Sei sulla pagina 1di 3

EL CAMINO DE LA FELICIDAD

El amor

EL AMOR ES UNA NECESIDAD HUMANA. Sin él, el matrimonio, la familia o la

amistad no subsistirían. Por tanto, es lógico que el amor sea esencial para nuestra

salud mental y nuestra felicidad. Pero ¿de qué amor estamos hablando?

No hablamos del amor romántico, que, por supuesto, también es importante, sino de un

amor superior que hace que mostremos interés sincero por el bienestar de los demás

hasta el punto de sacrificarnos por ellos. Es un amor que se rige por principios bíblicos,

pero eso no significa que carezca de afecto y ternura.

Fíjese en esta hermosa descripción del amor: “El amor es sufrido y bondadoso. El amor

no es celoso, no se vanagloria, no se hincha, no se porta indecentemente, no busca

sus propios intereses, no se siente provocado. No lleva cuenta del daño. No se regocija

por la injusticia, sino que se regocija con la verdad. Todas las cosas las soporta, [...]

todas las espera, todas las aguanta. El amor nunca falla” (1 Corintios 13:4-8).

Ese amor “nunca falla”. Siempre existirá. Es más, puede hacerse aún más fuerte con el

paso del tiempo. Y como es sufrido, bondadoso y sabe perdonar, es “un vínculo

perfecto de unión” (Colosenses 3:14). Por lo tanto, las relaciones personales que se

basan en un amor como ese son estables y felices, a pesar de las imperfecciones.

Pensemos, por ejemplo, en el matrimonio.

UNIDOS POR “UN VÍNCULO PERFECTO”


Jesucristo enseñó importantes principios sobre el matrimonio. Él dijo: “‘El hombre

dejará a su padre y a su madre y se adherirá a su esposa, y los dos serán una sola

carne’ [...]. Por lo tanto, lo que Dios ha unido bajo un yugo, no lo separe ningún

hombre” (Mateo 19:5, 6). Aquí se destacan por lo menos dos principios

fundamentales.

“LOS DOS SERÁN UNA SOLA CARNE”. El matrimonio es la relación más íntima que

existe, y el amor puede protegerlo de la infidelidad, es decir, puede evitar que

cualquiera de los cónyuges llegue a ser “un solo cuerpo” con otra persona (1 Corintios

6:16; Hebreos 13:4). La infidelidad hace añicos la confianza y quizás haga naufragar el

matrimonio. Y, si la pareja tiene hijos, el daño tal vez sea aún mayor, pues ellos pueden

pensar que nadie los quiere o sentirse inseguros o hasta resentidos.

“LO QUE DIOS HA UNIDO”. El matrimonio también es una unión sagrada. Los

cónyuges que lo ven así hacen lo posible por fortalecer su relación. No buscan una

salida fácil a los problemas. Como su amor es fuerte, superan juntos todas las

dificultades y se esfuerzan por vivir en paz y armonía.

Lo mejor que pueden hacer los padres por sus hijos es amarse de forma abnegada.

Una joven llamada Jessica comentó: “Mis padres se quieren mucho y se respetan.

Cuando veo que mi madre respeta las decisiones de mi padre, siento que quiero ser

como ella”.

El amor es la principal cualidad de Dios. De hecho, la Biblia dice que “Dios es amor”

(1 Juan 4:8). Por lo tanto, no nos sorprende que a Jehová se le llame además el “Dios

feliz” (1 Timoteo 1:11). Nosotros también seremos felices si nos esforzamos por imitar
sus cualidades, sobre todo su amor. Efesios 5:1, 2 nos aconseja: “Háganse imitadores

de Dios, como hijos amados, y sigan andando en amor”.

[Recuadro de la página 9]

PUNTOS CLAVE

El amor es sufrido y bondadoso. Todas las cosas las soporta, todas las espera y

todas las aguanta. El amor nunca falla (1 Corintios 13:4-8).

Razones por las que el amor produce felicidad:

▪ Nos ayuda a interesarnos sinceramente por el bienestar de los demás.

▪ Puede hacerse más fuerte con el paso del tiempo.

▪ Contribuye a que las amistades y los matrimonios se fortalezcan y a que superen las

dificultades.

▪ Ayuda a los niños a crecer felices y a sentirse seguros.

▪ Hace que nos parezcamos más a nuestro Creador.

Potrebbero piacerti anche