEXTOXICON
XTOXICON PUNCTATUM)
buena mar entre las 13 y las 15 h,
cuando vuelven de faenar los
hombres de mar: pescado fresco
GPS 1 Caleta pesquera Bonifacio- 39°41'36.74"S/ 73°22'55.35"O
de la mejor calidad…
GPS 2 Punto panorámico sobre arco natural y colonia de aves marinas- 39°41'35.90"S/ 73°23'14.90"O

Esta Ruta Verde presenta un
desarrollo total de 8,8 kms, entre
Caleta Bonifacio y el Área Costera
Protegida CODEFF de Punta
Curiñanco (e incluyendo el
los apoyos ecoturísticos
requeridos, como guiaje,
embarcación o camioneta para
retornar por tierra a Caleta
Bonifacio. Y como es pescador y
(SPCB) y como Área de
Importancia para las Aves (IBA).
En la práctica, la única zona de
conservación real se adscribe al
Área Costera Protegida Punta de
aguilucho, jote, picaflor, carpintero
negro y un amplio elenco de aves
marinas, entre las que se incluyen
pingüinos de Humboldt, yecos,
pelicanos o el raro cormorán lile
PUNTOS GPS
GPS 3 Morro Bonifacio- 39°41'27.38"S/ 73°24'5.79"O
UÊCÓMO LLEGAR
GPS 4 Faro Bonifacio- 39°41'41.80"S/ 73°24'17.83O
Desde Valdivia, 25 kms hasta la
GPS 5 Casa Mayorga (apoyo ecoturístico)- 39°41'47.09"S/ 73°23'46.58"O
playa Chica de Curiñanco y el
punto de acceso al Área Costera GPS 6 Entronque con camino Oncol- Curiñanco- 39°42'26.21"S/ 73°23'42.19"O

recorrido por el interior de la
misma). Un recorrido que puede
realizarse en unas 4 h a pie, con
tramos idóneos para la bicicleta
entre Morro Bonifacio (casa
Mayorga) y la reserva CODEFF. En
caso de perfecta calma marítima,
UN LITORAL INTACTO ¿POR CUÁNTO TIEMPO MÁS? podremos plantearnos retornar
ganadero, también unos asados
de mar y tierra de chuparse los
dedos (tel. 835 444 16).
UÊMEJOR ÉPOCA
Los temporales de invierno son
realmente duros en esta fachada
oceánica. En verano existen las
Curiñanco (80 has), instituida en
2004 por la organización
ambientalista CODEFF (Comité
Nacional Pro Defensa de la Flora y
Fauna; en Santiago, tel. 02- 777
25 34; en Valdivia, tel. 063- 43 43
54; el guarda-parques es Marcelo
Radal, tel. 816 522 90); ampara
(Phalacrocorax gaimardi); también
pudú, culpeo, güiña y el raro
chungungo o nutria marina
sudamericana; importante colonia
de lobos marinos; tanto Punta
Curiñanco como Morro Bonifacio
son buenos observatorios de
ballenas y otros cetáceos en paso.
Protegida Punta Curiñanco; otros
5,5 kms mas de camino ripiado
(en dirección a Oncol, más desvío)
hasta Caleta Bonifacio.
UÊCARTOGRAFÍA
Instituto Geográfico Militar, escala
1:50.000, hoja ‘Curiñanco’.
GPS 7 Enlace directo con senderos ACP 'Punta Curiñanco)/ solo con autorización- 39°42'33.62"S/ 73°23'49.68"O
GPS 8 Mirador Olivillos (ACP 'Punta Curiñanco')- 39°42'44.90"S/ 73°24'16.86"O
GPS 9 Bosque de olivillos centenarios- 39°42'39.54"S/ 73°24'16.63"O
GPS 10 Mirador Chungungo- 39°43'5.58"S/ 73°24'38.13"O
GPS 11 Punto panorámico sobre playa de Curiñanco- 39°43'3.15"S/ 73°24'22.54"O
GPS 12 Acceso a ACP 'Punta de Curiñanco'- 39°43'5.34"S/ 73°24'14.16"O
GPS 13 Playa Chica/ punto final del itinerario y enlace con posible recorrido náutico, de retorno a la caleta Bonifacio-
39°43'11.24"S/ 73°24'14.60"O

PE RV/P40
De Bonifacio a Curiñanco. Por los acantilados de la costa valdiviana /265
HITO HISTÓRICO-CULTURAL
PEHHC40
Museos en Río Bueno
y en Lago Ranco
Notables exposiciones sobre el pasado regional
Jimena Jerez Bezzenberger, Antropóloga, y Equipo Atlas IP
En Río Bueno se encuentra el Museo Arturo Möller Sandrock, fundado en el año 1971 gracias a
fondos del Estado y a la generosidad de un ríobuenino, del que toma su nombre. En Lago Ranco,
la colección del Museo Municipal Tringlo reúne, por su parte, otra relevante colección
arqueológica de piezas cerámicas provenientes de excavaciones vinculadas a complejos
agro-alfareros prehispánicos Pitrén, Valdivia y Tringlo.
ANGULO EXPOSITIVO DEL MUSEO MÖLLER-SANDROCK, EN RÍO BUENO.
n los tiempos prehispánicos tran-
E sitaban por este fértil pie de
monte andino, vinculado a la
cuenca Lago Ranco- Río Bueno,
distintas identidades territoriales mapuche:
los huilliche o gente del sur; los cunco o
habitantes de la costa de Osorno; los
pewenche o mapuches cordilleranos; los
puelche y los poya, cuya base se localizaba
en la actual Argentina; o los tewelche
nómadas procedentes de las pampas de la
Patagonia atlántica, por mencionar solo
algunos de los que se conocen.
Vivían todos estos grupos, según sus res-
pectivos territorios de origen, de la caza de
aves, guanacos y venados, de la recolección
EN LAS CIUDADES Y COMUNAS DE RÍO BUENO Y LAGO RANCO
ESTE ANTIGUO MAPA DE 1777 MOSTRARÍA LA UBICACIÓN DE LA LEGENDARIA CIUDAD DE LOS CÉSARES…
medicinales. Los mapuche originarios culti-
vaban madi para obtener aceite y conocían
la crianza de llamas o chiliwekes. En fin,
de mariscos, de la pesca y de los frutos de todo lo que se necesitaba para vivir, se lo
la selva valdiviana. Entre estos últimos des-
tacaban semillas singulares tales como los
piñones de araucaria o la avellana chilena;
multitud de hongos como changles y diwe-
ñes, pinatras y llau-llaos; refrescantes
entregaba a sus originarios habitantes esta
bondadosa tierra de en torno al lago Ranco
y al río Bueno…
La cerámica más antigua que se ha estudia-
do en la zona es la llamada Pitrén, muy fina
pedúnculos como la nalca; pequeños frutos y de hermosas formas de color negro, que
como el maqui, la murta, el chilco, el cowil muestra a menudo figuras de animales
y la chaura, el cauchao; también papas sil- (zoomorfas), como por ejemplo cántaros
vestres y granos de alto valor proteico, con forma de ranita, una representación
como la quinua. asociada al Ñenko, el dueño del agua. Se ha
Probablemente, las nuevas investigaciones fechado su elaboración por casi un milenio
arqueológicas en curso encuentren tam- desde hace 1.700 años atrás. La cerámica
bién evidencias del maíz (presente en Purén llamada Valdivia, ya de datación histórica,
desde hace cinco mil años), diversas legum- luce decoración geométrica en líneas rojas
bres y zapallos, así como tabaco y plantas o negras sobre fondo blanco. Como caracte-
Museos en Río Bueno y en Lago Ranco. Notables exposiciones sobre el pasado regional
LA CUENCA DEL
LAGO NO FUE
CONVENIENTEMENTE
EXPLORADO HASTA
MEDIADOS DEL
S. XIX; EN LA
IMAGEN, MAPA DE
CLAUDIO GAY
rística particular de esta zona se ha encon-
trado cerámica dibujada con patrones loca-
les llamada cerámica Tringlo o Ranco,
decorada roja con blanco. También existen
en las cercanías de Cachillahue (a 15 kms de
Rio Bueno, camino a Lago Ranco) y en Chan
Chan (junto a un vado en el río Bueno) mis-
teriosos petroglifos que indicarían el lugar
de antiguas ceremonias.
Varias de estas identidades territoriales
originarias del Füta Willi Mapu (o Gran
Territorio del Sur), se confederaron a par-
tir del siglo XVI para repeler la progresión
española hacia el sur del enclave valdiviano,
sirviendo de frontera en la guerra de
Arauco, según una estrategia de protección
frente a las denominadas ciudades de arri-
ba. El territorio propiamente conocido
como del Río Bueno fue descubierto por el
capitán Juan Lázaro Plasencia, encomende-
ro de Villarica, ocupándose en la produc-
ción agrícola desde la fundación misma de
la rica ciudad de Osorno (1558). Los anti-
guos caminos que conectaban Valdivia con
el Ranco pasaban por el fuerte y misión de
Quinchilca (Los Lagos), de fundación ante-
rior a las fortificaciones del estuario del
Valdivia. Otro camino alternativo era por
Angachilla, resguardado también por forti-
nes. Después de la destrucción de Osorno
en 1598, como parte de la liberación impul-
sada por Pelantaro, todos los asentamien-
tos europeos en la zona se abandonan y los
españoles huyen hacia Chiloé. Así, se reco-
PE HHC40
/267
HITO HISTÓRICO-CULTURAL EN LAS CIUDADES Y COMUNAS DE RÍO BUENO Y LAGO RANCO

Q Ambos museos
constituyen, en conjunto,
una excelente
ventana
interpretativa
sobre los valores
histórico-patrimoniales
en la cuenca
Lago Ranco- Río Bueno

museos locales. El Museo Histórico-

Arqueológico Arturo Möller Sandrock, de
Museo Tringlo Rio Bueno, administrado por el
La colección del Museo Municipal corresponde, casi exclusivamente, a piezas cerámicas provenientes de las exca- Departamento de Educación de la
vaciones efectuadas en comuna de Lago Ranco, las que forman parte de los complejos agroalfareros denominados Museo Möller Municipalidad, posee una heterogénea
Pitrén, Valdivia y Tringlo. muestra de cerámica Pitrén, Tringlo o Ranco
Las cerámicas de este último tipo, sólo han sido encontradas en este sector, allí reside su nombre, Tringlo, que en y Valdivia, objetos de madera, joyas mapu-
voz mapuche significa Tierra de Gredas y que antiguamente abarcaba todo el territorio que hoy comprende la co- En Río Bueno (http://www.riobueno.cl), comuna de la provincia de Valdi-
via, se encuentra el Museo “Arturo Möller”. Fue fundado en el año 1971 che, artefactos españoles y de la coloniza-
muna de Lago Ranco. Por esta razón el museo, luego de un proceso democrático, en el que se convocó a todos sus
gracias a fondos del Estado y a la genererosidad de un Río Buenino, hijo ción alemana. En sus depósitos se resguar-
habitantes a elegir su nuevo nombre, pasó a denominarse “Museo Tringlo Lago Ranco”.
de colonos alemanes, Arturo Möller Sandrock. Nació el 4 de julio de 1893 da, por otra parte, la colección fotográfica
y falleció el 4 de septiembre de 1968. Fue un importamte comerciante, y fílmica de alto valor histórico y etnográfi-
Comandante de Bomberos, Presidente del Club Musical Aurora, de la Es- co de Armando Sandoval. En cuanto al
cuela Alemana y de la Sociedad Evangélica Alemana, entre otros cargos.
Museo Tringlo-Lago Ranco, se encuentra a
La colección privada de Arturo Möller, que forma este museo, está com-
puesta principalmente por utensilios cotidianos mapuches y de la época cargo de la Municipalidad de Lago Ranco y
de la colonia, entre los que se destacan, vasijas y elementos básicos contó con la colaboración de la Universidad
noce la soberanía mapuche sobre el amplio Pero lo que más deseaba la codicia extran- fortifican en San José de Alcudia en Río para cualquier colonizador, la defensa y las comunicaciones. Austral de Chile para su museografía.
territorio al sur del Bio Bio, abarcando de jera era localizar en el sector la mítica Bueno. La represión posterior ejercida por Muchos de los objetos exhibidos son pro-
océano a océano, permitiendo el desarrollo Ciudad de los Césares, escondido y encan- Tomás de Figueroa es brutal, arrasando a ducto del rescate de materiales sacados a la
de diversas comunidades originarias en tado pueblo de hombres blancos y barba- sangre y a fuego todo el territorio. luz durante los procesos de expansión urba-
ambos lados de la cordillera. dos con edificios cubiertos de oro que se Después, con la presencia alemana, las na desde los años de 1960 y, por lo tanto,
En el siglo XVII, los hermanos Salazar, cuña- suponía eran los sobrevivientes de la des- tierras son ocupadas y la gente desplazada. aislados de su contexto cultural. En opinión
dos del entonces Gobernador de Chile, trucción de las Siete Ciudades en 1598-1602. El ferrocarril y los vapores, a su vez, irán de la mayoría de los expertos, esto es lo que
convertirán la crueldad en la base de su Sin embargo, el que la veía no podía salir de extrayendo la riqueza maderera autóctona. sucede cuando el patrimonio de todos los
negocio de esclavos, lo que generó un ella y los que salieron no podían retornar a Los molinos y carreteras irán borrando los chilenos es saqueado y traficado por ines-
nuevo conflicto en 1655. Derrotados militar- ella. Muchas fueron las expediciones que se vestigios de piedras tacitas, las canoas, los crupulosos a quienes la legislación moder-
mente en Río Bueno, a partir de ese financiaron en esta búsqueda infructuosa. cementerios (como en Ignao), los cántaros na no depara sanciones ejemplares.
momento se prohíbe por orden real practi- La expedición de Pinuer, en la década de de greda que servían de enterratorio, los Esta zona está marcada por la vigencia de
car dicha esclavitud indígena. Pero Carrera 1770, trata de poner fin al gasto económico antiguos líticos y la platería guardados en ceremonias mapuche-huilliche, el lepún,
Iturgoyen, Gobernador de Valdivia entre que estos continuos informes generaban a colecciones privadas. Les sobreviven con el reconocimiento y respeto por seres
1671-1673, vuelve a ordenar diversos ata- los Gobernadores. A partir de 1775 se fun- recuerdos y leyendas, como el Cajón Negro, encantados que son los “dueños” o espíritus
ques sobre la población nativa. En el siglo darán misiones religiosas que serán la ubicado en plena cordillera, donde desapa- protectores del espacio territorial; como el
XVIII, la expedición de Garretón, será avanzada de la ocupación militar, en virtud recen en un túnel tempo-espacial algunos volcán, llamado Pillan Kushé; la anciana
enfrentada por más cuatro mil mapuche en del establecimiento del Camino Real, que parroquianos, que vuelven algunos días Küpüka, que entrega todas las siembras;
1759, lo que le impide fundar un fuerte uniera Valdivia con Chiloé a partir de 1789. después sin recordar mucho. Kintuante, a orillas del Río Pilmaiquén;
junto al río Bueno. Las guerras, ene efecto, Después del último gran levantamiento Los mejores vestigios materiales e interpre- Juaniko en Nolyehue (Monumento Nacional)
se suman acá en sucesivas épocas, marcan- mapuche de 1792, liderados por los caci- taciones museográficas del pasado de la o el Abuelito Huentellao (Pucatrihue, costa
do así a las gentes y a sus territorios. ques Queipul y Fütañirre, los españoles se zona pueden encontrarse en dos relevantes de Osorno), entre otros. Q

PE HHC40
Museos en Río Bueno y en Lago Ranco. Notables exposiciones sobre el pasado regional /269
PE RV/P41
Arboretum y fundo L
a isla Teja era conocida antaño co-
mo la isla de Valenzuela, por haber
El tesoro secreto de la isla Teja es el predio,
propiedad de la Universidad Austral de Chi-

Teja Norte
sido propiedad en el siglo XVI de
Francisco Pérez de Valenzuela, con-
siderado históricamente como ‘el primer
hombre rico de Chile, uno de los compañe-
ros de armas y conquistas de don Pedro de
Valdivia’. En la isla se mantuvo durante más
Los tesoros secretos de Valdivia de dos siglos una fábrica colonial de tejas y
ladrillos ‘que sirvieron para levantar las
construcciones y fortalezas de la muy leal y
noble ciudad de Santa María la Blanca…’.
Posteriormente, durante las décadas de
1850-60, la isla sirvió como primer asenta-
miento para los colonos alemanes recién
arribados a estas tierras. La construcción de
los puentes Pedro de Valdivia y Cruces ter-
minaría por unirla al continente. Y en 1954,
sobre su sector nor-oriental, se construyó el
campus de la Universidad Austral de Chile.
La isla Teja constituye hoy una de las zonas
urbanísticamente más deseadas en el entor-
no de Valdivia. Representa su mejor bastión
verde y natural, patrimonio valioso para el
EN EL ARBORETUM SUBSISTEN EJEMPLARES CENTENARIOS CARACTERÍSTICOS DE
LA SELVA VALDIVIANA. ocio y la conservación ciudadanos en la ca-
pital regional de Los Ríos.
le/ UACH, denominado Fundo Teja Norte:
una extensión estratégica de unas 120 has
de terreno no urbanizado, situada sobre la
cuña de la confluencia de los ríos Caucau y
Cruces. Auténtica joya paisajística y ambien-
tal a las puertas de la ciudad de Valdivia, in-
cluye el único arboreto de Chile clasificado
en la prestigiosa lista los 270 enclaves mun-
diales de este tipo, por la organización Bota-
nics Garden Conservation International, con
sede en Richmond (Reino Unido). Un paraje
tan validado internacionalmente como esca-
samente valorado localmente, incluyendo
ámbitos de la propia universidad valdiviana.
Nuestra Ruta Verde propone un recorrido
por este Arboretum, por el Fundo Teja Norte
y también por su entorno náutico inmediato.
Según una triple fórmula: a pie, por los itine-
rarios senderistas que atraviesan el Arbore-
tum; a caballo, hasta el mirador sobre el río
Cruces, en el extremo septentrional del Fun-
do Teja Norte; y con la posibilidad añadida
de un recorrido en kayak o en embarcación
local por los ríos Caucau y Cruces ribereños.

NAVEGANDO EN TORNO A LA ISLA TEJA.

Los tesoros de la UACH

E l profesor Federico Schlegel Sachs, del Instituto de Silvi-
cultura de la Facultad de Ciencias Forestales de la UACH,
fue quien tuvo la idea y el mérito de la creación del Arbore-
tum de isla Teja en 1971. En un comienzo, el proyecto abar-
có una superficie de 32 has, ampliadas a 64 has en 1997. El
Arboretum fue concebido por el profesor Schlegel como un
museo viviente de plantas leñosas para fines educativos,
de conservación, investigación y demostración. Como un
bosque didáctico, en fin, que incluyese diferentes especies
de plantas cultivadas exógenas, es decir, procedentes de
diversos puntos del planeta; además de especies arbusti-
vas, trepadoras, helechos y herbáceas nativas propias del
Bosque Valdiviano del sur de Chile.
Jardines botánicos y arboretos son el orgullo y el emblema
de afamadas academias de renombre mundial. Histórica-
mente, la inglesa Oxford fue la inventora del primer arbore-
to y jardín botánico universitario, en 1633. En Estados Uni-
dos son célebres los arboretos de las universidades de
Wisconsin-Madison, de Stanford (California) o el Arnold Ar-
boretum de Harvard (en Boston, Massachussets), por citar
tan solo algunos ejemplos. En Ontario, Canadá, es renom-
brado el arboreto de la universidad de Guelph, considerado
como tesoro natural. Las venerables universidades euro-
peas, generalmente insertadas, en origen, hace siglos, den-
tro de un medio urbano, su gran sueño sería llegar a dispo-
ner de un arboreto de ubicación inmediata, como en el caso
de la UACH de Valdivia. Pero el Real Jardín Botánico de Ma-
drid, instituido en 1788, para plantas y árboles de América
y del Pacífico se localiza inevitablemente excéntrico, lejos
de donde se ubica la Universidad Complutense. Precisa-
mente en Madrid, un profesor de la Escuela Superior de
Montes de la universidad local, nos felicitaba recientemen-
te al saber que habitamos parte del año en la ciudad de Val-
divia: por tener ese magnífico Arboretum de isla Teja tan
maravillosamente a mano...
Además del Arboretum y del fundo Teja Norte, la Universi-
dad Austral de Chile es propietaria, en base a donaciones
históricas, de un valiosísimo elenco de predios de altísimo
valor natural y forestal, ambiental e investigativo. Entre
sus tesoros se cuentan, entre otros predios, los de San Pa-
blo de Tregua, San Martín o Las Palmas; además de una is-
la en el lago Calafquén, diversas zonas de humedales en el
entorno urbano de Valdivia o los bosques de Llancahue,
que garantizan el suministro de agua potable a la valdivia-
na. En el momento actual, existe preocupación ante la
eventualidad de que algunos de estos tesoros (por ejemplo
el Arboretum- Fundo Teja Norte...) pudiesen ser objeto de
simples operaciones urbanísticas a costa de los valores
naturales, didácticos y científicos que dichos predios uni-
versitarios albergan. ¿Prescindirían acaso Oxford, Stanford
o Harvard de sus respectivos Arboretums...?

EL FUNDO TEJA NORTE, DESDE LA CONFLUENCIA DE LOS RÍOS CRUCES Y CAUCAU.

PE RV/P41
Arboretum y fundo Teja Norte. Los tesoros secretos de Valdivia /271
272/ PE RV/P41
Arboretum y fundo Teja Norte. Los tesoros secretos de Valdivia

Cruces, con la sagrada cumbre del Oncol a

modo de perfecto telón de fondo. El reco-
rrido a caballo por el Fundo Teja Norte ter-
minará junto al quincho y salón de eventos
situado en el acceso principal al predio.
La Ruta Verde por el Arboretum y la Teja
Norte quedaría incompleta sin la explora-
ción en kayak de sus riberas sobre el Cau-
cau y el Cruces. Especialmente atractivos
son los sectores inmediatos a la confluen-
cia de ambos ríos, donde los cisnes de
cuello negro son numerosos, junto a gar-
zas, cormoranes, huairavos y múltiples
anátidas. Este recorrido náutico puede
abordarse desde las inmediaciones del ac-
ceso al Arboretum (allí existen los restos
de un antiguo muelle de madera). O bien
desde la propicia Marina Cabo Blanco (río
Caucau, acceso por la Avenida de España),
desde el Club Phoenix o desde la misma
DESDE EL MIRADOR DEL RÍO CRUCES SE CONTEMPLA EL MEJOR PANORAMA SOBRE EL SANTUARIO DE LA NATURALEZA CARLOS ANWANDTER. Costanera valdiviana. O

Se trata, pese a su proximidad con respecto
al centro urbano de Valdivia, de uno de los
mejores recorridos ecoturísticos posibles en
la región de Los Ríos.
En compañía de Felipe Leiva, de la CEFOR
(Centro Experimental Forestal de la UACH),
conservador responsable de estos predios
UACH, hemos tenido la oportunidad de re-
correr en detalle el Arboretum. Hasta el lu-
gar llegamos en nuestras bicicletas, bor-
deando primero el Parque Saval por la ave-
nida de los Lingues, girando después hacia
las instalaciones de la Facultad de Veteri-
naria junto al río Caucau, accediendo final-
mente hasta el pequeño centro de recep-
ción de visitantes del Arboretum. El recorri-
do lo comenzamos por el sendero habilita-
do, asomándonos en primer lugar al mira-
dor sobre la laguna de los Lotos (comparti-
da con el vecino Parque Saval). Luego atra-
vesamos el bambusetum, donde se repro-
ducen más de 50 especies de bambúes
americanos y asiáticos. Pasamos a recono-
cer más tarde los sectores de alisos, de eu-
caliptos australianos, de coníferas y de
abetos. En todos ellos se recogen ejempla-
res de procedencia planetaria, algunos de
gran rareza, como ese Abies pinsapo pro-
cedente de las sierras del sur de España,
un taxón de gran rareza a nivel mundial
que aquí ha conseguido aclimatarse con
éxito. Otra área de enorme interés científi-
co es la de los Nothofagus o hayas de Nue-
va Zelanda, que reúne diversas especies de
parientes lejanos de esos coigues, robles,
ñirres o raulíes tan chilenos.
Pero si hubiera que seleccionar las verda-
deras joyas de este Arboretum de isla Te-
ja, los más top serían esas 24 especies de
árboles chilenos endémicos clasificados
hoy como amenazados o en trance de ex-
tinción. Entre ellos el rarísimo ruil, el
queule o el belloto del sur; el michay rojo
o el pitao; o esa flor inolvidable conocida
como la Valdivia gayana. En cuanto al lla-
mado Palo del diablo, relativamente co-
mún en la Cordillera de la Costa, ¿sabía-
mos acaso de sus propiedades alucinóge-
nas, comparables a las del LSD?
En el recorrido, guiado, el visitante apren-
de a reconocer también las distin-
tas especies del bosque nati-
vo, de la renombrada Selva
Valdiviana. La exploración
del Arboretum en compa-
ñía de un experto resulta,
sin duda, una experiencia
inolvidable… ¿No debieran
acaso todos los centros de
enseñanza de la región ofre-
NOTRO
(EMBOTHRIUM COCCINEUM)
cer a sus estudiantes, al menos una sola
vez, la posibilidad de visitar este auténtico
bosque didáctico excepcional?
En la parte más alta del Arboretum, al otro
lado del vallado que lo separa del resto del
Fundo Teja Norte, nos encontramos con
Manuel Vergara, en compañía del cual re-
correremos, ahora a caballo, las extensio-
nes de bosque nativo que cubren esta par-
te insular. Nos detendremos junto al gran
coigue cuyo tronco recubren cas-
cadas de flores de copihue.
Descubriremos ejemplares
de arrayán con más de
300 años. Y finalmente
alcanzaremos el mirador
del río Cruces que es
también el mejor punto
panorámico sobre el San-
tuario de la Naturaleza del Río
FLORES DE COPIHUES RECUBRIENDO
AL VIEJO COIGÜE.

PE INFOVIAJE
UÊLOCALIZACIÓN (1-1,5 h); en cuanto al recorrido UÊVALORES NATURALES zona forestal, loros (choroy y
Comuna de Valdivia. en kayak, por los ríos Caucau y El sector está constituido por cachaña), chucao, zorro chilla.
Cruces, supone 7 kms (solo en terrenos de trumao (áreas de En el Arboretum, la mejor GPS 1 Aparcamiento Arboretum/ punto de inicio de ruta- 39°48'0.74"S/ 73°15'23.97"O

PUNTOS GPS
UÊRANGO DE ALTITUDES un sentido). El Arboretum se visi- cenizas volcánicas jóvenes, colección en Chile de especies GPS 2 Guardería- 39°47'59.83"S/ 73°15'28.96"O
Mínima: 0 m; máxima: 67 m, en ta gratuitamente. Para una visita distribuidas vía eólica o aluvial). árboreas y leñosas, tanto de GPS 3 Punto panorámico sobre laguna de los Lotos- 39°48'0.21"S/ 73°15'32.79"O
los altos del fundo Teja Norte. guiada, contactar con el CEFOR Subsisten buenos sectores de origen exógeno como autóctono. GPS 4 Principal sector de especies exógenas- 39°48'1.17"S/ 73°15'37.59"O

UÊDURACIÓN, DISTANCIAS Y
MODO DE VISITA
Desde el centro urbano de Valdi-
via, la distancia hasta el centro
de visitantes del Arboretum de
isla Teja son 3 kms, perfectos
para realizarse en bicicleta; el re-
corrido guiado por el Arboretum
oscila entre 1 y 2 kms (1-2 h de
duración); enlazando con el reco-
rrido a caballo por la Teja Norte,
TERRITORIOS PARA LA INVESTIGACIÓN, LA CONSERVACIÓN Y EL ESPARCIMIENTO.
hasta el mirador del río Cruces y
final en el quincho/ sal de even-
tos, supone otros 2,5 kms más
(Centro Experimental Forestal;
tel. 063- 221 61 86). La visita a
caballo del fundo Teja Norte re-
sulta altamente recomendable;
de marzo a diciembre, según
cita previa y de 12 a 17,30 h;
el resto del año, todos los días,
de 10 a 20 h; grupo máximo
de 8 personas.
UÊMEJOR ÉPOCA
Todas las épocas del año; pero la
primavera resulta especialmente
fascinante tratándose de un
arboreto.
bosque nativo, con algunos
ejemplares de gran porte
(lingues, arrayanes, olivillos);
aunque en su mayor parte se
trata de extensiones de renoval.
Los humedales ribereños,
principalmente en el sector río
Cruces tienen alto valor
ambiental, con presencia
estables de cisnes de cuello
negro, huairavos, garzas,
cormoranes, pelícanos (en
invierno) y una gran variedad de
anátidas. Los lobos marinos
frecuentan estas aguas. En la
Entre los ejemplos más valiosos,
el del ruil (Nothofagus alessandri),
una especie endémica chilena en
riesgo de extinción que aquí
mantiene su mejor stock
genético. En total, 24 árboles y
179 grupos vegetales chilenos
amenazados o en peligro de
extinción se encuentran
representados en el Arboretum
de isla Teja.
UÊPARA EL RECORRIDO NÁUTICO
El mejor punto de partida,
además de las propias riberas
del río Caucau en isla Teja, es la
Marina Cabo Blanco, dotada de
instalaciones adecuadas para
todo tipo de embarcaciones y en
un lugar bien protegido junto al
Caucau (acceso por la Avenida
de España, desde Las Ánimas;
tel. 063- 21 08 69).
UÊCARTOGRAFÍA
Instituto Geográfico Militar,
escala 1:50.000, hojas ‘Valdivia’.
GPS 5 Continuación de ruta de Arboretum a Fundo Teja Norte- 39°48'12.97"S/ 73°15'57.75"O
GPS 6 Paso ganadero/ continuación de ruta- 39°47'56.52"S/ 73°15'54.91"O
GPS 7 Entronque con camino principal- 39°47'48.33"S/ 73°15'53.67"O
LA VALDIVIA GPS 8 Continuación de ruta por huella forestal secundaria- 39°47'28.17"S/ 73°15'44.17"O
O PLANTA
DEL LEÓN GPS 9 Gran ejemplar de coigue centenario- 39°47'19.22"S/ 73°15'42.71"O
(VALDIVIA GPS 10 Mirador del Santuario del Río Cruces/ punto panorámico excepcional- 39°47'16.72"S/ 73°15'42.54"O
GAYANA). GPS 11 Continuación de ruta/ retorno por camino principal, en descenso- 39°47'55.45"S/ 73°15'50.38"O
GPS 12 Quincho/ Sala de Eventos- 39°47'56.05"S/ 73°15'30.32"O
GPS 13 Punto final de ruta terrestre/ enlace con ruta áutica en kayak- 39°47'51.13"S/ 73°15'25.00"O
GPS 14 Confluencia de los ríos Caucau y Cruces/ Santuario de la Naturaleza- 39°47'2.12"S/ 73°15'55.58"O
GPS 15 Humedales de Isla Teja Norte/ concentraciones relevantes de cisnes de cuello negro y otras especies
avifaunísticas- 39°47'14.65"S/ 73°16'12.69"O
GPS 16 Nuevo puente Caucau- 39°48'3.48"S/ 73°15'7.59"O
GPS 17 Marina Cabo Blanco- rampa- 39°48'14.19"S/ 73°14'41.47"O
GPS 18 Rampa municipal de Valdivia/ punto final de ruta náutica en kayak, recomendado-
39°48'37.76"S/ 73°14'49.55"O

