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de tiempo de 5 años, aquella terminó en el año 2012 cuando nuestra hija ya tenía 3
años de edad, por lo que desde esa época que ya no convivimos juntos. Como
gritaba y se salía un poco de sus cabales, todo esto también acompañado del consumo
constante de drogas y de alcohol por parte de mi ex pareja, todo esto sucedía estando
año 2016 a mediados del mes de Agosto y Septiembre, que comenzaron los
problemas; antes de eso no eran tan relevantes, ya que a pesar de que no teníamos
existían trabas para poder ver a mi hija, al contrario la veía todos los fines de semana,
y en cuanto al dinero que yo aportaba, le entregaba todas las semanas $ 20.000 pesos,
además de las colaciones para el colegio, como también los útiles y el uniforme de mi
hija.
Pero a mediados del mes de Agosto del año 2016 comenzaron las dificultades.
sorpresa de que tenía algunos moretones tanto en su cara como en sus brazos, por lo
respondía que no era nada, que la niña se había caído jugando, que no me preocupara.
Moreno, que la abuela de mi hija doña Débora Martínez Silva, le había dado una
de manera definitiva, sin siquiera dejar que me acerque a la casa en donde viven, ni
verla, dando como fundamento de que yo era un “padre maltratador”, por lo que me
Así, desde el mes de Septiembre del año 2016 que no veo a mi hija, por lo que la
Moreno, que como antes ya había mencionado son compañeras de curso, sin
mencionar que, es a través de ella que le sigo entregando la ayuda económica que
puedo a mi hija.
1- Por lo anterior, tengo fundado temor de que se lleven a mi hija a las afueras
de Santiago y que estando al cuidado de su abuela ésta la maltrate
físicamente, para lo cual me baso en las conductas previas que he descrito.
También tengo fundado temor respecto del ejemplo que le da su madre a
mi hija, ya que esta sigue consumiendo drogas, dejándola al cuidado de su
abuela. Por este motivo es que solicitamos a U.S., el conocimiento de esta
solicitud.
EL DERECHO:
CUARTO OTROSI: RUEGO A SS. Tener presente que para los efectos de lo previsto en
el art. 600 del Código Orgánico de Tribunales, este compareciente goza del privilegio
de pobreza, por estar patrocinado por un centro de asistencia judicial gratuita, Centro
de Prácticas profesionales de la Universidad de las Américas, lo que se acreditara con
el documento en que consta esa calidad y que se encuentra en proceso de emisión.