PE RV/P41
Arboretum y fundo Teja Norte. Los tesoros secretos de Valdivia /273
HITO HISTÓRICO-CULTURAL EN LA CIUDAD Y COMUNA DE LANCO
PEHHC41
Teatro Galia (MN)
Art Décó en madera nativa
Equipo Atlas IP
La construcción de
este teatro coincidió
con un momento de
auge del negocio
maderero en la zona
cordillerana lacustre.
LA FACHADA PRINCIPAL DEL TEATRO GALIA, UN SINGULAR EDIFICIO ESTILO BALLOON FRAME, VISTO DESDE LA CALLE PRAT, LANCO.
l 23 de enero de 2013, el Con-
E sejo de Monumentos Naciona-
les, a solicitud de la Municipali-
dad de Lanco, declaró Monu-
mento Nacional Histórico a este singular
Teatro Galia, toda una sorpresa arquitec-
tónica para el viajero por esta región de
Los Ríos. Se ubica entre las calles Unión y
Prat, a proximidad de la Plaza de Armas
local. Fueron diferentes y fundadas razo-
nes las que justificaron inscribir este in-
mueble dentro de la prestigiosa lista del
Patrimonio Cultural más relevante de la
nación. Porque se trata, sin duda, de un
hito relevante también dentro del elenco
patrimonial regional: desde los puntos de
vista arquitectónico, constructivo, urbano
y social.
Tan singular edificio fue implementado
entre los años de 1943 y 1945 por don
Felipe Barthou Lapouple, un comerciante
de origen vasco-francés afincado en Lan-
co y uno de los principales impulsores
del desarrollo local en aquel tiempo. Su
diseño se debe a un coterráneo del ante-
rior, Juan Polette Saint-Simon. El resulta-
do de su iniciativa, en cualquier caso, se
tradujo en un espléndido edificio de ma-
dera, compuesto por un doble volumen
de planta rectangular: el primero de es-
tos volúmenes, de proporciones horizon-
tales, alberga un espacioso hall principal,
una sala de proyección cinematográfica,
diversas dependencias administrativas y
un patio de butacas; el segundo volumen,
de disposición vertical, acoge al escena-
rio teatral.
La capacidad del Teatro Galia estaba con-
cebida de origen hasta para 500 especta-
dores, que se distribuían en 228 plazas
de butaca en platea, 96 plazas en palcos
y otras 176 en plazas de gradería. De su
periodo de esplendor se conservan las
butacas en platea, las graderías origina-
les y una interesante colección de pro-
yectos cinematográficos de época. Tam-
bién las pinturas murales plasmadas so-
bre los laterales del escenario.
La estructura de la edificación aparece
resuelta a base de pilares, vigas y cer-
chas de madera autóctona roble-pellín y
fue ejecutada en base al sistema cons-
tructivo de entramado de madera, pies
derechos continuos y diagonales unidos
con clavos. En cuanto a su relevante fa-
chada principal, aparece revestida por un
Los humedales y la ciudad de Valdivia al fondo.
machihembrado de pino oregón pintado,
con ante-techo rectilíneo y algunos ele-
mentos decorativos de sorprendente in-
fluencia Art Decó. En ella destaca su pre-
ciosa puerta principal, en pura madera
de lingue.
EL PATIO DE BUTACAS DEL
ANTIGUO CINEMATÓGRAFO,
SEGÚN SU ORIGINAL DISEÑO
DE 1943.
Q Tan singular edificio
La construcción del Teatro Galia coincidió
con un momento histórico de gran auge
del negocio maderero en la comuna de
fue construido entre los años
Lanco y en la zona cordillerana lacustre
conocida como Siete Lagos (Panguipulli),
1943 y 1945 por Felipe Barthou
del que la primera constituía su salida de origen vasco-francés.
hacia el exterior., en su calidad de puerto
seco y núcleo ferroviario.
Desde el punto de vista arquitectónico,
este reciente Monumento Nacional cons-
tituye, desde luego, un sorprendente
ejemplo del denominado (y foráneo) esti- memoria colectiva lanquina, ya que sus
lo Balloon Frame, aunque en su caso eje- paredes acogieron prácticamente a todos
cutado en base a unos materiales de los eventos y actividades artísticas y co-
arraigo local, es decir a base de maderas munitarias locales entre la década de los
nobles seleccionadas y extraídas de los 1940 de su fundación y el año 2000 (fun-
bosques autóctonos (roble pellín, laurel, cionó como cinematógrafo hasta 1970),
lingue), y tratados según una depurada cuando fue adquirido por la Municipalidad
tecnología maderera también intrínseca- como primer paso para su preservación
mente del país. patrimonial. En la actualidad, se desarro-
Por otra parte, desde el punto de vista so- lla un proyecto para su restauración y
cial, el Galia es un hito protagonista de la UNO DE LOS PROYECTORES DE ANTAÑO, QUE TODAVÍA SE CONSERVAN EN EL GALIA. puesta en valor cultural definitivas. Q
PE HHC41
Teatro Galia (MN). Art Décó en madera nativa /275
PE RV/P42
Oncol-
Tambillo-
Tres Bocas
De la Cordillera litoral al
corazón del Santuario LOS HUMEDALES DE LOS RÍOS CRUCES Y TAMBILLO, CONTEMPLADOS DESDE LAS ALTURAS DE LA
CORDILLERA DE LA COSTA Y LAS LADERAS DE ONCOL.
Trekking inédito a través de lo mejor de la
E
selva valdiviana, se combina con un l propuesto Corredor Ambiental
recorrido náutico por la isla de Tres Bocas, Tres Bocas-Tambillo-Pililín constitu-
el brazo Chorocamayo y el estero Cuacua, ye, sin duda, una de las piezas
todo ello en la comuna de Valdivia. maestras para el futuro del desa-
rrollo sustentable y la conservación territo-
rial en la Región de Los Ríos. Unas nueve
mil hectáreas superficiales que compren-
den el último sector no accesible a los vehí-
culos a motor, localizado entre el río Cruces
y el litoral del Pacífico, en uno de los secto-
res mejor conservados de la Cordillera de
la Costa y que enlaza con el corazón mismo
de los humedales del río Cruces.
Esta Ruta Verde Oncol-Tambillo-Tres Bocas
lo recorre en sentido descendente hasta el
Santuario de la Naturaleza del Río Cruces y
Chorocamayo, un área silvestre protegida
además de zona húmeda adscrita al Tratado
Ramsar como ‘Santuario Carlos Anwandter’.
Constituye un nuevo circuito ecoturístico es-
tudiado y puesto en práctica, desde 2013,
por la Sociedad Geográfica de Chile.
Si se practica en grupo, las salidas se orga-
nizan a partir de Valdivia y el Muelle Schus-
ter, según un número total que, en ningún
caso, es superior a los 10 participantes. La
primera parte del viaje se resuelve en van
turística, por camino ripiado, hasta alcanzar
el Parque Oncol. La guardería de esta área
silvestre protegida privada aceptará a los
viajeros una liberada servidumbre de paso,
ya que nos dirigimos más allá de los límites
del propio Parque Oncol, en dirección al pe-
queño núcleo habitado de Quitaqui. Atrave-
saremos espléndidos sectores forestales su-
pervivientes. Y en los dos miradores, habili-
tados a flanco del camino por Parque Oncol,
la detención resultará obligada: para con-
templar el gran panorama selvático sobre
Valdivia y sobre la localidad de Punucapa.
Una vez situados más allá de los límites
norte del Parque Oncol, proseguiremos
todavía otro par de kilómetros hasta un
punto determinado del camino que des-
ciende hacia Quitaqui. Aquí abandonare-
mos el vehículo de aproximación de ma-
nera definitiva. Para comenzar así un trek-
king inolvidable siguiendo esa pequeña
huella maderera antigua, solo apta para
PANORAMA DESDE LA PAMPA TAMBILLO, CON EL VOLCÁN LANÍN EN LONTANANZA.
ser recorrida a pie (si el tiempo esta llu-
vioso, las botas de agua resultarán im-
prescindibles) que nos adentrará en un
profundo sector, bien conservado, de den-
sa, pura, enigmática selva valdiviana…
La ruta senderista que tenemos por delan-
te supondrá, en total, no más de 3 h de du-
ración, descansos incluidos, y en un 95%
discurrirá en sentido descendente, hasta
llevarnos desde los altos de la Cordillera de
la Costa en Oncol hasta orillas del río Tam-
billo, ese afluente secreto del río Cruces. El
primer alto lo efectuaremos en una pampa
abierta, la llamada Pampa Grande, donde
hasta hace pocos años existió una solitaria
cabaña: los habitantes de Quitaqui, ocasio-
nalmente, en tiempo de verano, remontan
hasta acá con sus ganados. Este primer
punto panorámico resulta impresionante,
con vistas ya a varios volcanes cordillera-
nos. Pero el espectáculo resultará todavía
más grandioso desde la denominada Pam-
pa Tambillo, situada al cabo 1,5 horas de
caminata, ya que desde este perfecto mira-
dor el panorama volará definitivamente so-
bre cinco volcanes cordilleranos: el Llaima
(3.125 m) y el Villarrica (2.840 m); el Que-
trupillán (2.009 m) y el gran Lanín (3.747
m); también el Mocho-Choshuenco (2.415
m), o Los Gemelos, que es como conocen a
EL VELERO LA GRULLA AZUL, FONDEADO EN UNO DE LOS MUELLES DEL TAMBILLO.
DESLIZANDO LA PROA POR LOS SECRETOS CANALES DEL CUACUA, EN EL ENTORNO DE TRES BOCAS.
Zorro de Darwin: descubrimiento
zoológico en 2013
Si ustedes consultan en Wikipedia el artículo Lycalopex fulvipes, que se refiere al Zorro
Chilote o Zorro de Darwin según su nombre científico, observarán que se trata de una
especie zoológica exclusiva de Chile, críticamente amenazada, cuya población mun-
dial se estima entre 250 y 1.000 ejemplares (razón por la cual aparece incluida den-
tro de la lista de los cinco cánidos más amenazados del planeta), ‘que cuenta con solo
dos poblaciones conocidas: una en la isla Grande de Chiloé; y la otra en el parque na-
cional de Nahuel Buta (Araucanía- Biobío)’.
Pero esta wiki-información hoy ya no resulta exacta, por obsoleta. En efecto, una nueva
población de estos pequeños carnívoros, técnica-
mente mas emparentados con los lobos que con
los propios zorros, verdadera joya zoológica cuyo
primer ejemplar fue identificado para la ciencia en
1833 por el propio Charles Darwin en el transcur-
so de su viaje a bordo del Beagle, acaba de ser lo-
calizada, en mayo de 2013 y para sorpresa de to-
dos, también en los bosques autóctonos del en-
torno de Valdivia.
La noticia ha tenido eco y repercusión científica
mundial. Uno de los parajes donde esta rara espe-
cie resulta que también existe coincide con los
bosques nativos que se extienden al norte del ac-
tual Parque Oncol, en las laderas de Pililín, en la
comuna de Valdivia, un sector de la Cordillera de
la Costa situado entre el rio Cruces y cierta franja
litoral del océano Pacífico que permanece en es-
tado virgen: a salvo todavía de las grandes vías
de comunicación; y, por ende, del acceso indiscri-
minado de los vehículos a motor. ¿Conseguire-
mos legárselo a las generaciones futuras?
PE RV/P42
Oncol-Tambillo-Tres Bocas. De la Cordillera litoral al corazón del Santuario /277
278/ PE RV/P42
Oncol- Tambillo- Tres Bocas. De la Cordillera litoral al corazón del Santuario

esta cumbre los habitantes de la Cordillera de la Culebra i (sic) un poco al N de la cho-

de la Costa. Una verdadera orgía paisajísti-
ca, con los humedales del río Cruces y sus
afluentes a nuestros pies y a espléndida
vista de pájaro…
Entre ambas pampas panorámicas el reco-
rrido discurrirá a través de la selva densa,
trascendiendo el hábitat del recientemente
descubierto Zorro de Darwin (Lycalopex ful-
vipes) en la zona. En 2013, este hallazgo
científico dio la vuelta al mundo poniendo
de manifiesto, una vez más, la alta respon-
sabilidad que tiene Chile en la correcta pre-
servación de su inigualable patrimonio am-
biental. En un recodo del camino, podremos
observar también los nidos de los loros ca-
chaña. Aves forestales como el cucao y el
picapinos grande nos saldrán al paso. Intui-
remos, por sus huellas, al puma y al pudú. Y
nos resultará posible identificar la práctica
totalidad de las especies arbóreas caracte-
rísticas de la selva valdiviana a lo largo de
nuestro recorrido. Ciertamente, no existe
en la comuna de Valdivia (por cuyo territo-
rio se desarrolla la totalidad de esta Ruta
Verde) un territorio de más alto valor eco-
geográfico como éste que atravesamos.
Existen varias posibilidades para terminar
este trekking entre las alturas de Oncol y el
río Tambillo. Una será apuntando directa-
mente al muelle fiscal que existe en el lími-
te máximo de navegación río arriba (a don-
de arriba, dos veces por día, la embarcación
fiscal procedente de Valdivia). Lo mejor, en
cualquier caso, será apuntar desde la men-
cionada Pampa Tambillo hasta alguna de
las casas situadas un poco más río abajo del
referido muelle fiscal. Aquí, hablando con
sus moradores, la posibilidad es alta de que
nos puedan preparar una de esas cazuelas
memorables, al estilo de antaño, como re-
parador plato de fondo. De postre, les reco-
LA ISLA TRES BOCAS VISTA DESDE EL AIRE: EL CORAZÓN GEOGRÁFICO DEL SANTUARIO DE LA
NATURALEZA DE LOS RÍOS CRUCES Y CHOROCAMAYO.
mendamos el dulce de frutillas de la zona. Y
para beber, esa chicha dulce, a base de
manzanas molidas en el antiguo molino que
existe a la otra ribera del Tambillo…
La segunda parte de la jornada la dedicare-
mos al tramo náutico, bien en embarcación
local, bien a remo y en kayaks. Navegare-
mos, en primer lugar, río Tambillo abajo,
serpenteando entre restos de bosques su-
mergidos tras el terremoto de 1960, el vue-
lo de las garzas cucas y aproximándonos
lentamente al paraje de Tres Bocas. Este es
el lugar donde confluyen los ríos Cruces,
Chorocamayo y el Tambillo, el verdadero
corazón del Santuario de la Naturaleza del
Río Cruces y Chorocamayo y declarado Mo-
numento de la Naturaleza en 1981 (como
base para su posterior declaración de la zo-
na Ramsar ‘Carlos Anwandter’).
Aquí, la isla Tres Bocas, será nuestro si-
guiente hito de ruta. En el mes de noviem-
bre de 1867 el Gobierno de Chile encargó
al insigne marino don Francisco Vidal Gor-
maz la exploración de los ríos de la cuen-
ca del río Valdivia, incluyendo el Cruces,
tarea que realizó este a bordo de la goleta
de guerra ‘Janequeo’. En su Informe de 5
de mayo de 1868, Vidal Górmaz, certifica
así la insularidad de la isla Tres Bocas: ‘El
Cuacua es un pequeño río que nace de
unos gualves situado al SE del lugarejo de
Tres Bocas, pero que se une al río Choro-
camayo por frente a la Recoba cuando el
río esta crecido, formando así la isla de
Tres Bocas. Entra al Cruces al E de la isla
SECTOR DE ENLACE CHOROCAMAYO-CUACUA, EN TRES BOCAS.
za que se mira en esta isla…’ (págs. 195-
196, ‘Exploración del río Valdivia’, Anales
de la Marina de Chile, julio de 1868).
El terremoto de Valdivia de 1960 motivó el
hundimiento físico del entorno del río Cru-
ces y esta circunstancia incrementó todavía
más el carácter insular de la isla Tres Bocas,
aumentando el flujo de comunicación hidro-
gráfica entre el brazo Chorocamayo y el es-
tero Cuacua (que separa, este último, la isla
Tres Bocas de su más inmediato sector con-
tinental, por el E, coincidente con el fundo
Rucapangui). En 1974 el entonces propieta-
rio de la isla y fundo Tres Bocas acometió
un aterramiento sobre el lecho fluvial en el
punto de confluencia del río Chorocamayo
con el estero Cuacua. ¡Los materiales utili-
zados procedieron del vertedero municipal
de basuras, entonces ubicado en el actual
fundo Rucapangui…! Este aterramiento, de
carácter irregular y humildes proporciones
dados los medios de la época, consiguió do-
tar de un acceso terrestre intermareal a la
isla de Tres Bocas desde el vecino fundo Ru-
capangui: el cual quedaba parcialmente
anegado durante los momentos de pleamar
y altos niveles de las aguas fluviales, no lle-
gando a interrumpir nunca de manera total
el flujo entre el Chorocamayo y el Cuacua. ron entonces de manera impactante esta ción inédita dentro del Santuario de la Na- lote del mismo nombre por la banda iz-
Hasta agosto de 2013 permaneció este ist- confluencia intermareal entre los ríos Cho- turaleza. Se trata de uno de los tres mejo- quierda de nuestro kayak). Así culminare-
mo intermareal de semejante manera, sin rocamayo y Cuacua; dando así origen al lla- res lugares de cría y estancia para los cis- mos nuestro recorrido náutico, idealmen-
que la franja aterrada irregularmente deja- mado Caso tres Bocas, que ha generado nes de cuello negro en el entorno de Val- te en el muelle de Punucapa. El retorno de
se en ningún momento de pertenecer al tanta alarma ciudadana. divia. Cuando alcancemos la confluencia Punucapa a Valdivia, nuestro punto de
Estado de Chile, adscrita al Ministerio de Nosotros aprovecharemos este sector de del Cuacua y el Cruces, la mejor opción se- partida, podrá verificarse bien en alguno
Bienes Nacionales. Pero unas obras irregu- titularidad pública para transferir nuestros rá entonces apuntar en dirección ESE, de los barcos fluviales, bien por carretera,
lares, vinculadas al proyecto urbanístico kayaks desde el Chorocamayo hasta el deslizándonos entre los totorales de Pai- después de una jornada en total de unas
denominado ‘Riberas de la Dehesa’, daña- Cuacua, que nos reservará una navega- llamachu y de la Culebra (dejaremos el is- 7 horas de viaje inolvidable. O

PE INFOVIAJE
GPS 1 Control de acceso a Parque Oncol- 39°41'59.80"S/ 73°19'36.55"O
mínima: 0 m, nivel mareal en los UÊVALORES NATURALES una de las mayores densidades

RETORNANDO A VALDIVIA
POR EL RÍO CRUCES: EL
MEJOR COLOFÓN PARA LA
RUTA VERDE ‘ONCOL-
TAMBILLO- TRES BOCAS.
humedales del río Cruces.
UÊDURACIÓN Y DISTANCIAS
en vehículo, de Valdivia a Parque
Oncol y hasta el punto de inicio
del trekking (en el camino de
descenso hacia Quitaqui), 35 kms
(aprox. 1 h); a pie, entre el punto
de inicio del trekking, y el muelle
fiscal de Tambillo, 9 kms (3 h;
dificultad baja-media); retorno a
Valdivia bien en embarcación
local arrendada (unas 2 h;
observación avifaunística; con
posibilidad de recorridos
UÊLOCALIZACIÓN específicos); bien en kayak, de
Comuna de Valdivia. manera autónoma (4 h); bien en
la embarcación fiscal (1,5 h).
UÊALTITUDES
Máxima: 715 m, en cerro Oncol, UÊMEJOR ÉPOCA
en la Cordillera de la Costa; Otoño, primavera y verano.
El último corredor ambiental o
pasillo verde libre de vías de
comunicación motorizada, en
sentido este-oeste, en la Cordillera
de la Costa en la Región de Los
Ríos: los humedales de los ríos
Cruces y Tambillo; la isla Tres
Bocas, corazón geográfico del
Santuario de la Naturaleza del Río
Cruces y mayor extensión insular
del sector; la selva valdiviana de
siempreverde que cubre, sin
solución de continuidad, la franja
comprendida entre el estero
Tambillo, Oncol y el litoral del
Pacífico. Manchas de bosque
nativo virgen, en sectores (melíes,
laureles, ulmos, tepas, arrayanes).
Valores botánicos excepcionales.
Entre los mamíferos, huillines,
pudúes, zorros culpeos, güiñas y
conocidas de monito de monte. En
2013, se descubrió en la zona una
nueva población de zorro de
Darwin o Chilote, desconocido por
los científicos hasta entonces.
Entre las aves, en los humedales
del Cruces y del Tambillo, cisnes
de cuello negro, taguas, garzas,
cormoranes, huairavos y, en tiempo
de invierno, también pelícanos.
Lobos marinos, ocasionales, en el
río Cruces. La lobería de Pichicullín,
en el litoral oceánico, con hasta
350 ejemplares coloniales.
UÊMONUMENTOS DEL HOMBRE Y
PUNTOS DE INTERÉS FLUVIAL:
Los muelles fluviales de antaño;
las antiguas casas ribereñas; las
embarcaciones tradicionales; las
pequeñas iglesias, como la
JAIME VILLANUEVA, HABITANTE DE TAMBILLO, EN LA CANINA DE SU EMBARCACIÓN TRADICIONAL, LA JENNY.
Pichicullín; las cercas tradicionales
o revellines; y un buen ejemplo de
añeja escuela rural: la de colonia
Quitaqui (las clases finiquitaron
aquí en 1973…).
PUNTOS GPS
GPS 2 Zona de servicios turísticos de Parque Oncol- 39°42'8.91"S/ 73°18'28.80"O
GPS 3 Desvío a aparcamiento y sendero a la cumbre del cerro Oncol- 39°41'58.90"S/ 73°18'11.05"O
GPS 4 Desvío a Quitaqui- 39°42'0.39"S/ 73°17'14.00"O
GPS 5 Final del recorrido de aproximación en vehículo/ punto de inicio de la ruta a pie hacia Tambillo y el
Santuario de la Naturaleza del Río Cruces- 39°41'52.64"S/ 73°17'0.51"O
GPS 6 La Pampa Grande- punto panorámico destacado- 39°42'1.55"S/ 73°16'45.96"O
GPS 7 Desvío por huella a derecha/ continuación huella hacia Tambillo- 39°41'57.07"S/ 73°16'30.40"O
GPS 8 Continuación huella hacia Tambillo- 39°42'25.83"S/ 73°15'30.96"O
GPS 9 La Pampa Tambillo/ punto panorámico excepcional sobre los volcanes cordilleranos y sobre el Santuario
de la Naturaleza del Río Cruces 39°42'28.61"S/ 73°15'0.86"O
GPS 10 Continuación hacia Tambillo- 39°42'37.75"S/ 73°14'59.16"O
GPS 11 Río Tambillo- 39°42'40.46"S/ 73°14'22.97"O
GPS 12 Casa de Jaime Villanueva/ apoyo ecoturístico/ posibilidad de retorno a Valdivia a bordo de su lanchón
maderero 'Jenny'- 39°42'16.28"S/ 73°14'44.42"O
GPS 13 Muelle fiscal de Tambillo-Quitaqui- 39°42'3.99"S/ 73°14'20.34"O
GPS 14 Santuario de la Naturaleza del Río Cruces y Chorocamayo (y Sitio Ramsar 'Carlos Anwandter')-
39°43'22.94"S/ 73°14'18.58"O
GPS 15 Isla Tres Bocas/ ¡zona amenazada urbanísticamente al interior mismo de los límites del
Santuario de la Naturaleza…!- 39°43'38.98"S/ 73°14'9.86"O
UÊCARTOGRAFÍA
GPS 16 Antigua confluencia del río Chorocamayo y el estero Cuacua/ ¡sector público gravemente dañado
Instituto Geográfico Militar, por obras de aterramiento irregulares en agosto de 2013…!- 39°43'47.83"S/ 73°13'56.01"O
escala 1:50.000, hojas GPS 17 Estero Cuacua/ zona principal de concentración y reproducción para los cisnes de cuello negro-
‘Valdivia’, ‘Corral’ y 39°44'1.42"S/ 73°14'6.63"O
‘Curiñanco’. GPS 18 Muelle de Punucapa- 39°45'27.18"S/ 73°15'39.76"O

PE RV/P42
Oncol-Tambillo-Tres Bocas. De la Cordillera litoral al corazón del Santuario /279
HITO HISTÓRICO-CULTURAL
PEHHC42
El Llolly (MN), Santa Rosa y
Santa Filomena
Construcciones tradicionales, en los campos de Paillaco
Jimena Jerez Bezzenberger, Antropóloga, y Equipo Atlas IP
Paillaco y su comuna albergan algunos de los mejores ejemplos de casonas antiguas, silos y molinos,
bodegas y galpones, construido en madera.
EJEMPLO DE CASA TRAICIONAL EN LA LOCALIDAD DE REUMÉN.
U
bicada en la denominada De-
presión Intermedia, la ciudad
de Paillaco ofrece una ven-
tajosa posición en cuanto a
la movilización de materias primas tanto
hacia el norte como hacia el sur por vía
terrestre: como lo demuestra su origen
ferroviario en base a un simple almacén
de abastecimiento y un pozo de ripio.
Con la llegada del ferrocarril al lugar, ha-
cia 1895, se estableció en ese entonces
un molino, iglesia, policía y varias casas,
que constituirán el futuro pueblo rodea-
do, a partir de 1900, por fundos agrícolas
de colonos alemanes.
Hasta estas fechas, el único núcleo habi-
tado en la actual comuna de Paillaco era
el lugar de Itropulli, ubicado en un cruce
de caminos y huellas troperas que comu-
nicaban Valdivia con Río Bueno y las ori-
llas occidentales del lago Ranco. En 1800,
el español Pedro Vásquez ya había esta-
blecido en la zona un criadero de caballos
para el ejército real, lo que le permitió
EN LA COMUNA DE PAILLACO
instaurar la llamada estancia Paillaco, en
pleno territorio indígena. Posteriormente,
alrededor de 1888, José Huenutripay ven-
deria a los descendientes de Vázquez lo
que hoy es el fundo Cuinco.
En 1890 los ingenieros decidieron trazar
la vía ferroviaria camino de Osorno y
Puerto Montt a través de esta última pro-
piedad y así fue como nació el también
pueblo y estación de Reumén, pertene-
ciente a la comuna de Paillaco y emplaza-
do sobre la ribera oeste del río Collileufu.
Reumén destaca hoy por su abandonada
estación de FFCC, el puente metálico del
Collileufu, su centenaria escuela pública,
varias chicherías, su iglesia y una intere-
sante arquitectura tradicional de conjun-
to. Todo ello reflejos de una riqueza eco-
nómica que resultó manifiesta a lo largo
de todo el siglo XX e intrínsecamente
asociada al tren y la vida que se desarro-
llaba junto a este.
Los caminos rurales al este de la localidad
de Paillaco se internan, a su vez, por el
Q La casona de
El Llolly ha sido el
primer Monumento
Nacional declarado
en la comuna de
Paillaco, en
2013
OTROS EJEMPLOS DE CONSTRUCCIONES TRADICIONALES RURALES.
especialmente la antigua escuela-casona
de El Llolly. Este inmueble es el primer
Monumento Nacional declarado, en 2013,
en la comuna de Paillaco y fue construido
entre 1920 y 1940 por colonos de origen
italiano. Vendida posteriormente a diver-
sos dueños, finalmente fue expropiada por
la CORA, que entregó la tierra a los traba-
jadores durante el gobierno de Salvador
Allende (1971). En la original casona en
1974 se instaló la Escuela y funcionó asi-
mismo una radio comunitaria. En la actua-
lidad, se encuentra en precario estado de
conservación, aunque a la espera de un
CASONA DE EL LLOLLY Y PLANTEAMIENTO DEL PROYECTO DE RESTAURACIÓN PROPUESTO. proyecto de restauración.
Desde Paillaco, desviándose por la carre-
tera de Itropulli, en dirección este, se
paisaje hacia sectores como Las Lumas, El ERMITA DE SAN PEDRO, CERCA YA DE LAS ORILLAS DEL LAGO RANCO. los patrones reinaban sobre los trabaja- atraviesa un atractivo paisaje de lomajes
Llolly, Santa Filomena, Santa Rosa, donde dores y a donde las peonadas acudían en y bosques dispersos que apuntan hacia
es posible apreciar buenos ejemplos de la oleadas en busca de alguna oportunidad las orillas del Lago Ranco. En esta intere-
arquitectura de tipo Colonial Alemán, de trabajo. La tierra, en efecto, aparecía sante ruta se localizan las antiguas caso-
tan representativa a nivel regional de los concentrada en manos de unos pocos nas de los fundos Santa Filomena (a
tiempos de finales del siglo XIX y princi- terratenientes los cuales no se considera- donde llegó el primer locomóvil en zona,
pios del XX. En estos sectores sobreviven, ron, por otra parte, demasiado eficientes en 1925) y de Santa Rosa, con sus anti-
como si se tratase de un paisaje detenido en cuanto a la producción. Frente a este guas escuelas, testigos de aquella vida
en el tiempo, casonas antiguas, silos y estado de cosas, una serie de cambios de agrícola nucleada en los grandes fundos.
molinos, bodegas y galpones, todos ellos uso y propiedad agrarios fueron impulsa- Aún es posible observar sus extensiones
realizados enteramente de madera. En dos sucesivamente por los gobiernos de de cultivo, ahora industriales, a los costa-
algunos casos, se encuentran en condi- los Presidentes Alessandri, Frei Montalva dos del camino. En Santa Rosa, se celebra
ciones extraordinarias de conservación; y Allende, en el intento de distribuir más la festividad religiosa en honor de dicha
pero en otras ocasiones presentan la equitativamente, dividiéndolas, estas santa, con juegos tradicionales. Posee
cobriza pátina del tiempo, cuando no un enormes extensiones de terreno. La ejemplos de casonas antiguas de colonos
triste y deplorable estado de abandono. Corporación de la Reforma Agraria europeos tanto alemanes como españo-
Eran estas las casas de los dueños de los (CORA), una empresa estatal, era la les, mezclados con instalaciones tradicio-
grandes fundos agrícolas, maderereros, encargada de llevar a cabo el proceso de nales de carácter agropecuario, como
ganaderos y sobre todo lecheros anterio- subdivisión de la tierra y funcionó hasta lecherías, silos, bodegas y molinos que
res a la Reforma Agraria de la década de 1978, constituyendo un poco documenta- adornan los caminos hasta llegar a la
1960. La vida en estos fundos constituía, do (hasta la fecha) capítulo de nuestra altura, con soberbio paisaje, donde se
por aquel entonces, un verdadero mundo historia. domina el acceso hacia Futrono desde
aparte con respecto al tipo de vida que se Las escuelas constituyen un punto irre- una de las mejores panorámicas sobre el
desarrollaba en las ciudades, en el que nunciable en el recorrido, destacando lago Ranco. Q
PE HHC42
El Llolly (MN), Santa Rosa y Santa Filomena. Construcciones tradicionales, en los campos de Paillaco /281
PE RV/P43
Humedales del
río Cruces
Entre Punucapa y la isla Tres Bocas
EL RÍO ENCO, COMUNICACIÓN HIDROGRÁFICA NATURAL ENTRE LOS LAGOS PANGUIPULLI Y RIÑIHUE.
L
os vertidos de 2004, procedentes
de la planta de producción de celu-
losa de la empresa Arauco situada
aguas arriba del Santuario de la Na-
turaleza, en el que se inscriben estos mara-
villosos humedales del río Cruces, sumieron
a este excepcional entorno en una especie
de DICOM ambiental y turístico descorazo-
nador. Sin embargo, para los que navega-
mos habitualmente por este espacio natural
excepcional, su entorno todavía se nos apa-
rece como un paraíso infrecuentado; como
un territorio náutico cautivante el cual, a
cada nueva singladura, nos reserva nuevos
descubrimientos y rincones fabulosos, nue-
vos fondeaderos secretos, nuevos apuntes
para esa larga lista de avistamientos de
aves australes. Es cierto que, algunos de
nosotros, no alcanzamos a conocer el lugar
antes de aquel infausto invierno de 2004…
El río Cruces siempre ha vivido un poco a
espaldas de la ciudad de Valdivia, a pesar
de que histórica, geográfica y ambiental-
mente hablando, haya sido un eje hidrográ-
fico fundamental. En tiempos de la Colonia
española constituyó el tramo meridional de
la vital ruta de acceso náutico-terrestre que
enlazaba el enclave valdiviano con Concep-
ción y la frontera araucana del Biobío. Cer-
ca de sus orillas se estableció, en 1758, la
misión jesuítica de San José de la Mariqui-
na, para conversión de los indios Picantes.
Y otro tanto hicieron, un siglo más tarde,
las más prestigiosas familias de los prime-
ros colonos alemanes, como los Anwandter
o los Manns.
Se trata, por otra parte, del río del terre-
moto. En 1960, cuando el mayor sismo da-
tado históricamente asoló este territorio,
su entero valle fluvial experimentó un hun-
dimiento de hasta 2,5 m, según sectores. El
resultado fue la inundación súbita de los
bosques y potreros ribereños en uno de los
cambios paisajísticos y geográficos más im-
presionantes que se recuerdan a nivel
mundial. La geografía cambió. Y de un día
EN EL VELERO LA GRULLA AZUL, NAVEGANDO POR EL LABERINTO DE BRAZOS, ISLAS Y TOTORALES DEL HUMEDAL DEL CRUCES
Los cisnes del Cruces
para otro, ese cauce fluvial de orillas con-
cretas y serpenteantes desapareció, para
transformarse en el extenso humedal que
es hoy en día, situado a los pies mismos de
la Cordillera de la Costa.
Se necesitan, desde luego, varias Rutas Ver-
des para llegar a explorar, siquiera parcial-
mente, este fantástico mundo de humeda-
les, el más excepcional de todos los que
existen en la América Austral, vertiente del
océano Pacífico. La más clásica es la se ini-
cia en la propia Valdivia capital, se adentra
por el río-canal natural del Caucau y, en el
extremo norte de la isla Teja, alcanza los lí-
mites del Santuario de la Naturaleza de los
Ríos Cruces y Chorocamayo (un área silves-
tre protegida como Monumento Nacional);
para continuar río Cruces arriba hasta el
muelle de la pequeña localidad de Punuca-
pa. Hasta este punto, puede realizarse, si se
prefiere, en alguno de los barcos turísticos
que zarpan desde el valdiviano muelle
Schuster. También es factible hacerlo en ka-
yak, de manera autónoma. Nosotros lo rea-
lizamos con frecuencia a bordo de nuestro
PANORAMA DEL SANTUARIO DE LA NATURALEZA, DESDE EL MUELLE DE SAN RAMÓN, AL NORTE DE PUNUCAPA.
HUAIRAVO (NYCTICORAX NYCTICORAX)
uces
T ras el terremoto de 1960 y el consecuente
miento del entorno del Cruces, las nuevas
uente anega-
uevas condiciones
ecológicas posibilitaron la proliferación de nuevas plantas subacuáti-
cas en los humedales, como el luchecillo (Egeria densa), de interés alimentario es-
pecífico para una especie avifaunística espectacular: el cisne de cuello negro (Cyg-
nus melancoryphus). De este modo, tan solo un cuarto de siglo después del terre-
moto de Valdivia, los humedales del río Cruces se habían transformado en el princi-
pal punto de concentración para la especie en América del Sur.
Esta circunstancia y la explosión poblacional de muchas otras especies avifaunísticas
(119 en total), como garzas y cormoranes, taguas y huairavos, llevaron al Estado de Chile
a declarar en 1981, primero el Santuario de la Naturaleza de los Ríos Cruces y Chorocama-
yo (sobre 4.877 has de estos humedales) como Monumento Nacional Natural y, seguida-
mente, como Santuario de la Naturaleza ‘Carlos Anwandter’, a efectos del Convenio de
Ramsar que agrupa a las Zonas Húmedas de Interés Internacional o planetario. El río Cru-
ces, en efecto, se había transformado ya en el humedal más rico en avifauna de todo Chile.
Pero tal bonanza ambiental resultó efímera ya que una serie de vertidos incompatibles
con la conservación de tan valioso santuario natural tuvieron lugar a partir de julio de
2004 parte de la empresa CELCO-Arauco, lo que generó una mortandad masiva de los
cisnes de cuello negro. Esta circunstancia metió al río Cruces y al entorno de Valdivia en
lo que podríamos llamar el DICOM turístico-ambiental internacional. Un nuevo terremoto
había vuelto a trastocar la realidad del río Cruces...
Nueve años más tarde, una alerta ambiental internacional, diecisiete procesos san-
cionatorios y un fallo de la Corte Suprema, la sentencia dictada el 27 de julio de 2013
por la jueza Gloria Hidalgo, titular del primer Juzgado Civil de Valdivia, parece haber
puesto punto final, jurídico, a este prolongado caso CELCO-Arauco. Un dictamen judi-
cial que determinó ‘no existe ninguna otra explicación al desastre de 2004 [en los Hu-
medales del río Cruces] que no sea la entrada en operación de la planta CELCO de San
José de la Mariquina y sus vertidos’. Los abogados de la empresa Arauco no recurrie-
ron ya esta sentencia.
Pero el histórico fallo de la jueza Hidalgo ha ido todavía más allá al abrir, por primera vez
en Chile, el capítulo de las medidas de restauración de un ecosistema a costas de la em-
presa que generó el daño ambiental. Precisa para ello cinco medidas concretas: estudio
sobre el estado actual del humedal del Cruces; creación de un humedal artificial o centi-
nela (que reciba el primer impacto de los riles de CELCO); programa de monitoreo am-
biental por un periodo de cinco años; creación de un Centro de Investigación de Hume-
dales; y programas de desarrollo comunitario.
Para desarrollar tales medidas, el pasado 26 de noviembre entró en operación el deno-
minado Consejo Científico y Social (CCS) para la restauración del humedal del río Cruces,
integrado por representantes del Consejo de Defensa del Estado, CELCO-Arauco, Acción
por los Cisnes, el Sag, la Conaf más los seremis de Agricultura y Medio Ambiente. La
oportunidad que representa este CCS, en el delicado campo de la resolución positiva de
los conflictos ambientales en Chile, resulta pionera. Aunque sus primeros pasos genera-
ron alertas y desconfianzas ciudadanas.
Hoy la gama de problemas se ha diversificado en el Cruces, con invasión de especies
exóticas como visones norteamericanos o tortugas de Louisiana, proyectos urbanístico-
especulativos irregulares como el denominado caso Isla Tres Bocas, ínfimos niveles de
protección y fiscalización, talas ribereñas o proyectos eléctricos cuyos tendidos
podrían amenazar el propio corazón de su sector Santuario.
PE RV/P43
Humedales del río Cruces. Entre Punucapa y la isla Tres Bocas. /283
284/ PE RV/P43
Humedales del río Cruces. Entre Punucapa y la isla Tres Bocas.
LÍMITES DEL SANTUARIO DE LA NATURALEZA CARLOS
ANWANDTER (SEGÚN DECRETO SUPREMO N°2734 DEL 03 DE
TRO
JUNIO DE 1981; A SU VEZ INCLUIDO EN SU TOTALIDAD DENTRO
DEL SITIO RAMSAR/ HUMEDAL DE IMPORTANCIA
CISNES DE CUELLO NEGRO
INTERNACIONAL).
(CYGNUS MELANCORYPHUS)

moto-velero La Grulla Azul. Entonces, cuan-
do la farola verde de la Armada que marca
la confluencia del Caucau con el río Cruces
va quedando por la banda de estribor, vira-
mos todo a rumbo norte y largamos las ve-
las mayor y génova. Es el momento de cor-
tar el motor. Y en silencio, deslizarnos vien-
to en popa a favor de la marea montante
rumbo a Punucapa. A nuestra proa levanta-
rán el vuelo las bandadas de cisnes de cue-
llo negro, las garzas cucas y reales, se su-
mergerán las hualas. Esta singladura siem-
pre resulta inolvidable.
El muelle fiscal de Punucapa es siempre
nuestra primera parada obligatoria. Allí uno
puede surtirse de buenos productos de la
tierra, como castañas y dulces, empanadas
y pan amasaíto, productos de la huerta,
también chicha, como marcan las antiguas
tradiciones barqueras del río Cruces. En
cuanto a nuestra parada de almuerzo, pro-
curamos que tenga lugar al pie del sagrado
y ancestral cerro Oncol, amarrados al solita-
rio muelle de San Ramón, que se ubica in-
mediato a los restos de la casa de aquella
familia colona de los Manns. Ya después del
mediodía, la singladura la continuamos has-
ta el paraje de Tres Bocas: en este punto,
los días despejados, uno ve surgir sobre los
humedales, por el nordeste, la mole nevada
del volcán Villarrica, con su serenidad gran-
diosa y mítica…
Otra buena idea es la de trasladarse hasta
Punucapa en alguna embarcación turística
para, a partir de este punto, abordar en ka-
yak, autónomamente, un circuito náutico
que nos lleve hasta el mismo corazón del
Santuario de la Naturaleza. La propuesta es
la siguiente: desde Punucapa, remaremos
primero por el cauce principal del río Cru-
ces arriba, hasta el muelle de San Ramón
mencionado. La ventaja de usar un kayak es
que, el calado mínimo de este tipo de em-
barcación, nos va a permitir adentrarnos
por una serie de esteros de somera profun-
AQUÍ COMIENZA, POR EL SUR, EL SANTUARIO DE LA NATURALEZA DE LOS RÍOS CRUCES Y CHOROCAMAYO: EN LA JUNTA DEL CAUCAU, DESDE EL EXTREMO NORTE DE ISLA TEJA.
didad. Sin ir más lejos, este de San Ramón
en el que nos encontramos, y que podre-
mos remontar cuestión de un kilómetro
más hasta alcanzar la isla Huapi Chica: un
lugar de rústica tranquilidad donde existe
una casa rural muy recomendable, gestio-
nada por la esposa de uno de los guarda-
parques CONAF del Santuario.
De nuevo sobre el brazo principal del río
Cruces, nuestra singladura nos llevará a
continuación hasta la pequeña isla de San
Pedro, rodeada de hualves y humedales se-
cretos. Un poco más al norte de esta última,
podremos incluso dscubrir y adentrarnos
por un estrecho canal que lleva hasta ese
lugar secreto donde, tradicionalmente, los
pescadores de esta parte del Cruces alma-
cenaban sus redes, sus barcas y sus perti-
gas (hoy solo ocasional y clandestinamente,
ya que la pesca está prohibida en el Santua-
rio). En cuanto a los cisnes de cuello negro,
sus principales contingentes los vamos a lo-
calizar en la confluencia del río Tambillo, en
los totorales de Paillamachu y en el secreto
estero Cuacua (ojo: no confundir con el Cau-
LA GRULLA AZUL, EN UNO DE LOS MARAVILLOSOS FONDEADEROS ESCONDIDOS EN EL RÍO CRUCES.
cau…). Para alcanzar este último paraje, de-
beremos contornear, por su fachada norte,
la gran isla de Tres Bocas (la más extensa
de los Humedales del Cruces, con sus 90
has), remontando río Chorocamayo arriba
(en realidad, éste es uno de los brazos en
los que se divide el río Cruces a su paso por
el sector central del Santuario de la Natura-
taba de un istmo anegable, que en la época
de invierno, cuando coincidían las aguas al-
tas con la marea creciente, el navegante en
kayak, junto con los cisnes y las taguas, po-
zona ampliada
día pasar directamente del Chorocamayo al
Cuacua sin necesidad de poner pie a tierra.
Pero este lugar delicioso, apartado, sufrió
una trasmutación total durante el mes de
agosto de 2013, cuando los nuevos propie-
tarios de Tres Bocas construyeron, median-
te el empleo de maquinaria pesada y sin
permiso alguno, un gran terraplén dentro
de los límites del área protegida como San-
tuario de la Naturaleza. Con la pretensión
añadida de construir una urbanización de
alto estándar en el interior de la isla. Este
fue el detonante de la agria polémica am-
biental conocida como el Caso Tres Bocas.
El estero Cuacua solo puede navegarse en
kayak y resulta toda un experiencia faunís-
tica, especialmente en tiempo de primave-
ra. Más de 25 especies de la avifauna se re-
producen acá anualmente. Navegando por
este brazo hidrográfico en dirección sur (es
decir, dejando ahora la isla Tres Bocas a
nuestra derecha) terminaremos por alcan-
zar ese otro cauce del río Cruces conocido
como el de la Culebra, con su pequeña isla
homónima, reconocible ésta por su bos-
quete forestal bien tupido. Toda esta zona,
antes del terremoto de 1960, era una pura
sucesión de potreros aptos para la ganade-
ría. En la actualidad, todo aquello aparece
sumergido y tan solo los muñones de los
antiguos troncos de árbol emergen aquí y
allá, como enigmáticas señales en el labe-
rinto acuático. La mejor opción será, sin
leza). Así alcanzaremos el antiguo punto de duda, tirar recto con rumbo oeste, a través
confluencia entre el Chorocamayo y el este- de estos palos testigo, de totorales y de los
ro Cuacua. En los años de 1960, don Edgar- sucesivos tablazos de humedal. El objetivo
do Bucarey, entonces propietario de la isla final será, de nuevo, el muelle de Punuca-
Tres Bocas, realizó un aterramiento humilde pa, donde cerraremos este fascinante cir-
en este sector, el cual le permitía acceder cuito náutico que nos habrá permitido ex-
por tierra, durante la bajamar, hasta su isla plorar el corazón mismo del renombrado
y desde el vecino fundo Rucapangui. Se tra- Santuario del Río Cruces. O

PE INFOVIAJE
U ALTITUDES U MEJOR ÉPOCA solo dos meses después, fueron coscoroba, taguas común y de GPS 1 Señal de navegación/ junta de los ríos Cruces y Caucau/
límites sur del Santuario de la Naturaleza- 39°47'3.58"S/ 73°15'52.79"O

Mínima, 0 m; máximas, 19 m en la
isla Tres Bocas
Todo el año; en el invierno, las
nieblas frecuentemente dificultan
la navegación; en La Grulla Azul
inscritos como Zona Húmeda de
Interés Internacional, al suscribir
Chile el Convenio de Ramsar.
PUNTOS GPS
frente roja y multitud de anátidas.
GPS 2 Brazo principal del río Cruces- 39°46'30.93"S/ 73°15'10.56"O
Los lobos marinos remontan el río
Cruces, habitualmente hasta el GPS 3 Muelle de Punucapa- 39°45'27.17"S/ 73°15'39.64"O

EN EL CANAL CAUCAU UNO
PUEDE ENCONTRARSE,
OCASIONALMENTE, CON
BUQUES DE ENVERGADURA…
U LOCALIZACIÓN
La totalidad de esta Ruta Verde
discurre dentro de los límites de
la comuna de Valdivia
U DURACIÓN Y DISTANCIAS
El recorrido propuesto puede
realizarse en una sola jornada.
Entre Valdivia/ Muelle Schuster y
Punucapa son 9 kms (45 minutos
en embarcación turística). El
circuito en kayak propuesto
(Punucapa- San Ramón/ isla Huapi
Chica- isla San Pedro- confluencia
Tambillo/Cruces- norte de isla Tres
Bocas- antigua confluencia
Chorocamayo/ Cuacua- brazo de
la Culebra- isla de la Culebra-
Punucapa) totaliza aprox. 10 kms y
requiere de una jornada completa.
navegamos durante todo el
año por el río Cruces; pero
durante los meses de enero y
febrero, ¡que terribles e infernales
resultan los tábanos…!
Un buen repelente resulta
imprescindible.
U VALORES NATURALES
En 1981 los humedales del río
Cruces fueron declarados
Santuario de la Naturaleza (una
figura de conservación muy débil
para los valores ambientales
involucrados); y, ese mismo año,
Huillines, coipos. Pudú, puma,
guiña, culpeo, en los bosques
ribereños, con buenos retales de
viejo bosque nativo
especialmente en el valle del
Tambillo; choroyes, cachañas,
chucao, churrín y el raro churrín
de la Mocha. Entre la avifauna
propiamente de humedal, el cisne
de cuello negro destaca como
especie emblemática; además,
huala, pimpollo, huairavo, las
cuatro especies de garzas en
Chile (cuca, blanca grande, chica
y boyera), el raro cisne
Tambillo y Tres Bocas…
U MONUMENTOS DEL HOMBRE Y
PUNTOS DE INTERÉS FLUVIAL:
La localidad ribereña de
Punucapa, de interés turístico,
con oferta de productos
artesanales; los viejos fundos,
como el de los Manns (ruinas),
junto al muelle San Ramón.
U CARTOGRAFÍA
Instituto Geográfico Militar, escala
1:50.000, hojas ‘Valdivia’, ‘Corral’
y ‘Curiñanco’
GPS 4 Confluencia estero de San Ramón- 39°44'19.72"S/ 73°15'44.57"O
GPS 5 Muelle de San Ramón/ antigua casa Manss- 39°44'13.19"S/ 73°16'4.07"O
GPS 6 Isla Huapi Chica- 39°44'14.77"S/ 73°16'34.43"O
GPS 7 Isla San Pedro- 39°43'39.94"S/ 73°15'3.60"O
GPS 8 Acceso al ‘Canal Secreto’- 39°43'20.13"S/ 73°14'44.23"O
GPS 9 Acceso al río Tambillo- 39°43'19.23"S/ 73°14'20.33"O
GPS 10 Extremo norte de la isla Tres Bocas/ panorama sobre el volcán Villarrica/
el corazón del Santuario de la Naturaleza... 39°43'29.46"S/ 73°14'14.50"O
GPS 11 Brazo de Chorocamayo e isla de la Recova- 39°43'38.83"S/ 73°13'59.82"O
GPS 12 Antigua confluencia del río Chorocamayo y el estero Cuacua- obras no autorizadas
realizadas en agosto de 2013- imapcto ambiental severo- 39°43'46.78"S/ 73°13'56.41"O
GPS 13 Estero Cuacua- 39°44'15.36"S/ 73°14'5.08"O
GPS 14 Isla y brazo de la Culebra- 39°44'48.68"S/ 73°15'3.53"O
GPS 15 Paso recomendado (solo en kayak) para cerrar circuito propuesto en Punucapa-
LOS HUMEDALES EN TORNO AL RÍO CHOROCAMAYO, DESDE EL EXTERMO NORTE
DE LA ISLA TRES BOCAS. 39°45'12.79"S/ 73°15'4.45"O

PE RV/P43
Humedales del río Cruces. Entre Punucapa y la isla Tres Bocas. /285
HITO HISTÓRICO-CULTURAL
PEHHC43
Edificios y casonas tradicionales
en San José de la Mariquina
Enclaves patrimoniales, a orillas del Cruces
Equipo Atlas IP
El conjunto de casonas tradicionales vinculadas a la tradición arquitectónica denonminada
Colonial Alemán es especialmente relevante en la localidad sanjosina.
EL SANATORIO SANTA ELISA, EN LOS AÑOS DE 1940
S
alustio Saldivia es un joven his-
toriador sanjosino autor de dos
libros (‘Mariküga: entre historia
y memoria’ y ‘Caminando por la
historia’) que resultan fundamentales para
entender el paso y el poso de las épocas en
lo que es la actual comuna de San José de
la MarIquina. En opinión de Saldivia, ‘día a
día en Chile se produce la silenciosa perdi-
da de nuestro patrimonio, provocada por
razones tan diversas como los sucesivos
movimientos sísmicos o la demanda inmo-
biliaria que afecta a nuestras ciudades. Por
cada espacio histórico que se interviene, se
debilita la memoria social y el sentido de
pertenencia de las comunidades afecta-
das’, concluye este historiador.
Antes de formarse como villa en 1850 la
ciudad de San José, diversos asentamientos
mapuches existían ya, multisecularmente,
en el entorno del río Cruces y el valle de la
Mariquina. Unas tierras que resultaron
EN CIUDAD Y COMUNA DE SAN JOSÉ DE LA MARIQUINA
siempre óptimas para el cultivo. Estas razo-
nes decidieron ya a los Jesuitas, en el año
1752, a fundar la Misión de San José, en lo
que ya era un núcleo habitado por militares
coloniales retirados, provenientes del fuer-
te San Luis de Alba, y que se habían empa-
rentado con mujeres mapuche.
Treinta años después de la incorporación de
este territorio a la República de Chile, Gui-
llermo Frick, Comisionado de Mensura gu-
bernamental, será el encargado en 1851 de
delinear el primer plano de San José de La
Mariquina como núcleo urbano oficialmente
establecido. Por estas mismas fechas, los
padres Capuchinos Bávaros se hacen car-
go de la misión local y un primer insumo de
colonos alemanes (familias Hörnickel, Hae-
bler, Ribbeck, Winkler, Manns, Exxs) se esta-
blece en estas tierras ribereñas del Cruces.
Circunstancias, en su conjunto, que sirven
para explicar también el porqué del rele-
vante patrimonio arquitectónico, a base de
OTRA CASONA SANJOSINA CLÁSICA: LA PUCHI.
CASA DEL FUNDO SANTA MARÍA DE LA FAMILIA DÜNNER: UNA PRECIOSIDAD QUE HA CUMPLIDO CIEN AÑOS
edificaciones y casonas de estilo Republica-
no/Colonización alemana, que subsiste en
San José de la Mariquina.
Un buen ejemplo de este tipo de construc-
ciones es la casona Puchi (calle Mariquina
casi esquina con la de Trincheras), construi-
da en las postrimerías del s. XIX por Simón
Puchi (nieto del primer vecino en construir
una casa en el actual núcleo urbano, hacia
1839). Sus detalles y ornamentos resultan
notables, así como el acabado de las corni-
sas, los frontones, todo un alarde de arte-
sanía arquitectónica en madera. Otros
ejemplos interesantes son la casa Cornuy
(en calle José Puchi 1050, construida en la
década de 1890, que combina todavía la
habitación y el uso comercial), la casa
Prhen (calle Alejo Carrillo, 143; construida
c. 1900), la casa Manns (calle José Puchi
con calle Acharán Arce; construida en
1866) o la casona Exxs (en Carlos Acharán
CASONA DE LA FAMILIA EXXS, DE CLARA INFLUENCIA ALEMANA. Arce, 184; construida en 1895).
Edificios y casonas tradicionales en San José de la Mariquina. Enclaves patrimoniales, a orillas del Cruces
QMás de
12 ejemplos
patrimoniales
distribuidos por el
casco urbano y
su entorno
Este último caso resulta especialmente no-
table, por su revestimiento exterior en ma-
dera y su techumbre de fierro galvanizado,
de fuerte pendiente y característico acha-
tamiento en cumbrera. Sirvió como casa
principal del fundo Santa Rosa y su primer
propietario fue Gustavo Exxs Manns, hijo
de inmigrantes alemanes, que llegó a ser
uno de los empresarios más pujantes de la
Mariquina y Alcalde de San José entre 1918
y 1923. Fuera del núcleo urbano, situada en
solitario paraje a orillas del Santuario de la
naturaleza del Río Cruces, otro memorable
ejemplo arquitectónico en la comuna de
San José de la Mariquina es la casona del
fundo Santa María, propiedad de la fami-
lia Dünner (en perfecto estado de conser-
vación, que en 2014 ha cumplido y celebra-
do un siglo de existencia).
En cuanto al Sanatorio Santa Elisa (ave-
nida Gustavo Exxs, 1502), su estilo es Con-
temporáneo y sus orígenes vinculados con
los mencionados padres Capuchinos Báva-
ros acantonados en la misión de la locali-
dad. Especialmente con la figura de Mon-
señor Guido Benedikt Beck, nacido en
1885 en la localidad alemana de Ramber-
ga, en la región de Renania-Palatinado.
Arribado a Valdivia como misionero en
1912, Guido Beck fue el primer Vicario
Apostólico de la Araucanía. Apodado el
Obispo de los mapuches, fue un infatiga-
ble impulsor social en el sur de Chile des-
de su sede en San José de la Mariquina
(hasta 1948) y, en 1931, principal promo-
tor de la construcción de este sanatorio
que actualmente funciona como spa. Su
objetivo inicial era el tratamiento de reli-
giosos enfermos, a los que se aplicaba el
método conocido como Cura de Kneipp
(terapia concebida por el sacerdote y mé-
dico naturista germano Sebastián Kneipp,
precursor de la hidroterapia, que combina
las inmersiones en agua fría con la ali-
mentación preponderantemente vegeta-
riana, la práctica del ejercicio físico, la in-
gesta de hierbas medicinales y la búsque-
da de la paz espiritual). Entre las caracte-
rísticas arquitectónicas del Sanatorio de
Santa Elisa destacan sus soluciones en la-
tón y fierro galvanizado: toda una nove-
dad en su época. Q
PE HHC43
/287
PE RV/P44
Por el estero Santa María ZARAPITO

E
(NUMENIUS ARQUATA)
l río continúa bajo los grandes
árboles que lo cierran por su

El río secreto de la Cordillera de la Costa parte superior, de manera que

apenas entra al río la luz sufi-
ciente para navegar por él… Este pasaje
es el más pintoresco que conozco i [sic] si
bien es algo lúgubre por lo opaco de su
luz… El elegante copigüe trepa por los
corpulentos árboles, cuyos troncos están
matizados por variedad de fucsias i plan- A VELA, EN LA
tas parásitas de formas diversas… Las CONFLUENCIA
DEL CRUCES Y EL
truchas y pejerreyes, únicos habitantes ÍA.
SANTA MARÍA.

Todas las islas del Santuario

La islomanía es un enfermedad incurable, que a algunos nos afecta con intensidad. Es
como una dulce droga geográfica. Una pasión. Un deleite. Un poco al modo de aquel aste-
roide en el que viajaba el Pequeño Príncipe, de Antoine de Saint-Exupéry, las islas que
salpican los humedales del río Cruces también resultan, en sí mismas, mundos pequeños,
relativamente próximos, sin embargo remotos, fascinantes. Hasta fechas recientes sus Pero si
valores naturales se habían mantenido dentro de un correcto rango de conservación. Pero l o s
desde hace una década las amenazas sobre ellas se suceden. Y desde 2013 se conside-
ran, en varios casos, espacios en peligro.
En total son unas 220 hectáreas superficiales que emergen, de manera estable, por enci-
ma del nivel máximo de las aguas del humedal. Todas ellas, por el mero hecho de su
insularidad, se encuentran protegidas por el referido DS de 1981. Se trata de joyas
territoriales preciosas, de vulnerables broches en el paisaje, de paraísos para
la avifauna y refugios para la flora, unos testigos preferentes, en fin, acerca
del real nivel de conservación de un patrimonio natural cuyo legado a las
generaciones futuras está hoy en nuestras manos.
El denominado grupo insular San Martín aparece situado al norte del
Santuario de la Naturaleza, conformado por los relictos de las riberas del río
Cruces antes del gran terremoto de 1960. Se trata de supervivientes secto-
res selváticos de unos antiguos bosques riparios, de difícil acceso, ideales
para la exploración en kayak. Un archipiélago fluvial escindido en multitud
de canales secretos que reservan las mejores sorpresas en cuanto a la
observación de la avifauna de todo el Santuario. La denominación de estos
islotes sin nombre individualizado viene por simple referencia de proximi-
dad con el inmediato fundo San Martín, de la UACH. Destacan ocho porcio-
nes insulares principales, cuya superficie oscila entre las 6,7 y las 0,2 has
hectáreas; más otra veintena de islotes más o menos inundables según el
nivel de las mareas y el azar de las estaciones. Deshabitadas, en sus alre-
dedores, en 2004, aparecieron los primeros cisnes de cuello negro y
taguas muertas como consecuencia de los vertidos de la planta de celulosa
CELCO, entonces recién entrada en funcionamiento.
En cuanto a la isla del Rialejo (aprox. 72 hectáreas) aparece como una
notable extensión redonda en aquel punto donde el río Cruces se escinde
del brazo de Chorocamayo. En los mapas de antes de 1960 se refleja
como notablemente más extensa, pero el hundimiento del terreno (y la
consiguiente inundación) transformaron sus sectores sur en un laberinto
de bañados y totorales acuáticos. Integrada dentro de la propiedad del
fundo Corcovado, solo una familia de cuidadores habita en ella.
Desgraciadamente, a pesar de encontrarse en pleno corazón del Santuario
de la Naturaleza, los propietarios del fundo Corcovado consiguieron auto-
rización administrativa para introducir en esta isla exóticos ejemplares
de antílopes africanos (¡!): lo cual constituye toda una aberración
ambiental y conservacionista. El lugar alberga, además, una elevada
importancia arqueológica (fue enclave indígena importante, desde los tiempos pre-hispá- islotes San Pedro (aprox. 7,5 has), Tambillo (aprox. 1 hectáreas) y Culebra (aprox. 2,8
nicos), ambiental, paisajística y también histórica: hasta el Rialejo fue donde llegó el hectáreas) son los hermanos menores de estas islas del Cruces y su entorno, la isla
insigne Charles Darwin río Cruces arriba, cuando visitó Valdivia en 1833, durante su famo- Tres Bocas aparece como la hermana mayor, con sus aprox. 90 hectáreas superficiales.
so viaje circumplanetario a bordo del Beagle. Compuesta, en realidad, por la unión de dos sub-islas, la Tres Bocas queda separada de
A la altura de Punucapa, adentrándonos por las aguas someras del estero de San Ramón la inmediata porción continental (fundo Rucapangui) por el secreto estero Cuacua, que
(que llevan hasta los pies mismos del Oncol) se localizan otras dos extensas islas vincula- a su vez es uno de los parajes fundamentales para la reproducción de los cisnes de
das a los humedales del Cruces: la Huapi Grande (aprox. 34 has) y la Huapi Chica (aprox. 7 cuello negro.
has). En la primera de ellas existe una sola casa habitada, próxima a un pequeño muelle Durante su exploración del río Cruces en 1867, llevada a cabo por el ilustre marino chileno
desde el cual parte un pequeño sendero trans-insular, que lleva al visitante a través de Francisco Vidal Gormáz, este describe así el entorno: ‘… el Cuacua es un pequeño río que
extensas pampas y algunas orlas de hermoso bosque nativo. En esta isla observamos en nace de unos gualves situados al SE del lugarejo de Tres Bocas, pero que se une al río
una ocasión un pudú. Y en otra, las sigilosas huellas de un puma... En cuanto a la vecina Chorocamayo por frente del islote de la Recoba cuando el río esta crecido, formando así la
Huapi Chica, es el dominio de doña Sonia Navarro, una emprendedora local que desarrolla un isla de Tres Bocas. Entra al Cruces al E de la isla de la Culebra. Es navegable en botes en
interesante proyecto de agroturismo, basado en los productos de la tierra, las energías reno- una extensión de 1.600 m, continuándose hacia el N por el delgado hilo de agua que entra
vables como solución al suministro eléctrico y la propia tranquilidad insular. al río Chorocamayo’.

LOS HUMEDALES DEL RÍO CRUCES, CON EL VOLCÁN LANÍN EN LONTANANZA; EN EL CENTRO DE LA IMAGEN,
EL SECTOR DE CONFLUENCIA DEL CRUCES Y EL SANTA MARÍA. PE RV/P44
Por el estero Santa María. El río secreto de la Cordillera de la Costa /289
290/ PE RV/P44
Por el estero Santa María. El río secreto de la Cordillera de la Costa
EL HUMEDAL DEL RÍO CRUCES-CHOROCAMAYO, EN EL SECTOR DE PLAZA DE ARMAS.
de este recinto, no abandonan esta mo-
rada i así se les vé juguetear alegremen-
te como para aspirar su frescura i el aro-
ma de las flores… La parte navegable del
Santa María alcanza a 6,5 kilómetros pe-
ro su curso total pasa de 12… Desagua
sobre la ribera derecha del Cruces i a
420 m al norte de la isla de Realejo…’.
El autor de esta entusiasta descripción so-
bre el río Santa María es el comandante
Francisco Vidal Gormaz (1837- 1907), mari-
no y militar considerado como el padre de
la hidrografía nacional chilena por sus rele-
vantes dotes de hidrógrafo, geógrafo y
científico. En 1874 fue nombrado primer Di-
rector de la Oficina Hidrográfica de la Mari-
na, el organismo precursor del actual SHOA
(Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de
la Armada). Previamente, en el año 1867
Vidal Gormaz había sido responsable de la
denominada Comisión Exploradora del río
Valdivia, el río Cruces y sus afluentes, en-
cargada de reconocer exhaustivamente di-
chas cuencas para actualizar y completar
los viejos mapas españoles de tiempos de
la Colonia. Es en el transcurso de estos tra-
bajos que aquel comandante hidrográfico
decidió describir al río Santa María como el
más hermoso, como su preferido entre los
ríos del entorno valdiviano.
Un curso fluvial secreto, en el que uno
nunca se cruza con ningún bote o embar-
LA BARCAZA DON LIDE, QUE DA SERVICIO AL FUNDO CORCOVADO, AMARRADA EN LA RIBERA DEL CRUCES.
cación navegando sobre sus aguas. Su
embocadura, por otra parte, no resulta fá-
cil de identificar ya que, como consecuen-
cia del terremoto de 1960, sus orillas ex-
perimentaron un hundimiento y, consi-
guientemente, se inundaron en confusión.
Por lo que solo subsisten hoy los muñones
rotos de los antiguos árboles, que emer-
gen como fantasmas de los hualves y los
humedales. Pero su cauce es limpio y de
aceptable profundidad, con sondas que se
mantienen por encima de los 2,5 m duran-
te varios kilómetros río arriba. Y aunque
de la antigua selva que describió Vidal
Gormaz tan solo quedan retales, sus ribe-
ras permanecen como las mejor foresta-
das (junto con las del tambillo) de todas
las que descienden hacia el río Cruces
desde la Cordillera de la Costa.
Hace pocos días efectuamos un nuevo via-
je, invernal, por el río Santa María y a bor-
do de nuestro velero La Grulla Azul. Zarpa-
mos de su habitual amarre en el río Caucau
de Valdivia nada mas rayar el día y alcanza-
mos, a motor, la confluencia del canal Cau-
cau con el río Cruces. Un viento fresco nos
recibió allí soplando río arriba, en sincroni-
zación con la marea montante, lo que nos
permitió una vez más remontar plácida-
mente, a vela, por los humedales del río
Cruces, en silencio, durante más de 8 kms.
Simultáneamente, en el interior del velero
encendimos el fogón, calentamos una bue-
na pava de agua y cebamos unas bombillas
de reconfortante mate. Y así nos fuimos
deslizando, plácidamente, al paso de Punu-
capa, del muelle de San Ramón, de las pa-
norámicas sobre el cerro Oncol, hasta si-
tuarnos en el paraje de Tres Bocas, que es
donde el navegante por el río Cruces siem-
pre corre el riesgo de extraviarse.
Una vez recogido el velamen, optamos en-
tonces por la ruta más conveniente, la del
brazo de Corcovado, que serpentea entre
los bajíos y totorales al filo de la isla de
Realejo. Una barcaza varada, la Don Lube,
nos indicó el primer giro, a estribor. Poco
después, el vetusto muelle de la isla nos
marcó el siguiente golpe de timón, esta
vez todo a babor. Abocamos entonces de
nuevo al cauce principal del río Cruces,
donde una solitaria cruz blanca marca el
LA CASA DEL FUNDO SANTA MARÍA ES UNO DE LOS EJEMPLOS MEJOR CONSERVADOS DE ARQUITECTU-
RA ESTILO COLONIAL ALEMÁN, SE ASOMA ESPECTACULARMENTE SOBRE EL RÍO CRUCES.
LA GRULLA AZUL, AMARRADO AL PEQUEÑO
MUELLE EXISTENTE EN LA ISLA DEL RIALEJO.
lugar de una tragedia: la del naufragio y
muerte de Hernán Martín, ocurrido al vol-
car su bote en 2008. Una referencia dra-
mática que marca asimismo el lugar don-
de se ubica la principal colonia de garzas
y cormoranes de todo el Santuario de la
Naturaleza del Río Cruces.
Los restos de los antiguos bosques sumer-
gidos tras el terremoto del 60 constituyen
la principal característica del río Santa
María. Entre ellos, nuestro velero se aden-
traba como una imagen surrealista enfi-
lando hacia los contrafuertes de la Cordi-
llera de la Costa, que aquí domina el cerro
Corcovado (508 m). A la altura de la se-
gunda curva fluvial surgieron las mejores
manchas de olivillos y pellines. Dos cisnes
de cuello negro precedían a nuestra proa
nadando con parsimonia durante más de
un kilómetro. Y, en dos ocasiones, las
LOS ACCESOS AL RÍO SANTA MARÍA RESULTAN COMPLEJOS PARA EL NAVEGANTE, ENTRE RESTOS DE LOS
ANTIGUOS BOSQUES INUNDADOS TRAS EL TERREMOTO DE 1960.
grandes bandadas de loros cachañas vola-
ron sobre el velero estrepitosamente… De
pronto, la sonda comenzó a descender
drásticamente… Sobre 1,25 m de profundi-
dad, decidimos echar el ancla.
Dejamos allí a La Grulla Azul flotando en
soledad. En el zodiac auxiliar continuamos
a remo, por un sector fluvial que se había
tornado súbitamente ancho y poco pro-
fundo, rodeado de pastizales abiertos: las
vegas de Iñipulli. Tras localizar la desem-
bocadura del estero homónimo, remonta-
mos por aguas cristalinas durante otro ki-
lómetro, hasta alcanzar el puente del ca-
mino ripiado que une Iñipulli con San José
de la Mariquina, a 50 kms de distancia.
Aquí comienza la parte terrestre de esta
Ruta Verde, que discurre por el antiguo
camino forestal que comienza el ascenso
por las laderas tras franquear el puente
sobre el estero Negrones. Se trata de un
trazado hoy impracticable a cualquier ve-
hículo; pero adecuado para su recorrido a
pie, en bicicleta de montaña o a caballo.
Su culminación tiene lugar unos 6 kms
más tarde, a cerca de 600 m de altitud,
en el paraje conocido como Las Quemas.
Desde este punto se puede optar por un
par de itinerarios de descenso por la la-
dera occidental de la Cordillera de la Cos-
ta, que llevarán al viajero hasta el litoral
del Pacífico en el entorno de la gran lo-
bería de Pichicullín. Uno de estos itinera-
rios coincide con el de esa otra Ruta Ver-
de que procede del río Tambillo. La alter-
nativa es la que hoy proponemos, que
busca directamente por la ermita de Pi-
chicullín la línea litoral. Ambos itinerarios imperceptible que, en descenso, nos si- del Chorocamayo hasta la isla del Rialejo,
pueden combinarse entre sí. Nos encon- tuará en poco más de 20 m, junto a un al noroeste de la cual buscaremos la boca
tramos, sin duda, sobre el corredor am- humilde embarcadero escondido bajo la del Santa María como ya se ha descrito.
biental mejor preservado de toda la Cor- arboleda de l ribera. Es el lugar conocido Otra posibilidad es acceder a estos para-
dillera de la Costa. como Casa de Piedra, que utilizan los ha- jes desde el puente de San Antonio, cerca
En kayak existe otra posibilidad secreta bitantes de Tambillo principalmente para de Pelchuquín, navegando por otro río
de para esta Ruta Verde al río Santa Ma- venir a tomar la micro en sus desplaza- que en la actualidad nadie recorre, el Cu-
ría. La clave estriba en localizar, en el ki- mientos a Valdivia. Desde este punto, en dico, y que confluye sobre el Cruces cerca
lómetro 10,7 de la carretera de Valdivia kayak, podremos navegar a favor de una de la solitaria cruz blanca también antes
al Aeropuerto un pequeño desvío casi serie de canales a través de los totorales mencionada. O EL RÍO SANTA MARÍA TERMINA SU SECTOR NAVEGABLE
CERCA DEL PEQUEÑO NÚCLEO DE IÑIPULLI.
GPS 1 Acceso al embarcadero de Casa de Piedra/ desde PK 10,7 de la carretera Valdivia- Aeropuerto- 39°43'54.98"S/
PUNTOS GPS
73°12'18.77"O
GPS 2 Embarcadero de Casa de Piedra/ acceso público/ punto de inicio de ruta, solo en caso de utilizar kayak-
39°43'53.65"S/ 73°12'20.10"O
GPS 3 Río Chorocamayo- 39°43'39.35"S/ 73°12'10.97"O
GPS 4 Confluencia de los ríos Pichoy y Cayumapu- 39°43'19.01"S/ 73°11'38.59"O
GPS 5 Posible paso directo a través de los totorales/ balizamiento artesano/ solo en kayak o embarcación menor-
39°43'12.03"S/ 73°12'42.73"O
GPS 6 Muelle en la isla del Rialejo- 39°42'14.65"S/ 73°12'14.32"O
GPS 7 Confluencia del río Santa María en el río Cruces- 39°41'42.89"S/ 73°11'46.25"O
GPS 8 Límite de navegación, aguas arriba en el río Santa María- 39°40'12.52"S/ 73°13'37.58"O
GPS 9 Puente de Iñipulli/ accesible solo en kayak y en marea alta/ punto de enlace con trekking o cabalgata hacia el
alto de la Cordillera de la Costa y la lobería de Pichicullín, por Las Quemas- 39°39'14.58"S/ 73°13'57.80"O
GPS 10 Cruz blanca, conspicua/ excelente zona para la observación avifaunística- 39°41'22.22"S/ 73°11'35.52"O
GPS 11 Confluencia de los ríos Nanihue y Cudico en el río Cruces- 39°41'6.14"S/ 73°10'45.14"O
GPS 12 Muelle y casa del fundo Santa María- 39°39'58.68"S/ 73°10'44.16"O
GPS 13 Puente San Antonio/ otro posible lugar para iniciar el recorrido en kayak, desde el sector de Pelchuquín-
39°38'38.43"S/ 73° 7'31.50"O
GPS 14 Aeropuerto de Pichoy- 39°39'2.08"S/ 73° 4'50.51"O
PE RV/P44
Por el estero Santa María. El río secreto de la Cordillera de la Costa /291
HITO HISTÓRICO-CULTURAL EN LA CIUDAD Y COMUNA DE LOS LAGOS

PEHHC44

Conjunto ferroviario de Q La protección

Collilelfu (MN y ZT) de las estructuras e inmuebles
supervivientes asociadas a aquella
gesta del ferrocarril se ha vuelto
En la ruta hacia del viejo camino de hierro hoy prioridad
Jimena Jerez Bezzenberger, Antropóloga, y Equipo Atlas IP

indefensión, iban desapareciendo entre

La declaración, en 2013,
de este núcleo ferroviario
como Monumento
Nacional pretende
preservar un espacio de
alto valor patrimonial e
histórico.
1907: INAUGURACIÓN OFICIAL DE ESTE ENCLAVE FERROVIARIO.
lumna vertebral que comunicaba y permi-
tía acceder, no sólo a la selva valdiviana y
sus recursos madereros, sino también a la
categoría misma de “civilización” y “moder-
nidad”. Los trenes simbolizaban, en efecto,
una era, que fue la de la expansión de los
Estados Americanos en cuanto a su asenta-
miento y control territorial.
Si antes el bajo pueblo viajaba por el país
construyendo huellas camineras, ahora
construía líneas férreas, se organizaban y
se buscaban nuevas oportunidades en los
territorios indómitos del Sur. La empresa
estatal tenía un fuerte sindicato de trabaja-
dores con dirigentes sociales de destacada
trayectoria. El poeta Pablo Neruda nos
remonta a este paisaje de cielo gris y esta-
ESTACIÓN DE COLLILELFU, EN UNA FOTO DE PRINCIPIOS DEL SIGLO XX. ciones de madera entre los olores a carbón
del ferrocarril y sus horarios, que él conoció
l patrimonio ferroviario del sur bien en su infancia en Temuco, cuando dice
robos y oxido. Con la pérdida de las estacio-
nes decaían pueblos, puertos fluviales y
lacustres, todos ellos asociados estrecha-
mente al transporte ferroviario.
En este escenario tan desfavorable, la pro-
tección de los inmuebles asociados a este
enorme bien de valor intangible se vuelve
hoy prioridad y es así que en junio de 2013 el
PUENTE METÁLICO
denominado Conjunto Ferroviario Collilel-
SOBRE EL RÍO
fu, en la ciudad de Los Lagos, fue declarado
COLLILELFU. Zona Típica, protegiendo el trazado ferro-
viario que todavía conectaba la Estación y el
Puente de Collilelfu, declarados asimismo
Monumentos Nacionales, incluyendo la
protección además del entorno público aso-
ciado, por considerarse como un espacio que
rememora toda una época. Este Conjunto
Ferroviario de Collilelfu formó parte del
ramal Los Lagos-Riñihue y es el único regis-
tro material de ese eje ferroviario original
que fue concebido como el Ferrocarril
Trasandino Sur Collilelfu-San Martín de Los
Andes (Argentina). El centro histórico de la
ciudad de Los Lagos se organizó, en efecto,
en torno a las líneas férreas, evidenciando su
origen vinculado a los sistemas de transpor-
te y a una identidad asociada al ferrocarril,
como cultura o forma de vida.
UN PATRIMONIO
QUE DEBE SER
De forma específica, la Estación Collilelfu fue
PRESERVADO EN inaugurada en 1907 por el presidente Pedro
SU CONJUNTO.
Montt. Posee dos torres, donde estaban ubi-
cadas las oficinas y habitaciones, unidas por
un eje de circulación transversal, que contenía
el hall y la escalera donde se encontraba la
venta de pasajes y la sala de espera. Destaca
el corredor en la fachada norte destinado a la
recepción de pasajeros, de nobles maderas
nativas, estructura con pilares de roble, reves-
timientos en tinglado de madera y terminacio-
nes a base de laurel, raulí y lingue.
En el entorno del puente de metal de Colli-
lelfu se aprecia una torre de agua de estruc-
tura metálica, que era utilizada para recargar
las locomotoras de los trenes que transitaban

E de Chile ofrece en su conjunto

una interesante mirada retros-
pectiva al siglo pasado y antepa-
sado y, con ello, a un modo de entender el
mundo, el desarrollo, el progreso, los tiem-
pos y las distancias. Aquel “adelanto” que
implicaba el tren y el esmero de los gobier-
nos durante el último tercio del siglo XIX y
las dos primeras décadas del s. XX, en unir
el continente a través de este tipo de co-
en su famosa Oda a los Trenes: “… trenes
del Sur pequeños entre los volcanes, desli-
zando vagones sobre rieles mojados por la
lluvia vitalicia, entre montañas crespas y
pesadumbre de palos quemados…”.
Durante 75 años muchos pueblos surgieron
y se desarrollaron junto a los rieles y sufrie-
ron el abandono con su cierre. Estaciones
que antes estuvieron llenas de un ir y venir
de pasajeros y carga se dormían en la total
por esta vía. En cuanto al mencionado puen-
te, es representativo de las técnicas de la
época, por su construcción en acero tan
característico de las estructuras ferroviarias
de principios del s. XX. Está conformado por
ESTACIÓN DE COLLILELFU:
ESTADO ACTUAL.
piezas que procedieron de la empresa france-
sa Schneider y Creusot, reconocida a nivel
mundial por su producción de armamento,
locomotoras y estructuras ferroviarias. Q
PE HHC44
Rucas mapuches. Sitios habitacionales de la tradición indígena /293
PE RV/P45
De Curiñanco al
fiordo Cutipay
Por el camino olvidado

UNA PEQUEÑA HUELLA OLVIDADA. LA PLAYA DE CURIÑANCO DE TAN ANTIGUA TRADICIÓN LEFKENCHE.

U
na tarde de invierno, charlando
en el muelle de los hermanos Vi-
llanueva (esos carpinteros de ri-
bera que con tanta maestría
continúan creando sus tradicionales em-
barcaciones en madera a orillas del Cuti-
pay), fue como nos enteramos de la exis-
tencia del camino olvidado. Aquel itinerario
pre-terremoto del sesenta hoy solo lo con-
tinúan practicando unos pocos habitantes
locales. Una huella pública que servía para
enlazar el sector de Curiñanco con el brazo
del Cutipay, en una época en la que las ca-
rreteras todavía no se encontraban traza-
das, ni el uso de los vehículos a motor ge-
neralizado en la zona. Constituía la mejor
opción, antaño, para solucionar la comuni-
cación de los habitantes de la Cordillera de
la Costa valdiviana en sus viajes hasta la
parte de Niebla y la bahía de Corral.
Según la descripción de los Villanueva, su
primer tramo enlazaba la playa de Curiñan-
co con el sector de Los Pellines y la parte
conocida como Calfuco Alto; luego iniciaba
un prolongado descenso, entre laderas cu-
biertas de selva valdiviana, hasta la desem-
bocadura del estero Lliuro y el extremo
norte del Cutipay (no lejos de la llamada
Casa de Piedra, esa casona notable, triste y
solitaria, hoy en ruinas, que perteneció ori-
ginalmente a la familia Prochelle; la cual
operó como secreto centro de tortura du-
rante la Dictadura militar). Una vez alcan-
zadas la orillas del Cutipay, los caminantes,
jinetes a caballo y conductores de carretas
de bueyes y cargas de leña, embarcaban
en chatas y lanchones; para, aprovechando
la marea, descender hasta la confluencia
con el río Valdivia, en un punto más o me-
nos equidistante entre la ciudad capitalina
y las localidades de Niebla o Corral.
El río Cutipay es un característico río mo-

Servidumbres de paso y ecoturismo CON DON RAMÓN PAILLALEF, MOSTRÁNDONOS LA RUTA.

El ecoturismo, en cuanto a ejes verdes, itinerarios senderistas y caminos históricos, alberga un
verdadero tesoro patrimonial en la región de Los Ríos. Al igual que ocurre en otros sectores de
la variada, espectacular, en muchos casos todavía inédita geografía turística chilena. Pero esta
oportunidad presenta asimismo un handicap importante: es la falta de certeza existente, en
tantos casos, acerca de los derechos o servidumbres de paso. El tema no es menor. Numerosos
itinerarios concebibles ecoturísticamente se encuentran, de pronto, aquí y allá, con interrupcio-
nes practicadas desde los predios y propiedades privadas vinculados. A menudo, súbitos can-
dados cierran de pronto trazados históricos, atávicamente utilizados por viandantes, jinetes y
habitantes. Y por ende, las posibilidades de los ecoturístas no motorizados.
Ejemplos no faltan y se distribuyen de los Andes al Pacífico, de los límites de La Araucanía
al río Bueno. Pongamos, por ejemplo, el caso del camino por el valle de Lipela, entre los
baños de Chihuío y los límites con Argentina, en la comuna de Futrono. Se trata de un iti-
nerario antiguo, utilizado por arrieros y ganaderos desde tiempos de la Colonia, además de
la verdadera Ruta de Pablo Neruda camino del exilio y de aquel Congreso Literario
Internacional de Paris de 1949. Pero en la actualidad, su paso se encuentra cerrado, según
albedrío de cierta propiedad vinculada. Otro tanto viene ocurriendo con el itinerario por el
valle de Rupumeica, entre el lago Maihue y la frontera en Collado Hermoso, por poner otro
ejemplo andino. Ambas rutas, sin embargo, resultan itinerarios de trekking o cabalgata
altamente atractivos, que por la vertiente argentina son practicados por buen número de
usuarios a pie, en bicicleta o caballo, dentro de los atractivos inscritos dentro de los par-
ques nacionales Lanín y Nahuel Huapi.
En el entorno más próximo a Valdivia, casos de caminos antaño utilizados públicamente,
pero súbitamente cerrados por nuevos propietarios, también son frecuentes. Como en el
caso de la Ruta Verde de Curiñanco al Cutipay, el camino olvidado. Los habitantes del sec-
tor Cutipay, como los hermanos Villanueva, siempre lo utilizaron, incluso ‘para subir hasta
Calfuco Alto los domingos para echar partidos de fútbol’, nos cuentan. En el sector de Los
Pellines todo el mundo recuerda también la tradición de uso público de esta ruta. El sector
inmediato al Cutipay, propiedad de Forestal Valdivia, no ha cerrado el paso. Pero hace tres
años, otro propietario sí lo hizo. La falta de certitud jurídica, frente a estas situaciones,
esta anulando, en nuestra opinión, muchos kilómetros regionales de servidumbres de
paso. Si bien tales cierres pueden constituir una fórmula de acceso restrictivo válidable
frente a los vehículos a motor, o frente a las malas prácticas todo-terrenísticas, lo cierto
es que están asimismo anulando un bagaje importante de oportunidades ecoturísticas
para la región de Los Ríos. En muchos casos, de legalidad no comprobada.

PANORÁMICA SOBRE LA PLAYA Y LA PUNTA DE CURIÑANCO, DESDE LA SECCIÓN MÁS ALTA DE ESTA RUTA VERDE.
PE RV/P45
De Curiñanco al fiordo Cutipay. Por el camino olvidado. /295
296/ PE RV/P45
De Curiñanco al fiordo Cutipay. Por el camino olvidado
EL CUTIPAY, DESDE LOS ALTOS DE CALFUCO.
cho, de características esencialmente ma-
reales. Se trata de una especie de fiordo o
entrante lateral que se abre al sur del últi-
mo tramo del río Valdivia antes de su des-
embocadura en el océano. Tras el terremo-
to de 1960 este entorno experimentó un
hundimiento generalizado, motivo por el
cual sus antiguos potreros ribereños que-
daron inundados. Ello transformó a la par-
te superior del Cutipay en un humedal per-
fecto, de aguas claras y someras, hoy uno
de los mejores refugios avifaunísticos que
pueden encontrarse en la cuenca del río
Valdivia (con concentraciones espectacula-
res de cisnes de cuello negro, taguas, gar-
zas de diversos tipos, huairavos, cara-ca-
ras; y una nutrida colonia de cormoranes).
Los lobos marinos remontan al Cutipay
hasta su sector medio. En cuanto al puma y
al pudú, pueden avistarse también en estas
zonas de contacto entre selva y río.
Nuestra última exploración de hace pocas
PE INFOVIAJE
LLEGANDO A CALFUCO ALTO.
semanas nos llevó al recorrido y reconoci-
miento completos de este camino olvida-
do Curiñanco- Cutipay: una Ruta Verde
perfecta, por sus condiciones paisajísticas,
ambientales, excursionistas, situada a es-
casos 25 kilómetros de Valdivia capital.
Como punto de partida elegimos el extre-
mo norte de la playa de Curiñanco, junto
al portón de entrada al Área Costera Pro-
tegida Punta de Curiñanco (gestionada
por CODEFF). El enlace hasta este punto, a
partir de otros lugares del litoral valdivia-
no tan selectos como la playa de Pilolcura
o la caleta y punta Bonifacio, nos resulta
ya conocido. Ahora proseguiremos en di-
rección sur, caminando por la playa exten-
sa de Curiñanco a favor de la marea baja,
sin otro encuentro que el de las aves ma-
rinas, las enormes olas oceánicas, un par
de recolectores locales de algas y cocha-
yuyos. Así durante 4 kms, hasta alcanzar
las inmediaciones de la desembocadura
ALTO CUTIPAY, EN MAREA: CERCA DE LA CASA DE PIEDRA.
del estero Cuchimalal, donde abandona-
mos la playa para cruzar al otro lado de la
carretera Niebla- Curiñanco.
El sendero que traemos salvará un peque-
ño puente sobre el estero; y se adentrará
por un sector de bosque de renoval apro-
vechando una pequeña huella peatonal
que trepa hasta las alturas de Los Pellines:
un tramo de espectacular belleza senderis-
ta. En realidad, nos estaremos adentrando
en la zona conocida como La Quinta, den-
tro del predio de la familia Ñanco, donde
nos encontramos con el joven Richard Re-
tamal Ñanco, que a sus 19 años demuestra
ser el mejor baqueano. Por conocimiento
heredado de su abuelo, Richard es un gran
conocedor de las plantas nativas y medici-
nales que caracterizan el sector boscoso
que atravesamos.
El almuerzo lo realizaremos al sol de media
mañana, junto a la casa de su prima Claudi-
na Ñanco, en un ambiente deliciosamente
UÊLOCALIZACIÓN
Comuna de Valdivia.
UÊALTITUDES
Máximas: 341 m, en los altos de
Cutipay; y 274 m, en Los Pellines;
mínima: 0 m, en el estero Cutipay/
río Valdivia.
UÊDURACIÓN Y DISTANCIAS
De Curiñanco (sector Área
Costera Protegida CODEFF de
Punta de Curiñanco) al alto de
Los Pellines, 6,5 kms; de Los
Pellines al punto de embarque
junto al Cutipay, 7,5 kms; la
navegación por el Cutipay, hasta
la confluencia sobre el río Valdivia
y la carretera Valdivia-Niebla
(Puente Cutipay), otros 6 kms
más, en embarcación. Se
necesita una jornada completa
improvisado. Aquí no hay turismo rural me-
todológicamente concebido, sino esponta-
neidad auténtica fundamentada en la pre-
paración de honrados productos naturales
(pan de horno, una cazuela de pollo, unos
dulces caseros tradicionales…), presenta-
dos al caminante en un entorno maravillo-
so. Mientras almorzamos, la esplendida pa-
norámica sobre el litoral valdiviano nos
permitirá ir reconociendo, a vista de pája-
ro, la playa y la punta de Curiñanco; las
puntas Calfuco y Misión; los accesos maríti-
mos a la bahía de Corral, marcados por el
característico Morro Gonzalo. En cuanto al
sagrado cerro Oncol, se muestra levitando
sobre las continuas extensiones de bosque
nativo. El lugar de los Ñanco, como hito en
el camino olvidado, resulta sencillamente
memorable.
Nuestra Ruta Verde continuará hasta en-
lazar con el camino ripiado de Los Pelli-
nes; buscará entonces la referencia de la
para llevar a cabo esta Ruta
Verde. El tramo Los Pellines-
Cutipay resulta apto en la
bicicleta BTT.
UÊMEJOR ÉPOCA
Cualquier época del año.
UÊVALORES NATURALES
A menos de 25 kms de la ciudad
de Valdivia, el itinerario enlaza una
espléndida playa (la de
Curiñanco), parajes apartados,
sectores de bosque nativo bien
conservados. En cuanto al sector
fluvial del Cutipay, alberga algunos
de los mejores rincones
avifaunísticos en la cuenca del río
Valdivia. Existe el puma, el pudú,
la guiña, el zorro culpeo. Loros
choroy, paseriformes, rapaces. En
el estero Cutipay, concentraciones
pequeña escuela rural del lugar; y conti-
nuará después por el camino rural de Cal-
fuco Alto para abordar el descenso final
hacia el Cutipay según una enfilación SE.
Nos encontramos aquí con don Pedro Gu-
tiérrez Paillalef, que con sus más de no-
venta años a cuestas, a cuestas sigue car-
gando su diario cargamento de astillas
con el que alimentar el fuego del hogar…
Don Pedro nos confirmará que nos encon-
tramos en la buena dirección. Y también
añade que ‘de antiguo pasaban muchas
personas por aquí; pero ahora nos cerra-
ron con candado el paso a Cutipay…’.
s indicaciones, junto con las del habitante
Joel Quimán (al que encontramos arras-
trando troncos de laurel con su yunta de
bueyes), nos resultan valiosas para prose-
guir en la huella del camino olvidado. En
determinado momento, la vista sobre el
Cutipay nos sorprende con sus islas de to-
toras y el punteo de colores de cientos de
aves sobre sus humedales. Como la tarde
esta límpida, en la lejanía se divisan las
nieves del volcán Puyehue y el cordón del
Caulle. Tras un largo descenso, la huella
que traemos nos lleva al encuentro de un
pequeño puente sobre un canal escondi-
do. Aquí nos encontramos con nuestra
embarcación inflable, que nuestros cola-
boradores han dejado después de subirla
Cutipay arriba. A bordo de ella, remare-
mos por el canal hasta desembocar en el
Cutipay cerca de los restos de la referida
Casa de Piedra. A partir de aquí ya todo
será aprovechar la marea bajante hasta la
carretera Valdivia-Niebla. Pero antes nos
detendremos, en ruta, donde el muelle de
los Villanueva: para decirles a nuestros
amigos que el Camino Olvidado, de Curi-
ñanco a Cutipay, sin duda, se inscribe en-
tre las mejores Rutas Verdes. O
importantes de cisnes de
cuello negro; una gran colonia de
cormoranes; garzas; anátidas.
Los lobos marinos remontan por el
estero hasta la misma boca del GPS 1 Extremo norte de la playa de Curiñanco/ Punto panorámico/ punto de inicio de ruta- 39°43'11.65"S/ 73°24'11.50"O
río Negro… GPS 2 Por la playa de Curiñanco/ se cruza un pequeño estero- 39°43'43.63"S/ 73°23'55.19"O
GPS 3 Por la playa de Curiñanco/ se cruza otro pequeño estero- 39°45'5.78"S/ 73°23'29.35"O
GPS 4 Fin de recorrido por la playa de Curiñanco- acceso a carretera- 39°45'36.40"S/ 73°23'20.88"O
UÊCÓMO LLEGAR
PUNTOS GPS
GPS 5 Camino hacia Los Pellines- 39°45'36.17"S/ 73°23'18.25"O
De Valdivia a Curiñanco,
GPS 6 Continuación huella hacia Los Pellines- punto panorámico 39°45'29.49"S/ 73°23'11.03"O
20 kms; el sector puente de Cutipay GPS 7 Continuación camino hacia Los Pellines/ Casa Ñanco- 39°45'30.59"S/ 73°22'54.03"O
se localiza a 8 kms de Valdivia. GPS 8 Entronque con camino de Calfuco Alto- 39°45'46.82"S/73°22'12.23"O
GPS 9 Escuela Rural de Los Pellines- 39°45'50.06"S/ 73°22'23.08"O
UÊALQUILER DE LANCHA GPS 10 Continuación camino hacia Cutipay- 39°45'51.95"S/ 73°22'18.44"O
Los hermanos Villanueva GPS 11 Casa Quimán- 39°46'42.65"S/ 73°22'7.65"O
pueden transportarnos con las GPS 12 Zona de paso restringido a vehículos a motor- 39°46'53.79"S/ 73°22'7.90"O
GPS 13 Bifurcación/ continuar, en descenso, a izquierda- 39°47'31.15"S/ 73°21'47.31"O
bicicletas en una de sus
GPS 14 Bifurcación/ continur en descenso, a derecha- 39°47'39.90"S/ 73°21'19.12"O
lanchas, navegando por el Cutipay
GPS 15 Bifurcación/ continuar en descenso, a izquierda- 39°47'53.83"S/ 73°21'26.44"O
tel. 94 2033 88). GPS 16 Puente/ punto de transferencia de ruta terrestre a náutica/ canal- 39°48'25.99"S/ 73°20'30.95"O
GPS 17 Humedales del Cutipay- 39°49'0.24"S/ 73°20'43.06"O
UÊCARTOGRAFÍA GPS 18 Astillero artesano de los hermanos Villanueva- 39°49'28.87"S/ 73°20'39.24"O
Instituto Geográfico Militar, escala GPS 19 Puente Cutipay/ carretera Valdivia-Niebla/ ¡atención! fuerte rápido mareal...- 39°51'18.00"S/ 73°19'49.63"O
1:50.000, hoja ‘Corral’ GPS 20 Embarcadero/ punto final de ruta- 39°51'16.96"S/ 73°19'56.69"O
PE RV/P45
De Curiñanco al fiordo Cutipay. Por el camino olvidado /297
HITO HISTÓRICO-CULTURAL
PEHHC45
Locomotora a vapor N° 620 (MN)
En la ruta de El Valdiviano
Jimena Jerez Bezzenberger, Antropóloga, y Equipo Atlas IP
EN LA RUTA HACIA LA ESTACIÓN DE ANTILHUE, LA LOCOMOTORA Nº 620 RESOPLA COMO ANTAÑO.
La Locomotora a vapor N° 620, tipo 57, fue construida por la
Sociedad Maestranzas y Galvanización de Viña del Mar, en
Chile, hace ya más de 100 años, en 1913. Los planos originales,
de 1908, eran escoceses. Su peso total en servicio sobrepasaba
las 80 toneladas. Declarada Monumento Nacional, fue la
última locomotora a vapor que se operó en la red sur del país,
antes de la dieselización de la vía.
EN LAS COMUNAS DE LOS LAGOS Y DE VALDIVIA
F
in de semana y el vapor frío de la
mañana se cuela entre los abrigos
y los gorros de lana. Avenida Ecua-
dor, barrio tan bohemio y popular
en Valdivia, casas antiguas calle Picarte
arriba, después de saludar las palmeras y a
la copa de agua, agarrando el ticket en la
mano. Un olor profundo, espeso, hace adi-
vinar que la enorme serpiente de metal
aguarda entre bocanadas silbantes la hora
de emprender el viaje, entre canastos y
mochilas que sustituyen a las antiguas ma-
letas, los chales arrebozando y las caras
dormidas de los niños, los vendedores am-
bulantes ofreciendo café y panes con ají.
La locomotora a vapor N° 620 engancha
los carros brillando con su cara negra, los
rieles relucen bajo el sol que deshace la ne-
blina del río y desdibuja el gentío que se
apronta a subir.
El tren, resoplante, iniciará una vez más su
sinuoso recorrido a lo largo del río Callecalle,
pasando por el barrio Collico, por el pie de
la Cuesta Soto (que es el nombre de un
antiguo encomendero de Valdivia), por las
localidades rurales de Huellelhue y
Pishuinco, siempre a través de paisajes ver-
des los cuales no resultan percibibles, tanto
en perspectiva como en intensidad, desde
las ventanillas de los convencionales auto-
móviles. Los viajeros a bordo, hoy turistas,
asoman encantados sus cabezas por las
ventanas antiguas de los coches del tren.
Mientras sus oídos se llenan de historias
misteriosas de curas y soldados españoles,
de tesoros escondidos y fuegos fatuos. La
gente se levanta, transita emocionada por
los pasillos y comen sus meriendas, mor-
diendo empanadas y calzones rotos.
En Antilhue, terminus del viaje en dirección
a Los Lagos, la parada huele sobre todo a
tortillas y longaniza, a manzanas y chicha, a
castañas en otoño, con toda la alegría del
Sur desplegada durante unas horas. El tren
UNA EXPERIENCIA TURÍSTICA EXCEPCIONAL: LA DEL EXPRESO EL VALDIVIANO.
Q
Un viaje patrimonial
anunciará, al fin de la tarde, su partida y
retorno de nuevo hacia Valdivia, con un sil-
bido que resuena por los bosques del entor-
no, después de que la máquina haya dado la que siempre consigue cautivar a los
vuelta en la tornavía y se haya abastecido
convenientemente de más agua para sus viajeros que lo gozan.
calderas. El olor del carbón penetra fuerte-
mente en la nariz. Cansados, algunos viaje-
ros duermen en los amplios sillones, otros
se asoman una vez más al coche-comedor.
Todo este interior es de añejo cuero, made-
ras de antaño, metales de época y firmeza
frente al paso del tiempo.
En efecto, el tren Expreso El Valdiviano,
que efectúa el recorrido patrimonial en tren
con locomotora a vapor y tres coches de
primera clase entre Valdivia y Antilhue de
tanto en tanto, siempre consigue cautivar,
patrimonialmente hablando, a los viajeros
que lo gozan. Se trata, sin duda, de la mejor
experiencia-paréntesis del tiempo pasado y
de la historia ferroviaria de Chile. Q
PE HHC45
Locomotora a vapor N° 620 (MN). En la ruta de El Valdiviano /299
PE RV/P46
Navegando por el
río Angachilla
Los olvidados humedales del Santo Domingo
LOS HUMEDALES DEL SANTO DOMINGO, DESDE EL MUELLE DE LAS GAVIOTAS.
L
os más de 250 kms navegables
de la cuenca del río Valdivia, a
partir de la capital de la región
de Los Ríos, siempre reservan
nuevas sorpresas. Un ejemplo: ¿cuantas
veces hemos pasado por la carretera T-35,
en dirección sur hacia Paillaco y Osorno, y
hemos podido contemplar esas extensio-
nes de mallines y humedales a nuestra
mano derecha, casi desde la salida misma
de la ciudad y hasta el cruce con el cami-
no hacia Corral? Se trata de los humeda-
les de Santo Domingo, una extensión de
aprox. 2.000 hectáreas inundadas, com-
prendidas entre los ejes viales menciona-
dos y los cerros de la península de San
Ramón (que los separan del curso del río
Futa, situado poco más al sur).
Los principales alimentadores hídricos de
estos valiosos humedales son los esteros
Llancahue, Piedra Blanca y Santo Domin-
go, del que toman su nombre. Si consul-
tamos los mapas de antes del terremoto
de 1960, el paisaje en este sector resulta-
ba ser muy diferente, con los esteros
mencionados trazando cursos sinuosos
entre riberas bien definidas, entre potre-
ros dilatados que servían de soporte a
una importante cabaña ganadera. Todo
ello, casi a las puertas mismas de la ciu-
dad de Valdivia. Pero el cataclismo de
hace ahora 54 años lo trastocó todo. El
terreno se hundió en más de metro y me-
dio; el agua se embalsó sobre una amplia
cubeta de terreno; y los totorales pasa-
ron a conquistar el entorno. Así, los nue-
vos humedales del Santo Domingo pasa-
ron a erigirse en uno de los tesoros orni-
tológicos regionales, albergando hasta
hoy una profusión sorprendente de espe-
cies avifaunísticas.
UNOS HUMEDALES VALIOSOS, IDÓNEOS PARA EL BIRDWATCHING: LOS DE SANTO DOMINGO…
¿Pero cómo se puede llegar, navegando,
hasta estos humedales del Santo Domin-
go? La clave, sin duda, esta en remontar
el curso del río Angachilla. Es cierto que
Valdivia y sus habitantes han perdido la
memoria de sus maravillosos ríos aleda-
ños y que, en el día de hoy, casi nadie tie-
ne en mente, como antaño, el maravillo-
so laberinto de los ejes fluviales regiona-
les. Para algunos, la causa del olvido se
debería al temor inconsciente colectivo
que se generalizó tras el terremoto y ma-
remoto de 1960… La motorización terres-
tre, sin duda, también es otra causa de la
decadencia en el uso de esos caminos hi-
drográficos, que antes constituían la úni-
ca posibilidad de comunicación para mu-
chos sectores del entorno valdiviano. En
nuestro caso, tuvo que ser don Ebelio, el
solitario pescador que habita en una pe-
queña isla del brazo de Guacamayo,
quien un buen día nos desveló que ‘por
el Angachilla se puede llegar navegando
Muelles y PAN
(Puntos de Acceso Náutico)
En 2008 un consorcio consultor chileno-español, encabezado por las empresas Alian-
za Creativa y Atlas IP desarrolló el estudio denominado ‘Desarrollo de Productos Estra-
tégicos que potencien la Actividad Turística de la Red Fluvial del Río Valdivia y sus
Afluentes’. Dicho trabajo fse desarrolló en el marco de un plan de compensaciones a
un grupo de armadores locales afectados por la crisis ambiental y turística acontecida
en 2004, como consecuencia del desastre en el río Cruces.
El proyecto abordó una exploración muy completa de la red hidrográfica regional, con
especial énfasis en los ejes fluviales del entorno valdiviano e incluyendo el río Anga-
chilla y los humedales de Santo Domingo, objeto de esta Ruta Verde. Entre los resulta-
dos del mencionado trabajo se presentaron proyectos concretos como el de un ‘Siste-
ma de adecuación del entorno náutico-turístico de Valdivia’, ‘Los Ríos de Valdivia Char-
tering’ (un sistema de arrendamiento de casas flotantes construidas localmente), un
‘Plan de revitalización de los astilleros tradicionales’, la ‘Revitalización de la Red de
Alojamientos Turísticos en el río Cruces’ o un ‘Sistema de Transporte Fluvial para la ciu-
dad de Valdivia’, el cual plasmaba el planteamiento de water-buses, taxi-buses o buses
fluviales según el análisis y referencia de 35 casos internacionales (entre los que se
recomendaba como modelo el de los amarillos Buzes utilizados en Fort Lauderdale y el
condado de Brodward, en Florida, USA) y presentaba cartográficamente el emplaza-
miento de hasta 13 estaciones y paradas fluviales entre Collico y el islote Haverbeck.
Los autores del referido trabajo asimismo propusieron la recuperación de muchos de
los antiguos muelles, hoy abandonados, a lo
largo de la red hidrográfica valdiviana, den-
tro de una estrategia para la reconquista
ecoturística de los ejes fluviales regionales.
Entre estos PAN o Puntos de Actuación Náu-
tica, los números 32, 33, 34 y 35 aparecen
localizados a lo largo del río Angachilla y en
los humedales de Santo Domingo, áreas que
también fueron revisadas con motivo de
aquel trabajo exhaustivo. Para algunos de
los que participamos en él fue, además, el
motivo de enamorarnos definitivamente de
estos ríos de Valdivia.
MAS DE 2.000 HECTÁREAS
DE HUMEDAL POCO CONOCIDO.
PE RV/P46
Navegando por el río Angachilla . Los olvidados humedales del Santo Domingo /301
302/ PE RV/P46
Navegando por el río Angachilla. Los olvidados humedales del Santo Domingo

hasta los mallines de Santo Domingo…’;

‘con profundidades de más de 7 metros
siempre bajo la quilla…’. Desde entonces,
la verdad es que teníamos ganas de me-
ter la proa de nuestro velero La Grulla
Azul en estos parajes.
Una navegación que comenzó, como tantas
otras veces, frente al muelle Schuster de la
ciudad de Valdivia. La marea se encontraba
en fase montante, pero esta circunstancia,
en principio negativa, nos interesaba para
cuando veinte minutos más tarde pasáse-
mos a desviárnos por el referido río Guaca-
mayo arriba. El motor zumbaba rítmica-
mente; los cisnes de cuello negro salieron a
nuestro encuentro con más de un centenar
de individuos; y la curva fluvial que marca
la confluencia de los ríos Futa y Guacamayo
nos permitió proseguir la navegación con
placer y en completo sosiego. Seguidamen-
te, una de las balizas color rojo que las que
marcan este sector fluvial apareció inclina-
da y tumbada, lo que nos sirvió de oportu-
na indicación para virar a babor, aproxi-
marnos a la punta de la península de San
Ramón y adentrarnos definitivamente en el
curso del Angachilla.
Lo más curioso de esta Ruta Verde es que
discurre casi por las inmediaciones Sur
mismas de la ciudad de Valdivia, la cual
emite hasta sus orillas algunos sectores re-
sidenciales dispersos, como el de Miraflo-
res. No obstante, el Angachilla pronto se
transforma en un río solitario, sin señal al-
guna de urbanidad próxima. Poco antes del
muelle Angachilla (hasta aquí llega un inte-
resante itinerario ciclista, procedente de la
avenida Schneider y el centro urbano) se
presenta un obstáculo importante para los
NUESTRO VELERO, FONDEADO EN EL CORAZÓN DEL HUMEDAL: LA RESERVA LLANCAHUE,
COMO TELÓN DE FONDO.
veleros: se trata del tendido eléctrico que
salta de una a otra ribera fluvial, con me-
nos de 10 m sobre el cauce. Por suerte, La
Grulla Azul está equipado con un sistema
de mástil fácilmente abatible, con ayuda de
un cabestrante. A la altura de la confluen-
cia del estero Angachilla (otro magnífico
refugio para los cisnes de cuello negro) vol-
veremos a levantar el mástil. E incluso nos
decidiremos a largar la vela génova para
deslizarnos en silencio entre las riberas
boscosas, que presentan aquí algunos rin- ña verde chillón, muy notoria. La línea que en nuestro velero otros 5 kms más hasta hue, dependiente de Bienes Nacionales. dos. Los cercos en madera que delimitaban durante varias curvas fluviales más, has-
cones de venerable bosque nativo. une ambas posiciones es la que, precisa- decidir finalmente echar el ancla frente a En cuanto al antiguo curso del río Santo los potreros ribereños antes del gran terre- ta cerca del paraje Rincón de la Piedra.
La sonda arroja lecturas de más de 10 m de mente, marca el comienzo de los humeda- la solitaria casa del fundo Rincón Nuevo. Domingo, resulta reconocible a través de moto de 1960 emergen fantasmagórica- Llegados a este término, pensamos, en
profundidad pero, a los 7 kms de navega- les del Santo Domingo: el espléndido déda- Aquí almorzaremos a bordo y nos conce- los humedales. Aunque comprobaremos mente en sus riberas, acá y allá. Al cabo de sentido inverso, el recorrido de esta na-
ción Angachilla arriba, el paisaje comienza lo comienza… deremos una placida siesta. Un huairavo que su profundidad mantiene más de 2 m un par de kilómetros alcanzamos la carre- vegación que acabamos de realizar: ¿no
a abrirse. Reconocemos, por la orilla norte, Serán diversos brazos de agua los que se se posa en la punta del mástil. Y en direc- hasta las inmediaciones de la carretera Val- tera T-35 y el puente de Santo Domingo, lu- constituiría acaso una magnífica ruta
en un altozano ribereño en el sector peri- abren a partir de aquí entre la maraña de ción norte, la panorámica sobre los hume- divia a Paillaco, decidimos utilizar nuestra gar donde se localiza también el enclave ecoturística en kayak, este viaje, de vuel-
urbano de Las Gaviotas, con pequeño ora- islas inundadas y totorales. La mejor ruta dales nos presenta como telón de fondos pequeña embarcación neumática auxiliar turístico-recreativo ‘Borde Río’. Pero la ta, desde los humedales de Santo Domin-
torio de la Virgen de Lourdes. Y en la orilla ESTA BALIZA INCLINADA MARCA LA
es la que discurre a proximidad de la ribe- el magnífico enclave de bosque nativo para efectuar su reconocimiento a partir marea montante todavía nos permitirá go hasta Valdivia? Les animamos a uste-
sur, destacando a media ladera, una caba- CONFLUENCIA DEL FUTA Y EL ANGACHILLA. ra sur, que nos permitirá todavía navegar amparado dentro de la Reserva Llanca- del lugar donde nos encontramos fondea- seguir remontando el río Santo Domingo des a disfrutarlo…O

PE INFOVIAJE
mareal abarca la totalidad del río Paillaco; podemos plantear riberas del Angachilla, Las Gaviotas, excelente punto
Angachilla y de los humedales de también en base a recorridos escarpadas, mantienen buenos panorámico sobre el humedal. EL PUENTE GPS 1 Muelle de Guacamayo- 39°52'5.05"S/ 73°16'0.90"O
Santo Domingo). parciales, con finales de viaje bien sectores de bosque nativo, SANTO

UÊDURACIÓN Y DISTANCIAS FLUVIALES
Entre el puente Pedro de Valdivia
y la confluencia de los ríos Futa y
Angachilla, en la isla del
Guacamayo, son 8 kms fluviales;
entre este punto y el desaguadero
de los humedales de San Antonio,
son otros 8 kms por el río
Angachilla; la travesía del los
humedales, según el itinerario
náutico descrito, son 7 kms,
hasta el puente de Santo
Domingo; río Santo Domingo
arriba, la influencia de la marea
permite remontarlo en casi otros
EL FUNDO RINCÓN 2 kms más; esta Ruta Verde
NUEVO, DESDE LA UÊLOCALIZACIÓN: resulta muy recomendable en
CONFLUENCIA DEL SANTO Comuna de Valdivia. kayak, en sentido inverso a su
DOMINGO.
descripción, aprovechando la
UÊALTITUDES: marea descendente y a partir del
Máx: 318 m, en los cerros de San mencionado puente de Santo
Ramón; mínima: 0 m (la influencia Domingo, en la carretera Valdivia-
en el muelle de Las Gaviotas
(a 7 kms; 2 h en kayak), en el
muelle Angachilla (a 12,5 kms;
3,5 h) o en el muelle Guacamayo
(a 16 kms; 4 o 5 h).
UÊMEJOR ÉPOCA:
Cualquier época del año
UÊVALORES NATURALES:
Las zonas húmedas de Santo
Domingo revisten una importancia
regional fundamental, albergando
una variedad avifaunística
sorprendente; cuando el desastre
ambiental del río Cruces, en 2004,
decenas de cisnes de cuello
negro eligieron sus mallines y
humedales como refugio de
supervivencia; también
irrumpieron en el entorno del río
Angachilla, donde se han
instalado desde entonces; las
excelente habitat para el pudú; en
cuanto a los humedales y brazos
fluviales del conjunto insular
conformado por las islas
Guacamayo, Valdés e Itamalal
constituye otro de los parajes
ambientalmente más destacados
de toda la cuenca del río Valdivia;
al igual que los humedales que
rodean la península de San
Ramón.
UÊPUNTOS DE INTERÉS FLUVIAL
Numerosos muelles tradicionales,
la mayor parte arruinados; casas
tradicionales de campo, como la
del fundo Rincón Nuevo, venidas
a menos tras el terremoto de
1960; o la de la península San
Ramón; el puente de Santo
Domingo, en la carretera Valdivia-
Paillaco; el pequeño oratorio de la
Virgen de Lourdes, en el sector
UÊCÓMO LLEGAR
Si elegimos el puente Santo
Domingo como punto de partida
para un descenso en kayak, a 7
kms del centro urbano de
Valdivia, por la carretera a
Paillaco y Osorno.
UÊEQUIPAMIENTOS TURÍSTICOS
En la península de San Ramón
(solo acceso por vía náutica), en
una bella mansión de estilo
colonial alemán, funciona el
Centro Agroturístico Península de
San Ramón (tel. 99 70 99 52;
contactar con Víctor Bentjerodt),
con propuesta de almuerzos
campestres (incluyen aperitivo,
asado, postres y buen vino
insular…) . En el entorno del
puente Santo Domingo (carretera
Valdivia- Paillaco) funciona el
denominado Centro Turístico
Borderío, en un atractivo entorno,
con zona de acampada, fogones
y asadores, piscina y una cuidada
infraestructura que incluye un
pequeño embarcadero sobre el
río Santo Domingo; tel. 509 00
00; www.borderiovaldivia.cl. En el
PUNTOS GPS
DOMINGO, EN GPS 2 Planta chipiadora/ Muelle forestal- 39°52'16.07"S/ 73°15'51.05"O
LA CARRETERA GPS 3 Confluencia de los ríos Guacamayo y Angachilla- 39°52'27.17"S/ 73°15'46.55"O
VALDIVIA-
PAILLACO. GPS 4 Península San Ramón- 39°52'23.23"S/ 73°15'29.17"O
GPS 5 Confluencia estero Angachilla- 39°52'33.79"S/ 73°14'33.23"O
GPS 6 Río Angachilla- 39°52'49.94"S/ 73°14'13.50"O
GPS 7 Confluencia estero Prado Verde- 39°52'48.39"S/ 73°13'38.16"O
GPS 8 Muelle de las Gaviotas/ Santuario Virgen de Lourdes- 39°53'8.12"S/ 73°10'49.73"O
GPS 9 Humedales de Santo Domingo/ brazo principal de navegación-
39°53'31.29"S/ 73° 9'47.87"O
sector Rincón de la
GPS 10 Continuación eje principal de navegación- 39°54'34.27"S/ 73° 9'46.45"O
Piedra, también
próximo al río Santo GPS 11 Casa y fundo Rincón Nuevo- 39°54'41.93"S/ 73° 9'19.23"O
Domingo, existe el GPS 12 Río Santo Domingo- 39°54'39.92"S/ 73° 9'14.20"O
camping Rincón de la GPS 13 Puente Santo Domingo/ carretera Valdivia- Paillaco-
Piedra (por la carretera 39°54'23.59"S/73° 8'21.05"O
Valdivia- Paillaco, por GPS 14 C.T. Borderío- 39°54'21.77"S/ 73° 8'21.04"O
desvío a 9 kms desde el centro GPS 15 Límite máximo de influencia mareal- 39°54'14.48"S/ 73° 7'34.46"O
de Valdivia).
UÊCARTOGRAFÍA
Instituto Geográfico Militar, escala
1:50.000, hojas ‘Corral’ y
‘Valdivia’.

PE RV/P46
Navegando por el río Angachilla . Los olvidados humedales del Santo Domingo /303
HITO HISTÓRICO-CULTURAL EN COMUNA DE MÁFIL

PEHHC46

Máfil arqueo-industrial
Pupunahue, Industria Formio, la Termoeléctrica
Jimena Jerez Bezzenberger, Antropóloga, y Equipo Atlas IP

La historia de las gentes de Máfil es de migraciones, esfuerzo, esperanzas, siempre engarzadas

a los trenes y las instalaciones ferroviarias. Máfil tuvo, además, una importante tradición
lechera, forestal, agrícola y ganadera, circunstancias que se ven reflejadas en la permanencia
de las tradiciones y el folklore. Esta historia, en su conjunto, ha sido rescatada gracias al
trabajo de la Casa de la Cultura de Máfil en conjunto con la Biblioteca local, que impulsa
actividades educativas y culturales que valorizan el patrimonio cultural, tangible e inmaterial
de la comuna.

LA ÑOCHA FUE UNA PLANTA INTRODUCIDA DE NUEVA ZELANDA. LA CASA DE LA CULTURA DE MÁFIL.

VINCULADA A LA ANTIGUA MINERÍA CARBONÍFERA, LA MOLE APARECE HOY COMO UNA SINGULAR ESTRUCTURA "EN MEDIO DE NINGUNA PARTE".

M
uchas son las ruinas ar-
queo-industriales que lla-
man la atención en esta
comuna: se trata de cons-
trucciones abandonadas, impávidas, que
surgen en medio del paisaje con aire a
veces surrealista, como es el caso de la
Mole, tan espectacularmente ubicada a
orillas del río Callecalle y vinculada a la
antigua actividad minera carbonífera. A
comienzos del siglo XX las minas de car-
bón identificadas en la zona eran las de
Arrau (explotadas de 1935 hasta 1948),
las de Máfil, las de Pupunahue y las de
Catamutún. Originalmente abastecían a
la Empresa de Ferrocarriles del Estado,
más tarde también a la Compañía Austral
de Electricidad. En la segunda mitad del
siglo XX esta minería carbonífera au-
mentó todavía un poco más su relevancia
regional. En la comuna de Máfil, son Pu-
punahue y Catamutún las localidades
donde se concentraba esta actividad.
Las explotaciones de Máfil propiamente
dichas fueron explotadas entre 1911 y
1948, alcanzando producciones de hasta
70.000 toneladas al año. En cuanto a las
de Pupunahue, tuvieron relevancia entre
1935 y 1967. Las de San Pedro, en
Catamutún, datan de 1948, en base a un
negocio iniciado por la familia Oettiger en
la década de 1920. En 1930 pasará a
transformarse en la Sociedad Anónima
Los Copihues de Pupunahue, empresa
que en conjunto con la CORFO iniciará en
la década de 1950 un ambicioso proyecto
denominado Plan Pupunahue, por medio
del cual se buscó la gasificación del car-
bón. En 1953 CORFO proyectó construir
una planta purificadora de carbón en el
lugar, para producir coque y gas destina-
Q De la antigua
dos al consumo de las ciudades del sur
del país.
Las construcciones necesarias para el pro- Fábrica Formio salieron
yecto estaban casi concluidas cuando el
terremoto de 1960 detuvo las obras y el
emprendimiento fue abandonado. Las rui-
fibras de pita por
nas de Mulpún son el vestigio solitario de
la industria minera de Pupunahue, que
lazos, pilguas y mallas.
extraía carbones livianos o sub-bitumino-
sos. En su época de funcionamiento, se
trasladaba su carbón mediante el ferroca-
rril hasta Antilhue, donde era llevado por
barco a los altos hornos que funcionaban
en el Puerto de Corral; y a la central ter-
moeléctrica de Millahuillín, que abastecía
de energía eléctrica a Valdivia. Hoy en día
se localiza dentro del Fundo Aras de
Pupunahue, criadero equino del Ejército
de Chile, estratégicamente ubicadas en la
orilla norte del río Callecalle y a corta dis-
tancia del trazado de la Ruta 5.
Se trata de una zona de intensa preocupa- procesar ladrillos. También estaba la deno-
ción por la energía y sus fuentes, desarro- minada Fábrica Formio, que se emplazó
llándose diversas iniciativas térmicas hasta en los fundos de Chihuao, perteneciente a
la actualidad. En 1981 se realizaron nuevas los hermanos Hoffman, y en el fundo
prospecciones en la mina El Laurel. En Putabla, perteneciente a Guillermo
Mulpún la empresa Energy, vinculada al Berkhoff. Se trataba de una empresa dedi-
brazo minero de la familia Luksic, la cada al cultivo y procesamiento de la
Antofagasta Minerals, y al grupo australia- ñocha (Phormium tenax), planta de lar-
no Carbon Energy, desarrolló reciente- gas hojas de origen neozelandés. De alta
mente un proyecto piloto de explotación demanda para cercos y corrales de ovejas,
no tradicional de carbón para producir era utilizada también para hacer fibra o
gas, a partir de carbón, para generar final- pita, ya que sus largas tiras se tejen en
mente electricidad para el sistema interco- resistentes lazos, muy apropiados para
nectado central (lo que ha suscitado preo- enristrar, hacer pilguas o mallas y diversa
cupación entre la ciudadanía). artesanía. La ñocha y sus derivados deca-
Otras ruinas industriales en la comuna de yeron en cuanto a su uso con la aparición
Máfil son los de La Mafilita, cuyos restos de las bolsas de plástico, aunque pudieran
productivos pueden rastrearse por todo el volver a repuntar como una alternativa
pueblo a modo de piedra roja molida, ya menos agresiva en relación con el medio
que esta fábrica a lo que se dedicaba es a ambiente. Q

PE HHC46
Máfil arqueo- industrial. Pupunahue, Industria Formio, la Termoeléctrica /305
PE RV/P47
Islas al sur de Valdivia E
l viento del NO y la marea cre-
ciente impulsan raudo a nues-
tro velero, que se desliza hacia
el sector más angosto del río
Del Estancilla al Tornagaleones Tornagaleones. Este brazo fluvial, mezcla
de río y de fiordo, rodea por dos de sus
caras a la gran isla del Rey y la separa, a
modo de foso, del territorio continental
inmediato. La sonda indica una profundi-
dad media estable, con más de 8 metros
bajo la quilla. Pero de pronto, en la sole-
dad del paisaje, surge una visión que nos
deja petrificados. En la carta náutica no
habíamos reparado la información al res-
pecto… Es el tendido eléctrico de Valdivia
a Corral que, a nuestra proa, salta de una
orilla a la otra… Este tipo de obstáculos,
para un velero, puede resultar catastrófi-
co, en el caso de que la altura del mástil
llegue a superar la de los cables sobre el
nivel del río.
Pero nuestro velero La Grulla Azul es de
rápida maniobra: primero, un drástico
golpe de timón para aproarlo al viento
portante; a continuación, arriamos la vela
mayor y recogemos el génova con ayuda
del enrrollador de proa; además, pone-
mos en marcha el motor, al mismo tiem-
po… Para terminar de salvar la emergen-
cia, instalamos el brazo de polea median- PANORÁMICA SOBRE LOS HUMEDALES
te el cual, en nuestro barco, somos capa- La navegación, a vela o a motor, por las is- DEL GUACAMAYO, DESDE LA ISLA DEL
REY.
ces de abatir el mástil en menos de cuatro las al sur de Valdivia, combinándola con la
minutos de maniobra. Y así enfilamos el
paso bajo el tendido eléctrico, ya sin ries-
del río Tornagaleones, resulta siempre
una experiencia magnífica. Aunque es
'Por una Zona de Interés
go alguno. Siempre, en estos casos, lo que
hay que jugar es sobre seguro…
cierto que muy pocos la practican. Si bien
la isla del Rey, con sus 51,5 kms2 de exten-
Náutico-Turístico de Los Ríos
de Valdivia’
R esultaría, sin duda, estratégico invertir la situación inmovilista que, en la mate-
ria náutico-turístico-recreativa, se detecta en la ciudad de Valdivia a pesar de su
excepcional cuenca fluvial vinculada (la cual comunica con el océano Pacífico desde
la inmediata bahía de Corral). Tal situación conlleva hoy, a pesar de las ingentes po-
sibilidades valdivianas, un lucro cesante náutico-turístico especialmente significati-
vo. Lo cual se traduce, en la práctica, en unos términos negativos en cuanto a opor-
tunidad de negocio, a diversificación económica y a rentabilidad turística y social
para este entorno privilegiado.
Una idea innovadora, entre otras, es la de conseguir la declaración operativa de una
Zona de Interés Náutico-Turística (o ZINTUR) de Los Ríos de Valdivia, en cuyo ámbito
geográfico, jurídico y administrativo se puedan aplicar una serie de fórmulas inno-
vadoras en la materia, cuya definición está pendiente de abordar. No debe olvidarse
que, en el transcurso de los últimos treinta años, la actividad náutico-turístico-re-
creativa ha venido constituyendo, en sus distintas vertientes y a nivel mundial, uno
de los sectores económicos de crecimiento más activo: según datos de la Organiza-
ción Mundial del Turismo (OMT) y según se puede constatar en la práctica totalidad
de los países desarrollados que cuentan con litoral marítimo, fluvial o lacustre. Las
aguas territoriales de Chile albergan, por otra parte, entre Valdivia y la Tierra de Fue-
go, algunas de las zonas náuticas que los expertos internacionales consideran como
‘de mayor excepcionalidad y rango de atractivos en el planeta’ (Pilots, Ed. Imray &
Laurie, Londres, 2006).
En este contexto, Valdivia, la capital de la Región de Los Ríos, presenta unas condi-
ciones especialmente privilegiadas, con sus aguas interiores dulces y protegidas,
estratégicamente situadas al paso de una de las principales rutas de circum-nave-
gación planetaria, que discurre por el Pacífico Sur, entre Australia, Nueva Zelanda y
la Polinesia, hacia el Estrecho de Magallanes y el océano Atlántico. Valdivia se sitúa,
por otra parte, en el corazón de un atractivo dédalo náutico, apto para su navega-
ción sobre más de 250 kms, en el caso de embarcaciones de hasta 2 m de calado; y
sobre más de 350 kms, en el caso de embarcaciones de hasta 1 m de calado. Se tra-
ta, en efecto, de las únicas aguas interiores fluviales en Chile y con comunicación
directa con el océano. ¿A que esperamos para abordar la creación, en los ríos de Val-
divia, de una gran Marina Austral?
NAVEGANDO HACIA LA ISLA ITAMALAL, POR EL RÍO GUACAMAYO
LA CASA DE ISLA MOTA: UNA DE LAS MAS BELLAS IMÁGENES EN EL RÍO VALDIVIA.
PE RV/P47
Islas al sur de Valdivia. Del Estancilla al Tornagaleones /307
308/ PE RV/P47
Islas al sur de Valdivia. Del Estancilla al Tornagaleones

caserío en su extremo norte. Pero nuestra

EL CANAL DE SAN FRANCISCO, CERCA DE LA CONFLUENCIA CON EL ESTERO ESTANCILLA, DE GRAN BELLEZA PAISAJÍSTICA.
sión, es un gigante insular (se trata de la
isla en agua dulce más extensa de toda la
geografía chilena), existen al menos una
docena más sobre el laberinto de brazos
fluviales formado, en su confluencia múlti-
ple sobre el río Valdivia, por los tributa-
rios Tornagaleones, Futa, Guacamayo, de
la Cantera y Angachilla.. El recorrido por
este dédalo fluvial a nosotros nos gusta
hacerlo, de preferencia, a partir de la con-
fluencia del río Cutipay, donde existe un
pequeño muelle inmediato al Km 8 de la
carretera Valdivia- Niebla.
En embarcación ligera, por ejemplo en ka-
yak, el secreto será explorar, en primer lu-
gar, el denominado canal de San Francisco.
Algunas atractivas villas residenciales jalo-
nan la parte continental de esta bella es-
trechura. Uno se desliza entonces entre la
boscosa isla de San Francisco y el entorno
de la desembocadura del estero Estancilla,
donde se avistan algunas de las mejores
concentraciones de cisnes de cuello negro
de toda la cuenca del río Valdivia. Entre la
isla de San Francisco y la inmediata isla
Mota existió un pedraplén o camino-dique
artificial uniendo ambas islas. Hoy este pa-
saje se encuentra roto en su parte más
próxima a la Mota, donde se ubica un fon-
deadero idóneo para embarcaciones de pe-
queño calado. Los pelícanos también fre-
cuentan este paradero. En la isla Mota exis-
te una casa de estilo colonial alemán mara-
villosa, que constituye una de las imágenes
sin duda más emblemáticas en el río Valdi-
via. En tiempos de la Colonia, se ubicó en el
lugar una batería artillera española, de
aquellas que defendían el acceso por río a
la plaza de Valdivia.
Cruzando el río Valdivia, a partir de la isla
Mota, nos podremos adentrar seguida-
mente por el brazo fluvial que se conoce
como el río de la Cantera, que bordea la
isla del Rey por su lado NE. Por desgracia,
la cobertura forestal de este sector, apa-
rece perturbada por plantaciones de es-
pecies exóticas, principalmente eucalip-
tos. Entre el río de la Cantera y el río Gua-
camayo se localiza el mejor sector insular
sur-valdiviano, con las islas Guacamayo,
Valdés e Itamalal como principales prota-
gonistas. Entre ellas se abre un dédalo de
pasos y totorales de altísima importancia
ambiental. Unos canales interinsulares
que solo resultan factibles en kayak o en
embarcación menor.
La isla Valdés está
stá deshabitada pero, en
un inmediato islote,
ote, habita una familia de
radicionales con sus botes
pescadores tradicionales
varados, su pequeña cabaña, la-
dridos de perros y maraña
de redes. La islaa
de Guacamayo es
la más extensa del el
ectáreas emergi-
grupo, con 127 hectáreas
das, retales de bosque y un pequeño
GAVIOTA DOMINICANA
(LARUS DOMINICANUS)
isla preferida siempre ha sido la de Ita-
malal (o Corral de Pastores, en mapudun-
gún), de propiedad privada, en la que se
ha efectuado una ejemplar acción refores-
tadora en base a especies nativas. Cuenta
con un pequeño muelle y proporciona
unas vistas formidables sobre los sectores
más intactos de la gran isla del Rey. Es
una de esas islas con las que uno sueña
para instalar un eco-pueblo, o para esta-
blecer su refugio perfecto fuera del mun-
danal ruido.
Frente a Itamalal, enmarcada por la con-
fluencia del Angachilla y el Guacamayo, se
ubica una península frondosa: la de San
Ramón, de características prácticamente
insulares. En ella se esconde una bella vi-
vienda de estilo colonial alemán. Extensos POR LA ISLA DEL REY EN BICICLETA.
humedales la rodean. Al alba y al atarde-
cer, se siente una algarabía de cisnes y
huairavos, de garzas cucas, taguas y cor-
moranes. El extremo sur de estos totora-
les se levanta un islote mínimo, el de los
Venados. Constituye, para el navegante, el
comienzo del paraje de Tres Bocas del Fu-
ta, que es donde confluyen los ríos Futa y
Tornagaleones. Aquí, por la parte de la is-
la del Rey, se levantan altivas las monta-
ñas de Pilhuita, que se terminan en el be-
llo paraje ribereño de El Arrayán.
La navegación por el Tornagaleones resul-
ta solitaria, con
co solo un pequeño sector UN BARCO TURÍSTICO, EN LA PENÍNSULA DE SAN RAMÓN.
habitado
habi en torno al paraje de
P
La Poza. Pero nuestro fondea-
dero preferido, y también el la desembocadura del río Naguilán, donde
fi
punto final para la Ruta Verde en el bote chico siempre acudimos a bus-
propuesta,
propuest se localiza más allá de car nuevos avistamientos de avifauna. En
la punta de la Romaza, donde el este paraje, cada invierno, nos relatan, se
pequeño muelle y caserío de La Bo- avistan pumas cruzando a nado hasta los
ex
ca, en el extremo sur de la isla del bosques de la isla del Rey. La más grande
Rey. Frente por frente se encuentra de estas islas al sur de Valdivia…O

PE INFOVIAJE
UÊLOCALIZACIÓN cisco e isla Mota, una buena idea cuello negro; en cuanto a los hu- barco el Explorador, proponiéndo-
Comunas de Valdivia y Corral. puede ser hacerlo desde el puen- medales y brazos fluviales del con- nos el recorrido de esta Ruta Verde
te sobre el río Estancilla (en la ca- junto insular conformado por las is- (desde Valdivia/ Muelle Schuster a
UÊALTITUDES rretera de Valdivia a Niebla). las Guacamayo, Valdés e Itamalal las islas de Guacamayo e Itamalal,
Máxima, 327 m, en el cerro Nogal, (separado de la isla del Rey por el continuando por el río Tornagaleo-
en la isla del Rey; mínima: 0 m UÊMEJOR ÉPOCA estrecho río de la Cantera) consti- nes hasta el paraje de La Boca/
Primavera y verano, como mejores tuye uno de los parajes ambiental- desembocadura del Naguilán, con GPS 1 Puente y muelle Cutipay/ punto de inicio de ruta náutica- 39°51'17.68"S/ 73°19'56.71"O
UÊDURACIÓN Y DISTANCIAS opciones (es importante tener en mente más destacados de toda la retorno vía el río de la Cantera y

FLUVIALES
Del muelle Cutipay al caserío de
La Boca (confluencia del Naguilán
en el Tornagaleones), son 19 kms;
desde Valdivia a la isla Guacama-
yo, son 7 kms; y hasta la isla de
Itamalal, 10 kms. En kayak, el me-
jor punto de partida es el muelle
Guacamayo, para explorar los
brazos fluviales entre las islas
Guacamayo, Valdés, del Rey e
MUELLE DE LA BOCA, EN
Itamalal (además del entorno de
EL TORNAGALEONES.
la península de San Ramón); para
el sector de las islas de San Fran-
cuenta las influencias de las ma-
reas, que generan fuerte corrientes
en el río Tornagaleones, con fuer-
tes olas y contraolas en el entorno
de La Boca/ desembocadura del
Naguilán).
UÊVALORES NATURALES
El entorno de las islas de San Fran-
cisco y Mota (junto con el inmedia-
to estero Estancilla) es un lugar
idóneo para la observación de avi-
fauna acuática, con concentracio-
nes muy notables de cisnes de
cuenca del río Valdivia; al igual que
los humedales que rodean la pe-
nínsula de San Ramón; el río Torna-
galeones es atravesado a nado,
cada invierno, por ejemplares de
puma hasta la isla del Rey: una
buena reserva para los pudúes…
UÊCÓMO LLEGAR
Como siempre, don José Marín
Lancapichún (tel. 77 09 51 16) des-
taca, entre los distintos armadores
valdivianos, como el más empren-
dedor e innovador, al timón de su
pasando por las islas de San Fran-
cisco y Mota, considerando un gru-
po de 10 personas).
UÊCARTOGRAFÍA:
Instituto Geográfico Militar, escala
1:50.000, hojas ‘Corral’ y ‘Valdivia’;
excelentes, las cartas náuticas del
SHOA denominadas ‘Ríos Cante-
ra, Guacamayo y acceso oriental al
río Torna Galeones’ (1:7.500), ‘Ac-
ceso a los ríos Valdivia y Tornaga-
leones’ (1:10.000), ‘Río Torna Ga-
leones/ Punta Las Romazas a Pun-
PUNTOS GPS
UN PELÍCANO,
CERCA DE LA ISLA
ITAMALAL.
ta Los Artilleros’ (1:7.500) y ‘Río
Torna Galeones/ El Toro a Punta
Las Romazas’ (1:7.500).
GPS 2 Isla Sofía- 39°51'23.52"S/ 73°19'1.44"O
GPS 3 Club de Yates/ Marina Estancilla- 39°50'54.75"S/ 73°19'1.20"O
GPS 4 Isla San Francisco- 39°51'12.29"S/ 73°18'2.09"O
GPS 5 Isla Mota- 39°51'30.42"S/ 73°17'19.16"O
GPS 6 Isla Valdés- 39°52'33.57"S/ 73°17'11.46"O
GPS 7 Isla Guacamayo/ muelle- 39°52'13.43"S/ 73°16'9.05"O
GPS 8 Planta chipiadora- 39°52'17.27"S/ 73°15'50.34"O
GPS 9 Península San Ramón/ muelle- 39°52'22.76"S/ 73°15'29.85"O
GPS 10 Isla Itamalal/ muelle- 39°53'23.59"S/ 73°15'38.14"O
GPS 11 Islote Los Venados- 39°53'39.60"S/ 73°15'19.39"O
GPS 12 Boca del río Futa- 39°54'10.05"S/ 73°15'1.13"O
GPS 13 Río Tornagaleones- 39°54'31.59"S/ 73°15'39.69"O
GPS 14 ¡Peligro en el caso de navegación en velero! ¡Tendido electrico sobre el río!- 39°55'12.16"S/ 73°16'13.65"O
GPS 15 Casas de La Poza- 39°56'54.10"S/ 73°17'7.50"O
GPS 16 Puente sobre el río Naguilán/ camino de Valdivia a Corral/ fin de ruta náutica- 39°56'49.89"S/ 73°18'22.57"O

PE RV/P47
Islas al sur de Valdivia. Del Estancilla al Tornagaleones /309
HITO HISTÓRICO-CULTURAL

PEHHC47

Tradicionales
balseos fluviales
Para pasar de una a otra ribera BARCAZA EPU HUAP (ISLA HUAPI, LAGO RANCO).

Jimena Jerez Bezzenberger, Antropóloga, y Equipo Atlas IP

En la región de Los Ríos, caracterizada por su Valdivia. De aquel viejo vado hoy solo per-
nutrida red hidrográfica y lacustre, el transporte manece el topónimo, desde que la cons-
trucción del puente sobre el río Callecalle
de personas, ganados y mercancías, de una a
en 1946 terminase de volver innecesario
otra ribera, siempre constituyó un capítulo aquel famoso paso de barcas o balseo.
altamente prioritario. Desde los lejanos tiempos La ausencia de puentes o su imposibilidad
de la Conquista, los primeros españoles en la constructiva hicieron tradicionalmente de
balsas y balseos un aspecto irrenunciable
zona se afanaron en la identificación de los de la identidad sureña. La importancia de la
vados y pasos de balseo más propicios. navegación de gran calado en el río Valdivia
hizo largo tiempo desaconsejable la cons-
trucción de puentes que impidiesen el desa-
rrollo de los astilleros localizados río arriba.
¡Qué valdiviano no recuerda con humor
cuando esa vez que el engalanado corso
fluvial de la Reina de los Ríos quedó desca-
bezado bajo el Puente Pedro de Valdivia,
por algún descuido con la altura del adorna-
do barco…!
Antes de la construcción del puente Cruces,
ocurrida en el último cuarto del siglo XX, el
viaje de Valdivia a Niebla se efectuaba, en
micro o vehículo privado, pero cruzando el
río entre los sectores de Las Mulatas y
Torobayo, según una fórmula de transbordo
fluvial que muchos valdivianos todavía
recuerdan perfectamente. Como en este
caso, en muchos lugares el ancho del tramo
y la rapidez comparativa a los accesos
terrestres tornan más interesante el cruce
en barcaza. La región cuenta todavía con
ejemplos de conectividad fluvial y lacustre
de este medio de transporte, dependientes
en algunos casos de la Dirección de Vialidad
del Ministerio de Obras Públicas, que tiene
a su cargo la construcción de balsas, balsa-
BARCAZA HUA HUM, deros y ferry-boats que resultan necesa-
EN INVIERNO (LAGO PIREHUEICO). rios para unir los caminos públicos y su
n el Archivo General de Indias, en explotación. Hay empresas privadas que
tral que considera a los cerros y cordilleras
en continuo movimiento ondulante (aunque
generando preocupación entre los ingenie-
ros actuales). La intervención de la base del
cerro en 1992 estaría en el origen de estos
derrumbes, un fenómeno que volvió a repe-
tirse durante el verano del 2013.
En el curso del eje fluvial San Pedro-
Callecalle existen todavía dos balseos acti-
vos e interesantes. Uno es el balseo de San
Javier, próximo a la localidad de Antilhue,
que comunica zonas rurales vinculadas a
las comunas de Máfil y de Los Lagos, situa-
das a una y otra orilla. Aguas arriba de la
ciudad de Los Lagos, el otro balseo es el de
San Pedro, que comunica el camino T-39
con el sector conocido como Huichaco. En
ambos casos se trata de balsas con una
capacidad de carga próxima a las 20 tone-
ladas, que operan afirmadas a un cable
tendido entre ambas orillas y cuya propul-
sión no es solucionada por ningún motor,
sino principalmente por la fuerza incidente
de la corriente del río contra su casco. BALSEO SAN PEDRO (RÍO SAN PEDRO)
Otro balseo tradicional es el de Puerto
Lapi , situado sobre el río Bueno poco des- más demandado turísticamente entre
pués del nacimiento de este curso fluvial a Panguipulli y hacia San Martín de Los
partir del desaguadero del lago Ranco. Andes, en Argentina. Antes, y por más de
Soluciona el paso de vehículos desde el eje 30 años, realizó este mismo viaje la barcaza
vial Río Bueno-Futrono hacia la localidad de Mariela, también hacia el paso internacio-
lago Ranco. Se trata de un hermosísimo nal Huahum, ruta CH-203, comuna de
sector de aguas transparentes y riberas Panguipulli. La actual barcaza Hua Hum
boscosas, muy apropiado para la práctica tiene 100 toneladas de capacidad de carga.
de la pesca deportiva. Aquí también la pro- Otra barcaza de transporte lacustre es la
pulsión se deriva de la propia incidencia de Epu Huapi, cuyo terminal de embarque se
la corriente fluvial, ayudada por una maro- encuentra en la ciudad de Futrono, y cruza
ma de tracción humana en la que suelen en navegación de poco más de una hora
participar juntos balseros y pasajeros. En hacia la isla Huapi, en el lago Ranco,
invierno suele suspenderse el servicio debi- donde es posible disfrutar de la gastrono-

E la lejana ciudad andaluza de Sevi-

lla, donde se guarda y clasifica to-
da la documentación referente al
periodo colonial español en América, desde
California a la Tierra del Fuego, existen le-
gajos que contienen este tipo de antiguas y
apasionantes referencias. En uno de ellos,
prestan este servicio, siendo una prioridad
su funcionamiento para la conectividad
regional y formando parte de su patrimonio
cultural. Y también quedan algunos entra-
ñables balseos artesanos.
La barcaza de transporte Cullamó es, en
su caso, una gran balsa motorizada que
do a la fuerza de la corriente, por lo que
será sustituido prontamente por un puente
actualmente en construcción. Cerca del
balseo de Puerto Lapi, en dirección a Lago
Ranco, se atraviesa el histórico paraje del
mía y tradiciones williche. También presta
servicio lacustre, en el lago Maihue, la
barcaza Consuelo XVII, que garantiza el
acceso a lugares aislados ribereños de este
hermoso lago andino. Finalmente mencio-
BALSEO TRUMAO (RÍO BUENO).
bosque de Quilín, entre esbeltos troncos de naremos el pequeño balseo de Trumao, en
árboles centenarios. la comuna de La Unión y sobre el río Bueno.

Q Vienen de tiempos en que las soluciones ingenieriles,

en lo que se refiere al entorno de Valdivia,
se menciona al desaparecido balseo de
Quitacalzón ‘donde resultaba menester re-
mangarse las perneras por no mojarse los
calzones los viajeros, i al paso del río Calle-
calle, más allá de lo que trae a cuenta…’. El
paraje se inscribía en el viejo camino del
norte y en los accesos a la plaza fuerte de
soluciona la conectividad bimodal entre la
ciudad de Valdivia y el puerto de Corral,
cuya ruta discurre entre los sectores de
Amargos, en Corral, y el pie del cerro Treng
Treng, en la orilla de Niebla. Este cerro
sagrado de la tradición mapuche se carac-
teriza por su tendencia a derrumbarse en
parte, en sintonía con la cosmovisión ances-
En cuanto a la barcaza Hua Hum, une las
localidades de Puerto Fuy y de Puerto
Pirehueico, emplazadas a ambos extremos
del hermosísimo lago-fiordo Pirehueico.
Discurre por medio de uno de los más
asombrosos paisajes de la selva fría, donde
los grandes árboles llegan hasta la orilla
misma del lago, siguiendo un eje cada vez
a base de grandes puentes, aún quedaban muy lejos. Así, el
saber de los guías indígenas resultaba
básico. Todavía perduran algunos magníficos ejemplos.
Se trata de un perfecto ejemplo de barcaza
artesana, manufacturada en madera y con
capacidad para un solo vehículo, cuya pro-
pulsión aparece solucionada, en su caso,
mediante un simple bote abarloado al cos-
tado y un motor fuera borda. Sin duda, una
entrañable experiencia viajera entre una y
otra ribera del río Bueno. Q

PE HHC47
Tradicionales balseos fluviales. Para pasar de una a otra ribera /311
PE RV/P48
Por los bosques
de Llancahue
De los humedales de
Santo Domingo al río Callecalle
EN EL PUNTO DE INICIO DE LA RUTA PATRIMONIAL ‘BOSQUE DE LLANCAHUE’.
sta Ruta Verde se localiza tan
E
próxima a Valdivia como infre-
cuentada e inédita. En sentido
sur-norte, arranca de la mismí-
sima carretera de Valdivia a Paillaco (po-
co más allá, a mano izquierda, del cruce
previo a Las Gaviotas), tomando un tra-
mo del antiguo camino (ripiado) que for-
mó parte, antaño, de la mencionada ca-
rretera. A partir de la Plaza de Armas,
esta bifurcación se sitúa exactamente a
5 kms, por la avenida Ramón Picarte, y a
tan solo un kilómetro escaso del límite
urbano de la capital regional. Sorpren-
dentemente, es la puerta de entrada ha-
cia un bosque del mayor valor ambiental.
Un verdadero templo natural. Es el bos-
que de Llancahue.
Una vez situados sobre el referido eje, al
cabo de 1,2 kms por él, nos desviaremos
ahora por un camino público, también
ripiado, que se bifurca a mano izquierda y
que discurre sobre la antigua trocha para
carretas madereras que lleva hasta el
sector denominado las Lomas del Sol.
Uno se enfrenta aquí, enseguida, a una
serie de fuertes pendientes, a una suce-
sión de revueltas que trepa ladera arriba.
El esfuerzo, en cualquier caso, merecerá
la pena: por que depara, al poco rato,
unas tremendas panorámicas a vista de
pájaro sobre los humedales de Santo
Domingo (situados al sur de la carretera
Valdivia- Paillaco; con sus islas de totoral;
con los bosques de la península de San
Ramón cerrándolas, por el sur, a modo de
atractivo telón de fondo).
El día que nosotros hemos elegido para
explorar esta nueva Ruta Verde ha ama-
UNA JOYA FORESTAL A LAS PUERTAS MISMAS DE LA CIUDAD DE VALDIVIA.
VIEJOS EJEMPLARES CENTENARIOS EN UN BOSQUE QUE DA DE BEBER A LA CAPITAL REGIONAL.
Parques peri-urbanos: el caso
de Vitoria-Gasteiz
L os parques peri-urbanos son espacios naturales situados en las proximidades de
una ciudad, que albergan valores naturales destacados y ofrecen posibilidades
para las necesidades recreativas de la población. El bosque de Llancahue, predio
fiscal bajo gestión de la Universidad Austral de Chile por 20 años, se proyecta como
necido envuelto en brumas, batido por
futuro parque peri-urbano en la ciudad de Valdivia.
chubascos frecuentes. Así las cosas, el En el caso de la ciudad de Vitoria-Gasteiz, capital de la región autónoma del País Vas-
barro otoñal se empeña en atrapar con su co, en España, son en total seis sus parques peri-urbanos (Salburúa, Zadorra, Olari-
viscosidad el lento rodar de las llantas de zu, Armentia, Zabalgana y Alegría) los cuales, unidos entre sí mediante un completo
nuestras bicicletas. Pero del bosque espe- anillo o corredor verde perimetral urbano, han merecido para la localidad en 2010 su
declaración como Capital Verde Europea, por parte de las autoridades de la Unión Eu-
so que nos envuelve brota el canto melan-
ropea. Sorprendentemente, uno de los primeros efectos ha sido la revalorización al
cólico del chucao, anunciándonos los alza de las propiedades inmobiliarias en la ciudad.
umbrales de un nuevo invierno austral. El Localidad próspera e industrial del norte de España, Vitoria (en lengua vasca, Gas-
entorno es espléndido: hemos alcanzado teiz), que cuenta con una población actual de 240.000 habitantes, experimentó dé-
ya el perímetro mismo del gran bosque cadas atrás una serie de daños ambientales y paisajísticos derivados de un desa-
de Llancahue. rrollismo poco regulado. Pero tras quince años de convicción municipal y ciudadana,
Llancahue es el bosque del agua. La selva tal situación ha revertido en una historia de éxito con repercusión internacional.
superviviente. La primera gran panorámi- La culminación de este esfuerzo, en la práctica, ha consistido en la recuperación
ambiental de los espacios que rodean a la ciudad, creando un perfecto y delicioso
ca sobre sus extensiones de casi 1.300
cinturón eco-recreativo, con ríos y parques peri-urbanos interconectados mediante
hectáreas bien conservadas las podemos
corredores verdes y 47 kms de itinerarios ciclistas y peatonales que hemos tenido
comenzar a disfrutar 2 kms después del ocasión de estudiar y recorrer, en bicicletas municipales de arriendo gratuito. Vito-
último entronque de caminos: se trata de ria-Gasteiz, estamos convencidos, podría ser un buen modelo de referencia estraté-
un valle, el del estero Llancahue, de apa- gica y ecoturística para nuestra ciudad Valdivia. Aquí como allá, los ejes verdes y los
riencia inaccesible, cuyas laderas apare- parques peri-urbanos pasan a ser la clave. En cuanto al proyectado Parque Peri-Ur-
cen cubiertas por un dosel espléndido de bano de Llancahue, en este sentido, sería algo así como la Joya de la Corona. ¿Pero
coigues y tineos, de ulmos y laureles, de existe algo concreto en el momento actual?
tepas y olivillos. Un rastro del zorro cul-
peo se nos cruza en el camino. Y de un
recodo en niebla salta de pronto un pre-
cioso pudú, no lejos de donde nos sor-
prende también el vuelo ruidoso de una
bandada de loros choroy, enlazando las
copas de los árboles centenarios… A los 4
kms exactos de la carretera Paillaco-
Valdivia descubriremos una señal paneli-
zada que indica, en desvío, la Ruta
Patrimonial Bosque de Llancahue, que
nos disponemos a abordar a pie.
Se trata de un trekking de 4,8 kms de
longitud, que puede recorrerse en cues-
tión de 3 horas, enlazando dos tramos
sucesivos que jalonan 23 hitos de interés.
Cuando su implementación, hace unos
cinco años, oportunas señales marcaban
PE RV/P48
Por los bosques de Llancahue. De los humedales de Santo Domingo al río Callecalle /313
314/ PE RV/P48
Por los bosques de Llancahue. De los humedales de Santo Domingo al río Callecalle

sus valores hídricos destacados: no en lomos de nuestras bicicletas de montaña

PANORÁMICA SOBRE LOS HUMEDALES DE SANTO DOMINGO: DESDE LA SUBIDA HACIA LLANCAHUE.
todo este itinerario a través del bosque.
Por desgracia, muy poco es lo que queda
de ellas (sorprendentemente, el robo de
las señales seria la causa de su desapari-
ción…), por lo que el caminante debe
poner harto cuidado en no extraviarse.
En esta Ruta Patrimonial las botas de
agua resultan, desde luego, imprescindi-
bles, especialmente en sectores inmedia-
tos al curso del estero Llancahue. Pájaros
carpinteros, plantas epifitas, lianas y
sucesivos rodales de bosque nativo nunca
intervenido enmarcan este precioso reco-
rrido. Así eran, en efecto, las selvas valdi-
vano, es en esta cuenca del estero
Llancahue que se localiza la principal
fuente de agua para la ciudad de Valdivia.
Al objeto de preservar esta vital función,
desde los tiempos de la Colonia española,
sus bosques nunca fueron talados ni inter-
venidos históricamente. En el año 2002 la
zona fue incluida en el catastro de las 40
Áreas Prioritarias para la Conservación de
los Ecosistemas Naturales en la antigua
región de Los Lagos. En 2005, el Ministerio
de Bienes Nacionales lo incorporó, dentro
del elenco de tierras fiscales, al Sistema
de Bienes Nacionales Protegidos. A través
de esta figura se buscó combinar instru-
mentos de protección, planificación, acce-
so público, gestión y administración de
terceros. Actualmente, su gestión esta
depositada, en régimen de concesión gra-
tuita, en la Universidad Austral de Chile,
concibiéndose su habilitación como futuro
parque peri-urbano de la ciudad de
Valdivia. Pero, ¿cuando será una realidad
dicho parque?
Tras el recorrido por el bosque de
Llancahue, nuestra Ruta Verde continuó a
vianas en tiempos anteriores a la
Independencia de Chile. Un paisaje que
poco tiene que ver con todas esas exten-
siones de plantaciones de exóticas que en
la actualidad han pasado a usurpar buena
parte del paisaje original del centro-sur
chileno. Precisamente, es en este valor
como isla forestal superviviente que estri-
ba la excepcionalidad del bosque de
Llancahue. Un maravilloso reducto de
bosque templado lluvioso, de pura selva-
reducto de una gran biodiversidad.
La explicación de su supervivencia a las
puertas mismas de Valdivia se explica por
MONO U HORNO CARBONERO.
hacia el valle del río Callecalle. Nuevos
gradientes y subidas nos hicieron progre-
sar hasta el paraje de Lomas del Sol, que
componen una serie de grandes claros de
pastizales poblados, hace ya un par de
generaciones, por un grupo de colonos.
La especialidad de estos siempre ha sido
el carboneo, por lo que en nuestro reco-
rrido nos encontramos con los caracterís-
ticos monos o túmulos humeantes en los
que se prepara el carbón de leña. El más
grande todos estos monos es el de
Temístocles Noche, que nos explicará su
atávico funcionamiento, indicándonos
además la ruta a seguir para conseguir
alcanzar las riberas del Callecalle.
‘Si toman ustedes la huella de más a la
izquierda, irían a parar a Huellelhue; si
toman la de mas a la derecha, saldrían a
la parte de Arique, bajando por la loma
de Correntos …’, nos señala Temístocles
con pleno dominio de su territorio. Pero
el trazado por el que optaremos final-
mente es el que se adentra en el fundo
Pishuinco, y que a va a parar finalmente a
la localidad del mismo nombre. Para los
habitantes de las Lomas del Sol, siempre
fue este un camino de paso tradicional
para caminantes, ganados y caballerías
(aunque hoy aparezca cerrado por porto-
nes). Se trata de un atractivo itinerario en
descenso prolongado, muy apto para la
bicicleta, sin complicaciones notables y a
través de un paisaje, eso sí, que ha visto
sustituir su bosque nativo por plantacio-
nes de coníferas, principalmente. Algunas
panorámicas sobre el valle del río
Callecalle son grandiosas. Sin duda, es un
buen colofón para esta Ruta Verde por
Llancahue. O

PE INFOVIAJE
UÊLOCALIZACIÓN la cabecera del estero Llancahue, UÊVALORES NATURALES
Comuna de Valdivia. por camino forestal supone El bosque de Llancahue es una
un desvío de 6 kms ida/ vuelta; auténtica joya forestal de
UÊALTITUDES: el descenso hasta Pishuinco y características únicas: por su RANITA DE DARWIN
Máxima: 457 m, en Las Lomas las riberas del río Callecalle proximidad a la ciudad de (RHINODERMA DARWINII)
del Sol; mínima: en torno a 1 m, suma aprox. 10 kms más; en Valdivia; por su papel de principal
en los humedales de Santo total, una Ruta Verde de aprox. fuente de agua para los
Domingo y en las riberas del río 24 kms (sin contar desvíos ni el valdivianos; por la biodiversidad UÊMONUMENTOS DEL HOMBRE: por el camino ripiado Valdivia-
Callecalle. retorno a Valdivia centro) que que alberga; por ser una imagen Los tradicionales monos o Los Lagos, que pasa por GPS 1 Carretera Valdivia- Paillaco /punto de inicio de ruta- 39°52'2.24"S/ 73°10'18.10"O
merece disfrutarse a lo largo de testigo de cómo era el entorno túmulos para la elaboración del Huellelhue. GPS 2 Segundo desvío, hacia Llancahue y Lomas del Sol- 39°52'24.55"S/73° 9'29.32"O

UÊDURACIÓN Y DISTANCIAS
Desde el centro urbano de
Valdivia, por la avenida Ramón
Picarte, hasta el punto de inicio
de la Ruta Verde propuesta, son
5 kms; entre la carretera Valdivia-
Paillaco y el punto de inicio del
circuito Ruta Patrimonial Bosque
de Llancahue, son 4 kms; entre
este punto y las Lomas del Sol,
PEDALEANDO CUESTA ARRIBA, HACIA LAS LOMAS DEL SOL otros 5 kms más; el desvío hasta
una jornada completa; la
Ruta Patrimonial Bosque de
Llancahue es un itinerario
complementario a pie, de gran
interés, que suma 4,8 kms y
puede resolverse en un lapso de
entre 3 y 4,5 h, según ritmos de
marcha.
UÊMEJOR ÉPOCA
Todo el año.
urbano hace mas de 200 años…
Extensiones de bosque nativo
virgen; coihues, tineos, ulmos;
tepas, olivillos, laureles;
arrayanes, robles avellanos, entre
sus principales protagonistas
arbóreos; especies botánicas
endémicas; entre la fauna, zorro
culpeo, pudú, monito de monte,
pájaro carpintero, loros australes,
aves rapaces.
carbón vegetal: la especialidad
de los habitantes del sector
Lomas del Sol.
UÊCÓMO LLEGAR
Por la carretera Valdivia- Paillaco;
poco después del desvío a Las
Gaviotas y las instalaciones de
Aguas Décima (a mano izquierda,
en sentido hacia Paillaco). Desde
Pishuinco, se retorna a Valdivia
PUNTOS GPS
GPS 3 Punto panorámico sobre los Humedales de Santo Domingo/ cuenca del rio Angachilla- 39°52'18.40"S/ 73° 9'20.54"O
U PARA MÁS INFORMACIÓN GPS 4 Acceso a Ruta Patrimonial (peatonal) 'Bosque de Llancahue'- 39°51'32.44"S/ 73° 8'12.96"O
Instituto de Silvicultura de GPS 5 Río Llancahue- 39°51'23.02"S/ 73° 9'7.36"O
GPS 6 Zona de plantaciones forestales, recientemente cosechada (!!)- 39°51'30.19"S/ 73° 7'58.28"O
la Universidad Austral de Chile,
GPS 7 Casas de Lomas del Sol- 39°50'32.95"S/ 73° 7'37.65"O
tel. 063 222 12 28; Ministerio de
GPS 8 Monos de carboneo tradicionales- 39°50'12.85"S/ 73° 7'1.29"O
Bienes Nacionales en Valdivia, GPS 9 Enlace con camino forestal de cabecera de aguas- 39°49'48.52"S/73° 6'47.71"O
tel. 063 233 64 50. GPS 10 Sucesión de puntos panorámicos sobre la Reserva de Llancahue- 39°49'33.81"S/ 73° 7'0.63"O
GPS 11 Inicio de descenso hacia Pishuinco y valle del Callecalle- 39°50'24.66"S/ 73° 5'40.69"O
UÊCARTOGRAFÍA: GPS 12 Fundo Pishuinco- 39°49'38.54"S/ 73° 5'33.29"O
Instituto Geográfico Militar, escala GPS 13 Pishuinco/ carretera Valdivia- Los Lagos- 39°48'21.54"S/ 73° 5'25.92"O
1:50.000, hoja ‘Valdivia’. GPS 14 Río Callecalle/ punto final de ruta- 39°48'15.96"S/ 73° 5'28.28"O

PE RV/P48
Por los bosques de Llancahue. De los humedales de Santo Domingo al río Callecalle /315
HITO HISTÓRICO-CULTURAL
PEHHC48
Embarcaciones y
vapores de antaño
Wampos indígenas, vapores de antaño y carpinteros de ribera
Jimena Jerez Bezzenberger, Antropóloga, y Equipo Atlas IP
L
as canoas tradicionales o wampo
no sólo eran útiles como artefac-
tos de navegación, sino que tam-
bién fueron utilizadas en algún
tiempo para enterramientos, como cano-
gas, simbolismo del viaje sagrado que cada
mapuche realiza por los ríos hasta llegar a
la Wapi de mar adentro, donde se reunirá
con sus parientes muertos. Es por eso que
a veces aparece mezclada con el Caleuche,
ese barco fantasma que trasporta las al-
mas de los difuntos y que puede llevarse
también a algunas personas encantadas al
otro mundo, donde no pasan necesidades
pero quedan prisioneras de los brujos.
INSERCIÓN EN Las poblaciones nativo-americanas se des-
EL CORREO DE plazaban, en efecto, en canoas a veces de
VALDIVIA 1909.
ASTILLEROS proporciones enormes, con capacidad para
BEHRENS
hasta 100 personas, según relata en 1492
el, sorprendido, descubridor Colón. Muchas
veces vivían temporalmente en las aguas y
las familias comían y dormían por largas
temporadas a bordo de sus barcos y canoas.
Los mapuche, grandes astrónomos y cono-
cedores profundos de la naturaleza circun-
dante, usaban también de este artilugio
náutico para recorrer y aprovechar los
recursos estacionales que podían encontrar
en sus distintos territorios. Así, algas, pes-
cados o mariscos eran recolectados e inter-
cambiados por piñones, boldo o plumas.
Los grandes lagos, los ríos y el mar estaban
VAPOR ENCO, HOY VARADO.
en constante interacción, permitiendo el
tránsito de las noticias, una fácil movilidad
de sus habitantes entre sus riberas, vados y
Wampos mapuche y antiguos vapores fluviales playas. Sus wampo también servían como
o lacustres, llegados de la mano de la espacios ceremoniales y de intercambio o
trafkintu, o para establecer alianzas matri-
colonización. Las tierras de la región de Los
moniales.
Ríos, surcadas por venas de agua a modo de Por esa razón muchos mapuche costinos o
caminos que unen la cordillera con el océano, lefkenche tienen todavía lazos de parentes-
permitieron siempre la movilidad transversal co, desde antiguo, con familias de rio arriba
y los lagos precordilleranos. La abundancia
de sus habitantes desde tiempos inmemoriales. de peces era también una fuerte motivación
para remontar estos ejes fluviales, tierra
adentro. Vestigios arqueológicos describen
su presencia en el lago Calafquén, y tam-
bién se ha documentado en la zona de
Panguipulli. En las crónicas se nombran
numerosos ataques a barcos españoles por
parte de canoas mapuche, como esas 80
canoas que se trabaron en una gran batalla
en la desembocadura del río Valdivia, según
relata Rosales.
Cuando los holandeses dibujaron a los habi-
tantes del río Valdivia o Guadalauquen en
su famoso plano de 1643, los mencionan
como canoeros chilenos, pues para ellos
los verdaderos chilenos eran los mapuche.
Señalan el sitio de intercambio mapuche en
el mismo emplazamiento de la actual Feria
Fluvial. Estas canoas se nombran como
huampos y correspondían a un modelo de
embarcación de fue utilizado en la región
extendidamente hasta el siglo XX.
Cuando los grandes árboles donde se talla-
ban las canoas monoxilas, de una sola
pieza, se tornaron escasos, aparecieron los
botes y balsas de tablazón, ya de influen-
cia hispánica. Las maderas nativas se reve-
laron de calidad superior para la construc-
ción de navíos, como el ciprés de las guaite-
cas, el incorruptible alerce, el lleuque, el
mañío o el pellín, que son cortados y lanza-
dos a las aguas para su traslado y posterior
procesamiento. Los astilleros regionales
VAPOR ENCO, EN LA DÉCADA DE 1970.
remontan su fundación al mismo siglo XVI,
a menudo coincidentes con los lugares
donde actualmente la actividad naval toda-
vía persiste, como los Astilleros Arens y
Asenav, en Valdivia. Se desarrollará, así,
una carpintería especializada, que las forti-
ficaciones contratan y capacitan como
maestros de ribera y de carpintería blanca.
La carpintería de ribera, que conoce los
secretos de la madera mojada y logra cur-
varla y ensamblarla para hacer los botes,
yates y barcas que aún surcan nuestros ríos,
es cultivada todavía, con primor, por la
familia Villanueva, en el sector del río
Cutipay (comuna de Valdivia), por cuya
desembocadura se cruza camino a Niebla.
A comienzos del siglo XX la tecnología del
desarrollo definitivamente miraba con
malos ojos la libertad ancestral de los
canoeros y se comienza a perseguir su uso.
Los capitanes de vapores lacustres como el
vapor Enco se imponen sobre la pausada y
Q Los vapores se impusieron
a los wampos nativos, incluso
silenciosa estela de los huampos en el lago
Panguipulli; prohibiéndoles el paso y hun-
diendo incluso a quienes desobedecían,
hundiéndolos brutalmente,
hasta hacerlos desaparecer. El mencionado
Enco se encuentra hoy varado en la playa
de Choshuenco (cerca de Neltume, comuna
como ocurrió en el lago Panguipulli. de Panguipulli) y fue el medio de transporte
obligado sobre el lago Panguipulli hasta
mediados del siglo XX, con una capacidad
VAPOR COLLICO, EN LA COSTANERA VALDIVIANA. para 250 personas, divididas en primera,
segunda y tercera clase.
Este viejo barco a vapor fue construido en
1907 en Alemania y prestó servicios duran-
te la Primera Guerra Mundial 1914-18.
Posteriormente fue adquirido por la empre-
sa chilena La Trasandina, que operaba en el
lago Calafquén, al norte de Panguipulli. La
nave fue desarmada y trasladada en ferro-
carril hasta el lago Riñihue, hasta donde
llegó en 1940, dedicándose al transporte de
maderas y animales. Cerca de 1950, el Enco
fue vendido al empresario Arturo Kenrhy,
quien lo trasladó desde el lago Riñihue al
Panguipulli, para que fuese un medio de
transporte de pasajeros. El barco fue lleva-
do por vía terrestre con el esfuerzo de más
de 100 personas y 70 yuntas de bueyes,
durante seis meses, hasta un lugar llamado
Corte de Arena, donde fue lanzado a las
aguas del río Enco: para llegar finalmente al
puerto de Chan Chan, donde comenzó a
surcar las aguas del lago Panguipulli.
En la costanera de Valdivia puede admirar-
se también al vapor Collico, contemporá-
neo al Enco, que ejerció como transporte
fluvial de pasajeros y mercancías principal-
mente por la cuenca del río Cruces. Destaca
su perfil negro y sobrio reforzado en metal
de bronce. Junto a él está el pequeño pon-
tón Haverbeck, destinado originalmente a
transporte y remolque de carga.
El puerto de Valdivia ha visto numerosos
barcos arribar a sus costaneras, subiendo
río arriba hasta la ciudad misma por la
comodidad para desembarcar en ella. Las
ANTIGUO VAPOR, POR EL RIO CAUCAU. grandes navieras se pasearon por los ríos
aún libres de puentes hasta mediados del
siglo XX, atraídas por el puerto y la nave-
gación privilegiada del río, que conectaba
las riquezas forestales de la cordillera con
el mar, facilitando el establecimiento de
embarcaderos fluviales y lacustres por
todas las cuencas hidrográficas que des-
aguan los lagos de la región. Algunos que-
daron suspendidos en el sueño del olvido,
como es el caso del buque carguero
Canelo, que encalló a la altura de Agua del
Obispo con la ola del maremoto de 1960.
En torno a sus restos, el río continúa
corriendo bajo el sol, la lluvia o la luna de
plata, transitando siempre en su sabiduría,
mezclando en sus venas-caminos aquellas
historias de llevan y traen las mareas anti-
UN WAMPO O CANOA MAPUCHE. FOTO CIRCA 1925. guas. Q
PE HHC48
Embarcaciones y vapores de antaño. Wampos indígenas, vapores de antaño y carpinteros de ribera /317
PE RV/P49
Al occidente del
lago Riñihue
En torno al cerro Tralcán
LA CUMBRE DEL CHOSHUENCO, EN INVIERNO.
L
a idea de circunvalar el mítico
cerro Tralcán (1.040 m), esa
magnífica torre orográfica que
marca, por el oeste, el extremo
go Riñihue, era una idea que
final del lago
traíamos en mente desde hace ya varias
semanas. Lo cual implicaría la utiliza-
ción, en primer lugar, de una embarca-
ción ligera en la que poder navegar des-
de la ensenada
senada de Comohue (inmediata
ueña localidad de Riñihue,
a la pequeña
hasta donde
nde llega la tranquila carretera
ocedente de Los Lagos) y el
local procedente
paraje del
el Desagüe (donde sitúa su
kilómetroo cero el río San Pedro;
curso quee pasará posterior-
mente a lla--
marse río
Callecalle; y,
más tardee todavía, río
PESCADOR
PESCAD
Valdivia).
(MEGACERYLE
EGACER
A partir de este punto TORQUATA)
TORQUA
deberemos continuar seguidamen-
te sobre camino de ripio, entre el fundo
Los Bajos y el puente sobre el estero
Rucacoño, paraje donde conectaremos
otra vez con la carretera pavimentada
Los Lagos-Riñihue. Para cerrar el circuito,
de nuevo a orillas del lago Riñihue, donde
nuestro punto de partida, aprovechare-
mos el trazado de una antigua plataforma
ferroviaria, desmantelada, que utilizaba
aquel ferrocarril de trocha angosta que
antaño constituía la única comunicación
‘moderna’ entre estos parajes y el mundo
exterior.
Cuando los últimos días de lluvia intensa
por fin terminaron, aquella mañana de
finales de primavera estalló con todo su
esplendor luminoso. En la playa de
Comohue, rodeados de una paz espléndi-
da, echamos a las aguas cristalinas del
lago nuestro bote artesano y chilote,
EN EL PUNTO DE DESAGÜE DEL LAGO RIÑIHUE, LAS AGUAS ESMERALDA DEL RÍO SAN PEDRO.
NAVEGANDO POR EL LAGO RIÑIHUE, ENTRE PUNTA MARIPOSA Y EL DESAGÜE.
construido al viejo estilo de las islas, pan-
zudo y aquillado, de tanta reciedumbre
marinera como esa madera de ciprés con
Aquel Riñihuazo del 60
E
la que fue construido. A su popa aferra- l cerro Tralcán ya lo había hecho 385 años antes… Eran los primeros tiempos de
mos el viejo motor fuera-borda y en su la Colonia y tras el terremoto que asoló la plaza de Valdivia y las tierras de los
interior fuimos estibando
esti los araucanos, según las antiguas crónicas, un fatídico 16 de diciembre de 1575 la fuer-
remos y las chumacer
chumaceras; las za del sismo fue tan grande que un derrumbe cerró el desaguadero del lago conoci-
provisiones y los
lo equipos do como Rinihue: dique que cedió en abril del año siguiente e inundando de forma
en ssus bolsas desastrosa una enorme región.
estancas; En 1960, hace ahora 54 años, cuando el terremoto más fuerte registrado en la historia
de la Humanidad volvió a golpear a Valdivia y su región esta vez un 22 de mayo, al que
tamb
también nues-
siguió un devastador tsunami, llegaron noticias del interior acerca de varios cerros que
tras dos bicicletas
se habían derrumbado. Entre ellos el cerro Tralcán, el cual se desfondó parcialmente
Brompton plegables,
plegabl siem- sobre el desaguadero del lago Riñihue, bloqueando su flujo fluvial completamente.
pre inestimables compa- El nivel de las aguas del Riñihue comenzó así a crecer rápidamente, quedando el río San
ñeras de viaje. Pedro prácticamente en seco. Por cada metro que subía el nivel del lago, se estimó que
La navegación porpo el lago se represaban entre 20 y 25 millones de metros cúbicos. En base a este cálculo, cuan-
Riñihue, como en el caso de do el lago alcanzase el máximo de su represamiento y rompiese el tapón generado por
los demás lagos
la andi- el derrumbe, a 24 m de altura sobre el nivel original, se abatirían por el San Pedro-Calle
Calle sobre Valdivia y Corral unos 5.000 millones de m3 de manera catastrófica, a
nos, es much
mucho mejor
razón de más de 3.000 m3 por segundo. Lo cual terminaría de destruir todo paraje
MARTÍN
MAR
MARTÍ N resolverla dde buena
habitado, cuenca fluvial abajo, en un lapsus de tan solo 5 horas…
mañana, antes de que el Para evitar dicha devastación, fueron enviadas a la zona un total de 27 maquinas exca-
calor del mediodía hagah saltar vadoras disponibles junto a varios batallones del Ejército y cientos de obreros pertene-
esas ráfagas de viento y olas cortas y cientes a ENDESA, a CORFO y al MOP, dirigidos por el ingeniero Raúl Sáez. Consiguiéndose
aceradas que los caracterizan, circuns- finalmente reducir el dique-tapón de 24 a 15 m; y, tras ello, un vaciado controlado y
tancias que pueden tornar riesgosa cual- progresivo del accidental represamiento. Esta auténtica epopeya fue butizada como el
quier navegación lacustre. La nuestra, en Riñihuazo y tuvo lugar hace poco más de medio siglo al pie de este cerro Tralcán, que
cualquier caso, resultó plácida, apuntan- cierra por el oeste esta Ruta Verde junto al lago Riñihue.
do en primer lugar hacia punta Mariposa,
que marca el límite de la ensenada de EL MÍTICO CERRO TRALCÁN (1.019 M).
Comohue, en su entronque con el cuerpo
lacustre principal del Riñihue. Se trata,
por otra parte, de uno de los mejores
puntos panorámicos sobre los lagos andi-
nos en la región de Los Ríos, con esa
doble cumbre del volcán Mocho-
Choshuenco (2.415 m) cerrando la pers-
pectiva por el oriente, recubierta de
nieve hasta su misma base… y por la ori-
lla N, el cerro Quilahuentru (1.303 m),
igualmente nevado, con sus espesuras de
selva nativa cayendo hasta las mismas
orillas del lago.
Pero la montaña mágica, al occidente del
PE RV/P49
Al occidente del lago Riñihue. En torno al cerro Tralcán /319
320/ PE RV/P49
Al occidente del lago Riñihue. En torno al cerro Tralcán

Riñihue, es el cerro Tralcán (1.040 m): un

perfecto vértice vigía cuyo simbolismo
mágico marcó siempre las creencias de
los nativos mapuches, e impresionó desde
su llegada a los colonos huincas en la
zona. Cubierto por viejos bosques cente-
narios, el Tralcán alberga además un
tesoro de plantas fosilizadas que los
paleontógos consideran único en Chile,
por ser testimonio de lo que fueron estos
bosques durante el lejano periodo
Terciario austral. Los principales de estos
enclaves fosilíferos (conocidos como
topo-floras) se ubican sus sectores infe-
riores, inmediatos al curso del río San
Pedro. Unos parajes sobre los cuales
buena parte del cerro Tralcán, por cierto,
se vino abajo como consecuencia del gran
terremoto de 1960, cerrando el río y
generando el episodio conocido como el
Riñihuazo…
Nuestra navegación terminó en el exacto
punto donde el lago Riñihue se transfor-
ma en el río San Pedro, orilla sur. Nos
encontramos en una zona ribereña inme-
diata al fundo Los Bajos, sin duda uno de
los predios de ubicación más espectacu-
lar en la entera región de Los Ríos, perte-
neciente a la familia Hoffman-Burkhardt.
Una vez desplegadas nuestras bicicletas, LA CUMBRE DEL VOLCÁN MOCHO-CHOSHUENCO, VISTA DESDE LA ENSENADA LACUSTRE DE COMOHUE.
pasaremos a pedalear ahora sobre la
superficie de tierra del camino público estero de las Minas. Del cual sale un pro- cañón del río San Pedro y sobre la cordi-
que procede del cruce de Huidif, y en picio itinerario a la cumbre del cerro llera andina y el Mocho-Choshuenco.
dirección hacia este último punto. Se Tralcán, de unos 6,5 kms de desarrollo. Pasadas las instalaciones del harás militar
trata de un apacible recorrido que bordea Requiere un notable esfuerzo de subida de Huidif, al otro lado del estero Rucacoño vatizado (o simplemente ocupado) en la el sector de La Línea, en torno al antiguo Deberemos utilizar el trazado de la ca-
las laderas norte del cerro Tralcán, enfi- durante unas 3 horas de caminata, pero entroncaremos con la carretera que viene mayor parte de sus sucesivos tramos apeadero de Piedras Moras, en el fundo rretera inmediata, tranquilo y plácido re-
lando posteriormente en dirección sur y el premio será alcanzar una verdadera desde Los Lagos y, asimismo, con el traza- desde los predios colindantes. Una gran Las Vertientes, o junto al estero Comohue… corrido en cualquier caso (fuera de la
discurriendo a través de buenos sectores cima del mundo, la cúspide mágica del do del antiguo ramal Los Lagos- Riñihue. pérdida, sin duda, para las potencialidades Pero, ante la falta de continuidad, abando- temporada vacacional veraniega). Así al-
de bosque nativo. Pasadas las casas de Tralcán. Desde aquí, la vista vuela sobre Por desgracia, poco queda practicable de ecoturísticas de la comuna de Los Lagos. namos nuestra idea inicial de incluirla, al canzaremos, de nuevo, las orillas del la-
Yecué, cruzaremos el puente sobre el el lago Riñihue al completo, sobre el dicho patrimonio histórico-ferroviario, pri- Reconoceremos diversos de sus tramos en completo, dentro de esta Ruta Verde. go Riñihue. O

PE INFOVIAJE LAS BICICLETAS

PLEGABLES,
UÊLOCALIZACIÓN UÊMEJOR ÉPOCA río San Pedro, al pie del Tralcán, ENTRE EL EQUIPO GPS 1 Playa municipal de Riñihue/ punto de inicio de ruta-
TRANSPORTADO A
Comuna de Los Lagos. Cualquier época del año. Atención enclaves fosilíferos de talofloras, o

UÊALTITUDES
Máxima: 1.040 m, en cerro Tralcán;
mínima: 117 m, en lago Riñihue.
UÊDURACIÓN Y DISTANCIAS
Entre la playa de Riñihue, Punta
Mariposa y el Desagüe, son 8
kms de navegación sobre
superficie lacustre (30 minutos
en bote a motor; 2,5 horas en
kayak); entre el Desagüe/ fundo
Los Bajos y Huidif (entronque
con la carretera Los Lagos-
Riñihue), son aprox. 16 kms (1,5
h en bicicleta); y entre Huidif y el
lago/ playa Riñihue son otros
11,5 kms (menos de 1 h en
con los vientos, súbitos, en el lago
(sobretodo, después del medio día).
UÊVALORES NATURALES Y
TRADICIÓN CULTURAL
El lago Riñihue es el cuarto más
extenso en la región de Los Ríos,
con 77,5 kms2 de extensión, con
una profundidad máxima de 323 m;
el volcán Mocho-Choshuenco
(2.415 m) se levanta en su extremo
oriental; y el cerro Tralcán (1.040 m)
domina su extremo occidental; el
lago Riñihue es el receptor final de
las aguas de los llamados Siete La-
gos, la cual constituye la porción
más alta de la cuenca del río Valdi-
via; recibe dichos caudales vía río
plantas fósiles del Triásico, de alto
valor científico (ahora amenazados
por la construcción de la represa
en el San Pedro); las extensiones
de bosque nativo rodean al Riñi-
hue; pumas; pudú; monito de mon-
te; todo el elenco de aves foresta-
les australes; anátidas; garzas; es-
pecies piscícolas autóctonas.
MONUMENTOS DEL HOMBRE
Y PUNTOS DE INTERÉS
Los fundos tradicionales circum-
lacustres, como el de Los Bajos,
de los descendientes de la familia
Hoffmann- Thater; los restos del
antiguo ramal ferroviario Los La-
gos- Riñihue (desgraciadamente,
esta familia, llegada al norte de
Chile en 1883, con negocio de
cervecerías; cuando los Hoffmann
se trasladan a la actual región de
Los Ríos adquieren tierras entre
Folilco y el lago Riñihue y son vi-
sionarios en la intención de unir
Chile con Argentina mediante vía
férrea; acometen así, junto a la fa-
milia Hevia, el llamado Expreso de
Valdivia a San Martín de los An-
des, que no se concretará debido
hasta 1975; el fundo Los Bajos era
uno de estos fundos de la familia
Hoffmann, co-fundadores asimis-
mo de otras empresas regionales
como Telefónica del Sur, Transpor-
tes fluviales S.A o la empresa de
alimentos Hoffmann Valdivia.
UÊCÓMO LLEGAR
Desde Los Lagos, 31 kms de
carretera local pavimentada hasta
Riñihue y la ensenada de Comohue
PUNTOS GPS
39°49'19.19"S/ 72°26'23.92"O
BORDO DEL BOTE;
EL CERRO TRALCÁN, GPS 2 Ensenada de Comohue- 39°48'54.82"S/ 72°25'40.11"O
AL FONDO. GPS 3 Punta Mariposa- 39°48'19.14"S/ 72°24'44.10"O
GPS 4 Fundo Los Bajos- 39°46'38.11"S/ 72°27'28.85"O
GPS 5 Desagüe del lago Riñihue/ inicio del río San Pedro- Callecalle-
39°46'32.63"S/ 72°27'20.56"O
GPS 6 Hostería Riñimapu- 39°46'29.04"S/ 72°27'21.97"O
botero de confianza es don René GPS 7 Punto panorámico sobre el río San Pedro- 39°46'29.23"S/ 72°27'57.11"O
San Martín (contactar a través de GPS 8 Continuación Ruta Verde- 39°46'7.93"S/ 72°30'59.40"O
Clarisa Castro; tel. 08 19 23 076): GPS 9 Continuación Ruta Verde/ casa Yecaré- 39°47'16.14"S/ 72°31'51.87"O
puede llevarnos con bicicletas a GPS 10 Punto de entronque con ruta de desvío hacia cerro Tralcán-
bordo hasta el Desagüe. Río Fuy 39°47'54.47"S/ 72°31'37.90"O
Expediciones (en Panguipulli;
GPS 11 Continuación ruta desvío a cerro Tralcán- 39°47'54.30"S/ 72°29'21.71"O
tel. 063-2311460 y 063-2318220)
GPS 12 Continuación ruta desvío a cerro Tralcán- 39°47'41.07"S- 72°28'4.81"O
y Expediciones Rucapillán (en
GPS 13 Cabaña de Tralcán/ punto panorámico- 39°47'47.82"S/ 72°27'37.19"O
Choshuenco; tel. 063 3182 20)
GPS 14 Cumbre de cerro Tralcán- 39°47'52.75"S- 72°27'46.96"O
son otras referencias para las
GPS 15 Harás militar de Huidif- 39°48'21.38"S/ 72°32'23.13"O
experiencias en kayak por
el lago Riñihue. GPS 16 Entronque con carretera Los Lagos- Riñihue- 39°49'21.60"S/ 72°33'19.00"O

bicicleta). Se necesita una Enco; y los envía hacia el mar por desmantelados y troceados hoy a la compra posterior por parte del (pero cuidado con los baches…). GPS 17 Plataforma ferroviaria desmantelada- 39°49'17.89"S/ 72°32'35.08"O
jornada entera para completar el río San Pedro (que irá mutando entre las propiedades colindantes) gobierno del trazado de trocha an- UÊCARTOGRAFÍA: GPS 18 Plataforma ferroviaria desmantelada- 39°49'47.80"S/ 72°28'14.29"O
esta Ruta Verde en torno al cerro su nombre sucesivamente, como se deben asimismo al esfuerzo y gosta ya construido entre Los La- UÊSERVICIOS NÁUTICOS Instituto Geográfico Militar, escala GPS 19 Plataforma ferroviaria desmantelada- 39°49'23.93"S/ 72°26'34.04"O
DESPIERTA LA PRIMAVERA SOBRE LOS CAMPOS DEL RIÑIHUE. Tralcán. río Calle calle y río Valdivia); en el tesón de pioneros miembros de gos y Riñihue, en funcionamiento En la localidad de Riñihue, un 1:50.000, hojas ‘Folilco’ y ‘Riñihue’. GPS 20 Riñihue- 39°49'7.71"S/ 72°26'33.48"O

PE RV/P49
Al occidente del lago Riñihue. En torno al cerro Tralcán /321
HITO HISTÓRICO-CULTURAL
PEHHC49
Fiestas religiosas en Los Ríos
Una fusión entre la espiritualidad autóctona y la de allende los mares
Jimena Jerez Bezzenberger, Antropóloga, y Equipo Atlas IP
IGLESIA DE PUNUCAPA.
Desde antes de la llegada de los españoles, la espiritualidad de las primeras
naciones que vivían en estas tierras se desarrollaba en comunión con cerros,
volcanes, lagos y ríos. Cada espacio territorial era protegido por un espíritu
dueño, que habitaba en rocas, aguas, cerros u otro tipo de accidentes
topográficos. Así, el volcán Pillán o Villarrica dominaba la zona de Valdivia,
al igual que el volcán Puyehue presidia la de Osorno.
C
uando llegan los colonizadores,
imbuidos de sus recientes gue-
rras religiosas contra el islam (los
moros) en el Viejo Mundo, éstos
vienen convencidos de la necesidad de sal-
var las almas de los pueblos; alejándolos
de la idolatría; o manifestándoles la palabra
de su propio dios. Superpondrán, para ello,
sus representaciones religiosas exóticas a
los símbolos precolombinos autóctonos,
marcando (pero también tergiversando) la
espiritualidad no-cristiana. Las cruces, vír-
genes e iglesias se construirán, casi invaria-
blemente, sobre l lugares que fueron identi-
ficados como centros de significación sim-
bólica nativa.
Los curas-soldados llegan para estudiar las
creencias mapuche, para realizar una rein-
terpretación a partir de ellas que convenza a
los autóctonos acerca de la conveniencia de
bautizarse y abandonar la poligamia; de no
creer en el mundo de los sueños ni en la
interpretación de estos como videncia del
futuro (pewma); de no acudir a las machi ni
obedecer a las estructuras sociales ancestra-
les. En contrapartida, reinterpretarán sus
mitos, asimilándolos con los relatos bíblicos
y traduciendo a estilo cristiano las aboríge-
nes rogativas. A cambio, les darán escuelas,
les enseñarán la lengua castellana, les trae-
rán ropas y zapatos. Era común que los
sacerdotes de los primeros tiempos de la
Conquista establecieran alianzas con algu-
nos lonko para que estos les entregasen a
sus hijos como fe de la alianza. Así, estos
niños indígenas podían ser educados fuera
de las costumbres tradicionales y, cuando
alcanzaban su edad adulta, retornando a su
terruño para ser los nuevos líderes de sus
lof… pero en calidad de aliados de los winka.
Dentro de esta estrategia, lo primero que se
edificaba eran las iglesias, a las que se dota-
ba de vírgenes y santos patronos. Cabe
señalar que para los españoles del siglo XVI
las llamadas visiones eran tan reales como
cuando los mapuche describían a sus espí-
ritus, por lo que ambas culturas compar-
tían un mismo sustrato mágico donde,
por ejemplo, bajaban mujeres vestidas de
sol a favorecer las batallas o a impedir las
guerras: para los jesuitas, por ejemplo, esta
imagen no podía ser otra que la de la Reina
del Cielo, es decir, la Virgen María; que
para los mapuche siempre fue Anchimalen
o Doncella del Sol, según su libre interpre-
tación. Muchas veces los santos eran llama-
dos a viva voz como soldados auxiliares en
CELEBRACIÓN
RELIGIOSA
MAPUCHE (FOTO
CIRCA, 1921).
PROCESIÓN DE LA CANDELARIA (EN PUNUCAPA).
las batallas por los españoles… pero otro
tanto ocurría en las huestes mapuche,
cuando entraban en el trance de la batalla…
La ciudad de Valdivia se dedicó al Dulce
Nombre de María… Por otra parte, en una
de las comunidades de Lago Ranco se
ofrendó siempre al Sagrado Corazón, como
parte del lepún originario…
Los cultos más antiguos vigentes aún pue-
den pesquisarse en la celebración de la
Virgen de la Candelaria, en las localidades
de Punucapa (comuna de Valdivia) y en la
Isla de Mancera (comuna de Corral). Estas
fiestas tienen un origen pagano, que las
asociaba al culto del fuego. Si bien es cierto
que se señalan las fechas fundacionales de
sus respectivas iglesias a comienzos del
siglo pasado, se dice que la Virgen de
Punucapa proviene de un culto anterior, de
los yanaconas o indios amigos que llegaron
con los españoles y que fueron localizados
en ese lugar luego de su fundación de
Valdivia. En cuanto a la celebración de la
Candelaria en la isla de Mancera (comuna
de Corral) provendría de cuando la refunda-
ción de la ciudad en dicha isla en el siglo
XVII. La celebración, el 2 de febrero, incluye
una misa y procesión, que saca a pasear la
imagen en barco y en andas y la trasporta
bajo un arco de flores hecho para la ocasión.
De gran concurrencia es asimismo la festi-
vidad de San Sebastián, mártir cristiano
asaetado de flechas, los 20 de enero, siendo
la celebración más renombrada la que se
celebra en Purulón (comuna de Lanco). En
Valdivia, esta misma festividad es celebra-
da en el tradicional barrio Collico. En cuan-
to a la Virgencita de Lourdes, es otro de
Fiestas religiosas en Los Ríos. Una fusión entre la espiritualidad autóctona y la de allende los mares
FESTIVAL DE SAN PEDRO EN CORRAL
Q Los cultos más antiguos aún pueden
pesquisarse en las celebraciones
cristianas como las de Virgen de la
Candelaria, en la localidad de Punucapa
o en la Isla de Mancera.
los cultos más visibles regionalmente, con
multitud de grutas dedicadas a ella, con
representación de aquellos que entregaron
sus profecías. En Valdivia, el 11 de febrero,
se celebra en Las Animas, en la gruta junto
al río. Y puede encontrarse también esta
imagen en la Iglesia San Francisco.
El 29 de junio se celebra la festividad de
San Pedro y San Pablo, fiesta típica de los
pescadores. Y el 24 de junio esta el día de
San Juan, que ocupa un lugar especial den-
tro de las tradiciones ya que se adapta
coincidentemente con la celebración del
Año Nuevo en el hemisferio sur (We
Tripantu). Otro culto que ha cobrado vigor,
sobre todo en la comuna de San José de la
Mariquina, es el de Santa Teresa de los
Andes y del beato Ceferino Namuncura.Q
PE HHC29
/323
PE RV/P50
Islas del Calafquén
Las doce joyas lacustres PATO JERGÓN (ANAS GEORGICA)

Son doce las islas calafquenses. Pero ninguna de ellas permanece en manos de los
habitantes originarios. Tan solo la Piedra Bruja, que emerge en pleno centro del lago…

EN LA SINGLADURA POR LAS ISLAS DEL CALAFQUÉN, CON TIEMPO ESPLÉNDIDO.

L
a islomanía es una rara afección esta nueva Ruta Verde número por el Otro
viajera, pero muy tenaz y ardien- Lago, (que es lo que en mapudungún viene
te. Se trata de una atracción irre- a signficar el nombre de Calafquén).
sistible en pos de los territorios De entre los llamados Siete Lagos, el
insulares, próximos o lejanos. El que prime- Calafquén es sin duda uno de sus más her-
ro definió este subyugante encantamiento mosos integrantes. Tres volcanes se divisan
fue el escritor inglés Lawrence Durrell, en sistemáticamente desde sus aguas: el
su obra Reflejos de una Venus marina, en Villarrica (2.840 m, cuyas laderas meridio-
1953. Posteriormente, Durrell escribiría nales descienden directamente sobre él); el
otra obra muy notable al respecto, Las Islas Quetrupillán (2.009 m); y el colosal Lanín
Griegas, otra magnífica Biblia para los islo- (3.728 m), que marca la frontera con
maníacos. En cuanto a la miríada de las is- Argentina). Extenso de 121 kms2 es un lago
las de Chile (este es el segundo país con un compartido entre las regiones de Los Ríos y ISLA TRAILAFQUÉN: GANADO PASTANDO EN LA PAMPA CENTRAL INSULAR
mayor número de porciones insulares en el
planeta, después de Indonesia) todavía
permanece virgen de un tratado sistemáti-
co. Además, en Chile, están sus también
numerosas islas lacustres, otra gama de
piedras preciosas que merece también
mención aparte…
Voy sumido en estas claves islomaniacas
mientras navegamos raudos, en nuestra
lancha de aluminio, sobre las aguas azules
del lago Calafquén. Me acompaña en esta
ocasión Pablo Navarro, al mando del motor
de nuestra embarcación. El día es radiante
y no sopla el temible viento puelche. La
semana pasada recibí un anuncio acerca de
la venta de una de las islas en este lago. Se
trataba de un texto prosaico y tecno-sim-
plista, que prosaicamente resumía así la
oferta: ‘Isla de ensueño en el lago Calafquén;
2 hectáreas boscosas; con casa de 250 m2,
luz y agua, embarcadero; abundante pesca;
para que le vean como un propietario exito-
so (¡!!!)…valor de la propiedad: 22.000 UF’.
Creo que ya sé de que isla se trata. No es,
en ningún caso, mi interés comprarla, ni
tampoco llegar a poseer ninguna isla.
Porque a los islomaniacos lo que nos gusta
es simplemente conocerlas y explorarlas,
amarlas a todas, soñarlas. Y es con este
pretexto que nos encontramos hoy viviendo EL VOLCÁN VILLARRICA CIERRA, POR EL NORTE, EL PASAJE LACUSTRE DESDE PUERTO CALAFQUÉN.

LA PIEDRA BRUJA EMERGE COMO UN ENIGMA EN EL CORAZÓN DEL LAGO CALAFQUÉN; AL FONDO, EL VOLCÁN VILLARRICA.
PE RV/P50
Islas del Calafquén. Las doce joyas lacustres /325
326/ PE RV/P50
Islas del Calafquén. Las doce joyas lacustres
de La Araucanía. Profundo de hasta 212 m,
situado a 207 m de altitud sobre el nivel del
mar, en sus aguas azules despuntan, oficial-
mente, ‘siete islas’. Pero se trata de un
aserto geográfico incorrecto.
En realidad son doce sus islas, amén de un
puñado de rocas e islotes satélites. La
mayor parte de ellas se localizan en el
cuadrante sur-occidental del lago, en el
sector adscrito a la región de Los Ríos. En
la porción correspondiente a La Araucanía,
frente a la localidad de Lican Ray, se ubi-
can las tres porciones insulares de Los
Morros. Y en el extremo oriental, cerca de
Coñaripe, otra isla es la de Millahuapi (per-
teneciente a la Universidad Austral de
Chile). En cuanto a la presente Ruta Verde,
propone una navegación a partir de la
marina de Puerto Calafquén que enlaza
sucesivamente las islas Chica y Trailafquén
(a 4 kms del punto de partida), Balboa (a
otros 4 kms de la anterior), Los Cuervos (a
1 km más), la Piedra Bruja (a otros 1,5 kms)
y la isla Codehuapi (a otros 7 kms, bor-
deando la península Huichoco). En total,
unos 21 kms de singladura (contando una
serie de recorridos periféricos insulares)
factibles también en kayak. Lo perfecto es
combinar este itinerario con el propuesto
en la Ruta Verde ‘Por la península de
Huichoco’, lo que permite plantearse un
recorrido de retorno en bicicleta hasta la
marina de Puerto Calafquén.
La más extensa de todas es la isla de
Trailafquén, de unas 40 hectáreas de exten-
sión, un verdadero paraíso privado. Se
localiza a 4 kms al norte de la orilla sur del
lago, donde la antigua Misión Capuchina de
Calafquén. Hasta principios de los años de
1990 algunas familias mapuches habitaban
todavía el lugar. Se produjo entonces una
operación de venta y permuta de tierras en
base a la cual un empresario de Talca se
transformó en su nuevo propietario. En la
actualidad, cuatro preciosas villas se levan-
tan sobre la orilla norte de Trailafquén y
otras tres casas más sirven de vivienda al
UNA ESCONDIDA CABAÑA, EN LA QUIETUD DE LA ISLA BALBOA CHICA.
CIPRÉS DE LAS GUAITECAS: UNA RAREZA FORESTAL, EN LAS ISLAS BALBOA.
encargado y otros cuidadores (que son los
únicos habitantes estables). Un muelle prin-
cipal y varios amarraderos secundarios
jalonan su costa y en su porción central se
extiende un pastizal dilatado, en el que pas-
tan ovejas de cara negra, asnos y caballos,
además de un grupo de llamas traídas
desde el altiplano andino. En cuanto a la
mitad oriental insular, aparece recubierta
por espeso bosque nativo. Trailafquén, en
efecto, es toda una belleza…
Ya no existen islas en el Calafquén perte-
necientes a sus habitantes originarios. De
una u otra manera, antes o después, todas
ellas han terminado privatizadas y en
manos huincas. Excepto una sola, si bien
diminuta…Se trata de la Piedra Bruja, que
es un peñote tan solo de diez por cuatro
metros de envergadura, que no emerge
más que otro par de metros sobre las
aguas profundas del mismo centro del
lago. Sobre su roquedo yermo no existe la
más mínima brizna de hierba que brote.
Únicamente las gaviotas, los cormoranes y
los charranes aciertan a posarse en ella.
Constituye un lugar enigmático, que surge
de las profundidades del lago como una
columna extraña columna de un Arverno.
Pero tan pequeña porción de tierra es, sin
embargo, el mejor mirador sobre el lago
Calafquén y el volcán Villarrica. Desde el
punto de vista islomaniaco, además, cons-
tituye una rara gema…
En la pequeña playa que se esconde al
abra de la menor de las dos islas Balboa,
nos hemos detenido a descansar. En las
rocas inmediatas podemos observar algu-
nas lagartijas de hermosos tonos verdo-
sos. Esta observación la repetiremos en
las demás islas del Calafquén, compro-
bando que los ejemplares de cada por-
ción insular resultan, curiosamente, de
tonalidades diferentes a las de sus congé-
neres de las islas vecinas. Porque las islas
son, en efecto, en el Calafquén también,
unos valiosos laboratorios para la evolu-
ción de las especies. En la isla Balboa
Chica, además de por sus lagartijas color
esmeralda, disfrutamos de una porción
de tierra muy atractiva por su cobertura
forestal, por el encanto de su paisaje pro-
pio, que cuenta con una deliciosa cabaña
escondida en su interior. Respetando la
ley, nosotros almorzamos sobre la playa,
en el ámbito de la franja marítimo-terres-
tre, cuyo dominio siempre es público.
EL DESAGUADERO DEL LAGO CALAFQUÉN, EN EL CANAL HUENINCA COMUNICA CON EL LAGO PULLINQUE.
La isla inmediata es la Balboa grande,
separada tan solo por un pequeño estre-
cho, propiedad de una familia de Valdivia
desde hace muchos años. Alberga una
casa de campo y cuenta con un pequeño
muelle en su fachada sur; aunque su
punto de desembarco más atractivo se
ubica en la playa norte, que circundan
aguas transparentes y cierra un pequeño
islote satélite, entre espectaculares vistas
sobre el volcán Villarrica. Allí nos encon-
tramos con Luis, el cuidador, nacido en
Curarrehue, que habita en las Balboa en
compañía de su esposa y de su hijo de
corta edad.
Como las Balboa, las islas de los Cuervos
son dos y separadas por un estrecho canal.
Su propietario es un médico de Concepción,
según nos explican unos trabajadores que
se encuentran efectuando obras de mante-
nimiento en la Cuervo norte, en la que
existen una casa de campo, dos muelles
bien construidos, una embarcación cabina-
da de servicio y un sistema de generación
de electricidad mixto, eólico-fotovoltaico.
Como las restantes islas del Calafquén, en
su litoral se observan multitud de patos de
diversas especies y loros australes en sus
partes boscosas.
Junto con el volcán Villarrica alzándose por
la orilla norte y los humedales de Huitag
propicios para la avifauna en su extremo
occidental, el otro accidente relevante del
lago Calafquén es la acantilada península
Huichoco (que culmina el cerro sagrado de
Trelahuapi, 601 m). La zona es de muy anti-
gua tradición nativa y, en su parte istmica,
en torno al cerro Pitrén (582 m), diversos
yacimientos arqueológicos atestiguan la
LAS ISLAS BALBOA, DEMORANDO AL SUR.
antigüedad de los primeros habitantes en el navegante, especialmente en kayak o en
sector. Desde el punto de vista forestal, la bote a remos, ya que a menos de 700 m de
zona es también de elevado interés por ser distancia con respecto al islote en cuestión
uno de los escasos sectores de la región de se localiza el comienzo del canal Hueninca.
Los Ríos donde se pueden encontrar forma- Este canal Hueninca es en realidad el des-
ciones de ciprés de las Guaitecas (singulari- aguadero del lago Calafquén sobre el lago
dad que se repite en las diversas islas del Pullinque, resolviéndose la diferencia de
lago Calafquén). altitud entre ambos mediante un sector de
Tras doblar el extremo oriental de Huichoco 150 m de raudales bravísimos. El riesgo de
encontramos finalmente el islote Codehuapi, verse arrastrados por la corriente del des-
separado de tierra firme por un canal de aguadero es un peligro que conviene evitar
tan solo 80 m de anchura. Este sector a toda costa, tras la navegación bellísima
requiere mucho cuidado por parte del que enlaza estas islas del Calafquén.O
GPS 1 Playa de Puerto Calafquén/ punto de inicio de ruta náutica- 39°34'8.93"S/ 72°15'0.57"O
PUNTOS GPS
GPS 2 Punto de desembarque en isla Chica- 39°33'56.58"S/ 72°14'12.42"O
GPS 3 Muelle principal en isla Trailafquén- 39°32'24.96"S/ 72°14'18.53"O
GPS 4 Isla Pichilafquén- 39°32'3.01"S/ 72°13'31.58"O
GPS 5 Mejor punto de desembarque y refugio en la isla Balboa Chica- 39°31'47.57"S/ 72°11'14.60"O
GPS 6 Playa y mejor punto de desembarque en la isla Balboa Grande- 39°31'51.89"S/ 72°10'55.14"O
GPS 7 Los Cuervos, isla Norte/ muelle privado- 39°32'32.67"S/ 72°10'42.65"O
GPS 8 La Piedra Bruja- 39°32'15.78"S/ 72°10'8.90"O
GPS 9 Curihue marina- 39°32'16.66"S/ 72° 8'27.67"O
GPS 10 Isla Codihuapi- 39°32'40.25"S/ 72° 6'6.33"O
GPS 11 Canal Hueninca/ Desaguadero del lago Calafquén- 39°32'55.99"S/ 72° 6'19.36"O
GPS 12 ¡Peligro! Raudales en le canal Hueninca- 39°32'58.43"S/ 72° 6'28.51"O
GPS 13 Islas Los Morros (región de La Araucanía)- 39°30'5.45"S/ 72°10'4.02"O
GPS 14 Lican Ray (región de La Araucanía)- 39°29'22.89"S- 72° 9'19.20"O
GPS 15 Humedales de Huitag- 39°31'47.40"S/ 72°16'35.66"O
PE RV/P50
Islas del Calafquén. Las doce joyas lacustres /327
HITO HISTÓRICO-CULTURAL
PEHHC50
Panoramas artesanos
Un panorama tradicional e intangible
Jimena Jerez Bezzenberger, Antropóloga, y Equipo Atlas IP
Desde hace al menos once mil años la selva
valdiviana proveyó a sus habitantes de materiales
nobles, resistentes y prácticos, de inigualable
belleza. Actualmente, los diseños mapuche cuentan
con una alta valoración que ha revitalizado a
algunas comunidades poniendo en valor su cultura.
L
a m a d e ra h a l l a r á
cauce en dos tra-
diciones sure-
ñas muy di-
ferentes: el tallado
de una sola pieza,
propio del mun-
do mapuche; y la
carpintería por
ensamble, traída
de allenede los
mares por los eu-
ropeos. El incorrupti-
ble alerce milenario,
los cipreses, el lingue y el
raulí, los pellines, el laurel, la KULTRÚN
tepa y los mañíos, o los avellanos con sin-
gulares vetas son aserrados desde el siglo
XVI en torno a la localidad de Corral. Los
alerces o lahual, hoy protegidos por ley,
individualmente y en calidad de Monu-
mento Nacional, se convirtieron tradicio-
nalmente en vigas, postes y tejuelas.
Los bosques fueron abiertos y converti-
dos en tablas para superponer sobre las
calles llenas de barro, para construir
casas y edificios, para fabricar platos y
cucharas, bancos, mesas, ventanas,
puertas, según una tradición que se
mantiene hasta ahora. En efecto, en la
región perviven excelentes maestros
torneros, carpinteros y ebanistas. La
madera, sin duda, es el material que a
pesar de incendios permanece como dis-
tintivo de ciudades como Valdivia o
La Unión, así como en los restantes
núcleos habitados, ur-banos y rurales, de
nuestra región.
Con madera de los bosques regionales los
maestros artesanos aún hoy crean embar-
caciones (como esos magníficos carpinte-
ros de ribera ubicados a orillas del río
Cutipay, en la comuna de Valdi.via, los her-
manos Villanueva), y tonelles donde guar-
dar la chicha de manzana o presentar el
muday en las ceremonias. Actualmente
fabrican bajo estos mismos conceptos
bateas y tinas, como Juan
Raillanca, del Lof Chamull,
en Lago Ranco. Des-
tacan, además, los
tallados que se
encuentran en la
zona de Pangui-
pulli, de rica tra-
dición maderera,
que fuera parte de
aquel Complejo
Neltume-Pangui-
pulli, un territorio
forestal puesto en ma-
nos de los trabajadores
durante el gobierno de la Unidad
Popular en 1970.
La artesanía regional siempre se realizó
con variados tipos de junquillos, colihues
y quilas, cortezas y enredaderas (como el
sagrado copihue, los sabrosos cowiles, el
misterioso quilmay, la quilineja, los
boquis) que compiten en belleza y calidad
creativa para canastillas, pilwas, pei-
nes, escobas, lazos, coladores y ador-
nos de todo tipo. El boqui pil-pil (Boquila
trifoliata) es trabajado aún por la familia
Lienlaf de Alepúe, comuna de San José
de la Mariquina. Esta hermosa enredade-
ra es también planta mágica que sirve
para enamorar y antiguamente se usaba
en ritos, durante los periodos de sequía,
para hacer llover. El chupón, planta
comestible, que servía para techar las
casas, se puede conocer aún en Lobería,
Huiro y Chaihuín, en la comuna de
Corral. En cuanto a la ñocha, fue cultiva-
da masivamente el siglo pasado en la
fábrica Formio, en Máfil. Y en Los Lagos,
Carlos Correa trabaja y enseña el saber
hacer con mimbre.
La lana de oveja, tejida a palillo y a telar
o huitral, todavía protege y viste a muchos
habitantes del Sur. Los colores son dados
por el mismo bosque mediante cortezas,
hojas y raíces, y también conllevan una
significación cultural, que describe el espíri-
MOLINO DE CHICHA, EN PUNUCAPA.
tu de su portador. Desde antiguo, los mapu-
che tenían una especie de escritura propia,
como demuestra la existencia de palabras
originarias para referirse a ella, mediante
determinados ideogramas dotados de pro-
fundo significado espiritual,
tual, que narran las
ones, linaje y territo-
características, condiciones,
rio de quien usaba el makuñ ñ o poncho
poncho,, el
trariwe o faja, el trarilonkoko
o cintillo, al igual que en
caso de mantas y chopi--
n el
nos. Un mural del artista a de la Mariquina,
Demesio Imio, ubicadoo en
el Mercado Municipall de
staca-
Valdivia, recuerda el destaca-
do trabajo de la artesana sana
Leonor Manquel.
Alonso de Ercilla, en el siglolo XVI,
ya narraba la presencia de maestros orfe-
bres mapuche, probablemente relaciona-
dos a linajes con roles espirituales, existen
también términos nativos para designar
metales y piedras de valor. Las mujeres
mapuche mantuvieron su vestimenta tradi-
cional y sus joyas de plata, tan vinculadas a
la luna. Así, se encuentran prácticas y sabe-
res asociados a los metales, conocimientos
que emergen como signo de
la riqueza
r ancestral de un
pueblo
pueb y expresión íntima
de ssu cosmovisión, que
rechaza la esclavitud y la avari-
cia. El trabajo de orfebrería en
plata de los artesanos de San José
Mariqu como el de Liliana
Tripailaf, ha recorrido el mundo mos-
trando el arte mmapuche del sur de Chile.
En Paillaco una tradición destacada es la
talabartería, pr productora de aperos de
huaso, zapatos, mantas, sillas de montar
requerid desde todo el país. En
que son requeridos
cuanto a las gredas, tuvieron mucha
importancia para el vivir diario, con ellas
se consolidaban muros, se construían
ladrillos, tejas para casas y obrajes
para las fortificaciones de la Plaza y
ESCULTURA MADERA HUILO HUILO
ESCULTURA MADERA, HUILO HUILO. MANTA MAPUCHE
Q En la región de Los Ríos proliferan
Mercados, Ferias y Muestras Costumbristas.
Las identidades territoriales
tienen en su expresión artística un camino
hacia el bienestar o küme felen; y el buen vivir
o küme mongen.
Presidio de Valdivia, donde los presos y platos, ollas, pipas, vasos, fuentes y jarras.
soldados se cocinaban y comían en los O carácter ceremonial. Pero siempre rica-
mismos cacharros que los williche. mente dibujada. Estas tradiciones alfareras
A diferencia del sistema de torno usado por se remontan a las prehispánicas cerámicas
los españoles, la cerámica mapuche emplea tipo Pitrén, de engobe negro; tipo Tringlo,
la técnica del coiling, mediante lulos a los propia de Lago Ranco; o tipo Valdivia, con
que se les va dando progresivamente la rojo sobre blanco. En todas ellas, las jarras,
forma deseada. La cerámica tradicional de llamadas metawe, representan el útero de
esta parte del sur del país, desde antiguo, la mujer, que es donde se origina toda
PUESTO DE ARTESANÍA, EN VALDIVIA. tuvo principal carácter utilitario, en base a nueva vida. Q
PE HHC50
Panoramas artesanos. Un panorama tradicional e intangible /329
330/ PE Chile, 2014
Guía ecoturística y cultural de la Región de Los Ríos. RV/P RUTAS URBANAS

PE 12 R U TA S V E R D E S Y PAT R I M O N I A L E S

U R B A N A S
PE Chile, 2014
Guía ecoturística y cultural de la Región de Los Ríos. RV/P RUTAS URBANAS /331
332/ PE Chile, 2014
Guía ecoturística y cultural de la Región de Los Ríos. RV/P RUTAS URBANAS

PE RV/P URBANA I

CORRAL
L
a capital de la comuna de Corral (767 kms2 de extensión y censo comunal total estimado en 5.463 habitantes) inte-
gra actualmente una población de 3.600 habitantes. Para algunos historiadores, es sería el puerto más antiguo de
Chile, utilizado por los españoles a partir del año 1544. A comienzos del siglo XX Corral se transformó en uno de los
principales centros industriales chilenos, tras la entrada en actividad de los Altos Hornos locales. Pero estos fueron
totalmente arrasados, junto con el centro de la población, por el terrible terremoto y tsunami de 1960. Hoy la zona portuaria
de Corral está habilitada principalmente para la exportación de chips de madera, mientras sueña con una reactivación la
cual debería llegar, algún día, de la mano de un terminal bioceánico estratégico.

Estratégico fue Corral, en efecto, en tiempos de la Colonia, al erigirse entonces en bastión principal, por su flanco SO, de la
denominada Llave del Mar del Sur: el Sistema de Fortificaciones Hispanas de la Bahía de Corral. Para conocer lo que queda de
este legado y disfrutar a la par de las mejores panorámicas sobre el entorno, recomendamos una Ruta Verde y Patrimonial, en
bicicleta, cuyo inicio coincide con el tótem turístico de SERNATUR (junto al Centro de Información Turística local).

En dirección sur, podremos llegar (saliendo del núcleo urbano por la carretera hacia Valdivia) hasta el mirador habilitado
junto al emplazamiento de la antigua batería hispana de Santa Ana, para disfrutar de una de las mejores perspectivas sobre
la bahía de Corral. En dirección norte, recomendamos pedalear hasta las inmediaciones del nuevo hospital local y los restos
de la antigua batería colonial de Morro Gonzalo (que marcaba la entrada al puerto de Corral): otro punto panorámico espec-
tacular. Entre uno y otro punto (aprox. 6,5 kms) enlazaremos sucesivamente (de S a N) la batería del Bolsón; los reductos de
Chorocamayo Bajo y Alto; las ruinas del castillo de San Luis de Alba de Amargos; la batería del Barro; y los fuertes de San
Carlos y Aguada del Inglés. Deberemos empezar este recorrido, en cualquier caso, visitando el mejor ejemplo de todos ellos,
el Castillo de San Sebastián (Monumento Nacional), donde tiene lugar una interesante Reanimación Histórica del Castillo de
Corral. Y como colofón, ¿por qué no embarcarnos en alguna de las lanchas de pasajeros, con nuestras bicicletas, hacia la isla
de Mancera y su espectacular castillo de San Pedro de Alcántara?

RUTAS VERDES Y DEL PATRIMONIO, RECOMENDADAS DESDE CORRAL

› RV/P 1,‘El sendero de la isla del Rey’
› RV/P 2, ‘De Mancera al Alerce Costero’
› RV/P 3, ‘De Punta Galera a las lagunas de Colún’
› RV/P 4, ‘Del Alerce Costero a Chaihuín’
› RV/P 5, ‘Remontando el Naguilán’
› RV/P 6, ‘En torno al Tornagaleones’
› RV/P 47, ‘Islas al sur de Valdivia’

El mapa de referencia para Corral/ capital comunal es el que aparece en

el tótem turístico ubicado en la localidad (cortesía de PRT. SERNATUR).

PE Chile, 2014
Guía ecoturística y cultural de la Región de Los Ríos. RV/P RUTAS URBANAS /333
334/ PE Chile, 2014
Guía ecoturística y cultural de la Región de Los Ríos. RV/P RUTAS URBANAS

PE RV/P URBANA II

FUTRONO
F
utrono o ‘Lugar de Humaredas’, en la ancestral lengua mapudungún… Esta capital comunal, situada en el sector noro-
riental del Lago Ranco, cuenta en la actualidad con una población estimada de 8.800 habitantes (de un total de
15.000 habitantes estimados para el total de una comuna extensa de 2.267 kms2) y en tiempos de la Colonia española
fue el centro de un importante territorio mapuche independiente conocido como el Futronhue.

En la segunda mitad del siglo XIX los primeros vapores que navegaron sobre el lago Ranco comenzaron a transformar el lugar
en un importante puerto lacustre que comunicaba, primero, con La Unión a través de Puerto Bueno; y más tarde, también, con
Punta de Rieles, la actual localidad de Lago Ranco y hasta donde llegaba entonces un ramal ferroviario. La explotación de los
bosques nativos de la zona fue muy intensa. En pleno auge de esta actividad maderera, en 1941, Futrono se transformaría en
municipio. Unos tiempos en los que todavía se necesitaban hasta nueve horas a caballo para alcanzar Paillaco, el núcleo habita-
do más próximo…

Para recorrer el sector urbano de Futrono, a pie o en bicicleta, recomendaremos una vez mas tomar como punto de partida la
Oficina de Información Turística local, junto a la cual se levanta el oportuno Totem Turístico de SERNATUR. Un recorrido urbano
que se resuelve siguiendo un doble eje vial, conformado por las avenidas José Manuel Balmaceda y Bernardo O’Higgins. En bici-
cleta, podremos prolongar dicho circuito en tres direcciones complementarias: una, en dirección al puerto de Futrono (donde
atraca el transbordador que nos podrá llevar hasta la isla Huapi y su acogedora comunidad mapuche); otra, por la carretera en
dirección a Puerto Las Rosas y a Llifén (a través de preciosos paisajes); y la tercera (si es que no hemos pasado ya por allí pre-
viamente, en nuestra aproximación a Futrono viniendo desde Paillaco o Los Lagos), hasta el Mirador sobre el lago Ranco y sus
islas. Cerraremos, en cualquier caso, con un recorrido por el Jardín Botánico Parque Futronhue (con hermosos ejemplares de
árboles nativos) y en la Plaza de la Madera (en la que se exhíben artefactos y maquinarias relacionadas con la industria forestal,
que desde el siglo XIX forma parte tan esencial del pasado futronino).

RUTAS VERDES Y DEL PATRIMONIO RECOMENDADAS DESDE FUTRONO

› RV/P 8, ‘Calcurrupe –Chollinco’
› RV/P 9, ‘Por las islas del lago Ranco (I)’
› RV/P 10, ‘Por las islas del lago Ranco (II)’
› RV/P 11, ‘Río Curringue- termas de Chihuío (en la Ruta de Neruda)’
› RV/P 13, ‘Por la península de Illahuapi’
› RV/P 14,‘Parque Nacional Puyehue’

El mapa de referencia para Futrono/ capital comunal es

el que aparece en el tótem turístico ubicado en la localidad
(cortesía de PRT- Sernatur Los Ríos).

PE Chile, 2014
Guía ecoturística y cultural de la Región de Los Ríos. RV/P RUTAS URBANAS /335
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Guía ecoturística y cultural de la Región de Los Ríos. RV/P RUTAS URBANAS

PE RV/P URBANA III

LAGO RANCO
E
ste núcleo urbano se conoció como Punta de Rieles, después como Tringlo, también como Pérez Rosales. Todo
comenzó en 1928, cuando el Fisco decidió adquirir en la orilla sur del lago Ranco 50 hectáreas de terreno para
construir un terminal ferroviario, un pueblo de colonización y un puerto lacustre.

El ramal de ferrocarril, procedente de Río Bueno y Crucero, alcanzaría finalmente el paraje en 1930, que en 1941 fue elevado
al rango de capital de la nueva comuna de Lago Ranco (1.763 kms2; 9.548 habitantes estimados en 2010; 2.085 de ellos en la
zona urbana). En 1947 su importancia de Lago Ranco como puerto lacustre pasó a ser destacada, con vapores (como el Laja
y el Saturno, el Osorno, el Lilí o el Valdivia) yendo y viniendo hacia y desde Riñinahue, Llifén, Futrono o isla Huapi. Es en uno
de estos antiguos vapores que se embarcó clandestinamente el poeta Pablo Neruda en 1949, en su ruta hacia el exilio.

La zona urbana de Lago Ranco distribuye su caserío sobre una ladera inclinada hacia las orillas lacustres. El recorrido, a pie o
en bici, puede comenzarse en el sector del Estadio municipal, junto al Centro de Información Turística y el Totem Turístico de
Sernatur. Desde la avenida Concepción (tramo urbano de la carretera que atraviesa la localidad) tomaremos el descenso por las
calles Puerto Montt y Carrera Pinto, que nos llevará hasta la avenida Viña del Mar y la costanera lacustre. Pasaremos así por la
feria-mercado y la Municipalidad local, camino del antiguo muelle portuario.

Si pedaleamos después a lo largo de la costa, entre este punto y Puerto Rettig, conoceremos sucesivamente las playas de El
Arenal, Costanera, Ferrocarril y Chamul. Un hito cultural a no perderse será el Museo Municipal Tringlo, con excelente colección
de artefactos de la tradición mapuche-huilliche y ejemplos cerámicos valiosos procedentes de los yacimientos arqueológicos
locales. De nuevo situados en la avenida Concepción, podremos pedalear algunos kilómetros en dirección a Ilihue, en busca de
sucesivos buenos puntos panorámicos sobre el gran lago Ranco. Pero el mejor de todos elos, sin duda, es el que se localiza en
el Parque Alfonso Brandt, sobre una meseta situada a 3 kms de la zona urbana: el espectacular mirador de Piedra Mesa.

Rutas Verdes y del Patrimonio recomendadas desde Lago Ranco

› RV/P 8, ‘Calcurrupe –Chollinco’
› RV/P 9, ‘Por las islas del lago Ranco (I)’
› RV/P 10, ‘Por las islas del lago Ranco (II)’
› RV/P 13, ‘Por la península de Illahuapi’
› RV/P 14, ‘Parque Nacional Puyehue’
› RV/P 20, ‘De Crucero a Lago Ranco’

El mapa de referencia para Futrono/ capital comunal es el que

aparece en el tótem turístico ubicado en la localidad
(cortesía de PRT- Sernatur Los Ríos).

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Guía ecoturística y cultural de la Región de Los Ríos. RV/P RUTAS URBANAS /337
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Guía ecoturística y cultural de la Región de Los Ríos. RV/P RUTAS URBANAS

PE RV/P URBANA IV

LANCO
ara los mapuches del cacique Huentelaf la llegada de los raíles del ferrocarril longitudinal sur hasta sus pam-

P pas, situadas junto al río Cruces en Lanco, fue presagio de irremisibles cambios. Casi cuatrocientos años antes
por este mismo lugar habían pasado las huestes de Pedro de Valdivia y, en sus alrededores selváticos, en las
prominencias estratégicas de los contornos, aquellos primeros ocupantes levantaron pequeños fortines: Trol-
tohue, Huenuye, Contra. Pero, tras el levantamiento general mapuhe de 1602, los españoles no habían tornado por la zo-
na de manera estable.

Con el ferrocarril, sin embargo, llegaba a principios del siglo XX una ola colonizadora criolla y de emigrantes blancos arriba-
dos desde diferentes partes del globo cuyo choque con la cultura aborigen iba a resultar definitivamente impactante. Todo
ello ocurrió al amparo, precisamente, de una simple estación ferroviaria levantada junto al alto río Cruces, que constituiría el
germen de la actual ciudad de Lanco. Esta, en poco tiempo, acabaría transformándose en un puerto seco, un centro impor-
tante de transferencia de cargas vinculado al referido ferrocarril.

En 1917 Lanco se erigió como comuna independiente, por segregación de la de San José de la Mariquina. Su extensión resultaba
enorme, con unos límites que se extendían desde los meandros del río Cruces hasta la frontera con Argentina. En 1942 la comu-
na de Lanco (532 kms2 de extensión; 16.500 habitantes de población comunal total, 11.300 de los cuales son población urbana)
quedaría ajustado a sus límites actuales (tras la segregación, a su vez, de la comuna de Panguipulli.

La ubicación del Centro de Información Turística de Lanco resulta estratégica. No en vano se sitúa al borde la carretera E 5, a proxi-
midad del negocio de don Apolinario, el llamado Rey de las tortillas de rescoldo, que este oficia cada día en su tradicional horno de
bóveda de ‘Nuestro Chile’. Tomando tal punto de partida, el ciclista o caminante urbano doblará hacia el paso a nivel que permite
cruzar el ferrocarril troncal Santiago-Puerto Montt, girará brevemente por la calle Centenario y tirará por la calle Libertad adelan-
te hasta la Plaza de Armas lonquina, que es donde se ubica la joya patrimonial local: el Teatro Galia (ver Hito Histórico- Cultural 41).

Una opción complementaria para el ciclista será, a partir de este punto, continuar por la calle Libertad hasta su término, doblar segui-
damente por la calle de Santiago y continuar hasta encontrarse con el antiguo trazado ferroviario del ramal desmantelado Lanco-
Panguipulli: entroncará así con la mismísima RV/P 16 (que enlazará a su vez con la RV/P 31). En cuanto al circuito urbano propuesto, se
cerrará siguiendo hacia el sur por la calle Centenario hasta el río Leufucade. Desde aquí enlazaremos con la Ruta 5 para, siguiendo en
dirección norte, cerrar nuestra ruta urbana donde don Apolinario y sus magníficas y mencionadas tortillas de rescoldo…

RUTAS VERDES Y DEL PATRIMONIO, RECOMENDADAS DESDE LANCO

› RV/P 15, ‘Río Cruces/ de lanco a la Mariquina’
› RV/P 16, ‘Por el antiguo ramal de Lanco/ entre Lanco y Malalhue’
› RV/P 31,‘Por el antiguo ramal ferroviario/ de Malalhue a Panguipulli’

El mapa de referencia para Lanco/ capital comunal es el que aparece en el

tótem turístico ubicado en la localidad (cortesía de PRT- Sernatur Los Ríos).

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Guía ecoturística y cultural de la Región de Los Ríos. RV/P RUTAS URBANAS /339
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PE RV/P URBANA V

LA UNIÓN
C
apital de la provincia del Ranco (que comprende las comunas de La Unión, Río Bueno, Lago Ranco y Futrono), la ciudad
de La Unión alberga una población de 25.000 habitantes. En cuanto a extensión comunal, La Unión alcanza los 2.137
kms2, con una población total de 38.000 habitantes. En tiempos de la colonia, este sector de la actual región de Los Ríos
estaba habitado por comunidades pertenecientes al pueblo mapuche-huilliche, unos grupos indígenas a los que los espa-
ñoles denominaban indios cudicanos. ‘Estos cudicanos eran amantes del cultivo de sus mapu, diestros en la caza y hábiles en el
manejo del llolle para pescar, además de muy celosos de sus tierras y de sus bosques’, según el historiador unionino Osvaldo Leal.

De la confluencia de los ríos Llollelhue y Radimadi, ambos afluentes del río Bueno, es de donde procede el nombre actual de
la ciudad, fundada en 1827, ya en época republicana, donde el llamado Llano de Negrón y con el nombre de Villa Libre de
San Juan. Es solo a partir de 1890 que aparece, finalmente, nominada como La Unión. Cerca de su emplazamiento se esta-
blecieron, en tiempos de la Colonia, algunas misiones para la conversión de los pobladores originales además de una serie
de fuertes y fortines españoles, sobre todo a partir del levantamiento mapuche de 1792 liderado por los longko Queipul y
Futañirre. Estos fortines españoles de La Unión se comunicaban con Valdivia a través del camino viejo de Angachilla.

Ya en el siglo XIX se establecieron en la zona nuevos migrantes europeos, impulsados por la política de colonización emprendi-
da por el gobierno de Chile, en su mayoría procedentes de tierras germanas, que recrearon acá su arquitectura de origen, su
perfil industrial, su idioma y sus costumbres. La influencia alemana en La Unión, en efecto, es una de las notorias de todo Chile.

La Plaza central de la localidad tiene el nombre de la Concordia y fue diseñada por el Gobernador Germán Asenjo Vásquez en la pri-
mera mitad del siglo XX. Destacan las edificaciones de la Iglesia San José, la casa cuartel de la Primera Compañía de Bomberos Ger-
mania, el edificio de la Municipalidad, el edificio del Banco Santander, la Casa von Mülenbrock o el edificio institucional de la empresa
de lácteos Colún, entre otras. En el centro de la Plaza hay una fuente y kiosko tradicionales. Un paseo muy interesante es el que lleva
desde aquí hasta el Parque Municipal, donde hay juegos, sitios de recreación y una relevante vista sobre el río Llollelhue.

En la denominada avenida Industrial el viajero encontrará, a su inicio, unas grandes mansiones de principios del siglo XX que pertene-
cieron a las familias vinculadas a la importante industria local. Más adelante se localiza el imperio que fundara Teófilo Grob, con el edi-
ficio del molino y otros importados desde Alemania, así como la antigua fábrica de Linos. Al final de la avenida mencionada nos en-
contraremos también con el parque y la planta hidroeléctrica construida en 1911, en perfectas condiciones, todo un hito patrimonial-
industrial. Regresaremos al centro urbano por las calles 21 de Mayo y Esmeralda. En el entorno de la Plaza central última destacarán,
nuevamente, los edificios de Colún, la Municipalidad y la iglesia parroquial de San José, construida en madera nativa en el año 1904.
Entre las casonas tradicionales unioninas a no perderse, destacaremos la Grob, Siegle, Larre, Deiber, Bustos o Duhalde.

RUTAS VERDES Y DEL PATRIMONIO, RECOMENDADAS DESDE LA UNIÓN

› RV/P 3, ‘De Punta Galera a las lagunas de Colún’
› RV/P 17, ‘Bajo río Bueno I’
› RV/P 18, ‘Bajo río Bueno II’
› RV/P 19, ‘Cocule, entre Río Bueno y La Unión’

El mapa de referencia para La Unión/ capital comunal es el que apa-

rece en el tótem turístico ubicado en la localidad (cortesía de PRT-
Sernatur Los Ríos).

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Guía ecoturística y cultural de la Región de Los Ríos. RV/P RUTAS URBANAS /341
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PE RV/P URBANA VI

LOS LAGOS
L
os ríos Quinchilca y San Pedro/ Callecalle sirvieron como primeras rutas para el transporte de madera, en balsas o alma-
días, entre los bosques del interior regional y la ciudad de Valdivia. Con la llegada del ferrocarril a la zona, en las postri-
merías del siglo XIX, esta actividad fue decayendo paulatinamente y el acopio de troncos y maderas se fue concentrando
en torno a la nueva estación ferroviaria de Collileufu, donde el actual centro urbano de la ciudad de Los Lagos.

El origen del nombre de Los Lagos procede de una denominación genérica progresivamente asentada a partir de la expre-
sión popular espontánea. Muchos valdivianos, en el siglo XIX, cuando se referían al lugar de la actual localidad laguina, lo
hacían refiriéndose a que iban camino de los lagos: lo que quería decir un lugar situado entre la entonces denominada esta-
ción Purey y esas vastas extensiones lacustres precordilleranas del Riñihue, el Panguipulli o el Ranco.

A orillas del río Quinchilca, durante el periodo colonial, los españoles habían fundado un fuerte militar y, posteriormente, una
misión religiosa. Cuando Los Lagos fue fundado oficialmente en 1891, el grueso de aquel núcleo de población original en Quin-
chilca pasó a trasladarse hasta la confluencia del río Collileufu sobre el San Pedro/ Callecalle, que era por donde estaba previs-
to el paso del ferrocarril longitudinal sur hacia Osorno y Puerto Montt, que avanzaba en su construcción.

Este enclave ferroviario fue el germen original del actual Los Lagos y, años más tarde, también el punto de partida de otro camino
de hierro trans-cordillerano proyectado hasta San Martín de los Andes, en Argentina (del cual únicamente se llegó a construir un
ramal de trocha angosta hasta el lago Riñihue). En la actualidad, la comuna de Los Lagos (principal punto de comunicaciones sobre
el eje vial del autopista E-5 en la región de Los Ríos) cuenta con una población urbana estimada en torno a los 10.000 habitantes,
de un censo comunal total de 21.672 habitantes. La extensión territorial de la comuna alcanza los 1.791 kms2.

Para explorar su entramado urbano, lo propio será comenzar su recorrido en la local plaza de armas, continuando por el eje
que atraviesa el antiguo complejo ferroviario de la estación Collileufu (declarado Monumento Nacional). La propia calle Colli-
leufu nos llevará a continuación hasta las orillas del río San Pedro/ Callecalle, que podremos recorrer hasta las inmediacio-
nes del puente de la autopista E-5. Por la calle Floriano Toledo retornaremos de nuevo al epicentro urbano.

Posteriormente, nos quedaré salvar (por el viejo puente Collileufu) el curso del río homónimo, llegando así a la estación y
trazado del ferrocarril longitudinal Santiago- Puerto Montt. Otro puente, el de la calle Balmaceda, será el que nos permita
cerrar el circuito de nuevo en la plaza de armas.

RUTAS VERDES Y DEL PATRIMONIO, RECOMENDADAS DESDE LOS LAGOS

› RV/P 12, ‘Ascensión al Mocho-Choshuenco’
› RV/P 21, ‘De Los Lagos a Huellelhue’
› RV/P 22, ‘Navegando por el San Pedro’
› RV/P 23, ‘Al oriente del lago Riñihue’
› RV/ P 25, ‘De Máfil a Antilhue’
› RV/P 49, ‘Riñihue occidental: cerro Tralcán’

El mapa de referencia para Los Lagos/ capital comunal es el que aparece en el tótem turísti-
co ubicado en la localidad (cortesía de PRT- Sernatur Los Ríos).

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PE RV/P URBANA VII

MÁFIL
M
áfil, para sus originarios habitantes mapuche-huiliche, era el ‘Abrazo de los ríos’, en referencia a la junta
de ejes fluviales que se verifica en en este entorno. Uno de estos cauces confluyentes es el del río Iñaque,
que escurre desde unos antiguos lavaderos de oro y serpentea por los límites mismos del actual casco ur-
bano mafileño.

La comuna de Máfil es, con sus 583 kms2 la segunda de menor extensión (después de la de Lanco) de las doce comunas que
integran la región de Los Ríos. Posee una población total comunal estimada en 7.000 habitantes, de los que 3.600 residen
en el área urbana. Hasta mediados del siglo XX uno de los principales accesos hasta Máfil era mediante vapores fluviales que
remontaban, desde Valdivia, hasta el embarcadero de local de Putabla, en el río Pichoy.

En cuanto al ferrocarril, también en el caso de Máfil estuvo en el origen de su consolidación como núcleo urbano. Concretamente,
la existencia de yacimientos de carbón en sus proximidades, como los de Pupunahue, transformó a Máfil en un importante punto
de repostaje para las locomotoras a vapor. La actual estación de trenes mafileña data de los años de 1930. Hasta 1964 Máfil no fue
constituida como cabecera de la nueva comuna de Pidey, mediante segregación territorial de la de San José de la Mariquina. Tras
el proceso de regionalización de 1974, comuna y cabecera pasarían definitivamente a denominarse de manera homónima.

La visita del Máfil urbano se articula en base a cinco puntos de interés principales: la Plaza de Armas; el pequeño embarca-
dero junto al río Iñaque; la estación ferroviaria; el meandro y parque de Chimilluco; y la muy relevante Casa de la Cultura lo-
cal. Esta Ruta Verde urbana se propone comenzarla donde el edificio de la Municipalidad, junto a la mencionada Plaza de Ar-
mas. Siguiendo recto por la calle Chacabuco, abocaremos al cabo en las orillas del río Iñaque, en un ameno paraje arbolado:
acá se sitúa el modesto punto de embarque desde el que resulta posible navegar, en kayak, hasta el Santuario de la Natura-
leza del río Cruces, a favor de la corriente sucesiva de los ríos Iñaque y Pichoy.

La estación ferroviaria siempre fue el verdadero centro neurálgico de Máfil y conserva todavía algunos buenos ejemplos de
galpones, de interés patrimonial. En sus proximidades localizaremos un paso peatonal que permite cruzar hasta el otro lado
de la vía férrea, útil para dirigirnos ahora hacia el meandro de Chimilluco, otro hermoso paraje fluvial junto al Iñaque. En
cuanto a la Casa de la Cultura de Máfil, en la calle Pedro de Valdivia, merecerá siempre atención destacada. Se ubica en un
precioso edificio de madera en estilo colonial alemán, que perteneció a la familia Fehlandt, cuya presencia en la zona se re-
monta a finales del siglo XIX. Restaurada en 1986, hoy es la sede de la Orquesta Infantil de Máfil, constituyendo un atractivo
espacio dedicado al desarrollo cultural y artístico, además de un activo punto de encuentro cívico local. Alberga un intere-
sante Registro de Objetos Antiguos locales.

RUTAS VERDES Y DEL PATRIMONIO, RECOMENDADAS DESDE MÁFIL

› RV/P 22, ‘Navegando por el San Pedro’
› RV/P 24, ‘Entre Máfil y Tralcao’
› RV/ P 25, ‘De Máfil a Antilhue’

El mapa de referencia para Máfil/ capital comunal es el que aparece

en el tótem turístico ubicado en la localidad (cortesía de PRT-
Sernatur Los Ríos).

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PE RV/P URBANA VIII

SAN JOSÉ DE LA MARIQUINA

T
reinta años después de la incorporación del llamado Valle de la Mariquina a la República de Chile fue enviado a es-
te territorio, situado entonces sobre la misma frontera araucana, don Guillermo Frick como Comisionado de Men-
sura del Gobierno. Será el encargado, en 1851, de delinear el primer plano de San José de la Mariquina como nú-
cleo urbano oficialmente establecido. Por estas mismas fechas, los padres Capuchinos Bávaros se hacían cargo de
la misión local así como un primer insumo de colonos alemanes llegaba para establecerse en estas tierras ribereñas del río
Cruces. En la actualidad, la comuna de Mariquina, con una extensión de 1.320 kms2, alberga una población total de 18.400
habitantes. Su capital es la ciudad de San José de la Mariquina, que cuenta con unos 9.000 residentes.

San José es hoy todavía una ciudad dotada de un notable elenco de grandes casonas tradicionales, de hermosos parques y
jardines, que fue sede del Obispado de la Araucanía durante varias décadas. El renombrado Sanatorio de Santa Elisa, cuyos
orígenes están vinculados con los mencionados Capuchinos Bávaros (y, de manera especial, a monseñor Guido Benedikt
Beck) constituye un buen ejemplo patrimonial en funcionamiento, actualmente como spa. Su objetivo inicial era el trata-
miento de religiosos enfermos, a los que se aplicaba el método conocido como Cura de Kneipp (terapia concebida por el sa-
cerdote y médico naturista germano Sebastián Kneipp, precursor de la hidroterapia, que combina las inmersiones en agua
fría con la alimentación preponderantemente vegetariana, la práctica del ejercicio físico, la ingesta de hierbas medicinales
junto con la búsqueda de la paz espiritual). Entre las características arquitectónicas del Sanatorio de Santa Elisa destacan
sus soluciones en latón y fierro galvanizado: toda una novedad en su época.

Casonas notables en San José de la Mariquina son asimismo las casonas Puchi, Cornuy, Prhen, Manns o la magnífica residen-
cia de la familia Exxs (en Carlos Acharán Arce, 184; construida en 1895). Para comenzar el recorrido urbano por San José de
la Mariquina recomendamos situarse en el Centro de Información Turística de la localidad (cerca del puente sobre el río Cru-
ces) y enlazar sucesivamente las calles Godofredo Mera y Alejo Carrillo hasta la Plaza de Armas. Continuando por la calle
Alejo carrillo (o por la de Trincheras) enlazaremos después con el Parque Santa Laura, un perfecto oasis de bosque nativo.
Tras retroceder de nuevo a la plaza de armas, por la calle José Puchi (y su entorno) iremos buscando y reconociendo varias
de las antiguas casonas locales. Finalmente, retornaremos a nuestro punto de inicio de recorrido visitando el referido Sana-
torio-Spa Santa Elisa.

Rutas Verdes y del Patrimonio, recomendadas desde LA MARIQUINA

› RV/P 15, ‘Río Cruces’
› RV/P 36, ‘En bote, por el río Cruces/ de la Mariquina al fuerte San Luis de Alba’
› RV/P 37, ‘Humedales del río Cruces/ de San Luis de Alba a Tralcao’
› RV/P 38, ‘En la Cordillera de la Costa/ de Chanchán a Pilolcura’
› RV/P 39, ‘Río Lingue/ por los humedales de Mehuín’
› RV/P 44, ‘Humedales del río Cruces/ Tres Bocas y Santa María’

El mapa de referencia para San José de la Mariquina/ capital comu-

nal es el que aparece en el tótem turístico ubicado en la localidad
(cortesía de PRT- Sernatur Los Ríos).

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PE RV/P URBANA IX

PAILLACO
L
a comuna de Paillaco (896 kms2) fue instituida en 1934, por segregación de la de La Unión, y cuenta actualmente
con una población de 19.000 habitantes, repartida al 50% entre sus diversos sectores rurales y su zona urbana.
Hasta los años de 1890 todo este entorno era puro territorio mapuche (el de las Aguas Tranquilas) cuyo único en-
clave huinca databa de tiempos de la Colonia: cuando el español Pedro Vásquez estableció, en el año 1800, un cria-
dero de caballos para suministro del ejército real.

Pero el origen del Paillaco actual estriba en una decena de simples almacenes establecidos a partir de 1894, cuyo objeto era
proveer alimentos y mercancías a los varios centenares de obreros carrilanos establecidos temporalmente en el lugar para
extraer y abastecer de ripio a los trenes lastreros que participaban en la construcción del camino de hierro hacia Osorno y Puerto
Montt. En 1913, cuando la construcción de la línea ferroviaria entre Santiago y Puerto Montt se concluyó, la original aldea de
Paillaco ya había crecido muy significativamente.

Para recorrer, a pie o en bicicleta, la red urbana de Paillaco, recomendamos su Plaza de Armas como mejor punto de partida. Aquí
se sitúa el Totem Turístico de Sernatur, con su oportuno mapa local. Precisamente en torno a la mencionada plaza se localiza una
buena panoplia de casonas tradicionales, construidas todas ellas durante el primer tercio del pasado siglo XX y a menudo dotadas
de dos plantas: la inferior destinada a la actividad comercial; la superior, a vivienda familiar de sus propietarios. En este entorno
destacan ejemplos como las casas Winkler Faust, Gómez, Triviños, Martel, Correa o la denominada ‘de Eudomilia Castro’.

Otro sector paillaquino que merecerá nuestra visita será el barrio de la Estación (desde la Plaza de Armas, acceder por los ejes
O´Higgins o Vicuña Mackenna). Desgraciadamente, la vieja e histórica estación ferroviaria fue demolida… Pero sobreviven en
este entorno otro grupo de hermosas casas de época, como las Carcamo o Poblete, Oyedo, Harcha o Alvarado. Además de una
tradicional y clásica bodega ferroviaria.

El tercer sector urbano de interés patrimonial en Paillaco es el vinculado a las calles Camilo Henriquez y Lord Cochrane, también
con buenos ejemplos de viviendas de estilo tradicional las cuales mantienen la tipología propia de los inicios de la localidad, hace
ya unos 120 años. Ejemplos destacados son la Iglesia Luterana, el Club Paillaco Atlético (ubicado donde el antiguo Teatro
O’Higgins) o esas casas Schmidt Faust, Tiemann, Peters o Maldonado. Sin duda, en materia de construcciones tradicionales, el
casco urbano de Paillaco conserva todavía uno de los mejores elencos regionales. Ojalá sea así por mucho tiempo más…

RUTAS VERDES Y DEL PATRIMONIO, RECOMENDADAS DESDE PAILLACO

› RV/P 26, ‘Entre Reumén y el lago Ranco’

El mapa de referencia para Paillaco/ capital comunal es el que apare-

ce en el tótem turístico ubicado en la localidad (cortesía de PRT-
Sernatur Los Ríos).

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Guía ecoturística y cultural de la Región de Los Ríos. RV/P RUTAS URBANAS /349
350/ PE Chile, 2014
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PE RV/P URBANA X

PANGUIPULLI
E
l pueblo de Panguipulli fue oficialmente fundado en 1946 (una época en que había que llegar hasta el lugar a caballo
o en avioneta, dada la precariedad de comunicaciones) aunque en documentos coloniales españoles las referencias a
esta Tierra de pumas se remontan al 1776. Corazón orgulloso y tradicional de la esencia del país mapuche, hasta las
orillas de este enclave lacustre precordillerano llegó como primer colonizador alemán, en 1885, Guillermo Angerme-
yer. Poco después lo harían los misioneros Capuchinos Bávaros, procedentes de San José de la Mariquina. Con el establecimien-
to de estos últimos en el lugar quedó marcado el origen definitivo del actual asentamiento urbano, generándose escuelas, in-
ternados para niños indígenas y una espectacular iglesia de dos torres que fue en construida en 1947 bajo la dirección del pa-
dre Bernabé de Lucerna.

Por desgracia, la irrupción de los colonizadores en la zona conllevó también un sin fin de abusos sobre la población originaria
mapuche, con verdaderos robos de tierras ‘jurÍdicamente legalizados’ y persecuciones físicas de familias enteras, a menudo ante
la pasividad de las autoridades. Este estado de cosas llevó finalmente a la celebración, en Cozcoz, un lugar inmediato a
Panguipulli, del último parlamento mapuche en Chile.

Tuvo lugar el 18 de enero de 1907 y en él participaron casi dos mil representantes de distintas comunidades mapuches con sus
lonkos al frente. Dicha asamblea tenía como objetivo elegir al cacique que los representara ante el Estado, para poner en común
su descontento ‘ante las injusticias que padecen los mapuches por parte de los chilenos y recuperar lo más propio de su identi-
dad: su ruca, sus tierras y sus animales’.

La comuna de Panguipulli se generó por segregación territorial de la de Lanco y es en la actualidad la de mayor extensión (3.292
kms2) de las doce que componen la región de Los Ríos. Cuenta con una población comunal estimada en 35.000 almas, de las
cuales 14.300 son residentes urbanos. La ciudad fue punto de rieles de un ramal ferroviario, hoy desmantelado, procedente de
Lanco. Por este camino de hierro salía la producción maderera de los valles interiores. Barcos de vapor arrastraban previamen-
te las grandes balsas de troncos y traviesas. Pero hoy el puerto lacustre de Panguipulli se ha transformado en un centro turísti-
co y de servicios especialmente activo.

A la ciudad se entra por la calle O’Higgins y se continúa por la de Martínez de Rozas, la arteria principal, donde se suceden las
casas de madera y los activos comercios. Este mismo eje llevará al visitante hasta la misma costanera lacustre, donde el muelle,
el botadero de lanchas y la playa-balneario municipal. Aquí se localiza también el monumento a los Fundadores de Panguipulli,
en el que un mapuche, un misionero y un pionero aparecen como protagonistas. En cualquier caso, el monumento mas repre-
sentativo de Panguipulli lo habremos dejado atrás, en pleno centro urbano: se trata de la mencionada iglesia parroquial, que
constituye el corazón del antiguo centro misional. El recorrido lo terminaremos donde la antigua estación ferroviaria, hoy trans-
formada en una activa y popular feria artesanal.

RUTAS VERDES Y DEL PATRIMONIO, RECOMENDADAS DESDE PANGUIPULLI

› RV/P 1,‘El sendero de la isla del Rey’

El mapa de referencia para Panguipulli/ capital comunal es

el que aparece en el tótem turístico ubicado en la localidad
(cortesía de PRT- Sernatur Los Ríos).

PE Chile, 2014
Guía ecoturística y cultural de la Región de Los Ríos. RV/P RUTAS URBANAS /351
352/ PE Chile, 2014
Guía ecoturística y cultural de la Región de Los Ríos. RV/P RUTAS URBANAS

PE RV/P URBANA XI

RÍO BUENO
E
En el año de 1655 tuvo lugar el denominado desastre de Río Bueno, en el que los grupos mapuche-huilliche locales derrota-
ron a los esclavistas españoles hermanos Salazar, cuñados del entonces gobernador de la laza de Valdivia, Antonio de Acuña.
Esta acción puso fin a las reiteradas malocas de los Salazar a la captura de indígenas para vender en Valdivia como esclavos.
El rey de España, por real cédula de 1758, puso fin a esta ilegal trata o esclavitud cobriza en dicho territorio.

Un siglo más tarde los españoles volvieron a interesarse en la ocupación de las tierras indígenas situadas al sur del río Bueno. Diversas
circunstancias van a sucederse a partir de 1720 en este sector, controlado por importantes longko mapuche-huilliche, como Cafuñirre
y Futañirre, Queipul o Hueipulanca. Una expedición partirá desde Valdivia en 1777, la de Ignacio Pinuer, en busca de la mítica Ciudad
de los Cesares y sitúa su cuartel general donde la actual Río Bueno. En 1778 se fundará acá también la misión franciscana de San Pablo
Apóstol. Y en 1792 se producirá el alzamiento indígena de los caciques Queipul y Futañirre. Como consecuencia de esto último, el capi-
tán Tomás de Figueroa y sus soldados reprimirán a sangre y fuego la rebelión; lo que lleva, finalmente, en 1793, a levantar el fuerte de
San José de Alcudia dominando el estratégico paso fluvial en el llamado Camino Real de Valdivia a Chiloé.

Río Bueno se incorporará a la vida republicana de Chile en 1820, como consecuencia de la toma de Valdivia. Para entonces, la vida
en común entre la guarnición de aquel remoto fuerte colonial y la comunidad huilliche instalada en su entorno había generado ya
una creciente población mestiza, núcleo original del actual Río Bueno. A esta base vendrá a sumarse, a partir de 1850, el nuevo
influjo de los colonos alemanes, como el comerciante Justus Machmar, llegado en 1857. En 1894 será instituida, finalmente, la comu-
na y municipalidad de Río Bueno, sin duda una de las históricamente más interesantes de toda la región de Los Ríos.

La extensión actual de la comuna riobuenina es de 2.211 kms2, con una población total estimada de 31.500 habitantes (14.500
habitantes urbanos). Para recorrer peatonalmente la ciudad, el punto de partida recomendable es la local Plaza de Armas
(Centro de Información Turística; tótem turístico Sernatur), uno de los espacios cívicos más agradables del sur de Chile. En su
entorno se ubica la notable mansión Furniel (Monumento Nacional) o Palacio de las Lágrimas, construido a principios del siglo
XX, donde se dicen penan todavía los espíritus por causa de su trágico pasado (ver Hito Histórico-Cultural 39). Hoy alberga diver-
sas dependencias municipales y puede visitarse.

Otra mansión señorial en Río Bueno es la casona Machmar. En cuanto al Museo Möller Sandrock (ver Hito Histórico-Cultural 40),
es una relevante exposición de objetos de la cultura mapuche-huilliche y de la tradición colonizadora alemana en la zona, más
una interesante colección de armas de época. Reservemos para el final de nuestra visita (atravesando la recoleta plaza 21 de
Mayo) el recinto del fuerte de San José de Alcudia (Monumento Nacional; ver Hito Histórico-Cultural 30), que domina espectacu-
larmente el curso del río Bueno desde lo alto del acantilado ribereño en el que se emplaza.

RUTAS VERDES Y DEL PATRIMONIO, RECOMENDADAS DESDE RÍO BUENO

› RV/P 14, ‘Parque Nacional Puyehue’
› RV/P 19, ‘Cocule, entre Río Bueno y La Unión’
› RV/P 20, ‘De Crucero a Lago Ranco’
› RV/P 35, ‘De Crucero al lago Puyehue: otro antiguo ramal olvidado’

El mapa de referencia para Río Bueno/ capital comunal es el que aparece en el tótem turístico
ubicado en la localidad (cortesía de PRT- Sernatur Los Ríos).

PE Chile, 2014
Guía ecoturística y cultural de la Región de Los Ríos. RV/P RUTAS URBANAS /353
 354/ PE Chile, 2014
Guía ecoturística y cultural de la Región de Los Ríos. RV/P RUTAS URBANAS

PE RV/P URBANA XII

VALDIVIA
L
a localización de la ciudad de Valdivia resultó siempre propicia para el asentamiento humano. Desde mucho antes
de los tiempos de la Conquista, existiendo acá ancestrales poblaciones indígenas, campos de cultivo, cementerios
nativos y espacios ceremoniales, como lo demuestran contantes hallazgos arqueológicos. Fundada en 1522 por el
Conquistador Pedro de Valdivia bajo el nombre de Santa María la Blanca, seria la cuarta ciudad más antigua de
Chile (después de La Serena, Santiago y Concepción) y la número veinticuatro en orden de antigüedad entre las 226 ciuda-
des que fueron fundadas por los españoles en el subcontinente sudamericano. Arrasada y despoblada cuando el levanta-
miento general mapuche de 1602, fue refundada en 1645 tras un breve y fallido intento de ocupación holandesa en 1643.
Erigida en enclave estratégico (en conjunto con el sistema de fortificaciones hispánicas de la bahía de Corral) de la ruta ha-
cia el Estrecho de Magallanes, fue denominada la Llave del Mar del Sur. Junto con el archipiélago de Chiloé, seria el último
territorio español en ser incorporado a la República de Chile. Localizada la ciudad junto a la confluencia de los ríos Calleca-
lle-Valdivia, Caucau y Cruces, se ubica a 17 kms del océano Pacífico. Como comuna, Valdivia comprende asimismo un impor-
tante sector de la Cordillera de la Costa (entre Niebla y el valle del Tambillo), además de la mitad meridional de los ambien-
talmente renombrados humedales del río Cruces. Su extensión territorial alcanza los 1.016 kms2 y en ellos habita una po-
blación estimada de 160.000 habitantes, 150.000 de ellos en calidad de residentes urbanos en la propia ciudad de Valdivia.
La zona, en 1960, sufrió el impacto sísmico del mayor terremoto registrado en la historia de la Humanidad, con 9,5 grados
de intensidad en la escala Richter. Desde 2007, Valdivia es la capital y sede de la Intendencia de la nueva región de Los Ríos.
Existen muchas formas e itinerarios para explorar Valdivia, sus múltiples puntos de interés y su nutrido patrimonio cultural-
monumental. Una navegación en barco de turismo, convencional o de propulsión eléctrica, para comprender la ciudad des-
de sus ríos resulta altamente recomendable. A pie o en bicicleta, les proponemos a continuación una serie de 20 hitos o re-
ferencias que definen un itinerario de visita el cual, personalmente, a este equipo Rutas Verdes nos agrada.

ITINERARIO SUGERIDO

1. Inicio en la Plaza de Armas o de la Républica (en la
confluencia de la calle Libertad se ubica el tótem
turístico Sernatur, con conveniente mapa de orien-
tación urbana)
2. Por la calle Libertad (peatonalizada)
3. Muelle Schuster y Mercado Fluvial (Zona Típica)
4. Antiguo vapor Collico, botadero de lanchas munici-
pal y punto de concentración de lobos marinos
5. Puente Pedro de Valdivia (sin duda, uno de los mejo-
res miradores sobre Valdivia y sus ríos)
6. Isla Teja/ Centro Cultural Casa Prochelle I (Monu-
mento Nacional)
7. Isla Teja/ Parque Prochelle (forma parte del anterior
Monumento Nacional)
8. Isla Teja/ Museos de Arte Contemporáneo/ MAC;
Histórico-Antropológico ‘Mauricio van de Maele’
(Monumento Nacional); y Philippi/ de la Exploración
9. Universidad Austral de Chile/ UACH/ Campus de Isla
Teja/ el Jardín Botánico (se retorna al Muelle Schus-
ter/ Mercado Fluvial)
10. Costanera de la Ciencia/ Péndulo de Foucault
11. Calles Yungay/ General Lagos (Zona Típica): caso-
nas tradicionales valdivianas
12. Torreón del Canelo (Monumento Nacional)
13. Iglesia de San Francisco (Monumento Nacional)
14. Cerco de Duce (itinerario definido por marcas rojas
circulares, pintadas en el, para recorrer el trazado
de las antiguas murallas coloniales en el siglo XVIII)
15. Parque Honecker
16. Torreón del Barro (Monumento Nacional)
17. de nuevo en la Costanera, junto al río Callecalle
18. Costanera/ confluencia del río Caucau
19. Muelle Schuster/ Mercado Fluvial

RUTAS VERDES Y DEL PATRIMONIO, RECOMENDADAS DESDE VALDIVIA

› RV/P 1, ‘El sendero de la isla del Rey’
› RV/ P 7, ‘De Punucapa a Oncol’
› RV/P 34, ‘Por los humedales urbanos de Valdivia’
› RV/P 38, ‘En la Cordillera de la Costa/ de Chanchán a Pilolcura’
› RV/P 40, ‘De Bonifacio a Curiñanco’
› RV/P 41, ‘Isla Teja Norte’
› RV/P 42, ‘Oncol- Tambillo-Tres Bocas’
› RV/P 43, ‘Humedales del río Cruces/ de isla Teja a Punucapa y Tres Bocas’
› RV/P 44, ‘Humedales del río Cruces/ Tres Bocas y Santa María’
› RV/P 45, ‘De Curiñanco al Cutipay’ El mapa de referencia para Valdivia/ capital comunal es el que aparece en el tótem
› RV/P 46, ‘Humedales de Santo Domingo’ turístico ubicado en la localidad (cortesía de PRT- Sernatur Los Ríos).
› RV/P 47, ‘Islas al sur de Valdivia’
› RV/P 48, ‘El bosque de Llancahue’

PE Chile, 2014
Guía ecoturística y cultural de la Región de Los Ríos. RV/P RUTAS URBANAS /355
 www.rutasverdesdechile.cl

Proyecto financiado por el Fondart Ámbito Regional,

convocatoria 2014, del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes,
Región de Los Ríos.